• No se han encontrado resultados

¿Es todavía necesaria la amputación en el osteosarcoma?

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "¿Es todavía necesaria la amputación en el osteosarcoma?"

Copied!
11
0
0

Texto completo

(1)

¿Es todavía necesaria la amputación en el osteosarcoma?

M. San Jullán, J. A. Cara, J. Cañadell

Dpto. Cirugía Ortopédica y Traumatología.

Clínica Univemtada Facultad de Medicina. Universidad de Navarra

RESUMEN: El objetivo de este estudio es valorar el pronóstico a largo plazo de una serie de pacientes tratados en el mismo hospital con un protocolo homo- géneo, incluyendo la cirugía conservadora del miem- bro independientemente de su estadio. Se revisaron 11 5 pacientes consecutivos afectos de osteosarcoma, que recibieron el protocolo de tratamiento completo en la Clínica Universitaria de Navarra entre los años 1981 y 1996. El seguimiento medio fue de 86 (24- 228) meses. El protocolo de tratamiento incluyó qui- mioterapia neoadjuvante intraatterial, cirugía conser- vadora del miembro y quimioterapia adjuvante. Las variables pronósticas fueron identificadas a priori de acuerdo con los trabajos previamente publicados y nuestra propia experiencia, y se realizó el estudio estadístico de las mismas. La supervivencia actuarial (Kaplan Meier) se sitúa en el 77,3976 a los 5 años, y en el 73,1370 a los 10 años. Nueve pacientes (7,8%) presentaron recidiva local. Todos ellos fueron malos respondedores,) a la quimioterapia neoadjuvante (p=0,0038). El subtipo histoiógico condroblástico res- pondió peor a la quimioterapia (p=0,18) que el osteoblástico, y tuvo una mayor incidencia de recidivas locales y de metástasis pulmonares. Los autores pien- san que la amputación como primer tratamiento qui- rúrgico en el osteosarcoma no está justificada, basa- dos en criterios oncoiógicos.

SUMMARE The aim of this study is to estimate the long-term prognosis of a series of patients treated in the same hospital with an homogeneous therapeutic protocol inciuding limb saivage, regardless of their staging. One hundred and fifteen consecutivepatients with osteosarcoma who received their entire treatment at the University Clinic of Navarra between 1981 and 1996 were reviewed. The mean follow-up was 86 (24- 228) months. Protocoi of treatment inciuded neoad- juvant intraarteriai chemotherapy, limbsalvage surgery

-

155 -

and adjuvant chemotherapy. The prognostic variables

were identified a priori on the basis of previously

published work and our own clinical experience, and statistical analysis was performed. Actuarial survival

(Kaplan-Meier) was 77,39% after5 years and 73,13% after 10 years. Nine patients (7.8%) presented local recurrence. All of them were bad responders to preoperative treatment (p=0.0038). Chondroblastic

histologic subtype responded worse (p=0.018) to treatment than the osteoblastic subtype, and had a

higher incidence of pulmonary metastases and local recurrence. The authors believe that straight forward

amputation based on oncological criteria is not justified

in the treatment of osteosarcomas.

Palabras clave

Osteosarcoma, factores pronósticos, cirugía conser- vadora.

Key words

Osteosarcoma, prognostic factors, limb salvage

Introducción

El osteosarcoma es un tumor relativamente raro (2-3 casos nuevos al año por millón de habitantes). A pesar dc los grandes avances en el diagnústico y tratamiento de estos minores, también en el area de la biología molecular, sigue existiendo controvasia en lo que tes- pecta a los factores que pueden influir en el pionósti- co de estos sarcomas Los principales factores pronós- ticos que han sido discutidos en la Literatura son la edad de presentación

(6,

20, 37, 50, 53, 541, el sexo (31, 34, 50, 53, 541, la localización (6, 8, 9, 20, 31, 33, 34, 37, 50, 53-55, 59); el tamaño tuinoral(8,40, 50, 53- 55, 591, la duración de los síntomas (6, 21, 24, 35, 40, 53-55); el subtipo histológico

(6,

12, 27, 33, 53, 55, 57,

(2)

58); el estadío (27, 29, 531 y la respuesta a la quimiote- ixpia C20, 27, 47, 59). Todos estos Factores han tenido

además tina clara influencia sobre las posibilidades de conservar Iri extremidad en la que asienta el tumor en la mayorfa de los centros con experiencia. Si hace 20- 25 años el traamiento habitual era la amputación del mtembm sin consegur salvar la vida del enfermo, hoy en

d5a

en casi todas los centios con experiencia en esta patología se practican cinigía.~ que pretenden con- servar la exnemidad sin incidir en las posibilidades de curación, coh una tasa de $&os Francamente elevada. Este cambio en la estrategia terapéuti~w se ha desairo- Uado de una manera gradual en casi todos los centtos del mundo, con excepción del nuestro, en el que se produjo de una manera radical na& más conocer la eficacia que el tratamiento quimfoterápico tenia y tiene en el osteosarcoma. Por este motivo, queremos ahora exponer los resultados a larga phto de una serie de pacientes tratados en el mimo hospital, con un proto- colo homogéneo incluyendo la comervación del mem- bro independientemente del estadfo tumoral, edad, localización, ramaño, subtipo Iiistalógico, fractura pa- tológica, etc.

Pacientes y m6todos

Entre Abril-81 y Diciembre-96,154 pacientes afectos de osteosaX:oma f u e r ~ 1 vistos en nuestro Departamen- to. En este estudio se excluyeran aquellos casos que únicamente vinieron a preguntar nuestra opinión (12 casos), o sólo acudieron tras la aparición de complica- ciones (metástasis, recidiva, infección, etc) después de haber sido tratados en ot~os ceutrw (27 casos). Por tanto, se incluyen los 115 pacientes que fueron trata- dos completamente en nuestro cemro d d e d diag- niwtico de su enfermedad con un sepimiento mayor de 2 afim E1 seguimiento medio fue de $6 meses (rahgo. 2&2%j

Los subtípos histológicos fueron: Osreoblástico 72 casos, condrobláslico 22 casas, fibivbtástico 11 casos, teiangiectásico 9 casos y &lulaa pequdas 1 caso. En 69 casos se realizó la biopsia en otro centro (66 a cielo abieao) y en 46 casos la biopsia se realttó en n u e m centro (44 a de10 cerrado],

El protocolo de trafaniiento seguido en la Glhica Universitaria de Navarra se ey\one en la Tabla 1. La respuesta a la químioterdpi* neoadjuvante se realizó de acuerdo a la escala de Maviiglt considerando como buena rer;puestit una necrosis superior al 9096 de la masa tumoral, estudiada al menos en 15-20 bloques

La longitud media del hueso lesecado fue de 1'1 cal

- . -

11 RWMEDUNIV NAVARRAIVOL.4, V4,lW,lB25

(rango. 6-42). En 38 cxsos se realizó la r e c o m ~ c c i ó n con injertos intercalaes, en 37 se uuliz6 compuestos

(3)

--

Tabla II

to se realizó una resecudn maxginal pasa conservar la arlib111auÓn cercana al turnos. Respecro a 10% cqsas con márgenes containinfidos, las biopsias f>ieopeialorías mostravon tumor en algún mrgen, y así, aunque en el astiultia hPctok5gico definitivo

i

m

Se pudo cm~si~tar la praencia de turno? en los rnáigenes, fueion consrde- rndos como cont~minado.~.

Durante el primer año, se d ~ z a x ~ i controles men- suales de lvs padentm (en cada ingreso pan quimio- terapia). El segundo año cada 3 meses, posteriormente cada 6 nmm

y a paair del quin«> a*,

controles anu- l e .

Para el estudio esra&si~co se consideró tiempo *cero" el mamemo de la bioprita. Calculamos

la

supeNi~&a actuarial de acuerdo con el m M o de ICaplm-Mefer

002. Las vaiiabtes estudiadas fueron: edad, sexo, loca- lización, tamaño tumoral, subtipo hi5ml&ico, fractura patológica al dtagpóstiro, respuehta

a

la quimioterapia neoadjuwsinte, tipo de biopsia (abieipd o carada1 i)y margcnes quirúrgicos Se utilizó una Tabla de Contin- gencia para el d u d i n esta&co.

Resultados

Rwpuesta a

Ist

Qu1mIiotcruphz neoa&~wairta

En 71 c3cosae obtuvo una necrods aupe+ior al 90%

y tW 44 la ne~rosis fue menor del

M%.

La Tabiki 11

muestia la respuesta d tratamiento de acuerdo al subripo histológico.

El osteosamma mdroblástico (el segundo su1Xipo más fi~cilente después del osteoblásticd leapondi6 peor (p=0,018) al lratanuenta que el osteoblástiw. 14R

superior Cp=0,0038j en el grupo de malos respon- dectoresn (necrosis ínfenot al 90%). Sin embaigw, no se encontró relación entre el glzdo de nesrosis y la su- pendvencia o la po,$bili&tl de aparición d e metástasis puimonaiw.

No se encontraron difeicncias estadisticamente sig- nifitativas en lo que se refiere a la rrspuesta al trata- miento con la edad, sexo, tarnaao o locotliación del tumor

Secpervtvencdfl

Mintin~reve de. las 115 pacientes murieron. Las cau- sas del fallecimiento fueron: progreuián de la edwme- dad en 24 casos, toxicidad del ti~tarniento en 3 casos Cxpsis? y leucemia en 2. La Fig. 1 muestra ta supeivi- vencia actualial de acuerdo al

rn&fA@

de Eaplan-Meier que se si& en el 7739% a k m

5

años y en el 73,13% a los 10 aBos. Los pacientes mayoles de 20 arias tuvie- ron un pronóstico dkccetametite mejor, pero

la

dífe- le& no fue significativa

Metdstasis

Cuarenta y un pacientes presentaron met8smsis pulmonares 11 al &agnóstico, 4 durante el mtamim- to [m un pronóstico fatal en los 4 casos) y 26 des- p u b del tratamiento. Cabe seiialar que 2 de estm pa- cientes ~1,7%) presentaron met8stasis pulmornies a los 9 y 10 años de seguimiento mientras qne el resto las presentaron en los primeros 3 afi09 tras fhaltzar el Ea- tamiento. En 35 paciente se relitaron taracotomías, y L4 de ellos @4%1 eswn vivos con una media de mgui- miento de 91 meses. El subtlpo histolágico condro- blástica mostró una rnaysr pmpensión a presemar nlet&ütasis pulmonares (Tabl~ DI), con una peor super- vivencia a pesar de las toracotomías reslitadas

Once pacientes C9,5%1 ph-xnmtonmetástasia 6seas

En S de ellos Fueron únlcas y se resecarun. De

estos,

3 estan vivas y libres de enfermedad con un segurnien- to entre 2 y

6

años despub de la resección de las metástasis. Los oeos 6 pacientes, presentaron metáska- sts ó6ea.5 como estadio final de su enfermedad, junto

con nztásesis pulmonares, y no se i d i z ó la reaec- c~ón.

Tim pacientes (2,6%1 presentaron metástasis ganglionares, 1 de los cuales catá vivo trds La remción

-

(4)

i,Esto&vla necesaria la amputaci6nanal OPtaonslGoma? M. San JuliBn,J.A. Cara,J.~aiiadel)

Fig. 1

100

SUPE;RmNCIA

ACTUARIAL

90

80

70

.

60

.*

2

g

50

E

&

40

E

30

20

10

o

O

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

años

-

#A

osteoblástico

-

global

1

condroblástico

Supervivencia attuarial (Kapkin-Meier] en osteoourcoma. Protocolo C.U.N.

Tablo III

/

cki

Ias gmg1ias afectos

hace p

5 a&$. Ouo falleci6 y

s

l

ram

sst6 aiof aero

m

an&etm&@ dise&%&.

-

-

lrps msoa 1s

bi-a

bbía realíado a dela

a e n ~

na Het. pulm,

ea

etm

mnm- La,

mcidtvs

b e

m$s fi:ecyenh

e n

d

slttni1-10 can&&Um h b l a \fl. aeiraia

d ~ ~ & z

no

(5)

con una media d e seguimiento de 97 meses (60-173). La Tabla VI muestia el pianóstico de acueido con la respuesta al tiatamiento neoadjuvante.

afecta cid?^

f i s d a ex ~rdlios

Henios estudiado también la posible afectación fisaria por el tumor en funcióii del subtipo histológico, en los casos de osteosarcoma localizados en la meráfisis de liuesos en ciecimiento En nuestra seiie, la fisis estaba atravesada por el tumor en el 53% de los casos, pelo no encontramos difeiencias significativas entre el subtipo condrwblistico y los otras subtipos de osteo- sarcvnla

Tabla V

Discusión

Hemos estudiado los factores que pueden tener va- lor pronóstico en una serie homogénea de pacientes que abaica 15 años de expeiiencia. La serie incluye 115 pacientes, ton una media de seguimiento superior a 7 años. No hay en esta seiie ningún caso de pérdida de seguimiento (incluidos los casos de iecid~va local

o

metástasis). Pensamos que el número de pacientes y el tiempo de seguimiento es más que suficiente pala rea- lizar estudios estadísucos y sacar conclusiones válidas. Las caracteiísticas de la serie son similares a las pu- blicadas (9, 11, 12, 18, 20, 21, 27, 32, 34,37,50, 56, 591, con excepción de la escasez de localizaciones axiales y la disminución dc casos en los últimos años de la serie, lo cual hace que la media de seguimiento sea muy alta Csupei~or a los 7 años) Esto puede estar en relación con el heclio de que la mayoríii de o r o s pa- cientes acudieron a nuestro hospital solicitando la con-

Subtipo histoiógico . Recidivas %

TOTAL

tumores malignos no se realizaba Iiasia hace bien po- cos anos en la niayoría de los centros, con excepción del nuestro. Conio se ha mencionado en la introduc- ción, actualmente son muchos los cenhos que practi- can cvugías ~onsenradoias (dentro de poco habrzí más Ceiitios que pacientes, pilesto que es una patología niuy infrecuente1 Fa ciinoso observar cómo autoies que dudaban hace Linos años de la veracidad de los resuliados presentados con conseivación de la extse iiiidsd alardeen hoy de ser ~conservadoirs a u l t r a n ~ a ~ ,

(6)

- p .

o afirmen que los criterios de quienes aconiejaliotn amputar en deterininadas situaciones <tuiiioies extracompaittmetnales, fiactur%s patológicas, pauen- tes muy j&venes, etc.) han cambiado, cxando lo único que no h.4 cambiada a la actrtud de quienes desde el principio 5e mrrpefiaront, en no amputar a nadie.

S610 en uno de los 115 casos (O,8%) se realizó la amputrición como primer tratamiento qiiiriírgico, y no par inzones oncológicab sino funcionales. Esta es pro- bablemente la ptiniesa publicación con tan alto poi- centaje de conservación de extremidad en sarcomas Oseos y ran larga quimiento. 1-Iernos tratado de sal- v a el máximo número posible de ex~ren~idades El ra- mano del hInlOS, la h c u r a patolbgica al diagnóstico, la edad del paciente, etc. nunca han sido pai-n nusotros un motivu para la amputación desde 1981 CFig 2). En otras grandes ser&, el porcmtaje de c~nse1~aci61i de la extremidad en sarcomas óseos vaiia entre el 38% C451 y el 85% (3) y las tasas másaltas lran sido publica- das reoientetnente y cun un seguiniienta coito. La su- plrivmcia de esros pacienres disminuye cuando apa- recen ipeiistasis o fecidiva local En la Literanira la recidiva local varia entre un 5 y un 16% en la mayoría de los estudios 619, 44, 46,

529

En nuestia seríe, la incidencia ha sido del 7%, cifra qiie consideramos alta, aunque no mayor que la de otras series en las que se

amputaran inuchas nlas exmidades. Además, tani- biEn hemos tenido oportunidad de tratar pacientes que aeudtmon a nuestro centrQ trm detecttarse una xecidiva local despiles de haber amputado la extremidtid en otro centro, .o incluso después de la desarrimlaciion. Pensamos que la baja incidencia de recidiva3 Iacalez en nuestra serie a pesar de la gran cantidad de mseccionirs con milrgenes teóricamente inadecnados, puede estar Yn relación con la 81cacla de la qiriniiott- rapta inrraatíerial, que no se us?t en la mayorfa ¿le los centros. Cnbría preguntarse qné hul>iera pasado si se hiibieinn amputado más piernas en esta n~fana $e& ¿sería mayor la supe~lrivencía? Es una c~iestiún que nunw podremos contestar. Pero hay una cosa claia otras serim m n mayore.. tasas de ampubdonm no tie- nen una &upet~i%iencia mejor, Recientemente han sur gido tambgn publicacionec (11

en

las que be resala

que la iecidiva local no necesarianiente disminuye la sirperuivenm en el osteosarconla

Ea supervivencia actuai'al se &¡&a en el 77,3988 a los 5 años y en el 73,13% a las 10 atios, ligemmente supe-

i%r a las referidas en la Liteiatura (3,11,20, 21, %, @, 46). Eri re~ktableel hecho de que, a diferencia de otros cánceres humanos, es miir iWfrecuekte la progresidn

-- --

de la enfermedad pasados los 5 primeros anos Al@-

nvs ~xibzns falleciefon dcspu-55, pero ya er~asnaban.

metistasj6; de los primeros anos poss-di.d@oStir:o. En toda la scrte, can una media de segitimiento superior a los 7 afibs, iinicamente 2 casos (1,7%) presentaion me- tastasis pulmonaies a los .] y 10 alias de Seguimienro, dspu8s de haber estado libres de enfermedad todo ese periodo de tiempo.

La mayor& de los autores no han encontmdo que la supervivencia de estos pacientes disniinuya por con- sernar la exti"emidad C2, 11, 46, 52) La muerle hdbi- tualmente ocuii-e por p r o p s ~ ó n de la enfermedad, aun- que hay también algunas casos atribuiMles a la toxici- daddel -miento, en los piimesos años de rcxperi~n- cia. En otras mes, la muerte por hcnicidad vairid entiv un 1% y un 5%.

La i-espuesta del tumor a la quimiritel'apia es quiz6 el factor que ha re&& d s atención en la Literatura, y el aspecto en el que hay nlás consenso

a,

5, 9, 23, 28,31,33,43,47,4$, 5 0 : una necrosis superior al 9P8

es un factor de buen ptunóstica: En nuestra serie hay relación entre un giadu pobre de necrasis y las posibi- lidades de recidiva [ocal. El problema está en que la rarptxsta al tratamiento neaadjuvante no se puede &re-

desir antes de Ia operación. Hasta cierto pinto, es lógi- co que si la respuesta al tralamiento es buena, el riezgo de rendiva sea mínimo puesto que, annque qu&n c&liilas nimorales en el leeho quirúrgico, pxhablemente ser& células necdticas. En nuestps m e , la ieddiva local tiene a d d s relación can el tipo de biopsia. Al igual que otros muchos autores 1;1,7, 15,16,36,42,49) preferimos poi este inotivo la b~ep$ia por punción.

Ei subtipo Iiistol6gico es otro de los factams intae- antes de e s e estudio. En nuestra mie (mmo

en otras

[3, 4511 el subtipo urndtoblástico peqenrti los peofes resultados en cuahto a respuesta al tratamiento, red&- va local, lnetásta&s y siiperuivenck O w s esnidlos concluyen que el ostewarcwna parastal presenta buen prontiüco ES. 57, 58) mientras que el pian6strfo es peor @n el tebngiectdaico C12). Sin embargo, estudios mis tenentes atitbuyen al osceosazeoma tclangiectisico un pmn6strco sin~ilar al clásico osre«bl~%stim (41).

(7)

Fig. 2

b) TAC del mismo caso, marirando la gran desfrud&n ósea y el mmponente de partes blandas.

IY

-

-

a) Osleobarrome de f h u r de gran tamaiío, mn fraciura pn1afógica en un niño de 8 años. Ni b edad de

presentacbn, ni la presencia de una fractura paielbgica, ni el tamaño del iumor, d w carácter

eJttroeomporiimentaI, fueron motiva6 para la ampuiacih

en eíKi serie desde 198 1.

c) Pieza de resección, después de recibir 3 ciclos de

quimiaterapia noadjuvante.

(8)

d) ReaonstrufOÓn de la extremidad con un doinierto

osteaarticular.

e] Posteriormente esie pariente requirió 2 elongationes

para wrr* la &mefria. Hun pascsdo 1 1 años y el

paciente e& vivo, libre de entermedad y conserva N

pierna

plásím difícilmente podrán achi-dr en un tqído tumoral

mal vascular~zado. Cuando en un osteosarcoma coin-

wien areas condmblásticas y áreas osteoblásti~as~ es

frecuente ~ b ~ e i ~ * d s wn alto grado

de

necfasis en las zonas oste~bIástícas y el fenómeno contiario en las

condioblásücas.

Henloa querido estiidiar tambi@n si el efecto barrera

de la fisis al paso del tutnm era distinto en función del subripo hcstBlógico de osteosarcama en los caso6 de IucalrzacoSn mstafisaria en ninos, A %fe respecto, no

hemos encontrado diferencias entre el subtipo

(9)

to, en nuestra opini6n el wbtipo condrobl~stico no es e n sí mismo más agiesivo que el resto, sino que es más

resistente al trammienm, prohhlemente e n relación con la ausencia de vdscularizadón del tejido caitilaginoso

ya mencionada. Esta teolía también se v e reforzada por el hecho de que tumores como el condiosarcoma son res~itentes al trardmiento guimiotefápieo

Recientemente s e ha publicado que la expresión de glicoprotefna-P cs un factur d e mal pronóstico e n el ostemarcoma, que se obsewa aproximadamente en un tercio d e los osteosarcomas que son malos respon- dedores a la quimioterapia (4). Sería interesante cono- cer si el subtipo condroblástico tiene una mayor inci- denua de expresión de glicoproteína-P.

Basados e n nuestra experiencda podemos concluir que

1. La amputación como primer U~tamiento quirúrgi-

1 Abudu A, Sfempom~ NK, Tilman

RM, Cílrrer SR and Grimer

H.

The snrgical treatment and outcome of psthaiogical fractures in lacalieed osteosarcoma J Bone Joint Surg CB), 1996; 78 B: 694698.

2. Annllo Sana Cdfiadell J @ds) Bm- eo de hueso5 y de otro's tejidos del sis- tema músmla-esquelético EUNSA. Pamplana, 1989.

3. B a d G, Pica P, Pqnattt G et al NToadju~nt chemothriapy for nonme-

tastmc osteoraicom of &e reemities Cih Ortiiop, 1991; 270: 87-97.

4.Baldmí N, SEorland I<, Bannanti- Rodano

F

et al. Expression of P-

Giycopratem in hrgh grade osteosar- comas in reiatian tci elirnical outcarne. N Engl J Mrd, 1995; 333 1WD-1385

5 BelI RS, O'Connor G, U d DF and Jawb J. The e k t of doxombicin on local recurience rafe following margi- nal resection in tl~e MGH-OGS murlne osteosarcoms. Chir Organi Mov, 1989; 75 CSnppl 1): 67-73

&San Jullin, J.A. Car8.J. Caliadell

co en el osteosarcoma n a esrá jusuficada desde el pun- to de vista oncológico.

2 . El subtipo hrstolírgico condioblástm fesponde peoi al hxtamiento quimioterápiw que otios subtipos y tiene una mayor incidencia de recidivas locales y a distancia. Por lo tanto, e s en símismo un factor de mal

pron6stico.

Agradecimientos

A los doctores J. D. Aquerma y J. 1. Bilbao, del Dpto. d e Radiologla d e

la

Clínica Universitaria de Navanrt, por su incondicional apoyo e n e l estudio por imagen y tratamiento tntraa'terid d e estos pacientes.

A los doctores Siei~asesúmaga y Brugarolas de los aepattamentos de Pediatria y Oncologla de la Clínica Universitaria de Navarra, por su dedicación a estos pacientes y su Fe e n las posibilidades d e conseivación de la extremidad en ellos.

et al Prognostic factors tn osteosarcoma A regression anaiys~s Cancer, 1%8; 62: 194202

7 Boriani S, Rup&eri P andSudanese A. La biopsia Consideiszlone sulla tecmco chini'g~ca dedotte da 749 CASI di tumore obbeo Oiorn Ital Ortop Traum, 1984;

l o

4W.

8. Brostrom LA, Stiander H a d Nilsonne U. Sumival in asteosnrcoma in selation to tumor size and location Clm Orthop, 1982; 167. 250-254

9. Campanacci % Bacu G, Bntoai F et al The treatment of ostensarcoma of the extremities: Twentg year's expenence at the Ibtituto Ortopedico Kizzoli. Fancer, 1981; 48: 1569.1581,

10. GiiiadellJ, ForiiolF and Cai-a JA. Removal of metaphyseal bone tumours with preservation of tht: cpiphysh. Physeal distrnction bofore excision. J Bonejaint S-, 1994; 76Ba 127-132

11. Caiter SR, Grimer RJ and Sneath RS. A review of 13 years' experiewe oi osteosaiamia Clln Orthop. 199;); 270: 45-51

12 Dahtin DC aad Unru Osteo- sarcomll of the bone and its importani iem@abtevaimie. Am J Surg Pathol,

N 1977; 1. 61-72.

13. Davis AM, Bell R5 and Gooclw~n RJ. P t q m m c farhxs m osteosarcpma. A critica1 review. J Ciin Oncol, 1994; 12: 423431.

14. Ennelíing WF, Spanier SS and Goodman M. A system for the surgical staging of musculoskelefal saltomas. C h Oifhap, 1980, 1%. 106.

15 Fraser-Hill M and Kenfew D. Peicutaneous needle biopsy ofmuscu-

lodeletal lesionp Effectrre accuracy and diagnasüc utüity. AJR, 1992, 158. 809 812

Hilhcnrath P. Percutaneous needle hiomv of mm~doukeletal lesions -si-

(10)

c d i n a t i a n s and sarly propilykctic lungmacliauon. C a n a , l9kXSS,Z1.1304-

1 3 ~ 6

18. Citalis S. Limb salvage for apndieulas tiiniorc CuMent Qpinlon in arihopaedlrs, 1991; 2, t311-81ti,

19. Claseí 198, Phil M sud Lane JM stage IrB oszeogenic sarcama Clin Offhop, 1992, 270: 2949.

20. G l m r DB, LaneFr, Hwos AG,

Mercove RC and Rosni G. Suiviml, progn0Sis 2nd thezapeutk IZSpOSe IIi

osteoaeqic mreoniii: The Memorial Hospital Exprricnce. Cancel, 1992; 6% 69%rn.

22 Cioarin A, P&rez-Atayde A, Cebhai.dt M et al W d y Mgh dase methottexate and doxorubirin for osteosarcoma. ?lie Dana Faiber C a e

m i t d b e Ctiiidi~n Hospital Smdy

m.

J Ciin Oncol, 1366; 5. 1778-1184.

23, C.uriin AM and Anderson

R.

Experience with multiagent chemo- tlrerapy for osteoaar<:omd. clin O&op, 1992; 270. 22-28

25. G mRJ and UaTm SR Surgid recliniqucs for rhe m e nofbone ~ ~ tumor@ Cunent Opinion in Ortho-

p*, 19%; 3. mX.O2.

26 I k d ~ e l S and Soiheini O. ?'he pmgndhixin ostemrnsaia. NomegBn naaonal data Ganees, 12811 48: 1719- 1723.

1

27. Hildaon M, Jaffe h.lR,J'&e N, et

al. Pediatric osteorarcwna. Thempeuhe srraregh. I P C ~ ~ E and piognas& Famis

derivrd from a 10.yeai expience. J

Clin Dacol, lW8; 8' l W l W 7

28. Jdffe N, Rciymai%ti M, Apla A, et al. Bffmt of eumiitative courbes of intilia-ial cisdlainmine-dichIo~@ann- Uon tlie pfbury iumw in rrste45Í<tcmu. Can- 1$N%; 63: 63.

29. Jaffe N, Speais R, EfteMuri F rt

al. Patliologic fracture in astewarcom: Lmpact of rhemotk~apy on primmy tumor and sumirdl Cancer, 1487; 59.

7010109.

30. Kaplan EL and Meier P Non-

1

31 á r a h M, ErpeI 1, Makley J er al

A mndomaed síudy campaing higli doae n~rthuUuUite witli modemedace methoneate as sompments of ad- yuvant chetnatherapy in childlioo<l nonmetastaric osteoramsma. A ieport

fmm tl'e d~ildken cancer snidy grwp. Med Pedka' OncoL118J; 15: 69-77.

32, FLropeJ D, Schiller C, Ritrir'hl P, Salzer-Kuntschik M and 1- R. TI172

mnshement ofHn OstwSi1ttoma. ClBn Drthop, 1991; 270: 46-44,

55 Lai%ann SE, Lomrzon R, W r e

H and Boqui3t L. Oateasaiwma: A multrfactarisl clinisal nnd hititcpata- logical study with speciai regsrd tci thei~py and suvical Ada Orthop San, 1978; 49: 571-581

34. Lockshin M and Higahe 1. Pr6gnüCis in os€eogcnic ilammii Clin D r b p , 196& 5% BFIÚ1.

35. NIakley JT, ámilo M, E& IP et al The ielation.&~p of m h u s zspects of surgical nlanagemeni to outcome in

childhoa<l nonmetm@tic o ~ r c < ~ : A repor1 irom tlre Childien's Can~er

Study GTOII~. J Pdiatr Sur$, 1988, 23: 146.L51.

36 Mankin HJ, Lan@ T9r and Spaniei~ l%e ha~ard8 Of bhpbJ in paua~ts wldi nulignant priiiiaiy hone and 60ft Ubue ttunars, j Bone JOlntSu1~,

rfi.

1131-1129.

37. Mamve RC, hIke U, Ekajsk JV,

Levm AG and Iiuttei KV¡? Otiteognic sarcoma unda tlie age of 21. A ieview

wf 145 pfeupentive cases. J LfnneJoinl Su$, 1970; 528 411.

38. Marden ?'\Y, Stephena FO, McCarthy SW and Feriari AM. IIB Osreosarcm, the Australian expe-

ir en c.(^. Ciin Orthop, 1%1,270 113-119.

B.

Mavligit FM, Benpmrn R, Patts Y 2 et al. in~aarterial ri5platinum for patinits with inoperable skelemlhuixm Cancer, 1981; 48, 1-4

40. M c K w R, Schwinn G, Soong

K et al Samfiata of oukmgenic series

an analy,& of 552 ases. J EWne Joint Surg, 1966,48B. 1-26

41. Meiuak TR, Unni ICK, Prit&ard DJ and McLeorl RA Telangicctatic h~mrsaicoma. Glin Qrtliop, 1992; 7Q

135 159.

42. Meyer 1 and Mom M Tunmur axistence in piwious biopsy tmct and slce asseen after defrnitive ieseaion nf E& dssue and bmy tumais. iV m e -

ting e€ Ekiropean MI1sc~Io~ke1etal Gncoiogy Socieiy, Bnmngham, 1B;T1.

43 Meyeni PA, I-leller G, Healey J rt al chemothempy fcx non-m~&static o b t ~ ? g e n k sarcoma: The Memmial Slaan Kettming Experience. J Cliii

Oncd, 1992; 10. 15.

44. Oguhara Y, Sudo A, rujinami S,

Sato K and Miura T. Gurrent mana gm~mt, local managanmt, and sumival xattstib.; af high-gráde oslensamma. Ciin OiThop, 1991; 270: 72-78

45 Petrdli M, Gentil FC, Epelnian S

et al. Inc~eassed sumival, limb piem vatiun, and prugnvslic factor6 fa

octeomcoma. Cilnm, 19FM; & 733.

46. Fetrilli S, Renna V, Lopeb A* Figiieiredo BITA nnd Gentil F. IIB dsteosarcoms, &e Lieao Paulo, R$azil experience Clin Cmlmp, lB1: 270 6&

6 á

(11)

tffect, A prognostic factor. S e m S i a p

Patiimi, 1987, 4. 212.2%

48 Rosen C, M n r c m F,G Capacm

U et u1 Pnmary<~\tmgmic sarcunw The rntionale forpi eopentive ehanathe~'apy and dclaycd surgery Canee~, 1979,43.

2163.

siai si hiopxla abierta. XXVI ~nng~cP*O SECO'I; Madrid, 1989.

50. SCraton P, Decirco F, mtten A el sL P q p m t i c . fnrtots in \Clsteq%itnrna. A ievíew of 20 yeais e x p e ~ f e n ~ e at tlie Iiniveraity of l'ittshrwgh Hralth Center Haspitals Qncer, 197536: 2179-2>-2191,

51 Simasaúnraga L, Antillón F and t t i ~ d e i i J. Tieatment uf osteossicoma: Protmal, rlescrrpcion, applications and

¿Estn4avIsnece$plta Iaamp~ddci4nan el ~ s t e o s g r c o ~ M.SmJeT6n, J.A. Cm, J. Me&Il

resulta. In: CaiiaddlJ, Siemwdrnaga L, CdlvO P a n d G a n o t a C CEds). "Tralmwt 01 nialignant h m e t~in~drx in childien snd adalacentsu Pamplona. Se~vicio de Prihlicdriones de la Unrver sidad de Netvdria, 1991. 157-159.

52 Sirnan MA Lirnb salvahe f a Cksteosaieoma tn tlie 1980's. Clin

53 Taylw WI: IvinsJC, Dahiin VC, Edmz>nson JII 2nd Piitchard DJ T~entlr s n d vaiiability in burvivai fruni osteosarcqum. Mayo «in &m, 197% 53. 695-700.

54. Tayloi I v m J C , I'ntcl~ard DJ

Trcnds and vanabrlity insliiuival drnong patlenrs wtth osreo.xacroma A 7-y-ye-ar updare. blayu Clm PIW, 1985, 60: 91-

1W

-

55. Taylnr W, tvins JC, U m i la, et al. Piognustie vaiiables in 84Leüszmrna

A nlulti~nitituti~ml study J Natl Cancer

Insl, 1989. 81. 21-30

56. Trspeznikov K and h r a s J a n o v AT IIB Osreosarcama. t h e URRS

e q m k n c e . gin Orrhop, 1!%71;27U: 107-

iia

58. Unni iC, Dahlin D, B6about J et al. Pdiosteal asteogenie aarcoma Canicet, 1976.

37;

2466-2475.

59. Winkler If, Benson G, Xow A et al. Neolidjuvant chemotherapy FUI osteogenic sarcoma. Results of y.

ci,opei;ltive GernwdAusnian study J Clin Oncol, 1984, 2. 617-624

Escuela Profesional de Medicina Interna

Clínica Univwsitaria.Facultad de Medicina

X

Curso de Actualizacion en Medicina Interna

Febrero a diciembre del año

2000

El programa se desarrollará los lunes de cada se- mana y constará de: Sesiones teóricas, Casos cllni- cos cerrados y Sesiones de Actualización bibl~ográfi- ca.

Horario: 16.30 a 19.00.

El número de plazas es de 30, adjudicadas por rl-

guroso orden de solicitud.

Está abierto el plazo de solicitudes hasta el 15 de enero del 2000.

Precio del

curso:

125.000 ptas. Los miembros de la Agrupación de Graduados de la Universidad de Na- varra tendrán un 10% de descuento.

información y solicitudes: Escuela Profesional de Medicina Interna.

Departamento de Medicina Inferna. Clíniw Univer- sliaria de Navarra. Pío XII 36.31 008 Pamplona.

Tel.: 948 29 67 86. Fax: 948 29 65 00. E-mail: epmi@unav.ec.

Actividad acreditada por la Comisión de Forma-

ción Continuada del Sistema Nacional de Salud con 14,28 créditos.

Figure

Fig.  1  100  SUPE;RmNCIA  ACTUARIAL  90  80  70  . 60 .*  2  g  50  E  &amp;  40  E  30  20  10  o  O  1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  años - #A  osteoblástico - global 1  condroblástico

Referencias

Documento similar

Las facultades de ejecución, atribuidas al Estado como competencia material exclusiva, conforme al artículo 149 de la Constitución, serán asumidas por la Comunidad Autónoma de

La definición de turismo rural y de turismo de aventura, a nivel internacional, a pesar de desarrollar actividades en la naturaleza, no incluyen aspectos como actitud responsable

A través de este caso, se concluye que la conducta humanizada y individualizada con enfoque familiar del tratamiento odontológico realizado en esta paciente con

Todos los pacientes fueron intervenidos, realizándose extirpación total de la lesión en 23 casos, parcial en 22 casos y biopsia simple en 3 pacientes.. El abordaje

mismo tiempo se reconoce en España la libertad de empresa que como sabemos es la base o pilar del Derecho de la competencia. El segundo cambio en la materia tuvo lugar con la

Inicia en España la cirugía bariátrica con 12 casos (9) y publica luego 20 casos más (10) , y el primer trabajo en inglés por autor español (11) en World Journal of Surgery en

“Como hemos señalado el delito de asesinato se comete cuando se mata a otro concurriendo alguna de las circunstancias previstas en el artículo 139 del Código Penal, entre las que

Versión incorrecta - JERARQUÍA - MARCA SECUNDARIA - AUSENCIA