Introducción
Al
1
Trabajo de Grado Para Aspirar
Al Título de Maestra en Artes Visuales
Con Énfasis en Lenguaje Audiovisual
Presentado por
Alexandra Jelkh Montealegre
Asesora
Zoitsa Noriega
Pontificia Universidad Javeriana
Facultad de Artes
2
Índice
El Comienzo de una Nueva Experiencia pg. 3
La Casa, el Espacio Pequeño y Habitable pg. 5
Medidas de Mi Cuerpo: Un Estudio Cuidadoso Sobre Un Lugar
Aparentemente Conocido pg. 9
Fotografías, Registro de una Sensación pg. 12
Cuerpo Minúsculo dentro de la Magnitud del Espacio, el Cuerpo como
Cemento pg. 16
Del Cuerpo Maquina al
Musulmán
pg.
20
Exploración del Movimiento en el Espacio por Medio del Video pg. 26
Mi Cuerpo como Objeto pg. 29
3
El Comienzo
De una
Nueva Experiencia
C
uando comencé a pensar en mi trabajo de grado, llegaban miles de ideas a mi cabeza. Repasé mis trabajos realizados durante la carrera y hallé una preocupación por el espacio queaparecía de manera sutil. Una mirada ligera sobre los contenedores donde habitan hombres y
mujeres, sus lugares de vivienda, trabajo, transporte etc. A partir de ese pensamiento del lugar
creado por y para el hombre, empecé a experimentar con la posibilidad de reducir el
contenedor para empezar a incomodar el cuerpo.
Dentro de la ciudad existe ese perímetro privado del cuerpo que se reduce para adaptarse al
poco espacio que existe, donde los cuerpos deben aglomerarse, apretujarse unos con otros.
Hay cuerpos rígidos y flexibles que habitan de diferentes maneras su espacio, en mi caso, yo
quería entender de qué manera se comporta mi cuerpo en diferentes espacios. El cuerpo en su
soledad, acompañado únicamente por objetos.
Uno de los caminos de exploración fue encontrar mis espacios cotidianos, buscando extremos
entre sustamaños, muy pequeños o muy grandes, enfocándome en el problema de habitar los
mismos. Desde pequeña me han interesado los espacios pequeños y estrechos, escondites
imposibles como un pequeño gabinete, o un casillero, pues existía el reto de introducirme en
ellos. Por el contrario, los espacios grandes me generaban más inquietud, quería llenar con mi
cuerpo un espacio grande, pero esto es físicamente imposible, entonces debía buscar la manera
de proyectar mi cuerpo o mis sensaciones para verme, o hacerme sentir en todo el lugar, de la
4 Además de este primer paso, tenía un sentimiento que yo intentaba ocultar, o más bien que no
tenía muy claro y no sabía de qué manera podía abordarlo; el paralelo entre mi cuerpo
construido por la danza clásica durante varios años, y otros cuerpos.
Al comienzo del proyecto, esa era una duda que existía pero no la tomé muy en cuenta y decidí
enfocarme en el espacio neto, seguí mi camino en búsqueda de los lugares pequeños, y mis
sensaciones en éstos. También, la exploración de cómo lograr acomodar mi cuerpo y
contorsionarme para habitar todo un pequeño contenedor sin dejar ninguna parte de mi
cuerpo por fuera. Me di cuenta, que sin lugar a duda, mi cuerpo era la herramienta perfecta
para entender y sentir el problema que me interesaba del espacio, y la idea de instalación
5
La Casa,
El Espacio Pequeño
Y Habitable
C
uando era niña me encantaba jugar a enroscar mi cuerpo para moldearlo a diferentes contenedores, y de esta manera comencé a adquirir cierta destreza y flexibilidad para lograrsiempre mi objetivo. Pero como todo niño crece, mis juegos de contorsión fueron
desapareciendo, mi cuerpo fue tomando forma de adulto, con una estructura más rígida y
alargada.
A raíz de mi interés por los espacios pequeños e incómodos decidí volver a intentar aquellas
contorsiones, ahora, con un cuerpo diferente al de cuando era niña; esto me ha llevado a
encontrarme con nuevas experiencias. Mi primera impresión es que ya no es fácil lograr mis
objetivos, tengo que probar de muchas maneras para introducirme en espacios pequeños.
Además, todos los lugares hacen doler mi cuerpo y entiendo que estos espacios no están
hechos para mí, de hecho para ningún cuerpo humano.
Comencé con los espacios que me eran más comunes, como los de mi casa. Aunque los veo
diariamente puede que nunca los haya experimentado de ninguna otra manera que no fuera la
común, simplemente los utilizaba para lo que están diseñados. Es decir, al ver los cajones de mi
habitación, sololos veía útiles para guardar ropa u objetos, ahora los veo como un lugar nuevo
para explorar con todo mi cuerpo, no sólo con mis manos y mi vista.
Al mismo tiempo, comencé a leer “La Poética del Espacio” de Gastón Bachelard, fue allí donde
entendí la importancia del espacio íntimo que es la casa, pues en este se albergan sueños,
recuerdos, imágenes, intimidad profunda y un refugio. “…son experiencias del espacio,
6 Figura 1. Dentro de una caja de cartón
todavía poseído.”1 Una posesión de recuerdos, y ahora una posesión diferente donde la
experiencia se extiende, para poder entender el espacio con todo mi cuerpo. Después de esto
todos los rincones se volvieron más poéticos, quería recorrer hasta las partes menos habitables
porque buscaba distender la sensación de refugio.
Busqué entonces los lugares más reducidos de mi casa, y nuevamente, busqué introducirme
dentro de ellos. Puesto que mi intención era tocar absolutamente todas las superficies internas
del contenedor, sentía que estaba fracasando, la frustración se debía a la anatomía de mi
cuerpo, a la imposibilidad de fraccionarlo y moldearlo para cumplir a cabalidad la tarea que me
había propuesto.
Comencé por lugares que encontraba extraños pero al igual interesantes, como una caja de
trasteo, cajones, debajo de mesas, estantes de
libros, en medio de una mesa pequeña, etc.,
logré eventualmente meterme en la lavadora.
Eran lugares que me generaban todo tipo de
sensaciones, desde mucha incomodidad y
desespero, hasta sensaciones de tranquilidad
y pasividad, pues mi cuerpo con el tiempo se
iba acostumbrando. Por ejemplo, para
introducirme en una caja de cartón de
aproximadamente 70 cm cúbicos (Figura 1.),
comencé por meter mis pies y luego agacharme para meter todo el cuerpo; entonces entendí
que había un problema de inestabilidad provocada por la poca rigidez del cartón versus la
rigidez y el peso de mi cuerpo. Introducirme de pie y luego agacharme no era la mejor manera
de acomodarme, ahí comenzó toda mi experimentación. Decidí sentarme dentro de la caja,
bajar la cabeza, juntar los hombros, y encobar la espalda lo más posible para quedar inmersa
en el cubo de cartón, pero de nuevo, la caja no quedaba cubica. Busqué entonces un nuevo
1
7 Figura 2. Dentro del estante de libros
contenedor, algo más rígido para que mi cuerpo fuera el que realmente se acomodara a la caja
y no la caja a mi cuerpo.
Encontré un cajón de madera donde mi mamá guardaba algunas cosas de cocina, el cajón era
más alargado verticalmente que el anterior pero más estrecho. Sin importar las condiciones
vacié su contenido anterior y comencé a meter mi espalda, luego baje la cabeza para meterla
entre mi pecho y acurruque mis piernas, las apreté contra mi torso para lograr mi objetivo,
comencé a entender que con algo de práctica podría lograr introducirme en cualquier espacio
sin importar el tamaño.
Después encontré un estante de libros de madera (Figura 2.), alargado horizontalmente, pero
verticalmente era como de unos 30 cm. Entonces me subí al lugar y me deslicé acostada boca
arriba para entrar en él. No podía levantar la cabeza pues me golpeaba con la parte de arriba
del cajón, solo podía estar,
acostada con las piernas
dobladas hacia los lados. Esta
posición me hacía doler la
cadera pues se volteaba de
manera intensa; sin embargo, a
pesar del dolor, podía sentirme
8 La experiencia dentro de la lavadora (Figura 3.) fue algo diferente, me hacía recordar algunas
imágenes de películas o series de televisión, las cuales aparece como un lugar para jugar a las
escondidas. Nunca me había llamado la atención, pero en esta ocasión de búsqueda e
investigación me pareció interesante. A
diferencia de los otros lugares, este tenía la
apertura de entrada más pequeña que el
contenedor mismo. Comencé metiendo los
pies, luego el tronco, para por fin quedar
acurrucada dentro del aparato doméstico.
Mientras estaba allí, me sentí rara, era un
lugar metálico, blanco, donde su forma
elipsoidal me exigía estar encima de mis
rodillas, de lo contrario tendría que tensionar
mi cuerpo para mantener mi cabeza erguida y no caer sobre mi espalda.
Entré en otros espacios que también intervine con mi cuerpo, donde la sensación era similar, lo
único que cambiaba era el tamaño y la forma del mismo. Aunque dentro de mis hallazgos
existían espacios más pequeños, caí en cuenta que había algunos en los cuales ya no había
manera de introducirme; la única forma sería dividiéndome, ya que mi cuerpo no está diseñado
[image:9.612.321.568.144.341.2]para un tipo de contorsiones tan exigentes.
9
Medidas de Mi Cuerpo: Un Estudio
Cuidadoso Sobre
Un Lugar Aparentemente Conocido
E
ntender que no puedo rellenar cada rincón de un espacio rígido con mi cuerpo, me hizo pensar muchas veces sobre mi cuerpo en sí. En la manera como estaba construido, cuáles eransus destrezas y debilidades, cómo se comportaba, su manera de andar, de moverse etc.
Comencé a analizar parte por parte, desarticularlo en mi mente para entenderlo. También hice
algunas comparaciones con objetos y personas, personas de un tamaño similar y diferente.
Paso a paso fui obteniendo conciencia sobre mi cuerpo a través de mis preguntas, y además,
fui comprendiendo que mi cuerpo es diferente a cualquier otro, y que sin darme cuenta, lo he
venido construyendo, y que no hay uno igual al otro por miles de factores diferentes.
Para el proceso fue importante ver obras corporales en movimiento, como Bodies2 de la coreógrafa alemana Sasha Waltz. Allí se destaca la manera cómo el cuerpo construye
estructuras y él mismo llena espacios. Aparecen bailarines semidesnudos mostrando toda su
corporalidad y su relación con otros cuerpos. Estando en diferentes espacios intervenidos por
escenografías que modificaban cada vez el recorrido de los bailarines en escena, estos generan
patrones y movimientos donde se logra ver el cuerpo como una maquinaria que puede
solucionar cualquier problema espacial, en este caso.
Otra de las maneras de entender mi cuerpo, fue tomando las medidas de ciertas partes y
comparándolas con objetos.
Comencemos con mi altura, es parecida a la de un arbusto, o 5 botas industriales una encima
de otra, o casi 11 lapiceros apilados. El ancho de mi cuerpo es algo como 2 grapadoras
enfrentadas, mi antebrazo incluyendo mi mano mide unos 40 centímetros, mi fémur derecho 47
2
10 o 48, desde la punta de mi nariz a mi ombligo hay 52 centímetros, y mi pie izquierdo son 9.6
pulgadas exactas.
Aunque tengo el cuello largo, no es lo suficiente para poder doblarme como quisiera. Mi
cabeza es una superficie dura, redonda casi como una esfera y duele mucho si está bajo
presión. Es muy difícil de acomodar en lugares estrechos, ojala se pudiera esconder como la de
una tortuga; tampoco se puede alargar como una avestruz, está ahí pegada a mi cuerpo, por
una extensión tan alta como una cuchara de postre vista de manera vertical. Sin mucha
movilidad creo que ésta es mi mayor dificultad, lograr acomodar mi cabeza. Aunque mis pies
dicen calzar unos zapatos número 37, he logrado aprender a apretarlos o estirarlos para que
en los momentos de experimentación, ayuden a encajarse en los espacios pequeños, también
para pararme en puntitas de pies con ayuda de zapatillas de punta.
Mis pantorrillas son gruesas, tienen una circunferencia parecida a la de una manzana grande o
un mango normal, igual nunca han interferido al meterme en espacios estrechos. Los dedos de
mis manos son alargados, como una pequeña rama de un árbol. Las piernas tienen de largo lo
que puede medir una caneca mediana de alto. Mis muñecas son muy estrechas, tienen una
medida de un carrete de hilo puesto de manera horizontal, del hueso del radio al hueso del
cubito, no en circunferencia, solo en distancia lateral. Mientras que la distancia de un hombro al
otro es algo así como de 4 palmas de mi mano una al lado de la otra, me refiero a la distancia
que separa un brazo del otro. Desde el hombro hasta la punta de mi dedo más largo de la
mano derecha pueden caber algo así como 7 pelotas de tenis puestas de manera vertical.
Tengo un cuerpo flexible gracias a la rutina del ballet, donde puedo abrir mis piernas haciendo
un spagat a más de 180°grados. Mi espalda no es tan flexible pero puede ir adelante
recostándose sobre mis piernas o atrás formando casi 90° grados con la parte inferior del
cuerpo. Mis brazos tienen una rotación amplia, esto quiere decir que puedo llevarlos con
bastante facilidad a posiciones difíciles o exigentes para el cuerpo.
Todo esto ha ayudado a introducirme en algunos lugares que veía imposibles. Muchas veces
necesité levantar mis piernas de cierta manera y doblarlas de cierta otra para caber, lo mismo
11 comodidad y facilidad para contorsionar mi cuerpo. Para esto me haría falta mucha más
12 Figura 4. Fotografía similitud cuerpo y espacio
Fotografías,
Registro
De una Sensación
A
lo largo del proceso fue surgiendo la idea de fraccionar el cuerpo, de desarticularlo ydesmembrarlo por medio de la fotografía. Esta idea nace a partir de la necesidad de encontrar
nuevas maneras para introducirme en contenedores muy pequeños y poder llenarlos hasta lo
más profundo de sus
rincones.
Seguí experimentando con el
cuerpo pero mirándolo desde
afuera. Con la ayuda del
cuerpo de una bailarina con
condiciones físicas similares a
las mías, la observé para
entender cómo se veía lo que
yo buscaba. Fueron largas
sesiones de fotos donde se
probaron diferentes métodos para ir encontrando el objetivo. El espacio que se decidió fue
de nuevo un lugar común para mí, la escuela de ballet donde ensayo periódicamente, con el
objetivo secundario de recorrer y entender estos lugares desde otro ángulo y perspectiva.
Mi primera temática para la realización del registro fotográfico fue la semejanza entre el cuerpo
humano y el espacio arquitectónico (Figura 4.). De esta manera el cuerpo de mi compañera se
convertía en líneas rígidas que se mimetizaban con las barras del salón, las vigas, el piso, las
13 hacer mimetizar el cuerpo y las curvas del mismo, que por la distancia se perdieran un poco y el
cuerpo se viera más rígido y recto. Luego me acerque a recortar el cuerpo en sí. La bailarina en
medio del salón hacía movimientos exactos donde la angulación en el cuerpo fuera evidente
para seguir con las líneas y diagonales que había entendido anteriormente. Los brazos y piernas
buscaban ángulos rectos, la cabeza intentaba no intervenir en la geometría y así buscaba un
cuerpo que pudiera ser flexible pero se asemejara a un contenedor cubico, a un espacio sin
curvas.
Tomé fotos del cuerpo desde ángulos tradicionales, plano medio, vista frontal etc., pero a
medida que veía los resultados, comencé a cambiar el ángulo, pensando más en mi objetivo de
modificar el cuerpo de su imagen común. Por medio del encuadre logré conseguir diferentes
resultados en las imágenes, haciendo un close up el cuerpo se veía obligado a ser recortado,
pero cambiando el ángulo lograba ver una nueva perspectiva.
Otros aspectos importantes fueron la luz y sombra, en medio del proceso encontré unos
reflejos (Figura 5.) interesantes donde la figura humana se veía recortada por la misma luz.
Mediante este juego de luz, sombra y reflejos se fueron
encontrando diferentes maneras de ver el espacio y el
cuerpo, casi se lograba ver un dibujo en las superficies
del salón. Estas siluetas al estar dibujadas en el piso
parecían estar inmersas en un mundo paralelo, se
lograba percibir algo de fantasmagórico en las
imágenes.
La idea de habitar el espacio era evidente, el cuerpo se
mezclaba con el espacio mediante estos aspectos de
reflejos y sombras. Apareció un mundo paralelo el cual
nunca había visto, fue allí donde se evidenció cómo el
cuerpo abarca el espacio poniendo su imagen o silueta
[image:14.612.366.513.400.664.2]14 se compenetra con el espacio volviéndose uno solo. Sin la aparición del cuerpo humano la
creación de las imágenes mimetizadas unas con otras no hubieran podido ser factibles.
Otra dirección de búsqueda, fue la edición digital de las imágenes. Esta herramienta me
permitió jugar hasta encontrar momentos donde el cuerpo y el espacio se podían fusionar de
diferentes maneras más allá de la sombra y el reflejo. Con esta ayuda tecnológica pude borrar
muchas veces partes de la bailarina y volverla semejante a la arquitectura del salón. También,
mezclar las texturas del espacio con partes de su cuerpo y así aparecía una nueva fusión de
estos dos elementos.
Para estas imágenes fue muy importante las lecturas del escultor inglés Antony Gormley.
Aunque tiene un trabajo extenso sobre el cuerpo y el espacio, y casi su obra entera es dirigida
hacia esta temática, existe una serie en concreto que me interesa, esta es llamada Horizon Field
2010-2012. Gormley multiplica su cuerpo 100 veces en figuras de hierro y estas son ubicadas en
un área de 150 km 2, en comunidades Austriacas. No busca hacer representaciones pero si una
pregunta sobre el hombre, dónde estuvo y dónde va a estar. El cuerpo que habita un espacio y
por medio de este comprende y se entiende a sí mismo y su lugar.
15
“My return to the body is not about representation, it is an attempt to engage the total
sensorium of consciousness. This transition from body as representation to body as space is a
translation from representation to reflexivity.”3 “Mi regreso al cuerpo no se trata de la
representación, es un intento de involucrar la parte total sensorial de la conciencia. Esta
transición de cuerpo como representación, al cuerpo como espacio es una traducción de la
representación a la reflexividad”
En estas imágenes yo buscaba algo parecido a lo que se refería Gormley en su texto, mi idea no
era de representación en sí, era de poder captar la consciencia de corporalidad y sensorialidad
de espacio y reflexión sobre el mismo. Mi búsqueda no va hacia la representación mediante el
cuerpo, lo que busco es que a partir del cuerpo, exista una experimentación y al mismo tiempo
haya una conciencia del mismo, al igual que su lugar y relación con el espacio, así como suele
ocurrir en las instalaciones artísticas, se crea un recorrido para que haya una nueva experiencia
del espacio con todo el cuerpo, y no solamente con la vista.
3
Gormley, Antony. (2011). Body Space and Body Time: Living in Sculpture. [En línea]. St Petersburg, Russia. Septiembre 2011.
[image:16.612.86.528.375.488.2]Disponible en: http://www.antonygormley.com/resources/essay-item/id/125
16 Figura 7. Obra Veronique Doisneau por Jerome Bel
Cuerpo Minúsculo dentro
De la Magnitud del Espacio,
El Cuerpo como Cemento
D
espués de recorrer mi casa en diferentessesiones fotográficas, decidí direccionar la
búsqueda hacia espacios más amplios,
donde mi cuerpo pareciera ínfimo frente a
un contenedor de gran magnitud. La
búsqueda estaba enfocada en lograr
habitar todo el espacio, debía expandirme,
pero no de manera física. La forma de
aprovechar mi pequeña escala frente a un
espacio inmenso fue ir sumando diferentes
experiencias. Necesitaba varias miradas y puntos de vista para entender el espacio en su
totalidad, de esta manera se fue logrando una imagen completa. La obra de Jerome Bel dio pie
para entrar a lugares amplios donde el cuerpo no queda atrapado por una superficie. En su
obra Veronique Doisneau4(Figura 7.) se evidencia la experiencia por medio de la voz las palabras y la quietud. La obra es presentada a manera de ballet, en el teatro de la Opera de
París. Se abre el telón para ver a las bailarinas de ballet en su gran esplendor, pero por lo
contrario, sale una mujer en ropa de ensayo de ballet, con una botella con agua, lleva una falda
en sus brazos, sus zapatillas de media punta y lleva puesto un auricular con micrófono. Narra
su historia y además cuenta que se va a retirar en 8 días de su trabajo como bailarina a sus 42
años. Pero lo más impactante y lo que me ayudó a seguir con mi proceso, fue después de ella
4
17 bailar y contar sobre su vida, muestra su intervención como cuerpo de baile en la obra Lago de
los Cisnes. Allí, acompañada de música en la mitad de un gigantesco escenario se pone ella en
su posición, y simplemente sostiene la posición por un largo rato. La espera y la quietud
interminable de Doisneau llenan y habitan todo ese espacio, y además mantiene al espectador
inquieto y algo mortificado por esa larga espera sosteniendo sus brazos en una posición
incómoda.
Mientras que los lugares extensos usualmente están creados para ser habitados por muchas
personas y objetos, mi idea era habitar esos espacios con solo mi cuerpo así como lo había
mostrado Doisneau en el escenario vacío. La experiencia en lugares como hangares, bodegas y
este estilo de terrenos que son construidos a una escala más grande de lo normalmente
habitable, es diferente a la que tuve en la casa. La imagen de expandirse configura una
experiencia puramente consciente e impalpable, por lo contrario a la ya mencionada idea de
comprimir.
Una de las sesiones fotográficas fue realizada en el hangar de la Universidad Nacional en la
Facultad de Arquitectura, donde me encontraba diminuta frente a este lugar de concreto. Otra
sesión fue, en el edificio Ático de la Universidad Javeriana (Figura 8.), en el cual mi cuerpo en
medio del espacio se proyectaba desde la conciencia y el ser para poder ocupar toda el área. A
manera de experimento, también se hicieron fotos en lugares al aire libre rodeada de árboles y
naturaleza, pero esto lo descarté al darme cuenta que mis intereses iban más inclinados por
espacios construidos y cerrados. Poco a poco fui descubriendo la importancia que tenían para
mí los espacios que estaban edificados, de esta manera analizaba la relación que tenía mi
cuerpo con el espacio y dependiendo de la magnitud, ver el comportamiento que ocurría de
expansión y experimentación con el lugar.
La manera de ver mi cuerpo apreciando diferentes partes del espacio, fue haciendo una réplica
de mi imagen. Se hicieron fotos de mi cuerpo en varias partes del hangar, adoptando diferentes
posiciones, ángulos, escalas etc., esto para poder tener un registro de la suma de experiencias.
De esta manera se ejemplifica la búsqueda de expansión mediante la repetición de la imagen
18 Figura 8. Cuerpo como metáfora
La magnificación del cuerpo es limitada y de nuevo veo los límites de la corporalidad. Antes, era
por el tamaño grande del
cuerpo y su rigidez lo que no
me permitían la inserción en
espacios pequeños, ahora es
por la imposibilidad de
agrandar el cuerpo a un
tamaño deseado para llenar
lugares grandes y amplios.
Aunque existen limitaciones del
cuerpo en cuanto a su tamaño,
veo otra posibilidad de
expansión; mediante la quietud y la tensión.
En simultáneo, siguiendo con la tarea de editar fotos, comencé a fragmentar el cuerpo, de
desarticularlo para entenderlo como un objeto. Ver cómo la figura humana puede ser tratada o
vista cómo un objeto entre objetos, enfocarse solamente en su figura y composición física y el
lugar que ocupa en el espacio.
Entendiendo que el cuerpo no es únicamente una figura, pues encierra una complejidad en
relación al ser, a lo que constituye y todas sus características de persona. Lo que encuentro
interesante, es buscar un comportamiento similar entre la figura humana y los objetos, donde el
20
Del Cuerpo
Maquina
Al
Musulmán
M
i interés comenzaba a ser más claro, quería hablar y leer sobre el cuerpo máquina, el cuerporutinario que poco a poco va perdiendo conciencia sobre sus acciones y movimientos, dándole
paso a un cuerpo autómata que se va creando por medio de la rutina. El cuerpo máquina era
muy coherente para lo que estaba replanteándome pues éste tiene una semejanza amplia con
los objetos.
“No partimos del cuerpo como identidad fija, como dialogo preestablecido; sino como masa
múltiple y cambiante, capaz de construirse, luego pasar trasformaciones y devenirse.”5
Al leer a Consuelo Pabón, su texto Construcciones de Cuerpos, ella habla sobre las diferentes
maneras de ver un cuerpo, o más bien las diferentes construcciones del mismo. Desde un
cuerpo “dado por la naturaleza, al cuerpo fabricado”6
Este es el cuerpo que me interesa, un
cuerpo moldeado y diseñado para diferentes actividades; en el caso de Pabón, ella habla de los
cuerpos dóciles del ejército, en mi caso, sería un cuerpo alargado por la danza clásica. “Se le
trabajan sus partes, se le colocan prótesis, se le impone un ritmo, una velocidad, una
verticalidad, una actitud: llevar la cabeza derecha y alta; mantenerse erguido sin encorvar la
espalda, no poner nunca los ojos en el suelo”7
Aunque en la cita anterior, Pabón se refiere a la
construcción de hombres militares que están hechos para la guerra y la muerte, esas palabras
pueden estar dirigidas de igual manera hacia un bailarín clásico. Aquí es donde se unen la
construcción de los cuerpos con mi propia experiencia, donde desde muy pequeña creo haber
5
Pabón, Consuelo.(2010) Construcciones de Cuerpos. [en línea] disponible en:
http://es.scribd.com/doc/45332816/Pabon-Consuelo-Construcciones-de-Cuerpos. Pg. 1 6
Ibídem pg. 7 7
21 oído palabras similares para comenzar a amoldar mi cuerpo; llevar la cabeza derecha y alta,
mantenerse erguido sin encorvar la espalda, no poner nunca los ojos en el suelo. Es lo mismo,
también se nos impone una velocidad, una verticalidad, un ritmo, y además se usan prótesis
para lograr pararse en las puntas de los pies.
Al hacer la comparación entre la formación militar y la formación dancística se abre una
pregunta gigantesca y miles de preocupaciones sobre mi rutina. ¿La danza clásica es igual de
rígida a la formación militar? ¿Que convierte a uno en una máquina de guerra y en otro en una
máquina de arte? ¿La muerte, el escenario? ¿Cuáles son las diferencias entre estos dos cuerpos,
si los dos han sido hechos para seguir órdenes y ejecutarlas de la mejor manera?
Existen diferentes maneras de corregir y amoldar un cuerpo, se dice, que por consiguiente se
debe tener disciplina en cuanto al método escogido para obtener el cuerpo deseado. De esta
forma, la rutina genera en el cuerpo codificación mediante la repetición constante y periódica.
Pabón comenta que por medio de una disciplina se pueden obtener cuerpos deseados, y
además de eso, genera una creación de cuerpos en serie. “La disciplina fabrica entonces
cuerpos sometidos y ejercitados a un mismo tiempo.”8
Desde muy temprana edad están siendo
corregidos y direccionados en busca de tener el cuerpo deseado para un interés en particular,
sea social, deportivo, científico etc.
Según Pabón después que los cuerpos eran disciplinados, iba la tecnificación. “Cada cuerpo
está computarizado, convertido en código: cada partícula del cuerpo puede ser captada por la
técnica médica contemporánea e intervenida, bien sea para la vida, bien sea para la muerte”9
Ahora los cuerpos parecen materia dispuesta a la trasformación, dónde el organismo se ha
convertido en códigos, que con ayuda de intervención médica se manipulan y se convierte el
cuerpo en el resultado deseado.
El cuerpo ya no es una materia que tiene un proceso natural sino que por medio de la ciencia y
la medicina es adaptado con la idea de cambiar su rumbo, como bien dice Pabón, para la vida
o la muerte. Además de tener un cuerpo que ha sido modificado en sus movimientos y
8
Ibídem 9
22 probablemente sus actitudes, ahora se modifican genéticamente sus códigos, el cuerpo parece
ser tratado como un objeto.
Se puede hablar entonces de un contenedor, un cuerpo funcional lleno de mecanismos, que
trabaja como un aparato. A partir de unas fuentes de energía como pueden ser el oxígeno, el
motor, llamémoslo corazón, hace funcionar la máquina que conocemos como cuerpo humano.
A partir de este aparato dinámico aparece un estado donde el cuerpo que se encuentra vivo
parece no estar muy conectado a la vida, un cuerpo que anda y tiene activa todas sus
funciones, pero actúa únicamente como máquina y no persona, produce y no reacciona,
algunos dicen que ese es el cuerpo contemporáneo.
Aunque se ha hablado del recorrido del cuerpo por diferentes “fábricas” como, centros
penitenciarios, centros educativos, empresas etc., donde se le han dado unos comandos y unas
maneras de actuar. Un cuerpo construido, así como los militares o los bailarines, ahora se
convierten en máquinas en sí para producir. Estas ideas me llevan a una serie de preguntas, ¿Es
esto realmente un cuerpo contemporáneo? ¿Cuál es el cuerpo que debemos llevar?
En el texto, “Lo Que Queda de Auschwitz” de Giorgio Agamben, se habla sobre los cuerpos que
existían en los campos de concentración en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuerpos que se iban generando a causa de la violencia recibida. Allí el autor comenta sobre un
cuerpo en específico que fue denominado como “musulmán”. Ese cuerpo estaba caracterizado
por ser un cuerpo sin mente, sin alma, simplemente un cuerpo. Era una figura humana que
obedecía a las órdenes, pero casi sin tener sentimientos que advertían alguna repulsión, eran
“máquinas” que obedecían y ejecutaban acciones. Estos prisioneros, dice Agamben, llegaban a
este estado ambiguo por la pérdida de esperanza a la vida, a un trato digno, y parecía que
decidieran perder el conocimiento de su realidad antes que vivirla. “Era un cadáver ambulante,
un haz de funciones físicas ya en agonía”10
Se omitía al ser por completo, y de nuevo, quedaba
este contenedor de funciones, un cuerpo vacío de vida pero mecánico y funcional. El autor
compara a este ser en cuanto a las actitudes con un ser con autismo, “al igual que los niños
10
23 autistas…ignoran por completo la realidad y se retraen en un mundo fantasmático”11
Estos seres
que no se saben en qué estado están, si vivos o muertos o muertos en vida o simplemente en
estado ausente, Agamben lo llama el Tercer Reino, un lugar entre la vida y la muerte.
Entonces, allí encontré algo que para el momento era lo que buscaba, pues quería entender
cómo afecta el entorno y su espacio a un ser y lo transforma. Pero estos cuerpos no eran
“vacíos” porque sí, habían vivido muchísimo sufrimiento e injusticias, y por eso habían decidido
desconectar su mente y dejar que su cuerpo actuara solo, navegaban la vida en piloto
automático. Demasiada tristeza ocurría con estos musulmanes; sus cuerpos habían sido
“fabricados” para que actuaran de tal manera donde se omitiera el ser. Leyendo estas historias
donde el exceso de terror reinaba quise dejar este tema a un lado, pues no considero que el
cuerpo deba vaciarse de su contenido emocional, psicológico, afectivo y espiritual, para
entender el cuerpo. Conocer la historia de los musulmanes, una historia real donde reinó tal
exceso de terror, donde el cuerpo fue llevado al extremo de su vaciamiento emocional,
psicológico, afectivo y espiritual, fue muy impactante para mí. Entendí que mi hipótesis se dirige
hacia un cuerpo hipotético, donde no es necesario destruir al ser para encontrar un cuerpo
máquina.
Otra de mis investigaciones fue el cuerpo cyborg, un “ser formado por materia viva y
dispositivos electrónicos”12
En mi caso, es importante cuestionar el cuerpo moderno, el cuerpo que históricamente ha
pasado por diferentes espacios y situaciones que lo han venido modificando. Teresa Aguilar en
su libro Ontología Cyborg, habla sobre el transhumanismo, un concepto filosófico que se basa
en mejorar las capacidades mentales y físicas a través de la ciencia y la tecnología, además
denomina al cyborg como un cuerpo objeto, disciplinado y ayudado por maquinas.
Uno de los problemas que podrían verse como tangentes a mi proyecto es la identidad; al
hablar de cuerpo es común pensar que se habla del ser humano en su totalidad. Pero en este
11
Ibídem pg. 47 12
24 caso aunque la identidad del ser no es el tema crucial ni mi interés puntual, es importante
comentar la relación cuerpo e identidad para tratar el tema del cuerpo como cuerpo-máquina.
Para Aguilar existe un conflicto sobre la identidad, lo cual es generado por el cyborg. Ella habla
de la liberación de raza, de género y clase, donde se eliminan “pautas identitarias de un sujeto
moderno insostenible en la era cibernética”13
Sugiriendo que el cyborg libera al hombre de sus
conflictos de organización como la raza, el género, la clase, dándole apertura a un ente que no
se preocupa por identidades que nacen a partir del cuerpo. Se dice que el cyborg libera al
hombre de prejuicios y clasificaciones que radican a partir de su corporalidad.
El cuerpo es lo que une al hombre con la vida, y lo trae al mundo. Por eso es que busco
analizar el cuerpo como figura, pues a partir de éste es que se modifica y se crea a la persona,
allí se produce algo etéreo e inmaterial, la vida.
Dado que el cyborg libera al humano del encasillamiento figurativo, como género, raza, e
imaginando que me encuentro inmersa en un cuerpo con estas características, puede resultar
inquietante para el ser no tener casillas de donde aferrarse corporalmente. Considero entonces
que podría existir un cuestionamiento muy fuerte en cuanto a la identidad, pues se genera un
cuerpo masificado y el ser se podría ver bastante diluido a como lo conocemos hoy en día. Bajo
estas circunstancias podría creer que existirían otro tipo de maneras para entender la identidad
y el ser, pues este no quedaría en el olvido. Pero se podría reducir a una cuestión de gustos y
de tendencias lo que identifique y marque a las personas, asumiendo que el ser humano busca
constantemente diversas maneras para crear su persona basándose en diferentes aspectos de
su vida para poder diferenciarse de todos los cuerpos similares que lo rodean.
Dentro de las lecturas del cyborg encontré artículos muy interesantes donde hablaban del
cuerpo como un objeto obsoleto y poco eficiente. Un objeto, no sujeto, que necesita
obligatoriamente la ayuda de la máquina para mejorar su funcionamiento. Aquí es donde mi
preocupación por el cuerpo, y puntualmente el mío, el cual llevo entrenado varios años
mediante una disciplina absolutamente rígida y perfeccionista, vuelve a aparecer y a tomar
sentido en mi búsqueda.
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25 Fue inmediato mi rechazo al cuerpo cyborg, sentí bastante preocupación al encontrar que
artistas como Stelarc declaran el cuerpo como un objeto obsoleto. Siendo este artista máximo
representante del body art cibernético, entendí hasta donde llegaban los límites de cuestionarse
el cuerpo, y más aún el cuerpo como objeto.
Para mí el cuerpo es mi medio más cercano a la expresión y la comunicación. Durante
aproximadamente 17 años he moldeado mis movimientos y mi cuerpo para que estén en
armonía con el ballet. Mi rechazo nace a partir de la necesidad que ven otros artistas y teóricos
de ayudar al cuerpo a tener mejores funciones. Estas necesidades como las ven ellos, no son
para mejorar la salud de una persona en estado crítico o darle una vida digna a un bebé que
genéticamente no tiene mucho futuro. Los cyborg y transhumanistas buscan solventar las
“necesidades” como volar, forzando el cuerpo a lograr cosas para las que este no fue diseñado,
tales como poder correr más rápido, saltar alturas extremas o que los pulmones sean más
eficientes para un trabajo cardiaco sobre esforzado. Considero que se puede moldear y exigir al
cuerpo entre los límites del mismo, pero buscar que el cuerpo haga cosas para las que no está
diseñado, es querer borrar el cuerpo, suprimir la naturaleza y volverlo maquina en su totalidad.
Después del rechazo hacia el cuerpo-cyborg mi reacción fue volver al cuerpo desde otro punto
de vista. Ver su parte orgánica como una máquina diseñada para la vida del ser humano. Un
retorno a lo natural, al cuerpo como figura perfecta, como elemento que no es objeto, pero
tampoco es un ser “intocable” pues es materia, que como se ha dicho anteriormente puede ser
modificado, construido, moldeado, codificado, por uno mismo o por otros. El cuerpo no es una
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Exploración del
Movimiento en el Espacio
Por Medio del Video
Mi motivación por trabajar con video se intensifico al ver unas video-grabaciones de la bailarina
María La Ribot. En su serie llamada Travelling14(Figura 10.),donde se pueden apreciar diferentes cuerpos que se mueven y bailan alrededor de espacios íntimos y privados, como la casa de
cada uno de ellos. A pesar que nunca se ve la cara de los performistas, la cámara sujetada a
una mano produce imágenes diferentes al cuerpo comúnmente erguido. Durante un largo
travelling, se dibuja el cuerpo y se desdibuja el espacio, por medio de muchos movimientos
aleatorios y encuadres no preestablecidos. Estos videos, además de ser fantásticos y estar muy
ligados a mi línea de investigación, me dieron algunas pautas para comenzar a grabar mi
cuerpo y registrar mis movimientos en el espacio íntimo y privado. La idea de espacio
enredado, donde el espectador une las imágenes para tener claridad del lugar donde se
encuentra el actor me pareció interesante. Pensé en una acción de desenredo, entonces volvió
a mi mente una foto que había tomado en mi casa de unos cables, que con sus líneas sugerían
algunos dibujos extraños sobre la pared.
En mi casa agarré la mayor cantidad de cables que pude y grabé los movimientos. Se logró un
video de veinte minutos donde comenzaba desenredando los cables uno por uno, para luego
entrelazar estos elementos con mi cuerpo. Hice una pequeña montaña y traté de introducirme
en esta, pero me resultaba más sencillo enredarme y desenredarme de los cables. Después de
un largo juego agarraba cable por cable, lo despegaba del enredo en el que estaba y lo
enrollaba en su propio cable para volver a un orden.
14
27 La experiencia fue muy interesante, sentía que debía utilizar mi cuerpo de alguna manera
diferente a como me movía en mi cotidianidad, pero diferente también a mis movimientos de la
danza clásica. Necesité algún tiempo para entender lo que buscaba de los cables, el enredo, el
desorden, las líneas que formaban espiral generaban en mi cuerpo otro tipo de actitud frente
ellos. Miraba los cables, los tensionaba con mis extremidades, me enroscaba en ellos, apretaba
mi cuerpo y me liberaba de la tensión producida. Encontré muchos momentos donde logré un
movimiento diferente a partir de observar y entender el elemento con el que jugaba.
Para el siguiente video (Figura 11.) escogí una locación mucho más limpia, un sinfín blanco. En
este video quería seguir explorando los movimientos, pero esperaba lograr un video más corto,
pues en este caso estuve más pendiente del video como resultado, que en el registro. Logré
encuadrar mejor con un trípode y comencé la acción, esta vez siendo más consciente de cada
una de los momentos que iban ocurriendo, pero a la vez jugando y tratando de encontrar
diferentes y nuevas maneras para experimentar con los cables.
Comencé de nuevo desenredando los cables pero esta vez en lugar de ponerlos en un montón,
decidí organizarlos alrededor mío haciendo un pequeño círculo que me rodeaba, muy
cuidadosamente comencé a agarrar uno por uno. Los cables en el piso blanco comenzaron a
sugerir muchas cosas, realmente se convertían en un elemento mucho más plásticos y creaban
dibujos en el espacio. De la misma manera, se generaban sombras que bailaban y se movían en
un espacio paralelo al mío. Esta vez quise que existieran diferentes ritmos de movimiento para
volver más dinámica la imagen del registro, pues había existido una exploración previa con los
cables, entonces había más espacio para el juego y el movimiento libre. Acelerando o volviendo
muy lento cada paso generaba una especie de dramaturgia o historia que ayudaba al ritmo del
cuerpo y a la imagen obtenida.
Generé en el video por medio de edición un salto de cuadros, luego puse en reverso los
movimientos. El resultado fue sorprendente, no se veía absurdo, todo lo contrario, la acción se
veía mucho más interesante y ligada, se podían ver una cantidad de movimientos nuevos,
28 Figura 11.Fotograma del video Cables por Alexandra Jelkh
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Mi Cuerpo
Como Objeto
Los objetos están hechos por cuerpos y para cuerpos, cada uno tiene su funcionalidad y su
razón por la cual fue creado. Al descontextualizar algunos objetos de casa, y desarticularlos de
su idea original por medio del juego y experimentación con el cuerpo busco una nueva mirada
sobre estos elementos y diferentes maneras de acercarme e interactuar con ellos. Los objetos
usualmente están hechos para tener un soporte propio, en donde el ser humano interviene
cuando necesite hacer uso de ellos. Es por esto que decidí ser el soporte de diferentes objetos y
pensar que sin mi cuerpo estos serían obsoletos.
Mi idea fue buscar artículos que entre sí tuvieran una diferencia, y para mí no significaran nada.
Es decir, que no tuvieran un valor sentimental fuerte o que me llamaran la atención en un
sentido particular, simplemente objetos al azar. Y así fue. Entré a mi habitación, a un cuarto
donde se guardan objetos con poco uso (el muchas veces conocido como cuarto de San Alejo),
al depósito, a la cocina, y agarré objetos que eran particulares, que tuvieran un tamaño
mediano para cargar, y ojala fueran de un color sólido y primario.
Mi elección fue: Un libro de pasta dura de gran formato, una lámpara con diferentes pliegues,
una escalera pequeña azul, una báscula también azul y un carrito de mercado rojo, el cual se
salía de las proporciones pero podría funcionar.
Una escalera no necesariamente debía estar en el piso sosteniéndome a mí, ahora era mi
espalda la que sostenía esa escalera, o una báscula no pesaba mi masa corporal, pero era mi
compañía debajo de mi brazo, un libro de arte no se agarra con las manos, pero se puede
poner en la nuca, la lámpara podría ser un sombrero o un elemento futurista que hace la
simulación de una espina dorsal, y el carrito de mercado en la mitad de un bosque no tiene
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¿Cómo convertirse en soporte de un objeto? Todo en menos de 5 pasos.
Libro sin Lectura
Paso 1. Abrir un libro de gran formato, procure no sea muy pesado.
Paso 2. Pase algunas páginas hasta llegar a aproximadamente la mitad del libro.
Paso 3. Estando de pie, agache su torso hasta formar un ángulo de 90° entre la parte superior e
inferior del cuerpo.
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Escalera Trepadora
Paso1. Tener una escalera de 2 escalones al lado de usted.
Paso2. Estando de pie, adelante un pie a uno 60 centímetros del otro.
Paso 3. Ubíquela en su espalda.
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Lector de Mentes
Paso 1. Busque un lugar cómodo donde pueda sentarse sin tener espaldar.
Paso 2. Siéntese allí.
Paso 3. Coloque la parte con diámetro más grande sobre su cabeza.
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Compañero Fiel
Paso 1. Conseguir una báscula hecha de pasta y no de vidrio.
Paso 2. Ponerla en el piso.
Paso 3. Pararse de manos sobre ella.
Paso 4. Mirar cuanto marca tu peso al revés.
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Refugio de Agujeros
Paso 1. Conseguir un carro de mercado.
Paso 2. Intentar introducirse debajo de la canasta.
Paso 3. Llegar al punto donde se sienta cómodo estando allí.
Paso 4. Espere.
Al comenzar a realizar estos ejercicios creaba una pequeña historia con estos elementos como
guía para poder tomar las fotos y lograr utilizar los objetos de maneras no convencionales con
mi cuerpo. Un ejemplo es, una báscula corriente de casa, la puse debajo de mi brazo
apretándola como si fuera muy importante, donde me imaginé algo como una biblia del
35 poniéndome la lámpara en la cabeza sentía un nuevo sombrero del futuro con el que yo solo
pensaría y sin moverme podría mover objetos. Y así sucesivamente, de manera ingenua cree
una pequeña historia en mi cabeza y a medida que jugaba con los objetos la historia se hacía
más clara, donde finalmente lograba una imagen que me gustaba. Intente dejar que los objetos
mismos me hablaran en un principio para comenzar a saber qué hacer con ellos y lograr verlos
de manera diferente.
Después de estos ejercicios fotográficos, comencé a realizar juegos con objetos en serie. Como
por ejemplo, puntillas, cubiertos, platos etc. Pero estas imágenes fueron bastante diferentes
para mí, pues ya no era la búsqueda con un solo objeto, sino con múltiples de lo mismo. Se
convirtió casi como un ritual pues adornaba mi cuerpo con los objetos de manera repetitiva.
Esta vez las imágenes fueron dentro de mi casa. De nuevo la persona fotografiada sería yo.
Entonces busque objetos que tuvieran repetición.
Los objetos a utilizar fueron: unos portavasos plateados viejos de mi mamá, todos lo cubiertos
guardados que habían llegado con los domicilios a mi casa y muchas puntillas pequeñas que
estaban en la caja de herramientas.
Comencé con los portavasos, eran aproximadamente unos diez, me senté, en el piso y
comencé a buscar la forma de descontextualizar los objetos de su estado original y su uso
primario. Por supuesto, el resultado fue bastante diferente a la experimentación pasada con un
solo objeto.
Siguiendo con los portavasos de metal, muy delgados y perfectamente redondos, en el piso
hice una especie de rombo con mis piernas, juntando las puntas de los pies, pero apartando las
rodillas, dejando el torso erguido. En esta posición busqué poner todos los portavasos en mi
cuerpo, ya que no podía jugar mucho con ellos pues buscaba poder utilizarlos todos, entonces
decidí una única pose para ver si estos elementos tan resbalosos se dejaban utilizar de otra
manera a la usual. Me puse uno en cada pie. Luego agarré otros dos, y puse uno en cada
pantorrilla, y de esa manera comencé a subir buscando tener las piernas cubiertas por los
36 frecuencia. Una vez ya tenía las piernas con los portavasos seguí con los hombros. Un
portavaso sobre cada hombro y luego sobre la cabeza. Esta parte fue de mucha paciencia, pues
buscar el punto de equilibrio de cada uno era ya trabajo, pero después de haberlos puesto
sobre el lugar deseado mi cuerpo debía seguir moviéndose para acomodar el resto, y allí era el
problema. Entonces no podía moverme mucho para no afectar los elementos ya ubicados.
Finalmente, logré acomodar todos los portavasos, fue una sesión larga. Por el mismo cuidado y
lentitud de mis movimientos, sentía que este ejercicio se tornaba más hacia un momento ritual,
dónde se le daba la importancia necesaria al objeto y su posición, además debía persistir hasta
lograr acomodar todos los objetos sobre mi cuerpo.
Luego, comencé a experimentar con puntillas, de diferentes tamaños y grosores, pero
realmente no excedían los 5 centímetros de largo. Con estos objetos tan pequeños no tenía
gran idea por donde comenzar, mi cuerpo se veía enorme al lado de estas pequeñas entonces
decidí utilizar únicamente mis pies para estas imágenes.
Comencé a meterlas entre mis dedos con la punta mirando hacia arriba. Empecé por las más
largas, a meterlas entre el dedo gordo y el segundo, y así sucesivamente fui encajando puntillas
entre mis dedos hasta llegar a tener dos o tres entre cada dedo. Entre más puntillas y algunos
tornillos que también encontré, los dedos estaban muy apartados el uno del otro, y las
superficies con textura me hacían doler. Entonces, en ese momento apreté los pies y los voltee
para adentro.
La siguiente serie de objetos, fueron los cubiertos plásticos. En medio de la búsqueda, encontré
los cubiertos normales de metal que se usan a diario en la casa, pero se veían demasiado
cotidianos, entonces deseche la idea. Luego seguí en la búsqueda de más objetos en serie que
tuviera mínimo diez elementos de lo mismo. Encontré una caja plástica con muchos cubiertos
plásticos, rojos, blancos y negros, y me parecieron fabulosos. No sé si por el hecho que en mi
casa guarden todos los utensilios de los domicilios, o por los colores y la textura lisa y brillante
37 Comencé a poner sobre mi cuerpo estos objetos, desde la rodilla hasta la cabeza, y de nuevo
me sentí realizando un ritual. Me acosté, y con la mano izquierda fui sacando elementos al azar,
sin saber si era cuchillo, tenedor o cuchara, y tampoco su color. Los fui ordenando intentando
cubrir todo mi cuerpo desde las rodillas hacia arriba, me concentré en el tronco, en las costillas,
el estómago y luego subí a la cara para ver si podía taparla completamente por los objetos. Esta
vez también se deslizaban de mi cuerpo y cada vez con más cuidado debía volver a ubicarlos.
El sentido de ritual nace de nuevo al tomar mucha conciencia sobre mis movimientos y mi
respiración, ya que muchos cubiertos estaban en la zona abdominal, y con la inhalación y
exhalación, estos tendían a perder su balance y resbalarse. Pero después de tomar mucha
conciencia, el cuerpo reaccionó a lo que yo necesitaba. Finalmente logré ubicar todos los
elementos sobre mi cuerpo. Luego de lograr tener unos en su puesto, habiéndolos ubicado
sobre los muslos, intenté simular las costillas y algo del abdomen, luego seguí con el cuello y
después subí a la cara. Con movimientos muy rígidos y constantes fui poniendo lo que agarraba
con la mano de la caja y dejándolo caer donde encontrara espacio de piel.
El resultado de estas imágenes fue algo sorpréndete para mí. Fue mucho más simple y sencillo
de lo que yo tenía en mente y lo que había sentido en el proceso. Tenía encima de mi barriga
cubiertos ordenados perfectamente de manera horizontal, en los muslos unas cucharas que
también se veía que estaban organizadas de manera vertical sobre mis piernas. Y cuando veo la
cara, tampoco estaba atiborrada de cubiertos, como yo sentí, simplemente tenía tres o cuatro
elementos que estaban sobre mi frente, ojos y mentón, ya con eso podría decir que “llenaba”
mi cara. Pero de igual manera existían muchos espacios vacíos, o se alcanzaba a ver piel,
aunque yo sentía lo contrario.
Después de esta investigación sobre mi cuerpo, mis medidas, el espacio que habito, mi relación
con este, y con los objetos, estaba la pregunta puntual de ¿cómo sería la experimentación de
otra persona con objetos y lugares similares a los que yo recorrí y cómo transmitiría esta
experiencia al otros?
Partiendo de la pregunta anterior, he buscado la manera en que mi experiencia sea extensiva a
38 éstos sobrepasen mi propia experiencia y provoquen en los otros, nuevas maneras de ver los
objetos, los espacios y su propio cuerpo.
En la instalación, a través de algunos elementos que yo utilicé, puestos en escena, dándole una
importancia a estos, pero más aún al espectador y participante de esta acción, la instalación
cobra sentido. Realmente el público se convierte en el protagonista de la intervención pues sin
acciones sobre los objetos, son solamente elementos puestos en un escenario sin mucho que
decir, estos hablan a partir del cuerpo y el contacto con otros.
Me gustaría que el público asistente pueda crear una experiencia nueva con los objetos, sea de
cualquier tipo, no busco precisamente que interactúen con los objetos como yo lo hice, pero de
pronto genera una nueva idea de estos. Es a partir del juego que puede nacer la oportunidad
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Resumen
De Experiencias
A lo largo del texto cuestiono mi cuerpo, lo comparo con otras rutinas de formación, lo someto
a diversas experiencias que siempre brindan nuevos resultados. Esto ha ampliado la percepción
de mi cuerpo y de su relación con el entorno. Al momento de estudiar los cuerpos en general
llego a entender que todos los cuerpos se van amoldando a su manera de vivir, a su entorno,
cultura, genética, sociedad etc. de esta manera entiendo que los cuerpos en su mayoría son
entrenados, probablemente sin tener consciencia de ello, pero se van adaptando a cada
circunstancia y lugar. En cuanto al paso del tiempo los cuerpos van teniendo cambios en su
postura, su agilidad, motricidad que nos ayuda a llevar una vida diferente en cada etapa de
40
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