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DISCURSO SOBRE EL OBJETO DE POCO A MUCHO
AUTOR (ES)
NICOLÁS MATEO NAVAS RODRÍGUEZ
MARIA JOSÉ SÁNCHEZ BERNAL
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO
CARRERA DE DISEÑO INDUSTRIAL Bogotá D.C.
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DISCURSO SOBRE EL OBJETO DE POCO A MUCHO
AUTOR (ES)
NICOLÁS MATEO NAVAS RODRÍGUEZ
MARIA JOSÉ SÁNCHEZ BERNAL
Presentado para optar al título de DISEÑADOR INDUSTRIAL
DIRECTOR (ES)
CARLOS ALFONSO OTÁLORA DÍAZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO
CARRERA DE DISEÑO INDUSTRIAL Bogotá D.C.
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Nota de Advertencia: Artículo 23 de la Resolución N° 13 de Julio de 1946.
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12 INDICE
ANTECEDENTES
CAPITULO I: EL DISENADOR CONTEMPORANEO………... 1.1.Conducir a una reflexión………...
1.2.El objeto anónimo………..
CAPITULO II: EL OBJETO DE CONSUMO, OBJETO DESECHO……… 2.1. Lo superfluo……….. 2.2. El desecho siempre será desecho……….. 2.3. Objetos efímeros de usar y tirar………
CAPITULO III: EL ARTEFACTO
3.1. Artefacto: qué es un artefacto………...
3.2. La Actividad humana………..
CAPITULO IV: HACIA UNA TRANSFORMACIÓN DE LA REALIDAD……… 4.1. Sobre el diseño: lo político de su término………. 4.2. Sobre el valor (DE POCO A MUCHO)………
CAPITULO V: NO PODEMOS DEJAR DE PENSAR……….. 5.1 Un Malestar………
BIBLIOGRAFÍA……….
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CAPITULO I
EL DISENADOR CONTEMPORANEO“Les presento a Rodney, el rey de los cangrejos ermitaños. Desde la distante proximidad de su prisión en una bola de vidrio, Rodney me devuelve la mirada con silenciosa intensidad. Cuando contemplo las minúsculas pupilas de Rodney (mis amigos afirman que esos ojos no pueden ser reales, pero brillan como alfileres de plata), penetro en un mundo de lejanías: recuerdos vagamente familiares me atraen con la magia de esas olas que con frecuencia la gente oye resonar en la inmensa espiral abierta de las caracolas marinas, las mismas que en otros tiempos proporcionaran la púrpura que teñía las ropas imperiales. Hechizada, penetro en un tiempo más allá de la memoria, un lugar que permanece inmóvil, inmenso y resplandeciente, en un rincón remoto de mi espíritu.”1
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En este capítulo abordaremos términos como el objeto y el diseño para comenzar a construir un análisis que nos permita comprender como se debe afrontar la disciplina del diseño desde nuestro punto de vista.
1.1 CONDUCIR A UNA REFLEXIÓN
Con la llegada de la era post-industrial, el diseñador contemporáneo se está enfrentando más que en los últimos años a la contradicción que encierra su profesión; por una parte, el aspecto ético, el deseo de contribuir al mejoramiento del presente y por el otro lado construir objetos que sean visibles dentro de los ya existentes. Por esta razón, para nosotros, es indispensable que el diseñador infunda en sus objetos un fuerte valor crítico y reflexivo para superar esta dicotomía. Y como dijo Paolo Ulian, diseñador italiano, hoy no basta saber diseñar un objeto bello estéticamente, el producto industrial, debe primero que todo conducirnos a la reflexión. Solo así, quien se ocupa del diseño se puede sentir como herramienta útil en la construcción de una realidad que se asemeje a nuestros sueños.
"Las mercancías, como las personas, tienen una vida social”2
. Y es que en todas las sociedades existe lo que se entiende como cultura material, un grupo de elementos que nos permitan conocer y entender como era y como es la vida del ser humano, su manera de pensar y su manera de actuar.
Objeto del diseño
La palabra objeto viene del latín “obiectus” formado del prefijo ob- que significa: sobre, encima y el verbo “iacere”: lanzar, tirar. Esto significa que en conjunto la palabra objeto designaba algo de poco valor que se podía arrojar. Sin embargo, si se observa el entorno en el cual el hombre realiza sus tareas cada día, en su mayoría se identificarían y destacarían los objetos. Cada uno de ellos demarca un trayecto que lo lleva a obtener una historia y una biografía. Durante el trascurso del tiempo se deforman, envejecen al igual que el ser humano y se transforman en evidencia de una experiencia vivida que se acentúa en la memoria. La palabra diseño procede del término en italiano “disegnare” y a su vez deriva del latín
“designare” que significa: designar, dibujar. Yves Zimmermann (1998) encuentra que las palabras
designio y diseño comparten una misma raíz: signo o seña. El designio busca llevar a un objeto a su signo, es decir a su aspecto propio y esencial a través de la acción de diseñar.
Desde sus comienzos el Diseño ha logrado introducir nuevos estilos de vida y ha influenciado la manera en cómo nos relacionamos con el mundo. Sin embargo, a veces se necesita tener un límite que permita devolver la mirada y reflexionar sobre si se está tomando el camino correcto, en donde no solo se diseñe para derrochar y consumir. El Diseño es una acción capaz de configurar determinada información, sintetizarla y dirigirla hacia un fin. Todo aquello que nos rodea es producto de este acto creativo, el resultado de una forma de pensar y una visión de la realidad.
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y que podrían ser mejorados, considerando aspectos éticos y ambientales. No existe solo la posibilidad de diseñar productos como es el caso de Karim Rashid1 quien apunta todo hacia la expresión de un lenguaje fuertemente reconocible, un lenguaje gráfico3 que se prolonga a los objetos tridimensionales pero que casi nunca revela algo más allá de la pura superficialidad en la que se juzga por su aspecto y no por su esencia. Sin embargo, existen figuras que han logrado hacer visible un lenguaje proyectual en donde buscan comunicar ideales éticos e incluso sus propias visiones de la vida para lograr dejar una huella en la sociedad.
Por ejemplo, Jasper Morrison, quien a partir de una investigación sobre el concepto de simplicidad4, creó su lenguaje proyectual, un lenguaje totalmente básico que en un mundo impregnado por la complejidad, se convierte casi en un manifiesto político. Para él, el Diseño, que se supone debe contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente, actualmente parece ser uno de sus principales enemigos. Su objetivo histórico e idealista se ha desviado al de mantener satisfechos a la industria y sociedades de consumo. “El diseño hace cosas especiales y quien quiere algo normal si se puede tener algo especial.” Y el problema está en que hoy los diseñadores trabajan por la sustitución de lo viejo por lo nuevo, pero lo están haciendo sin el beneficio de la inocencia que demanda lo normal y en cuanto mas una sociedad se vuelve ”desarrollada” mas objetos inútiles acumula.
1.3. EL OBJETO ANÓNIMO
Partiendo de una lectura de “El pensamiento salvaje” de Levi-Strauss, podemos llegar a la idea fundamental del concepto de bricoleu que se trata de una estrategia epistemológica propia del pensamiento mítico-religioso que, en contraste con el pensamiento científico, crea taxonomías que permiten explicar por completo la naturaleza a partir del reciclaje de fragmentos de estructuras preexistentes que se conservan en el mito y en el rito.
Así podemos explicar otros tipos de objetos: los objetos anónimos, por ejemplo, que se dieron en el pasado cuando no existía el concepto ni la necesidad de añadir una personalidad a los objetos. Un lugar
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Conjunto de elementos gráficos que sirven para reproducir una palabra, una idea, un mensaje.
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a simplicidad se basa en el entendimiento profundo del asunto que se quiere transmitir y en la capacidad de hacerlo de una forma clara y concisa, es decir en conseguir el máximo efecto de comunicación con la mínima energía.
Dicho lo anterior, cada día estamos expuestos a un mundo que cambia constantemente y “como práctica, el diseño genera gran cantidad de material, en su mayor parte efímero”1
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donde la creación de un objeto era el simple trabajo de proporcionar un servicio útil a un público agradecido pero desinteresado; fabricado para el bien de todos. Lo que dio cabida a los bienes preciosos, pero que en este caso no eran considerados como bienes de intercambio económico, sino que llevaban nombres y eran reconocidos como de naturaleza sagrada y dotados de virtudes mágicas: así era este lugar donde los espíritus se hallaban presentes en todas las cosas.
Después con la llegada de la revolución industrial, estos objetos adquirieron un nuevo tipo de anonimato pues ya no eran objetos artesanales y únicos. Ahora podían ser multiplicados, y no presentaban algún apego nostálgico a sus antepasados y verdaderos objetos anónimos
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CAPITULO II
EL OBJETO DE CONSUMO, OBJETO DESECHO“la modernidad es una condición de diseño compulsivo y adictivo, allí donde hay diseños hay residuos (uso y abuso)”.5
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En este capítulo se desprende un término muy importante para el análisis de nuestro problema: lo superfluo, el conjunto de personas o cosas rechazadas que han sido “desechadas” por el simple hecho de ser “desechables”. Todo lo innecesario y carente de uso, la basura, desperdicio, residuo, etc.
2.1. LO SUPERFLUO
El término superfluo remitía originalmente a las ideas de abundancia, prodigalidad y exuberancia. Progresivamente, ha ido derivando hacia nociones de connotación peyorativa, como pomposo, fútil o innecesario. Esta depreciación interpretativa desde lo superabundante a lo sobrante, lo superficial y frívolo proviene de una concepción moral muy austera, severa y restrictiva.6
Hoy en la sociedad de consumo se producen a ritmo acelerado cantidades de objetos. Aumentan las necesidades y se acelera la producción. Todo se convierte en el objeto de la necesidad y de la satisfacción. Pero ¿cómo puede el hombre conocer el límite de lo necesario? El consumo no tiene límites. Nos encontramos inmersos dentro de un estado infinito de decepción y sobre entendimiento de los objetos. Según Marc Augé,7 el tercer exceso que se da en esta época es el del ego, que se refiere al sujeto como el centro del universo, el individuo se cree el centro del mundo y cree que todo gira en torno a él y es por esto que el hombre es un ser alienado. Marx diría que un ser alienado produce y consume objetos sobre los que no ejerce control, que no ponen de manifiesto su humanidad y no son resultado de su libre actividad, sino de una actividad que es "para otro".
El lujo
Cuando hablamos de lujo, hablamos de los falsos placeres, de aquellos que debilitan tanto el cuerpo como la mente. Desde nuestro punto de vista, este no solo es responsable de la corrupción de las costumbres y del hundimiento de las ciudades, sino que por ser sinónimo de artificios, excesos y vanidades, precipita la inquietud del alma, nos aleja de la alegría de la sencillez, de la independencia y de la fuerza interior.
Mas adelante con la creación del estado, el lujo aparece ahora como un bien al alcance de casi todos los bolsillos, donde se destacan dos tipos de mercado: el primero es un mercado elitista y el segundo uno en el que el lujo se ha adentrado gracias a la democratización de las masas. A partir de esta situación se identifican también dos tendencias: la primera en la que se da la reproducción del poder de ensueño y de atracción del lujo mediante las políticas de precios y de imagen (política de consumo o consumismo) o hipermediatización, es decir, la elevación al estrellato y proliferación de comunicaciones. Y la segunda en la que se banaliza el acceso al lujo y se desmitifica a través del concepto de que todos tienen el derecho a las cosas superfluas.
Y es que somos esclavos de nuestras creaciones, esclavos de los objetos y como bien decía Shakespeare “reducid la naturaleza a las necesidades naturales y el hombre no será sino un animal”. Entonces si a través del lujo se expresa adecuadamente la humanidad del hombre, en consecuencia el lujo seria la
6 Extraído de http://revista.libertaddigital.com/lo-superfluo-esa-cosa-tan-necesaria-1276232519.html
7 Antropólogo francés nacido en Poitiers en el año 1935, especializado en la disciplina de etnología. Desarrollo el
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perfección hecha objeto por obra del genio humano. Por esto el lujo adquiere también un carácter sagrado en el que sin lujo público las ciudades carecen de arte.
2.2. ¿EL DESECHO SIEMPRE SERÁ DESECHO?
Se dice que el conocimiento se prueba a si mismo cambiando el mundo para el bien de todos, pero como lo expresa Z. Bauman, la fabrica del conocimiento está incompleta a falta de lugares para la eliminación de residuos y como no, si nuestra conducta hacia la contaminación es la reacción que condena cualquier objeto o idea que tiende a confundir o a contradecir nuestras clasificaciones. Todo aquello que empuñe o confunda la claridad de nuestras ciudades será marginado. Y lo más triste de todo es que retomando a Bauman, para quien quiera que fuera una vez excluido y destinado a la basura, no existen sendas evidentes para recuperar la condición de miembro con pleno derecho.
El diseño humano es creación, pero ¿creamos para ocasionar destrucción? Es aquí donde nace el concepto de destrucción creativa como apoyo al problema del desecho. Dar la excusa de que su eliminación no es un movimiento negativo sino un esfuerzo positivo por organizar nuestro entorno. Lo nuevo no puede nacer a menos que se deseche, se tire o se destruya algo, por consiguiente el diseño no puede sino presagiar una perpetua acumulación de residuos y un crecimiento imparable de problemas no resueltos.
Nos encontramos en lugar donde diseñar no es más que derrochar.
Con esto se concibe al consumo como a un proceso para satisfacer las necesidades. Es un modo activo de relación, un modo de actividad sistemática y de respuesta global en el cual se funda la cultura. La conversión de un objeto a signo implica una modificación simultánea de la relación humana, que se convierte en relación de consumo (consumarse y aniquilarse) a través de los objetos que se convierten en la mediación obligada y en pretexto. Lo que es consumido nunca son los objetos si no la relación misma8, según Marx las necesidades, sentimientos, cultura, saber y todas las fuerzas del hombre están integradas como mercancía, materializadas en fuerzas productivas para ser vendidas. Hoy en día todos los deseos, proyectos, pasiones y relaciones se abstraen en signos, en objetos para ser comprados y consumidos. El lujo no empezó entonces con la fabricación de bienes de elevado coste, si no con el espíritu de gasto; el derroche de una energía siempre en exceso.
2.3. OBJETOS EFÍMEROS DE USAR Y TIRAR
Muy nuevo, Muy bello
Ahora, teniendo en cuenta a Lipovetsky9 con su libro “La era del vacío”, la sociedad instituida en los siglos XVII y XVIII que prevalece hoy día, ha abierto el paso a la diversificación de modos de vida: la nueva fase de la historia del individualismo occidental caracterizada por la privatización ampliada, la erosión de las identidades sociales, el abandono ideológico y político y la desestabilización acelerada de personalidades.10
8BAUDRILLARD, Jea . . El siste a de los o jetos . “iglo XXI editores “.A. 9
Filosofo francés.
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El proceso de personalización donde el sentido de lo nuevo es el camino a seguir, alude a la elaboración de una sociedad flexible basada en la información y estimulación de necesidades. Nuevos valores apuntan al libre despliegue de la personalidad intima y legitimación del placer11. El proceso de personalización según Lipovetsky promueve la realización personal y el respeto por la singularidad subjetiva. Es entonces que el producto de mayor demanda en los mercados es el objeto personalizado, encargado de vender una personalidad fundada a partir de la exigencia. Toda la innovación encargada de generar distinción en los productos de consumo hace de ellos elementos más frágiles y efímeros pues están sujetos a la moda, lo que limita su duración y hace que caigan en desuso con mayor facilidad, haciéndose voluntariamente anticuados.
Gracias a esto aparece el entusiasmo por lo antiguo, pero al mismo tiempo la fiebre del presente es casi insuperable, la moda en sentido estricto y su culto a lo efímero. Un juego integral de las apariencias, donde predomina la fiebre de las novedades sin futuro (exceso, derroche). Se valoriza todo lo nuevo y se concede mayor importancia a la renovación dejando atrás la continuidad ancestral. La moda constituye una manifestación más de esa preocupación por la particularidad del individuo y esta no deriva tanto del consumo ostentatorio y de los cambios económicos como de las transformaciones del imaginario cultural.
Ese conjunto de experiencias y vivencias del quehacer humano a lo largo de su historia, anteriormente denominamos como imaginarios culturales, se transforma en una especia de saber cultural que remite al pasado vivido. Según Robert Bellah, el imaginario cultural se denomina como un sistema cultural en cuanto a que es la condensación del cuerpo simbólico de la humanidad sobre el que se edifica todo sistema social. De manera que el imaginario no deja de evocar posibles relaciones, asociaciones y proyecciones figurativas con las que la sociedad puede enfrentarse creativamente.
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CAPITULO III
EL ARTEFACTO“El hombre se revelaba súbitamente como una criatura milagrosa cuya naturaleza contenía todos los elementos capaces de convertirlo en su propio arquitecto”12
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A lo largo de la historia hemos venido creando un medio artificial con el que hemos coevolucionado, donde la existencia humana se ha convertido en una existencia híbrida en términos de especie y de proyecto cultural debido a que lo “natural” ya no se refiere a la naturaleza y lo referente al medio ambiente, sino a lo que hemos hecho del mundo, a como lo cambiamos constantemente, la transformación técnica del medio.
3.1. ARTEFACTO: ¿QUE ES UN ARTEFACTO?
Los artefactos son estructuras físicas diseñadas por el hombre que cumplen con ciertas funciones que se refieren a la intencionalidad propia humana, son realizaciones materiales de elementos culturales portadores de capacidades y sentidos que nos abren, condicionan o cierran espacios de posibilidades dentro de nuestro entorno, sea este físico, técnico o social.13 Son complejos de partes y funciones; los diseños por otra parte son el lenguaje que permite crearlos y producirlos.
Los artefactos son como los textos, no basta conocer sólo su estructura física sino que hay que entenderlos y para esto necesitamos saber quién y con qué intenciones los diseño, cuál es la forma del diseño y quién los usa y para qué. Estos no tienen naturaleza sino historia, su valoración el plural y adquiere un verdadero valor en la capacidad de logro que tiene un individuo o cultura. Son objetos sociales por excelencia y remitiéndose a la idea de diseño, un artefacto supone que hay más. Lo que da cabida a las redes de prácticas humanas.
Dentro de estas prácticas sociales nada puede ser un artefacto aislado, la razón e imaginación entra a participar, la activación de la mente, el pensamiento o emociones a través de los imaginarios como elementos interactivos con los entornos materiales para concluir que el uso no es la única respuesta y donde los artefactos no son solo herramientas, sino extensiones de las mismas funciones humanas. Con el paso del tiempo los mismos individuos se han convertido en parte “artefactos” dentro de su entorno social, tanto así que hemos desarrollado capacidades que biológicamente no hubiéramos alcanzado. Dada la situación tenemos la visión del futuro mediante un ejercicio continuo de creación en el que cada solución de diseño es un problema que debe resolver el siguiente diseñador.
3.2. LA ACTIVIDAD HUMANA
Todo objeto producido por el hombre es la materialización de una manera de ser y pensar: un proyecto. Según Enzo Manzini, la historia biológica y cultura del hombre se fundamenta sobre las experiencias sobre las cuales se han construido diversas imágenes, diversas formas de conocimiento y diversos modos de percibir el “sentido de la realidad”. Aquí nace el ARTEFACTO, de la inteligencia y sensibilidad de la actividad humana.
Por lo tanto, la industria debe pensar y practicar la aplicación de su rol dentro de los nuevos escenarios que se han venido formando, donde en el “hacer” debe estar implícito el “deshacer” y el “reutilizar”. Para Fernando Broncano en su libro Mundos Artificiales, una vez que los objetos han alcanzado su existencia material y están en el mundo pueden usarse para aquello que fueron diseñados, pero también pueden ser aprovechados de manera algo o muy distinta para lo que fueron diseñados. Así, al cabo de un tiempo,
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objetos que surgieron para unos fines terminan cumpliendo otros muy diversos. Sin embargo, el uso ornamental de algunos objetos es responsable de que no se perciban como una posibilidad diferente.
En consecuencia, los objetos pueden ser transformados en dos o más artefactos distintos. A lo que llamaríamos proceso de diseño del diseño, es decir, que dependiendo de las necesidades de cada individuo y más aun de su imaginación, el objeto puede ser reinventado y rediseñado. El objeto será lo que el individuo que lo posee disponga de él.
Esto significa tener en consideración un mayor número de variables, entre ellas, el cuidado por las cosas. Un cambio en la relación sujeto – objeto: remplazar aquella relación que solo involucra la funcionalidad del objeto. En el mundo de hoy los objetos demandan poca atención pues su objetivo es el de ser consumidos rápidamente. El cambio que aquí proponemos pone en discusión lo anteriormente mencionado, esto implica una nueva sensibilidad sobre los objetos, prestar atención a los objetos podría vincularnos directamente con nuestra experiencia del mundo y convertirse en un referente temporal.
Sin embargo, esta tarea no es fácil, objetos así no son fáciles de producir en el ambiente técnico – productivo. No porque no se puedan diseñar objetos duraderos, si no que aun no hemos sido capaces de pensar con firmeza en la decadencia y en la muerte.
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CAPITULO IV
HACIA UNA TRANSFORMACION DE LA REALIDAD“Pero volviendo al tema sobre por qué veo el desecho como algo bueno y esencial para la creatividad, para mí la creación esta inevitable y esencialmente conectada con él; todo acto creativo es un proceso de generación de desecho o de experimentación que a su vez genera desecho. Por lo tanto el desecho es algo bueno. El desecho es la esencia del proceso, debería emplearse para mejorar el acto creativo, tomar una foto, hacer una película, hacer un edificio, lo que sea, con tal de llegar al elemento creativo.”14
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4.1. SOBRE EL DISEÑO: LO POLITICO DE SU TERMINO
La palabra desecho se vincula siempre a la idea de desechar, despreciar o menospreciar, también se entiende por una cosa que por usada, no sirve a la persona para quien se hizo. A diferencia de la palabra deshacer, desechar significa tirar, descartar o abandonar algo porque ya no se lo considera útil. El desecho es el resultado de una acción previa que hizo que los elementos de un producto fueran separados en útiles y en no útiles. Actualmente, las ciudades industriales generan toneladas de desechos en forma de objetos obsoletos, elementos defectuosos, objetos efímeros de usar y tirar. Pero frente a todos estos procesos surgen movimientos de intervención (Low Cost Design), capaces de demostrar que la memoria de los objetos es irremplazable y que la creatividad puede convertir el desecho en un producto en potencia para la realización de nuevos objetos.
Día a día estamos expuestos a un mundo que se mueve más rápido que nosotros. Nuestro entorno cada vez cambia de manera más rápida y con mayor facilidad, alterando significativamente las relaciones humanas y su estilo de vida. El Diseño Industrial funciona así, un camino que constantemente se renueva, ofreciéndonos y dándonos a conocer nuevos recursos con que trabajar. Es la acción capaz de configurar determina información, sinterizarla y transformarla para el uso del ser humano. El diseño CREA. Para ampliar este concepto, tomo las palabras de René Descartes: „pienso, luego existo‟, nuestra acción de diseñar es el resultado de todo un proceso mental que involucra un alto nivel de creatividad y que nos permite traer a la realidad esa manera particular de cómo percibimos el mundo.
¿Pero qué responsabilidad implica lo anteriormente mencionado?, que en el momento de proyectar debemos ser conscientes de hacia dónde vamos, tener un propósito y hacer un buen uso de las herramientas que hoy en día nos ofrece el mundo. Un diseñador debe apuntar no solo a una ganancia económica sino también cultural, una herramienta de carácter social que ayude al mejoramiento y sostenimiento de la vida del hombre y su entorno.
No basta con que nuestros diseños sean estéticamente agradables (Yves Zimmermann trata este tema tomando como ejemplo la situación actual de muchas empresas, las cuales solo proyectan hacia una imagen corporativa carente de sustancia)15. Nuestros objetos deben ser capaces de hablar acerca de quiénes somos. Tal vez es salirse un poco de la rutina y apuntar hacia nuevos horizontes. Comprender el contexto dentro del cual estamos inmerso, contexto entendido como el marco que encierra un espacio y tiempo que comprende valores naturales, sociales y culturales que influyen en la vida material y psicológica del hombre16. Es aquí cuando nos volvemos excelentes observadores y descubrimos diversos puntos de partida.
Por ejemplo, el aura de los objetos se encuentra conectada a la tradición, constituyendo un aspecto complementario en un objeto o acontecimiento, despojándolo de su valor de uso o de su relación directa con su producción. El tiempo, para Celeste Olalquiaga en su libro “EL reino de lo artificial”, es una dimensión estática en la que no existe posibilidad ni de fuga ni de cambio, tan solo una sumisión resignada. La redención completa a un momento único e infinito que el objeto ocupa totalmente solo. Con el tiempo los objetos inician un recorrido en donde su entera fisionomía comienza a metamorfosearse, se consumen a sí mismos y se amontonan.
15)i er a , Y es. . Del Diseño . Editorial Gustavo Gili.
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Los objetos en el tiempo son registro de una existencia pasada de algo que ya no es, pero que como recuerdo siempre será. Walter Benjamin17 (1927) asocia el polvo que se acumula sobre objetos olvidados como la analogía entre lo que él llama el mundo extinto de las cosas con la decaída de los sueños. Solo en la memoria las cosas pueden superar las difíciles pruebas del tiempo y del espacio, del uso y del desgaste. La memoria simbólica, aquella capaz de relatar los hechos de su contexto histórico, elimina el presente para retener un pasado intocable. Alternativamente a través de los objetos, los eventos pueden ser reconstruidos como memorias. Se transforman en elementos alegóricos que buscan intentar mantener un recuerdo vivo con el tiempo.
Llevan a su término según Jean Baudrillard, la integración de las relaciones personales, personifican las relaciones humanas, pueblan el espacio que comparten y se hacen acreedores de un alma. De ahí la importancia de no perder a los objetos.
4.2. SOBRE EL VALOR (DE POCO A MUCHO)
Como vimos anteriormente, en la antigüedad los bienes más preciosos nunca eran considerados como bienes de intercambio económico, sino que tenían un valor que iba más allá de lo sagrado y donde todas las cosas poseían un espíritu particular. En el renacimiento el lujo va conjugarse con la obra personal y la creación de belleza, desembocando los placeres estéticos y la pasión por lo hermoso: por las cosas. En el siglo XIV los vestigios de la antigüedad (que carecían de valor o significado) se transformaron en bienes preciosos y en semióforos para dar paso a la moda de coleccionar antigüedades.
Para Max Scheler, filósofo (1928), los valores son cualidades de orden especial que descansan en sí mismos y se justifican por su contenido. El sentimiento de valor es una capacidad que tiene el hombre para captar los valores. Para Scheler: "el hombre es hombre porque tiene sentimiento de valor".
A finales del siglo XIX y principios del XX con estos aportes del marxismo se comienza a abordar el concepto de valor sobre la base de la relación sujeto-objeto, de la correlación entre lo material y lo ideal. De ahí que la filosofía marxista establezca el análisis objetivo de los valores, a partir del principio del "determinismo aplicado a la vida social, donde se gesta el valor y las dimensiones valorativas de la realidad", es decir, esa capacidad que poseen los objetos y fenómenos de la realidad objetiva de satisfacer alguna necesidad humana. Los valores surgen en la relación práctico - objetual y no en el simple conocimiento de las cosas por el hombre. Son el resultado de la actividad práctica del hombre.
Y en los ochenta, Zaira Rodríguez aborda los valores con una diferenciación entre los valores de las cosas (valores objetivos) y valores de la conciencia (valores subjetivos). Esta concepción se refiere a bienes y materiales naturales, valores de uso, al carácter progresivo o reaccionario de los acontecimientos históricos, a la herencia cultural y a las características estéticas de los objetos. En el segundo caso se trata de valoraciones, situaciones y actitudes, representaciones normativas, así como del sentido de la historia de los ideales y principios. De esta forma para Zaira "los valores como objetos o determinaciones espirituales no son otra cosa que la expresión concentrada de las relaciones sociales."18
El filósofo cubano José Ramón Fabelo expone un concepto de valor más diferenciado, más amplio, aunque mantiene su esencia objetiva. Establece tres planos de análisis: el primero son los valores objetivos, como las partes que constituyen la realidad social tales como: los objetos, fenómenos,
17Filósofo y crítico literario alemán.
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tendencias, ideas, concepciones, conductas. Estos pueden desempeñar la función de favorecer u obstaculizar la función social, respectivamente será un valor o un antivalor. Este es un sistema de valores objetivos. El segundo plano es un sistema subjetivo de valores y se refiere a la forma en que se refleja en la conciencia la significación social ya sea individual o colectiva. Estos valores cumplen una función como reguladores internos de la actividad humana. Pueden coincidir en mayor o menor medida con el sistema objetivo de valores. El tercer plano es un sistema de valores institucionalizados, que son los que la sociedad debe organizar y hacer funcionar. De este sistema emana la ideología oficial, la política interna y externa, las normas jurídicas, el derecho y la educación formal. Estos valores pueden coincidir o no con el sistema de valores objetivos.19
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29 5.1. UN MALESTAR
Según Enzo Manzini en su libro “Artefactos: hacia una nueva ecología del ambiente”, la manera en como empezamos a cuestionarnos acerca de la manera en como actuamos y las decisiones q tomamos como individuos, comienza partir de “un malestar” y de ahí comienza una reflexión de cómo el ambiente artificial se está configurando.
Entonces, el propósito aquí, sería el de generar un puente para transmitirle al diseñador que su energía y su creatividad podrían encontrar campos de aplicación más amplios y sobre todo más dotados de sentido.
Evitar la producción incontrolada e incontrolable de formas sin razón y la contaminación física y semiótica, podrían guiarnos hacia una nueva dirección, nuevas áreas de investigación, nuevos horizontes de sentido común y sobre todo nuevas praxis por experimentar para construir nuevas realidades.
Paralelamente, con la integración de nuevas tecnologías capaces de procesos de transformación e innovación para la creación de nuevos objetos, ha surgido una conciencia de los límites para establecer principios éticos que permitan la construcción de nuevos modelos de racionalidad para proyectos del diseño y el deber ser del “proyectista de la nueva cultura” será el de construir nuevos escenarios y nuevos códigos lingüísticos para repensar la cultura clásica y así desde el Diseño cuestionarnos acerca de lo humano. La vida del objeto producto del diseño debe tener un significado, una razón, que no nazca solo con el propósito de alimentar el mercado. Los objetos que tiene un sentido son la proyección de lo que se espera del futuro, deben expresar una sincera y constructiva voluntad de cambio. No solo deben tener formas llamativas o seguir tendencias del momento, lo importante es la profundidad del mensaje que transmita, a través de una belleza no superficial, una clara expresión de la esencia de las cosas.
30 BIBLIOGRAFÍA
1. BAUDRILLARD, Jean. (1969). “El sistema de los objetos”, Editorial Tiempo Contemporáneo.
2. Diccionario Etimológico. (n.d.). http://etimologias.dechile.net/
3. APPADURAI, Arjun. (1991). “La vida social de las cosas”, Editorial Grijalbo, S.A. 4. HESKETT, John. (2002). “El diseño en la vida cotidiana”, Editorial Gustavo Gili, S.A. 5. ZIMMERMANN, Yves. (2002). “Del Diseño”, Editorial Gustavo Gili, S.A.
6. LIPOVETSKY, Gilles. (1986). “La era del vacío”. Editorial Anagrama.
7. AUGÉ, Marc. (1996). “El sentido de los otros: actualidad de la antropología”. Editorial Paidós.
8. SARAVIA GALLARDO, Marcelo Andrés. PH.D. “Metodología de investigación científica”. 9. Berger, Peter. Luckman, Thomas. (1993). “La construcción social de la realidad”. Editorial
Tiempo contemporáneo.
10. RIECHMANN, Jorge. (2006). “Perdurar en un planeta habitable”. Icaria editorial, S.A. 11. BAZANT S., Jan. (2009). “Hacia un desarrollo urbano sustetable”. Editorial Limusa S.A. 12. PRIETO BOLIVAR, Carlos Jaime. (2003)”Basuras: Manejo y transformación
practico-económico”. Ecoe ediciones Ltda.
13. BLACKWELL, Lewis. (2005). “Conferencia en la casa encendida”.
14. CASTELLS, Xavier. (2000). “Reciclaje de residuos industriales”. Ediciones Díaz de Santos, S.A.
15. OLALQUIAGA, Celeste. (1998) “El reino artificial”. Editorial Gustavo Gili.
16. GONZÁLEZ, Alberto. “Metodología de la investigación científica”. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de estudios rurales y ambientales.
