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Juegos
Florales
Deportivos
Cuerpo
de Excursionistas
"jorge
Matte G."
12 DE MAYO 1926.
TEATRO
·MUNICIPAL
- 13
-Tema 2.°_
Segundo
yremio
Es una temeridad hacer la travesta directa del Ocea-.
no
Pacifico,
entreValparaiso
y Yokohama. Ysin embar go, cuantas veces no tuve que hacerla yo, arnarrado enmi
puesto!
En medio de la enorme masa de las aguas,lejos
de todo el mundo conocido y en el centro mismo de un horizonte circular que corta en elespacio
dos inmensidades,
nos sentimostan miserablementepequefios,
que nuestroespiritu
seano-- .
nada y casi se esfurna en su
insignificancia.
Sialgun
dia yo hubiera sidojuguete
de laflaqueza
de darme muchoshumos,
se me habrian desvanecido,
sin dudaalguna,
en mi
primer viaje
por elGrande Oceano,
En la toldilla de pros,
lugar
prominente
en dondeviaje
las mas de las, veces, laInfluencia occidante del airesa
lado y hurnedo
ernpafio
misuperficiey
mearrebatoaquel
hermosisimo brillo metalico
Unatempestadhorrorosacercade
que era todo mi
orgullo.
A Haway bordo delbuque [apones,
enque tantas travestas
hice,
yoera el
plomo
de lasonda,
la que alentrar
en cada puerto 0
recalada,
avisa a los marinos lospeligros
de los ba14
Una
ternpestad
horrorosa,
cerca deHaway, despeda-·
z6 mi
buque,
corte elcordel,
rnicornpafiero
de esclavi tud en lasonda,
y caf al abismo del celoso mar.. '
* * *
.A rradie
irnpresiona
el hechovulgar
de la caidaal
agua de un miseropedazo
deplorno,
pormuyimportante
que antes hubiera side supapel
en honrosas maniobras nau- .ticas. Pero mi
caida,
no fue una caidacualquiera,
sin rnayores consecuencias. Mas
importante
que 13 mia s610Iconsidero la de la pera insolente que
gclpeo
el cr aneodel
insigne
Newton. Mi descenso al sene de los marespuede
pa�an!!onarse con elprimer viaje
deCoI6n,'
por que arnbasernpresas-i-ne
haceal casoque
la rnia la empreridiera.sin
el votoFavorable de mi voluntad-han side yserao degrandes
consecuencras para losconocimien-tos humanos. , -,
Acosturnbrado como
estaba
a serarrojado
almar,'
nada me
inquiet6
al comienzo de miinrnersion;
pero, lue ,go que huberecorrido cienbrszas,
sin encontrarfondo,
me
pico
el cominillo deldesasosiego.
Ducho en la men- 'sura de
sondajes.vno
me fue dificil calcular elcaminoandado, y, recordando las
pamplinas
deWells,
comenz6 ahorrorizarirrela
expectative
de un calorespantoso
comoel sofiado
pol'
.aquel
autoringlespara
la famosa esfera desu invencion.Wells,
olvidandose de que en el agua nopueden
.alcanzarsegrandes
velocidades y de que alcalof
del rozamiento 10encadena
'el frio de las nuevascapas
liquidas
que encuentra elm6vil en su camino, supuso que su esfera se calentaria en el descenso al fondo
del
mary que alcenzarta una velocidadverttginosa.
Pe--:0
estos,
temoresse me desvanecieron rnuy pronto' Cierto que
',adquirf
alguna
velocidad
a poco de caer; nuncacreo haber andado tan
ligero;
sinenibargo, luego
cornen.zo a declinar mi carrera, y a cada instante
'rpi
movirnien.
- 15
to encontraba mayores dificultades, En cuanto afa tem
peratura,
que era mi terror, nosobrepas6
rnucho a la de'una fiebre
paludica,
ICuando descendi a diez mil
brazas,
mag c menos, la oscuridad se hizoimpenetrable,
y sentr el agua tan pesada, tan gruesa, como si se.hubiera tr.ansformado en
torpe azogue.
. Yo
aperias
carninaba ya y pronto me detuve.
Y,
algo
que encontre muyraro, casi al instante me senti llevado hacia
arriba,
como si formarapa-rte
todavia de la sondade mi
buque, despacio
al comienzo y masligero
e nseguida.
A poco me detuve otra v ez-y volvi a descender..Y asi estuve un
tiernpo,
norecuerdo
cuanto,bajando
ysubiendo,
hasta que al fin fui presa ,de la inmovilidadmas absoluta.'
-SinJa alternativa de luz y.tinieblas por que pasarnos
en la
superficie,
yo nosabia, ell mi derisa obscuridad.tnide dias ni de
noches;
yaquello
de sentirme inrnovil, sin estar ni asentado sobre un lecho nicolgando
dealgo,
me hacia pensar en cosas tan descabelladas que por.mo mentos creta
tocar
los Iinderos de la locura. Arrastradopor la fiebre de la fantasia, lucubraba mil
problemas
respecto de.rni
prision
honda y tetricaDesde
luego comprendi
que no me encontraba en el centro degraved
ad de esta masa atractiva que llamarnosTierra,
porque alii yo mehabria sentido tanlivian(o
comouna
pel
usa,juguete
tansolo.de
laatraccion resultantedelSol,
de losplanetas
y demas cuerposcelestes. En el centro de
graved
ad elpeso
seanula,
porque la atraccioh te rrestre en ese punto seejerce
en todos lossenndos.ry
con
igual
fuerza secontrarrestan alh, dedos.en dos,
todas las atracciones
antagonicas.
Ade-mas yo tenia con- Iciencia .de no haber recorrido la enorrne
longitud
detunradio terrestre. Mas aun, habia
podido
asegurar que estaba mas cerca de
Ia superfieie
quedel,
centro
de
nuestro- 16
-En las
minas} pensaba
yo, se 'hacomprobado
que el peso aurnenta Ii medida que se desciende.Pero,
si en elcentro de
graved
ad el peso seanula,
quiere
decir queentre la
superficie
y el centro la pesantez pasa por unmaximo.
�En
que
parte estaria este valormaximo,
de lapresion
0peso?
[Quien
sane! Lo que no me cabe dudaes que
hay
una capa 0superficie
de nivel 'intermedia donde alcanza el peso de la materia terrestre su mas alto valor. Y las variaciones de la pesantez, a 10
largo
deun radio de nuestro
planeta,
deben deseguir
unaley
maternatica,
talvez unaley parabolica
...Conestos
pensamientos
volvfa a poseerrne elpanico.,
�Estaria
en la capa del peso maximo? Y si asifuera, que
fuerza seria capaz de sacarrne de alii? Habria de que darrne solo por toda la eternidad? La muerte seria asi? Diorne unsincope
yquede
sumido en un sopor nirvanico,
el cual vino apasarserne
con las ron casvibraciones de un ruido que
surgio
con inauditarapidez
desde el fondo de las tinieblas. 'La onda sonorapaso
por micomo un
ceJaje
y medejo
vibrarido,
palpirante,
sintiendo el agua espesa que me esferaba como un sudorfrio,
deterror. Y asi como al blitz del
relarnpago siguen
los bo tes tremendos del trueno, tras la onda sonora'senti lahorrorosa
angustia
de unapresion
brutal. Fuiliquidado
&1rojo
y al blanco y, en medio de un torbellino de vapores,
me sentiarrojado
con la velocidad del rayo haciaun,
campo de luz. Crei
llegar
a las vecindades delS61,
en tal forma mecego
el brillo deaquel
campo; pero, solamente habia salido a la bella
'/
transparenteatmosfera,
a esaatmosfera
radiante,
sirnbolo de la dicha, en queplacida
mente me aereaba
cuando
residia en mibuque japones.
No cai al mar por vezsegunda,
'
Mi luminosa carrera la terrnine en una roca de una
isla que acababa de
surgir
de las entrafias de los mares, talvez con elobjeto
de ser mipedestal.
Yposarrdo
en
-17-pod
ria caber en unpufio,
me encontraron cuatro diasdespues
losmarinos de un barco de guerrayanqui,
quie
nes tomaron
posesi6n
de mis rocas volcanicas en nombre del
imperialismo
de las estrellas nortearnericanas, Mihallazgo
di6 motivo aacaloradas discusiones. Recuerdo que el
capitan aseguraba
que yo era una balaj-apone
sa, y que los malditosnipones
se llevarian un chascoamarillo cuando fueran a recuperar
aquella esplendida
base
carbonera...Y,
por creerserne munici6njaponesa,
mearrojaron
con furia
anglo-salona
contra elpiso
de la carnara.... ** *
JJAil!
fue el hondosuspiro
queexhale,
y abri losojos
ante mis asustados circunstantes. El medico y mis se
conds,
con mil cuidadosme trasladaron al camarin )' poco a poco recobre del todo eJ conocirniento. En este
match,
al seutitalvez
elgolpe
de!plomo
quefraudulentamente ha bia es condidoen elguante mi Con
tender,
ycaerexanirnesobreel
ring,
me crei deplorno,
y, en el caos que seprocu]o
en mi mente, mehundi,
enalas de mi delirio, en las
profundidades
insondables yl6bregas
del Oceano Pact,fico.
Los medicos me han pro
hibido
elboxeo,
porque encada K. O. ante adversarios
mas
fuertes,
he sufrido con- ... y alcaer examinesohre el
-18
-Pero,
debido solamente a miexpedicion
al fondo de los mares, he-resueltorefrenar
mi entusiasmodeportivo.
En adelante me venin los boxeadores... pero, desde el. otro lado de. los cordeles...
.
No
quisiera
por nada del mundo volver a visitar la capa de maximapresion,
ni mucho men os buscar alii mi eternoalojamienio.
MIGUIEL NONEZ MORGADO
Do ut des
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FACILIDADES DE PAGO