Si testimonium accipimus
,
testimonium Dei ma- jus est.Si Deo noli credimus, [cui credimus? Divus Am- brosius lib.
4.
i n Luc. c.5.
AL
MESIAS
JESUCRISTO,
I-IIJO DE DIOS
,
HIJO D E LA SANTISIMA VIRGEN MARIA,
HIJODE
DAVID-,, HIJODE
ABRABAN.
S E S O R :
que! me he propuesto e n esta obra
(lo
sabe b i e n
V.
M.),
es d a r
4 conocer
un
poco mas la grandeza
y
e x c e l e n c i a
de
vues-
t r a adorable p e r s o n a ,
y
los
grandes
y
admi-
rables misterios relativos
a1hombre Dios,
de que clan t a n claros testimonios las s a n t a
Escrituras.
En
Za
constitucion p r e s e n t e de
l a I g l e s i a
y
d e l
Mundo
,
he
juzgado
J ~ U Jconveniente proponer
atgunas ideas,
no
nue-
w a s , sino de
un
modo n u e v o , q u e
p o r
una
P R O L
0
G
0.
No
me atrcviera d exponer este escritoA
la critica de toda suerte de lectores sino me hallase sufi-cienternenle asegurado : sino lo huhiese pesar una y muchas veces en las mejores
y
mas fieles balanzas q n e me han sido accesibles : sino huhiese,
digo,
con- s d t a d o B rnuchos sabios de primera clase,y
sido por ellos asegurado (despues de u n prolixo y riguroso e x l m e n ) de no contener err'or a l g u n o , ni tampoco alguna cosa de suhstancia, digna de justa repre- hension.Mas corn0 este exl;men privado no pudo hacerse eon tanto secret0 que de algun modo n o se traslucie- s e entraron con esto en gran curiosidad algunos otros sahios, en yuienes p o r entonces n o se pensa- ha
,
y
fue necesario so pena de no leves inconve- nientes,
condescender con sus instancias. Esta con- descendencia inocentey
justa,
h a producido n o obstante alSiinos efectas poco agradables,
y
a u n positivamente perjudiciales : ya porqiie el escrito todavia informe, se divulg6 antes de tiempoy
sa- zon: ya porqne en este mismo estado,
se saca- ron de 61 algnnas copias contra mi voluntady
sin serme posihle el impedirlo: ya tamhien y principal- mente porque algnnas de estas copias han volado mas l e r o s de lo que e s razon ; y una de ellas, segun se ase- gum, ha volado hasta la otra parte del Oce'ano,
e n clonde dicen ha causado no pequeao alhoroto,y
n o lo evtraiio,
por tres razones : p r i m e r a , porque esa copia que vo16 tan lejos,
estaha incompleta, siendo solamente una peqneiia parte de la o h r a : segunda, '8
b i t r i o
y
discrecion del niismo qne la hizo volar: e l q u a l , aunqne lleno de bonisimas intenciones,
no po- dia menos (segnn su natural caraeter) q u e c o m e f e re n esto algunas faltas bien considerahles. Yo debo For tanto esperar de todas aquellas personas cuerdas a cuyas manos hubiese llegaclo esta copia infeliz, 6 tuviesen d e ella alguna noticia, q u e se liardn cargo dr todas estas circunstancias ; no juzgando de u n a ohra p o r algunos pocos papeles sueltos
,
manns- c r i t o s , 6 informes, q u e contra la voluntad d e su autor,
se arrojaron a1 ayre imprudentemente,
p a n - d o dehian antes arrojarse a1 fuego. Esto dltiino pido y o , no solo por gracia,
sino tambien por justicia d qnalcpiera quo 10s tnviese.I-lecl~a esta primera advertencia, que me h a pa- reciclo i n e v i t a b l e , deho ahora prevenir alguna leve satisfaccion d dos 6 tres r e p r o s generales
y
ohvios, que ya se lian Iiecbo por personas nada vulgares.El primero y mas ruidoso de to-
dos e s l a novedarl. Esta (dicen corn0 tembiando
,
y Fin dnda con 6ptima intencioa) en puntos q u e per- texecen de algun modo d la Reiision, corn0 es la in~eligericia y cxplicacion de la Esciitura sania,
siem- p e se h3 m i r a d o , y siempre debe mirarse con re-ieio y desecliarse como peligro : much0 mas en este siglo en q u e hay tantas novedades
,
y en q u e apenas se gusta de o i r a cosa q u e de la noledad Cyrc.Respuesla. Que la novedad en eslos puntos se mire con r e r e l o , y no se aclniita con ligereza
,
es m u yjusto: m a s de q u i no se sig-ue q u e deha luego a1 pnnto desecharse como peligro
,
ni reprobarse lis:- ramente p o r solo e l titulo de novedad. Es to seria c e r r a r del toc'lo la puerta la v e r d a d , y rennnciar para sieiiipre 6 l a esperanza de entender la Escritnra tfivina. Todoc: 10s intcrpreles,
x i antiguos como mo- dernos confiesan ingennamente q u e en la misma Escritura hay todavia infinitas cocas ohscuras y difi- cilcs clue no se entienden, especialmente en lo q u ecs prol'ecia. Y annyue todos han procurado con e l mayor empefio posible
,
d a r a a t a s infinitas C O S ~ S al-giin
senticlo 6 alguna explicacion,
saben hien 10s que tienen e n esto alguna y r i c t i c a , q u e esle sentidoy
9
exylicacion realmeiite no satisfacen ; pues lar mas veces no son otra cosa, q u e una pura acomodacion gratuita
y
arhitraria,
cuya iinpropiedady
violencia salta luego ri 10s ojos.Ahora
,
dig6 yo : estas cosas q n e hasta ahora noBe entienden en la Escritura santa
,
deben entender- se alguna vez,
6 6 lo menos proponerse su verdade- r a inreligencia : pues no es creible, antes repngna Bla infinita santidad de Dios, que las mandase escri- h i r indtilmente. Si alguna vez se han de entender, 6 se ha de proponer su verdadera inteligencia, sera preciso esperar este t i e m p o , que hasta ahora cier- tamente no ha llegado : p o r consiguiente s e r j preciso esperar sohre esto en algnn tiempo alguna novedad. Mas si esta novedad halia siempre en todos tienipos cerradas absolnfamente todas las pnertas : si siempre se h a de recibir y mirar como peligro : si siempre se ha de reprobar p o r solo el titulo de novedad: i q u e esperanza p e d e qnedarnos ? E l preciso titulo de novedad
,
dun en estos asnntos sagrsilos,
lejos de espantar B 10s verrlderos sabios, por pios y religio- sos que s c a n , debe por el contrario incitarlos mas,y
aun obligarlos e n t r a r en nn exitmen formal, para ver y conocer it fondo,
lo primero : si realmente es novedad 6 n o : si e s alguna idea del todo nueva,
en que jamas se ha hahlado ni pensado en la Iglesia ca- t6lica desde 10s Apbstoles hasta el dia de hoy ; 6 es solainente a h a idea seguida,
propnesta,
evplicaday
probada con novedacl. E n lo qual no pneden ignorar 10s sahios catblicos, reliaioqos y pios, clue hay una suma diFerencia y una distancia casi infinita. Lo se- gundo: si esta novedad 6 esta idea solo propuesta, seguida,
evplicada y prohada con noveclad,
es falsa6 no ; es d e c i r , si se opone 6 no se opone it alguna verclad de fe divina: si es contraria 6 no ri aquellas
t r e s reglas
,
dnicas B infalibles de nuestra crcencia, que son : primera,
la Escritura divina in. sensu pro- prio,
e t l i i r e i v l i : seguncla,
la tradicion clivina : ter- c e r a , la drfinicion expresa .y Clara de la Iglcsia con- gregada en cl Espiritu Sanio.A L L E C T O R .
IIabiEndbme remitido u n literato espaiiol residente en Madrid diferentes documentos cnriosos
,
para cpe s i lo consider0 uti1 haga prthlicncion d e cllos, heencontrado entre otros la censura dada A la ohra ti- tulada: La uenidn del Mesias en glorin y nzagestnd,
que por primera vez se imprimi6 e n esta Villa e o
lcngua castellana. Siendo notorios 10s profundos co- nocimientos y vasta erudicion d e l M. R.
P.
Fr. Pa- hlo de la Concepcion,
q u e hizo la c e n s u r a , h e juz- gad0 muy interesante publicarla,
para que puedan Iiacerse d e ella 10s coinpradores de la olwa, y les d e n este nuevo realce agregdndola B sus exemplares.Censiira d la obra titulacla Venida del Mesias e n glo-
ria y magestad
,
qtie cornpiso Jzian Josofat Ben-E z r a , yor e l M .
R. P.
Fr. Yablo de la Corzcepcion,Carncelita descalzo.
S E d O R PROVISOR V I C A R 1 0 CAPITULAR:
P o c a s cosns se lian encornendado
A
mi cuidatlo,
que hayan puesto mi Animo en tanta perplcxidacly
a n -gustia coin0 la censura clue V. S. me inanda dar sobre e l primer torno de la obra intihilacla:
La
we-nida del Mesias en. gloriu y uirxgesiacl compuesta,
segun pnrece, p o r J u a n Josnfat Ben-Ezra
,
q v e se su- pone jutlio conlertido nuestra santa religion cris- t i a n a , catcilicn apostcilica romana. La causa de mi angustia,
sefior, es la inisma grandeza d e la ohra,y
e l conocerme como realidacl me conczco, inca- paz d e J a r sobrc ella un dictamen firme y seguro, que dexe tranquila mi conciencia,
y la descnrgue de In responsabilidad que se t o m e , ora la coiideneHahrli como veinte
y
un afios que lei por la pri- mera vez dicha ohra manuscrita,
con todo e l inte- r e s y atencion de que soy capaz. Destle entonces se excitci e n mi u n vivo deseo de adquirirla d toda cos- ta,
para lecrla muchas veces,
estadinrla y Ineditar- I n , con t o d o e l empeiio clue efla se Inerccey
quey o p d i e s e nplicar. Lcgrk mi deseo en efecto, y ya hace aIsunos aiins que tengo A mi us0 u n a copla, q u e h e ieiilo cuantas veces rile lo han perinitido Ins
cletnas ocupaciones de mi ininisieiio. Todas las l e - ces q u e la h e lei20
,
se Iia iedoblado mas mi ad- miracion a1 ver ei profundo estudio clue tenia su au- t o r de las santas Escrituras el me'tcdo, ordenp
exactitnd que a d o r n a n si1 ohra y sohre todo la luz qne a r r o i a sohre 10s mas altos niisterios y obscuros pasnges d e 10s lihros santos.
L a verdacl , la al)unclnncia, la natnralicilnd de 10s pasages que alega (le la santa Escritura
,
asi del an-tiguo como del niievo Testamento de fa1 nianera inclina a1 entendimiento a1 asenso de sit sistenia, que
111
me atrcvo 5. d e c i r , q o e si lo cine 61 dice e s falso, jamas se h a presentado la mentira tan ataviacla con el sencillo y hermoso ropoge de la v e r d a c l , coin0
la h a vestido este autor. P o r y n e el tono de inge- nuidarl y de c a n d o r , la misiria sencilkz del estilo, el convite que sismpre hace ti que se lea t o d o el capitulo y capitulos de clonde torna
,
y que yre- ceden 6 siguen d 10s pasages q u e alega,
la cories- pondencia exacta no solo de Ins citas, sino tainhien del sentido q u e ri priinera vista ofrecen 10s sagraclas textos ; t o d o esto,
dig0 y o , da t a n fuerte indicio de verclad,
que parece imposible rcliusarle el asenso, &n o estar obstinadamente preocopado en favor del sis- teina contrario.
Sin embargo quando consider0 10s mnchns si- 810s clue lian pasatlo e n la iglesia sin cpie en to- dos ellos se haya hoblaclo de este sistema sino coni0 de una opinion fabulosa ; c p o n d o atlvierto que u n o s padres y rloctorcs
,
tales corno Gerdnimo,
Agiistino, Gregorio y todos 10s te6legos que l i a n segnido,
la miran con nvcrsion,
y algnnos la tratan de e r r o r , n o puedo dejar de estremecerme y tem1)lar yare- cic'ndonie menos arriesgado e r r a r con t a n sabins y aantisimos maestros cine acertar p o r ventura si- gniendo m i propia incljnaciony
dictamen. Verdad e s,.
y esto m e tranyniliia a1gun tanto que la ina- terra que se controvierte deja en salvo la fe cle la santa iglesia ya sea clnal fnese el extremo que seabrace por ambas partes : hay una sola €e
y
n n soloJesucristo, Q quien 10s rlos partidos crecn y adoran por su Dios. Todos la creenios
y
confesamos en e l simbolo que este Rey soberano h a de venir 6 juz- gar & 10s vivos y d 10s niuertos : este es el articu- lo de nuestra fe,
del q n a l jamas se h a desyuiciado ni desyiiiciard la iglesia catdlica,
ni ningrino cle sus fieles hijos. Ea controversia pues solo versa sobre el nmdo y circnnstancias de esta venida que t o d o s crecmos,
es decir,
q u e la opinion comun de nues- t r o s tieinpos y cloctores, cihc la vcnida de Jesncris-I V
e l premio ii castigp que merezcaii sas obras ; y nries-
t r o a u t o r , sin exctitir ni rliidar d e la verdatl de e s f e joicio
,
la extieride B que de anteii-rano Li esfe iritimo testimonio (le la soherania y ditinidad d e nuestro Se-f i o r Jesacristo
,
asiente p u r Ian tiempo si1 t r o n o ytahernicalo e n t r e 10s hornhres t o d a + i a viadores
,
ha-hiie coil ellos y estos Sean todos s a p u e b l o , p
et
Seiior sea toc?o su Dios conocitio y aclornclo por ellos. Sahemos r p c csta opinion n o es nuem
,
y que 10s padres d e 10s r p a t r o primeros Siglofj de la iglesia, entre 10s quales se cueritm ciiscipulos de 10s inismosap6stoles
,
p e n s a r o n de este m o d o sin clue tampo- c o condcnasen i 10s qne opinaban de otrn,
segnn yue se colije de las expiesiones (?e S. Jitstino mar- t i r e n SII d i i l o g n con el judio Trifon.Si se abanclon6 la opinion 6 sentencia de estos yrimeros p a d r e s , y (?estle el siglo (piirkto en atle- lnnte h a prevalecido lrasta 1111 o s ciias la contra-
ria con t n n t a firmera y segnridecl
,
es 6 mi entcn- clcr,
lo uno 11017 10s groserm e r r o r e s que Jos he-leges clel siglo tercero y quarto nie~clarorr 5 in sana
doctrina de a c p e l l o s santos
,
y lo o t r o p o q i i e laininensn eruckicion p ienerahle autoridntl del n t A ~ i - m o d o c t o r S. Ger6r;imo
,
q u e se deciar6 ahierta- mente contra 10s mi!enarios sin distitiguir entre 10s catcilicos y liereges,
p ~ i d o h a c e r que sc envolvieran todos e n la cotidenacion general d e su docdrina. Lo que parrre cierto e s , que la opinion i e 10s mile-aarios sin ~iiercla de 10s errores que intrvdujeron e n ella 10s h e r r g e s , e i a tan comiin y seguida de tantos catcilicos
,
que el inismo S. Gerirnimo lo rln clnrarneote i entender en la introduceion a 1 librorl(kiino octal o de ios conicntai i c s sobre Isnios, puts Iiabiendo d i c h o que i i n a gmndiciina niultitud de 10s nnestros seguian c n este i'mico puoIo la sentencia de rJep<~s y d e Apoiinar
,
afindr, csfas notnbies p a l a l ~ r n s :ut prcsngcl rncnic j a m ccr~rciin qr~nntorrina irc nternb;es
coiicitarz dirsi/. Que es manii'estar claramenfe io que estnha estendidn in apinion q"e contradecia el san-
to dqetor. Y CF (le ad^ e r t i r
,
que 10s cnrnentcirios so-h r e Jsains
,
ciryo dltinio lihio e s el dtkimo octnuo,v
cia eI a i l 0 409 ; prueba coiivincente de que e n acpie- Ila e'poca c r n muy comun en la iglesin In idea del repno d e Jesucristo e n la tierra, yne e s el f o n d o de la sentencia de 10s niilenarios. Mas como la ininenca
doctrina
,
ailtoridad y merecido norribre d e S. Ge- rdnimo se hahia declarado contra a c p e l pensamien-to
,
e n lo que tamhien lo sign16 e l grantfe d o c t o r S. Agustin,
l'iie perdiendo terreno y poi- tiltirno se a3~andon6 ronio asnnto que no intercsaha A In pure- za d e la fe,
qne se miraha muy remoto y a1 que d e otia p a r t e se hahian inezclatlo eri-ores groseros,jus tan] e n t e con d e n a c! o s p o r 1 ( i s d o c t o r c s e cl e s i As t i c o s y p o r la igiesia misma. Mas esta infalil)le y pruckn-
te inuestra d e la vertlad, a1 paso que I i a conGeoado 10s c r r o r e s d e Ceriiito y dcmas liereges, que man- c h a r o n con sus g r o s e h s r l piiro sisterria de 10s mi- lciiarios
,
i m l a h a drcidido contra estos,
como re- flcxlonan bicn 10s autoies que lian escrito 10s cat8-loses
tle 1 0 s heregcs 6 heregias,
y singularmente Alionso (le Castro ininorfsta e n su apreciable ohra adversus hcreses. Par manera cine rstn sentencia notienr c o n t r a si s i n o la a u t o l i d a d de 105 padrrs y
te&iogc,s desde 10s fincs del cpiiito siglo en adelan-
te. Grande
y
miry digna d e nuestra ieneracion es laa u t o r i d a d de tantos
,
tan s a b l o s y santos doctore$, mias con totlo eso, 110 h a s f a para co!ocar s u sentit. e n t r e l a vardacl d e fe,
no habie'ndose sancionado p n rla infalihle a u t o r i d a d de la iglesin s a n t a : t o d n lo q u a l persuade y declara hicn el autur e n e l tii.jcur-
so ire S l I obra.
En v i r t a d (?e estas reflcx?ones
,
w tranquiliza por r s t a p a r t e mi espiritu,
y solo tiene que luchar cot1e l pwiLrndo rr'speto que le increcen unos doctores
B tnclas luces tan -\enerables ; p r o hahientlo apren-
dido ire eiloc rnisiac~s, y entre 0trc.s de S. Agnstin, que solo A 10s ~ 1 ; ~ i n n s libros
y
B la decision d e las a n t a igirsia se delle d a r un ascenso ilimitado, ren- dido y absoluto ~ hien se pcdri sin temeiiclacl ex$-
m i n a r el sisteina del a a t o r , niincjue contraiio 6 estos
sabitrs d o c t o r r s , y ver si el aparato d e l a s pruebas
' y cie 10s t e s h n c ~ t o s qiic alepa c n f a t ~ r de 511 sen-
1’ 1
sni-a
,
y csto es lo que voy 5 executar e n cuinpli- inierito del mandato. de V. S. Dos puntos capitalcs, e n t l e muchos o t r o s de rnenor consideracion,
s o n el f m d o y la c l a v e del sistema de Ben-Ezra : el primero es,
yne Jesucristo h a d e ,enir $ nnestroglnhn con t o d o e l a p a r a t o cle rnagestad y gloria que nos describcn 10s t l i v i n n s lihros
,
n o solo para d a re n CI I a sentencia clefinitiva so’nre toclos 10s bijos de Aclan, sino tamhien para antes que llegue e l tiempo de esta sentcncia reynar e n este niuntlo, sei- cono- ciclo auna (le totlas las naciones d e la t i e r r a , y clue 11aya una 6poca feliz e n nuestro g l o h , en que to-
d f t s 10s hahitantes capaces d e r a i o n
,
conozcan y ado- r e n ,iJesucristo liijo de Dios vivo, y d e consiguim- t e d su P a d r e que nos l o envi6 poi- nnestra salud, con todos 16)s demas misterios q u e ensciia niiestra sa-grada religion.
El segundo, q u e e n el principio de ayrael dicho- so tieinpo
,
10s juclios q u e con t a n a d m i f a l ~ l e provi- dencia se conservan dispersos y allatidos e n t r e las n a c i o n e s , han de convertirse & Jcsucristo,
l o h a n d e reconocer poi. sit Mesiasy
h a n de volver ri sei- ynehlo d e Dios,
d q u i e n adorarzin e n e s l ~ i r i t r ~ y verdad,
con provecho universai del inundo entero.Estos dos pnntos
,
qne corno dixe ya son 10s esenciales en la sentcncia del autor,
me parecen deinostratlos tcol6gicamente poi- la innltitud d e a n - toridades de la sauta E s c r i t a m c p c a l e 9 e n su aho- n o,
y
la claridad con que ellas 10 espresau :y
si estos que son l o principal e n q u e se oyonen 10s clos sistemas,
10s jux.o,amos teoi6gicamente dcmostrados, se salrn la sustancia de la dbra y el p r i m e r objeto de SII autor. Todos 10s denias articulos clue c n ella ’se tocan van ordenados 6 estos dos grandcs acon- tecimientos, y dcclarar e n lo posible e l modo c o n CJKIC lian d e verificarse; y aunque ninchos d e ellos son e n si mismos d e la mayor considerncion
,
niasrespectivamente a1 sisteina
,
\ endria d sei- indikeren-te qu e sucedicsen de la rnanpra c p e e l Josafat lo dice
,
apovado siemprc e n la Escritura 6 qtte SU- cedicscn cle otra. Aci q u e , :i rino q u c se Ilegara B probar qw algano 6 niuchos clc estos pantos,
noVI1
scrian conforme 10s erplica e l n u t o r , no por eso se despreciaria y cacria Io escncial de su sistcma. No &,xo de conocer sin e i n h a r ~ o , q u e la o h m ofre-
c e algnnas dificuitacles d e paso
,
q u e si hubiera vi- vido e l a u t o r ya se. las h u b i e r a yo expuesto,
para que m e las expiicase y resolviese,
y aliora con mas1-azon l o haria
y
las csforzarin e n esta censnra ; prro c o n todo ello , ellas no me p a r e c e que pnetian 011s- czirecer la copia d e luces con clue n o s persuade la sustancia del sistcma. Por lo q u a l ,y
y o r ]as pro-f u n d a s
y
h r g a s reflextones q u e sohre todo 61 t e n g o h e c h a s,
m i dictamen e s : que e n dicha o h n o sf:contiene cosa alguna contra nucstra santa fc ; antes bien puede servir para coiiocer y declarai. nincllas verdncles cuyo conocimiento n o era d e a h o l u t a nc- cesidacl e n 10s pi-imeros si@os d e la iglesia ; per0 que e n nuestros tiempos e s indispensahle conocerias.
Y poi- lo respectivo ii las costumbres
,
n o solon o contiene cosa a l p i a contra ellas
,
sino c p c p o rl o contrario contribnye mucho i; su reforma, c c m o
se verA por Ins inotivos q u e IiSerarnente voy ti aptin- tar. Priineramente cla u n a idea magnifica llena (le gloria y magestad de nnestro Seiior Jesncristo
,
y<le su ;urnenso imperio
y
poderio con l o q u a l es-timnla d temerlo y i: amarlo
,
q u e e s la ruente d etoda justicia. Infunde ademas u n prof'undo respeto ri
la veracidad de 10s santas Escrituras
y
empeiln li st1lectura 6 todos 10s fieles y rnuy particularmente S ,
10s sacerclotes, i{ 10s qiiales perteiiece mas que k
otros s n exlcta inteiigciicia y SIX esplicacion. A 10s
verdnderos cristianos llena de t e m a r y teinblor
,
rnostrarles poi- el clcsenhenn de 12s costuiiibres, arnenazados d e la Ennestisinin catamidad que a11oi-aestan snf'riendo 10s judios de s e r arrojados del salon de las bodas que e s la s a n t a iglesia
,
ii las t i r ~ i c - blas exteriores d e la incredniitlad e n ias q u e per- d i d o :{ Jesucristo nnestrw S a l \ a d o r sc pierden e t e p narnente ellos. A 10s incre'dtilos e' impios,
que llan renunciado la f e q u e profesal)an, l e s pone i)reserl- t e con energia y verdad la horrenda siierte ;; qt1eV I 1 1
contra si1 Cristo. A todns las clases de 10s horn-
1 ~puedc ~ ssei- provecliosa
,
porque l e s hacc entrar en s i rnisrnos y considerar SZI eterno destino ~y
evi-t a r a s i sn propia rninn y la desolacion cle toda la
tierra pues ya nos ilixo Dios p o r nn profeta deso-
lationes Gc.
P o r t o d o lo qual juzgo q u e se puede y atin debe periiiitir sn inipresion. Rlas deho advertir por l o per- teneciente a1 exemplar yiie V. S. me ha enviado, q u e est& lleno de yerros d e imprenta a s i en e l trx-
to como e11 las citas : algunos estan corregidos, per0 aun f'altan muchos que enmendar, lo yiial es indis- pensable lincer con toda prolixidad por inanuseritos cvlctos antes q u e se (16 d la p r c n s a , si V. S. per- mite clue se c16
,
pnes en materia d e tanta montayunlqriier yei-ro ptiede dailar mncho.
E s t e es mi dictamen salvo nzeZioi-i. Dado en este convent0 CIP Carmelitas descalzos de Cacliz k 1 7 de Dicieiiihrc d e
ISI
2.L A
V E N I D A . D E L
M E S I A S
EN GLORIA Y IMAGESTAD,
OBSERVACIONES DE JUAN J O S A F A T
,
HEBREO CRLS-TIANO, DxRIGLDAS AL SACERDOTE C R I S T ~ F I L O .
DISCURSO
PRELIMIRAR.
V e n c i d o ?a de vnestras instancias, aniigb
y
senor mio Crist6fi1o7 y determinado aunque con szima re- p q n a n c i a , ri yoner p o r escrito algunas de las cosas q u e os h e comnnicado, m e puse ayer ri pensar que' cosas en particular hahia de escribir, yq u e
6;dcny
rnCtodo me podria ser mas f i t i l , asi para faciiitar el trahajo, corn0 para rxplicarine con libertad. De?pnes de una larga meditacioii en que se me prescntaron con- fusamenle muchisinias ideas,
y en que nada pude ver con distinciony
claridad, conociendo que perdin el tienipo,
y me fatigaba infitilinente,
procur6 for en- tonces mudar de pensamientos. Para esto abri luegcr la Bihlia, que f u e el lihro q u e hall6 mas 5 La mano,y
apiicando ios ojos ri lo primero que se pus0 ilclan-. t e , lei estas palahras con q u e empieza e i capiiiilo 9 d e la Epistola ri 10s Romanos : Verifuiem dico in Chrisioiaon mentior
,
teslimoniimt ntihi p ihihenre c o n s c i r d a mea irz Spiritu Sancto : quoniam irislilia niilii mugaa est,e t c o n h i u s dolor cordi meo: optaham enim ego <rise
anathema esse d Cristo pro Jralribits nzeis, qui m i z t
cognali mei secundurta carnenz :
q:ci
sun[ lsruelif;P,quo-
r u m adopio estYfiliorum, e t glorta, et iestnineittu-n
,
et legislatio,
e t obsequium,
et promisa : qudrum Pat.-es,e t ex quibus e s t Christus secundum c a m e m etc. Con la consideracion de estas palabras
,
no t a r d a y o n ~iiriclicren exciiarPe en mi aqueilos tentim;cnlos d ~ i Apcistol; mas viendo e w e l coraFon se me opririiia awivAtdo- se con nueva iuerza aquel dolor qne casi sielnpre DIE '
1 ."
i8
acompafia cerre' tanihien el libro, y me sal:
rt
des- atlogar a1 campo. Aili pasado aqnel primer tumnlto,9 mitig,ldo un poco acluel ahogo, comence' 5 clar Au-
gar ,i varias refleulones.
i c o n q:ie es po.ible ( m e acnerdo qne decia ) con yne es posibie
,
cpie el pnebio de Dins, el pueblosanio la casa de Abrahan, de Ibaac y de Jacob, hom- b r c , ios rnzs iInsi:cs, 10s mas jristos, 10s inas ama- dos y privilegiados de Dios, con cuyo nomlwe el mis-
mo Dios es conociclo de iodos 10s siglos posteriores, d;eicndo: Ego s u m Dercs Abrahan, D e w Isaac et Deus
J(zc0G:::: JLOL nomen nzihi est in eelernunz
,
et ltoc nienao-I-iccle nxunz in, geiterationena, et genernfioiiena ( I ) . Un
pwcblo cgve liabia nacido, se hahia sustentndo y cre- &lo con La fe
p
eiperanra del Mesias ; w 1 i pneblo pre-parado de Dios para el Mesias con providencias y pro- cligios i m u d i ! o s p o r espncio cle clos mil ailus : que cs-
t e pueblo de Dios, este puebio sanio tuviese en me- dio de si 6 eLfe misino Mesias poi. r p i e n lantos si- glos h,ibia suspiraclo : que lo vieke ))or sus propios ojos con toclo el esp;enclor cle n u s virtucleq: que oyc-
se su voz
y
sus p a i a l ~ r a s cle vidii : que aclmirase stisobras prorligiows
,
diciendo y confeesando : bene omniafecit, e l surdos f e c i t audire et m u t s ~ loqui ( 2 ) : q u e re-
ciJ1ie.e de su bondad to& snerte de b e n e h i o s , J de
hencfrcios continuos asi espirituales como corporales Src. i p qne con todo epo no lo recibicae? [Con todo eso lo desconociete? i c o n todo eso lo pcrsiguiese con el mayor f u r o r ? i c o n todo eso lo rnirase como un
secluctor, coin0 un inicpo y como k n i a anunciado Isaias ( 5 ) , c i m sceleiviis reputatrts? i c o n todo eso e n
i i n , lo pidicse ri g-ancles voccs para el suplicio de la c r n z ? Cierio que lian sncedido en esta n n e s f r a tier- ra C O F I - verdaderamenfe increibles, a1 paso c ycier-
tas y cle la mayor euiclencia.
Mas de este sumo inal
,
infnitamente fixnesto y lamenfal)ie, proseguia yo discurrielldo,
i quien s e r i a la verdsdern c a u w ? i Serian acaso 10s publicanos,
10s pecadores, las n i e r e ~ r i c e s p o r no poder sari-ir la sane( I ) Bxod. c. 3. w. 6 .
15.
(2) Illarc. c. 7 . v. 37.19
tidad de s u vida, ni la piireza
y perfection
de su dac- t r i n a ? parece qne n o ; plies el Evarigelio mismo nosasegura q u e : eruitt appropinquunfes e i publicani, e t pec- calores, ut audirent illum ; y esto era lo que m u r m u + raban 10s escribas y fariseos : e t nzurmnrabant phari- sei, et scribe dicenles : quia hic peccafores recipit
,
e tnzaizducat cum illis ( I ) . ;Seria acaso la genle ordina-
r i a , 6 la infiina plebe, siempre r u d a , grosera y desa- tenta? Tampoco: porque antes esta plebe no podia ha* llarse sin 61: esta lo buscaba y lo seguia Iiasta en loo montes
y
desiertos mas solitarios : esta lo aclanidha ri5ritos por liijo de David y Rey de Israel: esta lo de- tendia y daba testimonio de su jnsticia ; y p o r teemor de esta plebe no lo condenaron antes de ~ i e m p o .
No nos quedan pues otros sino 10s Sacerdoles, 10s sahios y doctores de 13 l e y , en quienes estaba el cob nocimiento
y
el juicio de todo l o que tocaba zi la Re- ligion. Y en efecto, estos fueron la causay
tuvieron toda la culpa. Mas en esto mismo estab3 mi mayor admiracion : I n hoc eiaim mirabile e s t , les decia ayuel ciego de nacimiento : quia wos nesciiis iinde s i t , et ope-.ruit nzeos oculos (2). Estos Saccrdotes
,
estos doctores,i n 0 saljian lo que creian? i N o sabian lo que espera- b a n ? i N o leian las escrituras de que e r a n deposita- rios ? i Ignoraban, 6 era hien qne ignorasen, que ayne- 110s eran 10s tiempos en que debia manifestarse cl Me- sias, segun las mismas E s c r i t u r a s ? ( 3 ) [ N o eran tes-. t i p s oculares de la santidad de s u vida, de la exce- lencia de su doctrina de la novedad, mnltitud y gran- deza de sus rnilagros? S i : todo esto es verdacl; mas ya el mal era incurable, porque era antigno : no cod inenzaha entonces
,
sino que Tenia de mas lejos:ya
tenia raices profundas.
E n suma e l mal estaha e n aquellas ideas tan ex-
trafias
y
tan agenas de toda la E s c r i t u r a , qiae se ha- hian forniado del Mesias : las quales ideas Elalsisn he-. bido y behian freq6entemente e n 10s interpretes de la anisma Escritura. Estos int6rpretes,
ri quieneq 1ion.a--a
( I ) Luc. c . 15. v , I .
( 2 ) Joan. c . 9. Y . 36.
20
]Jan con el tilulo de Rabinos, 6 maestros p o r e w e - lencia, xi cle seiiores, lenian ya mas autoridad eiitrc elios que la Escritura inisnia. Y esto es lo que re- yreliendi6 el mismo Mesi as , citrindoles Ids palabras
&i capittilo veintc y niievc de Isaias : Nipocrite bene
propheicivit de vobis l s n i a s , diceizs
.
p o p u h s hic labiisiiae bonoral; cor aritrnz eorum iongk c r t d m e . Sine cau-
sa autenz coliint m e
,
doceiztes doc(rinas, et nzandatniiomiizunz. Relinquciate c enim rnarzdaiurn Qei
,
tenctistraditionem iionrinuna..
.
.
h ' r d irsitum Jaciiis praceptumDei,
ut rrndilionenz vesfrunt se'r.vetis ( 1 ) .Pucs estos son, conelriia y o , c+os son ciertamen.
t e 10s clue nos cegaron y 10s que nos perdieron. Es-
tos son aquellos cloc!ores y legisperitos, qiic habien- do reribido, y teniendo en sus rnanob la llave de la cieneia, ni ellos entraron, ni dexaron enerar 6 otros (2).
En 10s IEcci-iluras estrin ]lien claras las wiialcs d e la venida del Mesias
,
y del Mcsias iiiiqmo.Su
vida, su preiiicdcion,
SII cloctrina, s i i j i i r t i c i n , su smLiciad, s abondad, sii manseduni1)re
,
sus olwas prodigiosas,
sus torinentos, sit crux,
su sepultnra Src. Mas como a1 mismo tieinpo se lee en ias misrnas Escriiiaras, J es-to & cada paso, otras cosas infinifamcute gi-andes
y
rnapnificas de la misina persona clcl Mesias, tornaron nnestros doctores con suma indiscrccion estas solas,
componie'ndolas ri su modo, y se olviclaron de las otras,
y
las despreciaron absoln [mien te como cows poc0 agradables. i Y c p e sucedid? Vino el Mesias, se oy6 61i voz? se vi6 su jnsticia, se admir6 S H doctrina, susmilacyos Cyrc. El rnismo 108 reniitia A las Escrituras, en las p a l e s como en tin ecpejo fclelisimo lo podian v e r retratado con s n m a pmfeccion : Scruiainini Scrip- turns.... e l ills. suni qucp teslinzoniuin perhibent de nae ( 3 ) .
P e r o todo en vano. Como ya no Iiabia mas E s e r i t n r a que 10s Rabinos, ni mas ideas del Mesias, que las. cpe nos rlahan niieslros doctores; ni 10s mismos Es- cribas, Fariseos y iegisperilos conocian o t r o Me- sins que el q u c liallaban en Ins lihros
p
en las Isa- diciones de 10s I i o n ~ h r e s , file coni0 una conseqdenciaMat. 15. V . 7 . 8. 9. -.?lfarc. C . 7 . v . 8. 9. ( I )
2 1
necesdria que todo se e r r a s e ,
y
q u e el pueblo ciego, conducido p o r o t r o ciego, q u e era e l Sacerdocio, ca. yese j u n t o con 61 en el precipicio.Ahora, arnigo rnio
,
dexando apartey
procurando olvidar del todv unas cosas tan ihnestas y t a n nie- lancitlicas,
q u e no nos es posilde r e m e d i a r , volva- Inns todo e l discurso 318cia otra parte. Si yo nie atre. viese ci d e c i r , q u e 10s crisiianos en e l estaclo pre- sente n o estarnos tan lejos coino se piensa de este peligro, ni tan seguros de caer en otro precipicio se- mejante,
pensarias sin duda que yo me burlaba. Massi vieras q u e hablaba seriamente
,
y
q u e me tenia e n lo dicho,
parc'ceme clue a1 punt o firmaras contra mi la sentencia de ninerte,
claniando grandes voccsEnpidetur. Pnes
,
Seiior I auncpe lhevaii piedras poi-todas p a r t e s , lo diclio diclio : la proposicion la tenso
poi' cierta, y el f'andarncnto me parece el inismo sin diferencia alguna substancial. Oicl ahora con Londad,
y
no os asusieis t a n a1 principio.Asi coino e s cierto y de fe dlvina q u e el Mesias prometido en las santas Escrituras vino ya a1 mun-
d o , a s i del rnisrno niodo es cierto y dc fe divina, q u e hahitindose ido a1 ciclo despues de su niuerte y resurreccion I o t r a vez ha cle venir a1 niisino nitindo
de nn modo infinitamente diverso. Segun esto cree- mos 10s cristianos clos venidas
,
con10 dos yuntos esenciales y fundaiiienta!cs dc nuestra Religiori : u n aq u e ya sncedi6, y cuyos electos admiralr?es veirios y
gosamos hasta e l dia de hoy : otra que succderd in- faliblemente no sabernos qnanclo. De esta pues os
pregunto' y o : j e s t a s ideas son tan ciertas
,
tan se- guras y tan jnstas,
qiie no haya C O S a alguna q u e te-nier ni que d n d a r ? Naturalmente rne direis clue si:
ci-cyendo Imenamenie q u e rodas las ideas q u e tene- mos de esta segnnda venida del Mesias son tomadas fieiniente de las santas Escritusns de clonde sola- rnen'e se pneden tomar.
No obstante yo os pregunio 5 vos mismo
,
con quirn ha11lo en particular : ? s i con vaestros propiosestndios
,
trabajos y dikigencia liabeis sacado esfas idecis cle las sanf-as Escriluras? Asi parece q u e lo de- bernos suponer ; pues siendo S a c e r d o k,
y
teniendo2 2
Como t a l , 6 clehiendo t e n e r la Have de la cicncia, apcnas podreis t e n e r alguna escnsa e n iros huscar otras cisternas na t a n seguras
,
puclienclo a b r i r la p n e r t a,
y h e h e r el agna p u r a e n su propia fuente.as
el trabajo e s,
que no podemos snponerlo asi,porqne sahernos todo lo conlrario p o r vueslra pro- pia confesion. i Q u e n e c e d a d hay
,
d e c k confiada- inenie, d e q u e cada uno e n pzrticnlar s e tome e l grande y niolestisimo trahajo de sacar en lirnpio lo q u e hay encerrado en las santas Escrituras,
quando este trabajo nos io han aliorrado tantos doctores que trahajaron e n esto toda su v i J a ? Y si yo os vuelvo .i p r e g u n t a r , si estais cierto y seguro como lo plcle u n negocio tan g r a v e , q n e son ciertas y jtistas todas las ideas q u e Iiallais en Ins dactores solwe la segnn- da venicla del Itgesias, temo mucho yne no os dig- neis de reqponderme ? trattinclome cle imperiinente yd c necio. i l l a s yo p o r eso niismo os muestro a1 pun- t o coni0 con la mano q u e 1 inismo Fcligro clc que liahtamos
,
y
ayuei precipicio misnio c n q n e caj eron anis jvdios.U n o de 10s grancles males q u e bay aliora e n la IgZesia, p o r no decir el m a y o r d e todos
,
~)arPcerne que es la negiigencia,
el descnido, y aun el oluido casi total e n q u e se ve el Sacerdocio del estudio de la sagrada Escritura. Del esiudio,
& g o , formal,
n o de nna leccion superficial. Vos misnio podeis ser h e n testigo de esta verrlad ; pues siendo sahio,
y corrio tal aplicaclo 6 la hella l i t e r a t u r a , 11al:eis tra!aclop
tratais con torla siierie de literatos : entre todos estos,
i
qrianlos escriturarios Eiaheis hallado ? i Quantos que sicpiera algttna vez ahran este iihro divino? ~ Q u n n t o sqt:e le liaudn el pequefio honor de d a r k Ingar eiilre 10s otros Iibrosl
Mas volvicndo 6 nucstro a s a n t o , me atrevo
,
Se- b o r , Q deciros,
y
tamhien A probaros en toda f'or- m a , q u e las ideas de la segunda venida del BIesias q i t e nos dan 10s intgrpretes, q n a n t o al m o d o , durs- cion y circunstancias, y que tcnemos p o r tan cier- €as y tan seguras,
no lo 6011 tanin c p e no neceri'ende exdmen :
y
este e x h i e n no parece que p e d e ha- cmse d e otro modo,
sino comparando dichas ideas2 3
.eon la Escrilnra misrna
,
de donde las toinaron 6 [ a s debieron tomar. Si esta diiigencia hubicran prac:i- cado nuestros Escribas y Fariscos,
quando ei Seliormisrno 10s remitia i las Escrituras
,
cieriarnen c hu. bieran hallado otras ideas infiniiainen,e diversas de las q u e liallaban en 10s Rabinos, y es bien creible q u e no hubieran errado tan monstruosamente.( Q u e q u i e r e s , aniigo, que Le d i g a ? P o r grande q u e sea mi veneracion y re-peto Q 10s i nt6rpneks de la Escritura
,
liomhres verdaderaniente grandes,
sa- pienlisinios,
ernditisimos y lienos cle piedad,
no pue- do dexar de decir lo qne en el asunto particnlar de q n e tratamos veo y ohservo en e!los con grande ad- miracion. Los veo ? & g o , ocupados enlerarnente e nel empeiio de acoinodar toda la Escritura sarata, e n especial lo que es profecia
,
d la priiiiera venida dcl Mesias, y i 10s e€ectos ciertamenie grandees y admi- rables cle esta venida, sin devar nada, 6 casi nada para la segunda, como si solo so tratase de dar ma.teria para discnrsos predicables
,
ri cle orctenar algun oficio para tiempo de Adviento. Y esto con tanto zeio y ' f c r v o r,
q u e no reparan tal vez,
ni en la im-propiedad, ni en la violencia
,
ni en la Cialdad delas acornodaciones, ni cn las reglas mismas que lian estahleciclo d e d e el principio
,
ni tampoco ( 9 0 que parcce mas extraiio) tampoco reparan en omitir al-gunas coI;as, olvidando ya u n o , ya mnchos versicu- 10s enteros
,
como que son de poca iinportancia; y muchas vcces son tan iinportnntes que destrnyen vi- sihiemente la exposicion clue se iba dando.P o r otra parte 10s veo asentar principios, y dar renlas 6 crinones para la niejor inteligencia de la Es-
critnrd; mas por poco clue se mirc
,
se conoce ah. p u n t o q a e algiin,~s de estas reglas
,
y no pocas, sonpriestas a discrecion, sin estribar en o t r o funclarncn-
to cpie en la exposicion misnia
,
6 inteligencia q u e ya lidn dado,
6 prel-enclen d a r & niuchos lugwes dela Escritnra bien notabees. Y si e s h exposicion, esta in'eiigencia es poco j u s t a , d niriy agena de In ver- clad (como sucede con bastante freqi~eencia)
,
?a te- neinos r e s l a s propisirnas para no enbender jainas Po q u c leemos en la Escritura.De
aqui lian nacido34
aqvellos sentidos diversos de que muchos abusan para rel'ugio seguro cn las ocasiones ; piles por claro q u e p a i e i c a c l i e x t o , si se opoce B las ideas ordinarias, tienen siempre la rnano sn sentido aleg6rico : y si
esie no b a s t a , iTiene lnego B ayndarlo e l anag6gico9 & 10s qriaies se aiidde el tropo16gico7 niistico
,
aco- moclaticio k c .,
liaciendo un iiso freyiientisimo pa de uno ya de o t r o , y a cle mirclios ri un niisrno tiempo: 5nl1;endo de la tierra a1 cielo con Srande f'acilid<d,Y
con la niisina hayando del cielo B ~n lierra a1 inslan-
t c higuienie ; tolimndo en una inisma indiridua pro-
fecia
,
en u n mismo payase, y tal vez en un mismo ver-icnlo,
una p a r i e Lciteralitbr,
otra alegoricb,
otraa.nagogic2
,
y cornponiencto de varios retazos d i l m i - simos u n a cosa,
6 tin t o d o , . q n e a1 fin 110 se sabe loqne es :
y
e n t r e tanto la divina Escritnra,
el libro verdadero,
e l m a s venerable,
e l mas sagrado, queda e l p u e s t o a1 fuego 6 agticiera de 10s ingenios,
d quien acornorla mejor,
como si f'uese libro de enigmas.Bo p o r e s o penseis, Sefior, q u e y o repriiebo ah. solnlaniente e l sentido aleg6rico 6 figiirado (Io mis- rino dig0 ;i proporcioii cle 10s otros sentidos). El sen-
tido alegdrico en especial, es muchas veces iin sen- tido bueno y v e r d a d e r o , a1 qual se clel)e atender en la misina letra
,
aunyue sin dexarla. Sahemos por tes- timonio del Ap6stol S. Pablo, que mnchas t o s a s pne sc Iiallan escritas c n 10s libros de Moyses, eran fi- g n r a de otras ninchas q u e despnes se veriElcaron enCristo. y el iiiisnio Ap6slol en la Epistola B 10s G& lafas
,
capitulo quatro,
liahla de dos testamenlo3 fi- giirados e n l a s dos niugeres cle Abrahany
en siis clos hijos Iwiae'l c' I sa a c , y ailade, q u ~ s i t n ~ per n l l e g o -ria712 clicla: mas como sabemos pot- otra par(?, que ]as Epistolas, de S. Pablo son tan can6nicas como e l Gc'ncsis p ExCdo
,.
qnedarnos ciertos y segnros,
no nicnos de la liistoria, q n e dc su nplicacion ; ni por csta explicacion,
6 alegoria 6 Elgura, dexanios d e creer que las (10s mugeres de Aliralian Agar 1y S-ra:2s
e n Origenes (ri qnien por esto llama S. Ger6nimo,
allegorrcus semper inlerpres :
y
en oims paries,
alle.goricus rzoster)
,
sino e n to& suerte de escrilores ecle- siristicos,
asi antiguos como modernos : 10s cuales sentidos mucliisimas veces ncl dexan l u g a r algmno, anles parece que destrnyen enleramente el sentido h i s t o r i a l , est0 e s , el ohvio liieral. Y aunyue regu- larinenie dicen verdades, se ve no obstante qiie no son verdades conteniclas en aquel lugar de la Escri- t u r a sobre q u e hablan,
sino tomadas de otros 1 ~ - a - res de la inisma Eseritrira, entendida en su sentido propio literal ; 3- ellos mismos confiesan, que solo esfe sentido es el que puede establecer nn dogmay
ensefiar una verdad.
Con l o d o e s l o , dice u n antor inoderno, la Es- critura divina no se h a explicado hasta ahora de otro modo, dc como se explicir en el quarto y quinto siglo, eslo e s , de un modo mas concionatorio, q u e propio y literal: 6 por un respeto n o mny bien en- tendido 6 la antigiiedad, 6 tamhien por s e r un modo mas ficil y c6modo; pues no hay texto alguno, por ohscnro que parezca, qne no pneda adinitir algun sentido, y esto hasta. Esia libertad de explicar la E x r i t u r a divina en otros mil sentidos, derando el l i t e r a l , ha llegado con el tiempo 6 tal exceso? q u e podernos decir sin exigeracion
,
que 10s escrntores misinos la han hecho inaccesible, y en c i e r t o modo despreciable. Son estas expresiones, no mias, sino del sahio poco ha citado ( I ) . Inaccesihle a acpellas personas religiosasy
pias, clue tienen hainhre y sed de las verdades que contienen 10s lihros sagrados, por el niiedo de caer en grandes errores, que 10s doctores mismos les ponderan, si se atreven A leer estos libros sagrados sin luz y socorro de sus co- mentarios. Mas como en estos coinentarios, tantosy
tan cliversos, lo que inas falta y se echa menos, es la Escritnra misma, que n o pocas veces se ve
sacada de su propio lugar, y puesta otra cosa di- f e r e n t e , parece preciTo, que ri lo menos u n a gran
parte de ella, en especial la profeec.ia, cpede e w m - 3
26
dida
y
corn0 i n a c c e 4 d e 7 d 10s que con Imena fe y dptima inlencion desean estudiarla.Los comentadores
,
hahlando en general,
no en- traron ciertamenk en muchos misterios hien subs- tancialesy
hien claros, que se leen y repiten de mil rnaneras en 10s libros sagrados. E s t e es u n mal y no pecpeiio: mas el mayor mal e s t & , en que pro- B i ~ ~ a n la entrada, y cierren la puerta 6 otros mu- chos q u e puedieran entrar,
dindoles & entender,y
tal vez persuadidndoles eon sumo empeiio,
que aqae- 110s iiiisterios dc que hablo, son peligro, son error, s o n suerios, son clelirios Src.,
q u e aunque en las Escritnras psrezcan eapresosy
claros, no se pne- den entender a s i , sino de otro modo, ti de otros: cien rnodos diversos, segun diversas opiniones j me- nos de acpel modo, y en aqnclla €orma en q u e 10s dict6 el Espiritn Santo. Y si & personas reli- giosas y pias la Escritura divina se ha hecho en gran parte inaccesible por 10s comentadores misinos,a otras nienos religiosas y menos p i a s , en especial e n el siglo que llamarnos de las lnces, se h a h e r h o tamhien nacla inenos que despreciahle ; pues sc les La dado ocasion para pensar, y tal veL lo clicen con snma lihertad
,
.qne la Escritura divina,
e s ,quando menus, un libro intitil
,
pnes nada significa p o r si mismo, ni se ha de entender como se l e e , sino de otro modo diverso, q!ie es necesario adivinar. E n fin, que cada uno es lihre para dar!e el sentido que le parece. As; el temor respetuoso de 10s unos,y
el deqwecio impio de 10s otros,
han p r d w i d o p o r h e n a consequencia nn mismo efecto natural. esto e s , renunciar enterarnente a1 estudio de la Escritn- ra,
lo yne en nuestros dias parece que ha llcgadoB lo sumo.
Todo esto que acaho de apuntar, annqne en ge- neral y en confu$o
,
me persuado que os parecerg duro e' insnfrible,
mucho mas en la hoca 6 pinmade nn misero judio. Vuestro enfado cleheri crecer a1
paso que fudreinos clescendiendo a1 euilmetl de a p e d
27
coman s e n t i r , 6 de la inteligencia cornnn
de
Ins ex- positores, y en tal qual cosa tambien de 10s te6lo- gos. Esta declaracion precisa y f o r m a l , q u e os hago desde ahora, y q u e en adelante habeis de v e r cum- plida con toda plenitud,
me hace naturalmente te- m e r e l primer impetu de vuestra indignacion,
y m e obliga ti buscar algun r e p r o contra la tcmpestad: digo coiitra la censura f uert ey
dura q u e ya mepa-
rece oigo antes de tiempo.
Pare'ceme una cosa naturalisima
,
y
p o r eso m u p escusable,
que aun antes de haherme oido suficien- temente,
a n n antes de poder t e n e r pleno conocimien- t o de causa? y aun sin querer exdininar el procesa, me condeneis a lo menos por u n temerarioy
por u n auclaz ; pues me xtrevo yo solo,
hombrecillo de nada, 6 contraclecir 6 tantos sahios, q u e habiendo mirado hien las cosas, las estahlecieron asi de co- rnun acuerclo. Lejos sea de m i el pensar q u e soy also,
respecto de tan!os y tan grandes hombres. Los venero y me humillo ti ellos, como creo q u e esno solo razon sino justicia. Mas esta veneracion, este respeto, esta deferencia
,
no i p o r a i s Sehor,
q u e ticnen sus limites justosy
prec'isos,
ti 10s quales e s laudable llegar, mas no el pasar adelante. Los doc- tores mismos no nos piden ni pueden pedirnos q u e se propasen estos lirnites con perjuicio de la verdad, anfes nos ensefian ,todo lo contrario, pues apenas se hallarii algnno entre mil,
que no se aparte en algo del sentimiento de 10s otros. DiSo en algo ? p o r q u e 'apartarse en toclo 6 en la mayor p a r t e , seria quan-d o menus iina extravagancia intolerable.
Yo solo trato uii pnnto particular
,
que es l a v e - nida del Mesias que toclos esperamos : y si e n las cosas que pertenecen z i este pnnto particular,
hallo en 10s doctores algunos defectos 6 aigunas ideas poco j u s t a s , que me parecen de gran conseqiiencia,
[que pensais, amigo,
q u e deher6 h e r ? i S e r Q clelito h a - Jlar estos defeclos,
advertirlos,
y tenerlos por tales? iSerti temeridacly
auriacia el proponerlo ti la consi- deration de 10s inteligentes? i S e r i faltar a1 rcspeto clehiclo 6 estos sapientisimos doctores,
el decir,
q u ea8
en millares de cosas diferentes, 6 no les €ne posi- ble reinediarlos en el sisteina que segnian? Pnes esto
e s solamente io q u e yo dig0 6 preiendo decir. S i ii
esto quereis 1lani3r iemericlad y audacia
,
huscad, Se- n o r,
otras palabras mas propias que le cpadren me. jor. ;Que inaravilla e s , que una hormiga q u e anda entre e l polvo de la t i r r r a , descubra y se aproveclie de a l p n o s granos pecpelios, pero preciosos,
que seescapan fjcilrnente ii la vista de un dguila? i Q n e ma- pavilla es ~ ni que teineridad
,
ni q u e audacia,
quetin hombre ordinario, aunyue sea de la infima plebe, descttb1-a en nn grande edificio, que flacpea y ame- .
naza ruina p o r alguna parte determinada? No cier- tamente porque el eclificio en general no est6 hien traliajado segun las reglas
,
sin0 porqne el fundsmen-to sobre que estriba una parte del misrno edificio, no es igualmenie d i d o
y
firine como debia ser.S e p o d r j mny hien t r a l a r ii este hombre de ig- norante-y grosero : se podrri repreliendcr de audaz y
temerario: be le podri dccir con irrision que piensa saber mas que 10s aryai:ectos inisnios: pues esios le- niendo huenos ojos edigcaron sobre ayuol fnndamen- to. Mas si por clesgracia 10s arquitectos en reahdad
n o exsminaron e l fundamento p o r aquella parte,, 6
no Io e . i h i n a r o n con atencion; si se fiaron de la pericia de otros mas antiguos
,
y
estos de o t r o s ; si en esta I~uena €e edificaron sin recelo,
no niirando o t r a cosa que ii poner una piedra sobre otra ; en este caso, ?serf maravilla q u e el hombre groeero e'ignorante descnbra el defecto, y diga en esto la p u r a verdad? Con este esemplo obvio y sencillo debciieis comprehender qnanlo yo tengo yne alegar en mi de- fensa. Todo se p e d e redncir z i esto solo, ni me pa- rece necesaria otra apologia.
Debo soldniente adverfiros
,
que como en todn es- t e escrito qne os voy Q presentar, h e de hablar ne- cesariamente, y esto & cada paso, de 10s inGrpreles de la Escritnra ; 6 por hahlar con mas propicclad, de la in:erpreLacion que dan 2i todos aquellos lugases de29
dan parccer poco respetnosas,
y aun poco civiles.
Las quc hallarcis en esfa €ornia, yo os suplico, Seiior, qtte tengais la hondarl de corresirlas; mi intencionn o p e d e ser otrn q u e decir Clara y sencillamcnte lo q u e me parece verdad. Tan lejos estoy de cpei-er ofen- der en lo mas niiniino la memoria venerable de nues-
tros doctores y maestros, q u e antes 10s miro con par- ticular estirnacion, C Q l l l O q u e n o ignoro lo que h a n trahajado e n el inntenso campo de las Escri t uras, n i tampoco rlndo dc la bondad
y
rectitnd de sus intencio- nes. Asi mis evprcsiones y palabras Sean las que fue- Ten, no miran cle modo aignno ri las personas ni 6 supiedacl, ni ri su sabicluria
,
ni B su erudicion,
ni ri su ingenio kc. Miran tinicamenie al sislema q u e lian abra- eado. E s t e sisterna es el q u e pretend0 combatir, inos-trando con 10s hechos mismos, y con arguinentos 10s mas sencillos y p e r c e p ~ i b l e s , q u e es insuficiente, por sumamente ddbil, p a r a poder sostener sohre si un rdificio tan vasto, c p a i es el misterio de Dios q u e en- cierran las santas Ebcrituras ;
y proponiendo o t r o sis-
t e n i a , clue me parece solo capaz de sostenerlo todo. De este modo lian proceclido mas de un siglo h a nues-
trqs fisicos en el esturlio de la naturaleza,
y
n ois-
norais lo q u e p o r este medio han adelantado.Esta o b r a , 6 esta carta familiar, q u e tengo el 110- n o r de preceniaros
,
pare'eeme hien (buscando algnna especie de 6rden) que vaya diviclicla en ayuellas t r e s partes p r i n c i p l e $ 6 que se reduce e l t r a b a j o de un la. brador esto es,
.preparar,
sembrary
recoger. $or tanto,
nuestra primera parte comprelienderri solamen- t e 10s preparativos necesarios, y tainbien los mas con- dncentes, como son allanar e l t e r r e n o , ararlo, q u i t a r emharazos,
revolver dificnltades &c. La segunda coni- prehendefii las observaciones,
las qi~nles se pueden llamar con cierta semejnnza el grano q u e se siembra. E n la tercera en fin proeuraremos recoger todo el fru-t o clue pudi6remos de nnestro trahajo.
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critores v i e produce cada dia el sigIo ilnminado, no
dexa de distinguirse ficilmente la nohleza de la ple- Be, es decir, 10s pocos entre 10s muchos. [Que drden ni quC esiilo podeis esperar de un hombre ordina-
.,EN*
G L O
%A
Y
.MAGESTAD.
PARTE PRIMEKA,
QUE CONTIENE ALGUNOS PREPARATIVOS NECESIQRIOS
P A R A U N A J U S T A OBSERVACION.
GRPITULO I.
Be la letra de la santa Escritura.
$.
I.'I ' o d o lo que tengo clue deciros, venerado amigo Cris- t6filo7 se reduce al e x h e n serio y formal de n n so- lo p u n t o , que en la constilucion 6 sistema presente de ia Iglesia y del mundo, me parece de un sumo in:eres. Es k saber: si las ideas q u e tenemos de la segunda venida del Mesiss, articulo esencial y fun- daniental de naestra Religion? son ideas verdaderas ym
justas., sacadas fielmente de la divina relacion
,
6 no. Yo coinprchendo en esta segnncla venida del Me- sias no solamente su manilestacion, 6 su revelacion como la llaman freyiientemenie S. Pedroy
S. Pablo, sino tambien todas las cosas q u e 6 ellas se ordenan inmediatamenre,
6 tienen con ella rclacion inmedia- t a : asi las qne .deben precederla corn0 las q u e de- h e n acompaiiarla como tamhien todas sus consecpen- cias. Sin0 me engailan mis ojos, me parece q u e veo todas estas cosas con la mayor distinciony
claridade n la santa Escritnra. Me parece q u e las veo todas grandes