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Por un diseño existencial al servicio de la iglesia

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Academic year: 2017

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(1)

POR UN DISEÑO EXISTENCIAL

AL SERVICIO DE LA IGLESIA

AUTOR

Samuel Uribe López

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIAMNA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO

CARREDA DE DISEÑO INDUSTRIAL

BOGOTÁ D.C.

2009

(2)

POR UN DISEÑO EXISTENCIAL

AL SERVICIO DE LA IGLESIA

AUTOR

Samuel Uribe López

Presentado para optar al título de Diseñador Industrial

DIRECTOR

Jaime Pardo Gibson

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIAMNA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO

CARREDA DE DISEÑO INDUSTRIAL

BOGOTÁ D.C.

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NOTA DE ADVERTENCIA

Articulo 23 de la Resolución No. 13 de Julio de 1946

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FORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE GRADO

TÍTULO COMPLETO DEL TRABAJO DE GRADO:

POR UN DISEÑO EXISTENCIAL AL SERVICIO DE LA IGLESIA

AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

URIBE LOPEZ SAMUEL

DIRECTOR (ES) DEL TRABAJO DE GRADO

Apellidos Completos Nombres Completos

PARDO GIBSON JAIME

ASESOR (ES) O CODIRECTOR

Apellidos Completos Nombres Completos

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: ___DISEÑADOR_______

FACULTAD: ___ARQUITECTURA Y DISEÑO_________

PROGRAMA: Carrera _x__ Licenciatura ___ Especialización ____ Maestría

(6)

NOMBRE DEL PROGRAMA: _______DISEÑO INDUSTRIAL_________

NOMBRES Y APELLIDOS DEL DIRECTOR DEL PROGRAMA: Roberto Cuervo

Pulido

CIUDAD: BOGOTA AÑO DE PRESENTACIÓN DEL TRABAJO DE GRADO:

_2009______

NÚMERO DE PÁGINAS 53

TIPO DE ILUSTRACIONES:

- Ilustraciones - Mapas

- Retratos

- Tablas, gráficos y diagramas - Planos

(7)

SOFTWARE requerido y/o especializado para la lectura del documento Adobe

Acrobat Reader

MATERIAL ANEXO (Vídeo, audio, multimedia o producción electrónica):

Duración del audiovisual: ___________ minutos.

Número de casetes de vídeo: ________ Formato: VHS ___ Beta Max ___ ¾ ___ Beta Cam ____ Mini DV ____ DV Cam ____ DVC Pro ____ Vídeo 8 ____ Hi 8 ____

Otro. Cual? _____

Sistema: Americano NTSC ______ Europeo PAL _____ SECAM ___________

Número de casetes de audio: ________________

Número de archivos dentro del CD (En caso de incluirse un CD-ROM

diferente al trabajo de grado):

_______________________________________________________________ ___

PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención

especial):

(8)

DESCRIPCION O PALABRAS CLAVES

ESPAÑOL

Teoría de Diseño Consumo

Iglesia Católica

INGLES

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RESUMEN

La inluencia del fenómeno del consumo sobre el diseño actual y las ide-ologías que rigen en gran parte su praxis laboral, evidencia entre otras cosas, la escases de planteamientos enfocados en trabajar por un Diseño basado en principios espirituales propios de la Doctrina de la Iglesia Católica, que ge-neren proyectos que se funden sobre el servicio a la persona, en todas sus dimensiones, y contribuyan a fortalecer y potenciar la labor de comunión y evangelización que lleva adelante la Iglesia entera.

(10)

SUMARY

This proyect groes as a reponse to consume and its inluence on actual design bassed on diferent ideologies thah rule most of its praxis and the fact that on design theories don’t exist any aproch from an espiritual backgronud as the ones of the Catholic Church that bases proyects on the importance of the hu-man person on all its depth and dimensions.

(11)

AGRADECIMIENTOS

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Índice

Introduccion

Planeamiento

Deinición del Problema Objetivos

Alcances

Marco Teorico

Por un Diseño Existencial El Consumo

Personalismo Diseño Existencial

Proceso de Diseño I. CONTEXTO II. ESPACIO III. COMUNIDAD IV. ACTIVIDAD V. OBJETO-SIGNO

VI. DESARROLLOS CONCEPTUALES VII. PROPUESTA FINAL

VIII. PROTOCOLOS DE COMPROBACIÓN

Bibliografía y Fuentes

3

5 6 6

7 10 13 16

23 26 26 28 31 43 47 52

(13)

Introducción

Comienza este proyecto con esta frase de la Biblia, entregada por el Papa Juan Pablo II a los jóvenes de todo el mundo en el Año de la Juventud celebrado en 1986, mediante la cual nos invitaba a nosotros, “la esperanza de la iglesia”1, a asumir la responsabilidad que tenemos frente al futuro, desde todos los cam-pos de acción, para llevar una vida activa ante Cristo, quien es la salvación de los hombres. Frases, libros y diferentes acontecimientos como estos han ido gestando en mí, durante algunos años, relexiones y cuestionamientos sobre la relación que existe entre mi labor como diseñador y mi papel como cristia-no (Católico Apostólico Romacristia-no), la cual es en muchos casos contradictoria, porque pone en contraste modos de asumir la vida muy diferentes.

Se presenta así una contradicción entre dos ámbitos: por un lado, la concien-cia personal frente a la sociedad y la forma de entender al hombre y sus rela-ciones con el mundo, y, por el otro, la praxis laboral en la que ha estado

intro-1 SS. Juan Pablo Segundo. Clase III. La vocación: una llamada divina a la plenitud del amor. Carta a los jovenes, 1985. Disponible en: www.conelpapa.com/cursojovenes/vocacion/ carta.htm. Fecha de consulta: noviembre 09 de 2009.

SS Juan Pablo II

Roma 2005

Dado que la juventud signiica el proyecto de toda la vida, con-struido según el criterio del sentido y del valor, también durante la juventud se hace indis-pensable la pregunta

sobre el inal.

Siempre prontos para dar

razón de vuestra esperanza a

todo el que os la pidiere.

(1 Pe 3,13)

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ducida la disciplina del diseño y algunas de las principales ideologías sobre las cuales se han movido los planteamientos de diseño durante toda su historia y que, en gran parte, presentan una visión del hombre muy alejada de la digni-dad real que el cristianismo tiene de la persona.

Encontramos en esta contradicción una gran oportunidad para relexionar so-bre la disciplina del diseño y su inluencia en la cultura, y se asume el conlicto una virtud, de la cual puede surgir un valioso proyecto por el diseño, es decir, ya que no sólo propone objetos o productos, sino relexiones acerca de la “disciplina misma”, que la pueden hacer crecer.

En lo que se reiere a la estructura, el presente proyecto se plantea en dos par-tes; la primera, es un proceso teórico y crítico (fundamental en todo proceso de diseño), en el cual se estructura un planteamiento que concilia la labor del diseño con los principios y valores del Cristianismo, y donde lo primordial es la intención, el “para qué”, del proyecto de diseño.

A partir de ahí, la segunda parte del proyecto busca aplicar esta alternativa de pensamiento a un proyecto especíico que presenta una aplicación concreta y real del mismo, el cual logra abrir la disciplina a intenciones reales y provecho-sas para el hombre .

El desarrollo de una conciencia critica es una función inalienable de

cualquier universitario.

(15)

Deinición del problema

La inluencia del fenómeno del consumo sobre el diseño actual y las ide-ologías que rigen, en gran parte, su praxis laboral evidencian, entre otras co-sas, la escases de planteamientos enfocados en trabajar por un diseño basado en principios espirituales propios de la Doctrina de la Iglesia Católica, que ge-neren proyectos que se funden sobre el servicio a la persona, en todas sus dimensiones, y contribuyan a fortalecer y potenciar la labor de comunión y evangelización que lleva adelante la Iglesia entera.

Acogiendo la propuesta expuesta por el Concilio Vaticano Segundo1 de llevar a cabo una renovación litúrgica, y en participación con la labor evangelizado-ra del Camino Neocatecumenal2, un de tantos carismas al servicio de la Igle-sia practicado en diferentes parroquias del mundo desde hace 40 años, que trabaja, principalmente, por el redescubrimiento de la fe, se presenta dentro de la Parroquia Santos Timoteo y Tito de Bogotá, Colombia, una oportunidad para aplicar el planteamiento de un Diseño espiritual que formule estrategias que contribuyan a la misión de la Iglesia y aporten a la renovación litúrgica y al redescubrimiento del signiicado de los sacramentos, airmando la dignidad de la persona y acercándola a un encuentro con Dios desde la trascendencia.

1 Concilio Vaicano II. San Pablo, Bogotá, 2000.

2 A través del Neocatecumenado se abre en el centro de la parroquia un camino de

iniciación crisiana que desarrolla un trabajo pastoral de evangelización para adultos. Esta evangelización está trayendo a una fe viva a muchos de nuestros hermanos quienes hoy viven un crisianismo de costumbres y hábitos y está permiiendo que mucha gente sumergida en un mundo secularizado tenga la posibilidad de encontrarse con Jesucristo a través de co

-munidades crisianas que viven su fe en un nivel adulto del amor en la dimensión de la cruz y en una unidad perfecta. (Qué es el Camino Neocatecumenal por Kiko Arguellos y Carmen Hermandez, Inicadores del Camino Neocatecumenal. www.camino-neocatecumenal.org/neo/

camino_neocatecumenal.htm)

Planteamiento

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Objetivos

Objetivo general

Plantear un modelo de Diseño espiritual que mediante la restauración de al-gunos de los signos mas importantes de la Liturgia Eucarística, se contribuya a airmar sus sentidos plenamente trascendentes y la real naturaleza humana.

Objetivos especíicos

• Restaurar los elementos principales del espacio físico y sistema objetual de la Liturgia Eucarística, para acentuar su esencia y el valor de su existen-cia.

• Redescubrir el sentido y signiicado de los principales signos presentes en la Liturgia, para lograr un mayor acercamiento de la Asamblea a la experi-encia de Dios, vivida en la Eucaristía.

• Aportar a la renovación y actualización de la cultura cristiana desde el dis-eño, para que diferentes lugares y signos propios del Cristianismo acer-quen al hombre actual a la experiencia de Dios.

Alcances

• Desarrollos conceptuales de los signos más importantes de la Liturgia Eu-carística

• Desarrollo formal de servicios para el altar: cáliz y patena.

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Marco Teórico

POR UN DISEÑO EXISTENCIAL

Analizando la historia del Diseño desde sus comienzos, como lo plantea Nor-berto Chávez1, encontramos que son puntualmente tres ideologías particu-lares las que han marcado, en su mayor parte, la historia de esta disciplina: el Racionalismo, el Mercado y el Postmodernismo.

En sus comienzos el diseño se basaba en un racionalismo que pretendía sen-tar un ideal de objeto y de usuario, en el que todo funcionara a la perfección, construyendo un sistema medido y comprendido, y donde cada elemento trabajaba sinérgicamente para mantener un lujo de trabajo constante y se cumpliera el objetivo inal de mejorar la calidad de vida; sin embargo, este planteamiento estaba basado en ideales y lógicas bastante alejadas de la realidad concreta en la que vivían los usuarios. Más adelante, la industrial-ización y el mercado llevaron a que lo fundamental fuera la posibilidad de comercializar y obtener mayores ingresos a través de mejores diseños, costos reducidos, valor agregado a los objetos, etc.; para mantener el dinero en mov-imiento y los bolsillos de las industrias llenos. Finalmente, cuando ya la oferta de productos realmente necesarios ha superado sus límites y las necesidades básicas, y las no tan básicas, han sido satisfechas con diseño innovadores y de última tecnología, la Posmodernidad ha presentado sus alternativas, creando objetos que sustituyen su valor funcional por el valor atractivo; ésto, funda-mentalmente, a través del fenómeno social de la moda. Ello supone, desde el comienzo de la producción de un objeto, que se planee su obsolescencia para el consumo, así los productos son desechados y olvidados cuando dejan de ser “atractivos”.

Todas estas ideologías se mantienen actualmente y aportan con sus teorías a la producción y comercialización de cada vez más y más objetos, que al inal construyen de uno en uno la cultura actual, resumida en la vida del consumo. El consumo se ha convertido en una forma de vida en la que conluyen estas tres ideologías, y que lleva al mundo a vivir de la moda, de lo supericial y efímero, es decir, de lo puramente estético.

El diseño, como elemento disciplinar y profesional que participa en los pro-cesos de concepción de la cultura material, concurre, junto con un amplio repertorio de otras disciplinas y profesiones, a sostener el modelo de consu-mo que soporta las economías contemporáneas y que delinea el comporta-1 CHÁVEZ, Norberto. El oicio de diseñar. Diseño, mercado y utopía. Editorial Gustavo Gili, SA. Barcelona. 2001

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miento social frente a la demanda y destino de los objetos. Respaldado en el “sentido” de incrementar la competitividad de las empresas, el diseño proyec-ta objetos que inciten a la compra, uso y desuso y que vinculen emocional-mente al usuario con una marca, para asegurar la recompra, la idelidad. En este sentido, el diseño yuxtapone a la lectura de la condición humana, el análisis de los mercados. Así, las formas y las funciones superan el espacio de las soluciones a las necesidades humanas, para convertirse en medios para asegurar la competitividad de una empresa. La expresión más evidente de esta “contra cultura” es el muy negativo impacto ambiental de la actividad in-dustrial contemporánea: el interés empresarial y económico que prima sobre el fundamental sentido de supervivencia, la conservación del ambiente. Una expresión perniciosa de tal fenómeno es el desarrollo de toda suerte de objetos inútiles, destinados a la “absoluta contemplación”, al derroche de re-cursos para “decorar”, para renovar aquellos otros objetos “pasados de moda” e instaurar deinitivamente su obsolescencia y retiro. Los “usos” de tales desar-rollos se establecen tan solo en los espacios de la simple, por no decir pobre, contemplación. Sin mejoras reales en sus dimensiones funcionales e, incluso en muchos casos, empobreciéndola y complejizándola. Estos objetos redu-cen a quienes los consumen a una pieza, la más intrasredu-cendente del sistema económico, que sustenta el desarrollo de las sociedades contemporáneas. Es este fenómeno del consumo y su inluencia en el diseño el que contrasta con una forma de vida basada en el Evangelio y el amor; es ese consumo el que lleva al hombre a centrarse en sí mismo, a introducirse en un individual-ismo extremo, el que lo invita a vivir para sí mindividual-ismo y en el que las demás per-sonas únicamente importan como objetos de su egoísmo. En consecuencia, el otro, la persona en su dimensión total, queda olvidada y destruida. Así, la vida del hombre queda reducida a un simple hedonismo, en el cual lo único que importa es la satisfacción y los placeres.

El papel del diseñador frente a esta realidad se ve dividido en dos actitudes posibles: la de ser una máquina silenciosa, que únicamente se preocupa por estar produciendo continuamente cosas nuevas para mantener el mundo del consumo en movimiento, sin saber realmente por qué lo hace; o en ser una persona crítica que lleva adelante su labor, conciente del aporte que puede hacer a los destinatarios de sus productos. Asimismo, estos destinatarios se encuentran divididos en dos: por un lado, están aquellos que asumien su pa-pel como simples individuos consumidores, a quienes sólo les interesa satis-facer eternamente sus deseos, y, por el otro lado, están aquellos que asumen su vida con algo de trascendencia y ponen su esperanza en algo más real y duradero.

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atrapado en una crisis de pensamiento, como efecto de una especie de chan-taje social que, de modo inconsciente, compra silencio pagando con éxito en el mercado. Vemos, así, la responsabilidad de los diseñadores que participan en las decisiones sobre la producción social y cultural, y cómo, por tanto, se hace necesario, en la academia y los campos profesionales, el desarrollo de una conciencia crítica del diseño, que, lejos de convertir esta disciplina en una vanguardia de transformación social, la proyecte como una conciencia crítica que aporte a la sociedad desde los conocimientos que le son propios.

Asimismo, el cristiano se ve involucrado en esta situación y como parte de la Iglesia, depositaria de la fe y la belleza del amor de Dios, tiene la misión de contribuir a la “ediicación de un mundo en el que la vida sea acogida, respetada y cuidada amorosamente”2. Los principios y valores del cristiano expresan la esperanza en la vida, totalmente contraria al engaño que ofrece al mundo la sociedad de consumo, la cual pretende volcar al hombre hacia sí mismo y reducir su existencia a una continua insatisfacción. Es necesario que todo cristiano aporte con su propia vida a la Iglesia y al mundo, para devolverle a la persona su dignidad.

Se pretende, por esto, que este proyecto, primeramente, tenga un carácter crítico y relexivo; que cuestione las formas de pensamiento sobre las que se mueve la mayor parte de la disciplina del diseño, comenzando desde la per-sona como el axis sobre el cual debe girar este planteamiento.

2 SS. Papa Benedicto XVI. Homilía de la Celebración Eucarísica para la XXIII Jornada Mundial de la Juventud. Sydney, Australia, 2008.

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EL CONSUMO

Para fortalecer el planteamiento y tener claro el contexto sobre el cual se qui-ere trabajar, es necesario estudiar más a fondo el fenómeno del consumo y su inluencia en la persona, para contrastarlo con otros pensamientos que per-mitan estructurar una alternativa de lectura del diseño y su participación en la sociedad. Como lo plantea concretamente Jean Baudrillar3, en varios de sus textos, vivimos en una sociedad de consumo, donde no tratamos con reali-dades, sino con signos. Estos signos nada tienen que ver con las necesidades biológicas y sociales de las que se hablaba antiguamente; antes bien, han sido creados como simulacros o fachadas para esconder la ausencia de dichas necesidades y lograr mantener a los consumidores ansiosos por satisfacer sus deseos.

Esto lo demuestran las acciones que toman el comercio y la industria, a través de herramientas poderosas como la publicidad, los medios y el diseño. Tal es el caso, por ejemplo, de una valla publicitaria ubicada en el Centro Comercial Andino de Bogotá, que dice: “En Andino cuando cumples un deseo, nacen otros”.

3 BAUDRILLARD, Jean. La sociedad de consumo, sus mitos, sus estructuras. Madrid,

Siglo Veiniuno Editores, 2009.

Centro Comercial Andino.

Bogota.Colombia. 2009

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En ésta, explícitamente se describe cómo el mundo del consumo pretende, no solamente mantener a los individuos sumergidos en el juego del deseo, sino que permite que se puedan tratar de la misma manera las necesidades físicas y las de estatus, donde lo que se necesita son las marcas.

Sobre el juego del deseo nos habla Lacan4, quien describe al hombre como el sujeto (el yo) y al objeto (el ello), como el objeto del deseo. Aquí, el yo está sometido al objeto del ello, y éste, a su vez, es un objeto eternamente faltante; pues, el sujeto termina deseando “nada”, ya que cuando el objeto de deseo se hace presente, éste deja de desearse. Es un constante anhelo, tal como lo describe esta publicidad, y, en consecuencia, el sujeto nunca podrá estar real-mente satisfecho.

La sociedad de consumo ha sabido aprovecharse muy bien de esta realidad, creando, por medio de la representación y los signos, un mundo de simula-cro. “Vivimos en un universo extrañamente parecido al original, las cosas parecen replicadas por su propia esceniicación”5 airma Baudrillard, y dentro de este universo está incluido también el hombre. El consumo va instaurando cada vez más estos signos y produce un mundo creado de mercancías simbólicas, denominadas, en otras palabras, como “valores agregados”, los cuale man-tienen activo el juego del deseo. Bajo esta lógica se mueve la sociedad de hoy y pretende que sea la manera en que todos los individuos lleven su vida; tanto así, que se asume como social aquello que carece de capacidad individual (capital): aquel que no puede comprar sus productos no es un individuo, sino un simple “sector social” ajeno al mercado, es decir, a la realidad.

“En la sociedad de consumidores nadie puede transformarse en sujeto sin haberse hecho producto primero”6. Lo anterior da origen a la personalidad narcisista, que no conoce límites entre ella misma y el mundo que exige la gratiicación inmediata y efímera de sus deseos. Este análisis es reforzado por los plant-eamientos de Zygmunt Bauman sobre la “vida líquida”7, concepto que deine como la manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas contem-poráneas: una transición de sólido a líquido con signos contundentes: “si an-taño teníamos bienes raíces, principios, profesiones, expectativas de vida, matri-monios “hasta que la muerte nos separe”, valores trascendentes o tradicionales, ahora aceptamos todo lo contrario: trabajos-basura, relaciones de quita-y-pon, pensamientos prêt-a-porter, ideas, valores, gustos, hablas y iliaciones fútiles, tan intrascendentes e irrelevantes como una T-shirt”8. Es un ritmo de vida fugaz y 4 D’ANGELO, Rinty. CARBAJAL, Eduardo. MARCHILLI, Alberto. Una Introducción a Lacan.

Lugar Editorial. 2003

5 BAUDRILLARD, Jean, Cultura y simulacro. Kairós. Barcelona, 1993

6 BAUMAN, Zygmunt. Vida de consumo. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires,

2007.

7 BAUMAN, Zygmunt. Vida líquida. Paidós. Buenos Aires, 2006. 8 Ibíd.

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efímero en el cual el “auge de la individualidad marcó el debilitamiento (desmo-ronamiento o desgarramiento) progresivo de la densa malla de lazos sociales que envolvía con irmeza la totalidad de las actividades de la vida”9. Estas actividades van ahora encaminadas a encerrar al hombre en sí mismo, a introducirlo en un ritmo de vida donde el placer y el egoísmo lo llevan a olvidarse del otro que no hace parte de sus propios deseos e importa únicamente como producto de consumo.

Nos encontramos inmersos en una sociedad donde nada es duradero, todo es líquido y pasajero, y la eternidad no tiene cabida; las condiciones sobre la cuales lo hombres actúan cambian antes de que estas puedan consolidarse como hábitos o rutinas determinadas; así, todo lo que empieza a vivir deja al instante de existir. Es la velocidad y el placer lo que importa, y lo cual, elevado a cierto nivel, posibilita consumir toda la eternidad dentro del presente de la vida terrenal. Es el consumo el único interés y motor de la vida, no existe ningún otro vínculo, ni sentido trascendente en el hacer, pues sólo se busca una fugaz satisfacción del deseo, el cual se incrementa y alimenta constante-mente de la insatisfacción del hombre consigo mismo. El hombre es un pro-ducto más de esta lógica.

9 Ibíd.

Zygmunt Bauman Versiones del Hombre.

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PERSONALISMO

Frente a la ideología del consumo y a la lógica del mercado existen otras per-spectivas que proponen alternativas de pensamiento que pretenden hacer frente a la individualización del hombre y a la destrucción de la comunidad. Así lo plantea Emmanuel Mounier, uno de los precursores del Personalismo, al decir: “La persona no es el objeto más maravilloso del mundo, un objeto al que conoceríamos desde fuera, como los demás. Ella es la única realidad que conoc-emos y que al mismo tiempo hacconoc-emos desde el interior”10. Los seguidores de esta doctrina niegan el reduccionismo de ver al hombre como un simple producto de la sociedad y lo presentado es tan sólo el comienzo de esta valiosa ilosofía. Desde un profundo análisis de las diversas formas de pensamiento actuales, como el Marxismo, el Existencialismo, el Racionalismo, etc., nace este mov-imiento ilosóico al servicio de la persona, que pretende, principalmente, recuperar su dignidad y su valor trascendente. Sobre esto nos habla Kierkeg-aard11, cuando plantea los tres estadios de la persona: estético, ético y trascen-dental, como el proceso por el cual la existencia del hombre debe pasar para llevar una vida más rica y completa. Para pasar de una etapa a otra, se debe dar un “salto”, que consiste en una elección absoluta, dependiente totalmente de su libertad y que no es la continuación del estadio precedente, sino su negación.

El estadio estético se caracteriza por la primacía del goce. Es propio del Hedo-nismo, del romántico que disuelve toda realidad en posibilidad y obedece a los deseos fugaces en el hombre. En la inclinación estética se engloban todas las actitudes que se dirigen exclusivamente hacia el placer, sea éste sensitivo, noble o intelectual. Eso sí, no se debe reducir esta inclinación al puro sensu-alismo.

Por su parte, el estadio ético es aquel mediante el cual el hombre establece la moral como principio de su conducta y como in último de su actividad, y en-camina sus esfuerzos al cumplimiento del deber. El ser ético tiene coherencia íntima y claridad interior. Debe realizar en su persona la vocación que perfec-ciona la moral de los individuos, quienes se hallan sometidos al deber. Así, el principio constante de conducta es la conformidad perfecta con las leyes que rigen las costumbres.

Finalmente, la categoría esencial del estadio religioso es la fe que penetra en la vida más elevada y constituye la esencia misma de lo religioso. Esto no pu-ede explicarse racionalmente, porque la fe comienza donde termina la razón. La verdadera fe debe colocar al creyente en una íntima relación personal con

10 MOUNIER, Emmanuel. El Personalismo. Bogotá, El Búho, 2000. Página 6.

11 COLOMER, Eusebi. El pensamiento alemán de Kant a Heidegger, tomo III. Barcelona, Herder, 1990.

Søren Kierkegaard

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Dios: la vida religiosa será un resultante de esta tensión continua entre lo ob-jetivo y lo subob-jetivo.

Completar estas etapas depende, entonces, de una elección individual que obedece plenamente a la libertad y el compromiso profundo con la vocación personal, la encarnación y la comunión, que son las dimensiones fundamen-tales de la experiencia de la vida del hombre12. La vocación se reiere a la

ten-dencia de la persona a proyectarse ininitamente más allá de sí misma. Es en su cumplimiento donde el hombre llega a completarse como ser, cuando se de-sprende de sí mismo y trasciende verdaderamente.

“Es la acción la que revela la persona”13, airmaba el Papa Juan Pablo II, desde sus primeros planteamientos ilosóicos acerca del hombre, en libros como Persona y acción. Allí, Juan Pablo II nos presenta la importancia de una actitud ética y responsable en todo tipo de actividad, y cómo a través de esto se lleva a cabo la vocación personal. El hombre no sólo ejecuta acciones, sino que, mediante éstas, deviene, en un modo u otro, su propio constructor. Y esto sólo es posible en la medida en que se relaciona con el otro. La persona es un sujeto relacional llamado a la entrega sincera a los demás. La realización del hombre como persona tiene lugar en el ámbito de comunidad. Lo contrario de una comunidad personal es la masa, aglomeración indiferenciada, socie-dad sin rostro, en la que los individuos son semejantes pero no próximos. Como se habia mencionado anteriormente, para Mounier, las dimensiones de la experiencia de la vida personal son la vocación, la encarnación y la comu-nión. La comunión signiica que la persona no se realiza a sí misma si no se da a la comunidad superior de personas. “La persona no existe sino hacia los otros, 12 MOUNIER, Emmanuel. El Personalismo. Bogotá, El Búho, 2000.

13 WOJTYLA, Karol. Persona y acción. Madrid, Biblioteca de Autores Crisianos, 1982.

ESTETICO

ETICO

TRASCENDENTE

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no se conoce sino por los otros, no se encuentra sino en los otros”14. Y como tal, su vocación principal consiste en el servicio a los demás.

Al individualismo le falta el respeto hacia los demás (de modo particular, hacia la libertad ajena) y carece del espíritu de servicio, pero quien quiera trascender como persona, ha de salir de sí mismo y entregarse a los demás15. Esto resume todo el pensamiento personalista, que se conjuga claramente con los prin-cipios del cristianismo.

San Marcos dice en la Bilbia: “Porque tampoco el Hijo del hombre ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos”16. Y es en esto que consiste la vocación de todo hombre, y en particular de todo cristiano. Ser cristiano signiica ser imitador de Cristo. Asimismo lo plantea, incluso, la misión de la Universidad Javeriana, como miembro activo de la Iglesia Católica: “La Pontiicia Universidad Javeriana busca servir a la comunidad humana, en especial a la colombiana, procurando la instauración de una socie-dad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores que proclama el Evangelio”17.

Ya lo ha dicho la Iglesia Católica desde sus comienzos: la misión de la Iglesia y nuestra propia misión se fundamentan en la comunión y participación de la verdad, el amor y la vida de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nuestra principal perspectiva de vida y servicio es realizar la propia misión en y desde comuni-dades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras18.

14 MOUNIER, op. cit.

15 Ibíd.

16 La Bilbia. Marcos 10, 45.

17 ESTATUTOS. Poniicia Universidad Javeriana.aprobados por la Congregación para la

Educación Católica el 7 de Febrero de 2008 y raiicados por Ministerio de Educación Nacional mediante Resolucion número 8038 del 6 de Noviembre de 2008

18 Poniicium Opus A Sancta Infania. La Misión De La Iglesia Y Nuestra Misión.

Funda-mento Eclesiológico De La Misión

San Ignacio de Loyola

En todo amar y servir

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DISEÑO EXISTENCIAL

Todo lo anterior nos lleva a construir una estructura de pensamiento sobre la cual basar éste proyecto, y a enfocarlo, fundamentalmente, en dos aspec-tos principales: la vocación de servicio y la plenitud de la persona como su principal objetivo. El servicio constituye el contexto en el cual se desarrolla este planteamiento, en cuanto deine a quién va dirigido realmente. Todo el conocimiento y la labor del Diseño se utilizan, en este caso, como soporte y participación de personas, instituciones y comunidades que trabajen por el objetivo de rescatar la vida de la persona y su dignidad.

Comienza con esto la búsqueda de un escenario claro en el cual esto puede aplicarse. Como miembro activo de la Iglesia Católica, encuentro en ella una oportunidad de participación importante, ya que su doctrina se basa, precisa-mente, en el amor y la unidad, estrechamente relacionados con lo expuesto anteriormente. Adiciomalmente, veo como potencial el hecho de que la Igle-sia lleva adelante la importante misión de anunciar e instaurar entre todos los pueblos el Reino de Dios inaugurado por Jesucristo siendo ella misma el ger-men e inicio sobre la tierra de este Reino de salvación en el mundo (Catecismo de la Iglesia Catolica No. 767-769); a la cual se puede contribuir claramente desde las competencias del Diseño. Pasaremos a explicar esto en detalle.

La Iglesia Católica

“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mt 18, 20.

La palabra “iglesia” signiica asamblea o convocación de personas y es usada, incluso, por Jesús desde su institución. Dentro de la fe católica se reiere al cuerpo de Cristo, al pueblo de Dios e incluso al sacramento universal de sal-vación, ya que ella misma es la depositaria de la “palabra revelada” y tiene la misión de anunciarla a todos los hombres, hasta el in del mundo. Como parte de esta misión, el 8 de diciembre de 1965, se celebró la clausura del Con-cilio Vaticano II19, convocado por el Papa Juan XXIII, como una respuesta de la Iglesia Católica a las urgencias de la humanidad de este tiempo. A diferencia de los anteriores Concilios, este tenía una misión netamente pastoral que se esforzó, desde un principio, por presentar al hombre de hoy una faz nueva, renovada, de la Iglesia. Con respecto a las intenciones de dicho Concilio el

19 Concilio Vaicano II. San Pablo, Bogotá, 2000.

Designer refers to an in-dividual who practices an intellectual profes-sion, and not simply a trade or a service for enterprises.

ICSID 2005

Su Santidad Papa Juan XXIII

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papa Juan Pablo II airmó “Lo que hicimos durante el Concilio fue mostrar que también el hombre contemporáneo, si quiere comprenderse a fondo a sí mismo, necesita a Jesucristo y a su Iglesia, que permanece en el mundo como signo de unidad y comunión” 20.

Los principales objetivos de este encuentro fueron promover el desarrollo de la fe católica mediante una renovación moral de la vida cristiana de los ieles, adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiem-po y, inalmente, lograr una mejor interacción con las demás religiones, princi-palmente las orientales. Pero, concretamente, su papel consistió en devolver a todos los creyentes la verdad fundamental del amor de Dios y la misión evan-gelizadora de la que todos somos parte.

20 Discurso durante la clausura del Congreso Internacional sobre la puesta en prácica

del Concilio Vaicano II (27-II-2000).

Camino Neocatecumenal

A partir de lo que se planteó en este Concilio, toda la Iglesia ha trabajado para llevar a cabo los objetivos planteados y después de más de 40 años son ininitos los frutos que este importante evento ha suscitado en todo el mun-do. Tal es el caso del Camino Neocatecumenal, deinido por el mismo Papa Juan Pablo II como: un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos actuales21. El itinerario recuerda muy bien lo que plante-aba Kierkegaard, en sus estadios de la persona, que llevplante-aban al hombre a su trascendencia, es decir, a su encuentro profundo con Dios en la fe, incluso la graica anterior con la cual se identiica fuertemente esta carisma representa

21 ESTATUTO DEL CAMINO NEOCATECUMENAL. 2008. www.camminoneocatecumenale. it

Sello representativo del Camino

Neocatecumenal.

Nueva Evangelización - Ave María - Palabra - Liturgia - Comunidad.

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un camino de descendimiento hacia las aguas del Bautismo, es decir, hacia la trscendencia tal como lo describe Kierkegaard.

Entrando un poco en detalles, dicen los estatutos del Camino Neocatecu-menal 22, aprobados por el Vaticano en el año 2008, que este carisma está al servicio de los Obispos “como una modalidad de realización diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente de la fe, según las indicaciones del Concilio Vaticano II y del magisterio de la Iglesia”. Como tal, pretende llevar al hombre cristiano a redescubrir las promesas bautismales, busca que muchos hombres que hoy viven un cristianismo de costumbres y hábitos experi-menten una fe viva y que mucha gente sumergida en un mundo secularizado tenga la posibilidad de encontrarse con Jesucristo, a través de comunidades cristianas, que viven su fe en un nivel adulto del amor, en la dimensión de la cruz y en una unidad perfecta.

Este Camino ha llegado ya a más de 80 países y 900 diócesis en todo el mundo, con un total, aproximado, de 40.000 comunidades en 6.000 parroquias. En Co-lombia, está presenta en más de 20 ciudades, incluida Bogotá, donde existen más de 100 comunidades, repartidas en 30 parroquias por toda la ciudad. Yo hago parte de la comunidad número once de la Parroquia de Santa María del Camino, en Bogotá, desde hace mas de 4 años. La premisa de esta reali-dad consiste, como cuenta Francisco José Gómez de Argüello (Kiko Argüello) quien inicio junto con Carmen Hernández el Camino Neocatecumenal hace 40 años, y quien tuvo, según él mismo cuenta, una inspiración de la Virgen María quien le pidió hacer comunidades como la Sagrada Familia de Nazaret que vivan en humildad, sencillez y alabanza, donde el otro es Cristo.

Fundamentalmente, el Camino está al servicio de la Iglesia, y, como tal, cada uno de sus miembros pretende, en su itinerario, no sólo acercarse realmente a Dios desde una fe profunda, sino también ser signo para la gente, un ejemplo de vida que ayude a llevar la verdad del amor de Dios a todos los hombres.

Renovación litúrgica

Parte de lo planteado en el Concilio Vaticano II, y que también ha sido traba-jado por el Camino Neocatecumenal, es la renovación de la liturgia y de los diferentes ritos sagrados, para lograr una renovación moral de la vida cristiana de los ieles. Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo. Antes de conocer el proceso de esta renovación, vale la pena revisar qué es realmente la liturgia para la Iglesia Católica y cuál es el signii-cado que tiene para la vida cristiana.

Se considera la liturgia como “el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo

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en la que, mediante signos sensibles, se signiica y se realiza, según el modo pro-pio de cada uno, la santiicación del hombre y, así, el Cuerpo místico de Cristo, esto es, la Cabeza y sus miembros, ejercen el culto público” 23.

La principal liturgia de la Iglesia es la celebración de la Eucaristía, el sacramen-to más importante, que es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual. En la tradición cristiana, signiica que el Pueblo de Dios toma parte en “la obra de Dios“ (Jn. 17, 4); de ésta derivan todos los demás ritos sagrados.

23 Concilio Vaicano II. San Pablo, Bogotá, 2000.

Ultima Cena.

encontrado en: www.liturgiacatolica.org

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La Eucaristía es un memorial de la pascua celebrada por Cristo en las vísperas de su muerte y resurrección, y en la cual se actualiza, cada vez, esta obra de redención realizada para la salvación de todos los hombres.

Para entender mejor esto vale la pena revisar en qué consisten como tal los sacramentos. Como lo plantea el Catecismo de la Iglesia Católica, un sacra-mento encierra una realidad que se realiza y se actualiza. Es un acontecimien-to que se realiza, una eicacia presente. Está constituido por dos elemenacontecimien-tos fundamentales, el signo externo y la eicacia del signo24. El signo externo se reiere a aquello que puede ser percibido por los sentidos, el conjunto de to-dos los elementos objetuales y acciones que conforman el ritual, que hacen visible la gracia santiicante de Dios. La eicacia del signo, en cambio, se re-iere, precisamente, a lo que el signo externo signiica y cómo, por medio de la gracia, este don se hace realidad.

Durante la historia de la Iglesia se ha caído en el error de dar mayor o menor importancia a alguno de estos dos elementos. En un principio, los protestan-tes dieron tanta importancia al signo externo, que se olvidaron por completo de su eicacia. Para contraponerse a esto, la Iglesia, en el Concilio de Trento (1563), enfatizó en el segundo elemento, pero llegó a olvidarse, práctica-mente, del igualmente importante signo externo. Sobre este tema, que se plantea concretamente en la constitución Sacrosanctum Concilium , la Iglesia ha trabajado fuertemente durante estos 40 años. Sin embargo, los cambios o reformas que se realizaron y se justiicaron con el pretexto de la reforma,

24 Catecismo de la Iglesia Católica. Números (1127 - 1128)

Eucaristía años 50.

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no siempre resultaron adecuados. Por ejemplo, en el contexto celebrativo de nuestros días se puede apreciar que, a menudo, se ha cambiado el aspecto ex-terior de las cosas, pero la mentalidad sigue siendo la misma. Los ieles asisten desde hace 40 años a la Eucaristía, que ya no se celebra en latín, y el Padre preside ahora dando la cara a la asamblea, como no sucedía antes del Con-cilio; sin embargo, y a pesar de estos cambios, fenómenos como la crisis de fe y la desacralización mantienen a la gente esperando que su relación con Dios sea un intercambio comercial, en el cual se reza o se hacen sacriicios para que Dios haga lo que cada uno quiere. Estos fenómenos de la crisis de fe y la de-sacralización, sobre los cuales se basa en gran parte la intención del Concilio Vaticano II y su renovación, consisten en procesos que se han desarrollado a través de los 2000 años de historia que tiene la Iglesia.

Para sintetizar un poco, resaltaremos los aspectos más importantes y rele-vanteS que dan luces para comenzar a deinir las oportunidades que brinda el Diseño para todo este movimiento de renovación litúrgica. Durante la larga historia de la Iglesia han ocurrido una serie de acontecimientos que han gen-erado la necesidad de modiicar o agregar ciertos elementos de la vida reli-gioso, con el in principal de adaptar el trabajo de la Iglesia a las necesidades de cada tiempo. Aun así, algunos de estos cambios han generado barreras que alejan a las personas con el encuentro profundo con Dios. Tal es el caso de la masiicación del Catolicismo que se presentó luego de que Constantino impusiera esta religión a todos los pueblos del Impreio; este hecho hizo que se perdiera la estructura inicial del espacio litúrgico y que se diera paso a las basílicas, donde se aglomeraban grandes masas; con esto, la centralidad de los sacramentos pasó a un segundo plano, por la necesidad de albergar a tan-tas personas.

Cambios de estructura y prioridades como estos causan el fenómeno de la desacralización, porque aquellos signos realmente importantes y sagrados pierden, con el tiempo, su sentido, quedan olvidados para que otros elemen-tos secundarios pasen a tomar su lugar y se pierde así la esencia misma de la fe. La fe como tal describe el tipo de relación que llevan las personas con Dios, pero, principalmente, es un don que se recibe a través de la Iglesia. Así, cuan-do hay problemas en la transmisión, porque ocurre un desvió de prioridades y el mensaje central se ve modiicado, es imposible que las personas lleguen a vivir de una fe real y solida. Como resultado de ésto, la Iglesia ha visto que la fe de sus ieles está basada en algo denominado religiosidad natural, medi-ante la cual se pretende, por un lado, entender a Dios desde la razón, y, por el otro, se cuestiona cada acontecimiento de la vida desde una lógica racional. A partir de esto, se construye una relación con Dios desde el intercambio, donde la persona busca tener contento a Dios para que nada malo ocurra y espera

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que Dios lleve su vida según sus propios deseos. Así, vemos cómo la liturgia misma se transforma y deja de ser un sacramento en el que Dios se entrega a los hombres, para convertirse en un sacriicio que hacen los hombres para alegrar a Dios, en el que entregan ofrendas y hacen ininidad de oraciones e indulgencias, para que Dios los vea y no permita que nada malo ocurra en sus vidas.

Como contraposición a esto, la Iglesia se ha empeñado, entonces, en trabajar por la restauración de la relación del hombre con Dios mediante una fe adulta y verdadera. Para ello se busca el redescubrimiento de la liturgia, de todo el conjunto de signos que la componen y la recuperación de la esencia del Cris-tianismo, propia de la Iglesia primitiva.

Oportunidad de diseño

Encontramos en la renovación litúrgica un escenario claro al cual puede el Dis-eño contribuir como disciplina, formulando importantes aportes y estrategias desde una perspectiva existencial. Lo anterior, para llegar al objetivo inal de redescubrir el sentido y el signiicado de los signos litúrgicos, para fortalecer el acercamiento y la experiencia con Dios de quienes participan en la liturgia y para involucrarlos profundamente con el sacramento que se está celebrando y que sean partícipes de lo que esto trae para sus vidas.

Esto consistiría, entonces, en intervenir en el sacramento de la Eucaristía, por ser el ritual más importante de la Iglesia Católica, en cuanto es en sí mismo el encuentro profundo de Dios con el hombre y que lo lleva a transformar pro-fundamente su vida. De esta forma, se trabajará en el análisis de cada uno de los elementos que componen este ritual, para formular propuestas claras de diseño que cumplan con el objetivo planteado.

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Proceso de Diseño

Para poder desarrollar claramente el proceso de diseño, su contenido se di-vidirá en 5 categorías que permitan construir una estructura clara y completa de todo lo que se pretende obtener. Tales categorías son: el contexto, el espa-cio, la comunidad, el objeto-signo, y la actividad. Todos están estrechamente relacionados en conjunto conforman la globalidad del caso sobre el cual se quiere trabajar.

A. CONTEXTO

El barrio La Floresta está ubicado en la localidad de suba de Bogotá, distrital-mente representa una Unidades de Planeación Zonal (UPZ)1. Es primordial-mente una residencial cualiicado, aunque en los últimos años se ha visto un importante desarrollo comercial ya que hay vías muy importantes que cir-cundad la zona sobe las cuales se han instalado centros comerciales, particu-larmente enfocados la venta de importantes tiendas de ropa y textiles y de automóviles.

Cubre una supericie total de 389,94 Hectareas que representa aproximada-mente un 5,6% de toda la localidad distribuida en 13 barrios. Tiene una po-blación total de 27.406 habitantes. Y está equipada con toda la gama de servi-cios públicos educativos y culturales.

La economía de la localidad gira en torno al comercio minorista, que es la 1 Secretaría de Hacienda Distrital, Departamento Administraivo de Planeación Distrital DAPD. Recorriendo Suba, Diagnósico ísico y socioeconómico de las localidades de Bogotá

D.C. 2004

ESPACIO

LUGAR OBJETO

ACTIVIDAD CONTEXTO

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principal fuente de generación de empleo. Le siguen en importancia el sector de servicios inancieros, inmobiliarios y empresariales y el sector de la con-strucción.

Las viviendas y los hogares son las unidades básicas dentro de las que viven la mayoría de las personas. El hogar se entiende como la persona o grupo de personas, parientes o no, que viven bajo un mismo techo y comparten los ali-mentos. Esto implica que en una vivienda pueden habitar uno o más hogares. En promedio el estrato socioeconómico de este sector está entre el estrato 3 y 4, incluyendo en menor medida el resto estratos. Tiene un índice de pobreza 2,8 % deinida por su pertenencia a estratos socioeconómicos 1 y 2, carac-terización socioeconómica según la encuesta del Sisben y porcentaje de la población con NBI.

El barrio de la loresta hace parte de la Zona Pastoral Episcopal San Pedro, que comprende la mayor parte del norte de la ciudad. A la cabeza de esta zona se encuentra Monseñor José Roberto Ospina Leongómez que cumple su labor como Vicario Episcopal Territorial.

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Parroquia Santos Timoteo y Tito Párroco: Jofre César Astudillo Quito Vicario: Carlos Wanumen

Teléfono: 2535941-2533074

Dirección actual: Calle 96 A - No. 68D – 35. Zona Pastoral Episcopal San Pedro

La parroquia de santos Timoteo y Tito lleva instaurada en el barrio la Floresta de Bogotá desde hace algo más de 10 años. En sus comienzos se instalo en una casa de vivienda del mismo barrio y se acomodo el garaje para poder llevar a cabo algunas de las celebraciones, aunque en su mayoría por diicultades de espacio era necesario que se realizaran en un parque aledaño a la casa. Así estuvo constituida la parroquia durante aproximadamente 5 años, donde iban acercándose más personas y se alcanzaron constituir 5 comunidades del camino Neocatecumenal, que con su colaboración y esfuerzo, lograron ad-quirir otro terreno para empezar a construir el templo. Después de un año de obras se termino la construcción de un pequeño templo temporal, algunas oicinas y salones que son los que actualmente existen. El trabajo dentro de la parroquia a continuado y en este momento existen 18 Comunidades, con muchos jóvenes. En Junio del año 2009 fue sustituido el párroco que llevaba sirviendo en la parroquia durante ya 9 años y fue encargado el padre Jofre César Astudillo, que con mucho entusiasmo y esperanza comenzó el proyecto para la inalización de la construcción del templo.

Parroquia Santos Timoteo y Tito. 2009

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B. ESPACIO

En la actulidad el complejo parroquial esta constitudio por el templo con su sacristia, las oicinas del despacho parroquial, dos salones para celebraciones de las comunidades, dos salones de bodegaje y un pequeño lote que se uti-liza como parqueadero.

Cada uno de estos espacios cumple temporalmente con su funcion y por tal razon la usabilidad de los mismos no es la mejor. El templo como tal aun esta en gran parte en obra gris, unicamente tiene acabaos en algunos elementos importantes como son la capilla del santisimo.

La mayoria de esta construccion debe ser reformada cuando se lleva acabo la obra de inalizacion del templo, este proyecto se esta empesadno a desarrol-las desde la llegada del nuevo parroco a mediados del ano 2009.

C. COMUNIDAD

Con el in de dar participación a las personas involucradas y afectadas por este proyecto se ha trabajado directamente con la comunidad, principalmente por medio de entrevistas las personales para conocer cuáles son las necesidades y deseos especíicos de la comunidad frente a la construcción de su templo parroquial. Durante la entrevista se les preguntaron cosas como: cúal es la importancia de esta parroquia para ustedes, qué les gusta y qué no les gusta, y qué quisieran para un futuro próximo, y si están dispuestos a colaborar con el trabajo que se necesite para llevar a cabo la inalización de su construcción. Reseñaremos a continuación algunos de los aportes presentados por parte de los diferentes tipos de personas que hacen parte de esta comunidad.

Párroco

Jofre César Astudillo Quito

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Catequistas

Jorge Galindo y Guillermo Maldonado

Esta parroquia tiene más de 10 años de Historia, en un principio celebrábamos en el parque o en un salón de la que ahora es la casa cural donde no cabían más de 30 personas. Pero Dios ha estado grande con nosotros y ahora ten-emos más de 500 hermanos en las comunidades como frutos de la labor del espíritu Santo en este barrio.

Con todos estos hermanos y los que vienen es indispensable tener una par-roquia amplia y digna donde podamos celebrar la eucaristía y recibir a mucho más hermanos que necesitadas de conocer el amor de Dios.

Hermanos

Adriana. 2da comunidad

Hace tiempo que quisiera ver esta parroquia terminada, ha sido muy grande la obra que Dios ha realizado mediante esta parroquia y parte de esto ha sido abrir los caminos para llevar adelante esta construcción. Estamos muy entu-siasmados de ver todo lo que se está comenzando a realizar y trabajaremos para hacer de esta parroquia una realidad para poder continuar llevando la buena noticia del amor de Dios a todas las personas y poder presentarles un lugar digno.

David Otero. 8 Comunidad

Tengo 20 años y llevo desde pequeño viniendo a esta parroquia con mis pa-dres. Para mí es un lugar muy importante porque aunque muchas veces vine obligado en este momento he visto gracias a lo que aquí he vivido el amor que Dios me tiene, y quisiera que muchos otros pudieran poder experimen-tarlo.

Nunca me ha gustado como se ve esta parroquia, hay muchas otras mejores pero aun así es la mía, donde he crecido y donde tengo mi comunidad por eso me gustaría mucho que se pudiera arreglar para que fuera la más bonita de todas.

Feligreses

Hugo Machea Cruz

Esta es la parroquia de mi barrio, donde he vivido siempre con mi esposa y mis hijos. Hemos sido siempre muy amigos del párroco porque el también nos ha ayudado mucho al igual que a muchos vecinos que conozco. Hemos visto que se hacen muchas actividades y particularmente hay muchos jóvenes involu-crados, eso nos gusta mucho. Estamos dispuestos a colaborar en lo que sea necesario para la construcción.

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D. ACTIVIDAD

La funcionalidad de los signos de la Eucaristía, como se planteó, depende de sus dos elementos fundamentales: el signo perceptual y la eicacia. El primer elemento depende especíicamente de la doctrina que deine la esencia del rito y cada una de las actividades que se llevan a cabo. Y Por otro lado, el se-gundo hace posible la completación de la función del signo y este depende del vínculo que se haya dado entre la persona y aquello que se está reali-zando, es decir, de la clara lectura del sentido que el signo pretende trasmitir. Por esto pasamos en primer lugar a presentar en análisis de la actividad que nos permita delimitar los elementos funcionales especíicos sobre los que se pretende trabajar. Para luego pasar la deinición de los elementos semánticos que hagan posible la clara lectura del signo.

Análisis de la actividad

Rito de la Eucaristía:

Con la intención de resaltar el sentido esencial de la eucaristía revisaremos el conjunto de elementos que del rito primitivo que celebraban los mismos apóstoles desde la muerte y resurrección de Jesús, y contiene todavía la pure-za clara del sacramento que se celebra. Para esto hemos tomado un escrito de San Justino 2, que vivió hacia el año 150 y conocía perfectamente toda la tradición de la iglesia primitiva.

Así el rito se divide en 9 elementos que son: el Domingo, la Comunidad, la

2 San Justino. Apología 1, 65-67. Siglo II

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Palabra, la Homilía, Oraciones, Paz, el Consagración, el Maranata, la Bendición. Todos estos describen como tal el encuentro y dialogo entre Dios y los Hom-bres, y deinen claramente el tiempo, el lugar, las personas, las actividades que se realizan, los diálogos, y especíicamente, cada uno de los signos objetuales que participan de esta celebración. Tales signos son: el templo, la asamblea, la sede presidencial, el ambón, el altar, la fuente bautismal, la cruz, y la eucaristía. Todos estos tienen una fuerte relevancia dentro del rito, pero delimitaremos aquí con que elementos especíicamente se plantea trabajar, buscando orde-nar y focalizar el proceso concentrarnos en un signo especiico que la base sobra la cual el resto del conjunto de signos pueda también desarrollarse.

Revisando cada una de las partes, encontramos que es la eucaristía, como signo, la que tiene mayor relevancia en cuanto es en ella que se sintetiza y se centra todo el misterio que se está celebrando, en cuanto hace presente la obra redentora de Dios que se entrega físicamente a los hombres en su cu-erpo y sangre para entregarles con esto la vida.

Es así como se deine formular propuestas conceptuales de cada uno de los signos para concentrarnos inalmente en los servicios del altar, como se cono-cen a cada uno de los elementos objetuales que hacono-cen presente este signo, estos son: el cáliz y la patena.

Análisis actividad cáliz y patena

La actividad central de la cual hacen parte estos dos signos es la comunión, que a partir de las reformas del Concilio Vaticano II, se pretende restaurar el ritual original que se lleva a cabo bajo las dos especies, es decir que se ingiere el pan ázimo y no la hostia, y cada persona bebe el vino directamente del cáliz. Por esto se hace necesario hacer una descripción detallada de esta actividad para conocer muy bien cada paso de esta secuencia deiniendo claramente los requerimientos de este diseño.

La comunión bajo las dos especies fue instituida en el marco de la comida del passah (Pascua Judía), aquí la eucaristía recibió la estructura de la comida, en que Cristo se da a los suyos en manjar bajo las dos especies de pan y de vino. Por el comer de su carne y el beber de su sangre se realiza la unión con él, por la que se hace a los ieles gracia de vida eterna.

Dentro del Rito de consagración donde se bendice a Dios y el pan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de Cristo, cada uno de estos se hace en momentos aparte pero inmediatamente continuos.

Primero se consagra el pan pronunciando las oraciones respectivas y se pre-senta el pan transformado a toda la asamblea y se parte en pan en pequeños trozos, acciones que únicamente puede llevar a cabo el sacerdote que preside

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la celebración. Si la asamblea es muy grande anteriormente se han preparado ya algunos panes partidos en trozos, estos son consagrados simultáneamente con el pan presidencial (con el que actúa directamente el sacerdote) sin nece-sidad de agregar nada al rito. Luego se reparte a cada uno de los participantes acercándose directamente a su puesto, este lo recibe de pie y espera hasta que todos los asistentes hayan recibido su parte y el sacerdote hace la oración inal para poder ingerir el cuerpo de Cristo.

Muy similar ocurre con el vino, es consagrado pronunciando las oraciones re-spectivas, es presentado a la asamblea y se reparte a cada uno en su puesto. La única diferencia es que a medida que el vino es acercado a la persona esta debe ingerirlo en el mismo momento porque ya todas las oraciones se han completado.

El cáliz y la patena están presentes dentro de todo el proceso para sostener y contener tanto el pan como el vino, con funciones especiicas: el transporte, para llevar cada especie hasta el altar donde se hace la consagración y luego para acercarlo a cada uno de las personas que van a comulgar. La limpieza, para procurar el menor contacto con las especies que son signo sagrado de la presencia de Dios mismo. El simbolismo, en cuanto representan un memo-rial del rito instituido por Jesucristo en la última cena, que utilizo también una copa para compartir con sus discípulos de su cuerpo y sangre. Y inalmente su función como recipiente, que no solamente contiene algún elemento en su interior sino que toda su coniguración formal expresa claramente que es lo que contiene, siendo esto lo realmente importante.

1

2 3

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E. OBJETO – SIGNO

DESCRIPCION GENERAL

El Cáliz

Es un vaso sagrado, el más importante de los objetos litúrgicos; es la copa que, a semejanza de la que Jesús usó en la Última Cena, se usará para realizar el milagro de la conversión del vino en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Por su gran dignidad, suele ser de metal noble: oro, plata, latón, etc., siempre con la copa dorada en su interior. Es, por su belleza, expresión de la majestad del sacriicio eucarístico.

La Patena

Es un vaso sagrado, que acompaña al Cáliz. Ordinariamente tiene la forma de un plato en el que se coloca la hostia grande que el sacerdote consagrará durante la Misa.

Existen también patenas más grandes y hondas que -junto con la hostia grande- pueden contener muchas hostias pequeñas. Las hostias, tanto la que usará el sacerdote como las más pequeñas, se hacen de harina de trigo, blan-ca y limpia, sin levadura. Este tipo de pan se le llama “ázimo”.

Elementos de lectura (semántica)

Se ha resaltado la importancia fundamental del signo, pero hace falta aclarar cuál es el mensaje concreto que se pretende trasmitir en los signos a diseñar en este caso. Se trata entonces del kerigma, es decir, la buena noticia del amor de Dios a los hombres, por quien a entregado asu hijo Jesucristo par ala salva-cion y el perdon de sus pecados, esto realizado a través de signos concretos trves de toda la historia de salvacion, y en la rememoración de estos signos se actualiza y hace presente este mismo amor.

El encuentro con este amor lleva al hombre a trasformar su vida, y pasar del sin sentido a la plenitud. Así, “aunque llenos de problemas, no nos encontramos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen. Dondequi-era que vamos llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se muestre en nosotros. Pues nosotros, los que vivimos, siempre estamos expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también su vida se muestre en nuestro cuerpo mortal. De ese modo, la muerte actúa en nosotros, y en vosotros actúa la vida”. (2 Co 4,8-12).

Así recordamos como el hombre es barro en manos del alfarero, su creador,

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quien ha hecho todo bien para el hombre porque lo ama, desde la más grande alegría, hasta el más profundo sufrimiento, cada cosa que viene de Dios es para bien del hombre. Porque él como padre de todos solo quiere lo mejor para nosotros y hacernos santos y felices, completar su magníica obra de amor.

Es esto lo que pretendemos recordar y conmemorar en estos signos, la pres-encia Dios, que hace de lo más frágil e insigniicante algo hermoso y eterno. Y cada objeto debe permitir la lectura de esta obra, que actualiza en cada uno de los que participa del rito sacramental.

Así cada detalle del objeto debe ser signo en si mismo logrando trasmitir iel-mente el mensaje, por eso pasamos a plantear como sus elementos comple-tan este logro.

FUNCION Y SIGNO

Para este apartado describiremos simultáneamente la función práctica y la función simbólica de estos elementos ya que están estrechamente relaciona-dos en cuanto la eicacia del signo depende de que precisamente estas relaciona-dos categorías estén conectadas.

La función practica de trasportar y contener presente en estos objetos es se-cundaria. El objetivo fundamental de estos signos es representar claramente lo que signiican dentro del rito y que todas las personas que participan de este puedan involucrarse fuertemente y vivir con plenitud la experiencia del encuentro con Dios por medio de la comunión.

Como lo deine muy bien la palabra comunión, la función principal de estos signos consiste en lograr la profunda unión entre Dios y el hombre para lo cual estos objetos son una herramienta material que hace posible esto en el mundo material en que vivimos.

Por esta razón pasaremos a realizar un análisis de tipologías en el cual se re-saltara simultáneamente las distintas versiones formales y simbólicas que se han utilizado históricamente para estos signos.

Análisis de tipologías

Este análisis se lleva acabo revisando cronológicamente distintos referentes sabiendo que el desarrollo histórico de estos signos está totalmente ligado con el desarrollo histórico del arte, el cual en la mayor parte de su historia, se ha inspirado y relacionado fuertemente con la religión.

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Los signos primitivos

Cuando retrocedemos en la historia y vemos hacía la Iglesia primitiva, podem-os observar una Iglesia poderpodem-osa (llena del Espíritu Santo), unida, perseguida, pero sobre todo fervorosa en la comunión con Cristo y en la oración.

La persecución que sufrían se debía a que lo primeros cristianos vivían en me-dio de una sociedad mayoritariamente pagana y hostil. Desde la persecución de Nerón (64 después de Cristo) se consideraba que su religión era “una su-perstición extraña e ilegal”.

Como no podían profesar abiertamente su fe, los cristianos se valían de símbolos que pintaban en los muros de las catacumbas, que eran espacios

Collage de Tipologias.

Incluye piezas encon-tradas del siglo V, hasta la actualidad

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subterráneos donde se escondían y celebraban sus ritos y enterraban a sus compañeros, e incluían grabados en sus lápidas de mármol que cerraban las tumbas. Como a gran parte de las culturas antiguas, a los cristianos les agrad-aba mucho el simbolismo. Los símbolos expresagrad-aban visiblemente su fe. El té-rmino “símbolo” se aplica a un signo concreto o a una igura que, de acuerdo con la intención del autor, evoca una idea o una realidad espiritual. Los símbo-los cristianos más importantes son el Buen Pastor, el “orante”, el monograma de Cristo y el pez.

Lo fundamental en este simbolismo es que procuraban sobre todas las cosas mantener viva la esencia de su fe, trasmitiendo ielmente lo que para ellos era su experiencia de Dios, que tenían muy cercana y concreta en cuanto en su mayoría se trataba de persona que habían recibido el mensaje de Dios de parte de los apóstoles quienes habían tenido una experiencia personal con Jesucristo.

La aplicación formal de esta época se caracteriza entonces por la sencillez de la esencia, el cáliz y la patena en su mayoria eran trabajados en cerámica o madera, materiales típicos para los utensilios de la mesa de ese tiempo, y no se preocupaban por decorarlos con grandes detalles, únicamente se utilizan como herramienta para contener las especies y los alimentos, como ocurría en cualquier otro tipo de cena.

Los Signos medievales

La iconografía cristiana de los primeros tiempos se centra preferentemente en la imagen simbólica. La sociedad pagana contemporánea se encontraba inmersa en una fuerte corriente de simbolismo promovida especialmente por las doctrinas religiosas y ilosóicas que se habían propagado por las riberas del Mediterráneo, y al cristianismo le debió ser fácil acomodarse a esta ten-dencia, más aún cuando los Padres de la Iglesia, a pesar de su disconformidad con las artes igurativas, aceptaban el símbolo como vía de la expresión plásti-ca. Clemente de Alejandría, por ejemplo, encuentra en el símbolo un recurso para la comprensión, capaz también de avivar la memoria.

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Formalmente se habla del icóno, que es una representación sinóptica de la Sa-grada Escritura. Y para que permaneciera inmutable, se creaban y transmitían de un autor a otro, de una generación a otra, los originales iconográicos, los modelos. Durante la elaboración de estos modelos, los rostros de los santos canonizados perdían sus trazos individuales y se transformaban en símbolos, es decir, en signos de una espiritualidad sobrenatural.

Así mismo, la institución de la Iglesia católica como la religión del imperio romano hecha por Constantino, hiso que la entrada masiicada de personas a las basílicas diicultara mantener el rito de la comunión bajo las dos espe-cies, por tal razón se empezó a realizar únicamente con una pequeña hostia y únicamente el sacerdote bebía el vino, aunque esto representaba la totalidad del signo.

Con todo esto la coniguración objetual fue modiicada. Al cáliz fue necesario darle un gran trabajo artístico formal que mantuviera presente la importan-cia del vino que contenía, aunque ya no podía ser bebido por todos los par-ticipantes en la celebración. Asi mismo, la forma de la patena cambió ya que desde ese momento debía responder a la nueva representación del pan como hostia y debía posibilitar el transporte de una gran cantidad de estas.

En cuanto al desarrollo de los acabados estos se regían también bajo los pre-ceptos de la iconografía y se le daba gran importancia al trabajo graico y los minuciosos detalles artesanales que se incluía en las supericies para que es-tuviera claramente relacionado con el resto del sistema icónico que envolvía todo el espacio litúrgico. Esto incluía la utilización de metales preciosos como el oro, no solo por la belleza y la grandes que este material representa, si no también gracias a que los iconos dentro del canon incluían que los fondos de las pinturas debían hacerse con pan de oro para representar la omnipresencia de Dios como luz que alumbra todo.

Los signos Humanistas

Entre 1350 y 1550 la sociedad europea occidental conoció y vivió una au-téntica revolución espiritual, una crisis de periles muy nítidos en todos los órdenes de la vida; una profunda transformación del conjunto de los valores económicos, políticos, sociales, ilosóicos, religiosos y estéticos que habían constituido la vieja civilización medieval, aquella que había sido deinida, con un cierto desprecio, como la edad de las tinieblas.

El Renacimiento que inluencio fuertemente a las demás corrientes artísticas que le siguieron, se distinguía por presentar las siguientes manifestaciones: por el nacimiento del Estado como una obra de arte, como una creación cal-culada y consciente que busca su propio interés; por el descubrimiento del arte, de la literatura, de la ilosofía de la Antigüedad; por el descubrimiento del

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mundo y del hombre, por el hallazgo del individualismo, por la estética de la naturaleza; por el pleno desarrollo de la personalidad, de la libertad individual y de la autonomía moral basada en un alto concepto de la dignidad humana. Todo esto transformo rotundamente la forma de ver el mundo el cual se basa ahora en antropocentrismo, es decir, que se considera que todo gira en torno al hombre frente al teocentrismo medieval.

Los aspectos centrales de la simbología humanista que nació con el re-nacimiento se centraban en la búsqueda de una espiritualidad más humana, interior, más libre y directa y menos externa y material que consistió enton-ces tomar la materia popular y la seleccionarla para transformarla en algo es-tilizado e idealizado, que restaurara la fe en el hombre porque posee valores importantes que no conviene despreciar.

La coniguración formal de los signos objetuales no tubo cambios muy noto-rios, sencillamente se dios paso a nuevas versiones utilizando nuevas técnicas de producción, con oro y plata, desarrolladas durante esa época y que hicier-an claros los nuevos ideales del hombre. Los acabados y los detalles también presentaban la aplicación de nuevas técnicas y sus contenidos expresaban las ideas de cada vanguardia artística que les inluenciaba.

Los Signos Modernos

El arte sacro, hoy en día, es un valor casi extinto, dada la extrema secular-ización del arte en general. Por lo anterior, las obras que producimos y promovemos, son los escasos testimonios que se generan, de manera espon-tánea, de dicho género artístico.

Aun así, en su mayoría encontramos que se enfatiza los aspectos abstractos del color la forma, las estructuras, etc., acentuándolos, resaltando su valor y fuerza expresiva, sin tratar de imitar ielmente modelos o formas naturales. Así mismo, se deja de considerar justiicada la necesidad de la representación igurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias signiicaciones. Se utiliza un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referen-cias visuales del mundo real. Que expresen de igual forma mensajes e ideas concretas.

Referencias

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