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Factores de riesgo para las enfermedades no transmisibles: Metodología y resultados globales de la encuesta de base del programa CARMEN (Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades no Transmisibles) Risk factors for chronic n

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Revista médica de Chile

versión impresa ISSN 0034-9887

Rev. méd. Chile v.127 n.8 Santiago ago. 1999

doi: 10.4067/S0034-98871999000800017

Factores de riesgo para las

enfermedades no

transmisibles:

Metodología y resultados

globales de la

encuesta de base del

programa

CARMEN (Conjunto de

Acciones para

la Reducción Multifactorial de

las

Enfermedades no

Transmisibles)

Risk factors for chronic non

communicable diseases:

Methods and

results of CARMEN program

basal survey

Liliana Jadue H, Jeanette Vega M, María Cristina Escobar S, Iris Delgado B1,

Carmen Garrido G2, Patricia Lastra M, Francisco Espejo E, Armando Peruga U.

Background: In the last decades, chronic non

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occasions per month, 84.6% were physically inactive, 19.7% had a body mass index over 30 kg/m2, 11.1%

had high blood pressure, 3.9% were diabetic and 46.9% had high serum cholesterol levels. Conclusions: The basal survey for the CARMEN program shows a high prevalence of cardiovascular risk factors among Chileans. (Key Words: Cardiovascular diseases; Diabetes;

Hypercholesterolemia, Smoking)

Recibido el 9 de marzo, 1999. Aceptado en versión corregida el 10 de junio, 1999.

Trabajo financiado con aportes de: Organización

Panamericana de la Salud, Ministerio de Salud y Laboratorio Eli Lilly.

Organización Panamericana de la Salud, Ministerio de Salud de Chile. Servicio de

Salud Valparaíso y San Antonio, Pontificia Universidad Católica de Chile.

1 Magister en Estadística 2 Enfermera

Desde hace décadas las enfermedades no transmisibles (ENT), grupo de enfermedades entre las que se incluyen las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades cerebro vasculares, los

cánceres, la diabetes mellitus, los accidentes y las violencias, ocupan los primeros lugares en morbilidad y mortalidad entre los adultos, sin importar el nivel de desarrollo económico del país o región, con pocas excepciones. Del total de 3 millones anuales de defunciones en América Latina y el Caribe, el 57,9% corresponde a ENT. De éstas, el 70% está constituido por: enfermedades

cardiovasculares (ECV) (45,4%), neoplasias malignas (19,7%) y diabetes mellitus (4,9%). A esto se agrega 9,8% por lesiones y accidentes, lo que hace un total para ENT y accidentes de 67,7% del total de muertes1. La situación de Chile es similar y se espera

que esta tendencia continúe y los problemas infecciosos sean cada vez menos relevantes en términos de mortalidad.

En Chile, el Estudio de Carga de Enfermedad realizado en 1996 por el Ministerio de Salud2, muestra que en el nivel global, las ENT dan

cuenta del 73% de la carga, seguidas por los traumatismos y envenenamientos con 15% y luego las enfermedades infecciosas, maternas y perinatales3. Las ENT son la principal causa de AVISA

en ambos sexos y en todas las edades, aunque cambian las causas específicas. Estas cifras podrían incrementar en el futuro

principalmente por tres razones: el incremento de los factores de riesgo (FR) tradicionales (tabaco, obesidad, dieta inadecuada, hipercolesterolemia, sedentarismo, consumo de alcohol) y otros menos tradicionales o menos conocidos como el consumo de otras drogas legales e ilegales y el estrés psicosocial; el envejecimiento poblacional secundario a disminución de la fecundidad (transición epidemiológica) y el mejor control de las enfermedades infecciosas, en particular de la mortalidad que éstas ocasionan.

Aunque no se conocen completamente las causas finales en las ENT, es posible modificar su historia natural con la intervención de los FR que las preceden porque éstos actúan durante períodos prolongados, provocando daños que muchas veces son

imperceptibles para las tecnologías habituales de tamizaje,

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evidente. Por ello, en el nivel poblacional, el impacto en la

mortalidad ocurrida por ENT sólo se observará después de 10 ó 15 años de la aplicación amplia y sistemática de programas de

intervención de los FR4-7.

Con estas estrategias, en Canadá y USA se ha logrado reducir en 15% la mortalidad proporcional por las ENT desde 1980 hasta ahora, a través del control integrado del tabaquismo, hipertensión e hiperlipidemias fundamentalmente. Una ventaja adicional de estos programas, es que también han mostrado impacto positivo en la mortalidad general en las áreas donde han sido aplicados. Como los FR dependen de los estilos de vida y son, en consecuencia,

modificables, su reducción potencia el impacto y la efectividad de los programas integrales de prevención y control de varias ENT, en plazos que son diferentes, según los indicadores seleccionados para hacer la evaluación y la medición de impacto. Ejemplo de ello son los programas de Karelia del Norte en Finlandia4-6 y los proyectos

CINDI en Europa y Canadá8.

Para que los países modifiquen sus políticas de salud para el control de las ENT, reorienten sus recursos y adopten nuevas medidas de salud pública, se necesita información sobre cuáles son los FR que afectan a su población. Una de las metodologías más usadas son las encuestas poblacionales, con instrumentos estandarizados, que permiten comparar resultados en diferentes períodos para la misma población o comparar diferentes poblaciones. De esta manera, el conocimiento de los principales problemas de salud en diferentes comunidades permite seleccionar las medidas de control más adecuadas, ahorrando tiempo y recursos. Por estas razones se realizó un estudio de los FR conocidos para las ENT en una muestra poblacional representativa de adultos en Chile, que por un lado establece la prevalencia de los principales factores de riesgo para las ENT y por otro, sirve de línea de base para la evaluación del impacto o efectividad de las estrategias de intervención que se espera aplicar en la población del estudio, en el contexto del Programa CARMEN (Conjunto de Acciones para la Intervención Multifactorial de las Enfermedades No Transmisibles).

MATERIAL Y MÉTODO

Población. En una muestra de población general adulta, de 25 a 64 años de edad se estudió la prevalencia de los siguientes FR para las ENT: 1. Caracterización por edad, sexo y nivel socio-económico (NSE). 2. Consumo de tabaco. 3. Consumo de alcohol. 4. Inactividad física. 5. Obesidad. 6. Presión arterial elevada. 7. Diabetes mellitus. 8. Perfil lipídico alterado. El universo está constituido por la población de la comuna de Valparaíso, de ambos sexos, en el tramo de edad de 24 a 65 años9. El tamaño de la

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fue de 2.127 sujetos para la encuesta y 1.198 para los exámenes de laboratorio.

Obtención de la muestra. ESVAL (Empresa de Obras Sanitarias de Valparaíso SA) facilitó la base de datos con la dirección, sector y subsector geográfico de las 56.174 viviendas residenciales a las cuales esta empresa brinda servicios, lo que equivale al 78,4% del total de viviendas habitadas en la comuna de Valparaíso (Censo de 1992). Las viviendas se separaron en 4 áreas geográficas y en cada zona se hizo un muestreo aleatorio simple de 1.250 viviendas para obtener una muestra final de 5.000 viviendas. La estratificación por sector geográfico se aplicó para controlar la posible variación geográfica de algunos parámetros en estudio, por ejemplo, nivel socioeconómico y edad (barrios pobres v/s ricos, predominio de población joven vs predominio de población mayor). Para seleccionar a 1 sujeto en cada vivienda, se elaboró una lista de todas las personas elegibles que allí vivían (entre 15 y 64 años de edad), de mayor a menor de acuerdo a la fecha de nacimiento. Luego se seleccionó aleatoriamente un sujeto a través de tablas de Kihss, previamente construidas según el esquema de ruteo. Se desarrollaron criterios de exclusión absoluta: embarazadas,

incapacidad mental por cualquier causa y estados de postración que impidieran la comunicación verbal. Se decidió no utilizar sustitución de los elegidos.

La muestra final tiene diferencias de distribución por edad y sexo con la población real, por lo cual se realizó un procedimiento de ajuste que consideró la distribución real por estratos de edad y sexo y la probabilidad de cada individuo de ser elegido dentro de cada hogar. Finalmente, se ajustó también la proporción entre la muestra y la población real para no alterar el número de

observaciones en cada análisis, es decir, que el número total, se mantuviera constante para cada análisis.

Instrumento. Un cuestionario administrado con preguntas cerradas, se preparó a partir de revisión de los cuestionarios para FR de uso común en Chile, los instrumentos de OMS, del Proyecto MONICA10,11

y los propuestos en el Protocolo de CIND12. Especialistas chilenos

discutieron la validez y pertinencia de las preguntas en el marco de un estudio multifactorial, cuyo objetivo es la evaluación de la intervención, hasta afinar un instrumento que recogiera los datos necesarios para cada FR. El cuestionario final, fue revisado y comparado con los instrumentos utilizados en encuestas del mismo tipo en otros países. Las entrevistas se realizaron en los domicilios, por personal especialmente entrenado en la aplicación del

cuestionario y la medición de peso, talla y presión arterial en cada uno de los participantes. Se realizó un pilotaje de los instrumentos y las técnicas de medición en población general para ajustar la metodología. El trabajo de terreno se realizó entre noviembre de 1996 y marzo de 1997. Posterior a la entrevista, los pacientes eran citados a un consultorio habilitado para una segunda medición de la presión arterial y toma de muestras de sangre, con horarios de atención que aseguraran la atención inmediata. Las personas que tenían la presión arterial elevada en la entrevista y que no

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Mediciones. La presión arterial, el peso y la talla se midieron en condiciones estandarizadas (Normas del Ministerio de Salud de Chile13) y sus resultados fueron entregados a cada sujeto al

concluir la entrevista. En cada paciente que asistió al consultorio se obtuvieron muestras de sangre para perfil lipídico (colesterol total, HDL, triglicéridos y cálculo de colesterol LDL con fórmula de Friedewald) y glicemia de ayuno. Luego se les dio a beber una solución con 75 gramos de glucosa para medir la glicemia al cabo de dos horas. Las muestras fueron procesadas diariamente en el Laboratorio del Hospital Valparaíso, y sus resultados fueron enviados en la misma semana por correo a los pacientes. Los equipos y reactivos utilizados fueron: Equipos: VITALAB SELECTRA 2 MERCK para Glicemia, Colesterol total y

Triglicéridos y CCX SPECTRUM SERIE II ABBOTT para el Colesterol HDL. Reactivos: reactivos para glicemia, colesterol total, HDL y triglicéridos de Laboratorio Merck y sueros de calibración de Laboratorio Boehringer.

Análisis estadístico. Digitadores entrenados ingresaron los datos de las encuestas y los exámenes se digitaron en forma paralela a la recolección en una planilla de datos de tipo Data Entry II con corrección de errores incorporado en el programa de ingreso. Diez por ciento de la información ingresada, fue revisada para chequear consistencia, pues se definió, a priori, aceptar menos de 5% de errores. También se hicieron distribuciones de frecuencia de las variables continuas y tablas para las variables categóricas, con el objetivo de chequear que los valores fueran plausibles y los valores discordantes se revisaron en la encuesta original. Los datos fueron analizados utilizando el programa SPSS 7.5 para Windows. Las pruebas estadísticas utilizadas son la prueba de chi cuadrado para comparación de proporciones y t de Student para comparación de medias.

Criterios y fórmulas para el cálculo de las prevalencias e indicadores: NSE: se empleó la Escala de Graffar14 que ha sido

validada en nuestro país y que clasifica a la población en 5 niveles. Dado que la representación de los niveles extremos es pequeña, las categorías se colapsaron a 3 niveles para simplificar la presentación de los resultados, sin alterar los resultados.

Consumo de tabaco: los sujetos fueron clasificados en categorías 1. Nunca fumador: nunca ha fumado regularmente; 2. Fumador diario: fuma diariamente en forma regular en los últimos 6 meses; 3. Fumador ocasional: fuma regularmente en los últimos 6 meses, pero no todos los días; 4. Fumador regular o actual: fumadores diarios y ocasionales; y 5. Ex fumador: fue fumador regular pero ya no fuma nada.

Consumo de alcohol: se calculó la cantidad de gramos de etanol ingeridos por mes, sumando las equivalencias de todos los tipos de alcohol consumidos (cerveza, vino y destilados) por cada individuo. Luego las personas se clasificaron según los criterios de

Framingham15 para el consumo mensual total de etanol en gramos.

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Actividad física: se utilizó el Cuestionario de Baecke16 que

contempla 3 partes: actividad física en el trabajo, actividad deportiva y actividad física en el tiempo libre. Sobre la base de criterios establecidos, se agrupan las ocupaciones por el nivel de intensidad de actividad física que éstos involucran, en niveles bajo, medio y alto. Lo mismo ocurre para los deportes y actividad física en el tiempo libre. Posteriormente, se suman los tres componentes y se calcula un puntaje global que se agrupa luego en actividad física leve, moderada o intensa.

Obesidad: se evaluó el estado nutritivo con el Indice de Masa Corporal el cual se calcula dividiendo el Peso por la Talla al cuadrado (IMC= Peso/Talla2)17,18. Los individuos se dividen en:

Enflaquecido <20; Normal 20 y <25; Sobrepeso 25 y <30; y Obeso 30.

Presión arterial: se utilizó el criterio del Joint National Committee on Prevention for High Blood Pressure19, que establece límites de 140

para la presión sistólica y 90 para la presión diastólica, además del uso de drogas20.

Diabetes Mellitus: el criterio diagnóstico se basó en la medición de las glicemias de ayuno y a las dos horas después de ingerir 75 g de glucosa orla en solución acuosa21,22.

Perfil lipídico: los criterios de riesgo están definidos por el Programa Nacional de Educación del Colesterol23 en USA. Los niveles son:

Colesterol Total 200 mg%, Colesterol HDL35 mg% y Colesterol LDL 160 mg%.

RESULTADOS

Del total de 5.000 viviendas se pudo encuestar a un individuo en 3.120, lo que corresponde a una caída global de 62,4%. De las viviendas restantes, en 470 no había elegibles en el rango de edad deseado y 643 no eran direcciones habitacionales, en 35 casos se desconoce la situación. Por estas razones, el tamaño efectivo de muestra fue 3.852 viviendas. Hay 732 negativas a responder la encuesta, representando un 19,0% de rechazo, pero se superó ampliamente el tamaño de muestra mínimo calculado. La

distribución de la muestra final para la encuesta y los exámenes de laboratorio según sexo y tramos de edad se observan en la Tabla 1. Todos los indicadores están calculados con base en la ponderación de la muestra antes descrita. Se destaca que la proporción de preguntas que quedaron sin respuestas, en el nivel individual, es despreciable, por lo que no será informada.

Tabla 1. Muestra final. Encuesta de base Valparaíso, 1997

Hombres Mujeres Total

Edad

(años) Encuesta Examen* Encuesta Examen* Encuesta Examen*

24-35 304 100 447 165 751 265

34-45 261 116 634 343 895 459

54-55 222 130 538 352 760 482

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NSE Alto 169 81 309 158 478 239

NSE Medio 512 227 1080 607 1592 834

NSE bajo 339 176 711 450 1050 626

Total 1020 484 2100 1215 3120 1699

*Respondieron la encuesta y asistieron a la toma de muestra de sangre

Caracterización por NSE: La distribución de los niveles de

educación, categorías de previsión social y en salud, por sexo, se observan en la Figura 1. Todas las diferencias por género son significativas estadísticamente. Analizando la información por NSE, en educación sólo 0,6% del NSE bajo llegó a la universidad versus 6,3% y 40,6% en los niveles medio y alto respectivamente. Con respecto a la previsión en salud, como es de esperar, el nivel alto está mayoritariamente afiliado al sistema ISAPRE, pero 6% de ellos se identifican como "indigentes". En previsión social es notable la proporción de población sin cobertura, que alcanza al 52,9% en el NSE bajo. Analizando la condición laboral, 41% de las mujeres y 77% de los hombres realizan trabajo remunerado. Destaca que 37,2% de las mujeres se dedican a labores de casa.

FIGURA 1. Educación, prevención en salud y social por sexo.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

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FIGURA 2. Prevalencia de fumadores regulares* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

Consumo de alcohol: La Figura 3 muestra las prevalencias de consumo de alcohol al menos dos veces por mes,

independientemente de la frecuencia. Es notable la baja frecuencia de consumo de alcohol en las mujeres. Las diferencias observadas entre los grupos etáreos en hombres y los NSE en ambos sexos son significativas estadísticamente. Al aplicar los criterios de

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FIGURA 3. Prevalencia de consumo de alcohol* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

FIGURA 4. Distribución de criterios de framingham* en hombres por

edad y NSE. Encuesta de base Valparaíso, 1997.

Actividad física: Casi 85% de la población no realiza ejercicios físicos en su tiempo libre (Figura 5), pero esta perspectiva no considera la actividad física realizada en otros ámbitos de la vida cotidiana, el trabajo, etc. El Cuestionario de Baecke permite construir un índice de actividad física total integrando el ejercicio físico realizado en el tiempo libre, en el trabajo y en actividades deportivas específicas que clasifica a la población según nivel de actividad física en leve, moderada o alta. Para ello aplica un instrumento con preguntas específicas sobre la duración e

intensidad del esfuerzo físico realizado en diferentes momentos. Los resultados para el índice general de actividad física se observan en

la Figura 6, aunque las tendencias se mantienen igual que en la

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FIGURA 5. Prevalencia de inactividad física* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

FIGURA 6. Distribución de actividad física total según cuestionario de

Baecke* por edad, sexo y NSE. Encuesta de base Valparaíso, 1997.

Obesidad: Este FR afecta con mayor intensidad a las mujeres

(Figura 7). Las diferencias por edad son significativas en ambos

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FIGURA 7. Prevalencia de obesidad* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

Presión arterial (Figura 8). El criterio utilizado en este estudio corresponde al del Joint National Committee que está en uso actualmente. Llama la atención la inversión de la curva que ocurre entre los sexos: aunque las mujeres tienen cifras más bajas en las edades menores, después de los 44 años, su riesgo incrementa por sobre los hombres y tienen finalmente una prevalencia mayor que ellos. Las diferencias por sexo y edad son significativas. Las diferencias observadas entre los NSE son significativas en el caso de las mujeres y están en el límite para los hombres.

FIGURA 8. Prevalencia de hipertensión arterial* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

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FIGURA 9. Prevalencia de diabetes mellitus* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

Perfil lipídico: Al igual que en la hipertensión arterial, las mujeres <45 años tienen prevalencias de hipercolesterolemia menor que los hombres, pero la situación se invierte sobre esa edad y la

prevalencia final es mayor (Figura 10). Para el colesterol de LDL la situación es similar aunque la inversión de la curva entre hombres y mujeres sólo se observan en el grupo de 35 a 44 años. No se observaron diferencias significativas por NSE en estos indicadores.

FIGURA 10. Prevalencia de colesterol total elevado* por edad, sexo y NSE.

Encuesta de base Valparaíso, 1997.

DISCUSIÓN

Los resultados de este estudio muestran que las prevalencias de FR para ENT en la comuna de Valparaíso son similares a las

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que resultaron más bajas21. Se observa también que las

prevalencias de los FR estudiados en la población se asocian directamente con la edad e inversamente con el nivel

socioeconómico, en particular de aquellos factores tradicionalmente asociados al nivel socioeconómico alto, como el colesterol elevado y la hipertensión arterial.

Las prevalencias de los FR son diferentes en los géneros, como se ha destacado en la descripción de cada FR. Con respecto a las condiciones sociodemográficas, las mujeres están en una situación de desmedro frente a los hombres, lo que probablemente

condiciona situaciones de pobreza más frecuentemente. Esto se relaciona con los problemas de género que afectan a la sociedad en general y es un desafío desde el punto de vista de desarrollo humano24. La paradoja es que el NSE es un condicionante

fundamental de la salud de las poblaciones y las formas de enfermar, pese a que en prácticamente todas las sociedades

humanas las mujeres tienen expectativas de vida más elevadas que los hombres. Conviene analizar si esta vida más larga es también de buena calidad.

En el consumo de tabaco, aunque las mujeres aún son menos fumadoras que los varones, este consumo está aumentando, situación preocupante dado que el tabaquismo provoca daños a la salud y a la economía de los países cuyo impacto ha sido

demostrado ampliamente25.

La información sobre el consumo de alcohol debe ser evaluada muy cuidadosamente pues la baja proporción de respuestas entre las mujeres puede representar un sesgo, pese a la ponderación de las respuestas26. De todas maneras, las cifras de consumo exagerado

según el criterio de Framingham son preocupantes en ambos sexos, lo cual sumado a las situaciones de consumo en la cual destacan las personas que beben solas debieran influir en la selección de las estrategias de prevención. Este es un FR que ofrece particulares problemas desde el punto de vista de la prevención, dada la evidencia de su acción como factor protector cardiovascular por su efecto antioxidante27. Deben evaluarse los riesgos que implica en

otras situaciones como son los accidentes y el embarazo. Si los mensajes dirigidos a la población no son absolutamente claros respecto de las condiciones en las cuales se ejercería este rol protector, la recomendación de beber en cantidades controladas puede representar más riesgos que beneficios.

La inactividad física tiene la más alta prevalencia en la población y es más bien la norma de conducta. Muy asociada está la obesidad, otro FR de alta prevalencia y además en incremento. Al analizar estos datos utilizando los criterios del NHANES utilizados por Berríos en 1987, la población de Valparaíso tiene prevalencias de obesidad mayores que Santiago. La inactividad física es un FR que debe priorizarse como intervención por su elevada relación de costo-beneficio, con efecto sobre la obesidad, la presión arterial, colesterol en la sangre y la calidad de vida28.

En cuánto a la presión arterial29-31 y la diabetes mellitus, las

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que los FR están afectando cada vez con mayor fuerza a los grupos poblacionales más pobres.

La situación de privilegio de las mujeres con respecto del perfil lipídico desaparece después de la menopausia y ellas muestran cifras de colesterol tanto o más elevadas que los hombres. Si se agrega que también son más obesas, sedentarias e hipertensas, se van perfilando importantes riesgos para la salud.

En conclusión, este en un trabajo descriptivo que establece una línea de base de la situación de los FR en la población general adulta de la comuna de Valparaíso. Esta información será

utilizada para la evaluación del impacto de programas de intervención que se están implementando desde 1997 en la V Región, en el contexto del Programa CARMEN. Al comparar estas cifras con otros estudios similares como el de Berríos32,33, realizados

en población general de la Región Metropolitana a fin de la década de los años 80, se observa un empeoramiento de la situación que puede y debe ser revertido con actividades de promoción y prevención en salud, dirigidos a todos los grupos etáreos tanto en el nivel poblacional como en el nivel individual. Este es el desafío que se presenta hacia adelante.

Agradecimientos

Al equipo de profesionales del Laboratorio Central del Hospital Valparaíso y del Consultorio del Adulto, cuya colaboración eficiente, oportuna y desinteresada permitió desarrollar un trabajo de gran calidad. A la empresa ESVAL SA, por dar acceso generosamente a sus bases de datos para obtener la muestra del estudio, eje central en la investigación poblacional.

Correspondencia a: Dra. Liliana Jadue H. Providencia 1017, 5º piso. Santiago, Chile. Correo Electrónico: jaduel@chi.ops-oms.org

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