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Diálogos IV República-Platón

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Asesor paralasección IIriega:C.UUlSG...ctAGUA.!..

Segúnlas normasdelaB.C.O.,latrad ucció n de estevolumenha sido revisada porAlBERTODEL P07-OORTIZ.

:© EDITORIALGREDOS.S.A.

SáncheePacheco,81,Madrid.España. 1988.

PR1MERAEDI CiÓN, mayo de 1986. 1."reimpresión,enerode1988.

Depósito Legal:M.525·1988. ISBN 84-249- 1027-3.

Imp resoenEspaña .Printed inSpain.

Gráficas Cóndur, S. A., Sánchez Pacheco, 81,Mad rid, 1988.- 6162 .

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INTRODUCCIÚN

l. LA COMPOSIC¡ÚN DE LA REP UBLlCA.

Muy pr obablemente la República t sea la obra más importante de Pla tón . En ella se nos presenta la teoría

t TraducimosporRepúblicaelti tulo griegoPoliteill.1..0 hacernos nosin escrúpulos, yaquelo quemoderna me nteentendemos por e re-pUblicu noguarda prác ticamente relación algunacon loque Plató n entiendepor/K'lite(a. vocablo con el cual S" ,dicTe princi palmente a untipode organ i:tación politicaque,en tre otra sca racie rt snc a s. pue· de poseer lade .sermoná rquica.Proc".jemos asi,noob stante,porque, alma r gendenodisponerdeninguna otra,,:o;presiónindiscutiblemen te equivalente.en ellectordehabla hispana está demas iado arraiga d a

la tra dicióndd tituloRepUblicapa ra esta obrade Platón,como para pro:lo:nd",rmodi fica rlaahorasinriesgode confusiones .Menortoler an-cia em pe ro gua rd amoscon otra tradición -la de verter la palabra pólis por eciud ads-c-,ya que en tal caso no te nemos que vérnoslas

conuntitulo(por elmis mo mo tivono traduci mos, dentro de la obra, politd apor erepubhc as ).De por si,enefecto, result a r taextraño que se describieran la s leyes yla constitución politi<,:ade una ciudad, ya que se habl a de eleyess y<le.co n stituciÓnode unaentidad políti ca cuan do esta entidad forma una un idadautóno ma, entantoque hab

i-tu alm ent e una ciudad fo r ma parte de una entidad supe r ior,a saber, de un Estado. Claro qu e en este pu n to se nos recordaré que, en el case de algunos pue b lo s antiguos ,entre elloselgriego ,«enel ter r-ito-rio deca d a Estadoexis tesólounacolon ización urban a , queda el nomo

brc al Estado»,paradecirlo con laspa labrasdeH.BENGSrON(Griechi· sche Ge.'·chi,·hle,3.·ed., 1965, pág.77).Peroesto noes ciertorespecto

(4)

l. La estruclf4rade la obra

Amenudo han sido distinguida s cinco seccio ne s en la composición de la República:una integrad a sólo por el lib ro l.que constit uye un verda de ro diálogo socré ñ-Allíenc o nt ra mostoda una concepción antropológ ica de lacual haderivado no sólo unode los conce ptosacerca

del hombre que más arraigo ha n te nido en Occi dente. sino tam bién un punto de partida para la evolución de la psicolog ía. a la cual también aporta ricos retrat os psicológicosque configu ran losprimerosintentosteóri -cos de caracte rología, Y no en último término.cier ta -mente, debemos colocar su teo ría de la educación y su __concepci ó n de la sociedad.

Pién se se, por otra pa rte, que el tratamiento de tal mult iplicidad temática no agota, ni con mucho, lo que Plató n tenía para decirnos - ni siquiera en el momento mismo de la co mposici ón de la ob ra- sobre cada uno de esos temas.como lo podemos deducir de unsomero examen de lo que en ob rasanterioreshabía dicho sobre esos tópicos, lo cua l está a menudo im plicado en la República.

Por estos motivos no resulta posibl e dar cabida en

esta Introducci ó n a un est ud io que pretendiera aba

r-car oaun muy sinté tica men te. latotalidad o siquierauna buena partedelos puntos que me recen una llamadade atenci ón al lect or. par a qu e se deten ga sob re ellos al enfrent a r el lib ro. De este modo, nos limitaremos a in

-cluir aquí - a de más de algunas cons ide ra ciones so bre lacom posición de la obra- obre vesestu d ios sobre tres de los principales temasque surgenensu le ctura; yano tes deeso s estud ios pre senta re mo suna síntesisdelcon

-tenido.conel pro pó sito defa cilitarallec to r princ ipia n

-te el bue n man ejo de una obra de tales dimens io nes ,

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DIÁ LOGOS

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metafí sica de la s Idea s en algunos de sus pr incipale s

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por primeravez, estratifica da mediante una jerarq uizaci6 n que coloc a a

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-rez recibefundamr:ntacrnnrnetaltsica,atravé sdelami s-ma Idea

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Allí se--enunci a por primera ve z en Grecia una tcoría de la cie~cia que , junto con su des a-rr ollopor Aristóteles, influyó decisivamen te en la axio -mática euclidean a.También por primera ve zse f ormu-la n allíplantea mientos teológicos(recué r de se quelap ri-mera apari ci ón litera ria que conoce mos delvocab lo thec-logiaes ladeRep.11 379a) yse bosquej a una preceptiva esté tica que, como toda su prop ue sta polí tic a , con ti núa siendo motivo de polémica toda vía a fine sdel siglo xx.

¡E.noe.Maralón.Probálintos y Trtanot osj. y que inc luía ciuda des tan

dis tantesentre si0;010<)Ramnunt e .Estir'ia, AcamasyEleusis .ademá<s

dela propia Alenas .Cua ndoPlatón se refiere sólo a laciudad deAte· nas. como alcom reneo de la Repú blica{1327b l. emplea má s bien la palabra ásly, no póli s. Yaunque esto aparentement.. sólo va le PAra Aten as, importa, porque Atenas es la pó/is viva que Platón critica.

Másaprop iadoseria traducirpolitetapor «con stitución. que por «rep ública•.Asi avece slaob raarist otéli ca Potuetaalhinuil:mes cono-cida como«[aCons titució nde losulenietlSes . (aunque tambi én,acor·

de con el laun, .la República de lus "'teni enses .). Pero el moderno vocablo econs utucinn- la mpocoda la idea exacta que sugiere elg

rte-ijO, con la Que <:ongenia má s la d.,fin idón de Hegel ; -est ructurecjé u del poderdelEst ado. (En~ylr.lopiJdie.§539). Una estructuració n,por

lo demás,vivaysujeta a modifica cioneshistór icas:«la Pol iteia de los atenienses . de Arhtótele sncspre sen ta lo Que denomina «oncetra ns-formacio ne s.de la orga nización poltrícadeAte nas.Ta mbié n la .Po li·

lelll de Plató n••si bien conce ntra sus esfue rzosen la descripción &1 régimen políticoque cons idera como más próximo al ideal. no deja

de retrata r someramente otros cualro rrgi menes (timocrad a, aligar·

quta, democracia y tiranial. Que son preslentaoos como otrastanta s fa sesde sufa talcorrcpcíze. (Sobre losconc eptos de poiis )'polil d ll

noshe mo s exten didoen e1.En sayo prelimi nar. alCruón, 3.· ed., Bue -no sAires , 1984. yenelaruculo.Atenasy suco nstituc ión en la época clastcae,en IdA,'UUlriQde fi/V50fÍll [uridica )' 50cial 2[Bueno s Aires,

1983].)

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12 DIÁLOGOS INTRODUCCiÓN 13

ca cuyo tema es la ju st ici a; otra, co m pue sta por los li-bros Il al IV, donde se tra za el proyectopolítico propia

-mente dicho de Platón; una ter cera que incl uye los

li-bros V a VII,y quees la sección má s estrictamente filo-sófica de la obra; una cu a r t a que conforman los libros

VIII y IX, en la que se exponen los dive r s os tipos de constituciones polític a s posibles, con su probable ori-gen y desenlace, y los tipos cor r espond iente s de hom -bresque suponen;finalmente, la secciónque constituye el libro X, can una su e r te de apéndice sob r e la poesía y un mito esca tológic o que corrobora lo dicho ace r c a de la s recompens as que reci be el justo.

Aunque la obra tiene unidad, se advierten cambios de argumentación, interrupcione s o regresos a puntos ya tra tados, de un modo tal, que sugie ren que Platón ha sentido necesidad de tratar nuevamente algo o de recomenzar la obra sin supr im ir lo anterior o de inte

-rrumpir el tratamiento de un punto para aclarar otro, etc. Entre losca sos más llamativospodemos mencionar el evidente hiato entr e los libros I y 11, trasel cual (con la s palabras«creía haber puesto fin a la co nve rsacíón» ) seprosigue un diálogo queparecía concluido, pero con nuevos interlocutores, que continúanen este papelhas -ta el final de la obra.

Al

com ien zo del libro Vse pro du-ce una interrupciónde Adimanto, pe ro, a diferencia de otras interrupcione s,ésta no hace avanzarla discusión ante rior, sino que , a propósito de un punto apenas ro-zado an te s (la comunidad de mujeres yde niños),cons

-tituye una digresión,que sólo cede luga r luego ante la problemática filosófica más im p o r ta n te de la obra.

El

tema iniciado al final del libro IV (la descripción de los tiposde organizaciones políticas)queda así relega do has -ta que se retoma al co m ien zo del libro VIII. Fin almen-te, cu a ndo uno pensaría, al térm ino del libro IX, que sólo debe ríaesperar a COnti n ua ci ón un mito escetol ógi

-ca , al com ie nzo del X Platón vuelve sobre la poe sí a

- de la que se había ocupado ampliamente en 11-111- , en una exposición que no guarda relación co n

10

que ha antecedido ni con lo que le seguirá.

2. La cronología absolu.ta

Paraex plica r aunquesea parcialmente hechos com o los que acabamos de ejem plifica r, se han elaborado cuan-do menos tres hipótesis: 1)ha habido. en vida de Pla

-tón, dos ediciones de la República: una que vio la luz no más tarde del año 390 a. C. y que comprendía el li

-~ bro I ínte gro, lo esen ci a l de los actuales I1-IV, el co -mienzodel V Y algunas páginas relativas ala ed uc a ció n superior,que hoy tenemos en los libros VI y VII;Yuna segu nda edición,alr ede do r del 370, en la que el mate-rial fue reelabo rado.quedando de la mane r a en que lo cono c emos hoy'b";2)ellibro I fue public ado com o obr a independiente, con el título Trasimaco,alrededordel390,

antes que el Gorgias, que signifi có una reelabora ci ón

Lbi. En apoyo de esta tesi s se citan, bás icam ent e: I}unte stimo nio

deAULOGELIO ,NochesAlkasXIV3,dondenos dice que, cnsuCirop e -dia,Jeno fontese opusoalaRepúblicatras ha ber leído«los apro xim a -da ment e do s libros que fu eron divu lga do senpr ime rlugar",y la com-prob a ció n deJ. Hir mer deque.en la edición antiguade laRepúb li ca. compuesta de seislib ros, lo sdos pr ime ros correspon d ían a algo más detr eslibro sdela s ed icio nes actuale s; 2)elresu me nquede laRepú

-blicasecrce hallaren la s primeras págin a s del Tim eo,y queco nté n-dríasó lo la reseña de loslib ros II ha st a mitad del V;3) lasal u sione s de lBusirisde hócrates a las mismas pa rt es dela ob ra .Pero cabe re

-plicar a 1):eltestimon iode Auln Gelio pu ede vale rmejor paraavalar

unahipó tesis comolaque n""otros preferimo s;a 2}: ya R.HIRZEL (Der

Dia/og,1, Leipxig. 1895, reimpr. 1963, págs.256·257, nota) demo st ró que en el Tím eono se alu de a la República sino auna conversación ficti cia ; y C.Rittcr y A. Rivau dconsolidaron esta demostración; a 3):

paralo tocante al Busiris,nos remi timos ala refu taci ónque ha ce A.

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14 DIÁLOGOS INTRODUCCiÓN IS

del tema- mejo r desar rollado-c. por lo cual Platónop

-tó por integr ar el Trasimaco en una obra de mayores alcanc es .que es la que ha llega do hasta nosotros; 3) la

Repú blica fue compuesta a lo la rgo de dos déc adas a

part ir, aproximadamente. del390; no necesari ame nte las partesconcl uidasdela obra fueron edit adasen seguida de serescr itas.ysuorden hasido el mismo queco noce-mos nosotros, con la excepción de que aparentemente

los libros VIII y IX fueron compuestos a conti nuación

del IV. y sólo má s tarde los V· VII y el X.

Es esta tercera hipó te si s -que fue C. F. Hermano el pri m ero en sostene rla . en 1839, aunque no e

xacta-mente en los mismos términos en que acabam os de formu lari a - laque aq u íaceptamos, dado que nos sirve paraexplicar la sdificu lt adesque hemosvisto sinla p re-car iedad de las otras dos.La idea más arriesgada que

present a es la de que los libros V a VII fueron red ac ta-dosdespués de los VUI y IX; Yaun no se tratade un a

con jetura forzosa. Des arrollemos. pues, esta hipó tesi s.

El lib ro I no debe haber sido com puesto antes del

año 390:en esto concordamoscon lasdos hipótesi s que rech azamos ; su est ructura. en efecto, no es la misma

que la de los primeros diá logos lla mados «socráricoss: ni siquiera puede decirseque sea estrictamente aporé

ti-co, puesto que la refutaci ón de la tes is formulada por

Sócrates apa recesólo alcom ienzode llib ro11.en forma

de objeci on es. Es diffc ilestablecer si Platón lo compu

-so como int rod ucciónala obra, conta ndoya con un plan para toda ella,o silo escribió pensando en edita rl o in

-dependientemente.Nosotrosnosindina mosporunac

on-jetu ra en cierto modo inte rmedia:Platón ha b ría tenido

el propósito, al escribi r este prim e r lib ro, de com po ne r una obra de una exte nsión no mayor queel Gorg ías s

o-bre lajustici a,so bre lacualyatenía en ment e, alter m i-nar el lib ro 1, objeciones como las que al comienzo de l 11 formulan Glau cón y Adimanto, y réplicas a éstas co

-me las que les ha ce en el libro IX, pasan do por una

carac terización de la jus t icia similar a la que tra za al fina l del IV (aunq ue pro bab lemente sin la concepción

de un alma tri partita. que parece correspondera algún momento posterior al Fedón). Deeste modo, los libros 11 al IV hab rían implicad o una do ble innovaci ón con respecto alplan inicial de la obra: la tesis del alma tr i-partita, por un lado. y, sob re todo, la idea de busca r

en la sociedad un conce pto de jus ticia válido también

pa ra el individuo, idea que permite impulsar la inda ga -ción acerca del mejor Estado posible,yque implica fo r -jar un proye cto político.Am bas co ncepciones, por tan

-to , surgiría n poste riormente al pr imer viaje a Italia y a Sicilia (388/387) y a la com posi ción del Fedo n y del Banquet e (ca. 385), unos cinc o afia s después de escr

i-to el libro I. Estas conje tu r as no implican nece sari a-mente una edició n sep a rada deestas partes de la ob ra; au nq ue, si confiáramos en el te ~!imonio de Aula Oe -Iio1' ", cabr ía pensar que,con lo ya red actado, ha podi -do tener lu ga r, si no una edici ón en sentid o est r icto. si una difusión entre los miembros de la Academ ia y otrosamigosdePla tón sufici entecomo para que elco n-tenido de loslibrosI-IVfu er aya conocidoen pequeños circulas de Aten as. Sobre la base de tales conjeturas nos atre ver-íamos a decir que. cuando Plató n escrib ió los libros 11 a IV, modificó susta nc ialme nte el plan que

tenía para la obra, ya que ésta pasó a proponer una

uto pia política, y segur a mente Pla tón pensó entonces

un desarrollo más allá del libro IV, que incl uye ra la descripción de lasdiversasfor masde gobiern o y de los

tipos huma nos cor respondientes, y un fina l mitológi co-escatológico a la manera en que lo había hecho en el Gor gias y en el Fedón. De este modo, la com pos ición de los lib ro s VIII y IX no hab ría tardado en segu ir a

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16 DIÁLOGOS INTRODUCCIÓN 17

la de los U-IV. En cambio, la de los V a VII tiene que hab er sido poster ior a los años 379/377, ya que

- co mo Wilamuwilzfue el primero en advertir- en VII 540a-b Platón afirma que el filósofo tiene acceso a la Idea del Bien pasados los cincuenta años de edad,afir

-mación que obviam e nt e no habría hecho si él mismo no estuvieraen esa situación. Yesa referenciaal cono

-cimiento de la Idea del Bien es im p re sci nd ible no sólo para la alegoría de la caverna, sino también purala del sol; y sin duda el libr o V guarda uni da d con los VI-VII,

almenos desde el planteamiento de la exigencia de sa-ber si la organización política propuesta es posible y cómo; lo cual cond uce a la caracterización del filósofo y al tema de su educación. Ciertamente, no podemos calcular los años que han podid o separar a esta parte

de la obra de la s anteriores ya que no nos atrevemos a proponer fechas para la composición de los libros Il al IV, y por consiguiente tampoco de los libros VIII y IX. En cambio, podemos afirmar que fue en la década de los setenta cuando se redactó la parte filosóficam

en-te más importante de la obra (los libros V al VII), y seguramente antesde fina liza r dicha década se com

ple-tó la obra con el libro X, en don de se an tep u so al mito de El', probablemente ya planeado antes,un nuevo ata-que a la poesía. Por la s palabras de Platón (econsidcro

quehem os fundado el Estado de un modo enteramente correcto al no ac epta r de ninguna manera la poesía imitativa Avosotros os

10

puedo decir, pues no iréis a acusarme ante los poet a s trágicoa») se tiene la im p r e -sión de que, después de la difusión de los libros I·IV a que aludiría Aulo Oel¡o, poetas o intel ec t ua le s reac-cionaron ante la s crít icas que Platón había hecho a la poesía en los lib r os II-IlI. Platón ha debido percibir, a través de esas reacciones, deb ili da de s en sus argumen

-tos, yeso explícarta que considerara necesario ed

ícío-nar más pagmas aún sobre el tema, ahora de sde una perspectiva ontológica .

Por consiguiente, la composición de la República ha debi do extenderse a lo largo de un período de quince o veinte años: a partir aproximadamente del 390 a. C.

hasta no mucho antes del 370.

3. La cronología relativa

Mucho más simple para nosotros se presentael pr o-blema de estab lecer la cronología de la República en relación con otras obras delCorpus Platonicum, porque al presen te existe casi unanimidad respecto a su ub ica -ción dentro de éste. En efecto, si tom a m os en cuenta las cronologías propuestas por veinticinco o treinta de los más importantes platonis tas e historiadores de la filosofíagriega, veremos queentreellos reina unanimi-dad en considerar, como anteriores a la República. to-dos los escritos llam a dos «juveniles» y algunos de ma-dur ez como el Fedán, y, como posteriores, el Parméni-des, Teeteto,Sofista, Político, Pílebo, Timeo, Critias y

Le-yes (aunque difieran en el orden de estos escritos de vejez).Parala casi totalidad, también elFedro es poste-rior; las excepciones a esto son Gomperz (1902), Shorey (1933)y Guthrie (1975). Pa ra la inm ensa mayoría,el Euti-demo,Crátilo yBanquete (junto con el Fedón) son ante -riores:el Crátilo es posteriorsólo para Gomperz. Corn

-ford (1927), Shorey y Guthrie (1978), mientras el Ba

n-quetees posterior sólo para Cornford (quienes el único en tenerta m bién por posterio res el Me n éxe no y el Euti-demo) y para Cr ombie (1962).Estomuestra que sólo en los casos del Fedro y del Crátilo ha y mayor discusión, y aunasí, sólo entre una minoría de investigadores. Por ciertoque en estohablam os de Rep. U-X,ya que en cuan-to a la composición, muy anterior, de l libro I no hay

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18 DIÁLOGOS INTRODUCCIÓN 19

consenso. Nosot ros cree mos que éste ha precedido al Gorg ias y. po r consigu iente, al Menó n y a los diálogo s de madurez, en lo cua lcoincidim os con quienes lo con

-ciben como obra sepa rada, pero no lo an te ponemos a ningúnotro diálogojuveni l,por la dis~intaco m posición a que nos hem os referido.Por consiguie nte, podríamos pro po ne r un ordenamiento de esta índole:

l.o Diálogosde ju vent ud(incluyendoelMené xe no,noGor

-gias ni Menó,,) 2.° Rep. I

3.0 Gorgia.s. Menón

4.° Eutidemo,Crátilo.Ba nquete, Fedó n(no necesariame n-te en este orden)

S,· Rep. U-X 6.° Fedro

7.0 Diálogosde vejez.

4. Los personajes y 5U participación en el diálogo

La Repú blica es un diá lo go que tiene la pa rt iculari -dad de no int roducir direct amente en escena a los per

-sonaje s que mant ienen la conversación a lo largo de la

obra, sino de presenta r primer a mente un narrado r: Es

-ta moda lidad lacomparte con otrosescritos pla tónicos,

como Cán n ides, Lisis, Protágo ras, Eutidemo, Fedón, Ban-quete, Teetet o y Parm é nid es. Pero a diferencia de los

cuat ro diálogos menci onados en últ imo término,el re

-latoreselpropioSócrate s ,protagonistade la obra.Tarn

-bién se diferenci a del Protágoras y Eutidemo en que. en estos escritos, Sócrate s comienza ,en un ca so,con

-ver sando con un amigo. en elotroco n Critón, aqu iene s se diri ge luego el rela t o.Como en Cármides y Protá go· ras,en Rep .

I.

Sócrate s es inici alme nte el único persona -je, por lo que debe ente nder se que dirige su rela to di

-rectamente al lecto r. Este proc ed im iento no ha vuelto

a ser usado por Platón. Los libros JI-X está n an udados alpr ime ro,demodoque forman parte del rel ato inicia

-do en éste.

Apar tir delenc uent ro,que narra Sócrate s,entreé

s-te y Pole m a rc a, se sitúa la escen a en casa del anciano

Céfalo. padre de Polemarca.que era un met eco

-o

sea, un extranjero con residencia permanente en Atenas

-e-que ha bitaba en El Pireo, puerto de Atenas, donde se concentraba la ma yor pa rte de los metecos dedicado s

al comerci o o a la ind ustria. El trozo filosÓfico inicial de la obra nos lo pre senta conversando co n Sóc rate s acerca de la vejez, en sa broso diálogo im itado má s taro de por Cicerón. En el momento en que Sócrates pone

énfasis sob re el co nce pto de justicia, Céfalo se retir a

de escena y es sus ti tu ido como in terlocutor por Poleo

marco. Pe ro la man sa aceptación por ést e de las obje

-ciones de Sóc r a t es.quelo ha cen con tradeci rse,desata n la ira de Tr asírnaco, quien ir ru m pe en escena de una manera que hace pensa r en el momento en que, en el Gorgias 48th , Calicles desaloja del papel de inte rlocu

-tor a Polo.Comoall¡ Calicles ,Tra stmaco asume el pun -to de vis ta de un sofist a oligárquicoquejus tifica la ley

del más fuerte. Presumibl e mente se tr ata de l mae st ro

de orato ria que es crit ica do en el Fed ro. Pronto Tra sí

-maco es amansado por Sóc rat e s y termina resignado a su derrota . Al té rmino del libro I de saparece como inte rlocutor, au nq ue no sólo permanece pre sente, sino que su punto de vista es tenido en cuen ta má s de una

vez en las argume nt acio nes en pro y en contra (cf. 11 358a-e ,367-368, V 4S0a-b, VI 498c,VIII 545a , IX 590d).

Hay otro personaje que interviene fugazm ent e en el li

-bro 1,Ch t ofon te,quien lo ha ce en favor de Trastma co. y que en la vida real ha desempeñad o unpapel político

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20 DIÁLOGOS INTRODUCCIÓ N 21

-chermenos dePolemarco-c .un discípulo del orado rIs ó-crates. Carmántides, y los herm ano s mayores de Pla

-tón, Gla ucón y Adimanto; pero ningu no de ellos toma parte en laconve rs ación . No obstante, a partir del libro II Glaucón y Adimanto sé convierten en los únicos in

-terlocutores de Sócrates. Al comienzo de ese libro, la fuerza de sus arg umen tosy el con siguie n te desco ncier-to ficticio de Sócrates nos recuerdan las últimas ob

je-ciones deSimias y Cebes,en Fedán 84c-9Ic.Pero luego quedan reducidos al papel de interlocutores que, con su asentimiento. permiten a la argumentación avanzar 0, con la manifestación de su incompren sión {eno en

-tiendo, Sócrates»), dan lugar a una aclaración impor-tant e. Son notables también algun as intervenciones su

-yas en las que Platón, tras decir con solemnidad algo relevante, se vale de ellos para expre sa r una cha pli -nesca autoironía (p. ej., en VI 509c: «jPor Apolo! [Oué

elevación demonfaca!»].A diferencia de los diálogos j u-veniles- in cl uyendo ahora ent re ellos Rep. 1- , los in -te rl oc utores de Sócrates no quedan confundidos por la argume nt aci ón de és te , sino que ponen su buena fe en

in te nta r comprender la s enseñ anzas que lo s acercan a la ve r dad.

n. RESUMEN DEL CONTENIDO DE LA REPÚBLICA

Lrea o

32Sc Discusión preliminar sobre la vejez

Céfa lo:elcarác te r ,nolavejez,eslaca u sa delos ma-les de quesequejan los ancianos:la riqueza puede ayu-dar alhombre sensato a ser justo.

33lc Ceíuío: la justi cia es la devolución de lo que se debe Sócrates:pero se puede devolv er lo que se debecon justi cia o no.

332d Polemarca.'es el beneficio a amigos yperjuicioa enem igos

Sócrates :perosiseperjudica a un caballo;sele vuelve peor respecto de suexcelencia(aretl);dado qu ela jus t i -cia es laexce lenci a delhom b r e, al perjudicara un h om-bre selo vuelvemás inju st o,y as!seha r ta justici a pro-duciendo injust icia.

338c Trasim aco:es lo que conviene al más fuerte

Sócrates: pero asícomo unmédico dispo neno10que le convienea él sino lo que convie nealenfermo, el go-bernante debe disponer 10 que conviene a los gobern a-dos. Cada ar te aporta un beneficio par ti cu la r:e!de!mé- • díco. la salud, eldel mercenario el salario.Sielmédico gana dineroalcur ar, nosebeneficiacon elarte méd ico sino con el artedel mercenarioqueañade al suyo. Así

elque gobierna no obtiene ningún beneficiode su arte, sino de uno adiciona l.

348c Trusímaco: la injus tici a es excel encia y sabiduría ,--Sócrates:peroen cualquie rarteel sabionotratade aventajaraotroque lo conoce , sino al quelo desconoce . y el justono quiere avent ajar al justo, sin o alno-j usto . Por lo tan toes el justoquiense pareceal sabi o y bueno, no el inj usto.

352d La justicia es la excelencia del alma

Cada cosa tien e una función(érgon)que sólo ella cum-ple o que ellaes la qu ",la cumple mejor. Lasfunciones del alma son atender, deliberar, etc.,ysu excelenciaes

laju sticia,de modo que el alm a justacumplirásu fun -ción y vivirá bien, no así el alma injust a .

LIBRO II

(10)

22

DIÁLOGOS INTROD UCCiÓN

23

LIHRO IJI

398c Pau tas para las melod ías

Comu las armonía s han de adaptarseal tex to, no se

-ránque ju mbrosas ni relajantes:lasúnicas aceptables son la doriay la frigia. No se neces ita ránin str umentos de muchos sonidos.

379a Pautas para hablar de Dios (peri theologias) en los textos

Hayque representa raDiosta lcomoes:bueno,ypor endequeno pue de ser causa del mal.No hadepermi t ir -sequelos poeta spres entena dioseshaciendomal otranso formán dose :lo excelente no es suscepti ble de modific a-ción; tampoco mintiendo, pues laverdade ra men tira es odiadapor dioses yhom bres, y la mentira en pala bras, que es útil a los hombres , no ser ía útil para un dio s,

I

gim nasia y la medici na i

Deb e camb iar el régimendevida delos atletasact úa- I les. que duermen demas ia do ; se excluirá el pescado y I la carne hervida, pero sin estar pendiente del régimen. I Sólo los ricos, que no cumplen unafunción en lasoc¡

e-Pautas para los ritmos

Sólo deben permitir se los r-itmos que sean pro p ios de un modo de vivir ordena do y valeroso; el pie y la melodía debe n adecu arse al texto y no viceversa. 386a Pau tas para hablar de los hombres en los tex tos

Los poetas no deben presentar a los héroe s lamen -tándose por la muerte; tampoco como pres as de risas o ensalzan do la buena mesa .

392c Pautas para la dicción de la poesía

La narrac ión puede ser simp le (d it ir am bos), por me

-dio de imit ación (tr ag edi a, come dia) o por am bas cosa s ala vez (épica) .Los guardianesnodebenhacer imita cio

-nes, ya que cadaunoes apto para una sola ta rea ,Pero siimitan, deben imitar sólo caracteres valientes, mod e-nidos,piados os ,etc . Usará nel tipo mixto denarrativa, con una parte breve de imitaci ón .

39ge

• 403c La 358e Glaucón: la justi cia no es cu ltivada voluntari amente

Los hombre s sufre n más al ser víctim as de injusti -cia squeloque disfrutanalcomet erlas ; po resolaju s tl-cía cons iste en un acue rd o pa r a no su frirni come te r injusticias.Sólo cultiva la justiciael que es impo ten te para comet er injust icia . Mito de Glges.

362d Adimanto: es preferible la injusticia a la justicia

Cuando los in jus tos son ricos pueden repa ra r cua l-quie r delito y librarse delos males delmá s allá. Incluso se puede pe r s ua d ir a los dioses.

• 368a Sóc rates : nacim ien to del Estado sano ....:-:,..

Se buscará la justicia en el Estado(pólis) prime ra-mente, y lueg o en el ind ividuo.ElEstado nac e cuando

elin dividuono se autoabast ec c sino que nec esitadeotros. porlo cualseasocia con los demás, Estasnecesid a des son: 1)de alimentación,2)devivienda :Y 3)de vestim en -ta.Los expertos en cada actividad produ ci rá n para t o-dos losdemás, reci biendo a cambio los produc tos que necesitan . Se llevará un a vida austera .

~372d Tránsito hacia el Estado enferm o

GlaUCÓ n: un a sociedad de cerdos no se rí a distin ta. SÓcrates : puesento nceshabrá queañadir cocineros,mé

-dico s, músicos, modistas, cte. Será un Estado enfermo olu joso,cuyo territorio debe agr andarsea costa del ve -cino:or igen de la gue r ra y delejérci to . Elejércit odebe ser profesional.

•374e Cu alidades que debe n tener los militares

Seránseleccionados como militares ogua rdianes los que posean agu de za, rapidez , fuerza y va len tía ; de be n ser mans osco nsus compatri otas yferocescon sus e

ne-miga s.

~376c La educación de los guardianes. La música : los tex tos

Hayqu e rechazarla mayor-ía de los mitosde Home

-ro yHesíodo,qu e presentana los dioses co mocrim in a

(11)

LII' ROIV

419a La feli cidad de /0. c1Q~e goberna nte y la socie dad

Adima nto:los gobernantes,teniendotodo en su rna -no para ser dichosos,no podrá n as! disfrut arcomo los deotrosEstados.Sócrates:no debemos mira rala feli ci -dad de los gua rd ia nes , sino a la de toda la sociedad.

,

dad,pued en pasa rseeltiempo con los méd icos; el ar te-sano no tiene tiempo para tratam iento s largos.

• 410b Poder ed ucat ivo de la gim nasia y la música

I Ambas educanel alma: la gimnasia,su lado fogoso (lhymoeidésAy si se combina con música, que cuhiva la dulzura, produce, en lugar de la fue rza bruta , la vale n tla.

• 412b Pruebas de los etmdidatos agobernantes

Losquegob iernenserá nlosque teng a n la convicción (dógma)de que lo que debe n hacer es siempre lo que más convengaal Estado.Tre sclases de prueba s:1) en -cargar lo s de tareasquefacilite nsuolvido de esac onvic-ción:2)imponerles tra bajo s.sufri mientos ycompeten -cias,y3} lleva rlos aluga re ste rro r ífico sy luegoaotros placenteros.

.414 Mito de las clases

Todos los ciudadanos han sido criados y educados por la tierra,que es su madre y nodriza; por ta nto, t

o-dos son hermanos en tre si. Peroen la compos ición de unos (guard ianes gobe rnantes)entróeloro,en lade:ot ros (auxil iares)laplata y enlade otros(labrad oresy artesa -nos)el bro nce y el hie rro. Puede darse el cas o deque un homb re de orogen ereuno de bronce, y que uno de hierro genere:1 unodeoro; en todos lo s casoshayque llevarlos al sector que les corresponde.

.416a Comunidad de los guardianes

Para sercomoperrosde rebaño,no como lobosque devorenalasovej as ,losguardianesno debe ncont arcon biene sprivados, salvodepr imeranece sidad, yharán sus comidas en común.

25

INTRODUCCiÓN

437b

• 421d Lapobreta y la riqueza de los ciudadanos

No debe haber genterica ni pobre, ya que, sies rica, no se ocupará de su trabajo . y si es pobre, no podrá realizarlo bien. Y si en una gue rra se comba te contra un Est ado en que hay ricos y pobres, se les ofrece rá a éstos la fortuna de los ricosa cambio de su alianza, ya que en este Estado no in teresa la riq ueza.

• 427d Las partes de la excelencia en el ESIUdo

Para saber sisehallala justicia en el Estado,basta -rá conexa minar siestán presentes lasotra stres par tes de la excelencia : la sabid u rla (sophia' la moderación

(só phrosjtle) y la velenua(andreía). El Estado es sabio no por el conocim iento de algunacuest ión particular, sino por el de su totalidad. que es el apropiado para la vigilanc iaque está pre sente enlos guardi ane s.ElEs" tado es valientesi lo esaqu ella partesuy a que va a la guerra porsu causa.ElEstado esmoderadocuand o go-bernantesygoberna dos coinci de n en quién esdeben go-bernar: asl la mejor parte gobi erna a la peor.

432b La justicia en el Eüedo biel'! fundado

/ Es lo que resta para que el Estado alca nce la e xce-lencia: consiste en quecada uno haga lo que le corres -pondeen el Esta do.

436a ÚlS partes del afm¡¡

¿Están prese ntes en el ind ividuo las misma s clases queenelEstado ? ¿Hablamos degénerosdis tintos,cua n-do decimos que pormed iode unoaprendemos,porotro somos fo gosos y por otro anhelamos place re s ?

436c El princip io de con t radicción

Una misma cosa no prod uce nipadece efectos C OI)-rraríos en el mismo sentido. con respecto a lo mismo y al mismo tiem po; no debemos confund irnos cuand o una cosa parece una y resulta múltiple.

LDs po nes del olma (continu a ci ón)

Si alguien. tiene sed, es de bido a la part eirracion al' (O/ógislol1)yapetitiva tepithyme tikán] delalma,peropuede no quere rbeberacausa del razonam ientotlogismós]: La

/ ' .(, ,1

..

(12)

26 DIÁLO GOS INTRODUCCtóN 27

,~ )

fogosidad(t hymósjpasa a vece sporsemejanteala a pe-titiva, perocua ndounoseencolerizacon tralospropios

deseos se ve que no es as í; tampoco se id entifica con

la parteracional(Iogist ik ónj,ya queuno puedeentus i as-marse irracionalmente yserllamado alord enpor lara

-zó n. Por ta nto, so n tres géneros dis tin tos.

44lc Funciones dt las partes del almo.

Asl como el Estado es justo cuando las tres clases hacen cada una lo suyo, lo mismo con el individ uo: al racioc iniocor re sponde mandar ya la fogosidad ser su servidor yaliado.El in dividuoes valiente cuandola f o-gosidad sealie ne a10 pres cri to por la razón, es sabio por la parte racional y es modera do por la amista d y concordia de estas partes entre st.

UBRO V

451d Naturaleza y tareas de la mujer

Encuanto a la naturaleza difieren entre si un hom -bre carpintero y otro médico, no un homb re médico y

LUla mujerméd ica:las dotesnaturalesestánsimilarm cnrc dlstribuidus en el hombre y la mujer; sólo difieren en quelamujeres másdébil. Por lo tanto las mujeres de-ben realiza r las misma s tareasque los hombres y reci

-bir la misma educación,

• 457e Comunidad de mujeres y de nifios

Ninguna mujer coha bitará en privado con un ho m-bre; las muje re s serán comunes a 100 0S los hombre s. Porparticiparde las misma stareas, llegaránalaunión sexual;se celebraránmatrimon ios sagradosentre los me -joresguardia nesy la smejores guardianes.Los hijos se -ráncomunes ynosabránquiénes sonsus padres; su edu-cación ser á confiada a magistrados,sepa rándose a los mejurt"S.

.462a Carácter comunitario de la sociedad

El mayor mal para el Es tado es lo que lo divide y el mayor bien lo que lo une.Po r ende ,debe haber una comunidad de placer ydolor:todos losciu dadanos d

e-ben poder regocijarseyentristecersepor la smismas co-sas (por decir todo s'mio' a lo mismo).

'469b La e.~c1avi lUd y las luchas en tre griegos

Los griegos nu harán escla vos a otros griegos, sino

sóloa los bárbaros. En las guerras entre griegos nose de spojará a losca dá veres, e",ceptodesusarmas, y éstas no serán ofrendadasen los templos ;nodep redarán los

campos ni incendia rá n las casas de los venci dos.

•47lc Glau cón: ¿es posib le que tal orgal'lh acíó" política exis ta?

Sócrates:se haindagado qué es la justicia y elhom -bre jus toparaproponerlo s como parad igmasparanues -tros actos,no pa radem ostrar quesu existenciaes p os]-blc.La praxis alca nza siempre menos la ver dad quelas palabras. Má s bie n hay que demostrar cómo se puede fundarel Estado más próximoal descrito.Lacond ición es que los filósofos reinen en los Estados o los gobe r-nantes filo sofen .

474b El filósofo

Los que ama n algo lo aman en su totalidad y no en una parte; as!el'amant e de la sabidu ría ' tphil oso-p/ws)es aqud que gusta de lodo estudio, siu hart arse nunca.Perohay que distinguirel'verdad erofilósofo' del que es 'parecido a un filó sofo'.

4-:;;;:-'ws filósofos ., las Ideas

Lo Bello, lo Justo. lo Bueno y tod as (as Idea s son una cada una,pero, alapare cerencomunión cona ccio-nes, cuerpos yunas con otras,cada una pa rece múlri-ple .Losverdaderosfilósofos,adiferenciadelospar ecí-dosafilóso fos,no confunden laIdea con las cosas que

,. _ de ella pa rtici pan .

476J'0E Iobjeto del conocimiento y el objeto de la opinión

(13)

2

8

OJÁUKO Q S INTRODUC CtÓN 29

UB'-O VIl

{¡f;

1

7

b

',

Alegor(a de la caverna

l'

La cave rna eselámbito visible en que vivimos yel .-/ fuegoen ellaes elsol:afueraestáel ámb ito inteligible, la s Ideas,yelsoles.la Idea del Bien. Elartede volve r el alma desdela s tinieblashacia laluzes lacdu_cadon,

que la ignorancia,y porende corres ponde a algo ínte r-medio entre loque es y lo que no es: la multiplicidad, p.ej.,de cosas bellasesalgo intermedi oentrelaesencia

(ousía) yelno ser(l Omr ei",aij. Los que gustan deella

son aman tes de la opinión (phi1ódo:loi~ no filósofos.

;'1

LIBROVI

j

4863 El alma filosófica

El alma filosófica suspira sie m pre por la tota li da d

Integra de lo divino y de lo humano. Desde temprano es justa y mansa, bien dota da de memori a y facilidad de aprender.

487d Dificultades del ejercicio de la verdadera [ilosoíta Cuando las cualidades del alma filosófica [valentía,

mode ración , etc.)se nu tren mal,ar ra ncanalalmade la filosofía.Losquecorrompen a los filosófos no son los sofistas sino los acusadoresde éstos, que son los más gra ndes sofistas:la multitu den laasamblea,teatro, etc.

Lossofis ta s noenseñan privadame nteotracosa que las conviccionesquela mu lti t ud sefo rja cu andose con

gre-ga.Son muy pocoslosque tratan dignamentecon la fi -losofía,y, alno ver nada sano en la política, se alejan de ésta.

497a La iuve ntud y la filosofía

Cu ando los adole scentes abordan la filoso fía, al lle -gar a su parte más

dr

ñcn

.

la rel ativa a los conceptos abstractos(roperitousIógous).laaba ndonan.Enlaa

do-lescencia hay que da r les una educación apropiad a a la eda d, y,sólocuando lafue rzaco rporaldeclina,hace rl os ocuparse de la filosofía.

49ge posibili dad de persuadir a la mu ltilud

La multilud está maldispuesta con la filosoflapor

-que nunca ha visto un filosóf o como el descrito, pero

se I~ puede persua di r de que lo dicho es verdad.

502c El objeto del estudio su.premo

Ha yque pro bar a los gu ardianes en la práctica de

los estu dios superio res, par a ve rsison capac es de ll

e-506,

S09d

gar hastael objet odelestud iosu premo,laIdea delBien, que es algo superior a la ju st icia.

Aft!gorla del sol

Las cosas múlt iples son vistas ,las Ideas pensadas.

Loqueeselsol enelámbito visible respecto ala vist a yde loqueseve,es laIdea delBienenelámbito inteli -gible(noEtós IÓpos) respectodel intelect o(nmi s)y de lo queseintelige,o sea,de la sIdea s.Asl comoel sol epo r-ta a las cosasvis ibles la pro piedad de ser vista s ytam o

bién su vida ,as !la Idea del Bien confie r ea las Ideas

elpoder de serconocidasperoademáselextsnr(IÓánaiJ

y la esenci a (ousío.', aunque ella mism.. no sea esencia

sino que esté más allá de la esencia.

Alegod a de la línea

Dividida una linea en dos secciones desiguales,y<:0.'

da una de ellas en otra s dos ,tendremos,en la sección

visible.una subsecciónde imá genes (sombra s,renejos)

yotra de la cual en la pri mera ha y imá genes(seres vi -'0'0$, artefactos].Asu vez, en la primera subsecctónde

la parte inteligib le,elalmase sirvede sup uestos(h.v~

rhései5J,sin marcharhasta unpr incipio)(art:h~)sinoha

-cialaconclus ión . Enla otra sub sccciónpartede supues -tos , peroavanza por medio de Ideashastallegaralp

rin-cipio nosupuesto(a ")'pó l hetosal'Cht~ Laseeclónvissble

seconoc e mediant ela opinión y,dentro de ella,la sub-secciónde imágenes por lá conjetura (e;k as(aJy la otra

porlacree ncia(ptstí SÁ'las~ccióninteligibleesconocida medi an te lainteli gencia(not4sJ:dent ro de ella la subse

(14)

3

0

DIÁLOGOS INTRODUCCtÓN 31

• 522c

• 526c

• 528a

• 52Se

• 530d

G

,los goberna ntes, unavez educa dos de ese modo ,deben gobernar.

Estudios dcl Jilósofo: 1)uritm érico.

Para escapar al ámb ito del devenir(génesis)ycapaa r la esenciael guard iá ndebeestudia rari tmética,queel

e-vaelalmaylaobliga adiscurrir(dialégesthai)sobrelos Nú me ros en st.

2) geometríaplan a

Aunqu e losgeómetr-ashab lan de 'cua drar','aplicar',

etc., como sisusdiscursosapun ta ranalapr axis, la g

eo-met r-íase dir-ige al co noc im ie nto delo que essiempre.

3) estereometria

Elestudiodelsólidoen simismo hasido emprend i-do hastaahora débilmen te;elEstadode bepromoverlo.

4}astronomla

No hayque ocupa rse de ellaconla vista,ni au nque se mirehaciaarriba ,sinocon la int eli gencia:los astros que se ven sólo sirve n como ejem plos para el estudio de losqueno se ven,ensuvelocida d,figuray relaciones verdaderas.

5)armonía

Lo mismo en elcaso de la teoría matem át ica de la

música : apartir delo saco rdesque seoyen hayque ele. va r sc alexamen delos números armó nicos y de losque no lo son, lo cuales útilpara la búsqueda de lo Bello y lo Bueno.

La Dialéctica, estu dio supremo

losestudios anteriores sólo son un preludioaladia -léc tica, que sólo puedenalca nzar los ca paces de dar y recibir razón de la esencia.Ta lcomoel pri sionero llega altérminodelo visiblecuan do puede ver el sol,eldia.

léctico arriba al término de lo inteligible cuand o COIr templa la Idea delBien.El método dial é<:ticoeselúnico que ma rc ha has ta ella ca ncel a ndo los supuestos.

Relamo a la ategoriadela línea:o~detWmie~l/oepistem ológico

El conocimien to relativo a las cuat ro subseccioric s son: ciencia(epistf!me),pensami ent o discurs ivo,creenc ia

y conjetura;a estas dos con conjunto, opinión, y a la s dos pri merasen conju nto, int eligencia(nó~sis). Esta se refiere ala esencia,yla opi n ión al devenir.Esencia :d e-venir::inteligenci a:opin ión , yasu vezciencia:creencia :: pen samiento discursivo: conjet ura.

• 534b Fo rmación de fes dialécticos

Estudia rán desde niños .Alos veinte años seelegirá

a los más inte ligentes y duran te diez años se les hará tener UTllIvisiónenconju nt o (synopsís]de lo queen for -madispersa estud iaroncuan do níños. Alos trei nta anos se selecc ion ará a los más ca paces de prescindir de los sentidos yde marchar hacia lo que es en si, y se les• harádescenderala caverna paraejercitarseen lod o ti -po de trabajo.Aloscincuen ta se los forzará a contcm

-plar la Idea de! Bien,y a,tomándola como parad igma, alte rn ars e du ran te elresto de sus vidas en e! go bierno del Esta do.

LIBRO VIII

• 543c Las cinco clase~ de con sti tucione s potuícas

Elrégimencorrectoeseldescrito, laaristocracia .Hay cuatro regímenes(poli teiai¡deficientes: la timocrucia o tima rq uía . la oligarquía. la democracia y la tiranía. Y hay otros tan los rtpos de hombres. de cuyo comporta -mien to nacen aq uéllos.

• 545d Lo.cor rupción del mejor Estado (discu~so de las Musas)

Nisiquiera los mejores guardianespodrá ncontrolar

porcompleto la fecundidad yesterilidadajust á ndose al 'número geométr ico toral'; de este modo se procreará en momen to sno propicios y nacerán niño sno favo rccl -dos por lanaturaleza,queserá ninferiore s asus padres, ) cuando les toque gobernar descu idarán la música y la gimnasia. Así surge la timoc racia.

• 547d Lo.tim ocracia

(15)

3

2

DIÁLOGOS INT RODUCCiÓ N

33

571a El hom bre tiránico

En elhijodel hombredemoc r-ático hayde seosrepri -midos, que,amásde innece sa rios ,son contrariosatod a nor ma;losforjadore s detira nosestimulan éstos;asila s opinione-smora lesanterioressonsometidas porotras que, cuando es tá interior mente regidode modo democ rá tico, sóloselibera banduranteelsueño;no se arred raráante crimen alguno.

576b Primera pruebadela superioridaddel justo sob reel injusto Elhombre tir án ico esel más inju sto y,si llegaa go -bernar solo mucho tiempo, es el másdesdichado:es el

que menos hace lo quequie re;es tá forzado a la adul a-ción y al servilismo.

580d Segunda prueba

Según lapartedel alma que pre domine,hay tresti -pos de hombres: el filósofo. el amb icio so y ti amante del lucro. Suby acentes a cada uoo de estos tipos hay tres clases de pla ceres. El filó so fo eselque mayor expe -riencia tiene enestas tresclase s.Porlo tanto,su modo de vida es el más agra dable.

en esterégimen,con lafogosida d,es eldeseodeim po-ners e y ser vene r ado.

• 548d El hombre timocrát ico

Ajenoa las Musas. ama el podery los honores, de

jove n desdeña la riqueza ,ma s no de adulto. Es hijode un padrebueno que viveenun Estado mal organizado. y quealientaen éllo racional.Pero su madreycriados cu lt ivan en él lo ape tit ivo, pues anhel an tener más

ri-queza y poder y cr itican a su padre . En este conflicto

lleg a a un com promiso. y cede el gobi ern o de si a lo fogoso .

· 550c Laoíiga rquia

Régimenbasadoen la lasacióndefort unas;enélmano dan Jos ricos .Surgen porquelos hom bresque ansiaban hono res termina n por volverse amigos de la riqueza y llevara los ricos al gobiemo.Son en realidad dos E sta-do s:uno de los rico s y uno de los pobres .

t5533 El hombre oligárquico

El hijodel hom b re timocrá tico primero imita asu pa -dre,pero,alverl o luegoprocesadoy priva do de su for -tuna,deja deladola am hicióny fogosidad que prev ale -cian en su alma y sevuelve hacia el luc ro. Su parte ra -cional sólo miracómo acrecentar su riqueza .Repr ime los desees de placer pa ra no gasta r su fortuna.

~ 555b La democracia

Surge cuando los pobresven quelos gobernant eso li-gárquicosno valen nada yque sólogob iernan por debi -lidad .Eneste rigimen abu nda la libertad de palahra y de hacer cada uno lo que le da la gana.

-558<: El hombre democ ráti co

Hay desees necesarios, que hay que satis facer para no morir, yde seos innecesarios. En el hijo del hombre oligárq uicose produceuna pugnaentre ambostiposde deseos, Si ningun a de ambos rípos es auxiliado desde fue ra, el hombre democrático vive de un modoque no es contrario a la libertad ni a tod a norma. .

-r--,

•562a Lo.

/

UlUl.O IX tiranía

El deseo insa ciable de liber tadpierd ea la democ ra -cia(como e!deseo in saciablede riqueza pie rd ea laoli . ga rq uta).Los rico s que son despojados de su fortu na luch ancontraelpueblo; éste pone asucabeza un indivi -duoquesedesemba raza violentamente de susenemigos, Al pri ncipio, cI tirano libera de deud as a los pobres y

les da ücrr a s. pero,cuando se reconci lia con algu nos

enemi gos y extermina a los demás, pro mue ve guerras

para most rarsecomocond uctory paraque los impu cs -tos empo brezcana losciudadano sy no pued a n ocupar -se decon sp irarcon traél.Sellenaráde enemigos, yserá odiado por muchos.

(16)

34 DIÁLO GOS INT ROOUCCI ÓN 35

I

j

583b Tercera prueba

El estadoen qu e no se.sufre es interme dio entre el

placer y el dolo r . Pe ro cuan do se ignora el verdadero

placer se loma porpla cer laces ación del dolor. Cu ando

elalma sigue a la parlefilosó fica,cadauna de la s p

ar-tes hace lo que le corresponde y obtiene los placeres

qu e le so n propios. Elhom bre tiránico, en ca m bio, su

-met ela parle racionala la apetitiva.Por ende, el tir ano

vive del modo más desagradabley elrey del más agru

-dable. El tir an o está alejadodel verdadero placeren una

canti da d que es el tri ple de l tri ple.

588b Lo.ju st icia es más ventajosa que la injusticia

El que comete inj u st icia esclaviza lo mejor de sí, y,

si la oc u lt a y no la expía. se vuelve más perverso.

LIBRO X

595a La poesía imitativa alejada de la verdad ) ,

Hay muchascamas ,pero unasola IdeadeCa ma,

mi-randa a la cualel,ar tesano fabrica las'cama smúltiples:

y a su vez elpintor"hace,(.o~~a,,,cama, aun que no unac

a-ma real. Hay, pues, tres camas: 1)la que existeen la

natu raleza y que es crea da por el'product or de na

tur-a-leza s' (phytourgós),o sea, Dios; 2) laquehace el art esano

tdérn iourg ós},o sea,el carpintero;3)la quehaceel pino

tor,que esel imitado r. Y no laimita como es,sinoco mo

lepar ece según de dóndela mire . Lo mismo lospoe tas:

son imitadores de imágenes de la excelenci a, sin ac

ce-der a la verdad.

6ü2c La poesía cultiva la parte in fe rio r del alma

Unamisma magnitudparecedistintasegún de dónde

se la vea, perturbandoas! alalma .A esta perturbación

se oponelaparte racional, que es,porlota nto, distinta

ysuper-ior a la par te pertu rbad a. Enesta y utras luchas

int erioresdelalma , lapoesía colabora con la par te in fe

-rior, que es la pre fer ida por los poeta s para imitar.

6ü8c La inmortalidad del alma

El mal de una cosa es lo que la cor rompe. Pero los

males delalm a (lainju sti cia, lacoba rdía , etc.]no lad

es-truyen .Nuncalapervers ión deuna cosa destruyea otra.

sinosólolapropiaperver sión. De modoque si los ma les

propiosdel alma no la pue den destru ir, menos aún p

o-dránlosmales propios del cuerpo,que sonajenosal

al-ma. y siel alma no per ece nia causa de un malpropio

ni de uno ajeno, es inmortal.

612b Ias recompensas del justo

I Aunquelaju sticia valeen sí mismayno porsus con

-I

secuencias , goza delamejor reputaciónentrelos dioses

I

jy homu sto y qubresién;puinju sto. Yes a los diosessie! junstoo seesles escapa quamadoporlus dioién es

-ses,le sucedelomejor,en vida otras lamuerte.Lomis

-.

1

me con loshom br es:'tard e otemp ran o reconoce n lajus

-lh

tici a de! ju sto. j t-"".{r,~-j...-v~

614b Mito de Er

Tras mor ir,las almasson juzgadasy,según eso, pe

-san mil añosde castigo bajo tierra o.mildedelei tes en

e!ciclo.Y al prepararsepara renacer,no cs elegida ca

-daalma porel demonio que guía a su destino, sinoque

ellas mismas escoge n su s demon ios. Deben elegir entre

modos devida muydistintos,y luego su demoniodebe conducir su ejecución. En la elecciónpesanlos hábitos

de la vida an ter ior . En es to s modos de vida no hay nin

-gú n rasgodel alma ,porqueésta cambia segú n el modo

de vida elegido: en eso rad ica su riesgo .

1Il. TRES TEMASDE LAREPÚBLlCA

1. La teoria de las Ideas y los conceptos universales

,

(17)

-36

DlÁ.LOGOS INT RODUCC iÓ N 37

I

do por primera vez por Aristóteles,en testimonios, por

lo demás. dudosos(Met.16, 987b Y XIII 4,1078b),pero

en ese pun to conf ir m ad os por los diálogos juven ile s de Pla tón . En ést os,se des ta ca, frente ai'-telat ivismo impe

-~n la Atenasdel-;iil~-v-a:-C.: la búsqueda

-

d

e-

-

un

patrón sup raindivid ua lQue"pueda dar norma s a los'ac

-tosrSócr ates simbolizaba este patrón sup r atnd tvídu al "

enefApol~-délficoque res pondía a las con su lt as de

in-divid uo sy de gob iernos so bre lo que debía hacerse. En efecto, la pregunta sobre qué es la valentta(Laques19Od), la moderación (Cánnides 159a ),la pied ad (E u tifró n Sd), ctc.. que tam bi én Jenofonte pone en boca de Sócra tes,

aparece comogenui na me n te socr ática, yno remite a un

universa labstracto, como lo entend ió Arist ótele s , si no

má s bien a la realidad divina,en co m unica ció n co n la

cu a l -en el reco noc ím tent o de la propia igno ra ncia )'

en el acata mi ento de los ma nd at os divinos- se gene ra

la cua lidad moral de nuestros actos, con lo cual Dios

viene a ser la fuente de la perfe cci ó n o excelencia(a

re-u¡

hum ana. "

Ciertamente, en los diálogos ju venile s,Platón no di

-ce que sea divina,y muy pl>ca s veces que sea realidad

tousia:Eut. ll a, Hipias Mayor 3D2c), pero sí insist e en que se tra ta de un patrón sup ra in divid ual.y asíno a

cep-ta que el interlocuto r conte ste con la mera refe rencia

a una ins tancia par t icularcom o «vale ntía es pe rrnane-ceren elpue stoenfre ntá ndose alenemigo, sin huir-(La·

ques 190e), «piados o es lo que ahora ha go » (Eut. Sd},

"bello es una vir gen bell a»(H ip. Ma. 288a).No por eso

es en Platón un concepto universal, ni siqu ieraalela bo-rar so b re esa ba se la teo ría de las Ideasl.

1 Cf.C.RlY.>S,P/a/a '$Theoryal1detl5(2." c:d.,Oxfo rn. 19 53), pági -na 225,yla critica de R.S.BWCKenPla /os Phaed o (L.mdl"<'"s, 195 5). Apén dice VII, págs. 174·181.

A no dudarlo, la pregunta por la valentía pide decir «qué es lo mism o en todos esos casos.. (Laques 191e,

d. Eut.Sd), o sea,lo com úna tod a s las instancias parti

-culares a la s que damos el no m b re de 'va lien tes' . Pero

si esto se interpreta a la manera del universal ar isto

té-lico , como una característicaquese hallaefec tivamen te

en cada una de esa s cosa s part iculares , se malentiende

el pensamientosocrático-platónico, yaque para éste,por

ejemplo, la acción de Eut ifró n de denunciar a su pad re noesdeningúnmodo piadosa,por locualla unive rsali

-za ció n de ac tos como ése no podr-ía resulta r nunca en la piedad . Es probable que, en esa primera eta pa de:, Pla tón,lo piadoso, lojusto, erc.,fuera nsimpleme nteidea

-le s éticos, co mo decía Srenze lv". Conviene no tar, no

obs ta n te ,'que el inmed ia to an tecedente de ta les pat

ro-nes morale s era el dios socrático, y que, en la eta pa

siguiente de Plat ón , tales valores o cua lida des forman

el ámbito de lo divino, por lo cual cabe dudar de si la etapajuvenil haqueb r ado en ese sen tido la cont inuidad. Si es cor re ct a nue stra interpretación de que el pa

-trón su pra ind ivid ual para Sócrates era el dios, al obe -de cer cuya s prescrip ciones perfec ciona mos nuestra

alma,esta conce pción hab ía de estar subyacente en la

te sis pla tó nica juvenil de laexce le nci a o arett - cuya s

caras era n la justicia, la pieda d,etc.- , sin reflexiones so b re su statusontológico: por esa fe en lo absoluto se rac io nalizaba la par a dig ma ilcidédrenlá"esfe ra éti ca,

no su co nd ició n ontológica. Yen ese sentid o, análoga -mente al dios soc rático, lo pia doso en sí (donde el «en s¡».auto,subraya el cont ras te con las inst ancia s parti -culares) es de algú n modo la causa de que lo s actos

hu-manos sean piado so s: éstos tienden a se r co m o lo

(18)

38

DIÁLOGOS INTROIJUCC IÓN

39

,

doso en sí, podríamos decir parafraseando una termt

-nolog¡a posterior en Platón .

Claro que allí opera también otro tipode ej

emplari-dad, que tieneque ver con el lenguajey su poder de

no-minador. En efecto, Eutifrón dice que su acción es

'piadosa', mientras Melero afirma que la conducta de Sócrate s es 'impía';y se tr a ta de pon e r co toa este arbi

-trario uso del le n guaje, que constituye uno de los pila

-res del relativismo sofista. Por eso dice Platón: «Ens

é-ña m e qué es la forma específica (idéa) misma [de 10

piadoso], a fin de que, dirigiendo la mirada hacia ella

y sir viéndo me de ella como paradigma, pueda yo decir

que es piadoso aquello que sea de esa índole en lo que

tú o cualquier otro hace» (6e). Pues est á cla r o que ni

Euti frón ni Meleto, al usar términos com o 'piadoso' e

'im p ío',dirigen su mirada a un patrón supraíndivtdual

que funcione,..co m o paradigma.·Y que esto no es una

,\

instanciagenera l a univers al ya

10

dice el uso del voca

-blo 'pa radigma'. Se tratadel paradigma delleng uaje c

o-rrecto, pe ro es paradigma del le ng u aje porque antes lo

es de la conducta moral.

Cabe objetarque aquí,de todos modos, estam o s freno te a algo universal; pue s no se trata de una universali

-dad formada a partir de ac to s como lo s de Eu t ifr ó n ,

pero sí de una formada a partir de ac to s co m o los de

Sócra te s y de todos aquellos - por pocos que sean- que

actúan teniendo lo piado so en sí como paradigma. Pero

na turalmente sólo es pos ib le sabercuáles son los actos realmente piadosos una vez conocido

10

piadoso, y no al revés .(Y de tod a s maneras lo piadoso es siem pre tras -cendente a los actos piadosos ,ya que no es una instan

-cia resultante de ellos sin o su modelo.) Hay, pues , un

lenguaje corre ct o y un lenguaje íncorr ectofEl Ienguaje corre cto es el que atiende a la reali d a d {ousía; ef. Cráti

-[

o

'388b-c).~-' . "

Cont r a r ia me nte a lo que nosotros esperarí a m o s, sin emba rg o , al llega r a su teo r ía de las Idea s, en Fedá n

y Rl?:p ública,Platón se inclina por una concepción m

e-n~socrá-tical del lenguaje: «h ay muchas co sas bellas,

much as buen a s, y así, con cada multiplicidad, decimos

que ex ist en y las distin gu imos con el lengu a je » (Rep.

VI Sü7b ). De este modo, Platón se atiene ahora al uso

com ú n

d

e

l

len guaje, y mentandouna universalidad for

-ma d a a pa rtir de co sa s no realmente piadosas, justas, etc ..sino simplemente cosasa la s cuales damos el nom

-bre de piadosas, justas , etc., au n q ue a veces no nos

pare zcan piadosas, ni justas, etc . ¿A qué

se

debe este

camb io en el pensamiento platónico? Precisamente";(

nacimien to de la te o rí a de las Ideas, an u da d a al surgí-. mie n to de una pro bl e mática ,e pis tem ológica.

¿Cóm o se conoce

10

piadoso en sí, lo belló en sí? Si Ila mayoría de la gente co nfu n d e lo bello con la s cos as

bell as y

10

piadoso con los acto s piadosos, es porq ue

)

la vía cog n o sci tiva hacia lo bello y lo piadoso no es la mismaque la que conduce a la s co sas bellas y piadosas , y sin duda más difícil. Pe ro a est os objetos en sí pod e-mo s acc e der con la in te lig e n ci a(n'oús),miéñirasque10.<; sen t idós·Y "'l<Co pi riióii-(d óxa) que se basa en ello s sólo. no s permiten toma r co ntacto con instan ci as pa r t icul

a-, res. Aquí sí, en forma explícita, se pla nt ea la cu es t ión

'\on to lógico-exis ten cia l: lo s objetos del conocimiento de -ben existir, pue sto que no es posible conocer lo que no es;perono hande tene r la misma en t id ad que los sen si-bles, ya queés to s se presentande mododiversoyconti -nua menteca m b ia n te , mientras aquéllos apa r ecen como

permanen tes e idénticos a sí mismos. La mayor clari

-dad cognoscitiva de los objetos «in teligible s »corres po

(19)

4

0

DIÁLOG OS INT RODUCCIÓ~ 41

de a una superioridad ontológi ca: so n lo que es r eal-mente [to ónMs ón), lo que es plename nte (ló pantelós 6n)y.en fin, lo únicoque merec e el nomb re de ..reali

-dad. o «esencias(OI~SÍtJ). Larealida d de los objetos -o p

i-nables - no es negada, pero !>f dev aluada: se hallan en un ámbito intermedio entre el ser y el no ser, en tre la f realidad yla nada: son 10quesegene rayloque deviene 1 (para ambo s casos

r

o

gignó me non),y nunca alc an za n a

.\ ser verda deramen te,por lo cual , más que el nombre de «realid a d.., merecen el de «devenir»o «génesis. (géne

-sis). Ademá s . los objetos «inteligible s» reciben la de no-minación de .10 divino e inmort al- (nombres ya de lo ápeiron de Ana xim anrl ro en 12 B 3).mientr as los .op~­ nable ss constituyen .10 humano y mo rtal- 4.

Es asunto de discusión si Platón sit uó a esto s dos tipos de obje tos en mundos dist intos , los opinable s en este ylos inteli gibles en elmásallá.Plat ón mismo nun

-ca habla de dos mundos distin tos al ref eri rse a ambos tipos de objetos:en Rep. VI-VII contrasta un «ámbito inteligib le» (n oétón lópon) con uno ..visible- u -opína -ble ,. ); cierta mente en el Fed ro 247c mencion a un ..ám -bito sup racclestial»(hyperourimion lópon) como m ora-da de la «realida d que realmente es», pe ro den tro de un mito. Y dent r o de ot ro en el Fedón 74a -76c dice que el hombre ha adquir ido el conoci m iento de las Ide as antes de nacer, cua ndo aún no peseta cuer po6: una ex-plica ción delcarácte r a prio ri -esto es, inde pendiente

• Séanos pcnnitido aq ur mezclarla diferenciaciÓfldelFedó" 8Qa·b ldo nd e, en rigor,nosehablade lo'opina ble'sinodelo'no-inteligible',

G"Ó<!lon ) con la de Rep. V 478a-e.

~ En reali dad Platónnun ca habla del «ámbit oopinable»,pe roen la alego ria de la linea divide ésta en una «sección intel igible. y en olra _op ina ble»(VI 510a,VII 534cl.

• Hemos intent ado una desmi tologil.ación de eso) pasajes en

191>8,en El .Fedó". de Platón(3." cd., Buen os Aires, Eudcba, 1983), pág s. 63 y sig o

de la experienci a sens ibl e- del conoc imie nt o intel ec -tual. a la qu e nunca má s volvió a recu rr ir. En ca m b io, en su propiadesmitologizacióndela cav erna,Platón d i-ceque, una vez arr ibadoel filósofo al ámbito inteligible y contempla da la Idea del Bie n,se le fo rz ará a «des een -der jun to a los pri s jon eros», en luga r de lo que ahora hace, estoes, qued a rse contemplándol a, «co me si ya en vida estuviera re sid iendoen laIsladelos Bíena ventu ra -dos »(Rep. VII 517b-519d).

Aho ra bien, no seria extraño que, en este giro dad o

en la madu~eza su concepción de la juve n tud,haya in

-fluido el contacto pro fund o que co n la matemática ha tenido presu m iblementea tra vé sde Arquitas en su via

-je a Ita lia. Po rq ue indudableme nte los objetos rnatemá -neo s le ofrecí an tod a una esfe ra extram o r a l a la que podía tener acceso con-elintelect o,y que no podíade ri -var de la multiplici dad sensible, Cuando pe nsa mo s el cu adrado ma te mát ico ,lo pensamo s perfecto,de un mo-doque no hallamos en ningúnobjeto cuadra do existe n

-teni en elmejorcuad radoquedibujamos; o para decir -10 co n otro ejem plo que Pla t ón pone antes que el del cuadra do, el conocimiento que tenemos de la igua ldad mate mática no proviene de cosasconc ret as que ve mo s como igu ale s (leños, pied ra s, etc.] , sino de lo Igual en si, a lo cual deben aquéllas que se las llame 'iguales ' , Lascosas en si (oeIdeas», como se suele deno minar lo

(20)

42 OIÁ LOGO S INT RO l>UCCl6N

43

¡

Fuerza (65e), la Unidad y la Dualidad (lOlc),etc. En Rep. X 596a·b se añaden Id eas de artefac to s ,como la Me sa

y la Cama; y en la revisión crit ic a del Parménides se

nos informa quePla tón ha tenido dudas en aceptarIdeas

ta les como las de Hombre, Fuego y Agua.y ha tendido

a rec h a za r Id ea s de Pelo, Basu r a y Fango (J30c), pero que debía marchar en esa dire cción.

Deaquí resultacom prensible que Platón pre ste a

ho-ra mayoratención al lengu a je vu lga r y acepte que sea a partir de éste que se da la referencia haciaIdea s.pu

es-lo queelensanchamie n to del ámbitode Ide as se haori -ginadoenel examen dellengu ajeor dina r io,y ya no res -ponde, com o antes, a un idealism o pu r a me n te ético.

/ Decua lqu ier manera,las Ideas noson, tampoco a

ho-ra, conce p tos unive rsales hipostasiado s - como creyó

Ari stótel e s-e, resu lt a n tes de una in d ucción practicada en todas la s cosa s que reciben el mismo nombre. No

se llega a la Ide a del Cuad rad o busc ando característ

i-cascomun es a todos lo s cu a dra d o s que vemos, sino, a

la inve rsa, se dibuja n cuadra dos mira nd o al Cuad rado

en sí,y lo mismocon todos losobjetosde la naturaleza y los fa bricados por el hombre1. Es decir, se confie re

~.

cará cter ético a todo el deve ni r, que adquiere así un

signo--ma rcadamcn te teleológico. Pa r a explicar est o y

proveer dcuna mayo r unidad al ámbito de las Idea s,

Platón destaca de entr eellas la del Bie n, que ha sta en -tonces só lo ha b ía tenid o ca rác ter moral, y que pasa a oste nta r una posición metafí sicamente privilegiada. En

el Pedón se hab laba de

.

1

0

bueno común a toda s las cosa s» (98a), •.10 bueno y necesario que en verd a d co -necta y conse rva todo » (99c). De aq uí se pasa a la Ide a

1 Nóte se ladiferencia ent re.IaCama ensi~de Rep.XyelCrá

n-lo389a-<,.donde aú neidaseidiasignificancca rác te r-o.forma espe -clfic...:elcar pint erofabrica una la nza de ra mir a ndo a _aQudlo Que

purnaturalezasirvepara leje n --esdecir,sufunción- ,y asl"aplica la misma forma espec ffica»a todas la s lan1.adcr~s que fab rica.

del Bien , qu e en la alegoría del sol provee a la s Id ea s

de su existir y de su ese n cia, «a unque el Bien no sea

esenci a (oustat. sino algo que se eleva má s allá de la

esen cia en cua n to a dignidad y potencia» (VI 509b ).Al decirPlatón que el Bien está másallá de la ousiaqu iere indicaruna je r a rqui zación onto lóg ica, aunquees e viden-te que la exp re sión literaria con que la señ ala no le sa-tisface,ya que en segu ida ha ce un comentar io irónico

y nunca má s toca el pu n to.

¿E n qué sen ti d o el Bien co nf ie re a las Ideas el ser_. y la esencia? Aqu í no s atrevemo s a suge r ir que'_~!J!c!" fuera por la Ide a del Bien,las Ideas sí sehabrían con-;

vertido en universales(como'de hecho pasaronde alg ú n modo a serlo. alsup rim irse la Ide a del Bien en los diá

-lo gosde veje z).La Ide a del Bie n significafuente de pe

r-fecci ónde lasdemás Id eas .Gracias aella, la s Ide as son

1

Idea s,existe n como tale s y son lo per fec to en cada ca -o

so, aquello a lo cual aspira n las cosa s part icula r e s.Z

2. La Dialéct ica en la alegoría de la línea

El hec ho de que la s ale goría s del sol, de la línea y

de la cavern a sean pre sentadasuna in me d ia ta me nte des

-pués de la otr a , asícom oel que las tres contengan una

com paración del ámbito.visible con el ám bito inteligi -ble, cons piran cont r a la percepción de los distintos en -foq ues que Pla tón ha ce en ca d a ca so, e indu cen así a considerar la alegoríade la línea como on to lógica,es

decir, referida prim o rd ialm ente a obje tos o entid ade s

metafísic a s , asim il it u d de la del sol,en lugarde episte -mológ ica o referi da a forma sdel conocimien to.Sin duda

ya enla alegoríadel sol hay un aspectoepistemológico,

puesto que se dis tingue lo visible y sensib le en general de lo in teligible.Pe ro el núcleo deesa alegoríaesmeta

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