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Mirarnos sin vernos Parte I

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Academic year: 2018

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Mirarnos sin vernos

Parte I

05/Ene/2007 00:26 MIRARNOS SIN VERNOS

Sacerdote: Diego Castro Martín, ¿Quieres a Macarena Wilson Fernández como tu legítima esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en lo bueno y en lo malo hasta que la muerte os separe? – preguntó

D: Si, quiero – contestó con una gran sonrisa

Sacerdote: Macarena Wilson Fernández, ¿Quieres a Diego Castro Martín como tu legítimo esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en lo bueno y en lo malo hasta que la muerte os separe? – preguntó de nuevo a la novia

M: si, quiero – contestó tras mirarlo con ojos vidriosos por la emoción…

Si, se estaba casando y estaba más bonita que nunca, preciosa, parecía una muñequita, era un vestido bastante sencillo pero que realzaba su figura de una manera increíble, aunque bueno, a Maca realmente no le hace falta nada que le hiciera realzar su figura, la niña tiene un cuerpo de escándalo, cualquier cosa le sentaba bien… “me da una envidia” pensaba sin apartar su mirada de ella Se la veía más feliz que en toda su vida, ahí delante de toda la gente que conocía y también de mucha a la que no había visto en su vida, pero bueno es lo que tiene que su familia fuera de la alta sociedad jerezana, el caso es que por fin lo había hecho, lo estaba haciendo y no podía borrar de su rostro esa sonrisa con la que llevaba viviendo desde hacía mucho tiempo y por fin ahora daban ese paso, y su felicidad se podía ver a kilómetros…

Eran la pareja perfecta, desde que se conocieron no se habían separado ni un solo día, eran la envidia de todos pues pocas personas llegan a tener algo como ellos…

Conocía a Maca desde que iban al instituto y la había visto con muchos chicos pero es que Diego… Diego era diferente a todos, había conseguido lo que nadie creía que fuera posible, que la cabra loca de Maca, como ella la llamaba a veces, sentara cabeza, antes de conocerle a él un terremoto de 7 puntos en la escala richter no era nada comparado con ella… y el caso es que ahí está, deslumbrante, emocionada, preciosa y enamorada dando el sí quiero, y ella no podía creerse que este momento hubiera llegado, la de veces que hablaron de ese instante fantaseando con el como sería o con quien sería y ahora ahí esta, su niña, su amiga, más que eso, su hermana lo está haciendo, por lo que no podía dejar de sonreír…

Y por suerte era testigo de ese momento, vale, había también unas 499 personas más presenciándolo pero es que para ella no era una boda cualquiera, era su boda, y era solo eso lo que la hacía importante, habían pasado por tantas cosas juntas que verla en este momento era mucho más que especial…

Y por eso no podía dejar de sonreír, por eso Esther se sentía tremendamente feliz y es que Maca, su mejor amiga, se casaba con el hombre de su vida…

05/Ene/2007 01:02

En el altar una deslumbrante Maca no podía dejar de sonreír, ahí estaba, rodeada de todos sus familiares y amigos casándose con el hombre de su vida, feliz y enamorada intentaba que las lágrimas de felicidad no estropearan demasiado el maquillaje, miraba a su ya marido y lo encontraba sonriéndole con la misma sonrisa que ella esbozaba…

Salieron de la iglesia entre vítores y felicitaciones, recibiendo una lluvia de arroz junto con las risas de todos sus amigos, levantó la vista y se encontró con la de su amiga, Esther, su amiga del alma, su confidente y compañera de esas locuras de antaño en la que ella la metía de cabeza, sonrió más ampliamente cuando vio que Esther la miraba emocionada, algunos familiares se habían acercado a la pareja para darles el primer abrazo y ella aprovechó para acercarse a ella…

E: Felicidades – dijo emocionada abrazándose a ella – al final lo has hecho, no me lo puedo creer M: jajaja, yo si que no me lo puedo creer – contestó rendo emocionada – soy tan feliz Esther E: Lo se – contestó – se te nota y me encanta verte así

M: ¡Me he casado! – casi gritó

E: Si – contestó de igual modo – te has casado

Un nuevo abrazo y la alegría por su felicidad escapando de sus cuerpos, fueron interrumpidas por Diego que en ese instante llegaba hasta ellas después de haberse deshecho de los familiares…

E: Dieguito – dijo mirándolo con una sonrisa – cuídala ¿eh? – advirtió D: Pues claro, Esther – dijo abrazándola

E: Felicidades, guapo – correspondió al abrazo D: Gracias, muchas gracias

E: Hazla feliz o sino te la vas a tener que ver conmigo – dijo bromeando D: lo haré, te lo prometo

Tras los abrazos y demás felicitaciones llegó la hora del banquete, durante la cena, los novios no pararon de brindar, hacerse carantoñas y dejar que la gente viera lo felices que eran, Esther hablaba animadamente con algunos de los invitados, amigos de la pareja, familiares…

Tras la cena vino la fiesta, después del vals nupcial en los que los presentes no pararon de hacer fotos a la pareja comenzaron los bailes modernos y las copas, en un momento de la noche, Maca volvió a acercarse a Esther que bailaba con uno de los primos de la novia…

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E. Maca… por favor – dijo conociendo a su amiga

M: ¿Qué? – Contestó inocentemente – ¿no sabes eso de que de una boda siempre sale otra boda?

E: Maca, estamos en tu boda, deja de hacer de celestina conmigo por una vez… además… no creo que entienda ninguna… M: jejeje… eso no lo puedes saber, Esther - dijo mirando a su alrededor – mira por ejemplo aquella – señaló a una rubia que no quitaba sus ojos de su amiga – te está mirando…

E: Ya lo se – contestó con una sonrisa pícara – lleva mirándome desde hace rato…

M: ¿Y tu eres la que dice que no crees que ninguna entienda? – dijo divertida – porque vamos… llega a entender la chica y seguramente no llevarías tanta ropa – rió – pero bueno… ¿puedo saber que haces aquí parada? – Preguntó – venga – animó – acércate a ver que tal…

E: Pero quieres dejarme a mi – protestó – siempre haces lo mismo, nunca me dejas ir a mi ritmo… y sabes que yo necesito tiempo para estas cosas…

M: Joder, pero es que a tu ritmo, como tu dices, seguramente acaba la fiesta y no has sido capaz de acercarte – se burló, miró de nuevo a la chica y la vio hablando con Diego sin parar de mirarlas – mira, lo mismo no tienes ni que acercarte…

E: De verdad, que entre tu y tu maridito nunca me dejáis hacer las cosas como a mi me gustan – protestó de nuevo con una sonrisa en la boca

M: Es guapa, ¿no? – preguntó de nuevo con una sonrisilla traviesa al ver que no le quitaba ojo a la chica que seguía hablando con su marido

E: uff… ya te digo – contestó, haciendo que Maca soltara una sonora carcajada D: Esther – dijo llegando hasta ellas – no se si lo sabes pero…

M: la rubia – le cortó - ¿que? ¿Quién es? ¿Qué te ha dicho? ¿Entiende? – preguntó casi más ilusionada que su amiga de encontrarle un ligue

D: Pues es la hija de no se qué socio de tu padre – contestó a su mujer agarrándola por la cintura – y si… ya lo creo que entiende – dijo ahora mirando a Esther – y… quiere conocer a alguien…

E: No puedo creer que me estéis haciendo esto – dijo algo avergonzada

M: jajaja, cariño, aun no has visto nada jajaja – contestó antes de separarse de su marido e ir hacia la chica en cuestión y haciendo que Esther la mirara sorprendida, por muchas veces que hiciera eso, siempre la sorprendería…

05/Ene/2007 12:31

E: ¿Pero que va a hacer? – preguntó nerviosa

D: ¿Tu que crees? – dijo dándole a entender la obviedad de lo que iba a hacer – parece que no la conocieras E: La mato – contestó – te juro que me cargo a tu mujer – advirtió

D: No, por favor, no – dijo chistoso – no me dejes viudo antes de la luna de miel – dramatizó E: Pues haz algo… no se, detenla – decía nerviosa y avergonzada

D: Venga, Esther, ya sabes como es – contestó mirando a su mujer que hablaba con aquella chica mirando a Esther de vez en cuando

E: Eso es precisamente lo que me da mas miedo – sonrió D: Solo quiere verte feliz…

E: Lo se, pero es que… a mi estas cosas…

D: Ahí vienen – anunció – ya no tienes escapatoria…

Efectivamente, Maca se acercaba sonriente junto con aquella chica que miraba también algo avergonzada a Esther, quien no sabía muy bien donde meterse…

M: Ya estamos aquí – dijo más que sonriente – mira, os presento, Esther, ella es Beatriz, y bueno, ella es Esther – la señaló E: Encantada – dijo dándole dos besos a la chica tras echarle una mirada fulminante a Maca, esta le guiñó un ojo y sonrió pícara B: Igualmente, llámame Bea, Beatriz es demasiado largo – sonrió

E: Vale – sonrió también – y bueno… ¿que tal? ¿Lo pasas bien? – preguntó sin saber muy bien que decir B: Ahora mejor que antes – dijo seductora, Esther bajó la mirada algo tímida pero sensual

M: Emm… cariño – le dijo a su marido - ¿Qué te parece si vamos a ver a tus padres y tus hermanos? – preguntó para dejarlas a solas, sabiendo que ya había cumplido su objetivo

D: Claro, vamos – contestó sonriente M: Bueno, chicas… divertíos – decía chistosa

Diego y Maca se alejaron de ellas ante la mirada de las chicas, en un momento dado Maca se volvió a su amiga y alzando los pulgares le dio ánimos, Esther la miró como diciendo “te voy a matar” Maca le sacó la lengua y Beatriz rió por aquello… B: Parece simpática – dijo para romper un poco el hielo

E: Si y también una loca – contestó con cariño

B: ¿Te… te apetece bailar? – preguntó con cierta timidez E: Claro – sonrió mirándola mientras la cogía por la cintura

Se pegaron la una al cuerpo de la otra y comenzaron a moverse al son de las notas musicales, sonreían tímidas ambas, sintiéndose atraídas por la otra pero sin querer sobrepasarse, pues se acababan de conocer…

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Bailaban y reían, se miraban y se sonrojaban al saberse pilladas, se gustaban, eso era algo que no podían negar, la atracción era bastante fuerte, pero ambas querían conocerse antes de que pasara algo si es que debía pasar…

Dejaron de bailar un poco cansadas y se sentaron en una de las mesas, al principio no sabían muy bien que decirse, poco a poco la conversación fue saliendo sola…

B: ¿Entonces Maca y tu os conocéis de hace mucho? – preguntó

E: Pues desde que éramos enanas, en el instituto – contestó – y ¿tu? ¿Conocías a la familia Wilson desde hace mucho? – quiso saber

B: La verdad es que no, es más mi padre el que los conoce, tiene negocios con Pedro Wilson desde hace años y no podía faltar a la boda de su hija – contestó buscando con la mirada a su padre que efectivamente hablaba con el padre de la novia – te confieso que no quería venir…

E: ¿Y eso porque? – preguntó curiosa

B: Pues porque no conocía a nadie… esto era más un compromiso que otra cosa… pero ahora… - paró de hablar bajando la mirada sonriente

E: ¿Ahora? – la animó a seguir sonriendo ella también y algo provocadora B: Me alegro de haber venido – se sinceró

E: yo también me alegro de que lo hayas echo – contestó de igual modo

En la otra punta de la sala Maca bailaba con su marido, sintiendo la calidez de sus labios sobre su cuello y sabiendo que eran el centro de atención de la mayoría de los presentes…

D: Tengo unas ganas locas de sacarte de aquí – susurró

M: Ummm… y yo de que lo hagas – contestó sintiendo su aliento en su cuello – pero nos matarían…

D: lo sé, lo se… - se separó de ella un instante – oye… ¿y como le irá a Esther? – dijo mientras continuaba bailando

M: Pues no se… pero espero que bien – dijo queriendo que fuera cierto – mira – señaló a la pareja que hablaba divertida entre risas – parece que le va muy bien jeje…

D: A ver si esta le sale bien – dijo esperanzado

M: Ojala – contestó – después de lo de Silvia, espero que encuentre alguien que la haga feliz… D: ¿Y que es lo que le pasó exactamente con Silvia? – preguntó

M: ¿La verdad? – Dijo mirándolo de nuevo – no tengo ni idea… nunca me lo llegó a contar del todo… no le gusta hablar de eso… D: Bueno… esperemos que con esta chica las cosas vayan bien – dijo besando a su mujer y haciendo que ambos se olvidaran de Esther…

En la mesa las dos chicas hablaban de cómo había sido la boda, estaban a gusto juntas y se les notaba, se miraban de una manera especial, bajando la mirada sin poder sostenerla demasiado tiempo, ruborizadas y sonrientes, parecían quinceañeras que acababan de descubrir que la persona que tenían delante les gustaba y bastante…

E: ¿Quieres otra copa? – preguntó B: Claro – dijo terminando la suya E: Voy a por ellas – sonrió

Se levantó sintiendo la mirada de aquella chica sobre su cuerpo haciéndole una radiografía en toda regla, se mordió el labio sabiendo lo que estaba causando y se adentró entre la gente para llegar a la barra y pedir las dos copas…

M: Parece que lo pasas bien – dijo detrás suya sonriente

E: Si, la verdad es que si – no podía dejar de sonreír – es encantadora, Maca M: jajaja, esa carita significa que te gusta – dijo divertida

E: Pues si… mucho, Maca, me gusta mucho…

M: Me alegro, cariño, me alegro mucho por ti – dijo sincera – entonces esta noche no te vas solita a casa ¿no? – bromeó con doble intención

E: Jajajaj, mira que eres – le dio un golpecito en el brazo – en serio… no se, quiero conocerla mas… no quiero precipitarme… M: bueno, pues tu tranquila, a tu ritmo, como tu dices, pero sin quedarte a la mitad como te pasa siempre…

E: Vale – dijo aceptando su consejo – por cierto, ¿y Diego?

M: Pues está bailando con mi madre… que peligro – entornó los ojos – creo que me lo quiere quitar… E: Desde luego… - sonrió

M: Si, claro, tu no me creas, pero mi madre está loquita por el – miró a su madre y a su marido – así que me voy a ir a verlos no vaya a ser que me tenga que divorciar el mismo día de casarme…

E: Anda, ve – dijo cogiendo sus copas – yo vuelvo con Bea – sonrió

M: Esther – la paró – si de verdad te gusta esa chica no dejes que antiguos fantasmas te vuelvan a ganar… - dijo algo más seria E: Tranquila – sonrió tranquilizadora – lo de Silvia hace mucho que está superado… - terminó de decir poniendo rumbo de nuevo a la mesa

06/Ene/2007 17:57

La fiesta tocó a su fin, los novios fueron camino del hotel donde tenían reservada una suite nupcial para pasar la noche de bodas, una vez llegaron Maca fue al baño para quitarse el vestido y estar más cómoda mientras que Diego descorchaba una botella de champan al tiempo que también se quitaba su chaqueta…

D: ha salido todo perfecto – le decía alzando la voz para que la oyera

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D: A las cinco y media – contestó sirviendo un par de copas – tengo que pasar antes a ver a tu padre, quiero dejarle un par de cosas listas antes de marcharnos…

M: Cariño… ¿no puede hacerlo otro? – dijo algo apenada – acabamos de casarnos… no es normal que tengas que trabajar el día que nos vamos de luna de miel…

D: Mi niña ya sabes como es tu padre además… - dejó de hablar maravillado por la imagen de Maca que en ese momento salía del baño con sugerente conjunto de ropa interior – uau… fue lo único que pudo decir

M: Jeje – sonrió pícara – creo que te gusta… - cogió su copa y le dio un sensual sorbo

Diego simplemente asintió con la cabeza para acto seguido quitarle la copa de las manos a su mujer y besarla con pasión, preludio, sin duda de una noche de sensaciones para ambos…

En otro lugar de la ciudad, Esther aparcaba el coche delante del bloque de apartamentos en el que vivía Beatriz, se había ofrecido a llevarla y ésta ultima no había puesto ninguna objeción, ambas sonreían como si estuvieran haciendo alguna trastada…

E: lo he pasado muy bien – dijo mirándola directamente

B: Yo también – correspondió a su mirada – yo también me he divertido mucho… contigo – dijo directa E: Bea… me… veras me… - sonrió tímida, siempre le pasaba lo mismo – me gustaría volver a verte… B: Me encantaría – contestó sonriendo por la timidez de su acompañante - ¿Qué haces mañana?

E: Pues… mañana por la tarde nada… por la noche tengo que ir al pub de mi hermano, los sábados suele llenarse y siempre le hecho una mano…

B: Vale… pues… si te apetece podemos quedar para tomar un café…

E: Perfecto – contestó mirándola de nuevo y queriendo acercarse hasta sus labios… B: ¿A las cinco? – preguntó de igual modo

E: A las cinco – sentenció

B: Pues… hasta mañana – sonrió sin ganas de bajarse del coche E: Hasta mañana…

Bea se acercó unos milímetros para darle a entender a Esther que quería lo mismo y esta acortó distancias rozando sus labios, un roce tímido y fugaz, se miraron, se sonrieron y se despidieron hasta el día siguiente…

Cuando Bea bajó del coche Esther arrancó y puso rumbo a su piso con una enorme sonrisa en los labios, acababa de conocer a esa chica, si, pero le gustaba muchísimo…

07/Ene/2007 18:18

El timbre de la puerta la despertó, miró el reloj, las once y media marcaba, para ella era demasiado temprano dada la hora a la que se acostó, se dio la vuelta e intentó seguir durmiendo esperando que fuera quien fuera se largara y la dejara dormir al menos un ratito mas… pero el efecto fue el contrario, el timbre volvió a sonar mñas insistentemente que antes, así que de mala gana y aun con los ojos medio cerrados se levantó de la cama y fue hacia la puerta…

M: Te traigo donuts – dijo entrando en el piso una vez Esther abrió la puerta – espero que tengas café E: ¿Maca? – dijo sorprendida - ¿pero que haces tu aquí?

M: Emmm… creí que era evidente – señaló de nuevo los donuts – invitarte a desayunar… - la miró - ¿te acabas de levantar? E: A ti que te parece – dijo de nuevo, entró con ella en la cocina donde Maca ya estaba preparando café - ¿Cómo es que estás aquí? Deberías estar con Diego…

M: Diego ha tenido que ir a ver a mi padre por no se que asunto de la empresa y yo no tenía ganas de quedarme sola en el hotel… o peor aun… pasar la mañana entera con mi madre…

E: O sea, que solo vienes a verme porque estabas aburrida – dijo mientras se sentaba… M: Claro – bromeó – no hay mas razones – le tendió una taza de café

E: Mira que eres tonta – sonrió – Bueno, señora Castro, ¿Qué tal la vida de casada?

M: Ummm – se sentó también – pues estas doce horas de vida de casada han sido maravillosas E: Me alegra verte así – dijo con cariño

M: Lo sé… y gracias – dijo sonriente – estoy feliz…

E: Se te nota – contestó cogiendo un donuts – aunque ya podrías estar feliz sin despertarme – protestó cariñosamente M: Pero bueno… ¿a que hora pensabas levantarte? Son las once Esther…

E: Es que ayer me dormí muy tarde

M: Ahhh… ¿y me vas a contar porque? – quiso saber

E: ¿porque asistí a una boda y estuve de fiesta, quizás? – contestó

M: Vale… esta visto que si no te lo pregunto directamente no te voy a sacar nada – la miró sonriente – ¿que tal con…? ¿Beatriz no? E: Si, Beatriz y… bien – dijo algo avergonzada – muy bien… - levantó la vista para mirarla pícaramente

M: Jajaja, ¿así que la cosa cuajó? – volvió a preguntar

E: Mas o menos – Maca la miró interrogante – no pasó nada si es lo que quieres saber… simplemente nos lo pasamos bien juntas, la llevé a casa, quedamos para tomar un café esta tarde, me besó, se despidió y…

M: Eh, Eh, eh, para, para - ¿te besó? – sonrió ampliamente - ¿y dices que no pasó nada?

E: jeje, ni siquiera fue un beso en si… no se… fue un roce… - miraba como atontada – pero… me encantó…

Sin esperárselo Maca se abalanzó sobre ella para darle un fuerte abrazo haciéndole saber la alegría que le daba aquello, Esther rió con ganas por la efusividad de su amiga y correspondió al abrazo, se quedaron así durante unos segundos, cerraron los ojos y suspiraron, poco a poco se separaron…

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E: Y yo… - contestó en otro susurro – yo también…

Se miraron, se sonrieron y se separaron sonrientes, Maca volvió a su asiento y continuaron con aquel desayuno… E: ¿A que hora os vais? – se interesó

M: Pues el avión sale a las cinco y media – contestó

E: Que envidia me dais – dijo – Dos semanas sin preocupaciones, sin responsabilidades – ambas sonreían imaginando ese viaje – en una de las playas más famosas del mundo…

M: Dios – soltó – que ganas de llegar – dijo haciendo que ambas estallaran en una sonora carcajada…

Entre risas y bromas terminaron de desayunar y pasaron gran parte de la mañana juntas hasta que llegó el momento en el que Maca debía irse a terminar de prepararlo todo para su viaje de novios…

E. Pásalo bien – dijo una vez se estaba despidiendo – y tráeme algún regalito M: Vale – sonrió – y tu… ya sabes… adelante con Bea – dijo con cariño

Con un nuevo abrazo y un par de besos se despidieron con una sonrisa, alegras por la otra, sintiendo la felicidad que les causaba ver a su amiga tan contenta y feliz…

08/Ene/2007 00:54

A las cinco de la tarde, como bien habían quedado Esther fue a buscar a Bea a su casa, se saludaron con una sonrisa tímida incapaces ambas de acercarse a darse un beso, más por corte que por otra cosa y pusieron rumbo a una cafetería cercana… Se sentaron en una mesa al lado de la ventana, pidieron sus respectivos cafés al camarero y miraron a su alrededor, Bea empezó a reírse de la situación…

B: Parecemos dos crías – dijo entre risas cortando el hielo y haciendo que Esther también riera E: Pues si, la verdad es que si…

El camarero llegó con los cafés, haciendo que ambas se relajaran un poco más de lo que esa risa las había relajado… B: Asi que trabajas en el bar de tu hermano ¿no? – preguntó queriendo saber algo más de su vida

E: Si… bueno no… es solo los sábados y algunos viernes, se le llena el local y necesita gente, así que le ayudo de vez en cuando – contestó – en realidad soy profesora en un instituto

B: ¿Proferosa? – se sorprendió - ¿y que impartes? E: Literatura – contestó sonriente - ¿te sorprende?

B: Un poco… no se, no tienes cara de profesora… te veía más como enfermera…

E: Uff… quita, quita, que yo veo la sangre y me desmayo – bromeó - ¿y tu, en que trabajas? – se interesó también B: Soy publicista – contestó

E: Vaya, eso si que no me lo esperaba B: ¿Y eso? – dijo sonriente

E: Pues la verdad es que pensé que trabajarías con tu padre, con eso de que fuista a la boda con el… B: jajaja, no podría trabajar con mi padre – dijo sonriente – terminaríamos matándonos

E: no será para tanto ¿no?

B: Digamos que los dos nos parecemos bastante y chocaríamos mucho, pero nos queremos con locura… E: Y… ¿como sois? – preguntó algo seductora

B: Eso… - se acercó a ella – tendrás que averiguarlo tu – susurró a escasos centímetros de ella, sonriente se alejó de nuevo y le dio un nuevo sorbo a su café, Esther la imitó sin apartar su merada de ella…

A cien mil pies del suelo Maca de nuevo ponía los ojos en blanco al ver como su marido no dejaba los dichosos papeles que llevaba ya todo el viaje mirando y volviendo a mirar…

M: Diego… cariño, por favor, puedes dejar el trabajo de una vez – dijo un poco cansada D: Mi niña es que tu padre me ha dado esto esta mañana y quiero revisarlo…

M: ¿Y tiene que ser ahora? – volvió a preguntar

D: Maca… - la miró, vio en sus ojos algo de súplica – no, cariño – dijo dejando los papeles a un lado – no tiene que ser ahora M: Menos mal, ya creí que te ibas a pasar el viaje trabajando – protestó de nuevo

D: Pues claro que no… a partir de ahora nada de trabajo – la atrajo hacia si haciendo que Maca sonriera de nuevo – bueno, al menos no este tipo de trabajo – dijo pícaro

M: ¿Y que otro tipo de trabajo tiene usted pensado hacer, señor Castro? – preguntó del mismo modo

D: Ummm… pues uno que si no fuera porque estamos en un avion, con tanta gente, empezaría a hacer ahora mismo – dijo pasando su dedo por el escote de su mujer – con la mujer más maravillosa del planeta…

M: No me tientes – le mordió el labio – no me tientes

Una en Madrid y la otra sobre las aguas, hablaban y bromeaban, seducían y sonreían a las personas que en esos momentos eran el centro eran su felicidad o que podían llegar a serlo…

08/Ene/2007 13:22

Un par de días mas tarde, Esther terminaba de impartir la última clase que tendría ese día…

E: Bueno chicos, pues ya sabéis, mañana es el examen así que espero que hayáis estudiado… - les dijo a sus alumnos antes de salir de clase…

(6)

E: ¡Ey! Hola – saludó encantada - ¿Qué haces aquí?

B: Vengo a invitarte a comer – contestó acercándose a ella y dejando un beso en su mejilla – ha terminado temprano esta mañana y me apetecía verte – Esther sonrió - ¿quieres?

E: Claro que quiero – dijo ampliando su sonrisa - ¿vamos?

Bea asintió con la cabeza y ambas se dirigieron a su coche, se perdieron por las calles de Madrid hasta llegar a un restaurante tranquilo y bastante acogedor…

B: Espero que te guste, aquí hacen una carne a la parrilla de muerte

Entraron en el restaurante y las guiaron hacia la mesa que previamente había reservado Bea, Esther sonrió por ese hecho… E: Veo que lo tenías planeado – dijo sentándose en su silla

B: Pues… si, reservé temprano la mesa… - contestó sonriendo E: ¿Y si te hubiera dicho que no? – bromeó

B: Pues habría perdido la oportunidad de comer en un magnífico restaurante con una chica preciosa… - contestó – pero sabía que no te ibas a negar…

E: ¿Estás tu muy segura de ti misma no crees? – continuó bromeando B: Pues… quiero pensar que siempre lo he sido…

E: Eso me gusta – dijo algo avergonzada B: ¿A si? ¿Te gusto? – provocó

E: ¿No es evidente? – contestó del mismo modo

B: Tu también me gustas – se sinceró – mucho – la miró a los ojos

Se quedaron mirando fijamente la una a la otra, sonrientes, sin darse cuenta se habían dicho aquello que no se habían atrevido a decir días antes, aquello iba viento en popa y ninguna de las dos quería pararlo…

Al otro lado del charco, Maca y Diego paseaban de la mano por un mercadillo de la ciudad, regalándose miradas y besos furtivos, pasaban su luna de miel sintiendo como estaban realmente en eso, en la luna, Diego no había vuelto a tocar ni un solo papel que tuviera que ver con el trabajo y se centraba totalmente en su mujer, estaban pasando unos días increíbles…

Pasaron por una tiendecita de colgantes y recuerdos, Maca se paró a mirar los artículos de aquel puestecillo, Diego la miró… D: ¿Ves algo que te guste? – le preguntó agarrándola por la cintura desde atrás y dejando su cabeza sobre su hombro… M: Si, pero no para mi – aclaró – este – dijo cogiendo un colgante con un delfín – le encantaría a Esther y le dije que le llevaría algún regalito…

D: Pues cómpralo – incitó dejando un beso en su hombro – seguro que le gusta

M: Si, creo que si – dijo de nuevo – perdone – se dirigió al dependiente – me llevo este – se lo indicó

El dependiente de la tienda le envolvió el regalo y tras cobrarle se marcharon ambos de nuevo entrelazando sus manos… D: Mañana tenemos la excursión esa ¿no? – preguntó

M: Emm… si – decía recordando mientras continuaban andando por mercadillo – pero si no te apetece lo podemos dejar… - Diego la miró – no se… no te veía muy convencido cuando nos apuntamos

D: Bueno… eso era porque no tenía intención ninguna de salir de la habitación – sonrió pícaro, Maca le devolvió la sonrisa – pero si a ti te apetece no pienso negarte el capricho

M: Eres un cielo ¿lo sabías? – le besó…

D: Algo me he oído – contestó – pero a mi me gustas más tu – dijo antes de volver a besarla…

Continuaron andando, siguiendo con ese viaje de ensueño, disfrutando como niños de todo lo que veían, haciéndose mil y una fotos, disfrutando de su mutua compañía…

08/Ene/2007 19:53

La semana pasó de la misma forma que la anterior, Esther y Bea se veían a diario, cada vez que una tenía un hueco libre buscaba a la otra para pasarlo juntas, su relación iba cada vez mejor, cada vez se conocían un poco más y lo que descubrían la una de la otra no hacía más sino que cada vez sintieran algo mas por la otra…

Aquel primer roce de labios el día de la boda pasó a ser besos habituales como saludo en los labios y algo más pasionales cuando estaban solas, donde la temperatura empezaba a subir y como si fuera un contrato silencioso entre ambas, las dos paraban antes de llegar a mayores, querían que fuera algo especial, no precipitarse…

Por su parte, Maca vivía un viaje de ensueño junto a su marido, excursiones, turismo, playa, cenas románticas, noches llenas de pasión, estaba encantada y no podía negarlo, del mismo modo que a Diego también se le veía igual…

Terminando de recoger las cosas para dejar aquel maravilloso hotel y volver a la realidad de la rutina Maca metía todos los regalos que llevaba consigo y varios recuerdos de aquel viaje mientras Diego hablaba con la compañía de viaje para confirmar el vuelo de la mañana…

D: Ya esta – dijo llegando hasta ella, agarrándola desde atrás – mañana a primera hora tenemos que dejar el hotel e irnos al aeropuerto

M: Ojala no tuviéramos que irnos – dijo mimosa

D: Puff… eso mismo pienso yo – dijo del mismo modo – pero no nos queda otro remedio… tenemos que trabajar… M: Lo se – se volvió para mirarlo de frente – ha sido un viaje perfecto

D: Estoy de acuerdo – contestó sonriendo atrapando sus labios

M: Umm… - lo volvió a besar - venga – le dio un ultimo y corto beso – vamos a terminar con esto – señaló las maletas - ¿sabes si van a ir a recogernos al aeropuerto?

(7)

M: Mejor, así no tendremos que estas esperando taxis – contestó

D: Si, tienes razón – volvió a atrapar sus labios – oye y… ¿seguro que te apetece seguir con eso? – dijo mirando las maletas mientras llegaba con su mano hasta el pecho de su mujer y comenzaba a besarle el cuello…

M: Ummm… no – contestó siendo ahora ella la que comenzaba a desabotonar la camisa de su esposo – la verdad es que no… Cayeron en la cama donde una vez más dieron rienda suelta a sus deseos…

En Madrid, Esther hablaba cariñosa por teléfono, sonreía ampliamente mientras escuchaba como le había ido la mañana a Bea… B: ¿Y tu que? – Preguntó - ¿has suspendido a muchos?

E: Pues no te creas, la verdad es que el examen que puse fue muy fácil y con poco que estudiaran aprobaban, pero bueno, ya sabes que siempre hay alguno que no hace ni el huevo… - contestó

B: Ya… oye, que… - dijo para cambiar la conversación – que si te apetece venirte a cenar esta noche a mi casa – dijo de un tirón E: Jajaj – rió por la forma en la que lo dijo – me encantaría… pero solo con una condición – contestó pícara

B: Tú dirás – contestó con una enorme sonrisa E: Quiero café – dijo de pronto

B: ¿Café? – Preguntó confusa – ¿café en la cena? – volvió a decir

E: No es exactamente para la cena – dijo ya harta de estar siempre parando la situación cuando de lo único que tenía ganas era de estar con ella – quiero café para el desayuno…

B: ¿Piensas quedarte a dormir? – preguntó juguetona y sonriendo a más no poder tras entender que Esther tenía las mismas ganas que ella

E: No precisamente – contestó insinuante – pero vamos… que si tu quieres dormir, dormimos – terminó de decir siguiéndole el juego

B: Ni lo pienses – corrió a decir – ¿a las nueve te viene bien? – preguntó E: Genial – dijo sonriente – hasta luego…

B: Hasta luego y… prepárate – susurró antes de colgar haciendo que Esther se quedara con el teléfono aún en la oreja y sin poder dejar de sonreír…

09/Ene/2007 14:09

Como un clavo a las nueve en punto Esther llamaba al timbre del piso de Bea y tras esperar atusándose el vestido durante unos segundos la puerta se abrió dejando paso a una más que guapa Bea que sonreía esperando a que entrara…

B: Hola – dijo sugerente – que guapa

E: Pues anda que tu – contestó entrando y dejando un beso en sus labios

Entraron sonrientes y de la mano hacia el salón, la mesa estaba preparada, la luz bajada y se oía una suave música de fondo, Bea lo había preparado todo para esa noche y Esther supo que si, que sería especial…

Se sentaron a la mesa sin dejar de mirarse, Esther servía el vino mientras Bea hacía lo propio con la comida, sonreían nerviosas por lo que sabían que pasaría esa noche, se miraban con deseo contenido…

Hablaban de todo y de nada, conversaciones banales e intranscendentes que las hacía sentirse cómodas, relajar el ambiente… E: Esto está buenísimo – halagó la comida de la chica

B: Me alegra que te guste – dijo sonriendo

Siguieron disfrutando de la cena y tras recoger los platos cogieron las dos copas de vino y se sentaron en el sofá muy cerca de la otra, miradas pícaras que predecían lo que pasaría…

B: He comprado café esta tarde – dijo bromeando – no tenía

E: jajaja – rió – menos mal, no soy persona si no me tomo un café por la mañana B: Bueno es saberlo

E: ¿Qué tal el día? – dijo dándole un sorbo a su copa

B: Uff… pues hemos tenido un problema con la campaña que estamos llevando… ahora resulta que a los clientes no les gusta lo que le enseñamos…

E: Vaya… ¿y ahora que? – se interesó por su trabajo

B: Pues a empezar de nuevo… - contestó bebiendo también de su copa E: Peor habéis estado trabajando mucho… ¿vais a cambiarlo todo ahora? B: no tenemos otra opción – contestó – los clientes mandan…

E: ¿A si? – Dijo sugerente - ¿y yo puedo ser cliente? B: Depende de lo que quieras mandarme – le siguió el juego

E: Ummm… para empezar – dijo mirándola – que dejes esa copa sobre la mesa – Bea lo hizo diligente y sin poder dejar de sonreír – y que te acerques un poquito que quiero decirte una cosa…

Bea se acercó recibiendo un cálido y profundo beso en los labios que le supo a poco, se separó de ella y la miró de nuevo, cogió la copa que Esther aún mantenía en sus manos y la dejó haciéndole compañía a la suya…

B: Creo que me lo vas a tener que repetir – dijo acercándose de nuevo a ella – no me he enterado muy bien – dijo atrapando de nuevo sus labios

(8)

La puerta del piso de Maca y Diego se abría de nuevo para dejarlos a entrar cansados del viaje, con las maletas a cuestas y dejándolas en medio de la sala se sentaron en el sofá y respiraron el calor del hogar, suspiraron a la vez por haber llegado de nuevo a casa, el viaje había sido largo y bastante cansado…

Se despidieron del hermano de Diego y se hicieron algo de comer, algo bastante ligero pues de lo único que tenían ganas era de llegar de una buena vez a la cama y descansar…

M: Estoy agotada – decía mientras comenzaba a desvestirse

D: ha sido un viaje muy largo – contestó también cambiándose – y las turbulencias no han ayudado nada… M: Uff… que mal rato pasé – dijo ya metiéndose en la cama – umm… que bien

D: Di, muy, pero que muy bien – dijo tumbándose junto a su mujer y abrazándola – anda, cariño, vamos a dormir que mañana volvemos a la rutina…

M: SI… que fastidio – protestó casi dormida como una niña

Diego sonrió tiernamente, le dio un beso en los labios a su mujer y acarició su espalda hasta que esta se quedó dormida, él, no tardó mucho en abandonarse al mundo de los sueños…

09/Ene/2007 20:31

A las siete de la mañana sonó el despertador, un brazo trepó por el cuerpo que tenía al lado y lo apagó de un manotazo dándose la vuelta al instante para seguir durmiendo…

D: Venga, cariño – dijo al ver la intención de su mujer de seguir con su sueño – que vamos a llegar tarde los dos… - terminó de decir antes de acercarse y darle un beso en los labios para después irse directo a la ducha

M: Aguafiestas – protestó – estoy muy cansada, ve tu a la oficina en mi lugar

D: Si claro – dijo desde la ducha – y no se van a dar cuenta de que te he suplantado ¿no?

M: Seguro que a algunas no le importaría – contestó entrando con él en la ducha – hola – dijo acercándose a él D: Hola – contestó agarrando su cintura – porque lleguemos un poquito tarde los dos no pasa nada ¿verdad? M: Seguro que no – atrapó sus labios mientras las gotas de agua rodaban por sus cuerpos…

En otro lugar Esther sonreía al notar las caricias que Bea dejaba por toda su espalda desnuda, había sido una noche llena de besos, suspiros y un sin fin de caricias…

B: Buenos días – susurró

E: hola – dijo dándose la vuelta y besando sus labios B: Lo prometido es deuda – dijo acercándole una taza de café E: jeje – sonrió mientras la cogía – ¿que tal has dormido? B: Poco pero fenomenal – contestó cogiendo su taza

Tras terminar de despertarse, desayunar algo más consistente que un café y darse una ducha comenzaron a vestirse para irse cada una a sus trabajos…

E: ¿Como tienes hoy el día? – quiso saber

B: Horrible… tenemos que volver a rehacer la campaña, asi que estaré ocupada toda la mañana y gran parte de la tarde… E: Vaya – dijo algo desilusionada – entonces ya no nos vemos hasta mañana… esta noche me toca ir a ayudar a mi hermano… B: Bueno, siempre puedo pasarme por el pub y verte un rato – contestó

E: ¿Si? Pero te vas a aburrir ¿no?

B: No te preocupes, además que me apetece verte detrás de la barra – dijo con una sonrisa… En otro lado de Madrid, Diego y Maca ya salían juntos hacia el trabajo…

D: Esta tarde tengo que ir con tu padre a mirar las instalaciones de la nueva bodega – le dijo

M: mi padre también podría cortarse un poco contigo… - dijo al ver como su padre cada vez que podía no paraba de pedirle cosas a Diego…

D: cariño… Es normal que lo haga – le quitó hierro al asunto – además que es mi trabajo, ya fuera con tu padre o en otra empresa diferente tendría que hacerlo…

M: Si ya lo sé… pero es que acabamos de llegar y ya te vas a pasar el día trabajando…

D: Anda, venga cielo, no te enfades – dijo poniéndo carilla de pena haciendo que Maca sonriera – así mejor… ¿Qué vas a hacer tu? M: Pues no lo sé – contestó – a ver lo que tengo en la oficina y ya veré que hago luego…

D: Vale, pero no te aburras y échame de menos – pidió M: Claro, tonto – dijo con una sonrisa

D: Bueno… nos vemos luego – le dio un beso de despedida M: Hasta luego – contestó después de darle otro beso…

La mañana pasó entre papeles e informes para Maca, poniéndose al día, algo sobrecargada de trabajo pues al estar dos semanas fuera se le habían cumulado varios informes, para Esther pasó entre clase y clase, de primero a segundo de bachillerato disfrutando impartiendo el temario…

Estaba en la sala de profesores, hablaba con uno de sus compañeros sobre uno de los alumnos algo más problemáticos del instituto cuando su móvil sonó, miró la pantalla y sonrió al ver el nombre que aparecía en ella…

E: Servicio de compañía femenina ¿en que puedo ayudarla? – dijo chistosa

M: Pues mire… si fuera masculino tal vez me ayudaría, aunque estoy servida, gracias – siguió la broma- Hola loca

E: Creo que la única loca aquí eres tu – contestó sonriente – hola – saludó con efusividad -¿Cómo estás? ¿Qué tal ese pedazo de viaje?

(9)

E: Eso, tu dame más envidia de la que ya tengo – volvió a decir - ¿ya habéis vuelto? M: Ayer por la noche, llegamos cansadísimos – contestó

E: Pero bueno, cuéntame…

M: mejor tómate conmigo un café esta tarde o invítame a comer y te lo cuento todo… E: Menudo morro… ya podrías invitar tu que ganas más que yo… - seguía sonriente

M: hecho, te recojo en la puerta del instituto – también sonreía – que además creo que no soy la única que tiene cosas que contar… E: Y te basas en… - dijo consciente de hasta que punto se conocían

M: Vamos, Esther… ¿tu tan contenta y bromista por las mañanas? Eso solo puede significar una cosa y quiero un informe detallado – rió

E: jajaja vale, vale… luego te veo que tengo una clase… no llegues tarde – dijo antes de colgar…

M: Pero tendrá morro – se decía a si misma como indignada pero con una enorme sonrisa una vez Esther colgó – si siempre soy yo la que tengo que esperarla…

10/Ene/2007 01:09

Como bien habían quedado Maca esperaba puntual a la salida del instituto a que Esther apareciera que como ya sabía de antemano, se retrasaba, miró su reloj, las tres y cuarto, levantó la vista y la vio salir por fin…

M: Anda que… y luego dices que no llegue yo tarde – dijo en un reproche cariñoso

E: no empieces y dame un abrazo – contestó abrazándola con cariño, Maca apretó el abrazo – que asco me das – dijo mirándola – estás negra…

M: Jajaja, es lo que tiene pasarte dos semanas en una playa Esther – contestó E: Sigue… tu sigue… que al final moriré de envidia – bromeó de nuevo

M: Anda, vamos a comer que eso es lo que a ti te pasa, que estás muerta de hambre…

E: ¿Tu no tienes otro deporte en el que entretenerte que no sea meterte conmigo? – preguntó de nuevo M: déjame que piense… no, creo que no – sonrió

E: Anda vamos… - dijo suspirando divertida

Se montaron en el coche de Maca y fueron a un restaurante cercano, entraron y tras sentarse miraron la carta, acto seguido pidieron…

E: Empieza…

M: Uff… Esther no te puedes imaginar lo que es aquello, unas playas y unos paisajes – decía mirando al infinito – es alucinante… hemos pasado unos días preciosos, con excursiones, hemos hecho submarinismo, senderismo…

E: Vamos que habéis aprovechado el tiempo – dijo con una sonrisa

M: Hemos hecho mucho más que aprovecharlo – contestó pícara, Esther sonrió

Maca continuó contándole su viaje a una Esther que la miraba sonriente, escuchando sus palabras y feliz al verla tan alegre, gastándole bromas y aguantando las suyas, cuando Maca terminó su relato fue el turno de Esther…

M: Bueno… ahora te toca a ti – dijo para que comenzara a hablar…

E: Pues… ahí estamos, Bea es… no se, es genial – empezó a decir – es cariñosa, es dulce… M: Vamos que te gusta – dijo sonriente

E: Mucho, la verdad es que me gusta mucho – contestó – ayer por la noche… fue… uff... hacía tiempo que no me sentía así con nadie…

M: Entonces tu y ella ya…

E: Aja – asintió con la cabeza – anoche

M: ¡¿Tan pronto?! – dijo sorprendida, Esther la miró de igual modo – quiero decir, ¿acabáis de empezar y ya os habéis acostado? E: Si… no se de que te extrañas – dijo sin entender a que se refería

M: Hombre… es que tu para eso eres un poco más lenta – Esther le dio un palo en el brazo – joder, es verdad, tardaste casi mes y medio en llegar a algo más que besos con Silvia, normal que me sorprenda que en una semana y media Bea y tu…

E: Ya, Maca pero no se, con ella ha surgido así y no me arrepiento de nada, he cambiado desde Silvia, veo las cosas de otra manera – contestó – y no tengo porque estar aguantándome las ganas de algo, todos somos mayorcitos para saber lo que tenemos que hacer… ¿no te acostaste tu con Diego al nada de conoceros?

M: Si tienes razón – dijo siendo consciente de que la tenía – es una tontería lo que he dicho, realmente aquí lo importante es que tu estés bien y por lo que veo estás genial ¿no?

E: Si, Estoy genial – sonrió

M: Pues me alegro, cariño, me alegro mucho por ti – dijo cogiendo su mano E: Y yo por ti – apretó la mano de Maca que estaba entre la suya…

Continuaron hablando durante la comida y después de contarse ambas como estaba su situación amorosa comenzaron a rememorar tiempos pasados, cosa muy habitual en ellas y que hacía que sus risas se escucharan en todo el restaurante, hacían planes para salir alguna vez los cuatro juntos, desconectaron de todo y de todos, como siempre les pasaba, ni siquiera se dieron cuenta de la hora que era…

E: Joder… las ocho – dijo mirando el reloj – Se me hace tarde…

M: ¿Las ocho ya? – preguntó también sorprendida – siempre nos pasa lo mismo, nos ponemos a hablar y se nos va el santo al cielo…

(10)

E: Si, hija, si, como todos los fines de semana – la miró y sonrió - ¿Por qué no os venís Diego y tu y os tomáis una copa? Así le veo a él también

M: Si, ahora cuando llegue a casa, si es que está allí se lo digo y nos pasamos – contestó E: ¿Dónde está? – quiso saber

M: ¿No te lo imaginas? – preguntó retóricamente – mi padre lo tiene explotado… no ha hecho más que poner pie en tierra y ya lo tiene trabajando…

E: Es lo que tiene trabajar para el suegro Maca – dijo dándole una palmadita en la espalda – donde hay confianza da asco… anda – le dio la cuenta – paga tu…

M: Si que da asco, si – dijo riéndose y haciendo que Esther también se riera 10/Ene/2007 19:56

Salieron del local y se fueron al coche de Maca, esta acercó a su amiga hasta su casa, paró en la puerta, Esther se despidió E: Bueno, pues a ver si os pasáis esta noche por allí – dijo mientras se quitaba el cinturón de seguridad

M: lo intentaremos – contestó – espera – la paró antes de que saliera del coche, Esther se dio la vuelta – que casi se me olvida – dijo sacando una bolsita de la guantera – toma – se la extendió

E: ¿Y esto? – dijo sonriente mirando alternativamente la bolsa y a Maca M: Una tontería – contestó – me pediste que te trajera algo y eso he hecho

E: No tenías porque hacerlo – contestó mientras sacaba una pequeña caja de la bolsa, al abrirla vio el colgante y se quedó mirándolo unos instantes para luego mirar a Maca con algo de emoción – me encanta

M: Lo vi y supe que te iba a gustar – contestó

E: Es precioso Maca – contestó mirándola de nuevo – muchas gracias M: De nada – contestó sonriente

E: Ven aquí – dijo abriendo sus brazos

Maca se acercó a ella y la abrazó, Esther apretó el abrazo, sonrieron, cerraron los ojos ambas, se quedaron así unos segundos y se separaron poco a poco…

E: Estas muy guapa – dijo susurrando, poniendo un mechón de pelo tras su oreja – te sienta muy bien el moreno – sonrió, Maca le devolvió de nuevo la sonrisa, se separaron del todo – Si puedes y Diego no está muy cansado luego nos vemos

M: Vale – contestó viendo como ya salía del coche

Una vez Esther salió cruzó la calle, al llegar a la acera se volvió sonriente y con la mano le dijo adiós, Maca la imitó y poniendo el vehículo en marcha se perdió por las calles de Madrid en dirección a su casa…

10/Ene/2007 21:15

Hasta arriba, así estaba el “Aquí te espero”, el bar de Tomás estaba totalmente de moda y eso era lo que hacía que cada viernes y sábado se llenara hasta los topes, abriéndose camino hasta la barra llegaba Esther y una vez dentró vio la mirada algo inquisdora de su hermano…

T: Ya te vale, guapa – dijo mientras ponía varias copas

E: Tomás, lo siento se me hizo tarde, pero ya estoy aquí – dejó el bolso y comenzó a servir ella también a los clientes que pacientemente esperaban su turno en la barra…

La noche pasaba poniendo copas y riendo con algunos de los clientes más habituales del bar, amigos de su hermano quien tras aquel saludo algo nervioso se había relajado y le agradecía enormemente a su hermana que cada fin de semana la ayudara un poco…

B: Hola preciosa – dijo al otro lado de la barra E: Hola – contestó sonriente - ¿Qué tal ha ido?

B: Ha sido un día de locos – se levantó y se apoyó en la barra para darle un beso a Esther, esta también se incorporó sobre la barra y acercó sus labios a los de ella – pero acaba de mejorar

E: Me alegro – sonrió - ¿Qué quieres tomar? B: No se… ponme un ron con cola

E: Vale – Se lo puso y al ver que iba a pagar la paró – de eso nada, invito yo

Hablaban cada vez que Esther tenía un hueco entre cliente y cliente, Bea sonreía al verla tan enfrascada y tan encantadora con todo el mundo, con todo aquel que se acercaba a pedirle una copa, nunca faltaba una sonrisa, sonrisas que ella también recibía pero que en esos momentos la estaban poniendo de los nervios ¿tenía que sonreír así a todas las chicas y chicos, pero sobre todo chicas que se le acercaban?

Se estaba poniendo de los nervios, su rostro cambiaba de la sonrisa a la seriedad extrema y es que Esther no paraba de hablar y reírse de las cosas que la gente le decía, y Bea cada vez sentía un poco más de rabia… intentó aguantar, no era plan de montarle un numerito al fin y al cabo estaba trabajando, sin embargo, no pudo, y la gota que colmó el baso fue ver como Esther se

abalanzaba sobre una chica en un efusivo abrazo que hizo que dejara su copa sobre la barra con algo de brusquedad y se acercara hasta ellas…

B: Me encanta ver lo bien que te lo pasas trabajando – dijo con cara de pocos amigos – si llego a saber que vas a estar tonteando con cualquiera – miró a la chica – no vengo

(11)

B: Nada, tu sigue a lo tuyo y por cierto – volvió a decir – si quieres puedes irte al baño y te la tiras allí que s te ven las ganas que tienes – la chica miraba alucinada y Esther no sabía que decir ni a qué venía todo aquello

E: ¿Pero que dices?

B: Esther que no soy gilipollas…

E: Pues la verdad es que ahora mismo no lo se – dijo algo enfadada por la actitud de Bea, jamás soportó los celos sin fundamento y Bea acababa de dejarle claro que lo estaba – para tu información es mi cuñada, la novia de mi hermano – miró a su cuñada – Claudia, ella es Bea, mi novia – dijo para haciendo que Bea bajara la cabeza – ahora me vuelvo a trabajar – se dio la vuelta y atendió más gente

B: Lo siento… yo – le dijo a Claudia

C: Tranquila – dijo algo descolocada – aunque creo que no le ha hecho mucha gracia…

Miró a Esther que de pronto había dejado de sonreír y se había puesto bastante seria, bajó la cabeza y se acercó para intentar disculparse…

B: Esther… lo siento… no se que…

E: Bea – la cortó – no se que te ha hecho pensar lo que has pensado pero no me gusta nada lo que has hecho – dijo sincera mientras seguía con su trabajo

B: Ya… es que no e que me ha pasado – contestó avergonzada

E: Vale – dijo al verla bajar la cabeza - tranquila, hablamos mejor luego que ahora hay mucho lío… 11/Ene/2007 13:40

En el piso de Maca y Diego éste había llegado demasiado cansado del trabajo y nada más entrar, tras saludar a su mujer que un beso en los labios se metió en la ducha, luego volvió al salón y se sentó con Maca haciendo que esta se recostara sobre el… D: Por fin – dijo dando un suspiro – vaya día que he tenido

M: ¿Estas muy cansado? – preguntó

D: Muerto – dijo dándole un beso en el pelo – tu padre no para… y no se, pero debería delegar mas… parece cansado…

M: Eso es lo que le decimos todos pero ya sabes como es – contestó – más cabezota imposible… no hay manera de que descanse un poco…

D: Ya… dímelo a mi – dijo con una sonrisa – bueno… ¿y que tal tu día?

M: Bien, algo cargada de trabajo – lo miró – después de dos semanas es normal… y luego quedé con Esther para comer D: Os falta el tiempo para veros ¿eh? – dijo cariñoso

M: Ya sabes que tenemos que ponernos al día – dijo del mismo modo

D: Lo se, y me parece genial que con el tiempo que hace que os conocéis aun sigáis manteniendo esa amistad… - dijo mirándola – normalmente las amistades se van perdiendo con el paso de los años, ya sabes, el trabajo y la familia hace que te desvincules un poco de los amigos pero tu y ella os habéis mantenido juntas…

M: Si – decía con una enorme sonrisa – supongo que ninguna de las dos quiere perder a la otra D: Y yo que me alegro – contestó – pero bueno, cuéntame, ¿Qué tal esta?

M: Pues muy bien, está muy ilusionada con Bea, parece que les va genial – dijo sonriente D: me alegro por ella

M: Y yo, mucho… se lo merece… - contestó – por cierto, me dijo que hoy estaría en el pub de Tomas, que si nos apetecía nos pasásemos… pero viendo lo cansadito que está mi niño mejor nos quedamos en casita ¿no? – le dio un beso en los labios D: Estoy muerto la verdad – dijo recostándose más en el sofá – pero si tu quieres ir…

M: No te preocupes, nos quedamos aquí y descansas un poquito – dijo haciéndole mimos – que tienes una cara de no aguantar mucho tiempo despierto…

D: Ummm – la besó de nuevo – vale pero podríamos invitarlas mañana a comer a las dos… ¿te apetece?

M: me encanta la idea – le besó y tras esto se levantó para hacerlo levantar con ella – ahora, señor, a la cama… que estas que te caes, anda, vamos a dormir – dijo tirando de el…

En el pub Bea miraba a Esther con culpabilidad, Esther continuaba atendiendo a los clientes con menos sonrisas y mirando de vez en cuando a su chica que la miraba como pidiéndole perdón…

E: Toma – dijo sirviéndole otra copa – aunque no se si te lo mereces

B: Esther… lo siento de verdad – comenzo a decir al verla receptiva y con poca gente en la barra en ese momento – no se que me ha pasado, he tenido un día horrible y se me han cruzado los cables…

E: Bea, no te he dado motivos para que te pusieras así – dijo hablando con tranquilidad – y no me gustan nada los celos… B: Ya, Esther… de verdad, de verdad que no se que me ha pasado – dijo sincera…

E: Vale… venga, olvidémoslo… - dijo levantando su mentón B: ¿De verdad? – preguntó con una media sonrisa

Esther se inclinó sobre la barra y la besó en los labios con profundidad y sin prisas, haciendo que Bea se relajara y entendiera que todo estaba olvidado, al menos por parte de Esther…

E: De verdad – susurró – y ahora voy a trabajar un poquito – Bea puso cara de pena – venga, que solo me queda una hora y nos vamos – sonrió, Bea la imitó

(12)

El sonido del teléfono la despertó, alargó la mano para cogerlo mientras se incorporaba intentando no despertar a Bea que dormía sobre su pecho, con voz aún somnolienta contestó…

E: Diga – se restregó los ojos M: ¿Aun en la cama? – preguntó

E: Joder, Maca… - protestó – ¿no tienes otra cosa que hacer más que despertarme? M: Lo siento… creí que ya te habrías levantado – se disculpó

E: Pues ya ves que no – dijo de nuevo – ayer estuve en el bar hasta las tres y media… que por cierto, no vinisteis… M: Ya… lo siento cariño, pero es que Diego estaba muy cansado – se excusó

E: Me lo supuse…

M: Escucha, que te llamo para invitaros a comer a Bea y a ti – comunicó – como ayer no fuimos y eso, pues a Diego se le ha ocurrido hacer una comida… ¿os apetece?

E: A mi ya sabes que si – dijo sonriente – y Bea supongo que no dirá que no, de todos modos ahora cuando se despierte se lo digo ¿a que hora tenemos que estar ahí?

M: Pues a las dos, mas o menos, es buena hora – contestó - ¿Bea está contigo? – preguntó

E: Si, anoche tuvimos una pequeña pelea y luego pues nos reconciliamos – dijo pícaramente - y se quedó a dormir, claro M: Jejeje, que buenas que son las reconciliaciones ¿eh?

E: Son geniales – sonrió, Bea comenzó a moverse – luego nos vemos que se está despertando… M: Si, vale, venga, os esperamos – se despidió

Colgó el teléfono y se volvió hacia su chica que en ese momento abría los ojos… B: Hola – dijo somnolienta - ¿con quien hablabas?

E: Con Maca – anunció – nos han invitado a comer ella y Diego B: Ya… - dijo algo seca

E: ¿Ocurre algo? – preguntó

B: No… solo que me acabo de despertar y no me has dado ni un beso – dijo sin querer decirle lo que realmente le pasaba E: Es verdad… que tonta – sonrió mientras se acercaba a ella para unir sus labios a los suyos – buenos días…

B: Ahora si – contestó sonriendo

E: Bueno, entonces que… ¿te apetece? – preguntó de nuevo B: El que…

E: La comida… con Maca y Diego

B: Ah… si, si claro – contestó haciendo que Esther sonriera y le diera un nuevo beso en los labios E: Bien, me voy a la ducha – dijo saliendo hacia el baño y dejando a Bea con cara de fastidio en la cama

Maca colgó el teléfono después de hablar con Esther y se dirigió al despacho donde desde hacía ya un par de horas se encontraba su marido enfrascado en su trabajo…

M: Acabo de hablar con Esther – dijo entrando, Diego levantó mirada de los papeles – que a las dos mas o menos estarán aquí D: Genial, tenemos tiempo de sobra – dijo separándose de la mesa para que su mujer se sentara en su regazo

M: Por lo visto ayer se peleó con Bea – le contó D: Vaya… ¿algo serio? – quiso saber

M: No… nada, de hecho ya se han reconciliado – contestó

D: jajaja, supongo que lo habrán hecho de la mejor manera ¿no? – dijo atacando el cuello de Maca

M: Ummm… pues si, supongo – contestó reaccionando a sus caricias – ¿tu y yo no tenemos nada por lo que reconciliarnos? – dijo juguetona

D: yo diría que hay algo – dijo mientras continuaba con su tortura en el cuello de su mujer – y si no lo hay algo inventamos ¿no? M: seguro – dijo besándolo para comenzar una nueva batalla…

12/Ene/2007 00:38

A la una de la tarde Esther terminaba de arreglarse, se había puesto un vestido sencillo, que se ceñía a sus caderas como un guante, con algo de escote pero nada exagerado, una falda que llegaba hasta las rodillas, el pelo suelto y el colgante que Maca le había regalado de su viaje, salió al salón donde Bea ya la esperaba y esta al verla se quedó parada uno instantes…

B: ¿Vas a ir así? – preguntó

E: Si… que pasa… ¿no voy bien? – preguntó extrañada

B: No es eso, vas genial, estas preciosa, pero no se… vamos solo a comer… - contestó

E: Ya, pero me apetecía ponerme esto… - se fijó en su expresión – Bea… ¿que pasa? Y no me digas que nada porque algo te pasa…

B: Vale… - se sentó en el sofá – es que me apetecía pasar el día contigo, las dos solas… y te llama Maca y le dices que vamos sin consultarme antes…

E: Cariño… creí que no te importaría, Maca es mi amiga desde hace años – dijo sentándose a su lado – y Diego también es amigo mío, acaban de volver de viaje y casi no los he visto…

B: Si ya lo se… pero…

E: ¿quieres que los llame y les digo que no vamos? – dijo esperando que dijera que no…

(13)

advertido de que no le gustaban para nada los celos y ella intentó tragárselos – estas muy guapa – dijo mirándola de arriba abajo, percatándose del colgante que llevaba - ¿y eso? – preguntó

E: ¿Te gusta? – Dijo con una amplia sonrisa – me lo trajo Maca del viaje, ¿a que es bonito? – seguía sonriendo B: “horroroso” pensó – Si, es muy bonito – dijo sonriente – anda vamos…

Se dirigieron en coche hasta el piso de Maca, ésta y Diego terminaban de arreglarse a la espera de la pareja, a las dos en punto sonó el timbre…

M: Ya están aquí – dijo a su marido mientras ella se acercaba a la puerta – hola guapa – dijo sonriente a Esther “Mal empezamos” pensó Bea

E: Hola loca – sonrió acercándose hasta ella para darle dos besos M: ¿Qué tal Bea? – preguntó

B: Bien, bien, hola – le dio otros dos besos M: Pasar, Diego ahora mismo sale – invitó

Entraron en el piso, Maca y Esther comentando algo, Bea mirándolas intentando pensar en otra cosa que no fuera la mano de Maca en la cintura de Esther, Diego hizo acto de presencia y se saludaron, tras las primeras conversaciones, se sentaron a la mesa… La comida transcurría entre bromas y risas de Maca y Esther que como siempre, estuvieran donde estuvieran y acompañadas de quien fuera llegaba un momento en el que ambas terminaban por entablar una conversación en la que los demás parecían no tenían cabida, entrando en ese mundo paralelo que solo parecía ser de ellas, Diego, conociéndolas se metía de vez en cuando en la conversación, Bea simplemente comía…

M: Eso no fue así y lo sabes – decía mirándola sin parar de reír…

E: No, claro que no, yo me pasé todo un verano con una pierna escayolada porque a la señorita no se le ocurrió otra cosa que saltar desde la ventana de su habitación para poder escaparnos esa noche – decía mientras reía – pero ella no tuvo la culpa de nada… M: No te obligue a saltar – se defendió

E: No claro… pero tampoco me diste muchas opciones – decía riendo

M: ¿te recuerdo que me solidaricé contigo y pasé todo ese verano sin pisar la piscina por estar en tu casa para no dejarte sola? – preguntó sonriente

E: No si ahora también tendré la culpa de eso – decía bromeando M: Pero que tonta eres

E: No mas que tu… - le sacó la lengua, Maca le guiñó un ojo sonriente

Mientras, Diego desistió de entrar en la conversación, al menos hasta que volvieran al mundo real y decidieran que era hora de hablar con los demás, Bea se encontraba totalmente sumida en sus pensamientos, intentando no decir ningún comentario que pudiera hacerle pensar a Esther que estaba celosa y que a duras penas conseguía…

B: Esto es siempre así – preguntó a Diego D: O peores – contestó

B: Genial – dijo con fastidio – no se que hago aquí – susurró sin que nadie la oyera…

Y así continuó la comida, en ocasiones las chicas dejaban sus “peleas” sobre acontecimientos pasados y prestaban atención a sus parejas, lo que hacía que Bea se tranquilizara, aunque por el más mínimo comentario volvían de nuevo enfrascarse en recuerdos de ambas…

12/Ene/2007 19:48

La comida continuó en la misma tónica hasta bien entrada la tarde, Esther y Bea decidieron marcharse a eso de las siete, pues la profesora tenía que ir al bar de su hermano esa noche y Bea estaba deseando salir de allí…

Una vez dejaron el piso de Maca y Diego, la publicista le hizo saber a Esther su descontento con todo lo acontecido aquella tarde y ésta algo descolocada de nuevo comenzó a enfadarse bastante por la actitud de su chica, aquello derivó en una bronca… E: Bea, te lo dije ayer y te lo vuelvo a repetir hoy, no me gustan los celos, es mas es que los odio – le decía una vez estaban en el piso de Esther – así que si vas seguir asi será mejor que…

Ante esto, Bea se relajó, aquella insinuación de dejar la relación hizo que se tranquilizara, no quería que aquello terminara, mucho menos por culpa de sus celos, así que pidiéndole nuevamente perdón, prometiéndole que iba a dejar de comportarse de aquella manera, consiguió que Esther también se relajara…

Y así comenzaron a pasar los días y con ellos las semanas, Bea dejó de demostrarle sus celos a Esther abiertamente pero aun así cada vez que una chica se le acercaba demasiado sentía que la sangre le hervía, pero no quería perderla y en varias ocasiones tuvo que morderse la lengua, Esther, por su parte, veía de vez en cuando algunas reacciones de Bea que no le gustaban pero siempre las dejaba pasar, sabía que Bea estaba haciendo un esfuerzo y eso lo valoraba bastante…

(14)

Varias veces habían quedado los cuatro juntos y siempre pasaba lo mismo, ellas metidas de lleno en ese mundo, Diego pensando en sus cosas y Bea con cara de pocos amigos, a Maca, quien conocía a su amiga le extrañaba mucho que aun siguiera con ella pues sabía lo poco que aguantaba Esther esas situaciones pero sin embargo, no dijo nada…

Así pasaron tres meses, en los que cada vez se veían menos, y se extrañaban más, en los que cada una hacía su vida sintiendo que algo les faltaba, pues eran demasiados los años de amistad, demasiado el cariño y la complicidad que tenían y que parecían que comenzaban a perder, aunque para ser realistas, ponían todo de su parte para que eso no pasara…

Aquel día Maca salió temprano del trabajo, sabiendo que Diego no llegaría hasta más tarde se dirigió al instituto de Esther, al verla ésta se sorprendió de verla allí

E: Ey – dijo alegre – que sorpresa ¿Qué haces aquí?

M: Pues nada, que hace como tres semanas que no nos vemos y he dicho, voy a verla a ver si puede comer conmigo – dijo mientras le daba dos besos

E: Pues me encanta la idea – contestó sonriente

Fueron a un restaurante cercano y como si se hubieran visto hacía unas horas, hablaban animadamente, y es que eso entre ellas siempre pasaba, las conversaciones, las risas y las bromas fluían solas, simplemente porque se sentían a gusto la una con la otra… E: Bueno, y tu ¿Cuándo me vas a hacer tía? – dijo con una sonrisa

M: Jaja, por ahora no, deja… que con Diego todo el día trabajando y yo que están a punto de ascenderme no tenemos cabeza para hijos – contestó

E: ¿Te van a ascender? – preguntó sorprendida M: ¿No te lo había dicho? – dijo intentando recordar E: No, lo recordaría te lo aseguro

M: Pues si, me van a ascender, puede que pronto sea la representante y gestora de todas las tiendas de ropa “Sun” de todo Madrid – dijo con una sonrisa – lo que quiere decir que voy a poder renovar mi vestuario cada vez que me de la gana – dijo bromeando E: Pero que mala eres – le dio un palo en el brazo – me alegro muchísimo – dijo ya más seria – pero me lo tenías que haber dicho en cuanto te enteraste… lo podríamos haber celebrado juntas

M: Lo se… pero es que como últimamente casi no nos vemos pues… - contestó sin ánimo de recriminación pues ella también tenía culpa de ello

E: Ya… la verdad es que hecho de menos el vernos más… - bajó un poco la cabeza M: Yo también… - contestó

El móvil de Esther comenzó a sonar, miró la pantalla y tras mirar quien era descolgó, Maca desde su asiento no se perdía detalle... E: Hola cariño – dijo medio cantando – no, es que aun no he llegado a casa… porque estoy comiendo con Maca, si con Maca… no que ha salido temprano del trabajo y ha venido al instituto a verme y nos hemos venido a comer… si… en un ratito iré para allá… bien, vale, ahora te veo… un besito – colgó el teléfono y miró de nuevo a su amiga – era Bea

M: Lo he supuesto… ¿todo bien? – preguntó

E: Si, nada, que me había llamado a casa y como no estaba se ha preocupado… M: Ya… no se – dijo con cautela – ¿no te tiene un poco controlada?

E: Pues… no, ahora ya no… al principio le daban unos celos que no veas… pero parece que la cosa se ha ido calmando… M: bueno, me alegro – contestó – porque se que no aguantas esas cosas…

E: Ya… pero por suerte ya no es así – sonrió…

Terminaron la comida y se dispusieron a pagar, salieron del restaurante y se despidieron con dos besos y un abrazo que duró más de lo previsto, como siempre ocurría… y cada una de ellas puso rumbo a su casa…

13/Ene/2007 00:09

No sabía como pero de golpe y porrazo se encontraba en una nueva pelea con Bea, habían salido a comprar y una de las cajeras del supermercado había entablado una pequeña conversación con Esther sobre algo relacionado con uno de los productos que estaba comprando y ahora ahí estaba, en su piso, soportando una vez más los celos de Bea…

B: Estaba coqueteando contigo Esther, ¿es que no te has dado cuenta? – preguntó una vez más E: Solo estaba siendo amable – contestó con intentando no perder la paciencia

B: Por favor… ¿amable? Un poco más y se te tira al cuello – decía ya algo más nerviosa E: no puedo… te juro que no puedo más con esto Bea – dijo ya muy harta de la situación… B: ¿Qué quieres decir? – preguntó de nuevo

E: Pues que ya está bien, te lo he repetido mil veces y sigues igual, yo no puedo estar con alguien que no confía en mi… y tú no lo haces… cada vez que alguien se me acerca o habla conmigo más de dos segundos te comportas de una manera que me sobrepasa… - decía hablando nerviosa – esa chica solo estaba siendo amable y tu no único que haces es cabrearte y decir estupideces…

B: No niegues lo evidente, Esther – dijo bastante enfadada – estaba coqueteando todo lo descaradamente…

E: Mira, Bea – se levantó – no tengo ganas de seguir discutiendo contigo así que si no te importa… - abrió la puerta – nos vemos mañana

Referencias

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