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DESINFECCIÓN DE PEZONES, AMAMANTAMIENTO E INFECCIÓN INTRAMAMARIA

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(1)

Facultad de Ciencias Agropecuarias Programa de Doctorado en Ciencias Agrarias

Los abajo firmantes, convocados por el Programa de Doctorado en Ciencias Agrarias de la Universidad de Caldas, hemos revisado el informe final de la tesis doctoral:

DESINFECCIÓN DE PEZONES, AMAMANTAMIENTO E INFECCIÓN INTRAMAMARIA

Presentada por: PAULO CÉSAR DUQUE MADRID

Como requisito parcial para obtener el título de Doctor en Ciencias Agrarias y certificamos su aprobación

____________________________________ ALEJANDRO CEBALLOS MÁRQUEZ Nombre completo 1er miembro

_____________________________________ MARIO LOPEZ BENAVIDEZ

Nombre completo 2do miembro

______________________________________ MARCOS MUÑOZ DOMON

(2)

Facultad de Ciencias Agropecuarias Programa de Doctorado en Ciencias Agrarias

DESINFECCIÓN DE PEZONES, AMAMANTAMIENTO E INFECCIÓN INTRAMAMARIA

Tesis Presentada a:

Programa de Doctorado en Ciencias Agrarias Facultad de Ciencias Agropecuarias

Universidad de Caldas

Como requisito parcial para obtener el título de Doctor en Ciencias Agrarias

Por

PAULO CÉSAR DUQUE MADRID

ALEJANDRO CEBALLOS MÁRQUEZ, PhD. Director de Tesis

(3)

AGRADECIMIENTOS

Quiero expresar mis agradeciemientos al Dr. Alejandro Ceballos por su ejemplo, guía y

apoyo contante en mi crecimiento profesional.

A los Drs. Marcos muñoz y Mario Lopez, por haberme abierto puertas hacia el

conocimiento e incluso hasta las puertas de sus hogares.

Al Dr. Nestor Alonso Villa y Sebastian Sanchez Arias que como amigos y con su apoyo

constate y dedicación ayudaron para que esta etapa de mi vida llegara buen termino.

A todos los integrantes del grupo de calidad de leche y epidemiologia veterinaria – CLEV

sin quienes nada de esto hubiese sido posible.

A todos los profesionales, propietarios y trabajadores que hicieron parte de los proyectos de

investigación y que de una y otra forma pusieron su grano de arena en este doctorado.

(4)

DEDICATORIA

Quiero dedicar estos años de trabajo a mi familia, especialmente a mi madre Luz Adriana y

mi hermana Nathalia que simpre con su tenacidad y buen ejemplo han sido el faro de luz

(5)

TABLA DE CONTENIDOS

Agradecimientos ii

Dedicatoria iii

Tabla de contenidos iv

Lista de figuras v

Lista de tablas vi

Lista de anexos vii

Resumen ix

Capítulo I

1. Introducción 1

1.2. Justificación 3

1.3. Planteamiento del problema 4

1.4. Hipotesis 5

1.5. Objetivo general 6

1.5.1. Objetivos específicos 6

Capítulo II

2. Revisión de literatura. 8

2.1. Infecciones intramamarias y recuento de células somáticas 8

2.2. Utilidad diagnostica del RCS 12

2.3. Ensayos clínicos para evaluar desinfectantes para pezones 15

2.4. Amamantamiento posordeño y RCS 18

Capítulo III. Primer artículo

3. Sensitivity and specificity of somatic cell count in quarter milk samples to decide the culture of milk samples

24

Capítulo IV. Segundo artículo

4. Evaluación de la clorhexidina como desinfectante para pezones bajo condiciones de pastoreo y desafío natural

50

Capítulo V. Tercer artículo

5. Efecto del amamantamiento con ternero sobre el recuento celular somático en hatos lecheros

76

Capítulo VI

6. Discusión general 102

6.1. Conclusiones generales

(6)

LISTA DE FIGURAS

Figura Título Página

1 ROC curve of LnSCC as a predictor of milk samples to be cultured for major pathogens in primiparous (a) and multiparous (b) cows.

46

2 ROC curve of SCC as a predictor of milk samples to be cultured for minor pathogens in primiparous (a) and multiparous (b) cows.

47

3 Sensitivity-Specificity plot of LnSCC as a predictor of milk samples to be cultured for major pathogens in primiparous (a) and

multiparous (b) cows (with 95% confidence interval).

48

4 Sensitivity-Specificity plot of LnSCC as a predictor of milk samples to be cultured for minor pathogens in primiparous (a) and multiparous (b) cows (with 95% confidence interval).

49

5 Modelo de células somáticas en logaritmo natural por semana de estudio del grupo control (☐) y experimental ().

73

6 Modelo de la tasa de Incidencia de infección intramamaria de todos los cuartos a riesgo por semana de estudio en el grupo control (☐) y experimental ().

74

7 Diferencia en la tasa incidencia de IMI en cuartos semana a riesgo con un intervalo de confianza del 95% [-0,019 (-0,062; 0,024)] entre el grupo experimental (0,034) y el grupo control (0,053) en el ensayo de no inferioridad. El Δ es el punto preestablecido para declarar la no inferioridad.

75

8 Promedio de LnRCS para cada mes de muestreo en los hatos con amamantamiento del ternero al final del ordeño y sin amamantamiento al final del ordeño.

100

9 Promedio de LnRCS según cada categoría de permanencia de los teneros con las madres después del ordeño.

(7)

LISTA DE TABLAS

Tabla Título Página

1 Year, cow and number of quarters enrolled in each study. 41

2 Frequency of isolation of mastitis pathogens in 10,415 quarter milk samples collected from twelve teat disinfectants clinical trials in primiparous and multiparous cows.

42

3 Mean and standard deviation (SD) of the LnSCC according to mastitis pathogens in primiparous and multiparous cows.

43

4 Sensitivity (%) and specificity (%) of SCC at different thresholds values (x103 cells/mL) to get the isolation for major pathogens from a quarter milk sample in primiparous and multiparous cows.

44

5 Sensitivity (%) and specificity (%) of SCC at different thresholds values (x103 cells/mL) to get the isolation for minor pathogens from a quarter milk sample in primiparous and multiparous cows.

45

6 Frecuencia de aislamiento de patógenos mamarios provenientes de 2086 muestras tomadas de 91 vacas en los grupos control y experimental.

70

7 Número de nuevas infecciones intramamarias y cuartos- semana a riesgo de una infección cada dos semanas en el grupo control y experimental.

71

8 Número de nuevas IMI agrupadas según el patógeno causante en el grupo control y experimental.

72

9 Estructura de los datos de 2.905 mediciones de RCS en hatos del departamento de Caldas, Colombia.

96

10 Características productivas de los hatos con y sin amamantamiento al final del ordeño.

97

11 Distribución de hatos según el número de horas reportadas de permanencia del ternero con la madre después del ordeño.

98

12 Cantidad de muestras colectadas según el número de medicines realizadas por hato para el estudio 1 y el estudio 2.

(8)

LISTA DE ANEXOS

Anexo

1 Presentación oral Pruebas de desafío para selladores de pezones en sistemas pastoriles en Latinoamérica. Segundo congreso Red Latinoamericana de Investigacion en mastitis - RELIM 2014. Costa Rica.

112

2 Poster Sample size calculation for non-inferiority teat dip trials conducted in pasture based systems. National Mastitis Council Regional Meeting 2014, Ghent, Belgium.

118

2 Poster Sensitivity and specificity of SCC in quarter milk samples to diagnose intramammary infections in pasture-based systems. 54º reunion anual, National Mastitis Council 2015. Memphis, Tennessee.

(9)

Resumen

La mastitis, definida como la inflamación de la glándula mamaria generalmente causada

por una infección bacteriana es la mas común y costosa de las enfermedades en el ganado

lechero a nivel mundial. En su forma subclínica se caracteriza principalmente por una

elevación del recuento de células somáticas (RCS) el cual es usado como un biomarcador

útil para diagnosticar la enfermedad. Un primer capitulo de esta investigación tuvo por

objetivo evaluar el uso del RCS como criterio para decidir el análisis microbiológico de

muestras de leche. Se analizaron 10.415 muestras de cuartos provenientes de doce estudios

que comprendían resultado de cultivo microbiológico y RCS. Los cuartos libres de IMI

tuvieron un LnRCS de 3,08 ± 1,4 (miles/mL) para las vacas de primer parto y de 3,48 ± 1,6

(miles/mL) para las vacas multíparas. Los cuartos infectados tuvieron un promedio de 4,51

± 1,8 y 4,5 ± 2,0 (miles/mL) en vacas primíparas y multíparas, respectivamente. La sensibilidad (Se) y especificad (Sp) del RCS fueron variables según el tipo de patógeno que

causaba la IMI y el punto de corte usado. En general la Se fue más baja cuando la IMI fue

causada por un patógeno menor en comparación con uno mayor. Cuando se uso un punto

de corte de 100 x 103 células/mL para infecciones por patógenos mayores la Se fue de 81.7

y 86.2% para vacas primíparas y multíparas, respectivamente. Cuando la infección fue

causada por un patógeno menor a este mismo punto de corte la Se fue de 48.2% para vacas

primíparas y de 40.4% para multíparas. Con un punto de corte de 200 x 103 en vacas

multíparas la Se fue de 80.4% la Sp de 83.2% para IMI causadas por patógenos mayores.

Este estudio calculo un punto de corte donde se alcanza la mayor Se y Sp para infecciones

por patógenos mayores de 114 x 103 células/mL en vacas primíparas y de 184 x 103

(10)

muestras de leche que deben ser cultivas es eficaz para determinar las verdaderas IMI

causadas por un patógeno mayor pero la relevancia de la identificación de patógenos

menores por esta metodóloga requiere una mayor discusión.

Un segundo ensayo bajo condiciones de pastoreo y desafío natural fue realizado con 91

vacas durante diez semanas con el objetivo de demostrar la no inferioridad de un producto

desinfectante de pezones experimental de clorhexidina comparado con un control positivo a

base de yodo. Para establecer las nuevas IMI se uso una metodología que incluía el cultivo

de las muestras que sobrepasaban un umbral de RCS. La tasa de incidencia promedio fue

de 0,053 (IC 95%: 0,035 – 0,080) y 0,034 (IC 95%: 0,012 – 0,089) cuartos-semana a riesgo

en el grupo control y experimental, respectivamente. La razón de la tasa de incidencia fue

0,65 (P = 0,17) y la diferencia entre las dos tasas de -0,019 (IC 95%: -0,062 – 0,024)

ubicándose por debajo del margen de no inferioridad establecido (0,05). No se encontraron

diferencias en el RCS y la salud de la piel y punta del pezón. Concluyendo que el producto

desinfectante a base de clorhexidina demostró ser no inferior al producto control.

Por último con el fin de establecer el efecto del amamantamiento con el ternero al finalizar

el ordeño sobre RCS al nivel del hato fue colectada información de 384 predios a los cuales

se les realizo seguimiento de su RCS de manera mensual hasta por un año. De cada hato se

colecto información sobre sus características productivas a través de una visita. Los hatos

que tenían el sistema de amamantamiento con ternero tuvieron un RCS mas bajo en

comparación con los otros hatos (5,32 ± 1,0 vs 5,76 ± 0,9 LnRCS miles/mL) (P = 0,001), pero este efecto mostro una interacción con el mes de toma de la muestra. El tiempo de

permanencia promedio de los terneros con sus madres fue de 5,0 ± 2,0 horas sin que se

(11)

cuales se da el amamantamiento del ternero después del ordeño presentan un RCS mas bajo

independientemente de las horas de permanencia con la madre.

Palabras claves: Amamantamiento, desinfección, infección intramaria, pezones, recuento de

(12)

CAPITULO I

1. Introducción

La mastitis, definida como la inflamación de la glándula mamaria, continúa siendo la

principal enfermedad en producción lechera bovina mundial. Esta enfermedad es casi

siempre de origen infeccioso caracterizándose por daños en el epitelio glandular y pudiendo

cursar de forma clínica o subclínica. La forma clínica se presenta con alteraciones físicas y

químicas en la leche, inflamación de la ubre o incluso con el comprometimiento sistémico

de vaca, mientras en la forma subclínica solo se dará una elevación del recuento de células

somáticas (RCS)(Sharif and Muhammad, 2009; Blowey and Edmondson, 2010).

La elevación del RCS es un indicador de la sanidad mamaria y un factor de preocupación

para la industria lechera por diversas razones como la exigencia internacional para la

comercialización de leche (Directriz 92/46 de la Unión Europea) y la relación que se da

entre presencia de mastitis y residuos de antibiótico pues se ha comprobado un mayor

riesgo de presencia de antibióticos en los hatos cuando se tienen en RCS más alto en el

tanque de leche (Ruegg and Tabone, 2000; Schukken et al., 2003). Además de lo anterior,

el uso del RCS como una herramienta que permite detectar las infecciones subclínicas

desde hace más de tres décadas, se ha convertido en un biomarcador útil para diagnosticar

la enfermedad (Dohoo et al., 1981; Leslie et al., 1983; Schukken et al., 2003; Sharma et al.,

2011).

Para separar los cuartos infectados de los que no presentan infección, mediante el uso del

(13)

diferentes puntos de corte que varían entre 100 x 103 y 500 x 103 células/mL con lo que

también varían la sensibilidad (Se) y la especificidad (Sp) según el punto seleccionado

(Dohoo and Leslie, 1991; Sargeant et al., 2001; Djabri et al., 2002).

Esta herramienta diagnóstica es también útil para establecer qué muestras tendrían una

mayor probabilidad de ser positivas al cultivo microbiológico y de esta forma ha sido

propuesta como una variante metodológica en los ensayos clínicos para desinfectantes de

pezones, ya que en los ensayos tradicionales se incurre en un alto costos al cultivar todos

los cuartos de vacas que participan en el estudio.

Tradicionalmente las investigaciones y desafíos de campo realizados por las empresas

productoras de desinfectantes para pezones en el mundo, se dan bajo ambientes de

estabulación y en sistemas con condiciones de manejo que difieren de las observadas en

Colombia. Unido a esto, en nuestro país no existe una legislación que exija pruebas de

campo para el registro de los productos, lo que facilita la comercialización de

desinfectantes para pezones sin que se conozca su verdadera eficacia para la prevención de

nuevas infecciones intramamarias (IMI) bajo las condiciones de producción en Colombia.

Una de estas condiciones de manejo diferente se da en los sistemas de producción bovina

de doble propósito, que en nuestro país como en otros de Latinoamérica generan gran parte

de la producción láctea y se caracterizan porque además de haber un beneficio por la

producción de leche hay también un interés productivo en la obtención de carne. En este

tipo de sistemas el ordeño de las vacas es apoyado por el ternero y como parte de su rutina

(14)

finalizado el ordeño las vacas lactantes son dejadas libremente con sus crías para

alimentarlas con la leche residual, lo que podría estar relacionado con un menor riesgo de

infección intramamaria. Si bien algunos estudios reportan efectos sobre la vaca y el

comportamiento del ternero con este amamantamiento posordeño (Krohn, 2001; Fröberg et

al., 2008), los efectos sobre la producción de leche y sobre la sanidad mamaria han sido

poco estudiados y se encuentra divergencia en los estudios realizados.

1.2. Justificación

Tradicionalmente los ensayos clínicos para la evaluación de desinfectantes para pezones así

como otros productos usados en la producción de leche se han realizado evaluando el RCS

y realizando cultivo bacteriológico a todas las mueras de leche de las vacas involucradas,

esto hace que se incrementen los costos de los ensayos clínicos lo que sugiere la búsqueda

de alternativas con el objeto de hacer estos ensayos a un menor costo.

Si el RCS es utilizado como un indicador de IMI sería posible entonces la selección de las

muestras de leche a cultivar mediante el RCS realizado previamente. Aunque se han

reportado algunos ensayos que indican la Se y Sp del RCS, es necesario evaluar cuales

serían estas estimadas al utilizar el RCS como un criterio de selección de las muestras para

cultivo en ensayos clínicos para evaluar desinfectantes para pezones.

Es demás necesario, garantizar que los productos desinfectantes presentes en el mercado

Colombiano y que se usan bajo condiciones de pastoreo, cumplen con unos requisitos

(15)

De otra parte, en Colombia un porcentaje de la producción lechera se da en los sistemas de

doble propósito en los cuales la aplicación posordeño de desinfectantes de pezones no se

lleva a cabo pues las vacas amamantan los terneros una vez terminado el ordeño, sin que

haya un criterio establecido sobre el real efecto de este amamantamiento con ternero sobre

el RCS, haciendo entonces necesaria su evaluación al nivel del hato.

1.3. Planteamiento del problema

La mastitis bovina continúa siendo la más costosa y desafiante de las enfermedades en

producción lechera a pesar de los esfuerzos y los recursos que se han destinado al control y

prevención de la misma en los últimos años. La aplicación de estrategias de control ha

tenido éxito en la lucha contra los patógenos causantes de esta enfermedad y ha llevado a

una drástica reducción en su incidencia y en el RCS en leche (Bradley, 2002). Siendo la

aplicación de desinfectantes de pezones una práctica fundamental en dicho control pues

reducen el riesgo de nuevas IMI en el hato (Dodd and Jackson, 1971).

Estos desinfectantes para pezones deben tener un eficacia comprobada, pero los ensayos de

campo que se llevan acabo para tal fin generalmente resultan en un alto costo debido a que

el establecimiento de la IMI se da como resultado del cultivo bacteriológico de todas las

muestras tomadas durante el estudio. Así, nuevos protocolos basados en el cultivo de las

muestras según el RCS, permitirían llevar a cabo ensayos de menor costo

(16)

En nuestras condiciones de pastoreo las prevalencias de los patógenos que se presentan son

diferentes a lo que actualmente sucede en otras latitudes, pues se tiene una alta prevalencia

de patógenos contagiosos, mientras que la presencia de infecciones por Gram negativos son

bajas (Ramírez et al., 2001; Calderón et al., 2011) haciendo necesario probar los productos

desinfectantes para pezones producidos y comercializados en nuestro país en dichas

condiciones y bajo desafío natural.

De otra parte, algunos de los sistemas de producción bovinos tradicionales en países de

Latinoamérica y en Colombia involucran una práctica que en algunos casos suprime la

desinfección de pezones después del ordeño, dado que una vez éste ha finalizado las vacas

son dejadas libremente con sus crías para alimentarlas con la leche residual durante un

periodo de tiempo. Tradicionalmente se han atribuido efectos de esta práctica de

amamantamiento sobre el RCS sin que se haya establecido una real diferencia entre estos

sistemas y los que no usan los teneros después de finalizado el ordeño de las vacas.

1.4. Hipótesis

Para el desarrollo de este estudio se propone la evaluación de las siguiente hipótesis:

 Las muestras de leche provenientes de cuartos con un RCS por encima de un punto

de corte establecido, permitirá aislar con mayor probabilidad patógenos causantes

de mastitis.

 Bajo las condiciones de producción de leche en Colombia un producto desinfectante

para pezones a base de clorhexidina no presentan diferencias en cuanto al número

(17)

 Las lecherías donde se realiza un amamantamiento de los terneros por sus madres

después de terminado el ordeño, tienen un RCS en el tanque o cantinas de leche

diferente a aquellas lecherías donde no se realiza esta práctica.

1.5. Objetivo General

Validar el uso del RCS como criterio de sección de muestras para cultivo, así como la

efectividad de un producto de clorhexidina para la desinfección de pezones y el efecto del

amamantamiento con el ternero al finalizar el ordeño sobre el RCS del hato.

1.5.1. Objetivos Específicos

• Validar la Se y Sp del RCS del cuarto, como criterio de selección de las muestras de

leche para ser cultivadas.

• Evaluar la eficacia de la desinfección de pezones con un producto a base de

clorhexidina sobre las nuevas infecciones intramamarias, en vacas bajo condiciones de

pastoreo y desafío natural.

• Establecer el efecto del amamantamiento con el ternero al finalizar el ordeño sobre el

(18)

Referencias

Blowey, R. W., and P. W. Edmondson. 2010. Mastitis control in dairy herds. Cab International, Winslow, UK.

Bradley, A. J. 2002. Bovine mastitis: an evolving disease. Vet. J. 164: 116-128.

Calderón, A., V. Rodríguez, G. Arrieta, and S. Máttar. 2011. Prevalencia de mastitis bovina en sistemas doble propósito en Montería (Colombia): Etiología y susceptibilidad antibacteriana. Rev. Colomb. Cienc. Pecu. 24: 19-28.

Ceballos-Marquez, A., T. Hemling, B. J. Rauch, M. Lopez-Benavides, and Y. H. Schukken. 2013. Noninferiority trial on the efficacy of premilking teat disinfectant against naturally occurring new intramammary infections using a novel 2-step diagnostic process. J. Dairy Sci. 96: 8081-8092.

Djabri, B., N. Bareille, F. Beaudeau, and H. Seegers. 2002. Quarter milk somatic cell count in infected dairy cows: a meta-analysis. Vet. Res. 33: 335-357.

Dodd, F. H., and E. R. Jackson. 1971. Control of bovine mastitis. 1st ed. British Cattle Veterinary Association, UK.

Dohoo, I. R., and K. E. Leslie. 1991. Evaluation of changes in somatic cell counts as indicators of new intramammary infections. Prev. Vet. Med. 10: 225-237.

Dohoo, I. R., A. H. Meek, S. W. Martin, and D. A. Barnum. 1981. Use of total and differential somatic cell counts from composite milk samples to detect mastitis in individual cows. Can. J. Comp. Med. 45: 8-14.

Fröberg, S., E. Gratte, K. Svennersten-Sjaunja, I. Olsson, C. Berg, A. Orihuela, C. S. Galina, B. García, and L. Lidfors. 2008. Effect of suckling (‘restricted suckling’) on dairy cows’ udder health and milk let-down and their calves’ weight gain, feed intake and behaviour. Appl. Anim. Behav. Sci. 113: 1-14.

Krohn, C. C. 2001. Effects of different suckling systems on milk production, udder health, reproduction, calf growth and some behavioural aspects in high producing dairy cows — a review. Appl. Anim. Behav. Sci. 72: 271-280.

Leslie, K. E., I. R. Dohoo, and A. H. Meek. 1983. Somatic cell counts in bovine milk. Comp. Cont. Educ. Pract. 5: S601–S607.

Ramírez, N., G. Gaviria, O. Arroyave, B. Sierra, and J. Benjumea. 2001. Prevalencia de mastitis en vacas lecheras lactantes en el municipio de San Pedro de los Milagros, Antioquia. Rev. Colomb. Cienc. Pecu. 14: 76-87.

Ruegg, P. L., and T. J. Tabone. 2000. The Relationship Between Antibiotic Residue Violations and Somatic Cell Counts in Wisconsin Dairy Herds. J. Dairy Sci. 83: 2805-2809.

Sargeant, J. M., K. E. Leslie, J. E. Shirley, B. J. Pulkrabek, and G. H. Lim. 2001. Sensitivity and specificity of somatic cell count and California Mastitis Test for identifying intramammary infection in early lactation. J. Dairy Sci. 84: 2018-2024. Schukken, Y. H., D. J. Wilson, F. Welcome, L. Garrison-Tikofsky, and R. N. Gonzalez.

2003. Monitoring udder health and milk quality using somatic cell counts. Vet. Res. 34: 579-596.

Sharif, A., and G. Muhammad. 2009. Mastitis control in dairy animals. Pak. Vet. J. 29: 145-148.

(19)

CAPITULO II

2. Revisión de Literatura

2.1. Infecciones intramamarias y recuento de células somáticas

La protección de la glándula mamaria está dada por una variedad de mecanismos de

defensa que pueden ser clasificados como inmunidad innata e inmunidad específica. En el

caso de las respuestas innatas o inespecíficas estas son mediadas en primera instancia por la

barrera física del extremo del pezón que actúa como una primera línea de defensa contra la

mastitis y que también impone la presencia de sustancias antimicrobianas como ácidos

grasos no esterificados y proteínas en la capa de queratina (Paulrud, 2005).

En segunda medida, esta respuesta innata esta dada por la presencia de células como

neutrófilos, macrófagos, células asesinas naturales y por ciertos factores solubles como

lactoferrina, complemento, lizosimas y lactoperoxidasa, que se encargan de hacer la

defensa de la glándula mamaria cuando la primera línea ha sido superada por algún agente

patógeno (Riollet et al., 2000; Sordillo, 2005; Rainard and Riollet, 2006).

Durante el proceso de producción de leche la ubre es irrigada con grandes cantidades de

sangre llegando alcanzar hasta los 450 litros por kg de leche producida (Hibbitt et al.,

2004). Esta sangre además de transmitir los elementos básicos para la galactogénesis en el

parénquima glandular, también suministra las células de defensa antes mencionadas que en

una ubre sana serán en su mayoría macrófagos (66-88%) seguidos por linfocitos (10-27%),

neutrófilos (0-11%) y células epiteliales (0-7%) (Sordillo et al., 1997; Riollet et al., 2000;

(20)

la glándula mamaria y alcanza el canal del pezón o la cisterna, se desencadenan una serie

de sucesos inmunológicos a partir de los cuales son liberados los factores de defensa

celulares y como consecuencia se da una elevación en el recuento de células somáticas

(RCS) en la leche (Sordillo et al., 1997; Sordillo and Streicher, 2002).

La gravedad y duración de la mastitis estarán relacionadas con la rápida respuesta de

migración leucocitaria y su actividad bactericida en el sitio de la infección. Los neutrófilos

son el principal tipo celular (50-95%) que es reclutado activamente hacia la infección y se

encuentran en los tejidos mamarios y secreciones durante la etapa temprana del proceso

inflamatorio asociado con la infección bacteriana (Sordillo et al., 1997; Riollet et al., 2000;

Paape et al., 2003). Los demás tipos celulares como macrófagos, linfocitos y células

epiteliales serán encontrados en una menor proporción durante el proceso inflamatorio.

Diferentes mediadores químicos (citocinas) desencadenan esas reacciones inflamatorias

como consecuencia de la acción de las bacterias (Sordillo et al., 1997; Gruet et al., 2001).

Estas citocinas reconocen y responden a diferentes patógenos a través de las estructuras de

su pared celular y los receptores de membrana. Estas estructuras son lipopolisacaridos,

peptidoglicanos y acido lipotéicoico que forman el patrón molecular asociado a patógenos

(PAMP) que es reconocido por los receptores tipo peaje (TLR) localizados en las

membranas de las células del sistema inmune y cuya interacción es la que induce la

formación de citocinas y otros mediadores (Oviedo-Boyso et al., 2007).

(21)

RCS elevado durante la lactancia (Harmon, 1994). Este proceso crónico causa un daño en

el parénquima del tejido mamario por la diapédesis constante de leucocitos trayendo como

consecuencia una disminución en la producción de leche de la vaca (Harmon and Heald,

1982; Sordillo et al., 1997).

Algunos factores como el número de partos han demostrado afectar el RCS normal de las

vacas sin infección intramamaria (IMI), siendo más bajo en las vacas de primer parto

comparado con vacas multíparas (Sheldrake et al., 1983; Schepers et al., 1997). Se ha

reportado que las vacas de primer parto tienen una curva de RCS mas baja y plana a lo

largo de esa primera lactancia que las vacas de más partos (Schepers et al., 1997). De igual

forma, el efecto del parto sobre las células somáticas será mas notorio al comparar animales

de primer parto con vacas multíparas que se encuentren con IMI (Harmon, 1994; Laevens

et al., 1997; Sabuncu et al., 2013). Esto se relacionaría no solo con la infección en sí

misma, sino también con el hecho de que las vacas de mayor edad han tenido una mayor

oportunidad de exposición a patógenos de mastitis lo que resultarían en un aumento gradual

del número de cuartos que se han podido ver afectados generando un mayor daño tisular a

lo largo de su vida y por ende una mayor respuesta celular comparado con los animales que

no han sufrido infección (Reneau, 1986).

Otro factor que puede influenciar el RCS es la etapa de lactancia en la cual se encuentra la

vaca, pues es sabido que a lo largo esta se generan cambios que la afectan. Al momento del

parto la concentración del RCS será alta e incluso por encima de un millón de células por

mL (Jensen and Eberhart, 1981), condición que es aceptada normalmente y que ira bajando

(22)

vacas no infectadas (Dohoo, 1993). Barkema et al. (1999) trabajando con vacas de primera

y mas lactancias sin infección encontró un reducción del RCS desde las 593 x 103

células/mL en promedio al momento del parto hasta 126 x 103 células/mL hacia el tercer

día posparto.

Después de la primera semana posparto y durante la lactancia media las células se

mantendrán bajas (Sheldrake et al., 1983; Reneau, 1986), pero se notará un ligero aumento

de estas hacia el final de la misma tanto en vacas de primer parto como en vacas multíparas

(Dohoo and Meek, 1982; Sheldrake et al., 1983; Schepers et al., 1997). Esta forma de la

curva en el RCS durante la lactancia sería explicado por un posible efecto de dilución del

RCS en la leche, es decir que en las vacas sin infección el RCS a lo largo de la lactancia

estaría afectado por la cantidad de leche producida (Schepers et al., 1997).

El estado de infección es el principal factor que explica la variación en el RCS durante la

lactancia (Dohoo et al., 1981; Dohoo and Meek, 1982; Reneau, 1986). La respuesta del

sistema inmune y la producción de células somáticas dependerá del agente patógeno que se

encuentre causando la infección. En el caso de cuartos infectados por patógenos mayores

como Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae, Streptococcus dysgalactiae, Streptococcus uberis, Escherichia coli y Klebsiella spp. se espera un RCS promedio superior a las 350 x 103 células/mL. (Djabri et al., 2002). Para el caso de infecciones

causadas por patógenos menores como staphylococcus no aureus (NAS) y

(23)

2.2. Utilidad diagnostica del RCS

Las células somáticas son un indicador de la resistencia y la susceptibilidad de la vaca a la

IMI y un parámetro que se usa a menudo para distinguir los cuartos infectados de los sanos

por el aumento que se da como consecuencia de la respuesta inflamatoria. El uso de esta

herramienta que permite detectar y monitorear la presencia de IMI en las vacas lecheras se

ha dado desde hace más de 30 años y sus beneficios han sido ampliamente reportados

(Dohoo et al., 1981; Leslie et al., 1983; Schukken et al., 2003; Sharma et al., 2011).

Varias investigaciones (Dohoo and Leslie, 1991; Schepers et al., 1997; Djabri et al., 2002)

han demostrado que los cuartos que no presentan IMI tienen un RCS medio aproximado de

70 x 103 células/mL, y para poder detectar los cuartos infectados de los que no presentan

IMI se debe establecer un punto de corte a partir del cual será considerada dicha infección.

El tener un punto de corte permite tomar decisiones prácticas como seleccionar vacas para

cultivo microbiológico, realizar segregación de animales en el ordeño, escoger vacas para

descarte y poder decidir el uso de productos antibióticos para secado (Dohoo, 2001).

Además, posibilita el establecimiento de datos epidemiológicos como prevalencia,

incidencia, curación y duración de las infecciones dentro del hato.

El rango de RCS observado entre lo que podemos considerar como infectado y lo no

infectado se sobrepone uno con otro. Por consiguiente, podemos tener cuartos infectados

por debajo de un punto de corte dado (falsos negativos) y cuartos sanos por encima del

punto de corte (falsos positivos) (Dohoo, 2001). Por lo anterior, un punto de corte no es una

(24)

infección, sino que es un punto establecido buscando tener la menor probabilidad de error

diagnostico al usar el RCS como herramienta para el establecimiento de la IMI (Schukken

et al., 2003)

El punto de corte se debe establecer después de calcular los parámetros de sensibilidad (Se

y especificidad (Sp). La Se es entendida como la probabilidad de tener un RCS mayor a un

punto de corte establecido cuando el cuarto esta realmente infectado por un patógeno y la

Sp como la probabilidad de que el RCS se encuentre por debajo del punto de corte

establecido cuando un cuarto sea identificado como sano en el diagnostico por cultivo

microbiológico (Dohoo et al., 2009).

Es así como algunos investigadores han propuesto un punto de corte sobre 200 x 103

células/mL como un valor práctico que permite diferenciar los cuartos sanos de los

infectados (Dohoo and Leslie, 1991; Laevens et al., 1997; Schepers et al., 1997). Sobre este

valor de corte como determinador de la infección para todos los patógenos (mayores y

menores) se han reportado valores de Se entre 73 y 75% con una Sp entre 86% y 90%

(Dohoo and Leslie, 1991; Schepers et al., 1997).

Un punto de corte sobre las 225 x 103 o 250 x 103 células/mL incrementará la Sp de la

prueba a 93% y 96% respectivamente, aumentando la probabilidad de clasificar

correctamente los individuos sanos, pero se perderá la capacidad de detectar los

verdaderamente enfermos al tener valores de Se de 54 y 63%, para los mismos puntos de

(25)

De la misma forma, cuando el punto de corte se ha fijado en 400 x 103 células/mL, se ha

reportado una Sp del 95%, pero con una Se del 62% (Schepers et al., 1997) y valores de

37% y 89% en Se y Sp respectivamente, se han encontrado a un punto de corte de 500 x

103 células/mL en muestras de vacas con tres días posparto (Sargeant et al., 2001). Lo

anterior indicaría que los puntos de corte superiores a las 200 x 103 células/mL tiene una

mayor capacidad para identificar los animales sanos correctamente, pero esto iría en

detrimento de la Se perdiendo la capacidad de detectar los verdaderamente enfermos.

Al situar el punto de corte para todos los patógenos sobre las 100 x 103 células/mL se

incrementará la Se diagnóstica del RCS a un 83% (Schepers et al., 1997) mejorando la

capacidad de la prueba de detectar los individuos realmente infectados frente al umbral de

200 x 103 células/mL, pero contrario a lo que sucede con puntos de corte superiores la Sp

de la prueba será mas baja (80%) (Schepers et al., 1997).

Estos valores de Se y Sp también pueden tener una variación según el agente causal de la

enfermedad. Así, para infecciones con patógenos mayores y un punto de corte de 200.000

células/mL se ha reportado una sensibilidad del 84% que es mayor a la esperada si se tienen

en cuenta todos los patógenos, mientras la Sp para este caso sería del 85% siendo menor

que la reportada al tener en cuenta todos los patógenos (Dohoo and Leslie, 1991).

Esta habilidad del RCS de predecir realmente cuando existen una IMI ha hecho que en los

estudios en los cuales se da la necesidad de establecer dichas infecciones se haya propuesto

el uso de esta herramienta diagnostica para establecer las muestras que tienen una mayor

(26)

investigación beneficiado con este nuevo enfoque son los estudios de eficacia para la

desinfección de pezones (Ceballos-Marquez et al., 2013).

En la práctica diferentes puntos de corte sobre 100 x 103 células /mL (Schwarz et al., 2010;

Pilla et al., 2012), 200 x 103 células /mL (Breen et al., 2009; Dufour and Dohoo, 2012), 250

x 103 células /mL (Berry and Meaney, 2006; Windig et al., 2010), 300 x 103 células /mL

(Deluyker et al., 2005) y 400 x 103 células /mL (Polat et al., 2010) se han usado por

diversos investigadores para establecer la IMI.

2.3. Ensayos clínicos para evaluar desinfectantes para pezones

El concepto de desinfección de los pezones después del ordeño se remonta a 1916 cuando

el aceite de pino diluido fue usado en un esfuerzo por reducir la propagación del Strep. agalactiae (Moak, 1916). Sin embargo, este tipo de práctica no fue usada ampliamente sino hasta décadas más tarde cuando los investigadores de la Universidad de Ontario en

Canadá demostraron que la inmersión de los pezones en un desinfectante después del

ordeño llevó a la reducción de la mastitis que causaban las poblaciones de bacterias en

pezoneras. Estas observaciones fueron confirmadas más adelante en los ensayos de campo

realizados en el Instituto Nacional para la Investigación en Lechería de Inglaterra, dando

lugar posteriormente a extensas investigaciones en la Universidad de Cornell en New York,

donde la desinfección de los pezones se incluyó como un componente de los programas

integrales para el control de mastitis (Nickerson, 2001).

(27)

herramienta en la prevención de nuevas infecciones intramamarias en vacas lecheras (Dodd

et al., 1969; Farnsworth et al., 1980; Pankey et al., 1984; Fang and Pyörälä, 1995). Como

consecuencia, esto se ha traducido en la aparición de numerosos productos germicidas

comercializados como desinfectantes de pezones y ha suscitado que se tengan que realizar

diferentes tipos de ensayos para poder establecer la real eficacia de estos productos en

campo.

Tradicionalmente el Consejo Nacional de Mastitis (NMC) recomienda cuatro protocolos

para evaluar la efectividad de esos productos fuera del laboratorio: 1) Determinar la

eficacia de un desinfectante de pezones posordeño con exposición experimental de pezones

a patógenos de mastitis; 2) Determinar la eficacia de un desinfectante de pezones

posordeño en prevenir las nuevas IMI ocurridas de forma natural; 3) Comparar un

desinfectante de pezones posordeño experimental con uno de eficacia conocida en la

reducción de nuevas IMI ocurridas de forma natural; 4) Determinar eficacia de un

desinfectante de pezones posordeño de barrera en prevenir nuevas IMI ocurridas de forma

natural (Nickerson et al., 2004). En todos estos protocolos el establecimiento del estado de

IMI inicial y de las nuevas IMI ocurridas durante el tiempo de estudio se da como resultado

de realizar análisis microbiológicos a todas las muestras de leche colectadas durante el

tiempo de estudio.

Estos estudios tradicionales generan un alto costo que se deriva del hecho de llevar a cabo

cultivos microbiológicos en cuartos de vacas que tiene la probabilidad de estar sin IMI

debido a su bajo RCS al momento de colectar la muestra. Como consecuencia, estos

(28)

desinfectantes para probar sus nuevas formulaciones (Ceballos-Marquez et al., 2013).

Los ensayos de no inferioridad en los que se enfrenta un producto de reconocida eficacia

frente a uno experimental, son muy útiles cuando se pretende diseñar estudios en los cuales

no es práctica o éticamente posible hacer un ensayo controlado con placebo o control

negativo. Además de lo anterior, en los casos en los que el tratamiento experimental no

tiene que ser necesariamente mayor en su eficacia primaria, pero puede ser mejor en efectos

secundarios como seguridad de aplicación, costos, producción o administración (Lesaffre,

2008). El anterior sería el caso de los ensayos diseñados para probar la eficacia de los

desinfectantes de pezones.

En los últimos años se ha propuesto una variante a la metodología usada tradicionalmente

en la cual se combina el uso de los ensayos clínicos de no inferioridad con un modelo de

dos pasos para determinar las existencia de una nueva IMI utilizando para ello el RCS

como determinador del cultivo microbiológico de la muestra (Ceballos-Marquez et al.,

2013). Así, solo serán cultivadas las muestras provenientes de cuartos con un valor de RCS

mayor a 100 x 103 y 200 x 103 células/mL para vacas de primer parto y multíparas,

respectivamente (Schepers et al., 1997). Se busca con este umbral cultivar solo las muestras

que tendrán una mayor probabilidad de ser positivas a la IMI. Lo anterior, resulta atractivo

pues permite ahorrar en los costos que se dan como consecuencia de realizar una mayor

cantidad de cultivos microbiológicos y se hacen mas asequibles para los fabricantes al

(29)

2.4. Amamantamiento posordeño y RCS

Tradicionalmente en los países en desarrollo los sistemas de producción bovina han estado

enfocados la producción en doble propósito (Holmann and Lascano, 1998). Entendiendo

este último como el sistema que produce tanto leche como carne para la venta, donde un

porcentaje de las vacas del hato se ordeñan parcialmente y la leche remanente la consumen

las crías directamente de la ubre al final del ordeño suprimiendo la desinfección de pezones

posordeño. Estos sistemas con amamantamiento al final del ordeño han mostrado algunos

efectos sobre la vaca y el comportamiento del ternero (Krohn, 2001; Fröberg et al., 2008).

Entre estos efectos se ha mencionado un impacto sobre la producción de leche de las vacas

con amamantamiento del ternero al final del ordeño, pues cuando este consume la leche

residual se da un vaciamiento mayor en la ubre y esto estaría relacionado con una mayor

producción (Sandoval-Castro et al., 2000). Lo anterior, se daría como consecuencia de

remover el efecto físico de mayor presión dentro de los alveolos y la gandula mamaria que

se da por la acumulación de la leche y quien es el que provoca una compresión de la célula

secretora reduciendo el metabolismo celular y la síntesis de los componentes de la leche

(Assan, 2015).

Además de los efectos descritos sobre la producción, algunos autores han relatado efectos

del sistema de amamantamiento con ternero sobre la sanidad mamaria de las vacas. En un

estudio realizado con vacas de la raza Lucerna se reporta un promedio menor de RCS en las

vacas que eran sometidas al amamantamiento con ternero posordeño (85 x 103 células/mL)

frente a las vacas que no eran sometidas a este amamantamiento (106 x 103 células/mL)

(30)

diferencias significativas en la reducción del RCS de las vacas ordeñadas una vez al día y

que amamantaban sus terneros frente las que no lo hacían.

En otro estudio realizado en vacas Holstein que eran sometidas al amamantamiento con

ternero dos veces al día por espacio de media hora se reporta un tendencia a tener puntajes

mas bajos en la prueba de California Mastitis Test (CMT) frente a vacas que no recibían

este tratamiento. Si bien es de resaltar que en este estudio las vacas recibían desinfección de

pezones después del tratamiento con el ternero (Fröberg et al., 2008).

De manera contraria Fulkerson et al. (1974) y Thomas et al. (1981) no reportan un efecto en

la incidencia de mastitis en las vacas sometidas al amamantamiento con ternero posordeño

frente a las vacas ordeñadas solamente con máquina. Además, estudios realizados en Brasil

bajo este sistema de amamantamiento posordeño (Malek dos Reis et al., 2011) relatan

(31)

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(35)

CAPITULO III

RUNNING HEAD: Somatic cell count as a potential qualifier for milk samples to be

cultured

Sensitivity and specificity of somatic cell count in quarter milk samples to decide the

culture of milk samples

P. C. Duque-Madrid*, M. Lopez-Benavides, M. A. Munoz, J. Velasco-Bolaños*, A.

Ceballos-Marquez*

*Universidad de Caldas, Manizales, Colombia. DeLaval, Kansas City, MO, USA.

Universidad de Concepción, Chillan, Chile

Corresponding author:

P. C. Duque-Madrid; email: paulo.duque@ucaldas.edu.co

(36)

ABSTRACT

The aim of this study was to evaluate the somatic cell count (SCC) as a predictor for

milk samples that should be microbiologically analyzed. A total of 10,415 quarter milk

samples gathered from 12 different studies and which included microbiological culture

results and SCC. The uninfected quarters had a LnSCC of 3.08 ± 1.4 (thousands/mL) in

first lactation cows and 3.48 ± 1.6 (thousands/mL) for multiparous cows. By the other hand,

infected quarters had an average of 4.51 ± 1.8 y 4.5 ± 2.0 (thousands/mL) in primiparous

and multiparous cows, respectively. The main pathogens isolated were Staphylococcus no

aureus (NAS), Corynebacterium bovis, Staphylococcus aureus and Streptococcus uberis. The sensibility (Se) and specificity (Sp) of SCC were evaluated obtaining variable results

according to the pathogen that caused the IMI and the selected cutoff point used in the

estimation. In general, the Se was lower when the IMI was caused by a minor pathogen in

comparison whit a major. When a cut-off point of 100 x 103 cells/mL was used with major

pathogens the Se was 81.7 and 86.2% for primiparous and multiparous cows, respectively.

When the infection was caused by a minor pathogen and the same cut-off point was used

the Se was 48.2% for primiparous and 40.4% for multiparous cows. With a threshold set at

200 x 103 cells/mL in multiparous cows the Se was 80.4% and Sp 83.2% for IMI caused by

major pathogens. This study calculated a cut-off point of 114 and 184 x 103 cells/mL where

the highest Se and Sp for infections due to major pathogens in primiparous and multiparous

cows, respectively, was reached. In conclusion, the use of SCC as a predictor for quarter

milk samples to be cultured is effective to determine true IMI caused by major pathogens,

(37)

INTRODUCTION

Mastitis is defined as a mammary gland inflammation generally caused by bacterial

infection and is the most common disease in lactating cows. Mastitis causes great economic

loss to the dairy industry due to high discarded milk, decreased milk yield, extra labor,

early culling of cows, and treatments (Halasa et al., 2007).

An inflammation of the mammary gland may result in clinical mastitis with several

degrees of visible signs of the disease or subclinical mastitis. Although infection may

occur, visible changes of the udder or milk are not always present (Blowey and

Edmondson, 2010). Subclinical infections are usually associated with high somatic cell

counts (SCC) (Lam et al., 2013). Somatic cells are part of the natural defense mechanism,

including lymphocytes, macrophages, polymorphonuclear cells, and epithelial cells (Pillai

et al., 2001). The SCC represents the inflammatory status of the mammary gland, and is the

most frequently used indicator of subclinical mastitis in dairy cattle (Dohoo and Meek,

1982; Schukken et al., 2003; Sharma et al., 2011). The most important cause of increased

SCC is a bacterial infection of the mammary gland (Sharma et al., 2011). Besides, the

magnitude of the increase in SCC varies according to the bacteria involved in the

intramammary infection (IMI) (Harmon, 1994; Bradley and Green, 2005).

The SCC can be used for a several purposes, some of which require setting

thresholds (Dohoo, 2001). One of these purposes involves the possible use of SCC as a

potential qualifier for milk samples to be cultured. This application can be useful in clinical

trials in which bacteriological culture of milk samples is considered the standard method to

diagnose IMI.

An example of the trials that involve bacteriological culture for IMI diagnostics are

(38)

postmilking teat dip involving natural or experimental exposure to mastitis pathogens

(Nickerson et al., 2004). In those protocols, the establishment of initial infection status is

performed as result of duplicate quarter milk samples, a third sample is obtained when

results of the first two samples differ. Besides, all milk samples should be examined

microbiologically during the trial. Thus, the extensive culture-based diagnostics would lead

to expensive trials. As a consequence, these standardized protocols are currently not

routinely performed by manufacturers of teat disinfectants (Ceballos-Marquez et al., 2013).

As a result, there is a constant need to improve these methods accuracy, cost, or

convenience.

In recent years, several trials were carried out to evaluate the efficacy of teat

disinfectants following a two-step diagnostic process for identifying new IMI. Under this approach, a SCC threshold is established to make a decision on whether the milk sample should be cultured or not. Considering that SCC testing is less expensive than bacteriological culture. In addition, the SCC above a given threshold increases the

likelihood of identifying mastitis-causing pathogens (Ceballos-Marquez et al., 2013). The

threshold for culturing method was based on previous information about distinguishing

infected from uninfected quarters, which reports a sensitivity (Se) and specificity (Sp) of

74.5 and 89.6%, respectively (Schepers et al., 1997). Thus, if one quarter met an SCC value

>100 x 103 cells/mL for primiparous cows, and >200 x 103 cells/mL for multiparous cows,

this quarter should be considered for bacteriological culture (Ceballos-Marquez et al.,

2013).

On the other hand, other researchers have used thresholds at 100 x 103 cells/mL for

(39)

respectively. Conversely, other author have used higher thresholds such as 250 (Berry and

Meaney, 2006; Windig et al., 2010), 300 (Deluyker et al., 2005) and 400 x 103 cells/mL

(Polat et al., 2010) to consider healthy and infected quarters.

Unfortunately, there is no a ‘perfect’ cut-off point. The range of SCC observed in

cows with IMI and those without IMI overlap, making it difficult to select a single

threshold that clearly differentiates infected from uninfected quarters. Regardless of what

threshold is chosen there will be some uninfected quarters with the SCC above the

threshold (false positive results) and some infected quarters with SCC below the threshold

(false negative results) (Dohoo, 2001). Thus, the choice of a cut-off point will depend on

the goal of study. For example, if the cut-off point increases, the Sp will increase (the false

positives will decrease) and Sp will decrease (more false negatives). Lowering the cut-off

point has the opposite effect. Therefore, the correct cut-off point will be the compromise

between Se and Sp (Dohoo et al., 2009). The aim of this study was to evaluate the use of

SCC as an indicator of milk samples to be analyzed by bacteriological cultures.

MATERIALS AND METHODS

Data

The data used in these analyses were derived from twelve teat dip clinical trials

carried out in the United Estates of America, Canada and Colombia between 2009 and

2014. Each database was obtained directly from researches that carried out the studies and

were initially introduced in an Excel spreadsheet (Microsoft Corp., Redmond, WA), for

data cleaning and coding. Subsequently all data were transferred to Stata Ver. 14.2

(40)

All studies were conducted in commercial dairies with Holstein cows. All herds

used milking machines, and cows were milked twice a day. All cows were considered

clinically normal (no abnormal milk) at initial of each trial. In all studies the cows were in

good health at the time of recruitment, based on a visual inspection, and had not been

treated with antibiotics or anti-inflammatory products in the 30 d prior to recruitment.

The final database was built out using the first milk sample of each trial, this

because those include the SCC and the microbiological culture results at the same time.

Also including the study identification, country, system (housed or granzing), cow id,

quarter and lactation number. Information of 11,626 quarter-milk samples was collected

from 2,923 primiparous and multiparous lactating cows.

Milk samples

At the beginning of each the trial, duplicate quarter foremilk samples were collected

from all quarters of all lactating cows. First sample was taken in a sterile vial and used for

aerobic culture following standard protocols established by the NMC (NMC, 1999).

Briefly, approximately 0.01 mL of milk was streaked on trypticase soy agar containing 5%

sheep blood and 0.1% esculin, and agar plates were incubated aerobically at 37°C and

visually inspected at 24 h and 48 h for bacterial growth. Morphology, hemolytic patterns on

blood agar and Gram staining were used for initial identification. The catalase test was used

to differentiate staphylococci from streptococci. Coagulase test was performed on catalase

positive cocci to confirm Staphylococcus aureus. Gram positive and catalase negative cocci were differentiated by their reaction to the hydrolysis of esculin under ultraviolet light.

(41)

and culture in enterococcosel agar were used for the identification Streptococcus uberis. Corynebacteriumbovis was identified by their morphology and Gram stain. Gram negative bacteria were identified by their morphology and growth in MacConkey agar. Biochemical

tests, such as citrate, indole, motility and oxidase, were used to differentiate Gram negative

bacteria. Those cultures that presented more than two bacterial species were considered

contaminated and not informative of intramammary infection.

A second sample was collected using a vial containing bronopol as milk

preservative and SCC was analyzed using automated cell counting equipment

(Fossomatic®, Foss, Hillerød, Denmark; Somacount 500®, Bentley Instruments Inc.,

Chaska, MN). All quarters were eligible for inclusion in the analysis except those that had

no culture or SCC results.

Reference test and thresholds

The result of the bacteriological culture was the reference test and the criteria for

defining the IMI. Each quarter classified as truly infected when a mastitis pathogen was

isolated, a truly negative quarter means that mastitis pathogen was not isolated. An IMI was

defined if one or more colonies of mastitis pathogens were isolated from a 0.01 mL milk

sample, except for non-aureus staphylococci (NAS). For NAS, two or more colonies

isolated from a 0.01 mL milk sample were needed to establish presence of an IMI. Thus,

quarter was coded = 0, if culture was negative, and coded =1, if culture was positive with

one or two pathogens.

Several cut-offs for SCC were evaluated as a criterion to decide the bacteriological

analysis of milk samples. The threshold values were 50, 100 and 150 x 103 cells/mL for

(42)

1997; Jashari et al., 2016). The estimates were made for each pathogen grouped as major

(Staph. aureus, Strep. agalactiae, Strep. uberis and Strep. dysgalactiae) and minor (NAS, and C.bovis).

Statistical analysis

To validate the use of SCC test to decide a bacteriological analysis of milk samples,

Se, Sp, positive predictive value (PPV) and negative predictive value (NPV) were

calculated for the given cut-offs (Dohoo et al., 2009). Sensitivity was calculated as the

proportion of infected quarters (culture positive for an IMI) that had SCC values above the

selected threshold (test positive) and Sp was calculated as the proportion of non-infected

quarters (culture negative for an IMI) that had SCC values below the selected threshold

(test negative). Finally, PPV was calculated as the proportion of SCC values above the

selected threshold that had infected quarters and NPV was calculated as the proportion of

SCC values below the selected threshold that had uninfected quarters, that is:

Se = [p (T+| D+)] [1]

Sp = [p (T-| D-)] [2]

PPV = [p (D+| T+)] [3]

NPV = [p (D-| T-)] [4]

Where, T+ represents the quarters that had SCC values above the selected threshold,

T- represents the quarters that had SCC values below the selected threshold, D+ is infected

Figure

Table 1. Year, cow and number of quarters enrolled in each study.
Table  2.  Frequency  of  isolation  of  mastitis  pathogens  in  10,415  quarter  milk  samples
Table 3. Mean and standard deviation (SD) of the LnSCC according to mastitis pathogens
Table  4. Sensitivity (%) and specificity (%) of SCC at different thresholds values (x10 3 cells/mL)  to  get  the  isolation  for  major  pathogens  from  a  quarter  milk  sample  in  primiparous and multiparous cows
+7

Referencias

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