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Divulgación científica en las emisoras universitarias de Bogotá diagnóstico y propuesta para el periodismo científico

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Academic year: 2017

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Divulgación científica en las emisoras universitarias de Bogotá: Diagnóstico y propuesta para el periodismo científico

Presentado por:

María Camila Sánchez González

Trabajo de grado para optar por el título de:

COMUNICADOR SOCIAL

Campo Profesional:

PERIODISMO

Director:

Miguel Andrés Carvajal Navas

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Comunicación y Lenguaje Comunicación Social

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Bogotá, D.C., Mayo 22 de 2013

Doctor

JOSE VICENTE ARIZMENDI Decano Académico

Facultad de Comunicación y Lenguaje Pontificia Universidad Javeriana Ciudad

Apreciado Decano:

Reciba un cordial saludo. Es un gusto presentar mi trabajo de grado titulado “Divulgación científica en las emisoras universitarias de Bogotá: Diagnóstico y propuesta para el periodismo científico”. Consiste en un diagnóstico que pretende revelar cuál es el porcentaje actual de espacio en las programaciones de las emisoras universitarias de Bogotá que se han asignado para programas de carácter académico y científico, conforme al objetivo de la Red de Radio Universitaria de Colombia, a la que se vincularon desde el 2003. Así mismo, se plantea una propuesta metodológica como herramienta funcional para la realización de estos programas dirigida a directivos, docentes, estudiantes y en general miembros de estas emisoras. Este trabajo de grado se inscribe en el campo profesional de Periodismo de la Carrera de Comunicación Social de la Facultad de Comunicación y Lenguaje.

Cordialmente:

MARÍA CAMILA SÁNCHEZ GONZÁLEZ

CC: 1014232218 Bogotá

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ARTÍCULO 23

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Nota de Aceptación

___________________

___________________

___________________

___________________ Presidente del Jurado

___________________ Jurado

___________________ Jurado

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Agradecimientos

Doy gracias en primera instancia a Dios, porque desde siempre ha sido mi luz y el centro de mi vida; es quien me ha dado la fuerza para luchar, las ganas de soñar y los motivos para seguir adelante con mis estudios sin importar las dificultades ni los tropiezos.

Gracias a mis padres: a mi mamá que siempre con sus sabios consejos me alienta y reconforta para ser cada día una mujer de triunfo, a mi papá quien me acompaña a diario en la batalla por superar las barreras que a veces se ven invencibles. A mi familia en general que me acompaña en mis pequeños y grandes triunfos.

Gracias a mi novio Juan Pablo porque cuando olvido el norte siempre me recuerda los grandes planes de Dios y es quien ha conocido y creído en este proceso de investigación de principio a fin.

Por supuesto a mi asesor Miguel Carvajal, quien sin aún haber considerado la opción de ser mi asesor apostó por mi trabajo y creyó en mi dedicación, dando de su tiempo y saber para construir mi trabajo de grado.

A las secretarias y directivos de las emisoras universitarias de Bogotá quienes me ayudaron con la documentación y el tiempo necesario para este trabajo.

Profesores, investigadores y expertos conocedores en el tema del Galeón San José que aportaron de su saber y su tiempo para la grabación del documento radial de este trabajo.

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Tabla de contenido

Planteamiento del problema ... 8

Introducción ... 10

Objetivo General ... 11

Capítulo 1: Conceptualizaciones Teóricas ... 12

1.1 El Periodismo Científico ... 12

1.2 El Periodismo Investigativo ... 28

1.3 El Lenguaje Radial ... 39

Capítulo 2: Diagnóstico del periodismo científico en las emisoras universitarias de Bogotá ... 53

2.1 Emisoras Universitarias de Bogotá ... 53

2.1.1 Javeriana Estéreo 91.9 fm ... 54

2.1.2 HJUT Jorge Tadeo Lozano 106.9 fm ... 57

2.1.3 UN Radio 98.5 Fm ... 60

2.1.4 LAUD Estéreo 90.4 Fm ... 62

2.2 Análisis general de los resultados ... 66

Capítulo 3: Propuesta metodológica para programas académicos en las emisoras universitarias ... 71

Conclusiones ... 83

Referencias ... 86

Anexos... 88

Lista de figuras Figura N° 1 Parrilla de programación Javeriana Estéreo……….. ….54

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Figura N° 3 Gráfica distribución de la programación en porcentajes de Javeriana Estéreo…...55

Figura N° 4 Parrilla de programación HJUT Jorge Tadeo Lozano………57

Figura N° 5 Tabla distribución de la programación en horas de HJUT Jorge Tadeo Lozano…………58

Figura N° 6 Gráfica distribución de programación en porcentajes de HJUT Jorge Tadeo Lozano…...58

Figura N° 7 Parrilla de programación UN Radio………...60

Figura N° 8 Tabla distribución de la programación en horas de UN Radio………...61

Figura N° 9 Gráfica distribución de la programación en porcentajes de UN Radio………..61

Figura N° 10 Parrilla de programación LAUD Estéreo………..63

Figura N° 11 Tabla distribución de la programación en horas de LAUD Estéreo……….64

Figura N° 12 Gráfica distribución de la programación en porcentajes de LAUD Estéreo……….64

Figura N° 13 Tabla de porcentajes de distribución en programaciones……….65

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Planteamiento del problema

Las radios universitarias se consolidaron en Colombia como puentes de información desde las universidades hacia las audiencias; el objetivo fue y ha sido educar a través de una programación enfocada a la divulgación de la cultura y la ciencia. En Bogotá, cuatro emisoras universitarias hacen parte de la frecuencia modulada: LAUD estéreo de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, UN Radio de la Universidad Nacional de Colombia, Jorge Tadeo Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y Javeriana Estéreo de la Pontificia Universidad Javeriana.

En las programaciones de estas emisoras el contenido académico es muy poco; la razón puede radicar en el temor a especializar el contenido al aire, aquel que poco se conoce y se considera sigue siendo exclusivo para especialistas, profesionales o de élite. Las radios universitarias no compiten con la radio comercial, pero aún es confusa la metodología para llevar a los docentes y sus conocimientos a los formatos radiales.

El periodismo científico se ha dejado reservado para medios especializados porque su financiación es escasa en un público que aún es reducido en Colombia. La falta de estos medios se debe también a que pocos periodistas saben cómo llevar estos contenidos a diferentes receptores; los formatos del periodismo se están desperdiciando por desconocimiento del lenguaje técnico, pereza o desconfianza al ahondar en temas de alta profundidad académica.

Ante esta situación y en un intento por articular la radio con la academia, algunas de las emisoras universitarias ya nombradas han creado diversas estrategias metodológicas para dar un espacio de la programación a la divulgación científica.

Dichas iniciativas marcan un nuevo recorrido para las universidades, haciendo que este tipo de contenido salga de las aulas o laboratorios y permeen en la cotidianidad bogotana.

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Resumen

El presente trabajo hace un recorrido por las parrillas de programación de las emisoras universitarias de Bogotá, Javeriana Estéreo, HJUT Jorge Tadeo Lozano, UN Radio y LAUD Estéreo, para conocer en qué proporción han cumplido el objetivo de la Red de Radio Universitaria de Colombia en la divulgación de la ciencia y de contenidos académicos.

A lo largo de una contextualización teórica se conoce los principales lineamientos de la realización del periodismo científico e investigativo y las herramientas de manejo radial para la construcción de programas radiales que permitan hacer la transformación de lenguajes técnicos y densos contenidos en formatos sencillos y amenos para audiencias no especializadas.

En un estudio detenido por las parrillas de programación, se logra establecer la cantidad de horas y su equivalente porcentual que las emisoras nombradas anteriormente le han asignado a los programas de carácter académico y científico, arrojando un resultado mínimo al no alcanzar siquiera un 50% de espacio en las programaciones.

Al notar este resultado, este trabajo plantea también una propuesta metodológica para la realización de programas académicos en las emisoras universitarias de Bogotá; propuesta que permitirá la integración de diferentes actores de la academia y la mezcla de géneros y formatos periodísticos para acercar audiencias a las temáticas.

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Introducción

El tema inicial propuesto para mi trabajo de grado se centraba en la narración de algunas historias de las plazas de mercado para un formato radial; el objetivo era reflejar, a través de sus características sonoras, el concepto de cultura e identidad popular.

En la investigación preliminar de Proyecto II, encontré que carecía de herramientas metodológicas que me permitieran realizar este tipo de propuesta por lo que entendí que estaba en frente de una falta de definición conceptual. La inquietud a la llegué, se refería al quehacer periodístico que pretendía, puesto que aún no era claro si buscaba (a partir de un concepto cultural) realizar divulgación, periodismo investigativo o incluso, científico.

A partir de este cuestionamiento, intenté ahondar en las radios universitarias y el concepto que manejan de periodismo académico. Con sorpresa encontré que desde hace algunos años, las radios universitarias realizan un esfuerzo por aportar el conocimiento de las aulas en la radio, no obstante, no existe documento teórico o metodológico que oriente el trabajo que se viene realizando desde las historias científicas hacia las audiencias.

Las radios universitarias tienen como objeto común “difundir la cultura, la ciencia y la educación, de estimular el flujo de investigaciones y de información científica y tecnológica aplicada al desarrollo, de apoyar el proyecto educativo nacional y, servir de canal para la generación de una sociedad mejor informada y educada” (“Red de Radio Universitaria de Colombia. Emisoras educativas universitarias”, 2003).

Con esta definición y la notable ausencia teórica y práctica en la divulgación de la ciencia por parte de las emisoras universitarias de Bogotá, surge la idea de elaborar una propuesta o estrategia de investigación que les permita a las emisoras universitarias reconocer las características propias del periodismo académico.

Para elaborar esta herramienta, es indispensable conocer cuál es el panorama del periodismo académico de estas emisoras universitarias: qué informan, quiénes participan y lo más importante, qué tanto espacio tiene la academia en las parrillas de programación.

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Objetivo General

Diagnosticar y proponer un modelo para las radios universitarias de Bogotá que fomente la divulgación científica y para que fortalezca la relación entre la cátedra y las audiencias.

Objetivos Específicos

1. Analizar los postulados teóricos del periodismo investigativo y científico en la aplicación de la divulgación científica de las emisoras universitarias.

2. Realizar un diagnóstico de la divulgación científica que realizan las radios universitarias en Bogotá.

3. Elaborar un modelo conceptual de investigación para la divulgación científica dirigido a las emisoras universitarias bogotanas.

4. Aplicar dicha propuesta en un programa piloto para radio que refleje su efectividad.

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Capítulo 1: Conceptualizaciones Teóricas

1.1 El Periodismo Científico

“Un científico que no puede explicar la teoría más complicada a un niño de ocho años es un charlatán”

Albert Einstein

Nuestra sociedad se mueve en un mundo de constantes inventos y nuevos descubrimientos en todas las áreas de la ciencia, sin embargo, pocos conocen a profundidad en qué se avanza y cuál es el panorama nacional en estas disciplinas; la razón es que no existe una masiva preocupación por la divulgación, promoción o conocimiento del quehacer científico o de sus resultados. Gran responsabilidad de esta situación la tienen los medios de comunicación ya que estos no le han otorgado un espacio considerablemente amplio al periodismo científico. ¿Qué es el periodismo científico?, ¿quiénes lo hacen?, ¿quién lo consume? Para intentar responder estas preguntas, tomaremos como referencia a importantes periodistas científicos como Manuel Calvo, Carlos Elías y a la Federación Mundial de Periodistas Científicos.

Manuel Calvo Hernando, padre del periodismo científico para América Latina, asegura que el periodismo científico se trata de “una especialización informativa que consiste en divulgar la ciencia y la tecnología a través de los medios de comunicación de masas” (Calvo, citado en Elías, 2008). Algunos consideran que esta divulgación es la misma labor informativa, no obstante, la complejidad no solo está en los términos, también está en las temáticas y en las audiencias, lo que marca una línea de trabajo muy distinta en los medios de comunicación.

Para definir el periodismo científico, debemos partir de la raíz del periodismo y la búsqueda del quehacer del periodista que es la divulgación. Para este caso, varios investigadores han utilizado este término que ha sido adaptado por algunos medios para hablar de la divulgación científica.

Lisbeth Fog, master en reportería científica de la Universidad de Boston, asegura que el término divulgación científica “comprende llevar el mensaje a públicos diferentes a los de los propios colegas autores o promotores de estas diferentes modalidades de divulgar, y que exige el conocimiento de la gran variedad de audiencias a las que se dirige” (Federación Mundial de Periodistas Científicos [WFSJ], 2011).

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quedándose en el simple acto de informar. Fog asegura que “la divulgación de las CTI (ciencia, tecnología e innovación) debe ir más allá de simplemente enviar un mensaje” (WFSJ, 2011, p. XIV) debido a la formación que los periodistas hemos adquirido y en el contexto socio económico del continente.

Es necesario hacer la distinción entre periodismo y divulgación científica. La palabra divulgar, para el Diccionario de la Real Academia Española se refiere al término como “publicar, extender o poner al alcance del público” (DRAE, 2001), el periodista español Carlos Elías, realiza la distinción entre este concepto y el periodismo asegurando que “el periodismo científico a veces hace divulgación pero no se conforma sólo con eso: también debe contextualizar sobre, por ejemplo, (…) si es necesario retirar la financiación de un programa de ayuda a desfavorecidos para financiar un telescopio espacial. Por tanto, el periodista no busca beneficiar a la fuente sino a la sociedad” (2008, p. 16).

Como lo mencionábamos anteriormente, la divulgación científica no es sencillamente responsabilidad de un periodista o de un medio, también recae en las audiencias quienes no necesariamente están capacitadas técnicamente en dichas áreas, pero si aguardan un inmenso interés por conocer estos temas.

Para Manuel Calvo, la divulgación científica “es una expresión polivalente, que comprende toda actividad de explicación y difusión de los conocimientos, de la cultura y del pensamiento científico y técnico” (1992, p. 19) así como también explica que se trata de transmitir conocimientos, pero con la singularidad de llevar al lenguaje de todos, lo que ha sido concebido y elaborado en el lenguaje de unos pocos (1992, p. 19).

Como resultado de los aportes científicos que se han adelantado en las últimas décadas, algunos países y universidades ya consideran la divulgación científica como la parte fundamental del quehacer de los investigadores; salir de los nichos especializados para ampliar estos conocimientos a diversos públicos. Elías asegura que esta preocupación de los Estados y los centros de educación se fundamenta en que “los científicos occidentales están bastante preocupados por el descenso de vocaciones investigadoras, así como por el aumento de la irracionalidad en la sociedad actual. Y posiblemente, exista alguna responsabilidad en el tratamiento que los medios otorgan a la información sobre ciencia” (2008, p. 10).

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En ocasiones el periodista científico se ve cohibido por la magnitud de las nuevas temáticas de la ciencia, la tecnología o la innovación y considera que no tiene el suficiente saber para enfrentar a uno de estos expertos y menos cuando es un Nobel. No obstante, Fog nos recuerda que ellos son de carne y hueso y que nuestro oficio siempre será el de hacer preguntas inteligentes y sacar de la fuente información necesaria para que las audiencias comprendan la temática; por esto, no debe existir ningún temor (WFSJ, 2011, p. XVII).

Para enfrentarse con las fuentes científicas el periodista debe tener una formación exhaustiva ya que no sólo informará sino que tendrá que contextualizar y resaltar la relevancia de sus temas. Para Elías “el periodista especializado debe tener los suficientes elementos de juicio como para comprender lo que le dicen las fuentes y, sobre todo, para interpretar el contexto en el que lo dicen” (2008, p. 18).

Por supuesto, esto le implica conocer a la perfección sus fuentes (lo básico en la labor periodística) y familiarizarse con las palabras técnicas del medio científico. Mientras un divulgador se puede quedar con la publicación de los resultados, el periodista científico debe ahondar en todo tipo de contextos, desde los económicos, los sociales, los jurídicos e incluso los ambientales (Elías, 2008, p. 18).

Podemos notar que el periodismo científico va mucho más allá que la divulgación de la misma; explicar causas, consecuencias, implicaciones, entre otros elementos, serán las únicas herramientas que le podrán generar una noticia realmente interesante, y esto, según Elías, solo se consigue “con una adecuada cultura periodística y científica del redactor” (2008, p. 19).

Este periodista nos arroja el concepto de „divulgación periodística de la ciencia‟, en donde se une la explicación de conceptos científicos puros, al tiempo que se contextualizan los criterios periodísticos (2008, p, 19).

El periodismo científico o CP como lo denomina Manuel Calvo (1992, p. 23), parte de un problema que va desde su propio nombre. Según Calvo, el término es una anfibología, es decir, que maneja un doble sentido. En realidad, el periodismo científico es una especialización informativa que divulga la ciencia por medio de los medios de comunicación desde perspectivas profesionales con vocación al futuro (Calvo, 1992, p. 23).

El investigador y profesor brasileño José Marques de Melo, define periodismo científico “como un proceso social que se articula a partir de la relación entre organizaciones formales y la colectividad, a través de canales de difusión que aseguran la transmisión de informaciones de naturaleza científica y tecnológica, en función de intereses y expectativas (Marques, citado por Calvo, 1992).

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Según lo explica Calvo, el concepto de periodismo científico ha sido reorientado en los últimos tres siglos debido a los avances sociales y políticos, esto derivado de algunos referentes históricos como (1992, p. 25):

- La popularización que para Fontenelle era cuestión de clases y la plebe no tenía ningún lugar en la divulgación.

- Como consecuencia del impulso de la revolución industrial, se notan algunos esfuerzos para poner la ciencia en las clases profesionales vinculadas con el maquinismo, como lo realizado por Henry Brougham, fundador de la Sociedad para la Divulgación del Conocimiento Útil.

A pesar de los esfuerzos de estos años hasta la década de los 90, aún la ciencia se mantenía como el destino de pocos, de una élite intelectual. Para Calvo (1992) cada vez son mayores las oportunidades de divulgación de la ciencia tanto que sea una necesidad por el conocimiento desde las audiencias.

Para autores como José Reis y Wilson da Costa Bueno, el periodismo científico debe cumplir con labores informativas, educativas, culturales, sociales, económicas y político-ideológicas (Reis y da Costa, citados por Calvo, 1992). Sin embargo, para Calvo son solo tres los objetivos claves del periodismo científico que se resuelven en: A) función informática, el periodista comunica y hace compresible el contenido difícil de la ciencia al mismo tiempo que estimula la curiosidad en el público; B) función de intérprete, que precisa significados, el sentido de descubrimientos y aplicaciones; C) función de control en nombre público, mediar la consecución de las políticas que tengan presentes los avances científicos y tecnológicos (1992, p. 32).

No se trata solamente de informar o contextualizar alrededor de la ciencia, hoy el periodista científico cumple un rol trascendental de gran valor e importancia para la sociedad; el periodista especializado participa en el “servicio de la evolución científica y tecnológica de la sociedad, al mismo tiempo que se sirve de esta evolución y promueve en los seres humanos el gusto y el interés por el conocimiento y la innovación” (Calvo, 1992, p. 32).

Con los anteriores conceptos y definiciones, podemos resaltar que el periodismo científico es una actividad informativa que pretende convertir aquellos contenidos y términos especializados de la ciencia, en un lenguaje fácil, de tal manera que la mayor parte de los receptores comprendan el proceso, contexto e impacto de los avances científicos.

1.1.1 Roles del periodismo científico

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Desde esta perspectiva se podría llamar al periodista casi como educador según lo que nos explica Calvo pues asegura que el periodismo científico “es un instrumento de educación permanente y de inserción del hombre medio en la nueva sociedad tecnológica” (1992, p. 53). No obstante, Jan Lublinski asegura que el periodista se debe pensar “como amigo o defensor del lector, no como su maestro” (WFSJ, 2011, p. 4).

Para lograr este objetivo, es indispensable conocer cuál es la percepción de la sociedad acerca de la ciencia. Para esto, Calvo nos dice que el inicio del periodismo científico en la prensa se da con el fin de “extender la credibilidad que entonces tenía la ciencia al resto de las noticias” (1992, p. 22) y tener en cuenta que casi a nivel mundial se presenció la “crisis de las vocaciones científicas” (Calvo, 1992, p. 22). Al ser humano moderno no le interesan los procesos sino la aplicación y para Elías, esto es responsabilidad de los medios de comunicación puesto que al periodista “sólo le interesa el resultado final. Nunca describe la cadena de acontecimientos. No se interesa por la metodología; es decir, el método científico. Y cuando una noticia no resalta la metodología, está convirtiendo la ciencia en magia a los ojos del lector o el espectador” (2008, p. 23).

El periodista científico es aquel que gracias a su formación especializada en la ciencia, logra narrar los procesos en pro de la creación de una sociedad interesada por la ciencia, tecnología e innovación.

1.1.2 El periodista especializado

Según Elías, la prensa potencializó la necesidad de reflexión y mayor profundidad en las noticias para no entrar a competir con la inmediatez de la radio o la televisión, a lo cual se le atribuye la aparición del periodismo científico que progresivamente involucró asuntos políticos, económicos, medioambientales y sanitarios. Resalta como un riesgo que este periodismo no siempre involucra la divulgación; aunque está implícita en los estilos periodísticos, “es esta divulgación la que según muchos expertos puede salvar al periodismo escrito de una muerte, para algunos, anunciada” (2008, p. 221).

Para expertos de la ONU, UNESCO y otros investigadores, el rigor de la divulgación de la ciencia contribuye a elevar el nivel cultural de un país y la especialización que requiere, data de la década de los 70 como resultado de la crisis económica para el papel de la prensa, su distribución, la competencia que se gestaba con los medios audiovisuales y la credibilidad (Elías, 2008, p. 222).

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nuevos medios dirigidos específicamente a satisfacer esas demandas de información” (Quesada, citado en Elías, 2008, p. 222).

El perfil del periodista científico sigue generando discordia entre qué tipo de conocimiento debe poseer el periodista; si debe ser científico o ambos roles. Quesada y María Jesús Casals, concuerdan en que el periodista divulgador necesita de un conocimiento científico, que lo faculte en el ámbito en el que trabaja (Quesada y Casals, citados en Elías, 2008, p. 224).

Como se evidencia en muchos casos, el experto, luego de varios años de carrera en su especialidad, termina en los medios de comunicación como periodista; por lo tanto, y como lo asegura Casals “la escasa formación científica que poseen los periodistas hace que sea más fácil que un científico aprenda las bases comunicativas de la divulgación, que por el contrario, un profesional de la información aprenda las bases de la ciencia” (Casals, citado en Elías, 2008, p. 225).

Para Manuel Calvo, el perfil del periodista científico inicia por su gran curiosidad universal, la capacidad de expresión, la sed permanente de conocimientos, el estado de duda y de alerta perpetua, la capacidad de asombro y cierta vocación educativa” todo resumido en “talento, formación y experiencia (Calvo, 1992, p. 141).

Según el doctor Jean Pradal, las actitudes anteriormente mencionadas se resumen en “ser capaz de comprender los temas que va a tratar (…) y al mismo tiempo, adoptar un cierto espíritu pedagógico para interesar al público en sus distintos niveles” (Pradal, citado en Calvo, 1992, p. 141).

Nunca un periodista es el portavoz de un científico, al contrario, como periodista debe ser igualmente crítico, curioso y por supuesto verificar toda la información. A propósito de esto, Calvo asegura que:

El periodista científico ha sido definido como una especie de máquina, el tercer hombre indispensable, un intermediario entre el investigador y el lector: un investigador hermético casi por definición (…) y un público ignorante también por definición, aunque en ciertos casos pueda saber más que el periodista y que el científico. Y, como todo intermediario, corre el riesgo de no dejar satisfecho a nadie, ni al público, porque puede no haber entendido plenamente la explicación, ni al investigador, porque puede pensar que ha sido manipulado, o, en el mejor de los casos, tergiversado (1992, p. 143).

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traduciendo no sólo los conceptos, sino todo un lenguaje, sin dejar un solo término científico sin una explicación” (Calvo, citado en Elías, 2008, p. 224).

El periodismo no es netamente educación y tampoco es deber del periodista educar, no obstante, Calvo señala que “el redactor científico no es un periodista que cuente solo hechos, como el reportero de sucesos o de espectáculos. Es forzoso que explique, que precise, que aclare, el sentido y los antecedentes y consecuentes de un descubrimiento” (1992, p. 143) y dando este panorama que vendría a resolver las cinco preguntas básicas de la noticia, discretamente estará formando.

La responsabilidad que tiene el periodista siempre está dirigida a la calidad de información que es suministrada a las audiencias; en este caso, el periodista científico aguarda el mismo compromiso al ocuparse de un rol cultural sumamente activo pues es quien determina el cómo y el qué de lo que publica y “transmite determinadas imágenes de la ciencia que pueden condicionar actitudes hacia la práctica y el papel de la ciencia en el mundo de hoy” (Calvo, 1992, p.143).

El periodista científico responde a una función social siendo el portavoz de la sociedad, un educador y orientador. Sin embargo, Calvo considera que al ponerle el adjetivo „científico‟, “las responsabilidades se incrementan y se complican”. El periodista de ciencia debe estar atento y familiarizado con los procesos de esta disciplina para poder llegar a conclusiones, mantenerse actualizado, conocer los hechos de mayor impacto social y cuida que la información obtenida sea veraz. Así que Calvo considera que el periodista científico cumple realmente con dos objetivos: el primero se trata de estar al día con las investigaciones y el segundo es estar en condiciones de valorar la nueva información científica por su novedad y rareza (1992, p.145).

En síntesis, el periodista científico, antes de ser un sabio conocedor de las nuevas tendencias de la ciencia debe cumplir con los requisitos básicos del periodismo: la objetividad, la credibilidad, la curiosidad, la actualidad, la agilidad y la capacidad de redacción; simplemente, tener las herramientas técnicas para poder desarrollar contenidos especializados en un campo tan demandante como el de la ciencia que le implicará saber del método científico. Aquel que tenga esas características será el “comunicador deseable” como lo denomina Calvo (1992).

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La diferencia entre el divulgador y el periodista científico radica en las fuentes de información que son consultadas. Como lo explica Elías, el periodista necesita sus fuentes para hacer su trabajo consistente y el divulgador no, ya que puede ser el mismo científico quien le habla a los mismos del gremio (2008, p. 33).

Acerca de la objetividad y del rol del periodista, Lublinski asegura que “cada historia necesita de un “ángulo noticioso” o enfoque. Aunque usted esté reporteando sobre ciencia, no hay un enfoque periodístico verdaderamente “objetivo”” (WFSJ, 2011, p. 5).

El periodista especializado es el portavoz de la comunidad y no de los científicos, es un mediador que por su curiosidad investigativa logra explicar y orientar a la sociedad en temas científicos.

1.1.3 El científico vs. El periodista

Según Hernando Calvo (1992, p. 151), los científicos y los periodistas tienen algo en común y es la comunicación. Para el científico es fundamental comunicar comprobando todo, desde sus pruebas hasta sus conclusiones, sin presiones de tiempo ni exigencias del lenguaje ya que le habla a sus pares académicos. El periodista en ocasiones se queda sin comprobar las fuentes porque trabaja sin tiempo y debe vigilar de un lenguaje neutro o de lo contrario, nadie le entenderá y su trabajo habrá sido en vano.

Hace algún tiempo el periodista no era necesario para las agremiaciones, lo que reflejaba su actitud autónoma ante los medios; es más, el periodista tampoco se veía habituado a tratar con investigadores o con la ciencia. Desde la década de los 90 esta situación ha cambiado evidentemente, las relaciones entre estos gremios se han vuelto más fluidas, lo que deja ver un gran paso de cooperación entre las partes. Sin embargo, aún el científico no se ha acercado lo suficiente al mundo de los medios ni el periodista al de la ciencia y solo siendo cercanos, lograrán conocer las condiciones y actitudes que requieren respectivamente (Calvo, 1992, p.152).

Con un mutuo conocimiento, se visualiza una sociedad construida a partir de la comunicación vital para los dos gremios que define sus tareas en común. La comunidad científica ahora es consciente de la necesidad de la comprensión pública de su labor, concediendo de esta manera a los periodistas la oportunidad de divulgar sus contenidos en los medios informativos. Por otra parte, los periodistas al conocer el método de trabajo de la ciencia han podido moldear algunas agendas noticiosas que son consideradas por los propietarios de los medios (Calvo, 1992, p.153).

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parte los científicos aportarán a que dirigentes reconozcan la importancia de la investigación y fomentar un mayor número de lectores (Calvo, 1992, p. 155).

El periodista siempre tendrá que corroborar su información con el científico, cerciorarse de que el uso de las palabras sea el adecuado y que la sencillez del lenguaje no reste importancia ni modifique el contenido original (Calvo, 1992, p.157).

Elaborando una comparación entre la ciencia y el periodismo, Calvo (1992, p. 159) concluye que entre las dos disciplinas se colaboran buscando resultados distintos: la ciencia se interesa por consecuencias generales, el periodismo por lo único y extraordinario; la ciencia trabaja con perspectiva a largo plazo, el periodismo es rápido e inmediato; la ciencia analiza los temas, el periodismo realiza enfoques globales; la ciencia es diferenciada y especializada, el periodismo es simplista; la ciencia comprende conexiones causales complejas, el periodismo las conexiones sencillas y finalmente el lenguaje de la ciencia es técnico y especializado y el periodismo es claro y sencillo.

Lisbeth Fog asegura que:

Ya sería hora de que tuviéramos profesionales de la divulgación de la ciencia, capaces de diseñar modelos eficientes para lograr que los públicos legos tengan la posibilidad de absorber, comprender, interiorizar, reflexionar y hacer uso de ese conocimiento nuevo, que puede enriquecerlos en su vida cultural y cotidiana y, en últimas, hacer que la divulgación de la ciencia sea un compromiso social que no se limite exclusivamente a quien la ejerce, sino que involucre a la ciudadanía y motive su participación (WFSJ, 2011,p. XIV).

El científico y el periodista se deben sentar a dialogar para hallar puntos en común y así generar tareas que sean respaldadas y auxiliadas entre sí. Esto logrará que el periodista se involucre en otro campo de la información, que el científico sea reconocido por sus aportes y que las audiencias puedan conocer y reflexionar sobre ciencia.

1.1.4 Las audiencias, los medios y la ciencia

Es fundamental conocer cuál es la apreciación que tienen las audiencias acerca de la ciencia; para ahondar en esto, tomaremos los planteamientos de Elías por medio de autores como Casals y algunos estudios estadísticos del tema.

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un 12% de incremento entre quienes se han visto dentro del grupo de personas a las que “no están interesadas en absoluto”. Estos datos los obtuvo del eurobarómetro del año 2005 con datos del mismo estudio del año 1992 (2008, p. 25).

A partir de esto, Elías plantea que aquel desinterés por la ciencia parte de un “no la entiendo” por parte de los consultados en este estudio especialmente, por los mayores de 55 años; también a “no me importa ese asunto” dicho por estudiantes en su mayoría (2008, p. 25).

El autor realiza un análisis de cuáles son los medios más consultados y cuáles los programas más vistos. En general, la televisión abarcó la mayor frecuencia, revelando que los documentales relacionados con la ciencia y la tecnología registran un 66% en la población universitaria que más los ve, y así el autor asegura que la mayor parte de la divulgación de la ciencia se realiza a través de la televisión (Elías, 2008, p. 26).

Para finalizar, el autor hace referencia al aumento de la percepción de mensajes irracionales en las audiencias, por lo que cuestiona la formación que han recibido los comunicadores en los últimos años y si esta ha influido en la información. Jhon C. Burnham considera que la falta de conocimiento científico de los comunicadores los ha llevado a un camino de superstición; responsabiliza a los dirigentes de los medios y que los científicos por su parte han dejado en los periodistas la divulgación de las teorías de la ciencia olvidando que ellos tienen una labor moral de divulgar (Burnham, citado en Elías, 2008).

Como señalábamos al inicio de este capítulo, aunque la sociedad está en constante desarrollo científico, hay un terrible desacuerdo en su divulgación según el autor estadounidense. Como lo asegura Elías (2008, p.228), la responsabilidad no es sólo de los periodistas, sino también de los científicos quienes son los propietarios de los mensajes; los dos gremios deben estar mucho más implicados en el tema de la divulgación y los medios deben otorgar los espacios necesarios desde la opinión, el análisis y las consecuencias.

Para mejorar la capacidad de divulgación científica en los medios, el punto de inicio se da en las universidades ofreciendo las oportunidades para el perfeccionamiento de los periodistas que se dedican a esta labor, poniéndolos en contacto directo con los investigadores, y de esta forma, dejar que los periodistas aprendan los conceptos de la ciencia y validen su beneficio para la sociedad, así como lo asegura Julio Abramczyk de la Asociación Iberoamericana de Periodismo Científico y compartido por el vicepresidente de Relaciones Institucionales del CSIC Miguel García Guerrero (Abramczyk y García, citados en Elías, 2008).

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El compromiso del periodista científico está en pretender superar estas dificultades, lo que le implica la unión de dos mundos distintos como el científico y el mediático sin que ninguno destruya al otro. Las universidades deben preocuparse no solo por brindar las formas y herramientas de la escritura y la divulgación, sino entrar en la causa profunda de los problemas actuales para resolverlos y así gestar a través de los comunicadores un cambio en el pensamiento de la sociedad (Elías, 2008, p. 28).

La responsabilidad es compartida. Es responsable el periodista de atraer a las audiencias por medio de las nuevas formas de la narración y el adecuado manejo del lenguaje con las historias; son responsables las audiencias que deben encontrar en la ciencia las herramientas de interés necesarias para su conocimiento y sobre todo para su aplicación; finalmente es responsable el científico quien debe orientar al comunicador en el manejo temático y darle espacio para conocer a profundidad de su labor.

1.1.5 Formatos periodísticos para la ciencia

Así como lo considera Hernando Calvo, la divulgación científica será asumida en este aparte como un género periodístico y no lingüístico. Esta divulgación debe comprender los medios masivos, desde los pequeños como revistas o folletos hasta los audiovisuales, la comunicación interpersonal y los medios institucionales (1992, p.113).

Los periodistas científicos se han dado a la tarea de publicar en los diferentes formatos del campo, tales como la noticia, el reportaje y la crónica.

- La noticia científica

La noticia requiere de un espacio específico de publicación, donde es primordial la actualidad y la inmediatez propia del género. Para una noticia de esta disciplina es indispensable acercar todo tipo de contenido a la vida cotidiana, vinculando la narración de los hechos, las ideas y la hipótesis. El objetivo de la noticia es hacer partícipe al público del conocimiento y eliminar las posibles barreras existentes con la audiencia (Calvo, 1992, p. 115).

El concepto de actualidad para la noticia científica no siempre será la misma que con áreas como la política, la economía o la cultura, pero debe abarcar un tema coyuntural que tenga implicaciones, no para el presente inmediato, sino la trascendencia de lo que pasa “ideológica y trascendentalmente” (Calvo, 1992, p. 115).

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recorridos para enriquecer y darle mayor peso al método científico empleado y no quedarse simplemente con los resultados.

Además de estas importantes características, el periodista también debe transmitir cómo el científico expuso la información incluyendo su vocabulario más no haciéndolo propio. Calvo (1992, 116) nos propone así el término de „periodismo de ideas‟ donde se plantean los hechos científicos en relación con la actualidad informativa. Hace referencia a la „noticia como conocimiento‟ puesto que aporta a la construcción social de la realidad teniendo en cuenta que el conocimiento es construido socialmente; por eso la considera (al igual que Tuchman) la ventana del mundo, ya que la noticia será el preámbulo del desarrollo de documentos o libros donde el periodismo toma un rol, no solo por la narración de los hechos, sino de las ideas, conceptos de las hipótesis y las pruebas (1992, p.116).

- El reportaje

Como género estrella del periodismo, el texto aborda distintas declaraciones de diversas fuentes y en el periodismo científico es fundamental que sean alternados los estilos directo e indirecto para enriquecerlo. En la radio y en la televisión es mucho más utilizado el estilo directo, propio de la obtención de las entrevistas o grabaciones, mientras que en las agencias de noticias se usa el estilo indirecto para facilitar la lectura de la información para los locutores de radio (Elías, 2008, p. 167).

El reportaje, a diferencia de la noticia, no tiene límites de espacio. Como lo asegura Elías, inicia con un sumario, un lead respectivo (como la noticia) y las respuestas de las preguntas habituales de la noticia. Su parte más enriquecedora es la recreación de las anécdotas, las declaraciones completas y contextualizadas, entrevistas o la reproducción de una conversación (2008, p. 167).

En este formato periodístico, existen varios tipos:

A) Corto o de acontecimiento: es una noticia larga, con mayor profundidad que surge por ejemplo, de una rueda de prensa

B) Con profundidad: este tipo de reportaje requiere acudir a diferentes fuentes y contextualizar el asunto. No necesita de una rueda de prensa y no tiene tanta rigidez de espacio como el anterior; este se considera el “gran reportaje”.

C) Interpretativo: este reportaje abarca muchos enfoques para darle claridad a un tema y explicarlo porque su complejidad temática es muy amplia. Es muy utilizado en temas como la economía.

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E) De historia humana: de forma agradable, amena y de principio a fin debe centrarse en una historia, no siempre trágica, sino una narración humana que funcione como apoyo de un proceso; quedarse todo el tiempo con este proceso solo generará sensacionalismo.

F) Mixtos: resulta ser el matiz entre varios formatos cuando dos o más géneros se juntan pero siempre manejando muy bien las estructuras (Elías, 2008, p. 172).

- La Entrevista

Elías cita a Walter Van Duke y a Bruce Moore quienes definieron la entrevista “como una conversación con una finalidad concreta que no sea la satisfacción que produce la conversación misma” (Van Duke y Moore, citados en Elías, 2008). Este género es el resultado con el entrevistado donde el periodista obtiene las respuestas que está buscando; es el primer paso de todo tipo de artículo y documento periodístico, en el que por medio de pregunta-respuesta del periodista y el entrevistado se realiza una conversación para elaborar finalmente su redacción.

Los tipos de entrevista que el autor encuentra son:

A) Informativa o declarativa: es la más usada para obtener datos que serán introducidos en el producto final en forma de pequeñas declaraciones de modo que contextualicen o amplíen la información.

B) Directa o de pregunta-respuesta: Luego de presentar por medio de una descripción al entrevistado, se transcriben las preguntas del periodista y las respuestas del entrevistado.

C) Indirecta o reporteada: está estructurada en forma de reportaje en la que se insertan las declaraciones de forma más amplia producido por el periodista. La diferencia con el reportaje es que en esta solo existe una fuente que declare, por eso también recibe el nombre de reportaje de una sola fuente. Este género se utiliza cuando las declaraciones son muy escasas y cuando las respuestas del entrevistado son muy complejas y el periodista sabe que el lector no las entendería para lo que las traduce, las contextualiza y las usa como declaraciones para darle color al relato (Elías, 2008, p.172).

- La crónica

Género en el cual el periodista asiste al desarrollo temporal el hecho noticioso y está narrada de forma cronológica llena de detalles del acontecimiento. Según Elías, “hoy en día es casi imposible encontrar este género en la información científica” (2008, p. 176) porque el periodismo actual es más cómodo y ha sido reemplazado en la prensa.

- Géneros biográficos

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realice una entrevista al personaje para describirlo adecuadamente, además lograr contar aquellos mensajes no verbales que son invisibles en la simple descripción de un currículo profesional.

Los géneros biográficos son:

A) El perfil: Gracias a este género se recuerdan los datos de un personaje que son noticia y son

desconocidos por la opinión pública. Normalmente se descuelga de un texto principal.

B) La semblanza: se diferencia con el perfil porque utiliza una entradilla para la presentación del

personaje. Destaca un hecho puntual del por qué ese personaje es merecedor de ser noticia.

C) El obituario: también llamado necrología (aunque guardan sus diferencias dependiendo quién

lo escriba y qué se exponga), es el perfil de una persona que ya ha muerto y que las razones de su fallecimiento o su estilo de vida lo hacen merecedor de ser noticia puesto que aporta a la comprensión de diversas condiciones sociales. El obituario incluye declaraciones que hizo en vida el fallecido mientras que en las necrologías que son escritas por familiares o amigos no las incorporan porque eso se considera “muy periodístico”. “El obituario es un género magnífico y lleno de posibilidades, pues permite ofrecer una visión de perspectiva histórica de la realidad –contando la vida del personaje” (2008, p.181).

Todo formato periodístico aplicado a la ciencia requiere de un tratamiento especial conservando la estructura tradicional con la que son aplicados en el periodismo habitual.

1.1.6 Metodologías y estrategias en el periodismo científico

Para Jan Lublinski, periodista científico, antes de proponer una historia científica precipitadamente es fundamental conocer el medio y cómo esa historia se va a ajustar a la empresa analizando cómo le ha dado cubrimiento a ese tema o qué tipo de narrativas visuales, sonoras o textuales ha presentado. Sin embargo, no solo se trata del medio, también es indispensable conocer la audiencia a quienes se les va a hablar (WFSJ, 2011, p. 2).

Como ya se había nombrado anteriormente, la relación con las audiencias y el tipo de sociedad que consulta noticias científicas llega a ser muy estricto, motivo por el cual Lublinski asegura que lo primero es que en el periodismo científico se debe evitar pensar que se está haciendo reportería para los científicos y recordar que “los periodistas no sólo explican la ciencia, sino que su labor consiste en popularizar la ciencia para captar el interés de la audiencia” (WFSJ, 2011, p. 4).

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Para que al periodista le quede absolutamente claro el tema, debe acudir a una “frase clave” en la que se responda a sí mismo: “luego de realizarmi investigación pienso lo siguiente…” (WFSJ, 2001, p.6). Esto le permitirá aclarar la manera como quiere contar una historia, definir los aspectos más relevantes y darle hilo conductor a la narración.

Atrapar a la audiencia puede resultar muy efectivo si el lead es lo suficientemente seductor yendo directamente al grano para contarles de entrada de qué se trata el artículo. Para lograr este objetivo, el periodista nos da algunas recomendaciones: asegura que no se deben presentar las historias como normalmente se presentan otras noticias en la prensa sino se debe asumir el control de la historia como si fuera propia; no satisfacer a los científicos en las entrevistas y consultar siempre diferentes fuentes; acercarse a los centros de investigación para ahondar más en los temas; no temer al decirle al científico “no entiendo lo que me dice”; ser preciso y claro con lo que dice para que todos puedan entender; evaluar la importancia de la historia; consultar los antecedentes del tema que está desarrollando y finalmente, escuchar las críticas y comentarios de su trabajo (WFSJ, 2011, p.10).

Para Julie Clayton, periodista científica, hay que aprovechar que “entre la ciencia y otros aspectos culturales y sociales de la sociedad es un área fértil para encontrar ideas novedosas para historias periodísticas”. Desde una nueva perspectiva, los periodistas podrían entrar a un debate con serias convicciones como en la religión y la ciencia que se encuentra una intrigante zona fronteriza. También recomienda que las historias siempre partan de un enfoque local para que sea más próximo a las audiencias (WFSJ, 2011, p.17).

Clayton considera que los periodistas tienen una enorme ventaja al poder hablar directamente con los personajes poderosos o famosos, razón por la cual recomienda como regla que el periodista debe conocer a diario a tres personas. Siempre, detrás de un laboratorio, una conferencia, una rueda de prensa o una reunión masiva, existirá la posibilidad de que el periodista hable privadamente con el científico y sólo de esta manera alcance a obtener los detalles y la información que está más allá de las relaciones públicas. Así mismo, el periodista siempre deberá respetar lo que es información confidencial (off the record) y acordar con el científico una posible fecha posterior para sus declaraciones; esto le permitirá al periodista entablar una relación de confianza con los científicos y mantenerse en contacto. “¡Mantener una buena relación con los científicos es una inversión muy valiosa!” (WFSJ, 2011, p.18).

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debe acudir a una llamada telefónica fuera de horarios de oficina para consultas puntuales; Scott recomienda que no se le envíe previamente la historia al científico ya que perdería todo el control sobre el artículo.

Scott recuerda que el comunicador debe comprender a perfección el tema o de otra manera quién podría entenderle. Por eso, recomienda no tener miedo de decirle al científico que no entiende y evitar al máximo todo tipo de términos técnicos y conceptos científicos a menos que sean absolutamente necesarios para el artículo. En el momento de la entrevista, cada diez minutos deberá formular una pregunta que corrobore que está entendiendo el tema como un “entonces lo que está diciendo es…” (WFSJ, 2011, p.42).

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1.2 El Periodismo Investigativo

“Es la certidumbre de que la investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición”

Gabriel García Márquez

Para muchos autores e incluso periodistas, definir el periodismo investigativo es una tarea difícil pues existen muchos puntos de vista contradictorios. Para intentar acercarnos a esta definición contaremos con los textos de José María Caminos Marcet, catedrático en periodismo en la Universidad del país Vasco y de Pepe Rodríguez, periodista especializado.

En medio de la discusión por definir el periodismo investigativo, algunos lo consideran como una especialización periodística o simplemente como periodismo bien realizado y contrastado. José María Caminos se refiere a María Pilar Diezhandino cuando ella lo define como un “rótulo vistoso y biensonante que responde a una falacia” ya que la esencia del periodismo es la investigación (Diezhandino, citado en Caminos, 1997). También cita a José Javier Muñoz, quien mantiene que “periodismo e investigación deberían ser conceptos inseparables” considerando que la investigación es personal en cada periodista para aportar la materia prima de las noticias (Muñoz, citado en Caminos, 1997).

Según Caminos, muchos escritores y estudiosos de la comunicación afirman que cualquier trabajo periodístico debería ser al mismo tiempo investigación, la confirmación permanente de los datos con los que el periodista elabora su información. En la mayoría de medios de observa que los periodistas aguardan una pasividad que lleva a la publicación de información no verificada (1997, p. 14).

La razón que le atribuye es que las nuevas tecnologías han influenciado fuertemente en el quehacer periodístico en donde el periodista debe pasar muchas más horas en la redacción sin tener el tiempo suficiente para salir a la calle a buscar información. Además, se han confiado de las declaraciones que instituciones u organismos oficiales otorgan, como también de las agencias de información, lo que implica que en los medios haya una homogenización del mensaje sin profundización. “El periodismo de investigación es el único periodismo que puede ir abriendo pequeñísimas fisuras en ese casi monolítico conglomerado en el que se ha convertido hoy la información” (Caminos, 1997, p.14).

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periodismo general y por eso se considera una especialización “que es necesaria cuando más se acentúa la tendencia de los medios a publicar informaciones que circulan a través de las fuentes oficiales de la información” (Caminos, 1997, p.15).

Para José María Irujo, el periodismo investigativo no es una modalidad periodística sino el periodismo general; asegura que la dicotomía entre estos términos se debe a la falta de investigación de los periodistas. (Irujo, citado en Caminos, 1997).

Antonio Rubio defiende el término como una modalidad periodística ya que “todo periodista en el ejercicio de su actividad, investiga. Lo que ocurre es que algunos periodistas tenemos más tiempo para dedicar a las noticias” (Rubio, citado en Caminos, 1997). El tiempo y la presión del día a día en las redacciones son algunos de los determinantes que muchos no consideran, Santiago Tarín asegura que el periodismo investigativo cuenta con medios materiales mayores de los que tiene un periodista del día a día (Tarín, citado en Caminos, 1997). Caminos recalca, que no todo lo que publican los medios de comunicación tiene un proceso correcto en las normas periodísticas por la falta de rigor en el periodismo tradicional.

Aunque los medios de comunicación publican toda la información obtenida en la comprobación de sus noticias, esta práctica no es exclusiva del periodismo investigativo porque se supone que siempre se deben verificar datos y no sólo comprobar ciertas informaciones. “El periodismo de investigación (PI) tiene un sello de identidad propio, caracterizado porque va más allá y busca esa información que no circula por los cauces normales. Es un periodismo profundo, que exige tiempo y dedicación, búsqueda constante.”(Caminos, 1991, p. 17). El periodista puede considerarse de antemano como un investigador porque todo tema publicado debe tener datos precisos y exactos que harán referencia a su veracidad.

El periodismo de investigación consiste en aplicar a profundidad todas las pautas del buen hacer periodístico enfatizadas en temas específicos, obteniendo datos fuera de lo habitual por el esfuerzo del periodista. „The Missouri Group‟, define que es “un tipo de información que es más detallado, más analítico y que exige más tiempo que la mayoría de la cobertura periodística cotidiana. El periodismo de investigación tiene por objeto alcanzar la información oculta, y su temario puede variar ampliamente con el ámbito de la actividad humana” (The Missouri Group, citado en Caminos, 1997).

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Para Petra María Secanella, este conflicto es la característica más sobresaliente del periodismo de investigación ya que incluso le otorga mayor credibilidad a los medios de comunicación y pone sobre la mesa las injusticias o fraudes (Secanella, citado en Caminos, 1997).

El periodismo de investigación es aquel que profundiza y revela datos ocultos de cierto tema, obtenidos en una larga indagación que no permite la redacción tradicional de los medios.

1.2.2 Características del periodismo de investigación

José María Caminos cita a Héctor Borrat quien propone cinco características (Borrat, citado en Caminos, 1997):

A) La investigación periodística se ejercita en un campo específico en donde está el conflicto con los actores sociales que desean mantener oculta la información.

B) Toda información que se busca para ser revelada debe ser de un campo ajeno y contrario al de los intereses del medio.

C) La publicación de ciertas investigaciones deben aparecer como una actividad no rutinaria al ser una estrategia específica.

D) Revelar la información adquirida se podrá realizar de forma parcial o total de acuerdo a la estrategia de cada medio.

E) El mismo medio está en la libertad de decidir qué información oculta para dejar la investigación abierta o publicarla más adelante.

Caminos asegura que en muchas ocasiones no es la fuente quien decide mantener oculta cierta información, sino que al contrario, han facilitado el acceso a todo tipo de datos (1997, p. 21).

También para definir las características de este periodismo, Caminos cita a Secanella cuando afirma que la práctica del PI puede concretarse en que: (Secanella, citado en Caminos, 1997):

A) Es el resultado de una iniciativa personal ya que la información es adquirida por el periodista directamente y no por agencias de prensa o similares ni tampoco de datos de la investigación provenientes de filtraciones interesadas.

B) Toda investigación que sea merecedora de un despliegue informativo, debe ser razonablemente importante para un gran sector de la población, ya sea por la magnitud de la temática o porque los datos habían estado ocultos. No se refiere a un espacio geográfico amplio, sino a la afectación del tema en sectores sociales.

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La diferencia de la “investigación periodística” y el periodismo de investigación, como lo asegura Montserrat Quesada radica en que “el hecho de que, precisamente, todo periodista investigue y el hecho, también de que esta modalidad profesional se llame „de investigación‟ es lo que con tanta frecuencia ha facilitado tanto confusión y tanto lío respecto a esa manera particular de trabajar la información” (Quesada, citado en Caminos, 1997).

Para esta autora, las líneas bases de este periodismo son:

A) Hallar información inédita en temas de relevancia B) Denunciar, por medio de la verificación, hechos ilegales

C) Verificar todo el proceso de investigación en sobre contraste de datos, con el uso de documentos y fuentes independientes

D) Romper el silencio de las fuentes

Para José María Caminos, la actitud del periodista de investigación debe ser muy profesional, porque su labor como especialista en la recopilación de los datos que están ocultos tiene gran profundidad y complejidad. Para este autor, las características de esta modalidad periodística son:

1) Descubrir la verdad oculta que las personas o instituciones mantienen y que los ciudadanos tienen derecho de conocer.

2) No se apoya en las fuentes de información oficiales y desconfía fácilmente porque al periodista le interesa su propia búsqueda de la información y no las ruedas de prensa, por lo cual requiere de una amplia red de fuentes.

3) Buscar la información oculta requiere de investigar más allá de las apariencias por más evidentes que resulten. Exige ese sexto sentido periodístico.

4) Requiere del uso de procedimientos de otras ciencias como la sociología y psicología, incluso a métodos técnicos especializados del trabajo científico.

5) Es un periodismo informativo que se sustenta en la comprobación de todos los datos, su contraste y constante verificación.

6) No tiene cabida al error jamás porque siempre se debe probar en la rectificación (1997, p. 25).

Los temas del periodismo científico surgen del olfato del periodista, quien obtiene su propia información acerca de asuntos inéditos o ambiguos.

1.2.3 Periodismo habitual Vs. Periodismo investigativo

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- Trabaja con personas de relevancia pública o privada relacionados con los cauces de la información.

- Su agenda está guiada por las fuentes oficiales.

- La relación periodista-fuente es demasiado estrecha por su contacto permanente.

- El periodista habitual espera que las cosas sucedan y que las fuentes oficiales le suministren la información.

- Este periodista trabaja con informaciones que conocen todos los medios de comunicación. - En algunas ocasiones este periodista accede a información exclusiva pero como resultado de

alguna infiltración.

- Tiene una rígida planificación informativa diaria y la presión permanente; el periodista está atado a un ciclo productivo.

El periodismo “de rutina” es el resultado de unos marcados hábitos informativos que limitan el acceso a la información y las relaciones con las fuentes, por eso el periodismo investigativo es casi su polo opuesto.

1.2.4 Perfil del periodista investigador

Hablando de las diferencias entre el periodismo “de rutina” y el periodismo de investigación, es indispensable acercarnos a las diferencias en los quehaceres periodísticos de cada una de estas modalidades.

Como lo determina Caminos (1997, p. 27), el periodista investigador dedica su tiempo y su esfuerzo a buscar relaciones pero no forma parte de los circuitos habituales de información porque su agenda consta de fuentes que no juegan el rol de informadores. Además, no publica las primicias por tener datos en exclusiva sino porque son el resultado de su arduo trabajo; es un periodista independiente de las fuentes porque su punto de partida es un rechazo a las verdades oficiales; sus informaciones fácilmente son desconocidas para los medios; se adelanta a los hechos; utiliza la actualidad periodística como guía y lleva implícita una forma de trabajo ajena a las presiones de tiempo de los medios porque trabaja por su cuenta.

Para Pepe Rodríguez, el periodista que se dedica a la investigación “requiere tener, entre otras cualidades, buenos dotes de observación, retentiva, memoria visual, capacidad de previsión y planificación, dotes de improvisación, conocimientos generales amplios, discreción, capacidad de asumir riesgos…” (1994, p. 21).

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profesión ya que utiliza técnicas que corresponden a otras disciplinas y elabora la información a partir de un gran número de fuentes y datos contrastados. Es quien comunica una información que difícilmente pudo haber sido expuesta sino es por su intervención (a menos que un tercero lo hubiese investigado) (1994, p. 21).

Para Pepe Rodríguez, “En resumen, el periodista informador transmite noticias generadas por terceros con voluntad de hacerlas públicas. Y el periodista investigador, con su proceso comunicador, crea noticias él mismo al publicitar hechos con voluntad de ocultación cuyo conocimiento público desencadena, o debería desencadenar, procesos sociales y/o informativos derivados del mismo” (1994, p. 24).

Para Caminos, el periodista investigador “es un experto en encontrar las pistas que conducen a informaciones que personas o entidades desean mantener ocultas” (1997, p. 29). Así que el llamado olfato periodístico debe estar activo en cada uno de los procesos de esta modalidad. Este periodista no puede dar cabida en su vida a la desmoralización ni la derrota pues encontrar los hilos del tema que investiga toma de tiempo (1997, p. 29).

El quehacer de este periodismo requiere ahondar en los hechos y tener un crítico sentido social, y como lo afirma Caminos, “es un periodista al acecho” (1997, p. 29). Para Rodríguez esto no es suficiente: “un investigador tiene que ser un enamorado de su trabajo, ya que necesariamente se va a pasar veinticuatro horas por día ejerciendo su profesión” (1994, p. 25).

Rodríguez (1994, p. 25) considera que el periodista investigador debe trabajar muy duro y muchas horas al día, pero la recompensa es mayor cuando se le dan vida a los retazos de la realidad que están ocultos. Además, el autor reconoce que este periodista realiza muchos sacrificios en su vida personal sumado a un mayor riesgo del habitual. Este periodista siempre contará con más enemigos que amigos, todo de acuerdo con la información que adquiera y publique.

Las dificultades que derivan de este periodismo, surgen de la necesidad de ahondar en las causas de las cosas; para Caminos (1997, 29), analizar los temas en profundidad significa:

- Reprochar el trabajo periodístico superficial

- Analizar en profundidad información que las fuentes difunden - Darle seguimiento a la información que aparece en los medios - Hallar y desenmascarar a las personas que ocultan la verdad

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ejercer estas investigaciones es vendiendo sus trabajos al medio que mejor les pague a modo de free lancer, sin embargo, esta práctica no garantiza su independencia total (1997, p. 31).

Caminos resume las características primordiales para el periodista investigador en (1997, p. 31):

A) Curiosidad: para descubrir hechos ocultos y denunciarlos

B) Espíritu crítico: como observador social, el periodista debe participar de forma activa en decisiones importantes de otras personas o entes

C) Precisión y exactitud: sensibilidad para captar detalles y exponerlos con rigor.

D) Astucia y tenacidad: Astucia para tratar con las fuentes y tenacidad para llevar hasta el final un trabajo lleno de dificultades.

E) Atrevimiento: Rechaza las versiones oficiales y avanza más allá para encontrar la verdad. F) Prudencia: No revelar con anterioridad información sino ha sido verificada.

G) Iniciativa individual: Trabaja por su cuenta, busca la información por él mismo y persevera. H) Agresividad: entendida como la perseverancia para lograr que una fuente hable. Al oponerse a

las fuentes oficiales, es necesario que presione para obtener la información.

I) Capacidad organizativa: Garantizar que todos los datos obtenidos estén en orden y aseguren buenos resultados.

J) Interés por la información: Está informado por la actualidad, pero lee entre líneas para hallar “puntos negros” que van en la información.

K) Integridad: Debe siempre tener presente el valor de la información que le otorgan para que pueda contrarrestar datos y verificar.

L) Discreción: Salvaguarda la información.

M) Credibilidad: La fiabilidad de los datos que expone dará el margen de la calidad de su trabajo. N) Pasión por escribir: Debe dominar la lengua y construir textos que conecten a las audiencias.

Muchos periodistas que se dedican a la investigación, no consideran que deban tener actitudes excepcionales, pero reconocen que tener sensibilidad y olfato para los temas es necesario (Caminos, 1997, p. 34).

Ser periodista investigativo requiere de un criterio independiente para no sesgar su trabajo por las líneas económicas o políticas del medio para el que trabaja. A su vez, debe dedicar gran parte de su tiempo a desconfiar de las fuentes e invertir sacrificios en la investigación.

1.2.5 Técnicas del periodismo investigativo

(39)

periodista debe aplicar diversas técnicas que le permitan situarlo en el punto exacto para probar todos los datos adquiridos (Rodríguez, 1994, p. 133).

A partir de la experiencia vivida por Rodríguez, expone siete estrategias de trabajo que identificó como las más relevantes (1994, p. 133):

1) Uso de confidentes

Consiste en encontrar fuentes importantes que sean fiables, de tal manera que faciliten el trabajo, no obstante hay que mantener un límite con estas para evitar confusiones que puedan afectar el trabajo. El uso de confidentes básicamente asegura la comodidad y eficacia del trabajo de investigación.

El confidente siempre dará información de un sector determinado y limitado, por esto Rodríguez asegura que es importante darle uso solamente en situaciones determinadas. Como no siempre se tienen confidentes en todas partes, el periodista tendrá que convocar algunos con mayor campo de visión. Siempre el periodista debe vigilar por cuidar su identidad y la de su confidente, puesto que jamás valdrá la pena arriesgar una vida por un trabajo. De igual forma sucede con los documentos confidenciales, con los que el periodista debe conocer muy bien quiénes han tenido acceso a estos y qué se desconoce de los mismos (1994).

A cada confidente se le debe dar un trato personalizado para generar confianza ya que no es un mero informador (Rodríguez, 1994, p. 134).

2) Infiltración propia

Esta técnica es poco utilizada porque es muy peligrosa. El periodista mismo es quien debe adoptar durante un periodo de tiempo una personalidad o costumbres ajenas y esconder su identidad como profesional. Esta estrategia requiere de un largo tiempo de preparación, y pese que no es la estrategia favorita de nadie es efectiva para conocer de cerca lo que se desea.

Un periodista al infiltrarse debe tener muy claro que debe obtener la mayor cantidad de información, cuáles son las herramientas que necesitará y finalmente conocer los aspectos suficientes que le posibilitaran la infiltración (Rodríguez, 1994, p. 135).

3) Infiltración de terceros (dirigida)

En esta estrategia, no es el periodista quien se deba infiltrar pero implica que esté al tanto de la obtención de la información que requiere. No es el uso de confidentes, se trata de alguien que da los datos al periodista gracias a su orientación y capacitación.

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