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Facebook como estrategia virtual del Self

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Academic year: 2017

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COMPLETO.

Bogotá, D.C., Marzo 4 de 2010

Marque con una X Tesis doctoral Trabajo de Grado X

Señores

BIBLIOTECA GENERAL Ciudad

Estimados Señores:

Los suscritos

Leonardo Díaz Velásquez, con C.C. No. 1019011236, Juan Camilo Torres Álvarez, con C.C. No. 1020720829, Edgar Urrea Mendoza, con C.C. No. 1018410342, Cesar Mario Gómez, con C.C. No. 80425504, Richard Tamayo, con C.C. No. 79795727,

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“Open Access” y en las redes de información del país y del exterior, con las cuales tenga convenio la Universidad Javeriana.

 Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido de este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en formato CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o por conocer.

 Continúo conservando los correspondientes derechos sin modificación o restricción alguna; puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación del derecho de autor y sus conexos.

De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son propiedad de los autores”, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e inalienables.

Firma, nombre completo y documento de identificación del estudiante

Leonardo Díaz Velásquez C.C. No 1019011236.

Firma, nombre completo y documento de identificación del estudiante

Juan Camilo Torres Álvarez C.C. No. 1020720829

Firma, nombre completo y documento de identificación del estudiante

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que se generan en aplicación de los principios del derecho de autor.

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TÍTULO DEL TRABAJO DE GRADO: Facebook como estrategia virtual del self AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

Díaz Velásquez Torres Álvarez Urrea Mendoza

Leonardo Alfredo Juan Camilo Edgar Alberto

DIRECTOR (ES) DEL TRABAJO DE GRADO

Apellidos Completos Nombres Completos

Gómez Montañez Cesar Mario

ASESOR (ES) O CODIRECTOR

Apellidos Completos Nombres Completos

Tamayo Richard

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Psicólogo FACULTAD: Psicología

PROGRAMA: Carrera X Licenciatura ___ Especialización ____ Maestría ____ Doctorado ____

NOMBRE DEL PROGRAMA: Psicología

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TIPO DE ILUSTRACIONES: Capturas de Pantalla, Tablas

SOFTWARE requerido y/o especializado para la lectura del documento: Ninguno MATERIAL ANEXO (Vídeo, audio, multimedia o producción electrónica): Ninguno Duración del audiovisual: ___________ minutos.

Número de casetes de vídeo: ______ Formato: VHS ___ Beta Max ___ ¾ ___ Beta Cam ____ Mini DV ____ DV Cam ____ DVC Pro ____ Vídeo 8 ____ Hi 8 ____

Otro. Cual? _____

Sistema: Americano NTSC ______ Europeo PAL _____ SECAM ______

Número de casetes de audio: Ninguno

Número de archivos dentro del CD (En caso de incluirse un CD-ROM diferente al trabajo de grado): Ninguno

PREMIO O DISTINCIÓN: Ninguno

DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES EN ESPAÑOL E INGLÉS:

ESPAÑOL INGLÉS

Procesos Sociales Social Processes

Concepto de Self Self Concept

Internet Internet

Ciberespacio Cyberspace

Redes Sociales Virtuales Virtual Social Networks

Interacción Social Social Interaction

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construcción de la identidad en Facebook, a partir del uso de sus aplicaciones. Para ello, se realizó una revisión conceptual acerca de los procesos de saturación del yo (Gergen), las conversaciones informales y sensus comunis como material de análisis (Shotter), el fetichismo de la subjetividad (Bauman) y los procesos de virtualización (Levy), en busca de construir criterios para analizar un corpus de 50 aplicaciones que operan en Facebook. Se definieron cuatro criterios de análisis que permitieron clasificarlas en matrices y evidenciar categorías emergentes. Desde la metodología de investigación cualitativa, el entrecruzamiento de estas categorías permitió un análisis de contenido que conduce a la discusión en torno a temas que evidencian las posibles implicaciones del uso de la plataforma y la circulación social de la información dentro de ella. Se discute el fenómeno de condensación de la web en Facebook, el asumir narraciones específicas a partir de constructos predeterminados, el acceso a la información sobre otros mucho más rápido y fácil, la “ciudadanía virtual”, las posibilidades de prolongación de la memoria, la segmentación de las relaciones, la apropiación de productos para construir un rostro y los límites de lo público y lo privado dentro de la plataforma

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FACEBOOK COMO ESTRATEGIA VIRTUAL DEL SELF

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Psicología

Leonardo Díaz Velásquez, Cesar Mario Gómez1, Richard Tamayo2,

Juan C. Torres Álvarez & Edgar Urrea Mendoza

1Director del trabajo de grado.

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TABLA DE CONTENIDO

0. INTRODUCCIÓN 4

0.1 Planteamiento del problema 4

0.2 Fundamentación Bibliográfica 14

0.3 Objetivos 54

0.3.1 Objetivo General 54

0.3.2 Objetivos Específicos 54

1. MÉTODO 55

1.1 Diseño 55

1.2 Procedimiento 57

1.3 Criterios 59

1.3.1 Mecanismos 59

1.3.2 Universos de Referencia 59

1.3.3Multifrenia 60

1.3.4 Máscaras del Yo 60

1.4 Categorías 60

1.4.1 Mecanismos 60

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1.4.3 Multifrenia 64

1.4.4 Máscaras del Yo 65

2. RESULTADOS 66

3. DISCUSIÓN 76

REFERENCIAS 99

ANEXOS 104

Descripción de las aplicaciones 104

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0. Introducción

0.1 Planteamiento del problema

Se conoce en el estudio de la conducta animal a aquella forma de aprendizaje llamada impronta, descrita por Konrad Lorenz al notar cómo un ganso recién nacido sigue a su madre nada más roto el cascarón (Brigandt, 2004). Una cría en sus primeros instantes de vida atiende y registra el primer objeto que se le presenta, generalmente sus padres, y este momento crea un apego inicial que reviste especial importancia para su desarrollo, aprendizaje y relación con sus semejantes.

Lorenz descubrió que si él mismo se presentaba a los nacientes gansos, le seguían como lo harían con su madre en algún estanque. Buscaban su protección e incluso más adelante le cortejaban, ignorando a otros gansos que también se encontraban en edad reproductiva. La cría de la especie humana, algo más compleja en su desarrollo que los gansos que seguían a Lorenz, no es ajena a mecanismos de reconocimiento programados en su organismo. La psique humana se encuentra así programada para reconocer la familiaridad y los patrones en la experiencia. Desde muy pequeño, el bebe reacciona a la configuración: ojos-nariz-boca (Brigandt, 2004), y es ésta una primera distinción de formas, a las que se apuntala la experiencia de cuidado. Por repetición en él tiempo, se asocian con distintos rostros diferentes experiencias relacionadas con la satisfacción de las necesidades del recién nacido, pues éste no puede mantenerse por sí mismo sin estar sujeto a otro que posibilite su viabilidad.

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productora de composiciones visuales que al ser percibidas pueden ser reconocidas y ligadas a atribuciones de las que se siguen emociones, estados afectivos, novedad, mismidad, familiaridad, y en general, comunicación. Crea códigos a los que pueden hacerse estas y otras atribuciones, que permiten ulteriormente en el desarrollo del individuo la inferencia de otros constructos como la personalidad o la identidad.

De esta forma, el rostro permite la circulación social de aquello que sustenta las atribuciones que hacen los demás, es el mecanismo de interacción con los otros, con el que se cuenta para la comunicación. Sin embargo, se hace cada vez más patente que puede hablarse de rostro más allá de la cara humana. El cuerpo también se presta para completar esta configuración susceptible de atribuciones, y el mecanismo se hace cada vez más complejo con la actual multiplicidad de rostros; rostros virtuales que redefinen y expanden los límites de la interacción. El sujeto tiene ahora presencialidad no sólo física, la existencia de internet y el continuo desarrollo de las tecnologías de conectividad global permiten al individuo en la actualidad relacionarse, circular socialmente e interactuar de maneras que hace pocas décadas eran inimaginables.

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Igualmente, el número de usuarios que conecta internet aumenta de manera exponencial con el pasar de los años. En la actualidad, cerca de mil millones de usuarios alrededor del mundo se encuentran en condiciones de acceder a ella (Kleinrock, 2008).

Este es el soporte de la nueva presencialidad que ya no depende estrictamente del cuerpo físico. Diversos autores (Salazar, 2000) han afirmado que Internet ha tenido impacto en la mayoría de las prácticas humanas, y ciertamente su calado no puede negarse. Con los medios digitales y la transmisión de información basada en internet se han acortado las distancias para transmitir un mensaje, un video, o una imagen, desde y hasta cualquier lugar del planeta.

Se ven así salvados obstáculos antes infranqueables debido a las limitaciones físicas; no es descabellado pensar que un sujeto que se encuentra en Bogotá sostenga una video-llamada con un interlocutor en Oslo, mientras éste toma un café y revisa un comentario que un conocido suyo en Bangkok ha dejado en su blog; simultáneamente, puede tener acceso a titulares de prensa de todo el mundo, y ver un video recién publicado de su artista británico favorito.

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han mencionado para la circulación social de información a través del rostro, conocido mundialmente por su nombre en inglés: Facebook (Facebook, 2009).

Esta es una red social, una comunidad social virtual, y abordarla remite a la definición que hace Valiente (2004) de esta modalidad interaccional. Las redes sociales virtuales son comunidades temáticas con existencia en internet, y que agrupan a individuos en torno a elementos comunes (gustos, nacionalidades, pertenencia a instituciones, etc.) y que, presentándose mediante un perfil, dialogando e intercambiando mensajes, desarrollan lazos variables en estabilidad e intensidad.

La implicación del sujeto en estos nuevos espacios le supone la posibilidad y la necesidad de asumir la presencialidad que ahora en la red es paralela a su cuerpo físico, y que exige, para su participación en las redes sociales, producir una identidad on-line que sumerge al individuo en toda una nueva descarga de estímulos sociales a los que tendrá que hacer frente.

Gracias a esta conectividad internacional, posible desde internet, se ven ampliadas las posibilidades del rostro y los escenarios a través de los cuales se lleva a cabo la socialización y la interacción humana; no se trata ahora sólo de un medio sino cada vez más de un espacio (Valiente, 2004), y así como es evidente la cada vez menor importancia que tienen las distancias físicas para la comunicación, es posible encontrar en la cotidianidad cómo incluso se están desdibujando los límites entre lo público y lo privado. Esta nueva modalidad de interacción, fuera de las limitaciones de la cercanía física, tiene propiedades que ciertamente han alterado las dinámicas sociales (Boyd, 2007).

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social Myspace enviaba mensajes amenazantes a la adolescente, que se suicidó un tiempo después (Stelter, 2008). A principios de abril, una gran compañía energética decidió abandonar el trato con uno de sus proveedores tras descubrir a través de mensajes en el perfil de un empleado en la comunidad Twitter, que también estaban supliendo a sus competidores (McMillan, 2009). Son noticias que, en apariencia aleatorias y triviales, muestran distintas facetas de las nuevas vicisitudes de la interacción humana y sin duda permiten dar cuenta de los nuevos fenómenos y situaciones que están teniendo lugar a partir de la conectividad internacional. Cada vez más personas utilizan y participan en conglomerados virtuales, y en ellos realizan la gran mayoría de las cosas que hacen también en la vida real (Rheingold, 1996, citado por Morado, 2000).

En estos espacios se redefinen y complejizan vertiginosamente nociones de la psicología como la identidad y el Self. Así, en las redes sociales virtuales, y en el abordaje de sus alcances y consecuencias, se encuentra un campo fértil y todavía vastamente inexplorado, que atañe a las disciplinas interesadas en la re conceptualización de las nociones tradicionales sobre la identidad. En esta medida, el presente trabajo se adscribe en una perspectiva socioconstruccionista de la psicología, pues esta es una corriente teórica interesada en cómo el conocimiento y la realidad se producen y sostienen socialmente, lo que hace de ésta perspectiva una sólida base para acercarse a la identidad entendida como una construcción social.

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2007, la primera de estas investigaciones se llamó Amor a primer click, dirigida por Martín Gáfaro y elaborada por Diana Ujueta; la segunda, fue dirigida por Maria Lucía Rapacci y se llamó Significados que atraviesan las relaciones del sujeto en el cibersexo, elaborada por Ángela Tovar, Isabel Fontalvo y Mónica Hernández.

Sin duda, la investigación relacionada con la naturaleza de la interacción en comunidades sociales virtuales resulta un territorio aún inexplorado en su mayoría; abordar un fenómeno como lo es la comunicación interpersonal en la comunidad social virtual Facebook no se encuentra lejos de los intereses de una disciplina psicológica para la que sea relevante esclarecer cada vez mas finamente las implicaciones de las tecnologías, y los escenarios posibles en estas, en la comunicación, la identidad y la circulación social del individuo. La web 2.0 se constituye en esta medida como el escenario a gran escala en el que ocurren los fenómenos objeto de esta investigación.

Este concepto se trata en realidad de un paraguas conceptual para dar cuenta de los desarrollos recientes de las posibilidades de interconexión social en internet, y se relacionan con lo que se ha llegado a conocer como blogs, wikis, servicios para compartir multimedia –streaming-, servicios de etiquetado tags- de contenidos, etc. Son estas nuevas tecnologías que hacen cada vez mas fácil un acceso a una red socialmente conectada, donde cada usuario tiene la posibilidad de agregar, publicar y editar información; el concepto de Web 2.0 se ha hecho un tanto más complejo, y en la actualidad se utiliza para referirse no solo a las tecnologías a las que se les ha dado esta etiqueta, sino a los resultados e implicaciones de estas tecnologías (Anderson, 2007).

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interés del presente acercamiento al fenómeno, al tratarse de piezas de software desarrolladas por terceros y que operan desde la página, sin hacerse necesaria ninguna instalación previa en el ordenador del usuario y que permiten mediante una variedad de mecanismos y posibilidades, la circulación de información acerca del usuario y las narraciones que este hace de sí mismo y adhiere como propias.

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Es esta otra de las complejizaciones del rostro, pues el usuario puede darse a conocer a través de estas, haciéndolas su nueva rostridad, dada la naturaleza pública de su uso y la posibilidad de circular socialmente de formas tan diversas como tipos de aplicaciones existan.

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Figura 2. Otra ejemplo de aplicación. Ambas se articulan en torno a la posibilidad de obtener una frase a manera de oráculo, ó de consulta a un personaje famoso.

Esto significa un aumento considerable de los espacios y formas en que se puede llevar a cabo la interacción. Algunos autores permiten un abordaje teórico a este fenómeno, desde Berger y Luckmann (2003) se ha teorizado acerca de cómo la realidad de la vida cotidiana se reafirma continuamente en la interacción del individuo con los otros; Keneth Gergen propone la transformación del yo manifiesto a través de las tecnologías de saturación social y John Shotter propone que el objeto de estudio de las ciencias sociales debe buscarse mas en las conversaciones como procesos de construcción de conocimiento, que en los ámbitos de la academia y los laboratorios, donde se predefine al sujeto antes de acercarse a él.

La concepción del yo que desarrolla Gergen (1992) desemboca en la supresión de éste y da paso a las relaciones y a las imágenes que cobran sentido socialmente como los nuevos componentes de la identidad, esto halla importantes resonancias con el tema de la subjetividad desde la perspectiva de Bauman (2007), donde el carácter de sujeto no es diferente al de cualquier otro artículo de consumo.

Desde la perspectiva de Shotter (1993), las conversaciones informales que se dan en la calle disponen de un componente mucho más enriquecido lingüísticamente que da cuenta de las realidades psicológicas de las personas, mucho más que cualquier forma de intervención aislada del fenómeno y que proponga la compresión del mismo bajo unas categorías mentales abstractas que definen al sujeto previamente, antes de estar en contacto con el.

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cuando juega el papel de emisor, participando en la construcción de las narrativas colectivas de las cuales se siente partícipe y actúa en consecuencia. Este proceso dialógico desde la perspectiva de Lazzarato (2006), tiende hacia la multiplicidad, puesto que las conversaciones son un proceso en el que se incorporan y se negocian las palabras ajenas en un intercambio que siempre crea algo nuevo a partir de enunciados preexistentes.

Estas concepciones confluyen en la idea de que la construcción de identidad del sujeto es un proceso enmarcado históricamente dentro de unas manifestaciones particulares, concretas de la cultura, que abren al sujeto un sinnúmero de posibilidades en el agenciamiento de tales construcciones; haciéndole participe directo y activo de la manera en como se lee ante el mundo y en los efectos que la multiplicidad de interacciones susceptibles de surgir en esta relación tienen como respuesta de este sujeto en la construcción del mundo que lo construye igualmente a él.

La multiplicidad de interacciones permiten al sujeto mostrar una variedad de formas de ser, de acuerdo a los contextos en los cuales tenga que desempeñarse, a manera de estrategias que le ayudan a responder de modos adecuados en contextos definidos, en los que se tiene que jugar las posibilidades de identidad que construye en cada uno de estos.

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se comprende como uno de los medios fundamentales para superar las problemáticas éticas que aquejan a la nación colombiana. Dentro de las áreas éticas que puntualmente están enmarcadas como ámbitos de intervención dentro de la Universidad, la intolerancia y el desconocimiento de la pluralidad y la diversidad son fenómenos que nuestra investigación puede contribuir a mitigar, informando acerca de la pluralidad de opciones y criterios de identidad que alguien puede elegir como válidos para sí en el proceso de construcción de su realidad. Surge así la pregunta que sirve de guía al ejercicio investigativo: ¿Cuáles son las posibles estrategias de construcción de la identidad (Self) en Facebook, a partir del uso de sus aplicaciones?

0.2 Fundamentación Bibliográfica

“I link, therefore I am” William J. Mitchell

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como todo el que haya despertado alguna vez puede fácilmente comprobar, viene a la experiencia consciente la sensación de ser alguien en un contexto. Aparecen rápidamente imágenes, sensaciones y recuerdos que de inmediato brindan al sujeto que se levanta de su cama la certeza de ser el mismo que fue a dormir la noche anterior; podrá reconocerse rápidamente como parte de algún entramado relacional específico, su familia, estudio, trabajo, etc.; despierta un sujeto que conoce a cierta cantidad de personas, y no pocos individuos probablemente le conocen y tienen una representación de quien es. Todo aquello que brinda la sensación subjetiva de mismidad, lo que se cree acerca de sí mismo y de los otros, la historia que se reconoce propia y lo que se da a conocer a los demás configura aquello común a cada sujeto pero que a la vez establece la diferencia interindividual, su identidad(Tapia, 2001; Ibáñez, 2004).

Ésta ha sido una categoría recorrida ampliamente por la psicología, situándose como una de sus cuestiones fundamentales. Sin embargo, su problematización y teorización pueden rastrearse desde el antiguo pensamiento griego. Larraín (2001) hace un mapa de este recorrido, remontándose a las tradiciones metafísicas escolásticas y aristotélicas que consideraban la identidad como un principio de vital importancia para el ser, proponiéndola como una lógica de pensamiento y un principio universal de no contradicción. Todo ser es idéntico a sí mismo, derivándose que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo, por lo tanto, vemos que una inicial aproximación a la identidad presenta un atributo de continuidad en la existencia, aunque no sea plenamente ó del todo consciente, es decir, una piedra seguirá siendo una piedra mientras sea evidentemente una piedra y no otra cosa.

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naturaleza de la identidad humana. La filosofía contemporánea insistió en reconocer la importancia de la consciencia de sí mismo y de su continuidad en el tiempo, posible gracias a las funciones mnémicas para la constitución de la identidad.

Estos tipos de identidad que pueden reconocerse, en términos de Larraín (2001), como ontológica y de auto reconocimiento, resultan una comprensión basada en la continua mismidad individual, y por lo tanto, ésta no es una concepción de identidad que se considere pertinente abordar en profundidad. Otro camino para abordar esta noción resulta de la aproximación que propone Ernst Tugendhat, citado por Larraín (2001), en la que se define a ésta como toda cualidad que sirve de ligazón entre los individuos y los grupos, siendo común a todos ellos, y que les permite definirse a través de ciertas características.

Se introduce el carácter subjetivo y dinámico de la identidad, y con ello se puede considerar al sujeto como activo en su construcción, sin embargo, es innegable la influencia que el entorno social inmediato y la cultura en general tienen en la construcción de identidad. Esto no fue evidente desde el principio; la concepción filosófica moderna de identidad suponía la creencia en la existencia de un sí mismo, que desde el nacimiento y a manera de esencia, permanece fundamentalmente igual durante toda la vida.

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como la forma en que los demás lo juzgan a él (Mendelberg, 2005). De cierta manera, desde Erikson se puede hablar de la identidad como un proceso intersubjetivo y relacional de reconocimiento mutuo, pues en el individuo deviene un auto reconocimiento basado en el reconocimiento ajeno que hemos internalizado (Harder, 2002).

Continuando el recorrido propuesto por Larraín (2001), vemos cómo se ha dado un reconocimiento cada vez más importante al papel del otro y sus expectativas: la idea de un sujeto producido en interacción con una variedad de relaciones sociales llegó a ser crucial. Para Mead (citada por Crespo, 2001) la identidad no preexiste a las relaciones sociales, por el contrario, se configura a partir de estas y las respuestas que otras personas ofrecen a nuestro comportamiento. Erving Goffman (1989) también concedió especial importancia a las expectativas de los otros, y la manera en que el individuo las reconoce, resaltando la puesta en escena de ciertos aspectos de sí mismo que quiere dar a conocer, y ante los cuales, los demás se forman una representación. Así, el individuo se permite disponer de distintas versiones de sí, condicionadas a su vez por los distintos contextos sociales en las cuales se desenvuelve, las necesidades de negociación y definición conjunta de lo que está aconteciendo, los marcos de sentido que entran en vigencia y todas aquellas circunstancias que sirvan de escenario a la acción.

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individual. Según Bauman (2007), el fenómeno de la identidad cultural se ve permeado por la globalización, pues ésta ha puesto a individuos y grupos en contacto cada vez más masivo con una variedad de nuevos "otros" en relación con los cuales pueden definirse a sí mismos.

El avance de los medios de comunicación a través de las señales electrónicas y las nuevas tecnologías ha hecho posible la disociación de las relaciones sociales del contexto local de la proximidad, del cara a cara. Esto supone, continuando bajo la guía de Larraín (2001), que el número de otredades significativas en la vida de un individuo aumenta de manera sustancial, a la vez que una mayor proporción de estas son conocidas sin tener contacto con su presencia física. La globalización ha modificado la construcción de identidades en la medida que ha acelerado el ritmo de cambio en toda clase de relaciones, desdibujando la continuidad entre pasado, presente y arraigo cultural.

Vemos cómo los procesos descritos permiten dar una idea de las diferentes implicaciones que puede tener el abordaje del concepto de identidad si se le hace desde diferentes puntos de vista. Surge entonces la posibilidad de diferenciar y delimitar los posibles acercamientos.

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la oposición que a ellas hace la realidad. Es la perspectiva psicodinámica un claro ejemplo de este paradigma y seguramente una fértil fuente de conocimiento sobre el funcionamiento psíquico y la constitución de la identidad, sin embargo, no es interés del presente trabajo incluirse en las discusiones de las teorías dinámicas, sin que esta salvedad represente un desconocimiento de las mismas.

Finalmente, y completando esta descripción de los posibles abordajes a la identidad que hace Crespo (2001), se encuentra una perspectiva narrativa. Esta posición asumeque nuestra identidad se va conformando individual y distintivamente de acuerdo con aquellos elementos (creencias, atribuciones, etc.) que se van incorporando a la propia definición. Es en este sentido que se afirma que el ser y la acción se encuentran de acuerdo con aquello que narramos sobre nosotros mismos, pues este proceso permea el sentir y el hacer. Así, la auto percepción en un rol u otro tiene efectos distintos. Gergen (1992) señala que las diferentes narraciones que construyen los mundos sociales no se presentan linealmente, son en cambio, segmentos de narraciones incompletas siempre e inconclusas. Al ser presentadas de esta manera, las diferentes narraciones se entretejen permitiendo la emergencia de distintos sentidos a partir de las relaciones que se establecen entre estas.

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sociales virtuales, y específicamente Facebook, como territorio de la presente investigación.

Resulta complejo pensar en volver a un mundo en el que no existan las comunicaciones digitales y los sistemas inalámbricos. Ciertamente, los avances tecnológicos en el campo de la comunicación inalámbrica y la convergencia entre tecnologías analógicas y digitales han permitido que los computadores y la conectividad global a través de internet reciban un uso más masivo y un desarrollo vertiginoso en infraestructura y tecnología.

Los orígenes de internet se pueden rastrear a la guerra fría y a los desarrollos científicos del gobierno estadounidense en respuesta a la carrera tecnológica que la Unión Soviética lideraba en 1957 cuando fue lanzado el Sputnik, primer objeto puesto en órbita. ARPA (Advanced Research Projects Agency) fue el proyecto gubernamental que, entre otros grandes avances, se encargó de la investigación en procesamiento de señales digitales, hipertexto, y creación de redes de computadores (Kleinrock, 2008).

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Resulta en la actualidad una plataforma totalmente diferente a la experimental, costosa y clasificada red computacional primigenia. Desde entonces, la asociación entre tecnología y conectividad se asocia también al desarrollo tecnológico e infraestructural, y el desarrollo en las herramientas que hacen de internet una plataforma comunicacional de enormes implicaciones y posibilidades psicosociales. Kleinrock (2008) hace un extensivo recorrido por los hitos fundacionales de la historia de Internet. Tras su nacimiento, resulta pertinente recordar el desarrollo en 1991 del primer sitio web.

Para esto fue necesario el desarrollo de la WWW (World Wide Web), que emerge de investigaciones y desarrollos informáticos en torno a la idea de interconectar páginas, espacios en línea, que puedan ser visualizados y editados. El desarrollo de un cliente web, un navegador, que permite visualizar en formato de hipertexto (html) aumentó las posibilidades de interacción y cercanía con la información (Anderson, 2007).

Desde los navegadores, hizo su aparición el correo electrónico basado en estos; pronto, lo que era una novedad reservada al secreto gubernamental se convirtió en realidad cotidiana para un millón de personas en 1992, quinientos millones en 2002, y mil setecientos treinta y tres millones en la actualidad, cifra que crece exponencialmente (2009, Miniwatts Marketing Group).

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individuos, y por lo tanto, resulta en una suma de experiencias comunicativas diferentes en tanto los diferentes medios que utilizan.

La aparición de lo que en la actualidad es el concepto de Web 2.0 se puede rastrear al año 2004, cuando Dale Dougherty, en ese entonces vicepresidente de

O’Reilly Media Inc., una importante compañía mediática estadounidense famosa por la

publicación de libros y páginas web temáticas de la tecnología informática, utilizó el término en una serie de discusiones en torno al futuro de la Red. Ya en el 2006 existía gran revuelo por la existencia de esta aparente nueva versión de internet, actualización consistente no solo en los desarrollos en tecnologías web, sino en las aplicaciones y servicios que de estos avances emergen, el software social, como lo denomina Anderson (2007), y la adopción de estos nuevos mecanismos, aplicaciones y servicios por parte de millones de personas, tratándose de un fenómeno social de base tecnológica.

Las características de la Web 2.0 se agrupan, según Anderson (2007), en aplicaciones y servicios basados en la red, sin que se haga necesario instalar software o hardware adicional. Muchas de estas tecnologías han estado en uso por años e igualmente un gran número de aplicaciones son agregadas cada día, creadas por los mismos usuarios, o grupos de usuarios. Estos desarrollos muchas veces se tratan de actualizaciones de mecanismos web ya existentes.

Los “Blogs” se encuentran entre estos mecanismos, y son páginas web en las

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constituye la esencia del Blog como un lugar para el intercambio de opiniones y la interconexión con información web y otros blogs.

Las “Wikis” son páginas en las que la información que muestran puede ser

accesada y editada por cualquiera en capacidad de visualizarla, constituyéndose así en una herramienta que permite la colaboración en la producción de conocimiento conjunto. El etiquetado o tagging, es la asignación de una palabra clave a un contenido digital, como otro sitio web, una foto, un video, etc., para describirlo y categorizar así sus contenidos. Este mecanismo permite marcar, agrupar y compartir la naturaleza de los contenidos etiquetados. La posibilidad de compartir información multimedia, ó streaming, se hace patente en el gran crecimiento y desarrollo de posibilidades en la red

para almacenar y compartir casi cualquier contenido audiovisual de forma fácil e independiente del ordenador desde el que sean consultados.

Otros servicios como el podcasting permiten la descarga de archivos de audio de conversaciones, entrevistas, lecturas, y en general, contenido verbal que pude luego ser reproducido por el usuario a voluntad en un dispositivo portátil ó en su propio navegador. La tecnología de formato RSS resulta otro desarrollo, en el que se permite al usuario la búsqueda de actualizaciones en sitos compatibles con la tecnología RSS, sin tener que de hecho visitar el sitio web. En su lugar, la información sobre los sitios a los que se puede suscribir el usuario de RSS, es visualizada a través de un “feed” un espacio en el que se recoge una sinopsis de los contenidos que son publicados en los sitios y contenidos con los que enlaza.

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filtrar contenido, réplicas de software de oficina (procesador de texto, visualizador de diapositivas, creador/editor de tablas, etc., y las comunidades sociales virtuales.

Es posible considerar las comunidades sociales virtuales como una de las modalidades de interacción en las que, desde Internet, se juegan las posibilidades de la vida más allá del cara a cara. Una comunidad es definida por Valiente (2004) como un tipo de relación que puede surgir entre individuos en un espacio físico determinado; en su perspectiva, la palabra virtual no hace referencia a una naturaleza ilusoria, sino a su relación directa con el uso de la tecnología de la comunicación para ponerse en relación con otros. El concepto de virtual pone de manifiesto que existen nuevos soportes técnicos para relacionarse con los demás.

A este respecto Pierre Levy (1999), quien se ha dedicado a estudiar el fenómeno de las comunicaciones a partir del puente entre los medios tecnológicos y la complejización de las relaciones humanas, identifica la palabra virtual con un proceso ontológico a través del cual la realidad dada se complejiza, modificando las posibilidades de acceder a la representación de los hechos tal y como se habían presentado antes, problematizando el contexto en el cual interviene, realizando cambios entre las posibilidades de organización social inherentes a de dicho contexto.

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espacios público y privado, es así que los equipos portátiles pueden implicar conexión permanente y ejercicio de prácticas laborales en contextos diferentes al laboral, mostrando que aquello que se presenta como una solución, implica de forma paralela transformaciones en los mecanismos de organización del tiempo y las interacciones del sujeto.

Para comprender esta noción es menester indicar la relación entre cuatro categorías realizadas por Levy, estas son lo posible, lo real, lo virtual y lo actual.

Levy indica una relación entre lo real y lo posible que pone la existencia como la única condición para que lo posible no esté contemplado dentro de lo real, ello quiere decir que lo posible es idéntico a lo real; idéntico en cuanto no implica ninguna transformación, ninguna creación, lo posible se manifiesta con las mismas características que se ha presentado en el pasado. Un ejemplo de esto, es la posibilidad de que mañana llueva, en caso de que sucediera, ello no implicaría una nueva transformación en las relaciones causa efecto que se deriven de ese hecho.

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Las redes sociales virtuales se unen por factores compartidos de diversa índole, lo que conduce a que interactúen entre sus miembros más que con miembros de otros grupos a través de las posibilidades tecnológicas. Estas son, en su modalidad virtual, un nuevo espacio de socialización que fue investigado inicialmente por Rheingold (citado por Valiente, 2004) reconociéndose desde entonces diferentes tipos de comunidades. En las comunidades de debate se dialoga con personas en tiempo real a través de canales de chat. “Los participantes deben adoptar un apodo para ser identificables, pero lo pueden cambiar a su antojo (…) a la hora de presentarse ante los demás, cada participante puede

dar los datos de sí que le parezca oportuno o, incluso, crear una identidad distinta, práctica que suele ser bastante frecuente” (Valiente, 2004).

Las comunidades técnicas de investigación o acción política representan el agrupamiento de sus miembros en torno a un fin investigativo o de acción, sin que la interacción se dé por fuera del tema que les estructura. Las comunidades de organizaciones e instituciones se refieren a las redes que reúnen a los miembros de una institución, con la intención de tomar decisiones en común, compartir información y generar pertenencia. Siguiendo la clasificación de Valiente (2004) el último tipo de comunidades virtuales son las de socialización, discusión o juego; en éstas es necesario inscribirse y crear un perfil a través del cual un usuario puede establecer lazos con otras personas sin importar su locación. Esta es la red social virtual, y representa un tipo de comunidad más estructurado y organizado que establece toda una serie de posibilidades de interacción que complejizan las cuestiones acerca de la identidad que se han abordado anteriormente.

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fundamentalmente, son sitios que ofrecen la posibilidad de crear un perfil, tener contactos y la posibilidad de intercambiar comentarios con ellos y agrupaciones de ellos. Este autor indica cómo los portales web Friendster y Myspace fueron los que iniciaron el auge de este nuevo espacio de socialización, sin embargo, es momento de acercarse a Facebook y sus mecanismos

Figura 3. Presentación de Facebook como una herramienta para enlazar y compartir con otros

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Tales espacios se hallan en la posibilidad de crear un perfil, en el que a manera de un Blog, pueden publicarse diversos contenidos (un mensaje breve, un enlace, una canción, etc.). Estas publicaciones, y los comentarios que generan son publicados en un Feed llamado “Home”, a manera de pantalla de bienvenida tras el acceso a la aplicación.

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Estas dos páginas, el perfil y el “feed” principal agrupan dos niveles interaccionales en la plataforma, siendo el espacio personal de contenidos propios (que sin embargo es público y puede ser consultado por los otros usuarios, y el espacio público, donde se puede consultar casi en tiempo real la actividad y publicaciones de aquellos a los que se enlaza como contacto.

Figura 4. Página principal de la aplicación, Feed con la actividad de los contactos

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publicación de listas, notas, etiquetas y cualquier contenido que funcione dentro de la plataforma

Figura 5. Visualización de agrupaciones de usuarios en torno a intereses

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que pueden ser modificados en esta configuración de la aplicación, instalación que es prerrequisito de cualquier uso ulterior que se haga del software.

Figura 6. Instalación inicial de una aplicación

A partir de este momento, en el que se aceptan las condiciones de uso de la aplicación, y se configuran las preferencias de privacidad que restringen los niveles de acceso a la información, cada pieza operará de forma diferente. Una descripción del funcionamiento de 50 de estas aplicaciones se encuentra en la sección de anexos

Se hace evidente como Facebook es una plataforma que inscribe al sujeto en no pocas de las implicaciones que derivan de sus características. Se construye así, en la interacción, una realidad que da sentido a los participantes de la aplicación en el marco de su naturaleza tecnológica; se hace necesario entonces indicar algunas precisiones acerca de la perspectiva que permite dar cuenta de lo que ocurre en tal interacción.

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cual se forma la identidad, como aproximación al sí-mismo que se hace desde el socio-construccionismo, privilegia las narrativas que se construyen en conjunto con el otro y bajo la influencia contextual en la interacción.

Así, desde esta corriente se propone al conocimiento de la realidad como producto social, construida en la experiencia de la interacción. Desde la psicología, autores como Harré, Gergen y Shotter se suman a esta perspectiva que implica a la persona en un contexto social, desde su desarrollo y maduración biológicos, inmerso en un entramado relacional con otras personas, presentándose a sí mismo de diferentes formas de acuerdo a los contextos en los que se desenvuelva y anclado en el lenguaje como herramienta de sentido. Tras la implicación del individuo en un contexto interactivo, sus esfuerzos de adaptación constituyen la identidad, es decir, los “sí mismos” o “selfs” que se producen al moverse en distintas situaciones y entornos. Así,

interactuar construye y deconstruye continuamente la identidad y las presentaciones que de ella se hace (Goffman, 1989).

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Gergen (1992) afirma que las autobiografías de los sujetos no se construyen de manera autónoma ni sobre una verdad objetiva o históricamente “correcta”, por el contrario, se construyen conjuntamente mediante la validación social o contextual de las narraciones que las componen. Se genera así una sociobiografía, cuya implicación en una plataforma social virtual trae consecuencias para los individuos usuarios de la herramienta. En el proceso de construcción de tal biografía social, las personas se encuentran en un proceso de cambio constante en el que deben presentar diferentes narraciones a los demás, con el fin de aumentar sus posibilidades de relación con nuevas personas o comunidades con las que empieza a existir la posibilidad de conectarse (Bauman, 2007).

Este aumento en la conectividad global, de la mano con la evolución del internet, ha desligado de la esfera de lo personal e inmediato a lo público y lo privado. En la medida en que la interacción entre individuos deviene a través de espacios virtuales donde las restricciones físicas de privacidad están desdibujadas, como lo sugiere Boyd (2007). La vida de las personas se encuentra mediada por una avalancha de estímulos sociales que pueden saturar la cotidianidad y permearla profundamente, permitiendo que cada sujeto se encuentre constantemente con la posibilidad de construcción y reconstrucción de sí desde múltiples frentes.

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diferentes a las acostumbradas, a la vez que representa validez para la persona, saturando así de posibilidades al yo, posibilidades que se superponen continuamente.

Las diferencias culturales a las que se empieza a tener acceso posibilitan el encuentro con realidades alternas, influjo constante que hace de la identidad algo más que un estado fijo: resulta un proceso en constante cambio y transformación (Gergen, 1992).

Esta concepción de cambio constante del yo, entendido como un proceso que se construye, más que como un ente estable o claramente reconocible, abre la posibilidad de pensar las diferencias entre los sujetos, determinadas en cierta medida por los patrones culturales, las concepciones de validez y el lenguaje que se usa en un momento histórico concreto y en una locación delimitada que permite hablar de cierta manera del sí mismo y de los demás.

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La saturación social imposibilita frecuentemente responder adecuadamente a todos los estímulos provenientes de las nuevas conexiones y las nuevas redes a las cuales se pertenece, y es precisamente en este momento en el cual entra a ser necesario lo que Gergen (1992) denomina la “multiplicación del yo”, que hace referencia a la capacidad de estar significativamente presente en más de un lugar a la vez. Gracias a este proceso, el tiempo y el espacio dejan de ser un limitante de las relaciones con otros con quienes es posible interactuar, y a quienes se puede imitar, admirar y conocer. Las comunidades virtuales en general aparecen como una posibilidad de multiplicarse y estar presente para los demás, sin importar si se está dormido, atendiendo a una diligencia o realizando cualquier actividad que, sin la existencia de las comunidades virtuales limitaría la interacción con una sola persona o un grupo reducido. El estar siempre presente, conjuntamente con el tener acceso continuo a los demás, permite que se refleje la multiplicidad ilimitada; las posibilidades siguen ascendiendo hacia una infinidad de “yoes” de los cuales se puede hacer uso en el momento en que se crea

pertinente; el encuentro cara a cara con el otro ya no es necesario, y aún después de la muerte, la cual es el fin de la existencia del individuo, se pueden hacer trascender las relaciones mediante estas tecnologías.

Esta multiplicación permite a cada sujeto cumplir con las exigencias que le demanda el mundo socialmente saturado, pero tiene también consecuencias en distintos ámbitos. Uno de los primeros cambios que Gergen (1992) advierte tiene que ver con la televisión, puesto que permite que los personajes presentados en ésta se multipliquen mucho más que cualquier otra persona, logrando que estos sujetos tengan una cobertura mundial. Estos “yoes” que se multiplican a tal escala, presentan sus características y se

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manera Gergen (1992), señala cómo las personas están más enteradas de quienes son los personajes de sus series favoritas y afirman parecerse más a sus personajes favoritos, que lo que saben y comparten con sus vecinos.

Las formas en que las relaciones se empiezan a tomar dentro del mundo social saturado, son precisamente las que definen ahora la vida y al individuo, por lo que es importante dar una descripción del mundo al que se hace referencia cuando se habla de saturación social.

El mundo social se ha saturado producto de la implicación de los desarrollos tecnológicos en la vida cotidiana de las personas, como se mencionó anteriormente. Gergen afirma que “por obra de las tecnologías de este siglo, aumentan continuamente

la cantidad y variedad de las relaciones que entablamos, la frecuencia potencial de nuestros contactos humanos, la intensidad expresada en dichas relaciones y su duración”, agrega que “cuando este aumento se torna extremo, llegamos a un estado de

saturación social” (Gergen, 1992, p. 92). Esta expansión de las relaciones tiene dos

componentes principales para tener en cuenta. El primero hace referencia a la perseverancia del pasado, puesto que gracias a las tecnologías de saturación social, ni la distancia ni el tiempo son obstáculos para mantener las relaciones con los demás. El segundo supone la aceleración del futuro.

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afinidad entre las personas que al poco tiempo pueden convertirse en sentimientos de amistad (Gergen, 1992).

En este mismo sentido, Bauman (2007) puntualiza que el papel de la tecnología consiste en hacer más eficientes los procesos que ya existen previamente. Las personas hoy en día se pueden ahorrar los procesos de recopilación paulatina de información acerca de los demás, puesto que pueden acceder a toda esta información de manera instantánea, cambiando sustancialmente las formas de relación existente.

Las relaciones que se desarrollan dentro de un mundo con estas características, son diferentes de las que existían antes en las comunidades donde todas las relaciones se manejaban cara a cara. Se sustituye entonces la identificación con el otro, la cual se basaba en la percepción de identidades semejantes para darle paso ahora a los intereses compartidos (Bauman, 2004). Esta nueva forma de identificación abre las posibilidades para el sujeto de pertenecer a comunidades que sólo son accesibles gracias a las tecnologías de saturación social (Gergen, 1992), y con las cuales se genera un “nosotros” aunque las personas que también pertenezcan a esta categoría sean

completos extraños o individuos de los cuales se conozca muy poco (Bauman, 2004).

Otro proceso importante que se desprende de los fenómenos previamente mencionados (saturación social y desarrollo tecnológico), hace referencia a la colonización del yo, que según Gergen (1992), se refiere a la adquisición de múltiples posibilidades de ser para cada sujeto, que emergen en momentos específicos y pueden traer contradicciones a las concepciones unitarias de pensar en el sí mismo.

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habitan en otros continentes y de los fenómenos relacionales posibles y probables. Este conocimiento permite a un individuo componerse con algún tipo de experiencia, aunque esta venga exclusivamente por esta vía. Por ejemplo, un niño que se enfrenta al divorcio de sus padres ya tiene una representación de lo que es el divorcio, probablemente obtenida de la exposición a programas de televisión, páginas en internet, etc., y así, probablemente cuenta con un repertorio que le permite “saber” las posibles maneras de

reaccionar ante tal situación (Gergen, 1992).

Estas nuevas adquisiciones de saberes también son adquisiciones de nuevas formas de ser en el mundo, las cuales tienen utilidades específicas y son las que ayudan a configurar la perspectiva posmoderna del yo, perspectiva que no hace referencia ya a un ente fijo, sino a un proceso que está en constante cambio y transformación en la medida en que se relaciona con el entorno. La añadidura de todas estas nuevas voces genera contradicción al momento de hablar de la identidad puesto que como afirma Billig citado por Gergen (1992), las personas suelen estar de acuerdo con que debería haber igualdad social y las jerarquías deben respetarse, ó que sus prejuicios son justificados pero que no es bueno ser intolerante. Billig sostiene entonces que la capacidad para la contradicción es necesaria para responder a las exigencias prácticas del mundo social saturado.

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En el camino que se recorre para llegar a este estado, cada otro que se incorpora dentro del yo, entra con sus valores, sus gustos y deseos, convirtiéndose esto en escenarios compartidos. Estos requieren atención y esfuerzo por parte de cada uno, produciendo un compromiso con las nuevas exigencias que se plantean y los deseos que se instauran limitando al yo en ciertos aspectos. Dentro de este marco las personas entran a ser definidas por la manera en que responden a las diferentes situaciones. Entonces es posible ser amigo, padre, hijo, estudiante, amante, entre otros, manteniendo las relaciones por medio de la reiteración del cumplimiento del papel dentro del cual se desempeña en cada momento. En el mundo social saturado estos papeles se multiplican cada vez más, imprimiendo en la vida cotidiana más exigencias a satisfacer en menos tiempo.

Se puede señalar como segundo elemento a destacar dentro del estado multifrénico, que toda la información nueva que entra en las posibilidades de conocimiento para cada persona permite incorporar nuevas realidades al yo, dejando al sujeto incapaz de responder a todas las nuevas consideraciones de lo que puede ser conocido y considerado como bueno o deseable.

Es entonces cuando la tecnología y la posibilidad de la inmediatez permiten al sujeto relacionarse con todas estas nuevas consideraciones de manera simultánea. Según Bauman (2007), la persona se ve en la tarea de hacerse visible al mundo, el cual aparece cada vez más relacional y con mayores posibilidades de desempeño en diferentes papeles para cada quien, puesto que la invisibilidad supone la “muerte” de la persona en

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lado otros, permitiendo que el sujeto escape de los riesgos que existen al momento de presentarse ante el mundo como una totalidad. Las partes o los papeles que se muestran, son los indicados para conseguir ciertos fines (Bauman, 2007).

Finalmente, todas estas nuevas consideraciones desembocan en el receso de la racionalidad de los individuos, que supone que al tener acceso a nuevas informaciones, se vuelve cada vez mas difícil mantener los consensos sociales que sostienen las formas de racionalidad bajo las cuales es entendido un fenómeno, puesto que las formas de racionalidad dependen de las comunidades que las validan y al tener acceso a diferentes “verdades”, la persona se enfrenta a diferentes dilemas acerca de lo que puede hacer y el

poco tiempo del que dispone para esto (Gergen, 1992). Esto permite pensar en la reflexividad como la crisis de las verdades. A partir de la disipación del yo en la cultura posmoderna, la reflexividad se convierte en el proceso en que cada individuo pone en duda las distintas verdades que se le presentan en su cotidianidad; y es precisamente la crisis de pensar en verdades universales lo que cada día dota a los individuos de la auto reflexión. Pero estas dudas también están sujetas a la crítica ya que también se construyen sobre relatos que son conjuntamente aceptados y asumidos por distintos grupos sociales.

Cuando se llega al estado multifrénico, el yo como entidad concreta se pierde para darle paso a la relación personal: “el individuo se ha visto despojado

paulatinamente de las huellas tradicionales de la identidad: la racionalidad, la intencionalidad, el reconocimiento y la coherencia a lo largo del tiempo (…) la

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límites de las consideraciones acerca del yo o de la identidad, Gergen indica como “Si

hay múltiples voces y cada una proclama una realidad distinta, ¿la de quién habremos de privilegiar, y sobre qué base?” (Gergen, 1992), y esto pone en tela de juicio a una

presunta racionalidad en la subjetividad. Gómez (2007), señala que la producción de la subjetividad es un proceso de carácter doble, en el cual existe la producción de una forma de vida particular que se reafirma a partir de las composiciones que la producen, y la vida como pura apertura, la cual hace referencia a las posibilidades de diferentes vidas, que tienden hacia lo ilimitado, la multiplicidad de composiciones posibles, y los mecanismos que permitan producirlas.

En cierta medida, ser de cierta manera, implica hacer un cierre (aunque sea momentáneo) que deja de lado todas las otras posibilidades que se presentan a cada segundo en el mundo socialmente saturado (Gergen, 1992).

Lo anterior nos remite a la manera en que el yo se empieza a construir en la época posmoderna. Para Gergen (1992), las maneras de autodescribirse o autodefinirse, parten de perspectivas específicas, las cuales tienen implicaciones a la hora de relacionarse. El yo entonces se convierte en un producto de las relaciones que generan estas perspectivas, y esta visión es la que remplaza las nociones desde la lógica tradicional de siglos anteriores en la historia occidental.

Estos cambios en la construcción del yo posmoderno se dan en tres fases que Gergen (1992) reconoce. La primera fase hace referencia al “manipulador estratégico”.

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beneficios sociales. En este momento la pregunta que emerge, no es acerca de quién es cada uno, sino de cuál es la utilidad de ser de diferentes modos en diferentes contextos.

La segunda fase de la construcción es la “personalidad pastiche”, la cual hace referencia a “un camaleón social que toma en préstamo continuamente fragmentos de

identidad de cualquier origen y los adecua a una situación determinada” (Gergen, 1992,

p. 196). En este punto la personalidad se comercializa, es decir construye a partir de posibles apariencias que respondan de manera adecuada a momentos, situaciones o intereses específicos. Este fenómeno es descrito también por Bauman (2007), quien afirma que las personas se ven en la necesidad de promocionar un producto que tenga características deseables y atractivas para los demás, lo que conlleva a que hagan todo lo que este a su alcance con el fin de lograr aumentar el valor de mercado que tiene el producto que venden, el cual no es más que ellos mismos. La multiplicidad y la posibilidad de ser de muchas maneras, tiene recompensas en el mundo posmoderno, puesto que permite al individuo desenvolverse de manera exitosa en contextos completamente diferentes sin objeción alguna. Para la personalidad pastiche, el yo ya no existe más allá de aquel que se construye en el mundo social, por lo cual todo es susceptible de ser usado en función de la propia necesidad del momento y de la multiplicidad en general.

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El yo relacional desdibuja entonces los límites entre lo público y lo privado, y también convierte al yo en nosotros. Para Bauman (2007) la invisibilidad en una sociedad posmoderna (o de consumidores como él la llama), supone la muerte del sujeto, de manera que éste debe ocuparse de la tarea de su continua renovación y de hacerse visible para los demás. Ya el sujeto no es el centro de las decisiones, saberes y demás, sino que por el contrario todo esto se desplaza al entorno social. El lenguaje toma entonces la forma de la relación y las palabras toman sentido en el momento en que se consigue el consentimiento de los demás. El yo queda entonces reducido a la función de quien cumple el papel en determinados ámbitos (Gergen, 1992).

La concepción de yo que desarrolla Gergen, que desemboca en la supresión de éste, le da paso a las relaciones y a las imágenes que cobran sentido socialmente como los nuevos componentes de la identidad, lo cual permite abordar el tema de la subjetividad desde la perspectiva de Bauman (2007), donde el carácter de sujeto no es diferente al de cualquier otro artículo de consumo.

“La sociedad de consumidores (o de consumo) refiere a un conjunto específico de condiciones de existencia bajo las cuales son muy altas las probabilidades de que la mayoría de los hombres y mujeres adopten el consumismo antes que cualquier otra cultura, así como las de que casi siempre hagan todo lo posible por obedecer a sus preceptos.” (Bauman, 2007, p. 77).

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convertirse en un artículo de consumo, o que los sujetos son los productos que ellos mismos promocionan, sino que también se adquieren los productos y servicios que el mercado ofrece, en función de obtener de estos su valor para transferirlos a sí mismos como portadores de aquel objeto. Es entonces cuando en el mundo de las relaciones, objetos tales como la ropa, la música y demás, dejan de tener un fin netamente práctico como en el pasado y se convierten en objetos que “pueden expresar algo de cada uno”,

dotando a la persona que los consume de la posibilidad de decir algo de sí mismo por intermedio de estos. Es aquí donde nos encontramos una vez más con la imagen presentada como la nueva concepción del yo.

Para Bauman (2007) consumir significa invertir en la pertenecía a la sociedad, es decir el “ser vendible”, ya sea como trabajador, como amigo, como sujeto merecedor de

ser tenido en cuenta por los otros, y demás papeles en los que se decida incluirse, siempre en pro del aumento del atractivo personal de manera que aumente el valor social y la autoestima de cada uno. En este marco, las relaciones personales son evaluadas en función del costo y el beneficio que estas mismas puedan proporcionar. Cada sujeto evalúa la pertinencia de sus relaciones y decide si vale la pena o no invertir los costos que se demandan para la obtención de lo que el otro ofrece. Sin embargo, no se puede llegar a ejercer como consumidor sin primero haberse convertido en producto.

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como aloplástico, en el cual “enfrentamos siempre vidas cualificadamente producidas

en agenciamientos específicos” (Gómez, 2007, p. 255). Estos agenciamientos son los

que contienen los significados que los diferentes productos y servicios cobran dentro de esta nueva manera de relación.

Para Bauman (2007), este tipo de prácticas se mantienen gracias al “fetichismo

de la subjetividad”, el cual se define como el mecanismo que mantiene la ilusión de

singularidad de todos los individuos que hacen parte de una sociedad de consumidores, permitiendo la identificación y la ilusión de representación de un “sí mismo” en un sin

número de elementos posibles para ser adquiridos.

Maffesoli, citado por Bauman (2007), define muy bien las anteriores consideraciones de pensar el sí mismo tanto como producto, producción, consumidor y relación. “Soy quien soy porque los demás me reconocen como tal” (p. 115). Esta

afirmación nos permite problematizar entonces las visiones individuales del sí mismo dándole consistencia a lo que se expuso anteriormente acerca de la producción social de la identidad.

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circulación de información por medio de esta, en adición a los comentarios de otros usuarios, respondiendo esta interacción a un universo de sentido colectivo compartido. Los efectos que esto tiene para la identidad individual se generan en la construcción de una realidad conversacional con otro hablante, en el marco de unas prácticas discursivas comunes a ambos.

Shotter (1993) defiende la idea de que las formas tradicionales de relacionar y aplicar el conocimiento, que él denomina prácticas monológicas, imponen una metodología de relación entre el mundo y la persona; en procura de sostener una realidad única y verdadera, se han enfrascado en una relación de sujeto-objeto con aquellos a quienes han querido estudiar, distanciándose del fenómeno aplicando allí los mismos sistemas con los que estudiaron el entorno natural.

Al hacer esto, las formas tradicionales han desconocido que la infinitud de las posibilidades humanas se deben discutir partiendo del reconocimiento de que las narrativas son construcciones de la multiplicidad de interacciones que se han construido conversacionalmente, y por eso, tienen sentido dentro del lenguaje al que responde la evolución de una comunidad y no desde una serie de categorías de discriminación de la actividad mental y el análisis de repertorios conductuales.

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como interpretamos el mundo. Por otra parte, Vygotsky (citado por Shotter, 1993) señala que el proceso de internalización en la comprensión del mundo no es la construcción de una supuesta representación mental con la configuración de un estado de cosas en la realidad, sino la organización de una manera socialmente inteligible del mundo de acuerdo con instrucciones que en algún momento los demás nos dieron y que ahora permiten interiorizar tal mundo como un concepto.

Las comunidades en las cuales se construyen las primeras formas de hablar que luego se van a transformar, y cuya transformación dependerá de la manera en que se den las relaciones entre los hablantes, son denominadas por Shotter (1993) como “sensus communis”. Es en estos nichos sociales donde las personas aprenden inicialmente el uso del lenguaje; el “sensus communis” es entonces el espacio compartido donde la realidad del sujeto tiene mayor representación y en donde se juegan las estrategias comunicativas que se adapten mejor a las condiciones de respuesta social que la persona ha construido.

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Esta noción nos permite reconocer al lenguaje como la posibilidad de construir y dotar de afectos e ideas de manera organizada a aquellos elementos externos para configurarlos en prácticas discursivas que se dan en las conversaciones cotidianas informales. Este proceso de producción afectiva y significativa se da a través de una multiplicidad de formas que las mismas prácticas discursivas reconstruyen históricamente con respecto a un contexto específico con apreciaciones éticas determinadas que dotan de sentido dichas conversaciones, por oposición a una concepción del lenguaje como mero sistema de símbolos y significados con unas reglas específicas de composición.

Shotter (1993) invita a construir una nueva forma de concebir las relaciones sujeto-objeto a través de lo que él denomina la versión retórica del socioconstruccionismo, en la cual defiende entre otras cosas la idea de que los discursos son en realidad prácticas y, por tanto, las formas de hablar se comprenden como los procesos fundamentales para la construcción de dichas prácticas discursivas.

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Dichas formas de hablar son las que construyen el mundo relacional del sujeto y son estas formas de hablar de las cuales se vale el sujeto para interpretar su existencia y dar cuenta de ella, según Shotter la ilusión de una posibilidad privada de la vida en la cual las personas se ven como “medios atómicos cerrados en sí mismos y esencialmente

indiscernibles” surge también de la configuración de una manera de hablar que le permite a las personas narrarse a través de un modelo preestablecido que se ha esquematizado durante años.

Shotter (1993) cita a los Dinka y a los Hopi como un tipo de comunidad cuya configuración verbal responde a maneras básicas de hablar que se han configurado de una manera radicalmente diferente a la nuestra, en lo que concierne a la forma de concebir la vida psicológica del sujeto. Los Dinka y los Hopi, al parecer, carecen de una noción de consciencia individual y, a la hora de referirse a fenómenos como la voluntad y el reconocimiento de los propios sentimientos revelan que les son dados a través de una fuerza desconocida que deviene de manera externa.

Estas maneras de abordar el sí mismo permiten pensar en Facebook como un lugar idóneo para la presentación de narraciones, un espacio que amplía las posibilidades de interacción con otros individuos implicando de manera exponencial a nuevos coautores en la narrativa.

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científicos un interés puntual por analizar el fenómeno desde diferentes abordajes y paradigmas.

Desde diversas disciplinas cómo la sociología o la psicología se intenta dar cuenta del fenómeno en torno a conceptos tales como los tipos de personalidad, las formas de identidad, las implicaciones éticas de las relaciones virtuales, el peligro que corren infantes al estar expuestos a este tipo de plataformas y la lectura de formas de interacción a través de las aplicaciones de la herramienta virtual entre otros. (Nichols, 2008)

Facebook, como red social, plantea el modelo de comunidad más exitosa de este estilo. Hasta el año 2006 la plataforma contaba con 26 millones de usuarios y con un millón de páginas abiertas diariamente, siendo en la actualidad un número mayor a los 300 millones de usuarios (Facebook, 2009). Es en parte debido a los alcances de la herramienta en cuanto a posibilidades de expresión y comunicación lo que la ha hecho tan convocante (Boyd, 2007)

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como audiencia, quienes seleccionan la información de su interés y retroalimentan al emisario (Nichols, 2008).

Dentro de aquello que se muestra como más convocante en Facebook resalta el hecho de publicar información, y hacer que esta circule socialmente a través de la plataforma, sin embargo, los aspectos negativos de este fenómeno no se hacen esperar. Nichols, (2008) señala como se ha encontrado que Facebook se utiliza como medio para convocar reuniones que fortalecen aspectos discriminatorios como el racismo y la incitación al vandalismo.

Según el psicólogo estadounidense Jeffrey Jensen Arnett, (citado por Goodstein ,2007), a través de Facebook se experimenta lo que él denomina audiencia imaginaria, categoría ampliamente descrita en los estudios sobre adolescentes. Las personas pueden hacer amigos fácilmente en Facebook, pudiendo tener la sensación de una gran audiencia de personas que observan las numerosas listas de amigos que tienen en sus perfiles. Sin embargo esto no siempre es verdad, puesto que la mayoría de las personas que aparecen como amigos en un perfil de Facebook no se conectan constantemente y realmente se preocupan por observar los perfiles de las personas que son más cercanas. Bauman (2007) sugiere que este efecto surge de la necesidad de reconocimiento que las personas demandan en la actualidad, ya que se genera la necesidad de hacerse visible al mundo, puesto que la existencia de los individuos queda sujeta a las relaciones que establecen con el mundo que cada vez se mueve y cambia más rápidamente.

Figure

Figura 1. Captura de pantalla de una aplicación en funcionamiento, en este caso “Galletas de la fortuna”
Figura 3. Presentación de Facebook como una herramienta para enlazar y compartir con otros
Figura 4. Página principal de la aplicación, Feed con la actividad de los contactos
Figura 5. Visualización de agrupaciones de usuarios en torno a intereses
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