Dosier de
Dosier de
métrica
métrica
Índice
MÉTRICA...3
El verso...3
El cómputo silábico...3
Tipos de versos...4
El ritmo...5
La rima...6
Encabalgamiento...7
La estrofa...7
El poema...9
Villancico...9
Soneto...10
Canción...10
Romance...11
Silva...11
Ejercicios...12
MÉTRICA
La métrica es el estudio de la versificación, es decir, la especial forma rítmica de un contexto lingüístico en forma de poema.
El estudio métrico tiene tres partes fundamentales: verso, estrofa y poema. En el poema se potencian los valores expresivos del lenguaje por medio de un ritmo pleno. La lengua hablada organiza los elementos fónicos de manera libre, asimétrica e irregular; esto equivale a la prosa en la lengua escrita.
Cuando hay simetría y regularidad tenemos el poema, que es la unidad mayor. La unidad menor es el verso, y la estrofa es una unidad intermedia.
El verso
El cómputo silábico
El cómputo silábico consiste en saber el número de sílabas que tiene cada verso.
La versificación puede ser:
➢ regular o silábica (la tradicional)
➢ irregular o libre.
Para realizarlo correctamente, debemos conocer los siguientes fenómenos métricos:
Sinalefa: la última sílaba de una palabra que acabe en vocal se une a la primera sílaba de la siguiente palabra, si también empieza por vocal o h. De todos los fenómenos métricos es el más usual.
En-ci-ma -de_ es-te- hom-bro- lle-vo _el- cie-lo
Blas de Otero
Sinéresis: convertimos un hiato en un diptongo, o sea. Creamos un falso diptongo, de forma que aunque haya dos sílabas fonológicas, sólo tenemos una sílaba métrica.
O-en-el-la-zo-fa-tal-cae-de-la-muer-te
Meléndez Valdés
Con-su-can-tar-sü-a-ve-no_a-pren-di-do
Fray Luis de León
Tipos de versos
Los versos pueden ser simples (de 2 a 11 sílabas) o compuestos (12 ó más).
También se clasifican en versos de arte menor (de 2 a 8 sílabas) y de arte mayor (9 o más).
Según las sílabas se denominan:
Arte menor Bisílabos (2) Versos simples
Trisílabos (3) Tetrasílabos (4) Pentasílabos (5) Hexasílabos (6) Heptasílabos (7) Octosílabos* (8) Arte mayor Eneasílabos (9)
Decasílabos (10) Endecasílabos* (11)
Dodecasílabos (12) Versos compuestos Tridecasílabos (13)
Alejandrinos (14) Pentadecasílabos (15) Hexadecasílabos (16)
*los más frecuentes
Los versos compuestos son una combinación de dos versos simples. La pausa que los separa se denomina cesura. La cesura impide la sinalefa. De hecho, cada parte del verso compuesto, llamada hemistiquio, se computa de manera independiente (y si acaba en aguda, se suma una sílaba, y se resta si es esdrújula, como a final de verso):
Los suspiros se escapan de su boca de fresa que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La pausa es un descanso necesario por razones fisiológicas y sintácticas. Existen tres tipos de pausa:
➢ pausa estrófica
➢ pausa versal
➢ pausa interna (opcional), que no impide sinalefa.
Los versos sueltos son los versos que no riman dentro de una composición en la que algunos versos sí tienen rima. Cuando se cumplen todas las normas métricas de una estrofa excepto la rima, hablamos de versos blancos. La poesía moderna utiliza el verso libre, sin medida ni rima, sólo con ritmo.
El ritmo
El ritmo acentual viene creado por las sílabas acentuadas o tónicas. En castellano tienen acento los sustantivos, adjetivos, pronombres tónicos, indefinidos, pronombres posesivos, demostrativos, numerales, verbos, adverbios e interrogativos.
No tienen acento los artículos determinados, las preposiciones, algunas conjunciones, las formas de tratamiento, el primer elemento de palabras compuestas, los pronombres átonos, los adjetivos posesivos y algunas conjunciones.
Según la posición de la sílaba tónica las palabras pueden ser:
➢ agudas u oxítonas
➢ llanas o paroxítonas
➢ esdrújulas o proparoxítonas
➢ sobreesdrújulas o superproparoxítonas
Todos los versos tienen un acento versal o acento fijo en la última palabra, que ocupa la posición penúltima.
Si la última palabra del verso es aguda, sumamos una sílaba. Si la última palabra del verso es esdrújula, restamos una sílaba.
Si el acento fijo o versal se repite en toda la estrofa, entonces lo llamamos
La rima
La rima es la total o parcial semejanza acústica, entre dos o más versos, de los fonemas situados a partir de la última vocal acentuada (es un fenómeno acústico, no gráfico) La rima es la frontera final del verso.
La rima puede ser:
• total o consonante: se repite todo desde la última vocal tónica.
Y tú, ¿quién eres de la noche errante aparición que pasas silenciosa, cruzando los espacios ondulante tras los vapores de la noche acuosa?
Carolina Coronado
• parcial, asonante o vocálica: sólo se repiten las vocales.
El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas, llaga de luz los petos y espaldares y flamea en las puntas de las lanzas.
Manuel Machado
Encabalgamiento
Se produce encabalgamiento cuando la pausa versal no coincide con la morfosintáctica; hacer esa pausa muy marcada resulta violento. Es un desacuerdo entre metro y sintaxis. El encabalgamiento es un elemento anormal de gran valor expresivo, porque separa elementos sintácticamente muy unidos, como el verbo y el complemento directo, con lo que los elementos quedan destacados.
Según la longitud puede ser:
• suave: llega hasta la 5ª o 6ª sílaba, o hasta el final.
En el principio el agua abrió todas las puertas
Carlos Sahagún
• abrupto: acaba antes de la 5ª sílaba.
Giran como un águila aciaga
Carlos Bousoño
La estrofa
Una estrofa es una combinación fija de versos con una medida y un rima determinada. Las rimas se indican con letras, mayúsculas para versos de arte menor, y minúsculas para el arte menor. En el siguiente cuadro tenemos las estrofas más importantes de la poesía española:
Nombre Características Ejemplos
Pareado Dos versos, de arte mayor o menor, que riman entre sí, en asonante o consonante esquema: aa, AA
Tan alegre, el marinero, Tan triste, amante, el minero. R.Alberti
Terceto Tres versos endecasílabos en que los impares riman en consonante.
Esquema: ABA, A-A La variante terceto
encadenado tiene el esquema ABA BCB CDC..
No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de decir lo que se siente? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Francisco de Quevedo Cuaderna
vía
Cuatro versos alejandrinos con monorrima consonante. Esquema: AAAA, BBBB
Eres, muerte, tan falta de bien y de tal manera, que no puede referirse la décima parte de tu [mal A Dios me encomiendo, porque no hallo cosa que pueda protegerme de tu venida mortal.
Redondilla Cuatro versos octosílabos, con rima consonante. Esquema: abba
La tarde más se oscurece y el camino que serpea y débilmente blanquea se enturbia y desaparece
Antonio Machado Cuarteta Cuatro versos octosílabos
con rima consonante. Esquema: abab
Y todo un coro infantil va cantando la lección: mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón
Antonio Machado Cuarteto Cuatro versos endecasílabos
con rima consonante. Esquema: ABBA
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengo ramos vueltos se mostraban: en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían
Garcilaso de la Vega Serventesio Cuatro versos endecasílabos
con rima consonante. Esquema: ABAB
Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana, en cuya noche un ruiseñor había que era alondra de luz por la mañana.
Rubén Darío Seguidilla Cuatro versos de arte menor:
1º y 3º heptasílabos sueltos 2º y 4º pentasílabos (a veces hexasílabos) de rima
asonante.
esquema: 7-, 5a, 7-, 5a
No me mires, que miran que nos miramos, y verán en tus ojos que nos amamos
Anónimo
Quintilla Cinco versos de arte menor, con rima consonante que admite diferentes
combinaciones, con dos límites: no puede haber tres versos seguidos ni acabar en pareado.
Esquemas: aabab, ababa, abbab...
Nadie se atreve a salir: la plebe grita indignada, las damas se quieren ir porque la fiesta empezada no puede ya proseguir.
Nicolás Fernández de Moratín
Quinteto Igual que la quintilla pero en
arte mayor. El buen caballero partió de su tierra;allende los mares la gloria buscó; los años volaban, se acabó la guerra; y allende los mares hasta él voló, voló un triste viento de su dulce tierra.
Pablo Piferrer Lira Cinco versos, tres
heptasílabos (1º, 3º y 4º) y dos endecaslílabos (2º y 5º. El esquema es 7a, 11B, 7a, 7b, 11B
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que un momento aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento.
Garcilaso de la Vega Octava real Ocho versos endecasílabos;
los seis primeros con rima alterna y los dos últimos forman un pareado.
Esquema: ABABABCC
el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído
Garcilaso de la Vega Décima Diez versos octosílabos con
rima consonante Esquema: abbaaccddc
¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel desde el marco del dintel te saludó: -Ave María? Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí. Déjame hacer junto a ti ese augusto itinerario
Gerardo Diego
El poema
Un poema o poesía es un conjunto de versos que forman una unidad artística. El poema tiene un número variable de versos (de dos a miles). Los poemas pueden ser estróficos o no estróficos.
Poema
Estrófico
villancico soneto canción
No estrófico romance
silva
Villancico
El villancico, como toda la lírica tradicional medieval y renacentista, era una poesía cantada, con una estructura fija. Constaba de varias partes:
• el estribillo, de entre dos y cuatro versos, que cantaba el coro.
• la mudanza, una estrofa de cuatro o más versos, con rima propia, cantada por el solista.
• versos de enlace (solista) con rima igual al estribillo, cantada también por el solista.
• Repetición del estribillo, que volvía a cantar el coro
En la fuente del rosel
lavan la niña y el doncel. (estribillo)
En la fuente de agua clara con sus manos lavan la cara,
él a ella y ella a él, (mudanza)
En la fuente del rosel
lavan la niña y el doncel. (estribillo)
Soneto
Esta composición métrica llegó a la poesía española con el Renacimiento, y es desde entonces, una de las formas métricas de más éxito, cultivada por multitud de poetas. Su forma clásica es la de dos cuartetos y dos tercetos. Los tercetos admiten múltiples combinaciones métricas.
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto; catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando, y parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho que voy los trece versos acabando; contad si son catorce, y está hecho.
Lope de Vega
Canción
La canción combina endecasílabos y heptasílabos con rima consonante, según una combinación creada por el poeta, que se obliga a mantener esa estrofa en todo el poema. Cada estrofa se denomina estancia. La última estrofa es más breve, y se llama tornada o envío. Son poemas bastante extensos. Reproducimos aquí una estancia de una canción de Garcilaso de la Vega:
o caso de fortuna desastrada me fuésedes llevada,
y supiese que allá vuestra dureza estaba en su crüeza,
allá os iria a buscar como perdido, hasta morir a vuestros pies tendido
Romance
El romance es un poema no estrófico, con un número variable de versos, aunque siempre en número par. Los versos son octosílabos, y la rima es asonante en los versos pares, quedando sueltos los impares.
Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan y están los campos en flor; cuando los enamorados van a servir al amor. Sólo yo, triste y cuitado, vivo en aquesta prisión sin saber cuándo es de día ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba al albor. Matómela un ballestero, déle Dios mal galardón.
Anónimo
Silva
Es una serie ilimitada de versos heptasílabos y endecasílabos, mezclados según el gusto del poeta, que también distribuye las rimas libremente. Pueden quedar versos sueltos. El nombre silva (“selva, bosque”) se debe a este aparente desorden.
Era del año la estación florida
en que el mentido robador de Europa -media luna las armas de su frente, y el Sol todos los rayos de su pelo-, luciente honor del cielo,
da al mar; que condolido, fue a las ondas, fue al viento el mísero gemido,
segundo de Arïón dulce instrumento.
Luis de Góngora
Ejercicios
El pez más viejo del río de tanta sabiduría como amontonó, vivía brillantemente sombrío. Y el agua le sonreía.
Miguel Hernández
Viene una música lánguida, no sé de dónde en el aire. Da la una. Me he asomado para ver qué tiene el parque. La luna, la dulce luna,
tiñe de blanco los árboles, y, entre las ramas, la fuente alza su hilo de diamante
Juan Ramón Jiménez
Ay, cómo te vivo, fuego, en la sangre de mi cuerpo. Ahora, Dios, el encuentro: morir en tu luz envuelto, morir de verdad, en serio, morir de dignidad muerto.
Ramón de Garciasol
La sombra cenicienta de la encina, hondamente celeste y castellana, reposa su verdura cotidiana, en la paz otoñal de la colina.
Leopoldo Panero
Duerme, alma mía, duerme, duerme y descansa,
duerme en la vieja cuna de la esperanza;
duerme.
Miguel de Unamuno
El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc, lejanas bandas de pájaros manchan el fondo bruñido de pálido gris.
Rubén Darío
Miguel Hernández (1910-1942)
Rubén Darío (1867-1916)
¡Momtombo! -exclamé- ¡Oh nombre [de epopeya! Con razón Hugo el grande en tu [onomatopeya ritmo escuchó que es de eternidad. Dijérase que fuese para las sombras [dique, desde que oyera el blanco la lengua [del cacique en sus discursos de libertad.
Rubén Darío
¡Granados en cielo azul! ¡Calle de los marineros; qué verdes están tus árboles, qué alegre tienes el cielo!
Juan Ramón Jiménez
Como un pasmado volar de ingentes [aves marinas.
T. Morales
Arenal de Sevilla, Torre del Oro. Azulejo a la orilla del río moro.
Gerardo Diego
Tienen tus andares ritmos singulares. Y como las reinas de Oriente te peinas.
Manuel Machado.
Tengo un querer y una pena: la pena quiere que viva; el querer quiere que muera.
Manuel Machado
Dios está azul. La flauta y el tambor anuncian ya la cruz de primavera ¡Vivan las rosas, las rosas de amor, entre el verdor con sol de la pradera!
Juan Ramón Jiménez
Madre. Amistad. Beso Paz.
¡Qué pocas palabras me gustan! Madre.
Amistad. Beso. Paz. Esto es. Nada más.
Gloria Fuertes
Por querer a una mujer, un hombre perdió la vida, y aquella mujer perdió... la diversión que tenía.
Manuel Machado
Tu ausencia está en mi sangre y en [mi vida, hecha forma de toro enamorado, que embiste por mis huesos [desbordado buscando por mi pecho la salida.
Rafael Morales
Quisiera entrar en mí, vivir conmigo, poder hacer la cruz sobre mi frente, y sin saber de amigo ni enemigo, apartado, vivir devotamente.
Ramón del Valle-Inclán
Tres morillas me enamoran en Jaén: Aixa, Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas en Jaén: Aixa, Fátima y Marién.
Anónimo.
Encima de este hombro llevo el cielo,
y encima de este otro, un ancho río de entusiasmo. Y en medio, el cuerpo mío.
Blas de Otero.
Murió don Guido, un señor de mozo muy jaranero, muy galán y algo torero; de viejo, gran rezador.
Antonio Machado.
De sombra, sol y muerte, volandera grana zumbando, el ruedo gira herido
por un clarín de sangre azul torera. Abanicos de aplausos, en bandadas, descienden giradores del tendido, la ronda a coronar de los espadas. Se hace añicos el aire, y violento, un mar por media luna gris mandado prende fuego a un faro que apaga el [viento.
Rafael Alberti
No las damas, amor, no gentilezas de caballeros canto enamorados, ni las muestras, regalos y ternezas de amorosos afectos y cuidados; mas el valor, los hechos, las proezas de aquellos españoles esforzados, que a la cerviz de Arauco no domada
pusieron duro yugo por la espada.
Alonso de Ercilla.
Antonio Machado (1875-1939)
La luz que del cielo vino, la luz que del cielo viene, ya junto al mar se detiene ¡quizá no sabe el camino!
Luis Rosales
¿Con qué culpa tan grave, sueño blando y süave,
pude en largo destierro merecerte, que se aparte de mí tu olvido manso?
Pues no te busco yo por ser descanso,
sino por muda imagen de la muerte. Cuidados veladores
hacen inobedientes mis dos ojos a la ley de las horas:
no han podido vencer a mis dolores las noches, ni dar paz a mis enojos.
Francisco de Quevedo
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo, y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido.
Fray Luis de León.
Ese vago clamor que rasga el viento es la voz funeral de una campana: vago remedo del postrer lamento de un cadáver sombrío y macilento que en sucio polvo dormirá mañana.
José Zorrilla
En la mitad del barranco, las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria relucen como los peces. Una dura luz de naipe recorta en el agrio verde caballos enfurecidos y perfiles de jinetes.
F.García Lorca
¡Que esto dure! ¡Prometo
pasar tan limpio como golondrina cuando bebe! ¡Prometo
no tocar nada, pero que esto dure!
Claudio Rodríguez.
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Bibliografía
Impresa:
Lázaro, Fernando y Tusón, Vicente, Lengua española, 1º de BUP, Anaya, Barcelona, 1975.
Quilis, Antonio, Métrica española, Ariel, Barcelona, 1986
Rico, Francisco (edición) Mil años de poesía española. Antología comentada, Planeta, Barcelona, 1997
Internet:
http://www.comentariodetexto.com http://lenguayliteratura.org