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HACIA UNA TEORíA SOBRE aEL DESENCANTAMIENTO DEL MIUNDO>> EN MAX WEBER

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(1)

UNIVERSIDAD A U T ~ N O M A

METROPOLITANA

D I V I S I ~ N DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES COORDINACI~N DE SOCIOLOGÍA

UNIDAD

IZTAPALAPA

HACIA

UNA

TEORíA SOBRE

aEL DESENCANTAMIENTO DEL

MIUNDO>>

EN

MAX

WEBER

T E S I N A

que para obtener el grado de Licenciatura en

S O C I O L O G i A

P R E S E N T A Eleazar Ramos Lara. Matrícula 91330331

Área de concentración: Sociología Política. Asesor: Ángel Federico Nebbia Diesing. Titular: Ángel Federico Nebbia Diesing.

(2)

CONTENIDO

PRESENTACI~N ... 3

ABREVIATURAS

DE LAS OBRAS DE WEBER USADAS EN EL TEXTO

...

5

EL PROBLEMA DE

LA

RACIONALIDAD

...

6

I) El <<racionalimo)) occidental ... 6

11) Formas de <<racionalimow intraculturales

...

21

ID) La acción <<racional>) ... 26

EL <DESENCANTAMIENTO)) DEL MUNDO

...

28

I) La magia como inicio intelectual de explicación del mundo: el mago

...

30

11) El <(desencantamiento religioso del mundo))

...

37

a) El sacerdote ... 37

b)Elprofeta ... 46

c) Elproblema de la Teaiicea ... 50

111) El ((desencantamiento racionalista del mundo))

...

56

IV) El <<desencantamiento religioso)) en Occidente

...

66

V)

El ((desencantamiento racionalista)) en Occidente

...

79

VI)

Excurso: crítica a Habermas. Schluchter y Tenbruck

...

91

(3)

&reo que ni ahora ni nunca sirve al verdadero interés intimo de un hombre

realmente religioso, de un hombre que “vibre” con la religión, el que se le vele

con un sucedíneo

...

el hecho fundamental de que nos ha tocado vivir en un

tiempo que carece de profetm y está de espaldhs a Diosw.

(4)

Hoy en &a es relativamente fiecuente encontrar en la literatura de las ciencias sociales referencias ((al concepto weberiano de desencantamiento)) sin que por lo general se

especifique mayormente qué se entiende con exactitud por esta expresión. Mientras que, por el contrario, cuando se intenta precisar su contenido, es habitual que se incurra en simplificaciones (Kalberg) o en exageraciones (Tenbruck) que no dan cuenta del sentido

cabal de esta expresión. Por esto, me ha parecido pertinente intentar definir con mayor

precisión el significado de esta expresión elaborando una visión de conjunto sobre la manera en que Weber hace uso de ella. Por lo tanto, el objeto de la presente investigación es el análisis del significado que la expresión ((el desencantamiento del mundo)) (Die Entzauberung der Welt) adquiere en la obra de Max Weber.

Este trabajo está estructurado sobre una linea de exposición que rastrea la idea del ((desencantamiento)) desde los orígenes de la magia en el mundo primitivo)) hasta la ciencia occidental. En todo momento se siguen comentarios de Weber al respecto, lo que le confiere al trabajo un carácter de corte monográfico. Cuando el texto se ha prestado para enriquecerlo con observaciones del propio Weber o de otros autores, se ha recurrido al mecanismo de las notas a pie página.

La investigación se estructura en dos secciones.

En

la primera se presenta una visión

de conjunto sobre la noción de la (cracionalidad)) en la obra de Weber; un apartado sin duda indispensable para el estudio del tema que nos atañe. Mientras que la segunda, se centra completamente en torno a los significados que Weber le conflere a la expresión ((el desencantamiento del mundo)).

Si los fines perseguidos se han logrado, se mostrará entonces como Weber no u&ó

(5)

Como se comprenderá, naturalmente, no es pretensión de este trabajo el elaborar la exégesis correcta y Mima sobre el ((desencantamiento)) en Max Weber, pues ello sería

osadía pura; ni el tiempo ni los medios disponibles lo permitirían. Lo que se ha buscado es participar y coadyuvar, en la medida de lo posible, en la discusión y aclaración del tema. Quede este trabajo como un esherzo preparatorio para una empresa htura.

Debo hacer aquí una referencia al mecanismo que se ha seguido para las citas, que se diferencia del habitual. Dado que el trabajo contiene una estructura monográfica que requería citar fiecuentemente, se ha utilizado una manera de hacerlo que consiste en presentar al final del trabajo un listado numerado en orden alfabético de las obras. Las citas en el texto llevan la forma de números entre corchetes separados por una coma a la manera siguiente: [30, 351. En este caso el número 35 hace referencia a la página de la obra de donde procede la cita, mientras que el número 30 identifica la obra en la lista. De esta manera, la cita [30,35] remitiría a la página 35 de la obra Teoría de la acción comunicativa.

(6)

ABREVIATURAS DE LAS OBRAS

DE

WEBER USADAS EN

EL

TEXTO:

CCV: La ciencia como vocación.

EERU:

La

ética religiosa de las religiones universales.

EP:

La ética protestante y el espíritu del capitalismo.

EyS: Economía y Sociehd.

(7)

EL PROBLEMA

DE

LA

RACIONALIDAD

dhere is a prsweberian and a post-Weberian sociology. All

contemporary or near-contemporary sociology shows the impact of his genius. Even those who cannot share his pessimistic prognosis or his somewhat romantic beliefs in the savihg grace of charismatic heroes can profit fiom the fiuits of his p o w d analytical labors>>

Lewis Coser, Masters of Sociological Thought.

I)

El

<<racionalismo>> occidental

Una constante en el pensamiento ale& de principios del siglo

XX

la constituyó el afiin por desentrañar el <<estadio>> y la maturaleza>> de la civilización occidental. Alemania disponía entonces de una pléyade de intelectuales reflexionando en torno a la cultura europea, producto de las inquietudes que legaron el Historicismo alemán por un lado y la flosoíh

nietzcheana por el otro'. Empero, y a excepción del extraordinario caso de Oswald Spengler, sabemos hoy que ningún teórico de lo social contemporáneo a Max Weber puso como él tanto empeño en determinar los elementos culturales zínicos y distintivos del Occidente moderno. De cierta manera, todas las facetas de su monumental obra -sus estudios sobre religión, política, derecho, economía, arte- parecieran estar pensadas y estructuradas en este sentido: en descubrir (axpellow que entre todas las culturas "pasadas y actuales- sólo se presentó en el Occidente moderno conformándolo de manera única.

Contrario a los evolucionistas del siglo XIX "Comte, Taylor, Spencer, Frazer,

"x- Weber no concibe el desarrollo del Occidente moderno como una especie de ((cima

evolutiva)) en la historia de la humanidad, producto de una ((evolución)) lineal y

homodireccional. Más cercano a la tradición del Historicism0 alemán "aunque no

identificado con ella [46, 1231-, concibe la historia como un (proceso)) en el cual se ha ido

A esto se suma el que las obras magnas de la filosofia de la historia fueron prácticamente

monoPOli0 de Pensadores alemanes desde Emanuel Kant hasta Oswald Spengler; pasando por Herder, Hegel

(8)

gestando una pluralidad de culturas más o menos autónomas, cada una de ellas

consolidándose como representación de un tipo de hombre y una visión del mundo, constituyendo un universo singular de valores y creando formas distintivas de manifestación

artística, jurídica, política, religiosa, etc. Su postura se mantuvo siempre hacia la defensa de

(da singularidad de las codguraciones históricas y la importancia de comprender su significado y su carácter)), de elaborar categorías que le permitieran ((descomponer los complejos históricos para reducirlos a cierto número de factores analíticos, de realizar estudios comparativos

...

[y] llegar a una sociología analítica y generalizadora)) [48, 5321.

Es en esta lógica de pensamiento que Weber concibe al Occidente moderno como una

mcis de las tantas culturas que han aparecido en el horizonte histórico. De aquí la importancia que concedió a la tarea de compararlo con las demás formas culturales para identificar no sólo lo comzin con ellas, sino sobre todo, sus rasgos distintivamente particulares. Fue esta una de las ((obsesiones intelectuales)) que lo acompañaron durante su vida. Y sería al final de la misma, en la hoy célebre y elogiada (<Introducción>> (Vorbemerkung) a la compilación de sus Ensayos sobre sociología de la religión (ESSR) -

escrita en 1920-, donde se propuso esbozar una rápida y somera presentación de la plétora de fenómenos culturales que él identificaba como privativos del Occidente moderno. Como ha observado Habermas [3 1,2141, la enumeración de estos fenómenos es larga y no parece

obedecer a un orden fijo.

1) Empieza por el tema de la Ciencia:

Afirma que sólo en Occidente hay ((ciencia)) en aquella fase de su desarrollo que

reconocemos como actualmente (<válida)). [a] En otras culturas (sobre todo en India, China,

Babilonia, Egipto, Arabia) se dieron tambih desarrollos de conocimiento empírico a través de observaciones de extraordinaria sublimaciÓn*. Pero a todas les faltó la find7mentaciÓn

mahivnática y la experimentación racional y directa que sólo el Occidente les supo dar. [b]

En la historiografia china, tan antiquísima y sorprendentemente desarrollada, está ausente el

pragma de Tucidides. Y en la Teoría política, aún cuando Maquiavelo cuenta con notables

2 El caso más notable es el de China: ((Gracias

(9)

predecesores en

la

India, toda teoría asiática del Estado carece de una sistematización semejante a la aristotélica y de un cuerpo definido de conceptas racionales 176, 111.

2) Pasa a la Teoría del Derecho:

Observa que pese a los asomos que se encuentran

en

India (Escuela de . n ^ ) Y

en

otras partes, a todos los libros juridicos no occidentales les falta p a r a la formación de una

doctrina jurídica racional- los rigurosos esquemas y fomm del pensamiento Wdico del Derecho Romano. (Además, una construcción como la del derecho canónico es algo que sólo el Occidente conoce)) [76, 121.

3) Se sigue con el Arte:

[a] Aborda primero el tema de la música, comentando que pese a que el oído musical estuvo m á s o igualmente desarrollado en otras culturas, que la polifonía se encuentra extendida por toda la tierra así como la concertación de una phualidad de instrumentos y

conases, y que todos (<nuestros intervalos tonales racionales se conocieron y combinaron en otras partes

...

sólo en Occidente ha existido la música armónica racional (contrapunto, armonía), la composición musical sobre la base de los tres tritonos y la tercera armónica, nuestra cromática y nuestra enarmonía

...

nuestra orquesta con su cuarteto de cuerdas como

núcleo y la organización del conjunto de instrumentos de viento, el bajo fimdamental, nuestro penta grama... nuestras sonatas, sinfonías y óperas

...

y, como medios de ejecución, todos nuestros instrumentos básicos: órgano, piano y violín)) [76,12].

@3] Sobre arquitectura observa que los arcos en ojiva los hubo como motivos

decorativos

en

la Antigüedad y en Asia, y que la bóveda ojival esquifada era común

en

Oriente. Pero sólo Occidente le dio una utilización racional a la bóveda gótica ((como medio

de distribuir y abovedar espacios conformados a voluntad y, sobre todo, como principio constructivo de grandes edificaciones monumentales y como fimdamento de un estilo que abarca por igual a la escultura y a la pintura...)) [76, 121. Y pese a que los fimdamentos

teóricos fieron tomados de Oriente, faltó ahí (da solución del problema de las cúpulas y la racionalización clásica del conjunto del arte "conseguida por el uso racional de la Perspectiva lineal y aérea- que creó entre nosotros el Renacimiento)) [76, 121.

(10)

y que vive, de manera autónoma, gracias

a

ellas. Tales como

la

literatura comercial, 10s

periódicos y las revistas [76, 121.

4) Menciona la Educación Universitaria:

Comenta que en otras culturas, como en China y el Islam, hubo también escuelas superiores de todos los tipos, algunas parecidas en lo externo a las universidades y academias europeas. Pero el cultivo sistematizado y racional de las especialidades científicas y

la

formación académica del especialista, es algo de lo que no hubo atisbos hera de

Occidente [76, 121.

5) Aborda también la Administración Estatal:

Sostiene que el funcionario especializado, piedra angular de la economía y el Estado modernos, es un producto eminentemente occidental que sólo se encuentra en estado embrionario en las demás culturas, ya que ainguna &oca se ha visto tan inexorablemente condenada como el Occidente a encasillar toda nuestra existencia, todos los supuestos básicos de orden político, técnico y económico de nuestras vidas, en los estrechos moldes de

una organización de hcionarios especializados, y ninguna ha sabido de hcionarios estatales de formación técnica, comercial y, sobre todo, jurídica, como titulares de las m á s importantes funciones cotidianas de la vida social>) [76, 131.

6) Analiza después la Organización del Estado:

Anota que a h cuando

la

organización estamental de las asociaciones políticas y sociales ha estado presente en casi todas partes, sólo en Occidente ha existido el estado estamental w e x et repurn>>, y sólo en él se han creado parlamentos con wepresentantes del pueblo)) periódicamente elegidos. Y sólo ((el Occidente es el único que ha conocido el “estado” como organización política, con una “constitución” y un derecho racionalmente articulados y una administración por hcionarios especializados guiada por reglas racionales positivas: las ‘leyes”)) [76, 131.

7) Termina con el Capifalismo:

(11)

integra en el empleo planificado de prestaciones útiles reales

o

personales como medio

adquisitivo, de tal suerte que el resultado final de una operación, calculado por el método de balance, en bienes valorables en dinero ( o de una empresa continuada, calculado en balances periódicos), deberá exceder, a fin de cuentas, al “capital”, al valor estimado en el balance de los medios adquisitivos reales empleados en el intercambio; (y en una empresa permanente,

por tanto, .este excedente debe ser continuo)

...

lo decisivo en todo caso es el cálculo del capital realizado en términos monetarios, ya por medio de contabilidad moderna

o

del modo

m á s primitivo y rudimentario que se quiera)) [76, 141.

El capitalismo se caracteriza entonces por el aran de ganancias conseguidas mediante relaciones racionales de mercado que permitan inversiones <<rentables)). Conceptuahente, lo decisivo es que la actividad económica se guíe (Tor una comparación del dinero restante con el dinero invertido, por primitiva que sea la forma en que se haga.

M

En este sentido,

ha habido “capitalismo” y “empresas capitalistas”, aunque con escasa racionalización del

cálculo del capital, en todos los países civilizados del mundo, hasta donde alcanzan nuestros

conocimientos: en China, India, Babilonia, Egipto, en la Antigüedad mediterránea, en la Edad Media y en la Moderna

...

los empresarios capitalistas, no sólo ocasionales, sino

también permanentes, son producto de los tiempos más remotos y han tenido una extensión prácticamente universal>) [76, 151.

A

diferencia de Marx, para Weber es posible encontrar en la historia rutas alternativas

de ((capitalismo)) y una amplia gama de resultados derivados de

él,

ya que éste se ha presentado dondequiera que se haya logrado consolidar economias monetarias. Sin

embargo, el caso de Occidente resalta fiente a los demás por su peculiaridad, pues al igual que su arte, su ciencia, su derecho

...

su capitalismo se ha manifestado revistiendo formas, y siguiendo direcciones, que no se han conocido en otras partes. Las singularidades del

capitalismo occidental son varias [30, 501, pero en el texto citado Weber resalta cinco: a) Se construye sobre la base de

la

organización racional del trabajo formalmente libre [76, 161.

b) Mantiene una permanente separación juria‘ica entre la economia doméstica y la

(12)

c) Pose un qroletariado)) estructurado como clase económica. Fuera de Occidente esto es mexistente, y (<tenía que faltar cuando faltaba justamente

la

empresa como organización del trabajo libre)) [76, 173.

d) Está fbertemente determinado por los avances de

la

técnica, ya que ((su actual

racionalidad se halla esencialmente condicionada por

la

calculabilidad de los factores técnicamente decisivos que son las bases de un cálculo exacto, es decir, por la especificidad

de la ciencia occidental, en particular de las ciencias naturales exactas y racionales de base matemática y experimentab [76, 181.

e) Posee un Derecho previsible y una administración guiada por reglas formales, sin lo cual sería imposible la empresa racional privada con un capital fijo y un cálculo seguro.

d%lo el Occidente ha puesto a disposición de la vida económica un Derecho y una administración dotados de esta perfección formal técnico-jurídica)) [76, 1813.

Una vez esbozados los fenómenos culturales distmtivos del Occidente moderno,

Weber se dents con la necesidad de explicar su origen y desarrollo. ¿En qué radica que tales smgularidades no se hayan manifestado en las demás culturas? O viceversa: ¿por qué las singularidades de otras culturas -las de India, por ejemplo- no se &estaron en

Occidente?

En su obra Historia económica general, Weber se ocupó detenidamente de las peculiaridades

económicas del capitalismo occidental moderno. Es éSta una obra marcadamente comparativa, en la que

Weber muestra los rasgos comunes y distintivos del desarrollo económico del Occidente con las culturas sobre las posee mayor conocimiento: India, China, Egipto, Grecia y Roma. Sobre el capitalismo occidental

escribió: ((Resumiendo una vez más las notas peculiares del capitalismo y sus causas [sic], cabe distinguir los

siguientes rasgos. Sólo él creó una organización racional del trabajo, que de otro modo hubiera sido

imposible ... que ese desarrollo sólo se produjera en Occidente, se debe a los rasgos culturales característicos que son peculiares a esta zona de la tierra Sólo el Occidente conoce un Estado ... con administración orgánica y relativamente estable, funcionarios especializados y derechos politic os... Sólo el Occidente conoce

un derecho racional, creado por los juristas, interpretado y empleado racionalmente. Sólo en Occidente se

encuentra el concepto de ciudadano ( civis romanus, citoyen, bourgeois), porque sólo en Occidente se dio

una ciudad en ese sentido específico de la palabra. Además, sólo el Occidente posee una ciencia en el sentido actual ... y una técnica racional ... Finalmente, la cultura occidental se distingue de todas las demás,

todavía, por la existencia de personas con una ética racional de la existencia)) [SO, 2651. Y más adelante:

<<Lo que en definitiva creó el capitalismo fue la empresa duradera y racional, la contabilidad racional, la técnica racional, el Derecho racional; a todo esto había de añadir la ideología racional, la racionalización de la vida, la ética racional en la economía>> [SO, 2981. Con esto quedan en entredicho las interpretaciones

superfluas de autores como Fougeyrollas [20], que califican a Weber de ccespiritualistas y le imputan haber

puesto a la ética protestante como la causa de la génesis del capitalismo moderno. Que como ha observado

(13)

Frente a las construcciones histórico-JiZmbJicas que colocan el motor del proceso histórico sobre factores supraindividuales, Weber se distancia de la manera m á s abrupta de

quienes pretenden explicar la dgerenciación cultural apelando a factores como el dims)) (Montesquieau), la ((geografia)) (Ratzel), la (<raza)) (Chamberlain), el desenvohimiento del (Cintelecto humano)) (Comte), ((el desarrollo del espíritu universal hacia la conciencia de la libertad [Hegel]

...

la dialéctica de las relaciones económicas de producción warx]

...

la emancipación del espíritu del pueblo [Stammler]

...

la estructura morfológica de un pueblo desarrollándose escalonadamente de acuerdo con leyes similares a las biológicas

Famprecht y Spengler], o de cualquier otra interpretación similam [46, 1221.

Para Weber todas las concepcionesJiZmbfzcas de la historia son necesariamente falsas

desde un punto de vista científico, en la medida en que la ciencia enuncia hechas más no

concepciones del mundo4. De manera categórica sostiene que una época como la actual, consiste ((en tener que saber que podemos hallar el sentido del acaecer del mundo, no a partir del resultado de una investigación, por acabada que sea, sino siendo capaces de

4 ((Cabe preguntarse por las razones de esta polémica apasio

nada... en contra de todas estas filosofías

de la historia. Una primera respues ta... se encuentra en el hecho de que Max Weber en todos estos casos encontraba que enunciados científicos aparecían mezclados de manera insoportable con juicios de valor. Aquí ... continuamente se mezclaban enunciados del ser con enunciados de deber ser; de una manera

totalmente inadmisible se inferían respuestas a la pregunta ‘‘‘Qué debemos hacer?“ a partir de enunciados

sobre el proceso histórico. Con otras palabras... bajo la apariencia de cientifícidad en verdad lo que se

producían eran concepciones del mundo. Pero esto era incompatible con su propia actitud metodológica: “ ...

la ciencia especializada es técnica, enseña métodos técnicos. En cambio, cuando se discute acerca de

valores, el problema es proyectado a un ámbito del espíritu totalmente distinto, que escapa a toda ((ciencia); dicho de manera más precisa: se propone un cuestionamiento totalmente heterogéneo. Ninguna ciencia

especializada y ningún conocimiento científico, por más importante que sea... proporciona una ((concepción del mundo))” ... Estas teorías de la historia eran para 61 no sólo científica sino “moralmente falsas” ... La ética decisionista de la responsabilidad que sustentaba Weber y que veía la esencia de la personalidad en la elección autónoma de los valores, era inconcebible con todas las construcciones histórico-filosófícas que sostenían que los factores supraindividuales eran l o s motores del proceso histórico.. . Pues a través de ellas, el individuo era engañado más allá de su responsabilidad especifica, se le ofrecía un “refugi~” en el seno de la

historia, que era pura apariencia, y se le proponía la adecuación a l a s tendencias superpoderosas del proceso

histórico o se le confirmaba como supuestamente correctas desde el punto de vista objetivo sus propias

convicciones valorativas quitándole así el riesgo de profesarlas y de someterlas prácticamente a prueba

“Sentido”, “dación de sentido del acontecer del mundo” todo esto era, se@n la más intima convicción de Weber, siempre una cuestión de decisión personal del individuo .... Nunca la ciencia, y mucho menos una

teoría históric~fílosófica, cualquiera que fuera su tipo, podía liberar al individuo de una responsabilidad tal... Sólo a través de “nuestros intereses orientados hacia <walores>> y no a través de una relación causal

entre realidades pasadas y la cultura del presente, cualquiera que sea el tipo de aquella relación, se constituye

(14)

crearlo; que las “cosmovisiones” jamás pueden ser producto de un avance en el saber empírico, y que, por lo tanto, los ideales supremos que nos mueven con la máxima fberza se

abren camino, en todas las épocas, sólo en la lucha con otros ideales, los cuales son tan sagrados para otras personas como para nosotros los nuestros)) [64,46].

Weber rompe con las concepciones filosóficas de la historia’, y en su lugar elabora un

modelo (un tipo ideal) que explica la diferenciación cultural sobre la tesis de que cada

cultura posee,

o

es manifestación de, un tipo específico de (cracionalismo cultural)); el cual determina sendas particulares de ((sentido)) y estructura las acciones prácticas de los hombres con base a un universo singular de valores. Bajo esta perspectiva los fenómenos culturales propios del Occidente moderno serían una especie de ((encarnación)) o (anaterialización)) de un tipo especíjko de (cracionalismo culturab). Por lo que tanto la perspectiva lineal y aérea, el contrapunto musical, la ciencia racional y matemática, el derecho canónico, la literatura comercial

...

son consecuencia de una forma particular de (unentalichd culturab, de ((Weltanschauunp, o, para expresarlo en rigurosos términos weberianos, manifiestan

la

peculiaridad específica del (cracionalismo occidental moderno)).

Weber lo expone de la siguiente manera:

(q,Por qué en estos lugares [China, India, Egipto, Babilonia, Arabia] no encaminaron

ni la evolución científica ni el desarrollo de la ciencia, ni el del arte, ni el del estado ni el de la economia por esas sendas de la raczonalización que son características del Occidente?

...

Porque] es evidente que, en todos los casos mencionados, se trata de un macionalismo)) de tipo especial de la cultura occidental. Ahora bien, esta palabra puede sigmficar cosas harto diversas

...

Hay, por ejemplo, (aacionalizaciones)) de la contemplación mística, es decir, de una actividad que, vista desde otros ámbitos de la vida, es específicamente (irracionab), igual

(15)

ámbitos de la vida de todas las culturas.

Lo

característico para su difuente significación

históricocultural es en qué esferas se han racionalizado y en qué dirección. Por consiguiente, de nuevo se trata primariamente de conocer la peculiaridad específica del racionalismo occidental, y dentro de

él,

del racionalismo occidental moderno, y de explicarlo en su génesis)) [76, 191.

Este pasaje clásico ha llegado a ser considerado como la (dave maestra)) para comprender los objetivos principales en la sociología de Max Weber, ya que es aquí donde se encuentra el núcleo de su concepción culturalista [47, 271. Y aún cuando no pasa de ser

un mero comentario en el conjunto de la (dntroduccióm, es sumamente fructífero por todo cuanto se puede desprender de éL

Se tiene así que si el (cracionalismo occidental>) es el creador y conformador de las prácticas culturales propias de Occidente, debe existir entonces, necesariamente, un

(cracionalismo chino)), otro (&dio)), ((egipcio)), ((árabe))

...

que igualmente actuaría como agente diferenciadores en cada una de estas culturas. De ser así, para Weber la <aelativizaciÓn de la racionalidad se encuentra lógicamente conectada con la relativización del sigdcado del proceso histórico)) [24, 281, y la <<historia)) se disuelve entonces Gcticamente en muchas y variadas (<historias)). Planteamiento con el cual Weber recupera un tema propio del Historicismo alemán, aquel que aboga porque ((cada cultura tiene su propio valor y su propia racionalidad y hay que esforzarse por respetar su singularidad histórica))

[24,44].

Se comprende que con esta concepción del (cracionalismo culturh) Weber se aparta de las flosofias evolucionistas de la historia, ya que la relativización de

la

raciona2iM conduce a un rechazo de la idea de <<evolución)) y niega toda posibilidad de un (<progreso>) socio-histórico o un desarrollo cánmmente)) en la historia[24, 301. Propugna, en cambio, porque la historia sea vista como el desenvolvimiento de una pluralidad de formas culturales, donde cada una de las cuales manifiesta (dapeculiaridid específica de cierto tipo de racionalismo cultural>). Y en esta pluralidad cultural encontramos (cracionalismos)) de los

tipos m á s variados. Los hay, por ejemplo, que pueden desenvolverse conviviendo

(16)

(aacionalismos culturales)) cuyas esferas religiosas implican renunciamiento a la vida en el mundo (India: budismo), mientras que otros implican un acomodamiento racional al mundo (China: confbcionismo), y otros sustentan un dominio racional del mundo (Occidente: calvinismo); o que en la ética de los negocios exigen un respeto sagrado al linaje familiar

prohibiendo el lucro entre parientes (China), mientras que otros son libres de semejantes limitaciones (Occidente); etc.

Esto se pluraliza todavía más, pues dentro de una misma cultura los diferentes ámbitos de la vida pueden <<racionalizarse)) desde (Cpuntos de vista y objetivos irltimos)) de la mayor diversidad. La historia interna de toda cultura contiene un <¿laberinto de procesos de racionalización que llegan a institucionalizarse en órdenes legítimos

...

Algunos de estos procesos convergen, otros chocan, otros m á s se dividen para coincidir en algún momento

hturo y algunos llegan a traslaparse surgiendo y luchando con otros procesos en diversas esferas)) [24, 4416.

A

diferencia de Pareto, para quien las acciones de los hombres pueden juzgarse como

(¿lógicas))

o

dógicas)) según el modelo de lógica que ofiece la ciencia [2, 2241, para Weber

lo importante de las acciones humanas no estriia en si son (¿lógicas o no)) según el modelo

instrumental de la ciencia, sino, m á s bien, en si son <<racionales o no)). Esto es, si poseen un

((sentido interno, propio o no lo poseen)). Weber es inflexible al sostener que no existen

acciones (aacionales)) o &racionales)) en si mismas, éstas adquieren tal

o

cual denominación

dependiendo la perspectiva valorativa desde la cual se enjuicien. Pues como bien apunta, hay (aacionalizaciones)) de ciertas esferas de la vida que vistas desde otros ámbitos son específicamente (&racionales)). d o irracional no es algo substantivo, sino por relación a un

determinado punto de vista "racional". Para el irreligioso, toda conducta religiosa es irracional, como lo es toda conducta ascética para el hedonista, aún cuando, con el criterio

de su valor supremo, sea una "racionali~ación~'~~ [76, 371. Esta concepción de

la

acción h d a d a sobre juicios valorativos, y que sólo adquiere sentido por referencia a ellos, llevó

6 A

(17)

Jaspers a sostener que Weber no sólo postulaba una relativización de la racionalidad, sino

iguhente una inclinación al pensamiento e~istencialista~.

Queda implícito en la obra de Weber que la relatividad valorativa de los juicios intraculturales, está presente también en los interculturales. Lo que para el cristiano es

(aacionah y digno de veneración, pueda ser (<irracional>) y despreciable para el musulmán. Ya que no debe olvidarse que ((el “racionalismo” es un concepto histórico, que encierra en

un mundo de oposiciones)) [76, 371.

Con este planteo del (aacionalismo cultural)), Weber encontró una importante veta de

investigación que él mismo no exploró del todo. En vez de realizar un estudio sistemático

sobre las formas y características que revisten los caacionalismos)) de otras culturas, se

dedicó a dar cauce a su obsesión por desentrañar el ((ethos)) del Occidente moderno y el carácter problemático de sus tendencias racionalistas [8, 121. Por lo que su obra, en especial la m á s tardía -la que los especialistas denominan Spatsoziologze y que h e escrita entre

19 13 y 1920-, puede ser apreciada como una forma oblicua de confirmar el carácter único

de la cultura occidental.

En la (<Introducción)) antes citada Weber apuntaba sobre la necesidad ((de conocer la

peculiaridhd específica del racionalismo occidental, y dentro de él, del racionalismo

occidental moderno, y de explicarlo en su génesis)) [76, 191. Pero, por desgracia, h e incapaz de cumplir con esta intención suya debido a que su inesperada muerte acaeció el mismo año en que escribió la (dntroducciónn; la cual, como ha observado Winckelmann,

7

Weber fue durante toda su vida un atento lector de la filosofia de Nietzche, y es probable encontrar

aquí una influencia en su pensamiento por parte de éste último: (([

...I

ante un pensamiento no hay que

preguntar por su verdad o su bondad, sino desplegar todo el arte de lo que Nietzche denominaba “psicología”

para establecer a qué tipo corresponde ese pensamiento: ¿Quién puede pensar esto? Porque verdades las hay

de todo tipo ... Lo que importará no es tanto la verdad de un enunciado cuanto su sentido, desde dónde se puede afirmar tal o cual cosa; a quién o a qué sirve el que se determina de éste u otro modo tal problema ...

La cuestión del sentido y el valor se coloca entonces por encima del mero asunto de la verdad positiva) [21, 141. Para una exposición ilustrativa de la influencia que la filosofia de Nietzche tuvo sobre el desarrollo de la obra de Weber -y la forma en que contribuyó para la polémica contra Marx- véase la obra de Momsem

(18)

(probablemente [sea] el último escrito que salió de la mano de Max Weber)) [47, 270; nota 51'.

La muerte de Weber dejó en su obra una (<paradoja>) que, o no alcanzó a ser resuelta,

o no se percibió como tal en su momento. Continuamente ha intrigado a sus exégetas el

hecho de que, siendo Weber tan cuidadoso en la defjnición sistemática, clara y &oca de las categorías por él utilizadasg, jamás halla defjnido de esta forma tres categorías profisamente utilizadas en sus escritos y que han llegado a considerarse como (te1 hilo

conductor y unificador)) de su vasta y diversa obra. La primera de ellas, como ya se apuntó, es la de t<racionalismo>>, y las otras dos las de wacionali&d)) y <<racionalizaciÓm. Tal vez parte de la respuesta se encuentre en que el mismo Weber las consideraba como casi evidentes por mismas. Y posiblemente sea en este sentido como debamos entender aquella

advertencia aparecida en una nota a pie de página (i) en su trabajo sobre La ética protestante y el espíritu del capitalismo

(EP):

((Si este trabajo nuestro sirve para algo,

quisiera servir por lo menos para descubrir el múltiple sentido del concepto, aparentemente univoco, de lo "racional")) [76, 37; nota S]. Este ((descuido)) de Weber por no explicitar

debidamente lo que entendía por tales términos, se ha consolidado como un problema severo para la interpretación de su obra:

t(Como muchas veces se ha señalado, la idea de racionalidad podría constituir un hilo

conductor y unificador de la monumental obra de Weber. El colosal despliegue de erudición contenido en Economíu y sociehd, la Sociologia de la religion, las investigaciones sobre las sectas protestantes y sobre la historia agraria, y las pinturas <<parciales)) de la cultura occidental, encontrarían no sólo un eje teórico sino un ((sentido interno)) a partir de la preocupación obsesiva por las características únicas e irrepetibles de Occidente, sintetizadas

8

De hecho, el primer tomo de los Ensayos de sociología de la religión - q u e es el que contiene la dntroduccióm c é l e b r e está dedicado a su mujer el 7 de junio de 1920; Weber moriría sólo siete días

después.

9

(19)

en un tipo especíiico de racionalidad

[...I

Esta interpretación deja de ser relativamente consensual cuando se trata de caracterizar conceptualmente la racionalidad y los procesos de

racionalización. En este punto no parece haber acuerdo entre los.muchos comentaristas de la

obra de Weber. En parte, el propio Weber no ayuda demasiado en el punto de la d o c i d a d

de los conceptos. Racionalidad y racionalización suponen, en el

análi

sis,

una compleja articulación entre historia y perspectiva epistemológica que dificulta una exposición precisa. Pero hdamentalmente la complicación reside en que ambos términos

...

apuntan a un proceso caracterizado por su multidimensionalidad y su carácter paradójico)) [5 1, 1 171.

El que a todo lo largo de la obra de Weber se encuentren ambigüedades en el uso de categorías tan capitales, se ha convertido en hente de confusión y origen de interpretaciones encontradas l o . Pues si bien existe consenso respecto a que las nociones de taacionalidadn y taacionalismo)) ocupan un lugar estratégico para comprender la obra de Weber, éste se resquebraja respecto a lo que Weber quiso signzficar con tales expresiones; y en esto sus

exégetas y críticos no consiguen ponerse de acuerdo”.

Aunque Weber no h e claro sobre lo que se debía entender por la expresión de

taacionalismo)) aplicado en sentido cultural (ccoccidentab), ctchino)), etc.), en un primer acercamiento se puede pensar que al referir que distintos tipos de <nacionalismo)) conforman distintos cuerpos culturales, está recurriendo a la idea de tcpatrones de signiticado))

expresados en visiones del mundo (Weltanschauung), que constituidos por sistemas de valores, actitudes, prácticas e instituciones, se han ido gestando en un proceso milenario de diferenciación cultural [5 1, 1191. Así, la expresión de caacionalismo occidental moderno))

10 En mucho, no es gratuito que desde los

años veintes se halla venido desarrollando una especie de ((industria sociológica), que hoy se encuentra más fortalecida que nunca, y que gira en torno a dos ejes:

1) Clarificar las nociones de racionalidad y racionalismo, así como sus implicaciones teóricas, en la obra de Weber; y

2) utilizar dichas nociones como una herramienta indispensable para el estudio y comprensión de los elementos culturales del Occidente moderno, tanto de su origen como de su desarrollo.

Entre las figuras que han destacado con renombre internacional dentro de esta labor, pueden citarse -a modo de ejemplo- casos como el de Lukács, Luhman, Schluchter, los teóricos de la Escuela de

Francfort -Adorn+, Bendix, Habermas, etcétera. Mismo Habermas ha sido sumamente explícito sobre la

importancia y necesidad de esta tarea: ctcuando se quiere explicar el nacimiento de las sociedades modernas, el “racionalismo occidental” se convierte en fenómeno clave. ES lo que mostró Weber en sus trabajos de sociología de la religión.)) [30,369].

11

Para una revisión esquemática sobre la polémica de las posibles interpretaciones de estos

(20)

referiría a cierto tipo de racionalidad que se encuentra conformada “de manera esencial-

por factores culturales como las nociones religiosas que se desprenden de la tradición judía (ética judeocristiana), por los principias intelectuales de la filosofia helena (el humanismo de Platón y la lógica de Aristóteles), por los cánones del formalismo jurídico del derecho romano, por las formas de organización civil de las ciudades de la Edad Media [52, 1281, entre otros muchos factores más.

En esta perspectiva de análisis propuesta por Weber, el surgimiento de la Europa occidental es expresión de un tipo especíiico de (aacionalismo)) que se caracteriza por contener ciertos elementos que lo impulsan a un dominio creciente en los campos de actividad en los cuales se desarrolla; esto acontece lo mismo en el arte que en la ciencia, en la política que en la milicia, en lo económico que en lo jurídico

...

Rasgos característicos de este tipo de wacionalismo cultural.>> son el actuar instrumental con arreglo a principios

rígidos de eficiencia, de dominio y transformación constante del entorno [52, 1291, así como el hecho de estar signado por un proceso creciente de ((desencantamiento)) de los fenómenos del mundo [81, 2001, y del ((sentido)) y (dinalidad)) de la vida [76, 4591. Y con la expansión

de la influencia de la civilización occidental a todo el orbe, a fines del siglo

XX

se puede apreciar claramente como esta forma particular de (aacionalismo)) se ha impuesto en otras culturas sojuzgando formas nativas de (aacionalidad)); lo mismo en Áfiica, que en América, o en Asia”.

Resumiendo: (@ara Weber cada formación cultural

...

representaba valores únicos que había que salvaguardar a toda costa, de la misma forma que deberían respetarse y esforzarse

por comprender la racionalidad directora de las grandes religiones del mundo. La defensa del pluralismo cultural se basa en un pluralismo axiológico primigenio, en donde cada valor

representa una forma especial de racionalidad tan válida como cualquier otra [...] Weber trasciende así la noción eurocentrista de que el desarrollo del racionalismo es un fenómeno

específicamente Occidental. Por el contrario, Weber afirma que en el mente se desarrollaron formas de racionalidad que desde cierta perspectiva son superiores a las de

(21)

capitalismo burocrático, pero esto no implica que sea inmanentemente superior a otras

formas de racionalidad. Desde una perspectiva de racionalidad sustancial, la racionalización formal de Occidente tiende a desembocar en una esclavitud irracional y por tanto Weber rechaza la concepción unilineal de la historia, en donde se implica que, al final del desarrollo, se alcanzará una meta donde coincidan armónicamente todos los valores supremos)) [24,46- 471 l3

.

13 Compárese

(22)

n)

Formas de <<racionalismos)) intraculturales

El esquema tripartita sobre los macionalismos znfraculturales)) esbozado en este apartado, ha sido elaborado a partir de la (dutroducción)) (Einleitung) a <<La éica económica de las

religiones universales)) (EERU) contenida en el primer tomo de los ESSR [76, 1931. Es una

desgracia el que Weber no tratara el problema del (aacionalismo)) en si mismo, sino que sólo lo abordara de manera marginal hacia el final de su vida en la (dntroducción)) general a los

ESSR y en la introducción parcial a la

EERU.

Es particularmente interesante que de toda su vasta y diversa obra, las únicas alusiones

explícitas al tema del (aacionalismo)) como elemento cultural diferenciador estén contenidas

en estas dos introducciones. Sin duda, esto se debe a la naturaleza de los trabajos ahí contenidos, que se encargan de entender la forma en que el contenido ético-ideológico de

una doctrina religiosa (cahhismo, confbcionismo, hinduismo, judaísmo) estructura pautas prácticas de conducta en los distintos ámbitos de la vida al interior de un universo cultural (occidental, chino, indio, judío). Weber es sumamente claro a este respecto al referir que ((el comportamiento del ser humano no se rige inmediatamente por ideas, sino por intereses

materiales e ideales. Frecuentemente, empero, las (imágenes del mundo)) originadas en

(adeas)) han determinado, a la manera de gauardaagujas, la vía seguida por la acción, impulsada por la dinámica de intereses. ‘Tor qué” y “para qué“ se quería ser redimido y, recordemos, “se podía ser” redimido, dependían de la propia imagen del mundo)) [82,24].

Respecto a las formas que puede revestir el (aacionalismo intraculturd), Weber

escribió:

<Este es el lugar para advertir de nuevo que ‘’racionalismo” puede siguiflcar cosas bien distintas. Sin ir m á s lejos, la palabra puede hacer pensar bien en esa especie de racionalización que emprende, por ejemplo, el pensador sistemático con la imagen del =do, y que aumenta su dominio teórico de la realidad mediante la utilización de

conceptos abstractos cada vez más precisos; o m á s bien, en la racionalización en el sentido de logro metódico de un íin determinado, dado en la práctica, mediante un cálculo cada vez

(23)

ocupamos, puede adoptar formas extraordinariamente diversas. El confbcionismo es un

sistema étic0 tan racionalista y tan sobrio como ningún otro, exceptuando q d el de J.

Benthan.

Racionalista en el sentido de que carece de toda metafisica y de casi todo resto de

lastre religioso, tanto que se encuentra en el limite extremo de lo que en general puede considerarse como ética “religiosa”; sobrio en el sentido de que carece de, y desprecia todas las escalas de valoración que no sean utilitaristas. Y sin embrago, es completamente

diferente del racionalismo de Benthan y de todos los demás tipos de racionalismo práctico Occident al... El ideal supremo del arte del Renacimiento, era “racional” en el sentido de la fe en la validez de un “~atl~n”, y también era racionalista su consideración de la vida.

..

en el

sentido del rechazo de los condicionamientos tradicionalistas y de la fe en el poder de la naturalis ratio. Pero también eran “racionales”, en un sentido completamente diferente, el de la “planilicación”, los métodos de la ascesis mortificatoria o mágica, o la contemplación en

sus formas m á s consecuentes, como en el yoga o en las manipulaciones del budismo tardío

con molinos de plegarias. En general, todos los tipos de ética práctica que se orientaron

sistemática y univocamente hacia metas fijas de salvación, heron ‘kacionales”, en parte en el

mismo sentido del metodismo formal, pero en parte también en el sentido de la

diferenciación de lo normativamente “válido” y lo empíricamente dado)) [76,215].

En este pasaje se puede apreciar la desconj?anza que el mismo Weber siente como

problemática en el uso de los términos (aacionab y (aacionalismo)), lo cual se percibe por

SU continua presentación entrecomillada. De to& su obra, este es el pasaje donde Weber

expone de la manera m á s elaborada su noción de (aracionalismo)).

Se desprenden de este texto tres tipos básicos de actividades racionalistas:

1) ((Racionalismo inlelectual~’~: alude a la ccracionalización)) que emprenden los pensadores sistemáticos de todas las culturas con la imagen del mundo (Weltanschauung), bUw.ndo dar un significado unitario al mundo y a la posición del hombre dentro de un

14 Por llamarle de

alguna manera. Schluchter le denomina ccRacionalismo ético-metafísico)): (c In its second meaning rationalism refers to the systematization of meaning patterns. This involves the intellectual

elaboration and deliberate sublimation of ultimate ends. In this sense rationalism is a consequence of

cultured man’s “inner compulsion” not only to understand the world as a “meaningful cosmos” but also to

(24)

(tcosmos ordenado con sentido)); lo que permite aumentar el ((dominio teórico)) de la

realidad mediante la utilización de conceptos cada vez más precisos [36, 11531. Como representantes de este tipo de actividad (aacionalista)) se puede pensar en la ciencia,

la

J;Imofm y la r e l i g i ~ n ’ ~ .

2) (dtscionalismo pragmútico))’6 : refiere al proceso de (aacionalización)) que también

emprenden los pensadores de todas las culturas en la búsqueda del logro metódico de

un

fin

determinado, dado en la práctica; lo que permite aumentar el ((dominio práctico)) de la

realidad mediante cálculos cada vez más precisos de los medios adecuados [36, 11521. Su

mejor ejemplo lo constituyen

la

técnica y

la

inventiva en cualquiera de sus acep~iones’~.

3) dhcionalisrno ético))’8 : alude al proceso de (aacionalización)) en el sentido de

(cplanificación)) en cuanto m d m metúdicos de vida; lo que permite ordenar y sistematizar

las acciones cotidianas de los hombres apelando a (Cvalores)) y (dines últimos)). Su representante es cualquier sistema étic0

raciona^'^.

En

este esquema de los (aacionalismo zntraculturales)) se encuentra el núcleo de la tesis weberiana de la diferenciación cultural. Para comprender y explicar en qué se distingue

l5 ((1 ...I teología, fi~osofia, meditación sobre los ultimos problemas de la vida fueron cosas conocidas por chinos e indios, acaso con una profundidad como nunca la sintió el europeo)) [SO, 2661.

16

Por llamarle de alguna manera. Schluchter le denomina <<Racionalismo técnico-cientificox ((First, rationalism refers to the capacity to control the world through calculation. Here rationalism is a consequence of empirical knowledge and know-how. Therefore, in ist first sense rationalism is scientiific-technological rationalism)) [56, 141. Difiero de esta expresión por l a s razones antes apuntadas.

l7 ((También en otras partes (sobre todo en India, China, Babilonia, Egipto) ha habido conocimientos empíricos.. . saber y observaciones de extraordinaria sublimacióm [76, 1 11.

Por llamarle de alguna manera. Schluchter le denomina ((Racionalismo práctico)): ccphe] rationalism also refers to the achievement of a methodical way of life. Here rationalism is the consequence of institucionalization of configurations of meaning and interest. Hence we may refer to this last kind as practical rationalism)) [56, 151.

19 ((En efecto, la racionalidad, en el sentido de “coherencia” lógica o teleológica, de una actitud

intelectual-teórica o práctico-ética ejerce, y siempre ha ejercido, poder sobre el hombre ... y siempre se ha

enfrentado con otras fuerzas de la vida histórica) [75,369].

(25)

una cultura de otra, basta con averiguar cuáles esferas de

la

vida social se han (<racionalizado)) y en qué dirección -en base a qué valores y objetivos ultimas.

Es claro que Weber comparte con la Antropología cultural el supuesto básico de la

<<unidad mental de la humanidad)). Es decir, que los seres humanos de tudiu las Culturas poseen las mismas capacidades de desarrollo intelectual.

No

existen dturas CUYOS

individuos posean mayores ((capacidades mentales)) en comparación con 10s miembros de otras formaciones culturales; por ejemplo, que los blancos posean mayor capacidad de desarrollo intelectual que los negros, o los ingleses que los nativos de Australia o los del Amazonas. Todos los seres humanos, en cuanto miembros de la misma especie animaZ, necesariamente poseen la misma ((estructura)) mental básica y las mismas potencialidades. Queda claro que la diferenciación cultural no cabe explicarse apelando a razones

biologicistas o vitalistas. A este respecto la postura de Weber es contundente y no permite

vacilaciones: (<De manera que ha habido racionalizaciones de los tipos m á s diversos en los diferentes ámbitos de la vida en todas las culturas. Lo característico para su diferente

signikación históricocultural es en qué esferas se han racionalizado y en qué dirección)) [76,

191.

En este sentido, basta revisar los trabajos de Weber sobre sociología de la religión

para convencernos que su interés primordial se centra en descubrir el modo en que las

distintas formas de caacionalismo intelectual>), al ser sistematizadas en el seno de las doctrinas religiosas, condicionan formas prácticas de (aacionalismo éticon O en otras

palabras, Weber busca eqlicitar los mecanismos a través de los cuales los procesos de racionalización interna de las distintas religiones se ligan a una imagen del mundo y condicionan un modo ético-práctico de conducirse.

La idea del (aacionalismon está íntimamente unida con la concepción que Weber

mantuvo de la sociología como ((ciencia comprensiva)) de la conducta humana. En su opinión, la sociología necesitaba entenderse como ( m a ciencia que pretende entender,

interpretándola, la acción social para de esa manera explicarla causahente en su desarrollo y

efectos. Por “acción” debe entenderse una conducta humana (bien consista en un hacer externo O interno, ya en un omitir o permitir) siempre que el sujeto o los sujetos de la acción

(26)

la acción social para poder explicarla.

No

sólo debe ser capaz de explicar qué consigue el ((actor)) con su obrar, sino también, por qué persigue la realización de tales o cuales h e s . Toda la obra sociológica de Weber gira en torno a esta preocupación, en ((comprender

o

explicar las obras creadas por los hombres en el curso de su devenir; no sólo las obras de

arte, sino también las leyes, las instituciones, los regímenes políticos, las experiencias religiosas, las teorías científicas

...

[busca] comprender y explicar los valores a los cuales los hombres [se]

han

adherido y las obras que realizaron)) [2, 2321. Y en esto, el (aacionalismo

(27)

m)

L a acción <<racional>.)

Por último, cuando Weber abordó el tema de la (acción social)) en Economh y sociedad, elaboró dos acepciones sobre la (<racionalidad)) de la acción:

a) la (<racionalidad instrumentab (Zweckrational), y b) la (<racionalidad valorativa)) ( Wertrational).

La (<racionalidad instrumentab la deíinió como: wacional con arreglo a Jines: determinada por expectativas en el comportamiento tanto de objetos del mundo externo como de otros hombres, y utilizando esas expectativas como “condiciones”

o

‘hedios” para

el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos)) [74, 201. La (<racionalidad valorativa)) la deíinió como: wacional con arreglo a valores: determinada por la creencia consciente en el valor -ético, estético, religioso

o

de cualquier otra forma que se

interprete- propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con el

resultado, o sea puramente en términos de ese valor)) [74,20].

Cuando en esta misma obra trató el tema de las gestiones económicas, distinguió dos

formas m á s de racionalidad: a) la (<racionalidad formal>,, y

b)

la

(<racionalidad material o sustantiva)).

La primera la definió como: (damarnos racionalidad formal de una gestión económica al grado de cálculo que le es técnicamente posible y que aplica realmente)) [74,64]. En tanto

que la segunda h e definida como: dlamamos racionalidad material al grado en que el abastecimiento de bienes dentro de un grupo de hombres (cualquiera que sean sus limites)

tenga lugar por medio de una acción social de carácter económico orientada por determinados postulados de valor (cualquiera que sea su clase), de suerte que aquella acción fie contemplada, lo será o puede serlo, desde la perspectiva de tales postulados de valor)) [74, 641.

Estas categorías de (<racionalidad formah y (anateriab,

H

i

l

l

las explícita de la siguiente

manera:

((’‘Formal”, aplicado a racionalidad, implica una valoración de la medida en que se

(28)

mediante lo cual se refieren directamente a unos objetivos empíricamente cuantiiicables.

Esto contrasta con la racional “esencial” [C’material”]

...

que se refiere m á s bien a las

cuestiones que plantean los fines supremos; la “salvación” podría ser uno de estos fines

supremos, como lo sería también ‘la mayor felicidad para el mayor número”. LOS fines

supremos no pueden calcularse empíricamente ni cuantificarse del mismo modo que los fines

“intermedios”, pero pueden

influir

a la hora de actuar)) [33, 1651.

En un primer acercamiento se pude pensar que las así denominadas (<racionalidad formab y (anaterial>) cumplen en el campo de las gestiones económicas, la misma función la

(<racionalidad instrumentab y la (adorativa)) en el campo de la acción social. Resulta,

entonces, que en esencia las acciones humanas ”sean del género que sean- sólo pueden ser racionales en dos sentidos: (<racionales instrumentahente)) (medios-fines), y (<racionales valorativamente)) (medios-valores). Es importante recalcar que esta separación de los tipos

de racionalidad sólo es posible en el campo teórico del análisis, como tipos ideales, pues Weber era contundente al sostener que en la realidad se encuentran en todo momento confbsamente mezclados.

Siempre que Weber usa la noción de ((acción racional>) (ya sea instrumental o valorativa), lo hace en contraposición a las acciones emocionales

o

tradicionales. Es decir,

Únicamente una acción es (aacionab cuando se ejecuta no atendiendo a los impulsos

(29)

EL NDESENCANTAMIENTO)) DEL

MUNDO

<&ally I am religiously absolutely “unmusical” and have neither the need nor the ability to erect within my self psychic “stmctwes” of a religious character. It’s simply impossible, and I reject it. In this respect I feel my self a cripple, a deformed human being, whose inner fate is to have

to answer honestly for this)).

Weber a Tiinnies, Carta del 19 de febrero de 1909 (citado en [SS, 2251).

Dentro del análisis sociológico corresponde a Max Weber el haber acuñado la hoy célebre expresión (El desencantamiento del mundo)) (Die Entzauberung der Welt). Y aunque nunca se abocó a la tarea de estudiar este fenómeno de manera sistemática [63, 3231, sino que tan sólo esbozó destellos fiagmentarios en obras como ESSR, La ciencia como vocación (CCV)

y Economía y sociedad

(EYS),

hoy se le ha llegado a considerar como el teórico que sentó

las bases sobre el particula?’

.

Sin embargo, es necesario reconocer que al igual que con la (cparadoja)) sobre el (aacionalismo)), en el caso del ((desencantamiento)) (Entzauberung) Weber tampoco h e riguroso en cuanto a la explicitez de lo que entendía por esta expresión [63, 323]*l. Las m á s de las veces, cuando la utiliza, pareciera dar por sentado que la expresión

es

evidente por

misma, o que sus lectores se encuentran previamente familiarizados con ella. Esto se

comprende si se piensa que las ideas sobre el ((desencantamiento)) bien pudieron constituir un lugar m á s o menos común en el ambiente intelectual alemán cuando Weber escribe [63,

3201. Un indicio clave lo tenemos en el caso del poeta alemán Schiler, quien un siglo antes

ya había llamado la atención sobre este fenómeno de ((desencanto)) cuando hacía notar que el desarrollo de Occidente iba aparejado a un continuo ((desendiosamiento)) de la naturaleza

(Die Entgoterung der Natur) [lo, 691. Y en cierta forma también, la tesis de Schiler es

20

((Admittedly, today we hold Weber to have been a theoretician of rationalization, of the

disenchantment of the world, first through religion, then through science. And this he doubtless was)) [56,

151.

21

De hecho, ni siquiera acuñó una expresión en particular para este fenómeno. Unas veces lo denomina ((desencantamiento d e l mundo)) [76, 981, otras ((desmitifícación del mundo)) [76, 4191 y otras

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