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NIETZSCHE Y EL ARTE ABSTRACTO- CONFRONTACION CON WASSILY KANDINSKY TESIS QUE PRESENTA LA ALUMNA

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,

C a s a a b i e r t a a l

t i e m p o

UNIVERSIDAD

AUTONOMA METROPOLITANA

UNIDAD IZPAPALAPA

DIVISION

DE CIENCIAS

SOCIALES Y

HUMANIDADES

DEPARTAMENTO

DE FILOSOFIA

NIETZSCHE

Y

EL ARTE

ABSTRACTO-

CONFRONTACION

CON

WASSILY

KANDINSKY

TESIS QUE PRESENTA

LA

ALUMNA

VANESSA

CABALLERO DE CARRANHA

AYALA

MATR

I

C U

LA

:

96327541

PARA

LA OBTENCION

DEL

GRADO

DE

L I C E N C I A T U R A

E N

F I L O S O F I A

ASESOR: JORGE ISSA

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(2)

C a s a

a b i e r t a

a l t i e m p o

UNIVERSIDAD

AUTONOMA

METROPOLITANA

UNIDAD IZPAPALAPA

DIVISION DE

CIENCIAS SOCIALES

Y

HUMANIDADES

DEPARTAMENTS

DE

FILQSOFIA

NIEPZSCHE

Y

EL

ARTE ABSTRACTO-

CONFRONTACION

CON

WASSILY

KAMINSKY

TESIS QUE PRESENTA

LA ALUMNA

VANESSA

CABALLERO

DE

CARRANHA AYALA

MATRICULA: 96327541

PARA

LA

OBTENClON

DEL

GRADO

DE

L I C E N C I A T U R A

E N F I L O S O F I A

ASESOR:

JORGE

ISSA

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iNDlCE

INTRODUCCION ... 3

CAPíTULO 1 . LA TENSIóN INDIVIDUO-TODO . APOLO Y DlONlSOS COMO DUALIDAD . 1 . 1 Destrucción y dolor eterno contra Apolo ... 6

1.2 La embriaguez del sufrimiento: lo dionisíaco 9 1.3. Unión de

lo

apolíneo y lo dionisíaco ... 14

1.4 La verdad de Sileno ... 18

1.5 verdad y belleza en iucna ... 20

1.6 Relación ciencia- arte ... 25

CAPITULO 2 . LA INDIVIDUACIÓN COMO RAíZ DEL MAL Y DE LA PROPIA VIDA . 2.1 Principium individuationis: mal radical contra el mundo y el arte ... 27

2.2 El suicidio de la tragedia ... 30

2.3 Filosofía del pesimismo ... 32

2.4 Realidad ontoiógica del mal ... 34

2.5 Sinsentido de la existencia ... 36

CAPíTULO 3 . EL ARTE COMO IMPULSO ACTIVADOR . 3.1 Arte para la existencia ... 38

3.2 Creación de¡ mundo (metafísica ciei arte) ... 43

3.3 Tragedia como transfiguración del sufrimiento en obra de arte ... 45

3.4 Luiiura tragrca " , . 48 ... 3.5 Lo bello y lo feo ... 50

3.6 Lo sublime y lo ridículo: el nuevo mundo artistic0 ... 53

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CAPíTULO 4 . CONCEPCIóN DlONlSiACA DESPUÉS DE NIETZSCHE: UNA

APLICACIÓN EN LA PINTURA DE KANDINSKY .

4.1 Wassily Kandinsky. fundador del abstraccionismo ... 58 4.2 La disonancia de la plástica: el arte abstracto ... 60

4.3 Los elementos abstractos ... 66

4.4 Arte y espmtu 69

4.5 Musca y pintura ... 71 . .

...

. .

4.6 Justificación de la existencia en las artes plásticas ... 75 BlBLlOGRAFlA ... 79

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INTRODUCCI~N

Muchas veces me he preguntado si en verdad la palabra belleza existe como calificadora del arte en ia realidad. En El nacimiento de /a tragedia he descubierto una nueva manera de concebir al arte desligándolo de lo beilo. He visto, personalmente, al arte como un conjunto de sentimientos exaltados. Además, así como en Heidegger el arte es ‘develamiento del ser’, en Nietzsche parece existir implícita una visión similar.

El mundo es muy amplio y muchas veces no es previsible; hay, pues,

incertidumbre. Esto causa conflictos a los hombres ¿Habrá modo de remediarlo? Nietzsche responde afirmativamente a esta interrogante: con el arte trágico.

El presente trabajo es producto de un sinfin de dudas con respecto a las teorías estéticas. No tiene caso hablar de io beilo en e¡ arte, sino aei papel que juega en la vida del hombre y en qué beneficia al ser. Probabiemente no hay una clara conclusión al respecto, pero en el presente trabajo intentaré hacer una descripción de la naturaleza de lo dionisíaco en la filosofía de Nietzsche, su relación con el arte apolíneo y la fusión de ambos en función de un pesimismo

como

impulso aciivador de la creación musicai. Posteriormente, intentaré una aplicación de su teoría en un campo aparentemente contradictorio con su tesis principal: ¡a pintura. Aunque en esencia esta rama del arte es apoiínea, en este siglo ha surgido el arte abstracto que, a mi ver, rescata la esencia de lo

apolíneo y io dionisíaco, por lo que ésta se puede ligar a los acontecimientos actuales que sufre la humanidad, ya que puede haber imágenes del caos sin estar comprometidas con el ser-imagen de la imagen.

La forma y la racionalidad son los primeros principios con los que Nietzsche ve debilitado ai arte. Nietzsche, que parte de la profunda crítica al “conócete a ti mismo” de Sócrates (destructor del arte, según nuestro autor) plantea en El nacimiento d e {a tragedia

eiiminacion de esta individuación del arte, volverlo objetivo y encontrar la verdad trágica

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del hombre; es preciso deshacer ¡as imágenes que del suerio surgen para alcanzar lo bello y enfrentarse a lo dionisíaco, pues este enfrentamiento con la cara oscura de la realidad será lo que permitirá cambiarla.

Como los componentes de una consideración profunda y pesimista del mundo; y

-

como Nietzsche la liama- de la doctrina mistérica de la tragedia tenemos los siguientes:

1.

El

conocimiento básico de la voluntad de todo lo existente. 2. Consideración de la individuación como razón primordial del mal.

3. El arte como alegre esperanza de que pueda romperse al sortilegio de la individuación como presentimiento de una unidad establecida.

Debido a la división de estos componentes, la estructura del presente trabajo se apega a estos tres elementos y se divide, asi, en tres capitulos que se ocupan de cada uno de ellos. Finalmente, hay un cuarto capitulo donde intento mostrar cómo las artes plásticas no se encuentran condenadas eternamente a ¡a figuración y a aceptar los límites estéticos de la contemplación; que, como fusión entre lo individual y lo universal, la pintura no debe ni tiene por qué limitarse a la imitación de la naturaleza: esta idea artística ha sido borrada para dar paso a nuevas concepciones, aun en el campo hacia el cual Rietzsche se mostraba tan escéptico.

El punto de vista que Nietzsche nos ofrece permite rescatar otra faceta de la humanidad contraria a la búsqueda del rigor y la verdad, pues los sentimientos están presentes e impregnan toda obra humana y, si acaso la humanidad posee un velo que le impide observar la reaiidad tai como es, existe como posibiiidad ei arte, imponente y revelador a los sentidos.

Probablemente la humanidad no ha cambiado mucho desde sus inicios; el hombre Sigue sufriendo ante el mundo al que ha sido lanzado. Si hay una raíz de ello, no se sabe;

SÓ10 sabemos que hay que aprender a sobrellevar eso, a vivir a pesar de todo y poderlo

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soportar. El hombre evade la incertidumbre y el horror que vive. Existe el arte como revelador de lo que somos, como exaltador de aquello que evadimos pero que, con todo, tiene desventajas. Una obra no siempre nos provoca el mismo sentimiento, por eso es necesario transformar el mundo, volverlo artístico, empapamos de arte. Espero que este trabajo proporcione alguna respuesta a quienes tengan el interés de leerlo o, cuando menos, que suscite dudas, pues de ellas es de donde surge parte del obrar humano.

El irabajo que a continuación presento tiene como finalidad encontrar una relación entre el concepto de arte trágico y el arte abstracto de Kandinsky para mostrar, fundamentalmente, que el arte trágico no se limita únicamente a la música, sino que ha aparecido en las artes plásticas como ruptura y manifestación de la teoría estética nietzscheana; que Wagner no representa el ímico ¡ogro de las artes como consuelo metafísico. Para ello, el trabajo se encuentra dividido en cuatro partes: las tres primeras se limitan a una interpretación de N nacimiento de /a tragedia, en las que se intentaron reunir las tesis principales de la estética de Nietzsche; la segunda parte es la confrontación entre ¡a teoría y la obra de Kandinsky, por un lado, y ¡as tesis analizadas en la parte precedente, por otro. La razón de esta distribución es la necesidad de entender, en primer lugar, lo fundamental de la teoría de Nietzsche acerca del arte, pues sin el conocimiento previo de aquélla no se puede abordar su confrontacion con el pensamiento

y la pintura de Kandinsky.

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CAPíTULO 1. TENSIóN INDIVIDUO-TODO. APOLO Y DlONlSOS COMO DUALIDAD

?.I Destrucción y dolor eterno contra Apolo

Para comprender ¡a estética de Nietzsche es necesario, primeramente, entender la

dualidad existente entre lo apolíneo y

Io

dionisíaco. El arte apolíneo representa al

individuo y posee distintas características; es tomado de la cultura griega, a la cual

Nietzsche se apega, y está basado en la concepción de Apolo, su dios.

Apolo, dios griego de ¡a música que tenía por instrumento la ¡ira, no es para

Nietzsche más que la representación del genio del principium

individuationis,

emergido de la necesidad de volver multiple lo que es Uno esencial. Apolo es representante de un

instinto equiparable al sueiio y que busca la redención en la apariencia, por lo que el arte

plástico es su representación a partir de un mundo figurativo donde se exige una

excitación y agrado suscitada por la belleza de las formas.

La estética de Nietzsche, apegada a un pesimismo para el optimismo, juzga

severamente al arte apolíneo y su deidad por predicar una eternidad de la apariencia.

Para Nietzsche, Apolo simplemente representaba e¡ triunfo de la belleza sobre el

sufrimiento inherente a la vida, donde el dolor queda borrado de la naturaleza gracias a

una mentira. De aquí que el arte apolíneo sea una apariencia de la realidad. Apolo era la

más gloriosa de las divinidades y protector de las artes; dios de las representaciones

oniricas; dios del sol y de la luz, fuente de la vida, tiene como elemento a la belleza. El

reino de este dios es la bella apariencia del mundo onírico, dando pie al arte figurativo.

Dios vaticinador y artístico con pretensiones de verdad en el conocimiento, persiste en la

comprensión inmediata de la figura, dejando al ser humano sujeto a una mesurada

limitación, libre de las emociones más salvajes, gracias a la sabiduría y el sosiego.

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Nietzsche equipara a Apoio con el estado del sueño, pues acarrea placer y necesidad de alegría surgidos del engaño de un mundo aparente.

Por lo anterior, las artes de Apolo no pueden ser otras que las artes plásticas, artes de la apariencia que, al igual que en el estado del sueño, guardan una bella apariencia del mundo interno engañado por la fantasía. La función de Apolo es, as¡, la creación de un velo de belleza en un mundo que se presenta horroroso y disonante; el arte apolíneo esconde lo terribie y lleva a cada individuo hacia formas grandes y sublimes. Son la imagen, el concepto y la doctrina ética quienes llevan al individuo hacia una ilusión anhelada: donde existe una sola imagen del mundo, errónea apariencia que engaña a la visión.

El artista apolíneo desarrolia instintos artísticos de la naturaleza, es decir, se dedica exclusivamente a la imitacibn de ella. La importancia de Apolo ha consistido, pues, en que el velo de belleza extendido por éI es una ilusión de exuberante existencia, siendo así, a su vez, estímulo para continuar viviendo a cada instante. En este sentido, la música creada por Apoio es una música de sonidos insinuados que divinjzan lo existente.

El sueño es un juego; el ser humano juega con la realidad en su propia individualidad. Surge de este juego el arte escultórico como juego con el sueño; la estatua esculpida pretende ser la persona viviente del dios. Se exige, por ello, la belleza de la apariencia, madre del arte figurativo, para comprender inmediatamente la figura, su

apariencia, a través de imágenes agradables y amistosas. La escultura es producto de intuiciones somníferas. Dentro del mundo griego era la vía para encontrar al dios vivo que la figura representaba, por lo que debía ser bella y clara tanto para el escultor como para el espectador; la meta era inducir a éste a la intuición del mundo onirico ingenuamente. La meta apoiínea era el claro entendimiento de la imagen creada, representación del mundo

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de los dioses para ver la vida bella. Por todos sus elementos, basados en la mirada de lo

bello y en apariencias, crean la delimitación del ámbito artístico de lo apolíneo. Ante una

existencia horrible surgió, entre los griegos, una cultura apolínea encargada de colocar un

velo a esa realidad creando, a partir de ese momento, la ilusión de un mundo pleno y

agradable; un estimulo e instancia a la permanencia en la vida. De esta forma, "la

verdadera meta queda tapada por una imagen ilusoria: hacia ésta alargamos nosotros las

manos, y mediante nuestro engaño la naturaleza alcanza aquélla"'.

Para Nietzsche el arte apolíneo (llámese poesía, pintura, música o plástica) es un

engaño cuya finalidad es el espejismo de la belleza, por lo que no pueden ser artes

creativas y verdaderas mientras persistan en la imitación. Lo apolíneo solo representa

medios artísticos incapaces de crear; únicamente imitan y vuelven beilo lo que no lo es; el

verdadero arte, para Nietzsche, crea imágenes y da un significado cultural al arte.

Encerrado en formas apolineas, la escultura no es artística, pues no crea imágenes, les

rinde culto e imita; se convierte, asi, en un juego con lo real, debido a que pretende real lo

que no lo es. Respondiendo a la estética socrática*, remite a una ética de la mesura en

los límites del individuo; su exigencia estética es la belleza encubriendo la verdad. La

mesura se convierte en una apariencia artificial del individuo. Las exigencias de Apolo en

su arte son: apariencia individual y bella; mesura, limite, claridad y calma; estilo;

inmovilidad visible y belia de la escuitura; ritmo y espiritualización del instinto. Lo apolíneo

se queda en el mundo de la subjetividad humana que puede aspirar únicamente al mundo

fenoménico de las apariencias. La redención que implica Apolo se da mediante el

encubrimiento y representación de lo que Nietzsche llama Uno primordial que, tomado de

Schopenhauer, es lo eternamente sufriente y contradictorio. La exigencia y necesidad de

'

F. Nietzsche. El nacrrniento de la traqedia, 1 a ed.. Alianza Editorial, México, 1B7, p. 54

V. hfra 1.4"Verdad y belleza en lucha", p. 18.

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beileza es equiparada por nuestro autor con la exigencia ética socrática del "conócete a ti mismo", exigencia individualizadora de los sentidos, donde Apolo actúa para que el terrible mundo sea encubierto.

Apoio se convierte así en un romántico, en ¡a consecuencia del descontento ante la inevitable realidad, en una "fascinada permanencia ante un mundo imaginado y señalado, ante el mundo de la bella apariencia como una redención del devenif2

1.2 La embriaguez de/ sufrimiento: io üionisíaco

Habiendo entendido la naturaleza de Apolo y su arte, es necesarto hablar, como contrario a éI, de Dionisos y el arte que éste inspira y que resulta central en el pensamiento de Nietzsche.

Dionisos era una deidad muy especial entre los griegos: era dios del vino y de la alegría; moría en otoiio para renacer en primavera; el estado que representaba es la embriaguez. Nietzsche veía en Dionisos a un demón cruel pero que, destituido por Apolo llegó a ser, a la vez, un soberano dulce y clemente. La esencia de Dionisos y su importancia en la estética nietzscheana es el estar al margen del valor, lo que se refleja en la irracionaiidad y la heterogeneidad de sus actos: causas sin efectos y efectos sin causas, que no llevan a una verdad absoluta. Lo anterior es reflejo de la embriaguez que representa esta deidad.

Y es que Nietzsche plantea al arte más como voluntad que como imitación y

contemplación. Dionisos es esa voluntad; representa todo el dolor contra Apolo, el engaño

2"En torno al nacimiento de la tragedia", en F. Nietzsche, Antoloqía, l a ed.. Ed. Penlnsula. Barcelona, 1938, p 216.

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del conocimiento y de la individuación. Dionisos quiere la ruptura de esta última, por ello es destructor de la mentira y el Velo de Maya que cubre el mundo contingente, ya que tiene como finalidad mostrar el dolor y la barbarie. Dionisos quiere la expresión del mundo simbólicamente; no representa simplemente a una manifestación artística, sino una redención del mundo, por lo cual trae consigo una importancia social, metaiisica, relacionada con el pueblo y con su cultura. A partir del caso griego, Nietzsche busca identificar al arte con los dioses y el mito.

Dionisos es el interprete del mundo, no su imitador o el velo que ha de encubrir

los

horrores del mundo; e¡ dios del vino interpretaba un mundo coimado de enigmas y horrores de los que el hombre no se puede deshacer y con

los

que tiene que aprender a vivir, que tiene que soportar. La solución de Dionisos es la 'voluntad' sobre la 'apariencia', estímulo de las capacidades simbólicas. La voluntad es un caos sobre el cual manda Dionisos, un caos no devenido figura, sino concebido activamente, "sentido en compenetración subjetiva como forma de la furiosa voluptuosidad del creador que conoce a la vez la furia del destructor".

Con todos los elementos dionisíacos se crea una nueva concepción del mundo, una concepción dionisíaca por ¡a que se da a conocer la desmesura como placer y verdad; en que lo dionisiaco se convierte en un espanto de la apariencia. Se siente la repulsa de Apolo y su arte dórico; Dionisos lleva a un éxtasis glorificado por las orgías dionisíacas, las cuales eran festividades de redención del mundo.

En lo dionisiaco se pretende llegar al completo olvido de sí destruyendo io

subjetivo El artista dionisíaco abandona su subjetividad y se sumerge en un dolor primordial, olvidándose de si y rompiendo con las delimitaciones. El estado de embriaguez alcanzado es una reconciliación del hombre con la naturaleza; el ser humano

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se convierte en la obra de arte de Dionisos, alcanzando una realidad, "realidad embriagada, la cual, a su vez, no presta atención a ese hombre, sino que intenta incluso aniquilar al individuo y redimirlo mediante un sentimiento místico de

nid dad"^

Lo dionisíaco es un sufrimiento por el cual los seres humanos descubren el mundo. Cuando el principio de individuación apareció entre los griegos, un nuevo sufrimiento invadía a Dionisos, pues era desdefiado. La individuación es la raíz de cualquier sufrimiento y éste debe ser olvidado, transformado por el arte dionisiaco para lograr un acercamiento al todo: "En el arte dionisíaco y en su simbolisrno trágico la naturaleza misma

nos

interpela con su voz verdadera; no cambiada: <<¡Sed como yo!, ¡Sed, bajo el cambio incesante de las apariencias, la madre primordial que eternamente crea, que eternamente compele a existir, que eternamente se apacigua con este cambio de las apariencias!>>'4

Es a partir del estado de embriaguez que la naturaleza juega con el ser humano. El juego del arte dionisíaco se da a partir del mismo estado: ya no es la naturaleza la que juega con el ser humano, sino éste quien juega con la embriaguez y el éxtasis. El olvido de si en el hombre se puede dar, a la par, como un instinto primaveral, ambos rompiendo con el principio de individuación propiciado por Apolo, con la finalidad de mostrar la violencia que se da en la generalidad del ser humano y lo universai de ¡a naturaleza. E s

aquí donde quiere caer el instinto dionisiaco, para que los hombres hagan un pacto, donde se termine con delimitacrones para ser mágicamente transformado, que caiga hasta lo sobrenatural. Los individuos se fusionan en un todo dejando salir a la voluntad; cuando los dolores se transforman en placer, la embriaguez dionisíaca con las excitaciones narcóticas y los instintos primaverales han embriagado al sufrimiento

' F . Nietzsche. op cif p. 46

' /bid, p. 137.

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dejando ver la omnipotencia de los dioses, la realidad de la naturaleza y lo terrible del

instinto de existir junto con la brevedad de la vida de lo existente, con lo azaroso que se

vuelven los dioses, horrorizantes por irregulares e insospechados, sin compasión,

inconformes con lo bello, que no causa placer. Estos dioses temibles, aproximados al

concepto, no pueden ser condensados en figuras. Parte de lo terrible de la existencia

descansa en el tener que vivir con ellos sin mirarlos; mas muestran una insoportable

verdad contra la que surge Dionisos como desmesura en un desvelamiento de la verdad,

devenida en placer, dolor y conocimiento con toda la fuerza disuelta en apariencia, detrás

de la cual, como fuerza unitaria, está la voluntad envuelta en sabiduría y verdad.

Lo dionisíaco expresa la esencia de la naturaleza, y junto con este concepto se encuentran como características los desengaños: el de la 'apariencia'; el artista se

convierte en potencia artística de la naturaleza, dando a conocer al ser humano; aquí lo

repentino y la embriaguez se combinan. El hombre embriagado será el observador. La

revelación de la voluntad se muestra en la armonía, propiciando un sentimiento más allá

de lo individual; lo dionisíaco es placer y espanto, busca una unidad metafísica en la que

se dé conciencia del dolor causado por el conocimiento y el individuo. Detrás de todo se

encuentra una filosofía del pesimismo, que se expondrá más adelante, para mostrar en

que medida Dionisos y su arte son salvadores por medio de una apertura al todo,

reconciliando al individuo con la naturaleza, volviéndose una transfiguración de la fysis por la unicidad productiva del individuo. En la embriaguez dionisíaca los individuos sienten la unidad de¡ todo. Lo dionisíaco, a juicio de Nietzsche, "representa el placer y el espanto

que emerge en el individuo desde la conciencia del todo cuando desaparece lo subjetivo

hasta el completo olvido de sí. Lo dionisíaco es un c<éxtasis delicioso>> que por la

conciencia de io anterior <<asciende>> desde el fondo de nuestro ser más intimo y aun

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de la misma naturaleza'". Nietzsche relaciona lo dionisiaco con lo Uno Primordial, que es la expresión de la voluntad que Schopenhauer trata. Así, lo dionisíaco es un reencuentro con lo Uno primordial o

lo

universal, el todo al que pertenece el hombre y del que se toma conciencia, pues éste pertenece a la naturaleza. Se da una tensión entre el individuo y el todo, donde

los

individuos son desplazados, acarreando un sentimiento de dolor, típico de lo aionisiaco.

Durante el estado de embriaguez que representa lo dionisíaco, Nietzsche busca desaparecer lo subjetivo sumergiendo al hombre en un estado tal de éxtasis que llegue hasta el olvido de si absoluto. La tragedia recobra un lugar en la teoría estética nietzscheana por mostrar que no sólo lo bello es lo que se interpreta en la vida; también lo triste, lo azaroso y lo turbio. Dentro de la embriaguez dionisíaca se hallan, por ello, ¡a sexualidad y voluptuosidad, pues representan éxtasis y fortaleza, siendo la esencia en esta concepción el concepto del arte en relación con la vida. Así, Nietzsche crea un pesimismo de la fortaleza basada en un sentimiento supremo de poder; de aquí la importancia de

los

estados antes mencionados.

Es claro cómo, dentro de la estética planteada por Nietzsche, lo dionisíaco cumple una función que va más allá del simple imitar apolineo. Se busca un arte con un poder eterno, infinito, que no se da sólo por la vía dionisíaca. El pianteamiento que genera es una unión de

lo

dionisíaco con lo apolíneo. El poder artístico dionisiaco es, pues, eterno y

aunque en primera instancia pesimista, aniquilante y opuesto a la vida. Tiene como finalidad presentar lo amoral y discontinuo de la vida para lograr un nuevo optimismo creativo, que ilumine y transforme al mundo de la individuación, donde la ilusión y el delirio se encuentran en su cúspide. Atendiendo a Nietzsche, puede lograrse la

Julio Quesada. Un pensamiento intempestivo O n t _ o l o a i a . o y p o l i t i c a e n F Nietzsche, 1' ed , Anthropos, Barcelona, 1 9 8 8 , p 125.

(18)

aniquilación del principiurn individuationis por impulso de Dionisos: “en el ditirambo dionisíaco, el exaltado dionisíaco es excitado hasta la intensificación suprema de iodas sus capacidades simbólicas: algo jamás sentido aspira a expresare, el aniquilamiento de la individuación, la unidad en el genio de la especie, más aún, de la naturaleza”6.

7.3 Unión de lo Apolíneo y lo dionisiaco

Habiendo expuesto separadamente lo que representa el estado del sueño y el arte apoiíneo, y su contraparte, el estado de embriaguez del arte dionisíaco, surge como culmen del arte la unión entre Apolo y Dionisos, con un arte que comienza por el primero

y lo trasciende, formando un juego de transfiguración del mundo, del displacer y la disonancia para justificar el peor de los mundos. La idea primordial de esta unión de contrarios radica en la proporción recíproca por necesidad que logrará ¡a tragedia como efecto: “El efecto de la tragedia antigua no descansó jamás en la tensión, en la atractiva incertidumbre acerca de qué es lo que acontecerá ahora, antes bien en aquellas grandes y amplias escenas de pathos en las que volvía a resonar el carácter musical básico del ditirambo dioni~iaco”~. Apolo y Dionisos representan dos estados de la delicia de la existencia. La reconciliación de Apolo y Dionisos debe crecer en un desarrollo paraleio, aumentando el espíritu artístico apolíneo y dionisíaco similarmente.

Apolo representa el estado del sueño, que es

un

estado en que el individuo juega con lo real, Su representación es el arte escultórico; su madre es la bella apariencia, siendo aquéi un juego con el sueño. En el arte apolíneo la estatua es una figura onirica que quiere ser la persona viviente del dios al que representa. En las artes figurativas se busca una comprensión inmediata de la figura; de su apariencia, para encontrar imágenes

Idem, p . 218.

Nietzsche o p cit , p 225

(19)

agradables y amistosas. El dios que entra en juego aquí es Apoio, como dios de las

representaciones oníricas; dios de la bella apariencia y el engaño, cuyo reino es lo

limitado; su elemento es la 'belleza'; su reino, la bella apariencia del mundo ofuscado; dios

encantador y artístico. Siendo dios de la apariencia, quiere ser el dios del conocimiento

verdadero, con moral por su mesurada limitación; quiere estar libre de las emociones más

salvajes, porque se rige por la sabiduría y el sosiego

Por el contrario, el estado de la embriaguez no es un juego de apariencias sino de

la naturaleza misma con el ser humano. El arte surgido es el dionisíaco, que descansa en

el juego con la embriaguez y ei éxtasis, pues en eilo ei hombre se oivida ae sí en los

estados mencionados antes (instinto primaveral y la bebida narcótica) en que se rompe el

principio de la individuación para romper con lo subjetivo ante la violencia de io general -

humano y lo universal

-

natural; reconciliación del ser humano con la naturaleza y pacto

entre

los

hombres. Dionisos quiere desaparecer las delimitaciones; con su arte el hombre

se siente mágicamente transformado, porque resuena algo sobrenatural.

El antagonismo de los estados dionisíaco y apolíneo se expresa muy bien en la

siguiente cita:

El primero quiere que ia apariencia sea eterna, frente a ella el hombre se torna quieto, carente de deseo, mar en calma, se restablece, está de acuerdo consigo mismo y con toda la existencia: el segundo impele al devenir, a la voluptuosidad de producir-devenir, por ejemplo, de crear y destruir. El devenir, sentido e interpretado desde dentro, sería el

continuado crear de un ser insatisfecho, sobreabundante, infinitamente tenso y urgido, de un dios que sólo se sobrepone al tormento del ser

mediante una transformación y cambio constantes: -la apariencia como su redención transitoria, alcanzada a cada momento; el mundo como la sucesión de visiones y redenciones divinas en la apariencia '.

Lo apolineo se opone a lo dionisí,aco formando una dualidad; se encuentran en lucha constante, pero esa lucha de contrarios tiene como meta la creación de una

* Jean Granier, Nietzsche, 3a ed., Publicaciones Cruz, México, 1991, p 216

(20)

posibiiidad más aita de ia existencia, una glorificación áe la existencia por medio del arte que, fusionados, crean, Apolo y Dionisos son antitéticos; asimismo lo son los estados que representan (el sueño y la embriaguez respectivamente) mas quieren, por su fusión, llegar a la desaparición de lo subjetivo hasta llegar al autoolvido absoluto. Es con una fusión semejante que ¡as capacidades simbólicas de¡ ser humano se intensifican ai máximo creando, a partir de la dualidad de Apolo y Dionisos, el Uno Primordial o unidad esencial del todo, que está en contraposición al principium individuationis, en que todo io existente es divinizado, destruyendo la moral, creando una dualidad entre pnncipium individuationis

y Uno primordial. Alcanzando ai Uno Primordial “el ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra de arte, camina tan extático y erguido como en sueños veia caminar a los dioses. La potencia artística de la naturaleza, no ya la de un ser humano individual, es la que aquí se revela: un barro más noble, un mármol más precioso son aquí amasados y tallados: el ser humano”’.

Dionisos es el artista, y el ser humano guarda una relación con la naturaieza equivalente a la que guarda la figura escultórica con el dios en el arte apolíneo. El artista aquí es Dionisos, y se encuentra en una combinación de estados; la sobriedad y embriaguez están presentes en él. Lo auténticamente trágico es la unión de las dos deidades, mostrando ¡os elementos más importanies áe la tragedia: lucha del héroe con el destino, victoria del orden moral del mundo, descarga de los afectos, en que el juego estético es patético; está presente el milagro en el mito logrando un panorama infinito, en que el mito ejemplifica la universalidad y verdad y es sentido intuitivamente. La pregunta que Nietzsche se hará aquí es la siguiente: ¿qué efecto esiético surge cuando / o apolíneo

y lo dionisíaco, antitéticos, entran juntos en actividad? Una básica respuesta puede ser la siguiente: “En SU forma de hablar y de actuar ahora, el dios que aparece se asemeja a un

Nietzsche. @p. cit.. p. 232.

(21)

individuo que yerra, anhela y sufre: y el que llegue a aparecer con tal precisión y autoridad épicas es efecto del Apolo intérprete de sueiios, que mediante aquella apariencia simbólica le da al coro una interpretación de su estado dionisíaco”“.

Los símbolos de hechos universales, el mito tragic0 y heroe trágico, sobre los cuales sólo la música puede hablar por vía directa, pueden lograr ese efecto en el arte. Nietzsche, como se ha visto, se limita a la música, pero parie de la tesis aqui propuesta será que el terreno de esta dualidad puede darse en otros ámbitos, incluso en las artes plásticas. La tarea de Apolo y Dionisos en su alianza resume

los

propósitos artísticos apolíneos y dionisiacos, la pretensión de no haber fin jamás para el deseo: los dioses incitan a escuchar y, al mismo tiempo, provocan el deseo de ir mas ailá de¡ escuchar. La apariencia se vuelve redención; los impulsos creadores son el sexual, la embriaguez y la crueldad, constituyendo la fuerza artística primordial. En el instante del florecimiento de la ‘voluntad’ helénica es cuando aparecen fundidas las esferas de Apolo y Dionisos y forman ¡a obra de arte de la tragedia ática.

El mito se encuentra presente en la verdad de Dionisos, es un riesgo de esa verdad pero es también un símbolo que se expresaba en las antiguas festividades dramáticas, cubriéndose con un velo mítico, para salvarnos de la intuición inmediata de la idea suprema del mundo. Cuando la voluntad inconsciente propicia una efusión no refrenada, aparecen el pensamiento y la palabra como salvación y, ante el sufrimiento primordial del mundo, tenemos a la compasión. Nietzsche plantea una idealización de la orgía como redención de¡ mundo; tiene la idea de que existe una sola voluntad, alcanzada por medios dionisíacos, que tienta contra la creación apolínea para mejorar la existencia Con el nacimiento de lo trágico. Surge el arte trágico como glorificación que absorbe el arte de la apariencia. Dionisos representa la verdad y, al convertirse en símbolo, echa

i o

Idem, p. 97.

(22)

mano de las artes de la apariencia. Pero Dionisos exige como Único arte supremo a la música, por poseer el poder de io eterno. En suma, lo apolíneo es un principio ético que refrena la barbaridad dionisíaca para, entre ambos (Apolo y Dionisos), encontrar un mundo intermedio entre verdad y belleza. El resultado de la unión es una tensión entre individuo y el todo o Uno para dar lugar al nacimiento de la tragedia o, como Nietzsche prefiere, renacimiento de ella para lograr una transformación artístico-moral de las masas populares; transfigurando en arte toda fys,s (naturaleza).

1.4 La verdad de Sileno

El papel que la verdad de Sileno juega dentro de ia filosofía de¡ pesimismo nietzscheana es realmente importante. Tal importancia radica en el punto de partida de la estética que este autor plantea, dando como solución, veremos, a la tragedia y al arte. El planteamiento que Nietzsche propone en su obra va más allá de una simple estética; se encuentra relacionado con una metafísica. La soiución metafísica del arte es la respuesta a

los

enigmas de la verdad de Sileno, dios de los bosques. ¿Cuál era, pues, tal sabiduría? Simpiemente la extinción de la especie humana en respuesta a los horrores de que se compone el mundo. La verdad de Sileno era una filosofía del pueblo, sabiduría que sirvió como punto de partida para el desarrollo de ia estética de Nietzsche. “Lo mejor de todo es no existir. Lo mejor en segundo lugar, morir pronto“; así dijo Sileno, dejando ai descubierto el trasfondo del mundo griego de los dioses, creado en respuesta ai conocimiento de los horrores y espantos de la existencia.

Esta verdad no podría cobrar iai fuerza sin la presencia del miio y, con éI, ia presencia de los dioses como símbolo de optimismo ante esta sabiduría. “Si a aquel mundo intermedio alguien le hubiera quitado el brillo artístico, habría sido necesario seguir

(23)

la sabiduría del dios de los bosques, acompañante de Dionisos. Esa necesidad fue la que

hizo que el genio artístico de este pueblo crease esos dioses"".

La verdad de Sileno encierra un espanto sobre la existencia cuyo Único remedio es

el arte. El mundo griego se cuidaba de ver la propia existencia directamente; se valieron

de medios indirectos, como un espejo transfigurador que servía para protegerse contra

esos espantos. La vida fue posible gracias a esa voluntad, de la que debe valerse el arte.

Por todo esto, Sileno guarda una estrecha relación con Dionisos, pues ambos enfrentan la

realidad del mal por medio de la desmesura. La sabiduría del dios de los bosques se

representaba en el héroe trágico, quien tenía por destino el sufrimiento, donde lo trágico y

desastroso, junto con io azaroso del mundo, se unen para transformar lo feo y io

disarmónico en un optimismo hacia la vida. Pareciera que todo este horror no mostrara

placer alguno y, en ese sentido, cabría la pregunta: ¿cómo puede algo horroroso

transformarse en algo placentero? En primer lugar, la vida y el mundo sólo se justifican,

de acuerdo con Nietzsche, como fenómeno estético. De aquí parte la metafisica del arte y

gran parte de la estética del filósofo alemán, donde el individuo es creado y destruido

como un juego infantil.

Dionisos permite entrar en contacto con la universalidad, penetrando en el secreto

de la vida misma. For ello, su esencia es el sufrimiento de los individuos, convirtiéndose

Dionisos en un sacrílego del corazón de la vida. Un cambio tan radical puede ser

aborrecido por el individuo, llevándolo a la renuncia de la vida.

" Ibid, p. 2 3 .

(24)

7.5 Verdad y beileza en lucha

Lo bello del arte es una mentira. La belleza es un gran ocultamiento de la verdad

de la vida, de lo que expresaba Sileno en su sabiduria; por ello, el arte debe olvidarse de

la belleza para mostrar la verdad por medio de la voluntad.

La beileza, equiparable a la bondad, tiene nombre propio: Sócrates; de éI proviene

lo que Nietzsche llama 'socratismo estético', basado en una máxima socrática. "Todo

tiene que ser inteligible para ser bello" es, a partir de Euripides, la idea de estética,

tomado de la ética socrática que iguala sabiduria con virtud. Euripides manifestó esta

'verdad' al introducir el prólogo en la tragedia: método racionalista donde la creación es

completamente consciente, convirtiendo así al artista en ordenador del caos del universo.

El parámetro de la belleza es la conciencia, de igual manera que lo bueno es tal por ser

consciente. Con tales ideas, Eurípides se convierte en poeta del socratismo estético; ha

sido éI quien ha despojado a Esquilo, destruyendo la tragedia. Nietzsche ha mostrado,

por ello, que el socratismo estético es el principio asesino de la tragedia, convirtiendo a

Sócrates en el nuevo Orfeo (hijo de Apolo) contra Dionisos. La presencia de Sócrates se

convierte en una condena del arte y la moral existentes, por carecer éstas de inteligencia

y basarse sólo en

la

ilusión; el instinto inconsciente, que debe crear destruyendo consigo

toda creación, se volvió crítico. A partir de la aparición de la estética socrática la

conciencia se tendrá que transformar en un creador instinto lógico.

Con Sócrates, el pensamiento filosófico se sobrepone al arte obligándolo a

aferrarse a la dialéctica, es decir, la tragedia, salvadora y creadora, debe encontrarse

llena de argumentos, contrargumentos y deducciones. Así, la tragedia murió con Sócrates

Y Eurípides, pasando del pesimismo a un optimismo basado en las tres frases que

encierran la filosofia socrática: "La virtud es el saber; se peca sólo por ignorancia; el

(25)

virtuoso es el hombre feliz”. El mundo socrático transmite un optimismo que oculta la realidad, viniendo con ellos el engaño y la mentira que tanto ha criticado Nietzsche, pues en el diálogo sólo existe como creador la consciencia, mientras que el instinto se torna crítico

Con el nombre de Sócrates un nuevo mundo optimista ha nacido; pero no por optimista menos terrible’ y azaroso. El optimismo que Sócrates representa es de naturaleza ajena al arte; lejos de crear, engaña y miente sobre la realidad. Por ello Nieizsche lo tacha de corrosivo de la vida. Ha llegado una ilusión al mundo: la ilusión socrática de curar con el conocer la herida eterna del existir. La ética a que lleva esta nueva concepción del mundo olvida la sabiduría del dios de

los

bosques; no quiere afrontar io terrible, quiere destruirlo con argumentos dialógicos.

Junto con esta nueva ética, ha venido Eurípides a transformar la tragedia. Ahora el teatro es una agonía; llega la comedia ática nueva, surgida de una masa preparada e ilustrada. Eurípides introdujo el prólogo, irrumpiendo así el espectador en el escenario: se ha vuelto parte de la obra, importando más la coherencia y la belleza que la verdad que encierra ¡a vida. Se ha destruido el azar y se ha integrado un método racionalista plenamente consciente. Esta azarosa verdad es sustituida por una belleza basada en la razón: lo bello es, en el socratismo estético,

lo

consciente, pues lo bueno sólo puede ser también lo consciente. El artista no es un creador, sino un ordenador, encargado de organizar ei caos del universo para poder encontrar causas de efectos y efectos que tengan causa. Causa-efecto, como relación necesaria, acarrea culpa y castigo, virtud y felicidad, como justificación de un prólogo racionalista que todo transforma en conceptos. Euripides será el poeta del socratismo estético, quien reemplaza a Esquilo y al heroe trágico por héroes argumentativos, sin compasión, asesinando a la tragedia. Ya no hay

(26)

idealidad, pues la palabra se ha vuelto su aiiada, escapando at pensamiento. Este escape

forma la mentalidad del esclavo, donde la inmoralidad ya no tiene cabida, pues se cree en

un futuro ideal. Eurípides reaccionó contra una supuesta decadencia iniciando un fin: el de

la tragedia. Ordenando el caos, Euripides volvió comprensible el mundo a los hombres;

buscando lo consciente ha desembocado en un mundo que, lejos de ser el real, se

encuentra al revés; pasó de la tragedia al drama, imponiendo un insoportable uso de la

iógica, despreciando ai arte como instinto y negando la sabiduría que con aquél ilega,

pues es sólo en el arte donde puede encontrarse.

Por otro lado, la belleza que se disfruta es material. La pintura, por ser

representación de lo bello en apariencias, se olvida de toda verdad; permanece en un

terreno imitativo como arte escuitórico. La estética racionalista es ei fundamento del

cambio en la tragedia. Obra de Sócrates y Eurípides, el drama es muestra de un

insaciable deseo de conocimiento que, finalmente, será transformado en resignación

trágica y necesidad de arte.

La tragedia es resignación ante el conocimiento. Surge como una necesidad de

arte ante tal avidez cognoscitiva. De acuerdo con Nietzsche, es el espíritu de la música la

única fuente de donde puede surgir el espíritu de la tragedia. La verdad es la concepción

trágica de¡ mundo manifiesta en voluntad. El mundo no es beilo; éSta es una aseveración

insólita que debe mostrarse analizando su origen y enfrentándola a los fenómenos

actuales, donde el ansia por conocer se enfrenta a una necesidad artística destruida por

Sócrates.

Dionisos debe representar una sabiduría: la sabiduría dionisíaca contra el juicio

socrático y su estética racionalista. La sabiduría dionisíaca se manifiesta en ¡a fuerza

musical, donde el mito debe ser transformado para convertirse en vehículo de dicha

(27)

sabiduria. ¿Cómo llegar a esa sabiduría? La tragedia responde a esta cuestión. La

tragedia de Esquilo, con su nitidez engañosa, su profundidad enigmática, la infinitud de su

trasfondo y su incertidumbre, logra deshacerse de la mentira manifestada en el arte nuevo

(la tragedia 8 t h de Eurípides) dando origen a una eterna lucha entre la consideración

teórica y la consideración trágica del mundo. Esta última es la que le interesa a Nietzsche,

quien argumenta a favor de¡ aniquilamiento de ia pretensión de validez universal de la

ciencia para provocar un renacimiento de la tragedia.

Dentro de la verdad dionisíaca y su naturaleza productiva es imprescindibie la

inconsciencia. Un efecto creador y afirmativo es posible sólo como producto inconsciente.

La ciencia y e¡ arte se excluyen; por ello, Sócrates es el primer gran heleno que fue feo:

es padre de la lógica (ciencia pura), trayendo el aniquilamiento del drama musical. La

lógica, como destructora de la tragedia, obtiene comedias y no tragedias; el recurso lógico

en el diálogo no muestra la desgracia de los personajes como algo real, sino como falta

de cálculo, siendo más bien tema de comedia. El placer de la dialéctica sustituyó así a la

tragedia volviéndola comedia y haciéndola perecer a causa de una dialéctica y una ética

optimistas.

Nietzsche quiere, con el arte dionisíaco, terminar con la belleza. Critica al arte que

tiene como fin la beileza por diversas razones:

1. No todo lo que no puede ser tajantemente acomodado en conceptos es negado.

2. La tragedia se convierte en pasividad.

3. AI despreciar el instinto, desprecia al arte mismo.

La producción artística no tiene que ser forzosamente consciente; al contrario, debe ser

(28)

inconsciente, pues lo bello no debe ser la finalidad del arte. Lo inconsciente se convierte

en un elemento imprescindible para la creación artística y se enfrenta a la ciencia. AI

respecto, Nietzsche defiende ias siguientes tesis:

-

Lo inconsciente es productivo y afirmativo, y lo consciente es crítico y disuasivo (contra

la idea de que lo instintivo se convierte en crítico y lo consciente en creador).

- A la ciencia que acaba encerrándose en si misma le falta el arte.

-

La excesiva claridad apoiínea acaba con la tragedia transformándoia en comedia.

-

La tragedia es pesimista en su esencia

-

Gracias a Sócrates (el optimista lógico) y la estética racionalista se ha transformado la

tragedia en comedia, apoderándose de la escena el cálculo matemático junto con sus

relaciones: a) causa-efecto, b) culpa-castigo, c) virtud-felicidad,

Pero Nietzsche no ha descartado de su estética a la apariencia: para el

conocimiento de la verdad de la desmesura es necesario entrar dentro del círculo de las

apariencias. Éstas son el medio de alcanzar la inmersión en lo Uno Primordial

convirtiendo a ¡a apariencia en un medio. Apoio se hace necesario a Dionisos como su

complemento, pues gracias a éI se hace visible el mundo como

imagen

onírica

simbólica.

Es imposible el perfeccionamiento del ser por medio del conocimiento. El problema de la

verdad absoluta es tratado en El

Nacimiento de

la tragedia, donde Nietzsche critica a la representación ilusoria de Sócrates, debido a que ¡a lógica y ciencia no ofrecen

conocimiento cierto y eterno. Las esperanzas de la lógica y la dialéctica terminan

agobiando más al hombre. El saber ha traído como consecuencia al hombre moderno,

siempre criticado por Nietzsche, puesto que su estética no deja de ser critica de la cultura.

(29)

¿En qué consiste la verdad? Para Nietzsche no es más que la propia reaiidad; una

realidad indiscernible del mal, que es la esencia del mundo. Para conseguir el propósito

de Nietzsche, es indispensable regresar al origen y esencia de la tragedia: la duplicidad

de apolíneo y dionisíaco, antítesis surgida gracias al fracaso y la mentira euripidea, donde

los mundos artísticos opuestos en su más profunda esencia se unen. Tal profundidad fue

lograda por Sófocles y Esquilo, para después ser sustituidos por el mal causado a raíz del

surgimiento del diálogo, convirtiendo la tragedia en comedia por basarse en la dial6ctica y

no dar su importancia vital a la música. La verdad, pues, no es lógica ni dialéctica, es otra

cosa; el héroe trágico mostraba claramente esa veraad, no absoluta, sino cruda; no es la

capacidad lógica la que debe guiarnos en el mundo; hay que tener una actitud doliente

ante un mundo que nada bello posee. Es este héroe el que fue aniquilado junto con la

tragedia. Fueron la necesidad de belleza y de logicización las que lievaron a la tragedia a semejante decadencia.

7.6 Relación

ciencia-arte

La ciencia es una representación ilusoria. El hombre teórico, al que representa

Sócrates, busca la verdad y recrimina la ética pesimista. El arte ayuda a destruir una

ilusión metafísica creada por la ciencia y que pretende corregir al ser. La ciencia, estando

tan limitada como lo está, llega a cierto margen donde es preciso transformarse en arte.

La ciencia ha cobrado, a partir de Sócrates, el papel de remedio contra la incertidumbre

del mundo, intenta ordenar y proferir leyes que oculten el caos, evita lo irremediable de la

existencia y llega hasta sus límites donde, no teniendo salida y enroscándose en sí

misma, tropieza con ella misma dando paso al arte,

(30)

Nietzscne se ha preguntado: ¿Acaso el arte es incluso un correiato y un

suplemento necesarios de la ciencia? A partir de tal pregunta ha encontrado una

respuesta alentadora. La ciencia, así, debe transformarse en arte, en el cual está la

continuación de la obra científica; es la salvación de la ciencia. En relación con la

pregunta anterior, Nielzsche responde:

Pues la periferia del círculo de la. ciencia tiene infinitos puntos, y mientras aún no es posible prever en modo alguno cómo se podría alguna vez medir completamente el círculo, el hombre noble y dotado tropieza de manera inevitabie, ya antes de ilegar a la mitad de su existencia, con tales puntos límites de la periferia, donde su mirada queda fija en lo imposible de esclarecer. Cuando aqui ve, para su espanto, que, llegada a esos límites, la lógica se enrosca sobre si misma y acaba por morderse la cola -entonces irrurnpe la nueva forma

de conocimiento, el conocimiento trágico, que, aun sólo para ser soportado necesita del arte como protección y remedio."

Nietzsche desprecia la ciencia a favor del arte. Tanto el arte como la ciencia

carecen de objetividad. Pero existe una desconfianza frente a la ciencia y es a raíz de su

optimismo, en la medida que es sentida serenamente y como un velo que oculta la

realidad. Es tanto optimismo el que hace desconfiar. La ciencia intenta indagar en la

naturaleza y encontrar universalidad. Aquí radica la ilusión de la ciencia, pues esta

tropieza con los límites del hombre y tiene que recurrir al arte, ilimitado y creador.

12 /bid, p. 130.

(31)

CAPíTULO 2. LA INDIVIDUACIÓN COMO RAíZ DEL MAL Y DE LA PROPIA VIDA

2.1 Principium individuationis: mal radical

contra

el

mundo

y el arte

La idea primordial que pretendo exponer en el presente capitulo es lo que

Nietzscne ha llamado e¡ mai de¡ mundo y ¡a importancia que cobra este en ¡a estética

planteada por el autor. Cuando Nietzsche habla del mal del mundo se remonta a los

orígenes griegos del mal: Sócrates y Euripides, quienes han diseminado su mal hasta el

momento en que Nietzsche escribe contra los artistas y teóricos del arte de su momento.

La estética que Nieizsche ¡lama moderna hace una clasificación enire artistas

objetivos y subjetivos. El problema con ésta clasificación es que aquella estética resalta ia supremacía del arte subjetivo; éste es el reproche nietzscheano, que apela a la

destrucción de la subjetividad que tanto mal ha ocasionado. En N

nacimienfo

de la

tragedia Nietzsche está contra la idea de Schopenhauer que sostiene que el origen del

mundo está en la individuación, pues para Nietzsche el mal del mundo se debe,

precisamente, a esa individuación de la cual hay que redimirse. El mal surgió cuando la

subjetividad irrumpió con la voluntad y capricho individuales: “el lírico, que según la

experiencia de todos los tiempos, siempre dice <<yo>> y tararea en presencia nuestra ¡a

entera gama cromática de sus pasiones y apetitos” ‘3. Este lírico, completamente egoísta,

ha fragmentado io que debiera constituirse en Uno.

Cuando surge la voluntad individual Dionlsos se convirtió en víctima. La

individuación se dio, mitológicamente, cuando Zagreo -Dionisos- fue escindido en agua,

tierra, aire y fuego. Dionisos sufrió ¡a separación, causando el estado de individuación

COmO fuente y razón primordial de todo sufrimiento; Dionisos se despedaza en una doble

naturaleza: demón cruel y soberano dulce y clemente.

13 Nietzsche, op. cit.. p. 62.

(32)

Nieksche reprueba, por las mismas razones que a la individuación, a Arquíloco y

Hornero. A ellos los tiene por no- artistas que odian y se mofan creando cierto espanto;

ebrios concupiscentes individuales. El verdadero artista será sólo el músico dionisiaco,

que expresa un total y único dolor primordial, siendo el un eco fundamental de tal dolor

En verdad Arquíloco, el hombre que arde en pasión, que ama y odia con pasión, es tan sólo una visión del genio, el cual no es ya Arquíloco, sino el genio del mundo, que expresa simbólicamente su dolor primordial en ese símbolo que es el hombre Arquítoco: mientras que ese hombre Arquíioco, cuyos deseos y apetitos son subjetivos no puede ni podrá ser jamás poeta’4

La individuacion representada por Apolo, como vimos anteriormente, es la causa

de los males del mundo. Este mal del mundo, la individuación, es el olvido del hombre

como un todo, la confianza del hombre individual en que la apariencia apolinea lo tiene a

salvo de la catástrofe existencial. Como en una débil barca -analogía de Schopenhauer-

en medio de una tempestad maritima, el hombre individual se apoya sobre ella y se

siente a salvo de dicha tormenta. Surgen el sujeto e individuo egoísta como adversarios

del arte, mientras que el sujeto artista está redimido de su voluntad individual, siendo más

un medium “a través del cual el Único sujeto verdaderamente existente festeja su

redención en la a~ariencia”‘~. ÉSta es la apariencia que Apolo ofrece, la falsa salvación a

que el hombre se aferra y que constituye, más que su salvación, un gran mal, pues ciega

al hombre de la verdad, verdad ésta que debe ser conocida para encontrar una

redención

La individuación no es únicamente raíz del ma¡ sino de ¡a propia vida. Puede

resultar escandalizante esta afirmación de Nietzsche, debido a que pone en duda la

veracidad científica contra la totalización del arte. Pero, debido a la ilimitada naturaleza

humana, no es posible afirmar, por un lado, que la ciencia cubre todas las verdades, ni

que debe ser del todo desechada. El principio de individuación origina la piuralidad y la

(33)

diferencia; ésta es la realidad ontológica del mal que

sólo

Dionisos es capaz de mostrar, no por sí

solo,

sino con su arte expresado, a la vez, con ayuda de Apolo. El saber artístico es completamente ilusorio. Lo no estético en sí es la voluntad, por egoísta. La música no es voluntad pero aparece como voluntad creadora a la cual utiliza, con la que aprende a vivir como medio. El arte se convierte en un impulso activador que, lejos de mostrar verdades absolutas, se deshace del Individuo para mostrar al todo que lo constituye y le muestra la verdad que puede ser modificada.

El hombre es producto de

un

sufrimiento divino. Nietzsche lo describe como un juego pueril que es raíz de la incertidumbre que priva en la creación. La solución a la individuación, su final, es el nacimlento de Dionisos. En el terreno estético, la individuación se relaciona con el placer estético porque éste reside en la contemplación de lo individual. Contra esto se pronuncia Nietzsche, quien defiende que el placer estético nada tiene que ver con tal contemplación y es posible sólo a partir de la desindividualización. La base subjetiva del juicio estético debe desaparecer. La

universalidad del juicio estético debe ser interpretada como desindividuaiización. La pura pasividad en la contemplación, la quietud de la expectación en la tragedia niega la voluntad de vivir. El principio de individuación seria, as¡, un debilitamiento de la voluntad Nietzsche habla, en este libro, de la voluntad en dos sentidos: tomada como la cosa en si, siendo una; y en el sentido fenomenico, donde la voluntad se toma en multiplicidad. La primera es la que permite crear inconscientemente y

la

segunda es la que racionalmente guía al sujeto a actuar para sí.

''

lbid. p. 6 4 .

lbid, p. 66.

(34)

2.2 El suicidio

de

la tragedia

Con la irrupción de Sócrates el racionalismo reinó en Grecia. Así, parte del mal se le atribuye a Sócrates y Eurípides. Este último cedió al racionalismo socrático y la tragedia terminó suicidándose: “tan pronto se encontraron frente a frente dos actores principaies, dotados de iguaies derechos, surgió de acuerdo con un instinto profundamente helénico, la rivalidad

[...I

expresada con palabras y argumentos”“. El drama musical constituia parte de la tragedia y su esencia, pero cuando se infiltró el remedo de la contienda verbal apareció en la esencia de aquél un dualismo: la dialéctica cobraba vigor, se infiltraba para desaparecer toda compasión de la tragedia. El héroe dramático se transformó en un héroe de la palabra dominanao un dualismo del estilo: por un lado el poder de la música y, por otro, la dialéctica. El proceso para que este dualismo desapareciera con el triunfo de la segunda se debió a la pieza de la intriga, donde la musica fue aniquilada terminando paralelamente con la tragedia.

La dialéctica, siendo optimista, creía en la causa y el efecto, por lo tanto, en una relación necesaria de culpa castigo, virtud y felicidad. La dialéctica se encuentra basada en el cálculo matematico y niega lo que es contrario a

lo

analítico conceptual. Nietzsche no cree en esta causalidad y defiende al héroe trágico más por la incertidumbre que ¡e aborda: “El héroe de ia tragedia no se evidencia en la lucha con e¡ destino, tampoco sufre lo que merece: se precipita a su desgracia ciego y con la cabeza tapada: y el desconsolado pero noble gesto con que se detiene ante ese mundo de espanto que acaba de conocer, se Clava como una espina en nuestra alma””. En esta cita Nieksche evidencia su creencia en el azar y la incertidumbre: Sócrates estaba equivocado, pues e[ ‘malo’ no Suffe un castigo y la justicia no existe en sus términos; lo moral es obra humana

‘‘

Ibid. p 225

/bid, p. 226.

(35)

y ninguna piadosa deidad ha embellecido al mundo: éste es caótico, son

los

hombres quienes

lo

crean en su horror para después ocultarlo.

El suicidio de la tragedia acarreó la pérdida de la poesía cuando Eurípides (con su

comedia ática nueva) llevó el espectador al escenario a que dictara un juicio. El griego se voivió esclavo, carente de aspiraciones: se convirtió en espectador y propició una relacibn entre obra y público que muestra una aparente jovialidad. La tragedia es, por ello, lo opuesto a Sócraies y . Eurípides: no fue comprendida por éstos sino fulminada, acarreando, con el socratismo estético, el mal de la individuación.

Lo Uno primordial es una voluntad de vivir cuya permanente redencion es la

apariencia. En su corazón existen la contradicción primordial y el dolor primordial: terminar con la veneración de lo natural y lo rea¡. La contradicción primordial es el sufrimiento ocasionado por el afán heroico de acceder a lo universal queriendo el individuo ser éI mismo la esencia del mundo. Los individuos en tanto tales son, de acuerdo con Nietzsche, cómicos por contradictorios. El mundo en que vivimos está dotado de la misma realidad y credibilidad que para el griego creyente poseía el Olimpo. El hombre es artísticamente creador; el ser creador le propicia sufrimiento e intenta conquistar la razón de ser de su humanidad aniquilando a los dioses y a su propio servilismo por ellos. Así termina con parte de su creación; el intento de crear un mundo metafórico ha propiciado el olvido del hombre de si como sujeto: se requiere una esfera intermedia y una fuerza mediadora del comportamiento estético entre el sujeto[hombre] y el objeto [el mundo]. El mundo se crea por medio del arte.

Nietzsche se pronuncia contra la conceptualización del mundo: no son los conceptos los que crean al mundo, sino las artes. La creación que las artes fomentan no es equiparable a la creación divina del cristianismo sino como transmutación del

(36)

sufrimiento en obra de arte? "El que más sufre ansía más profundamente la belleza; la engendra"".

2.3 Filosofía del

pesimismo

Para Nietzsche, la tragedia es pesimista en esencia; muestra a la existencia

como

algo muy horrible donde el ser humano es un insensato. El pesimismo de Nietzsche es algo miis que un superficial odio del mundo, más que una actitud hacia éi; es una filosofía que encierra la solucion de lo terrible, que desenmascara a la belleza y la virtud mostrando, a través de¡ arte, que ía vida es horrible y que, a pesar de eilo, puede ser vivida dignamente. El pesimismo en que se encierra parte de la teoria estética de Nietzsche se muestra como una necesidad para reencauzar ai arte romántico en que la humanidad se habia sumergido. Desear romper con el velo que cubre la verdad del mundo es poseer el beneficio de la duda.

El pesimismo encierra una ética practica, por

lo

que no es amoral. A contrapelo de

éI surgió la ciencia, mas su creación como optimismo reivinaicador no ha servido como corrector del ser. Como consecuencia de una mayor fuerza y plenitud vital, se dio el pesimismo, el cual puede permitirse el lujo de lo trágico.

En la filosofía pesimista de Nietzsche aparece la decadencia. La decadencia es la enfermedad de la civilización y es preciso que ésta sea curada; la enfermedad que representa no es una patologia; es, simplemente, una especie de enfermedad social. El arte debe terminar con el mal social que es la decadencia, debe ayudar a que ésta no se funda con la humanidad como parte de ella. En consecuencia, Nietzsche no presenta al pesimismo para sumergirse en éI patéticamente sino, antes bien, quiere transformarlo en placer por la vida.

18

V Infra, cap 3, p 38 19 Quesada, op. cit , p. 216.

(37)

La filosofía ha pretendido interpretar a la vida en su esencia; esto ha provocado una catástrofe que se ha convertido en decadencia. Nietzsche está en contra de todo sistema filosófico debido a que la vida, lejos de ser un sistema, es un caos que no es ordenado por nadie y que debe ser mostrado como tal, sin encubrirnientos, Para que 'enfermedad social termine'. Toda esa decadencia es consecuencia de la Ciencia y la

filosofía, principalmente. La decadencia se caracteriza por poner

los

instintos en desorden, por un debilitamiento de la voluntad; la disgregación de las formas y el

desencadenamiento caótico de las pasiones. Todo ello como consecuencia de un perpetuo gemir: la eterna queja del decadente que no actúa simplemente se enfoca en evocar sus dolorosos recuerdos y olvidarlos por medio de bebidas excitantes y narcóticos artificiales para buscar venganza. El decadente tiene los instintos debilitados y no tiene dominio de sí mismo, pues carece de un sistema regulador que garantice la unidad del yo y, para procurárselo, se apoya en la conciencia y la razón; la moral es su recurso inmediato, junto con la conciencia del deber puro y la sobreestimación del poder de la iógica en su intento de comprender sus carencias. El gran decadente es también Sócrates, destructor det arte, pues se apoya en la moral empeiiándose en el engaño. La decadencia de la tragedia se dio a partir de la necesidad de belleza y logicizacion, dando pie al arte romántico. El pesimismo nietzscheano no quiere volver productivo al artista a partir del descontento: quiere que el ser humano sea redimido en la apariencia y se concientice de su mal para creario sin apartar la mirada de s i ni de su mundo circundante.

El artista debe ver el carácter terrible y cuestionable de la vida, del hombre cognoscente trágico; además debe querer vivir. El sufrimiento se vive y se quiere, se glorifica y se

toma

forma de una gran fascinación. El pesimismo nietzscheano será, pues, un pesimismo de la fortaleza para afirmar la existencia como bendición. La decadencia será ahora absurda:

"El conjunto de ideas y valores que garantizan la dominación de la decadencia revelan la

(38)

nada en que escondían su fundamento””.

Las ideas, sean filosóficas o morales, además de la ciencia, cargan detrás tie sí la nada, una nada referida a la normatividad, es decir: la vida no está sujeta a norma alguna, es azarosa y caótica. Nietzsche es un pesimista en el sentido de que muestra el sentimiento de la pérdida de valor del mundo, pues nada tiene sentido; la importancia del

pesimismo no es el olvido de si, no intenta llevar a la humanidad a la verdad de Sileno; al contrario, debe favorecer la búsqueda de escapatorias.

Para Nietzsche, el mundo es un gran texto interpretable. Lo dionisiaco es este nihilismo y su solución: e[ arte. Pero no es un arte cualquiera, sino uno que va de la obra ai creador para volverlos instrumentos del optimismo. El pesimismo estético de Nie’rzsche es herencia de Schopenhauer y encierra la posibilidad de transformaci6n, siendo así un optimismo motivante su principal objetivo. Ahora, tenemos que los elementos de una consideración profunda y pesimista del mundo son tres:

1. La tensión individuo- todo

2. la individuación como raíz del mal y de la propia vida

3. el arte como impulso activador

2.4 Realidad ontológica del

mal

El estado estético será el del puro contemplar y el no estético el querer como interés personal de la finalidad. El origen del mundo es

un

mal radical. La idea de Nietzsche, a través del arte, es transformarlo para continuar con la voluntad de vivir.

Mientras que para Eurípides el mal del mundo era la decadencia del drama musical, impuso su tragedia

como

ley capital, basada en el principio de la comprensión: ‘todo tiene que ser comprensible para que todo pueda ser comprendido’, Nietzsche lo

20 Jean Granier. op. cit., p. 25.

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