Ana de Austria (1601-1666)
Reina consorte de Francia y de Navarra
Reinado 18 de octubre de 1615 - 14 de mayo de 1643 Nacimiento 22 de septiembre de 1601
Valladolid, España
Fallecimiento 20 de enero de 1666 (64 años) Paris, Francia
Entierro Basílica de Saint-Denis, Francia Predecesor María de Médici
Sucesor María Teresa de Austria Consorte Luis XIII de Francia Descendencia véase Descendencia Casa Real Casa de Austria Padre Felipe III de España
Madre Margarita de Austria-Estiria
Ana de Austria (Valladolid, España; 22 de septiembre de 1601 – París; 20 de enero de 1666), Infanta de España y Reina consorte de Francia y de Navarra
Era hija del rey Felipe III de España y de Margarita de Austria-Estiria. * 1 Reina de Francia
* 2 Descendencia * 3 Regente * 4 Muerte
* 5 Enlaces externos Reina de Francia [editar]
Se casó el 18 de octubre de 1615 en Burgos, con Luis XIII de Francia (1601 – 1643), hijo de Enrique IV (1553 – 1610) y de María de Médicis (1575 – 1642). En el enlace, celebrado en España, no estuvo presente Luis XIII, que fue representado, en Burgos, por el Duque de Uceda. Ese mismo día, en Burdeos, Isabel de Borbón, hermana de Luis XIII se casaba con el infante Felipe, hermano de Ana, futuro Felipe IV de España. Ambas princesas fueron rápidamente «intercambiadas» (la una hacia Francia y la otra hacia España) en la isla de los Faisanes, situada a orillas del río Bidasoa, cerca de Hendaya. El matrimonio de Ana de Austria y Luis XIII, se celebró en Burdeos el 21 de noviembre de 1615.
Se le atribuyó una aventura amorosa con George Villiers, Duque de Buckingham (1592 – 1628), sin que pudiera probarse nada pese a las continuas visitas que éste realizaba a París para entrevistarse con la reina. Estos galanteos propiciaron la separación del matrimonio. Ana se retiró a su castillo de Val-de-Grâce en el que permaneció varios años, hasta que terminó por reconciliarse con Luis XIII, y regresó a París.
Descendencia
* Luis XIV (1638–1715), rey de Francia (1643–1715)
* Felipe I de Orleans (1640–1701), duque de Orleans (1660–1701). Regente
Al morir su esposo (1643), fue nombrada regente de Francia (1643 – 1651), consiguió que el Parlamento de París aboliera el testamento de Luis XIII, que limitaba sus prerrogativas. Nombró al cardenal Giulio Mazarino, ya presente en el Consejo de regencia, Presidente del consejo real. Se sospechó que contrajo matrimonio secreto con él (aunque nunca se pudo aportar documentación alguna que lo probara, pese a que algunos indicios así lo indicaban).
Al llegar Luis XIV de Francia a su mayoría de edad (13 años), en 1651, ascendió al trono y las actividades políticas de Ana de Austria fueron considerablemente reducidas, aunque su preponderancia continuó dejándose sentir mientras vivió Mazarino. A la muerte de éste (1661), Luis XIV asumió todo el poder y la reina se retiró, de nuevo, a Val-de-Grâce, donde permaneció hasta su fallecimiento.
Fue acusada de traición, acusación basada en la correspondencia secreta que mantenía con su hermano Felipe, por lo que fue inculpada de intrigar contra su mayor enemigo el cardenal Richelieu; y se le atribuyó el haber participado en la conspiración de Chalais y del Cinco-Marzo, imputaciones que, parece ser, carecieron de verosimilitud.
Muerte
Murió el 20 de enero de 1666 en París a causa de un grave cáncer de pecho -uno de los primeros que se conocen en la Historia- pocos meses después que su hermano Felipe IV de España, siendo la última superviviente de los hijos de Felipe III de España y
Margarita de Austria-Estiria. Su consistente patrimonio fue heredado por su nieta, la futura reina consorte de España María Luisa de Orleáns.
María de Médici,
Nació el 26 de abril de 1575 en Florencia, murió el 3 de julio, 1642, reina de Francia de 1600 a 1610. Reina madre hasta su fallecimiento.
María fue la sexta hija de Francisco I de Médici (1541 – 1587). Gran duque de Toscana, y de Juana de Habsburgo-Jagellón (1547 – 1578), archiduquesa de Austria.
Se casó con Enrique IV de Francia el 16 de diciembre de 1600 en Lyon. Bailarina de ballet, coleccionista, su mecenazgo contribuyó a desarrollar las artes en Francia. Cercana a los artistas de su Florencia natal, fue educada por Jacobo Ligozzi. Fue madre de:
* Luis XIII, rey de Francia (1601 – 1643) * Isabel de Francia, (1603 - 1644)
* Cristina de Francia, (1606 – 1663), duquesa de Saboya * Nicolás de Francia, (1607-1611)
* Enriqueta María de Francia, (1609 – 1669), reina de Inglaterra * 1 Reina de Francia
* 2 La Regente
* 3 El retorno político y cultural * 4 Caída y exilio
Reina de Francia
Su matrimonio con Enrique IV de Francia fue debido, principalmente, a las preocupaciones dinásticas y financieras del rey de Francia. Los Médici, banqueros acreedores del rey de Francia, prometieron una dote de 600.000 escudos de oro, lo que hizo que María de Médici fuera apodada como la “Gran banquera”.
Su llegada a Francia desde Marsella, tras su matrimonio, por poderes, en Florencia antes de llevarse a cabo su confirmación en Lyon, tuvo gran repercusión. Dos mil personas formaban su cortejo. Antoinette De Pons, marquesa de Guercheville y dama de honor de la futura reina fue la encargada de recogerla en Marsella. Después de su desembarco, María de Médici se reunió con su esposo en Lyon donde pasaron su primera noche de bodas.
María de Médici quedó embarazada en seguida y, el 27 de septiembre de 1601 nació su primer hijo, el delfín Luis, causando gran alegría tanto al rey como a todo el reino ya que desde hacía cuarenta años se esperaba el nacimiento de un delfín. María de Médici continuó con su papel de esposa y le dio a su marido unos cuantos hijos.
María de Médici no se entendía con Enrique IV. Sumamente celosa, no soportaba las aventuras femeninas de su marido, ni sus desaires; él la obligaba a relacionarse con sus amantes y además le escatimaba el dinero que necesitaba para cubrir todas las
necesidades que su condición real le exigía. Las discusiones entre ambos eran frecuentes, seguidas por una relativa tranquilidad. María de Médici quería hacerse coronar oficialmente como Reina de Francia, pero Enrique IV, por diversas razonas políticas iba posponiendo la ceremonia. Fue necesario esperar al 13 de mayo de 1610, fecha en la que se esperaba una larga ausencia del rey —Enrique partió para conducir una “visita armada” a fin de solucionar un problema político entre los príncipes del Sacro Imperio, y el caso de Cléves y Juliers—, para que la reina fuera coronada en Saint-Denis e hiciera su entrada oficial en París. Al día siguiente el rey fue asesinado. La Regente
Tras la muerte de Enrique IV, el 14 de mayo de 1610, María de Médici asumió la regencia en nombre de su hijo Luis XIII que aún no tenía nueve años, demasiado joven para poder reinar. La posición insegura de su regencia ante la nobleza del reino y sus vecinos europeos, la obligó a romper con la política de Enrique IV. Destituyó a los consejeros del rey, pero no consiguió hacerse obedecer por los Grandes. Para reconquistar el poderío de Francia no encontró mejor solución que pactar la paz con España. En 1615 esta aproximación de acercamiento se concretó por medio del
La política de la reina provocó, no obstante, un gran descontento. Por una parte, los protestantes vieron con inquietud ese acercamiento de María con Su Majestad Católica el rey de España, Felipe III; por otra, María de Médici, intentaba reforzar el poder de la monarquía con el apoyo de personas como Concino Concini esposo de su hermana de leche y dama de compañía de Leonora Dori que no era apreciada por algunos nobles franceses. Leonora, llevada por la xenofobia, acusaba a los inmigrantes italianos que rodeaban a María de Médici de enriquecerse en perjuicio de la nobleza francesa. Aprovechándose de la debilitación causada por la regencia, los nobles de las grandes familias, con el príncipe Condé a la cabeza, se alzaron contra María de Médici para conseguir, por este medio, unas compensaciones financieras.
Unos años más tarde, cuando María de Médici fue exiliada por su hijo, empezó a fraguarse la leyenda negra de María de Médici: se la acusó de haber procurado la riqueza y el poder de sus favoritos italianos, del despilfarro financiero causado por los derroches de la reina y su entorno, de la torpeza y la corrupción de su política que se había incrementado durante el gobierno de María de Médici. Por otra parte la reina y su hijo no tenían buenas relaciones. Sintiéndose humillado por la conducta de su madre, en 1617, Luis XIII organizó un golpe de estado en el que murió, asesinado, Concino Concini. Tomando el poder, exilió a su madre en el Castillo de Blois.
El retorno político y cultural
En 1619, la reina se escapó de su prisión y provocó una sublevación contra el rey, su hijo (“guerra de la madre y del hijo”). Un primer tratado, el tratado de Angulema, negociado por el Cardenal Richelieu, solucionó el conflicto. Pero la reina madre no se sintió satisfecha y volvió a levantarse en armas contra su hijo con la ayuda de los Grandes del reino (“segunda guerra madre-hijo”). La coalición nobiliaria fue
rápidamente anulada en la batalla des Points-de-Cé por el rey, que perdonó a su madre y a los príncipes.
Consciente de que no podía evitar la formación de complots en tanto que María de Médici estuviera en el exilio, el rey aceptó su retorno a la corte. María de Médici volvió a París donde se dedicó a la construcción de su Palacio de Luxemburgo. Tras la muerte de Luynes, en 1622, se fue introduciendo de manera subrepticia y poco a poco en la política. Richelieu jugó, en esos momentos, un papel importante en la reconciliación entre madre e hijo, sugiriendo que ella pudiera incorporarse al Consejo del rey.
María de Médici, mecenas reconocida en la vida parisina encargó numerosas pinturas, a Guido Reni y, especialmente, a Rubens al que hizo ir a Anvers para la ejecución de una galería de pinturas dedicadas a su vida. Actualmente quedan 22 cuadros conservados en el Museo del Louvre
Caída y exilio
famoso Día de los Engañados, el 12 de noviembre de 1630, Richelieu pasó a ser el primer ministro y María de Médici se vio obligada a reconciliarse con él.
Finalmente, María decidió retirarse de la corte. El rey sabiendo lo intrigante que podía llegar a ser, la envió al castillo de Compiègne desde donde ella trató de huir a Bruselas en 1631 donde pensaba encontrar ayuda para su causa. Refugiada con los enemigos de Francia, María fue privada de su condición de reina de Francia y, por consiguiente, de sus pensiones.