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El proyecto de Natali y el libro de los niños : la representación de la ciudad real e imaginaria de los niños a través de su propio libro

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TRABAJO DE TESIS

El proyecto de Natali

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La representación de la ciudad real e imaginaria

de los niños a través de su propio libro

El proyecto de Nátali

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Autor: Nátali Herrera Mota

Trabajo de grado para optar por el ítulo de Comunicadora Social

Énfasis Editorial

Director: Gilberto Eduardo Guiérrez

Ponificia Universidad Javeriana

Facultad de Comunicación y Lenguaje

Comunicación Social

Bogotá

2010

El proyecto de Nátali

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Reglamento de la Ponificia Universidad Javeriana

Arículo 23

La universidad no se hace responsable por los conceptos emiidos por

los alumnos en sus trabajos de grado, solo velará porque no se publique

nada contrario al dogma y la moral católicos y porque el trabajo no contenga ataques y polémicas puramente personales, antes bien,

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Agradecimientos

Antes que nada debo dar gracias a Dios y a su intercesora, la Virgen de Santa Marta, por darme la sabiduría, paciencia y entrega necesaria para culminar mi proyecto con éxito. También por poner en mi camino enviados especiales que con sus saberes, comprensión y cariño asesoraron mi tesis para llevarla a feliz término. Ellos son:

Mi mami, Elenita Motta Serna, por su rigurosa asesoría y dirección en mi proyecto. Madre, gracias por heredarme el gusto por las ciencias sociales, por el trabajo con niños y por estar pendiente de cada paso que daba en la construcción de mi tesis, porque sin tu apoyo moral y amoroso, no habría podido llegar a este punto. Gracias por impul-sarme en mis momentos de cansancio y desesperación, por ser la mejor mamá. Hoy te entrego el producto de un esfuerzo que es tanto tuyo como mío. Gracias por ense-ñarme a amar lo que hago y a hacerlo bien, con esa misma disciplina que tú imprimes a todo lo que haces.

A mi papi, Guillermo Enrique Herrera, por inculcarme el amor por los recorridos. Como cuando de niña me llevabas en tus piernas hasta el colegio y yo dormida, dejaba las babas en tu pantalón. Gracias a ti tengo amor por la ciudad y sobre todo por los trayectos en carro, bus, avión o lo que sea, pues “con esta llegamos”. Me llevaste a los luga-res más inhóspitos y recónditos que puedan existir en esta ciudad y país, además de acompañarme por primera vez a Disney World. Gracias por heredarme las habilidades comunicativas escritas y orales y porque, a pesar de la distancia de una u otra manera, estás pendiente de las cosas importantes en mi vida.

A mi hermanito, Camilo Andrés, por darme el silencio cuando lo necesité. Por interpretar “Más que palabras” e inspirarme con los melodiosos sonidos del bajo y la guitarra al otro lado de la habitación. Por la paciencia en mis momentos de estrés y por preocuparse de que me salgan bien las cosas que emprendo, además por hacerme reír con sus apuntes y chistes flojos.

A Jael, por ser más que mi profesora, una amiga, y persona muy especial que Dios puso en mi camino para darme lo mejor de sus conocimientos, desde una perspectiva editorial, psicológica, y sobre todo muy profesional. Por la paciencia, cariño e interés incondicional que pusiste en mi trabajo, mil y mil gracias, pues acá hay un pedacito de ti.

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A mi tía Ana Cristina, por darme el enfoque pedagógico que el trabajo con niños requiere, por estar pendiente de mí en la tesis, por las cartillas que me consiguió y por darme ejemplo de lo que es ser una maestra paciente y amorosa.

A mi asesor, Eduardo, por la confianza que desde el primer día puso en este proyecto, por ser comprensivo, flexible y humano. Por ayudarme a dar sentido y rumbo a la idea, por impulsarme a seguir adelante y a escribir en un estilo diferente. Por apoyar propuestas fuera de lo normal, por mostrarme que se puede dejar volar la imaginación en un trabajo de tesis y lograr resultados interesantes, por acercarme a la realidad de los niños y trabajar constantemente por hacer de la academia un lugar que rompa los esquemas tradicionales de enseñar y aprender. Por sus sabias palabras “crecer no duele tanto” en el justo momento.

Un agradecimiento muy especial a mi primo Cesitar, por ayudarme en todas las ideas locas que he hecho en la Universidad, por nunca darme un “No” como respuesta a los miles de favores en este tiempo, por enseñarme que las cosas sencillas quedan bien hechas y demostrarme que no es bueno complicarse tanto, además por sacrificar tantos fines de semana en pro de mis planes.

A Jhon Jairo, diseñador del Grupo Norma, por escucharme, ayudarme a inspirar con el libro “Quién soy yo?” y estar dispuesto a darme su colaboración.

A mi familia, gracias por heredarme el gusto por aprender y enseñar. Pues, cada vez somos más quienes estamos sumergidos en la escuela y universidad, enseñando y aprendiendo.

Mil gracias a la Institución Educativa Distrital Nuevo Horizonte Sede B, a sus directivos, profesores y estudiantes por abrir las puertas de su mundo para permitir a extraños adentrarse en su vida escolar, conocerla y proponer ideas diferentes. A las profesoras Esperanza Melo y Luz Mery Sánchez, por el apoyo constante.

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En el giro de los ringletes se insinúan otras Bogotás, el discurso se

reemplaza por los relatos. Bogotá de los encuentros y las sonrisas…

de amigos en las esquinas y niños revoloteando por las calles […]

Porque el viento arrastra el discurso, tapa las referencias y trae

mur-mullos de mil relatos: son las anécdotas que dejan ver el complejo de

relaciones que es la ciudad con sus escenarios […]

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Comenzó la aventura

Autores

Nuestro primer día

La ciudad real de los niños

La ciudad imaginada de los niños

La ciudad: adentro y afuera

Observar el entorno: recorridos casa – colegio

Cómo la representación de ciudad se plasmó en un libro

Fase 1: conocimos las partes del libro

Fase 2: apreciamos libros y otros impresos

Fase 3: construimos la maqueta de autor

Fase 4: desarrollamos el comité editorial

Fase final: el libro de los niños

¿Hasta dónde llegamos?

Nuestro último día

Bibliografía

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e niña, siempre me gustaba jugar a la profesora. Y de repente, pasaron cinco años en la universidad. Justo llegó ese momento en el cual uno debe materializar lo que ha pasado en ese tiempo de estudios en Comunicación Social. No quería hacer una tesis convencional y tuve la oportunidad de iniciar un proyecto con niños de la Insti-tución Educativa Distrital Nuevo Horizonte Sede B, ubicada en el barrio El Codito, al Norte de Bogotá, en la localidad de Usaquén. Como si hubiera sido predestinado desde mi infancia, me involucré en la escuela.

Pero, qué hacer, porqué hacerlo y para qué. Mis primeras exploraciones en este lugar me hicieron observar cuidadosamente el entorno y allí, en la calle 190 con carrera 4, la mirada de Bogotá es en perspectiva. Las casas, las calles e incluso las mismas personas se ven pequeñas desde los Cerros. El color de la niebla, sentir el sol más cerca y el olor de la montaña, me hicieron pensar que la ciudad sería un tema intere-sante para contar a través de mi tesis. Y porqué no, para los niños con quienes empezaría a trabajar.

Y así fue. Se inició una aventura donde los protagonistas fueron los niños de terce-ro de primaria, quienes con la magia de su infancia lograterce-ron hacer posible el libterce-ro que presento ahora. Ellos ingresaron al proyecto de Nátali y entre todos construimos un recorrido de experiencias que ya es posible socializar a otras personas.

En este camino, surgió el libro de los niños, la representación de la ciudad que ellos habitan, sienten y sobre todo perciben. De este modo, el proyecto y el libro se consolidaron en un solo producto editorial que recoge un cúmulo de aprendizajes, tanto para estos pequeños, como para mí en la orientación y desarrollo de este proceso.

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Autores

Siempre pendiente del trabajo de sus compañeros y dispuesta a dar lo mejor de sí, Luisa fue constante a lo largo del proyecto y logró hacer un excelente equipo de trabajo con sus compañeros Michael y Juan Esteban. Es muy colaboradora, le interesa el bienestar común, le gusta escuchar y participar. Se entiende mejor con los niños que con las niñas y eso la hace demos-trar fortaleza en todo momento.

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Bryan es un niño muy inteligente y sensible a su realidad, pues plasma en dibujos sus pensamientos y sentimientos. Es tímido y reserva-do, pero canaliza toda su atención en las maravillosas imágenes que realiza. Bryan tiene la capacidad de dibujar y retener las palabras que escucha al mismo tiempo, por eso es imposible pedirle quietud total.

De Luis puedo decir que es el niño más tierno y consentido del grupo. Es independiente para trabajar, organizado y se concentra fácil. Le gusta hacer las cosas rápido y hacerlas bien. Participa y expresa su opinión cuando es necesario. Tiene excelentes relaciones con el resto de sus compañeros y le gusta mucho jugar.

Juliana se caracteriza por ser callada y tal vez un poco tímida, es muy responsable. Hace las cosas con mucha dedicación y esmero, por ejemplo añade florecitas en los bordes de las hojas o corazones y le gusta repisar el lápiz fuerte sobre el papel. Se concentra muy fácil-mente y se complementó con sus amigas para llevar a cabo las activi-dades del proyecto.

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Autores

Desde el principio del proyecto, Camila se caracterizó por ser líder, demostró amor por el trabajo. Es colaboradora, entusiasta y alegre. Le gusta hacer las cosas bien y bonitas, además buscó mi asesoría para ser cada vez mejor. Es una niña muy carismática y apreciada por sus compañeros. Se enfrenta especialmente a los niños para hacer respetar sus derechos cuando es necesario. Puedo decir que fue la mejor de las estudian-tes.

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A Jeimmy le gusta imprimir su sello personal en cada cosa que hace, es tierna e inteligente. Bas-tante callada y eso es una cualidad a la hora de concentrarse. Le gusta trabajar en grupo, hacer las cosas despacio pero muy bien hechas, tuvo un gran avance en el proyecto, porque fue cada vez más indepen-diente y segura de sí misma.

Michael es un niño tierno, inteligen-te y muy responsable. Tiene una capacidad asombrosa de imaginar y escribir. Al final del proyecto, demostró gusto y talento para dibujar. Mantuvo siempre la inquie-tud por cada actividad que desa-rrollamos y actitud respetuosa con sus compañeros y hacia mí. Es creativo y le gusta mucho el juego.

Le cuesta permanecer sentado y callado, tiene excelente memoria y es muy receptivo e inteligente. Le gusta participar con sus ideas y comentarios, es crítico y dice las cosas tal como las piensa y siente. Compone imágenes muy bellas con recortes. Juega todo el tiempo y es difícil de sorprender, porque siempre va un paso más allá de los demás. Es espontáneo y cuando encuentra colega en el juego, no hay quien lo controle, porque se dispersa muy fácilmente.

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Autores

Juan es un niño muy inocente. Le gusta trabajar con su amigo Michael y forman un buen equipo. Es respetuoso, colaborador y a medida que el proyecto avanzaba, él iba demostrando más sus capa-cidades y dejando la timidez del comienzo. Le gusta hacer piruetas con su cuerpo y siempre tiene una sonrisa para entregar. Es tranqui-lo, inteligente y discreto.

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Cristian es un niño muy cariñoso. Hace los trabajos muy rápidamen-te y le quedan bien hechos. Es concreto, preciso. En la mayoría de cosas que entregaba escribía: “De Cristian, Para Nátali”. Fue muy propositivo, cuando se trataba de inventar finales para cuentos, él pensaba historias fuera de lo común y siempre involucraba a Dios de alguna manera. Es malgeniado y estalla fácilmente, a la vez es muy tierno y demasiado inteligente. Es una niña tierna y muy

respon-sable. Le gusta dibujar y lo hace muy bien. Es muy colaboradora e independiente en sus cosas. Todas las sesiones estuvo dispuesta a aprender, muchas veces fue la única en presentar las tareas, le gusta que incentiven, valoren y reconozcan su trabajo constantemente. Es calmada, sencilla y muy original.

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Yeri es un niño muy crítico, le gusta hablar en voz alta, es hiperactivo y en ocasiones contagia a sus com-pañeros, incita al juego dentro del grupo, es muy inteligente y le gusta llamar la atención todo el tiempo. Canaliza todas sus energías en el movimiento constante. Despierta todo tipo de controversia en el equipo, por su personalidad extro-vertida. Es un niño brillante, con una imaginación gigante y excelen-te escritura. Fue monitor del grupo.

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Geraldine luchó por su cupo dentro del proyecto, pues no quedó en la selección inicial, pero fue perseverante y finalmente después de las vacaciones lo logró. Se acopló rápidamente al ritmo de trabajo, es una niña inquieta y acelerada, le gusta compartir con los demás compa-ñeros, disfrutó el proyecto como ningún otro, porque valoró poder entrar. Le fascina dibujar y hace las cosas con mucha dedicación. Angie es tímida, consentida, le

gusta trabajar con sus amigas, se caracteriza por ser de bajo perfil en su comportamiento. Hace las cosas despacio, es risueña, amigable, sencilla y descomplica-da. No se mete en problemas con ninguno de sus compañeros, porque intenta ser lo más neutral posible.

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Desde el primer día del proyecto, sentí un apoyo incondicional de la profe. Y siempre la llamaré de esta manera, porque es mi profesora también. Una persona tolerante en todo el sentido de la palabra, bastante seria, pero amable. Ejem-plo de amor por su profesión, pues ha visto graduar muchas genera-ciones y aún así conserva la misma energía y paciencia para enseñar. Gracias profesora Luz Mery, por ayudarme a entender la difícil tarea de ser maestro y sobre todo por confiar en mí para trabajar con sus niños.

Esta soy yo. Para los niños tal vez una figura de profesora, pero en la vida real una estudiante de Comuni-cación Social a punto de ser profe-sional. Con experiencia en periodis-mo y producción editorial. Sensible, inteligente, responsable y que ama lo que hace. Este proyecto me hizo aprender y ser autónoma. Me llevo una gran experiencia de vida y un gran recuerdo de estos niños que antes que darles, recibí de ellos amor, cariño y mucho ejemplo. Son seres maravillosos y espero haber contribuido en algo a abrir su espec-tro en la visión de mundo. Los quiero mucho a todos y mil gracias por darme la oportunidad de crecer como persona.

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No fue fácil llegar a este lugar, pues pasar de ser estudiante a trabajar con un grupo de niños, implicó dar lo mejor de mí, fue todo un reto de preparación y esfuerzo, para motivarlos y llegar a sus corazones, de tal manera que se enamoraran del proyecto. Esto no era igual que cuando de niña jugaba a la profesora, pues ya el escenario era real.

Puedo recordar cuando entré al salón y realmente comprendí la responsabilidad de ser maestro, ya que aquello que se transmite puede afectar en la formación y cons-trucción de pensamiento en un niño.

No obstante, me enfrenté al público y desvirtué esa idea de que era yo quien iba a “enseñar”, pues fui yo quien más aprendió. Son los niños protagonistas quienes hicieron posible este proyecto y yo orienté los resultados para lograr nuestro obje-tivo: hacer un libro que mostrara sus perspectivas de la ciudad.

Nuestro primer día

“El sol no puede hablar ni sonr eír.

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Jeimmy Carolina:

La ciudad es muy importante porque tenemos que dar ejemplo. Tiene alcaldías, muchas casas, tiendas y colegios. Mi ciudad tiene problemas; la gente no la cuida. Tiene muchos aeropuertos, muchas leyes. Tiene niños que pelean, también tiene peleas de adultos, y peleas de ‘ñeros’. Mi ciudad tiene muchas playas. Mi ciudad tiene mucha ropa, bancos, centros comerciales, muchos restaurantes, ríos y calles.

Tiene lealtad, respeto, prudencia, tiene paz, honestidad, justicia, tolerancia, amis-tad, sinceridad, hay personas buenas y hay maldadosos, hay padres buenos, hay personas que son ciegas, hay personas sordas y personas que no escuchan.

Juan Esteban:

La ciudad es muy grande y hay muchos edificios, hay muchos trabajos, muchas frutas, personas, muchos árboles y pasto. Hay muchos policías, mucha agua, muchos computadores, muchos lápices, y muchos cuadernos, muchas luces, muchos puestos y muchas plantas.

Juliana:

Mi ciudad tiene capitales, departamentos, presidentes, parques, tiene rateros, carros, transmilenios, muchas muertes, iglesias, hay pandillas, guerras; es muy bonita mi ciudad, tiene universidades, parqueaderos, tiendas. Tiene muchas esqui-nas, tiene elementos, hay pobres, ricos, buenos, malos, amistad, agradecimientos, hay personas groseras y no groseras, padres, hay gente que va a la iglesia y unos que no.

La ciudad es la gente en la calle. ¿Qué es un puente? Preguntaba el falsamente ingenuo Julio Cortá-zar. Y se respondía: una persona atravesando el puente. ¿Qué es una ciudad? Un lugar con mucha gente que interactúa cara a cara, un espacio público, abierto y protegido. Un lugar como hecho material y social, productor de sentido. Una concentración de puntos de encuentros. En la ciudad lo primero son las calles y las plazas, los espacios colectivos, y solo después vendrán los edificios y las vías, que son los espacios circulatorios (Borja, 2003: 135).

La ciudad real de los niños

Para poder hacer nuestro

libro, necesitábamos un tema.

Y fue la ciudad el insumo perfecto

para que los niños hicieran

su propia representación

dentro de él.

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La ciudad imaginada de los niños

Yeri:

La capital de Colombia, Bogotá, es una ciudad hermosa, no tiene conflicto, no tiene guerrilla, ni ladrones, no tiene problema con transportes, ni choques de carros, ni buses, ni volquetas. Es una ciudad sin basura en los ríos y en las calles. En esta Capi-tal casi no roban, ni atracan. Es una ciudad tranquila en los terminales. No roban como antes, en todas las misas no se roban las limosnas.

Jeimmy Carolina:

Yo me imagino la ciudad donde haya muchos parques, donde haya muchos, muchos árboles, que no haya contaminación, me la imagino con buses grandes, que no haya violencia, sin padres que violen a los niños o que los maltraten. Que tenga una pista de hielo para patinar, que haya muchas ciclorrutas, que haya canchas de voleibol, baloncesto y microfútbol.

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Alexander:

Mi Bogotá imaginaria es con parques arreglados, que las calles estén en buen estado, no tener accidentes de tránsito, cuidar la naturaleza, que no haya tanta droga, maldad, que no haya rateros, que las casas estén arregladas, un país sin tanta guerra, que no haya tanto desempleo, ni tanta discriminación y todos tenga-mos el mismo derecho, que no haya tanta pobreza, donde haya buenas oportunida-des para que la gente estudie, así no cojan las calles y se vuelvan delincuentes, y que sea un país democrático, justo, una ciudad limpia como un paraíso, y que haya gente buena, amable, respetuosa, cariñosa y humanitaria.

Bryan:

A mí me gustaría que mi ciudad fuera la mejor de todas las ciudades y que tuviera mucha naturaleza, solo edificios, parques y llena de juegos divertidos, muchos árbo-les de fruto, llena de muchos animaárbo-les, mucha comida nutritiva y rodeada de muchas montañas, de muchos hongos, de muchas luces, rodeada de postes, con muchos letreros para que los carros no cometan errores ni se estrellen, muchas bibliotecas para que los niños entren a leer y aprendan muchas cosas, también rodeada de muchos jardines cultivados y de muchos carros de carreras.

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A través de ejercicios de sensibilización, el tema de la ciudad se empezó a apoderar de este camino y la primera relación que los niños hicieron de esta palabra fue: “Tierra”, “Mundo”. Ellos se remitieron directamente a la noción de Espacio, lugar donde vivir, hábitat. Conciben la realidad de lo general a lo particu-lar. De afuera hacia adentro, puesto que su noción de identidad y relación con el mundo, como niños, aún es borrosa, difusa, distante. Su escuela y barrio están dentro de un lugar que es más grande que ellos, el planeta, o cualquier cosa que los pueda contener.

Con respuestas simples, ellos mostraban sus puntos de vista:

¿Qué es Bogotá para ustedes? Es la capital de Colombia, la ciudad más grande.

¿Cómo sería la ciudad inventada para ustedes? Donde la gente viva feliz y no haya basura, ni contaminación. Tampoco ladrones, ni gente mala, ni tanta gripa. Donde no haya drogas. Donde no existan las FARC, donde todas las cosas sean gratis, como entrar a Divercity. Que “no trafiquen la mata que mata”, que dejen de sacar a los campesinos de su hábitat, que no los desplacen. Hay unos seño-res ricos que se pasan por las FARC, para que les den 5 millones y 30 millones.

¿Cómo se llama el barrio donde ustedes viven?

El Codito, Lijacá, Buenavista…

¿Cuáles lugares quieren conocer de la ciudad?

Quiero conocer Los Ángeles

El aeropuerto por salvarnos la vida

Yo quiero conocer Mesitas, yo quiero conocer la isla Quiero ir al Salitre Mágico

Me gustaría conocer el Simón Bolívar Éxito y Colsubsidio

Quiero conocer los botes

El Tolima ‘Boyaco’ me gustaría conocer Huila

¿Cuáles lugares conocen de la ciudad?

Pacho y el aeropuerto

Los parques, las iglesias, los animales, las plantas, las tiendas Me fui a Mundo Aventura

Fui al Museo del Niño El Pantano de Vargas El Puente de Boyacá El centro médico, el colegio Lagosol

Museo del Oro

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os niños reconocen claramente las problemáticas de la ciudad. Viven

informa-dos respecto a la inseguridad, el consumo de drogas, alcoholismo, pandillas, crímenes y todo lo anunciado por los medios masivos de comunicación, sus padres, escuela y las propias realidades.

Se ubican muy bien respecto a su contexto comunitario: su barrio, su cuadra y dentro de su grupo familiar. Pero, no en cuanto al todo, pues mencionan lugares que no son propios de Bogotá y aunque conocen las características de una ciudad, aún les es abstracta en la identificación de sus límites. Sus salidas son fuera de la ciudad, a las casas de sus abuelos en departamentos cercanos y durante las vacaciones.

Su ciudad real tiene factores hostiles y muy poca recreación, por eso manifies-tan su deseo de conocer y disfrutar lugares que los hagan sentir felices. Aunque los consideran inaccesibles porque no tienen los recursos económicos suficien-tes, por eso les gustaría que todo fuera gratis.

Muchos de ellos, caminan hasta sus casas y esto les permite concretar distan-cias, reconocer ambientes y sentirse parte de un hábitat.

Destacan los aspectos negativos más que los positivos. Su contacto con los lugares de la ciudad, especialmente los que no están ubicados en el barrio, es restringido pues no siempre cuentan con la compañía de sus padres o cuida-dores para asistir a ellos y disfrutarlos. Por esto, su relación no es del todo directa. De una u otra manera, son distancias largas y los pueden llegar a ver como “paseos”, más no como “recorridos”.

Cuando les pregunté acerca de su ciudad inventada:

Imaginan un lugar tranquilo, sin problemas de espacio, de drogadicción. Su lugar perfecto está relacionado con el cuidado de la naturaleza, desean un ambiente propicio para su desarrollo, pues conocen muy bien sus necesidades y las de la ciudad que habitan.

Quieren un espacio donde puedan ser protagonistas. El tema de la ciudad les apasiona, sienten conocimiento de él. Diferencian claramente la Bogotá real y la Bogotá imaginada, actualmente muy distante de la propia.

La ciudad: adentro y afuera

.

La ciudad debe conquistarse contra el miedo a salir del marco protector del entorno familiar conocido, venciendo el riesgo de meterse en el ruido y la furia urbanos, superando las frustraciones que comporta no obtener inmediatamente todo lo que las luces de la ciudad parecen ofrecer. La ciudad sólo es plenamente educadora si se puede vivir como una aventura, como una iniciación (Borja, 2003: 230)

.

La ciudad aparece como un lugar para los adultos, sobre el cual el mundo adulto produce el conocimiento. El niño o la niña no iene voz para hablar de la ciudad, primero porque no es su espacio, y segundo porque su rol está subordinado en casi todos los aspectos a una figura de autoridad (el padre de familia, el maestro). El niño o la niña es visto como un ser indefenso, dependiente y, sobre todo, ignorante sobre el mundo urbano. El saber de los adultos es el que iene poder y legiimidad (González, 2004: 17)

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Por todo lo anterior, surgió la necesidad de relacionarlos de otra manera con su ciudad a través de la observación de los escenarios más próximos, como el trayecto de la casa al colegio.

¿Cómo observamos la ciudad y los objetos que la componen?

Hablamos sobre las posibles maneras de apreciar y describir lo que vemos. Como primera medida destacamos su aspecto físico, de acuerdo al color, la forma, el material, entre otras características.

La segunda manera, según las emociones que nos evocan, ¿Qué sientes cuando observas algún elemento de la ciudad? Por ejemplo, un balón en la cancha del barrio. “Me hace sentir diversión y en su físico es suave, blando, negro, circular, podemos jugar baloncesto o microfútbol”.

La tercera manera es respecto a su relación con el espacio. Para ejemplifi-car, le pedí a uno de los estudiantes que pusiera un elemento en el centro del patio y el resto del grupo lo observó y comentó: “Se queda ahí, como si fuera pobre, si llega un astronauta, viene y lo trae. Podemos ir a recogerlo, ya que lo botaron, no lo quieren, no le gustó a alguien, pobrecito, está desplazado”.

Los niños comprendieron estas maneras de observación y como ejercicio fueron a recoger tres elementos del entorno y explicaron porqué los agru-paron. No obstante, el resultado fue inesperado e interesante, porque ellos juntaron los elementos de acuerdo a una nueva forma de observar, y fue según su función.

Observar el entorno:

Recorridos casa-colegio

La ciudad que se vive es la que resulta de los recorridos cotidianos, de las perspectivas que se ven desde sus ventanas y miradores, de los ambientes de los días de fiesta. Pero también es la

ciudad descubierta en las primeras emociones callejeras, o cuando el chico o la chica se

adentran en la aventura de lo desconocido. La ciudad creada por los recuerdos y las imágenes que se transmiten en el marco familiar. La ciudad imaginada desde la oscuridad de la noche,

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Los niños transformaban y le daban su propio sentido a los ejercicios del proyecto. Siempre dispuestos, entusiasmados y propositivos con sus ideas, más allá de las fronteras de lo obvio y aparente.

Ya en la práctica, ellos identificaron elementos llamativos en el recorrido casa – colegio:

“De acá a mi casa paso dos carreteras y llego”, “Lo que más me gusta de mi casa es el televisor, porque uno ve muñequitos”, en el camino “Hay árboles, parques, los animales” “Me gustan las palomas, los perros, los gatos, los conejos, los ratones”. “Me gusta que jueguen los niños en el parque”.

De los pájaros dijeron que les expresan sentimientos de “alegría, ternura, temor de que se mueran o los maten”.

Una paloma, les hizo sentir: “ternura, calorcito, que da paz, que lleva un mensaje a Dios, las palomas blancas son Dios”.

De un árbol, observaron su altura y en relación con el espacio, “es muy grande, su sombra nos tapa la luz del sol, en el árbol pueden vivir los anima-les, es un espacio de vida, un hábitat, nos puede hacer respirar, nos da aire y es parte de la naturaleza”.

“Los computadores de la esquina de mi casa, los observé con relación con el espacio, porque puedo averiguar sobre las plantas, cómo son y conocerlas más”.

Esta es una respuesta inconsciente de los niños, pero expresa la movilidad que las tecnologías les brindan. Ellos reconocen los computadores como un punto de partida, como un espacio para ir de un lado a otro, a través de las posibilidades virtuales.

“Me gustan las maquinitas”, “Las miro en su relación con el espacio, porque cuando voy a jugar me meto en otro mundo, porque si uno quiere jugar carreras, va a un campo de carreras, o si quiere jugar Aladdín”. Esta respuesta confirma la hipótesis anterior . Es una visión muy interesante la que plantean, pues atraviesa completamente las maneras de observación a un plano virtual.

Otro de los lugares mencionados en su recorrido fue un asadero de pollo, según las emociones, los niños expresaron que “Se puede oler, pueden ir todas las personas de Estados Unidos, porque hay calles, porque es cerca, hay buses, hay restaurantes, da hambre”. Los niños aclararon las formas de observar explicadas y las relacionaron para encontrar significados distintos a los establecidos en un principio.

“Si uno se queda en la mitad de una carretera, se ve pequeño”. El parque, visto desde la emoción, lo asociaron a la diversión y al juego. El Transmile-nio lo lo vieron grande con relación al bus, la moto y la cuatrimoto, “el bus lo transporta a uno si va a conocer a alguien”.

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Cómo la representación de ciudad

se plasmó en un libro

En este proceso de trabajar la noción de la ciudad, para plasmarla en el libro, fui descubriendo aspectos importantes de la relación de los niños con la literatura, en especial de carácter infantil.

Por eso, explicarles la importancia de un proceso editorial en la construc-ción del libro fue un aspecto fundamental para que, a lo largo de las sesio-nes, los niños fueran entendiendo de dónde vienen los libros y que existen ciertas personas responsables de escribir, editar, diseñar, imprimir y vender un libro.

Además de eso, familiarizarlos con la idea de construir el suyo propio. No obstante, para ellos era poco tangible hablar de un autor, editor… Estas solo fueron palabras que sonaron distantes y aburridas.

Aún así, el proceso debía tomar curso y poco a poco estos términos empe-zaron a cobrar sentido en la medida en que lo vieron aplicado a un trabajo real y en un contexto real, su escuela.

Pero, debimos empezar por lo más básico: sensibilizar. Para ello, era suficiente poner un tema de conversación y eran los mismos niños quienes hacían de nuestro espacio un lugar para dialogar e intercambiar saberes, ellos desde su cotidianidad y yo desde mi experiencia.

Empecemos por una pregunta básica, ¿Saben ustedes, de dónde vienen los libros y para qué sirven? (1)

De los árboles… De Dios. Los libros sirven para mirar, estudiar, leer, escribir, aprender y recortar .

Les pedí a los niños llevar un libro, revista, periódico, o alguna publicación impresa.Una estudiante llevó un texto escolar. Los niños no conocen la diferencia entre textos escolares y literatura infantil. A ellos las palabras “libro infantil” los remiten inmediatamente a un “texto escolar”. Otros diantes llevaron partes del periódico, como los clasificados. Un par de estu-diantes, llevaron catálogos de supermercados como Éxito o Carrefour. Y de revistas, solamente una estudiante llevó una de servicios de televisión, como Supercable.

Los niños no tienen acceso a las Industrias Culturales impresas, pues son de muy alto costo. Algunos pueden haber observado antes revistas culturales, de farándula o económicas, entre otras. Pero, no es la mayoría. Y ninguno llevó el periódico ADN, de distribución gratuita, porque muy probablemente no haya puntos de entrega dentro del sector.No obstante, con el texto escolar se pudieron analizar las partes del libro, totalmente desconocidas por los niños.

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Conocimos las partes del libro

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Los niños despertaron un interés enorme en aprenderse las partes. Nunca antes habían escuchado que la parte delantera del libro se llama portada. La denominaban “pasta”. De igual manera, les causó curiosidad llamar a las páginas “tripaje”. Y la de mayor recordación fue el “lomo”.

Para denominar las guardas, se aprendieron la frase: “la guarda que guarda el tripaje”. Les aclaré que el tripaje lleva impreso el “contenido” (imagen y texto).

Un pequeño bastante inquieto, preguntador e interesado, dijo: “¿Y qué pasa si el diseñador hace feos los dibujos?” Mi respuesta: eso no debería pasar porque el equipo de trabajo editorial se esfuerza para hacer las cosas bien. “¿Y si lo hace de aposta?”.

Nunca me esperé una pregunta como esta. Los niños relacionan mucho el libro con la imagen. Para ellos, si el libro está feo es porque algo falla en la imagen. El libro no puede ser malo o feo por el texto, porque para ellos es mucho más importante la parte gráfica.

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A los niños les atraen los libros, pero no pueden dar cuenta exactamente porqué. Se limitan a referirse a la imagen. Las historias les son llamativas y algunas escenas, cotidianas. Por eso, se familiarizan y prestan más atención. Este acercamiento a la literatura es totalmente nuevo para ellos. Se emocio-nan, se pelean por los textos e intercambian significados entre sí, para com-plementar sus ideas, conceptos e impresiones. Su imaginación se agiganta con solo ojear un par de páginas y no quieren detenerse, podrían pasar mucho tiempo encantados por el poder de la lectura.

Cuando se referían a libros bonitos, señalaban “ese libro es bonito, porque tiene imágenes. Y este es feo, porque no tiene”. Los niños se entusiasmaron con el periódico, porque tenía información deportiva. De igual manera, la publi-cidad tiene un carácter fundamental para ellos, puesto que refleja sus deseos, sus ilusiones, la manera como está estructurado y establecido el “mundo del afuera”. Se intercambiaban los libros y se sentaban a leer, sin importarles el tiempo, así lo hicieran despacio. En ese sentido, el texto lo consideran impor-tante, para comprender totalmente el mensaje visual. Pero, si la publicación carece de él, no representa ningún problema para ellos.

Cuando les pregunté nuevamente por el nombre de las páginas del libro, alguno de los más inquietos respondió: “se llama la panza”, por querer referirse a la tripa, cuerpo o tripaje. De igual manera, cuando les pregunté acerca de la diferencia entre los libros y las revistas, su respuesta fue acerca de la

exten-Apreciamos los libros y otros impresos

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sión: “son diferentes porque los libros son más largos y tienen mayor número de dibujos”.

La lectura los calmaba, dejaban de estar inquietos, hacían preguntas, chistes, cantaban. Se divertían mucho, cuando hicimos actividades de lectura y reflexión sobre el cuento.

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Construimos la maqueta de autor

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En esta fase les enseñé a los niños qué es una maqueta de autor y cómo elaborarla, para cuadrar el texto dentro de la página. Cuándo les pregunté ¿Saben qué es una maqueta? respondieron: “Es hecha en cartón, tiene selva, es de barro y hecha con casitas y ladrillitos de mentiras”.

Aunque esa no es la maqueta que trabajamos, el significado es el mismo, una forma de estructurar, de planear, de organizar dentro de un plano o espacio. Les expliqué que la maqueta de autor sirve para diagra-mar los textos dentro del libro y es fundamental para el diseño.

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Desarrollamos el comité editorial

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Finalmente, llegamos a uno de los momentos clave del proceso: el comité editorial, donde hubo resultados muy interesantes, puesto que los niños lograron opinar sobre el trabajo de sus compañeros escritores, resaltar los aspectos positivos y sugerir cambios para los aspectos débiles. Fueron muy buenos editores y respetuosos de sus semejantes, aunque no entendieran claramente que esta actividad era la dinámica real de “Comite Editorial o Consejo de Redacción”.

Los niños no solo analizaron los aspectos relevantes de las historias, sino que se concentraron en aspectos del formato. Por ejemplo, le sugirieron a los autores de los textos corregir la ortografía y mejorar la letra, “hacerla más grande y con palos largos”. También una niña señaló: “Yo le cambiaría la lectura”, mientras que otro de los estudiantes le respondió: “Usted no se la puede cambiar, ¿Cómo? ¿Con magia?”

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También le pondrían acción, mencionaron. El significado de esta palabra para ellos es: “Violencia”, “Ficticio, como Matrix” (y junto a esta expresión dramatizaron una escena de la película). “Ficticio es un ratón tocando reggaeton”. Cuando les pregunté: ¿Qué es violencia? Respondieron, “Violar es lo que los padres les hacen a las hijas de 15 años”, “Lo que muestran las noticias”, “Cuando a una niña le dicen: déjese besar o sino le meto una navaja”, “Lo que muestran en Pirry”.

“No solamente se violan las personas, se violan las normas, las leyes, la naturaleza y las cosas”, expresaron. Nos gustaría que los cuentos tuvie-ran más alegría. ¿Qué es alegría?, les pregunté. Ellos respondieron: “Estar contento”, “Ir de paseo”, “Ir a Salitre Mágico y montar en el avión”.

En otro de los ejercicios de comité editorial, los cuentos abordaban el tema de naturaleza y un autor mencionaba un bosque. Los bosques que él conoce son: “Río Tunjuelito”, “Bosque Magdalena”, “Bosque Amazónicas” y “Jungla de Barranquilla”.

¿Qué es una jungla?, le dije. “Es una isla pequeña”, respondió, “Tiene ríos, casas, chozas y jaulas”. “Hay diversión”. ¿Cómo se divierten allí?, le pregunté. “Subiéndose en los árboles”, me contestaron.

Desarrollamos el comité editorial

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El libro de los niños

Estos y otros aspectos se fueron mejorando a

lo largo del breve recorrido por el mundo

edito-rial, así los niños culminaron este bello proceso

con el libro que se encuentra a continuación.

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Para los niños, la palabra “Proyecto” fue ese código que permitió identificar nuestras sesiones, nuestros momentos de esparcimiento, que más allá de ser solamente la construcción de un libro, implicó para ellos ratos de expre-sión, de interacción, de salirse por un momento de la realidad académica, para dedicarse sencillamente a opinar, a decir y porqué no, a sentir.

Nuestras reuniones fueron el momento donde los niños fueron libres, pudie-ron hacer lo que a los niños les gusta hacer: hablar, expresar, cantar, jugar, reír e incluso, llorar, cuando se sintieron tristes. Y pudieron aprender lúdicamente, una forma que usualmente es reprimida por las instituciones escolares.

Para ellos fue necesario sentir el libro vivo, un libro con el cual pudieran dialogar, que no fuera estático, sino que más allá de su contenido, fuera capaz de convertirse en objeto de intercambio.

Por ejemplo, mencionaron la idea de que les gustaría “manejar un libro con control remoto, que pudiera andar solo, ‘fortachón’ para vencer a los malos, que sea ser vivo, que tenga superpoderes, que hable, donde se escriban los sentimientos, que tengamos un palo para exponer sus contenidos, que tenga escritos todos los cuentos del mundo y salte”.

Su acercamiento con los libros era mínimo hasta antes de iniciar este proyecto, no obstante, a través de la sensibilización ellos han desarrollado otra relación más cercana a los textos y piden otras funciones, les exigen suplir las necesidades no solo literarias, sino de juego, compañía y de repre-sentación de su mundo. Asimismo, el contacto con los libros les ayudó a formar conceptos críticos que antes no podían emitir.

¿ Hasta dónde llegamos ?

Únicamente debemos tratar de imaginar los enormes cambios que se producen en el desarrollo cultural de los niños, y que son consecuencia del dominio del lenguaje escrito y de la capacidad de leer (Vigotsky, 1989: 175). Los gestos son escritura en el aire, y los signos escritos suelen ser gestos que han quedado fijados […] Así pues, en general nos inclinamos a pensar que los primeros dibujos y garabatos de los niños son gestos más que dibujos en el verdadero sentido de la palabra. […] Aún así, una cosa es cierta: que el lenguaje escrito de los niños se desarrolla de este modo, pasando de los dibujos de las cosas a los dibujos de las palabras (Vigotsky, 1989: 162).

El niño vive en el juego una experiencia inusual en la vida del adulto: la de enfrentarse por sí solo con la compleji-dad del mundo; él con su permanente curiosicompleji-dad, con todo lo que sabe y que desea saber, frente al mundo con todos sus estímulos, sus novedades, su fascinación. Y jugar significa recortar cada vez un detalle de este mundo: un detalle que comprenderá a un amigo, los objetos, las reglas, un espacio que ocupar, un tiempo que administrar, riesgos que correr (Tonucci, 1998: 37).

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Cuando inicialmente les pedí imaginarse la manera de hacer su libro, respondían: “pegamos las hojas y ya”, que “el libro se llame Nátali, porque fue el autor que nos enseñó a escribirlo”. Pero, más adelante sus respues-tas frente al proyecto y al libro fueron muy diferentes:

¿Cómo les gustaría que fuera el libro?

Yo quiero que este libro sea bonito, porque quiero ser actor, quiero que ese libro haga lo que yo diga. Yo quiero que sea con corazones, con flores y con un dibujo mío y tuyo. Y que nunca se rompan las hojas y que no lo rompan. Yo también quiero que tengan a todos mis compañeros.

¿Qué les gustó del Proyecto?

Todo, las tareas y los trabajos. Quisiéramos conocer cómo es el Universo, conocer cómo es la Universidad Javeriana, e ir al Museo del Oro. Me gustó que nos prestamos las cosas, que no peleamos cuando estamos en el proyecto, que hemos sabido trabajar en equipo, que acá somos compañe-ristas, que ya nos sabemos las partes del libro.

¿Qué aprendieron?

A no tratar mal a los compañeros, las partes del libro, aprendí normas, a hacer un grupo y compartir, a ser buenos amigos y a hacer libros y cartele-ras.

Yo he aprendido sobre el editor, a hacer cuentos, el autor, los colores CMYK (Cian, Magenta, Yellow y Black), que si todos se unen forman negro, los colores en inglés y que el autor tiene que escribir.

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Finalmente, llegó el momento de decir adiós y el último día hicimos una reunión de los niños del proyecto con el resto de los compañeros del grado tercero y compartimos comida, bailamos, tomamos fotos y cerramos un ciclo.

Luego de todo este trabajo, les presento el comienzo y el final, pues este día recordamos el primer momento del proyecto. Los pequeños lo evocaron emotivamente y reco-nocieron las fortalezas y debilidades en el camino.

De esta forma, yo logré aproximarme a la labor de enseñar y cumplí mi sueño de estar en las aulas escolares no sola-mente como estudiante, sino del lado de los profesores. Gracias a esto comprendí que la escuela es un lugar de intercambios colectivos, donde el profesor no es quien tiene única verdad de las cosas, sino quien es capaz de ayudar a construir conocimiento y acompañar a sus alum-nos en la difícil tarea de aprender.

FIN

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El proyecto de Natali Y El libro de los niños

Arizpe, E. y Styles M. (2004) Lectura de imágenes, los niños interpretan textos visuales, México: Fondo de Cultura Económica.

Borja, J. (2003) La ciudad conquistada, Madrid: Alianza Editorial.

Bruner, J. (1995) Actos de significado: más allá de la revolución cognitiva. Madrid: Alianza.

Chartier, R. (1996) El mundo como representación, Barcelona: Gedisa.

Escobar, M. (2007) Bogotá sueña, la ciudad por los niños, Bogotá: Ministerio de Cultura, Icono.

García Canclini, N. (2001) Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad, Barcelona: Paidós.

González, P. (2004) Imágenes de ciudad: percepción y cognición en niños de Bogotá, Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, Instituto Distrital de Cultura y Turismo.

Pas Bagdadi, M. (2006) Chi sono io? La ricerca dell’ identità attraverso il disegno, Milano: Franco Angeli.

Rodari, G. (2002) Gramática de la fantasía: introducción al arte de inventar histo-rias, Bogotá: Planeta.

Silva Téllez, A. (2003) Bogotá Imaginada, Bogotá: Convenio Andrés Bello, Universi-dad Nacional de Colombia, Taurus.

Tonucci, F. (1998) La ciudad de los niños, un nuevo modo de pensar la ciudad, Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Vigotsky, L. (1989) El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, Barcelo-na: Crítica.

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EL PROYECTO DE NÁTALI

Y EL LIBRO DE LOS NIÑOS”

LA REPRESENTACIÓN DE LA CIUDAD REAL E IMAGINARIA DE

LOS NIÑOS A TRAVÉS DE SU PROPIO LIBRO

NÁTALIHERRERAMOTTA

TRABAJO DE GRADO

PRESENTADO COMO REQUISITO PARA OPTAR POR EL

TÍTULO DE COMUNICADORA SOCIAL CON ÉNFASIS EDITORIAL

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE

CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

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Bogotá, 29 de enero de 2010

Señor

Jürgen Horlbeck Bonilla Decano Académico

Facultad de Comunicación y Lenguaje Pontificia Universidad Javeriana Ciudad

Estimado Jürgen,

Como producto de un largo trabajo de campo en una de las prácticas por proyecto de la Facultad, “Comunicación en la escuela”, quiero presentarle “El

proyecto de Nátali y el libro de los niños”, que como su nombre lo indica es el

recorrido que los estudiantes de la Institución Educativa Distrital Nuevo Horizonte Sede B y yo hicimos para rescatar la mirada de la ciudad desde la escuela y materializarla en un producto, que a la vez es mi trabajo de grado para optar por el título de Comunicadora Social con énfasis Editorial.

Aprovecho para agradecer a la Universidad y en especial a la Facultad la oportunidad que nos brindan a los estudiantes de últimos semestres, para hacer de nuestro trabajo de grado un encuentro no solo desde lo teórico, sino desde la práctica, confrontándonos con la realidad. Además de ser una experiencia de vida útil para los niños y jóvenes con quienes trabajamos en el proyecto, contribuimos con un pequeño grano de arena a que los derechos de los niños y las niñas se hagan realidad, desde el ámbito de intervención escolar.

Muchas gracias también por trabajar constantemente en el mejoramiento de los procesos y medios de la Facultad y de la Carrera, y sobre todo por formarnos comunicadores sensibles a la realidad, capaces de transmitir un mensaje a quienes reciben los productos de todo nuestro esfuerzo, los cuales se vuelven el eje y la pasión de nuestro quehacer.

Con orgullo, entrego el resultado de mi trabajo a la Universidad, materializado en este libro y espero sea un aporte al conocimiento desde la perspectiva de la comunicación, que sin la participación activa de los niños y las niñas de la localidad de Usaquén, no hubiera sido posible. Asimismo, espero sea una contribución fundamental para comprender las miradas, percepciones y relaciones de esta población con la ciudad.

Cordial saludo,

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TABLA DE CONTENIDO

1. Detrás de cámaras del proyecto de Nátali y el libro de los niños.

2. De la ciudad imaginaria a la ciudad real

3. Logros y proyecciones

3.1. La construcción de arte de los niños y las niñas en su capacidad de crear y recrear sus contextos

3.2. La familia, la escuela y la comunidad muestran representaciones culturales de la ciudad

3.3. El aprendizaje cooperativo como elemento clave en el trabajo grupal

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“DETRÁS DE CÁMARAS DEL PROYECTO DE NÁTALI Y EL LIBRO DE LOS NIÑOS

La representación de la ciudad real e imaginaria de los niños a través de su propio libro

Esta experiencia surge en el marco del proyecto “Comunicación en la Escuela”,

propuesto por la Pontificia Universidad Javeriana, cuyos objetivos se centran como lo dice Gilberto Eduardo Gutiérrez, profesor y director del proyecto, en el desbloqueo expresivo de la escuela, sacando sus sentidos y significados del nivel intraaula o intraescuela a otros espacios, reinventar los procesos y medios comunicativos, además de hacer fluir lo que tiene para decir, comprender la experiencia y memoria propia de los contextos, movilizar la re-creación del lugar simbólico del escenario escolar, para la invención y recuperación de las tramas comunicativas de lo cotidiano.

Así las cosas, este texto tiene como propósito contextualizar al lector en tres conceptos clave: comunicación, educación y aprendizaje significativo; es decir, a lo largo del proyecto se buscó generar en el niño o niña experiencia, en lugar de repetición solamente. En otras palabras, potenciar en el estudiante la capacidad de crear e inventar a partir de su propia cotidianidad, mas no de la recepción de conceptos establecidos por la metodología anual fijada en los cronogramas del la institución educativa.

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Actualmente, las formas de presentar la información en el mundo global imponen a las personas una nueva lógica para apropiarse de su realidad. Dice al respecto Derrida que:

…pensar nuestro tiempo […] Es un artefacto. En su mismo acontecer, el tiempo de ese gesto público es calculado, forzado, “formateado”, “inicialado” por un dispositivo mediático […] la actualidad […] No está dada sino activamente producida, cribada, investida, perfomativamente interpretada por numerosos dispositivos ficticios o artificiales, jerarquizadores y selectivos, siempre al servicio de fuerzas e intereses que los “sujetos” y los agentes (productores y consumidores de actualidad –a veces también son “filósofos” y siempre intérpretes–) nunca perciben lo suficiente. Por más singular, irreductible, testaruda, dolorosa o trágica que sea la “realidad” a la cual se refiere la “actualidad”, ésta nos llega a través de una hechura ficcional (Derrida & Stiegler, p. 15).

Pero, no se trata de la “realidad” de los medios masivos ni de Internet, sino de la realidad individual, irrepetible de cada persona. Una lógica

fragmentada permea el entendimiento del mundo y las lecturas lineales están

siendo transformadas. Lo anterior es claro en el mundo digital; pero, qué pasa en los escenarios cara-cara, como la ciudad, la escuela, la familia. La estructura escolar promueve en el estudiante, como se mencionó anteriormente, la creación a partir de esquemas establecidos: el currículo, los cronogramas o el PEI; mientras que los proyectos de comunicación de la escuela y, particularmente, el “libro de los niños” en el proyecto de Nátali tenía como propósito incentivar en los niños la creación espontánea, sin patrones y expresiva, que dio lugar al aprendizaje lúdico, colaborativo y significativo que trascendió el aula de clase.

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del dibujo o el intercambio colectivo de saberes que, según plantea Vigotsky: “en general nos inclinamos a pensar que los primeros dibujos y garabatos de los niños son gestos más que dibujos en el verdadero sentido de la palabra” (p. 163). Pues el gesto es, como refiere el autor, escritura en el aire y los signos escritos suelen ser gestos que han quedado fijados (p. 162).

Nos habían enseñado que la cognición, la razón o el pensamiento lógico eran la única forma de pensar. Hoy en día, cuando ya se acepta que el cuerpo es importante para crear las emociones, quiere decir que ahora podemos pensar cognición con afecto o con sentimiento. Ese es un punto muy importante, todo el cerebro funcionando para entendernos a nosotros mismos y poder pensar. Antes parecía que solo fuera la parte lingüística, la parte de la palabra, importante. Obviamente que la palabra es muy importante, pero sin arte no existe vida (Herrera).

En consideración a esa premisa, el proyecto apeló a la búsqueda de nuevos significados a partir de la exploración de escenarios reales, tales como la casa, la familia, la escuela y, en último término, la ciudad, entendiéndola como un espacio que se construye en los recorridos:

Es muy importante el concepto que existe desde Merleau Ponty, cuando él hablaba del involvement o la corporeidad; uno construye los espacios y a medida que las personas se conocen, se van rompiendo los espacios y las personas se acercan mutuamente y construyen el espacio con su cuerpo. El cuerpo no está en el espacio, el cuerpo construye el espacio, porque cuando yo me muevo, el espacio cambia y todo eso tiene estética, porque el placer está en la acción (Ibíd.).

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del libro, mejorar su capacidad de expresión oral y escrita. Igualmente, en el ámbito editorial, los niños desarraigaron prejuicios que unían toda creación a Dios y la naturaleza, para comprender el proceso de creación de un libro, la importancia de la lectura en el aprendizaje y del libro como objeto estético, escritural e interactivo, de esta manera el conocimiento se vuelve significativo porque apela a la emoción y no solamente a la repetición de enunciados, propia de la aulas escolares donde el profesor “transmite” y el estudiante “recibe”; pues en el proyecto todos construimos significados que conectados con la emoción fueron aprendidos y recordados con placer, no solamente datos memorizados.

Así, entonces, surgen las preguntas: ¿cómo concebir la ciudad en este

nuevo ámbito?, ¿cómo interactuar con un determinado medio? ¿Sobretodo, en

un escenario como la escuela? Estos son los pilares para entender la transformación de la comunicación local, preguntas que dieron inicio al interés de la Práctica por proyecto “Comunicación: tocar las cinco pieles de la

escuela”, que posteriormente se materializó en el Proyecto de Nátali y el Libro

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1. DE LA CIUDAD IMAGINARIA A LA CIUDAD REAL

La idea general fue lograr que los niños plasmaran sus ideas, sus sueños, sus miedos, todo su pensamiento sobre la ciudad, en su propio libro impreso con expresiones libres, manifestaciones de las experiencias vividas por ellos mismos dentro de su escuela, con su familia, sus amigos y en el barrio, aproximándolos al mundo editorial a través de la observación y análisis de libros para niños desde una perspectiva no curricular.

La metodología usada en las distintas sesiones de trabajo con los niños y las niñas facilitó su capacidad de expresar, pensar, aprender, crear y recrear. Incluía un objetivo general, actividades de sensibilización e introducción al tema, retroalimentación sobre la actividad identificando logros, dificultades y sentimientos. A la vez que se hacía observación y análisis de comunicación verbal y no verbal entre los niños, de sus emociones, sentimientos, reacciones y finalmente se evaluaba cada sesión. La metodología, consideró elementos valiosos del aprendizaje cooperativo, que promovió el trabajo en grupo con ejercicios concretos, retomando intereses, conocimientos y percepciones de los niños y las niñas frente a la actividad a desarrollar.

Una vez se completaba cada sesión los resultados eran registrados y analizados en un diario de campo detallado con los comportamientos y reacciones de los niños y niñas frente al trabajo del día, el cual se anexa a este documento.

Las actividades estaban enfocadas en la ciudad como tema para hacer un libro y los elementos del campo editorial de la comunicación como insumo

para crearlo. Un libro que sirviera como puente1 para observar la ciudad, que

recogiera las miradas e interpretaciones, sueños y características, siendo éste el espacio colectivo de la construcción de esa ciudad.

1

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En este recorrido surgieron muchos imaginarios de los niños y niñas dentro de su propia ciudad. A través de una metodología lúdica, ellos poco a poco expresaron cuál “Bogotá” es la reconocida, una Bogotá diferente a la de otro habitante cualquiera de esta gran urbe; pues el estrato, el nivel educativo, la edad y el contexto de estos pequeños estudiantes los hace mirar la ciudad de lejos. La ciudad de los edificios, avenidas, semáforos y calles es la ciudad que se aprende en las ciencias sociales, pero la que se vive es otra Bogotá real que converge en los límites de la Bogotá imaginaria. Así la Bogotá real e imaginaria podría llegar a ser una sola si los niños y niñas fueran los actores principales de la ciudad, pero por el momento son solo niños y sus padres o acudientes los cuidadores de ese peligro que representa la Bogotá de los medios de comunicación:

Las periferias, en cambio, han nacido en pocos años, sin plazas, sin verde, sin monumentos. Las periferias son iguales en todo el mundo: los mismos bloques, las mismas calles anchas y rectas, el mismo abandono; porque no nacieron de la lenta y constante preocupación de los hombres por tener lugares de vida aptos y confortables para sí mismos y para sus descendientes, sino sólo merced al impulso arrollador de la especulación (Tonucci, 1998, p. 23).

[…]

Referencias

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