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Naclerio, A. y Toledo, F. (2006) Capítulo 13 en Naclerio, A. et al.(2006) “Teoría y Política Macroeconómica: Aplicaciones a la economía Argentina” Ed. UNLP, Buenos Aires

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301 un amplio ejército de desocupados. Los desocupados, al no conseguir trabajo, bajan obligadamente sus pretensiones salariales, lo que conviene, desde el punto de vista de la rentabilidad, a las empresas demandantes de empleo.

La función de oferta agregada se representa en el gráfico 1. Tiene pendiente positiva porque a medida que aumentan los precios, las empresas están dispuestas a ofrecer mayores niveles de producto en el mercado. Recordemos que la curva de OA macroeconómica es diferente de la oferta microeconómica. Mientras que en micro se observa un mercado particular y existe efecto sustitución entre bienes, en macro al aumentar los precios, al empresario le bajan los salarios reales (veremos más abajo por qué). Consecuentemente le bajan los costos para el empresario, mejora su ecuación de beneficios y está dispuesto a producir más.

Gráfico 1: Representación de la función de oferta agregada

P

Y

P’2

P’1

P2

P1

Y’2

Y’1

Y2

Y1

∆Y

∆Y’1

∆Y > ∆Y’1

∆Y = ∆Y’2

∆P

OA

Y’’2

P’’2

∆Y’2

∆P = ∆P’1

∆P < ∆P’2

A1

A2

B2

B1

B’2

En el gráfico 1 se observa que ante una igual variación de precios en dos posiciones distintas de la función de oferta agregada (∆P = P2 - P1 = ∆P’ = P’2 - P’1) la reacción o respuesta de la

cantidad de producto ofrecida en el mercado es diferente [(∆Y = Y2-Y1) > (∆Y’1 = Y’2-Y’1)].

Es claramente mayor el nivel de respuesta en la producción cuando estos niveles de producción son bajos. Tal diferencia en la capacidad de respuesta por parte de las empresas se debe fundamentalmente al contexto de alto desempleo y a la capacidad ociosa del sistema económico. En los niveles altos de producción la respuesta es mucho menor; nótese que ∆Y’1

es menor que ∆Y, y que ambas variaciones responden a una igual variación de precios (∆P = ∆P’1). Obsérvese además que para lograr una variación de la producción equivalente a ∆Y, es

decir, para lograr que se realice ∆Y’2 (∆Y’2 = ∆Y) hace falta que los precios varíen mucho

más ∆P’2 (y claramente ∆P’2 > ∆P).

En definitiva, cuando los niveles de producción son bajos las expansiones, (los desplazamientos de DA que pueden dibujarse en el mismo gráfico) se traducen en importantes incrementos de producción y mínimos incrementos de precio. Cuando los niveles de producción son altos, las expansiones de DA, se traducen en importantes incrementos de precios y mínimos incrementos de producción.

En efecto, podemos suponer sobre el gráfico 1 que por cada punto A1, A2, B1, B2’, pasan

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incrementando sus niveles de producción. Asimismo, el desempleo se irá reduciendo a medida que las empresas contratan más trabajadores para producir más y que la economía se acerca al nivel de máxima capacidad. A partir de entonces, aumentan los precios del trabajo o salarios y el uso del capital.

Las empresas decidirán luego incrementar los precios de los bienes y servicios que ellas producen para mantener sus tasas de ganancia. Más aún, dada una situación hipotética de pleno empleo, a las empresas les resulta imposible contratar más trabajadores sin pagar salarios más altos. Cómo las empresas no quieren perder tasas de ganancia suben sus precios.

Los salarios reales y los precios

Para precisar la función OA, debemos tener en cuenta los salarios reales (y no los nominales). Recordemos que los salarios reales consideran a los salarios nominales en relación a los precios. Mide, entonces, el poder adquisitivo del salario. Si los precios aumentan la capacidad de compra cae, por lo que el salario real disminuye.

Al salario real se lo expresa como el salario nominal W dividido por el índice de precios P. Teniendo en cuenta el concepto W/P y que la OA es una función que relaciona positivamente el nivel general de precios con la producción, sabemos que cuando los salarios nominales suben (puesto en símbolos ↑W) suben los salarios reales ↑(W/P). Lo que significa que el costo real aumenta para los empresarios. Luego ellos incrementan los precios porque de lo contrario ganarían menos. De la misma manera, cuando bajan los precios ↓P, los salarios reales ↑(W/P)

sube por lo que el costo para los empresarios aumenta y ellos responden bajando el producto ofrecido.

En la definición de la función de oferta se incluyen los salarios, aunque en el gráfico en la cual se la representa (gráfico 1) sólo se explicitan precios (o mejor dicho nivel general de precios) y producción o ingreso. En realidad los salarios están incluidos en los precios. Sin embargo es bien evidente que los salarios no son los precios y ambas variables pueden variar disociadamente.

Obsérvese que los salarios reales se comportan en sentido inverso a las variaciones de precio o el índice general de precios que indica la inflación.

Por ejemplo si el índice de precio pasa de 100 a 111 en un año (inflación anual de 11%) y los salarios permanecen en 1000, el salario real pasa de 10 [= (1000/100)] a 9 [= (1000/111)]. Como resultado, el salario nominal se mantuvo constante en 1000, pero el salario real se contrajo un 10%. Más aún supongamos simultáneamente que el salario nominal aumente unos 50 pesos, es decir un 5%. En dicho caso también se verificará una caída del salario real, pero esta vez del 5,4%. Para que se mantenga constate el salario real, el salario nominal debe incrementarse en la misma cuantía que el índice general de precios. Obsérvese:

Caen los precios y el salario permanece constante. Entonces sube el salario real ↑ ↓

P W

Suben los precios y el salario permanece constante. Entonces cae el salario real ↓ ↑

P W

[Si ↑ W > ↑ P] ↓⇒ ↑

P W

[Si ↑ W < ↑ P] ⇒ ↓

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303 La lógica de no querer perder terreno en las ganancias por parte de los empresarios resulta la explicación fundamental de por qué la función de oferta agregada tiene pendiente positiva (es decir si aumenta Y aumenta P) y se vuelve vertical a niveles altos de producción (es decir Y no aumenta cuando aumenta P).

Nótese que la oferta se vuelve vertical cuando el ritmo al que cambian los precios de los insumos y factores productivos (salario) es igual al ritmo al que cambian los precios de los productos ofrecidos. Cuando se tarda algún tiempo en responder al aumento de precios de los productos, la oferta agregada tiene pendiente positiva. Seguramente en contextos de cambios continuos e importantes de precios de factores e insumos, la pendiente de la función se acerca más a la posición vertical. Al mismo tiempo los salarios aumentarán cuando hay pleno empleo, por lo que en condiciones de desempleo los salarios no aumentarán o aumentarán a un ritmo menor que los precios, lo que implica una caída del salario real (costo para los empresarios).

En consecuencia en condiciones de pleno empleo, si los salarios nominales y los precios se movieran siempre al mismo ritmo y en los mismos porcentajes, la función de oferta agregada sería siempre vertical.

Los precios de los productos, insumos e inclusive el uso del capital pueden ajustarse instantáneamente, lo que es posible en ausencia de regulación pública. Por ejemplo, en ausencia de controles de precios o de decisiones administrativas sobre los niveles de producción de bienes y servicios considerados claves en el sistema económico.

Sin embargo lo que nunca, o rara vez, ajusta instantáneamente son los salarios. Por ejemplo, si la inflación del año 2006 ronda el 10% en Argentina, todos los salarios (o el salario promedio) debieran ajustarse un 10 % para mantener el mismo poder de compra. Es decir, para que el salario real aumente debiera existir un incremento salarial superior al 10%. O sea, para que la función de oferta agregada sea vertical debe además cumplirse la condición de que el salario real (W/P) permanezca constante o lo que es lo mismo que W y P varíen en la misma proporción. Pero esto nunca o raramente ocurre ya que los salarios evolucionan más lentamente que los precios de los bienes (se volverá sobre esta cuestión en el próximo capítulo).

El equilibrio

Detrás de la función de oferta agregada están operando los mercados de factores productivos. Especialmente, el mercado de trabajo juega un papel clave en la determinación de la OA. Cuando los salarios aumentan, los precios aumentan para posibilitar la mayor oferta. Los trabajadores adicionales son más caros para los empresarios y cuando nos acercamos al nivel de pleno empleo es muy difícil y sobre todo más costoso contratar mano de obra.

Hemos introducido la función de oferta agregada (OA) en el gráfico 1, viendo cómo supuestas expansiones de demanda agregada (DA) producen incrementos mayores o menores de producción según cual sea el nivel de utilización de la capacidad instalada de la economía o el nivel de empleo. Sin embargo no hemos dibujado la función de demanda agregada. Esta función se representa en el gráfico 2.

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clásico, conseguimos un equilibrio macroeconómico que se da en el punto E. A la derecha de E, o sea para niveles superiores de producción a Y0, tenemos exceso de oferta. La producción

es superior a la de equilibrio y existe presión inflacionaria. A la izquierda de Y0 ocurre el caso

contrario, hay presión deflacionaria.

Gráfico 2: El equilibrio macroeconómico

OA

DA P

Y E

P0

Y0

Cada punto de la función OA representa las respuestas de las empresas a las variaciones de precios y producción. Cómo vimos, a mayores precios las empresas están dispuestas a ofrecer más mientras sus tasas de ganancias aumenten. Es decir ofrecen más mientras los costos (salarios) no suban. Pero si Y0 es el nivel de pleno empleo los costos salariales subirán y las

empresas volverán a ofrecer lo mismo que antes pero a un precio mayor. Este proceso está indicado en el gráfico 3.

Los casos extremos. La oferta agregada clásica y keynesiana

En el análisis de la OA se presentan normalmente dos casos: por un lado el caso keynesiano donde se supone desempleo y el caso clásico donde se supone pleno empleo y se insiste en que la única forma de aumentar la oferta de bienes es ampliando la capacidad instalada. Vimos, más arriba en el gráfico 1, que la función OA es cada vez más empinada (mayor pendiente) a medida que la producción aumenta. En efecto, a niveles altos de producción nos acercamos al pleno empleo y a la plena capacidad, y la OA se hace vertical.

En el gráfico 3 representamos la función de oferta agregada keynesiana (panel a) y la función de oferta agregada clásica (panel b). La función de oferta agregada clásica vertical, implica que la cantidad de bienes ofrecida no puede modificarse cualquiera sea el nivel general de precios. Aquí se supone fundamentalmente que tenemos un nivel de producción de pleno empleo3. El PBI de pleno empleo o también llamado PBI potencial, es lo que hemos

denominado con Ye. El nivel Ye representa el máximo nivel que puede alcanzar el sistema

económico cuando está siendo utilizada a pleno la capacidad instalada y no hay desempleo. Este nivel Ye, es lo que determina la posición vertical de la función de oferta.

(5)

305 Por su parte la OA horizontal es la OA keynesiana. En este caso existe desempleo y por lo tanto puede aumentarse la producción sin que se incrementen los costos y por lo tanto sin que se incrementen los precios.

Nótese que las políticas de demanda agregada (monetaria y fiscal -que tratamos en los capítulos anteriores-) tienen efectividad plena sobre el nivel de producto cuando hacemos el supuesto que la OA es keynesiana y es inútil cuando suponemos la OA clásica.

Gráfico 3: Los casos extremos de la oferta agregada: clásico y keynesiano

OAkeynesiana

OAClásica

Y P

P0

Y1 Y2

DA1 DA2

Y

DA1

P1

P2

P

Ye

DA2

a b

En el panel a del gráfico 3 las políticas monetarias y fiscales constituyen un impulso deseable para el sistema económico. Mientras que en el panel b las políticas son malas para el sistema económico ya que ante las expansiones monetarias o fiscales el producto no aumenta y sólo se produce inflación, los precios pasan de P1 a P2.

Pero ¿cómo es en verdad la función de oferta? ¿se parece más a la del panel b o se parece más a la del panel a? La respuesta depende de las condiciones en que opera el sistema económico. Si una economía tiene capacidad ociosa, como el caso argentino durante los años de la crisis -y más significativamente desde el 2002- (ver recuadro 12.1, más arriba), existen márgenes considerables para llevar la economía a la plena capacidad haciendo políticas de demanda. Ahora cuando se llega a la plena capacidad, la forma de ampliar la oferta es a través de un mayor nivel de inversión y sobre todo de una mayor capacidad tecnológica del sistema económico. Volveremos sobre estos temas en los capítulos de la cuarta parte de esta obra. La discusión sobre la efectividad de las políticas de demanda es fundamental para los economistas y ha dividido opiniones históricamente. Desde la irrupción del keynesianismo, las políticas intervencionistas para incrementar el producto vía la demanda han despertado debates en el ámbito académico y político. Aún hoy existen, como veremos más adelantes, posiciones teóricas que defienden una y otra posición. En general, el argumento contrario a las políticas keynesianas es que -tarde o temprano- o en el largo plazo resulta ineficaz cualquier intervención sobre el sistema económico. Inclusive la escuela de expectativas racionales considera que dicho intervencionismo es ineficaz siempre, aún en el corto plazo. Por otro lado las corrientes poskeynesianas niegan esta hipótesis y dan variados argumentos a favor de la política económica intervencionista en determinados contextos económicos (volveremos sobre esta discusión en los capítulos 12 y 13).

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El proceso de ajuste del corto al largo plazo

En el largo plazo estamos todos muertos (J.M. Keynes)

La OA keynesiana es horizontal y la OA clásica es vertical. Sin embargo, como vimos (gráfico 1) la función OA tiene pendiente positiva dado que los costos (salarios) se rezagan respecto a los incrementos del nivel general de precios. Esto hace que cuando aumentan los precios, caigan los salarios reales mientras los salarios nominales no ajusten el porcentaje que los precios subieron. Es decir mientras la baja de costos (vía salarios reales) persista la producción aumenta, pero cuando la baja de costos se anula por el aumento de salarios la producción vuelve a su punto de partida.

Ahora bien, los economistas neoclásicos introducen la idea de que en el largo plazo la situación puede ser diferente. Para ellos, luego de que aumentaron los precios, los salarios nominales suben igual que los precios pero en el largo plazo. Los salarios permanecen rezagados frente a los precios por un cierto tiempo (corto plazo). Por ende, el análisis neoclásico admite una pendiente positiva de la función de OA pero en el largo plazo la OA será vertical clavada en el nivel de pleno empleo. En general, los autores neoclásicos sostienen que si la inflación es baja y estable, la misma es fácil de prever por lo que los salarios evolucionarían al mismo ritmo que los precios en el largo plazo.

Para ciertos modelos de inspiración neoclásica, la función de oferta agregada a corto plazo puede ser diferente de la de largo plazo. Pero a largo plazo la OA es vertical.

En caso de que la producción supere el nivel Ye (a la derecha de Ye) la función de OA

comenzará a hacerse vertical. Por tal motivo, la función de OA keynesiana no podrá permanecer mucho tiempo (sólo en el corto plazo) horizontal cuando supera el nivel de producción Ye. En el gráfico 4, el sistema económico no podrá permanecer por mucho tiempo

en nivel de producción indicado en la zona A. La zona A es inflacionaria mientras que la zona B es deflacionaria.

Grafico 4: Las ofertas de corto y largo plazo

OALP

OACP

Y Ye

P

P0

A B

En la zona A, los precios no tardarán mucho tiempo en comenzar a aumentar. Este aumento de precios genera desequilibrios en los mercados. En lo relativo al mercado de trabajo, los empresarios no encuentran trabajadores disponibles por lo tanto deben incrementar los salarios para tentar a los trabajadores ocupados en otras empresas. Si este es el comportamiento general, el salario de la economía aumenta (volveremos sobre esto más abajo en este capítulo y en el próximo). Por lo tanto la zona A es una zona no solo de aumentos de precios sino también de aumentos de salarios.

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307 positiva dado que aún los salarios no ajustaron y sólo aumentaron los precios e incluso, cuando es muy sub-utilizada la capacidad instalada y hay un alto desempleo, la curva de oferta agregada a corto plazo (OACP) puede permanecer horizontal por un cierto tiempo (esto

ocurre sólo si estamos en la zona B del gráfico 4).

En el corto plazo, o bien se puede recuperar capacidad instalada o contratar trabajadores al salario vigente y ofrecer mayor cantidad de productos sin limitación alguna. En cambio, en el largo plazo, se completó el proceso de inversión y existe pleno empleo no sólo de trabajadores sino de los recursos en general con los que cuenta el sistema económico. En ese largo plazo la función de oferta agregada está clavada en el nivel de producción de pleno empleo Ye y

cualquier expansión de demanda tiene pleno efecto sobre los precios y nulo sobre la producción.

Ahora bien, entre el corto y el largo plazo ¿cuánto tiempo pasa? ¿cómo es la transición? Para los modelos neoclásicos dicho ajuste se da de la siguiente manera: En el gráfico 5 mostramos los dos casos extremos de la curva de oferta: la oferta clásica que es vertical y la keynesiana horizontal. Las mismas que habíamos presentado en el gráfico 4. Pero ahora, además se incorporan una serie de funciones intermedias que indican la trayectoria del ajuste seguida entre el corto y el largo plazo. La función de oferta agregada a corto plazo OACP se

desplaza desde su posición horizontal hacia la izquierda hasta formar un ángulo de 90º, donde se considera que alcanzó el largo plazo. La función OALP es la línea vertical en el nivel de

pleno empleo Ye.

Gráfico 54: Ajuste dinámico entre el corto y el largo plazo

OALP

OACP

DA1 DA2

Y Y

Ye

E E’

t = 0 t = 3 t = 2 t = ∞

t = 1

P P

La función de oferta agregada de corto plazo se va inclinando hacia arriba, lo que indica que en el pasaje del período t = 0 al período t = 1, los precios han aumentado y la producción es inferior en t = 1 que en t = 0. Este mismo proceso se repite período a período hasta llegar a la oferta agregada de largo plazo en t =∞, donde sólo los precios han aumentado y la producción ha retornado a su nivel inicial Ye.

Para ver cómo se produce este proceso dinámico de aumento de precios en el tiempo debemos acudir a ciertos parámetros que nos indican la velocidad del ajuste.

En este caso debemos definir un parámetro que llamaremos µ que indica la velocidad del ajuste. Al mismo tiempo definimos los niveles de ingreso o producción real y potencial y los niveles de precio correspondientes. Considerando estas variables tenemos:

Pt = Pt-1 + Pt-1 [µ (Yt – Ye)]

4 Un análisis de estas características puede encontrarse en Case Fair 1997, p. 327 y en Dornbusch Fisher y Startz

(8)

Pt = Pt-1 [1 + µ (Yt – Ye)] (1)

donde Pt representa a los precios del período corriente, Pt-1 representa a los precios del período

inmediatamente anterior al corriente. Yt representa nivel de ingresos o producción corriente.

Ye el nivel de producción de pleno empleo y µ el parámetro de ajuste.

Lo que expresa la ecuación 1 es el ajuste que se suscita año a año. Los precios actuales son iguales a los precios del período anterior más un ajuste. Este ajuste es un porcentaje µ de la diferencia entre el ingreso corriente y el ingreso de pleno empleo. Es decir que si Yt = Ye no

hay lugar a dicho ajuste.

El parámetro µ indica cuán rápido o cuán lento se pasa del corto al largo plazo. Es decir, por cuánto tiempo vale la pena estimular la demanda para incrementar la producción y que dicho incremento no se traslade a los precios. El parámetro µ toma valores entre 0 y 1. Cuando µ está más cerca de 1 implica que los ajustes se hacen rápido y cuando µ está cerca de 0 dicho ajuste se hace lento y todo desvío de la producción respecto de la producción potencial puede mantenerse por largo tiempo.

En consecuencia, desde el punto de vista de la política económica, es fundamental conocer el valor del parámetro µ. Dicho parámetro tiene que ver con la percepción de la situación general de la economía y con las expectativas de la gente sobre la evolución futura de la inflación.

Desplazamientos de la función de oferta agregada

Vimos que la función de oferta implica que las empresas eligen cantidades cuando reciben los precios determinados en el mercado. Sin embargo, como en realidad los mercados no son competitivos, las empresas varían al mismo tiempo combinaciones de precios y cantidades. En los hechos, las fijaciones de precios y los volúmenes producidos son respuestas del conjunto del sistema productivo a la situación económica.

Existen diversas variables que afectan las decisiones de oferta. Algunos la impactan negativamente y otros de manera positiva. Entre los shocks negativos podemos mencionar por ejemplo a un aumento inesperado de los costos, el estancamiento o crisis globales y las catástrofes naturales. Entre los shocks positivos podemos destacar a la difusión de las innovaciones tecnológicas, las políticas públicas virtuosas, la inversión en infraestructura, la educación, el aumento de la población (particularmente de la población económicamente activa). En definitiva todas políticas que procuran el crecimiento económico.

Shocks negativos

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309 petróleo barato. Dado que la gran mayoría de empresas usaba petróleo como insumo, al incrementarse su precio, las estructuras de costos de las empresas se vieron seriamente convulsionadas. Cuando los costos de las empresas aumentan, éstas responden subiendo precios y bajando volúmenes producidos. Observando la función de oferta agregada en el gráfico 6, los respectivos shocks petroleros de los años 1973-1974 y 1979 significaron que la función OA se desplazara a la izquierda, de OA a OA-1. Obsérvese que para los mismos

niveles de oferta, el precio exigido por los productores es mayor.

En suma, cuando se produce un shock de costos, por ejemplo el aumento repentino del precio de un insumo clave como el petróleo, los productores estarán dispuestos a llevar al mercado la misma cantidad ofrecida sólo a un precio superior. En el gráfico 6, dicha situación se observa cuando el precio sube de P0 a P-1.

2) Recesión o estancamiento del producto: el desplazamiento hacia atrás de la función de oferta puede también deberse a una situación de crisis. Por ejemplo, una prolongada situación de recesión, sin intervención pública, influye negativamente en el ánimo negativo de los empresarios. Luego cae la inversión privada al mismo tiempo que se deteriora la inversión pública. La infraestructura como ser las rutas, los puertos, los edificios públicos, la provisión de bienes públicos en general, reduce el nivel de capital del sistema económico y ello implica que la inversión cae y que la oferta agregada se retrotrae.

3) Catástrofes Naturales: cuando el clima cambia inesperadamente pueden producirse importantes variaciones negativas en la oferta agregada. Estas situaciones son bastante frecuentes en el sector agropecuario. Por ejemplo, ante un determinado nivel de precipitaciones (demasiado abundante o sequía) la oferta de granos puede verse limitada. En el caso de un país productor y exportador de tales productos como es el caso de la Argentina, el estado del clima puede influir decididamente sobre la posición de la función de oferta agregada. Asimismo, un incendio forestal puede influir negativamente sobre la oferta agregada en países productores de madera. Otro ejemplo es una guerra que destruye pozos de petróleo también produce el mismo efecto contractivo sobre la oferta. En fin, todos los sucesos naturales o provocados por el hombre que destruyen recursos naturales son determinantes sobre los volúmenes de producción ofrecidos y desplazan hacia atrás la función de oferta agregada.

4) Shoks Positivos, Innovación y Progreso Tecnológico: cuando la oferta agregada se desplaza hacia la derecha es porque los productores están dispuestos a ofrecer un mayor nivel de producto a los mismos precios. Obsérvese en el gráfico 6, que ante un shock positivo a P0, los

(10)

Gráfico 6: Desplazamientos de la función de oferta agregada

OA0 OA-1

OA+1

E E

+1

E-1

Y P0

Y+1

Y-1 Ye

P

Schock negativo Schock positivo Innovación

P-1

Evolución de la oferta agregada en el tiempo

La oferta agregada debiera crecer con el paso del tiempo a medida que se incrementan los recursos y que se producen innovaciones tecnológicas y la política económica es capaz de inducir a las expansiones.

Este crecimiento implica un desplazamiento de la función Ye a la derecha. Lo que no se

expresa en estos modelos es de qué manera se desplaza la función de oferta. La evolución de la oferta depende de factores que no están explicados por los mismos. Son revelados por otros factores relacionados a la innovación y la política industrial que estudiaremos más adelante. El nivel de producción Ye se va modificando con el tiempo independientemente del nivel de

precios. En efecto, las tasas de crecimiento de Ye, en estos modelos, son exógenas respecto

del nivel general de precios.

En el gráfico 7 vemos cómo la función de oferta agregada se determina en los niveles de máxima capacidad de producción para cada período. Si introducimos la variable tiempo, vemos que la única posibilidad, cuando los niveles alcanzados son de empleo, es que la función de oferta agregada se desplace paralelamente de año a año. Esta trayectoria temporal de la oferta muestra que cuando la economía se desempeña por un sendero de crecimiento de largo plazo, los precios tienden a subir.

Ciertamente, nivel de producción y nivel de precios son dos variables que se mueven siguiendo una tendencia similar en el largo plazo. Dicha situación se representa en la parte inferior del gráfico 7, donde se van indicando sucesivamente niveles de precio superiores a medida que se suceden los períodos. Por ejemplo, el nivel de precios del período 2 (P2) es

(11)

311

Gráfico 7: La evolución temporal de la oferta agregada de largo plazo

P

Lo que en verdad muestra el panel inferior del gráfico 7, es la tendencia de largo plazo de un sistema económico. Dicha tendencia está influenciada por ciclos, es decir por expansiones y recesiones de corto plazo. En el gráfico 8 mostramos la tendencia de crecimiento de largo plazo5. Los precios y el ingreso se mueven en la misma dirección al mismo tiempo que el

producto puede atravesar turbulencias de corto plazo (volveremos en el capítulo 14).

Gráfico 8: Los ciclos de la oferta agregada

OAt

Tiempo PBI=Y

t1 t2 t3

Y1

Y2

Y3

E1

E2

E3

A1

B

El gráfico 8, representa una economía cuya oferta se expande en el largo plazo. Sin embargo la tendencia implica que las expansiones por arriba de la tendencia normal de largo plazo (indicada por OAt) son contrarrestadas por ciclos recesivos. La distancia A1–E1 en el gráfico 8

implica que la oferta está operando por arriba del pleno empleo. Por lo tanto el sistema económico tiende a corregir ese exceso de oferta en el período siguiente. El producto de corto plazo cae, pero en el largo plazo continúa aumentando. Nótese que el punto B, está por debajo de la tendencia, e incluso más abajo que E1, pero una vez recuperada la tendencia nos

encontramos en E2, que indica un producto superior a E1 e inclusive a A1.

5 El lector debe prestar atención a los ejes de los gráficos 7 y 8. En el gráfico 7, la variable tiempo se representa en el eje vertical midiendo la evolución del ingreso en el eje horizontal. En cambio, en el gráfico 8 se muestra la evolución del producto en el eje vertical y el tiempo en el eje horizontal.

Y

OA1 OA4 OAn

Y

Y1 Y4 Yn

OA3

OA2

(12)

Detrás de la oferta agregada: mercado de trabajo y función de producción

Cómo ya lo hemos adelantado y como se verá más en detalle en el capítulo 12, el mercado de trabajo es clave en la determinación de la oferta agregada. Asimismo, la concepción que se tienen sobre el funcionamiento del mercado de trabajo es también clave para diferenciar una vez más a los neoclásicos de los keynesianos. Teniendo en cuenta estas diferencias teóricas, se presentarán tres enfoques sobre la función de la oferta agregada: 1) La función de Oferta agregada según el enfoque clásico; 2) La función de oferta agregada según el enfoque síntesis neoclásica y 3) el enfoque keynesiano.

La función de oferta agregada según el enfoque clásico

El objetivo de analizar el mercado de trabajo es saber cuál es el nivel de empleo y salario real. Según los modelos de inspiración clásica, el nivel de empleo en la economía se determina en un único mercado de trabajo flexible y el desempleo que pudiera existir es voluntario. Es decir, el que no trabaja es por que es su voluntad ya que no acepta trabajar al salario vigente. Desde el punto de vista microeconómico, la fijación de precios y cantidades sobre este mercado, así como sobre cualquier otro, surge de la confrontación de la oferta y la demanda. En este caso la oferta y la demanda de trabajo dependen ambas del salario real (W/P).

Las empresas demandan trabajo según el estado del arte de la tecnología. Estas condiciones de la tecnología o condiciones técnicas representan una restricción para las firmas y están dadas por una función de producción macroeconómica de corto plazo.

Y = A F (Nd, K

0, R0) (2)

donde Y es el nivel de producción ofrecido por las firmas que depende de la demanda de trabajo Nd, del capital existente, K

0,y la dotación de recursos naturales, R0, posibles de ser

utilizados en el proceso de producción.

K0 y R0 son variables fijas en el corto plazo. Además sabemos que la derivada primera de la

función respecto del único factor variable (Nd) es positiva y que la derivada segunda es

negativa. Estos es: F’>0 y F’’<0.

Los signos de estas derivadas implican que existe una relación positiva entre el ingreso y la demanda de trabajo y que esta relación positiva crece pero a una tasa decreciente.

En este caso la función de producción depende de las condiciones en las que opera el mercado de trabajo. Al principio, cuando se demandan trabajadores, el producto crece más que proporcionalmente y luego dicha tasa de crecimiento empieza a decaer.

Es decir, podemos aceptar la forma de la función de producción tal como se presenta en la parte inferior del gráfico 9. En la parte superior de dicho gráfico, se indica el equilibrio en el mercado de trabajo determinado por la demanda de trabajadores por parte de las empresas y la oferta de trabajo que realizan las familias a las empresas.

(13)

313 El salario y el precio de equilibrio que permite equilibrar o vaciar el mercado de trabajo se determina en W0/P0. A dicho nivel de salario real, la oferta de trabajo es igual a la demanda de

trabajo. Ese equilibrio determina el nivel de producción de pleno empleo Ye, para lo cual el

nivel de empleo de la economía es Ne.

Gráfico 9: Del equilibrio en el mercado de trabajo a la función de producción

Función de Producción

W/P

No (W/P)

Nd (W/P)

W0/P0

Ne = No (W/P) = Nd (W/P)

Ne N

Y

N Ye

Ne

E

Si el salario real aumenta, porque el salario nominal W0 crece, mientras que los precios

permanecen constantes, la oferta de trabajo aumenta y la demanda de trabajo disminuye. Las personas ven que se paga más por el trabajo, entonces deciden ofrecer el suyo en el mercado, al mismo tiempo que deciden dejar de disfrutar de su tiempo libre.

Por su parte, las empresas no pueden pagar el aumento de salario y, al mismo tiempo, maximizar su ecuación de beneficios. Se genera entonces un exceso de oferta de trabajo o una abundancia de trabajadores en el mercado de trabajo. Por tal motivo, dicho aumento salarial, no puede perdurar por mucho tiempo. Al haber demasiadas personas ofreciendo trabajo y pocas empresas demandándolo, ambas partes ajustarán sus pretensiones y retornarán a ofrecer y demandar el salario real de equilibrio.

En consecuencia, cuando existe exceso de oferta de trabajo, los trabajadores deben bajar sus pretensiones salariales si desean conseguir empleo. Sin embargo, se verá en el capítulo 12 que este ajuste no ocurre en realidad de manera instantánea y que puede darse en un largo período de tiempo e inclusive puede nunca ocurrir.

(14)

En la situación inicial, el nivel de precios es P0 y la tasa de salario nominal es W0. Ergo, la

tasa de salario real es W0/P0 y el equilibrio en el nivel de pleno empleo es Ne. El nivel de

producción resultante es Ye. El punto que indica las coordenadas (P0, Ye) es un primer punto

de la función de oferta agregada que buscamos determinar. Este es un punto de pleno empleo desde el punto de vista (neo)clásico6.

Supongamos ahora que el nivel general de precios pasa de P0 a P1. A continuación el salario

real pasa de W0/P0 a W0/P1 > W0/P0. Inmediatamente se produce una disminución de la

demanda de trabajo por parte de las empresas, ya que el trabajo es muy caro para el nivel de producción existente. Al mismo tiempo se produce un aumento de la oferta de trabajo. Las familias se ven tentadas a trabajar más por que la recompensa por trabajar es mayor.

Gráfico 10: Obtención de la oferta agregada clásica a partir del mercado de trabajo

Función de Producción

OA (clásica)

Y

W/P P

Y

Y N Y

N 45º

No (W/P)

Nd (W/P)

Ne

Ye

Ne

Ye

Ye

W1/P1 =

W0/P0

P0

P1

I

II III

IV

W0/ P1

Si el mercado de trabajo clásico es perfectamente flexible y el ajuste es instantáneo (cosa que ya dijimos que es muy difícil que sea cierta), la existencia de una oferta excedente de trabajo debe inducir a una caída de los salarios nominales, pasando de W0 a W1, hasta que el salario

real sea igual a su nivel inicial, a saber: W1/P1 = W0/P0. Finalmente, el equilibrio sobre el

mercado de trabajo es restaurado idénticamente a la situación anterior a que se produjera la variación inicial de precios. El nivel de producción se mantiene invariante al nivel Ye.

El análisis de este modelo de inspiración clásica sugiere que la dicotomía entre lo real y lo nominal es perfecta. En otras palabras, la producción depende sólo del empleo y, el nivel general de precios, no tiene influencia sobre la oferta agregada. En consecuencia, no existe ningún arbitraje o intercambio entre inflación y (des)empleo. Cosa que tampoco es cierta como veremos más adelante.

(15)

315 En el gráfico 10 se supone que los ajustes son rápidos y que las respuestas salariales a las variaciones de precio van de la mano de los ajustes en el nivel de empleo y producto de la economía. Más aún, se supone que dichos ajustes son instantáneos.

Ahora bien, como veremos a continuación, el análisis de la síntesis neoclásica llega a obtener una función de oferta agregada con pendiente positiva. En ese caso se acepta que los ajustes mencionados no son tan rápidos.

De la oferta agregada clásica a la oferta agregada de la síntesis neoclásica

Cuando hablamos de síntesis neoclásica (de Keynes), estamos englobando a aquellos economistas de origen neoclásico quienes, ante el golpe recibido por los conceptos revolucionarios de Keynes, debieron readaptar sus teorías a fin de encontrar respuestas algo más coherentes a las problemáticas económicas. Por tal motivo, los economistas de la “síntesis” dan respuestas neoclásicas a los postulados keynesianos7.

El modelo de síntesis neoclásica parte de una función de producción neoclásica a corto plazo con rendimientos decrecientes del trabajo, tal como vimos para los clásicos. El volumen total producido depende del stock de capital, los recursos naturales y la tecnología, que están dados en el corto plazo. A este nivel general de recursos productivos invariantes (capital, recursos naturales, tecnología) se le va adicionando sucesivas horas de trabajo, lo que implica cada vez menores incrementos de unidades producidas.

Asimismo, la demanda de trabajo por parte de las empresas responde al objetivo de maximizar beneficios, lo que conduce a igualar productividad marginal del trabajo con el nivel de salario real W/P. Además, como los rendimientos son decrecientes, la productividad se reduce a medida que se incrementa la cantidad de gente empleada; se concluye que cuanto menor sea el salario real tanto mayor será la cantidad de trabajadores que las empresas podrán incorporar. Por consiguiente, la pendiente de la función de demanda de trabajo es negativa en el panel inferior del gráfico 11. Por su parte, la oferta de trabajo es vertical y se fija en el nivel de pleno empleo de la población económicamente activa que se alcanza en Ne.

(16)

Gráfico 11: Mercado de trabajo y función de producción en la síntesis neoclásica

Función de Producción

Y

N

Ye

Ne

N

Ne

N1

N0

W/P0

W/P1

Y1

Y0

El mercado de trabajo de la síntesis neoclásica incorpora un elemento keynesiano. Este elemento se deduce de la posibilidad de que exista en determinadas circunstancias desempleo, cosa que en realidad, en el enfoque keynesiano, siempre se acepta. Lo que se acepta, en realidad, en la síntesis, es que los salarios no ajustan simultáneamente con los precios, sino que existen rezagos.

La imperfección de los ajustes entre los salarios y los precios es lo que permite obtener una función de oferta agregada de pendiente positiva como la mostrada en el panel IV del gráfico 12. Si, por ejemplo, los salarios nominales no se ajustan instantáneamente, las contrataciones que se realizan en el mercado de trabajo tienen lugar a un nivel de salario real que no es más el salario real de equilibrio (W0/P1). El nivel de empleo finalmente alcanzado será N1 (donde

N1 <Ne). El nivel de producción resultante es Y1, lógicamente inferior al nivel de producción

de pleno empleo Ye.

Consecuentemente, la función de oferta agregada comporta una pendiente positiva. La política económica se verá luego confrontada al hecho de que estimular la producción presenta el dilema (trade off) entre mayor producción (y por tanto caída del desempleo) y mayor nivel de precios o inflación. Este dilema entre mayor inflación y menor desempleo o menor inflación y mayor desempleo es lo que se conoce como relación de Phillips y será abordado en el próximo capítulo.

En el gráfico 12, se obtiene la función de oferta agregada de síntesis neoclásica utilizando el mismo método que para la oferta agregada clásica (gráfico 9).

(17)

317 Si el salario sube a W1 y los precios bajan a P1, el salario real subió y se produce desempleo.

Para corregir este desempleo los precios deben subir o el salario bajar. Nótese que el nivel de producción cae de Ye a Y1, en razón de un aumento del salario real.

En este modelo, bien que se acepte la posibilidad de desempleo, se mantiene la conclusión de que si los salarios suben se generan desequilibrios que ocasionan caídas en el nivel de producto.

Gráfico 12: La oferta agregada a partir del mercado de trabajo

OA

Y

Y Y

N

No (W/P)

Nd (W/P)

Ne

Ye

Ye

N Y

P W/P

45º Ye

Desempleo W0/P0

W1/P1

Ne

N1

N1

Y1 Y1

Y1

P1

P0

I IV

II

III E

Sin embargo, lo que se introduce es la posibilidad de aplicar políticas de demanda agregada siempre que los precios no se ajusten simultáneamente con los salarios. En este sentido, las políticas de demanda agregada tienen efecto cuando existe desempleo, pero, cuando el mercado de trabajo está funcionando en equilibrio, las políticas de demanda no surten efecto. En otras palabras, cuando hay pleno empleo, se sigue el siguiente circuito:

↑ Y (para responder a ↑ DA), → ↑ Nd (para poder producir más) → Exceso de demanda de

factor trabajo en el mercado de trabajo ↑ W → ↑ P (para mantener la tasa de ganancia) →

→ ↓ DA → ↓ Y

Como vimos, el proceso de ajuste se transmite más o menos rápido. Según la perspectiva clásica se transmite instantáneamente, dado que se supone pleno empleo. Según la perspectiva “síntesis neoclásica de Keynes”, se puede transmitir lentamente dado que existe la posibilidad de desempleo.

La oferta agregada keynesiana

(18)

Desde el punto de vista keynesiano, las empresas ofrecerán todo lo que les sea demandado a los precios vigentes. Todo desplazamiento de la demanda agregada tendrá pleno efecto sobre el nivel de producción y de ingreso y nulo sobre la inflación.

En los modelos keynesianos se supone desempleo y, por lo tanto, las empresas pueden conseguir tanto trabajo como deseen al salario vigente. Los costos medios de producción no varían cuando las empresas incrementan los volúmenes de producción.

Así, el equilibrio macroeconómico se determina en el punto en el cual la función de demanda agregada corta a la función horizontal de oferta agregada (punto E0 en el gráfico 13). Esto

quiere decir que lo que importa es la demanda.

El foco keynesiano va a estar puesto en las políticas de estímulo de la demanda. Cuanto más potentes sean las políticas de demanda agregada (fiscal y monetaria), más se desplaza el nivel de producción, mientras que el nivel general de precios permanece invariante.

Entonces el nivel de equilibrio no depende de la oferta sino de cuán lejos pueda desplazarse la demanda agregada. En el gráfico 13, el nivel de producción Yn es superior a todos los otros

niveles de producción marcados por los equilibrios (E0, E1, E2, E3), siendo el nivel de precios

equivalente al nivel de precios inicial(Pe= P1=...=Pn). Este nivel de equilibrio determinará el

nivel de empleo de la economía. Dicho nivel de empleo siempre será insuficiente, dado de que por más lejos que llegue la demanda agregada, siempre el nivel de precios permanece constante.

Gráfico 13: Equilibrio con oferta agregada keynesiana

OA (keynesiana)

DA

P

Y Y0

Pe= P1...=Pn E0 E1 E2 E3 En

Yn

Naturalmente, el equilibrio resultante no implica necesariamente un óptimo, ya que puede haber sub-utilización de la capacidad instalada o una gran brecha de producto y un amplio desempleo para las condiciones de equilibrio.

Vimos que cuando existe desempleo, cualquier política que expanda la demanda estimula a los “espíritus animales” de los empresarios que permite incrementar los volúmenes ofrecidos, por lo que el exceso de demanda de bienes y servicios, es satisfecho con mayor producción al mismo nivel de precios.

(19)

319 nivel de empleo y, como se indica, aparece un tipo de desempleo involuntario. Esta aparición de desempleo involuntario contradice las hipótesis neoclásicas8.

Ahora, para obtener la función de oferta Keynesiana en el gráfico 14 introducimos una función de producción con rendimientos constantes del factor trabajo. Dicha función se introduce en el panel II. Para dicha función de producción se supone que la economía depende de la tecnología empleada o depende de la forma en que se combinan los factores productivos. Matemáticamente, el nivel de producción Y es una función del capital, de los recursos naturales y del trabajo empleado en el proceso productivo.

Recuérdese la ecuación 2 [(Y = A F(Nd, K

0, R0)]. Si lo que interesa es la oferta a corto plazo,

se supone que, a excepción del trabajo N, todos los demás factores permanecen fijos. Por lo que si las empresas quieren aumentar el nivel de producción a corto plazo, la única forma de lograrlo es incrementado la demanda del factor variable, es decir, la demanda de empleo. Por lo tanto, a corto plazo la función de producción queda expresada como:

Y = F (N), donde F’>0 (3)

En este enfoque keynesiano existen rendimientos constantes del factor trabajo, lo que significa que incrementar el factor trabajo implica aumentos proporcionales en la producción. Si z es la productividad del trabajo que se supone constante y se define igual a su producto medio tenemos:

z = Y/N (4)

Por lo tanto, la función de producción en el gráfico 14 es una línea recta cuya pendiente representa la productividad media y marginal del trabajo (z).

Entonces Y = z N.

El gráfico 14 se completa con las funciones de demanda y oferta de trabajo en el panel I, cuyo equilibrio permite obtener el nivel de producción de pleno empleo. En ese nivel, la producción alcanzó su máximo y a partir de ahí la función de producción se hace horizontal. La productividad marginal, z, a partir de Ne es cero. Si se traslada el nivel de ingreso Ye (por

medio de una bisectriz de 45º) hacia el panel IV, se obtiene el punto de inflexión de la función de oferta agregada.

Para el salario real W0/P0 se obtiene el nivel de pleno empleo. Si el salario es superior, por

ejemplo sube a W1, se genera para la visión keynesiana un desempleo involuntario (se verán

las razones de este tipo de desempleo en el capítulo 13).

(20)

La función de oferta agregada es plana en el nivel de equilibrio del mercado de trabajo, donde se determina el salario W0 y el precio, que fijan los empresarios, correspondiente a ese precio

es P0.

Consecuentemente se está asumiendo que para un salario real W0/P0, el beneficio que

obtienen los empresarios en términos reales se obtiene restando los costos salariales a la producción:

B = Y – (W/P) N (5)

donde B es beneficio, Y producción W/P, salario real y N empleo Sustituyendo la ecuación 4 en la 5.

B = [z - (W/P)] N (6)

Vemos que si el salario real es igual a la productividad marginal del trabajo el beneficio es cero. Por lo tanto como los empresarios tienen como objetivo fundamental obtener beneficios, ellos se ven obligados a pagar salarios inferiores a la productividad marginal del salario. El salario que pagan los empresarios está representado por la línea W0, en el panel II donde se

unen los puntos R y N. La función de producción Y=zN, se encuentra por arriba de la función de salarios. La distancia entre estas dos funciones es el mark up o margen que obtienen los empresarios a cada nivel de salario. Por ejemplo para un nivel bajo de producción como Y1,

empleando N1 trabajadores se obtiene un margen B1, equivalente a la distancia entre los

puntos P y R. El margen de beneficio sigue aumentando hasta alcanzar su máximo nivel cuando la producción es Ye. Para niveles de empleo superiores a Ne dicho margen disminuye.

Gráfico 14: Obtención de la oferta agregada keynesiana

Para cualquier nivel de salario real, el máximo beneficio se logra en el máximo nivel de producción Ye. Para ese nivel de producción se obtiene un nivel de beneficio Be equivalente a

la distancia entre los puntos M y N sobre el panel II del gráfico. Para ese beneficio

Y No (W/P)

Nd (W/P)

Ye

N P W/P

Desempleo involuntario W0/P0

W1/P0

Ne

N1 Y1

P0 OA

N

Ne Ye

Y

45º Ye

N1

Y1

Y1

III

W0

Y= z N II

I

III IV

B1

W1

We

Be

M

N P

R

(21)

321 corresponde un nivel de salario de We equivalente a la distancia N-Ne. Dado que el máximo

beneficio se alcanza cuando se contratan Ne trabajadores, ese nivel es el de máximo empleo

alcanzado por la economía.

Fijación de precios: mark up

Ahora bien, veamos lo que ocurre con los precios. En realidad como los mercados están lejos de funcionar bajo los patrones competitivos, los precios y los salarios están sujetos a reglas diferentes a las planteadas por la economía clásica.

El análisis keynesiano introduce entonces el supuesto de que los mercados son, en verdad, imperfectos. En mercados monopólicos, oligopólicos o donde no existe transparencia de información, los (algunos) empresarios tienen capacidad para influir o para fijar ciertos precios.

Desde esta perspectiva, los empresarios establecen un margen sobre los costos de producción (mark up). Para calcular dicho mark up tenemos en cuenta que el valor de la producción es el producto multiplicado por los precios (P Y). Este valor puede descomponerse en lo que es aportado por el trabajo de lo que es aportado por los restantes factores productivos. Puede descomponerse entonces entre, por un lado, los costos laborales o masa salarial, lo que se obtiene multiplicando el salario por el número de trabajadores empleados (W N), y, por otro lado, los beneficios empresariales que se obtienen aplicando un porcentaje o margen (mark up) a los costos laborales.

PY = WN + WN m

PY = WN (1 + m) (7)

donde m es el margen o mark up que aplican los empresarios a la masa salarial WN.

Si utilizamos la ecuación 4, donde habíamos determinados que la producción era Y = z N, (donde z era tanto el producto medio como el producto marginal del trabajo) tenemos:

P z N = W N (1+m)

z m) W(1

P = + (8)

(22)

Ampliación teórica sobre la oferta keynesiana

Hasta aquí se asume que la postura keynesiana se basa en la efectividad de las políticas de demanda agregada dado el alto desempleo y, por tanto, una oferta agregada horizontal.

Si bien es cierto que las políticas de demanda agregada son fundamentales en el análisis keynesiano, según Keynes, el nivel de producto, de empleo y de salarios se rige por condiciones complejas que implican causalidades específicas.

El proceso de producción es complejo y se ve afectado por ciertas restricciones inherentes a la ampliación de la oferta agregada. Entre dichas restricciones podemos mencionar: la tecnología o la combinación necesaria de factores productivos para alcanzar la producción demandada; las características del mercado de trabajo donde según Keynes existe desempleo involuntario (ver capítulo 12); y la configuraron de los mercados en marcos no competitivos, o sea existen, en la realidad, monopolios y oligopolios o también oligopsonios que fijan precios diferentes a los de competencia. En este último caso la oferta agregada se ve modificada por lo que se denomina política de mark up. Es decir las firmas no aceptan la disminución de su rentabilidad, antes tratan de evitar la competencia y organizarse en mercados no competitivos.

La forma de la función de oferta depende de cuan fuerte sean estos tres elementos combinados. Por ejemplo, la determinación de la oferta de producto se deriva de un proceso de decisión en el que primero se tiene en cuenta la elección del volumen de ocupación, para lo cual, dada la técnica, los recursos y el costo de factores por unidad de empleo, cada firma individual y la industria en conjunto, trata de fijar la diferencia máxima entre el importe del producto y el costo de factores. Ese nivel de empleo determina a su vez el precio de la oferta global de la producción resultante,

“que es precisamente la expectativa de los resultados que se espera obtener y que hará costeable a los empresarios contratar dicho nivel de ocupación” (Keynes, 1936) p. 32.

El propio Keynes considera que la curva de oferta de productos y la curva de demanda explican la formación de la curva de demanda de mano de obra de la empresa, que relaciona la cantidad de empleo demandado por la firma a los diferentes niveles de salario. Si bien Keynes no especifica la forma que adoptan las curvas de oferta y demanda de bienes, tampoco aclara si la demanda tiene pendiente negativa, o si es horizontal como se plantea desde la síntesis neoclásica.

Un punto clave relativo a la determinación de la oferta agregada es que el desempleo keynesiano es involuntario. A diferencia de los neoclásicos, según la perspectiva keynesiana no se trata de bajar el salario para que la masa de desempleados encuentre empleo.

En efecto, según la perspectiva neoclásica el que está desempleado es porque no quiere trabajar al salario vigente o por que quiere ganar demasiado respecto de lo que el “mercado” puede pagarle. Por lo tanto una persona desempleada, según los neoclásicos, permanece desempleada por que es su voluntad. O sea, el desempleo neoclásico es voluntario. Contrariamente, el desempleo keynesiano es involuntario. La gente quiere trabajar pero no hay trabajo.

(23)

323

La insuficiencia de la demanda efectiva

Keynes relaciona el nivel de empleo efectivo con la demanda efectiva. El nivel de empleo está relacionado únicamente con el volumen de gasto de la economía (consumo más inversión), la cual no puede cambiar si la propensión marginal a consumir, la curva de la eficiencia marginal de la inversión y la tasa de interés no varían.

Keynes plantea varias soluciones al problema de la insuficiencia de la demanda efectiva (en los análisis vistos se habla de demanda agregada). Entre dichas soluciones, el planteo es como se estimula el volumen de inversión, sin dejarlo en manos de los particulares, dado su psicología errática. En esa dirección las recomendaciones de política se asociaban a políticas fiscales y monetarias activas que compensasen las perturbaciones en la demanda privada. Es en este sentido que la teoría Keynesiana aparece como una herramienta fundamental que pone en el tapete como debe operacionalizarse un Estado. Reencontramos aquí los puntos de debate planteados sobre la política keynesiana en los capítulos 5, 6 y en la conclusión de la segunda parte.

Este Estado debe intervenir por que según Keynes hay una permanente insuficiencia en la demanda efectiva que él definió. Esta demanda efectiva insuficiente implica que los niveles de desempleo persisten y que es involuntario luego de las expansiones de producto.

Es importante notar el contexto que inspira a Keynes el desarrollo de la teoría. Dicho contexto se sitúa en la crisis de sobreproducción de los años 1930 cuando la gran preocupación comienza a ser el creciente nivel desempleo que sufre la población y particularmente la caída de la rentabilidad para la clase empresarial. Recordemos que dicha crisis es una crisis de caída del producto y caída de precios. A diferencia de las crisis que se dan a partir de los años 1970 (crisis de estanflación o sea caída de producto y suba de precios), la crisis del capitalismo mundial del año 1930 es una crisis de deflación de precios con caídas de hasta el 25% del producto mundial entre 1930-1933.

En este marco, la revolución keynesiana implicó un cambio de filosofía en cuanto a las herramientas políticas para influenciar en el funcionamiento del sistema económico. En realidad se desplomó el enfoque teórico de libre mercado y cobró relevancia teórica y política la idea de que el Estado debe intervenir en el sistema económico y que los contextos históricos importan para la toma de decisiones. La economía no es, como pensaban los neoclásicos pre-keynesianos, a-histórica e independiente del contexto social.

Equilibrios y controversias: Los ajustes oferta - demanda agregada

Según los enfoques analizados si la función de oferta agregada y la demanda agregada se intersectan en un nivel de ingreso superior al de pleno empleo se desencadenarán una cadena de ajustes de salarios y precios que terminará con incrementos de precios sin que se pueda mantener el nivel de producción elevado.

A pesar de que no todos los economistas están de acuerdo sobre como se producen dichos ajustes, se ha impuesto la idea de que si se alcanza el máximo de capacidad instalada es difícil que se incremente la producción por la vía de las políticas de demanda.

(24)

Cuando existe desempleo, los salarios bajarán. Luego la baja de salarios desplaza hacia la derecha la función de oferta agregada generando que el índice general de precios disminuya y que se retorne al nivel de equilibrio de pleno empleo. Dicho ajuste automático que sostienen los economistas más ortodoxos apegados al enfoque neoclásico, funciona sólo si los salarios bajan cuando hay desempleo. En realidad el punto de discusión fundamental es que los salarios no bajan tan fácilmente y en realidad existen otras teorías que sustentan esta no caída del salario (ver capítulo 12).

Política de demanda agregada y ajustes oferta – demanda agregada

Hemos presentado la demanda agregada (resultante del modelo IS LM, donde operan los mercados de bienes, monetario y de bonos) y la oferta agregada (donde opera el mercado de trabajo), así como todos los mercados que operan detrás de estas dos funciones. Ahora mostramos como se determina el equilibrio macroeconómico y como la política económica puede influir sobre él.

El equilibrio macroeconómico se encuentra en el punto E, en el gráfico 15. En el punto E existe equilibrio en el mercado de bienes y monetario (por que estamos en un punto sobre la demanda agregada) y en el punto E estamos en un punto de la función de oferta agregada. Sobre esta última hacemos el supuesto de que tiene pendiente positiva, lo que es lógico si los salarios ajustan más lento que los precios o que los empresarios aplican márgenes crecientes sobre sus costos.

Dicho de otro modo, en E estamos en equilibrio en todos los mercados considerados. Por un lado, los mercados que funcionan detrás de la demanda agregada –mercados de bienes, mercado de dinero y mercado de bonos- y por otro lado el mercado de trabajo que funciona detrás de la oferta de trabajo.

Cuando se hace política, los equilibrios de estos mercados se modifican. Las formas de hacer política expansiva para que se incremente el nivel de producto es, por ejemplo, incrementar el gasto público o bajar los impuestos (política fiscal) o incrementar la oferta monetaria por medio de operaciones de mercado abierto del banco central (política monetaria).

Vimos que tanto la política fiscal como la política monetaria desplazan a la derecha la función de demanda agregada. Por lo tanto si, por ejemplo, se incrementa el gasto público o el banco central compra divisas para que no se aprecie la moneda local, la DA se desplaza a DA1. Por

lo tanto a los precios P0 e ingreso Y0, se produce un exceso de demanda. Lo que significa que

(25)

325

Gráfico 15: Equilibrio macroeconómico y política de demanda agregada

OA

DA DA1

P

Y

E

P0

Y0

P1

Y1

E1

Entonces, ante una política de demanda agregada expansiva, aumentan los precios y la producción. ¿Cuál de las dos variables aumenta más? La respuesta es: depende.

¿De qué depende? En principio depende de la pendiente de la función de oferta agregada. Si esta es plana las políticas de demanda agregada serán deseables socialmente ya que incrementan la producción y no incrementan los precios. Por el contrario si es vertical sólo aumentan los precios y no la producción y se generan trastornos por el desencadenamiento del proceso inflacionario.

En general, se asocia a la función de oferta horizontal o con pendiente positiva, como una función de corto plazo, mientras que en el largo plazo –cuando se alcanza el pleno empleo- la misma sería vertical. Sin embargo nunca se aclara cuanto tiempo real es el transcurso entre el corto y el largo plazo. Lo concreto es que cuando la economía opera con desempleo (involuntario) la política económica fiscal y monetaria son armas efectivas para incrementar el nivel de riqueza de la sociedad.

No obstante como ya dijimos este modelo debe ser considerado en una economía abierta. Cuando se abre la economía, aparecen nuevas restricciones y condicionamientos a los equilibrios planteados.

(26)

Preguntas de comprensión

1) ¿Por qué la función de oferta agregada, OA, debiera en realidad llamarse curva de respuesta precio / producto?

2) ¿Explicar por qué la función OA tiene pendiente positiva? ¿La OA en macroeconomía es la misma que en microeconomía?

3) ¿Qué supuestos deben cumplirse para que la función de OA tenga pendiente positiva, qué escuela de pensamiento económico la considera de tal forma?

4) ¿Qué enfoque considera la OA horizontal y cuál vertical? Explicar los diferentes supuestos de una y otra teoría, sobre todo los supuestos sobre el funcionamiento del mercado de trabajo.

5) ¿Cómo varían los salarios nominales y los precios para el enfoque clásico y como para el enfoque keynesiano? ¿En qué circunstancias se modifica el salario real?

6) ¿Qué es un shock de oferta? De ejemplos y explique gráficamente cómo se traslada la OA.

7) Explique la diferencia entre la función OA de la síntesis neoclásica y la OA keynesiana.

8) Según el enfoque (neo)clásico: el que no trabaja es por que no quiere (desempleo voluntario). En cambio para el enfoque keynesiano el que no trabaja es por que busca y no consigue trabajo, es decir no hay trabajo (desempleo involuntario). ¿Cómo inciden uno y otro caso sobre la determinación de la OA?

9) ¿Qué es el mark up?

(27)

327

Capítulo 12:

Salarios, Precios y Desempleo

Pablo Ernesto Pérez y Pablo Chena

En el capítulo 11, se han analizado los ajustes entre oferta y demanda a escala macroeconómica. Se ha introducido al mercado de trabajo como determinante de la oferta y se han analizado los diferentes equilibrios y desequilibrios que se presentan cuando interactúan los mercados de bienes y monetarios (demanda) con la oferta (mercado de trabajo), teniendo en cuenta, además, que dichos mercados operan en una economía abierta.

Sin embargo, debido a que los enfoques analizados muchas veces resultan insuficientes para explicar el comportamiento de variables económicas tan importantes como los salarios, los precios y el desempleo, este capítulo tiene el objetivo de profundizar en la teoría neoclásica y en otras alternativas, como las teorías institucionalitas, keynesiana y kaleckiana para buscar nuevas explicaciones a al rigidez salarial y a la relación entre los salarios, precios y el nivel de empleo.

La relación entre desempleo y salarios

La relación entre desempleo y salarios es uno de los puntos de mayor desacuerdo entre los economistas a lo largo de la historia, debido a que manifiesta visiones opuestas de como operan las economías capitalistas y cuales son sus mecanismos de ajuste hacia situaciones denominadas de “equilibrio”.

Para los economistas neoclásicos, la economía se encuentra siempre en niveles de pleno empleo y los salarios reales se ajustan instantáneamente a las fluctuaciones en la oferta y demanda de trabajo evitando el desempleo involuntario. Esto se debe a que mantienen la dicotomía propuesta por sus predecesores clásicos entre las variables monetarias y reales. Los salarios nominales y precios (variables monetarias) se encuentran determinados por la cantidad de dinero existente en la economía y su velocidad de circulación, y el desempleo (variable real) se produce debido a las fricciones que implica cambiar de un empleo a otro. Dicha dicotomía fue cuestionada por J. M Keynes en su Teoría General, donde considera que en las economías en las cuales predomina el sector industrial el ajuste de corto plazo se realiza fundamentalmente sobre las cantidades producidas y el empleo. Esto se debe a que las empresas funcionan con reservas de capacidad productiva y ante cualquier aumento o disminución en la demanda responden modificando su producción y el empleo. Por otra parte, los precios varían fundamentalmente por modificaciones en los costos de producción, compuestos principalmente por el costo laboral o salario monetario. De esta forma, el nivel de salarios ejerce una influencia decisiva en el nivel de costos directos y en los precios de los bienes industriales1.

Resumiendo, la esencia del análisis macroeconómico de corto plazo keynesiano para una economía capitalista tiene tres principios fundamentales:

1) El empleo está determinado por el nivel de demanda agregada y por lo tanto una demanda agregada insuficiente genera desempleo involuntario.

(28)

2) Los salarios nominales se encuentran determinado por factores históricos e institucionales que son fijos en el corto plazo

3) El nivel general de precios se encuentra determinado por los salarios nominales.

Presentadas brevemente estas dos importantes visiones sobre las relaciones entre salarios y empleo, en los siguientes apartados nos proponemos profundizar en sus diferentes derivaciones.

La curva de Phillips

Uno de los más destacados trabajos empíricos sobre el comportamiento de los salarios fue el desarrollado por W. Phillips en 19582, y consistió en analizar la relación entre el desempleo y

la tasa de cambio de los salarios nominales para el Reino Unido en el período 1861-1957. En el gráfico 1 se observa el diagrama de dispersión del análisis econométrico de Phillips. Su principal conclusión revela una relación inversa o “trade off” entre la tasa de desempleo y la variación en los salarios nominales. O, lo que es lo mismo, que una disminución en la tasa de desempleo está acompañada de un aumento en los salarios nominales y en los precios. Y que un aumento en la tasa de desempleo está asociada a una disminución de salarios y precios.

Gráfico 1: Curva de Phillips original

Fuente:Phillips W. (1958), “The Relation Between Unemployment and the Rate of Change of Money Wage Rates in the United Kindom 1861-1957”, Economica vol. 25, noviembre, pp. 283-299

(29)

329 Matemáticamente la curva original de Phillips puede ser representada como sigue:

(

t 1

)

t f UN

w = −

donde ∆wt =(Wt+1−Wt)/Wt (1)

Wt es el salario nominal, wt = log Wt UN t-1= tasa de desempleo en el período t-1 y f es una

función con pendiente negativa.

Esta regularidad empírica encontrada por Phillips en la gráfico 1 para la economía británica, y rescatada por Samuelson y Solow para EE.UU, se verificó en un importante número de países durante los años 1960 pero no en la década de 1970, donde la inflación apareció conjuntamente con el desempleo en gran parte de los países industrializados.

Entre sus primeros detractores se encontró el economistas Milton Friedman que en 19763,

utilizando datos de la economía estadounidense de entre fines de los años 60 y principios de los años 1970, mostró la existencia de una relación levemente positiva entre el crecimiento de los salarios y la tasa de desempleo. Los defensores de la pendiente negativa de la curva respondieron a esto diciendo que se debe a que la curva de Phillips se trasladó hacia arriba durante ese período. En el gráfico 2 se representa este desplazamiento con un traslado de CP1

a CP2.

Gráfico 2: Traslados en la curva de Phillips

Desempleo % CP1

CP2

% Variación

Wt

Pese a sus complicaciones empíricas mencionadas, el trade off que plantea la curva de Phillips entre los objetivos de la política económica de mantener baja la inflación y el desempleo se mantiene hasta nuestros días. Esto genera diversas interpretaciones como se verá a continuación.

Figure

Gráfico 1:  Representación de la función de oferta agregada
Gráfico 2: El equilibrio macroeconómico
Gráfico 3: Los casos extremos de la oferta agregada: clásico y keynesiano
Gráfico 5 4 : Ajuste dinámico entre el corto y el largo plazo
+7

Referencias

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