REVISTA
SANTIAGO.
FANOR
VEtA^ee
IAUGUSTO
(MEGO LUCODIRECTORES
TOMO
I
1872
SANTIAGO
Ihrenta Nacional calle de la moneda nm. 46
NDICE
DEL TOMO I.
1872
HISTORIA
POLTICA,
ECLESISTICA,
LITERARIAEl
Templo
de laCompaa
de JesasdeSantiago
de Chile: porMiguelLuisAmuntegui 49
Los
Apstoles
delDiablo: por id 182DonGarca Hurtado de Mendoza i don AlonsodeErcilla: por id,.. 248 Orjenesde laimprentaenla Amrica
espaola:
por id 353 Introduccindelasrepresentaciones
teatrales: por id - 433 El establecimientodel teatroenChile: por id 481 Caroterpolticoisocial delteatroenChile: por id 561 Lasprimeras composicionesdramticas: por id 647 Elprimerperiodista
de Chile: por id 289 Elpueblo
i puertode Quintero:por Francisco SolanoAsta-Bu-RUAGA 518
Don Mariano Torrente: por Diego Babeos Arana 161
LamonjaAlfrez: por id.. 225
ElprimercnsulestraDjeroenChile: por id. 399 Don Juan Manuel Pereira de Silva: por id 460 Apuntespara la historiadelartedeimprimirenAmrioa: por id... 596
Don Jos
Miguel
Carrera: por id 673CubaiPuertoRico:por Ejenio Mara Hostos 29,97 Las
riquezas
delosantiguos jesuitaa de Chile: por Diego BarrosArana , 713, 833, 933, 998
BIBLIOGRAFA I
CRNICA
LITERARIALosPrecursores de la
independencia
deChileporMiguel
LuisAmuntegui:por Gaspar Toro 107, 195
FranciscoBilbao,a
propsito
delaspublicaciones
de don Zoroba-belRodrguezi don E. de laBarra: por Augusto Orrego Luco.. 730 LaSoledad,deAugustoFerran:por Gustavo AdoleoBcquer 884Historiade la fundacindeBolivia,de donJorjeMallo. Brevere sumen delas lecciones sobrehistoria de Bolivia dadas por donLuisMariano Guzman. Ajuste de Piquiza. El jeneral don PedroBlancoi lossucesos
polticos
de 1828.Biografa
deljeneralPedro Blanco: por G.til 949BIOGRAFA
Don Rodulfo Amando
Piillipp;:
por MiguelLuis Amuntegui 121 Untipoyankee
(Samuel Houston):porJoaqunBlestGana. ..506, 585 SalomndeCaux: porAbraiiamKoenig. 263 DonBenjamn"VicuaMackenna: porMoissVargas... 609 Don JosJoaqun
de Mora:por Miguel Luis Amuntegui. 749, 815857;...
'
-. "2
Plcido: por Eujenio M.Htos 902
Lajuventudde lordBvron:porAuciustoQeregoLuco 919
POESA
ElDeber: por Domingo ArteagaAlempakte 472 El lechodehojasverdes: por Eduardode i.aBarra : 342
Amistad?:
por Jorje Isaacs., 96Ultiinpsmomentos deCristbalColon: por Guillermo Matta 67 Salmos del librepensador: por id . 071 ElanillodePolcrat'es: porMandel AxtonioMatta 134 Alapoetisaseora Jertrdis Gmezde Avellaneda: porRosario
Orrego de Uriee Vo
Ala noche:por id
~"J
Lamadre:porid *"
Aunajovenloca depesai:por id 53o Insomnio: por id
V.
Amor:porVctor Torres ._.
Mismujeres:porAdolioValderrama '.! 143, 21 1
Eltrabaj:por id ': .'"6
Aunapoetisa:porRosario RREGodeUribe... 784
Hostia: por Guillermo Matta. 786
Canciones
(Recuerdos
deEnriqueHeine):
porAugusto Ferran S48 Elepitafio
de lania:porRupertoMurillo 882 Siempre contigb:.porJorje Isacs 958 A larazn:porAdolfoValderrama. ,..'.-. 994 El Edndel' corazn:por Julio Arboleda .' 1009 L'Edendel cuor:porGiaccomo Brizzi 1011ARTES
Unavisitaartstica: por Vicente Grez 448
Antonio Smith: por id 060
LaEstatuadeO'Higgins:por Pedro F.Lira 137 LaEsposicionde1872(Pintura, escultura,
grabado, litografa
idibujo):por PedroF. Lira 871
Enel taller de P.F.Lira: porVicenteGrez 988
MEDICINA
Algunosapuntessobre losbaosdeCauqunes (comunicacinalaso
ciedad mdicoquitrjica):por Adolfo Murillo. 963 El dolor:por Adolfo Valderrama 325, 383
MISCELNEA
(novelas, leyendas,tradiciones.)
Latumba de Pizarro: por Eduaido delaBarra. 41
La
Jigantoloja:
porid 81, 146El Misti: por A.de la E. Delgado 344 El peorenemigode lo buenoeslomejor:por Miouel LusAmun
tegui 32
Prcticasparlamentarias:por DemetrioLastarria 73 Estimulantes: por Eujenio Mara Hstos 243 Apoloja del Asno:porJoaqunLarrAinZ 631
VI.
Venecia
(novela
deDisraeli):
estradopor AugustoOrrgLuco2, 70152, 214, 271, 414, 476,546 692
Puesbonita soi yo, la Castellanos!:por Ricardo Palma 63 ElDemoniode los Andes: por id 453 Elaina
(leyenda
deTennisson):traducidaporM. B. B 766, 798Ignacio
Pirovano(aos dejuventud):
por Eduardo Wilde 788Iglesia
mellamo:por Ricardo Palma 877Palabras: por Eujenio M.Hstos 777
Pepe
Bandos(apuntessobre el vireimarqusdeCastel-Fuerte):
porRicardo Palma 966
Latravesa(cuento de
Topffer):
traducido por M.O.L 1014ACTUALIDADES
NACIONALES-(revistapoltica literaria)
Miradas
retrospectivas:
por Fanor Velasco 36 Revista de laquincena
por id. 88,158,
222, 282,348, 428, 554, 852,,LA
JUVENTUD DE
LORD RYRON
<«►
Mi vidaes unerial;
Flor quetocosedeshoja; Queenmicamino fatal, AlguienVasembrandoel mal Para que yo lorecoja.
-Bj.cuüiíh
I
A fines del
siglo
pasado-una
multitudcompacta
seagrupaba
en.laAbadíade Westminster-' atraída porel proceso,
singular
quese.Se-. ,guia
aunjóyen
délavieja:
nobleza. .SeacusabaaLord
Byron
dehabermuertoen unduelo sintestigos'
aMr.Chaworth,
suprimo,
i lasperipecias
deaquel
drama seunían <alacircunstancia deserel acusado
hijo
de-unmarino cuyapop-iilaA)
ridad solo ha tenidorival,
paradespertar
vivamente la curiosidadr;debu
época.
:. ,,-,,)Después
de unlargo
debate absolvióaquella
cortedejusticia
ial-acusado,
perolaopinión
pública
menosinduljente
o massevera,persis*
: . tíoenmirareseduelo como unasesinato i al Lordcomoun-crimi nal. Estoloobligó
a retirarse a susdominios de:Netosteadj
donde¿" <ocupaba
suvidaociosai solitariaenbuscarpleitos
i provocar dificul*.1 tadesatodossusvecinos.Oprimido
porel recuerdo desudesgraciada
-< aventurapocoapocosucaráctersehizomasimassombrío,-maniá-'
tico¡violento. Los hábitosrarosdesuvidaprincipiaron
por.llamarla -atención desusvecinos iacabaronporhacerloaparecercomo unodésí!920 REVISTA DESANTIAGO
ranciade los aldeanos se
complace
en adornar contodojénero
deestravaganoias
isortilejios.
Allísemurió el
Lord,
enmediodeesavidaestrañaisingular,
dedi candosusúltimosañosal cuidado de losgrillos,
que habia reunidoensucastilloeninmensa cantidad.
Aquel
personaje singular
que moríasindejar sucesión,
cambiaba porcompleto
elporvenir
de unapequeña
familia enquedesde ha ciaonceañosel heredero del títuloilos dominios deNewstead,
eralaalegría
oel tormento i que debiaser mas tarde suescándaloisugloria.
Aquel
pequeño
herederoeraLordByron,
grandiosa personificación
delos viciosilas virtudes desnraza,queseconcentranal pasarpor
su
espíritu
comolosrayosdelsolalpasar porunlente.Su
padre,
JohnByron,
llevabaen Londresla vida del libertino quenorespeta
niteme. Belloibrillante,
paseaba
por todas partes suinsolenciaisufortuna,
ocultandosu frentesinpudor
con los ri zosde sunegra cabellera ilas manchas desunombreconlas caba llerescas tradicionesdesuraza.La marquesa de Carmarthen feliz i
tranquila
hastaque encontróensucaminoa esehéroe del vicioidel
escándalo,
tuvo comotodas lasdesgraciadas
queprobaron
la copa fatal desusamores,quepagar untributoala deshonra.Después
deunprocesoescandaloso,
enqueelparlamento
la divor ció desumarido,
sevioobligada
aunirseenmatrimonioconel aturdi doseductor,
que dosañosmas tarde laarrojó
ala tumba haciéndola antes saborear loquehai demasamargoenel abandonoilamiseria.Esta
desgraciada
fué la madre deAugusta Byron,
tancélebrepor sujénio
isuinfluencia sobre elpoeta.
Cansado ya de
perseguir
itriunfarde labelleza,
JohnByron
aspi
ró avencer la fortuna. Elencantodesufigura atrajo
aCatalinaQordon,
brillanteherederaque
fuéaarrojar
suporvenir
isusriquezas
alospies
deaquel
hombre fatal que le dioencambio ladesgracia,
laslágrimas
i la miseria.En pocos añossevio solaicon su inmenso
patrimonio
reducidoa ciento cincuenta libras derenta.Sumarido se habia idoa Francia. Ellaapesar de todo irenunciando las comodidades de la vida quepudiera
encontraren sufamilia, siguió
aByron
en sufuga
isudesgracia,
iqueriendo
nosolo volverlesucariño sino también su honor -—loquees masjeneroso
todavía—pagó
con su ración de hambre las deudas desuesposo.enamo-LA JUVENTUD DE LORD BYRON 921
rada,
sinembargo,
desumaridoaquien
amabaconla violencia i la locura de unapasión
irresistible. Aprincipios
de 88 vivia en Hallesstreet:allí vinoalmundoJorje
GordonByron.
Hijo
único de ese matrimoniodesgraciado,
recordando esta cir cunstanciacomo unaparticularidad
diceensumanfredo:Soi soloco moel león!The lion isalone andso amI
La estrechezdesusmódicosrecursosla
obligó
adejar
suresiden cia deLondresparairseavivirenAberdeen.En el diario desu
vida,
queByron
titulami diccionario, dice hablandodeesapoética
aldeaquerodeanlas montañas ilosbosques
delaEscocia: «He vividoenella durante losaños demiprimera
infancia,
pero no he vueltoaverla desde los diezaños. A la edadde cinco años fuia una escuela
dirijida
porun Mr. Bowers. Allíaprendí
poca cosa,a no ser arepetir
dememoria laprimera lección,
afuerza de
oiría,
sinconocer una letra. Cuandosequiso juzgar
demisprogresosyo
repetí
esaspalabras
conlamayorvolubilidad;
peroalvolver la
pajina
continuérepitiéndolas
de modoque seapercibie
ronbienpronto
de losestrechos límites demi saber. Me tiraron las»orejas,
loquenomerecían,
porque por ellas habiaadquirido
toda miciencia.Elcuidadode mi
intelijeneia
fué confiado a un nuevopreceptor.
Erauncleriguito
muidevotoi muihábil llamadoRoss,
que hallegado
a ser mas tarde ministro deunade lasiglesias
de Aber deen.Bajo
sudirección hice progresos asombrososirecuerdosiempre
la dulzura desus manerasi eltrabajo
quesedaba para enseñarme. Desdequepude leer,
mi granpasión
fuélahistoriaino sé porqué
enlahistoriaromana,laprimera
quepusieron
enmismanos,mella mótantola atenciónla batalla dellago
Regillius.
Hacecuatroaños,cuando desdelas alturasde Tuscullum mirabael
pequeño
lago
circular quefuéenotro
tiempo
ellago
Regillius
i quesoloesahoraunpuntoluminosoenlainmensa
estension,
recordabamientusiasmo in fantili miviejo
maestro. Unjoven
llamadoPatterson,
graveitaciturno,
perobueno,
fuésusucesor. Erahijo
demizapatero,
por lodemás mui instruidocomolo son
jeneralmente
los escoceses. Era unríjido
presbiteriano.
Con élprincipié
el estudio del latín enlagramática
de Ruddiman hasta quefuiala escuela degramática.
—
Ahí
seguí
todas mis clases hasta elcuartoaño,
cuandome llama ronpor lamuertede mi tio. Ahíadquirí
esaescritura queyo mis
mo
apenas
puedo
leer »922 revista de santiago
abnegado
para eldébili altivo con losfuertes. Mas deunadeesaspequeñashistorias de
colejio
aque vieneadar valor eltiempo
ilafortunahacen
presajiar
eneloscuroestudiante loqueserámastarde elpoetaen susmomentos
ajitados
deiocapopularidad.
Cuenta la anécdota que la
víspera
derecibirsutítuloisuherencia,
Lord
Byron
habia estado apunto desufrir enelcolejio
uncastigo
inmerecido. Cuandopor
primera
vez,siguiendo
la aristocráticacostumbre
inglesa,
sellamóaByron
enla clasecon su nuevonombre,
Jorje,
selevantópálido,
trémuloidirijiéndose
a sus compañeroslesdijo:
«Notengo
nadaquever conesto.Ayer
ibaarecibiruncastigo
porqueotrohabia cometido unafaltaihoimehacen lord porqueotro
hamuerto.»
Mas tardeenHarrowtratabade
impedir
que X***golpeara
al que debiaser enbreve Sir RobertoPeel; suresistencia fué inútil ituvoquepasarporlatorturadepresenciar los sufrimientos desuamigo.
Nopudiendo
contenerse,rojo
decólera,
conlosojos
llenos delágrimas
ilavoztrémula por laindignación preguntó
aX*** cuan tosgolpes pensaba
dar asucompañero.
—«¿Por qué?
replicó
eleje
cutor.»'—
«Porque,
siaUd. leagrada,
dijo
Byron,
yorecibiréla mitad.» Elniñoque derramabasusprimeras
lágrimas
defendiendo la debi lidad deuncamaráda,
bienpodia
mastarde derramar las últimas go tasdesusangreluchandopor lalibertad deunpueblo
esclavizado.Poresa
época
(1796)
unafiebre violentavinoaalarmar a su madre por la vida desu
hijo,
cuyasaludhasta entonces delicadaamenazaba convertirse en unaconvalescencia indefinida. Buscandoelaire fuerte de ¡asmontañas fuerona
Ballaster,
cercadel Dee. Allíprin
cipió
para LordByron
superpetuo
vagar, su eternoirivenir,
siguiendo
elcursodesuimajinacion
desordenada enmedio deesa naturaleza
melancólica,
monótonaisalvaje.
Allí también brillóensualmala
primera
auroradel amor. María Duff cruzócomo unavisiónaérea,
como unade esas Willis vaporosasporlossueñosinfantilesdel
poeta.
Dieziseisaños mas tardeflotabasusombra todavia sobre el
tempestuoso
mardesusrecuerdos. «Suimájen
encantadora estágravada
en micabeza,
decia él. Sus cabellos negros,susojos
deuncolor café claroidulce,
hasta su ves tido Mi sufrimientoi mipasión
por ella fuerontan violentosque dudo
algunas
veces si realmente he estado enamorado,después »
embe-LA JUVENTUD DE LORDBYRON 923
Uececonpanoramas encantadoresi
poéticos
el mundoqueaun noconocemos;esedulcesueño quevuelve mas tarde al alma descolori da porel
desengaño
el colori lafrescura delainfancia,
comoel ra yo de sol vuelvea las flores la vidaielperfume
que losprimeros
hielos del inviernoamenazanarrancarles.Perobienprontotuvoqueabandonar sus montañasisus sueños parairaHairowacontinuar susestudios. Saliendo deun círculo estrechoparaentraren
un_colejio
numeroso,sintiónaturalmente des arrollarsesuspasiones
anteelcampomas vastoque sele presenta ba.Lavista,
elrecuerdo deunode sus compañeros, desde que seseparó
de Harrow bastaba para conmoverloivolvera su semblante melancólico lassonrisas ilaalegría
de lainfancia.«Siporcasualidad—decia
aLord Clareen
Italia,
pocotiempo,
antes demorir—alguna
fisonomíaconocida, algún antiguo
compañero de misprimeros
años,se me acercairecuerdasuamistad,
misojos,
mi corazónhacen demíunniñoilaescenadeslumbradora,
los grupos bulliciososquemerodeandesaparecen
ise olvidanante elamigo
que encuentro.»
Este violento ardor de sus
afectos,
estaamistad-pasión,
eratal vezlo quemas lodistinguía
de suscompañeros de Harrow. Mas inclinado al bullicio delosjuegos
quealatranquilidad
delestudio,
nollamaba laatencióndesusmaestrospor lapuntualidad
con que llenabasusdeberes. Sinembargo
eratalvez de todossuscompañeroselque
poseía
unainstrucciónmasvastaijeneral.
Sus lecturas desordena daseincoherentes admiranporsuestension isellega
hasta poneren duda la verdad deByron
cuando se recorrela lista de las obrasqueasegurahaber leido hasta
aquella
época.
Es inmenso esecatálogo
enque estáncomprendidos
casi todos losautoresclásicos de la anti-.güedad griega
i romana, los filósofosmasnotables de laépoca,
losteólogos,
loslegisladores,
lospoetas,loshistoriadoresi «novelaspor millares»comodice testualmenteal terminar.Su carácter inclinado desdemui
temprano
ala concentraciónme lancólicalohacia aislarse de todos i buscarconavidez lo quesepu dierallamarlosplaceres agrios
delasoledad. Supaseofavorito,era elcementerio,
dondepermanecía
horasenterassobreunatumbaque latradiciónrecuerdaconel nombre de «la tumba deByrón.»
I así desdeesosprimeros
momentossedibuja
elmarcadocontrastedesus gustosqueloarrastranporunapartehacia elruido,
laalgazara
iel bullicioi porotrapartecon una fuerzaigual
lo solicitan hacia lasoledad,
el silencioilacontemplación
melancólica del mundo. Doble tendencia^de
todos losespíritus ardientes,
924 REVISTA DE SANTDAGO
aspiraciones
encontradasque loshacen hallarsiempre
incompletos
losplaceres
que lavida lespresentai quejamas
reúnena lavez el bullicioielsilencio,
lamultitudielaislamiento,
el brilloi lasoledad,
cualidades
incompatibles
queseescluyen
icuya combinaciónimpo
sibleesel
quimérico
ideal queatormentaesoscaracteresinquietos
einsaciables.
II
Enunodesuspaseos
veraniegos (1803)
sefuéa vivirala Aba día deNewstead,
donde LordGrey Ruthen,
queentonces la arrendaba,
lorecibiócomohuésped.
La escasezde su fortunaobligaba
a LordByron
aentrarcomounestranjero
enel castillo desusmayo resia
pedir hospitalidad
donde la dabansuspadres.
Poco
tiempo
antes habia conocido en Londresa MissChaworth,
descendiente deaquel
noble cuyo duelocon LordByron
contamos enlaprimera
de estaspajinas.
Aquel
resentimiento que elcorazónapasionado
deMissByron
ha bia convertidoen unodio de familiaviene a iluminar esos amoresconnosé
qué
luzpálida
que recuerdavagamente a los inmortalesamantesde Verona.
Todavía señalanal
viajero
el caminoseguido
por LordByron
en susvisitasfurtivas alparquedeAnnesley.
Alcaerlatarde,
alaen trada deeseparque,eradonde laesperaba
conel corazónajitado
por lainquietud
i lasdudas delamorquereciennacei ya tiraniza. Todavía señalan la colinaenquelaveía
impaciente aguardar
la llegada
deunamante,queno eraél por allílas sombras de los dospasaban juntas
allí,enelsenode esebosque
sedieron los últimos adioses.La madre de la
joven protejia
ese amor nosoloconlaesperanzadever
estinguirse
deesemodo losviejos odios,
sinotambiénporel deseo deverdenuevounidas lasvastaspropiedades
quelos dos recibiríancomodote.
PeroMaríano se
preocupaba
de sudote,
ni recordabasusodios. Habia visto desde las alturas deAnnesley
aunjoven
caballeroatravesarel parque
siguiendo
lacaza, lo habia visto brillanteiatrevido desafiar elpeligro
buscando elplacer.
Aquella
visión adornada con ese colorido romántico con que laimajinacion
deunajoven
iluminatodolo quehalaga
suexcitada fantasía,
convirtióa Mr. Munsterenelideal que acariciabaen sus sueapo-LA JUVENTUD DE LORD BYRON 925
deró desu
espíritu
con esa fuerza de reacción quedespierta
enloscorazones
jóvenes
todos los afectos contrariados.Ella amói noamóa
Byron,
quetuvoque sentir conel corazóncomprimido
por laangustia
esa tortura indecible delqueveconcederaotrolas caricias que ambicionai sele
niegan.
Enesacolina deAnnesley
sintióalavezlosprimeros
arranques desujénio
ieldespe
cho deun amordesesperado. Allí,
refrenandosuspesaresconlamano delorgullo,
sedespedía
de ellapálido,
perotranquilo
al parecer. «Laprimera
vezque lavea, ledecia, ¿será
Ud.ya laseñoraChaworth?—«Así lo espero,le
respondió
ella.»Ien
efecto,
unañodespués
secasabaconMunster.Mas
tarde,
en1816,
aorillas dellago Jinebra,
escribió LordBy
ronlahistoria deese amor.Envolvió su recuerdo conlafantástica bruma de lossueños.
«Vi, dice,
dosseresadornadosconlos suaves colores delajuventud,
depié
sobre la cima deunacolina,
jentil
colina,
verdeidulcemente inclinada. Parecia el cabo de unalarga
cadena demontañas,peronohabia.marque bañarasubase;envezde
olaseestendiaasus
pies
unpaisaje movible,
bosques
itrigos
ondeantes.Lascasasdeloshombresestaban
esparcidas
aqui
i allá:el humo seelevaba
voltijeando
sobre lostechos rústicos. La colina estaba coronada porunadiadema de árbolescolocados encírculonopor elcapricho
de la naturalezasino poreldel hombre. Ahí estabanunaniña iun
joven.
Lajoven
contemplaba
todo lo quesedesplegaba
delantedesu
vista,
tanpuro,tanbellocomoellamisma;eljoven
nomira ba nadamasqueaella;los dos brillabanporsujuventud
Los doseranjóvenes
i sinembargo
suedadno erala misma. Como lalu naplateada
queseeleva sobre el borde delhorizonte,
la niñaestaba ala entrada desuprimavera.
Eljoven
era menorque ellaperosu co razónsehabiaanticipado
muchoa susaños;paraél no habia sobre latierramasqueunasolamujer
adoradai erala que brillabaa susojos.
La habiacontemplado
hastaquenole fuéposible
borrarla desus recuerdos. Norespiraba,
noviviasinoen ella.Erasu voz;nole ha blabapero temblaba de emocióncon cadaunade laspalabras
que ella le decia. Erasuvista,
susojosseguian
alos de ellainoveiansi noporlos deella,
que le dabansucoloratodos losobjetos.
Habia dejado
de vivirensí mismo. Ellaera suvidaentera, elocéano adonde ibanaperderse
las olas desuspensamientos,
donde todo iba asepul
tarse.El sonido desuvoz,la
impresión
de su mano helabansu sangreola hacian rodar
impetuosa.
Vivos eoloresaparecían
idesapare
partici-926 REVISTA DE SANTIAGO
paba
deesasvivas sensaciones;sussuspiros
no eranparaél;ellaerapara élunahermanai nada mas,esoeramuchoporquenohabiana dieque tuvieraderecho para llevarese
nombre, escepto aquel
aquien
selohabia dadocomounrecuerdo desuamistad infantil. Ellaeraelúnico iel último
vastago
deuna razahonrada durantesiglos.
Era un-nombre queaélleagradabai
que sinembargo
noleagradaba.J
por
qué?
Eltiempo
lerevelóunatristeiprofunda
respuesta,
cuando, ella amóaotro.Entonces,
amabaaotroídepié
sobre la cima deesa colina mirabaalolejos
siel corcel desu amante.secundabasuimpa
cienciaivolaba.» *Muchosaños
después
deesosadioses deAnnesley,
volvió LordBy
ron,arecorrer el parque, la
colina,
elbosque,
todos lostestigos
impasibles
deaquellos
amoresdesgraciados.
Eltiempo
h'abia trasfor-mado al estudiante tímidoiencojido
en unjoven
esbelto i dueño de sí mismo. Sufigura,
acentuadapor los años,tenia ya esaespresion
particular
iesabellezaviril,
cuya frescuranohabian todavía marchi-. tadonilospesares nilaspasiones.
Volvió al castillo deAnnesley
invitado por Munster. Todo estabacomoéllohabia visto muchosaños antes.Nada habia cambiado. Losmismos árboles sombreaban elcaí minoenque los dossehabían
paseado; llegaba
a susoídos el ruido delamisma cascadaenquehabia confundidosuslágrimas
amargas conlasaguastempestuosas;
la mismabrisacargada
derecuerdosaca riciabasufrente;todoeralomismo,
peroella....Byron
lahapintado
talcomola viera eneseinstanteenquetenia «el tinte sombríodel pesar,la sombrafija
deunalucha interiorien susojos
unalanguidez
inquieta,
comosisuspárpados
estuviesencargados
con esaslágrimas
queno sederraman.»
Esa
María,
queél habia amado tanto, que él habia conocidoenlaedadenquelas historiasmastristesacabanporuna
sonrisa,
cuyavoz
alegre
habia llenadoesosmismossalonesconel eco deicancionesmas
alegres todavía,
ahora laveíapálida,
pensativa,
comosi fueralaestatuadel dolormudo, revelando,
ensuactitud silenciosa laresignación
a undestino cruel. Su matrimonio había sidodesgrar¡¡
ciado!Lord
Byron
pudo
conservarduranteesavisitasingular
sufinjida
calmahasta elmomentoenquevio al
hijo
de María. Nopudo
domi nar suviolentaemocióndelante deaquel
niño. En lanoche,
recor dandoesosinstantes,
escribia: «Cuando vi tuhijo
querido
creí quemicorazónibaaromperse; perocuando lainocente criaturaseson-.
rió,
labeséporamora su madre. La beséi retuve missuspiros,
alLA. JUVENTUD DE LORD BYRON '927
ojos
desu madreieso esbastante para el amori para mí!.María,
adiós,
esnecesariopartir
!»Ese fuéelúltimo adiósi desde entonces no-volvieron
a encon
trarse.
III
Pero volvamosa
seguir
aByron
en sucarrerade estudiante quesus amoreshan venidoa
perturbar.
La narración desuvida nos
obliga
a detenernosenun personaje,
quehemos mantenidoen la sombras hastaaquí,
pero cuya in fluencia sobre el carácterila vida delpoeta,uniéndolos1 deuna manera
inseparable,
le ha dadounatriste celebridad. Elpersonaje
dequehablamoses sumadre.
Por loqueya hemos recordado desu vida
podemos
avanzarsin masprueba
queera unadeesasmujeres
enqueseamalgaman
deuna manerainesplicable
la fuerza de laspasiones,
la vehemencia de los afectosconla debilidadi lainconstancia de su sexo. Uno de esoscaracteresviolentos ique sin
embargo
dudan de símismos,
rápidos
para
ajitarse
irápidos
tambiénparavolverala calma; Caracteresqueobedecenatodos los
caprichos
de un sistema nervioso que noobedecea
nada,
enlos.quelaslágrimas
i ladesesperación
inmotivada
siguen
alasalegrías
sincausa.Duraa veces con su
hijo,
llegaba
hastaapelar
alosgolpes,
esetristerecursode lafuerza quenosabe
dominarse,
ia veces llevabasuinduljencia
masallá deloque sepudiera concebir.Principiaba
porarrojarle
alacabeza,
ensusmomentosdecólera,
conloprimero
que encontrabaa manoiacababa porarrojarse
a suspies
conmovidallorando,
ipidiéndole perdón
porsusviolencias.Elcarácterde
Byron
no eramenos fuerte queel de su madreperonoteniasusdebilidades:
concentrado,
vehemente,
impresiona
ble,
fácilmentecomoellallegaba
ala violencia peronovolvía como ellafácilmenteala calma.La naturaleza de ambos daba
oríjen
aescenas domésticasde una triste frecuencia. Se formaráunaidea de la excitaciónaque los dosllegaban
enesasreyertas
consolo recordarquedespués
de unade ellaslamadre fuéacasadel boticarioa preguntarsisuhijo
habíamandadoacomprarvenenoi encargarqueno selo vendiesen
bajo
ninguu
protesto.Apenas
salía la madre délabotica,
elhijo
entrabaahacerlamismapreguntaiel mismo
encargo!
En
1806,
estandoenSouthwell,
creyó
Byron
928 REVISTA DE SANTIAGO
unestado de cosas
incompatible
consu edadera necesarioalejarse
desumadre.
Fugó
desu casaisefuéaLondresconánimo dealejarse
todavíamassisumadre daba
algún
paso parareunírsele. Peroluego
sereconciliaronen
Picadilly
donde fuéabuscarlo la ilustrecausade mi súbitafuga,
como llamaba asumadreen lascartasllenas dever-oosidadide sarcasmosqueescribiaa
Pigot
conmotivo deesteincidente. Enesas cartas habla ya de la idea de hacer una
primera
colección desusversos.
Ienefectopoco
tiempo
después bajo
el título de Juvenilia dio a luzunapequeña
colección destinada solamente a ser leida porel estrecho círculo desusrelaciones
personales.
Aquel
primer volumen, acojidó
entresusamigos
concariño,
mereció sin
embargo
mas deunacrítica severaporlas formas livianasde
algunos
desuscuadros. SensibleByron
alajusticia
deesascriticas,se
apresuró
arecojer
losejemplares
distribuidos resolviéndoseaentregar
alpúblico
suspoesías
masseveramentecastigadas.
Fuéeste eloríjen
del volumen que recibió delarevista escocesauna censuratanacre como
injusta,
queprovocando
lacólera deBy
ronle revelósus fuerzasi descubrióala
Inglaterra
iasusiglo
unjénio
mas.Detengámonos
unmomentoabosquejar
lafigura
deesejoven
queva a abandonar ahora para
siempre
la oscuridadconsustranquilas
sombras,
paraarrojarse
enlos brazos deesaincógnita
terribleien cantadora quesellama lapublicidad.
Walter
Scott,
ensulenguaje
de observadoridepoeta
ha trazadosuretrato. «Sus rasgos, admirablemente modelados para espresarel sentimientoila
pasión,
i quepresentan
elsingular
contrasteentrelos cabellos i las
cejas
muioscuras conojos
claros ivivos,
ofrecíanal fisonomista elasuntomasinteresante.Su
espresion predominante
erala deuna meditación
profunda
ihabitual, reemplazada
porunjuego
rápido
delafisonomía desdequeentrabaen unadiscusión inte resante,por loqueunodesuscompañerosdepoesía
locomparaba
conesosbellosvasosde alabastroquenose
pueden
verbien sino ilumi nándolos por dentro. Losrelámpagos
dejovialidad,
dealegría,
deindignación
odedesden satírico que animabancon frecuencia las fac ciones de LordByron,
habríanpodido
ser tomadoporunestranjero
enuna
tertulia,
porsuespresion habitual,
tanapropiados parecían
esossentimientosa sufisonomía;perolos que hantenido ocasión deestu
diarlo durante
algún tiempo
ien los instantes diversos de la calmaila
emoción,
convendráncon nosotros enLA JUVENTUD DE LORDBYRON 929
momentosmas
alegres
ifelicesidejó,
dicen,
escapar de supluma
losversos
siguientes
para escusar unaespresion
pasajera
de melancolíaque habia oscurecido la
alegría jeneral:
«Cuando el dolor, que tienesucetroenmi "corazón,proyectasusombra me-»lanc<51ica,quéflota sóbrelos rasgos movibles de misemblante,oscureoemifrente »i llena mis ojos de lágrimas, que mi tristezanoteinquiete.Desaparecerá
«pronto,mispensamientosconocendemasiadosuprisión; despuésdeuna eseur-Dsionpasajera, toman el camino de micorazóni vuelvenaentrarensucárcel »silenciosa.»
«Era
imposible
observar la interesantefisonomíadeesejoven
queespresaba
unabatimiento quenocorrespondia
nia surango,nia suedad,
sinsentirunaindefinible curiosidad deaveriguar
sieseabati miento teniauna causamasprofunda
que el hábito o eltempera
mento.»Esa
figura
pálida,
enfermiza,
deunabelleza delicada isinembargo
enérjicai viril,
con sumirada melancólica iprofunda,
con sufrente abultadaisoñadora,
conlasonrisa eterna queestereotipa
ensus la biossueternodesden, vagaba
enaquella
época
entrela Universidad deCambridge
i laAbadía de Newstead talcomoWalterScott,
la hadibujado
en sulenguaje
pintoresco,
tal como él mismo sedibujará
mastarde en suChild
Harrold,
suManfredoisuDon Juan. Lleno deaspiraciones
vagaseincoherentes,
acariciandoyalaglo
riadel
poeta,
elbrillode lasarmas,elprestijio
i elpoder
del estadista,
vagando
inciertoentreunideali otroideal,
seajitába
suespíri
tu
ávido, ansioso, infatigable.
Soñaba peronosabialoque
soñaba, quería
algo
aquesuespíritu
nopodia
dar las formas acentuadas deunpropósito
i mientras esesueño
indeciso,
esaforma flotante dominaban iabsorbían todas susfacultades,
sesentíacon esemalestarprofundo
queacompaña
todajestacion.
Era
escéptico
isinembargo
creiaenamuletosi sedejaba
dominarpor
preocupaciones incomprensibles;
despreciaba
la humanidadhasta elpuntode colocar las facultades deunperrosobre las facul tades del hombreisin
embargo
nadie ha sentidocon masfuerzatodasesas
pasiones
queligan
alos hombresentresí;erarevoluciona rio i sinembargo
sutítulode Lord valiamasparaél que sugloria
depoeta.Eterna inconsecuencia de carácterquealavezdesprecia
i930 REVISTA DE SANTIAGO
énsusactoscomoen su
figura
haiunafusiónde todo lo queeshe-terojéneo,
allí se unificanelánjel
i eldemonio,
el sensualismo ielidealismo,
lapoesía
ielsarcasmo.IV
En medio deun
paisaje árido, desierto,
frente aunalaguna
tranquila
isilenciosa,
levantabasus murallasdestruidas,
cubiertasporla sombríavejetacion
delasruinas lavieja
Abadía de Newstead.El
jardín
abandonado,
lacapilla
enruinas,
lasgalerías
oscuras, todoesole dabaalaabadíaciertoaspectomelancólicoisalvaje.
Allísoloencontraba eco lavozdel
buho,
i de tardeentardese escucha ba el ruido de los goznes mohosos de laspuertasqueseabrian para dar entrada alseñordel castilloisusalegres
cantaradas.Entonces todo cambiaba enNewstead. La bulliciosa
esplosion
deuna
alegría
deliranteapagaba
susilencio;las carreras, lasjaurías,
los anímalessalvajes
le dabanuna animaciónestraña.A la luz deesas
órjías
nocturnastomaba la Abadíaciertoaspectoestraño i fan tástico.Los comensalessedisfrazaban defrailes,
lasmujeres
dehombres,
sebebia laembriaguez
en uncráneo.Los
biógrafos
pasanrápidamente
sobreesteepisodio
deNewstead,
yo me
deteugo.
Medetengo
porque ahíveolafórmulamascomple
tadeesaantítesis cuyos dosestremosencerrabaal mismo
tiempo
elcaráctercontradictorio de Lord
Byron.
Esa antítesissepersonifica,
sehace decarnei
hueso, visible,
palpable.
La Abadía habia sidoenotra
época
unconvento,la sala de lasorjías
habiasidolasaladelaspenitencias. Aquellos
aturdidos iban alecebrar los misterios déla Venus afroditaenmedio de las
carcajadas
iel sudor dela
embriaguez,
allí dondepalpitaba
todavía elrecuerdo delasceremoniasascéticas celebradaspor losmonjes
enmedio del sollozoi laslágrimas
de lapenitencia.
Aquello
eraalgo
como unfestínen uncementerio.
Ya hemos dichoquelos
orijinales
reunidosenla sala de laspeni
tencias sedisfrazaban defrailes.Aquello
era otraantítesis,
era cubrir el delirioconel
traje
deldolor,
eraalgo
como unaorjía
de losmuertos,comouncarnaval adentro deunatumba.
Ya hemos dichoqueseescanciabael vinoen uncráneo.Otravez
lamisma
idea,
otravezla muerteenmedio de laorjía,
otravez unsímbolode la tumbaiel dolor convertidoen un instrumento de la delirante bacanal.
contradic-LA JUVENTUD DE LORD BTRON 931 cionqueentodasesasescenasse
ponia
de relieve. Era la idea devestir dehombresalas
mujeres.
Hai sensaciones que desafian idesespe
ran alanálisis,
imposibles
de deseribrirauncuando selaspalpe,
imposibles
de mediraun cuandoselasvea.Estaesunade ellas. Hai noséqué
violación delsentimiento,
no séqué
desafioalanaturaleza en las caricias hechas de ese modo.
Repugnan
i sublevan.Atraencon unafascinación estraña,
indignan
con unaindignación
profunda.
Para formarse unaidea mas
completa
deesa antítesisviolenta,
imajinémos
laescenaen suconjunto.
TrasladémosnosaNewstead.Esla media
noche,
la hora del sábat.Sirve de sala la nave
majestuosa
deltemplo
medioenruinas.De las
paredes
desnudascuelga aquí
i allá una cruz de madera que el viento sacude i
golpea
contra lamuralla,
con unruidoseco, sordo. El vientopenetra por la
ojiva antigua
que tienerotossuscristales de coloresieus
verjas
dehierro;el vientopenetra
zumbando,
con una voz roncaisineco; al entrarsacudeunmanojo
de
parietarias suspendido
de la ventana, como unaloca queentra raaltemplo
sacudiendosuscascabeles. En el fondo de lanavehaiunaltarenforma de
tumba,
sobre el altar elcoro.Allíenelcororeunidos en tornodeuna mesase vencaballerosi
monjes.
Una
ponchera
encendida levantasulengua
defuego
amarillenta,
pálida
ivacilanteenmedio de lamesa.Esla únicaluz.
Siguiendo
elimpulso
del viento ilumina ya a los unos, yaalos otrosdeesos semblantessudorososcon su amarillapalidez
iavecesalumbra también las
figuras
de maderaesculpidas
en lasparedes
delcoro,queparecenfantasmasque se asoman entrelas sombrasa mirarel delirio de los vivos.Un cráneo pasaensilencio demanoenmano. Es la copa delfes
tín!
Siguiendo
el compásmajestuoso
del Miserere se entonaelcantoliviano de la
orjía;
con el compás del Veni Creator seinvoca lalascivia,
lavoluptuosidad
i el sensualismo. Es el canto del festín!Un ruido
rápido, breve, interrumpe
las sonorasnotasdeese corosingular;
es elbeso del festín!La luz de la
ponchera
principia
avacilar,
lasvocesllenas de vinoprincipian
aapagarse;amedida que las sombrasaumentan,
lasvoces932 REVISTA DE SANTIAGO
níaala vez
ajitada
imonótona,
que tienenoséqué
de losprimeros
vahídos de la vida ino séqué
de losroncosestertoresde laagonía.
La luzmuere.Todoesoscuridad,
profanación.
Losmonjes
setras-formanencaballeros de César
Borgia,
loscaballeros ensacerdotisas de
Priapo
Se
profana
unjenio
iseprofana
untemplo!
Augusto Orrego Luco.
REVISTA
di;
SANTIAGO
DIRECTORES
FAKOR
FELASCO
I
AUGUSTO OBBEGO LUCO
BIBLIOTECA NACIONAL
BIBLIOTECA AMERICANA
"DIEGO BARROS ARANA"
./1872—
1873
TOMO
II
SANTIAGO
librería central
DE
AUGUSTO
RAYMQNO,
< alie cíe Iiuéifano*.IMPRENTA NACIONAL
ÍNDICE
DEL
TOMO
II
ESTÍUDIOS
HIISTORICOS
Diego
Barros Arana:Proceso de Pedro
deValdivia,
365.Alonso González
deNajera,
421.Inés
Suares
i doñaMariana Ortiz de
Gaete,
según documentoscompletamente
inéditos,
533.El
proyecto
de canonizaraCristóbal
Colon,
653.Francisco Martínez
iPedro Sancho
deHoz,
socios dePedro
de
Valdivia,
845.Miguel
LuisAmunátegui:
Los
vascongados
i los criollosenla villaimperial
dePotosí,
749.El
presidente
deChile
donGabriel Cano
deAponte,
872.ESTUDIOS
BIOGRÁFICOS
Eujenio
María
Hostos:II
Miguel
LuisAmnnátcgui
Don José
Joaquin
de
Mora,
47, 66,
145, 205,
325,
395.453,
547,
612.Ventura Blanco
Encalada,
720.Gabriel
Rene
Moreno:Arcesio
Escobar,
160.Diego
Barros
.Arana:
Doña Jertrúdis
Gómez
de
Avellaneda, 5Qt>.
Luis Guimaraens
Júnior.-Antonio^árlos
Gómez,
632.Ricardo Taima:
Dolores Veintimilla
(poetisa ecuatoriana),
801.CIENCIAS NATURALES
Diego
BarrosArana:
Abajamiento
gradual
delacordillera
de losAndes,
18.Federico
Leytool-d:
Escursion
alasPampas
Arjentinas,
220,
281,
387, 430,
485.Carlos Juliet:
Viaje
alCalbuco^
5.81.La
espcesion
de
las Emociones
enel
Hombre
i losAnimales,
409.
DERECHO
CONSTITUCIONAL, CIVIL,
ECLESIÁSTICO.
Derecho
público
eclesiástico
"por
elpresbítero
donRafael
FerIII.
Augusto
Matte:Atribuciones
delpresidente
de laRepública;
74,
150,
244.Demetrio Lastarria:
Los discursos
presidenciales,
815.Fanor Velasco:
El
Estado
i laInstrucción
Pública,
462.Benjamín
Lavin Matta:
Del derecho de
propiedad,
863.SOCI0L0JÍA:
Martina
Barros
Borgoño:
Ensayo
sobre la Esclavitud de laMujer
porJ.
StuarttMill,
112.La Esclavitud
de laMujer
« traducción »,297, 512, 773,
9+ £►. 'Benjamin
Vicuña Macicenna:La
Esposicion
del
Coloniaje,
341.Domingo
Arteaga
Alemparte:
El
coloniaje
i el progreso,825.FISIOLOJIA.
Adolfo Valderrama:
El
placer,
876.ARTES-Pedro Lira:
Don
Cosme San Martin
i don NicolásGuzman,
696.Eduardo Wilde:
Fisiolojía
dela música.
—Alfredo
IV.
TRADICIONES
PERUANAS-Ricardo Palma:
Dos
millones,
13.El
justicia Mayor
deLaycacota (tradición
de laépoca
del
vi--ei
conde de
Lémus),
83.POESÍA.
Carlos Guido
Spano:
Amira,
58.Al
pasar, 188.Jorje
Isaacs:Soledad,
292.Lacasa
paterna,
480.El
primer
beso,
578.I
Soñé,
596.El último
arrebol,
652.En
la nochecallaela,
670.A. déla
E.
Delgado:
Las campanas de
San
Pedro,
407.Guillermo 31atta:
La
resurrección
delbronce,
418Problemas
científicos,
829El
rei
Lear,
830.Santuario,
831Manuel Antonio Hurtado:
Recuerdos,
695.Adolfo
Valderrama:V.
Arturo Toro i Herrera:
A
tí,
771.Víctor
Torres Arce:Un
beso,
876.Rafael de
Zayas
Enriquez:
Aguarda, aguarda!
892.Ignacio Montenegro;
A
Ofelia
Plissé,
934.MISCELÁNEA
Juan
María
Gutiérrez:Carta sobre Francisco
Bilbao,
26.Enrique
Wood ArellanrDe mi cartera.—
Notas varias
(bibliografía
—í
-José Victorino
Lastarri;Discurso
inaugural
de la Academia deBellas
Gustavo
A.Bécquer
Los
ojos
verdes,
702.El
Miserere,
709.Augusto
Orrego
Luco.La
juventud
de LordByron,
787,
921.Diego
Barros Arana.Diccionario
biográfico
americano,124.
Notas
bibliográficas
sobrelos
poemasa que hadado
oríjen
Cris
VI.
Adolfo M millo
Bibliografía
Médica,
265.TRADUCCIÓN-La barba de
Sigurd,
642.ACTUALIDADES
NACIONALES-Fanor
Velasco:
Revista
política,
58, 355,
744,
840.milOTECA
NACIONAL]
LA ESCLAVITUD DE LA MUJER
787
pueblo
abandonadoasí mismo sipuede
decirse que estáabando
nadoa sí mismo cuando ha
permanecido
durantesiglos
sometido
ala influencia
indirecta
deunmalgobierno,
i a laeducación
directadeuna
jerarquía
eclesiástica queeradominada
idominaba
merced
alas
preocupaciones
relijiosas.
El carácter de los
irlandeses,
debe pues, considerarse
como unejemplo
desfavorable: sinembargo, siempre
que lascircunstancias
lo hanpermitido,
¿qué
pueblo
hamostrado
masaptitudes
para todo
jénero
desuperioridades?
Como
losfranceses
comparados
conlos
ingleses,
como los irlandesesconqiarados
conlossuisos,
comolos
griegos
i lositalianos
comparados
con losalemanes,
así las
muje-> res
comparadas
conlos hombres harán en suma las mismas cosas,habiendo solamente entre lo que ambos
hagan
unadiferencia de
grado.
Perono veo lamaspequeña
razón paracreer queellas
nolas
hicieran
tanbien
como los hombres si su educaciónestuviese
destinada
acorrejir
envezde agravarlas debilidades naturales
de
su
temperamento.
Martina
BARROS
BORGOÑO.
( Continuará).
LA JUVENTUD DE LORD BYRON
(1).
v
En
mediode
esa vidaajitada
porel
soplo
febril de
lasorjías
dio
Byron
alpúblico
laprimera
colecciónde
suspoemas. En esaspajinas
no seencuentra,
comopudiera
aprimera
vista
creerse,ni
unasola
composición
quenosrevele
eljénero
devida
quehemos
visto llevaban enNewstead.
Esto,
afalta
de laterminante afirma
ción
del mismoByron,
seriaprueba
bastante
parahacernos
verqueese
desorden
moral,
esedesriuiciamiento
detodo
lo quehai de
noble ielevado
en la naturaleza humana no eranel resultado de
una
perversión
de
sucarácter sinosimplemente
de
un estravíode
su
imajinacion.
7»» REVISTA DE SANTIAGO
Hai
un momento en lajuventud
de todo hombre eiiqué
súbitamente
despiertan
ise concentran las facultades activas desU
espíritu
i lasfuerzas físicas
de suorganismo.
Si
laeducación
previendo
eseinstante,
casisiempre
decisivo ennuestravida,
noha
despertado
enel
almade
aquel joven
aspiraciones
elevadas,
propósitos
nobles que lesirvan
deguía
iobjetivo,
el
joven
desorientado
enmedio
de lasfascinaciones
de
la vidaqué
ló atraen idominado
por susfuerzas
que lo arrastran, sedeja
ir hacia lacorriente de las
pasiones
desordenadas.
Momentode
locura,
de
fiebre,
de incesante
ajitacion,
eme ya seevapora
enles ensue ñesvagos
deunideal
o sematerializa
en elvértigo
de la embriaguez
ide la
orjía.
Por
unaespecie
derevelación
interícr,
poruna
misteriosa intuición del
organismo,
que tratadedeshacerse
deese exceso
de fuerzas que
loabruman,
searroja
el
joven
en brazos de todoaquello
que
maslopostra
ienquemasségasta.
Mientras
mas
viva
es suimajinacion,
es masfecunda
enbuscar medios para
conseguir
esaprofunda
enervación
quenecesita.
Byron
llegó
aesaedad,
sintió
esevértigo,
seencendió
esafiebre
en suorganismo
sin
que seencendiera
en suconciencia
esa luzque nos
guía
hacia logrande.
Sentía
undisgusto profundo
poraquella
vida i sinembargo
searrojaba
enella.
¿Por qué? Porque
ne
sabia
comoemplear
esasfuerzas
que lanaturaleza
ponía
en susmanos; porque
faltaban
ensuvida los dospolos
queguian
hacia el bien:el
carácter,
propósito
fijo
de
serútil
alosdemás,
i el amor,vago deseo de serutilizado por losotros.
Pero
tanpronto
comoel
caráctersedesenvolviera
en suespíri
tu,
tanpronto
como elamorrenaciera
ensu corazón,esdecircuan doaquel joven
tenga
unguía
i unestímulo
rompiendo
esalápi
dacon que lo
sepulta
el
vicio,
selevantarágrande
comolaconciencia
inoble
como el amor. Asídebia
suceder
iasí sucedió.
Pero
ñoanticipemos
los hechos.Desde
eí
corode
suabadía
Byron
habia
lanzado
unlibro
enmedio
de
unasociedad
distraída iuna crítica severa.La sociedad
no
hizo
caso,la
críticadisparó
sus flechas. Lasociedad
ila
crítica fueron
injustas:
eselibro
nomerecía
ni eldesden
impasible
de
losunosni el
sarcasmoacerado
de losotros.La
literatura
inglesa
renacía
enaquella época.
Burnsinspirán
doseen
las
sencillas
baladas
delas
montañasescosesasiniciaba,
sinsaberlo acaso
el
mismo,
aquel
renacimiento,
abandonando
larebus
LA JUVENTUD DE LORD BYRON 78&
Crabbe,
en supoesía
triste ienérjica, Cowper
en susmelancólicas
sátiras,
continuabanaquella
vuelta hacia
la naturaleza i larealidad
de la vida humana.Coleridge,
TVordsworth,
Southey,
Lamb,
Ro-gers i muchos otrososcurecidos por losque
lessucedieren,
imuer tos conlos
que losadmiraron,
formaban
laentonces brillante
áureo*-la
deaquellos jenios
que
nadaoscurece inuncamueren.Asulado
renació
también esacríticaestudiosa,
enérjica
i
seve raquenoha sido mastardesuperada
en suconjunto
enInglate
rra.La Revista deEdimburgo
i laRevista
Trimestral
*
eranlos dos
órganos
mas autorizados de esacrítica.
Stnith,
Ma-ckintosh, Malthus,
Lamb
iotros,
bajo
la elireecion de
Jeíírey
¡pu->
blicaban
laprimera,
la maspopular
ileída de
las dos.En
suspajinas
no sésabe
apunto
fijo
siJeflrey
oLord
Broug-han dio
aluz la Crítica abrumadoraque hirió
tan.profundamente
la
orgullosa susceptibilidad
del
joven
bardo. Esadesapiadada
cen suraestá
lejos
de serun modeloliterario,
estálejos
aunde
la al
tura a quealanzaba el volumen
que con tanta-acritud
despeda
zó.
Pero sisushirientes
sarcasmos nomerecenel
honorde
-llegar
hasta nosotros, tuvieron el
privilejio
dellegar-al kiesperto
-corazónde
Byron.
Se sintió
abatido,
abrumadobajó
el peso-de
aquel
ines
perado
i bruscoataque.
Se
ajitaba
suespíritu
en lasangustias
de laincertidumbre,
hasta queresolviéndose
a encararla situación
sedecidió
atomar una venganza.Byron,
cOmotodos loshombres
que seencuentran-delante
de uninstinto,
sedeja
ver entoda
laplenitud
dé suserahora
queél
mismo
se colocadelante del instinto
de la venganza, todose,ppne
de relieve
ensüfigura
iluminada
con lossombríos
-resplandores
del
odio que arde en sualma.
Un
espíritu
elevado Concentrándose
en símismo,
estudiando el
arte i ensanchandosus
aptitudes
conlacontemplación
de
loquehai
demás bello
i masgrandioso
en la naturaleza i enlahumanidad,
^
habria
buscadoesavenganza en laproducción
de
Unaobra supe
rior que
-obligara
a sUs eríticos aconvertir
enaplausos
merecidos
los
inmerecidos
ataques.
Un
caráctervehemente,
dominado
por unaorgullosa
altivez,
inspirándose
ensuspasiones
heridas i en suorgullo
humillado,
noquedaría
satisfecho
sinodespués
de hacerexperimentar
a sus contrarios