PUJ– BG Normas para la entrega de Tesis y Trabajos de grado a la Biblioteca General – Mayo de 2010 CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES
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EL SIMBOLISMO DE LA CASA-ALBERGUE COMO METAFORA DEL MUNDO INTERNO
(por favor señale con una “x” las opciones que apliquen) Tesis doctoral Trabajo de grado x Premio o distinción: Si No X cual:
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PUJ– BG Normas para la entrega de Tesis y Trabajos de grado a la Biblioteca General – Mayo de 2010 DESCRIPCIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO
FORMULARIO
TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS O TRABAJO DE GRADO
EL SIMBOLISMO DE LA CASA-ALBERGUE COMO METAFORA DEL MUNDO INTERNO SUBTÍTULO, SI LO TIENE
AUTOR O AUTORES
Apellidos Completos Nombres Completos
Galindo Henao Débora Isabel
DIRECTOR (ES) TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO
Apellidos Completos Nombres Completos
Afanador Rueda Sylvia
FACULTAD
PROGRAMA ACADÉMICO Tipo de programa ( seleccione con “x” )
Pregrado Especialización Maestría Doctorado
X
Nombre del programa académico Maestría en Psicología Clínica
Nombres y apellidos del director del programa académico Hugo Alberto Escobar Melo
TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Psicóloga clínica
PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):
CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE LA
TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO NÚMERO DE PÁGINAS
Bogotá 2013 144
TIPO DE ILUSTRACIONES ( seleccione con “x” )
Dibujos Pinturas Tablas, gráficos y diagramas Planos Mapas Fotografías Partituras
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CD DVD Otro ¿Cuál?
Vídeo Audio Multimedia Producción electrónica Otro Cuál?
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS
Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos descriptores, se recomienda consultar con la Sección de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).
ESPAÑOL INGLÉS
Casa-Albergue House-hostel
Mundo Interno inner world
Funcionamiento psíquico psychic functioning Organización familiar family organization Funcionamiento familiar family functioning
RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS
(Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)
RESUMEN
En este trabajo se exploró el simbolismo de la casa-albergue bajo el texto de Bachelard (1995) como metáfora del Mundo Interno bajo los postulados de Klein (1952), Meltzer (1990), y el funcionamiento psíquico de tres pacientes. La presente investigación se trabajó bajo una metodología cualitativa modalidad Investigación-Intervención, con tres pacientes, una adolescente recluida en un centro de protección y dos mujeres adultas atendidas en un consultorio de una Universidad de Bogotá. Realizando 45 sesiones psicoterapéutica de orientación psicoanalítica. Los protocolos fueron codificados para analizar el funcionamiento psíquico, y la organización familiar como las funciones de las mismas.
ABSTRACT
EL SIMBOLISMÓ DE LA CASA-ALBERGUE COMO
METÁFORA DEL MUNDO INTERNO
DÉBORA ISABEL GALINDO HENAO
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
SYLVIA AFANADOR RUEDA
DIRECTORA DE TRABAJO DE GRADO
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
BOGOTÁ D. C.
AGRADECIMIENTOS
A mi familia, en especial a mi madre que ha estado conmigo.
A María Victoria Ramos por creer en mí.
A Sylvia por su paciencia y apoyo incondicional.
A todas las personas que estuvieron apoyándome de alguna manera en la
construcción de este trabajo
TABLA DE CONTENIDO
CAPÍTULOS Página
INTRODUCCIÓN………6
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………10
2. OBJETIVOS Y METODOLOGIA……….16
3. MARCO CONCEPTUAL………27
4. PRESENTACION DEL MATERIAL CLINICO……59
A. SARA………...59
B. MARIA………..81 C. NANCY………...109 5.DISCUSIÓN………129
RESUMEN
En este trabajo se exploró el simbolismo de la casa-albergue bajo el texto
de Bachelard (1995) como metáfora del Mundo Interno bajo los postulados de
Klein (1952), Meltzer (1990), y el funcionamiento psíquico de tres pacientes. La
presente investigación se trabajo bajo una metodología cualitativa modalidad
Investigación-Intervención, con tres pacientes, una adolescente recluida en un
centro de protección y dos mujeres adultas atendidas en un consultorio de una
Universidad de Bogotá. Realizando 45 sesiones psicoterapéutica de orientación
psicoanalítica. Los protocolos fueron codificados para analizar el funcionamiento
psíquico, y la organización familiar como las funciones de las mismas.
Analizando el material clínico de cada una de las pacientes el maltrato y el
abandono emocional y físico por parte de los objetos primarios fue una vivencia
común. A partir de las experiencias de cada una de ellas se evidenció, la
introyección de objetos persecutorios, dañinos, el vínculo de amor negativo
predominaba, el anhelo de casas-albergues que fueran un refugio de protección
con muros de contención, y el reconocimiento emocional por parte de los objetos.
Grupos familiares habitados por objetos primarios no protectores, que no tenían en
la mente a sus hijos; por tanto las pacientes, sintieron cada una a su manera la
ausencia de unos padres, que además no estuvieron allí para cuidarlas y amarlas.
Como resultado de aquellas experiencias, en las instancias psíquicas de
cada una prevalecía un yo empobrecido, un superyo en dos pacientes enjuiciador
mentales, evidenciados fueron: en la adolescente bidimensional con tendencia a la
Identificación Adhesiva; en otra paciente, oscilaba entre el bidimensional y
tridimensional; con una madurez mental más elaborada, y la tercera paciente,
tenía un predominio en el estado tridimensional. Con mecanismos de defensa,
como la escisión, identificación proyectiva, la compulsión a la repetición, la
somatización y la reparación en una de ellas.
Palabras Clave: Casa-albergue-mundo interno, maltrato, abandono, organización
familiar, vínculos, estructura mental, estados mentales, mecanismos de defensa,
INTRODUCCIÓN
Esta investigación se baso en el análisis de tres casos clínicos, a partir de
mi experiencia como psicoterapeuta con un marco de orientación psicoanalítico.
Atendí a tres mujeres: una adolescente en un hogar de protección y 2 mujeres
adultas atendidas en los consultorios de una Universidad de Bogotá. Las vivencias
de estas mujeres pasaron por múltiples comprensiones, no fue fácil encontrar un
punto de encuentro, que al comienzo permitiera seleccionar o integrar el material
clínico. En el transcurso de la Maestría, participé en un seminario llamado
“Psiquismo, Literatura y Cine”, dirigido por la Docente María Victoria Ramos, uno
de los textos que se leyó allí fue “La Poética Del Espacio” de Gastón Bachelard
(1995). A medida que fui conociendo este texto, me di cuenta que la descripción
que Bachelard hacía de la casa-albergue y sus habitantes, tenía relación con el
material clínico de mis pacientes.
Con base en lo anterior, decidí acercarme a observarlas bajo la óptica de la
construcción de los espacios de la casa y los personajes que la habitan como sí
estos fueran los reflejos de su mundo interno. Para ese entonces yo me
encontraba realizando mis prácticas clínicas, y en el centro de protección al que
asistía conocí a una adolescente, tímida, de paso lento, y posición encorvada. Al
escucharla hablar me di cuenta que tenía problemas de lenguaje (tartamudeaba).
En sus asociaciones libres predominaban los recuerdos de su infancia, su casa
natal y el trato de sus padres. Las vivencias de unos padres maltratadores que no
la quisieron, con sentimientos de abandono; todo ello invadía constantemente la
pidiendo que la dejara más tiempo. Entendí que esta adolescente había
encontrado en el espacio psicoterapéutico un lugar donde era escuchada,
comprendida, sin ser juzgada, un albergue psíquico en el que la oían y la dejaban
vivir.
Los contenidos expresados por esta adolescente en las diferentes sesiones,
me impulsaron a trabajar el texto de Bachelard (1995), con el cual, pude
comprender que la casa simbólicamente era un espacio interno e íntimo,
construido con muros que protegen, un espacio cálido y tibio capaz de cuidar;
habitado por objetos primarios, personas que construyen el psiquismo del sujeto.
Así mismo, tomé el concepto de mundo interno de Klein y Meltzer, para
profundizar más acerca del material clínico de las tres pacientes con
características similares. De allí, surgió el interés de plantear la metáfora entre
casa-albergue vivida en la mente y mundo interno. Igualmente, me pareció que
esta metáfora podría relacionarse con las características de la organización y el
funcionamiento familiar descritas por Harris y Meltzer (1990), así, como con el
trabajo realizado por Bion (1962) en relación a las experiencias emocionales y la
función del pensar y el funcionamiento psíquico.
A partir de lo anterior, surgieron varias preguntas relacionadas con las
vivencias de estas tres mujeres en su casa natal:
1. ¿Cómo incide en la construcción o no construcción del mundo interno, las
2. ¿Cuál es la influencia de la organización y función familiar en la
construcción del psiquismo?
3. ¿Cuáles son las características del espació psicoterapéutico, de acuerdo a
las experiencias emocionales vividas en la casa natal?
Es así, como en este trabajo intento profundizar en el simbolismo de la
casa-albergue desde Bachelard, su conexión con el mundo interno, y el
funcionamiento psíquico, al igual, que dar respuestas a las preguntas formuladas;
teniendo en cuenta los aportes teóricos de Freud, Klein, Meltzer, Bion, Muñoz y
Botero.
Freud (1923) nos permite ver el funcionamiento estructural de la mente (yo,
ello y superyó) y la conformación de los mismos en el psiquismo de estas tres
pacientes, así mismo, algunos mecanismos de defensa como la escisión, la
represión, la compulsión a la repetición; el complejo de Edipo (positivo-invertido)
activos en la elección de pareja. Klein (1952) nos lleva al concepto de mundo
interno, a las relaciones con los objetos parciales y totales, así como, a los
mecanismos de defensa (escisión, identificación proyectiva) y a los intentos de
reparación de los objetos y del sí mismo. Meltzer (1990) nos orienta de nuevo
hacia el mundo interno, el dolor mental y las ansiedades (persecutoria, depresivas
y confusionales), la organización y funcionamiento familiar de comunidad, y
estados de la mente. Bion, relación continente-contenido, vínculos de amor, odio y
conocimiento y funcionamiento bajo supuestos básicos. Bransky y Padilla (2009)
describen la somatización como mecanismo de defensa ante el dolor mental.
mencionados, así mismo, aporta en la comprensión del espacio psicoterapéutico y
la función del terapeuta y Botero (2000) describe la importancia del padre en el
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La Universidad Nacional de Colombia, con el apoyo de (UNICEF) realizó
una investigación, de un tema poco estudiado en el país: la situación de niñas,
niños y adolescentes (NNA) sin cuidado parental, físico y emocional. Valoyes y
Durán (2008), plantean que: “Las condiciones estructurales de orden económico,
social, cultural y político influyen para que las familias no tengan la capacidad para
brindar el cuidado a sus hijos e hijas y crear ambientes que permitan un desarrollo
y protección integral, entendida ésta como la garantía plena de todos sus
derechos. La pobreza, inequidad y exclusión son factores que disminuyen las
capacidades de las familias e inciden en la violación de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes en contextos familiares y sociales. Dichas condiciones
producen cambios en la cohesión y estructura familiar, que puede llevar a la
desintegración familiar y al debilitamiento de los vínculos que se deben establecer
para asegurar la protección integral de niños, niñas y adolescentes” (p. 2).
Sumado a lo anterior, un factor importante de resaltar es la violencia que se
vive dentro de las casas, los conflictos entre los padres, adultos o cuidadores,
generan la violencia intrafamiliar (VIF), entendiéndose esta como golpes,
agresiones verbales, el abuso sexual, el alcoholismo, la drogadicción, la violencia
emocional, el abandono. Así mismo, el madre solterismo, el divorcio o separación
de los padres, enfermedades crónicas, discapacidad o incapacidad de alguno o de
delincuencia, es uno de los innumerables problemas que puede vivir un niño, niña
o adolescente dentro del grupo familiar.
Según las estadísticas la violencia intrafamiliar especialmente en niños y
adolescentes, se dispararon en el 2012, el ICBF reporto: “En la población de niños
menores a cinco años el ICBF registra 104.392 (ciento cuatro mil trescientos
noventa y dos) denuncias en lo que va corrido del año, comparado con el año
anterior (2010) recibieron 99.577 (noventa y nueve mil quinientos cincuenta y
siente) denuncias. Según el Bienestar Familiar 39.506 (treinta y nueve mil
quinientos seis) menores han padecido maltrato psicológico y físico durante este
año. Otras de las cifras que revela el ICBF es la de los niños abandonados, 44.473
(cuarenta y cuatro mil cuatros cientos setenta y tres) han sido extraviados,
explotados laboralmente y dejados en mendicidad. Cuatro mil seiscientos
menores de edad han sido abandonados por el consumo de sustancias
Psicoactivas y 1.352 (mil trescientos cincuenta y dos mil) han padecido las
consecuencias del conflicto colombiano, como el desplazamiento forzado” (p. 1).
La organización Aldeas Infantiles que trabaja con niños, niñas,
adolescentes y sus familias. Refiere que en la mayoría de los casos como lo
nombran ellos “los verdugos están en casa”, “describiendo como para el 2012
de los casos de violencia intrafamiliar valorados por Medicina Legal la víctima fue
un niño, una niña o un adolescente” (p. 2) En muchas familias con las que trabaja,
esta organización, los NNA han pasado por algún tipo de violencia dada por algún
miembro de la familia, lo que hace que el miedo, el dolor físico y psicológico este
La problemática social, económica, política y familiar, refleja las dificultades
de los entornos familiares para cumplir la función de protección, cuidado y
seguridad en NNA y por ende en su desarrollo psíquico.
La Encueta Nacional de Demografía y Salud, (2005) presentan las
condiciones de convivencia familiar de los menores de 15 años el 59.9% NNA de 0
a 15 años vive con ambos padres, el 33.1 % vive sólo con la madre, 3.1 % solo
con el padre; 7.8 % no vive con ninguno de los dos padres. En el 2010 el 61 %
viven con los padres, el 27 %vive sólo con la madre, el 2.7 %sólo con el padre. Se
observa que las cifras desde el 2005 al 2010 han bajado en el caso de las familias
matriarcales, sin embargo, se sigue conservando grupos familiares donde la
madre está a cargo de todas las necesidades básicas de sus hijos, es una historia
que parece no tener final.
Teniendo en cuenta lo anterior mencionado, se observa que hay un
porcentaje mayor en la convivencia de ambos padres en un 33.1 %, madres
solteras 3.1 %, no obstante, así convivan ambos padres, no está clara si la
responsabilidad del sostenimiento económico está a cargo de los dos; también
queda el interrogante, sí ambos padres trabajan, ¿Quién cuida y protege a los
hijos?
Gelvez, (2005), desarrollo una investigación en la Universidad Javeriana,
desde el psicoanálisis donde analiza el comportamiento de niños maltratados por
parte de sus padres, tomando una muestra poblacional de 17 niños entre los 10 y
comunicación violenta que orienta a generar por medio de la palabra sentimientos
de culpa, “Mi mamá es muy regañona siempre está de mal genio y regañando, con
ella no se puede hablar cuando no obedezco me dice bruto y pendejo”. (p. 29)
Señalando la autora, que en este tipo de regaños la violencia o agresividad esta
puesta en el tono por parte del adulto. Gelvez, (2005), describe que este tipo de
maltrato tan común con la palabras es la manera que los adultos tienen de
descargar sus frustraciones y sus propias vivencias. “En mi casa mi papá grita por
todo me tiene muy aburrida porque yo me pongo muy nerviosa y me asusto
mucho”. (p. 30)
Lo anterior, trae como consecuencias, según esta investigación, que los
sentimientos por parte de los niños y niñas eran de no ser queridos por sus
padres; la rabia, el rencor y la tristeza es una de las emociones que más expresan,
el sentirse indefensos y solos. Se observó que en estos niños predominaba, las
vivencias traumáticas; en el caso de los niños maltratados sus experiencias son
tan fuertes que deja marcas las cuales el inconsciente escinde y reprime para no
evocarlas.
Los sentimientos de frustración y rabia, de los niños y niñas maltratadas,
estaban acompañados del deseo por abandonar su casa, teniendo
manifestaciones de rebeldía hacia sus padres: por medio de amenazas, gritos y
ataques verbales. Gelvez (2005) (citando a Reviere, 1984) plantea: “este, “afecto
negativo” es el resultado de la experimentación frecuente de emociones negativas:
perturbadores que pueden ser dolorosos y duraderos.” (p. 36) quedando
introyectados en el psiquismo del individuo.
Otra investigación realizada en la Universidad Javeriana (2010) plantea los
efectos de la ausencia paterna, mostrando como las madres terminaban solas
ejerciendo las funciones emocionales en el grupo familiar y el abastecimiento de
las necesidades básicas de sus hijos. Plantea la importancia del padre en la díada
madre-bebé, siendo éste quien protege la relación pero también quien se encarga
de la separación en un futuro.
Rodríguez (2010) (citando a, De Castro, 2006) “refiere cómo la función del
padre no solamente se dirige a la prohibición del incesto, sino que también es
responsable de la configuración subjetiva, inscribiendo en el inconsciente del niño
el mandato de la prohibición frente al incesto y el goce que esto conlleva. De esta
manera, además de incluirse en la relación con el padre la Ley, también es
introducida la posibilidad de la Identificación. El niño agrupa tales ideales con
respecto al padre en el Ideal del Yo, y la niña por su parte, al encontrarse con su
deseo por el falo, se dirige posteriormente hacia la feminidad” (p. 19)
Cuando el padre está ausente o abandona al grupo familiar, esa ausencia
se refleja en el vínculo con la madre, está ha interiorizado esa ausencia, siendo
después incapaz de acompañar la propia soledad de su hijo. Esa ausencia vivida
promiscuidad, la inestabilidad en conseguir parejas, mantener una relación
estable. (Rodríguez, 2010)
A modo de conclusión, el incremento de las denuncias del maltrato, el
abandono; la existencia de familias matriarcales, está ligado a múltiples factores:
la pobreza y la falta de oportunidades, las historias de violencia intrafamiliar que se
repiten en algunos casos, el abandono que es una constante en las familias, etc.
Las fallas de un Estado, continente y protector, promotor de la esperanza, llevan a
que se reproduzcan en la familias algunas de estas carencias, sintiéndose el
sujeto desprotegido por el olvido, el no poder cumplir las funciones por
necesidades básicas que no están garantizadas por la falta de empleo, actividades
laborales mal remuneradas.
Las investigaciones realizadas y estadísticas señaladas muestran una
problemática real colombiana, no obstante: ¿Qué es lo que genera esa realidad
en los diferentes psiquismos? Por ende, esta investigación, pretende mostrar:
cómo el abandono físico, emocional o ambos, el maltrato que se da en los grupos
familiares que habitan la casa, influye en el desarrollo y funcionamiento psíquico
del sujeto; de igual manera, la casa al estar habitada por diferentes personas
generan un mundo interno y un mundo de relaciones, bondadosas o dañinas, que
dejan secuelas en el psiquismo; en las cuales, predomina el vínculo de amor
CAPITULO II
OBJETIVO Y METODOLOGÍA
Objetivo General
Explorar el simbolismo de la casa-albergue que plantea Bachelard como
una metáfora del mundo interno, y la relación con el funcionamiento psíquico de
tres pacientes. Así mismo, comprender el significado simbólico del espacio
psicoterapéutico en el psiquismo de estas tres pacientes en el trascurso del
proceso terapéutico.
Objetivos Específicos
1. Explorar la organización familiar y su funcionamiento presentes en la mente
de estas pacientes.
2. Conocer los vínculos que establecieron con los diferentes objetos en el
grupo familiar.
3. Identificar el funcionamiento estructural de las pacientes en cuanto al
predominio de las instancias psíquicas.
4. Describir los alternantes estados mentales en que vivían.
5. Indagar los mecanismos de defensa (escisión, represión, compulsión a la
repetición, identificación proyectiva, reparación, somatización) que
utilizaban para defenderse del dolor mental.
6. Indagar en el espacio psicoterapéutico y las funciones del terapeuta con el
METOLOGIA
Este trabajo se realizó desde una metodología cualitativa, modalidad
investigación-intervención que permitió analizar el material clínico obtenido en el
transcurso de un proceso psicoterapéutico, donde se utilizaron protocolos para
realizar el seguimiento de 3 pacientes. Esta metodología ayudó a comprender
fenómenos psíquicos, familiares y sociales que se evidenciaron en el transcurso
de este análisis o estudio.
Flick (2004) plantea que el método cualitativo se encarga de explorar las
relaciones sociales y describir la realidad tal y como la experimentan los
protagonistas de la misma. Trabaja por medio de narraciones, verbalizaciones,
conversaciones, recolección de datos visuales, es decir, por medio de la
observación y escucha, en algunos casos puede ser a grupos o a un individuo;
donde se seleccionan los datos y se realiza un análisis de los mismos,
categorizándolos. Este autor explica que la recolección de datos “no es un registro
neutral de la realidad, si no que es un paso esencial en la construcción de la
realidad en el proceso de investigación” (p. 26)
Ahora bien, como se menciono anteriormente la metodología de este
trabajo esta basada en la investigación-intervención, lo cual, permitirá obtener
mayor conocimiento en psicología, psicoanálisis e intervención clínica; por medio
de la psicoterapia. Así mismo, este trabajo está vinculado a la línea de
investigación de la Pontificia Universidad Javeriana, Desarrollo Psíquico-sujeto y
Objetivo General
Presentar, desarrollar y evaluar múltiples estrategias de comprensión y
atención, que se adecuen a las necesidades actuales de los contextos y de los
individuos que sufren o demandan nuestra participación, favoreciendo procesos
sociales y personales más constructivos desde una postura ética y políticamente
comprometida.
Objetivos Específicos
1. Consolidar las líneas de investigación a partir del desarrollo de los trabajos de grado de la carrera y la maestría en Psicología Clínica.
2. Favorecer la formación en investigación de los estudiantes de pregrado y postgrado.
3. Socializar a través de publicaciones los productos de las investigaciones derivadas de las líneas del grupo, desde miradas teóricas diversas de la
psicología clínica que apuntan a la comprensión de fenómenos psicológicos
y sociales.
4. Articular los hallazgos de las investigaciones a los procesos formativos del postgrado.
1. Método
En este trabajo por medio de la investigación cualitativa, se establecerá los
procesos que se van construyendo en la relación terapeuta-paciente y lo
vivenciado en el espacio psicoterapéutico. Por medio de la recolección de datos
no estandarizados ni predeterminados. Este material permitirá indagar en el
simbolismo de la casa, la organización familiar y el funcionamiento psíquico de
tres pacientes. A su vez, explorar las funciones que se dan en el espacio
psicoterapéutico.
Este método como ya se menciono nos ayuda a recolectar datos de forma
variada y amplia, como las entrevistas, observaciones, etc. Por tanto, no es
necesario en este tipo de método construir cuestionarios o test de medición
estadística, para tener información o realizar un estudio con individuos o grupos;
todo parte de las experiencias construidas y sentidas por el individuo. (Flick,
2004)
2. Diseño
En este trabajo se utilizó un diseño de tipo descriptivo fenomenológico en la
cual se establecían algunas hipótesis que buscaban confirmarse a través del
análisis de un material cualitativo primario recogido en sesiones psicoterapéuticas,
sistematizado en protocolos sesión a sesión, luego codificados a partir de
categorías de análisis que surgieron del marco teórico utilizado para establecer
características del fenómeno bajo observación. Este trabajo investigativo fue
metafórico entre la casa-albergue y el mundo interno. Con cada una de ellas se
realizaron 15 sesiones psicoterapéuticas registradas una a una, y supervisadas;
permitiendo ver el funcionamiento psíquico de cada una de ellas, así mismo, el
simbolismo del espacio psicoterapéutico y las funciones del psicoterapeuta.
En el diseño fenomenológico Flick, (2004) explica que no se puede
observar el mundo de una manera objetiva, puesto que son los sujetos los que
han vivenciado el fenómeno y son ellos los que lo expresan a través de sus
vivencias. Este paradigma tiene como objetivo estudiar, explorar, dar cuenta de los
significados que tienen los eventos para las personas o grupos quien los vive
(experiencias, actos, emociones, etc.). La forma en que los sujetos perciben el
mundo, es la realidad para ellos, esto es lo que es importante estudiar.
3. Participante y acceso a la información
Este trabajo fue realizado en dos lugares, el primero en un centro de
protección en el occidente de Bogotá, donde se atendió a una adolescente la cual
fue llamada en esta investigación como Sara, y, el segundo lugar fue en un
consultorio de una Universidad de Bogotá, donde María y Nancy fueron atendidas,
un trabajo psicoterapéutico individual con tres pacientes., Las sesiones con Sara
fueron una vez por semana, con una duración de 50 minutos, por 6 meses; la
atención fue en un consultorio del centro de protección. María y Nancy se
atendieron un año con una frecuencia de dos veces a la semana, en un
consultorio de la Universidad. Cada una de las sesiones fue supervisada por una
Sara, una adolescente de 16 años, la octava de diez hermanos, vivía en un
centro de protección, llego allí a los 14 años, debido a que su hermana mayor
puso a su disposición a sus hermanos al ICBF, como medida de protección por el
maltrato que sus padres les profesaban. Esta chica estaba cursando octavo grado
de bachillerato; empecé a atenderla en el centro de protección debido a mis
prácticas clínicas.
María, una mujer de 36 años, ocupaba el puesto noveno entre 10
hermanos, nació fuera de Bogotá, proveniente de una cultura muy machista. Sus
diferentes vivencias en la casa natal, de maltrato, ausencias emocionales por
parte de sus padres y la persecución de sus hermanos y el pueblo por su
orientación homosexual, llevaron a esta mujer a mudarse para Bogotá; aquí vive
hace 15 años en compañía de su hermana menor. Decide consultar a un
profesional en psicología debido a la ansiedad y confusión que le genera de su
orientación sexual.
Nancy, una mujer de 56 años, madre de dos hijos, una mujer de 26 años y
un chico de 22 años. Vivía con su segunda pareja sentimental, sus dos hijos de la
primera pareja y un amigo, diagnosticado con psicosis y a quien cuida hace 12
años. Esta mujer creció bajo la influencia de dos familias, la de su madre biológica
compuesta por 4 medios hermanos. La otra familia de crianza, conformada por su
tía materna, la pareja e hija adoptiva. La madre biológica desde que Nancy nació
la dejo al cuidado de su abuela, al fallecer ésta, queda bajo el cuidado de su tía;
nunca conoció a su padre biológico. Llega a los consultorios por la carga
Confidencialidad
Para asegurar la intimidad de cada una de las pacientes, los datos fueron
cambiados, nombre, datos biográficos y de contexto. De esta manera se garantizo
la confidencialidad de la información. Tal y como lo define el ministerio de Salud
en Resolución N. 008430 del 4 de Octubre de 1993; en el titulo II –De la
Investigación De Seres Humanos. En el articulo 5 dispone que “En toda
investigación en la que el ser humano sea sujeto de estudio, deberá prevalecer el
criterio del respeto a su dignidad y la protección de sus derechos y su bienestar”
(Ministerio de Salud, 1993)
4. Instrumento y técnica
Las sesiones psicoterapéuticas fueron realizadas de acuerdo con los
lineamientos básicos de la psicoterapia orientada psicoanalíticamente. Se utiliza
como instrumento para la recolección de datos protocolos, los cuales, fueron
realizados por la estudiante-psicoterapeuta. Al finalizar cada sesión se hizo una
reproducción por escrito de lo verbal y preverbal de cada una de las pacientes. Se
efectuaron 15 protocolos para un total de 45.
La actitud en la psicoterapeuta en cada sesión fue de atenta escucha, a las
asociaciones libres del paciente, silencios, manifestaciones verbales. Las
intervenciones que se realizaron fueron a través de preguntas que buscaron
indagar sobre la vida, contextos y vivencias de cada una de estas pacientes, en
épocas de vida como la infancia, adolescencia y adultez; frente a sus relaciones
En otros momentos se realizaban interpretaciones y señalamientos sobre los
contenidos psíquicos relacionados con su estado emocional.
5. Procedimiento
a. Cada una de las sesiones con la adolescente fueron realizadas una vez por
semana en un centro de protección; con las otras dos pacientes fue dos veces
a la semana en un consultorio de una Universidad. Los procesos
psicoterapéuticos estuvieron a cargo de una estudiante de Maestría.
b. Las sesiones fueron consignadas en protocolos, los cuales, fueron
supervisados por una profesora de la Maestría. Estas supervisiones no se
incluyeron en este trabajo.
c. Con cada uno de los protocolos se realizó un cuadro, el cual tenía dos
columnas separando los contenidos verbales y manifestaciones preverbales.
En una columna estaba escrito preguntas e interpretaciones del
psicoterapeuta y en la otra lo manifestado por el paciente. Luego, se explora
en el material clínico: las vivencias de la paciente en su casa natal, las
relaciones con los diferentes miembros del grupo familiar y las funciones, los
vínculos con los objetos, los mecanismos de defensa, los estados mentales,
es decir, el funcionamiento psíquico un análisis de todo lo expuesto por ellas
en sesión. Todo lo anterior fue profundizado con las experiencias relacionadas
a la casa-albergue, la organización familiar, la ausencia o abandono emocional
por parte de los padres.
d. A partir del análisis fenomenológico del material clínico de las tres
y sus objetos, el funcionamiento del grupo familiar, los vínculos que
establecieron con los mismos y el funcionamiento psíquico que allí se
estableció en las tres pacientes, el predominio de las instancias psíquicas, el
funcionamiento mental, las posiciones esquizoparanoide y depresiva, el
continente contenido, los grupos de supuesto básico y los mecanismos de
defensa. Estas categorizaciones permitieron una perspectiva de todo el
material clínico en el proceso psicoterapéutico; con base en ello, se logro
comparar o diferenciar aspectos en cada una de las pacientes. Se encontró en
Sara, el predominio de un superyó, un estado mental bidimensional,
(Identificación Adhesiva), una oscilación entre el supuesto básico de
dependencia y ataque y fuga. En María, el predominio del superyó, una
oscilación entre la posición esquizoparanoide y depresiva, así mismo oscilaba
entre un estado mental bidimensional, tridimensional, y tetradimensional, un
supuesto básico de apareamiento, mecanismos como la Identificación
Introyectiva, escisión y la reparación. Nancy, presento un funcionamiento
mental tridimensional, estando en una posición esquizoparanoide, con un
superyo laxo, un supuesto básico de apareamiento, siendo la escisión su
principal mecanismo de defensa con la Identificación Proyectiva.
e. Desde el inicio de la recolección de los protocolos se usaron nombres
ficticios, datos biográficos y de contexto diferentes. Con el fin de garantizar la
intimidad, en anonimato y la confidencialidad de cada una de las pacientes.
f. La revisión del material teórico bajo el marco psicoanalítico fue basado en,
Freud (1923) nos permite ver el funcionamiento estructural de la mente (yo,
compulsión a la repetición; el complejo de Edipo (positivo-invertido). Klein
(1952) concepto de mundo interno, relaciones con los objetos parciales y
totales, a las posiciones esquizoparanoide y depresiva, así como a los
mecanismos de defensa (escisión, identificación proyectiva) y a los intentos de
reparación de los objetos y del sí mismo. Meltzer (1990) nos orienta de nuevo
hacia el mundo interno, el dolor mental y las ansiedades (persecutoria,
depresivas y confusionales), la organización del grupo familiar y comunidad,
estados de la mente. Bion, relación continente-contenido, PSD, vínculos
de amor, odio y conocimiento y funcionamiento bajo supuestos básicos. Kaës
g. Para terminar se realizó una comprensión integrando el material teórico y
fenomenológico, encontrando la expresión fenomenológica directa en cada
uno de los casos. Con todo lo anterior se elaboro este trabajo de grado.
6. Intervenciones
a. Las intervenciones llevadas a cabo por la institución.
El centro de protección donde fue atendida Sara es un centro de Bogotá,
que tiene como misión “restituir y prevenir la vulnerabilidad de los derechos de los
niños, las niñas, adolescentes y sus familias e integrar a las familias y comunidad.
Contando con profesionales como: psicólogos, trabajadores sociales,
nutricionistas, abogados médicos y terapeutas” (p. 1) el centro de protección les
brinda alimentación, estudio, talleres artesanales, de panadería. Los consultorios
de la Universidad, donde se atendieron las otras dos pacientes, es un espacio
con varios consultorios, adaptados con el espacio adecuado para la privacidad del
CAPITULO III
MARCO CONCEPTUAL
El psicoanálisis constantemente ha ido de la mano del arte y la literatura,
nutriéndose una de la otra; no es de extrañar encontrar en los escritos
psicoanalíticos de Freud innumerables citas y referencias a la literatura, entre
ellos: poetas, mitos (Edipo y Hamlet), pasajes bíblicos, autores como Shakespeare
y Dostoievski. Describe Freud, 1908 (citado por, Escálate, 2010) “los poetas son
aliados de gran valía para el psicoanálisis y su testimonio no puede dejarse de
lado, puesto que, por lo general los poetas suelen saber de una multitud de cosas
entre el cielo y la tierra, con cuya existencia ni sueña nuestra sabiduría
académica” (p. 41)
Ahora bien, la literatura ha sido escenario de diversas aportaciones para el
psicoanálisis, donde por medio de ella se ha alimentado constantemente esta
ciencia, Klein, (1979) (citada por Guimón, 1993) exploró las situaciones infantiles
de angustia reflejadas en el texto de una ópera de Ravel (texto de Colette) donde
describe a un niño y sus actuaciones, fantasías, incapaz de hacer sus deberes
escolares. Ilustrando de esta manera los postulados del Edipo de la teoría
Kleiniana. Por otro lado, ilustró el concepto de la Identificación Proyectiva por
medio de una novela del escritor Francés Julien Green. Así, sucesivamente la
literatura ha aportado y contribuido en la literatura y construcción de postulados
De igual manera, fue un texto literario quien orientó la presente
investigación, “La Poética del Espacio” de Gastón Bachelard (1995) y su
descripción simbólica de la casa-albergue. Encontrando en el contenido del texto
una similitud al mundo interno y sus habitantes, el cual, ayudó a visualizar y
analizar el material clínico de las tres pacientes; desde esta perspectiva se planteó
explorar la casa-albergue como metáfora del mundo interno, y el simbolismo del
espacio psicoterapéutico.
LA CASA
Esta investigación fue inspirada en un texto llamado “La Poética Del
Espacio” de Gastón Bachelard (1995), el cual, hace una maravillosa, exquisita
descripción de la casa, llena de poesía a partir del simbolismo, es decir, lo que
cada lugar, estructura y espacio allí construidos, representan en la psiquis del
sujeto. Las vivencias que traen los recuerdos a partir de los habitantes que moran
ese espacio.
Para Bachelard (1995), la casa es el primer universo, el cosmos, el
espacio que se habita; es uno de los mayores poderes de integración para los
recuerdos y los sueños del hombre; es cuerpo y alma, es el primer mundo del ser
humano. El hombre sin la casa sería un ser disperso. Las vivencias de ensoñación
más allá del hogar, es el albergue, con muros que cuidan, un refugio; que lo
sostiene a través de las tormentas del cielo y de las tormentas de la vida, el cual,
permite la vivencia de protección, con la tibieza y muros de contención de un
Es importante señalar que para Bachelard (1995), la ensoñación son todas
las representaciones mentales que llegan por medio de los más profundos
recuerdos evocados en el presente; esa conexión con las emociones, sentimientos
de amor, cuidado y protección, de cada uno de los espacios y de los habitantes
que hicieron parte de ese cosmos, que conforman un albergue; este es el espacio
y experiencia emocional donde la confianza, la intimidad y lo psíquico domina; un
techo que protege. Este espacio continente, permite que uno mismo y el otro
puedan albergar, sostener y cuidar. Este lugar psíquico donde predominan valores
que se encuentran enraizados en el inconsciente y se asoman a la consciencia
con una simple evocación.
Sin embargo, no todas las vivencias de la casa están cargadas de
maravillosas ensoñaciones. A veces este espacio pierde su cualidad de albergar
para convertirse en un espacio generador de tormentas destructivas, capaz de:
expulsar, rechazar o sembrar el miedo, el terror, y angustias persecutorias. Un
lugar, con habitantes hostiles, erráticos, los cuales, siembran desesperanza y
dolor. Construyendo así, un mundo interno cargado de objetos (habitantes)
persecutorios con vivencias y experiencias de abandono y de angustias.
EL MUNDO INTERNO
Para trabajar este concepto psicoanalítico se tomará la dimensión
geográfica desde los postulados de Melanie Klein (1958) y de Donald Meltzer
Klein (1958) plantea que el mundo interno o espacio mental está ocupado
por aspectos puntuales del objeto parcial u objetos totales (madre, padre, la pareja
combinada). Éstos a su vez, van a generar vínculos con cualidades de bondad,
vínculos buenos (pecho bueno) o con cualidades amenazantes, vínculos
persecutorios (pecho malo).
El contraste entre lo interno y lo externo, permite la construcción en el
mundo interno de los objetos que lo van habitar. En estas relaciones con los
objetos internos predominan el impulso de vida (lo amoroso) y el impulso de
muerte (lo destructivo). De acuerdo con las experiencias emocionales iniciales, va
a imperar uno de los dos impulsos. Sin embargo, es natural que en un desarrollo
normal psíquico ambos impulsos interactúen entre sí.
Así mismo, Klein (1958) plantea que es a partir de la construcción de los
objetos internos y las relaciones entre estos, como el individuo entra a vincularse
con el mundo externo teniendo como referente las vivencias internas y primarias
de personas que allí habitan. Es decir, personas, experiencias, situaciones,
acontecimientos, emociones, las cuales, entran en contacto con el bebé desde
que nace.
Meltzer (1990) le aporta a este concepto la importancia del grupo familiar o
cuidadores, siendo este el primer grupo en el que se desenvuelve el individuo. A
partir, de estas relaciones antes y después del nacimiento; en el proceso de
desarrollo se van interiorizando los objetos familiares. Éstas relaciones que se dan
estos objetos junto con sus cualidades, normas, características, sentimientos,
ideas, palabras, y verbalizaciones, los cuales ocupan un espacio en la mente y
forman la estructura infantil de la personalidad y de esos objetos internalizados.
Cuando en el mundo interno se ha logrado construir una vinculación
adecuada con los objetos, ese escenario o espacio metal es capaz de sopesar los
dramas y conflictos a lo largo del desarrollo de la vida mental. Los sueños logran
ser pensados y tener un significado para el sujeto pues se vuelven un material
para el pensamiento. Por el contrario, cuando esa relación o vínculo con los
padres o cuidador no fue la correcta, se convierte en un mundo invadido de
ansiedades persecutorias, predominando las identificaciones proyectivas y la
adhesión a otros objetos. Consecuentemente, no se logra pensar la experiencia
emocional. (Meltzer, 1990)
EL GRUPO FAMILIAR
Como lo plantea Meltzer (1990) el grupo familiar o cuidadores es el primer
grupo con el cual, el sujeto tiene contacto, con el que empieza a vincularse.
Berenstein (2008) considera y define a la familia desde un punto de vista
descriptivo: “un conjunto de personas vinculadas por la pertenencia al sistema de
parentesco sanguíneo, constituyéndose en un conjunto de vínculos y de lugares
(el lugar del padre, de la madre y del hijo) ocupados por sujetos a través de sus
acciones” (p. 93 y 97). A partir, de esos vínculos empieza a generarse relaciones
Berenstein (2007) también le da un lugar importante a la estructura familiar
inconsciente, que a su vez, da lugar a cada uno de los miembros: por ejemplo, el
hijo se hallará incluido en tres tipos de relación: “(a). Una relación con los
miembros del grupo a los que llamará papá, mamá, hermano, ésta relación es el
resultado de una experiencia emocional. El otro (la otra persona) tendrá carácter
de objeto parcial (el pecho) o total (la pareja combinada), y habitan el mundo
interno. (b). La relación del sujeto hijo con otro sujeto al que se llama padre o
madre o hermano, las relaciones son de exterioridad y con base al juicio de
presencia. Habitan el mundo externo; es decir, la presencia física concreta, y (c).
Los nombres de parentesco antes mencionados nominan el lugar, que no siempre
son ocupados por el otro al que corresponde, es decir, que el lugar de padre,
puede ser ocupado por la madre.” (p. 96)
Finalmente, el psiquismo del ser humano se forma a partir de las
interacciones con el objeto, siendo éstas experiencias la base del desarrollo
emocional. Las relaciones hacen parte de la construcción de los objetos que
habitan el mundo interno, los cuales, acompañaran las vivencias, emociones,
acciones en el transcurso de la vida.
Otros psicoanalistas como Klein, Meltzer, Bion, Muñoz y Botero, han
planteado la importancia del funcionamiento familiar realizando diferentes
postulados relacionados con la organización de este grupo, su funcionamiento y
a) Las funciones y organización familiar
En esta investigación se tomará el modelo explicativo de Harris y Meltzer
(1990), para ampliar el concepto de las funciones emocionales de la familia.
1. Generar amor vs promulgar odio:a partir de la relación con las personas
que conforman el grupo familiar se puede brindar protección, cuidado,
sostenimiento emocional, atención, y comunicación. Esto logra en el sujeto
la adquisición de dependencia y seguridad necesaria en contraste con la
acción de atacar a los vínculos existentes por medio de la manipulación de
los sentimientos de frustración.
2. Promover esperanza vs sembrar desesperanza: la esperanza, como por
ejemplo, el optimismo considerado como emociones, tiende a tener un
equilibrio entre fuerzas constructivas y destructivas en contraste con el
pesimismo, que es nacido en el grupo familiar por rigidez o destructividad
que obliga a los miembros del grupo a realizar operaciones en búsqueda de
seguridad.
3. Contener el dolor depresivo vs emanar angustia persecutoria: se
contiene el dolor depresivo (el sufrimiento-ansiedades) para generar
aprendizaje a través de la experiencia. Sin embargo, cuando no se realiza
fomenta la depresión persecutoria y aumenta la irritabilidad en contraste
con un miembro de la familia que tenga una vivencia de terror que puede
actuar como foco de esa emoción, emanando así, la ansiedad al ambiente
4. Pensar vs crear mentiras y confusión: crea simbolización, toma de
decisiones, lenguaje, resolución de problemas, y sentir la emoción hace
parte de la actividad psíquica de pensar. Esto se contrarresta con los
engaños, embustes a hechos concretos, que se transforman en cinismo
respecto al valor de la verdad y envenena la cualidad ética de la vida
familiar.
Estas funciones que son oscilantes en su funcionamiento y en la organización
familiar se ven reflejadas en los diferentes tipos de familia que Meltzer (1990)
describe:
1. La Familia Conyugal: (no siempre es concebida por los padres
verdaderos) es precedida por una pareja combinada (padre-madre)
la cual, se supone cumplan ambos con las funciones de generar
amor, promover la esperanza, contener el dolor depresivo y pensar.
Todo esto favorece el crecimiento psíquico de sus miembros.
2. La Familia Matriarcal: Cuando la madre queda sola con el grupo
familiar, responsabilizándose de todas las necesidades básicas (en
especial económicas) de los hijos. Para esta figura matriarcal es
difícil llevar a cabo las cuatro funciones emocionales introyectivas de
generar amor, promover la esperanza, contener la depresión y
pensar.
3. La familia patriarcal: cuando el padre queda solo a cargo de la
familia, el padre puede ser capaz de llevar a cabo algunas de las
o pensar. Aunque no en todos los casos. La función de generar
amor por lo general no la cumple siendo los abuelos quienes la
realizan.
4. La familia pandilla: adoptan una actitud delincuente, está deseosa
de aceptación, es voraz y orgullosa, la relación con la comunidad no
es buena, es desafiante, provocando sentimientos de exclusión. Las
funciones tienden hacer más actuadas que ejecutadas. Por ejemplo,
mientras que los sentimientos de amor cambian a la seducción y
mimos, el pensar es reemplazado por clichés, dogmas.
5. La Familia Invertida: una o ambas figuras parentales son psicóticas
o están dominadas por perversiones sexuales o tendencias
criminales, el juego, la bebida, la promiscuidad, la ingestión de
drogas, las perversiones sexuales, el incesto y la agresión. Son
parte de la atmosfera de la vida familiar. La función de pensar está
ausente, se promueve más la confusión, se siembra la desconfianza
o se fomentan angustias persecutorias.
6. La Familia “Casa de Muñecas”: el apareamiento de jóvenes, se da
debido a la rigidez que los padres tuvieron con los hijos. Buscan
formar su propio hogar prematuramente, tratando de cumplir con las
expectativas de los padres, siendo productivos y multiplicándose.
Estos jóvenes no se lograron identificar con la comunidad
adolescente. Se sienten inferiores pero con una capacidad moral
Ahora bien, Bion (1961) describe dos grandes tipos de grupos: Grupos de
Supuesto básico y Grupo de trabajo. Existen tres tipos de grupos de supuestos
básicos, mientras que sólo existe un sólo grupo de trabajo. Bion (1961) (citado por
Muñoz, 2011) plantea que el grupo de supuesto básico, surge a partir de las ideas
y emociones que vivencian los miembros del grupo.
a. Grupo de Trabajo: Bion, (1961) (citado por Meltzer, 1990) plantea que este
grupo actúa de la mano con el pensamiento, la comunicación y la
cooperación. En este grupo, todos son líderes, son capaces de tomar sus
propias decisiones, sin pasar por encima de la otra persona.
b. Grupo de Supuesto Básico de dependencia: “se caracteriza, por el
predominio de una persona en la cual los miembros delegan su cuidado y
espera la solución de sus problemas. Temen estar lejos del líder (p. 200)”.
Meltzer (1990) plantea: “ya sea que el líder se dé en la forma de los padres
combinados, o uno, u otro padre, o del niño, pariente, huésped, vecino o
miembro ausente; la función de liderazgo recae, naturalmente, en manos
del miembro más silenciosamente grandioso del grupo. La función del líder
es representar (de ninguna manera ejecutar) las funciones de pensar,
planificar y soportar la responsabilidad” (p. 31).
c. Grupo de Supuesto Básico de Apareamiento o Emparejamiento: según
Bion (1961) (citado por Muñoz, 2011) “es un grupo en el cual las
dificultades presentes se enfrentan con imágenes idealizadas de mejoría
futura; allí hay una atmósfera de expectación llena de promesas. La
predominan” (p. 200). Para integrar esta idea con la de Meltzer (1990),
este tipo de grupo no tiene un líder, por tanto vive en esa expectativa de la
llegada de uno nuevo, el cual, podría adjudicársele a una idea nueva, un
lugar, un emprendimiento como un negocio. Es decir, que se está a la
espera de un salvador.
d. Grupo de Supuesto Básico de Ataque y Fuga: Bion (1961) (citado por
Muñoz, 2011) refiere “que este grupo se caracteriza por el predominio de
los sentimientos de odio, destrucción y desesperación. Requiere de un líder
que le permita agredir o escapar del enemigo, que los cohesione, y
organice para lograrlo” (p. 200). Meltzer (1990), señala que el liderazgo en
este grupo tiende a recaer en el más violento, sin considerar la edad, el
sexo o el rol que este ejerza en la familia. Las personas que funcionan bajo
este grupo sienten que el tiempo es demasiado corto, hay que actuar de
inmediato lo cual no permite pensar, lo esencial es ejecutar la acción.
Bion (1961) (citado por Muñoz, 2011) manifiesta que: “en estos últimos tres
grupos no es necesario ningún tipo de entrenamiento, experiencia o madurez
mental, solamente se necesita la llamada valencia o capacidad para combinarse
de manera espontánea; en ellos la cooperación no es necesaria y la actividad
mental es muy reducida. El tiempo no tiene una función mental reconocida y
cuando aparece se vuelve persecutorio” (p. 200).
Este funcionamiento psíquico-grupal-familiar también está atravesado por
tres tipos de vínculos. Bion (1980) los describe, como positivos o negativos; lo
el amor (positivo +, o negativo -), el odio (positivo +, o negativo -), y el
conocimiento (positivo +, o negativo -).
El vínculo de Amor positivo (A+) las personas se unen en un determinado
momento bajo sentimientos fuertes y agradables, con respeto y confianza. En el
Amor negativo (-) es una experiencia de amor desfigurada de no amor o de
destrucción.
El vínculo de odio, Bion (1980) plantea la existencia de un odio + o -, que se
puede relacionar con la posibilidad o no de construir representaciones simbólicas;
el O- es totalmente destructivo, debido a un cierto estado emocional intenso,
perdiendo la perspectiva del otro como persona. El O+ se siente emociones
fuertes, donde existe un deseo de venganza, frustración, la rabia; sin embargo, se
aprende de la experiencia que ocasiona esa pasión o sentimiento, sin herir al otro.
El vínculo de conocimiento (C) parte de la experiencia emocional de cada
individuo. De esta manera, es capaz de representar una experiencia de modo
adecuado; esta experiencia está basada en la confianza de una representación
que el sujeto tenga de sí mismo, permitiendo de esta manera discernir que la
representación se apoya en el sentido común, que no sólo representa la
experiencia emocional, sino también otras realizaciones desconocidas. Cuando se
habla del vínculo del Conocimiento negativo (-) no se posibilita el desarrollo del
pensamiento, ni la adecuada interpretación de lo que otros piensan o dicen.
entrada del dialogo del otro, no existe otro, no hay lugar para el conocimiento.
(Bion, 1980)
A modo de conclusión, para el psiquismo las relaciones adecuadas con los
objetos o habitantes del grupo familiar son de vital importancia, permiten el
desarrollo donde el sujeto se siente capaz de tomar decisiones, generar
pensamiento, interactuar con el mundo externo, tolerar la soledad y la frustración.
Los objetos que ha interiorizado y que ahora hacen parte de su mundo interno, le
dan las herramientas para poder ver, aceptar y sentir su propia realidad psíquica,
permitiendo su participación en un grupo de Trabajo; sin embargo, puede que no
todos los habitantes del mundo interno como externo, contribuyan al desarrollo de
bases solidas emocionales en el psiquismo del individuo.
LOS VÍNCULOS QUE SE ENTRETEJEN ENTRE LOS HABITANTES DE LA
CASA
a. La pareja padre-madre
A continuación, se describirán diferentes postulados relacionados con los
vínculos entre madre-bebé, padre-bebé, madre-padre y madre-padre-bebé. Para
ello se tendrán en cuenta a Freud, Klein, Meltzer, Bion y Botero. Se hará un
recorrido por la relación madre y padre, la importancia de la pareja combinada,
cómo ésta construye y fortalece el grupo familiar y el psiquismo de cada uno de
los habitantes. Así mismo, se ilustrará el daño que causa la ausencia del padre, y
Botero (2000) hace referencia, al padre y el valor de éste en el
sostenimiento de la psiquis de la madre y del bebé en el período de maternidad. El
texto relaciona ambos estados emocionales en preñez (padre-madre).
Botero (2000) toma como referente la familia conyugal. En este texto no
como una familia construida de padre y madre, sino como el inicio de toda vida, la
unión de dos sexos, procreando: “La pareja madre-padre que opta por la
procreación es la primera diada y ha decidido “realizarse” en un espacio
continente para la gestación del producto de su intercambio amoroso y extensivo
de sus relaciones” (p. 64). Ambos padres al quedar en embarazo, pasan por una
serie de vivencias emocionales fuertes, siendo objetos de situaciones que los
llevan a recordar sus propias vivencias infantiles, sus ansiedades, persecuciones,
sus gratificaciones, ambos son bebés necesitados de alimento y abrigo” (Botero,
2000).
El padre como pareja lo suficientemente buena, resulta siendo ese
continente, es decir, ese recipiente que recibe todas las emociones, de la madre,
las metaboliza (piensa las necesidades de la madre y se las devuelve) un
albergue: capaz de proteger, cuidar y comprender la maternidad. Así mismo, él
también necesita ser sostenido, por tanto termina siendo una relación reciproca de
cuidados mutuos; un Grupo de Trabajo.
Lo anterior facilita la función maternal y la capacidad reverie de la madre,
preparada para entender las necesidades y satisfacerlas por medio de la función
parte de ambas figuras parentales, brindan el sentido de seguridad y confianza del
hijo para desenvolverse en el mundo (Botero, 2000).
Sin embargo, no en todas las familias o parejas en estado de preñez se da
este tipo de relación o de grupo. En algunos casos, el padre abandona física y
emocionalmente a la madre, dejándola desprotegida. En otros casos, está
físicamente pero ausente emocionalmente, no teniendo en la mente a la madre ni
al bebé. Es decir que no está emocionalmente involucrado con la maternidad de la
cual hace parte.
Ahora bien, este maltrato causado por el abandono o la ausencia física y
emocional, hacia el bebé, en ocasiones no sólo es realizado por el padre. También
hay madres que se abandonan a sí mismas, sin importarles su propio bienestar y
el del bebé. Esto quiere decir que no tienen en la mente a su bebé, o cuando
nace, es dejado al cuidado de un familiar, sin darle los cuidados necesarios,
desprotegiéndolo, y prohibiéndole el contacto emocional con el pecho materno.
Botero (2000) anuncia “que la mujer que se deja a sí misma, o se abandona, está
abandonando a su bebé en la mente. El padre también como protagonista de esta
dinámica, no puede desentenderse de ella; el padre que abandona a la madre
activa en ella la situación de abandono” (p. 66).
b. El vínculo madre-bebé
Siguiendo con el orden de las ideas, y para que haya más claridad con
relación al continente es importante resaltar al psicoanalista postkleiniano, Wilfred
madre y su capacidad de pensamiento. Bion (1961), describe la función
continente-contenido, como el colocar y sostener los pensamientos, emociones,
deseos y necesidades.
Con lo anterior Bion (1961) quiere decir, que la madre es capaz de entender
el lenguaje y emociones que su bebé le expresa por medio del contacto
pecho-boca. Este pecho sirve de continente de las proyecciones del lactante, es decir,
que el bebé pone en la madre por medio del llanto, movimientos del cuerpo,
sensaciones y emociones (contenidos) sus necesidades como por ejemplo el
hambre, calor, frio, dolor, etc. La madre recibe estas proyecciones (contenidos) y
les da un sentido devolviéndoselas al lactante, de manera adecuada para
satisfacer la necesidad que amerita el bebé.
Otro aspecto importante es la capacidad de reverie de la madre de la cual
Bion (1980) hace referencia. Es un ser que se construye a través de la experiencia
emocional, siendo capaz de recibir todos los contenidos del lactante,
independientemente si son sentidas como buenos o malos. Una madre con
capacidades y cualidades mentales o psíquicas adecuadas sabrá satisfacer las
necesidades de amor y comprensión del bebé, lo cual, le permitirá un impacto
positivo sobre las cualidades psíquicas del lactante. “El amor expresado a través
del ensueño”
Es por ello, que Bion (1980) argumenta que: “la capacidad de reverie de la
madre es considerada aquí como inseparable del contenido porque claramente
uno depende del otro. Si la madre que alimenta no tiene capacidad de reverie o si
comunicado al lactante. Se impartirá a los canales de comunicación (los vínculos
del niño) la cualidad psíquica, por medio de la experiencia emocional” (p. 74). Con
relación a esto la madre que ha tenido experiencias emocionales adecuadas y de
amor, logra tener una capacidad mental de escuchar y comprender a su hijo, pues
es una madre capaz de conectarse con las experiencias emocionales del lactante.
Ahora bien, es importante señalar que a través de la relación y el vínculo de
los padres con el bebé se empieza a generar la simbolización, la cual, da paso al
lenguaje. Bransky y Padilla (2009) argumentan: “el proceso de formación de
símbolos es un proceso continuo que permite unir e integrar lo interno y externo, el
sujeto y objeto, y, las experiencias arcaicas con las posteriores” (p. 89). Segal
(1981) refiere que cuando hay una falla por parte de los padres, los cuales, fueron
incapaces de contener las emociones del bebé, las necesidades de una forma
adecuada y amorosa, se presenta la carencia o pérdida de la capacidad de
simbolización. Teniendo en cuenta, que uno de los fines del símbolo es “proteger
al objeto de impulsos hostiles cuando el bebé se percata de que el objeto de amor
es también su objeto de odio, que la mamá que lo cuida es la misma que lo hace
esperar. En otras palabras el símbolo es una creación del mundo interno para
restaurar, recrear, recapturar, y poseer el objeto original nuevamente” (Bransky y
Padilla (2009), p. 90).
c. La entrada del tercero
Dentro de este contexto, al cual se viene haciendo referencia, cabe señalar