• No se han encontrado resultados

Naturaleza de la política : una teoría biopolítica del estado en la herencia cultural colombiana

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2017

Share "Naturaleza de la política : una teoría biopolítica del estado en la herencia cultural colombiana"

Copied!
107
0
0

Texto completo

(1)

Bogotá, septiembre de 2011

Señores

BIBLIOTECA GENERAL

Pontificia Universidad Javeriana

Ciudad

Respetados Señores,

Me permito presentar el trabajo de grado titulado NATURALEZA DE LA POLÍTICA: UNA TEORÍA BIOPOLÍTICA DEL ESTADO EN LA HERENCIA CULTURAL COLOMBIANA, elaborado por el estudiante Ingrid Marisol Ortiz Acosta, identificado con la Cédula de Ciudadanía No. 1.010.178.923, para que se incluya en el catálogo de consulta.

Cordialmente,

Alejandra Monteoliva Programa Ciencia Politica

(2)

Bogotá, D.C., septiembre de 2011

Señores Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J.

Pontificia Universidad Javeriana Cuidad

Los suscritos:

Ingrid Marisol Ortiz Acosta , con C.C. No 1.010.178.923 , con C.C. No

, con C.C. No

En mí (nuestra) calidad de autor (es) exclusivo (s) de la obra titulada:

NATURALEZA DE LA POLÍTICA: UNA TEORÍA BIOPOLÍTICA DEL ESTADO EN LA HERENCIA CULTURAL COLOMBIANA

(por favor señale con una “x” las opciones que apliquen) Tesis doctoral Trabajo de grado x Premio o distinción: Si No cual:

presentado y aprobado en el año 2011 , por medio del presente escrito autorizo

(autorizamos) a la Pontificia Universidad Javeriana para que, en desarrollo de la presente licencia de uso parcial, pueda ejercer sobre mi (nuestra) obra las atribuciones que se indican a continuación, teniendo en cuenta que en cualquier caso, la finalidad perseguida será facilitar, difundir y promover el aprendizaje, la enseñanza y la investigación.

En consecuencia, las atribuciones de usos temporales y parciales que por virtud de la presente licencia se autorizan a la Pontificia Universidad Javeriana, a los usuarios de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J., así como a los usuarios de las redes, bases de datos y demás sitios web con los que la Universidad tenga perfeccionado un convenio, son:

AUTORIZO (AUTORIZAMOS) SI NO

1. La conservación de los ejemplares necesarios en la sala de tesis y trabajos

de grado de la Biblioteca. x

2. La consulta física o electrónica según corresponda x 3. La reproducción por cualquier formato conocido o por conocer x 4. La comunicación pública por cualquier procedimiento o medio físico o

electrónico, así como su puesta a disposición en Internet x 5. La inclusión en bases de datos y en sitios web sean éstos onerosos o

gratuitos, existiendo con ellos previo convenio perfeccionado con la Pontificia Universidad Javeriana para efectos de satisfacer los fines previstos. En este evento, tales sitios y sus usuarios tendrán las mismas facultades que las aquí concedidas con las mismas limitaciones y condiciones

x

6. La inclusión en la Biblioteca Digital PUJ (Sólo para la totalidad de las Tesis Doctorales y de Maestría y para aquellos trabajos de grado que hayan sido laureados o tengan mención de honor.)

x

De acuerdo con la naturaleza del uso concedido, la presente licencia parcial se otorga a título gratuito por el máximo tiempo legal colombiano, con el propósito de que en dicho lapso mi (nuestra) obra sea explotada en las condiciones aquí estipuladas y para los fines indicados, respetando siempre la titularidad de los derechos patrimoniales y morales correspondientes, de

(3)

acuerdo con los usos honrados, de manera proporcional y justificada a la finalidad perseguida, sin ánimo de lucro ni de comercialización.

De manera complementaria, garantizo (garantizamos) en mi (nuestra) calidad de estudiante (s) y por ende autor (es) exclusivo (s), que la Tesis o Trabajo de Grado en cuestión, es producto de mi (nuestra) plena autoría, de mi (nuestro) esfuerzo personal intelectual, como consecuencia de mi (nuestra) creación original particular y, por tanto, soy (somos) el (los) único (s) titular (es) de la misma. Además, aseguro (aseguramos) que no contiene citas, ni transcripciones de otras obras protegidas, por fuera de los límites autorizados por la ley, según los usos honrados, y en proporción a los fines previstos; ni tampoco contempla declaraciones difamatorias contra terceros; respetando el derecho a la imagen, intimidad, buen nombre y demás derechos constitucionales. Adicionalmente, manifiesto (manifestamos) que no se incluyeron expresiones contrarias al orden público ni a las buenas costumbres. En consecuencia, la responsabilidad directa en la elaboración, presentación, investigación y, en general, contenidos de la Tesis o Trabajo de Grado es de mí (nuestro) competencia exclusiva, eximiendo de toda responsabilidad a la Pontifica Universidad Javeriana por tales aspectos.

Sin perjuicio de los usos y atribuciones otorgadas en virtud de este documento, continuaré (continuaremos) conservando los correspondientes derechos patrimoniales sin modificación o restricción alguna, puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación de los derechos patrimoniales derivados del régimen del Derecho de Autor.

De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son propiedad de los

autores”, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e inalienables. En

consecuencia, la Pontificia Universidad Javeriana está en la obligación de RESPETARLOS Y HACERLOS RESPETAR, para lo cual tomará las medidas correspondientes para garantizar su observancia.

NOTA: Información Confidencial:

Esta Tesis o Trabajo de Grado contiene información privilegiada, estratégica, secreta, confidencial y demás similar, o hace parte de una investigación que se adelanta y cuyos resultados finales no se han publicado. Si No x

En caso afirmativo expresamente indicaré (indicaremos), en carta adjunta, tal situación con el fin de que se mantenga la restricción de acceso.

NOMBRE COMPLETO No. del documento de identidad FIRMA Ingrid Marisol Ortiz Acosta 1.010.178.923

FACULTAD: Ciencia Política y Relaciones Internacionales PROGRAMA ACADÉMICO: Ciencia Politica

(4)

BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J.

DESCRIPCIÓN DE LA TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO FORMULARIO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS DOCTORAL O TRABAJO DE GRADO NATURALEZA DE LA POLÍTICA: UNA TEORÍA BIOPOLÍTICA DEL ESTADO EN LA HERENCIA CULTURAL COLOMBIANA

SUBTÍTULO, SI LO TIENE

AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

Ortiz Acosta Ingrid Marisol

DIRECTOR (ES) TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO

Apellidos Completos Nombres Completos

Roa Castellanos Ricardo Andrés

FACULTAD

Ciencia Política y Relaciones Internacionales PROGRAMA ACADÉMICO

Tipo de programa ( seleccione con “x” )

Pregrado Especialización Maestría Doctorado x

Nombre del programa académico Ciencia Política

Nombres y apellidos del director del programa académico Alejandra Monteoliva

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Politólogo

PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE LA

TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO NÚMERO DE PÁGINAS

Bogotá 2011 96 (incluye anexos y

bibliografía) TIPO DE ILUSTRACIONES ( seleccione con “x” )

Dibujos Pinturas Tablas, gráficos y diagramas Planos Mapas Fotografías Partituras

10

SOFTWARE REQUERIDO O ESPECIALIZADO PARA LA LECTURA DEL DOCUMENTO Nota: En caso de que el software (programa especializado requerido) no se encuentre licenciado por la Universidad a través de la Biblioteca (previa consulta al estudiante), el texto de la Tesis o Trabajo de Grado quedará solamente en formato PDF.

NO

MATERIAL ACOMPAÑANTE

FORMATO TIPO DURACIÓN (minutos) CANTIDAD

CD DVD Otro ¿Cuál?

(5)

Vídeo Audio Multimedia Producción electrónica Otro Cuál?

DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS

Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos

descriptores, se recomienda consultar con la Sección de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).

ESPAÑOL INGLÉS

Cooperación Cooperation

Teoría del Estado State theory

Indígenas precolombinos Pre-colombine Indigenous

Conducta humana Human behavior

Política Politics

RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS (Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)

Resumen: La conducta humana oscila entre el altruismo y el egoísmo, siendo el primero de ellos el más difícil de explicar desde una perspectiva natural. Al respecto, las ciencias de la vida pueden aportar a las ciencias sociales, conocimientos que ayudan a entender el fenómeno de la cooperación en grupos de animales gregarios. Estas explicaciones se pueden resumir en: selección por parentesco, selección de grupos y teoría de reciprocidad condicionada.

Sin embargo, al estudiar el caso de la cooperación humana, que abarca miles de individuos, es necesario tener en cuenta tanto lo biológico, como el desarrollo histórico-cultural. Desde esta perspectiva integrada, se entiende a la cultura como resultado de la evolución del sistema cognitivo humano, que permite dar soluciones adaptativas a los problemas que enfrenta el hombre con su entorno. Así, el Estado es una solución artificial para resolver el problema de la cooperación en grandes grupos. La cooperación entonces se convierte en una Estrategia Evolutivamente Estable para la especie, lo que se traduce en Eficacia Biológica.

De este modo, si el Estado surgió como adaptación artificial para lograr cooperación en grandes grupos humanos cuando las formas naturales de cooperación no fueron efectivas, entonces dicho fenómeno es aplicable a la organización política indígena precolombina.

Abstract: Human behavior swings between altruism and egoism, with the former being the most difficult one to explain from a natural selection perspective. In this respect, the life sciences can contribute information, theories and methodologies to the social sciences that help to explain the idea of cooperation among individuals from different gregarious species. These aforementioned theories are: Kin Selection, Group Selection and Reciprocity Theory.

However, when studying the idea of cooperation among large groups of humans, it is necessary to consider both the biological aspects of human behavior and the historical and cultural development of human beings. From this integrated point of view, culture is understood to be the result of cognitive evolution in humans which allows individuals to find

(6)

solutions based on the environmental problems that they as a species may face. Thus the concept of a State is an artificially created solution for resolving the cooperation dilemma that faces large groups of humans. Hence the concept of cooperation becomes an Evolutionary Stable Strategy which ultimately means inclusive fitness for the population.

Therefore if the concept of a State emerged as something artificial to achieve cooperation among large human groups because natural cooperation mechanisms were ineffective, then this concept could be considered as a way of explaining the traditional pre-Colombine indigenous political organization that existed in Colombia.

(7)

NATURALEZA DE LA POLÍTICA: UNA TEORÍA BIOPOLÍTICA DEL ESTADO EN LA HERENCIA CULTURAL COLOMBIANA

INGRID MARISOL ORTIZ ACOSTA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA

BOGOTÁ 2011

(8)

NATURALEZA DE LA POLÍTICA: UNA TEORÍA BIOPOLÍTICA DEL ESTADO EN LA HERENCIA CULTURAL COLOMBIANA

INGRID MARISOL ORTIZ ACOSTA

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR EL TÍTULO DE POLITÓLOGO

DIRECTOR DE TESIS

RICARDO ANDRÉS ROA CASTELLANOS

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA

BOGOTÁ 2011

(9)

Para mis padres Pedro y Virginia. Especial agradecimiento a mi director.

(10)

TABLA DE CONTENIDO

PREÁMBULO EXPLICATIVO DEL ANÁLISIS BIOLÓGICO DE LA POLÍTICA...1

INTRODUCCIÓN...10

OBJETIVOS...13

METODOLOGÍA...14

ENFOQUE METODOLÓGICO:...14

TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN Y DATOS (METODOLOGÍA):...14

1. INDIVIDUO Y COMPORTAMIENTO...16

1.1. CARACTERÍSTICAS PSICO-BIOLÓGICAS...16

1.1.1. Evolución encefálica...19

1.2.1. Castigo a los no cooperadores...23

1.2.2. Bases químicas de la generación de confianza...24

2. COOPERACIÓN EN LAS SOCIEDADES HUMANAS...33

2.1. ¿QUÉ ES LA COOPERACIÓN?...34

2.2. ¿CÓMO SURGE LA COOPERACIÓN?...36

2.2.1. Selección por parentesco...37

2.2.2. Teorías de reciprocidad...38

2.2.3. Selección de grupo...40

2.3. LA COOPERACIÓN EN GRANDES GRUPOS Y EL ESTADO...43

2.3.1. Modelo de retroalimentación...44

2.3.2. Origen científico de la cultura...49

3. DISCUSIÓN Y ANÁLISIS: COLOMBIA PRECOLOMBINA...52

3.1. HISTORIA VERSUS MODELO...52

3.1.1. Cooperación intragrupal...54

3.1.2. Conflicto intergrupal...57

3.1.3. Cálculo costo-beneficio individual...61

3.2. VESTIGIOS CULTURALES...63

3.3. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES...66

BIBLIOGRAFÍA...72

ANEXOS...83

ANEXO 1.JUEGO DE LA CONFIANZA...83

Gráfico 1. Formalización juego de confianza Kosfeld, 2007...83

[image:10.612.68.556.111.729.2]

ANEXO 2. SEÑALES DE COMPORTAMIENTO HUMANAS COMPARTIDAS CON OTROS ANIMALES...84

Cuadro 1. Comparación de medidas utilizadas generalmente para evaluar el miedo en animales y las utilizadas en DSM-III* para evaluar la ansiedad generalizada en humanos...84

ANEXO 3.DILEMA DEL PRISIONERO...84

Gráfico 2: Dilema del prisionero...84

ANEXO 4.TRAGEDIA DE LOS COMUNES...85

Gráfico 3. Tragedia de los comunes. Ronda corta – añadiendo 1 vaca...85

Gráfico 4. Tragedia de los comunes. Ronda larga – añadiendo X vacas...85

ANEXO 5. COEFICIENTE DE PARENTESCO EN HUMANOS E IMPLICACIONES PARA LA INTERACCIÓN...86

Cuadro 2. Coeficientes de parentesco (r) entre pares de parientes en humanos y hymenoptera...86

Gráfico 5. Dilema del prisionero parientes...86

ANEXO 6.EMOCIÓN Y ACCIÓN...86

Cuadro 3. Emociones y tendencias...87

(11)
(12)

PREÁMBULO EXPLICATIVO DEL ANÁLISIS BIOLÓGICO DE LA POLÍTICA

El entendimiento del comportamiento humano y de sus productos, entre ellos la política, no constituye un paradigma hermético para las ciencias sociales, ni para los enfoques que privilegian el entorno cultural de los individuos como variable independiente de análisis. El Modelo Estándar de las Ciencias Sociales no es viable como única forma de explicación para el estudio del hombre, de su comportamiento y de sus creaciones. De esta manera, los desarrollos de las diferentes ciencias, tanto las duras como las blandas, durante los últimos años, han llevado a repensar un Modelo integral1 (Cosmides, et al. 1992: 20-23) a fin de explicar la condición humana. Condición caracterizada por la interacción entre el entorno en el que se desenvuelven los individuos, la herencia genética de la especie, las historias personales y el desarrollo histórico-cultural (Casas, 2009: 6).

La interdisciplinariedad en el estudio de lo humano, ha contribuido a un mayor entendimiento de los fenómenos relativos a este en la etología, la psicología, la economía, la sociología, la ecología aplicada, la psiquiatría, la primatología, los estudios culturales, la antropología, entre otros. La incorporación de estos conocimientos, antes especializados y cerrados en extremo; debido a las constantes discusiones epistemológicas de objeto y métodos de estudio (Dogan y Pahre, 1994), ha llevado a establecer sinnúmero de conexiones entre variables biológicas, genéticas, evolutivas, fisiológicas y neurológicas, con el desarrollo social y cultural de los individuos humanos, a nivel micro y macro2 (Black

1 Un modelo de causalidad integrada propone entender el sistema computacional humano como el instrumento por el cual podemos entender el mundo y la cultura, los mecanismos provenientes de la mente para adaptarse al ambiente surgen como formas de adaptación que enfrentan los problemas de un entono cambiante. Así, el arquitecto de todas esos mecanismos se puede denominar evolución, de modo que entender este proceso implica llegar a comprender la naturaleza humana y todos mecanismos del procesamiento de la información que suceden en la mente humana. Para entender lo anterior, es necesaria la revisión de la evolución humana como un proceso especial, en el cual se dio selección natural y deriva genética en los diferentes homínidos (Cosmides, et al. 1992: 20-23).

2 En cuanto a las corrientes que tiene la biopolítica, hay dos clasificaciones a saber. La primera de ellas es la visión Macro, también denominada “ethological and socibiological approaches (evolutionary biopolitics)”, que versa principalmente sobre las colectividades y los sistemas. La segunda es la visión Micro, también denominada: “Physiological influences on political behaviour (biobehavioural biopolitics)” que versa sobre las explicaciones del comportamiento político individual (Black y Hines, 2001: 21).

(13)

y Hines, 2001: 21). En este orden de ideas, las ciencias de la vida, con sus métodos, conceptos y descubrimientos, tienen mucho que aportar al estudio de los fenómenos políticos, de la conducta política individual y la creación de formas de organización social.

En el presente preámbulo, se pretende describir de manera general las conexiones que existen entre biología, política y comportamiento; cómo se ha desarrollado este enfoque interdisciplinar en la ciencia política; los principales productos teóricos a los que se ha llegado; y los problemas recurrentes para el análisis. Así, este preámbulo pretende ser una introducción a la temática planteada en la tesis de grado, que explorará un fenómeno político a nivel macro, como es la creación de una organización social que asegure la cooperación en grupos grandes y las bases biológicas y evolutivas que permiten que esto suceda.

En primer lugar, al hablar de una aproximación interdisciplinar a la ciencia política, debemos establecer la pertinencia de las conexiones entre las variables de tipo biológico y de tipo cultural, que nos permiten llegar a una explicación articulada del comportamiento humano a nivel político. La naturaleza humana, antes considerada desde dos posturas antagónicas, una empirista y la otra racionalista3 (Black y Hines, 2001: 16), es ahora

concebida como la interacción de ambas, es decir, una condición que no es sólo de tipo innato, pero que tampoco se limita a lo culturalmente aprendido. Estas dos concepciones son complementarias ya que, muchas de las reacciones, actitudes, comportamientos y percepciones de los individuos sobre situaciones dadas son universales, en consecuencia, genéticamente heredadas. Sin embargo, estas predisposiciones cambian ligeramente de acuerdo a la cultura en la que se desenvuelven los individuos (Masters, 1989: 52-53). En este sentido, se concibe al comportamiento humano como la interrelación entre cerebro; sistema nervioso central; información filogenética seleccionada y transmitida por los genes; información histórica transmitida por el lenguaje y los símbolos culturales; e información individual aprendida (Black y Hines, 2001: 108).

3 O lo que es igual, una que consideraba al individuo como tábula rasa, en la que la explicación del comportamiento de los individuos residía únicamente en la experiencia y el aprendizaje; y de otra parte, una explicación que privilegiaba los comportamientos, rasgos y actitudes innatos (Black y Hines, 2001: 16).

(14)

Teniendo en cuenta que el repertorio conductual humano no se limita a lo aprendido, es necesario hacer uso de la biología para establecer las causas últimas que permiten la evolución y mantenimiento de este. Por ello, se hace indispensable la teoría evolutiva, para entender por qué la especie adaptó cierto tipo de comportamientos en lugar de otros, y cómo dicha selección ha llevado al hombre al éxito reproductivo que se refleja en la expansión de la especie (Tingley, 2003).

No obstante, el hecho de que el comportamiento humano sea en parte innato, no significa que éste no pueda ser modificado moderadamente. Por el contrario, la misma evolución humana permite que los individuos puedan adaptarse rápidamente a nuevas condiciones en el ambiente, llevando a cabo un proceso no sólo fisiológico, sino cognoscitivo, de retroalimentación con el ambiente, lo que conlleva una nueva estructuración de comportamientos a partir del aprendizaje (Damasio, H. et al. 2005; Llinás 2001; Mantzavinos, et al. 2004; North, 2005; Pinker, 2001).

En este punto, es donde la ciencia política puede intervenir para asegurar cierto tipo de comportamientos que son deseables a nivel social. De esta manera, los adelantos en las ciencias biocomportamentales4 (Casas, 2009) para entender, explicar, describir y predecir

los comportamientos humanos y las creaciones que el hombre ha diseñado5 para resolver

los problemas de interacción, cooperación, coordinación y conflicto que se presentan en su entorno, son útiles para comprender los eventos que se presentan de forma diaria en el mundo político.

La ciencia política no ha sido renuente a la incorporación de conocimiento de las ciencias de la vida, que ayuda a comprender de modo integral los fenómenos del mundo político, estableciendo qué variables de tipo orgánico moldean la conducta de los seres humanos, y qué variables de tipo sociopolítico pueden ser utilizadas para modelar esos impulsos

4 Conjunto de disciplinas dedicadas a comprender los procesos biológicos subyacentes en el comportamiento e interacción humanos , entre las que se incluyen: la psicología evolutiva, la neuropsicología, la ciencia cognitiva, la etología comparada, etc. (Casas, 2009).

5 Diseñados por el hombre de modo intencional para “atar a otros”, es decir, para modelar la toma de decisiones individual solucionando problemas de adaptación al entorno y a los recursos. Un artificio de este tipo es el Estado (Elster, 2002).

(15)

naturales. Sin embargo, en los inicios de esta apropiación conceptual la disciplina hizo un uso moderado de los conocimientos de la biología, además de darle una aplicación meramente metafórica6. Asimismo, debido al uso de la teoría darwiniana para justificar los abusos de poder, de violencia o las conductas agresivas, este tipo de enfoque ha sufrido cierta discriminación en el campo académico por ser considerado un enfoque determinista de la conducta y que obvia muchas variables que afectan el comportamiento de los individuos.

Es de aclarar que, una lectura desde la biología del comportamiento político como la que se promueve en este texto pretende solamente, enriquecer el conocimiento que existe en torno a la condición humana y sus antecedentes evolutivos, ya que hay una firme relación en la manera en cómo el hombre se comporta y la historia natural de su desarrollo como especie. Un estudio científico interdisciplinar de la naturaleza humana, permite entender cómo nuestra estructura orgánica interactúa con el ambiente en el que nos desenvolvemos, y cómo desde ese ambiente se modifica la forma en la que los individuos humanos actúan dentro de un conjunto de oportunidades de acción, que conduce a ciertos resultados que afectan el mundo político. Esta visión no pretende ser determinista, simplemente intenta esclarecer ciertos condicionantes básicos que explican fenómenos en el mundo político, como mecanismos evolutivos que desencadenan una serie de eventos, cuya interacción con la cultura, el aprendizaje y la historia, permiten dar explicaciones tentativas a ciertos acontecimientos7.

En la actualidad, con los avances investigativos de las ciencias de la vida, se han podido establecer conexiones reales entre los comportamientos políticos y fenómenos genéticos,

6 No son pocos los autores que utilizaron la metáfora biológica para referirse al cuerpo político. Ejemplos de estos son Maquiavelo, Hobbes, Burke, Malthus, Hegel, Spencer y Sumner, Engels y Marx; Kropotkin y Bookchin, Masters, Ford, Mussolini, Hardin, entre muchos otros (Casas, 2009; 10).

7 Dado lo intrincado de la naturaleza humana se hace difícil establecer leyes de tipo si X luego Y. En el caso del enfoque biopolítico, el reduccionismo ha aparecido con fortaleza tanto en la ciencia política como en la biología a partir de la revolución biológica (o de la explicación química y física de la biología). En este sentido, tanto las consideraciones micro (causas próximas - cómo) como las macro (causas últimas – por qué) son importantes para el entendimiento del fenómeno, ya que este queda insatisfactoriamente explicado sólo por una de ellas (Black y Hines, 2001). No obstante, en este estudio en particular, las variables propuestas son tentativas a pesar de referirse a la especie, no pretender ser la única explicación viable para los fenómenos aquí explicados, muy a pesar de la fortaleza explicativa que tienen las leyes reduccionistas (Elster, 2007: 258).

(16)

biológicos y neuronales, demostrables a nivel científico. Estos mecanismos innatos evolucionaron para dar solución a problemas adaptativos que enfrentaba la especie, en particular son importantes para la ciencia política, porque solucionaron problemas de la vida en grupos, es decir, problemas de interacción social y política.

La biopolítica8, concebida como un enfoque que retoma conceptos y técnicas de investigación de las ciencias de la vida para explicar eventos políticos, inicia formalmente a finales de los años 60, con el desarrollo paralelo de nuevos hallazgos en otras disciplinas. Los focos de estudio emergentes para la ciencia política, producto de los nuevos hallazgos de las ciencias de la vida, se pueden clasificar en cinco, según Corning, Losco y Wiegele (1981: 590-591).

El primero de ellos, consiste en ver los procesos sociales, los comportamientos sociales y las instituciones bajo la mirada biológica del problema de la supervivencia y del éxito reproductivo; esta investigación está guiada por la temática de la adaptación y de las necesidades humanas. Un segundo foco, son las investigaciones del comportamiento a nivel micro, aplicando teoría, hallazgos y herramientas metodológicas de las ciencias naturales al estudio del comportamiento político. Dentro de este tipo de estudios se encuentran los etológicos –a través de la observación de registros-; psico-fisiológicos –

presión arterial, respiración, pulsación, etc.-; fisiológicos –estrés-; de comportamiento genético –agresión, ayuda-; o sociobiológicos –teoría de eficiencia biológica inclusiva- . Un tercer foco es el de teoría social a nivel macro, que incluye explicaciones sobre evolución política y organización sociopolítica. El cuarto foco se compondría de las políticas públicas en concordancia con preceptos biológicos. Esto trata sobre problemas poblacionales, de salud y ecológicos. Y por último, la filosofía política, que incluye perspectivas de la biología a conceptos propios del pensamiento político, como la autoridad, el nacionalismo y la justicia. Ya para los años 80’s estos estudios tenían bastantes seguidores, así como aplicaciones para los campos de la política pública, el futuro del Estado-nación, la participación política, el liderazgo político, la cognición y actitudes políticas, entre otros.

8 El enfoque biopolítico aquí explicado es diferente al enfoque biopolítico francés desarrollado por Foucault (1979), en este prima como variable explicativa la historia.

(17)

De este modo, al ser la investigación en biopolítica acogida e investigada, fue reconocida como un subcampo de la ciencia política por parte de la Asociación Internacional de Ciencia Política en 1970. Otra demostración de la madurez que tomó esta subdisciplina fue el reconocimiento por parte del presidente de la APSA John Walhke en 1978, de la importancia de la investigación de los procesos bio-conductuales que guían la conducta humana. En 1980, surge la Asociación por la Política y las Ciencias de la Vida (Association for politics and the life sciences [APLS]) y tres años después, bajo las orientaciones de esta última, la revista Politics and the Life Sciences (Losada y Casas, 2008: 257). Hoy en día, universidades de Norteamérica y Europa han incorporado la enseñanza de la biopolítica en sus programas académicos.

Según Somit y Peterson (1987: 107-108. Citados por Casas 2008: 12) quienes trabajan dentro del enfoque biopolítico comparten tres presupuestos: a) el comportamiento humano en política está influenciado en un alto grado por los rasgos biológicos y el legado genético de la especie; b) el comportamiento social y político puede ser modificado por cambios en el funcionamiento biológico inducidos por la enfermedad, el estrés, los fármacos, el dolor, la fatiga, la malnutrición, entre otras causas; c) las mediciones fisiológicas (e.g. las respuestas de la piel, cambios en el ritmo cardiaco, pestañeo, la tensión muscular, las posturas corporales, y alteraciones en la presión arterial) pueden ser utilizadas para conseguir, directa o indirectamente, estados emocionales o predisposiciones comportamentales.

A grandes rasgos, el enfoque biopolítico aporta conocimiento en dos campos amplios de la disciplina. El primero se refiere a la política pública con relación a los determinantes del entorno que pueden afectar el comportamiento político de los individuos; y el segundo, es el enriquecimiento de la teoría y filosofía política con base en evidencia biológica.

En primer lugar, la biopolítica abarca los desarrollos en biotecnología y neurociencias, y sus implicaciones para la política pública; la destrucción del medio ambiente, la escasez de agua, las hambrunas y otros temas de seguridad alimentaria, las epidemias, el cambio

(18)

climático y su influencia en política. Así mismo, con base en la teoría evolutiva se evalúa la conveniencia de los controles de natalidad, la preservación del medio ambiente, los alimentos transgénicos, entre otros temas. Dentro de los autores que trabajan estas cuestiones, en lo relacionado a la ecología encontramos a Hardin (1968), Masters (1977), Connolly (1988), Cohen (1995), Ophuls (1977, 1997), Hayward (1998), y, Brown, Gardner y Halweil (1999).

En lo que respecta a las políticas públicas que afectan directamente la toma de decisiones de los individuos, con respecto a problemas societales como la intervención genética y reproductiva; la salud; el crecimiento poblacional; conductas adictivas; el control de poblaciones; cuestiones de sexo y raza; y manejo de problemas de natalidad, encontramos a Caldwell (1979), Dupont (1997), Nadeau (1996), y Leshner (1997).

En segundo lugar, el enfoque también abarca la temática de la herencia genética de los comportamientos y actitudes políticas, indagando hasta dónde es posible explicar la violencia, el liderazgo, la cooperación, la intolerancia, la dominancia (organización jerárquica de las sociedades), las conductas rituales, el altruismo, y otros comportamientos similares, desde componentes genéticos y evolutivos. El estudio pionero al respecto es el de Wilson (1975). Sin embargo, con el desarrollo de las ciencias del comportamiento, la investigación en estas áreas es cada vez más vasta.

Con relación a las emociones y el comportamiento político-social, el lector se podrá remitir a: Willhoite (1977), Campbell y Paller (1989), Kinder, (1994), Damasio, A. (1996), Marcus,

et al. (1998), Gintis (2000, 2002, 2003), Elster (2002, 2004, 2007), Fehr y Reninger (2004), Lupia y Menning (2007), Marcus, Neuman y Mackuen (2007), Fowler, et al. (2007) y Kosfeld (2007). En cuanto al tema de las conductas sociales y su base neurológica, tenemos a Pinker (2001) y Knafo et at. (2009). Con relación al dilema de cooperación-conflicto, y altruismo-egoísmo, tenemos a Hamilton (1964), Corning (1971, 1988), Axelrod y Hamilton (1981), Axelrod (1987), Masters (1989), Ostrom (1990), Cartwright (2000), Clutton (2002, 2009), Rachlin (2002), Rosas (2002), Sober y Wilson (2002), Boyd, et al.

(2003), Tingley (2003), Bowles, (2004), De Quervain et al. (2004), Fehr (2004), Henrich, et

(19)

al. (2004), Fehr y Fischbacher (2005), Rosenberg y Linquist (2005), Dugatkin (2007), Bowles (2008) y Burkart y Van Schaik (2010).

El segundo campo de estudio, al que se hizo referencia con anterioridad, comprende tanto la teoría del biocomportamiento, como la teoría de la evolución (Black y Hines, 2001: 21) En la primera, se estudia la interacción y el comportamiento humano tanto a nivel individual, como de grupos pequeños. La segunda, se remite a una teoría general de evolución social de los sistemas políticos, tanto desde la etología, como desde la sociobiología. Esta última incluye el estudio de la evolución institucional, biocultural y de estructuras.

En esta categoría se encuentra el estudio de la naturaleza de la cooperación y la competencia a nivel social, que es el dilema social9 al cual se hará referencia en los capítulos siguientes. Los estudios que se han llevado a cabo en este aspecto, revelan la complejidad de la cooperación y de la no cooperación, como resultado de la competencia natural (las estrategias individuales y de especie) condicionada por circunstancias del entorno, que convierten las estrategias cooperativas en factores significativos y exitosos a nivel individual y grupal.

Este dilema es importante para el desarrollo de esta tesis, debido a que proporciona las bases biológicas necesarias para la explicación del origen del Estado, como organización social existente únicamente en la especie humana. La creación de este artificio, se entenderá entonces como una solución diseñada para lograr la cooperación cuando los grupos fueron demasiado grandes para que los individuos se pudieran controlar entre ellos mismos. Así, el Estado, como otras instituciones10, emerge como respuesta a condiciones

9 Los problemas de acción colectiva permanecen (latentes o manifiestos) a la base de las interacciones humanas debido a que estos se producen y reproducen de manera permanente a manera de dilemas sociales (Ostrom, 2007: 187). Esto se refiere a arreglos (situaciones) en los que los participantes eligen acciones en situaciones de interdependencia, en las que por lo menos un resultado ofrece altos pagos para todos los participantes, pero frente a las cuales existe la tentación individual de maximizar egoístamente beneficios materiales de corto plazo (Casas, 2009: 11).

10 Las instituciones son normas de juego de la sociedad, o limitaciones de la estructura humana de interacción. Las instituciones humanas informales se crean en procesos espontáneos de interacción, como resultado de la evolución humana, pero no de un proceso de diseño humano (Ferguson, 1966: 118). Mientras que las instituciones humanas formales contienen un tercero que media en el mecanismo, esta es

(20)

históricas y ambientales que sirvieron como estímulo, para la creación de estrategias alternativas para sobrevivir y para la realización de otros valores y metas de la naturaleza humana.

Es de recordar que hay sociedades sin Estado que alcanzan niveles importantes de cooperación, sin embargo, esta tesis indagará por la cooperación a gran escala como el problema que solucionó la creación del Estado central. El Estado será entendido bajo los supuestos webberianos, como el monopolio de la violencia legítima que detenta territorio, población y soberanía.

la explicación de la existencia del Estado. Para profundizar en el enfoque institucional revisar North (2001, 2005).

(21)

INTRODUCCIÓN

Para entender integralmente lo humano, es necesaria una exploración interdisciplinar de los problemas que atañen a la naturaleza del hombre y sus productos, entre ellos la política. Esta exploración de la política no se limita a los enfoques humanistas, sino que contempla los conocimientos de las ciencias de la vida en función de explicar el intrincado comportamiento humano en sociedad (Cosmides, et al. 1992: 20-23).

La incorporación de métodos y conocimiento de las ciencias de la vida a las ciencias sociales es reciente. En la ciencia política, este enfoque interdisciplinar es la biopolítica. Esta denominación concierne a dos enfoques diferentes; el primero, parte de la filosofía política francesa y toma elementos histórico-hermenéuticos para su análisis (Foucault- sXX); el segundo, inicia en la década de 1960 dentro de la escuela norteamericana, proponiendo un nuevo paradigma para el estudio de los fenómenos políticos, usando conceptos y técnicas de investigación de la biología (Black y Hines, 2001; Casas, 2009; Corning, 1971; Losada y Casas, 2008; Rubin, 2002; Scott, 1984; Somit, 1972). Este último enfoque se usará para este proyecto.

Desde esta visión, la concepción de la naturaleza humana es dual: por un lado, el hombre actúa dentro de instituciones, normas, sistemas morales, o conductas aprendidas; de otro lado, el hombre es material biológico, expuesto a cambios en el ambiente, en su composición genética y proclive a la selección natural. En otras palabras, para utilizar la jerga propia de este enfoque, el hombre es naturaleza retroalimentada1.En consecuencia,

las acciones ejecutadas, día a día, por los seres humanos también se encuentran entre lo aprendido y lo innato. En este sentido, muchas de las construcciones culturales humanas podrían ser analizadas bajo los preceptos de la biología; por ejemplo, la construcción del Estado y la vida en grandes grupos. Por consiguiente, el reto que aborda esta propuesta es comprender algunos fundamentos biológicos y cognoscitivos que han guiado esta evolución comportamental a nivel colectivo, llegando a conformar en la actualidad una

(22)

organizada estructura política, así como una serie de comportamientos compartidos por los miembros del Estado.

De este modo, para el presente análisis partimos de dos supuestos fundamentales: 1. El

homo sapiens sapiens es una especie animal, por ello mucho de su comportamiento es de carácter orgánico y obedece a funciones biológicas específicas que garantizan su supervivencia. 2. El ambiente, entendido como los condicionantes externos que pueden modificar la biodiversidad y las especies –llevándolas a la extinción o la adaptación-; los condicionantes biológicos del comportamiento humano; así como el desarrollo histórico-cultural de los pueblos, son aspectos importantes para explicar lo político a nivel micro y macro, en este último caso se enmarca la teoría del Estado.

La emergencia del Estado como institución, facilita los intercambios entre individuos que conforman grandes grupos. Surge ahí el dilema social2 de cooperación-competencia, ya

que los individuos se encuentran constantemente frente al problema de qué decisión es mejor para ellos en términos individuales o grupales. Masters (1989) analizó este problema desde la biopolítica. Su estudio establece una relación causal entre eventos particulares de la evolución humana y la aparición de comunidades más grandes, con la necesidad de una institución de control social. Este análisis evolucionista, concluye que para que los comportamientos cooperativos en grandes sociedades pudieran prosperar, tuvieron que coincidir tres eventos: conflicto intergrupal, cooperación intragrupal y estrategias de comportamiento individual.

Así, el propósito principal de la tesis se puede resumir en dos preguntas, por ello la tesis estará dividida en dos grandes partes. La primera parte (capítulos 1 y 2) pretende establecer los supuestos biocomportamentales, de los que partirá la segunda parte (capítulo 3) para explicar el análisis de caso.

La primera pregunta que busca contestar este estudio es: ¿Cuál es la naturaleza de la política?, entendiendo a la política como un comportamiento natural, en el sentido del

Zoon politikon de Aristóteles. Esta concepción está enmarcada en la naturaleza gregaria

(23)

de los seres humanos, entendida como un tipo de simbiosis, en la que es común la interacción entre los miembros de la especie, y la política retomando a Dahl (2003: 22-26) se establece como influencia dentro de dichas interacciones sociales. Esta influencia implica la capacidad de imponer los deseos y preferencias de alguien, sobre los deseos o preferencias de otros, modificando así su conducta observable. A partir de la explicación evolucionista del comportamiento humano a nivel político, se llega al problema de la cooperación, como una dificultad adaptativa para las comunidades humanas. Por ende, se hace una revisión explicativa de este dilema social, llegando al libro de Masters “The Nature of Politics” (1989), centrándonos en su tesis de cómo se da la cooperación en grandes grupos humanos.

En consecuencia, la segunda pregunta que busca contestar esta tesis es: ¿cuáles de los elementos teóricos en cuanto al origen del Estado, según Masters (1989), se cumplen en el caso de la organización política precolombina? A partir del análisis del texto de Masters, es puesta a prueba su hipótesis de trabajo acerca del origen del Estado para el caso colombiano, acorde con la historia antropológica de los Chibchas y Muiscas durante el periodo precolombino. Así, el presente estudio ayuda a entender diversas prácticas políticas que se mantienen en la actualidad nacional y que afectan la arena política, del mismo modo, que los intercambios normales entre los individuos dentro del Estado.

Por esta razón, la hipótesis de esta tesis de grado es que, si el Estado surgió como una adaptación artificial para lograr cooperación en grandes grupos humanos, cuando las formas naturales de cooperación ya no fueron efectivas, entonces dicho fenómeno es aplicable a la organización política indígena precolombina.

(24)

OBJETIVOS

Objetivo General:

Analizar la propuesta de Masters (1989) en su obra “The Nature of Politics” acerca de la formación del Estado y la cooperación en grandes grupos humanos, contrastándola tanto con nueva evidencia teórica, como con el desarrollo de la organización socio-política Chibcha y Muisca precolombinas y su herencia cultural.

Objetivos específicos:

1. Probar la aplicabilidad de las hipótesis de Masters (1989), contrastándolas con investigaciones contemporáneas acerca del comportamiento sociobiológico.

2. Problematizar y resumir los hallazgos acerca del dilema social de cooperación-competencia en el repertorio conductual humano, desde el enfoque biopolítico.

3. Explorar el alcance explicativo que tiene la propuesta de Masters (1989) con respecto a las vivencias de los Chibchas y Muiscas en Colombia, que impliquen la identificación de fenómenos propios en la política nacional.

(25)

METODOLOGÍA

Enfoque metodológico:

El presente estudio es de carácter cualitativo. Se realiza un análisis de tipo exploratorio, ya que no se han encontrado estudios anteriores que traten la cooperación en indígenas desde la biopolítica. Por esta razón, el estudio toma elementos históricos para la descripción comparativa entre un caso particular y un modelo teórico, en el que no se pretende dar resultados deterministas, sino solamente poner a prueba el modelo. Es un estudio ex post facto, en el que no hay control sobre las variables que se están analizando, ya que se parte de un grupo natural, ya formado, que corresponde a las comunidades Chibcha y Muisca precolombinas.

A partir del estudio longitudinal de la organización social de dichas culturas, se pretende establecer correlaciones entre las variables propuestas por Masters (1989) y los hechos, a manera de (X O) (Campbell & Stanley, 1978). Esta investigación por tanto, es un primer acercamiento al fenómeno en cuestión, que puede iluminar aspectos que expliquen la aparición de instituciones políticas en los casos mencionados. El estudio implica supuestos sobre comportamiento humano y social, que están sustentados en investigación biopolítica reciente.

Al ser un estudio exploratorio, no pretende probar nada de manera definitiva, sino iluminar posibles fenómenos que resulten importantes para estudios posteriores sobre el tema.

Técnicas de recolección de información y datos (Metodología):

La metodología de este estudio cualitativo, está enmarcada en la investigación histórica ex post facto. La técnica de recolección de información es la Revisión Documental. Este estudio hizo una aproximación teórica al fenómeno a partir de la revisión y recolección de información de fuentes primarias y secundarias. Las fuentes primarias soportan

(26)

teóricamente los preceptos de Masters (1989); y las fuentes secundarias, aportan evidencia histórica con respecto a los casos analizados. Esta indagación implica una minuciosa consulta bibliográfica de carácter histórico, sometida a reflexión y análisis sistemático.

Para los hallazgos históricos y antropológicos acerca de las formas de vida de las comunidades prehispánicas, se prefirió la consulta de fuentes secundarias, debido a que las fuentes primarias resultaban de difícil acceso y además de ello eran sesgadas, ya que muchas de ellas corresponden a las crónicas de historiógrafos de la conquista. La recolección de información histórica acerca de la convivencia de los indígenas, resulto difícil y limitada, dada la escasez de información sobre las interacciones cotidianas en el mundo indígena. Para trabajos posteriores sobre el tema, es recomendable la elaboración de una base de datos de fuentes y con ello, la formulación de hipótesis rivales que puedan evidenciar eventos históricos que pudieron intervenir en los hechos registrados.

(27)

1. INDIVIDUO Y COMPORTAMIENTO

La evolución es una respuesta adaptativa de las especies frente a cambios en el medio. En el caso humano, la evolución filogenética y cognitiva posibilitó la cooperación en pequeños y grandes grupos, estableciéndola como una Estrategia Evolutivamente Estable en la especie.

Este capítulo estudiará en primera medida, las características biológicas, psicológicas y genéticas que evolucionaron en la especie humana, con base en el término función biológica. Estos apartados pretenden iluminar las características innatas del hombre, que inciden en su comportamiento observable tendiente a la supervivencia. Tras esta explicación, una segunda parte tratará las características antropológicas de los individuos en su desarrollo social evolutivo, resaltando primordialmente el origen de la división del trabajo y la defensa contra los enemigos, así como las conductas rituales, las costumbres, la religión y la organización social antes del Estado; en otras palabras, las primeras señales de cultura.

1.1. Características psico-biológicas.

El Homo sapiens sapiens es una especie animal. Por ello, mucho de su comportamiento es de carácter orgánico y obedece a una función biológica específica. “La función se define como la satisfacción de un impulso orgánico por medio de un acto apropiado”

(Malinowski, 1975: 100). Para que ésta sea efectiva, debe considerar la condición originaria del organismo, el ambiente físico en el que se desenvuelve y el resultado último de los actos. De este modo, las acciones cambian de acuerdo a como se transforma el ambiente, para así lograr la satisfacción de la función.

Por tanto, el hombre debe cumplir las funciones vitales de respirar, comer, dormir, procrear y excretar, esenciales para su supervivencia. Pero además de ello, el ser humano enfrenta una serie de necesidades, que para su satisfacción, deben ser realizadas de forma mancomunada con otros individuos de su especie. En consecuencia, la evolución ha

(28)

hecho que el hombre se organice en grupos para llevar a cabo muchas de sus necesidades vitales. Esto significa, que al igual que otras especies de primates3, el hombre es un animal gregario.

El gregarismo, constituye una estrategia social de carácter adaptativo seleccionada por la evolución, para maximizar la eficacia biológica4 de los individuos que la practican (Colmenares (ed.) 1996: 341). Dicho comportamiento se debe, en términos de la biología funcionalista, a que el individuo escoge una estrategia5 óptima para maximizar6 la función biológica que persigue, teniendo en cuenta las opciones que tienen los demás participantes en la interacción y la situación particular en la que se desenvuelven. De este modo, los individuos han sido diseñados7 por la selección natural8 para “escoger” la opción más rentable y conveniente en unidades de eficacia reproductiva, fisiológica, emocional o social. Por esta razón, el hombre necesita de la vida grupal.

La formación de grupos humanos, asegura la satisfacción de necesidades ecológicas y sociales-individuales. Las necesidades ecológicas son por ejemplo, el acceso al alimento, la recolección de recursos y la defensa contra los depredadores. Las necesidades de tipo social se refieren fundamentalmente a las relaciones entre los individuos, una más fácil selección de pareja y el cuidado de las crías, entre otros (Morris, 2000: 138).

La aseveración anterior significa, que otro mecanismo, además de la selección natural clásica, tuvo que haber evolucionado para promover conductas tendientes a la cooperación entre individuos de grupos gregarios. De otro modo, la especie no habría sobrevivido hasta nuestros tiempos, dadas las condiciones ecológicas que tuvo que enfrentar, cuya solución residía solamente en escoger la mejor forma de actuar en conformidad con el grupo, pese a un potencial sacrificio individual.

Esta observación disipa muchas afirmaciones realizadas desde la filosofía y la teoría social clásicas, por cuanto la ayuda mutua cooperativa no es concerniente de manera única al ámbito cultural. La forma de vida gregaria implica comunidades simbióticas parcialmente organizadas en torno a metas comunes, cuyo logro implica la adopción de estrategias cooperativas a nivel comportamental. Es decir que, ni el homo economicus, ni

(29)

el estado natural de guerra observado en la formación del Leviatán hobbesiano (Hobbes, 1651/2004) son del todo ciertos para el caso humano. Podríamos decir, que los grupos humanos compiten entre sí para la consecución de sus formas de vida, a nivel biológico y adaptativo; pero cada uno de los individuos no necesariamente está en conflicto o es egoísta con los demás en estado de naturaleza.

Ahora bien, para que los individuos pudieran convivir en grupo, fue necesaria la colaboración de todos a fin de alcanzar la supervivencia. Es decir, que en ciertas situaciones, los individuos tendrían que sacrificarse, en términos de eficacia biológica, por el bienestar total de los individuos del grupo. Ello supuso una nueva función vital para los hombres, que implicó cambios en las conductas observables y por tanto, selección de mecanismos concretos tendientes a la realización de actos cooperativos. Sin embargo, las conductas individuales avocadas al incremento de la eficacia biológica individual, no desaparecieron totalmente con la formación de grupos.

De este modo, los individuos conviven con la necesidad de incrementar su bienestar individual, al tiempo que precisan de cooperar en la vida grupal para alcanzar metas comunes. El problema reside, en que muchas veces estos dos tipos de necesidad se hallan contrapuestos, haciendo que los individuos no sólo actúen de modo egoísta –como supondría la selección natural-, sino que adopten conductas cooperativas dentro de los grupos. Este comportamiento en humanos es particularmente llamativo, debido a que son los únicos primates que viven en comunidades de millones, hecho que ha resultado paradójicamente exitoso en términos de eficacia biológica de los grupos. Este comportamiento tiene un trasfondo evolutivo innegable ya que se ha constituido como una Estrategia Evolutivamente Estable9 para la especie.

Para el presente estudio, se parte de que una vez los organismos evolucionan, también evolucionan comportamientos concretos (mecanismos próximos). De esta forma se tiene una cadena causal de tres enlaces. Primero: el proceso evolutivo; segundo: el mecanismo interno; y tercero: el comportamiento observable (Sober y Wilson, 2002: sección II). Por tal

(30)

razón, el comportamiento se hace posible porque fue biológicamente seleccionado, desarrollando un mecanismo interno motivador.

Así, la evolución de la mente humana, posibilitó la emergencia de comportamientos aprendidos (culturales) que permitieron la modificación intencional10 de ciertas conductas dentro de las sociedades humanas. Los tres mecanismos11 que emergieron con la evolución humana, permitiendo comportamientos cooperativos a gran escala son de carácter cognitivo: el lenguaje, las emociones y el aprendizaje.

De este modo, tanto el egoísmo12, como el altruismo13 entre humanos son, en parte innatos y en parte aprendidos.14 A continuación, se describirá la importancia de la evolución de los tres mecanismos cognitivos enunciados, para dar paso a la explicación de cómo estos interactuaron con el entorno natural en el que se desenvolvieron los individuos en cierta etapa de la historia evolutiva, para convertir a la cooperación en una estrategia evolutiva exitosa, metodizada en la organización política.

1.1.1. Evolución encefálica

La evolución del cerebro humano diferencia al Homo sapiens de las demás especies. La selección hacia un encéfalo grande se dio como resultado de interacciones más complejas entre el ambiente y los individuos, aunque su proceso selectivo no ha sido del todo clarificado15. No obstante, el cerebro se desarrolló hasta los 1400 c.c., con una estructura neurológica compleja que permitió mayor adaptabilidad16, ampliando la capacidad de almacenamiento y procesamiento de datos. Fue así como, el cerebro se desarrolló modularmente como formato innato para la clasificación de información, que al enfrentar diferentes desafíos del ambiente, conjetura soluciones desde experiencias pasadas, estableciendo probabilidades (Cosmides, et al. 1992; Gelperin, 1975; Gigerenzer 2000: 168).

En este sentido, la especie pudo adaptarse fácilmente, tomando datos sensibles de su interacción con el ambiente para producir comportamientos específicos en cada situación particular (Cosmides,

(31)

et al. 1992: 20). Por esta razón, la mente contribuyó a la adaptación social de la especie, ayudando a la discriminación de comportamientos aceptables e inaceptables dentro de la vida en comunidad, generando relaciones interpersonales complejas que involucraban la cooperación. Las capacidades innatas para el lenguaje y el aprendizaje avanzado, modelaron los cursos de acción para resolver problemas de índole individual y social. Dahl (2005: 11-12) asume que la naturaleza nos dotó de un cerebro apto para el desarrollo de procesos cognitivos complejos, donde el ambiente modela la forma de razonar, a través de procesos de aprendizaje (nurture), que pueden llegar a conformar cultura.

Por tanto, las capacidades cognitivas que ayudan a explicar cómo aparece el comportamiento cooperativo en humanos, en especial en grandes grupos, son el lenguaje; la capacidad de aprender; y las emociones, que tienen el poder de cambiar los comportamientos individuales y las preferencias temporales (Elster, 2007: 145-161).

Cuando se hace referencia al desarrollo del lenguaje en los seres humanos, debemos remitirnos al periodo de la evolución de los homínidos denominado Fase Humana Antigua17, en esta comenzó a

aparecer un lenguaje articulado, que permitió relaciones sociales complejas entre los individuos. Se desarrollaron el hemisferio izquierdo, el lóbulo temporal, y las áreas de Wernicke18y De Broca19,

asociadas con el habla, el lenguaje escrito y las capacidades comunicativas. Estas estructuras cerebrales datan de hace 500.000 años, pero el desarrollo mismo del lenguaje se dio hace 100.000 (Kandel, et al. 1997: 679).

El lenguaje se constituyó como forma de pensamiento abstracto20, que evolucionó de acuerdo a las circunstancias que se presentaron en el entorno. El origen de esta habilidad, precisa de la mímica o la imitación de expresiones motoras que emergen de estados mentales determinados21. Este proceso de ensayo y error, se aprende a través de la construcción de identidad o diferenciación dentro de los grupos gregarios (Taussig, 1993. Citado por Martínez, 2009: 46). La abstracción por tanto, corresponde a la asociación de patrones internos de conocimiento frente al mundo exterior.

“El desarrollo del lenguaje es una adaptación a la complejidad de la comunicación humana y del pensamiento; para sobrevivir los patrones motores se deben recordar y adaptarse a esos cambios” (Llinás, 2001: 281).

(32)

Con la creciente complejidad del lenguaje verbal y el surgimiento de las emociones, ocurre la pérdida del pelaje, así como la disminución del arco superciliar que dejó al descubierto la esclerótica de los ojos. El primero de estos cambios, permitió un contacto más directo entre los individuos y con ello, la sensación de afecto se volvió más fuerte; con el segundo cambio, junto con la pérdida del pelaje en la cara, se logró mayor expresividad, lo que permitió poder intuir los estados emocionales, sensaciones y creencias de los otros a través de sus posturas faciales (Teoría de la mente/ leguaje no verbal).Dicho en otras palabras, la capacidad de representar los estados intencionales de otros. (Scheiber, 2007: 53). Por consiguiente para la vida social de los homínidos, esto significó poder distinguir entre individuos confiables y no confiables, por tanto, decidir con quién interactuar.

En consecuencia, el lenguaje contribuyó al establecimiento de normas para el comportamiento individual deseable dentro de los grupos (Scott J. P, 1984: 615), es decir, para intercambiar y comunicar estrategias de juego cooperativo (Dahl, 2005; Rosenberg, Linquist, 2005). Éste también amplió la cantidad de sus receptores, al no necesitar una comunicación cara a cara, sino sólo una consigna lingüística de la idea que se quiere comunicar, de modo que se puede transmitir generacionalmente, como ocurrió con respecto a las normas sociales22 aceptadas y rechazadas

dentro de la vida social de los homínidos (Masters, 1989: 78).

De este modo, la imitación, el lenguaje, el pensamiento simbólico y la cultura son formas de cognición social que emergieron en los primates, no para resolver problemas formales de la política, sino para enfrentar las relaciones íntimas que se establecen diariamente con otros miembros del grupo o “everyday politics” (Schreiber, 2007: 56). Adicionalmente, al ser los homínidos animales que viven en grupo, el lenguaje se desarrolló como estrategia adaptativa que ayudó al aprendizaje23 social acumulado y la creación de la cultura (North, 2005: 27).

Las operaciones mentales que residen bajo la capacidad de aprendizaje individual son flexibles y creativas, de modo, que la mente es vista como una compleja estructura que interpreta activamente, al mismo tiempo que clasifica variadas señales percibidas por los sentidos

(Mantzavinos, et al., 2004: 76). Estas clasificaciones son modelos cognitivos24 que se reafirman, transformándose en creencias; o se rechazan, apelando a la formación de nuevos modelos. En el

(33)

momento en que se forman las creencias, éstas se conectan con un sistema motivacional, generando estímulos a la acción ligados con el afecto.25 Este hecho implica, que un cambio de creencias de manera abrupta sea difícil de lograr26.

Por otro lado, el aprendizaje colectivo se da de tres formas. La primera es a través de la comunicación entre los miembros del grupo con el fin de encontrar la mejor solución posible a un problema determinado.27 La segunda es el aprendizaje colectivo inter-generacional, o en palabras de Mantzavinos, et al. (2004: 76-77) el aprendizaje evolutivo, que consiste en la trasmisión de conocimiento a través del tiempo gracias a la representación simbólica y el lenguaje (Corning, 1971: 335-336). El último tipo de aprendizaje, se refiere al aprendizaje práctico o por imitación, que se logra a través de la observación de los demás miembros del grupo al dar solución a problemas prácticos28. Este último, guarda relación con la evolución de las neuronas espejo, que surgieron con

la competencia entre coaliciones. Éstas tienen la pericia de representar la acción de los otros, es decir, proveen representaciones mentales de las acciones, lo que permite imitar comportamientos (Neuman. et al. 2007: 12; Schreiber, 2007: 56). El aprendizaje colectivo es importante para entender cómo las comunidades cooperaron para la búsqueda de alimento y la protección contra invasores.

Así, el aprendizaje y la memoria son factores que moldean la conducta de los individuos a través de la retroalimentación con el entorno cambiante (Corning, 1971: 335). La intencionalidad29 del

aprendizaje redunda en que la selección se da por parte de los individuos o grupos, y no sólo por efecto del entorno ambiental. Esto determina que en algún punto del proceso evolutivo humano, se haya optado por soluciones adaptativas diseñadas a los problemas de cooperación, que se presentaron cuando las comunidades de individuos pasaron de aproximadamente 150 habitantes, a miles de individuos. Sin embargo, no todas las formas de solución a problemas del entorno son aprendidas. Muchas de las respuestas motoras pertenecen a la naturaleza instintiva, tal es el caso de las emociones primarias (Damasio, A., 1996: 157). Esta situación sucede con el comportamiento cooperativo en grupos pequeños, que puede obedecer a la selección natural (Ver capítulo 2).

1.2. Características genéticas

(34)

Las neurociencias nos permiten ligar comportamientos cooperativos que evolucionaron con los individuos, con respuestas químicas presentes universalmente en los humanos y heredadas genéticamente. Por ello, podríamos asegurar que algunos tipos de comportamiento cooperativo son seleccionados naturalmente. Este documento no profundizará en estos aspectos, pero se enunciarán hallazgos generales en tres categorías que ayudan a entender un poco más el fenómeno de la cooperación que nos concierne.

1.2.1. Castigo a los no cooperadores

Altruistic punishment, (Fehr y Fischbacher, 2005) se denomina al hecho de que algunos individuos que colaboran con los grupos, asuman el costo que implica castigar a los individuos que no contribuyen al alcance de metas colectivas. Este mecanismo de reforzamiento de conducta, ha constituido una pieza importante para explicar cómo evolucionó la cooperación en los seres humanos, puesta a prueba por De Quervain, et al. (2004). En este experimento se utilizaron tomografías por emisión de positrones H230 para examinar las bases neurales del castigo altruista.

El ejercicio consistía en que los individuos tenían la posibilidad de castigar simbólicamente o efectivamente, a los no cooperadores dentro de juegos de interacción. Cuando se presentó el castigo efectivo, el cuerpo estriado31 de los castigadores, que está relacionado con procesos de

recompensa y acciones encaminadas a metas, reaccionó proporcionando placer a estos últimos (De Quervain, et al. 2004).

Con estos hallazgos, se puede establecer que la reacción del cuerpo estriado evolucionó en conjunto con las emociones32, lo que significa que hay tendencia a la selección de comportamientos cooperativos como los más adecuados33, por cuanto brindan satisfacción a los individuos que los ejercen (Casino y Lodge, 2007: 105-106). En este sentido, el desarrollo de esta respuesta cerebral frente a problemas del común, contribuye a la formación de grupos sociales complejos y al establecimiento de coordinación entre las acciones de los individuos. Un mecanismo fisiológico que actúe en pro de la cooperación, asegura que siempre haya individuos dispuestos a reforzar las normas sociales creadas en los grupos, así como los comportamientos adecuados en la vida comunitaria.

(35)

1.2.2. Bases químicas de la generación de confianza

Hay mecanismos que activan la confianza en situaciones sociales, como la reputación y la reciprocidad en interacciones pasadas (Ostrom, 2007: 200). Sin embargo, a nivel cerebral hay sólo una explicación para confiar en los otros, la oxitocina. Este neuropéptido es conocido por promover el comportamiento social, en especial generando acoplamiento con respecto a las normas sociales (Kosfeld, 2007: s44; Schreiber, 2007: 61).

La acción de esta sustancia es conocida por promover comportamientos sociales, lazos afectivos, comportamiento maternal y conducta sexual. Experimentos en animales han demostrado que la oxitocina promueve la aparición de apego social. En humanos, Kosfeld (2005, 2007) ha administrado pequeñas dosis de oxitocina intranasal a individuos que se encuentran jugando el juego de la confianza (Anexo 1). Los hallazgos de estos experimentos comprueban que hay un vínculo entre la confianza que depositan los individuos en el juego y la dosis de oxitocina que era administrada. El experimento contempló la comparación de individuos con suministro de oxitocina y otros sin él. En conclusión, este experimento demuestra que mayores niveles de oxitocina contribuyen a aumentar la confianza y el riesgo en situaciones sociales, en interacción con desconocidos.

Es probable, que esta sustancia haya estado presente en la formación de grupos humanos más grandes y complejos, producto del proceso evolutivo. Ello pudo contribuir a que se lograra cooperación a nivel de estos grupos, en el sentido en que algunos individuos cooperaban de forma unánime con los otros –first movers-, mediante vínculos de confianza, y los receptores pudieron haber respondido a estas acciones mediante reciprocidad (Falk y Fischbacher, 2006). Este proceso pudo haberse mantenido durante buena parte del desarrollo social humano, estableciéndose como un repertorio conductual fijo ante situaciones de orden similar. Sin embargo, cuando se llega a convivir con poblaciones tan grandes como las del Estado actual, es la autoridad y el poder del Estado los que brindan la confianza a los ciudadanos para interactuar con desconocidos en diferentes situaciones, ya que los riesgos y costos se ven minimizados con castigos y premios que imparte el monopolio de la fuerza estatal.

(36)

1.2.3. Genética de la cooperación

Mediante la aplicación de un experimento de Teoría de Juegos en el que también se tomaron muestras de ADN, Knafo, et al. (2007) establecieron la relación que existe entre el comportamiento cooperativo y un gen concreto llamado AVPR1a. Se comprobó que cuando hay variación de este gen, los comportamientos tienden a ser más cooperativos. El AVPR1a codifica un receptor que libera arginina vasopresina en el cerebro; la vasopresina es conocida por su influjo en la creación de vínculos sociales.

1.3. Características antropológicas

En este apartado se pretenden relacionar las variables biológicas anteriormente descritas, con la evolución antropológica y social del hombre, para posteriormente explicar cómo se pudo dar la cooperación en grupos humanos y la creación del Estado. Para este propósito, se clasificará el desarrollo antropológico humano, según la tipología provista por Weber, A. (1991).

1.3.1. Primer hombre: Hombre Neandertal

El hombre neandertal, a pesar de no pertenecer a la línea evolutiva del homo sapiens, comparte muchas de sus características. Este hombre, ya provisto de lenguaje, emociones y aprendizaje, comienza a establecer complejos sistemas sociales que involucran creencias y rituales (Weber, 1991: 18). El neandertal ya tiene conciencia de sí y es capaz de pensar que hay algo similar a él, inmaterial y superior que controla las cosas del mundo. En este sentido, su organización social era jerárquica -macho alfa-34, pero incorporaba elementos místicos acerca de la proveniencia del poder. En este punto, todavía las comunidades neandertales son reducidas poblacionalmente, de modo que mediante las creencias religiosas y el control social, era fácil alcanzar metas comunes.

(37)

Estos conglomerados homínidos se dedicaban a la recolección y la caza, variando de localización de acuerdo a la situación climática. De este modo, al cambiar de localización y de ecosistema, las herramientas que se utilizaban variaban, así como la forma de recolectar los recursos (Weber, A. 1991: 20). Esto es relevante ya que, las difíciles condiciones medioambientales pudieron contribuir a que la cooperación entre los miembros de las comunidades se diera frecuentemente, debido a que permanecer solo, reducía las posibilidades de supervivencia.

1.3.2. Segundo hombre: Homo Sapiens

El Homo sapiens es un individuo social capaz de vivir en grandes conglomerados. Para explicar este fenómeno, es preciso remitirse al periodo comprendido entre finales del Pleistoceno y principios del Holoceno, que abarca la aparición de la agricultura y con ello, el sedentarismo y los sentimientos pro-sociales fuertes.

Para Cosmides, et al. (1992: 49-50), la estructura de la mente humana fue adaptada acorde al modo de vida en el Pleistoceno, ya que con la agricultura, cambiaron las costumbres de las comunidades humanas que habitaban África. Con el aseguramiento de recursos alimenticios estables, las poblaciones de homo sapiens se volvieron sedentarias, desembocando procesos complejos de organización social. Al principio, estos grupos no superaban 100 individuos (Masters, 1989: 153), y estaban constituidos por familias, es decir, que los miembros de estas poblaciones se encontraban emparentados entre sí. De este modo, las interacciones sociales se limitaban a miembros del mismo clan familiar, lo que facilitó la acogida de ciertas costumbres, que con el tiempo, serían importantes en términos de coordinación35 y cooperación del accionar colectivo de estas comunidades.

Los cambios más importantes que implicó la nueva organización social en los clanes humanos se muestran a continuación. Estos eventos son tomados en cuenta por Masters (1989) en su obra The Nature of Politics, para explicar las condiciones que se debieron cumplir para la cooperación en grupos grandes y el surgimiento del Estado como forma de organización social (Ver capítulo 2).

Figure

Cuadro 1. Comparación de medidas utilizadas generalmente para evaluar el miedo en animales y las utilizadas en DSM-III* para evaluar la ansiedad generalizada en humanos
Tabla 1. Ilustración de Masters (1989) de los tipos de comportamiento según
Cuadro 1. Comparación de medidas utilizadas generalmente para evaluar el miedo en animales y las utilizadas en DSM-III* para evaluar la ansiedad generalizada en humanos
Cuadro 2. Coeficientes de parentesco (r) entre pares de parientes en humanos y hymenoptera
+2

Referencias

Documento similar

If certification of devices under the MDR has not been finalised before expiry of the Directive’s certificate, and where the device does not present an unacceptable risk to health

In addition to the requirements set out in Chapter VII MDR, also other MDR requirements should apply to ‘legacy devices’, provided that those requirements

The notified body that issued the AIMDD or MDD certificate may confirm in writing (after having reviewed manufacturer’s description of the (proposed) change) that the

Products Management Services (PMS) - Implementation of International Organization for Standardization (ISO) standards for the identification of medicinal products (IDMP) in

Products Management Services (PMS) - Implementation of International Organization for Standardization (ISO) standards for the identification of medicinal products (IDMP) in

This section provides guidance with examples on encoding medicinal product packaging information, together with the relationship between Pack Size, Package Item (container)

Package Item (Container) Type : Vial (100000073563) Quantity Operator: equal to (100000000049) Package Item (Container) Quantity : 1 Material : Glass type I (200000003204)

b) El Tribunal Constitucional se encuadra dentro de una organiza- ción jurídico constitucional que asume la supremacía de los dere- chos fundamentales y que reconoce la separación