,t:;
:~ ·~ 1 :~ ··~<:0) ~
'"'
---#1~~0
ICONOSI1 ORevista de FLACSO-Ecuador No 1 O. Abril, 2001
Los artículos que se publican en la revista son de exclusiva responsabilidad de sus autores, no reflejan necesariamente el pensamiento de ICONOS
Consejo editorial Felipe Burbano de Lara (Editor) Edison Hurtado (Co-editor) Franklin Ramírez Alicia Torres Mauro Cerbino Eduardo Kingman
Traducción: Bryant Richardson
Producción: FLACSO-Ecuador
Diseño e ilustraciones: Antonio Mena
Impresión: Edimpres S.A.
FLACSO-Ecuador Dirección:Uipiano Páez N 19-26 y Av. Patria Teléfonos: 232-029/ 030 /031 Fax: 566-139
E-mail: fburbano@flacso.org.ec
Indi
ce
S
R
enovación
Coyuntu
."es
r-
~_
•
•
••
",
•
~
..,
.
..
I
~
"
•
••
.
•
.
•
".
..
34
¿
Un levantami
ento
indígena m
ás?
A prop
ó sito
d
e
l
o s
s
u cesos
de f
ebrero
d
e
2
001
Fernando Garete S.
2
8
El levantamiento
indígen
a
ecuatoriano
d
e 2001: una interpela
ción
M
anuel Ch
ir
iboga
Doss
ier
'8
Un barco
qu
e se
hunde
.
un
a
rch ipiélago qu
e se
c
ontamina
o
un p
aí s e
ncallado
Teo doro Bustamante
•
_~~_
...
~
Crisis
,
Iniquidad
y
e
l
es
pectro pr
edatorio
del Est
ad o e
cuatoriano
lnt
erpretacióreé
blltica
d
e la coyuntu
ra 1998
-200 0
éser
M
On uf
ar
39
"
Nada
sólo
p
ara
t
os
indio
s
"
A
pr
opósit
o
d
el
últ
imo
le
vantamiento
indígen
a
Augusto Barrera G.57
El m
ovimiento
ind
í
gena ec
uat oriano
y
l
a
p
olítica
d
el
re
cono cimi ento
..
Mare Saint-Upéry
68
l
a
ciu d ad como relnvención: el levantamien,
to In dígen a-de enero de
2000
y
la toma de QUito _ . , ,E
duardo
Kingman1
...
48
C
onflicto é
t nico
,
d
em
o
cracia y
E
stado
Fron
tera
80
El
Pl
an Colombia
:
or
igenes.
desar
rollos
y proyección regiona
l
F
r
a
nc
isco
l
ea
l
B
ui
trago
<'
87
El
trá
fico d
e drogas y
l
a
polític
a de
lo
s
E
st ad os U
ni dos
e
n
Co
lombia
B
ce M
ichael
Bagley
De
ba
t e
100
lib
er t ad. de
sarro llo
y
d
emo crad a
:
p
ara
r
e
-p
en sar
l
a
d
em ocrad a
r
ealmente exis
tente
e
n E
cu ad or
Pablo And
rad
e
A.
Temas
112
Golbalizacián
y
f
útb ol
p
ostnad onal
Serg
io
V
illena
Fiengo
Diá
logo
118
Pe
nsar
e
l m
ultkuttureusmc
En
trevista
a W
ill
K
vmlirka
132
Reseñ
as
144
¿Un levantamiento indígena más?
A propósito de los sucesos
de febrero de
200
~
Fernando
Garda S.
*
He ckgido esre hMO para mi an.1lisisJd
lema. . , .
porque:
me p.¡~q""
Iu.
bLa
mud>o dela
percep-. percep-. ción que I~ una buena p.¡nc
do:
la
pnbbciónpoeoo
dl.asr«i
bi
6.
.
llnu publKXión do: un «ualornna 1oOb~d Ill<7Vimimlo indi~na. nro es,c:okp
y
amigonpahol
dcnomlnaW.Am4
:fl.
"nln.
.
lapoca
oompmu.iónr
cunocimNrnIO que' muOI ra..u,..
.y.,ú:
ú ...
tit0qntri4 /"¿ípw .F
r
i".
sobeela
realidad en1.1
que: ..
i~. dd'inuJ,..r
por ...~ut""lrütl, luego de RVilo.l.r d libro me psuria qU(' lucha.
hacer alusión a un h«ho
q""
se narraend.
próIo-
-
Quwcra«nln
.
mi ¡n!lisis C'I1los
ckmcmns~
(
¡I¡urio
a mal>Cnde
i
nlroduaió
o dd
p= .:...--Icóricosmis disicos que
uliliun xtu.allllnll" ~ludm lo.
~
cknci.u oociab rara ana/Un l.., movimicmos _, ¡
p¡
n
~
¡...
Iiru. dprr-
cWC:S
,
f
al
como lo propo ne Tourainc (19781, n lomio fruKÍKoToll'W
y
Valiente ·Porla
Pu
Y
b To- cs.quo!
eslo
q....
nú m j~ c:n cllal..¡uio:r wnl1i<;.knnci...·, en honor a Ole jurista español asesinado ro. d o los ad.~rurios que' loe: m(rml.>.n
y
el
poxC'-como v/aim.a
de
la
imokranciay
d crimenpor
un so <l." fomución de idcnliJ.I<ks quevi\'Ce
cualquiercomando de ETA en f~~rode 1996 . En
I.t
venión movimientosocial
.
<id
prem io o:k1m
se" lomó en consideración la Si se revi~ el tipo de rcivindica.:ioon <¡ue hap<»ibili<.bd de disl ingu ir como candidata a la no- p1am eado el movim ien fO
r
1m
acue",j"" a lo:. <¡<>e minaci6n en la peBOna de la doctora Xina Pacari ha llegado con 1"" gobiernos de tur ne a panir depor su eonl ribución en la elaboración de la Consti- marro de 1<)')<), se puede verificar que a partir
de
lución «uaturian a de 1998; el jurado aprecié
la
o"" fecha hay un cambio imporunte. jumo con las propuesta, perofue
casi uninil1'leen considerarque propue'll as que involuc ran directamente a los pue-el
snlOno seda em endido por Ecuador Co mo paisblo
s
indigenas, se incorpo",.n cadavez
con mi sy
no la ccocedié.fue
=
otras propuesras que beneficianal
conjunroEl
juradn se habla fijado sobre lodo en una fra- dela
población pob~ del paf•.As
I
por ejem plo, ense de la Constitución, el numeral
2
0,
del artículo el levanramiento de man:odel
al'io n>cnciunado , de97
,
que babIa de losdeberes
y rrsponl'1bilidadrs de1
m
once pUnlns. cincot
enían
que ver con los pu e-los ciudadan os, que a propósito es la única frase deblos
indfgenasr
1... seis resumes eran de beneficio la Consrirución que esri escrita en quich ua, me ~_ general. En e! siguiente [evantamjen tc , en julio de fiero a los principios básicos de la culturay
justicia 1999, lOOOS 1... nUeve pum os negociad"" lenfan quichua:a
m
a q
uilla,
ama (
,,11a.
ama ¡!lua
,
cuya na- aplicación nuional'.ducción al castella no es: no ser ocioso, no mentir. Algo sim ilar se planlcó en elleva ntamienro que
no robar. nos ocupa, incluso una co nsigna explfcita compar
-rids
por 10 5 sectores levantados fue -nada solo para los ind io.'-, por lo cual de los21
pumos plantead os por el movimiento, convertido¡ en2
3
de! acuerdo ,• J>ro(csor-;nves<igadordeFLACSO·Ecu.odor
0..""10, B>nolomi, Aoou U~"b., At,.·y"t..:
a,
,,,ti""·
pI(M ¡""IV""',
(AJ,p
Wi ... ,.... A,..¡,m" C",,,,o deA part
ir
de marzo de
1999
,
el t
ipo
de re
i
vindicac
iones
q
ue
ha plan
teado
el movim
iento i
ndígena,
y
lo
s
a
cuer
do
s
a
l
os que ha lleg
ado
con
l
os
g
obiernos
d
e
t
urn
o,
in
co
rp
oran c
ada vez
con
m
ás
fu
erza
p
rop uest
as
qu
e
b
enef
icia n
a
l
c
onjunto
de
la
pob
lación
p
o
b
r
e
de
l
pa
ís
y
n
o
s
ólo di
rectamente
a
lo
s
p
u
eb
los i
ndígen
a
s
tan sólo cuatro se refieren en fo rma especffica a los pueblos indígenas.
los acuerdos alcanzados luego de diez días de levanraruienro tuviero n como causa inmedia ta las
medidaseconómicas lomadas por el gobierno ai ni-dos dd afio. donde las más visibles eran las re feri-das al<:-osro de 1m combusrib les (gasolina ygas) y d COStO de las tarifas dd trampane público. Otra cau
-saimponante fuela coyunturadel primer anivct$a
-riodd golpe dd 21 de enero de 2000, juntO con la declaratoria hecha por d jefe del coman do conju
n-to a inicios de enero, en elsentido dc que cualq uier prOlesta rela<:-ionada con esra fecha sed reprimida con la fuena.
En realidad. d movimiento ind ígena respecto al primer aniversario dd 2 1 de enero había mostrado un perfil bajo hasta fines de diciemb rede 2000 ,d
e-biJa. en parte, a sus fracturas internas (la pugna CONA [E, FEINE, FENOCI N y la solicitud de in-consritucionahdad del Conscjo Nacional del CO· DENPE) y, en parte, al cuestion amiento hecho a losdirigentes de la CONAIE en la asamblea rea[i·
zada en Muisne en el mes de noviembre, en la cual sedecidió pedir su salida en marzo del 2001, a cor-tanda de esea manera su período a la mitad.Ante el pronu nciamiento de las Fuerzas Arm adas, el pre si-denee de la CONAIE tcaccionó de forma vigotosa
y
de alguna manera retÓ al jefc militar acumplir suamen aza.
A estas alturas entra en acción un mecanismo utiluado en los anteriores levantamie ntos, este es,
las protestas generadas por las organiudones ind í-genas de
base
en las distintas provindasdc la Sierray Amazonia (On el <:-ierre de carrereras e interr
up-cidn del ingreso de 101S artículos de primera necesi-dad a los mercados urbanos.
Aquíquiero señalar la presencia de dos elemen
-ros nuevos que no hablan aparecido en las protestas
anteriores: cl papel protagónico jugado por las au
-roridades locales (muchos de ellos ex dirigentcs dcl movimiento ind ígena) elegidasen mayo pasado, en la dirección de las prOteSras provinciales. tal e! uso dd prefecto de Coropaxi, el alcalde de Guaranda,
entre Otros; y d segundo, la marcha y toma de va-rias d udadcs y pueblos por pane de las <:-omunida
-des indígenas, tal el caso de Ambato, Otavalo, Iba
-rra, Tena. con el fin de impedir e! funcio namient o de los servicios públicos
y
protagoni urla
toma delas sedes de las ofidnas de gobierno .
En
algunos ca-sos, indusivc, se cuenionó el desem pefio dc los go-bernadores provinciales desal ojándoles de sus fun
-ciones y nombrando nuevos funcionarios elegidos por el movim iento (en Pastaaa y CoropaxÍ, por
ejem plo).
A
la
par de los movim ientos locales, desde las provincias cercanas aQuito se inició una marcha SI· [encicsa y casi individual de miemb ros del rnovi-mien to baciala
<::apital, a pesar de los controles es-tablccidos por las fuerzas dd orden, que desem bo-có en la frustrada tomadel parque delArbolito pa-ra terminar posteriormente en los predios de la Universidad Politécnica Salesiana, en la que seco n-centraron alrededor de 5.000 indlgenas. Ame las continuas amenazas de dcsalojo delos predios uni·
vcrsitarios por pane del gobierno, elmovimiento se traro una esrraregia alternativa en caso de que CStO suceda, otros 5.000 indígenas repartidos por
la
du-dad estaban listo s a tomarse tres o cuatro sitios e s-tratégicos dcla
misma, COn cl fin dc mamener d a.scdio y la negociación.En este punto vale la pena resaltar la actitud so-lidaria y de apoyo most rada por
la
poblaciónurba-na a favor del movimie nto que, aunque na fue pu-blica, permirió manten er la presencia de los indfge
~
--
•
•
-
:.
Lu
ego de
l l
evantamiento, el mov
imiento i
ndígena mue
stra u
na
i
d
en
t
i
dad
que
,
a
pe
sar de l
as equ
ivocaciones
de
s
us d
ir
ige
ntes, s
e
m
antiene
in
cólume.
Aho
ra nec
esita ha
cer
u
na "
parada t
écnica"
para p
recisar
e
i
ncorporar
un
con
jun to
de
ali
anzas de med
iano
y
l
argo p
lazo co
n
o
tros a
ctores
que
tuviero
n
e
special
desempeño du
rante
e
l c
onflicto
nasdurante diez dfas. Me refiero a la acción dc~plc'
ga<b. por los estud iantes, grupos de jóvenes, ONGs
de diverso
tipo,
intelectuales y pobladores en gene-ral en la consecución de víveres, vituallas
y
medici-nas.
La
permane ncia en Quieo, corno ya se ha vistoen oasiones anteriores, fo rzó a que
el
gobierno sevea obligado a conversarcon los dirigent es na
ciona-les del movimien to, y no con Jos locales o regiona -les, como «¡uivocadamenre prcH'ndió en un inicio .
No hay que olvidar tampoco el fuerte valor s imbó-lico que tiene para el movimiento llegar hasta el centro del poder político, enfrentarlo y provocar una nego.:;iación al mis a1m nivel.
Desde
la
perspect iva de los adversarios, elgo-bierno personalizado en el Ejecutivo, las Fueeeas Armadas,
la
Polida y algunas aut o ridades provin-ciales, co metió algunosdesaciertos en el manejodel confliero.Ya he señalado uno,
la
declaración delJe-fe del Comando Conjunto a inici"" de enerO. a ltO fue el uso de la represión violenra (que proVOCÓ
muertos y heridos) en los sucesos acaecidos en
La-racunge- Tena,
S
alasaca
y Quito. Esee hecho quehabía estado ausente felizmenre en levantamientos anr eriores, desem bocó en la declararcria de estado
de emergencia por parte del gobierno.
El Ejecutivo, en dedaraciones públicas y a
tra-vés de cuñas televisivas, comerlÓ nuevas equivoca
-ciones al deslegieimar al movimiento tachándole de
subversivo y de representar a una minorCa. En la misllIa líno:a represiva apresó al presidente de la CONAJE sin ningún susrento ju rldico, lo que pr o-vocó su posterior liberación por la vía del habeas
corpus. Este hecho luVO
la
virtud de cchesiomrmis al movimienro y de mostrar que a pesar de
la
captura de una de las cabezas del movimiento, éste no se vino ahajo porla.
presencia de Otros lideresigualme nt e capaces de llevar adela nte la lucha.
1:".1 accionar del gobierno muest ra un gran de s-co noc im iento de la realidad yde la cuestión
indige-na: pl:nsar que lo que se necesitaba era "mano du
-ra" para sofocar la protesta, haber desaprovechado
un año entere de su gestión sin haber negociado
con el movimiento, y mis bien somererle a po líti
-cas equivocadas cuya reitetación han sido amplia
-mente rechuadas, ules corno
el
parern alismo de las acciones del asesor Vivas con laentrega de palas,ca-rulillas y audones, y los intentos dedivisión int er-na del rnovimienro desde
el
gobierno al desconocera los directivos nacionales, etc.Tampoco se debeol
-vidar que el act ual gobierno es de alguna man era
un resultado del levantamiento indigena del 11 de enero de 1000.
Me gusurCa también hacer evidente una ausen -cia que cae por su propio peso, el hecho de que
el
Estado y los diferentesgobiernos de turno, de<de
el
recomoa la democracia en 1979, no han sido ca
pa-CeS a diseñar, formular y ejecular una polltica e sra-tal de cono , mediano y largo plazo con y hacia los
pueblos indCgenas. El movimiento iodCgena COn su lucha no solam en te ha pasado a scr un acror po
lCti-ce fundamental en la vida del país, también recla
-ma participació n en
la
roma de decisiones que in-volucra su futuro, eo otras palab ras, coovenirse en
actor de su prop io desarrollo y actor prctagénico
del desarrollo del pals.
El Estad" mira rorlav!a a 10.1 levantamiemos in
-dtgcnas COl1l0 incend ios cíclicos a sofocar ; a pesar
de que exis ten avances Juego de arduas negociacio
-nes, no ha sido capa~de iniciar un proceso sosleo i-do que coloque al tema iodígeoa en
la
ageoda do: lasprioridades nacionales, en
la
agenda del presid ente ,eo otras palabras en un problema, como mu<;hos
OtrOS, que involucra. a todo el país y que requiere de
h~tórico~ incluido el
21
de enero del2
000,
tuvo lapareicipacién
delas
FuerzasAr
madas
en e!conflic
-tooNo
se
podrla habb.r de una actitud unitariare-presiva y vio lema.
Se
dieron varios sucesos en m e-dio del conflicto que comrad iccn tal aseveración. Por ejemplo, el paClO de no agr~iónlogrado ent re el ¡efe de la brigada blindada más importante de! paí~, la brigada Galápagos afincada en Riobamba,con el Movim iento Indígena de Chimborazo
(MI CH) pllra evitar enfremamiemos,
la
poca
parti-cipació n del ejército en las acciones de represión conocidas, fueron más bien miembros de la arma -da y la fuena aéml los que ¡nrciciparon.Estos
ele -mentos imped irían hablar porel
momento de un rompimiento definitivo entre las Fuerzas Armadas y d movimiento indígena.Respecto a OlrOS adversarios no gubernamenta -les, preocupa la posición adoptada por otros acto
-res
sociab, como las Cámaras de laP
rod
u
cción
de Guayaquil , que públicamente manifestaron su d e-terminación de sofocar al movimienroco
n
manodura, uriliundo indusive los mismos argumentos
de
l
gobierno en un momento determinado dd con-flicro
.
Fue daro suintento
deregionalizar
el co n-flicto y de relativizar su importancia mostrándolocomo reclamo de una minoría in teresad a en provo
-car el caos en el pals y de ser un obstáculo para e! desarrollo.
Esta posición tevi""posiciones de caclctCT r.acis
-ra y excluyenre, y derra el ¡nso a la llamad a kapcr_
tora étn ica~J que ha
caracterizado el
desarrollo del movimiento indígenaecuatorianodesde ~u apareci -miento publico a partir de la década de los años 80.Incluso sería
el
inicio de posibles enfrentam ient os de carácter violento ent re facciones comr.arias.Orro faClOr que
caracr
erizé
al
a
identidad del movimiento de febrero de200 I
fue el proragonis-mO que tuvieron algunos acrore s que fungieron en determinados momen{O~ del conflicro co mo me
-diadores. Me refiero a laactuación de los directivos de
la
Asociació n de Mu nicipalidades del Ecuador(AME), en especia l de su vicepresident e,
el
alcalde indfgena de Coracach i,Aulci Tit uaña, los dipurados del movimiento l'acha kutik, especial memela
doc -tora Nina Pacari, ex vicep resident a del CongresoNacional y Gilbeno
Talahua,
actual president e dela Comisión de Ñuntos Indí genas y erras Etnias del mismo Congreso.
A diferencia de levantamientos anteriores,
el
movimiento utilizó como portavoces a los vicepre
-sidenres de las organizaciones nacionales, a la par que el gobierno utiliro también a la figura del v ice-presidente de
la
república junro co n algunos minis -tros en los diálogos que dieron luga r a los acuerdos finales. Esta estraregia utilizad a por los dos grupos adversarios mostró una virtud, dejar ab ierta lapo-sibilidad de una ultinu in~rancia, en caso de no ll e-gar a un ente ndi m iento , representada por los
presi-dentes de las organizaciones indrgenas nacionales y el presidente de la
repú
blica.
En cuanto se refiere al proceso de formación de identidad dd movimiento indlgena, me paree<:
im-ponante resaltar alguno~ elementos nuevos. Luego del 21 de enero, la identidad del movimientoquedó
conmocionada, si se mira la opinión pública de ese
periodo expresada en los medios de comunicación , la percepción
gene
ralizada
es que el movimiento quedó herido de muerte. Sin embargo, luego de cua-tro meses,el
21
de mayc.el movimientoPachakurik
lograba un triunfo imponante en las urnas, en las elecciones de auro rid~des de gobierne» locales' que puso en cuesrióu la percepción divulgada.
Si se hace el análisis del resto del ~ño, el a m-biente
se
vuelve a oscurecer con elrev
és
sufr
ido
enla prcscnt~ci6n de las firmas de respaldo de
la
con -sulta popular convocada por el movimiento y l~ Coordinadora de Movimientos Sociales en el mes de agosro, e igualmente con el Iruserado lev anta-miento convocado por Antonio Varg~en el mes de septiembre. Las diferenci~ al interio r del movi-miento por los sucesos mencionados hacen peligrar
l
a
perm~nenci~ dela
dirigencia; luego de la asam·ble
a
de noviembre se opta por una salida negociada de permanencia hasta marro de 200 1, mes enel
que se celebra rá una nueva reuni ó n enQuito
.
Me parece que este nuevo cc nflicro de febrero muestra una identidad que. a pesar de los golpes
sufrido~ por equivocación de ~U5 dirigentes, se mantiene incólume;
la
red organieariva del mov i-mienro esrá int~aa,se
hace intentos por di~ringuirsus propias acciones del reStO de movimientos so-ciales con
los
que anteriormente estuvieron cerca, yfinalmente vuelven a tener prorago n ismo en un contexto de continuas medidas de ajw te eco
nómi-co, lo cual no les ha impedido mantener viva su ca
-pacidad de protesta, de movilización, de negoc
ia-ción, que desde
la
perspectiva más regional, tanto andina como latinoamericana, les muestra como uno de los pocos movim ientos sociales con vida ac-tiva en tiem pos de crisis.E!
movimiento ind ígena luego del levantamien-tO de febrero de 200! necesita hacer una "parada técnica" para precisar e incorporar un conjunto de alianzas de mediano y largo plazo con ortoS actores (indígenas
y
no indígenas) que IUvieron especialdesem peño durante el conl1icro,
tal
el caso de las autoridades de los gobiernos locales, el mismo mo-vimiemo Pachakuric y sus diputados, otros parti-dos pollricos, los inrelecruales, lasO
NG,
enrre los más important eS, con el fin de ir co,
nsolidando su posición y protagonismo pollrico .Para finaJiur qui.i era respo nder a la pregu nta
planteada en el rltulo de este arlkulo. El lev
anta-miento an:aliu do, a pesar de que los
23
punlOSdd
acuerdo no ~prcscntan avances significativos", no
fue un levantam iento mis, ya que su principal m
é-5 En "'e ",n'ido es muy alecciQnador d pr«eso VIVido
PO' loo pud>lo< indígena>ooklmbian", e" cuestión dealian· zasoon 0<"" oct<Ires . p.nir delaCon"ituyentede 19'91.
6 la =peión lo repre",n,. d pun,o 9 que h.bl. de l. p.rtieipa<iónd.luo,g.niucio....
_
¡.!es
eindígena>.nl. d.bora<;ión d. proyttto> deinve..ión _ ial pora canie d. la deuda",,'e,na, fond quese: """,,,irJn, pnferen'e01enl<en¡.., SOcantOn..yen1 200 parroquiasmís pobres del paí"
de >cuerdo a un plan de d...,rollo .merg.nte.
tito fue el de posicionar al movim iento indígena de una va; por todas como actor poHtico im
prncindi-ble
en la resolución de los grandes problemas na-cionales.Uno de los baluartes del movimiento ind lgena ecualoriano a WlVI'S dd tiempo ha sido
d
podersimbó lico de las palabras que utilizaen su discurso, por lo que quisiera volver a la máxima indígena del
dmd quilla, dmd tulla, dmd ,hua con la que empect este anfculo para poder incorporar un cuarto ele-mento que le ha aií.adido el movimiemo indígena boliviano, en
el
K,,/Lr
iUJU
,
d
denominadoamd
Uu"ku. que quiere decir:,¿
digno, hazle respelar,colócale en tu sitio, no seas servil.
Es
ta
expre~ióncreo que explica sin mayores consideraciones
e
l
comportamiento del movimiento indlgena en este
úlrimo conflicro.
Bibliografía
Clavero, B. 2000. Ama L/u"ku, Afrya.Yala; Cm ,ri.
IU
Jmeid
l>ldigm dJ
GUigoLadino
por Am<'rica,
Centro de Estudios Polílicos y
Constiluciona-les, Madrid .
Garda,
F.
2000. "Presente y perspectiva del movi-miento indígena ecuatoriano". Ponencia pre-sentada en laX
IV
reunión de Emología, Musco Nacional de Antropología y Folklo re, La Paz,Bolivia.
Leó
n,
J.
1994.El
kva",
amimlO
;,,Jigma
;
tÚ camp~,i"",
a ciudsuia"OI difirmlN. Ediciones CED!-ME-Abya-Yala, Quiro.