CARTAS DE MUJERES
ENCHILE,
1630- 1885
©
SERGIO VERGARAQUIROZ
©
EDITORIAL ANDRÉS BELLOAvda. Ricardo Lyon 946,
Santiago
de ChileInscripción
N° 68.114Seterminó de
imprimir
estaprimera
edición de 1.000ejemplares
enelmesde octubre de 1987Fotografía
documentada: Carlos Correa Pizarro IMPRESORES: CEPCO S.A.CARTAS DE MUJERES
EN
CHILE,
1630
-1885
ESTUDIO,
SELECCIÓN
DOCUMENTAL Y NOTASSERGIO VERGARA
QUIROZ
ÍNDICE
Agradecimientos IX
Mujer
y familiaen Chile tradicional XIIIíndicedecartas XXXV
Siglas
documentales XLVIICartas 1
Glosariode abreviaturasytérminos másusuales 373
fuentes documentalesy
bibliografía
375índice
alfabético
de materias 379Índiceonomástico 381
AGRADECIMIENTOS
La
edición
del
presente
volumen, primero
de
epistolario
femenino
ennuestro
país
eHispanoamérica,
ha
sido
posible
porel
aporte
de
la
Comisión Nacional de
Investigación
Científica
yTecnológica
de
Chile,
CONICYT,
entidad
quela
aprobó
enel
concursode
1985,
auspiciándola bajo
el número de
proyecto
1017/85.
La
exploración
de
las temáticas que
presenta
estelibro
seinició
enel
Seminario
de
Historia
de
Familia
yMentalidades,
realizado
enla Universidad
de
Chile. La
elaboración
preliminar
comenzó,
sin
embargo,
en un cursotutorial
conducido
por
el
profesor
Sergio
Villalobos
enel
Programa
de
Doctorado
enHistoria
de
la
Pontificia
Universidad
Católica
de Chile.
A
estemaestro expreso mi reconocimiento por
suapoyo
ysugerencias.
La
mayoría
de
los documentos
que
hoy publicamos proceden
de
dos
beneméritas instituciones
públicas:
el Archivo
Nacional
y el
Fondo
José
Toribio
Medina,
a cuyopersonal agradecemos
suvaliosa
cooperación.
Doy gracias,
por
último,
alas
mujeres
de mi
familia,
ami
madre y
amis
tías,
cuyocariño
sigue expresándose,
comohace
siglos,
encaricias
caserasde
dulces
otejidos
y enla
transmisión
de
valores
espirituales
que
nosformaron, enriqueciendo
nuestravida.
A
Consuelo
Luz,
en tusdoce años,
dedico
estasviejas
cartas, pues
tienen
las emociones
que irás
encontrando
enla
vida:
ternurayenojo:
alegría
ytristeza;
yla que
nos unea tuMUJER
Y
FAMILIA
EN
CHILE TRADICIONAL
EL EPISTOLARIO COMO FUENTE HISTÓRICA
Desde
el
siglo pasado,
los
historiadores
han
usado
en susinvestigaciones
la
correspondencia privada,
enespecial
para ilumi
nar
áreas
complejas
como sonlas motivaciones
personales,
las
antipatías
eimpulsos
de los
protagonistas
oel
quehacer
creativo de
unartista.1
De
acuerdo
a esemétodo,
estafuente
documental
fue
quedando
reservada
de
preferencia
para
dilucidar
problemas
de
historia
política
ocultural. Así
podríamos
indicar la
preocupación
por las
cartasde Julio César
oFelipe
II
enel
plano
de la historia
europea,
de
Pedro
de
Valdivia
oDiego
Portales
entrenosotros.
Atendiendo
a estaorientación
seha
publicado
unaserie
de
epistolarios
correspondientes
ahombres
públicos,
filósofos
yescritores,2
aunque
no cuestapercatarse
de que,
debido
al
papel
tradicional de la
mujer,
que
estaba
reservado al mundo
de la
casa,no
ha
existido
el mismo interés
eneditar
yestudiar
sucorrespon
dencia. Los pocos
casosconocidos
pertenecen
a unaépoca
anterior
al
siglo
XVIII
yal
triunfo
de la
burguesía
yfueron rescatados
yasea
por
superfección
literaria,
por
sercartas
inspiradoras
de
unavida
virtuosa,
por
suexpresividad
enel
plano
afectivo
o comotestimonio
vital de
un momentohistórico
relevante.3
1
En Max Weber, Ensayos sobre
Metodología Sociológica,
AmorrortuEditores,
Buenos Aires, 1978. El famoso historiadoralemánutiliza las cartasdelpoetaGoetheala señora VonSteinpara demostrarvariasposibilidades
de uso aestafuente documental.2
En elDiccionario Literario de González
Porto-Pompiani,
tomoIV,editadoporMontaner y
Simón,
Barcelona, 1959, indica, entre otros, losEpistolarios
de Cola deRienzo; Galileo,
Leopardi,
JoséMartí, Miguel
deUnamuno,
VittoriaColonna,
Simón Bolívar, W.A. Mozart y las cartas de relación de CristóbalColón,
HernánCortés,
PedrodeValdivia.
En Chile
podemos
agregar losEpistolarios
deDiego Portales,
Juan y MarianoEgaña, Bernardo
O'Higgins, Miguel
LuisAmunátegui,
ManuelMontt,
JoséIgnacio
Molinay otros. 3
Epistolarios publicados
como los de SantaMargarita
de Siena;Cartas de SantaSERGIO VERGARAQUIROZ
Entre las
epístolas surgidas
de
manofemenina
que han tenido
el
rarohonor
de
publicarse
enChile,
sepueden
mencionar
algunas
cartas
de Javiera
Carrera,
enespecial
las que
escribiera desde 1810
a1822,
cuando
concluye
sulargo
ypenoso exilio.
Hacia 1840
tenemos,
por otra
parte,
las
románticas cartas
de Carmen
Arriaga
da
a suamado,
el
pintor
Juan Mauricio
Rugendas
y, en1850,
las
conmovedoras
misivas
de Rosario
Puga
a suhijo
natural
Demetrio,
que
siendo
niño
había
seguido
a supadre,
Bernardo
O'Higgins,
al
destierro
enel
Perú. Existen
otras cartas
femeninas
reproducidas
enlos
primeros
volúmenes
de
la Revista Chilena
de
Historia
yGeografía
y
enel
Boletín
de
la Academia Chilena
de la
Historia,
encuyos
casosla edición
ha
sido motivada
por la trascendencia social
de
la
remitente
odel
destinatario
y nopor
sucalidad
de
documento
femenino.4
Párrafo
aparte
merecentres
colecciones nacionales. En
1954,
Raúl Silva Castro
publicó,
conel apoyo de la Academia
Chilena
de
la
Historia,
el libro titulado
Cartas
Chilenas, siglos
XVIII
yXIX,
con setentaepístolas elegidas,
por
sufrescura
ysinceridad,
como"testimonios
del
espíritu
chileno". De
ellas,
doce
pertenecen
amujeres.5
En
1960,
guiado
por
suvocación
de
genealogista,
Jaime
Eyzaguirre
editó
enBuenos
Aires
suArchivo
Epistolar
de la
Familia
Eyzaguirre,
1747-1854,
conalgunas
cartas
de
mujeres.
Obra
parecida
yprevia
fue la
de Luis
Montt: Recuerdos
de
Familia,
colección de documentos
públicos
yprivados
de
susantepasados,
publicada
en1943.
6Teresa de
Jesús,
hechas en elsiglo
XVI ypublicadas después;
lascartas deamordeunamonja
portuguesa, ylasfamosas de Madame deSevigné,
cronista delacortedel ReySol. Varias de estas cartasde JavieraCarrera,
escritasenespecialentre 1810y1813,
sepublicaron
en el tomo VI dela RevistaChilenadeHistoriayGeografía (RCHHG),
en 1913.Si bien el Boletín de la Academia Chilena de la Historia
publicó
laCorrespon
dencia delpintor
alemán Juan MauricioRugendas,
de Gertrud Richert, las cartas de CarmenArriagada
las he leído en lacopia
fotostática de la Sociedad de Bibliófilosdepositada
en elFondo Medina de la Biblioteca Nacional deChile. Osear Pinochetde la Barrapublicó
pequeños
trozos de ella en El Gran Amor deRugendas,
Editorial Universitaria,Santiago,
1984.Las cartas de Rosario
Puga
laspublicó
JaimeEyzaguirre
en el Boletín de la Academia Chilena de la Historia n°33, 1945.5
RaúlSilva Castro: CartasChilenas,
siglos
XVIIIyXIX,Santiago,
1954. JaimeEyzaguirre:
ArchivoEpistolar
de la FamiliaEyzaguirre, 1747-1854,
Buenos Aires, 1960. Edición de 300ejemplares;
lacorrespondencia
se encuentraordenada por los varones ilustres de dicho
linaje:
desdeDomingo
deEyzaguirre
aJoséAlejo.
Luis Montt: Recuerdos de Familia,Imprenta Universitaria,
Santiago,
1943. Edición de 777páginas
quereproducen
documentos del fundadordela familiaydesushijos.
CARTAS DEMUJERES ENCHILE, 1630-1885
En
el
presente
libro
seha
procurado
reproducir aquellos
testimonios
más
próximos
ala
visión femenina
normal.
Aunque
sehan
incorporado epístolas
ymisivas de
mujeres
destacadas social
oindividualmente,
hemos
querido
recoger, más
quela
referencia
ahechos
singulares
(como
acontecimientos
políticos, revoluciones,
batallas,
etc.),
las
preocupaciones
más vitales de
las damas
encuestión.
Por
ejemplo,
las
numerosasmisivas
de
Adriana Montt cubren
el
período
de
1808
a1828
y notienen
casi
referencia
al
cambio
gubernativo
que
seprodujo
enla
época.
Diverso
esel
casode
Javiera
Carrera,
pero enambas
mujeres
encontramos unamisma
preocupación
porel grupo
familiar,
por
susbienes
opor la crianza
de los
hijos,
pues seha
buscado
de
preferencia
la
cartacotidiana:
la
de
la
esposa
al
marido
ausente;
la
de
la
madre
alos
hijos,
próximos
olejanos
enel
espacio;
la
de la
hermana,
la
prima,
la
amiga,
aaquel
oaquella
porquien
siente
uncariño
yla
necesidad
de
comunicación.
Es
el
hecho
repetido
ydoméstico el que
nosaporta
luz sobre el rol
femenino
y supeculiar
sensibilidad
frente
ala vida.
De
esta manera,hurgando
enarchivos
yanaqueles, importu
nando
alos
amigos
yabriendo
viejos
legajos, logramos
reunir sobre
cuatrocientas
cartas,
de las cuales hemos
seleccionado
doscientas
dos para
estarecopilación.
Las
pautas
observadas
para
reproducir
los
documentos
queforman
estevolumen
nohan
sido
otras querespetar rigurosamente
la
redacción,
puntuación
yvocabulario
del
original
autógrafo,
actualizando
esosí
la
ortografía
ydesarrollando las
abreviaturas
que
encada
cartahubiere. Todos
estoscriterios,
por lo
demás,
fueron
impuestos
por el ilustre
polígrafo
don
José
Toribio
Medina
y, aunquellevan muchos
añosde
aplicación
constante,
noshemos
llevado la sorpresa
de
comprobar,
aun enlos
epistolarios
anterior
mentemencionados,
alteraciones
enla
puntuación,
omisión de
palabras
eincluso
reemplazo
de muchos
vocablos.7
Las
cartas sehan
ordenado
cronológicamente,
manteniendo
la
secuencia
interna
de
la
correspondencia
cuando
ello ha sido
posible.
Cada
documento
fue
titulado utilizando
los
siguientes
elementos:
primero
aparece la
autora;
enseguida
el
destinatario,
indicándose
el vínculo que los
une:hijo,
esposo,
amiga; luego
seespecifica
el
destino
de
la
misiva,
para terminar
conel
lugar
yfecha
de
emisión
de
la
epístola,
la que
seprecisa
cuando
así
aparece
enel
texto y sehace sólo
referencial cuando
ha
debido
sercolocada
porel
compilador.
Laalteraciónmás usual fue colocaruna
puntuación
inexistente.SERGIO VERGARAQUIROZ
Es
notoria la
cantidad de
cartas
internacionales
así
comola
importancia
de
los vínculos
establecidos
conel
Perú
durante la
Colonia,
alos
cuales
sesuceden las conexiones
conArgentina
durante
el
siglo
XIX:
unaprueba
más
de la
apertura
hacia
nuevoshorizontes
iniciada
con nuestraEmancipación.
Para
unamejor comprensión
de
los
textos sehan
indicado,
mediante
notasal
pie
de la
página,
la
identidad
de las personas,
determinadas
situaciones
personales
olos términos
qué
aparecen
utilizados
en unsentido
diverso
al
actual.
Cada
epístola
sereproduce
indicando
conprecisión
suprocedencia
y seha confec
cionado, asimismo,
uníndice
onomástico
ygeográfico.
Cabe destacar que el
momentoinicial de
esteEpistolario
seconfiguró
por
meraobra de las
circunstancias.
Aunque
comienza
en1630
conla
cartade
Francisca
Campusano
aÁgueda Flores,
la
correspondencia
sehace
constanterecién
en1725
conlas misivas
de la
familia
Recabarren. Concluimos
en1885
con unahermosa
cartaentre
amigas
donde
seincluyen
versos,
según
unacostumbre
muydifundida
enla
segunda
mitad del
siglo
XIX.
Por
otraparte
llegamos
sólo
hasta
eseaño,
porque
la
fecha
coincide
conla
edición
de
varios manuales de
"arte
epistolar",
prueba
de
unaeducación
femenina
en auge, y enespecial
porque
en esosúltimos
decenios de la centuria decimonónica
ya seestán
desdibujando
enChile los
viejos
rasgos
de
la vida
familiar,
tema
central
de
estaselección
epistolar.8
¿De
qué procedencia
social
sonlas
autorasde
estascartas?
En
su granmayoría, indudablemente,
ellas
proceden
del
sectordirigente.
En
la
sociedad
tradicional,
donde los
cambios
seprodujeron
lentamente hasta
mediados
del
siglo
pasado,
eraimpo
sible
que
cartas comoéstas
procedieran
del
pueblo.
Con
ello,
sin
embargo,
noqueremos decir que
susemisoras
seandamas
aristo
cráticas,
exquisitas
oexcepcionales;
al
revés,
se tratade
mujeres
enraizadas
profundamente
en sumedio
social
y enlos
problemas
de
suépoca,
que
saben
conducir
complejos negocios mineros,
administrar
unaestancia
ovibrar
conlos ideales
políticos
liberales.
Son
mujeres
que
ofrecen
unmodelo
para
el
restode
la
sociedad,
pues
susformas
de
comportamiento perviven
más
enel
Entre otros, Antonio
Marqués
yEspejo:
Novísima retóricaepistolar.
Madrid, 1860. Editado varias veces enChile, apartir
de1885,
en laImprenta
de"ElMercurio" deValparaíso.
Puede estimarse como continuación de esteEpistolario,
en cuanto esposible percibir algunas
característicasgenerales,
enespecial
de los roles de madre y esposa, el libro deBenjamín
Valdés Alfonso Unafamilia bajo
ladictadura,
Editorial Francisco deAguirre, 1971,
donde transcribe las cartas de la familia ValdésVergara
cruzadas durante laGuerraCivilde 1891.CARTASDE MUJERES EN CHILE, 1630-1885
tiempo
enla
medida
en que nosalejamos
del Chile
Central
e.incluso,
de la
cúspide
social.
Hay
también
mujeres
de
otrosambientes, algunas provincia
nas yde
condición
modesta,
que
recurren ala
protección
de
hacendados
yfuncionarios
oque
aconsejan
suavemente
y concriterio,
comoSerena
Lingo,
la
esposade
uncacique,
oMaría
Mercedes
Muñoz,
conviviente de
uncapitán
de
ejército.
También
está
Mercedes
Calderón,
patrona
de
camposchillanejos...
Un grupo
aparte
lo
forman
las
religiosas,
que
presentan
unaletra
y unaredacción
propia
de
sucalidad de
mujeres cultas,
y enlas
cuales
seadvierte
untalento
femenino
queha
querido refugiarse
enla
soledad
del
claustro
paraevadir
unmundo
adverso, según
lo
demuestran los estudios dedicados
ala
poetisa
mexicana
Sor Juana
Inés de la
Cruz,
olos que ha motivado
nuestracriolla
Sor Úrsula
Suárez.9
Aparecen aquí,
porsupuesto,
mujeres
de
otraslatitudes.
Artistas europeas
comolas
amigas
de
Rugendas,
más
despreocu
padas
yjoviales;
damas
norteamericanas, prácticas
ysencillas;
algunas
latinoamericanas
tristes
comoAna
López Delgado,
la
madre
de
Andrés
Bello;
otrasalegres
eincisivas,
comoPascuala
Arana,
prima
de
Diego Barros,
quien
describe
jocosamente
aDomingo
F. Sarmiento
y a otrospolíticos
argentinos
de
1860.
VALOR Y UTILIDAD DEL
EPISTOLARIO FEMENINO
La
historia
femenina,
queconstituye
al
menosla historia de
la
mitad de la
humanidad,
todavía está
porescribirse.
Para
hacerla,
nada
mejor
que
comenzarpor recoger
unode
sustestimonios
más
directos:
sucorrespondencia.
Durante
mucho
tiempo
estafuente
histórica ha
sufrido
la
doble
miopía
del
desprecio
porel
mundo
femenino,
calificado
de
"intrascendente",
yla
hegemonía
de la historia
política,
militar
yeconómica.
En
este caso,la ausencia de
impresos
seexplica
además
porla
falta
de
epistolarios
inéditos
ordenados,
ya
quepor
ser sutemática
variada,
deoméstica
ypersonal,
se encuentranlas cartas
dispersas
9
Octavio Paz
publicó
en 1983. Sor Juana Inés de la CruzolasTrampasdelaFe,Editorial Seix Barral, Barcelona. Luminosoensayo sobrela culturacolonialy el
papel
de los conventos. En 1984, con la ayuda dela Academia Chilena delaHistoria,
seeditóen Chile la RelaciónAutobiográfica
de lamonja
ÚrsulaSuárez, quien
vivióyprofesó
enSantiago
a mediados delsiglo
XVII. Estetrabajo
tieneunexcelente estudiohistóricode Armando deRamón.SERGIO VERGARA QUIROZ
en
distintas
colecciones
documentales.
Son
notables,
entodo
caso.los
ejemplares
que sepueden
encontrar enalgunas
secciones del
Archivo
Nacional
de
Chile
comoel
Fondo Varios,
los Archivos
José
Ignacio
Víctor
yJaime
Eyzaguirre,
el
Vicuña
Mackenna.
Se
localizan, además,
cartasincluidas
enexpedientes
burocráticos,
administrativos
yde
justicia.
El
epistolario
femenino
esla
fuente
directa que
tenemos paraestudiar
ala
mujer.
En
él
encontramos suspreocupaciones
más
constantes,
susemociones
más
íntimas
ytoda
supersonalidad
volcada
de
unmodo
mucho
más
fiel
que enlas
leyes
sobre
materias
femeninas,
la
ficción
literaria
o, aun,la
instrucción
religiosa,
ámbitos todos ellos de normal
factura
masculina.
En las
cartaspodemos apreciar,
por el
contrario,
la libre
yespontánea
voluntad
de
quien
la
envió,
y en estesentido
las
escritas
pormujeres
sonespecialmente
fiables,
tantopor
la
temática
comopor la índole
privada
ydirecta de
sucomunicación:
no se tratade documentos escritos para
cumplir
unaformalidad
legal
odejar
testimonio
de
sí
alos
contemporáneos,
sino para
explicar
unaactitud
o unaemoción
específica
a uninterlocutor
queinteresa
y queresulta difícil de
engañar.
Por
otraparte,
el mismo hecho de
quehayamos
encontrado
tantas cartas —ymás
de treinta de ellas
enel
período
colonial-habiendo
múltiples
razones para supérdida (y
casi
ninguna
para suconservación), puede interpretarse
comoque
la
mujer
criolla,
incluso la
indígena
yaseade
casta odoméstica,
tenía la
posibilidad
de escribir
yparticipar
enla vida social
enforma más
amplia
de lo
que hasta ahora
sesuponía.10
Al
analizar,
precisamente
sucontenido,
descubrimos,
junto
al
encantode
unaprosa
rápida, coloquial
yalejada
de
cualquier
formalismo,
el calor
yel
sabor de
sutemática. Son
un canto ala
vida,
al
amor yal cariño de índole
profundamente optimista,
aun enel
momentodel
dolor.
Son
páginas
esencialmente
humanas
destinadas
adescribir situaciones de
siempre:
el cariño
familiar
olos
temores ante unanaturaleza incierta.
Con
sorpresa
hemos
comprobado
la ausencia de intereses
mezquinos
opasiones agita
das por
impulsos negativos
comoel odio
ola envidia.
Por
ello,
la
cartafemenina
esfuente
inapreciable
parados
La
opinión
deBenjamín
Vicuña Mackennay losviajeros
de laIndependencia
sobre la incultura de nuestrasmujeres
ha sidopredominante,
pese a lasopiniones
en contrariodel cronistaGómezde Vidaurreydeotrasinformaciones.Las
investigadoras
norteamericanas A. Lavrin y E. Couturier en su artículo "DowriesandWills..."publicado
enTheHispanic
American Histórica! Review.año 1979. han demostradounaparticipación
económicay social muy activa por parte de lamujer
criolla enelMéxico colonial.CARTAS DEMUJERES ENCHILE, 1630-1885
áreas
relativamente
nuevas enel
medio histórico: las mentalidades
yla historia de
familia.
Todo cabe
en unacorrespondencia femenina,
desde la situa
ción
efímera
de
ungesto,
la
impresión
de
unregalo,
la sensación
de
unacaricia,
hasta la anécdota
social,
la
noticia de
untemblor
ola
grancrisis
política.
Se
tratade
unregistro
de vida cotidiana
que notiene
parangón
ni sustituto
yque, de paso,
nosayuda
apercibir
los mecanismos del "inconsciente
colectivo"
antelas situaciones
límites
olas emociones más íntimas.
Dentro de
estos temas nosencontramos,
por
ejemplo,
conla
angustia
yel
espanto
provocados
por los
terremotos;
conel
dolor
maternal
ofilial
antela
presencia
de la
muerte;
conel
amor y suexpresión personal.
Pero
hay
un tema que,después
de haber leído
las
cartasde
tantasmujeres,
surge como unode los más
repetidos:
las
enfermedades
ylos
remedios
concebidos para salir de
ellas,
algunos
desde
luego
increíbles,
pero
que noshablan elocuentemen
tesobre los
conceptos
enboga
en unadeterminada
época.
La
cartade
unadama,
sea esposa,madre,
hermana
ohija,
estambién
fuente
importante
para conocerla historia de
familia.
En
ella aparecen el
funcionamiento
de la
casa,las relaciones conyuga
les,
el
amorfamiliar
en susformas
ycontenidos;
los lazos de
parentesco,
la crianza de los
hijos
yla trasmisión de valores.
Y,
por
supuesto,
las
cartas nospermiten
afirmar
la
larga vigencia
de la
familia
extensiva tradicional durante todo el
período estudiado,
enel cual los
grados
de
parentela
seaproximan
envirtud
de
uncariño
familiar intenso. Así las tías
son"madres"
ylos
sobrinos
"hijos",
mientras
los
vínculos
de
parentesco
político
seasimilan
a susequivalentes
carnales:
nueras,yernos
sontratados
de
"hija"
e"hijo",
los
cuñados,
de
"hermanos";
los
primos,
de
"hermanos",
etcétera.
Las
epístolas
son,también
como seha insinuado más
arriba,
una
fuente
que
nospermite
acceder
ala
historia real sobre el
papel
yla
función
de
la
mujer
enel
senode la vida
familiar,
única
posibilidad
de
realización
—junto
ala
vida conventual—
durante
estossiglos
de
sociedad
paternalista
ytradicional.
Es
la
mujer
quien guía
yvigila
la crianza de los
hijos
ynietos;
esla
mujer quien
organiza
el
funcionamiento
de la
casa yordena
ala
servidumbre.
Incluso ella
decide
el futuro de los
hijos,
incluido
el matrimonio
ynadie sino ella
dirige
la
cocina,
unfactor
central de la
cultura,
enabsoluto
reñido
conel
saber. Como lo
atestigua
Sor
Juana Inés
de
la
Cruz,
el
grantalento americano del
siglo
XVII:
"¿Qué
puedo
contarle
austed mi
señora,de los
secretosde la naturaleza que
he
descubierto
mientras
cocino?
...Si
Aristóteles
hubiese
sabido
SERGIO VERGARAQUIROZ
cocinar
él habría escrito mucho
más..." Momento
de
encuentrosocial que
noshace más
vivida
la
historia,
comoel
pasaje
de
esta cartadonde
se cuentala visita del
presidente Blanco,
en1826:
"Encontrando
muybueno el
cordero,
que
estaba
recién muerto, le
mandé,
sin que él
supiera,
unmedio cordero
ala
casa".
La relación
entre
el
afecto
yel
artede cocinar aparece
amenudo
en estetipo
de
correspondencia.11
Estos
eran,por lo
demás,
los
temasdel
mundo.
femenino
hasta
mediados
del
XIX,
enel
cual,
por
más
que
hubiese
mujeres
escritoras,
encomenderas
ycomerciantes,
ala
mujer
sele
confiaba.
omás bien
sela
confinaba
a unlugar
específico:
la
casa.Todo lo
demás,
la
calle,
la
ciudad,
el reino
yhasta el
Universo,
sele
suponía
mundo
masculino
yregido
por
otras tantasfiguras
varoniles:
Señor, Rey
yDios.
Para
asegurar esadependencia,
la
mujer
estaba sometida
al
padre
si
erasoltera
oal esposo si
casada.
Sólo la viuda tenía
plena
capacidad jurídica. "Que
la
mujer
es casa yque así ha de
serfija";
de ahí los
epítetos despectivos
para la
mujer
que abandonaba
esosámbitos,
así
comoel
énfasis
en unavida
recogida
comorequisito
esencial para
pasaral
estado
de
casada,
según
lo
exigía
unamadre
ala novia
de
suhijo: "que
ha
de
constar queha
sido
de
un sumorecogimiento
ymuchacha
verdadera
de
recámara".
(Carta
de
1796).
A
la
mujer
sela
suponía
un sermás
imperfecto
queel
hombre,
para
cuyoservicio había sido por lo demás creada: "Así
como
el hombre existe para
gloria
de
Dios,
la
mujer
espara
gloria
del hombre...
yasí le ordenó Dios
quela
señorease ytuviese
en supoder
yobediencia...",
dictaminaba
Antonio
de
León
Pinelo,
jurista
ymiembro del
Consejo
de Indias
enel
siglo
XVII.
12Por
esamisma
época, Miguel
de
Cervantes
enDon
Quijote
hace decir
auno
de
suspersonajes:
"Mira, amigo,
quela
mujer
esanimal
imperfecto,
yque
no sele han
de poner embarazos donde
tropiece
ycaiga,
sino
quitárselos
ydespejarle
el
camino
de
cualquier
inconveniente,
para que, sin
pesadumbre,
corraligera
aalcanzar la
perfección
quele
falta
que consiste
en servirtuosa".
Apreciación
varonil
sobre
la
capacidad
femenina
que aparece también
en unaley
dictada
entiempos
del
Director
Supremo
O'Higgins,
donde
seCartade AdrianaMonttasu
hijo
JoséM.León, julio
de 1826, no88.Juicios que aparecen en la obra de Antonio de León Pinelo: Velos en los rostros delas mujeres: sus consecuencias y daños, 1641,editada enlacolección Curiosa Americana del Centro de
Investigaciones
de Historia Americana,Santiago,
1967. Enespecial,el
capítulo
deltomoIdedicadoalvelocomo símbolode autoridad,y eltomo IIsobre
sujeción
de las esposasalos maridos.CARTAS DEMUJERESEN CHILE,1630-1885
lee:
"por
serconstante que
éstas,
por nuestra
atrasada educación
y
por
la
debilidad del
sexo,
notienen
regularmente
el carácter
ni
las
luces
necesarias..."
En
este
último
caso, seintentaba
reglamentar
suparticipación
en unos"consejos
de
familia",
creados
para
evitar
disensiones
internas.13
No
obstante lo
anterior,
la
mujer,
sumida
en sucondición de
inferioridad,
procuró,
contoda
suerte
de
mañas
yastucias,
utilizar los
hechos
en sufavor,
comoaquella
abadesa de
Lima
que
en1787 exclamaba: "Ahora
pues,
¿qué
podré
hacer yo
mujer
yencerrada?
",
al
pedirle
al
obispo
de
Santiago
que
intercediera por
unsacerdote
pobre
y
sin
influencias.14
En
unaactitud
parecida,
en1848
encontramos
el
alegato
de
unaviuda
de
militar,
donde solicita
el
montepío,
"aun
ignorando
(como
esnatural
en unamujer)
la circunstancia de
que",
para
contraermatrimonio,
unoficial
requería
del
"permiso
del
Ejérci
to".15
Este mundo
lleno
de
prejuicios
yde límites por
todos lados
solía
cansar ala
mujer,
comopuede
verse en unacarta
de
1851,
donde
unade ellas expresa:
"...
¡qué
trabajo
sermujer!
algunos
días
medan ganas
de
emanciparme
de las
costumbres
y
darme
gusto
entodo..."
O
comolo expresa
concierta fatalidad la
ya
anciana
Mercedes
Marín de Solar
en1861,
encarta
dirigida
a unade
sushijas:
"yo
todo lo espero de
Dios
yentretanto,
seguiremos
amando
ypadeciendo
que,
según
ha dicho
alguno,
esel
destino
que
enel
mundo
le
cabe
ala
mujer".
Esto
lo
decía
unamujer
culta,
del
estrato
social más
alto
y cuyaspoesías
sehan
destacado
como
las
mejores
de
mediados del
siglo
XIX.16
Muy
interesante
esel
hecho de
que enlas
cartasfemeninas
semuestra,
junto
a esafuerte
dependencia,
unarealidad
variada,
más
compleja
quela
ley,
la
normasocial
ola
ficción
literaria
domi
nante, dando
paso
a unmundo entretenido
yvital,
donde la
mujer
comparte
el rol
directivo
familiar
conel hombre
(cuando
nolo
ejerce
sin
disimulo),
esposo al
cual
mima,
tuteay,
disimuladamen
te, controla.
La
mujer,
nohay duda, juega
el
papel
central
enla
vida familiar
y novacila
enrecurrir,
cuando las circunstancias lo
requieren,
ala
Iglesia
oal Estado
ya seapara
atraeral
hijo
"en
malos
pasos"
oal marido
desaparecido,
comopuede
verse enla
13
Miguel
de Cervantes: ElIngeniero Hidalgo
DonQuijote
de la Mancha. Ed.Aguilar,
Madrid, 1960. Parte1,capítulo
XXXIII,p. 678,yPragmática
de matrimonios de 1820,enSesionesdeloscuerposlegislativos,
T.IV,p.340.14
Sor María Josefa, abadesa, en Lima, al
obispo
deSantiago,
Manuel Alday. Cartano 18, 1787.1 5
CartadeCarmen
Marín,
viudadelcapitán
SilvaBarceló,
no 123. 16Carta de MercedesMaríndeSolar a su
hija
Carolina,no 181.SERGIO VERGARAQUIROZ
petición
elevada
por
María
Reyna
al
Virrey
de Lima
para que
haga
regresar
a sucónyuge.17
Pero
las
mujeres,
además,
aparecen
enraizadas
en su contextosocial. Y
esasí
comosaben conducir
complejos
negocios mineros,
como
Mercedes
Torres,
odirigir
una extensahacienda,
aunque
ello
las
obligue
amontar
acaballo y
pesquisar
papeles
enel
correo, casode
Luz
Goyenechea.
Aun
más,
ellas
viven
a veces unaexistencia
azarosay
sacrificada
por
causade
la
política
oel
destierro
comoXaviera
Carrera,
llegando
avibrar incluso
conlos
ideales
liberales,
comolo hace
Dolores,
la hermana
adolescente de
Benjamín
Vicuña
Mackenna.
En
el
aspecto
cultural,
entretanto,
sonnotables
por
supercepción
literaria
y suformación
intelectual,
de
la que consti
tuye
unbuen
ejemplo
la carta de
Carmen
Arriagada (1837)
a su"bienamado
Rugendas"
donde, luego
de pasar revista
ala
litera
turaromántica,
le
indica:
"consígame
conMerceditas
suspoesías,
las de ellas sí valen
estenombre;
todo lo que
seha hecho
enChile
fuera
de
suscomposiciones
sonensayos
nomás..." Juicio
sobre
Mercedes
Marín que
hoy,
unsiglo
después,
esplenamente
válido.
En
materia de
sensibilidad romántica
sonnotables,
sin ir
más
lejos,
las
frases
de esta
mujer:
"me hallaba
comofrágil
paja
llevada por el
impulso
de las olas".
O las de
Rosario
Puga,
en1847, dirigidas
al
hijo
que
hacía
más
de veinte
años noveía:
"Si
pues,
yo
memarchitaba,
flor abandonada del
riego
filial...
mi
vida
setronchaba
comoel
tallo
débil
al
soplo
del
huracán".
Influencia
que
seobservaría
después
enhombres
públicos
intelectuales.18
Conscientes
de
la
existencia
de
tantos
otrostemas
para
abordar, quisiéramos
insistir
enla
vigencia
de
una estructurafamiliar
amplia
compuesta
por
abuelos,
tíos
yprimos
más que
sobre la
base del
meronúcleo
conyugal,
y cuyo trato
secaracteriza
por
unasencillez
aristocrática,
unafuerte
religiosidad
y unsentido
poderoso
de la lealtad. La vivencia rural
seexpresa tanto
enlos
hábitos
campesinos
como enla
misma actividad
agrícola
y, lo que
esmuy
interesante,
enunriquísimo
refranero
popular.
Todo
estoempieza
acambiar desde el último
tercio
del
siglo
XIX,
enel cual
apreciamos
unacreciente
insistencia
enla
pareja
conyugal,
unareligiosidad
atenuada y
una mayorformalidad
enel
trato,
más
burguesa,
así
como unavida cotidiana
preocupada
de la
política,
la
moda
oel
teatro,
actividades
ciertamente más
urbanas
que
agrarias.
Carta deMaría Reynadenunciando la ausenciadel esposo, fechadaenLima en 1793,no20.
18
De Carmen
Arriagada,
cartas nos. 112y 113ydeRosarioPuga, cartano 122.CARTAS DE MUJERES ENCHILE, 1630-1885
Quizás
las
generaciones
aquí
más
representadas
correspondan
a
las nacidas
entre1820
y
1850,
enlos
años
enque
estarepública
obtenía
avancesy
logros
de todo
tipo.
Esto
puede explicar
esasensación de confianza
y
de
seguridad
que
sin
embargo
tiene notas
discordantes,
como seadvierte
enla
correspondencia
de Dolores
Vicuña,
cuya
sensibilidad
le
hace
percibir,
veinte años antes de
Mac-Iver,
la crisis
moral de fines de
siglo.19
Al mismo
tiempo,
podemos percibir
los vaivenes
del
cambio
social
através
de
estaforma
de
expresión
femenina
que
nosocupa,
donde
aparece
desde
la
adusta
y austera
formación de
la matrona
chilena del
siglo
XVIII
ycomienzos
del
XIX
(en
que
los
hijos
soncriados
concariño
yrigor
y endonde el
lujo
más
notable
esel
refinamiento
enla
comida),
hasta la
progresiva
afición
por las
comodidades,
los
artículos franceses
ylos "mimos"
enmateria
de
educación,
tal
como seobserva al comparar las cartas
de
Isabel
Pardo
de
Figueroa,
Francisca
Verdugo,
Xaviera
Carrera
oAdriana
Montt
por
unlado,
conlas de
Delfina
Cruz, Magdalena
Vicuña
oRosario Urrutia
por el
otro.Por
último,
debemos recalcar que para gran
parte
de
estacorrespondencia,
por lo
menosla
que vahasta
1855,
fecha
enque
sepromulga
el
Código Civil,
selleva
acabo
cuando la
mujer
disponía
de
una mayorprotección legal
sobre
susbienes,
herencia
de
la
antigua
legislación
castellana. Así por
ejemplo,
podía
testar
desde los doce años;
aportar
bienes al matrimonio
(dote)
cuya
administración
ejercía
directamente si el esposo
perdía
sucaudal;
disponer
del
régimen
de
gananciales
(esto
esde la
mitad de
los
bienes
habidos
enel
matrimonio),
yseguir
usando
suapellido
propio
después
de
casada.
Además,
ella
podía
sercuradora,
tutoray
albacea
de
sushijos
ala
muertedel marido.
EL
PAPEL
DE LA ESPOSADe los diversos roles familiares
desempeñados
por la
mujer,
nos
parece
queéste
ofrece
unespecial interés,
tantopor
la
importancia
del
tema comopor el decisivo
aporte
que
las
cartas
nosentregan
para
suanálisis.
Las
misivas estudiadas
corresponden
a nueveesposas
yestán
datadas
entre
1810
y
1879,
período
todavía
definido
comopatriarcal.
A través
de
ellas,
sin
embargo,
seofrece
unpanorama
1 9
Carta del 30 de
julio
de 1879 de DoloresVicuñaa su esposo sobre lacaptura por elenemigo
del transporte de tropas Rimac. José Feo.Vergara
en sus Recuerdos anota lamismaopinión.
SERGIOVERGARAQUIROZ
que
enriquece
y
modifica lo
que
sabíamos
sobre
el matrimonio
enel
siglo
XIX,
noción influida
especialmente
por la
vigencia
de las
figuras
jurídicas
de
la
"potestad
marital"
y la
"patria
potestad",
consagradas
por
el
Código
Civil
de
1855
yque
establecen la
supremacía legal
del esposo y
la
rígida
autoridad
paterna
enel
seno
de
la
familia.
Aquí,
noobstante,
observamos
enlas esposas
,que
desempeñan
supapel
antes odespués
de
dicho
cuerpo
jurídico,
unaactitud reiterada de
seguridad
personal, independen
cia de
juicio
yconfianza
ensí
mismas,
que
secontradice
con esaimagen
de
mujer
subyugada,
dependiente
y
compulsivamente
hogareña
que
nosha
llegado
comomodelo histórico habitual.
Rasgo
común
alas remitentes
esel trato dado
a susesposos,
donde
priman
el
tuteoy
el
usodel
apellido
paterno
antesque
el
nombre:
"Valdés mío"
dirá
Xaviera
Carrera
en1810;
"Undurraga
yyo"
escribe
Dominga
Vicuña
en1851;
Eugenia
Borgoño
hablará
del
"Barros"
en1859,
y
Flora
Tupper
menciona
a"Bianchi"
en1871. Esta
costumbre
sehizo extensiva
aparientes
y
amigos
y se mantuvo en uso,por
parte
del grupo
social
alto,
hasta el
último
tercio
del
siglo
pasado,
cuando
poco
apoco
se vahaciendo
habitual referirse al
esposo
empleando
sunombre
de
pila.
Del
mismo
modo,
para
firmar
todas ellas
utilizan
sunombre
yapellido
propios,
rasgoque
procede
del
período colonial; expresión
de
confianza
en suvaler
y enel
de
sufamilia,
costumbre
que
vadesapareciendo
enla
segunda
mitad del
siglo
XIX
al agregar el
apellido
del
esposo
hasta
concluir,
sólo
enalgunos
casos,
conreducir
el
apellido propio
a suinicial.
Así,
por
ejemplo,
Xaviera
Carrera
firmó
siempre
con sunombre
o con sunombre
yapellido,
sin
agregarjamás
el
"de Díaz
de
Valdés";
encambio
Rosario
Urrutia
siempre
añade
"de
Waddington"
y,por
último,
en1873,
una
dama firma "Javiera E.
de
Errázuriz".20
Nos
hemos detenido
enla evolución
de
la
firma femenina
pues
ella
viene
ademostrar,
en nuestraopinión,
la
creciente
influencia
burguesa
enimponer
la
figura
masculina
ysujetar bajo
suyugo
ala
mujer.
El afecto
conyugal, sorprendentemente
abierto
yfranco
envarias esposas, aparece por
ejemplo
enHortensia
Lavalle,
cuyacorrespondencia
es unade las
más
cálidas
yalegres.
Allí
trata
a sumarido
de
"mi
vida",
"mi
viejo", "negro
de mi
vida",
para
decirle
en
la
despedida:
"Adiós
mi ricura
adorada. Cuándo
tereventaré
acariños..." De
unmodo
similar
trata a sucónyuge
sucontempo
ránea
Delfina Cruz.
Cartano 193,de
agradecimientos
poraporte benéfico.CARTAS DEMUJERES ENCHILE, 1630-1885
Pero
como enel
matrimonio
notodo
esdulce
miel,
enalgunas
ocasiones
aparece
también
la
relación
problemática:
recla
mospor
errores ydesaciertos
del
marido;
indicaciones
más
o menosperentorias
de la esposa,
comola
respuesta
clara
ytermi
nantede
Mercedes
Portales,
en1821,
a unapetición
de
rebaja
enel
gasto familiar
hecha por
sucónyuge,
ocuando Carmen
Mackenna,
en1866,
le
escribe
a sumarido:
"lo
injusto
que
eressiempre
conmigo
dándome
gritos
yenojos
por toda
contestación
cuando
teexijo
de hacer las
cosas enla forma
debida",
frase
donde
sealude
a unadiscusión
anterior
y expresala
voluntad femenina
de
manejar
los
asuntosfamiliares.21
Hemos
preferido
agregar encomentarios
especiales
la
correspondencia
de dos
esposas, puestranscribimos varias
cartasde
ellas;
allí aparecen
tantolos
rasgosgenerales aquí
expresados
comolas
modalidades
especiales
que
nopueden
tratarse en notasal
pie
de la
página.
LA
CORRESPONDENCIA
DEXAVIERA CARRERA COMOESPOSA
Nacida
enSantiago
en1781,
poseedora
de
granfortuna
ycalidad
social,
secasó
enprimeras nupcias,
pocodespués
de
cumplidos
los
quince
años(ver
carta22),
conManuel
de la
Lastra,
quien
falleció
en1800
dejándole
dos
hijos.
Volvió
a casarse con uncaballero
español,
asesorletrado
yOidor
honorario,
don
Pedro
Díaz de
Valdés,
del cual
tuvocinco
hijos.
Participante
activa del
gobierno
de
suhermano
José
Miguel,
doña Xaviera
emigró
aMendoza
luego
del
desastre
de
Rancagua,
enoctubre
de
1814,
ysólo
pudo
volver
en1823,
durante
el
gobierno
de Ramón Freiré.
Las
cartasde Xaviera Carrera
expresanuntratollano
ydirecto,
casi
seco,el
que se vahaciendo
progresivamente
cariñoso.
La
prolongada
ausencia,
los dolores causados
porel
fusilamiento
de
sushermanos; las miserias
yestrecheces,
vandejando
unaprofunda
huella
en estamujer
impulsiva
yorgullosa,
que al comienzo sólo
trata aO'Higgins
de
"guacho"
para terminar diciéndole el
"Direc
torde
Chile",
en1822,
cansada
yade
sufrimientos.
Se
encuentrapresente
entodas
estasepístolas
unahonda
preocupación
por
sufamilia,
enespecial
por
su"amado
padre"
y su"llorado
José
Miguel";
una vezdesaparecidos ellos,
suspáginas
21
Carta no 185. de Carmen Mackenna a su esposo, Pedro Félix Vicuña, los