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Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos

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(1)

1

DE

".e-

Sanliqo

Be

Chile,

(2)
(3)

VI

mas importa no acostumbrarle

a

p a g a m dic

meras

palabras. El liabla de un pueblo es un sistema artificial de signos, rj:ic h j o niuchos respectos se diferencia de 10s otros sis- lomas dc la misma especie; dc que se sigue, que cada len-

sua

tienc su teoria particular, su graniAtica. No debemos pues aplicar indistintamente

a

un idioma 10s principios, 10s

prhcticas de otro. Esta misma palabra idioma (a) est& di- c k d o q u $ cada lengua ticne su jenio, su fisonomia, sus ji- ros; i mal deseinpeiiaria su oficio el gramiitico qucexplican- rlo la s u p sc limitara a lo que ella tuviese de comun con otra, o (todavia peor) que supusiera semejanzas donde no hubiese mas quc diferencias, i diferencias importarites, ra- clicales. Una cosa es la gramhtica jeneral, i otra la gram& tica de un idioma dado: una cosa comparar entre si dos idiomas, i otra considerar un idioma como es en en si mis- nio. ~ S C trata, por ejemplo, de la conjugacion del verbo cas- tcllano? Cs precis0 enumerar las formas que toma, i 10s sig- nificados i usos de cada forma, como si no hubiese en cl mundo otra lengua que la castellana; posicion foorzada res- pecto dcl niiio, a quien se exponen las reglas de la sola len gua que csta a su alcance, la lengua nativa. Este es el pun- to de vista en que he procurado colocarme, i en el que rue- go

a

las pcrsonas intelijentes, a cuyo juicio someto mi tra- bnjo, que procuren tambien colocarse, descartando, sobrc todo, las reminicencias del idioma latino.

En Espaiia, como qn otros paises de Europa, uiia admira- cion exccsiva a la lengua i literatnra de 10s romanos di6 un tipo latino a casi todas las producciones del injenio. Era csta una tendencia natural de 10s espiritus en la Bpoca de la r&aoracion dc las letras. La mitolojia pagana sigui6 su- miiiistrando imhjenes i simbolos a1 poeta; i el perlodo cicer- oniano fu8 la norma de la elocucion para 10s escritores clegantes.

No

era p e s de estraiiar que se sacasen del latin

tkrminos, las analojias en que sc resumen bien o mal las .- 4

(4)

\'I1

la nomenclatura i 10s chnoncs graniaticalcs de nuestro I O - mancc.

Si como fu6 el latin el tipo ideal de 10s gramhticos, las cir- cunstancias hubiesen dado esta preeminencia a1 griego, h u - bikramos probablemente contadp cinco casos en nuestra tlr- clinacion en lngar de seis, nnestros wrbos hubieran tenido no solo voz pasiva sin0 voz media, i no habrian faltado ao- ristos i paulo-post-futuros en la conjugacion castellana.

Obedecen sin duda 10s signos del pensamiento a ciertas leyes jenerales, que derivadas do aquellas a que esta sujeto el pensamiento mismo, domiiian a todas las lenguas i consti- tuyen una gramhtica universal. Pero si se exceptlia la reso- lucion del razonamiento en proposiciones, i de la proposicion e n sujeto i atributo; 13 existencia del sustantivo para expre- sar directamente 10s objetos, la del verbo para indicar 10s atributos, i la de otras palabras que modifican i determinan

a

10s sustantivos i verbos a fin d e que con un ndmero limi ~

tado de nnos i otros puedan designarse todos 10s objctos po- sibles, no solo reales sino intelectuales, i todos 10s atributos que percibamos o imajinemos en ellos; si exceptnamos esta armazon fundamental de las lenguas, no veo nada que es- temos obligados a reconocer como lei universal de que a nin- guna sea dado eximirse. El nlimero de las partes de la ora- cion pudiera scr mayor o menor de lo que es en latin o en las leiignas romances. El verbo pudiera tener jkneros i el nombre tiempos i modos. &UP: cosa mas natural que la con- cordancia del verbo con el sujeto? Pues bien; en griego era no solo permitido sino elegante concertar el plural do 10s nombres iieutros con el singular de 10s rcrbos. En el en- tendimiento dos negciones se destruyen necesariamente una a otm, i asi es tambien casi siembre en elhabla; SIR que por eso deje de haber en castellano circnnstancias en que dos negaciones no afirman. No dobemos pues trasladar lijeramente las afecciones de las ideas a 10s accidentes de las palabras. Se ha errado no poco en filosofia suponiendo a la lengua un

trasunto

fie1 del pensamiento; i esta misma

(5)

I VIlI

rxajerada suposicion ha-extraviado

a

la gramktica en direc- cion contraria: unos arguian de la copia a1 orijinal; otros del orijinal

a

la copia. En el lenguaje lo convencional i arbitrario abraza mucho

mas

de lo que comunmen- le se piensa. Es imposible que las creencias, 10s capricho de la imajinacion, i mil asociaciones casualcs, no produje- sen una grdndisinia discrepancia en 10s niedios de que s e xalen las lengoas para manifestar lo que pasa en el aim a tiiserepancia que

va

siendo mayor i mayor

a

medida que se apartan do s u comun orijcn.

Esto. dispuesto a oir con docilidad las objeciones que se hagan a lo que en esta gramktica pareciere nuevo; aunque, si biec se mira, se hallar8 quo en eso mismo algunas veces n o innoko, sino restauro. La idea, por cjeinplo, que yo d o i de 10s casos en la declinacion, es 13 antigua i jenuina; i en

atribuir la naturaleza de sustantivo a1 infinitivo, no hago Inas que desenvolver una idea imperfectamente cnunciada en Prisciano: ((Vim nominis habet verbum infinitum; dico eniinbonicrn est Zegere, ut si dicam bonn est leclioa. No he querido, sin embargo, apoyarme en autoridades, porque pa- ra mi la sola irrecusable en 10 tocante a una lengua es la len- gua niisma. Yo no me creo autorizado para dividir lo que ella constantenieiitc une, ni para identificar lo que ella dis- tingue. No miro las analojias deotros idiomas, sino comoprue- Bas accesorias. Accpto ]as practicas coni0 la lengua las pre- w i t a ; sin imajinarias clipsis, sin otras explicaciones quo

1:is que se reducen

a

ilustrar el us0 por el uso.

Tal ha sido mi Ibjicn. En cuanto

a

10s auxilios dc que he procurado aprovecharme, debo citar especialmente las obras dr la Academia Espacola, i la Gramhtica de D. Vicente Sal- I k. He mirado esta 6ltima como el dep6sito mas copioso de 10s modos de decir castellanos; como un libro, que nin- gun0 de 10s que aspirau a hablar i escribir correcta- mente nuestra iengua nativa debe dispensarse de leer I consultar amenudo. Soi tambien daudor de algunas ideas A injenioso i docto D. Juan Antonio Puigblanch, en

las ma-

I

(6)

terias filolojicas que Xi fuerajusto olvidar considere como uti f 10s mejores tiempos, creo que merezca el Despues de un tral

In iinim rinn rnn n 3 ~ r

toca por incidencia en sus Ophscuios. a GarcBs, cuyo libro, aunque solo sc ;losari0 de 1 oces i frases castellanas dp ilustradas con oportunos ejcniplos, no desden con que hoi

se

le trata. lbajo tan importante como el de Salra, 7- yuv , , u L ~ c i a echarse de m h o s era una teoria que exhibiesc el sistema de la lengua en la jeneracion i us0 de s k inflexiones i en la estructura de sus oraciones, desem- barazado de ciertas tradiciones latinas que de ninguna mane- ra le cuadran. Pcro cuando digo teoria, no s e crea que trato dc especulaciones metafisicas. El Sr. Sal\& reprueba con razon aquellas abstracciones ideoloj icas, que, como las dc u n autor que cita, se proponen para lejitimar lo que el us0 proscribe. To liuyo de ellas no solo cuando contradicen al uso, sino cuando se remontan sohre la mera priictica del lenguaje. La filosofia de la qramlitica, a lo m h o s de la granxitica elemental, la reduciria yo

a

representar el us0 bajo las fbrmulas mas comprensivas i simples. Fun- clar estas formulas en otros procedere3 intelectuales que 10s que real i yerdadcramente guian a1 uso, es un lujo que 110 h a menester la gramktica. Pero 10s procederes intelec- tuales que real i verdaderamente le + i n , o en otros tdrmi- nos, el valor precis0 de las inflexiones i las conibinacionrs de las palabras, es un objeto necesario d e averiguacion; i la gramjtica que lo pase por alto no desempe5ari cumplida- mente su oficio. Como el diccionario da el significado de las raices,

a

la gramhtica incumhe exponer el mlor de las in- flexiones i combinaciones, i no solo el natural i primitivo, siuo el secundario i el metafbrico, siempre que hayan entra- do en el us0 jeneral de la Iengua. Eslc es el campo que pri- valiramentc~a~)raean las especulacio7esgramaticales, i al mis-

in0 tiempo el limite que las circunscribo. Si alguna vez hc

(7)

X

ban algun proceder mental curioso: trasgresiones, por otrd parte, tan raras, que seria demasiado rigor censurarlas como inoportunas.

Es preocupacion harto comun la que nos hace creer llano i fhcil el estudio de una lengua, hasta el grado en que es necesario para hablarla i escribirla correctamente. Hai en

telijencia de la primera edad; i por eso he juzgado conve- niente dividirla en dos cursos, reducido el primer0 a las nociones m h o s dificiles i mas indispensables, i extensivo el segundo a aquellas partes del idioma que piden un en- tendimiento ejercitado. Los he sefialado con diverso tipo, i comprendido 10s dos en un solo tratado, no solo para evi- tar repeticiones, sin0 para proporcionar a 10s profesores del primer curso el auxilio de las explicaciones destinadas al seaundo, si alguna vez las necesitaren. Creo, ademas, que esas explicaciones no serhn enteramente inGtiles a 10s prin- cipiantcs, porque a medida que adelanten, se les iran desva- neciendo gradualmente las dificultades. Por este medio que- da tambien al arbitrio de 10s profesores el aiiadir a las lec- ciones de la ensefianza primaria todo aquello que de las del curso posterior les pareciere a prop6sito, segun la capacidad i aprovechamiento de 10s alumnos. En las notas a1 pi6 de

las

phjinas menciono 10s arcaismos, llamo la atencion a ciertas prhcticas viciosas del habla popular de 10s america- nos para que sc conozcan i eviten; i dilucido algunas doctri- nas con observaciones que requieren el conocimiento d e otras lenguas. Finalmente, en las pocas notas que he coloca- do a1 fin del libro, corrijo las inexactitudes que en 61 he pd- dido percibir dcspues de impreso, i me extiendo sobre algu- nos puntos controvertibles, en que juzgu6 no estarian demas las explicaciones para satisfacer

a

10s lectores instrui- dos.

No tengo la presuncion de escribir para 10s castellanos. Mis lecciones se dirijen a mis hermanos, 10s habitantes de Ilispanodm6rica. Juzgo importante la conservacion de la

(8)

XI

Icngua

de

nuestros padres en su posible pureza, como un medio providencial de comunicacion i 1111 vinculo de frater- nidad entre las varias naciones de orijen bspaiiol derrama- das sobre 10s dos continentes. Pero no es un purismo su- persticioso lo que me atrevo a recomendarles. El adclanta- miento prodijioso de todas las artes, el progreso de la cul-

nuevos signos para expresar ideas nuevas; i la introduccion de vocablos flamantes, tornados delas lenguas antigiias i ex- tranjeras, ha dejado ya de ofendernos, cuando no cs niani- fiestamente innecesaria,

o

cuando no descubre la afccta- cion i mal gusto de 10s que piensan engalanar asi lo que escriben:Hai otro vicio peor, que es el prestar acepciones nuevas a las palabras i frases conocidas, multiplicand0 Ias anfibolojias de que por la variedad de significados de cada palabra adolecen mas o m h o s las ienguas todas, i acaso en mayor proporcion las que mas se cultivan, por e1 ca- si infinito nlimero de ideas ;I que es necesario acomodar 1111 numero necesariamente limitado de signos. Pero el mayor mal de todos, i el que, si no se ataja, va a privarnos de la$ :napreciables ventajas de un lenguaje comun, cs la avenida de neolojismos de construccion, que inunda i enturbia mucha parte de lo que se escribe

en

AmBrica, i alterando la es- tructura del idioma, tiende

a

converlirlo en una multitud de dialectos irregulares, licenciosos, biirbaros; embriones de idiomas futuros que durante una larga elaboracion re- producirian en AmCrica lo que fu6 la Europa en el tenebro- so period0 de la corrupcion del latin. Chile, el Perk, Bue- nos-Aires, Wjico, hablarian cada uno su kngua, o por me- JOI' decir, varias lenguas, como sucedeen Espaiia, Italia i Fran- cia, donde dominun tres idiomas provinciales, pero viven

a

s u lado otros varios, oponiendo estorhos a la difusion de las loces, a la ejecucion de las leyes,

a

la administracion d , Estado, a la unidad nacional. Una lengua es como nn cuerpo viviente: su vitalidad no consiste en la constante identidad de elementos, siuo en la regular uniformidad de las

fullciones

(9)
(10)
(11)
(12)
(13)

9

1 CAPfTIiLQ I.

CAPiTULO I.

Rsiructora material de Pas palabras. Toda lengua consla de palabras diversas, llamadas tam- i m i dicciones, aocablos, voces. Cada palnbra es un signo q u e I qmseiita For si solo algona idea o pensamiento, i que c m - f r t g p d o s e . esto cs, combinhndose, ya con unos, ya con otcos

signos de ia misma cspecie, contribuye a expresar diferentes ~-onceptos, i

a

manifestar asi lw que pasa en el alma del que liabla.

Si atendemos a la estructura material de las palabras,

CSIO es,

a

10s sonidos de que s e componen, v e r h o s que to-

rj3s ellas s e resuclven en un corto nuniero de sonidos ele-

mcn[cllcs, csto es, irrcsolubles en utros. De estos 10s unos ,;iirden pronunciarse separadamente, con la mayor claridad

: distincion, i se llaman VOCALES: 10s represrntamos per la ’etras a. e , i, o, $1. De 10s otros ninguno poede pronunciarse

?orsi solo, a lo m h o s de un modo claro i distinto; i para que se perciban claramente, es necesario que suencn

am

d g u n sonido vocaf : kimanse por eso COxSoxAIYTEs. Tales m n Eos que rcpresentamos por las letras b, c, CIL, d ,

I,

g, j, I , 11,

m , n , A, p , r, rr, s, t,

w,

y, z, combinados con el sonido vocal a cn ba, ca, cha, da, fa, ga, j a , la, lla, ma, nu, Aa, pa, I

(14)

ESTnUCTl!RA DE LAS PALABRAS. 3

F: s, oonio cn

la

palabra exbmcn, que se pronuncia cgscimcn

o ecshmen. I en fin, la k i la w (llamada doble v ) solo se usan en nombres propios tomados de lenguas estranjeras, como Franklin, Washington.

Aunque Zctras significa propiamente 10s caracteres escritos de que se compone el alfabeto, suele d a m este nombre, no solo a 10s signoe alfabbticos, sin0

a

10s sonidos denotados por ellos. De aqui es que decimos en uno i otro sentido Ins

w l e s , las consonantes, subentendiendo lctras. Las conso- nantes so llaman tambien articulaciones i sonidos at-& d a d o s .

Combinandose unos con otros 10s sonidos elementales for- man palabras; bien que basta

a

veces un solo sonido, con tal que sea vocal, para formar palabra, como a cuando de- dmos woi a casu, atiendo a la leccion;

o

como i cuando de- cimos Madrid i Lisboa, vu i viene.

Cada p:rlabra consta de uno o inas niiembros, cada nno de 10s

euales pnede proferirse por si solo perfectamelite, i es indivisible

en otros en que p e d a hacerse lo misiiio; reproduciendo todos Juntoe la palabra entem. Por ejemplo, grumhtica eonsta de cuatro mienibros indivtsiblos, pa-mCc-ti-ca: si qiitsi6ramos dividir cada

u n o de estos e n otros, no podrianios, sin alterar u osciirecer al- gunos de 10s sonidos coniponentes. Asi del mietnbro gru pudt6-

rauios sacar el sonido a, peio quedarian oscuros i difieiles de

enunciar 10s sonidos gr.

L l h a n S e s f L A s A s 10s miembros o fracciones de cada pala- hra, separables e indivisibles. Las palabras, segun el nu- mer0 de silabas de que se componen, se llaman monosilabas (de una silaba), disilabns (de dos silabas), lrisilabas (de tres), pdisilabus (de muclias).

Cuando una consonante se Eialla en medio de dos vocales,

, irudiera dudarse con cuAl de las do5 forma silaba. Parecer6,

iwr ycmplo, quc pudikramos dividir la diccion pclo cn las silabas pel-o, no m h o s bien que en las silahas pe-lo. Pero ('11 10s casos de e& especie, nos es natural rdcrir a la vocal

>iyrlelilc toda consonante qtie pueda !dlarse

en

prinfipic) c l ~

(15)

6 C A P ~ T U L O I .

diccion. La I puede principiar diccion, coni0 se ve en laud, icon, Zibro, loma, luna. Dekemos pues dividir la palabra

pelo en las silabas pe-lo, juntando I? 2 con la 0.

No sucede lo mismo en mora. N i q u n a diccion castellana principia por el soiiido que tiene la T en mora. AI contrario, liai muchas que termillan por esta letra, como cantar, placer,

morir, flor, sequr. Por consiguiente, la division natural do

mora es en las dos silabas mor-a.

Cuando concurren dos consonaiites en medio de diccion, como en monte, es necesario las mas veces juntar la primera con la vocal precedente i la segunda con la siguiente: mon-de.

Pero ai combinaciones binarias de sonidos articuladoa, por las cuales puede principiar diccion, como lo vemos en

blason, brazo, clamor, cria, droga, frcma, frnnja, gloria,

qrito, pluma, preso, tlascalleca, trono. Sucede ent6ncea quo

la segunda consonante se aproxima de tal modo a la primera, que parece como embcherse en ella. Decimos por eso que se

iiqtcida, i la llamamos Eiquida. La primera se llama licuanlc.

No ai en castellano otras liquidas que la 1 i la r (pronun- cibndose esta bltima con el sonido suave que tiene cn a m ,

era, mora); ni mas licuantes que la b, la c (pronunci6ndose con el sonido fuerte que le damos en casu, coro, ctsna), la d ,

la f , la q , la p i la t .

Las combinaciones de licuante i liquida se refieren siem- pre a la vocal que sigue, comoen ha-blal-, a-bril, tc-cln, cua-

dro, a-/hcncia, am-fran, co-pla, a-tlkntico, le-tra;

a

m6nos

que la 1 o la r dcje de liquidarse verdaderemcnte, como su- ccde en sublunar, stcbrogacion, que no se pronuncian su-blu- ?tar, su-bro-gcr-cion, sin:, sub-Zu-nar, sub-ro-ga-cion, i deben ])or consiguiente dividirse de este segundo modo; lo que po- ciria, con respecto a

la

T , indicarse en la escritura, ponien-

do r r (subrrognciora); por cuanto la T , no liquida, pasa,

ciespues de toda consonante, como en principio de diccion, a1 sonido fuerte de la r r .

Juntbndose tres

o

cuatro consonantes, de

las

cuales

la se-

(16)

ESTRCCTURA DE LAS PALABRAS. 5

\-oca1 anterior, como en pcrs-pi-ca-cia, cons-lata-&, trans-

cri-bir. La razon es porque ninguna diccion castellana prin- cipia por s Ziquida (que asf se llama la s inicial seguida de consonante); a1 paso que algunas terminan en s preccdi- da de consonante, como finis ( q u e se pronuncia fiitiigs o

Como la z ropresenta dos articnlnciones distintas, de las ~ u n l c a

la primern fnrma silaba coil I:& vncal nnterior, i la segnndn con I:( vocnl qne signe (ezionen, eg-sb-men, ec-sb-mea), es evitlente q u e do ninguna (le laa dos vocales puede en le escritura scpirnrse la 3, sin despedazar una si1,ibn : ni ez-b-men, ni e-zb-men rcpresentan el verdadero silabeo de esta palabra, o 10s mienibros on qiie natn- ralmente se resnelve. Sin embargo, cunndo a fin de reiiglon ocii- sre separar Ins dos silabas a q u e pertenece por mitnd In z, es pre- ferible jnntarla con la vocal anterior, porqiie ninglinn diccion cas- tellana principia por esta Ietra, i dgnnas terminan en ella.

ApBnacr parece necesario advertir q o e Ins caractkrcs de q u e se componen las letras ch, 11, rr, sou inseparables el uno del otro, porqne juntos representtin sonidos inclivisibles, que se osocisn niempre a la vocal qne eigne. T a n absurdo seria silabear guer-ra, cur-ro, coino coc-ka, Bul-la.

Lo qne decirnos w b r e la estriwtnra de Ias palahras cnstellanas, no se aplica a multitud de vocablos extmnjeros, e n que retenenion la escritiira, i, en cnanto nos es posihle, la pronnnciacion do sit

oiijen; coino Czar, B y o n , Cooper.

Cnando concurren en nnn diccion d o s vocales, pnede diidnrw

si pertenecen a silabas distintas, n a una misma. ParecerA, por

ejeniplo, a primera vista, q n e podemocr dividir la palabro cautela

e n las cuatro sil:ihas ca-u-to-Zu; pero silahenndo asi, In co~nbinn- cion au dnraria demasiado tiempo, idesnatiiralizariaiiios por con- signiente la diccion; porqiie en elln, si la proriuncinmos corrccta-

mcnte, el sonido d e la u no debe tlnrnr mas que e l brevisiino 8s- pacio que una eonsonante ocnparia; el niismo, por ejemplo, q n e l a p ocupa en captura; d e qne se sigue que cautclcs se dividc en 10s ires silabas can-te-la. AI contrario, rehusar se divide nntnrnltnente e n Ins tres ailabas re-ku-sur, porqne esta diccion se prnnnncin e11 el misnio tiempo que r e p t a r ; gast6ndose en proferir la rornbina-

cion ea el m14iiio e s p w i ? (IW si niellibra nna conwnin:e. (Jlirc.

f h k s ).

,

(17)

I

6

-

C A P ~ T U L O I .

nios Ins vocales E u como coiiciirrentes porqiie la A 110 sigitifim

sondo nlgiirio). Esto hare ver qiie

Para el acertado silabeo de las palabras

es

preciso aten- der

a

la cuantidad, de las vocales concurrentes,

esto

es,

al tiempo que gastamos en pronunciarlas. Si, pronuncia- da correctamente una palabra, se gasta en dos vocales con- rurrcntes el mismo tiempo que se gaslaria poniendo una consonantc entre ellas, dcbemoi; mirarlas como separables i referirhs

a

silabas distintas: asi sucede en ca-ido, ba-til, T C -

Ime, re-husar

,

sard-o, ock-ano, Ji-ando

,

contin&-a. Pero si se emplea tan breve ticmpo en proferir las vocalcs concurrentes qe no pueda m h o s de alargarse con la inter- position de una consormte, dcbcmos mirarIas como inse- parables i formar con ellas una sola silaba : asi sucede en

m i - p c , flnu-ta, pei-ne, reu-ma, doi-to, cam-bin, fra-guo;donde las vocaks i u no ocupan mas lugar quo el de una conso- nante. Se llama DIPTONGO la concurrcncia d e dosvocales en una sola silaba.

En castellano pueden concurrir hasta tres vocalcs en una sola silaba dc la diccion, formando lo qne se llama TRIPTOV- G O , COTO en cam-biais, fra-quais. En efecto, si silabe&semos

cam-&ai?, harianios durar la rliccion el mismo espacio de tiempo que comhznais, i desnaturalizariamos SII Iejicima pro- nunciacion; i lo misrno sucederia si silabeAvemos em-bia-is pronnnciindala en el mismo tiemro que cambiados. Luego cn cambiais las tres vocales concurrentcs i, a, i , perbnecen a una sola silaba: al reves de lo que sucede con las tres d c

pais, que se pronuncia en igual t i e m p que firinis, i con las dos dc p a k , cuyas vocales concurrentes duran tanto corn@ las de Paris. Asi pais es disilabo, pertencciendo cada vocal. a distinta silaba; finis disilabo, pcrteniendo la primera i a !a primera silaba, i el diptongo ai a la segunda; i cumbiais tambieii disilabo, formando las tres filtimas vocales un trip- tongo.

SI importa atender ala cuantidad de las vocales para la di-

1 ision de las dicciones en

sus

verdaderas silabas

o

fracciones

i

I

(18)

-

FLASIFICAClON DE LAS P.iL.iCP..\B. 7

hdivisibles, no importa m h o s atender al accn!o, c p : d a it

cada palabra una fisonomia, por decirlo asi, pcculiar., sienchj 61 a veces la scla cosa que las diferencia unas de otras, comose notarh comparando cstas t,res diccioaes, viivio, cni%;, eoiri, i estas otras tres, Ziquiqo, liptido, l i p i t f d .

El acerilo consiste en una levisima prolonyacion de la 1 - t ~ -

cal que se acenlha, acompaiiada de una lijera elevweiun del tmo. Las rocales acentuadas se llaman ~ p c d t c s ; i {as otras puocs.

Las

diccionesen que eiacento eacsobrc la h!tinia siia- ha (que no es lo misrno que sobre la ultima voc.al), sc Ilamrrn tambien q u d a s , como mrio, javali, mrazBn, vcriis, [ u t - p ~ d i s : aquellas en que cae sobre la pcni!ltima silnha, IIuiws

0 p v c s , como vario, conkto, mcirjcn, pkine, ccirnbio, cadnlo; qrlellas en que sobre la antepenilltima silaba, csdrkjulns,

como liquido, Ecigvimn, rhjjimen, eciiistico, dii.reci.5; i en fir!, aquellas en que sobre una silaba anterior a la ant~yeniiltimii {lo que solo sucedc e11 palabras compaestas, cs de&-, cri euya formacion han entrado dos o mas palabws), .wbr.rrs-

d r u j u h ,

como

cumpli6ramos lo, dnr iu nc os le lu I

7

C:IPiTUi.O I$.

C ~ S ~ ~ ~ C S M % Q ~ de l a w p a a s ; a n ~ ~ ~ pcsr miA w a r 1 0 ~ dP@CEOW.

Atendiendo ahore ii 10s varios oficios (le I;IF ri:iabras en

CI razonamiento, pcdemos redacirlas a siele cliisc ~%tanliz~o, Adjeiivo, Verbo, Bdverbio, P r e p s '

junciova, Interjection. Principiamos por el YCT

in mas ficil de conocer i distinguir.

\'Enno.

Tomemos una frase cualquicra sencilla, pcro que h g a sentido completo, v. gr. el niso nprende, 10s Gir6olc.s er'ccen.

Podemos rcconocer en cada una dc estas cios Frases dcs par- diwrsas : la primera signi!ica una cosa o porc9n de co-

(19)

3 C4PfTULO I f . I

acerca de ella

o

ellas pensamos, uprende, c~ecen. Llfimase Izt

primera SUJETO

o

SUPUESTO, i la segunda ATNBUTO; denomi- naciones que se aplican igualmente

a

las palabras i a 10s con- ceptos que declaramos con ellas. El sujete i el atributo uni- dos forman 13 PnoPosiciox.

Entre estas dos partes hai una correspondencia constante. Si en lugar de el niiro ponemos log niiros, ien lugar de 10s dr- boles, el i r b o l , es necesario que en la primera proposicion digamos uprenden i en la seguiida crece. Si el sujeto es uno, se dice u p r e n d e , crece; si mas de uno, uprenden, crccen.

Ek

atributo varia pues de forma segun el sujeto significa unidad o pluralidad, o en otros tkminos, segun el sujeto estA en nic-

mer0 singular o plztrut. No hai mas que dos nlimcros

en

mestra lengua.

No es esto solo. IIablando del niiio se dice que npren&: si el niiio hablase de si mismo, diria yo aprmdo, i si tiablando del niiio le dirijiksemos la palabra, diriamos tic qwendes. En el nlimero plural sucede otro tanto. Ifablando de muchos nifios sin dirijirles la papabra, d e c i m uprenden : nosotros aprcndemos, dirian ellos hablando de si, o uno de ellos que hablase de todos; i vosofros uprendcis, diriamos a todos cllos juntos, o a cualquicra de ellos, hablaiido de todos.

Yo es primera persona d e singular. t5 segunda persona del mismo nlimcro; nosotros, primera persona de plural, eo-

.wtros, segunda; toda cosa

o

conjunto de cosas que no es primera o segunda persona, es tercern de singalar o plural, con cualquiera palabra que la desi, Oncmos.

Vcmos, pues, que la forma del atributo varia con el nh- niero i persona del sujeto. La palabra p e r s o n a , que co- munmente, i aun en la gramitica, suele significar lo que tie- ne vida i razon, lleva en el lenguaje gramatical otro signi- ficado mas, deiiotando Ins tres diferencias de primcra, se- .qunda i tercera, i comprcndiendo cn este sentido las cows brutas

o

inanimadas no

m h o s

qoc las ierdaderas personas.

Observcmos ahora que en las proposiciones el nirio aprcn-

d e . Ins arbolea rrccen, atribn;mou al niiio i a 10s Arboles una

(20)

CLASIPICACION DE LAS PBIABRAS. 9 euafidad o accion que suponemos coexistente con el mornento miSm0 en que estamoshablando. Supongamos que el apren- der el niiio no succdiese ahora, sin0 hnbiese sucedido tiem- Po hh : se diria, por ejemplo, en las tres personas de singu- lar, yo aprendi, tu nprendistc, el niEo aprendid, i en las tres de pliiral, nosolros aprendimos, vosolros aprendisleis, ello6

uprcndieron. Dc la misma manera, yo creci, tli creciste, el &bo1 crecib, nosolros crecimos, vosolros crccisteis, 109 &bo-

les crecieron. Varia pues tambien la forma del atribulo par3 significar el tiempo del mismo atributo, entendibndose POC.

liempo el ser ahora, Bntes o despues, con respeclo nl momen-

to mismo en que se habla; por lo que todos 10s tiempos del atributo s e pueden reducir

a

tres, presentc, pasado i futuro.

Hai todavi;t otras eepecies de varincirines de que P S snsreplible

In forma tlt.1 atrihuto, per0 basta el conocimiento de est.is part iiupslro objcto prpsente.

En las proposiciones el ni6o nprendc, 10s &boles M C ~ , el atributo es una sola palabra. Si dijbseinos el nifio nprende mal, o uprends colt dificzillad, o aprende m a s inzililes, 0

aprendid la arilrndlica el niio pasado, el atributo constaria de muchas palabras, per0 siempre habria entre ellas una euya forma indicaria la persona i n6mero del sujeto i e i tiempo del atributo. Esla palahra es la mas esencial del atri- buto; es'por excelencia el atributo niismo, porque tad% las otras de que este puede constar, iio hacen mas que referirse a ella, modificando, particuiarizando su significado. Llarnh- mosla uerbo. El FERBO espues una palabra que denota cl atributo de la pioposicion, iiidicando juntamente el nurnero 1 persona dcl sujeto i el tiempo del mkmo atributo.

L

I

SUSTANTIVD.

Como el verbo es la palabra esencial i primaria del atri- buto, el szcstan6iz.o es la palabra esencial i primaria del SU- jeto; el cual puede tambieil componersc de muchas palabras, clominaudo entre ellas un sustautivo, a que se rcfieren todas las otras, particulariznndo s u significado, o como se dice or-

(21)

40 c.ipi,rcLo 11.

dinariarnente, modifichdolo. Tal es niiio, tal es civboles, en las dos proposiciones de que nos henios servido como ejem- plos. Si dijbsemos el niao aplicndo, el niRo dolado d e tulenlo, la plaza mayor de la ciiidad, 10s arboles frw-

tireros, [as plantas del jardin, particularizariamos el signir ficade de niilo, de plaza, de drboler, de plnnlas, i cada una de estas palabras podria ser en su proposicion la dominante, de cuyo nurnero i persona depertderia la forma del verbo. El SWTANTIVO es pues una palabra que puede servir para de- signar el sujeto de la propusicion. Se dice que p e d e scrvr'r, no que sirwe, porque, ademas de esta funcion, el sustantivo ejerce otras, corn0 despues verhmos. El verbo, a1 contrario, ejerce una sola, de que ninguna otra palabra es susceptible, i por eso no hai ninguna que tan fiicilrnerite se reconozca i distinga, ni que sea tan a prop6sito para guiarnos en el CO-

nocimiento de las otras.

Como a1 verbo es al quese refieren todaslas otras palabras del atributo, i a1 sustaiitivo todas las otras del sujeto, i corno el verbo mismo se refiere a un sustantivo, ya se echa de ser que el sustantivo sujeto esen la proposicion la palabra pri- maria i dominante, i a la que, directa

o

indirectamentc, mi- ran todas las otras de que la proposicion se compone. LOS sustaniivos signincan direclarnente 10s objetos en quo pen- samos, i lienen amenudo dos numeros, denotando ya la uni- dad, ya la pluralidad de 10s mismos objetos; para lo que to- man las mas veces formas diversas,

como

ni?ios, art&,

hboles. I

Lts corn en qne podelnos p c n w son infinitas, pnesto que no I ROIO son objetos del pallsamiento 10s seres reiiles que c ~ ~ n o c e n i o a ~

i,

.

ADJETIVO.

sin0 todos aquellos qne niiestrn iinajinacion se fabrics; d e que se

+gire qne en In mayor parte de 10s casos 23 iiriposible dnr D cotto-

cer por inedio de tin sustantivo, sin e l anxi!io de otrns palabras,

nqitel olljeto pnrticuktr en qne estanios penstindo. Para elto ne-.

cesitmnns amenudo coinl~inarlo con otras pulal~ras r p e lo niodifi- qnen, tlicicndo, por ejenlplo, el niso instmido? el niiiode poca edatl,

10s brides silcestres; las phiitas del hucerto.

,

(22)

CLASIPICACION DE LBS PALABRAS. 18 Entre las palabras de que nos servimos para niodificar el sustantivo, hai unas que, como el verbo, se refiefen a BI i lo modifican directamente, pero que se diferencian mucho del verbo, porque no se emplean para designar primaria- mente el atributo, ni envuelven la multitud de indicacionev de que bajo sus varias formas es susceptible el verbo. Lli- manse ADJETIVOS porque suelen afiadirse al sustantivo,

wmo nifio imtruido, metalespreciosos; pero sucede tambien

muehas veces que, sin embargo de referirse directamente a iin sustantivo, no se le juntan; como sucede cuando deeimos

et niiio es o me parece instruido ; proposiciones en que

inslrzsido, refirihdose al sustantivo sujeto, forma parte del

ntributo.

Casi todos 10s adjetivos varian de forma para significar la unidad o pluralidad del sustantivo a que se refiercn: casu

grande, casus grandes, ciudad hermosa, ciudades hcrmosas.

De dos maneras puede modificar el adjetivo a1 sustantivo; o agregando a la significacion del sustantivo algo que nece- saria

o

naturalniente no est& comprendido en ella, o desen- wdviendo, sacando de su significacion, algo de

IO

cpc en ella se comprende, segun la idea qne nos hemos formado del objeto. Por ejemplo, la timidcz i la mansedumbre no son cualidades quc pertenezcan propianiente al animal, pucs hai muchos animales que son bravos o fieros; pcro son cualida- des propias i naturalesde la oveja, porque toila ovcja es na- turalmente timida i mansa. Si deciirios p e s Zos animulcs

mnnsos, indicaremos especies particulares de animales; p r o

si decimos Ius mansas o ~ e j a s , no seiialaremos una especie par- ticular de ovejas, sin0 las ovejas en jeneral, atribuykndoles, como cualidad natural i propia de todas ellas, el ser man- sas. En el primer cas0 el adjctivo p'nrticulariza, espccif7cn,

en el segundo dcsenvuelve, espZica. El adjetivo empleado en este segundo sentido se llama epiteto

o

prcdicado.

ITai otra cosa que notar en 10s adjetivos, i es que teniendo muclios de ellos dos terminaciones en cada ni~mero, como

Itermoso, kwr,nosa, no podemos emplear a nuestro arbitrin

I

1 l

(23)

k? CAPfTWI.0 11.

i

cualquiera de ellascon un sustantivo dado, porque si, v . gr., decimos niiio, urbol, palacio, tendremos qne decir forzosa- mente niiio Itermoso, arbol hermoso, palaeio hermoso (no her- ntosa); i si decimos nifia, planla, easa, sucederh lo contra- rio: tendremos que decir herrnosa nifin, hcrrnosa planta, earn herrnosa (no hermoso). En suma, (Ilamando scgtmda termi- nation de 10s adjetiros que tienen dos en cada n6mero la del singular en a i la del plural en as), hai sustantivos q w no se juntan sin0 con la primera terminacion de 10s ad.ieti- vos, i sustantivos que no se juntan sin0 con la segunda. Dc nqui la necesidad de dividir 10s sustantivos en dos clases. Los que se construyen con la primera terminacion del ad- jetivo, se llaman mnsculinos, porque entre ellos se compren- den especialmente aquellos que significan scxo masculino, C O ~ O nifio, emparador, leon; i 10s que se constrayen con la segunda se llaman femeninos,

a

causa de comprendcrse es- pecialmente entre ellos 10s que significan sex0 femenino, v.

gr. niiia, en$peratriz, Zeona. Son pues masculinos cirbol, pa-

lacio, i femeninos planta, cnsa, sin embargo de que ni 10s

primeros significan macho, ni 10s s e y n d o s hembra. Hai sustantivos que sin variar de terminacion significan

ya

un sexo, ya el otro, i piden ea el primer cas0 la primem termiuacion del adjetivo, i e n el segundo la segunda;

como

t m jdven virtuoso, una jdvcn virttcosa. Estos sustantivos so llaman comti1zcs.

Pero tambien hai sustantivos que denotando seres vivien- tes, se juntan siempre con una misma terrniriacion del ad- jelivo, que puede ser masculina, aunque el sustantivo se aplique accidentalmente a hembra, i femenina, aunque con el sustantivo ee designe varon o macho. A d , aun hablando de un hombre, decimos que es una persona discrela, i aun- que hahlemos de una mujer, d i r h o s que es el dtccao de la m a . Asi tambien Zicbre se usa como femenino, aun cuando

0e habla del macho; i vziitre

corno

masculino, sin embargo de que con este sustantivo se designe

la

hembra. DBseles e1 nombre de epieeno.r, es decir, mas que comunes.

(24)

CL.kStFICACIOX DE LAS PALABRAS. 43 En fin, hai un corto numero de sustantivos, que se usan eomo m a s c u h o s i como femeninos, sin que esta variedad de terminacion corresponda a la de sexo, del que jeneralmente carecen. De esta especie es el sustantivo mar, pues decimos

mar tempcsluoso i mar tempesluosa. LOS llamamos am- biguos.

La clese a que pertenece el sustantivo segun la termina. cion del adjetivo con que se le construye,

o

en otros tbrminos, la calidad que tiene el sustantivo de juntarse con una sola de las dos terminaciones de losadjetivos en que las hai dentro de cadanhmero, se llama JENEKO. Losjheros, segun lo dicho, no son mas de dos en castellano, masnclino i femenino. Pe-

ro

atendiendo a la posibilidad de emplear ciertos sustantivos, ya en un j h e r o , y a en otro, llamamos unijheres (a que pertenecen loa epicenos) 10s que no mudan de j h e r o , como

rei, mujer, vuitrc; comunes 10s que varian de j h e r o segun 91 sex0 a que se aplican, como jdven, mcirtir, tesligo; i am-

biguos 10s que mudan de jCnero sin qne esta variacion co- rresponda

a

la

de sexo.

ICs evideite que si tudos 10s adjetivos tuviesen iina sola terini- nncion en catla n6mer0,no h h a j6neros e n ntiestrn lengii:i; que

puos en cada nfiniero no adiiiite d j e t i v o algiino castellano nins que dos formns que se constrnyan con snntaritivos difwentes, no podonios tener tiujo este refipecte mas de dos jbiieros; i que si en

r.ida ntimero tuviescn algunos ntljetiros tres o ciratro terniiiiacin- nes, con catlo i i w i do Iw c i d e s se combinasen ciertos adjetivos I no con lasotras, tentlriamos tres o ciintro j i n e r o s e n castell.iiio. Despiies ver6mos que hai en nnestra lengria ciertowsiistantivos que tiiijo otro respecto qiie explicar6mos, son nerctros, asto es. n i miis- culiniisni femeninos; pero esos mismos bajo el punto d e vista -de

que ahora se trata, sonmasciilinos, porque sc constriiyen con la priinora terminacion del adjetivn.

1

1

1

%

A

veces se calla el sustantivo

a

que s e refiere el adjeti- vo, como cuando decimos 20s ricos, subentendiendo hombres,

lauecina, subentendiendo mujer, e2 azul, subentendiendo co-

lor;

o

como cuando despues de haber heclio us0 de la palabra eapilulo, decimos, el anlsrior,

et

primero, el segtsndo, suben- I

1

(25)

16 CAPiTULO I t .

tendiendo capitrclo. En estos casos el ad<ietivo pa&w reuestir- se de la fuerza del sustantivo tbito, i se dice que se sw- luntiva.

Sucede tambien que el adjetivo

se

toma en toda la jem. ralidad de su significado, sin referirse a sustantivo alguno, mmo cuando decimos que los edificios de una ciudad no tie- nen. nada de grandioso, esto es, nada de aqueno a que sole-

mos dar esto titulo. Esta es otra manera de sustantivarse d adjetivo.

Por cl contrario, podemos servirnos de un sustantivo para especificar o explicar otra palabra de la misma especie,

co-

mo cuando decinios el profeta rei; la duma soldado; Catalirrcs,

emp~radrie d e Rusiaren 10s dos primeros ejemplos el segun- do sustantivo especifica a1 primero; en el tercero lo explica. El sustantivo, sea que espccifique o explique a una palabra de la misma especie,‘se ndjeliwa: i p e d e ser de diferente j h e r o que el sustantivo modificado por 61, como se ve en

In

dama soldado, i hasta de diferente numero, como en Ins

f r o r e s , ornnmcnto de la tierra. Dicese hallarse en aposi- cion. cuando se construpe con otro sustantivo, como en to- dos 10s ejemplos anteriores. En Colon fuuk el descubridor de la Arniricn, descubridor es un epiteto o prcdicado de Colon,

i por lo tanto se adjetiva, pero no est6 en aposicion

a

cstct sustantiyo, porque solo se refiore a 151 por medio del ver- bo fuuk.

G t e mutuo cambio de oficios entre el sustantiT-o i el ad- jetivo, i el expresar uno i otro con desinencias o terminacb- nes semejantes la unidad i

la

pluralidad, pues uno i otro for- man sus plurales aiiadiendo s o es, ha hecho que se les e m - sidere como pertenecientcs a una misnia claw de palabras, con el titulo de NOMBRES.

Lus nonibres i 10s verbos son jeneralmente palabras he-

ctinablcs, esto es, palabras que varian de termination para siynificar ciertos accidentes de nzirnero, de j m c r o , de per- J O ~ ~ Q , de liempo, i algunos otros que se darkn a conocer m a s

(26)

CL iswicAcIoX DE LAS PAL \ERAS.

a

partes: la r a i i , est0 es, la parte jeneralmente invariable (( por ejemplo, en el adjetivo hermoso comyrende 10s sen,

kermos, i en el verbo aprende 10s sonidos aprend); i la

m i m n ~ i n m n Aac&mmomm‘n n c t n na In ngrto rrno . r a d n l n i i n

..““.“-”I”,” W V Y ” , ” Y , Y V Y ~ , V.,”” uu,

.-

yulby yuu .uIILI en

aquel adjetivo es o, a, os, as, i en el verbo citado 0; es, e, emos, eis, en, etc.) La declinacion de 10s nombres es la que mas propiamente se llama asi: a l a de 10s verbos se la llama casi siempre emjugaeion.

La palabra inpesion so toma en dos sentidos; el jeneral de declinacion, aplicado a cualquiera especie de vocablos, i

d detcrminacion o desinencia. ADVERBIO.

Como et adjetivo rnodifica a1 sustantivo, el ADVERB10 mo- difica a1 verbo, i al adjetivo: a1 verbo, v. gr., corre aprisa,

cicncn despacio, cscribe elegantementc: al adjetivo, como en

wui lecccion bien aprendida, una carta mal escvita, costum-

hres notmiamentc dppravadas, plantas demasiado frondosas.

Sucede tambien que un adverbio modificaa otro, como en a t a s proposiciones; el ave volabn mui rw;.cleradarnenle, la

funn’on fermino demasiado tarde. Notese lir graduacion de

modificaciones: demasiado modifica a tarde, i tarde a twmi-

4, como mui a aeeleradamente, i aceleradamente a volaba;

ademas, terWn6 i aolaba son, como atributos, verdaderos modificativos de 10s sujetos la funcion, el awe.

PREPOSICION.

Xo es el adjetivo, aun prescindiendo del verbo, el h i c o medio de modiIicar al sustantivo, ni el adverbio el Unico me- dio de modificar adjetivos, verbos i adverbios. Tenemos una marrera demodificacion que sirve igualmente para lodas las ospecies de palabras que acabamos de enumerar.

(27)

I

16 C A P ~ T U L O 11.

t m libro de Pedro (cuyo dueiio es Pedro), un libro d e fabu-

las (quecontiene Fibulas). De la misma manera, cuando de- cimos que alguien escribe, pueden ocurrir al entendimiento estas varias referencias: iqu6 escribe? La qui6n escribe?

1

7.

;dhnde escribe? ~ e u qu6 material escribe? ,pobre qu6 asun- to escribe? kcon qu6 instrumento escribe? etc. ; i declaramos e t a s varias relacioncs diciendo, escribe una Carla,

i

I

escri-

be a su amigo, escribe en la oficina, escribe e n vitela, escri-

be sobre la revolucion de Francia, escribs con una p l u m

cle acero. Si decimos que un hombre esaficionado, ocurrc la

idea de a quo, i la expresamos aiiadiendo a la cam. Si deci- mos, en fin, que un pueblo estd Zijos, el a h a , por decirlo asi, se pregunta ide donde? i llena la frase aiiadiendo de

Ea

ribera.

En estas expresiones ha1 siempre una palabra o frase que dcsigna el objeto, la idea, en que termina la relacion (Iriar-

le, Pedro, fubulas, una carla, su amigo, la oficina, vilela,

la reoolucion de Francia, una pluma de acero, la caza, la

ribera). Llamrimosla T ~ R M I I N O . Las mas veces prccede a1 tor- mino una palabra, denomiuada PREPOSICION, cuyo oficio es anunciarlo, expresando tambien a veces la especie de rela- cion de que se trata: (de, a, en, sobre, con). h i preposicio- nes de aentido vago, que como de se aplican

a

gran n6mero de relaciones diversas; hai otras de sentido determinado, que como sobre pintan con bastante claridad relaciones siem- pre semejantes. Por ultimo, la prcposicion p e d e faltar antesdel tbrmino, como en escribe unacarta; pero no puede nuncaexistir sin 61.

Fiktas expresiones se llaman COHPLEMERTOS, porque en efecto sirven para complctar la significacion de la palabra

a

que se agregan; i aunque todos 10s modificativos hacen lo mismo, i

a

mas, todos lo hacen declarando alguna relacion particular que la idea modificada tiene con otras, se ha

que-

preposicion i tbrmino,

o

de tCrmino solo.

I

I

I

I

I rido limitar aquel titulo

a

las expresiones que constan

de

I

I

E1

tCrmino de 10s complementos

es ordinnriamente

(28)

CLASIFWACIOX DE LAS PALBDRAS. 17

kntivo, sea solo ( I r i n r k , ftibulas, cifcln), sea modificado por !' otras palabras (tinct cnrta, SIC amigo, In oficina, la revoki-

cion de Fra'rancia, tiiia plzlnia dc acero). I16 aqui pues otra do !as funciones del sustantiro, servir de tbrmino; funcion qiie, come todas las del sustantiro, pnede ser tanibicn desem- pcBada por adjetiJos sustaritivados : el orgullo de Zos ri- m s , el canto d s la cccinn, wstido dc blanco, nada de gmn- rkhso.

Pero adcnias del sustantivo ejerccn

a

veces esta funcion 10s adjetivos, sirvicndo como de epitctos o predicados, v. gr. sc jacla de valiente, presiimc de herrnosa, d a cia mnjade-

T O , tienen fama de snbios

,

lo hizo de agradecido : cx-

presiones en que el adjetivo se refiere sicrnpre a un sustan- tivo cercano, cuyo j h e r o i n6mero determinan la forma del adjetivo. Los sustantivos adjetivados sirren asi mismo de tCrniino a la mancra de 10s adjetivos, haciendo de predicado.; respecto de otro sustantivo cercano; como cuando se dice que tino aspirc a rei,

o

que fuS juicioso dcsdc nifio,

o

que estrtbn

dc cdnsuZ,

o

que trabaja dc carpintero.

Hai tambien complementos que tienen por t6rmino un arl- verbio de higar

o

de tiempo, v. gr. desde Gjos, desde arriba, &cia abajo, por aqui, por e m i m a , hasta lucgo, Aasta maiLca-

na, por c n t d m x I complenienlos tambien, que ticncn por Grmino un complemento, w m o en salto por sobrc Za ~ w s r t ,

se escabulld por entre 10s dcdos;

a

no ser que miremos las

dos

preposiciones como una preposicion compuesta; que p i -

r a el cas0 es lo mismo.

< 1

No debe conftindirse e l complemento que sirve de tiknitlo, C P - mo e n salt6 gor sobre la nresa, con el qne solo modificnal t6rmino. romo cnando se dice que Blgnicn cscribe sobre la revolacion 113 Francia; doiide Francia forma con de UII cotnpleruento q i i ?

inodifica a In reoolucion, mikntras esta, modificada por el compl 3 -

mento de Francia, forma a su vez con so'irc tin complcmento q t i *

rnodifica al verbo escrihe.

El complemento pnedc ser niodificsdo por ndrerbios: WL: r!r

Ftis atnigoo; dcmnsiado a la Iijera.

c)

(29)

45 c . w i w m 1 1 .

COSJL'XCiOh".

T,a C O ~ S C X C I O I Q sirve para ligar dos o mas palabras

o

frases a r ~ i l o p s , que ocupan unmismo Iugar en el razonamiento, co-. modos sujetos de uii mismo verbo (la ciudad i elcnmpo esfctn tlericr~os), dos rerbos de un mismo sujeto (los niilos leen O C S -

criben,', dos adjctivos de nu mismo sustaiitivo (mxjer honcsfn

i' econdmicn), dos adjetivos de u n mismo verbo (escribe bien,

m i q ~ t e despncio), dos adverbios de un mismo adjetivo (scrri.

rim tarde o mnl rccompcnsado.~,J, dos complementos de una inijma palabra (se expresa sin di/ic:illad, pero con nlguna nfcetacion), dos t6rminos de ima misma preposicion (bailn

r o n ajilidad i gracio), etc. A vcces una conjuncion espresa

I ) tkcita l i p muchos elementos analogos, v. gr. ((La claridad, ];I purcza, la preci+ion, la deccncia, la fuerza i'la harmonia m i las cualidadcs mas esenciales del estilon: la conjuncion i pnlaza seis sustantiros, tacita entre el prirnerc? i segundo, cn- ?,re cl segmdo i terccro, entre el tcrccro i cuarto, enlrc cl cuar-

it) i quinto, i esprcsa cntre el quinto i sexto: sustantiros q w forman GtrOS tantos sujetos de son, a que sirvr! de prediea- d o la frase sustantim las ciialidadrs mas cscnciales de6 eslilo.

Los complementos equivalen muchns veccs a 10s adjetivos o n

Ios ndverbins, i por ronsiguie11te piiede la conjuncion enlazartoa con aqnelios o estos (hombre honrado i de mucho juicio; una casta

;,iw escrita,pero e n malpapel).

Sirve la conjuncion, no solo para lisar las partes o ete- mentos anzilogoj de una proposicion, sin0 proposiciones en- teras: a voces larzas, v. gr. u Se Cree jeneralmente que Romu- 10 fcnd6 a Roma, pero liai muchos que dudan hasta de la rxis'eicia de R6mulo:n aYo pienso, 1ue;o exist0.n Pero, en cl primer ejemph, denota cierta contrariedad entre la pro- position qu?

IC

precede i la que I t siyie : liiego anuncia q i e la progosicioi yo C T ~ S ~ O es una consfcumcia de la proposi-

(%ifin yo plexso.

(30)

CLASlFICAClON DE LAS PALABRAS. f 9 yo se intercala frecuentemente en otras, i en que el sujeto

es siempre la persona que'habla, i el atributo un afecto del alma. A h , por ejemplo, quiere decir, segun las diferentes circunstancias, yo siento dolor, admiracion, sorpresn. La interjeccion, o por mejor decir, el verbo envueito en ella, es susceptible de ser niodificado como 10s verbos expresos, v. gr. & d e t i , que es como si se dijera, yo tcngo compaoion de t i . (j

ADYERTENCIAS.

1 .a U I ~ sustantivo con las modificaciones que lo especifi-

can o explican, forma una p a s e sttstantiva,

a

la cual es aplicable todo lo que se dice del sustantivo: d e la misma manera un berbo con sus respectivas modificaciones forma

..

una frase verbal; un adjetivo con las suyas una frase adjeli-. ea, i un adverbio una frase adverbial.

2.8 Las'palahras mudari frecuentemente do oficios, i pa- san por consisuiente de una claw

a

otra. Ya hemos notado que el adjetivo se sustantira i el sustantivo so adjetiva.-A[- go, nuda, que son sustanti\ os en algo sobra, nuda faalta, pues-

to que hacen el oficio do sujetos, son adverbios en el nifio es

d g o perezoso, donde algo modifica al adjetivo perezoso, i en la niiia no adelantn nada, donde nnda modifica a la frasc vcrbal 710 adelanla, compuesta de uii verbo i del adverbio negativo no. Poco, mueho, sustantivos en piden mucho i al-

caman poco, puesto que forman dos complementos significa- tivos de lo peditlo i lo alcanzado, son adjetibos en inucho tn- h l o , poco dinero, dondo modifican a 10s sustantivos talen-

to i dincro; i adverbios en sit conducta espoco prudente, cion- d e poco modifica al adjetivo prudenle, i sus acciones se cri- tican mucho, e n que mucho modifica a la frase yerba1 se cri-

(31)

20 C A P ~ T ~ L O III.

(i ndese que cGmo adjctivo es indeclinal3e1 pues no earia de terminacion para 10s divrrsos j6neros o niimwos): modi- ficando adjetivos, verbos, adverbios, se le dche considerar co- TIIO adverbio, i lo es realmente en las expresionrs mas eale- roso, adelanta mas, mas aprisa; i en fin se liace muchasvc- ces conjuncion; v. gr. cuando ec1uivaliPndo apcro rrllam dos aiributos: el nifio snbia pcrfectamcnte la lerciox, ntas n o s u - $3 decirla. A cada paso encontramos adverbios i comple-

mentos trasformados en conjuncioues, v. gr. Z:icgo, CGI%P~-

ptientemcnte, por tanto, s-in embargo.

ChPiTGLO 111.

EHE?fS%Sara de Bas pnlabFaf, em p.TlnEB$Pt?iaS fi dip- B"8waaEaSi. stmplltw P eonlpF.r.@s&Rs.

So llanian palabras primitians las que no nacen de otras de nucstra lengua, como hombre, urbol, virtud.

. D e ? k w h s son las que nacen de otras de nuestra lengua, sea quevarien mas

o

m h o s la terminacion de estas, coin0 re- gu!armente sucede, o que la conserven, pero aiiadiendosiem- pre alguna nucva idea a su significado Asi el sustantivo ar- bo!eda SB dcriva del sustantivo urbol; el sustantivo Rcrmo-

.mra del adjetivo hermoso; el sustantivo cnsekanza del ver- bo ensciio; el sustanlivo Zcjura del adverbio Zbjos; el adjetivo

d e r o s o del sustantivo calor; el adjetivo amarillento del ad-

jetivo amarillo; el adjctivo imajinable del verbo imajino; el adjetivo tnrdio dcl adverbio tarde; el vcrbo imajino del sus- tantivo i d j e n ; el vcrbo hermoseo del adjetilo hermoso; el vcrbo pisoleo del vcrbo piso; el verbo alejar del adverbio IC- jos; rl adjctivo contrario de la preposicion contra; el adver- bio lbjos del adjetivo plhral Zijos, lijas; el adverbio mafianu

del sustantir

o

makuna, etc.

LIBuianse palabras simples aquellas en cuya estructura

110 entran dos

o

mas palabras, cada una de las cuales se

p p d a usar o sr h a p usado separadaniente en iiuestra

lea-

(32)

DiV1SIO.Y D E LhS PALABRAS. 24 Ai contrario, aquellas en que aparecen dos o mas palabras q u e PC usan o sc han usado fucra de ccmposicion, ya sea q u e sc altere la forma de a l y n n de las pa!abras concurrcn- tcs, de todas ellas o de ninguna, se llaman eompuestas. Bsi el scstantivo tornaboda se compone del verbo torna i del enstantivo bo&; el sustantivo cniven de! verbo ~ a , la con- juncion i , i el verb0 cieae;

PI

adjetivo peliricbio del sus- iantiro pel0 i el adjcti1,o rzcbio; al adjctivo alicorto del sus- tantivo ala i el adjetivo corlo; el vcrbo beizdigo del adverbio &en i el verbo digo; el verbo sobrepongo de la preposicion sobre i el verho pongo; 10s adverbios buenamenle, malamen-

I C , docfnmente, torpemenle, de 10s adjctivos buena, ninla, doc-

fa, torpe i el sustantivo mente, que tonia e11 tales compuestos la Fi;nificacion de manera o forma.

Las preposiciones

(I,

nnte, con, contra, de, e n , entre, para,

pw, sin, sobre, trns, c:itran en la coinposicion de muchas

palabras; v. gr. mnontono, verbo ccmpuesto de la preposi- cion n i el sustantivo monton; a n l c w o , verbo compuesto Cc la preposiciou m t e i cl v x b o veo. Estas prcposicioiics sc I!a- man pnrtictilns coinpo,sitiras scpnrables, por cuanto se u s a n

. tambien como palabras independicntes (a diferencia de otras de que vamos a hab!ar); i la palabra a qt:e preccdcn se Ila- ma priiiripal o simple relativamcnte a 10s compucstos que deolla se forman. hsi !nonfon i ceo son 10s clemcntos princi- pales o simples, de 10s compuestos amontono, anteceo.

Adenias de 1as p:ilabras cuya composicion pertenece a nuestra lengua, hai otras que se miran tambien como com- puestas, aunque n o todos sns elementos o tal vez niuguno de ellos se emplec separadamente e n castellano, porque las hemos tomado del idioma latino, que retime ea ellas sus for- mas, i se ha quedarlo en no pocos casos con las palabras componentes.

' \ .

-

i

D e estos eoiriptie.stos Litinns hai oarios en qtie fignrn como e!e-

inrnto principal ulgnnn palabra latina que no ha p a s d o 0 1 cas-

(33)

sa

CAPfTULO III.

significa guiar, i de Ins preposiriones con, de. Otros, en que se combjnan con palabras castelktias particii1;is cornpositivas insepa- rables que erati e n aqiiella lengna dicc)ones indepcndiente.s, v. gr. el verbo nbstengo, compuesto d e la preposicion latina abs, i d6 iiuestro verbo tengo. Otros, en qne la pwticnla inseparable q c e s e combina con diccion castellana, era tambieti particnla inseparable e n Intin, como la re en loa verb09 compuestos retcngo, ieclamo.

Otros en fin, e n que ambos elemtntos son enteramento lotinos; conio introdacir, seducir, comprrestos tartibier! del simple &cere, combinado e n el priniero con el aclverbio intro, i e n el segunrln con la particiila sc, tan inseparable en aqella lengna como en In nnestra.

Como tnuchas de I R S particalas latinas no son otra cosa q u e

lae formns orijinnles de las castellanas, i muchas de estas son e n realidad una inisnia bajn tliferentes formns, ser6 mattester enume- rarlas todas jnntamente, manifestando mas bien con ejemplos q u e con explicaciones lag varias iclcas qrie srielen ngregar a1 significs- do del simple.

Las formas de Ias particulas compositiras son estas: a, ab, abs, ad, ante, anti, circum, circun, cis, citra, co, com,

m a , contra, de, des, d i , dis, c, e m , en, cnlre, equi, cs,

ex,

eslra, exlra, i , im, in, infra, intc, inter, intro, 0, ob, per,

por, pos, post, prc, prelcr, pro, re, red, retro, sa, sc, semi, sin, so, sobre, son, sor, sofa, solo, sos, su, sub, subs, super,

sus, tra, Iran, trans, tray, ultra, ai, vice, viz, za.

Pero sustnncialinente s e reducen a Ins d e la liataqne sigiie: -4, preposicion castellnun, e n latin ad: abreviar, acortar, u$rmar (de 10s adjetivos brew, eorto,Jirmc); acallo, apruebo, utraigo (de 10s verbos cal/o, prtcebo. traigo); arreglar, arriirconar, abotonar (de 10s rostantivos regla, rincon, boton); acartonado, adnmado (de 10s snstantivos carton, duma). La forma latina d e la preposicion se eonscrva en algnnos cnmpnestos, coin0 admirar, adorar. La rr (le arreglar, arrinconar,urrebatar, es la r inicial d e regla, rincon, reha- to, q u e e n inedin d e doa vocales debe escribirse doble pnra qne conserve su sonidu. En acceder la d se ha convertido e n c . Lag d e ngnaeion, agnado, pertenece al simple latino.

A , ab, abs; partictila inseparable castellana, preposicion latina. Cquir6case a t e c e s con la anterior e n la forma, pero sioinpre la

,

1

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