• No se han encontrado resultados

Y DE LA SALUD

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2018

Share "Y DE LA SALUD"

Copied!
31
0
0

Texto completo

(1)

UNIVERSIDAD AUTóNOMA METROPOLITANA

lztapalapa

,

DIVISIóN DE CIENCIAS BIOLóGICAS Y DE LA SALUD

Lic. En Biología Experimental

Servicio Social presentado por

Saú1 Soberanes Arias

Mat. 94327965

OBTENCIóN DE HEPATOCITOS DIFERENCIADOS

Y CRIOPRESERVACI~N

Clave BE.021.99

Asesora: Dra. Concepción Gutiérrez Ruiz.

(2)

a.

Introducción

El hígado es la glándula de mayor tamaño en el cuerpo humano. Tiene una masa entre

el 2 y el 5% del peso del cuerpo y se encuentra dividido en dos lóbulos principales y dos

accesorios irrigados con un doble abastecimiento de sangre: la vena porta y la arteria

hepática. Estos canales lo ponen en contacto con endobióticos y xenobióticos así como

substancias tóxicas provenientes del sistema digestivo. En éI se lleva a cabo la

biotransformación hepática, que convierte sustancias hidrofóbicas en compuestos solubles en

agua para eliminarlos por la bilis y orina. Es también el mayor sitio de fagocitosis y su

arquitectura esponjosa le permite regular el volumen sanguíneo (Desmet 1994, Alberts et al,

1989).

Las células parenquimatosas del hígado, los hepatocitos, conforman el 65% de las

células y corresponden al 80% del volumen hepático y son la unidad íüncional de este

órgano. Son responsables de la síntesis, degradación y almacenamiento de un gran número de

sustancias, tienen una hnción importante en el metabolismo de lípidos y carbohidratos y

secretan la mayoría de las proteínas que se encuentran en el plasma sanguíneo. También

participan en el ciclo de la urea, regulación específica del metabolismo de lípidos, forman

bilirrubina y ácidos biliares. Se mantienen conectados con el lumen intestinal por medio de

canalículos y ductos mayores a través de los cuales secretan productos de desecho de su

metabolismo y un agente emulsificante que ayuda a la digestión de grasas: la bilis.

Los hepatocitos se encuentran acompañados por cuatro tipos celulares no

. parenquimatosos asociados con los sinusoides: células endoteliales, macrófagos residentes o

células de Kupffer, células “pit” y células estelares hepáticas (Fawcett 1989).

El ciclo celular de los hepatocitos es lento y está finamente controlado. Sin embargo,

se puede estimular rápidamente cuando se da una destrucción masiva de células. En ratones,

se puede regenerar el 66% de células que han sido escindidas en tan solo dos semanas. La

importancia del balance en la regeneración de todos los tipos celulares del hígado se

demuestra dramáticamente cuando ocurre un desequilibrio, por ejemplo, cuando los

(3)

U.

A.

M.

IZTAPALAPA

8lBLlOTECA

intervalos lo suficientemente frecuentes que impidan la regeneración completa entre ataques,

la liberación de varias citocinas estimulan a las células estelares aumentando la producción de

transcriptos de procolágeno, y el hígado es obstruido con tejido conectivo, dejando poco

espacio para que los hepatocitos se multipliquen aún cuando el agente tóxico. ha sido

removido (Desmet 1994). Esta condición es la llamada cirrosis y es, junto con la hiperplasia

regenerativa compensatoria, la principal enfermedad hepática crónica (Alberts et al 1989).

Enfermedades Hepáticas.

Son muchas las enfermedades que afectan a la mayor glándula del cuerpo, y pueden

de origen hereditario o bien, adquiridas. Algunas de ellas son las siguientes:

b

Enfermedad ]Sintornas \Causa

Ictericia I lexceso de bilirrubina

IHepatomegalia

1 I

Trastorno en la secreción de bilis ]causas mecánicas Aumento en el tamaAo del hígado

Presión sanguínea mayor a 4mmHg. la principal causa es la cirrosis Mas que la vena hepática

Presencia de líauido libre en la cavidad Deritoneal

IComa heDático I

IDegeneraciÓn grasa del hígado lexceso de peso IHepatopatía alcoholica ]ingesta de alcohol

Fibrosis

Hepatitis

esclerosante

respuesta contra necrosis o lesiones hepatocelulares

desorganización difusa de la estructura hepática normal por nódulos regenerativos rodeados de tejido fibroso

~ ~ _ _ _

Proceso inflamatorio caracterizado por una necrosis hepatocelular difusa o

virus, laptospirosis, alcohol y fármacos

focal que afecta todos los acinos

I

Inflamación fibrosante de los ldéficit deantitriDsina a-I ( M T I conductos biliares interhepáticos y

I

\ I extrahepáticos

Calculos biliares

I

]Vesícula biliar fibrosa Enfermedad

autoinmune

Hiperreactividad inrnunológica

(4)

Enfermedades hereditarias

Deficiencia de antitripsina Alfa-I

Desórdenes en el metabolismo de aminoácidos. -tirosinemia hereditaria

-histidhernia -homocystinuria -hiperfenilalaninemia -Fenilcetonuria

-defectos hereditarios de ureagknesis Des6rdenes de bilirubina

-sindrome de Crigler-Najjar

Desórdenes de slntesis y transporte de bilis Desórdenes en el metabolismo de carbohidratos

-galactosemia

-enfermedad de almacenamiento de glucbgeno

(Gupta et al 1999)

-intolerancia hereditaria a la fructosa -enfermedad de Von Gierke

Protoporfiria eritropoyética Hipercolesterolemia familiar Enfermedad de Gaucher Hemofilia

Deficiencia del factor IX Angioedema hereditario Enfermedad de Niemann-Pick

Desórdenes en el metabolismo de peroxisomas Enfermedad de Wilson

Desórdenes adquiridos -falla hepática aguda -hepatitis viral crónica

-falla hepática crónica y cirrosis

Algunas enfermedades disminuyen en gran medida

l a

calidad de vida de los pacientes,

como el síndrome de Crigler-Najjar que es una enfermedad producida por errores en la proteína

uridin difosfoglucoronato (UDP) glucoronosiltransferasa. Esta proteína defectuosa es incapaz de

conjugar bilirrubina, lo cual da como resultado una gran concentración de bilirrubina libre la cual

produce problemas y muerte neurológicos. Para las personas que sufren de este síndrome, el

tratamiento a seguir consiste en fototerapias. También existen enfermedades hepáticas que no

afectan al hígado en si y dan como resultado problemas extrahepáticas como oxalosis hereditaria,

deficiencia del Factor IX y amiloidosis familiar (Lake 1998). Cuando hay falla hepática fulminante (FHF) la peor de las complicaciones se debe al aumento en la presión sanguínea cerebral que causa un edema por la acumulación en la sangre de bilirrubina, alanin-aminotransferasa, fosfatasa alcalina

y urea (Rust, Gores 2000). La mortandad en esos casos es superior al 80% una vez que se ha

alcanzado la encefalopatía de grado IV. (Habibullah et al 1994)

El transplante de hígado se ha investigado tanto en animales como en humanos durante

(5)

hepáticas metabólicas (Fox 1999). El enemigo principal del transplante de hígado es la baja

cantidad de órganos disponibles para transplante (Lake 1998, Gupta et al 1999, Strom et al 1997). Esto provoca que al año mueran miles de personas alrededor del mundo mientras están en lista de

espera. En otros casos, el OLT (transplante ortotópico de hígado, siglas en Inglés) es imposible

debido a factores económicos (tiene un costo aproximado de US$28,500) y sociales (como la

religión) o porque no existe la infraestructura adecuada. El transplante ortotópico es un

procedimiento extremadamente complicado para los pacientes, grupos de médicos y los

encargados de cuidar a los pacientes (Gupta et al 1999). Aún con los esfierzos realizados para

conseguir donadores, el número de pacientes en la lista de espera continúa creciendo. En los

EE.UU. el número de donadores y transplantes se incrementó 2.4 veces entre los años 1988 y

1996, mientras el número de pacientes que requieren un órgano aumentó 12.1 veces. La gran falta

de donadores ha suscitado discrepancias sobre a quien se le debe dar prioridad. El aumento de

gente en la lista de espera produce que los pacientes sean tratados cuando su mal está muy

avanzado (Brown, Moonka 1999).

El transplante completo de hígado sigue siendo la mejor opción, pero es caro, requiere

inmunosupresión de por vida y no hay disponibilidad suficiente de órganos (Lake 1998). También

es causa de infecciones como el citamegalovirus que se encuentra asociado con morbilidad y

mortalidad de los receptores, incluida la trombosis arterial hepática temprana. El tratamiento

antiviral en los pacientes transplantados disminuye la incidencia de infecciones hasta en un 50%. La hepatitis es el mayor indicador de transplante ortotópico, especialmente del tipo C (Brown,

Moonka 1999).

En un intento por aumentar el número de donadores, se ha implementado el transplante de

donador viviente, en donde uno de cada 200 donadores presenta complicaciones. Otras

alternativas son el transplante dominó en el cual se utiliza un órgano cadavérico una vez mas

cuando el receptor ha muerto, y el transplante auxiliar en el cual se transplanta un segmento de

hígado sin remover el original (Lake 1998). En modelos animales con falla hepática filminante, la

infusión de extractos citosólicos o medios de cultivo de células hepáticas ha sido demostrada de

(6)

por qué son efectivos y hasta qué grado son suficientes (Rust, Gores 2000; Gupta,,Chowdhury

1992). El transplante de hepatocitos se presenta al momento como la mejor solución, pero al igual

que el transplante hepático tiene el problema del uso de inmunosupresores sin los cuales el

transplante no tiene éxito, y aún cuando cada vez hay mejores en el mercado, algunos pacientes

responden negativamente al fármaco y no es posible saberlo hasta que el transplante ha sido

realizado. (Brown, Moonka 1999)

Los hígados bioartificiales (BALs), que utilizan encapsulados de células que se perfinden

con el suero de pacientes extracorporalmente, estan siendo examinados como pruebas terapéuticas

para mantener con vida a pacientes que han desarrollado falla hepática. En caso de tener éxito, su

uso será preferente frente al transplante de hepatocitos, ya que no requiere de células de origen

humano, inmunosuopresión ni periodos de adaptación e integración celular, pero en todo caso el

soporte que son capaces de proporcionar será solamente temporal en lo que se lleva a cabo el

OLT o en lo que se recupera el hígado nativo. (Rust, Gores 2000)

El transplante de hepatocitos mantiene ventajas sobre -el transplante de hígado puesto que

las células aisladas pueden ser criopreservadas para usarse cuando sean requeridas y pudieran ser

modificadas genéticamente para prevenir el rechazo, con lo que se evita la administración de

inmunosupresores. Adicionalmente, el transplante de células no interfiere con el transplante de

hígado en caso de que este sea necesario y se encuentre disponible. (Fox 1999) Una vez

transplantados los hepatocitos donados proliferan expresando hnciones diferenciadas de manera

casi idéntica a su estado natural y se mantienen por el resto de la vida del receptor, tienen un

menor costo económico que el OLT, es un proceso menos traumático al no requerir cirugía (el transplante por técnicas transcateter son simples), las suspensiones celulares son menos

inmunogénicas que los órganos sólidos. El transplante de células puede ser utilizado para

autotransplantes, en los cuales las células del paciente son manipuladas ex vivo y después

reintroducidas al hígado (procedimiento que ha sido ya utilizado en conejos dando buenos

resultados).

Una pequeña cantidad transplantada de hepatocitos puede ser suficiente para crear una

diferencia en la calidad de vida de personas con trastornos metabólicos. Por dar un ejemplo, la

(7)

transplantar el 5.5% del total de la masa hepática de quien sufre este trastorno (Lake 1998;

Grompe et al 1999). El transplante de células es considerado como un procedimiento reversible ya

que no se remueve el hígado original. Mas aún, el problema de rechazo del transplante no

representa mayor problema ya que las células no viables son fácilmente rechazadas.

Adicionalmente, los hepatocitos pueden ser criopreservados, un solo donador puede ser suficiente

para varios receptores, pueden utilizarse órganos cuyas condiciones que le impidan el transplante

completo, tiene un costo inicial de aproximadamente el 10% del costo de OLT y en el tratamiento

de desórdenes metabólicos se ahorra la hospitalización. Los hígados que se utilizan serian de todos

modos desechados, dejando mayor cantidad de órganos en buen estado para los pacientes que no

pueden ser tratados con transplante de hepatocitos (Strom et al 1997).

Aislamiento de hepatocitos.

Los primeros esfuerzos que se realizaron para obtener hepatocitos aislados se llevaron a

cabo entre los años 1940 y 1965 con una técnica que destruía las uniones celulares estrechas al

agitar ,rebanadas de hígado en un medio libre de calcio, pero que producía la muerte de la mayoría

de las células.

En el año 1967 Howard y sus colegas obtuvieron hepatocitos de rata intactos. Para ello

utilizaron la colagenasa aislada de Clostridium histolyticum que fuera utilizada por Lasfargues en

la separación de epitelio mamario en 1957 y por Rodbell en la obtención de adipocitos intactos en

1964. El método contenía solución salina balanceada (medio de Hank) libre de calcio y una

. concentración de enzima colagenasa de 0.05%, mas hialuronidasa al 0.1%. Con este método se

obtuvo una sobrevivencia del 3 al 5% de las células hepáticas presentes en el peso total de hígado

tratado.

El uso de medios libres de calcio durante la separación de células dejó de ser utilizado

cuando en 1969, Berry y Friend reconocieron que durante la pefisión de células con estos medios

producen la invaginación de las regiones membranales que contienen desmosomas. Estas

invaginaciones provocan subsecuentemente la formación de endosomas y formación de vacuolas

en un proceso irreversible aún con la restitución de calcio en el medio. Como alternativa se

(8)

inventó la separación en dos pasos propuesta por Seglen en 1976. En ella, se utiliza primero un

medio libre de calcio durante 10 minutos al final de los cuales se cambia por otro que contiene

calcio en baja concentración y colagenasa. En este proceso se restituye el calcio a la célula mucho

más rápido que en las separaciones de un solo paso, y es el método que se utiliza hasta nuestros

días, con solo unos pocos cambios como la utilización de enzimas mejor separadas y más

específicas, y el uso de EDTA en la primera etapa (Berry et al 1997). Sin embargo, todavía existen

muchos problemas para aislar hepatocitos de fragmentos grandes de hígado ya que es dificil

adaptar las técnicas de perfhión utilizadas en pequeños roedores hasta animales grandes como

cerdos o humanos debido a la gran cantidad de reactivos que se necesitan, o por que se utilizan

técnicas sin pefisión que presentan muy baja viabilidad y pureza, o se utiliza una perfbsión muy

larga entre 30 y 45 minutos. Los mejores resultados con humanos se obtuvieron al trabajar cortes

entre 5 y 49 gramos. Se cultivaron las células en medio Leibowitz L-15 complementado con

albúmina bovina e insulina el cual se cambió a los 20 minutos por medio Ham F12 complementado

con insulina, albúmina bovina, insulina, suero fetal y penicilina-estreptomicina La viabilidad de las

células fue desde 50% hasta 95%, mas la eficiencia fue muy buena: 1 .4x107 células por gramo de

hígado (Ballet et al 1984).

Las células sembradas se pegan al plástico y se comienzan a agregar durante las primeras 4

horas, y se pueden observar monocapas subconfluentes durante las primeras 24 horas en cultivo.

Las células forman poliedros arreglados en trabéculas los primeros días, cuando la mayoría de los

hepatocitos son binucleados con nucleolos prominentes e inclusiones refringentes presentes en el

citoplasma. Entre los días cuatro y cinco las células se tornan menos regulares y con grandes

proyecciones citoplásmicas; los bordes de las células se vuelven menos notorios, las vacuolas se

acumulan en el citoplasma y no se aprecia división celular.. Finalmente al final de la segunda

semana se desprenden las células de las paredes plásticas. Este destino se puede cambiar con el

uso de cocultivos (de varios tipos celulares) o con la adición de componentes de la matriz

extracelular a las cajas de cultivo, como la fibronectina que facilita la formación de estructuras

elongadas, remiscentes de organización hepática en forma de plato. Tambien ayudan el factor de

crecimiento epidérmico (EGF) y el factor de crecimiento de hepatocitos (HGF), que combinados

(9)

con hormonas como noradrenalina o glucocorticoides, o con citocinas como TGF-P, inducen la

máxima expresión de albúmina y otros genes específicos de hígado.

El cultivo de células hepáticas fetales puede ser diferenciado en hepatocitos en una matriz

de fibronectina. Las células se organizan en, estructuras poligonales típicas y le permite a las

células proliferar en presencia de mitógenos. Esto puede ser observado en cultivos sobre colágena,

pero la diferenciación es mayor con la fibronectina. y se sugiere que puede requerirse de la

fibronectina en los procesos regenerativos (Sanchez et al 2000).

Con microscopía electrónica es posible apreciar algunas características de los hepatocitos:

desmosomas bien desarrollados, numerosas uniones estrechas, microvellosidades etc. sin embargo

es dificil encontrar el aparato de Golgi. La secreción de albúmina tuvo un pico a los 5 días de

cultivo (Ballet'et al 1984). Los hepatocitos demuestran hnciones diferenciadas como secreción de

albúmina, almacén de glucógeno, glicólisis, conjugación de bilirrubina, metabolismo de amonio,

expresión génica de citocromo P450 (Strom et al 1999).

Mientras los hepatocitos pueden ser crioconservados para su almacenamiento y transporte,

la eficacia de la conservación es muy variable y depende tanto de factores conocidos como

desconocidos. Finalmente, la separación de hepatocitos humanos es cara, poco eficiente y tardada,

con lo que se hace necesaria la investigación en obtención de células, técnicas de criopreservación,

expansión in vitro de hepatocitos humanos, uso de factores de crecimiento o genes

inmortalizadores, y la posibilidad de xenotransplantes (Fox 1999).

Aún con los avances en el cultivo de hepatocitos, aún no es posible expandir un numero

pequeño de hepatocitos a un número que tenga uso terapéutico. Un acercamiento a este problema

ha sido el utilizar el antigen0 largo del virus de simio 40. Este gen quimérico permite la

proliferación celular a cierta temperatura y se degrada a los 37

"C,

pero presenta el problema de

una posible transformación en células malignas (Strom et al 1999).

22'7542

(10)

Transplante de hepatocitos

Desde 1969, año en el que se desarrollo el método de aislamiento de hepatocitos,

numerosos estudios han demostrado que el transplante de estas células pueden ser utilizados para

tratamientos de falla hepática y arreglar desórdenes metabólicos, y ha sido demostrado que es

particularmente bueno en tratamientos de falla hepática en las que el hígado mantiene su

arquitectura normal conservando su potencial restaurador.

El concepto de transplantar células hepáticas se remonta a 1930, cuando Hans Popper

realizó el transplante en la cámara ocular anterior. Sin embargo, la falta de inmunosupresores hizo

.

que el tejido degenerara y desapareciera en unos pocos días o semanas (Gupta, Chowdhuryl992). En estudios animales, el transplante de hepatocitos provoca una disminución en niveles de

colesterol mayor al 50% en conejos hiperlipidémicos con deficiencia heredada de receptor a

lipoproteína de baja densidad, y previenen la formación de placas arterioescleróticas en la aorta.

En animales con FHF el transplante de hepatocitos aumenta la sobrevivencia y permite la

recuperación en un gran número de modelos como el de la D-galactosamina, dimetilnitrosamina,

isquemia y heparoctomía hasta del 90%. Puede asimismo revertir la encefalopatía hepática,

prevenir la hipertensión intracraneal en animales con falla hepática isquémica (Strom et al 1999), y

estabilizar los niveles de bilirmbina, prototrombina, amonia y marcadores encefalopáticos (Fox

1999). En un experimento remarcable con ratones transgénicos, se demostró que en situaciones en

donde existe una pérdida repetida de células hepáticas nativas, el transplante de unas cuantas

células adultas diferenciadas puede corregir la falla hepática y repoblar al hígado (Strom et al

1999). Desafortunadamente, algunos de estos reportes sugieren que no es necesario el anclaje de

hepatocitos para resolver los problemas y pueden ser factores hepatotrópicos los que aumentan la

sobrevivencia, como la liberación de sustancias que transitoriamente mejoran el estado metabólico

sistémico mientras el hígado original se recupera (Fox 1999).

El uso de hepatocitos en terapia génica es atractivo, ya que mas que ninguna otra célula los

hepatocitos son capaces de mantener niveles altos de expresión génica (Gupta, Chowdhury 1992).

(11)

resistentes que las células endoteliales y las de canalículo biliar, y pueden ser obtenidas en hígados

con hasta 36 horas en fi-ío (Strom et al 1999).

El transplante de hepatocitos ha sido probado en distintos sitios para determinar en cuales

de ellos son capaces de sobrevivir manteniendo su knción. AsÍ mismo, se determina el potencial

terapéutico de las células en modelos de desórdenes metabólicos o insuficiencias hepáticas severas.

Se ha demostrado que las células transplantadas en el hígado, bazo, y otros sitios ectópicos

proveen a los hepatocitos suficientes elementos para que se arreglen en arquitecturas hepáticas

típicas observables a nivel de microscopio óptico y electrónico (Strom et al 1999). De todos los

sitios receptores de hepatocitos, la cama vascular del hígado y la pulpa del bazo aparecen como

los mejores para tratamientos clínicos (Gupta,Chowdhury 1992; Strom et al 1999), con proyectos

muy prometedores de cápsulas intraperitoneales. El transplante de hepatocitos dentro del hígado

permite la disponibilidad de nutrientes portales, contacto con otros hepatocitos y células no

parenquimatosas, la proximidad a factores parácrinos y la habilidad de secretar en el sistema biliar

(Fox 1999). El hígado le confiere a las células transplantadas el microambiente óptimo,

componentes adecuados de la matriz extracelular, factores de crecimiento, nutrientes e interacción

con otras células (Karrer et al 1992). Se ha estimado que la cama hepática sinusoidal puede

acomodar el 25% de la masa hepática original con tan solo un incremento leve transitorio de la

presión porta. Una cantidad mayor transplantada de hepatocitos o igual en otras especies puede

causar hipertensión portal, trombosis y hemorragia hepática (Fox 1999).

Durante el transplante de hepatocitos se activan procesos que ayudan a su integración en el

hígado y a la eliminación de las células que no son viables. L o primero que ocurre es una isquemia

distal producida por el tapón celular que hacen los hepatocitos en los sinusoides. Esto produce un

estrés oxidativo en las células de Kupffer, quienes liberan un cierto número de activadores como

radicales superóxido, que producen la muerte de los hepatocitos no viables y la activación de

macrófagos y fagocitos auxiliares. La activación de los macrófagos produce la liberación de varias

citocinas, como factor de necrosis tumoral, varias interleucinas e interferón gama. Estos

mensajeros activan a las células endotsliales, las cuales responden liberando moléculas de adhesión

las cuales facilitan la entrada de los hepatocitos hacia los platos hepáticos en periodos menores a

(12)

originales liberan el factor de crecimiento vascular endotelial (que permeabiliza el endotelio y esta

involucrado en angiogénesis) lo cual permite a las células entrar en los platos hepáticos y quedar

adyacentes a las células del recipiente Los hepatocitos se distribuyen de manera uniforme en el

hígado. A h í forman estructuras plasmáticas como uniones estrechas y canalículos biliares, y al

cabo de varios dias donde quedan atrapados en los espacios sinusoides (7-9 pm) debido al tamaño

de las células (20-40 pm).

Las células que escapan este filtro, son atrapadas en los capilares pulmonares,

donde son limpiados rápidamente. En hígados normales esta translocación no representa ningún

problema, como pacientes con enfermedades metabólicas heredadas y enfermedades donde se

mantiene el hígado intacto sin embargo, en hígados cirróticos y en hipertensiones portas, la

translocación aumenta (15-50% de células transplantadas) y puede causar complicaciones como

' hipertensión pulmonar y arritmias (Gupta et al 1999; Strom et al 1999), pero en hígados necróticos o cirróticos no se sabe hasta que punto es bueno utilizar esta ruta. En cirróticos por

ejemplo un numero considerable de células se traslocan hacia los pulmones. En estos casos donde

la arquitectura del hígado compromete los resultados, la mejor opción es el transplante en la

cámara vascular del bazo, de donde los hepatocitos que emigran son ampliamente entregados al

hígado de una manera segura y reproducible (Gupta et al 1991). Esto puede ser debido al flujo

sanguíneo del páncreas hacia la vena porta (que produce. la entrega hacia el hígado) y el

contraflujo sanguíneo de entrada hacia el páncreas impide la entrada de células transplantadas en

canales venosos porto-sistemicos que produce la entrega hacia los pulmones (Gupta,Chowdhury

1992). En experimentos previos algunas células transplantadas en el bazo fueron localizados en los . espacios portales intrahepáticos después de las primeras 2 horas, y dos días después no eran

localizables en espacios intravasculares pero sí en zonas cercanas a los espacios portos. En

tiempos mayores, fue posible localizar hepatocitos en el páncreas y los pulmones, pero no en

ningún otro tejido examinado (Gupta et al 1991). La deposición de hepatocitos en el bazo es

benéfica ya que permite a las células sobrevivir mucho tiempo y mantener sus hnciones normales.

Son capaces de proliferar y formar estructuras hepáticas en tan solo unos meses, sustituyendo

hasta el 40% del peso de este órgano, formando canalículos biliares y estructuras sinusoidales

(13)

La cavidad peritoneal h e poco efectiva al presentar una sobrevivencia de los hepatocitos inferior

y

una mayor respuesta inmune contra productos génicos solubles liberados por las células

transplantadas. Esto no descarta al a cavidad peritoneal ya que su gran capacidad y la gran

superficie le permiten un mayor numero de células transplantadas y la neo-organogenesis. Para

lograrla, se requieren avances en el desarrollo de aislantes biológicos con nuevos materiales y

posiblemente el cotransplante con células promotoras de la sobrevivencia de los hepatocitos

(Karrer et al 1992).

En el siguiente cuadro se muestran los sitios en donde se ha realizado el transplante de

hepatocitos:

Características

T é ~ c a de transplante

Complicaciones potenciales

capacidad Duración de la sobrevivencia Circulación de proteínas secretadas Corrección de

Bolsa de grasa Cavidad cápsula renal Pancreas Bazo Hígado lateral Peritoneal

Percutáneo Percutáneo. laparotomía Laparotomía, Laparotomía, Laparotomía, Requiere pre- percutáneo percutáneo percutáneo por

cultivo en ma- vena porta y bazo

triz extracelular.

(infección, adhe- cirugía cirugía rragia, infección, (trombosis o

siones). ruptura) embolia portal).

minim0 minim0 relacionado con relacionado con bajo. (hemo- moderado.

moderada grande mínima poca poca moderada

< 3 meses < 3 meses < 3 meses < 3 meses años años

si. provoca anti- si provoca anti- desconocido desconocido si.puede inducir si puede inducir

cuerpos cuerpos tolerancia tolerancia

desórdenes me- tabólicos

(Gupta, Chowdhury 1992).

El transplante humano de hepatocitos resurgió en la década de los 70s con tratamientos en

animales gracias al desarrollo de métodos para aislarlas en 1969, y fue utilizado por primera vez

por Mito y Kusano en 1993 cuando inyectaron entre 10 y 600 millones de hepatocitos y factor de

crecimiento epidérmico (para estimular su proliferación) directamente en la región inferior del

bazo de 10 pacientes. Al final del estudio, los investigadores notaron un beneficio clínico en los

pacientes aunque no creyeron que se debiera al tratamiento con hepatocitos, sin embargo, el

reportar la seguridad con la que se pueden aplicar este tratamiento fue por si un gran avance.

(14)

I

transplante de hepatocitos fetales en la cavidad peritoneal aumentaban la sobrevivencia de

pacientes con falla hepática fulminante.

Los pacientes con FHF presentan una gran mortalidad. El transplante ortotópico no es la

solución en estos casos por que no existe un soporte hepático temporal (como el que

proporcionan los hígados bioartificiales), y la sobrevivencia de los pacientes que reciben OLT es

después de un año 56% en comparación con el 54% sin transplante. El uso de hepatocitos fetales

para el transplante celular se desarrollo en la India en un experimento para averiguar si este tipo de

tratamiento era benéfico para pacientes que habían desarrollado encefalopatías de grado I11 y IV.

Los resultados demostraron que la sobrevivencia en los pacientes que tenían encefalopatía de 3er

grado íüe del 100% comparada contra el 50% de los controles, y en el caso de encefalopatías de

grado IVa íüe 100% vs 33% y IVb, 20% vs 18% (Habibullah et al 1994).

En los EE.UU. se trataron 11 pacientes mediante la inyección de hepatocitos en la arteria

esplenica. Siete sufrian falla hepática fulminante, y cuatro con falla hepática crónica con

descompensación aguda; todos recibieron menos de 1 &lo9 células. Dos murieron; seis

sobrevivieron el tiempo suficiente para recibir OLT, uno se recuperó y íüe dado de alta, uno murió

de complicaciones intracraneanas y otro h e desconectado del aparato que lo mantenía vivo al

presentar hemorragia intracraneal. En este caso, la falta de significancia estadística en la duración

de la sobrevivencia de los pacientes transplantados respecto a los controles que no heron transplantados impidió concluir que el transplante de células mejoraba la sobrevivencia. Sin

embargo, ocurrieron pequeños cambios en los parámetros clínicos indicadores de daño, como el decremento en el nivel de amonio en la sangre, el mejoramiento de la circulación cerebral,

reducción de la presión craneal y la reducción de encefalopatía.

Otro caso en donde se llevó a cabo el transplante de hepatocitos por vía porta en tres

pacientes con FHF. La sobrevivencia de solo uno de ellos tuvo la duración suficiente para que el

hígado nativo se recuperara, y se tomara la decisión de suspender la inmunosupresión. Sin

embargo, en un grupo de pacientes que presentaban cirrosis alcohólica, el transplante de

hepatocitos resultó suficiente para resolver la anuria y la encefalopatía a las 48h. después del

(15)

En el caso de pacientes con defectos metabólicos congénitos se reportan solo tres casos. El

primero, de 5 años de edad tenía un desorden en el ciclo de la urea y deficiencias en la ornitidin-

transcarboxilasa, recibió 1 x109 hepatocitos y demostró cierta mejoría, pero murió 42 días después

del transplante. El segundo caso de 18 semanas con deficiencia de la a-1 antitripsina sobrevivió

después del transplante de hepatocitos, pero fie tratado posteriormente con OLT.

Se ha utilizado el transplante de hepatocitos humanos como un método de soporte para

pacientes en falla hepática fblminante aguda y subaguda mientras esperan el transplante de hígado

y para corregir defectos metabólicos en enzimas del ciclo de urea, sin secuelas patológicas de los

hepatocitos transplantados en el bazo o la vena porta. En estos casos, los niveles de amonio en

suero disminuyeron significativamente, y en cinco de los seis casos hubo mejoras en la presión de

perfbsión cerebral y decrementos en la presión intracraneal (Strom et al 1997). Sin embargo,

algunos intentos de corregir diabetis mellitus tipo I y falla hepática hlminante con transplante de

células epiteliales han sido desastrosos (Lake 1998). Fox y sus colaboradores han corregido

parcialmente el síndrome de Crigler-Najjar tipo I mediante el transplante de hepatocitos' aislados.

Problemas en el transplante de hepatocitos.

Aunque la idea del transplante de hepatocitos luce como una muy buena alternativa de

OLT existen ciertos problemas que no se han podido resolver y por los cuales no se ha podido

estandarizar como una técnica confiable.

Primero. Los hepatocitos son obtenidos de hígados cadavéricos inservibles para transplante

ortotópico por causa de grandes riesgos de falla en las finciones primarias. Sin embargo, es

incierta la capacidad enzimática de los hepatocitos obtenidos de estos hígados.

Segundo, Se desconoce la cantidad de hepatocitos requerida para contrarrestar los

defectos metabólicos. En el caso del síndrome de Crigler-Najjar solamente se ha infundido el 5%

de la masa normal, pero en otro caso en el cual se infbndió una cantidad similar para corregir la

deficiencia en ornitidil transcarbamilasa, solamente el 0.5% de la actividad enzimática normal fue

(16)

Tercero. Se desconoce la cantidad exacta de hepatocitos transplantados que sobreviven y

se integran al tejido, así como se desconoce que tanta actividad enzimática puede ser incrementada

mediante infbsiones adicionales de hepatocitos (Lake 1998).

Cuarto. La evaluación de la función y distribución de las células se ve estorbada por

mecanismos de regulación génica desconocidos y por la larga vida de la albúmina y la incidencia

de hepatocitos almacenadores de albúmina.

Quinto. Solamente una pequeña porción de las células transplantadas sobrevive (del 20 al

30%) y son mas afectadas las células que quedan en espacios portales que células en sinusoides

hepáticos (Gupta et al 1999).

Aún con los métodos propuestos para aumentar la masa de hepatocitos transplantados al

inducir su proliferación con hepatoctomía parcial, es necesario hacer estudios que aseguren un

mayor cociente de crecimiento de hepatocitos transplantados respecto a los nativos, o de otro

modo la proporción se mantendrá intacta (Gupta et al 1991). En estudios de repoblación, se ha

demostrado que 1000 células transplantadas son capaces de repoblar el hígado completo. Estas

células adultas son capaces de dividirse 80 veces sin cansar el potencial de replicación. De

cualquier modo, las células transplantadas no aumentan mucho su masa después de entrar en el

hígado en análisis a largo plazo. Esto es compatible con la baja proliferación de las células

originales.

El mayor reto clínico para los hepatocitos transplantados es corregir errores metabólicos,

servir como soporte en falla hepática aguda y complicaciones de enfermedades hepáticas. En el

primer caso, los resultados han sido modestos, y habría que considerar tratamientos de pérdida

parcial de los hepatocitos originales que permitiera una mayor proliferación de los correctores del

defecto. Los estudios de FHF han sido dificiles de evaluar debido a que no hay un modelo animal

reproducible. Y en daño crónico hepático, se ha demostrado que el transplante de hepatocitos es

capaz de mejorar la calidad de vida de los pacientes, y aunque es incapaz de revertir los efectos de

la cirrosis, se puede aumentar la función del hígado mientras se espera un transplante ortotópico,

al tiempo que se mejora la encefalopatía hepática (Gupta et al 1999). Los exámenes post-mortem

revelaron hipertensión grave en todos los sujetos transplantados con evidencias histológicas de

cirrosis micronodular. Este experimento es importante por que es uno de los pocos que estudian la

(17)

cirrosis y por que demostró que en este caso lo Único que fbnciona es el transplante de los

hepatocitos en el bazo, siendo inútil el transplante intraperitoneal tanto de hepatocitos como de

células de médula ósea. No se dio ningún caso de que las células transplantaras pegaran en la

cavidad peritoneal (Kobayashi et al 1999).

Aunque el transplante de hepatocitos no provoca alteraciones de la circulación hepática, si

forma momentáneamente una embolia que dura varias horas Gentras se integran los hepatocitos al

tejido y que son evidenciados por daño isquémico leve (Grompe et al 1999).

Algunas anormalidades hepáticas en falla hepática crónica implican deficiencias en

fbnciones sintéticas como hipoalbuminemia y defectos en la coagulación. La corrección de estos

defectos requiere una masa significativa de células y no ha sido probado. El efecto mecánico de

hipertensión porta que puede estar .asociado con la falla hepática no puede ser revertido por el

transplante de hepatocitos, pero no se sabe hasta que punto lo pudiera perjudicar. En pacientes

con trastornos portosistémicos, la translocación de hepatocitos hacia los pulmones causantes de

hipertensión pulmonar o embolia debe ser considerado (Gupta,Chowdhury 1992).

Por ultimo falta todavía mucho por hacer para mejorar el transplante de hepatocitos como

una alternativa definitiva. Los pacientes que reciben las células deben de vivir con

inmunosupresores al igual que en cualquier otro caso de transplante, y corren el peligro potencial

de rechazo. Hasta el momento no se sabe:

1. ¿Cuál es el método mas adecuado y seguro para crear espacios para las células transplantadas

en el hígado humano?

2. ¿Será posible manipular los hepatocitos para terapia génica ex vivo? (Grompe et al 1999) La manipulación genética ex vivo de los hepatocitos pudiera en un hturo cercano, ser la

alternativa a la inmunosupresión. Otra línea de trabajo encabezada por Wen L. y colaboradores

esta tratando de encapsular las células para transplante en una membrana semipermeable que evita

el contacto con anticuerpos y células inmunes, permitiendo la supervivencia indefinida de estas

(Rust, Gores 2000).

(18)

A futuro se debe resolver el problema del rechazo con investigaciones que mejoren la

tolerancia. Estos avances serán relevantes en el uso de células xenogénicas (cerdo a hombre) en el

caso que los animales transgénicos sobrepasen rechazos, y aún cuando no es notorio el rechazo

inmunológico de los hepatocitos transplantados, en todos los casos se han dado inmunosupresores

ya que se disputa mucho la inmunogenicidad de los hepatocitos (Lake 1998).

Adicionalmente al problema de la disponibilidad de células para transplante, existen otros

problemas fisiológicos como el límite de células que pueden ser transplantadas o que serán

destruidas antes de acceder a la cama vascular. Todavía se desconocen los factores que

promueven la integración de células transplantadas. Finalmente, es necesario promover la

replicación de hepatocitos transplantados en el caso de terapias contra errores metabólicos de las

células nativas. Experimentalmente, ha sido inhibido el crecimiento de células nativas utilizando

radioterapias dirigidas al hígado y drogas que bloquean el ciclo celular, mientras que se favorece la

proliferación de células transplantadas por oclusión de ramas de la vena porta, cortes parciales de

(19)

b. Objetivos.

El presente trabajo buscaba realizar los siguientes objetivos:

1.

2.

3 .

Obtener hepatocitos diferenciados por diferentes métodos que presenten alta viabilidad, y que

sirvan para transplante celular.

Mantener la viabilidad y la diferenciación de los hepatocitos al ser criopreservados y

posteriormente descongelados.

Marcar las células aisladas para estudios de migración en el organismo recipiente. .

c. Metodología.

I. Aislamiento de hepatocitos.

Soluciones:

-Buffer de perfhión:

NaCl 0.142 M. KC1 6.71 m M . Hepes 2.4g/l. NaOH 15 m M . Ajustar el pH a 7.5 y esterilizar por

filtración en papel con poro de 0.22 micrómetros.

-Buffer de colagenasa:

Preparar al momento de ser requerido. A 100 ml del buffer de perlüsión, agregar 50 mg de

colagenasa seca y filtrar en papel poroso de 0.22 micrómetros Agregar 200 pl de CaC12 1M y

calentar en baño de agua a 37°C.

-medios de cultivo

Medio completo Eagle modificado por Dulbecco (DMEM), medio de Williams (W). Se utilizaron

tanto adicionados con insulina y dexametasona como sin adicionar.

Material Biológico:

Se utilizan ratas Wistar de ambos sexos con un peso mayor a 120g. provenientes del

(20)

Procedimiento.

Calentar a 37 "C 100 ml del buffer de perfusión y 100 de buffer de colagenasa.. Se prepara

la cánula conectada a una bomba de perfusión con el buffer de perfusión desechando las burbujas.

Anestesiar a la rata con éter en una cámara mediana y esperar de 2 a 3 min. para que se

duerma. No debe sobrepasarse el tiempo por que se corre el riesgo de que la rata muera. Trasladar

la rata anestesiada a la tabla de disección y fijarla.

Limpiar los pelos con alcohol al 70% y proceder a separar la piel sin lastimar el peritoneo.

Abrir el abdomen con un corte largo transversal y separar los intestinos hacia la derecha para

exponer la vena porta. Introducir la cánula previamente purgada con el buffer de pefisión por la

vena porta y fijar a su posición con un hilo. Comenzar la perfbsión a poca velocidad (20mVmin) y

poco a poco ir aumentando hasta que esté a punto de terminarse. El hígado debe cambiar de color

hacia un café pardo según se desplazan los eritrocitos. Cambiar el buffer de pefisión poco antes

de que se termine por el de colagenasa y perfundir hasta que se acabe.

Cortar todas las ligaduras del hígado y colocarlo aislado en un vaso de precipitados estéril.

El resto del procedimiento se lleva a cabo en una campana. Se lava el hígado intacto de 2 a 4

veces con PBS estéril y se pasa a una caja de Petri. Se rompe la cápsula y se deja que se

disgreguen las células en 10 ml de PBS mientras se agita vigorosamente el hígado. Cuando se ha

separado la mayoría de las células se filtra la solución en un embudo cubierto por gasa estéril, y el

filtrado se recupera en tubos para centrífuga. Se separa por centrihgación a 500 rpm durante 1

minuto en una centrífbga clínica. Se desecha el sobrenadante y se resuspende el botón en PBS. Se

repite la centrihgación y la segunda vez se resuspende el precipitado en medio de cultivo -DMEM

o Williams- enriquecido o no con insulina (5pg/ml), dexametasona (O. 1 pM), suero fetal bobino

(5%) y Antibac (20mV1). Se verifica la viabilidad y el número de células mediante la prueba de

exclusión del

a z u l

de tripano en una cámara Neubauer.

Se siembra la suspensión celular en una caja de Petri con o sin biomatriz, y se incuba

durante 3 h. para permitir la adhesión celular. Después de este periodo, se lava la caja con PBS y

(21)

II.

Prueba de exclusión de azul de tripano

Este procedimiento se llevó a cabo cada vez que se obtenían hepatocitos. El objetivo es

conocer la cantidad relativa de células viables.

Soluciones:

A z u l

de tripano al 0.4% en PBS. Mantener a 4°C.

A

0.5 m l . de las células en suspensión, agregar 0.5 ml de la solución de azulde tripano. Esta

solución pinta de color azulel núcleo de las células muertas. Al momento colocar una gota de la

nueva solución en la cámara Neubauer. El número de células viables se calcula de la siguiente

manera:

# de células viabledml = promedio de células viables por cuadrado grande de la cámara x dilución x lo4 (Celis, Celis 1994).

DI.

Marcaje Fluorescente.

Soluciones: Stock de isotiocianato de fluoresceína (CFSE) 0.5mM en dimetil-sulfóxido (DMSO).

Para preparar se pesan 1.6 mg de CFSE y se disuelven en lOml de DMSO. Guardar a -10°C

cubierto de la luz.

Procedimiento.

Los hepatocitos en suspensión de PBS se diluyen hasta estar en una concentración aproximada de

5x10' celulas/ml. Se agrega la solución CFSE-DMSO hasta lograr una concentración de

fluoresceína de 5.OpM (1/1000 de la solución stock). Se deja reaccionar a 37 "C durante 15 min. al

final de los cuales se detiene la reacción agregando medio de cultivo fresco. Se lava 2 veces y se

siembra de nuevo en cajas de petri o se observa en el microscopio de fluorescencia (Weston,

Parish 1990; Karrer et al 1992).

IV.

Criopreservación.

Soluciónes:

Suero fetal bovino adicionado con glicerol al 10%. PARA preparar 10 ml, mezclar 9ml de FCS y 1

ml de glicerol, esterilizar en filtro, guardar en alícuotas de 3 ml a -20°C en frascos estériles

(22)

Método.

1. Seleccionar células en la fase logarítmica de crecimiento en el momento de casi alcanzar

confluencia. Es necesario renovar el medio 24 h. antes de la criopreservación.

2. Tripsinisar las células y concentrar en DMEM 2x106 células por ml.

3. Volver a centrihgar y resuspender a 5-6 x106células por ml en FCS y glicerol al 10%.

4. Guardar las células en crioviales de 1 ml y éstos en contenedores resistentes.

5. Guardar los viales a una temperatura de -80°C durante 24 h.. La velocidad de enfriamento

ideal es de 1°C por minuto.

6. Cambiar las cajas de congelación a contenedores de nitrogen0 liquido y mantener en la fase

vaporosa. La temperatura de -80°C es inadecuada para guardar células por periodos largos de

tiempo, y siempre se deben tener células en reserva.

Descongelar.

1. Retirar las ámpulas del nitrógeno líquido. Destapar y sumergir inmediatamente el criovial en

baño de agua a 37°C teniendo cuidado que la tapa no toque el agua.

2. Limpiar completamente alrededor del frasco con etanol al 70%

3. Vaciar el contenido del criovial en 5 m1 de medio DMEM cuando aún tenga hielo y centrihgar

de 1 a 2 minutos a 300g. Resuspender el botón en medio DMEM a 37°C en una botella de

cultivo. Dejar la botella en la incubadora a 37 "C y cambiar el medio a las 2 h, cuando la

mayoría de las células se ha adherido .

(23)

d. Actividades Realizadas

En

el transcurso del servicio social se realizaron las siguientes actividades:

-Investigación bibliográfica.

-Obtención de hepatocitos de rata con una viabilidad máxima del 95.93%.

-Mantenimiento de cultivos primarios máximo de 2 semanas.

-Marcaje fluorescente de hepatocitos que duró las 2 semanas de cultivo.

-Ensayos de esterilidad con cultivos de líneas celulares humanas y ensayos de marcaje fluorescente

hasta estandarizar la técnica.

-Ensayos de criopreservación con líneas celulares.

e. Objetivos y metas alcanzados

Se logró estandarizar la técnica de aislamiento de hepatocitos con una sobrevivencia

superior al 70%. Se probó y mejoró el método de marcaje fluorescente de las células con una

persistencia mayor a 10 días.

Se ensayó la criopreservación de células humanas para aplicarse cuando sea posible reproducir los hepatocitos in vitro.

f. Resultados y conclusiones

Resultados.

I. Obtención y cultivo de Hepatocitos.

En

el transcurso del servicio social se hicieron un total de 14 aislamientos de hepatocitos,

con un promedio de 1 .O75x1O8 k 8.067~10’ células obtenidas y aisladas por experimento. Hubo un

cambio drástico en el tiempo de sobrevida de las células en cultivo cuando se adicionó en el medio

insulina (pg/ml) y dexametasona (O. 1 pM). Se comprobó que para obtener una alta viabilidad era

muy importante realizar de manera adecuada la pehsión, sin perder tiempo y sin que muera la

(24)

rata antes de realizarla. La segunda perfusión con colagenasa se probó a dos concentraciones: 50

mg en 100 m1 y 5 mg en 100

d.

Ambas tuvieron la misma eficacia, pero con la segunda

concentración se ahorra mucho reactivo, por lo que es la que se debe utilizar.

Tanto el medio DMEM como el W resultaron tener la misma eficiencia para mantener los

cultivos primarios, siendo mas importante la adición o no adición de los suplementos antes

mencionados. Sin embargo, ninguno de los medios de cultivo permitió la reproducción in vitro de

las células.

La siembra de células en cajas con biomatriz ayudó a la sobrevivencia de las células

durante los primeros días, pero los mejores resultados se obtuvieron al sembrar las células en

botellas de cultivo sin biomatriz, a la vez que se mejoró la esterilidad de las pruebas. En los casos

donde no se utilizó biomatriz, sobrevivieron menos células durante los primeros días, pero esas

pocas células sobrevivieron por mas tiempo.

En la siguiente tabla se muestran los resultados en la obtención y cultivo de células.

14-abril-2000

17 días 75.41% 1.547~10’

9-agosto-2000

1 1 días 87.21%

1 . 0 2 5 ~ 1 0 ~ 5-julio-2000

19 días 8 1.54%

7 . 4 5 ~ 1 0 ~ 20-junio-2000.

15 dias 74.48%

9 ~10’ 4 ~

23. mayo-2000

10 días 87.045%

4 . 9 4 ~ 1 0 ~ 3-mayo 2000

contaminado 88.324%

5 . 9 1 ~ 1 0 ~

(25)

11. Marcaje Fluorescente.

Las células obtenidas los días 5 de julio y 9 de agosto heron utilizadas para el marcaje

fluorescente. Previamente se utlizaron dos concentraciones de la solución CFSE-DMSO en células

humanas para determinar cual era mas eficiente: 5 p M y 10 p M , durante 15 y 30 minutos a 37°C.

La mejor concentración comprobada en el microscopio de fluorescencia íüe lOpM durante 30

minutos.

Los hepatocitos de rata heron marcados al momento de ser extraídos, después de dos

lavadas en PBS, ya que el método requiere que las células estén en suspensión. Se utilizó como

control de sobrevivencia un extracto de las mismas células que no h e marcado y se mantuvo en

PBS los 30 minutos de la reacción. No hubo diferencia entre la sobrevida de las células marcadas y

las que no se marcaron. (1 1 días las células obtenidas el 5 de julio y 17 días del 9 de agosto) Se

comprobó la persistencia de la marca fluorescente en ambos casos una semana después de que

heron sembradas.

111. Criopreservación.

El método de criopreservación no se llevó a cabo en células obtenidas de hígado de ratas

ya que no se reprodujeron in vitro. Para llevar a cabo la criopreservación es necesario que las

células se encuentren en fase logarítmica de crecimiento o de otro modo se corre el riesgo de que

la viabilidad sea muy baja (Celis, Celis 1994). Sin embargo, se ensayó la técnica en líneas célulares

humanas como las Hep G2 para aplicar la misma técnica el día que sea posible reproducir los

cultivos primarios. .

Conclusiones.

El paso mas importante para llevar a cabo un buen aislamiento de hepatocitos, consiste en

hacer una buena pefisión con solución libre de calcio. Para llevar a cabo una buena pefisión es

necesario que la rata no muera anestesiada con éter y se introduzca la cánula en la vena porta con

(26)

colagenasa o si se incuba el hígado cortado en pedacitos en la solución de colagenasa, pero se

obtiene un número mayor de células si se pefinde con la solución de colagenasa.

El hecho de asociar la idea de una buena pefisión con una alta sobrevivencia de células

aisladas indica una alta susceptibilidad de los hepatocitos a la anoxia (Seglen 1994) que se crea

cuando se forma un tapón por la coagulación de la sangre; y que es también un factor de pérdida

de viabilidad cuando no se resuspenden las células centrifigadas con rapidez. Para mejorar los

resultados se recomienda burbujear tanto la solución de perfbsión como la de colagenasa con

oxígeno durante la noche anterior al aislamiento (Celis, celis 1994).

E

l

cultivo de hepatocitos es muy dificil (Kusano, Mito 1982; Reid,Jefferson 1984; Tateno

et al 2000) y en la mayoría de los casos se suplementan los medios de cultivo para mejorar el

tiempo de sobrevivencia de las células. Algunos de estos suplementos son nicotidamida,

transferrina, factor de crecimiento de hepatocitos, factor de crecimiento epidérmico y factor de

crecimiento transformante a (Tatento et al 2000); albúmina bobina, insulina, hemisuccinato de

hidrocortisona (Ballet et al 1984); entactina, colágena

IV,

laminina y fibronectina (Sánchez et al

2000); Insulina, dexametasona (Mitaka et al 1999; Strom et al 1999) y también se han hecho co-

cultivos con otras células hepáticas no parenquimatosas (Reid, Jefferson 1984; Tatento et al

2000). Los mejores resultados se obtienen al cultivar los hepatocitos con células no parenquimatosas, ya que éstos mantienen su estructura y diferenciación. Sin embargo, para el

transplante celular es tan importante la pureza de la extracción (sólamente hepatocitos) como la

viabilidad de los mismos. En el protocolo del presente trabajo se eligió cultivar las células con

insulina y dexametasona ya que protege a las células de la apoptosis, aunque no mantiene un muy

alto grado de diferenciación ni ayuda a las células a reproducirse como lo hacen los mitógenos y

factores de crecimiento utilizados por Tatento y su grupo de colaboradores. La diferenciación se

puede aumentar con adicionar al medio de cultivo fenobarbital, 3-metil clorantreno y rimpaficina

(Bayliss, Skett 1995).

La dexametasona suprime la expresión del gen de la enzima Oxido Nítrico Sintetasa

inducible (iNOS) dependiente del factor nuclear KB (NF-a), la cual se encuentra expresada en una gran variedad de procesos inmunes e inflamatorios, incluyendo la sepsis, shock hemorrágico,

rechazo de transplantes y enfermedades autoinmunes, y actúa provocando un aumento en la

(27)

producción de óxido nítrico (NO) que le confere a las células propiedades crioprotectoras y

antivirales, pero que a mayores cantidades produce daño celular y apoptosis. Los hepatocitos

expresan RNAm del gen iNOS cuando se exponen a factores estimulantes especificos como

citocinas, lipopolisacárido y virus, los cuales provocan la degradación la proteína inhibidora I-KBa

via activación de una ubiquitin-proteosoma. El I-KBa se une al NF-KB y al ser degradada lo deja

libre para que pueda traslocarse hacia el núcleo y unirse al promotor de sus genes blanco. La

dexametasona y otros glucocorticoides aumentan la producción de I-KBa, protegiendo a las

células de la apoptosis producida por NO (De Vera et al 1997).

Aunque no ha sido' posible aumentar el número de células hepáticas mediante la

reproducción in vitro, podría no ser necesario ya que los hepatocitos transplantados en el hígado y

' vaso tienen una capacidad replicativa de hasta 18 veces, suficientes para repoblar el hígado (Gupta

et al 1999), por lo que los esikerzos deben centrarse más en el aislamiento y preservacion de las

células (que en el caso de hepatocitos humanos requiere aislamientos sin pefisión ya que es muy

dificil canalizar segmentos aislados) que en el cultivo y replicación de las células, que es muy

dificil.

En estudios de repoblación, se ha demostrado que 1000 células transplantadas son capaces

de repoblar el hígado completo. Estas células adultas son capaces de dividirse 80 veces sin cansar

el potencial de replicación. De cualquier modo, las células transplantadas no aumentan mucho su

masa después de entrar en el hígado según análisis a largo plazo. Esto es compatible con la baja

(28)

h.

Bibliografía.

Alberts B. Bray D. Lawis J. Raff M. Roberts K. Watson J.D. Molecular Biology of the Cell. 2nd

Edition, Garland Publishing Inc. USA 1989. Pp 961-963.

Ballet F. Bouma M.E. Wang S.R. Amit

N.

Marais J. Infante R. 1984. Isolation, Culture and

Caracterization of Adult Human Hepatocytes from Surgical Liver Biopsies. Hepatology

4

NO

S:849-854

Bayliss M.K. Skett

P.

Isolation and Culture of Human Hepatocytes in Methodr in Molecular

Medicine: Human Cell Culture Protocols. G.E. Jones editor. Humana Press INC N.J. 1995.

pp 369-389

Berry M.N., Friend D.S. 1969. High-yield preparation of isolated rat liver parenchymal cells.

A

biochemical study. J. Cell Biol. 15: 1-8

Berry A.R. Grivell M.B. Phillips J.W. 1997. Isolated Hepatocytes- past, present and future.

Cell Biology and toxicology 13: 223-233.

Brown K.A. Moonka D.K. 1999. Liver transplantation. Current Opinion in Gastroenterology

15 pp 278-282

Celis A, Celis J.E. General Procedures for Tissue Culture in Cell Biology, a laboratory handbook. editor Celis J.E. Academic Press USA. 1994. pp. 12-13.

De Vera M.E. Taylor B.S. Wang Q.I. Shapiro R.A. Billiar T.R. Geller D.A. 1997.

Dexamethasone supresses iNOS gene expression by upregulating IxBc~ and

(29)

Desmet V.J. INTRODUCTION. Organizational Principles in The Liver: Biology and

Patobiology. Third Edition. editores Arias I.M. Boyer J.L. Fausto N. Jakoby W.B. et al.

Raven Press ltd. New York 1994. pp. 3-13

Fox I. R. Chowdhury J.R Kaufhan S. Goertzen T. R. Chowdhury N. Warkentin P. Dorko K.

Sauter B. Strom S.C. 1998. Treatment of the Crigler-Najjar syndrome Type I with

Hepatocyte Transplantation. The N. EnglandJ. ofMedicine 338:20 pp 1422-1426.

Grompe M. Laconi E. Shafritz D.A. 1999. Principles of Terapeutic Liver Repopulation.

Seminars in Liver Disease 19: 1

Gupta S. Aragona

E.

Vemuru R.

Engraftment and Function

pp 7-14

Bhargava K. Burk R.D. Chowdhury J.R. 1991. Permanent

of Hepatocytes Delivered to the Liver: Implications for

Gene Therapy and Liver Repopulation. Hepatology i4; 1 pp 144-149

Gupta, S. Chowdhury J.R. 1992. Hepatocyte Transplantation: Back to the future. Hepatology

1511. pp 156-162

Gupta S. Gorla G.R. Irani A.N. 1999. Hepatocyte transplantation: Emerging insights into

mechanisms of liver repopulation and their relevance to potential therapies.'Journal of

Hepatology 30: 162- 170-

Gupta S. Bhargava

K.K.

Novikoff P.M. 1999. Mechanism of Cell Engraftment During Liver

Repopulation with Hepatocyte Transplantation. Seminars in liver disease 19: 1 pp 15-26

Habibullah C.M. Syed H.I. Qamar A. Taher-Uz 2. 1994. Human fetal hepatocyte

transpalntation in patients with fulminant hepatic failure. Transplantation 58:s. 95 1-

(30)

Karrer F.M. Reitz B.L. Hao L. Lafferty K.J. 1992. Fluorescein Labeling of Murine

Hepatocytes for Identification After Intrahepatic Transplantation. Transplantation

Proceedings 24:6 pp 2820-2821

Kobayashi N. Ito M. Nakamura J. Cai J. Hammel J.M. Fox I.J. 1999. Hepatocyte

Transplantation Improves Liver Function and Prolongs Survival in Rats With

Descompensated Liver Cirrhosis. Transplantation Proceedings 3 1 pp 428-429

Kusano M. Mito M. 1982. Observations on the Fine Structure of Long-Survived Isolated

Hepatocytes Inoculated into Rat Spleen. Gastroenterology 82 pp 616-628

Lake J.R. 1998. Hepatocyte Transplantation. The New England Journal of Medicine 338:2Q.

pp '1463-1465

Mitaka T. Sato F. Mizuguchi T. Yokono

T.

Mochizuki Y. 1999. Reconstruction of Hepatic

Organoid by Rat Small Hepatocytes and Hepatic Nonparenchimal Cells. Hepatology

2911 pp 11 1-125.

Reid L.M. Jefferson D.M. 1984. Culturing Hepatocytes. and Other Differentiated Cells.

Hepatology 4:3 pp 548-559

Rust

C:

Gores G.J. 2000. Hepatocyte Transplantation In Acute Liver Failure: A New

Therapeutic Option for the Next Millennium? Liver Transplantation 6: 1. pp 4 1-43.

Sánchez

A.

Álvarez A.M. Pagan R. Roncero C. Vilaró S. Benito M. Fabregat I. 2000.

Fibronectin regulates morphology, cell organization and gene expression of rat fetal

(31)

Seglen P.O. Isolation of Hepatocytes. in Cell Biology, a laboratory handbook. editor Celis J.E.

Academic Press USA. 1994. pp. 96-102

Strom S.C. Chowdhury J.R. Fox I.J. 1999. Hepatocyte Transplantation for the Treatment of

Human Disease. Seminars in Liver Disease 19: 1. pp 39-48

Strom S.C. Fisher R.A. Rubinstein J.A. Barranger R.B. Towbin M. Charron L. Mieles

L.A.

Pisarov K. Thompson M.T. Reyes J 1997. Transplantation of human hepatocytes.

Transplantation Proceedings 29,2 103 -2 106.

Strom S.C. Pisarov K Dorko K. Thompson M.T Schuetz J.D.. Schuetz E.G. 1996. Use of human

hepatocytes to study citocrome P450 gene induction. Methodr Enzimol. 272:388-401

Tateno C. Takai-Kajihara K. Yamasaki C. Sato

H.

Yoshizato K. 2000. Heterogeneity of Growth

Potential of Adult Rat Hepatocytes In Vitro. Hepatology 3 1 : 1 pp 65-74

Wen L Calmus Y. Honiger J. Conti F. Capeau J. Weill

B.

Nordlinger

B.

1998. Encapsulated

xenogeneic hepatocytes remain functional after peritoneal implantation despite

immunization of the host.

J

Hepatol;29(6):960-8

Weston S.

A.

Parish C.R. 1990. New fluorescent dyes for lymphocyte migration studies

Analisys by flow cytometry and fluorescence microscopy. J. of Immunologycal Methodr

Figure

Tabla  1.  Resultados de  la obtención y cultivo de hepatocitos. (biom)  =  sembrados en cajas con bioma&amp;

Referencias

Documento similar

Esta U.D.A. de Podología nace con la voluntad de dar respuesta a la necesidad de contribuir a la integración de conocimiento, actitudes y habilidades en la formación de

De la Salud de la Universidad de Málaga y comienza el primer curso de Grado en Podología, el cual ofrece una formación generalista y profesionalizadora que contempla

Eviden- temente esta región ocupa un lugar destacado a nivel nacional en el sector oleícola, pero curiosamente detrás de ella, y a cierta distancia del resto de las demás regiones,

Dentro de este renovado campo de estudio, hallamos cuestiones como la figura del cineasta en la literatura y la del escritor en pantalla, así como la plasmación de sus

Fuente de emisión secundaria que afecta a la estación: Combustión en sector residencial y comercial Distancia a la primera vía de tráfico: 3 metros (15 m de ancho)..

nes de una misma comunidad político-religiosa y, cultural, con muy ligeras diferencias en su zona Central, la mediterránea.' Es cierto que en las regiones montañosas del

En línea con los trabajos que se han desan•ollado ya en los años precedentes, el programa contempla el reforzamiento de las redes de alerta sanitaria para evitar cualquier tipo

· Emisión de informe sobre la adecuación entre las competencias y conocimientos adquiridos de acuerdo con el plan de estu- dios del título de origen, o la experiencia laboral