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DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES COORDINACIÓN DE SOCIOLOGÍA

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(1)

UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA

UNIDAD IZTAPALAPA

DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

COORDINACIÓN DE SOCIOLOGÍA

‘‘TRANSICIóN DEMOCRÁTICA

EN MÉXICO”

(1 988-1 997)

TESINA

Para obtener el grado de licenciatura en:

SOCIOLOGÍA

PRESENTA

Juan Alberto Valencia Martinez.

Matricula

94323958

Juan

David Moreno Carmona.

Matricula

94323 143

Area de concentración: Sociología pol

Asesor: Manuel

L

,/”

México, D.F.

., /.‘ _”‘ ,/’

Diciembre de

1998.

(2)

AGRADECIMIENTOS

A

MIS

PADRES:

Juan

Martin

Moreno Vera

Graciela Carmona Mancera

Les doy las gracias por el amor recibido y la

Confianza que depositaron en

mi para terminar

MIS

estudios.

Todo el esfuerzo que necesite para terminar

Mi

carrera, no se compara en nada al apoyo

Que ustedes me brindaron.

Tratare de nunca defkaudar esa confianza y

Y

superarme día con día para que siempre

Se sientan orgullosos de

m i .

SU

HIJO

QUE LOS QUIERE

JUAN

DAVID MORENO CARMONA.

A

MI

PROFESOR:

Agradezco al

Profesor Manuel Larrosa

H.

Todo el apoyo recibido durante la elaboración

De está Tesina, para la cual brindó su valioso

Tiempo

y

dedicación

así

como

sus

consejos

Y

sus enseñanzas.

A

MI

COMPAÑEiRO:

A

mi

compañero Juan Alberto Valencia

Un agradecimiento por soportarme en

Toda esta Tesina y tratar de obtener

un

Buen trabajo que culrmno con la finalización

De está misma.

MIS MAS SINCEROS AGRADECIMIENTOS A

MI

FAMILIA, A MI ASESOR Y

MI

COMPAÑERO, SIN LOS CUALES NO HUBIERA PODIDO TERMINAR ESTE

TRABAJO.

(3)

AGRADECIMIENTOS

A MIS PADRES

EDUARDO VALENCIA RUMBO Y PETRA MARTINEZ ARANDA POR SU CONFIANZA QUE SIEMPRE ME BRINDARON, POR SU

INVALUABLE APOYO MORAL Y SU APRECIABLE AYUDA ECONOMICA QUE FUERON LA BASE PARA DESARROLLARME PROFESIONALMENTE A ELLOS MI CARIÑO Y RESPETO. NUNCA PODRE PAGAR LO QUE

HICIERON POR MI. &fUCHAS GRACIAS PADRES!.

A

MIS HERMANOS

POR SUS ALENTADORES CONSEJOS Y EJEMPLOS HA SEGUIR PUES SIEMPRE BUSCAN C M A R POR LOS SENDEROS DEL BIEN, LA SUPERACION Y LA LUCHA POR NUESTRA GENTE.

A MIS TIOS

EN ESPECIAL A MI TIA JUANA VALENCIA POR SU VALIOSA AYUDA EN LOS PRIMEROS AÑOS DE LA CARRERA, B R I N D " E SU

HOSPITALIDAD.

A

MIS PRIMOS

QUE SIEMPRE ME HAN BRINDADO SU MANO PARA PODER SALIR

DE LOS MOMENTOS DIFICILES POR LOS QUE PASE EN EL TRANSCURSO DE MI CARRERA.

A TODOS LOS PROFESORES

QUE FRAGUARON NUESTRA FORMACION PROFESIONAL, DOTANDONOS DE UNA SENSIBILIDAD HUMANA COMO LA

BUSQUEDA DE LA LUCHA POR LA SUPERACION DE NUESTRO

PAÍS. EN ESPECIAL AGRADECEMOS AL PROFESOR MANUEL LARROSA HARO POR SU EXCELENTE ASESORAMIENTO PARA PODER TERMINAR CON BUENOS RESULTADOS ESTA TESIS.

A TODOS ELLOS MIS MAS SINCEROS AGWECIMIENTOS POR SU VXLIOSA A YUDA QUE ME BRINDARON PARA PODER TEXMINAR MI TAN ANHELADA CARRERA

(4)

I N D I C E

TEMA PAGINA

INTRODUCCION:

A) EL REGIMEN POLITICO DEMOCRATIC0 FORMAL,

B) MEXICO: UN SISTEMA POLITICO AUTORITARIO

01

02

03

CAPITULO 1: LOS PROCESOS DE TRANSICION DEMOCRATICA

l. 1 EL CONCEPTO DE TRANSICION DEMOCRATICA: REFLEXIONES TEORICAS 06

1.2 CONDICIONES GENERALES QUE PROPICIAN EL INICIO DE UNA TRANSICION 10 POLITICA (SOCIAL)

1.3 RASGOS A PARTIR DE LOS CUALES SE INTENTA UNA CARACTERIZACION DE LA TRANSICION MEXICANA: ELEMENTOS JURIDICOS, ACTORES Y

PROCESOS DE ACUERDO POLITICO

CAPITULO 2: CRISIS DEL SISTEMA POLITICO

2.1 CARACTEFUSTICAS DEL SISTEMA POLITICO MEXICANO

2.2 CRISIS DE LEGITIMIDAD EN EL SISTEMA ELECTORAL: EL DESENCUENTRO DE LOS PODERES

2.3 EL PROCESO DE LIBERALIZACION Y LAS REFORMAS POLITICAS: EL REFORMISMO ELECTORAL (1 977-1 996)

2.4 EL PAPEL DE LA INSTITUCION ELECTORAL, Y DE DERECHOS HUMANOS

FRENTE A LA TRANSICION: EL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL Y LA COMISION DE DERECHOS HUMANOS (EL IFE Y LA CNDH)

19

23

29

33

(5)

CAPITULO 3. LOS PROCESOS ELECTORALES FEDERALES DE 1988-1997 (ELEMENTOS PRIVILEGIADOS PARA EL ESTUDIO DEL CAMBIO

POLITICO Y LA TMNSICION)

3.1 LOS TRIUNFOS ELECTORALES DE LA OPOSICION

3.2 UN PROCESO ELECTORAL DEMOCRATIC0 (6 DE JULIO DE 1997)

3.3 PERSPECTIVA DEMOCRATICA HACIA EL AÑ0 2000 (¿EL FIN DE LA TRANSICION?)

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA

HEMEROGRAFIA

67

72

78

82

86

(6)
(7)

I N T R O D U C C I O N

El propósito de este trabajo es el de analizar uno de los grandes temas y procesos

políticos que han surgido con la llamada ‘%tercera ola democratizadora” huntintoniana (en el cono sur, Europa meridional y del este): las transiciones hacia la democracia. México no es ajeno a este fenómeno y, aunque con dificultades, a llevado a cabo un proceso de transición democrática.

Al

recorrer los capítulos de este trabajo se revela que, el caso de la transición

en México es distinto presentando algunos rasgos muy particulares con respecto a otros.

Ello se debe a su propia historicidad en la formación del Estado moderno y del sistema

político (subsistema de partidos y sistema electoral) estructurados después de la revolución mexicana de 19 1 O y particularmente a partir de 19 17- 1934

El periodo social que va de 1988-1997 resulta el punto de referencia del proceso de

cambio político en el pasado inmediato en nuestro país. Este intervalo a marcado y

acentuado las contradicciones del sistema y del régimen político del México moderno

provocando un proceso político lento pero de transformación del conjunto del régimen. En

1988 se cayó el sistema electoral de conté0 de los resultados electorales presidenciales, a

partir de este evento técnico-político7 comienza una larga batalla social por la construcción de la legitimidad del poder político en el terreno electoral; la tarea lleva hasta la fecha diez

años de trabajo legislativo y de lucha electoral ininterrumpida. Los responsables (hombres e

instituciones) de la organización electoral (Comisión Federal Electoral) de aquel “año del

silencio” exacerbaron la falta de credibilidad y de legitimidad del proceso de la elección

federal. Frente a ello los partidos políticos de oposición principalmente el PAN, el PRT, y

el PMS levantaron su voz. Así del 6 de julio de 1988 a 1997 ha habido diversos procesos

que nos indican la transformación del mismo sistema, para algunos son cambios reales, para otros aparentes. Para nosotros el régimen “cede” paso a la transición democrática, producto de la lucha social con hechos en los que dificilmente puede dársele marcha atrás.

Para demostrar tales cambios nuestro análisis se centra hndamentalmente en el sistema electoral y en los procesos comiciales, ya que este “espacio” institucional del sistema político ha sufiido significativas transformaciones siendo el elemento hndamentalmente de integración y hncionamiento de todo régimen democrático, nos revela 10s cambios

(8)

sistema electoral equitativo e imparcial. Por ello estudiaremos también, las distintas reformas a la ley electoral, pues ella constituye y refleja la normatividad del sistema electoral que confrontada con los procesos electorales reales, nos muestra el verdadero estado de la democracia mexicana de manera nítida a cada paso entre 1988 y 1997.

Sin embargo, en el camino del análisis podremos ver que aún falta un buen tramo de

camino por recorrer para llegar a la normalihd democrática debido a que el régimen opone

resistencia al cambio y las fuerzas sociales no se han desplegado del todo en el esfuerzo del cambio; la transición como proceso político ha sido en gran medida una tarea de las elites políticas y entre ellas han impuesto el ritmo y las condiciones de los cambios hasta el día de hoy.

- A)

El Régimen Político Democrático

Formal

La transición política de México consiste, de manera general, en lograr el paso de un

régimen político autoritario que funciona en el marco formal (constitucional) de una

democracia a uno realmente democrático. Este sistema político democrático que se quiere y se intenta construir en México es el modelo clásico de una democracia liberal, que en su forma legal se construye en base al principio político y la fórmula de la mayoría como forma para proteger a los individuos del gobierno y del uso arbitrario del poder, de esta forma,

mantener la libertad individual y colectiva frente al poder y el Estado. Es un modelo de relación política, donde los objetivos básicos son defender la libertad tanto en la vida política, como en la vida económica (libre mercado, libertad e igualdad en el sufragio). Para tal proceso, el gobierno electo democráticamente, (con el fin de funcionar de una forma justa

y sabia) debe circunscribirse al imperio de la ley. El cual se caracteriza fbndamentalmente por un Estado constitucional, donde impera el régimen de derecho. Para que la democracia funcione debe existir y aplicarse los derechos del ciudadano como son el derecho a elegir a

sus representantes y gobernantes a través del sufragio universal, la libertad de expresión, la

libertad de organización, etc. que garanticen la participación de la ciudadanía, en una forma mínima, en La construcción del gobierno. Además en el modelo del gobierno democrático se plantea un sistema de frenos y contra pesos entre el poder legislativo, el ejecutivo y el poder judicial y la administración

-

burocrática. También se requiere de un sistema electoral

(9)

competitivo (equitativo e imparcial) que de credibilidad y legitimidad al ganador de entre varios partidos políticos (mínimo dos) por llevarse a cabo elecciones limpias y transparentes.

Para llevar a cabo tal modelo se necesita un liderazgo político efectivo guiado por los

principios liberales, y a partir de los años ochenta, de un “marco”: una reducción al mínimo

de la excesiva regulación burocrática, una restricción de los grupos de interés (como el de los sindicatos y empresarios), una reducción al mínimo de la amenaza del colectivismo de todo tipo, etc.

Este es, de manera general, el modelo de democracia que se quiere construir en México,

para desplazar al sistema autoritario presidencialista que se comenzó a construir desde 1929

y terminó por instaurarse entre 1934 y 1946. Sin embargo, cabe señalar (como dice Lorenzo

Meyer) que en México las estructuras formales son democráticas desde el siglo XIX, pero

en la práctica ha sido la de variaciones del autoritarismo.

-

B) México:

un

sistema

político autoritario

Esta afirmación la reconocen los teóricos y estudiosos del sistema político mexicano. Este

sistema ha venido fraguando desde los años treinta y de manera clara a partir de la

segunda posguerra, en donde el actor principal (piedra angular del sistema) es la figura del Presidente de la República, quien siguiendo políticas de masas logró hacerse de una base

social y por ello de una estabilidad política que abarca varias décadas (1 934-1964). Esta

institución tiene amplios poderes formales emanados de la Constitución y otros no escritos

que han subordinando al Congreso de la Unión y a la Suprema Corte de Justicia de la

Nación (afectando la división de poderes que dicta la Constitución de 1917, y la teoría

liberal en el diseño clásico); además, el Poder Ejecutivo subordina a los poderes estatales (suprimiendo en la práctica el federalismo). Entre las principales fbnciones del presidente se encuentran la de ser el jefe de la clase política, fbngir como árbitro de las pugnas mayores en la contienda política, ser el que transmite el poder al siguiente presidente de la República, tener un amplio dominio sobre la distribución de los recursos públicos (entre muchos otros). Para la asignación de los puestos políticos lo hace a través del partido político oficial (PRI)

con el propósito tanto de revestir de legitimidad por elección popular a sus elegidos y

transferir pacíficamente el poder, evitando pugnas internas. Por eso se subordinaba y

(10)

equitativo, ni competitivo). Además, el presidente cuenta con organizaciones de control social como el popular CNOP (Confederación Nacional Obrero Popular), campesino CNC

(Confederación Nacional Campesina), de clase media y obrera CTM (Confederación de

Trabajadores de México), que fbncionaron hasta mediados de los 80’s como organismos de

control social y político, como sostén para el sistema a través del apoyo expreso en las urnas con el voto corporativo y el apoyo a las políticas implementadas por el gobierno. También el Presidente en turno desde 1934 a la fecha ha controlado las organizaciones ideológicas

(sistema educativo) y los medios de difusión ideológicas (medios de comunicación de masas)

que contribuyen a reforzar al sistema (dañando la libertad de creencia y la libre expresión en la sociedad mexicana). El sistema presidencialista autoritario también ha logrado, por lo menos, contener a los grupos de interés (las organizaciones empresariales de México:

COPARMEX, CONCAMIN, CANACINTRA, ETC.) en donde sus mecanismos de

influencia son muy variados, y van desde la obtención de subsidios y la negociación de los contratos públicos, hasta la salida de capitales, la solución gubernamental favorables a los intereses (FOBAPRON rescate carretero, etc.).

Así, nuestro objetivo será revisar la transición democrática de México de 1988 a 1997,

analizando los cambios que ha sufrido el sistema político y, en esa medida, construir una explicación sobre qué tanto se ha avanzado en dicha transición. Como principal indicador

utilizaremos el sistema electoral (con sus diferentes reformas) para observar si realmente es

equitativo, para lo cual será contrastado con la realidad, en cada etapa, hasta llegar a la

práctica de hoy. A demás estudiaremos dos instituciones que creemos nosotros indispensable para la producción y reproducción del sistema político democrático (Instituto Federal

Electoral (WE) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) definiendo si

realmente están fbncionando “normalmente”, presentan dificultades o simplemente fbngen

como “velo democrático” para el régimen político. Para tener y ofrecer un criterio del

avance democrático veremos los procesos electorales de 1988 a 1997, para analizar si ha

habido procesos electorales legales y una real oportunidad de alternancia en el poder, pues son indispensable para la credibilidad del sistema democrático. Así, nos podremos percatar si en realidad se esta llevando a la práctica las reformas políticas y, más en concreto, las

(11)

1989-1996) en donde se expresan los acuerdos para una ley electoral clara y equitativa para

la lucha por el poder. Nuestra atención se centrará en las últimas elecciones mexicanas,

llevadas a cabo el 6 de julio de 1997 para Jefe de Gobierno en el D.F., que se presume tuvo

gran aceptación entre la sociedad en general. Por último, y sobre la base de lo expuesto, dar cierta perspectiva de la transición democrática hacia el año 2000, plantear si, efectivamente,

(12)

CAPITULO 1:

LOS PROCESOS DE TRANSICIóN DEMOCRÁTICA

1.1

EL CONCEPTO DE TRANSICION DEMOCRATICA:

REFLEXIONES TEORICAS

Desde hace ya varias décadas somos testigos de innumerables cambios políticos en el

régimen de gobierno de varios países en distintos continentes, desde la desaparición de los antiguos sistemas autoritarios del Cono sur y Europa meridional, hasta la ruptura del bloque

socialista de Europa oriental en 1989-1990, en los cuales se han observado los diferentes

procesos que han llevado a los países de nuestro globo a transitar a sistemas políticos de tipo democrático’. Pues bien nos encontramos hoy en día, en la antesala de una transición

democrática en nuestro país que se ha o viene gestando desde finales de los años sesenta

(dependiendo en gran medida de los autores y actores que definen el momento de la

transición, el punto de referencia cambia de 1968 a 1976 o bien 1998). Esta transición nos

ha alcanzado como fenómeno político, por tal motivo en este momento de la historia política de México resulta importante analizarla e investigarla dada la relevancia cultural, social y

política que esta tiene. El análisis del proceso de transición democrática desde un régimen autoritario o semi-autoritario hacia una democracia operante en la práctica social y

representativa, debe empezar por el análisis y el esclarecimiento conceptual. Este puede

comenzar con la conceptualización misma de lo que hoy llamamos transición democrática.

Para ello hemos recurrido a la definición que nos proporcionan autores como: 0’~onnel

(1 988), Schmitter (1 988), Maraval (1 989), Cansino (1 997), Cárdenas (1 993), Farfin (1 996),

Ruíz Massieu (1 993), y aunque estos autores no son los únicos que definen el concepto de transición si son algunos que lo hacen claro2. Empezamos a definir el concepto de transición

1 La democracia como forma de gobierno es la opción

más viable y deseable, el sistema democrático ha

mostrado ser un método que mantiene a Avo a los ciudadanos del autoritarismo, independientemente de su signo ideológico (derecha o izquierda).

Los primeros “transitólogos” fueron politólogos europeos que volcaron su mirada para el análisis sobre la

región latinoamericana, estaban muy bien equipados con las teorías empíricas del cambio político que fueron

elaboradas desde las experiencias transcicionales en el sur de Europa en la &cada de los setenta: J. Linz, A. Stepan, S. Huntington, A Prezerworski y L. Morlino, entre otros.

(13)

en lo que se refiere a todas las similitudes que nos dan los autores mencionados,

comencemos por un par de autores que son considerados como los iniciadores del

desarrollo de este concepto: O‘Donnel y Schmitter nos señalan al comienzo de su

definición, que la transición a la democracia es considerada como un “intervalo entre un

régimen político y otro” (O’Donnel-Schmitter, 1988:60), a lo cual, Cansino agrega en su

definición, lo que es el régimen político considerándolo como “el conjunto de patrones,

explícitos o no, que determinan las formas y canales de acceso a las principales posiciones gubernamentales, las características de los actores que son admitidos en y excluidos de este acceso, y los recursos y estrategias que pueden tener acceso” (Cansino, 1997: 13), con lo

cual, este tercer autor amplia más esta idea de régimen; más tarde Rub Massieu

transformará esta idea de régimen en la de sistema para su definición, de vital importancia en

nuestra ruta.

Continuando con un intento de definición de transición y en un esquema, encontramos la similitud de señalar que es en este intervalo que se pasa de un régimen autoritario a uno democrático, como lo señala Maraval cuando nos dice, “se pasa de un régimen autoritario excluyente a uno democrático pluralista que da inicio con una crisis del primero”

(Maraval,1989: 185), una crisis que Maraval ve como la posible iniciadora de una transición

y en la cual se debe tener mucho cuidado, puesto que, una crisis no es condición suficiente para detonar una transición. Por ello han existido crisis de régimen sin transición y viceversa, lo que resta un poco de veracidad a la ultima parte de su cita3.

En gran medida la transición ha sido tratada, más o menos, con las mismas palabras y

parece ser que es un proceso que inicia de la misma forma para la mayoría de los autores; sin embargo analistas como, Ruíz Massieu, ven a la transición como “un proceso de cambio

cualitativo por el cual un sistema autoritario, se convierte en un sistema democrático” (Ruíz,

1993:271), esta es otra cara de la definición ya que no ve a la transición como el intervalo en el cual cambiarán varios de sus elementos de forma parcial o definitiva. En este punto es

(14)

es este proceso? y ¿qué nos dicen nuestros autores en referencia a esto?: Cárdenas nos dice de este proceso que, “en su transcurso las reglas del juego político no están definidas, no sólo se hallan en flujo permanente sino que además por lo general son objeto de contienda los actores no luchan sólo por satisfacer sus intereses inmediatos y/o los de aquellos que dicen representar, sino también por definir las reglas y procedimientos cuya configuración determinará probablemente quienes serán en el hturo los perdedores y quienes los ganadores” (Cárdenas, 1993: 114). La existencia de estas reglas que recomponen el nuevo papel de las élites políticas, llámese proceso o creación de nuevos roles políticos, son parte hndamental de este concepto ya que en esta parte surgen dos elementos que por si mismos definen a una transición, estos dos procesos son el de liberalización política y el de democratización, los cuales requieren ser definidos por separado.

Por cambio político de liberalización entenderemos, “un proceso de apertura gradual y

controlada de un régimen autoritario, puesto en marcha por la propia élite en el poder como respuesta institucional a la emergencia que ha puesto en riesgo la estabilidad o la propia continuidad del régimen” (Cansino, 1997: 14), esta apertura es en sí una forma de legitimar el régimen tratando o conservando todos sus derechos políticos y pluralizando un poco el juego político para que este sea legitimado. En cuanto a la democratización la vemos “como

el proceso de efectiva ampliación de derechos políticos y civiles, producto de acuerdos y

negociaciones entre (y reconocimiento de) prácticamente todas las Jirerzas políticas

actuantes, y cuyo desenlace lógico lo constituye la instauración de un arreglo institucional,

de normas y valores reconocidos democrdticamente ” (Cansino, 1997: 14), estas definiciones

son de gran importancia ya que más adelante servirán de enlace para los siguientes capítulos, y que en este momento son parte medular de nuestra conceptualización ya que no sólo Cansino las menciona, sino también Ruíz Massieu y Cárdenas hacen referencia a ellas en su

definiciones. Otro elemento que se debe de señalar es la aportación que da Ruíz Massieu a la definición al indicar que esta transformación debe ser pac$ca y con gran celeridad, es una aportación importante ya que las transiciones contienen un espacio y un tiempo los cuales demarcan este tipo de características que ningún otro autor menciona y las cuales revelan el nivel de descomposición del régimen o de la falta de arreglos institucionales que se dan al interior del régimen.

(15)

Pues bien después de dar ciertas características particulares de cada autor nos

concentraremos en dar una definición específica de lo que hoy conocemos como transición

democrática y que no dista mucho de los puntos ya mencionados y en los cuales coinciden

nuestros autores de referencia. La definición teórica la hemos retomado principalmente de Cansino ya que el ha realizado estudios detallados sobre los diversos significados del

concepto. La síntesis nos dice lo siguiente: "el intervalo durante el cual se pasa de un

conjunto de arreglos institucionales y prácticas políticas definidos y controlados

discrecionalmente por la élite en el poder, a otro acuerdo en que la definición y el

fbncionamiento de las estructuras y prácticas políticas se someten a la discusión y están

garantizados por la constitución y respaldadas por la participación ciudadana" (Cansino,

1997: 13). La definición anterior es una de las más acabadas entre los teóricos, por tal

motivo nos hemos permitido colocarla como punto de llegada de las demás definiciones y de

sus respectivos autores. Pero se debe de llegar a nuestra forma de ver a una definición

propia la cual no tiene por que alejarse de la elegida, pero sí de mayor acercamiento a una

conceptualización más común para nosotros, por lo cual la definiremos de la siguiente

forma, para a sí concluir este apartado: la transición democrática es un cambio estructural que deviene de una forma autoritaria de gobierno a otro donde existe una pluralidad

democrática (entendido esta como libre participación política y social) y en el cual surgen nuevos actores con nuevas características a los anteriores, pero también encontramos la disolución de otros y el traslado de algunos a la nueva forma de gobierno, es en esta

situación donde nace parte de las nuevas reglas morales y políticas del nuevo régimen.

(16)

1.2 CONDICIONES GENERALES

QUE

PROPICIAN EL INICIO DE

UNA TRANSICIóN POLITICA (SOCIAL)

Y

SU DESARROLLO

POSTERIOR

flor qué en algunos de los regímenes autoritarios se da inicio a una transición política?. Esta es una pregunta importante para el desarrollo de nuestro tema y darle su respuesta nos

ayudará ha entender el caso que aquí nos interesa, el de México. Cabe hacer una aclaración en el sentido de los factores que dan inicio a la transición política, pues, en realidad no hay una serie de condiciones únicas e idénticas sino, más bien, cada nación que ha iniciado y

desarrollado una transición a la democracia tiene su propia historicidad, su propia variedad de circunstancias bajo las cuales podría surgir su transición. No obstante, la teorización

sobre este tema nos es útil para poder explicar o dar cuenta del por qué se da el fenómeno estudiado, en un primer momento, clasificarlo con la ayuda de la teoría, y, después, en un segundo acercamiento, identificar sus rasgos específicos y su historia.

Para tal efecto, nos centraremos en las concepciones de los teóricos de la transición sobre el por qué los regímenes autoritarios empujados por la sociedad optan por esta. A s í , Di

Palma y Cárdenas tienen una concepción muy semejante del porque los regímenes

dictatoriales (autoritario, en nuestro caso) optan por una transición hacia la democracia, de manera general los elementos que ambos autores indican serían:

1. Crisis o pérdida de legitimidad del régimen.

2. Fuerzas globales, (la modernización y/o el régimen puede encontrar al sistema liberal

democrático como útil para organizar la vida política en unas circunstancias dadas). 3. Por influencia o presiones de actores internacionales que obligan al régimen a revestirse de una apariencia democrática.

4. Por el agotamiento del modelo socioeconómico que le daba sustento al régimen político.

5. Puede ser iniciada por la dictadura misma:

a) Por miedo a permanecer en el poder.

b)

por la idea de que el régimen se volvió obsoleto o a cumplido con las necesidades

(17)

Esta concepción de los factores, que propician y obligan a los regímenes autoritarios opten por una transición democrática, nos da una visión en general de cual pudo ser el caso de

México. Desde luego, un régimen autoritario pudo tener más de uno de estos factores (sino es que la mayoría) como influyentes en tal decisión.

Sin embargo, César Cansino, nos puede dar elementos más precisos sobre el caso de

México. Para é1, lo que es determinante en el inicio de una transición (caso de México) es la agudización de la crisis autoritaria, esto es, “cuando se presenta una fiactura o división irreconciliable en la coalición o coaliciones dominantes que apoyan y sostienen el régimen,

lo cual se traduce en inestabilidad y transferencia (movilidad) de recursos políticos hacia

actores emergentes” (Cansino, 1996: 17). El autor también vislumbra ciertos indicadores que

nos permiten ver el deterioro del régimen, estos son: a) una crisis de legitimidad4.

b)

pérdida de eficacia decisional’ del gobierno

c) un incremento considerable de la movilización social conflictiva o de signo antirrégimen.

De estos autores, como ya lo mencionamos, el que m á s se acerca al caso mexicano es

Cansino.

Sin

embargo, de Di Palma y Cárdenas podemos rescatar varios elementos que

enriquezcan nuestro análisis en la realidad mexicana, pues no dudamos que varios de ellos estén presente en la transición democrática mexicana.

Cuando un régimen autoritario entra en crisis tiene varias opciones para salir de ella; para Cansino son las siguientes:

1) dejar que se colapse el régimen 2) dar paso a una transición continua, o

3 ) la reconstitución de la coalición dominante y reconsolidación del régimen.

En el caso mexicano para muchos es obvio que se optó por una transición continua a la

4 Por

legitimidad se entiende el conjunto de actitudes positivas del conjunto mayor de la sociedad hacia el

sistema político considerado como merecedor de apoyo. Supone un consenso activo y no pasivo (que puede

implicar coerción). Tambib puede ser la existencia de tradiciones consolidadas que producen adhesión a

ciertas instituciones: la difusión de un sistema de valores y creencias que justifican el modo en que se

organiza y se utiliza el poder (ideologías legitimantes). (Cansino, 1997: 18).

Por ejicacia decisional se entiende la capacidad que tiene un &gimen o, mejor, que tienen sus estructura

para tomar y ejecutar las decisiones necesarias para superar los retos planteados al &gimen o las otras

medidas destinada a alcanzar los diversos fines queridos por los gobernantes, el primero de los cuales es, por

(18)

democratización (para otros no es tan claro), por este motivo vamos a analizar el proceso

de una transición a la democracia. Esto es, vislumbrar y discernir la trayectoria y los

distintos momentos por los cuales se camina de un régimen autoritario a uno democrático.

De manera general, percibimos que varios teóricos coinciden en que se dan dos

momentos claves en las transiciones: la liberalización política y la consolidación democrática,

siendo estos dos procesos diversos, pero complementarios y a veces alternativos;

eventualmente, el segundo es consecuencia del primero. A s í , un régimen autoritario pasa,

primero, por una liberalización política y, posteriormente pasa a consolidar su democracia;

sin embargo, puede que se llegue a una liberalización e institucionalizarla sin llegar a una

consolidación

o

puede ser que la élite del régimen se reconsoliden y fortalezcan y den

marcha atrás al proceso de liberalización, reconsolidandose el régimen autoritario.

Pasemos, pues, a caracterizar según nuestros autores el proceso de liberalización política y el de consolidación democrática:

Para Fdán, la liberalización política "tiene lugar por una ruptura pactada o reforma

negociaah entre los principales actores políticos de la transición, y su finalidad es lograr un

acuerdo entre ellos sobre las nuevas reglas y procedimientos con los que habrán de actuar. En este punto del proceso de cambio la figura del pacto o del acuerdo se convierten en la

expresión más alta de la política. La democracia se convierte en medio y fin de los acuerdos

o pactos alcanzados no tanto por su mérito intrínsecos, sino por convicción de que las

alternativas autoritarias son menos deseables aún, o bien porque la élite dirigente no cree

más en su derecho a gobernar o, en fin, porque la aceptación de compartir o ceder el

monopolio del poder es el Único medio de preservar los recursos económicos7' ( F d b ,

1993:25).

Para Di Palma, "un caso fiecuente es que algunos detentores del poder inicien un proceso

de liberalización que asegurarh m contimi& en el p&r con base en una coalición

renovada, y por lo tanto se detengan antes de lograr la democratización total. Ellos podrían

creer que las medidas de liberalización serán suficientes, para después darse cuenta [que]

. .

.

la liberalización podría crear transiciones temporales cuyas soluciones no satisface a

ninguno de los actores importantes y de las cuales es dificil de retractarse" (Di Palma, 1993 : 3 8).

(19)

Para Cansino, el proceso de liberalización política “es un proceso de apertura gradual y controlada de un régimen autoritario, puesto en marcha por la propia élite en el poder como respuesta institucional a la emergencia que a puesto en riesgo la estabilidad o la propia continuidad del régimen. A través de este proceso se flexibilian, en una dirección supuestamente democrática, los límites tradicionales impuestos al pluralismo social y de partidos, y a la competencia política, pero sin extenderse ni reconocerse plenamente sus prerrogativas” (Cansino, 1997:45).

Por lo tanto, tomando elementos de estos autores, la liberalización política se caracterizaría de la siguiente forma: la liberalización política es un proceso de apertura gradual y controlada por el régimen autoritario, por algunos detentores del poder o la élite en el poder, con el fin de obtener dos propósitos explícitos ylo implícitos: 1) para apaciguar la emergencia que pone en riesgo la estabilidad o la propia continuidad del régimen, y pasar al conflicto a planos institucionales; 2) asegurar su continuidad en el poder con base en una coalición renovada. Con este fin tienen lugar los pactos y acuerdos sobre las nuevas reglas del juego en una dirección supuestamente democrática, que consiste básicamente en

flexibilizar los límites tradicionales impuestos al pluralismo social y de partido, y competencia política, sin reconocer del todo sus prerrogativas, reservándose algunas que garantice su ventaja sobre los demás, por ello no se llega a lograr la democratización consolidada.

Sin embargo, se puede llegar a una segunda fase, cuando la liberalización política ya no satisface a la oposición y deja de ser funcional al régimen, el cual entra en una crisis, viéndose obligado a llevar a cabo un proceso de consolidación democrática. No obstante, el régimen debe decidir por las siguientes opciones que se le presentan para salir de la crisis:

1) dar marcha a tras a la apertura política mediante soluciones de fuerza.

2) negociar la transición democrática con las fuerzas emergentes, con el ánimo de conservar algún protagonismo en el nuevo ordenamiento.

(20)

2) surgimiento de transformaciones socioeconómicas en condiciones de alterar las líneas de conflicto existentes.

3) se disminuya el grado de eficacia decisional del gobierno.

4) se incrementan los niveles de radicalización y de polarización de la oposición con respecto

al régimen, producto de la lógica de competencia y de participación generada por la propia

liberalización política.

5) se incrementa la rnoviZi&poZítica6 de los diversos actores presentes en la coalición

política dominante

6) la presencia de presiones externas sobre la vida política interna.

Es así, pues, que por lo general el régimen autoritario se incline a llevar a cabo el proceso hacia la consolidación democrática. Por esto, es importante estudiar este concepto, que es uno de los elementos de la transición democrática y conlleva a un sistema democrático.

Analicemos el concepto de "consolidación democrutica" de acuerdo con nuestros

teóricos:

Para Fdán, " la segunda fase o etapa de la transición es la de la democratización o

consolidación institucional de la democracia. Durante ella las reglas y procedimientos ya

pactados son o bien aplicados a instituciones gobernadas por principios no democráticos, o bien extendidos para cubrir nuevos temas e instituciones. Precisamente durante esta fase de la transición los actores políticos del proceso deben decidir (y definir) el orden de las metas políticas y sociales por alcanzar, que generalmente aparecen bajo la forma de disyunción: ¿a quién darle la prioridad, a la liberalización económica o a la reforma democrática. ?. . ."

(Farfh, 1993 : 19)

Para Cárdenas, una democratización es el "proceso de devolución de la soberanía al pueblo, fase que se dirige hacia el cambio de régimen ... [se puede observar por] el

El concepto de movilización política tiene dos dimensiones complementarias: 1) El desplazamiento de uno

o m á s grupos dentro de la comunidad política: de la adhesión a ciertos valores, principios o ideologías se pasa a otros valores, principios o ideologías o bien a la activación e ingreso de nuevos grupos en la

comunidad política y el apoyo de esta a ciertos valores.. . ; 2) La redistribución de los recursos políticos o el

ingreso o la activación de nuevos recufsos que pueden estar -o no- en condiciones de modificar las

correlaciones de lüerza entre los distintos actores d e l sistema político. (Cansino,l995: 19).

En el caso del salinismo el rumbo fue claro: primero la economía y mucho despuds la política.

(21)

reconocimiento de los triunfos electorales de la oposición ahí donde hubieran ocurrido, el

establecimiento de una legislación electoral imparcial, y la búsqueda de mecanismos

institucionales entre los actores políticos con la intención de alejarse del juego de suma-cero, son parte de la etapa de democratización” (Cárdenas, 1993: 1 16).

Para Cansino, la democratización “constituye un proceso de efectiva ampliación de

derechos políticos y civiles, productos de acuerdos o negociaciones entre (y reconocimiento

de) prácticamente de todas las fuerzas políticas actuantes, y cuyo desenlace lógico lo

constituye la instauración de un arreglo institucional, normas y valores reconocidamente

democráticos” (Cansino, 1997:45).

En general, retomando elementos de estos autores, diríamos que:

La consolidación democrática es una fase que se dirige hacia los últimos pasos para dejar atrás el gobierno autoritario, en la cual se lleva a cabo un proceso de instauración de un

arreglo institucional, de normas y valores democráticos; producto de acuerdos y/o

negociaciones entre prácticamente todas las fuerzas políticas actuantes, con el fin de llegar a

una consolidación institucional de la democracia. Los resultados de una consolidación

efectiva se manifiestan, principalmente, en una legislación electoral imparcial, en la

ampliación de derechos políticos y civiles, en el reconocimiento de los triunfos electorales de la oposición, alternancia en el poder, etc.

Hasta el momento hemos caracterizado y conceptualizado los dos procesos que implica la

transición democrática: liberalización política y consolidación democrática. Ahora pacemos a

caracterizar y a diferenciar a ambos procesos de una forma empírica. En este sentido

Cansino es muy explícito y nos dice que: la liberalización política constituye una estrategia adaptativa por parte del régimen (o sea su capacidad de flexibilizarse) en la que su objetivo

es la continuidad del régimen. La democratización es una estrategia negociada, es decir, son acuerdos efectivos entre los diversos actores políticos para. la transformación del régimen, en donde el objetivo es cambiar el régimen por uno democrhtico. La liberalización política se caracteriza por la concesión de algunos derechos políticos y civiles; como respuesta del

régimen autoritario de aumentar o conservar las bases de su sustento social o su

(22)

La democratización connota una ampliación completa y un reconocimiento real de los derechos civiles y políticos, creando las condiciones para el ‘pluralismo y la participación” garantizados previo acuerdo de las distintas fberzas políticas actuantes.

Para distinguir empíricamente a ambos procesos deben considerarse, cuando menos, nos dice Cansino, los siguientes indicadores:

1) El grado de impredecibilidad que genera su implementación a nivel decisional (mientras

que la democratización abre mayores márgenes de impredecibilidad, por cuanto las

decisiones políticas involucran

una

cantidad de actores y proyectos a veces

contradictorios, la liberalización reduce tales márgenes al mínimo porque la toma de decisiones sigue estando monopolizada por la élite política reconocida).

2) Las modificaciones institucionales que produce a través de reformas electorales, cambios

constitucionales substanciales y de más garantías políticas y civiles (mientras que la

democratización da lugar a un arreglo institucional, normas y valores reconocidamente

democráticos, las reformas producto de una liberalización política siguen presentando

ambigüedades y parcialidades.

3) Evidencia o no de acuerdos o negociaciones entre actores políticos identificados con el

régimen autoritario precedente y actores en menor o mayor medida antirrégimen.

4) el nivel de pluralismo político permitido.

A s í , para Cansino, la transición democrática termina cuando se instaura una democracia

autosostenida, es decir, cuando la mayoría de los conflictos son procesados a través de las instituciones democráticas; en donde es evidente: 1) una posibilidad real de alternancia partidista. 2) puede haber cambios en las políticas del gobierno (como la política

económica), resultado de la alternancia en el poder. 3) un efectivo control civil sobre los militares (y sobre todos los órganos de la fberza pública) y 4) un poder judicial que actue conforme a derecho.

Aquí, las fberzas políticas sujetan sus valores e intereses al juego de las reglas

democráticas y respetan los resultados de los procesos democráticos. Sólo así, se puede

7

Pluralismo y participación política, constituyen un componente sustancial de las poliarquías o regímenes democr&icos. El pluralismo se refiere a las organizaciones, o sea, a al existencia de una diversidad de ellas relativamente autónomas (independientes) en el interior de un estado nación. (Cansino,l995: 57)

(23)

lograr una “democracia autosostenida” y puede darse por terminada la transición

democrática, siendo reemplazada por un sistema auténticamente democrático.

Otro elemento que podemos rescatar de Cansino es la clasificación complementaria, en la que agrega a los elementos de la transición democrática, el elemento “instauración

democrática”. A demás, caracteriza a cada momento del proceso de transición democrática por el grado de pluralismo político permitido como importante elemento para distinguir

entre democratización y liberalización política.

Así, en los regímenes autoritario imponen sanciones a los opositores y tienden a eliminar

todas las formas amenasantes de autonomía organizativa, o sea, que mantienen un

pluralismo limitado y no responsable.

Cuando el régimen autoritario se flexibiliza (por las razones expuestas arriba) y da paso a una liberalización política, entonces se esta en presencia de un “pluralismo liberalizado”, o

sea, un pluralismo organizativo medianamente institucionalizado, consentido por el régimen,

producto de un proceso de ampliación de derechos políticos y civiles restringido e

incompleto y en este sentido, un nivel de autonomía relativa de las organizaciones el cual no esta plenamente garantizado.

Este pluralismo liberalizado puede convertirse en circunstancias de persistencia inestable

de un régimen autoritario y, en consecuencia, en catalizador del agravamiento de la crisis del régimen, que puede desembocar en un eventual proceso de democratización.

A sí, se puede llegar a la fase de instauración democrática y consolidación democrática, como fases sucesivas a la consolidación democrática. En la instauración democrática, se da

un proceso de establecimiento y aprobación de las nuevas reglas del juego y los

procedimientos democráticos, que pueden desembocar en una nueva constitución nacional o en la realización de las primeras elecciones nacionales libres y legítimas. Esto es debido (como ya se mencionó) al incremento del pluralismo organizacional, que se convierte en

catalizador del agravamiento de la crisis del régimen ylo un eventual proceso de

democratización; esto es si lleva como concomitante un sensible debilitamiento del régimen hegemónico.

Finalmente, la consolidación democrática es el proceso político mediante el cual gobiernos

(24)

condiciones de fhcionar democráticamente y evitar su deterioro; es decir, es un proceso multicausal de h e establecimiento y adaptación de las estructuras de ese régimen, así

como de sus normas y relaciones con la sociedad civil. Camino en el que conquista

autonomía y legitimidad (lo que llamamos más arriba democracia autosostenida). A s í , se

llega a la máxima democratización y a un pluralismo plenamente democrático, con mayor

(25)

1.3 RASGOS A PARTIR DE LOS CUALES SE INTENTA UNA

CARACTERIZACION DE LA TRANSICION MEXICANA:

ELEMENTOS JURIDICOS, ACTORES Y PROCESOS DE ACUERDO

POLITICO

Las transiciones democráticas del sur del continente americano han sido o han tratado de

ser homogenizadas para sus diferentes estudios y caracterizaciones, se han analizado

elementos generales que permiten realizar el estudio global de las transiciones, pero cada una de ellas cuentan con sus rasgos particulares, es en este punto donde la transición

mexicana se distingue por su contraste con el punto de partida y la forma de realizarse de

otras. Así en este apartado se tratara de analizar estos rasgos particulares que presenta nuestra transición .

Una primera característica que encontramos y es importante analizar en este inicio, es la de determinar de donde parte nuestra transición en base al régimen político establecido, ya que

a diferencia de las transiciones ocurridas en el Cono sur con sus gobiernos burocrático-

autoritarios y régimenes militares, la nuestra cuenta con un régimen formalmente

democrático (aun que en la práctica entre 1917 y 1988 no se lleve a cabo). Aun así nuestro

caso es comparado por autores como O’Donnell y Schmitter con el régimen burocrático-

autoritario, ya que la revolución institucionalizada de la cual surgió la constitución de 191 7 y

que marca nuestra forma de gobierno y un sistema político determinado

a

semeja mucho a lo que ellos consideran una burocracia-autoritaria, y aunque esto no deja de ser cierto,

diferimos de este punto de vista ya que este régimen cuenta con altos grados de

institucionalización, además que estructura el poder y cuenta con el apoyo significativo de los sectores populares al menos en el periodo (1 9 17- 1952), en el que la sucesión presidencial esta basada en una elección, las fierzas armadas están subordinadas por ley al poder

ejecutivo, se cuenta con un sistema de partidos y las clases dominantes no cuentan con el

apoyo popular para los golpes de Estado, caractensticas que difieren mucho de los

regímenes burocráticos autoritarios y militares’.

8

(26)

Esto nos lleva a la interminable discusión de poder clasificar nuestra transición, aunque con rasgos autoritarios no la podemos considerar totalmente así, más bien el sistema de

democracia que rige México, es una cuasidemocracia y de la cual se pretende salir y

encaminarse a una real o verdadera ya que esta cuasidemocracia es un régimen de

participacion política limit&, con un grado mayor de tolerancia que el autoritarismo con

las movilizaciones sociales, en los medios de comunicación y en la violencia institucional que es más bien una violencia selectiva; podemos decir que nuestra transición parte de un régimen con cara de democracia y cuerpo de autoritarismo y tratará de llegar a uno con cara

y cuerpo de democracia. Como segunda característica importante a mencionar dentro de

nuestra transición es la referente a la temporalidad y la que actores sobre la transición han decidido llamar como una transición demasiada larga y errática, ya que si tomamos en

cuenta que para estos actores la transición comenzó en 1968', 1 9771° 1986l' , 198812

(según sea el actor) llevamos 30 20 12 ó 10 años respectivamente de transición y lo que es peor si retomamos las fechas del 9413 y 9714 no sólo llevamos un retraso histórico de inicio

si no que a lo mejor ni hemos empezado el tan sufiible proceso. Las anteriores fechas

comparadas con las de las transiciones acontecidas en el Cono Sur llevan mucho tiempo de proceso y las cuales ya se hubieran logrado de llevar la celeridad del cambio político que

estas tuvieron. La transición mexicana en palabras del historiador Enrique Krauze es una

"transición desordenada e imprevisora" no tiene este eje de congruencia ni de tiempo ya que

9

Con las demandas políticas de los movimientos estudiantiles se habré una línea para el cambio político. l o Para muchos actores políticos y acaddmicos , la reforma política de este aiio con su ley electoral

(LFOPPE) marcó una apertura democrhtica y con ello el inicio de la Uansición demodtica, ya que fomentó la liberalización política en nuestro país.

''

Para el Partido Acción Nacional el aiio de 1986 es el inicio de la transición democrhtica, ya que por primera vez en la historia electoral de México un partido de oposición ganaba una gobernatura; (bajo instancias internacionales en el proceso de litigio sobre su triunfo), la disputa de la gobernatura de Chihuahua fue al f d reconocida.

Para muchos estudiosos de la transición mexicana el 88 es el aiio fundamental de la transición ya que el saldo que muestra después de la caída del sistema de computo de votos, nos permite ver la grave descomposición del sistema y la crisis de gobernabilidad que sufre el sistema político mexicano.

Para el consejero ciudadano del consejo general del F E , Fernando Zertuche "las elecciones de 1994

fueron validas y limpias " en este sentido se contó con un sistema electoral que garantizó u n a s elecciones sin fraude y legítimas, un factor de inicio primordial para que se inicie una transición hacia la democracia.

*

Para más idormación ver Larrosa, 1996:8

La alternancia en el poder es un factor que muestra un alto nivel de concreción para una transición , el

aiio de 1997, nos da como resultado el sistema electoral más aceptado por todos los partidos políticos, los comicios mas competidos y el nivel de participación ciudadana m á s alto logrado en unas elecciones, lo que demuestra que estos rasgos son característicos de una transición democrhtica.

12

13

14

(27)

para que una transición sea efectiva debe de llevarse en poco tiempo, y a que si el cambio

político no se materealiza rápidamente puede perder gran parte de sus efectos positivos, en

este sentido, la transición mexicana a implicado un proceso complejo de las relaciones políticas, y de la cultura política ya que los grandes beneficios que se dan por la velocidad con que se materializan los cambios políticos se han transformado en una parálisis política la cual parece que esta transición no nos lleva a nada, no se mueve o lo que es peor no se esta realizando.

La incertidumbre y la fragilidad de la transición también son rasgos característicos de nuestro proceso político y devienen de estos dos elementos antes mencionados, la

incertidumbre que produce el no ver el final de la transición en un tiempo más o menos

rápido deja la expectativa de que ésta no parece llevar a ninguna parte, la transición mexicana a dejado ver su fiagilidad con respecto a todos sus ámbitos desde actores que no

han sabido acelerar la transición para consolidarla hasta la misma sociedad, que antes de

1997 sólo se conformaba con mirar su entorno, el escepticismo que surge de la

incertidumbre en la que a caído la transición mexicana parece haber producido ya varios climas de inestabilidad política , con lo cual no podemos avanzar a ninguna parte.

Otra de las características importantes de la transición política mexicana y actor relevante

de la misma es la guerrilla en Chiapas. El EZLN surgió como oposición armada al régimen

político mexicano y cuestionador de las políticas implantadas por este. No busca establecer

un socialismo (como otras guerrillas) ni se les puede acusar de “movimiento rojo7, apoyado

por los países comunistas, pues en el contexto que surgieron es el del mundo poscomunista (fin de la guerra fria).

Al

contrario y a diferencia de otras, sus demandas en gran medida son

las mismas de la sociedad política y civil de México: libertad, democracia y justicia para

todos los mexicanos. A la vez, plantean una serie de peticiones para los pueblos indígenas chiapanecos y del país. El brote armado en Chiapas nos muestran las contradicciones del

régimen político, ya que una cosa es el discurso del gobierno y otra muy diferente la

realidad, mientras hablan que el país entra al primer mundo, que ha alcanzado la

modernización, haber alcanzado la democracia y casi haber erradicado la pobreza, etc. El

(28)

se vive, no solo Chiapas sino en todo el país (aunque más acentuado ahí) que menguó todavía más la falta de credibilidad y de legitimidad del régimen.

Para nosotros, el EZLN (junto con la devaluación de diciembre de 1994) se configura

como un “catalizador político” de la transición democrática por que hnge como precionador

y observador de que se efectúe efectivamente la consolidación democrática, por lo tanto puede acelerar el proceso. Sin embargo, siempre hay la posibilidad de que suceda lo

contrario, ya que como se ha visto, el gobierno los puede (o está) utilizando como actor que obstaculiza y mengua la transición y por ello como un movimiento que la pone en peligro.

No obstante, aunque el gobierno la utilice en su discurso como obstáculo, el EZLN ha

demostrado su fuerza política (no de las armas) para hacer que el régimen lleve a cabo una reforma política (y quizá económica), presionando para que sea efectivamente una

legislación electoral equitativa, que pueda garantizar a los partidos políticos una real

oportunidad de competencia y alternarse en el poder. No queremos decir que el EZLN es la

garantía para que se de la democracia; sino como un actor de la transición que por un lado demuestra las contradicciones del sistema y, por el otro, pugna por una real democracia

hngiendo como un actor (al lado de los partidos políticos y sociedad civil) presionador al régimen con sus demandas manifiestas en los acuerdos de San Andrés Larraimar, ignorados

y no cumplidos por el gobierno federal encabezado por el Presidente de la República,

(29)

CAPITULO

2:

CRISIS DEL SISTEMA POLITICO

2.1 CARACTERISTICAS DEL SISTEMA POLITICO MEXICANO

Estamos hoy situados en un punto de la historia del sistema político mexicano en el cual, parece haber llegado a su limite operativo, la crisis que se refleja desde los años 70‘s parece estar llegando a su fin en estos últimos años del siglo. Su aparente &con.s@ucción nos da pie a

pensar que este paradigma

de

la tran~ición’~ por fin terminará de ser efectivo en el caso

mexicano después de tantos años, con lo cual, se abre la posibilidad de lograr la tan anhelada

consolidación democrática. Estas palabras no son entendibles por si solas, por lo cual en este

capítulo trataremos de explicar el por qué de ellas, con la ayuda de la historia de nuestro

desprestigiado sistema político para entender sus propias características y explicar como se ha

llegado a esta crisis de legitimidad en el plano político, social y legal.

El sistema político mexicano es para muchos un caso sin precedentes en la historia política del mundo, es un caso digno de estudio y que muestra gran parte de lo que es la historia de este

país, con todo su desarrollo y sus contradicciones por tal motivo en este segundo apartado

hablaremos sólo de sus características que lo hacen diferente a los demás sistemas políticos de

América.

Para hacer un poco de historia y entender las siguientes características de nuestro sistema

político, nos remontaremos al año 1934- 1946 que parece ser el periodo de alumbramiento del

mismo, antes de este periodo y después de la Revolución la política mexicana estaba gobernada

por la irracionalidad y el caudillismo revolucionario, tal cual lo refiere Molinar, “es en este

periodo donde nos encontramos con una fase de reconstrucción política que corresponde a la

creación de nuevas instituciones y rutinas políticas que preparan el camino del nuevo régimen” (Molinar;l993:9). A lo cual, podemos agregar que es en este tiempo que las instituciones y no

los hombres cobran el carácter político social de legitimacibn de una sociedad moderna. El

(30)

sistema político de esta época conlleva a gran parte de los elementos hndamentales que darán un tipo particular de sistema político, ya que nació; el presidencialismo y el sistema de partido de Estado, en el marco de procesos electorales fraudulentos.

Una principal característica de nuestro sistema político y que nace en esta época es la del

presidencialismo’6 (esta figura central de nuestro nuevo sistema de gobierno, pero ya no con las características de la etapa anterior al racionalismo político, se deja de ser el caudillo amparado

bajo la tropa, la pistola y la revolución, é1 en cambio se respalda en la Constitución, en un poder legitimo que le da el participar en una contienda electoral), esta característica de nuestro

sistema político nació bajo el estilo de una figura indisputada: el poder que adquiere el ejecutivo en nuestro régimen político no dista mucho de un sistema autoritario aunque el poder ejecutivo

no esta sólo ya que junto con é1 esta el poder legislativo y judicial. El Presidencialismo

mexicano es un poder indiscutido puesto que la Constitución otorga al Poder Ejecutivo

facultades muy amplias que regularmente rebasa gracias a que el Presidente es jefe del Estado,

del Poder Ejecutivo, jefe del Ejército y guía de la Política Exterior, esta característica muestra

todo el peso de responsabilidades que tiene una institución como lo es la presidencia, caso

extraordinario el cuál no encontramos en otro país ya que el presidente pasó a ser el centro de la política en la etapa de reconstrucción nacional (1 936- 1946).

Otra característica del mismo presidencialismo mexicano es la que tiene de instaurar al

siguiente presidente, es decir, la sucesión presidencial esta decretada por la misma presidencia, caso extraordinario para una democracia formal, por que esto sólo sucede en las monarquías.

Este hecho sin precedentes comenzó en los años 30’s perfeccionándose en los 50’s con reglas

que perduraron más de 50 años, la sucesión presidencial (espaldarazo o dedaso) consistía en

que el mismo presidente y no un partido, por más hegemónico que fuera, designara a su sucesor

que ocupará la silla presidencial, la regla fue fácil”, ninguno de los aspirantes a la presidencia

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Por presidencialismo entenderemos “un sistema donde el Poder Ejecutivo no surge del Legislativo sino

que es resultado de la consulta directa a la sociedad por medio de elecciones” (Meyer; 1990:7-25)

Esta regla fue rota en el año 1996, meses antes de la XVII Asamblea Nacional del partido Oficial (PN)

que tuvo lugar en la Ciudad de México en septiembre del mismo &o, los gobernadores Bartlett y Madrazo,

de Puebla y Tabasco respectivamente se postularon como candidatos a la Presidencia del aiio 2000 tomando por asalto la regla de oro del Presidencialismo, estos gobernadores se hicieron llamar así mismos cerraieros de los candados históricos, ya que según esto permitirá al partido transitar a una democracia en el seno de la misma ya que por primera vez, se abrirá una contienda por la presidencia dentro del mismo partido, y no por designio divino (Frausto; 1996:4)

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Referencias

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