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Observaciones que Fr Juan Buenaventura Bestard presenta al público, para precaverle de la seduccion que pudiera ocasionarle la obra intitulada "La venida del Mesias en gloria y magestad" de Juan Josaphat Benezra

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Academic year: 2020

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(1)OBSERVACIONES,. *. CUADERNO PRIWERO. -. T O M 0 1.. \. M A D R I D : A R O D E 1824. IMPRENTA DE D. FERMIN VILLALPANDO, I M P R ~ S O R DE CAMARA DB 9. M. ~. .. -. M. n. .. .. ,. v. w. .. -. .. m. w. -. ~. .. ~. -. ~. -. Se hllara en la Libreria de Perez ,calle de Carretas..

(2)

(3) I N T RODUCCION. A. G o a n d o me pongo 4 considcrar 10s anuncios que se hallan en las santas Escrituras, cuando contemplo el cuidado que t w o el Sefior de instruirnos y armarnos contra la seduccion de aquellos Pseudo-Cristos y Pseudo-Profetas , que apoyando en fingidos rnilagros y prodigios su falsa predicacion, clamarin en 10s Gltimos tieinpos( I): ecce bic est Cbristusaut ildir : ecce in desert0 est ecce in penetrazibus: me humi110, me confundo, y me lleno del mas profundo temor reconociendo que nada hay por mas absurd0 6 irracional que sea, que n o halle cabida en el corazon del hombre, si irritado Dios le abandona 5 manos de su consejo. Y ?,qui& habia de persuadirse jam&, si la misma verdad no lo aseguriira, que en algun tiernpo llegdran 10s hombres 6 tal esceso de ddmencia, que dieran cr6dito 4 aquellos Pseudo-Cristos y Pseudo-Profetas ; y fuera precis0 decirles: nol'ite credere, nolite exire? Solidado en la fd un catblico, y protegido de la gracia de Dios, puede desafiar A todos 10s falsos Yrofetas que le vengan con seniejantes anuncios, taparles de una vez la boca, y hacerse impenetrable 6 todos 10s tiros de su seduccion y engaiio. El Cristo que me anunciais, les podria decir ileno de seguridad y confianza, el Cristo que me anunciais vino. (I). Math.. 24,. $. 13. Marc.. 13,. 9. 2 1 .. * Luc. 17, $. 23..

(4) 9. INTRODUCCION.. ya: 61 fue quien plant6 la Jglesia, cuyo miembro soy por su gracia y misericordia; y de quien dan testimonio todos 10s Profetas y Escrituras. Es verdad que le espero en su segunda venida, per0 instruido por 61 mismo (I ) ; SC muy hien que esta su segunda venida, serh patente y manifiesta 2 todas las tribus y naciones, asi como lo es un rayo que saliena do desde el oriente llega hasta el occidente; y que no se necesitarsin entorices investigaciones , no mensageros, no portenros para acreditar la venida del Sefior y congregarle sus escogidos, que volarin 0 61, cotno atr&das por el olfato las 6guilas y 10s buitres vuelan en fuerza de su instinto natural hacia 10s cadlveres. Asi que, deiad de una vez de apurar vuestros esfuerzos, que kxx-dindorne del ecce predixi vobis de mi maestro Jesus, aquellos inismos inilagros que me sponeis para pervertirme acabarin de confirmarme en que vosotros sois yuntualmente aquellos Pseudo--Cristosy Pseudo-Profetas, contra cuyas maquinaciones me previno el Seiior cuando dijo (2): vos wgo ziidete: ecce prmiixi vobis olrrnia. , Tales debierau ser 10s sentimientos de 10s fieles, y con ellos disiparian todas las maquinaciones de 10s falsos Profetas, no de otro modo que a1 rayar la hermosa fuz del sol desaparecen todas las tinieblas de la noche. Sin embargo, i triste desgracia de 10s mortales! e m seduccion, que i i primera vista parecia tan ficil de precaver, ha de cundir tanto y ha. ,. ( I ) Math 24, 9. 27 y 28. LUG1 7 , Marc. 13, $. 23.. (3). 9. 24..

(5) 5. INTRODUCCIQN, '. d e hacer tales estragos en el rebafio mismo de la Jglesia, que si fGera pcsible precipitaria en el error a 10s mismos escogidos. ( I > Ignoro enteratnente 10s caminos que se tomarin para llegar 6 tan terrible seduccion. Sin embargo, si alguna vez es licito conjeturar io fururo por lo que tenemos A la vista, se me permitira decir que temo mucho muchisitno no tengamos ya abierto el paso B tan funesta y lamentable seduccion por media de una obra , que escrita en Imrnola en idioma espaiiol, bajo el titulo: La Yenida del Mesias en glor iu y wagcztad: Observaciones de Juan Josaphat Eenezrn, hehres cristiano dirigidas a/ sacerdote Christo$Zo Attico romano ,ileg6 manuscrita por desgracia a esta peninsula, y comen26 a hacer sus prosklitos, habikndolos ya hecho antes en Italia y otras partes ( 2 ) . Este mi temot escandalizarh desde luego ri a b. ,. ,. w. U -.W . Y W U -W -. -. p. Math. 24, 9. 2 2 y 24. Su Autor es el abate Manuel Lacunza natural del Reino de C h i l e , en la America meridional, que no ha muchos aiios rnurib en ltalia. Supongo que seria bueiia su intencion j y no me opongo ;i todos 10s elogios que quieran prodigar su virtud. Yudo equivocarse, y pensando hacer un obsequio a Dios, por error d e cllculo prepararnos un veneno mortifero; y est0 es lo uriico que intevto mostrar en este mi escrito. E n 1802 vi 10s dos primeros tomos manuscritos de esta obra e n poder del s e h r D. Francisco Gil Lernos, Teniente General de la Real Armada. E n I 81 4, a1 pasar por la Havana, v i toda la obra en tres tomos traducida a1 latiri en poder de un .eclesiistico egemplar que la habia coriseguido asi en Italia, donde habia passdo i estudiar. En 1815 llegrle a C i d i z , y ha116 que en la lsla de Fernando se habia impreso furtivamente esta obra en tres tomos e n 4.' Despwes se ha impreso eo. ,. (I). (2). , s.. -.

(6) 6. '. INTRODUCCXON.. gunos que me compadecerh como poe;do erzteramente del fanatismo, iCbmo tG, me dirin en un LOno entre triunfante y compasivo, crjmo tG hornbreci110 despreciable y totalmente desconocido en el orbe literario, te atreves 6 poner tus inrnundos labios en el cielo? kc6ino impaner un crimen tan atroz '5 un hombre venerable, que cosido su rostro con la tierra perseverabs inmoble todos 10s dias en oracion por el largo espacio de cinco horas? i c i m o tacliar una obra que ha sido la adtniracion de toda la Italia, donde se tradriio al instante B su idiotna y a1 latin? ic6ino censurar"un esctito donde no han encontrado mas que luces de piedad y de la mas s6lida erudicion cristiana, aquellos dos tan esclarecidos varones y tan cilebres por sus escelentes producciones ?..... Vaya, que solo un ciego fanatismo 6 una soberbja la mas refinada pudo dar lugar B semejante pensamiento. Asi me figuro me condenarin alqunos sin dipnarse siquiera leer una letra de este mci escrito. Perk, ipor quC no he d e poder yo tornar las palabras ri nuestro autor ( I ) , y deck : 23quk maravilla es que. ,. L.ZN--nml-II-NU---. . " . I -. ,. Londres con una carta a1 Autor del que la tradvjo a1 latifi, y et1 esta impresion tiene la obra 4 tornos en Ultiinamente he visto otra impresion en 3 tornos e n 8.O, sin lugar d e imprenta ,.y con una carta de ut1 Te6logo que la alaba mucho. L a Inquisi,km habia prohibido sil lectura interin la hacia examiilar 5 R U satisfaccion. Tengo iioticia d e q u e en Roma la estan en el dia examiiiando: y nJ faira quieti me ha dicoo se ha condenado, per0 yo nadx he visto que me lo acredite. Oisc. prelim. tom. I part. I , pi?. 3 1 , 5. To solo. (I) Er'ota. L a edicion d e qJe m e valgo es la primera de la fsla de. ,.

(7) INTRODUCCTCN.. 7. ,,una hormiga que anda entre el polvo de la tierra,. descubra y se aproveche de algunos granos, pe,)quefios si pero preciosos, que se cscapan facilmen3)te ri la vista de una Bguila? tqu6 maravilla es , ni -,)qui5 temeridad G audacia, que ud hombre ordjnamrio aunque sea de ia infima plebe, dtscubra en un vgrande edificio dirigido por 10s mas sribics arquintectos, descubra, digo, y avise 5 10s interesados nque el edificio flaquea y amensza ruina por alguna ,,parte determittada?” Con &OS similes puede este autor purgarse de !a nota de temerario y audaz, cuando csa levantarse contra 10s Padres C Jnkpretes sagrados y‘trastornar todas las ideas que teniamos sobre la venida del Sefior , i y no podrC yo cuando emprendo hacer la causa de 10s mismos Padres y Teblogos de la Iglesia? Para justificarse nuestro judio ( p e s que 61 se dice tal, ’s6am’e licito titufa.de asif ;‘para iustificarse nuestro judio de haberse arrogadd la inreijgencia de muchos lugares de la Escrkura, que segun 61 no tuvieron 10s Padres de la Igies-ia ,?la inteligencia de nestas cosas, di& ( I ) no depende . sefior mio de enuestro ingenio, de nuestra .estudio,- ni de la santi&ad de nucstra viday depende solamente de que ~ D i o quiera s darnos la llave de que quiera darnos ,>elespiritu de inreligencia.” Asi PUB, si el Sefinr no -ha dado B nuestro judio este espiritu de inteligen-. ,. ,. S. Fernando, pues no teniendo 6 mano las ottas ediciones , no puedo espresar, como deseaba , las pig-inas de eada una. Tom. I , part. I , cap. I , pig. 54, (I).

(8) 8. INTRODUCCION.. cia, por mas que cosido su rostro con la tierra prolongira su oracion, por mas que revolviese 5 todos 10s rabinos, y A cuantos han intentado interpretar las Escrituras abrikndose catninos desconocidos B nuestros Padres, por mas que tuviese un ingenio superior a1 de Agustin (asi corn0 no pasaba de mediano, segun ine inform6 un patricio suyo su conteinporiineo en 10s estudios) ( I ) pudo muy bien suceder que tropezase en el mediodia, y cayese en enormes y groseros errores. Y iquikn sabe si por esto mismo ha permitido el Seiior nos le representen sus panegiristas puesto en oracion con las espaldas vueltas a1 ciela, para darnos 8 entender que no era celestial sin0 terrena la luz que le guiaba en sus escritos? Afiadarnos un poco mas: puede muy bien haber sucedido que Dios no haya querido comunicar SLZ luz Q todos esos hombres grandes que se alegan ii favor de la obra, y que haya querido valerse de mi pequeiiez para descubrir que flaqueaba el edificio y amenazaba ruitia por donde ellos no advirrieron: no siendo nuevo en la providencia del Sefior valerse para obras grandes de 10s mas dCbiIes instrumentos, ut n m glorietur omnis euro in conspectu ejus (a) A vista de esto, podrh nuestro judio hablando de 10s Doctores de la Iglesia, y de aquellos puntos en que estin acordes con ellos todos 10s escritores cathlicos, i lo menos desde el siglo IV del cristianismo: podri, vuelvo B decir, sin menoscabo de su ---I-----”w---. (I) (3). Fue Cste‘el E’. del Salvador D. Francisco Huidrobo. I Ad Cor. I . $. 27, 2 8 y 2 9.

(9) 9. INTRODUCCION.. aecan taaa humildad , preguntar ( I ) w s i hall6 en los Y) Doctores aigunos defectos 6 algunas ideas poco wjustas que me parecen de grande consecuencia, 57iquC pensais amigo que deber6 hacer? isera delito 3 ) hallar estos defectos, advertirlos y tenerlos por tamles? iserd teineridad y audacia el proponerlos B la sconsideracion de 10s inteligentes? sera faltar a1 wrespeto debido & estos sapientisimos D&tores el ndecir que 6 no 10s advirtieron por estar repartida 7 ~ s uatencion en millares de cosas diferentes, 6 no riles fue posible remediarlas en el sistema que senguian? Pues esto es solament&lo que yo dig0 6 >,pretend0 decir. Si 6 esto quereis llamar temeridad s,y audacia, buscad sedor otras palabras mas propodrC escudarme ,,pias que le cuadren mejor.” Y yo con estas mismas espresiones ? Bien que si precisaramos A 10s panegiristas de nuestro judio 4 que presentAran 10s testirnonios de la aprsbacion que vocean pronto veriamos que se disminuia asombrosamente el niimero de aprobantes: p e s no es nuevo para mi, ni lo sera para an atento observador, el hallar quien ;;i favor de unas obras que no merecen sino ei desprecio, la execracion y las llamas j mienten aprobaciones de 10s hombres mas ilustres, 6 gor la santidad de su vida, 6 por lo sublime de su ciencia, 6 por lo elevado de su dignidad. Asi, omitiendo otras muchas pruebas, que pudieran. alegarse j 10s traductores de la historia eclesiistica de Ducreux nos fa presentan. ,. ,. Y .... W % M .. \I U .M ... (I). Tom. I , part. I , disc. prel. p5g. 31.. T O M 0 I.. 2. M M ,=.-L. -.

(10) 10. INTROI’>UCCIO?’J.. L19. sin ernoargo ae que en aquei msmo Dreve que eiios copian para acreditar su supuesta recomendacisr1, abiertamente protesta S. S. que aun no habia leid 0 la oDra (21. ivuien saDe SI apuranuo nosotros la materia nos hallariatnos con iguales aprobaciones? Por decontado sabemos por uno de 10s aprov. A. bantes (3), que 10s teblogos espaiioles que habia en Italia cuando escribia naestro autor, y que tal vez nada tenian por que ceder 6 10s teologos italianos, no estaban por esta obra. Ni de 10s ita6anos se nombra mas que uno, que aunque cClebre por varias obras en defensa de la Iglesia, sfusc6 su fama con otros monumentosque nos han quedado desu facilidad en dejarse arrastrar del espiritu de la novedad. Asi que, no hay por quC temer el argumento de la autoridad, estando ella de mi parte por confesion del misrno judio, 6 quien pudiera decirse con el Padre S. Juai Darnasceno (4): neque verb erroris parzra nota est veter em eccLesice discipzimarn consueta’ dine roboratam conveZJere, majoresque nostros quocurnque modo damnare quorum conversationem intzlentes immitari fidem oportcbat. Y si no debe arredrarme el argumento ab aactoritate, debe detenerme mucho menos la santidad y virtud de nuestro autor, no dirigiendo yo mis ob,. *. Prbl. del traduct. castellano, iinpres. de-Madrid d e 1788Breve d e 27 de Setiernb. de 1775 alrnismo”4)ucreux. ( 3 ) En carta escrita desde Orcajo e n 27 d e Marzo de IMOO A cierto personage de Madrid. (4) Orat. I . adv. eos qui sacras imagenes abjiciunt. (I). (2).

(11) servaciones sobre su persona, sin0 solo contra sus escritos, con 10s cuales nada tiene que ver su santidad; y cuando se sabe por otra parte, y es sibia observacion del celebre Melchor Cano ( I ) que: Netm quantumvis ertlditzcs et sanctus Ron interdurn aliucinatur non aiicztbi cecutit, non qzcsndoque hbitzlr. Sanctus vero is fuit qui credidt ab hRreticis bap tizatos esse rebaptixundos. Sanctus fuit, qai in Chisti corpore et senszlm p m m et do/orenz faisse negavit. Sanctzw fuii, qui in ckialistarum dogma descendit. Sanctus f a i t qui viro ob addterii mZpatn zworew repudianti alterum matrimmiurn concessit::::: Smctus fnit qui animam Ada? ante corpus fuisse editam opinatus est. N o debe por lo mismo estrafiarse que nuestro autor, aunque le supongamos tan santo como fueron istos, cayese en groseros errores. En efecto se alucinb tanto, que ai mi modo de entender abre d camino 6 la seduccion de que hablabamos a1 principio. Y si esta obra llegase Q lograr la comun aceptacion, no se necesitarian muchos milagros para poner en riesgo B 10s mismos escogidos siempre que se levanten 10s Pseudo-Cristos anunciados para 10s Gltimos tiempos. Debilitado el crkdito que se merecen 10s verdaderos Doctores de la lglesia, despreciada la inteligencia que hasta ahora hemos tenido de la mayor parte de las escrituras, introducida una vez la opinion de que 10s Padres, Teblogos 6 Intgrpretes se empeiian en ha-. ,. ,. ---(I). -vw-. De l o ~ .lib. 7, cap.. 3, concl.. 2.. *.

(12) 12IWTRODUCGION. cer ceder B favor de su sistema arrnque sea con la mayor violencia 6 la Escritura santa, y a1 Simbols mismo de 10s Aphstoles, establlecido finalmente que si 10s rabinos fueron la ca,usa de la perdicion de Israel, lo son de la nuestrd los Int6rpretes sagrados y fos Te6logos de la Iglesia z;tendrin que trabajar mucho aquellos Pseudo-Profetas para destruir el pe. so de la autoridad de cuantos se les opongan ? Pues esto es puntualmente lo que en toda su obra hace nuestro judio. Per0 me replicar6 alguno, que deja siempre silva la autoridad de la Iglesia, que en todos tiempos s e d un vallado impenetrable a la seduccion y a1 error, y nos servirri de maestra para que no nos dejemos arrastrar de todo viento de doctrina. Y A est0 &qui: podre decir? iAcaso que si .mal no me acuerdo, siempre que habla de la infalibilidad de la Iglesia , habla de la Igksia congregada, como si fuera de 10s Concilios n o la rigiera y gobernira la luz del Espiritu Santo? iAcaso que combate ai la misma Iglesia quieg se levanta contra sus Padres . y Doctores? Fuera esta empresa muy dilatada, y que en adelante tendrd tal vez lugar mas oportuno. Baste por ahora decir, que este escabalmente el recurso 6 que mas cierra la puerta nuestro judio: . porque 61 supone hombres aun vivos sobre la tierra, cuando ya habr6 dejado de ser Esposa de Dios nuestra Madre la Iglesia. S a 5 &a desechada si le creemos, como lo fue la antigua sinagoga, y aun habrai hombres con quienes establecerd el Seiior una nueva alisnza, de la cual no es mas que anuncio el que llamarnos Testamento nuevo. Y en este cas0 imaginario. ,.

(13) 13. lNTX ODUCCIBN.. no seria mas respetable la autoridad de la Iglesiz de lo que lo es en el dia la de toda la sinagogc?. Gumdo nuestro autor no hubiese dado un pasn mas en el particular, no habria adelantado poco B favor de aquella seduccion. Mas estos no son mas que 10s prelimhres : es incornparab1erner;te rnucho mas lo que se abanza en la ohra 6 favor de aqwl error. Desde luego desaparece la doctrina con que nos arm6 contra 61 nuestro Maestro Jesus: porque en su segunda venida no le ven venir en !as nubes del cielo todas las tribus y naciones. Ah! el Cristo que esperamos, dice iiuestro judio ( I ) , confmdiendo su venida sohre el monte Sinai A dar la ley B Moises ( 2 ) , con la venida he que tratamos, y entendiendo toscamente B Isaias (3), el Cristo que esperamos ha de vcnir directamentea la Zdurnea, ub Amwo e t de ~.mntePharan. Entonces se restablecer4 el t a b e r n h l o de David que cay6 (4); se hara cClebre el monte Sion, verificindose lo que de el se lee en las Escrituras (5), se trasladari 5 Jerusalen el centro de la unidad (6), y IevantGndose esa ciudad del polvo de la tierra se edificari de nuevo, et widebitur in gl'oria m a (7). Entonces seradesechada por su incsedulidad la Iglesia de las gentes, como lo es v . .--Mu-. -. Fenom. 9 , §. 6 , pig. 1 5 1 J sigs. d e la part. V6ansc 10s interpr. in Habac. 3. (3) V. S. Ger6nimo i n Js. 34, ii $. I , ad 8. (4) Fenom. 9. ( 5 ) Fenom. IO. ( 6 ) Fenom. 5 y 6 y apend. a1 Fenom. IO. Cit. ap. aI fenom. IO.. (I) (2). (z). ,. 2). tom.. 2..

(14) 14. INTRODUCCION.. en el dia la sinagoga (I), y el Seiior establecerh con su pueblo una nueva Iglesia bajo de una nueva alianza, que escederQ en perfeccion B la presente tanto 6 mas de lo que escede &a A la antigua sinagoga (2). Sentado el Seiior en el s6lio de David acabar& con todos 10s reinos terrenos, y se trasladari Q 61 toda potestad que egercerh por si misrno, y por medio de otros Weyes pucstos por su mano sobre un pueblo santo, compuesto sdarnente de justos (3). Las guerras, 10s latrocinios, 10s temores, estarin desterrados de la tierra (4), florecerin la agricultura y bellas artes (s), 6 itlstruidos 10s hombres por el espiritu interior ya no necesitarin de agena enseiianza (6). En una palabra, hallhndose con su Rey Cristo ,nada tendrAn que apetecer (7). tPudier5n concebirse ideas tan alagiieiias, y no suspirar por ellas? ipudieran dejar de clamar noche y dia a1 Sefior, para que acelerhra 10s mornentos y viniera sobre la cierra? Asi quiere que lo hagamos nuestro judio (8). Y ganada una vez la voluntad, serin necesarios muchos milagros para hacerles creer que ecce hic est Cbristus, aut illic? No, porque nada creemos con mas facilidad que lo que alhaga nuestros deseos y apetitos. Por esto iuzgue desde un. ,. ,. (4) (5). Fenom. 9 y. (6). Fenom. 5 , aspec. 3.. Fenom.. IO.. IO.. (7) Fenom. 5 > 6 , 7, 8 , 9, y (8) Fenom. I a1 fin.. 10..

(15) ,. TRODUCCION.. d5. ahora, que contra esta obra nos previno el Sefior cuando anunciindonos la seduccion que nos espera para 10s ziltimos tiempos nos dice noiite cred:v-e, Revistan enhorabuena a1 autor de toda la santidzd que gusten sus apasionados, aparente el zelo mas compasivo por la conversion de sus hermanos 10s judiosj Brmese de lo mas rec6ndito de las Escrituras; dk d sus razones todo el peso de que es capaz el humano entendimiento: noifte credere. Todas C s a s son seiiales equivocas de que han sabido cubrirse 10s promotores del error , como demwstra s6biamente nuestro inclito Te6logo Miguel de Medina (I)., Est0 10s elogios que se le dan, 10s pros6litos que ha hecho y que va haciendo, y 10s gravisimos perjuicios que puede ocasionar ,me hacen creer que nada debieran 10s Prelados dela Iplesia procurar con inas empefio, nada tomar con mas ardor 10s Te6logos que la total impugnacion y esterminio-de esta obra. Y he ahi el motivo porque he juzgado debia aventurar estas mis breves observaciones. Prcecor universam Dei piebem dirk con S. Juaa Damasceno (2), ut ZibeZlam kuncce menm beaevolo accipiant animo, ne we2 dignzbtem qua? in me perexigua gst, respiciant; v e l verborurn arfem qua egenus ego haad satis polZeo sed sententiarum potius vim attendant. Non enim in sermone, sed in virtute consistit regnum cadorurn. Non vincere sed impugnat& veritati. llllllbl~lu. Lu. JuLgu tambien. ,. ,. ,. ,-. -(I) (2). ,. -. - w L w u w b % A w w. De recta in Deum fide lib. 5 , c. I . y sigs. Orat. I adv. eos qui sacr. hag. abjie.. ..

(16) 16. INTRODUCCION.. o ~ x ; n,Gi*it-e propositurn n 1 submiaistrante bona vola, Per0 qui? oigo que se me replica: i acaso e m ya impresa esta obra, para que podamos teiner tanto d a h en 10s fieles? Es verdad que vim manuscrita de Btalia, p r o en el dia aunque furtivamente, se han hecho de ella las irnpresiones que refiero en la nota ti la pig. 5.“ y aun tengo inotivo para pensar que se han hecho algunas otras mas que no he visto. Y si bien es verdad ,no se imprirni6 d ~ d luego e , pues s e y n tcngo noticia, la primera inpresion se acabb el 6 de Enero de I 8 i 5 , andaba c o m ~s u c k decirse 6 sombra de tejado haciendo proselitos , y no dej6 de advertir sus malas resultas, y practiquk algunas diligzucias para que se impidieran. La mala doctri113,dic: oportunamente S. Gerbnimo ( I ) comenzando por uno, apenas halia en sus principios dos 6 tres que la escuchen coc agrado. Per0 poco 6 poco cunde como cancer por todo el cuerpo; y segun el COMW proverbio, una oveja sarnosa inficiona B todo un rebaiio. Por esto debe apagarse la chispa alates que preada ,retisar la levadura de la masa vecina , cortar las carnes podridas, y airsojar del redil al animal contagiado de la sarna ,no sea que toda la casa, toda la masa, todo el cuerpo, todo el rebario’se abrase, se corrompa, se pudra, se muera. Arrio no era mas que una chispa en Alejandria, p r o porque no se le atacci a1 instante, prendib su fueg~ en todo el universo. Rrrius in Akxandria una.

(17) 17. INTRODVCCION.. scinti2.h f i 4 i t , sed quia aon statim oppresa fait taturn orbem ejus Jtrammd populata est. ~ Q u kturbuleneias no habian agitado B la navecilla de la Iglesia antes que se inventiira la irnprenta, y antes que viera el mundo el primer libro impreso? i A cuintos no habian propinado ya su error los montanistas, 10s arrianos 10s rnaniqueos , 10s pelagianos y tantos otros que por medio de sus manuscritos consieuieron mas de una vez turbar lar paz de la Iglesia, y separar de su gremio A innumerables de sus hijos? Esto fue lo que avivri el zelo de 10s Padres de la Tglesia; acikndoles tomar la plurna ea la mano opusieron libros 6 libros y escritos d escritos para sacar triunfante B la verdad de 10s asaltos de sus enemigbs. Esto lo que movi6 B 10s Papas j esto lo que jant6 en Sinodos y Concilios generales a los Obispos : esto finalinente lo que hizo que 10s piisimos Emperadores dictasen Ias mas severas providencias para esterininar del orbe 10s libros, aunque manuscritos, de Porfirio y demas enemipos de la Iglesia. Porque en efecto, no es poco el daiio que se hace con manuscritos perjudiciales. Por esto vemos que el Santo Concilio de Trento ( I ) estendi6 sus penas B 10s que 10s divulguen 6 retengan: y nuestros augustos Soberanos desde el afio de I 5s 8 procuraron por todos medios prwervar la Espaiia de este arbitrio de que podrian valerse 10s malvados para corromperla. (2). Dqbiera por lo mismo temerse de esta obra, aunque no I. -. L. -. w. (I). ---. p. Ses. 4.. T O M . I.. (2). NovIs. Recop. lib. 8, tit. 16,1. 3 $5. 5-. 3.

(18) W Y C U .. L. V. L. I. ----.u. ywb. .I.CIII-UbLIIU.. uuccl.uu. Duiu. manuscrita habia hecho sus proskiitos, que no solamente habian sacado copias de ella, sino que la habian traducido a1 latin, y no si 6 que otros idiomas. Y si solo manuscrita debiera escitar el zelo de 10s cathlicos , i podreinos mirarla con indiferencia, viendo que sus partidarios multipfican SCIS impresiones? Falta satisfacer ii un escrlipulo del curioso lec, , --- 'I 7"' J udie ese Juan Yosaphat Benezra, autor de la obra en cuestion. Y A-esto, ,j,;luC q t k r e el lector le diga yo, que no he tenido proportion de tratar ninguno de sus ascendientes? Pero si nos gobernarnos por lo que arroja de si su &ray-dabemos confesar de buena fe que es parto de un+judio.Tal se intitula 61 mismo B cada paso; ,de aqui toma motivo ( I ) para no guardar en lo que pertenece a1 honor de 10s judios el sifencio, que, segun dice, guasdaron como doctores de las gentes 10s Padres de la Tglesia. Est0 lo que alega (2) para persuadir que sus quejas y -lamentas contra 10s Padres C Indrpretes no deben mirarse sino como un simple desahogo de un Animo atribuiado, a1 ver vulnerados el decoro y fueros de su nacion. Est0 lo que nos representa (3) como causa principal de admiracion en su lector, v i p d o lo que dice en Boca y plums de an miser0 jzldio. El llama frecuentemente ii 10s iudios Darientes SUYOS secamium - 1. YI"II.ULI'. *. "UVbJ.. "I. QLS. LbLbCIIULbU. Fenom. 6 hacia el fin. Fenom. 5, hicia e! princip. 4 3 ) Disc. prel. del tom. I , § todo esto.. (I). (e). L L U. U y j U k I.

(19) 19. INFRODUCCION.. carnem : y-para no arnontoaar pruebas sobre pruebas, 61 profesa 6 la parifrasis calddica aqsel respet0 y veneracion que solo le tributan 10s judios. Pues hablando del 9: del psalma 45 .I en que dice el Profeta: Flzcminis impetas I&$cat ciwituzem Dei , sanctificauit tabernacidurn s w m Adtissimzls, dice espresamente ( I ) , que el mejor int6rprete de Cf es la parafrasis caldea, y que es cierto que su autoridad pesa mas ceteris pttribzls que la de cualquiera otro doctor particular; espresion que solo pudo salir de la boca de un judio, 6 de quien estuviese alucinado por ellos. En efecto, si consulto a1 Burgense (2), si B Lira (3), si ii otros SC que Transfatio hebraica, quamjud& vocant Targum,itLz est authentica apud judms, ut nulius doctor eorum ausus fuerit ei confradicere. ison estos mismos 10s sentimientos de 10s cat6licos con respecto B aquelh par& frasis'? Confiesan nuestros Doctores qrrc puede ser GtiI para coinbatir 6 10s mismos judios, y para esplicar algunos lugares oscuros. Pera por Io demas, si esceptuamos la del Pentateuco, de la cual opinan diversamente 10s dos esclarecidos Cardenales Jimenez de Cisneros y Eelarmina (4) todos 10s cathlicos reprueban las demas, igualmente que todas las otras obras que dimanan de origen tan corrompido, como llenas de fabulas judriicasj y de corrupciones sustanciales ( 5 ) . Y temo mucho que esta es la verdadera causa. ,. ,. (I). (4). (5). TO. (2) In Gen. 4 (3) In Gen. 49. VCase Serari, c3p 16. Vbnse Schram, Pedro Annato, Sixto Senense y otros.. Fenom.. *.

(20) 20. INTROD’JCCLON.. de que en esta obra se den 5 inuchos textos de la Escritura, de que se valian 10s Padres y Tedogos de la Tglesia para confirmar 10s dogmas y rebatir A 10s en2rnigos de la Religion , unas interpretaciones a1 pareeer inventadas purammte para debilitar la fuerza del argument0 B favor de lo que ensefia nuestra lh!!adre la Igksia Apost6lico-Romana. A la correccion de esta mi Santa Madre y del Vicario de Jesucristo en la tierra sujeto humildemente 6ste mi escrito, y cuantos he hecho hasta el presente, 6 hiciere en 10s dias de mi vida. Y sea todo B gloria de Dios. Mayo 27 de 1824.. ..

(21) 21. Sobre el discwso prelimkw p a r t e phg. I 8. >. I. I.. ,tom.. I,. ". /. Es natural a1 hombre condolerse en 10s infiortunios. de sus sernejantes. Dctestamos 10s crimenes, y fallamos el esterminio de 10s que se atrevan atentar contra el sosiego y la quietud de 10s pueblos. E n esto recunocemos un deber que exige fa justicia de aque110s 6 quienes no en van0 entre@ Dios su espada, Pero cuando satisfecha la justicia, 10s vemm espirar enun patibulo, sentimos que nuestras entraiias se conmueven, y nos condolemos de aquellos infelices ai quienes sus atrocidades habia n inerecidci la execracion universal. Nuestra santa religion, que fundada en la caridad, es una religion toda de amor, nos recomienda de un modo particular estos inismos sentimientos que nos inspira la humanidad. Y he alii, que debiendo nuestro judio captar la benevolencia de sus lectores, di6 a, entender que poseia con perfeccion el arte de insinuarse en 10s Gniinos, lamentando del modo. mas tierno y patktics la ceguedad y desgracia'de sus hermanos 10s judios. Captada \la voiuntad del lectorj y viendo por otra parte que no teniendo &e pasioh por 10s fariseos, no se interesaria en lo que dijese relacion con tales doctores; juzgh que podia aventurar su censura haciendo recaer toda la odiosidad de aquella desgracia sobpe la en-.

(22) OBSERV-AXON r. 22 seiianz:~de aquellos le$s-peritos que habiendo recibido la I!ave de ia ciencia, ni ellos entraron ni de. jaron entrar i orros; preparando asi 10s Animos para lo que queria propinarles. Dice : “que e2 mal estaba en aquellas ideas tan 3yestraiias de toda la escritura, que se habian for,,mado del Mesias, y que habian bebido y bebian vfrecuenternente en 10s Interpretes de la misma esncritura ( I ) ” : vquC no habia mas escritura que wlos rabinos, ni mas ideas del Mesias que las que nles dahan sus doctores; ni 10s mismos escribas y 9,fariseos conocian otso Mesias .que el que hallaban ypen 10s libros y en las tradiciones de- 10s hombres; ~ , que y fue como consecuencia necesaria que todo se ,,errase, y que el pueblo ciego conducido por otro nciego que‘era el sacerdocio, cayese junto con 61 en el precipicio ‘1(2)” 8 Pero ser5 est0 asi? El lector atento C imparcial no se deslumbra fdcilmsnte. Coiissulta con calma 10s monurnentosj y observa que las ideas que 10s escribas y fariseos tenian del Mesias no iban tan estraviadas de la verdad, que preguntados por Herodes dhnde habia de nacer Christo, no atinaran a1 instante con la respuesta dicikndole: In Bethlehem Jtlda~(3). Ve que la samaritana que sin duda no habia aprendido aun otras doctrirsas que las que enseiiaban aquellos Doctores , confesaba que e1 Mesias habia venido (4). Adviirte que el cilebre Juan Pic0 ,,. -T-,~-------w-vw-. (I) (2). (3) (4). Tom. r . p5g. 2 ~ . ‘ PBg-,a.$. Math. 2. $. 4. y 5 . Joan. 4. $. 2 5 .. ,. \MI-.

(23) 23. OBSERV ACION' 1.. Mirandulano manifest6 ( I ) que la Cabala que era IP verdaderaesposicion de la Biblia que tenian 30s judios, y que habian recibido de Moises y de Esdras, sirve prodigiosarnente para confirmar contra 10s judios 10s arcicuios de nuestra santa f k : que ella 10s precisa confesar que la cautividad de que 10s habia de libertar el Mesias no era temporal, sino la cautividad del pecado: y finalmente que por ella se convence de que Jesucristo fue el Mesias prometido en la ley y en 10s Profetetasj y otros muchos misterios de su muerte y de la Iglesia : y sabe-que rnuchas veces 10s Padres y Doctores de la Iglesia acuden 6 las tradiciones y esposiciones de 10s rabinos para confundir B 10s judios: y concluye que el mal no estaba en que fuesen erradas las esposiciones que tenian de la Escritura, sino en el mal us0 que se hacia de las mismas Escrituras. Pues icuril es la causa de la ceguedad que 110rarnos en el pueblo de Israel? AbrAmos el libro de 10s santos Evangelios, y ens. Mateo se nos ofrece a1 instante (3): Incrasatum est enim cor 90pzlLi bzrjzls et anrihus graviter audierunt et ocudos suos clnuserunt ;ne quando videant ocudis, e t aaribus audiunt, et corde intelfigant, e t convertantw, et snnem eos; y nos vemos precisados iconcluir, que &a, y no otra es la verdadera causa de aquella ceguedad tan lamentable. E l pueblo de 10s judios se habia hecho enteramente carnal, y arrastrado de SUS pasiones se obstin6 en cerrar sus ojos y oidos B la luz y voces del -w. (I) (2). ^ M . & u . w I . -. V. Bonfren. prolog in Sacr. Scrip. c. MaLh. 13.. 9. ' 5 .. 21.. secc. a,.

(24) 24. OIISERVACION I.. desetlgaqo, y qued6 ciego pos su maldad. Ciego era el pueblo, y ciegos lo$ que le conducian ( I ) : no parque fuesen falsas las interpretaciones de la escritura que tenianj sino porque ellos mismos se habian errtregado A 10s rnayores crirnenes y desirdenes que llevan consigo la ccguedad y la obstinacion. En efecto, entre las muchas maldades con que se hallaban contaminados 10s fariseos, y que les ech6 en cara el Seiior (2), 10s dominaba la avaricia, ai quien mira S. Pablo corn0 raiz y fuente de todos 10s males, hasta hacer naufragar en la f6 (3). Y B este principio, y no ai otro atribuye el Evangelio (4), el que hiciesen burla de las palabras de vida eterna que salian de la boca del Redmtor. En una palabra, si era mala la ensefianza que daban, era porque ellos eran malm; y por la ponzoiia que abrigaban en su pecho, no eran mas que una generacion de vivoras. Progenies viperarum quomodo potestis bona Zoqui, cum sitis maKt' (5). Mas a1 fin : icoa qui objeto dirige nuestro autor una invectiva tan fuerte contra 10s fariseos y contra las esposiciones que 10s judios tenian de la Escritura? Trabajo me cuesta el decirlo; porque no parecersi creible, que pluma de un hijo de la Iglesia haya podido escribir lo que veo con horror en nuestro autor (6), esto es, nque 10s cristianos en el estado preYjsente no estamos tan lejos coin0 se piensa de este (I). (e). (3). Math. 1 5 . 9. 14.y c . 23. Math. 23. 9. 1 3 y sig. I ad Tim. 6. $. 9 y IO.. (4) Luc. I 9. 14. (5) Math. 1 2 $. 33. ( 6 ) Tom. I . pag. 23. &.. 9. 16 y 24. ,.

(25) 25. OBSERVACION T.. npeligro, ni tan seguros de caer en otro precipicio senmejante al de 10s judios" ,aiiadiendo que el funds.mento le parece el nisrno sin diferencia alguna SUStancial ( r ). Pues quk? iequipararemos 6 un S. Ger6nimo, zi un S. Agustin, d un S. Juan Cris6stomo ,5 un S. Basilio; ni a m Q un Lyra, Q un Aiapide, 5 un Sanchez, 6 un Calmet; 10s equipararemos, digo, con 10s fariseos, hombres que desmentian con sus obras la que enseiiaban de palabra (2); y que cuanto hacian era para grangearse 10s aplausos de las mortai p c 2 f\a, q ) ;Piir-l;erQ AetGrae '6. *vu. r. r;n m anifiecto ..16bLIILI.."LW. U U I k L U UL.klli)k a111. i n hU rL ilo U. ..L. J. 6 91-. u. -1. guno de aquellos varones : Progenies viperarum quts demonstravit vobis fugere h ventura i r a , co-. rno lIeno del espiritu de Dios se lo dijo s. Juan B 10s fariseos (4)? $6 nos atreveriamos 6 acomodarles el: Nisi abundaverit justitia sestt-a phsquam scribarum et pbariseorum non intrabitis in regnum CEZuram? ( 5 ) Ciertarnente, si intenta persuadirnos este autor, que asi como segun 61, erraron 10s judios por se$p i r a 10s fariseos k intkrpretes de la- escritura la compara$U e tenian asi nos sucede . . d.nosotros; x Cl~IU'.liU3 0",3,3lino c1(J11 LlU +.w?*,4,3 YUCUC 3 C l l l J c 1 3 Doctores y Maestros. Es tambien fautora de la heregia fomentando el error de la defectibilidad de la lglesia. Porque si Dios, coma)nos dice S. Pablo (6) :dedit quosdam quidem Apostolos, quosdm autem Proihtas. alios ve-. ."__ ,. (I). Pig.. 23.. m n c. -0,.. t".,.C.C\0#3. lLJJUIlU3Cd. 1IUL.JLLUa. cit.. (3) Math. 2 2 . 9. 5. (4) MMLU. 5 . F. (5) Math. 5 . $. 40. . ( 6 ) Ad Eph. 4,$. 1 1 , 1 2 , 1 3 y 14. T O M 0 1.. ",7fi'+l-nc. CI. /.. 4. ..

(26) 26. O R S E r ~ V h Z I O N I.. r 6. enpcarzonem Lorporzs Lnrzsrz, aonec occurranius omnes in zlnitatenz fide?, et agnitl'ouis filii Dei,in whva .nerfectuun in wnsurant &atis plenifudlnis 4? h i s t i : ut j a m non simus p a r v d i fiuctraanfes et L:ircunfcramur ornni vertto doctrine ; si Dios nos - . r am estos rastores y uoctores para que no meramos f:I juguete de todd viento de doctrina ,y para afir-. 1narnm en el cainino de la verdad: peligraria nuesrr ~* _ - . _tra re si en iugar ae aparcarnos, nos concaujeran nues1tros mismos Pistores a1 error. Desgraciadas obejas 5 pienes sus mayorales conducen d nocivos pastos, y - l-1_1_-i rP-1 emregan - -por -presa a ias carnivorus iuuus. ai stxiit 1nucstra suerte en la absurda suposicion de que la Providencia divina liubiese permitido que todos iuestros Maestros nos enseiiasen unas doctrinas conxarias A la verdad. 'Quedese esto para aquellos L. 1. I. ". ,. A. r\. i. _I. 1. I. .. 8. cion han pretendido establerer la defectibilidad de aquella nuestra Madre, contra la cual no prevalece,x-. :--A-. I-... Id11 J d l l i d S I d 3. ...,rr+.tnh. aai ;nfi;arnn TV ~T~ L L; I L~L T ~ ~ + ~ UIAAL~LI~-. ULiClLclb U L l 1 1 1 U L L U V .. se ( I ) reprehende como error grosero y gravisimo 21 de f\iestorio, cuando dijo: que la Iglesia habia erradLO . * siguiendo a unos Uoctores ciegos: y &quepoaremos nosotros deck de nuestro autor cuando nos representa A todos a1 borde del precipicio par seguir tamL bien ti unos Doctores ciegos en una materia que gradua 61 mismo (2) de pulrto esencial y fando-. -. trl c. ,. 1.

(27) 37‘. OBSERVACION T.. Empefiado en trastornar las ideas que teniarnos de la segunda venida del hlesias, dice”(*) : que &tas ideas solamente pueden tomarse de las santas Escrituras. Que hablase asi un Donatistaj que -se espresase en iguales terminos un Arriano , un Eunomiano, un Lutero, nada habia porque estraiiarlo. Su obstinacion 10s habia rnarcado con el cariicter de la heregia y no hay que admirar desechasen la tradicion 5;iempre formidable ai 10si hereges. Per0 que un hijc de la Iglesia adopte esn pi r,-e..n tJ m te mismo lenguage; y qL,- 1~ grlnntp e-..,. del cristianismo, esto es lo que no acierto yo 6 calificar. No era &e ciertamente el modo de pensar de 10s Apbstoles del Seiior, cuando instruian 8 10s fieles, y 10s armaban contra las seducciones que les esperaban en 10s filtimos tiempos. Continuamente les recordaban la tradicion, 6 lo que habian oido; no lo que estaba escrito (2). Ve el Apbstol que entre 10s tesalonicenses se habian introducido unos maestros de error, que lagrando persuadirles que instaba ya el dia del Sefior, habian infundido en sus 4ni,-7--.-.1:--+fi f-\ nIT:-”e .-.-..A:” mos el terror y -1 UC;aaLIClILu yulcLF; a L U U l L L w el remedio ;v a1 instante les trae a la iiiemoria no. ,. ip. ,. ab. uuvr-w. --. A*-.

(28) 28. OBSERVACION I.. ciones que habian aprendido ya por sus converszciones'y.sermones, ya por su carta ( I ) : ltaque,fratres. sermonem, sive per epistol& nosiram. Con arreglo ti est0 decia el P. S . Easilio (2) que 1-1-. 1--._.-. ---. lr.-. A,!.-e,.l--. -1. conservarse firmes en las tradiciones no escritas: Aposfolicz4m arbit'ror esse, dice, in non scriptis traditionibus perseverare. L a d o inquit, vos gaod ompemadmodam tradidi vobis c r a w IOYLCS coni SYM zs. fit teneie truditiones p a s dccepistis sive per sermonem, sive per epistotum. San Juan Cris6stomo reflexiona (3) en el encargo del Apbsto1 que dejamos arriba copiado; y despues de advertir que de 61 se infiere, que no todo lo que erisefiaron 10s Apbstoles lo fiaron B las cartas, sin0 que nos dieron muchos documentos de palabra y sin escribirlos; nos hace saber que la misma f6 que damos ti sus cartas debemos & estos documentos. Eadem verojide digna sirlnt tam ista quam iUa. Pudiera alegar tambien A S. Juan Damasceno (4) y ti otros muchos. Pero basta que oigamos a1 santo Concilio Constantinopolitano 1v cuando Tenere quippe, define (5) traditione.r quas accepimus, sive per .. , n . sermonem, siwe per epzsroLam aancrorum qua ant e fuerunt, Pazdus aperto admonet. For consiguiente, decir que las ideas relativas d la segunda venida del Mesias, solo pueden sacarse de la santa Escritura; y entendiendo por aquellas ideas, como (. ,. v. ?. ~uWuWuW-r.w-.-.-~--.-~-.--.---. (I). (3). (5). 2. ad Thesal. a 9. K& In 2 ad Thes. 2.9.14. Act. ult. can. I.. (2). Lib. de Sp. Sto. c. 29.. (4). Lib. 4 de fide, c . 17.. e.

(29) '""]-11. ""ti"""*". * . . I .IlbL."". b.1111. bLLCL&U. L U U U U. IU.7. noticias que relativamente a1 dia del ,juicio y sus agregados d% de palabra el Apostol A 10s Tliesalonicenses , como de si rnisrno lo confiesa inginuamente el grande S. Agustin (2). Pero tambien si, que es regular que la lglesia haya conservado A lo menos algun resto de una tmdicion que tan encarecidamente se le encomendaba : y no creere con facilidad haya permitido la Providencia divina que se perdiese enteramente esta tradicion : fa que el hombre prudente, sdicito y cristiano no desechar6 jarnas con desprecio, sino que buscari con cuidado en 10s monumentos de la antigtiedad , 6 en 10s que han tenido proporcion de beber en aquellas fuentes: y se valdr6 de ella, rabien cuanto quieran 10s enernigos de la tradicion, para formarse unas justas ideas de lo perteneciente a la segunda venida del Mesias. S.Ger6nimo , omitiendo por ahora otros monumentos de esta tradicion, que se ofreceriin en las observaciones siguientes, S. Gerhimo, vuefvo B decir, que en punto de discernimiento y exactitud no tiene por quC ceder 6 10s mayores criticos del siglo de las luces, MI\----.-------^--. (I). 'hm.. 1.. pig. 35.. (2). Lib. 2 0 de Ciy. Dei, c.. rp.

(30) 30. OB?KERVACLON I.. a1 parecer nos hace ver algun resto de aquella ti dicion cuando dice : ( I ) Ergo dicamus, quod omnes. inter se dividant , et undecinzrm sarrecturum regem pctrvzcdum pi tres Reges de decem re& rnos creer, porque las ideas debm tomarse solamei te de la santa Escritura seria la mayor necedad qr. ,. ,. hesion a1 partido de-& hereges que no pueden sufrir se les objete la tradicion, 6 nos fundemos en ella. Despues de todo esto, cuando veo que nuestraI judio, No obstante yo os pregunto , dice, (a) si. ,. f). ^^*. :-- --&.-,a:--. .-, . e ,. 97CUll V U C b L I U b YLUylUS CbLUUIUS 7. c.."L,:,,. LldLJCIJUJ. y. Z l .. A:l:mL%e. Ulll. 8GlI-. ,>cia habeis sacado estas ideas de las santas Escrituras" y advierto el empeiio que pone en persuadirnos que sin examinarlo por nosotros mismos no debemos adherir A lo que respecto B las Escrituras ens e..--.h n --In4 maestros m e nos han mecedido;, aunaue I--In dolor, no puedo desconocer el lenguage de 10s seges, de que por desgracia se resiente bastante , obra. Non licet decia Brencio (3), in caasa etere salutis aliena? sententie ita inherere ut earn. ,. _--I------. I. ~~. ,. te ciertamente el sentimiento de 10s cat6licos que ado(I) (3). In c. 7. Dan. (2) Tom. I . pig. 24. In confes. Witembergica, cap. de Sacr. Scrip. et iaI. prol. con. Soto. c.

(31) OBSERVACION. r.. 3t. ran 10s arcanos de la Divina Providencia, y que conociendo la dtbilidad de nueetras propias luces, saben que Dios se cornplace en vcrnos dbciles y surnisos: y que esta docilidad y sumision ha proporcionado 6 la Tglesia aqaellos grandes hombres que en todos tiempos han sido el azote del error y de la impiedad. S. Juan Cris6stomo con aquella elocuencia que le es propia, hablando de la sagrada Escritura, Sunze, nos dice ( I ), libram in manus, Zege hlstoric?n omnem, et que nota sunt memoria tene, et qzce obscard sunt, parupnque maniJesta frequenter percurre. J'imd si non poteris assidzlitate 2ectionis invenire quod dicitur, accede ad saplen tibrew, vade ad Doctorem. La obscuridad de las santas.Escrituras su profundidad, y 10s misterios que encierran lo exigen asi : y no lo exige menos la magestad del mismo Dios que nos habla en ellas, y cuyo sentido no podremos alcanzar por nuestros dkbiles conocimientos y que se corndace en cornunicarnosle por el canal de otros hombres. Hoc primurn intelligentes, nos dice S. Pedro (2), quod ornnis propketia Scriptare propria itlterpretatione mon fit. Non enim humana VOZuntdte allata est aliquando prophetfa : sed Spiritu Sancto ilzspirati Zoquti sunC sanctirDei homi'nes. Es verdad que cuando no media alguna definicion de la Iglesia, 6 no se reune el undnime consentimiento 6 inteligencia de 10s Padres en aquellos puntos en que Csta-misma unanimidad forma un lugar teolhgico, nos hallamos con libertad de adherir a1 partido que nos parezca mas conforme ii razon. Per0. ,. ,. -. ~-~\MI-WV*MI\NV--VIN~W.~-\.WV-IMlrUI-~. (1). €h 3 de ~ Ldzaro.. (2). 2.. Petr. c.. I..

(32) 32. Z. .~ ~. d. :s precis0 entonces cautivar nuestro entendhiento e hsequio de la fk. Y aun euando no median aquello L. I. :es; es no conocer su debiiidad ;arguye. un desmedilo arnor de si mismo; y nos dispone B sacudir el -1 yugo ue la aucoriaau: que es punmaimente una ae ias‘primeras pretensiones-de 10s hereges , y de cp debe estar muy lejos un verdadero discipulo de J e_. . .. 3. 1. I. ‘ 3. .. .. I. L. D. sucristo. Cuando representhdonos ( I ) Q 10s Sacerdotes en un olvido casi total del estudio de las santas Escrituras, advierto que se afirma (2)97 en el conocimiento q u e ya tenia del estado miserable en que estan genneralmente hablando nuestros Sacerdotes , y por 27 consiguiente 10s que dependemos de ellos”, no puedo menos de preguntar con el ApSstol(3): jNunrquid r. .. .. 4. i nuinquid omnes gratiani habent carationurn ’ Zooqunntur ? 6 numcpib i nzlmguid omnes . Ziinguis n-r 1. i\. I. omnes zntet-pretanturs IPI0, no clenen C O ~ Ola S gracia de interpretar las santas Escrituras; ni es precis0 q u e todos ~10s Sacerdotes se dediauen a1 estudio formal _ _ __ dle la Escritura para desernpefiar Gtil y fruct uoSamente el- sagrado ministerio. L a esperiencia de -A,.1,A-C cfiA,o r toUV> 1U3 pdi9C;” y U L V U V J I n o c;mlnna rnnfirm9 Jiariamente esta verdad. Pero, -6serA cierto que ese _ . _ _. _. -n:-,o. (I). (3). . ... Zr. Tom. 1,.p6g, 24. I . ad. Cor. 1 2 3.. L. A V O. (2). 29. 0 1hAuo. Ib., pig. y :10.. 25.. b.vLIIII. llla.

(33) 133. OBSERVAGION T.. mismo estudio se halle en el abandon0 que nos le represents el autor? Como segun su contest0 debe envolver en esta censura a 10s antiguos igualmente que 6 10s modernos; pudiera, para rnostrar su falsedad, traer a la memoria Jas grandes diligencias quz hicieron , y' 10s trabajos con que se cargaron un S. Easilio, ura 5. Gregorio Nazianzeno, un S. Ger6nimo y demas Padres de la Iglesia para lograr la verdadera inteligencia de las $antas Escrituras. Yudiera alegar que la gran copia de Indrpretes que se hallan -en todas las bibliotecas demuestra la falsedad con que se supone total el olvido y a6andono en que ha estado en lo pasado el estudio formal de la Biblia; g que esto mismo se convence por el cuidado que casi 6nicamente para esto se ha puesto en fomentar el estudio de las lenguas orientales; y en que se imptimieraan esas poliglotas, que si honran de tin modo 'particular Q la -Espaiia ,no han contribuido menos-a la inteligencia de muchos arcanos de 10s libros sanoinitiendo 10s apretantes encargos del Tri( I > , y ciiiikndonos a I I W - S ~ I - O Sdias, creo que nb habrA quien se atreva ;i deck, que iicf han hecho sobre la sagrada Escritura el estudio mas formal ua Calmet , un Hubigant, un Veitenaver, un Mr. Rondet, ,autor de la Bihlia de Tolosa, nocida comunmente baju el ndmbre de Venck abate Martini, 'el Nicola'l , y tantos otros que han trabajado con asombro en 'penetrar y aclarar 10s mas fechditos rnistefios+quese hallan en. la ley y en -.U--IUWLWU-----~--.-~~~.~~.--. (I). Ses. 5 . decr. de reform. c.. TQMC) 1.. I.. 7!c'7. 5. .. .. e.

(34) 34. OBSERVACIOEi I.. 10s Profeitas. Y i quC 'dirk de la Congrq@on Clementina, cuanuo renemos ya veinte y- un tomos de estos sabios C infatigablc en Macerata afio de 1789 $pi disczlssi d e h societh Ebreu uemenLuia LCLI Lapuciri 1. .. IS0. s o , injuriosi, a1 eskado sacerdotal de la cia, gfefensivo de 10s piadosos oidos, y la providencia que ha vtenido el Seiior sia. ,No es menos falso c injurioso el X iua 1-, yuc iiwa mranari+n picaciwca a. TntAn*rntao AA i i L c i p i c L L a UL. ley de gracontrario B de su Igleaspect0 en lo. la. c-.-wr,,A.,. oasiaua. Escritura, comprehendiendo en 61 A 10s mismos Pa. dres, y representindolos ( I ) m'cupados enteramen. nte en el empeiio de acomodar toda la Escritur: nsanta, en especial lo que es profecia, A la prE 2,mera venida del Mesias, y ai 10s efectos cierta,?mente grandes y admirables de 6sta venida sir1 9. 5. ,-I-:. --,-I.-. -nAn n a r n 1camiinAm dai iicauca pa'a sa ixtjuuua,. ann:. ,. .. nnmn. 0 bwiw a1. mol0 se tratase de dar materia para. discWsos pre1. l .. .. -:-. " L. r- -r-----. -I--. m i en la violencia ., ni en la frialdad de las aconmodaciodes , ni -eRlas reglas 'mismas que han esntablecido desde el principio ni tampocq - (lo que nparece mas estraiio) tampoco reparan en omintir algunas cosas olvidando ya uno, ya muchos. ,. ,. ----------(I). Tom.. I. pig. 26.. -.

(35) 35. r.. OBSERVACTOH. nversidillos enterm,' como que son de poca imporsptancia y muchas veces son tan importantes, quendestruyen visiblemente la esposicion que se iba 99 dando." La continuacion de estas observaciones demostrarai la falsedad y calumnia con que asi se injuria a 10s Interpretes d e la Escritura. Y crea se comcerai con faciiidad, que este modo de censurar se apredici en la escuela de 10s protestantes *. .. que se adiestraron en el contra 10s .leorogos ae I R Iglesia. *Baste por ahora encargar a1 lector que tome la citada Biblia v vea en ella 10s - __ - - -___ de - Tolosa. prcilogos qlue anteceden ai 10s Profetas, la sabkI cjlisertacion sobre 10s mismos Profetas que el dichcB Mr. RondeIt pus0 antes de Isias, y el analisis dc* las obras de S. Gerbnimo que pus0 el mismo Rondet despues de todos 10s Profetas 'en la edicion que. ,. m. -.. .. J. 1. I *. J. ~. hX lmb. rn9ne;cJrln *-VI) &LAW&Sb. J. TT J. cww Urientn qur A r h ' C V. ---. .. 8. --. e n e1 Aia nn tenet- i u 19 ~ A ' U I U. L.U. L I L ~ W L. vista; y por si mismo se convencerai de las muchas equivocaciones que en estos cargos que' hace . padeci6 nuestro autor. Los veo dice hablando de '10s Padres i 4 Intkrpretes ( I ) nasentar principios , y dar re9,glas y cinones para mejbr inteligencia de la Essmitura; mas por poco que' se mire se conoce a1 ripunto que algunas de _" -es+ss r e d a n - v' nn nncas, -=.---7 ---r--nson puestas 4 discrecion, sin estribar-en otro fu nia kdamento que en la e nque ya han dado 6 prcrc;llucll uar a ~ u c la-: ~ ngares de la Escritura bien notables. Y si esta esnposicion, esta inteligencia es poco justa *6'r%uy. ,. I. ,. -1-1-. J. ~.

(36) r. 29 2gena de la verdad, como sucede con -bastante ni?remencia, ya tenemos reglas propiisimas para na 3 6-. OSSEHVACION. -.-A--A-.-. .-- _ _. 1. *--.. ___. ..__. -.. 1-. m. y. 1 t;LUIIlClIUCt'. -. n. 4. i 6 AL'4SU. U C 1a.S Ut: 1 ILUllp. das- p r el grande Agustin o en estexaso< debiera presentar 10s apoyos en- que estriba para avanzar iemeiantes proposiciones. De otro modo el palabras se le dijera que- se..habia esplicado ande tiempo, y habia abrazado my -bztenos desbropdsitos (2). Porque , 6 q u i h hahrii jamas tan li1 1 1 -. jero ae cascos que aDanaone io que a e proposito nos recomienda .todo wn S gustin 5' solo porque lo v e reprobadbb, E prueba -que el simple dicho de Juan Josa i Nos hablarri tal vez &-.fas renlasoue -simk-: v Gregorio, 1:on en el particular 10s Santos Bazlio 1Nazknzeno 2 'De ' ellos dice Rufino (3) : Ambs no1:cs. 1. 4. 1. I. I. ". >. U. 1. Gris remotis., solis divine Scniptm-2 voZuminibus.. (I) (2). Xibin3T?e' il6ct. chr. c. 3 0 y sig. Tom. I . pig. 129. (3) Lib. I r.'&st.. .. C.. 9.. I.

(37) 37. OBSERVAZTON 1,. ,. canstabat. La reconvencion que nos?hizo ( I ) de Qne POT nuestros propios estudios no habiamns sacado de la Escritura lass ideas qne tenernos relativas 8 la segunda venida de Cristo; y el desprecio con que 'habla'despues (2) del modo como se esposit6 fa Escritura en 10s s i g h IV y T7 de la Iglesia, menindinan A creer qG intent6 aqui debilitar en nusotros la confianza que se merece el magisterio de nuestros mayores. Entonces , iccirno conciliariatnos d nuestro autor con el Eclesidstico que' nos dicc (3): NOEL t e psrwtereat nu enlorzcrn *ipsi enZm didisceruhzt.s2 -9atri n f m f:ab.:ipsis &sees inteLZeectum ? Moisks recibici en el Monte, no solamente 'la ley, sin0 rambien su mas oculta inteligencia j y 5 e d e ..o1?&~6.que pablicrira wpella ab pueblo; y *~ ~ s e &Bt~Josue a ~ .el cotiocimiento d e 6sta pira que lx mnunkam 6 . '10s summ SaceidoteS que -le habian de sucedei- (4). For esto se nos dice (5) : Ne deqoicias narrationem Prmbiferorzlm. cQzGoniam a b ipsis disces sapientiam et dactp.inam intskkcfss. h i -tambien 10s Ap6stoles recibieron del Sefior el conocimiento de algunas C O S ~ Sque debian enseiiar B todas las~gentes (6) ? y de otras que debian solo comunicar $delibus hanainibus, qui idone2 e w n t - et aiiias. docere (7) y entre &as siempre se )*harniradac como una de las principales, *. >+,. .. I. ,. c1. ,. ~-~. Tom.,:: EccJ. 8.. pig. 24.. 9.1 1 .. (a). Tom.. I.. prig. 28.. S. Hylar: in Ps 2: Orig. hom. -5, in XNum. ,. . Eccl. 8 $. 9. ( 6 ) Math. 28, $. 20. . 2.Ad Tim. 2, $. 2..

(38) 38. OBSERVACXON I.. la inteligencid C interpretacion de las saiitas Es'c r b turas. Por esto si consdtamos d S. Dionisio AI:eona&t:, /I\ c; u 4 f ' l e r n ~ n t e Ale;=ndrinn /o\ y "3"\-,,c i 4 ICasiodoro (3), todos unhimemente nos remiten Q la ensefianza de 10s Padres para acertar en la inteligencia de la sagrada Biblia. Y el grande S. Vicetrte Lirinense (4) , hablando deaOrigenes, y repreerrdiCndoIe el que hubiese querido apartarse de la simplicidad de nuestros mayores : Hic idem, dice, tantns ac talis, dam gratiLz Dei insolentius abuti-. , ,, 1. "I. v*w'a'w&'Lb. *.haw. ' U L I U L Il.V. -. I... veterum mogicteria contsmnens , @&dam Scripturarum cap.itaLa 'novomore interpretatzcr ,meruit at de se qioque diceretar: si surrexerit- in medio tui propbeta Gc. (5). Y por est0 para contener a aquellos que pretenden apoyar con la Escri-. tura las nuevas doctrinas que propalan, nos manda el santo Conci1i.o de Trehto (-6.) ; que en la esposicion de la santa Escritura no nos atrevamos a separarnos del ,uninime cwsentimiento de 10s Padres. Si algnno se h a apartado de esta regla y de' aquella Santa siinplicidad; entomes podra haber caido en 10s des6rdene.s con que sin presentar pruebas zahiere nuestro autor (7) a1 comun de nues-. (7) Torn. I , pig.. 27,. 28, y zg.. ,.

(39) OBSERVACION. 39. I.. ,. tros IntCrpretes cuya apologia tendri lugar mas oportuno en las siguientes observaciones. Per0 no puedo omitir aqui, que desgues de lo que han patentizado ' d e Fleuri un Marclieti- un Castro, u h Muzarelli y otros shbios, no debia nuestro autor contar tanto con su djcho, mucho menos siendo tornado de una obra, que por Ins falsrdades C in&rias atruces de que esth atestada, rnerecib el ser proscrita-por el Tribunal de la Inquisicion. Y paso B una confesion que nos hace, y que pretende justificar. n E n estas C O S ~ Sparticulares dice, ( I ) de que nvoy d tratar , pienso apartarme del comun sentir, nij de la inteligencia comun de 10s espositores, y 27en tal cual cosa , tambien de 10s Teblogos." Pro-. ,. ,. ----& _ _ & -. -. _.. _._ I. -l-#. u. ... 11. "l""";'". ..,-.--I. n--& - V I -. __. __. f--. t.-. Y ^ - -. milla. ?,Mas esta veneracion , dice, ( a ) este respento, esta deferencia no ignorais que tienen sus 11'nmites justos y precisos, Q 10s cuales es lauda~7ble llegar, mas no el pasar muy adelante. Los ~,Doctoresmisnios no nos piden ni pueden pedir97hDS que se propasen estos limites con perjuicio de yfla verdad r antes nos enseiian verbo et opere to,,do lo contrario', pues apenas se hallara alguno nentre mil que no se aparte en algo del sentimien,,to de 10s otros." Tambien Calvin0 protestaba su veneracion B 10s Padres; pero-decia que no debian dorninarnos siendo esto debido solamente a C'risto3 porque (3) mu&h ignorarunt sancti viri idli:. ,. ,. (I). (3). Tom. r, pig. 30. (2) Tom. I , pig. 3 1 . Calvim, ep. ad Franc. I. Galliar. Regem.. ,.

(40) sgpc inter se coprflictnntur, interdurn seczch ipsf pupnant. Asi aue todas esas esmesiones 0 penera1esc'de que saben valerse 10s eneiigos de la Iglei siia no bastan para justificarse el'que de verds quier'a ser hijo de ella. Sabemos muy bien que la veneracion debida Li I1os Padres de Ea. Iglesia tiene' sus limites , y que se 1 c le raita por esceso iguairnenre que por aereao. ror e 6: I re y"".."' , -""'ere non respirizndo ad d l n m Pontificis Bdl'am. Proposicion justammte anatematizada pur la Santiclad de Aleiandro VllI en su decreto de 7 de Diciembre de 'i690. Y estos mismos limites nos enseiian, que apartarnos del unhnime consentimiento de 11os PaJres i n punsos p x a m n t ? fi1os6ficos, 6 quc tlto tienen relacion con la f6, es cosa en que no in Peresa la Religion. Pero i s e podri decir orro tan I. .. ,. ,. c. -. 1. " 1 . 1 - 1 1. n. 1. 1. U Y. I. -. tu. n. L m l - . l n n A f i AI ~ C I U L ~ L I J Wuc. mrntmr;ir. iiaabLAsuo. r nnmv9c m n L u t i b R u o b-1). 01 Anmmq , b s u wt j l l J a , 6. del sentido en que debe entendersc la Escritura 2 IPzlblarido :de &as, 6 que dzbia contraerse nuestro arutor ., estov bien seauicI de que no presentair6 ni S iquiera un egerndar de Padre algrino que haya tenido la animosidad de levantarse contra el unitlime consentimiento de 10s demas. HallarA si, que E:n puntos que no estaban aun aclarados y decidicPas -por la Igle'sia, opinaron unos de un modo y iItros de otro. $ant q t d a m I) dice sribiamente " . . I. \I.

(41) 4.1. O B S m V A C I O N I. ~. atqzce optimisdei cathdica? defensores, salva $dei cornpage et charitatis sp-ritzl dissolzant : encontra remos que han abierto nuevos caminos para espficar. 10s dogmas y misterios de la Escritura , 6 para desvanecer 10s argumentos y sofismas con que han intentado envolver d 10s fieles 10s enernigos del cristianismo. Lo advirti6 oportunamente el cilebre Luis de Alcazar ( I ) . Per0 no 10s hallareinos que hayan creido jamas serles licito ir por caminos diarnetralmente contrarios ri lo que undnicnemente han ensefiado 10s dernas Padres de la Iglesia (2); 6 que ensefiando lo contrario ;i lo que tenia el u n h i r n e consentimiento de aquellos hayan pretendido que su opinion era la verdadera, y la que nos predicaban con claridad 10s libros santos de la Escritura. Para justificarse dice nuestro autor (3) : i P o ~ysolo trato utl punto partidular , que es la - Vemida del Mesias que todos esperamos.” Psen otra parte (4) : 9,L.o~ puntos que voy d tratar no pcrtennecen inmediatamente a1 dogma ni 6 la moral.” Es verdad que solo trata de un punto particular, pero de un punto que sequn $I misrno confiesa(S), es esencial p fundameatal de nuestra Religion j y de un punto que (6) coinpreeraiie, no solamente la rnanifestacion 6 revelacion del Pdesias , sino tambien todas las cosas que d ella se ordenan inmediatamente, asi las que deban precederla coma las que. ,. ,. ,. .NuuuM-v.&. (I) (2). (3) (5). . - . ‘ W ~ . - \ W \ . ~ - . . ~ - - - ~ - - - - , ~ ~. Not. 1 9 , in Apacal. proI. V. Cano, lib. 7 de loc. c. 3. (4j e. 2, 5. 2, pig. 59, tom. I. Tom. I , pip 31. ( 6 ) Torn. I . pig 5 5 . Tom. I , pag. 23 y-35.. T O M . I*. t3. r -.

(42) 42. OBSERVACION I.. la acornpacarin, y sus consecuencias. Y i qu6 escusa puede ser el que solo trata un punto particular? Un punto particular fue el que prornovi6 Arrio , que ocasion6 tantos disturbios en la Tglesia como saben 10s versados en la Historia eclesigstiri. i. A r a c n nidn. Mnrdrrnin 1ihPrt4t-w. de' la m n -. denicion de-la Tglesia porque era un punto particular el que trataba 2 .i ni vali6 esto 6 Nestorio Da-. . .-. io entraron en muchos misterios bien substanciales bien claros que se leen y repiten de mil mane-. ?cor, persuaden COGsumo empefio, que aquellos nisterios son peligro, son error, son sueiio, son d-l:L--. Q-... 3. -. V. rranA-A. nnn. n n m. 1-,. -..A. I-. i. ---. Isuntos que va B tratar no pertenecen inmediataInente a1 dogma? No es menos gracioso el decirI10s que tampoco pertenecen ai la moral, cuando 61 1. 1.1 -* rnismo es quien a x e ( 3 1 , que por no naDer queriao10s cristianos adoptar las maximas 6 ideas que propa1la en su dbra, nos encontramos en el mayor peliiTro de caer en un precipicio igual al de 10sjudios, I. \. . .. -.c. (I) (2). En este mismo lug., Tom. I , pig. 2 9 .. (3). Tom. I, p5g.. 23..

(43) .e. OBSERVACXON f.. ‘. 43. Para que acertemos en hzcer el apreeio que merece el untinime consentimiento de 10s Padres, y no nos dejemos deslumbrar de las aparentes muestras de humildad de quien se atreva a contradecirl e , contemplemos por un momento con uno de los mas cClebres Te6logos del Concilio Tridentino ( I ) la admirable providencia que en este particular ha observado Dios con su Iglesia. En un punto arduo, g que no estaba aun decidido err6 Gipriano j per0 inmediatamente le salieron a1 encuentro s. Gerbnimo, s. Agustin y demas Padres; p salib victoriosa la sentencia de- su contempordneo S. Esteban, de que no debian rebautizarse 10s heregeh. Si alguna vez se alucinb Gerbnimo, fue inmediatamente notado y corregido por ios que k siguieron, y aun por 10s mismos que vivieron en su tiempo. Lo mismo sucedi6 A Agustin, aunque ha sido respetado siempre como Aguila de 10s ingenios. Y no ha permitido jamas la providencia del Altisimo faltase en la Iglesia quien sostuviese 10s derechos de la verdad, y se opusiese A 10s errores que pudiese engendrar la cortedad de nuestras luces. Por esto, si, como sucede frccucntleinente vemos que S. Cerbnimo confirina la sentencia de .algun Padre antigiio, que S. Agustin la subscribe, igualmente que S, Ambrosio; que adhieren ii ella 10s tres santisimos y doctisirnos Gregorios; la siguen Casiodoro Beda, Bernard0 y los demas Te6logos de fama entre 10s cat6licos; de modo que si espresainente no la aprueban guardan B lo me-. ,. ---(I). w -.-,.”M .w \-..v y I-. Francisco Horantes loc. cathol. lib. 5. c. 3.. *.

(44) 44. OBSIlRVACION L.. nos en el particufar el mayor silencio, no se necesita mas para concluir : Apostolicam, ueram, christiamam , et universalis ecclesia? earn esse tradieionem, atque doctrinnm ab spiritu varifatis profectam, quam tanto consenstl in re maximi momenti t a n f a animorw concordia, t o t Patres SRCZLlis et Zonguis terrarum spatiis quandoque separati atque idiomate discreti, aZiorum libris nunquam iectis, sed Dei spiritu suggerente, tarn anice confhnant docent predicant , atque tenenf. Y $Came licito concluir esta observacion con la prevencion que nos hace el mismo sapientisiino Te6logo ( I ) : Qui v e r u m , dice, e scripturis discere sensum conatur, ei cuvendum in prirnis e s t , ne apud semetipsunz videri velit przrdens quod e t Propheta Jesaias (2) et Paulus (3) fugienduvn non semel monuerunt. auamobrem i l h d observazr4m oporfet quod B. Ciemens Petri saccesor ad-, monet, ut scilicet cam Dei Zeex Zegitur veram iZ: lius intezligentiam ab eo discamus qui earn a' majoribus sibi traditam servat.. ,. (I). Cit. c. 3.. ,. (2). Js. 5 , $. 21.. (3) Ad Rom.. 12.. 9. 16,.

(45) 45'. -47. .De la. letra de In smta Em-itwo. , cop.. I,. de la primera p i r t e .. -. L. /. E s t 6 muy bien que desde el principio del capitulo nos asegure 1 autor ( I ) , que el examen que va h hacer en -1 o6ra recae sobre un punto que en la constitucion 6 sistema presente de la Iglesia y ,del niundo !e parece de un sumo inter&; para que se vca la consecu.encia con que nos dice e n otra parte, que no pertenece inmediatamente ni a1 dogma ni B la moral. Per0 a1 fin, este mismo inter& que nos pondera, nos le debe hacer tomar en el exiimbn de la materia ; y seprar lo ckrto de lo dudoso, lo falso de lo verdadero, lo precioso de lo vjl, que es lo sumo de la exactitud. que pide Dios en un ex6men. Si sepizramv-is pre~ i o s u mli sili , qzrusi os mezm eris (2). Le confieso .la sinrazon de aquellos que contando temerariamente con sus luces, las hacen medida de su fi, y reusan creer lo que no alcanzan zi compreender (3); y acordhndome de que Dios es en todo infinito y yo en todo pequeiio ; y que Dioi puede hacer con suma facilidad infinito mas de lo yo que my capaz de concebir j d i d resueltamente: mi f6 es la que se me pide, no mi inteligencia.. *. ,. ---(I). U W - - \ W . - - - ' \ - ~ . . . w - ~ -. Pig. 35.. (2). Jerern.. 15> $. 19.. (3) Pig;. 36..

(46) 46. OBSERVACION. Ir.. i Ojala pudiera en lo demas hacerle con justicia e1. mismo honor! Pero a1 ver ( I ) ,b u m 10 ihteLLigert.cia de aqzkezlirs COSOS que ~ L creo, Z temo no le haya cogido de Eeno el qui credit cito lewis corde est et rninorubitzrr ( 2 ) . Yo bien sC, que cuando es claro y evidente el sentido de la sagrada Escritura, ella sola es bastante para que tengarnos por revelado Io que nos dice, y lo miremos como objeto de nuestra fe (3): p r o mando no es cierto c u d es el sentido de la santa Escritura; duando entre 10s catcilicos 'unos la entienden de un modo y otros de otro; entonces es yreciso que la Tglesia me prescriba el scntdo en que debo entenderla para que forme parte del depcisito de la fi que se nos ha encornendado (4). Non i;Z potestate esse e c c ~ e ~dicirnlas iz son paiabras del celebre Teiilogo Francisco Morantes (s), D i i verbum e x n9n taZi facere, absit ; si.d auctorita?ern ipsius proponendi et in ferpretnndi in ea d,'viran:%agnoscimus, sicut et sancti onant's suspexerunt , at nisi eccksi^ judicium accedat sit qunmtumuls snncta Scripf u r s , fisIgent quamtum vis snnctitate ejus auctor, d d r d semper nicrneat. . Asi que si sin que precediera este juicio de la lglesia, porque se figx6 nzestro autor ver claras' en la Escritura 'algunas cosas ,las creyb desde lue-" go como ciertas j acredit6 demasiadd su ligereza,. ,. ,. Pig. 37. (2) Eccl. 19, $. 4. (3) Cano de loc. theol. lib. 12, c. 7. (4) El inismo en el rnisino lug. ( 5 ) LOC.cathol. lib. P, e. 5.. (I).

(47) 47. OBSERVACION IT.. y se fatigb en vano buscando en 10s Intgrpretes la inteligencia de ‘loque cseia. Per0 veamos ya como se escuda cclitra el argmento a6 amtoritare. ,YESnto que leo con mis ojjos ? son sus palabras ( I ) , decia my0 teniende en las manos la Biblia, es cierto y nde f6 divina. Dios mismo es el que aqui me habla, n e t imposibile est mentiri Deum ( 2 ) . Lo que leo ?yen otros libros Sean 10s que sean, ni lo es , ni ,910 puede ser, ya porque en ellos habla ef hombre ny n o Dios; y porque imos me dicen una cosa y xotros otraj y a en fin porque me dicen cosas muy >dlstantes inuy agenas, y tal vez muy contrarias n a 10 que me dice Clara y espresamente la Eiblia ~7sagrada.” Llegands 5 este punto, se‘arne licito copiar mas palabras del orhculo de la Francia en el sigh XI714 que .no ha mucho recordaron algunos Prelados de Espaiia (3). nEl origen de todo el mal, &cia el ngrande Bosuet (4), ha sido que 10s que no terniep>ron intentar en el sigh pasado la reforma por el ,tcis~na, n o encontralido otro baluarte mas firme jtcontra sus novedades que la santa autoridad de ,,la Iglesia, se vieron obligados B trastornarla j asi y710sdecretos de 10s Concilios la doctrina de 10s *Padres y su santa unanimidad, la antigua tradi,%cionde la smta Sede y de la Jglesia cathlica, ya. ,. ,. ---.---. ..\-.-. \M\v\-.Mu\-v. Pig. 37. (a) Ad hebr. c. 6 . $. 18. El Arzobispo de Zaragoza y sus sufragheos en 2 2 de Diciernbre de 1820. V6ase la Coleccion eclesiastica tom. z, pig. 2 8 8 y 290. (3) Urac. frineb. de Ia Reina de Inglaterra. (I). (3). ,.

(48) 48. OBSERV-RCION -TT.. >,no fwron, como antes, Ieyes sagradas 6 inva-riables. ~ C a d acual erigi6 dentro de si misrno un tribunal, 9 , ~ . se hizo Brbitro de su creencia,. De aqui nos nha nacido eae pretendido reino de Jesucristo des'nconocido hasta ahora en el csistianismo, el a a l ,,debe aniquilar todo principado, 6 igualar i todos ~ 1 0 shombres : sueiio sedicioso de l a independienntes , y quimera impia y sacr-ritega." ,)La reforrna dice otro escritor modern0 (I), ntoma por fundamento un paralogismo en el sivgls xv ; y desgraciadarnente despedaza la Ig!ey,sia, y divide la Europa. Diem sus partidarms ,?no creemos sino en In palabra de Dios; j y al pun77to nuevas sectas se apoderan de esta a r m , que FJya no diriqia ni tnancjaba .el vei-dadem p d e r y 9,se muItipljcan , se hacen la guerra, y se dcspedanzan entre si. Liz ramn sola jxzg:a y decide, e.s r p wgka zinica de f 6 ; porque la Escritura sin la traadi,?cion, sin la autoridad es muda ;y inuy pronto 10s 37 rnisterioos , !as dogmas fundamentales del criscianis3, ma... desaparecen." Conocieron bieii to do^ estos escollos y quisieron evitarlos nuestros rnayores: y por esto deck eI p a n & S. Vicente Eirinense ( : Quod si t m d e m mag.no skudio, et suminnzu atten?ione p w q ~ ' r a hs qunm p/uri+vzis snnstitate et doctrina pyrzstan ibas .airis quonam m ~ d possis o ciRrta qi!aicmra ct quasi g m e r a t i LZC rcgutnri via c a t h o ~ i $ ch ~i ~ veritntem ab hwreticg pra-. ..,.. ,. --\hV\~.2-hV1-\-~-\nP(.?.W. (I). -=W.*U.--". ^-ic-..vu.rr.'---.~. El editor de la carta tradua ida de Haller sobrc su reconc o n c h Igl. catoL iinyresa en Jeviila e11 r823, p6g. VIIK. I n commonitor.. ciliation (2). .-.w.

(49) OESERVACTON. rr.. 49. witatis falsita f e discernere, hujusmodi semper responsum ab omnibus fere referas, p o d sive tu ipse, sive quispiam alius veZit exurgentium hmeticorum fraudes deprehendere , Zaqueosque vitare , e t. in $de sana S ~ U atqae S integer permanere daplici modo munire fidem suam Domino favente , de.beat; cum &vine iegis auctoritate, tam deinde Ec. clesie catholicw , a t p e cccksiasticorum Patrum traditions. Etsi porro scripturarum canon perfectus e s t , sibique ad omnia satis superque sufficere videtux, opus nihijoominus est, at ei Ecclesiastic8 inteZLigentie auctorifas adjzlngatzcr , at non jam pene p o t homines sunt, t o t iZZinc sententie erzrantur tam v a r i e tamque contrariR. Ahora, que hemos oido cual es e1 origen del empeiio en hacer creer el pretendido reino de Jesucristo sobre la tierra, que forma todo el objeto de esta obra; y 6 donde nos conduce la mania de sacudir el yugo de la autoridad que procura inspirarnos este autor, aunque para que no descubramos de una vez todas las miras A que se encamina su sisterm ,solo nos dice aqui ( I ) , que no debe espantarnos mas de lo justo el argument0 ab auctoritate; conviene que analicemos sus espresiones , y veamos si nos encontramos b no con el paralogismo de 10s protestantes. Esto que Zeo con mis ojos, &cia yo teniendo en mis manos la Biblia sagrada, es cierto y de fie divina. Esta proposicion que a primera vista apare-. ,. (I). pig. 37.. TOM0 I.. 7.

(50) 50. OBSERVACIOU 'IT.. ce tan -cierta7cuantcilo es Ira sagrxki Escritura, de la cual se dijo con toda verdad ( I ) : Adeo firmiter habuit persua2sm semper Agnter Ecctesia fjibil ea scripizlra neque verius neque certl'us esse, ut et pm auribzls uudiimus, et q t m ocalis uider::us, sive qzm manibus contrectamris, non Eque ceria esse judicet, quam ea, q u e scripz'uris sacris cnntinentur; por la equivocacion que encubre, es la mas Q propbsito pzra enredarnos con paralogismos. Melancton, por egemplo, se armaria con dla, y teniendo en sus manos la Bibb &ria: est0 qire. leo c m mis ojos es cierto y de f6 divina : ahora yo veo en la Escritura (2): Dominus prEcepit ei a t motedjceret David:::: Dimitte earn ut inaledicat j u x t a precepturn Domim': y en 10s salmos (3) : Conzwti't cor,eorwn at odir-ent poptlZuna ejus; et do-hrnfncerent in servos e j u s ; y despreciando cuanto han dicho 10s Padres corn0 dichos de puros hombres, pretenderia concluir con m a blasfemia horrible, ~ ~ q z ~ proprium Dei opus J u d e proditionem, ac vocatio- . Ben Pauli esse. Asi que, si la intencion d, nuestro autos es que entendamos que lo que 61 apreende como legitim0 sentido de la Escritura, y lo' que Cree leer en ella es ciertey de f6 divina, nos viene con un solemne despmp6sito : Non putemus, dice S. Geriinimo (4), ilz verbis scriptararum esse evungeliucvp1, sed in sensu; Hon in super$cie sed in medulla, non in sermonurn foliis, sed in radice ratio-. ,. I. '. 0. -----.-. /-. -. u. w. ~. u. w. -. u. z. (2). Prancisc. Horant. I O ~ cadiol. . lib. 2. c. 4. (3) Ps. 104.$. 2. Reg. 16. 9. I O y 1 1 .. (4). I n c.. (I). I.. ep. ad Galat.. u. 25.. ~. -. ~. ~. ~.

(51) 5i. OESERVACPON 11.. n2s. No, no basta el que queramos creer 5 Dios cuando habla; ni el creer firrnemente y fuera de toda duda que Dios ha %lablado.Es precis0 que esteOS seguros de que es legitim0 y verdadero el sentido que dainos a Ias palabras de Dios; y no lo estamos mientras la Iglesia no nos asegure. Sigainos en nuestro anaiisis. Lo que leu en otros Zibros, Sean los qtke Sean, tzo es de 7 6 ni do puede ser. Con que sefior mio : &no es de f6, ni lo puede ser lo que leo decidido en 10s Concilios generales, definido en las bulas de los romanos pondfices, transmitido B nosotros por el canal de la tradiciun? iSi querri aun excluir de nues. tra f6 el sirnbolo mismo de 10s Apbstoles? A la verdad se parece 6sta 6 la proposicion de Calvino, justamente detestada de todos 10s cat6licos. Est0 igitur boc f i r - r ~ z z b maxSomu, asi se espresaba Ca!vino (I), n m aliud habendum Dei verbum, cai detur in Ec. ciesin Zocas, quam p o d Zege primzim et Prophetis, deinde scriptis apostolicis continetur. Se me dirk que nuestro autor no habla aqui de cualqviera materia, sino precisamente de lo que lee en otros libros relativarnente a1 asunto de que trata. Sea asi enhorabuena, aunque la generaiidad de su espresion y Ias razones que alega adaptables B toda materia, excluyan a1 parecer este efugio, como le excluye tambien la fuerza del raciocinio que nos presenta si no queremos suponerle un ridiculo 6 un pedante. Veainos sin embargo sus razones para decir que lo que. (I) Lib. 4. Inst.. c. 8.. 8. 8. 8. #.

(52) 5%. OBSERVBCIBN Ir.. lee en otrm libros no es de f6 ni lo puede ser. Y a porque en ellos habla el hombre y no Dios, son sus palabras; y porque anos me dicen una cosa y otros otra: y a en f i n porque me dicen cosas may distnntes, muy agenas, y tal vez muy contrarias d lo que me dice clara y espresamente la BibZia sagrada. No es sola la Escritura divina dondz reconocen 10s cat6licos la palabra de Dios; la reconocen tambien en la tradicion, y aun esthn altarnente persuadidos de que en ista principalmenre esta fundada la f$ de la Iglesia (I). Y coino ordinariamente esta palabra de Dim se halla en aquellos libros donde se nos ha conservado el dep6sito de la tradicion, es preciso tengamos por falsa y peligrosa la proposicion que estalolece cotno maxima general que en estos libros habla el hombre y no Dios. Ciertamente cuando todos i0s Padres convienen constantemente en algun punto, esta misma unanimidad es para 1dS cat6licos un sello indeleble de que Dim es quien alli nos habla, pues que es el iinico que pudo unirlos, hablsindose de materias en que no los pudo unir la evidencia. Per0 cuando unos me dicen una cosa y otros otra, i acaso esta discrepancia seri un argument0 concluyente, de que en ninguno de ellos nos habla Dios ? No vemos entonces, lo confieso, aquel sello que decia antes : y 10s particulares no podemos asegurar definitivamente que la tradicion verdadera nos liega mas bien por el canal del uno que del otro. En .*. (I). V. Bonfrer prol. in. sac. scrip. c.. 2.. ,.

(53) $3 este caso valiindonos de 2as reglas que nos han prescrito 10s santos ( I ) , solo podemos formar un juicio probable que tendrh mas 6 menos probabilidad segun fueren d i d o s 10s apoyos en que estribe. Mas tambien seria una temeridad muy grosera el afirmar, de que entonces es inconcuso ser el hombre y no Dios quien nos habla en ellos. De otro modo, ni S. Esteban hubiera triunfado de S. Cipriano alegando la tradicion. Ni la fglesia habria podido jamas insertas en su c h o n 10s Iibros deutero-can6nicos; porque en estos puntos estaban divididos 10s autores catcilicos. Solamente cuando dicen cosas rnuy distantes, muy agenas, y tal vez contrarias 6 lo que dice clara y espresamente la Biblia, confesark de plano que entonces n o es Dios quien me habla; porque Dios jamis se contradice. Bero cuidado, que n o en van0 est6 escrito (2): Vide ne lumen qzlod in t e est ten&& sint. Unde jus prodiit interpretatio quoque procedat (3). La fuerza y autoridad de la santa Escsitura no estriba en que est6 escrita en este b aquel libro; ni en que la predicaran un Jeremias, un Daniel, 6 algun otro Profeta. Estriba en que es palabra de Dios, 6 en que Dios es quien nos habla en ella, per os sanctorurn qui ri s~czcdo sunt prophetaruni ejus (4). Y sabido es con cuanta razon detestan 10s cat6licos la petulancia de Kemnitio, con que censurando a1 Tridentino se atreve a decir (5): Ifzsignis OBSERVACION If.. ,. (I) (2). (3). (5). S. Aug. de doct. chr. lib. 2. C. 8. Luc. 11. 9. 35. C. Inter alia 3 1 de sent. excom. In exam. Couc. Trid ses. 4. (4) Luc.. 11.. #.. 70..

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