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UNIVERSIDAD AUTóNOMA hlETKOt’OLITANr.4 ETAPALAPA

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UNIVERSIDAD

AUTóNOMA

hlETKOt’OLITANr.4

ETAPALAPA

_ _ _ _ ”

DIVISION DE ClENClAS BIOL-OGICAS Y DE !.A SALUD.

DINLMICA

DEL

VIH

EN

UN

PROGRESOR LENTO

HACIA SIDA

BAJO

LA

ACCIóN

DE UNA

QUINIIOTERrlPIA

COiMBINADA.

TESINA

QUE PAKX OBTENER EL TITULO DE:

P R E S E N T A :

BIOLOGO EXPERliC1ENl’AL

ANGEL MARTiNEZ GALICIA.

(2)
(3)

“Cualesquiera que hayan sido nuestros

logros, alguien nos ayud6 siempre a alcan~arlos”

Con adrniracicin y profundo agradecimiento .i MAIMA ESTHER Por toda una vida de lucha, que cristaliza en la mayor Herencia que pudiera recibir: mi formacih profesional.

Con c.1 rnris profundo agradecimiento A MIS TIOS: GUADALUPE, ROSA MARIA, SOCORRO, JAVIER

Y MIGUEL ANGEL por todo el apoyo y estimulo de superacicin que me infundieron.

A cada uno de mis maestros por los conocimientos que me Brindaron y por su infinita paciencia al haccrlo, de verdad MIL GRACIAS.

Un agradecimiento especial a cada uno de mis compañeros de la subdireccih tknica de Alumbrado Público del Gobierno del Distrito Federal por su apoyo y facilidades

otorgadas para la realización dc cstc trabajo.

A la memoria de mis Abuelos los señores .Juan Galicia Montcs y Angela Balcal-ar Perez

Y de corazón

...

A aquella quien fuera la primera profesora en mi vida académica hace unos ayeres:

(4)

Un agradecimiento especial:

AI director de mi tesina el Dr.

Jorge

X. Velasco Hernández por la oportunidad brindada para integrarme a su grupo de investigación, abriéndome las puertas a mundo que no conocía antes y que de verdad es fascinante; además de su gran entusiasmo y compromiso mostrados por éI y su grupo de trabajo durante la realización de este proyecto reflejan su extraordinaria calidad humana, ejemplo

que comparten cada uno de los miembros de este grupo.

AI Q.F.B.

José

Antonio Garcia, compañero de grupo y asesor de la parte biológica de'este trabajo, cuyos puntos de vista imparciales y

su

impresionante caudal de conocimientos en inmunología fueron fundamentales para llevar a buen puerto este proyecto, mis

más

sinceros agradecimientos por los conocimientos y

consejos impartidos.

A la Dra. Catherine Garcia por impartirme todos los conocimientos necesarios en el manejo de las ecuaciones diferenciales y sus aplicaciones a la biología, y por estimularme a saber cada día

más

y superarme. Alguien con una extraordinaria calidad

como

investigadora y ser humano.

AI Dr. Raúl Alva Garcia, por su apoyo y entusiasmo con que compartió sus vastos

.' conocimientos en estas áreas de frontera en biología, así como sus oportunos

consejos. Además por ser alguien muy especial como maestro y persona ya que sus clases me sirvieron de estimulo para llamar mi atención sobre la nueva

biología.

Al M.C. Eduardo Casas, por su apoyo y apertura de ideas durante el desarrollo de

mi

Pdl,

sin duda alguien con una extraordinaria calidad como ser humano y maestro.

A cada uno de los compañeros de la licenciatura en biología experimental por motivarme al alcanzar mi objetivo. Un agradecimiento especial para la bióloga experimental Alejandra González Paredes y

los

futuros biólogos experimentales Jorge Ortega Diaz, Juan M. Garcia, Angelica Quintana, Adelina Garcia, Diana Villar y Bentham Borrayas quienes han estado al tanto de mis avances, por

su

amistad y apoyo durante todo mi PDI.

A quienes han sido

mis

profesores durante las diferentes etapas de

la

licenciatura. En especial para los profesores: Jose Guadalupe Reyes Victoria de quien aprendí el gusto por las matemáticas, Rodolfo Velasco y Rafaela Tapia quienes me introdujeron al fascinante mundo de

los

rnicroorganismos,

a

Joaquín Herrera

y Hector Serrano por sus útiles consejos y apoyo, Francisco Alarcon por los conocimientos impartidos y por último a José Ramírez Pulido y Irma Lira por

compartir conmigo sus conocimientos vastos en zoología y evolución, cosa que hacían con un gran gusto que contagiaba a todos los que estabamos en sus

(5)

U.

A.

M.

12TAPALAPA

BIELIOTECA

"Si viviéramos en un planeta donde nunca cambia nada, habría poco que hacer.

No

habría nada que explicarse.

No

habría estimulo para la ciencia. Y si viviéramos en un mundo impredecible, donde las cosas cambian de modo fortuito o muy complejo, seríamos incapaces de explicarnos nada. Tampoco en este caso podría existir la ciencia.

Pero

vivimos en un universo intermedio, donde las cosas cambian, aunque de acuerdo a estructuras, a normas, o según nuestra terminología, a leyes de la naturaleza. Si lanzo un palo al aire, siempre cae hacia abajo. Si el Sol se pone por el oeste, siempre a la mañana siguiente sale por el este. Y así comienza a ser

posible

explicarse las cosas. Podemos hacer ciencia y por mediación de ella

podemos perfeccionar nuestras vidas."

(6)

R E S U M E N .

La aplicación de quimioterapia combinada en

un

progresor de bajo riesgo

hacia

SlDA

(progresor lento) a sido uno de

los

puntos más controvertidos

desde la aparición de

los

agentes antirretrovirales. Se especula que la

aplicación de quimioterapia combinada en pacientes con conteos de CD4

superiores a 500/mm3 no muestra evidencia de beneficio alguno, y que tal

medida solo traería como consecuencia la activación

del

proceso infeccioso,

estimulando incluso la aparición de mutantes del VIH resistentes

a

los

fármacos

en cuestión.

Otros

en

cambio creen que aun con un

conteo

superior

a

los

500 CD4/mm3 es indispensable la aplicación de tratamiento

para reducir

el monto del reservorio.

El modelo matemático aplicado a esta investigación es

el

desarrollado por

Perelson y

Ho

en 1996, con la inclusión de la ecuación logística para

el

crecimiento regulado de las c6lulas T no infectadas. Por lo que en este

modelo se analiza la dinámica de tres poblaciones: Células TCD4 no

infectadas, TCD4 infectadas y virus infecciosos, sin quimioterapia,

con

monterapia y quimioterapia combinada.

Los

gráficos

obtenidos de

las simulaciones muestran que

la

quimioterapia

combinada (IRT

+

IP) sobresale en cuanto a resultados por sobre la

monoterapia; la respuesta de

la

poblaci6n de células TCD4 no infectadas es

notable ya que esta se incrementan del valor inicial (600) hasta casi 1000

CD4/mm3 que

es muy cercano a

los

valores de referencia b6sales (1200

CD4/mm3 ). La viremia tarnbib disminuye considerablemente alcanzando

niveles de hasta 18 virioneslml,

sin

sobrepasar los 30 viriones/ml en su

(7)

máximo, lo que contrasta con los valores entre 40 y 50 virionesl ml

obtenidos con la monoterapia. Sin embargo no existe una diferencia muy

marcada en la disminución de las

TCD4

infectadas con monoterapia y con

quimioterapia combinada (de apenas 6 CD4/mm3 ), lo que puede ser

indicativo de la formación de reservorios para el VIH, sin embargo la

diferencia 'con tratamiento y sin tratamiento en este ultimo caso si es

notable, lo que significa una disminución en el número de TCD4 que sirvan

de reservorio para el VIH. Hechos que parecen apuntar a una aparente

reconstitución del sistema inmune.

La información obtenida de este trabajo puede ser de utilidad en el

(8)

El 5 de junio de 1981 en la revista Morbidity and Mortality Weekley Review

editada por los CDC (centros para el control de enfermedades) de Estados Unidos

de América, se describe el caso de cinco jóvenes afectados por una forma rara de

neumonía provocada por Pneumocvstis carinii. Además de tratarse de una

enfermedad poco común, todos los casos mostraban evidencia de una profunda

inmunodeficiencia caracterizada por un número anormalmente bajo de linfocitos T

CD4'. La anterior descripción constituye propiamente el "acta de nacimiento" del

síndrome de inmunodeficiencia adquirida, ahora conocido como SlDA (Romero,

1998).

Actualmente se estima que 34 millones de personas están infectadas con el virus

de la inmunodeficiencia humana

(VIH),

de las cuales 24 millones

(aproximadamente el 70%) se encuentran en Africa. En las diferentes regiones del

mundo la enfermedad muestra patrones modificados en su propagación y

síntomas; por ejemplo, en Africa los infectados por VIH tienen 11 veces más

probabilidades de morir en los primeros 5 años de enfermedad y 100 veces más

probabilidades de desarrollar el denominado sarcoma de Kaposi, un cáncer aun

no vinculado a otro virus( The International AIDS conference, 2000). En nuestro

pais el ultimo informe indica la notificación de poco m i s de 4370 casos nuevos

hasta el primer trimestre del 2000 en todo el temtorio nacional (Dirección general

de estadística de la SSA).

La evolución clínica de la enfermedad presenta diferentes etapas, entre las que se

puede mencionar daño constitucional, en la que el enfermo pierde peso muy

(9)

digestivo. Más tarde aparece la etapa de infecciones oportunistas, por organismos

patógenos diversos, dando lugar a enfermedades como neumocistosis,

toxoplasmosis, criptosporidiosis, asperguiliosis, candidosis, tuberculosis, herpes

(simplex y zoster), enfermedad citomegálica, infecciones bacterianas de etiología

diversa (salmonelosis, sifilis, faringitis). Cuando el paciente no recibe tratamiento

específico contra

el

VIH y ha logrado sobrevivir a enfermedades oportunistas,

la

última etapa de la enfermedad es la de daño sistémico a diferentes órganos,

aparatos y sistemas (Valdespino, 1995).

El establecimiento de las nuevas terapias antirretrovirales activas o TARA en

español (o el anteriormente conocido HAART en ingles) han llevado a un control

de la viremia como no se había observado antes en la historia de la epidemia; lo

que se ha evidenciado por pruebas clínicas y de laboratorio que sugieren un

restablecimiento de la actividad inmune normal en un número significativo de

pacientes, logrando niveles no detectables de carga viral. Además muchas de las

infecciones oportunistas refractarias a tratamiento como la candidiasis,

tuberculosis e infección por citomegalovirus remiten a largo plazo después de la

aplicación de la terapia antirretroviral (Powderly, 1998).

MARCO TEóRICO.

VIRUS DE

LA

INMUNODEFICIENCIA HUMANA.

El VIH pertenece a la familia Rettuviridae. Los retrovirus se encuentran

ampliamente distribuidos en la naturaleza (mamíferos, aves, reptiles, anfibios y

peces), son capaces de producir en las células infecciones latentes a

largo

plazo y

(10)

progresiva, enfermedades mortales que incluyen el síndrome de consunción y la

degeneración del sistema nervioso central (SNC). Se han identificado dos

variantes íntimamente relacionadas de ViH el 1 (característico en la mayor parte

del mundo) y el 2, que es más común de los países africanos, y se encuentran

emparentados con el virus de la inmunodefíciencia simia (SIV). Ambos se

diferencian en estructura genómica y antigenicidad, con solo el 40% de hornología

en su secuencia de ácidos nucleicos (Abbas, 1999).

l. Estructura.

La estructura característica de una partícula infecciosa de VIH consta de 2

cadenas idénticas de ARN, de aproximadamente 9.2 kilobases(kb) de longitud

cada una, rodeadas de una cubierta de proteínas vírales que a su vez está

rodeada por una envoltura formada por una bicapa fosfolipídica derivada de la

membrana celular del hospedero, aunque incluye proteínas de membrana

codificadas por el virus. El VIH comparte con todos

los

retrovirus conocidos elementos tales como repeticiones terminales largas (LTR) al final de cada

genoma, que regulan la integración viral en el genoma del hospedero; expresion

génica del virus y replicación viral; secuencias Gag, que codifican para las

proteínas p25 y p17, derivadas de un precursor común (p55), proteínas que

forman parte de la cubierta; secuencias Env, que codifican para gp120 y gp41

(glucoproteínas de la envoltura) y las secuencias pol que codifican para la

transcriptasa reversa, endonucleasas, proteasas y integrasas virales requeridas

para replicación viral. Además de otros 6 genes reguladores, que incluyen vpr, vif,

tat, rev, nef, y vpu, cuyos productos controlan la replicación viral de varias

(11)

2.

CICLO VITAL.

Las células blanco del VIH son las denominadas células T, más específicamente,

los

linfocitos T CD4+, que orquestan las respuestas de defensa del cuerpo contra las infecciones. El VIH reduce drásticamente el número de linfocitos T y con ello

deja al cuerpo muy vulnerable a una amplia gama de organismos causantes de

infecciones. Una vez que el VIH entra en contacto con el linfocito se une a una

molécula de superficie del mismo, conocida como CD4, que actúa como receptor,

permitiendo el paso del virus a través de la membrana celular. Los correceptores

del virus que se unen al receptor del linfocito son los recientemente descritos

receptores de las quimiocinas CCR5 y CXCR4 (Dittmar, 1997). Incluso se piensa

que una delección en el gen que codifica para el correceptor CCRS (CCR51132)

juega un papel importante en la progresión hacia SIDA, individuos homocigotos

para el mismo están protegidos contra

la

infección por VIH, mientras que aquellos que son heterocigoticos para

CCR5A32

presentan baja carga viral (estado pre-

SIDA) y progresion tardía hacia SIDA (Sullivan, 2001). Una vez dentro de la

célula, el VIH esta listo para transferir su material genético.

Una vez que e l virión del VIH penetra la célula, las enzimas del complejo

nucleoproteínico se hacen activas y comienza el ciclo reproductor

del

virus. La

cubierta de nucleoproteinas del virus se desestructura, el genoma ARN del VIH

se transcribe a

la

forma del ADN de doble hélice por acción de la transcriptasa

(12)

del ADN viral en el genoma de la célula hospedera. A esta forma integrada del

ADN del VIH se denomina provirus. Una vez integrado este provirus en el genoma

de la célula, no hay forma de eliminarlo. Sin embargo para que se produzca la

enfermedad como tal pueden pasar desde algunos meses hasta años, cuando el

ADN viral se activa, comenzando una nueva transcripción, es decir el ADN viral

sintetizará de nuevo ARN viral que es liberado del nricleo de la célula hacia

el

citoplasma de la misma en donde tomará parte de la membrana celular para

completar su estructura externa. En este punto del ciclo infeccioso intervienen

proteínas producidas por el virus utilizando la maquinaria celular y que le son

indispensables para completar su replicación. La tarea de corte de estas

proteínas es llevada a cabo por la enzima proteasa, que funciona como una tijera:

recorta la cadena proteíca, y forma fragmentos del tamaño necesario para

construir las nuevas proteínas del virus. Una vez completo el virus, estos salen de

la célula infectada en busca de otras células a las cuales infectar. Los puntos de

actividad enzimática donde se están centrando las estrategias de quimioterapia

anti-VIH en la retrotranscriptasa y proteasa (Crandall, 1999).

3. INMUNOLOGfA DE LA INFECCIÓN POR VIH.

La infección por el VIH produce una aiteración de

la

función de los sistemas

inmunitarios específicos e innatos. Se destacan más los defectos en la inmunidad

(13)

l. La mayoría de las manifestaciones de inmunodeficiencia, incluyendo

infecciones y tumores, se deben a una falta de células T CD4'. De la cifra

normal de 1200/mm3 se puede pasar a menos de 100/mm3 en un SlDA

plenamente desarrollado. Para que esto suceda pueden transcurrir varios

meses o años (hasta más de 10 años en algunos individuos). Dado que

los

T CD4' son esenciales para

los

procesos inmunitarios celulares y humorales frente a varios microorganismos, la pérdida de estos linfocitos es

la causa de que los pacientes con VIH se hagan susceptibles a múltiples

infecciones y neoplasias. La mayor parte de estas infecciones y neoplasias

ocurren cuando que el número de células T CD4' cae por debajo de las

200

células por mm3 .

11. La inmunodeficiencia por VIH también puede deberse a alteraciones que

son independientes de la disminución de los linfocitos. O sea que aparecen

alteraciones en la función del sistema inmunitario en la infección por VIH

con recuentos normales de células T CD4' .

La reducción de CD4' en una infección por VIH puede deberse a efectos directos

e indirectos. Entre los primeros se tiene la lisis de CD4' (causada por la gemación

viral), el efecto citopático de la unión de gp120 al CD4 recién sintetizado

o

reciclado, lo que da lugar a la formación de células multinucleadas gigantes o

sincicios letales tanto para las células T infectadas como no infectadas por VIH,

grandes cantidades de ácidos nucleicos vírales no funcionales tóxicos para las

células infectadas, interferencia de la síntesis y expresión de proteínas celulares.

Los efectos indirectos se caracterizan por lisis indirecta a causa de una respuesta

(14)

inhibición de la maduración en el timo de las células T CD4' y apoptosis debida al

entrecruzamiento del CD4 por la gp120 soluble (Abbas, 1999).

Otros

dos tipos celulares también pueden influir en la infeccióil por VIH, estos son

los fagocitos mononucleares y las células dendríticas foliculares. Los macrófagos

son relativamente resistentes a los efectos citopáticos del VIH, probablemente

debido a la necesidad de una elevada expresión de CD4 para la citotoxicidad

inducida por el virus; sin embargo, pueden infectarse por fagocitosis de otras

células infectadas, o endocitosis mediada por el receptor-

Fc

de los viriones VIH

recubiertos de anticuerpos. Aunque los rnacrófagos pueden infectarse, no son

destruidos por el virus, pudiendo convertirse en reservorios del mismo. De hecho

la cantidad de macrófagos infectados supera a la de iinfocitos T en diversos tejidos

de pacientes infectados por el VIH (Farreras, 1996).

Se

han observado respuestas inmunitarias específicas humorales y celulares

contra

el,

VIH, con una respuesta temprana similar contra cualquier virus, y de hecho la mayoría de los virus presentes en células T infectadas y en el plasma son

destruidos. Sin embargo esta respuesta no es suficiente para destruir a todos los

virus y en la mayor parte de los casos la infección acaba por superar

al

sistema

inmunitario. Esto como consecuencia de la destrucción de las células protectoras

por el virus y de

la

gran variabilidad genética del mismo, producto de

la

elevada

tasa de errores en la transcripción inversa.

Lo

que permite al virus evadir no solo

la respuesta inmunitaria sino también a los fármacos empleados en su contra

(15)

MARCO DE

REFERENCIA.

TRATAMIENTO DE LA INFECCIóN POR VIH.

l . Técnicas Diagnosticas.

La nueva generación de drogas antiiirales (Apéndices 2 y 3) y la amplia

disponibilidad de

las

pruebas PCR para determinar la carga viral, han abierto un

nuevo sendero para el tratamiento del VIH.

Hoy

en día se posee información sobre la rapidez con que el virus se replica, dónde se reproduce y cómo responde

a

Ics

tratamientos, por lo que la investigación sobre SIDA se centra actualmente

en la forma como se usan los fármacos, por

lo

que se espera una mayor efectividad en el combate contra la infección (SIDNETS, 1998).

La determinación de la situación más aproximada de cada paciente respecto a

la

relación hospedero-parásito, y el establecimiento de un pronóstico puede

obtenerse recurriendo a algunas variables, medidas por técnicas de laboratorio,

dos de

las más

importantes son: la determinación y cuantificación de linfocitos T

CD4' y la estimación de la carga viral.

A. Cuantificación de CD4.

La cuantificación de linfocitos totales da una información general de las

condiciones de' respuesta del sistema inmune, pero con la determinación del

número linfocitos T CD4' se puede establecer muy cercanamente la posibilidad de

alguna infección oportunista; se sabe que por debajo de los 500

/mm3

la

posibilidad de infección por Candida es muy alta; con cifras entre 200 y 500 las

infecciones más frecuentes son neumonía neumoukica, tuberculosis pulmonar,

(16)

sarcoma de Kaposi; con cifras menores de 200 /mm3 , pueden presentarse

patologías tales como: neumonía por P.carinii, enfermedad herpética discriminada,

toxoplasmosis, criptococosis crónica, micrmporidiosis, tuberculosis extrapulmonar,

o leucoencefalopatía multifocal progresiva; cantidades menores a 50 incrementan

la probabilidad de infección generalizada, debida a citomegalovirus y el complejo

Mycobacten'urn avivurn (Terrés, 1998).

B. Carga viral.

La estimación de la carga viral en sangre, aunque no refleja la situación en los

tejidos ni en cada una de las estructuras que componen al cuerpo humano, sí

proporciona una idea de

los

niveles de virus que se han alcanzado en el paciente por el qvance lento pero progresivo de la infección causada por el VIH. La carga

viral permite conocer hasta dónde ha ganado terreno el virus en la relación

hospedero-parásito, en el entendido que ante cargas vírales muy elevadas el

hospedero ya no presenta acciones de defensa útiles y por lo tanto el virus va

dominando la relación, el sistema inmune es incapaz de proteger y el daño en el

organismo será creciente(CastiIlo, 1998).

Los resultados de la prueba de carga viral se expresan como el número de copias

de RNA del VIH por

mililitro

de plasma (copias por ml) y puede variar de menos de

400 copias

por

ml a vanos millones de copias por ml. Se ha encontrado que 10s

niveles de carga viral se correlacionan directamente con el tiempo de progresión y

de supervivencia y se ha observado que, a menor carga viral, es mayor el tiempo

(17)

que se requiere para progresión de la enfermedad y de supervivencia. Es

frecuente expresar la carga viral en forma de un logaritmo de base 10; por

ejemplo, si en una primera determinación se encuentran 100,000 copias del virus

por mililitro, entonces:

La

disminución de 1 log, es igual a la disminución en un factor de 10 del

número de copias, es decir, una disminución a 1 O000 copias por mililitro.

La disminución de 2

log,

es igual a la disminución en factor de 100 del número

de copias, es decir, una disminución a 1 O00 copias/ml.

Una disminución de 3

log,

es igual a la disminución

en

un

factor de 1000 del número de copias, es decir, a 100 copiaslml.

Las variaciones de 0.3 log de una muestra inicial a otra pueden deberse a

variaciones en la técnica, mientras que las que presentan cambios mayores a 0.5

log reflejan cambios reales. Por

lo

tanto, para considerar que un tratamiento es

efectivo, los cambios no deberán ser mayores a 0.5 log (Castillo, 1998).

Usando como parámetros la carga viral y el número de linfocitos CD4, se puede

establecer en términos generales, aunque todavia de forma cambiante, que con

conteos de

CD4

por debajo de 50 células por mm3 y cargas virales por arriba de

50000 copiadmi, el pronostico será muy grave, con grandes posibilidades de

(18)

2. Qumioterapia.

El descubrimiento de la actividad de la zidovudina contra el VIH ha alentado

siempre la posibilidad de curación como la meta más importante en el tratamiento

del

SIDA. La aparición de nuevos medicamentos antirretrovirales, sus

combinaciones y la elección del momento adecuado para emplearlos, crea

grandes expectativas sobre la posibilidad de supresión total de la actividad viral:

en unos pocos años la infección ha pasado de ser una infección inevitablemente

mortal a una con gran potencial de tratamiento a largo plazo.

El conocimiento de la historia natural de la enfermedad y la determinación de

desarrollo de complicaciones, primero a través de la medición de linfocitos T CD4'

y el número de copias de VIH en suero, hace posible prevenir el desarrollo de

infecciones oportunistas y así modificar la progresión de la enfermedad. Además

la cuantificación viral proporciona un parámetro muy sensible de respuesta al

tratamiento (Deyton, 1996).

Inmediatamente después de la infección primaria, una población de T CD4' de

memoria (en reposo) hospeda una población viral en estado de latencia (provirus),

que la convierte en un reservorio del virus refractario al tratamiento. Un tratamiento

durante esta etapa temprana, disminuiría la magnitud del reservorio (cosa que no

sucede durante la terapéutica tardía);

lo

que la situaría como teóricamente ideal para un posible tratamiento. Sin embargo ningún tratamiento garantiza

la

supresión completa del virus durante tanto tiempo (la vida media de los T 0 4 ' de

memoria es en promedio de 23 años), por lo que la erradicación total del virus es

una meta poco realista (Ponce de León, 2000). El reto actual es primero el

(19)

tiempo, y el estimular la liberación del virus de los reservorios donde se encuentra.

Un primer paso es lograr una supresión potente y duradera con el mínimo de

efectos secundarios y mayor apego posible por parte del paciente al tratamiento.

Pronto el número de antivirales llegará a 15 medicamentos, lo que produce 204

combinaciones triples y 1028 cuádruples,

lo

que hace imposible evaluar

clínicamente todos estos tratamientos, por ello se recomienda al médico limitarse

a combinaciones que efectivamente hayan demostrado beneficios tangibles

(Rangel-Frausto, 2000).

1. Medicamentos.

La terapéutica actual depende de la disponibilidad de 3 grupos principales de

medicamentos:

lnhibidores nucleósidos de la transcriptasa reversa (NRTls). Bloquean la

transcripción reversa (la creación del ADN viral) por ser pedazos señuelos para

.

construir el ADN.

0 lnhibidores no nucleosidos de la transcriptasa reversa (NNRTls). Interrumpen

la transcripción reversa, por atarse a la enzima, impidiendo su funcionamiento.

0 lnhibidores de la proteasa (IPS). Bloquean la acción de la proteasa, enzima que

corta las cadenas de proteínas del VIH en fragmentos específicos para crear

una partícula viral funcional.

Otros medicamentos que están aún en fase experimental podrían incorporarse a

los

esquemas de tratamiento ya existentes. Estos son: inhibidores de la integrasa,

(20)

ejemplo de este tipo de inhibidores; otros son

los

denominados inhibidores de fusión (p. ej., el T-20 de Trimers, Inc).

Estos

últimos

solcl

disponibles en U.S.A. .

Hasta el momento

los

úniccs disponibles son

los

primeros tres grupos mencionados líneas arriba (Info-red SlDA Dpto. de Salud de Nuevo México). En

nuestro país

solo

se encuentran disponibles

los

dos primeros grupos (Rangel- Frausto, 1998).

11. Combinaciones de medicamentos.

El establecimiento de nuevas terapias antirretrovirales activas (TARA), han

llevado a un control de la viremia como no se había observado antes en

el

desarrollo de la epidemia. Las evidencias clínicas y de laboratorio sugieren

el

restablecimiento de la actividad inmune en un número significativo de pacientes

con VIH una vez que se ha alcanzado

la

supresión de la viremia, es decir, cuando

se logran niveles no detectables de carga viral (Pontesilli,, 1999).

Las combinaciones de medicamentos que funcionan bien conjuntamente son:

-

Nucléosido-nucléosido. Son las combinaciones más estudiadas a nivel

mundial.

-

lnhibidor de la proteasa más dos nuclósidos. Combinación más potente que la

anterior. Produce una mayor y más prolongada reducción de la cantidad de

virus en la sangre. Esta terapia ofrece las mejores probabilidades de controlar

la infección por VIH durante un largo tiempo.

-

Un no nucléosido y dos nucléosidos. Combinación igualmente potente que la

(21)

-

Un no nucléosido y un inhibidor de proteasa. Las interacciones entre

los

medicamentos de esta combinación varían de una persona a otra, pudiendo

interferir uno con la actividad del otro. Se recomienda manejo precautorio de

este esquema hasta que se completen más estudios clínicos.

Hasta el momento se estudian otras 4 posibles combinaciones, pero aún se

desconoce el régimen más seguro y efectivo (Markowitz, 1997).

Cabe señalar que tales aseveraciones no son exactas para el 100% de

los

casos

(como sucede en muchos fenómenos biológicos). Debido a la variabilidad genética

inherente a cada individuo, por lo que la aparición de efectos secundarios y aún

los

efectos benéficos de tales tratamientos cambian de un individuo a otro (Hirsh,

1998).

3. Categorías de pacientes según el riesgo de progresión a SIDA.

El inteyalo entre la infección primaria o el síndrome retroviral agudo (si ocurre) y

el desarrollo de las condiciones que señalan la evolución hacia el estado de

inmunosupresión y SlDA es muy variable, pero en general tiene un promedio de 8

años. Sin embargo se han descrito casos en

los

que aparecen infecciones graves

características de SlDA sólo dos años después de la exposición al virus, y en el

otro extremo, individuos con más de 10 años sin datos clínicos ni inmunológicos

de progreso de la infección. Durante este lapso de silencio clínico el individuo no

presenta una morbilidad diferente a la de la población seronegativa de su

comunidad, aunque la replicación viral continua, en pequeña escala, en los

ganglios linfáticos, con efectos inmunológicos e histopatobgicos que han sido bien

identificados (Romero, 1998). Dos marcadores inmunológicos relevantes de

(22)

evolución hacia el SIDA lo constituyen sin duda el numero de linfocitos CD4/mm3

y la carga viral (particutas víraleslml) mencionadas anteriormente. Precisamente

con base en estos marcadores puede establecerse de manera aproximada (más

no absoluta) el riesgo de evolución a SIDA. Se ha encuadrado a los pacientes en

3 categorias de riesgo:

i> Progresores "lentos" o supervivientes a largo plazo:

Son pacientes que permanecen asintomáticos por periodos inusualmente largos

(superiores a los 10.5 años) y que mantienen títulos elevados de linfocitos CD4

mayores a 500/mm3 . Las explicaciones de este fenómeno apuntan en dos

direcciones: 1) factores de baja patogenicidad del VIH, y 2) menor susceptibilidad

genética del hospedero mediante una respuesta inrnunológica distinta.

Estos

pacientes se caracterizan por cepas de VIH con baja virulencia (baja actividad

citotóxica), baja carga viral (menos de 20,000 copias por ml), ausencia de

anticuerpos promotores (que facilitan la entrada a macrófagos y células

CM),

intensa respuesta antiviral de células CD8 (por conservar una subpoblación capaz

de sintetizar factor antiviral celular

o

FAC), preservación estructural de

10s

ganglios linfáticos y recientemente se puede agregar la mutación en el gen que

codifica para el correceptor CCR5 (CCR5632) mencionada en un apartado

anterior (Sullivan, 2001). Tales pacientes constituyen menos del 1% de 10s

casos.

ii) Progresores promedioPacientes con promedio de supervivencia de 10.5

(23)

por conteos de

CD4

entre 200 y 499/mm3 y cargas virales entre 20000 y

50000 copias por ml.

iii) Progresores rápidos:

Constituyen poco menos del 30% de

los

casos. Entre la infección y

la

muerte

existe un periodo inferior a

los

5 años. Se caracterizan por un conteo de CD4 inferior a las 200/mm3 y cargas vírales elevadas por arriba de las 50000 copias

por mi. (Reyes-Terán, 1994)

PROPUESTA:

Uno

de los aspectos poco explorados y que mayor controversia han causado, es

la aplicación de quimioterapia combinada en pacientes con bajo riesgo de

evolución hacia SlDA (progresores lentos). Algunos especialistas proponen que un

tratamLento en fases tempranas puede ser benéfico para el paciente prolongando

el periodo de aparición de

los

síntomas característicos del SlDA (Ponce de León,

2000); otros, sin embargo, promueven la idea de que este trae escasos beneficios

o ninguno al paciente en cuestión, y que en muchos casos podría ser perjudicial

por la pronta aparición de cepas resistentes a los antirretrovirales

o

inducir en

muchos casos la expresión rápida de la enfermedad (Schooley, 1999). Por lo que

el presente trabajo pretende analizar la dinámica de la infección en progresores

lentos bajo la acción conjunta de dos antivirales ( un inhibidor de la transcriptasa

reversa y de la proteasa) utilizando el modelo propuesto por Perelson y Ho (1 996),

empleando datos chicos, así como valores numéricos en

los

parámetros usados

(24)

OBJETIVOS:

General: Analizar la dinámica de la infeccion por WIH (numero de T CD4"

infectadosho inftxtados y carga viral) a lo largo del tiempo en un progresor de

bajo riesgo hacia SlOA caracterizado por permanecer asintomático por periodos

superiores a los 10.5 años y con títulos de CD4/mm3 superiores a 500 (Reyes-

Terán, 1994), bajo la acción de una quimioterapia combinada utilizando el modelo

de Perelson y Ho con base a datos clínicos y parámetros numéricos no usados

antes

en

otros

modelos similares, con el

fin

de obtener una poyección aproximada de la dinámica real de la infección en un progresor de

bajo

riesgo.

Objetivos individuales:

1. Analizar la dinámica normal de las células T CD4' infectadasho infectadas y

carga viral en el plasma de un progresor de bajo riesgo.

2. Analizar la dinámica de las células T CD4" infectadasho infectadas y carga

viral en un progresor de bajo riesgo, bajo monoterapia, con un NRTl y/o con

un IP.

3. Analizar la dinámica de las células CD4 infectadash0 infectadas y carga viral

bajo la acción de una biterapia NRTI-IP.

4. Comparar entre sí las dinámicas bajo mono- y biterapia, así como cada una de

estas con la- dinámica normal de las células CD4 infectadash infectadas y

carga viral en el plasma de un progresor de bajo riesgo.

(25)

incrementando asimismo el número de células T no infectadas a niveles

superiores a

los

obtenidos en una monoterapia.

EL MODELO.

Dadas

las

características del progresor lento (asintornatico por un periodo de

tiempo superior a

los

10.5 años y conteos de TCD4 no infectados entre 500 y 700),

la

aplicación de un modelo matemático resulta ideal, ya que nos permite

hacer una proyección muy cercana de

lo

que sucedería en un período de tiempo determinado con sus conteos de TCD4 no infectados/infectados y carga viral .

El modelo que se empleará para

el

presente trabajo est:a basado en el articulo de

Alan Perelson y David D. Ho (Perelson y Ho, 1996), introduciendo en este la

ecuación logística para la dinámica de las células T CD4 no infectadas.

El modelo original de Perelson y Ho incluye a los siguientes elementos ( o

compartimentos):

Dinámica de las células T infectadas.

Dinámica de las partículas vírales infecciosas.

El modelo asume que el VIH-1 infecta a sus blancos, que son

las

&lulas T no

infectadas a una tasa constante (denominada tasa de infección "k). Antes del

comienzo de la quimioterapia la dinámica de estos compartimentos puede

(26)

TNFECTADAS POR CDJ' infectadas de virus perdidas por

UNIDAD DE por unidad de unidad de tiempo

TEMPO tiempo

I I I

viriones

INFECCISOS infecciosos

por unidad de tiempo

infecciosos perdidos por unildad de tiempo

Aquí se considera que la población de células T no infectadas se mantiene

constante en el tiempo. Para la aplicación de agentes antirretrovirales se

introducen en ambos compartimentos los términos: (1- ~ F ! T ) en el primer cajón del

compartimento (1) y (l-qp,) en el primer cajón del compartimento 2, donde T)RT y

rpl denotan los indices de efectividad para los inhibidores de la transcriptasa

reversa y de la proteasa respectivamente. Para un inhibidor hipotético con 100%

de efectividad la población de células infectadas y de virus infecciosos decaería

exponencialmente hasta extinguirse. Este modelo sih embargo tiene sus

restricciones, ya que fue diseñado para un periodo de tiempo corto (no mayor de 8

días) y por ello se considera la población de células T CD4' no infectadas

constante, sin embargo para periodos mayores de tiempo se requiere considerar

a esta última no constante. Para ello se introduce un tercer cornpartimento en el

modelo orginal este es:

INFECTADAS

POR UNIDAD

(27)

En los apendices 4 y 5 se describen los parámetros y el modelo completo.

RESULTADOS.

La

aplicación del modelo de Perelson y Ho modificado con la introducción de la

población de T CD4' no infectadas arroja los siguientes resultados con un conteo

de 600 CD4/mm3 :

PANEL 1. PROGRESOR LENTO SIN QUIMIOTERAPIA.

La figura 1 muestra dos picos, uno mínimo y otro máximo entre los 400 y 850

CD4/mm3 en los primeros 60 días de medición, después entre los 60 y 300 días se

observan fluctuaciones con picos extremos que van disminuyendo hasta

estabilizarse ligeramente arriba de los 500 CD4/mm3.

En cuanto a la población de T CD4' infectadas, dentro de los primeros 60 días su

número se incrementa de manera drástica hasta

10:s

120 CD4/mm3 para

descender de igual forma hasta casi 12 CD4/mm3 a los 60 días, después de este

tiempo y hasta casi los 300 días el número de T CD4' se estabiliza ligeramente

arriba de las 36 CD4/mm3.

La población de virus infecciosos también se incrementa notablemente hasta casi

los 180 virionedml. dentro de los primeros 60 días para después irse estabilizando

(28)

PANEL 2. MONOTERAPIA CON IRT YIO IP

Monoterapia con

IP:

(Fig., 4-6)

Se incrementa de manera notable el número de T CD4" hasta ligeramente arriba

de las 1000 CD4/mm3 para después regresar casi al valor inicial dentro de

los

primeros 80 días, después hay un nuevo aumento no iian espectacular como al

inicio, hasta que la población se estabiliza

en

alreded~or de las 750 CD4/mm3

después de

los

240 días.

La población de T CD4' infectadas se incrementa hasta casi arriba de las 70

CD4/mm3 para luego disminuir a casi menos de 20 en los primeros 80 días de

tratamiento, para luego incrementarse hasta casi 40 a

los

120 días y finalmente estabilizarse en 32 CD4/mm3después de los 300 días de tratamiento.

Con respecto a los virus infecciosos, en los primeros 80 días su número aumenta

hasta casi 80 T CD4' para luego disminuir hasta casi 2CI viriones/ml , después de

este intervalo hay un ligero incremento hasta poco menos de 50 viriones/ml. a

continuación la población viral se estabiliza en 40 virioners/ml. después de los 240

días.

Monoterapia con IRT:

La figura 7 muestra un incremento inicial hasta 950 para luego disminuir a casi 550

CD4/mm3 en los primeros 80 días de quimioterapia, post.eriormente entre

los

80 y

90 días hay un ligero incremento hasta casi 750 CD4/mm3 , para luego

(29)

En la fig. 8, se incrementa a casi 70 para luego disminuir a menos de 16 CD4/mm3

dentro de los primeros 80 días , posteriormente hay run incremento hasta casi

40

CD4/mm3, para finalmente establizarse en casi 24 a los 240 días.

En cuanto

a

la poblaciórr viral (fig. 9), dentro de los primeros 80 días esta alcanza

niveles de hasta 120 viriones/ml , baja a 60 después de este intervalo y se

equilibra finalmente en cerca de 36 viriones/ml.

PANEL 3. QUIMIOTERAPIA COMBINADA (Fig. 10-12)

Los

efectos son más evidentes en este caso, el número de T CD4' no infectados

se eleva

a

casi

por arriba de las 1 1 O0 CD4/mm3 en losl primeros 120 días, bajando

a menos de 900 después de este intervalo, hasta estalbilizarse en 960 CD4/mm3 a

los

240

dias. Hasta el número de T CD4' infectados no sobrepasa los 30

CD4/mm3 y se estabiliza entre las 15 y 18 CD4/rnrn3

a

los 240 dias.

La carga viral apenas alcanza las 30 viriones/ml. en su pico mas alto y se

estabiliza en casi 21 viriones/ml. después de los 240 dias.

Las

gráficas correspondientes a cada panel pueden consultarse en el apéndice l.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES.

1. Progresor lento sin tratamiento:

En

este caso, las fluctuaciones iniciales en las poblaciones de T CD4'

no

infectadodinfectados y virus infecciosos pueden interpretarse como resultado de

la respuesta montada por el sistema inmune contra la infección por

el

VIH, sobre

todo en los primeros 60 días de la infección como puede apreciarse en los gráficos

(30)

una elevada carga viral

la

cual se asocia con un alto grado de replicación del VIH; también puede observarse una notable disminución en el número de T CD4'

asociado

al

aumento de T CD4' infectados (figuras 1 y 2). Cabe señalar la

contrarregulación de los niveles de replicación viral observados en la figura 1 de

350 hasta 550, que puede considerarse leve, sin llegar a los niveles de referencia

basales (1 200 CD41mm3 ). Asimismo la elevada viremia disminuye a títulos bajos

en un corto periodo de tiempo. Estos resultados coinciden con lo que en la

literatura se denomina síndrome retroviral agudo ("periodo de ventana"), después

de este periodo, en

los

gráficos se puede observar que las tres poblaciones se estabilizan después de

los 300

dias, fenómeno que se denomina establecimiento

de

2.

I.

Se

en

la infección (Reyes-Terán, 1994).

Progresor lento bajo monoterapia:

Monoterpia con IP:

observa prácticamente una dinámica parecida a la anterior pero con diferencia

los niveles de los de T CD4' no infectados/infectados y población de virus

infecciosos.

Eí número de T CD4' alcanza niveles cercanos a

110s

valores de referencia

básales, regresa casi a su valor inicial y se estabiiira

por

cerca

de

los

750 CD4/mm3, o sea 200 T CD4' más que sin quimioterapial (fig. 4). La viremia inicial

disminuye de casi 180 virionedml a casi 80 viriones/ml. en su pico máximo, o sea

una diferencia de 100 viriones/ml, y se establece en poco más de 30 virionedml.,

comparado con los casi 60 viriones/ml, lo que representa una diferencia de 60, la

(31)

II. Monoterapia con IRT:

Los

gráficos de

T

CD4'

no infectadas entre

IP

y

1R.T

muestran poca diferencia entre si, ambos se acercan a

los

niveles de referencia básales, existiendo una ligera diferencia a favor del IP en el pico máximo, sin embargo el conteo se

establece en 650 CD4/mm3 lo que marca una diferencia de

poco

mas de 100 CD4/mm3 entre ambas monoterapias. También la población de virus infecciosos

muestra

una diferencia de 10 viriones/rnl. a favor d e

la

IP.

Sin embargo en

el

conteo de T CD4' infectados

el

número de estos, es inferior para la monoterapia

con IRT que con la aplicación de IP,

lo

que podria

ser

explicado por el hecho de que los IP actúan en una fase posterior del ciclo vital del virus con respecto a

los

IRT que actúan en una fase mas temprana del misnio (inicio y final del mismo

respectivamente).

Obviamente existen diferencias notables con cualquier monoterpia con respecto a

la ausencia de quimioterapia, mejorando la situación inmunologica del paciente.

111. Quimioterapia combinada.

Aquí,

los

niveles de

T

CD4' no infectados casi retornan1 a

los

niveles de referencia básales (con una diferencia de 60 CD4/mm3 ) en

los

primeros

120

días y se

establecen en 960 CD4/mm3

lo

que es muy superior a lo logrado con cualquier monoterapia (con una diferencia de T CD4' de entrle200 y 300 por milímetro

cu bico).

La viremia también disminuye notablemente, alcanzando como máximo 30

(32)

numero de T CD4" infectadas no sobrepasa las 30 células infectadas por milímetro

cubico y se establece en poco menos de 18 CD4hm3 , lo cual no muestra

diferencias muy marcadas con respecto a

la

monoterapia (de menos de 6 con

IRT),

lo

que permite inferir que tales células se convierten en reservorio del virus. Con respecto a las oscilaciones observadas entre los O y 200 días, estas pueden

hallarse asociadas a

la

carga viral, hecho que se ha observado en estudios

clínicos realizados en pacientes con conteos de T CD4' superiores a

los

500/mm3, sin tratamiento, donde estas fluctuaciones en la carga viral se encuentran ligadas

estrechamente con múltiples infecciones agudas menores de una semana de

duración (Vidal, 1998). Este mismo fenómeno se ha observado con la aplicación

de tratamientos dirigidos contra las infecciones oportunistas (como vacunaciones o

tratamiento con antibióticos), solo que en este caso también pueden observarse

adicionalmente reacciones alergicas ligeras. Es precisamente estos antecedentes

los que .refuerzan la idea de que la aplicación de quimioterapia antirretroviral en

pacientes con conteos de T CD4' superiores a 500/mrn3 puede perjudicar al

paciente en vez de ayudarlo (Chapman, 2000).

IV. Conclusiones finales:

Se puede ver que la quimioterapia combinada ofrece difeirencias sustanciales con

respecto a la monoterapia con un

solo

antirretroviral. Con Ita primera prácticamente

el

sistema inmunologico literalmente se "restaura"

al

alcanzar condiciones muy

cercanas a

las

que

poseía

antes de

la

infección, sin embargo el virus no es

eliminado totalmente del organismo. El que el VIH no sea eliminado del

(33)

sobrevivir a vigorosa reacción de recuperación del sistema inmune, entre estas: el

desarrollo de numerosos y variados epitopos, la elevada tasa de mutación del

virus y su capacidad para sobrevivir como provirus dentro de la célula invadida

lo

que hace al VIH refractario a cualquier tratamiento (Abbas, 1999). Sin embargo

tales hechos no pueden ser explicados

por

el presente modelo.

PERSPECTIVAS FUTURAS.

Se

ha

propuesto recientemente dos tipos de estrategia, una

es

el

empleo conjunto

de interferon con quimioterapia Combinada con

el

fin cle “sacar” al virus de

los

reservorios donde se oculta y eliminarlos con los antirretrovirales; otra idea es la

de aplicar una quimioterapia combinada intermitente (;Hatano, 2000), es decir

aplicar por un periodo

corto

de tiempo la quimioterapia (entre 6 y 12 meses) y cuando se lograra estabilizar la infección descontinuarla por un periodo corto, no

mayor

a

los 2 meses para reanudarla nuevamente (o antes si la respuesta no es

favorable), se cree que una situación así podría mantenerse por periodo mínimo

de 2 años y un máximo de hasta 5 años,

lo

que representlaria una ventaja desde ‘el

punto de vista económico por el costo de

los

fármacos y por la disminución de

efectos adversos.

Un aspecto que

no

se ha considerado en este modelo es el de resistencia a los

antin-etrovirales (Apéndice 3), para ello seria necesario introducir en el modelo

usado en este trabajo lo que se denomina oscilaciones antigenicas (es decir

variación de epitopos). Las T CD4- (T CD8’ ) montar una fuerte respuesta a

múltiples epitopos (hasta

íO9

según Abbas, Ho y algunos otros autores), lo que

(34)

organismo se relaciona en parte con la evasión de!l VIH a esta respuesta por

variación antigenica.

El

montar un modelo que considere tales variantes requeriría

de un número de ecuaciones considerable que escapa a los alcances de este

trabajo (Nowak, 1995). I

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(37)

A P E N D I C E 1.

GFIÁFICOS OBTENIDOS

DE

LAS SIMULACIONES.

PANEL 1. Progresor lento sin tratamiento:

FIG. 1 Dinámica de las TCD4 no infectadas.

FIG 2. Dinámica de TCD4 infectadas.

FIG. 3. Dinámica de virus infecciossos.

PANEL 2. Progresor lento con monoterapia.

FIG. 4 Dinámica de las TCD4 no infectadas bajo mo,noterapia con iP

FIG. 5. Dinámica de TCD4 infectadas bajo monoterapia con IP.

FIG. 6. Dinámica de virus infecciosos bajo monoterapia con IP.

FIG. 7

-

9.

Mismas dinámicas pero bajo acción de

un

IRT.

PANEL 3. Progresor lento con quimioterapia combinada.

FIG. 10-12. Dinámicas idénticas a las anteriores pero con quimioterapia

combinada: IRT + IP.

La notación para las variables en los gráficos se

cambio

por conveniencia para un

mejor manejo de las mismas en

el

programa empleado en su cálculo (apéndice 5).

(38)

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A P E N D I C E 2.

CUADRO DE MEDICAMENTOS CONTRA

EL

VIH

Aiio de Aprobaaon

1987 ' Nombre genérico Nombre de Nlarca ! Conocido como:

Viramune

f

El-RG-587, NVP Nevirapina

1996

3TC Epivir

Laivudina 1995

I

ZeriC I d4T

Stavudina

1994 Hivicl

!

ddC, dideoxicitidina ,

Zalcitabina 1992

Videx 1 ddl

Didanosina 1991

Retrovir i I AZT, ZDV Zidovudina

I

1997 Delavirdina Rescrpiitor I I DLV

L. 1998 Efavirenz SuscI'wa DMP-266

Cuadro I . Inllibidores r:ucleosidos de la trarmriptasa reversa (NRTIs). Mormaciim obtenida directamente de

la uanina web de los laboratorios fitbricantes v Infored-SIDA Nuevo México.

Cuadro 2. Inhibidores de la prdeasa (U's). Mornación obtenida del PLM (45'. Edición), e infored-SLDA

Figure

CUADRO  DE  MEDICAMENTOS  CONTRA  EL  VIH
TABLA  1.  Estimaciones  del tiempo de  aparicion  de resistencia
TABLA 2. Estimaciones del tiempo de aparicion  de  resistencia  mínimo  y  maxim  para  inhibidores  de  la

Referencias

Documento similar

Para ello, trabajaremos con una colección de cartas redactadas desde allí, impresa en Évora en 1598 y otros documentos jesuitas: el Sumario de las cosas de Japón (1583),

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