UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
FACULTAD DE ENFERMERÍA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ENFERMERÍA
CONOCIMIENTO MATERNO SOBRE ALIMENTACIÓN
COMPLEMENTARIA Y ESTADO NUTRICIONAL DE
NIÑOS MENORES DE 2 AÑOS
AUTORAS:
JIMÉNEZ CAMACHO, LUISAMARÍA DEL CARMEN
JIMÉNEZ VARAS, ALYSSA DEL ROSARIO
ASESORA:
DRA. ESTHER JUSTINA RAMÍREZ GARCÍA
TRUJILLO – PERÚ
2017
DEDICATORIA
Nos gustaría agradecerte a ti Dios por
bendecirnos para llegar hasta donde hemos
llegado, por darnos la sabiduría y el
conocimiento.
A nuestros padres que nos dieronla vida y
han estado con nosotras en todo momento
gracias por darnos la oportunidad de
estudiar una carrera para nuestro futuro y
por creer en nosotras porque aunque
pasamos momentos difíciles siempre han
estado apoyándonos y brindándonos su
amor. Los queremos con todo el corazón,
este trabajo se los dedicamos a ustedes, es
fruto de todo el apoyo y esfuerzo que
siempre nos han brindado.
AGRADECIMIENTOS
Alyssa
A PIC 9 – UNT 2013
A todo el equipo docente y estudiantil, en especial
a los profesores José Elías Minaya y Heider
Escalante Gómez, y personal de salud del Puesto
de Salud Chuquizongo que hicieron posible la
culminación de la presente investigación.
Dra. Esther Ramírez García y
Dra. Rosario Huertas Ángulo
Por su amistad y el cariño con que nos
compartieron sus conocimientos y
experiencias.
A mis padres:
Por no soltar mi mano todos estos años, por
permitirme ser alguien en la vida y alentarme
en cada momento. Los amo.
A los docentes:
Por el cariño y la dedicación en cada
clase realizada.
A Dios
Por darme la oportunidad de
enamorarme cada día un poco más de
esta hermosa profesión.
Mi profundo agradecimiento:
Luisamaría
A Dios
Por guiar mí camino y no
permitir que me rinda ante las
adversidades.
Dra. Esther Ramírez García
Por su valioso apoyo y
disposición, por su colaboración
constante que nos permitió el
desarrollo y culminación del
presente trabajo de investigación,
además de alentarnos para seguir
adelante.
A mis padres:
Por darme la vida y apoyarme
durante mi formación
profesional.
A los docentes:
Que nos brindaron sus
conocimientos durante estos años
SUMARIO
RESUMEN……….…..…………i
ABSTRACT……….…….………...ii
I. INTRODUCCIÓN…..……….……….1
II. MATERIAL Y METODOS………..……….22
III. RESULTADOS……….….……..30
IV. ANALISIS Y DISCUSION……….…35
V. CONCLUSIONES………...47
VI. RECOMENDACIONES………....……….……48
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS………..49
i
CONOCIMIENTO MATERNO SOBRE ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA Y ESTADO NUTRICIONAL DE NIÑOS MENORES DE 2 AÑOS-
CHUQUIZONGO, 2016
Jiménez Camacho Luisamaría del Carmen1
Jiménez Varas Alyssa del Rosario2
Ramírez García Esther Justina3
RESUMEN
Investigación cuantitativa, de tipo descriptivo correlacional, se realizó en el Puesto de Salud del Caserío de Chuquizongo, 2016,en el marco del Proyecto de Investigación Científica N° 9: “Promoción del Desarrollo Humano Sostenible desde la Revaloración de los Sistemas de Producción en los Valles de Coina y Chuquizongo” (PIC N° 09 2013 - UNT), Componente Salud y Nutrición; con la finalidad de establecer la relación entre el nivel de conocimiento materno sobre la alimentación complementaria y estado nutricional de niños menores de 2 años. La muestra estuvo constituida por 110 lactantes de 6 a 24 meses y sus respectivas madres. La recolección de datos se obtuvo mediante los instrumentos: Hoja de Registro, Tablas de Valoración Nutricional y Encuesta de Conocimientos de madres sobre Alimentación Complementaria. Los datos obtenidos fueron tabulados, procesados en SPSS versión 22 y presentados en tablas de simple y doble entrada con frecuencias numéricas y porcentuales. El análisis de la relación entre el nivel de conocimiento materno sobre alimentación complementaria y estado nutricional, se realizó mediante la prueba Chi cuadrado (x2). Se llegó a las siguientes conclusiones: El 46,4 por
ciento de las madres presentan un nivel bueno de conocimiento sobre alimentación complementaria, el 46,4 por ciento, un nivel regular y el 7,2 por ciento, un nivel deficiente. El estado nutricional del niño de 6 a 24 meses según Peso/Edad, el 96,4 por ciento, presentan un peso normal; el 3,6 por ciento, desnutrición, no se evidenció obesidad ni sobrepeso. El estado nutricional del niño menores de 2 años según T/E, el 80,9 por ciento, presenta talla normal y el 19.1 por ciento, talla baja. La relación entre el nivel de conocimiento materno sobre la alimentación complementaria y estado nutricional de niños menores de 2 años según P/E y T/E es altamente significativa.
Palabras clave: Alimentación complementaria, conocimiento
materno,estadonutricional.
1Bachiller en Enfermería de la Facultad de Enfermería – UNT. Email:mary_luisa_56@hotmail.com 2Bachiller en Enfermería de la Facultad de Enfermería – UNT. Email: aly_28_34@hotmail.com 3Profesora Principal del Departamento de Enfermería de la Mujer y Niño. Facultad de Enfermería –
ii
MATERNAL KNOWLEDGE ON COMPLEMENTARY FEEDING AND NUTRITIONAL STATUS OF CHILDREN TWO YEARS- CHUQUIZONGO,
2016.
Jiménez Camacho Luisamaría del Carmen1
Jiménez Varas Alyssa del Rosario2
Ramírez García Esther Justina3
ABSTRACT
Quantitative research, of descriptive correlational, was carried out at the Health Post of Chuquizongo Village, 2016. In the framework of the Scientific Research Project No. 9: "Promotion of Sustainable Human Development since the Revaluation of Production Systems in the Valleys of Coina and Chuquizongo" (PIC No. 09 2013 - UNT); with the aim of establishing the relationship between the level of maternal knowledge on complementary feeding and the nutritional status of children under 2 years. The sample consisted of 110 infants aged 6 to 24 months and their respective mothers. Data collection was done through the instruments: Registration Sheet, Nutrition Evaluation Tables and Knowledge of mothers on Supplementary Foods. The data obtained were tabulated, processed in SPSS version 22 and presented in tables of one and two entries with numerical and percentage frequencies. The analysis of the relationship between the level of maternal knowledge on complementary feeding and nutritional status was performed using the Chi square test (X2). The following
conclusions were obtained: 46.4% of the mothers had a good knowledge of complementary feeding, 46.4%, a regular level and 7.2%, a low level. The nutritional status of the child of 6 to 24 months according to Weight / Age, 96.4 percent, presents a normal weight; 3.6 percent, malnutrition, no evidence of obesity or overweight. The nutritional status of the child under 2 years of age / height, 80.9 percent, is of normal stature and 19.1 percent of short stature. The relationship between the level of maternal knowledge on complementary feeding and the nutritional status of children under 2 years of age by weight / age and height / age is highly significant.
Key Words: Supplementary feeding, maternal knowledge, nutritional status
1
I. INTRODUCCIÓN
Uno de los problemas más importantes de la población infantil en
el Perú es la desnutrición que hace susceptible a enfermedades
infecciosas, eleva las estadísticas de morbilidad y mortalidad en ella y
ocasiona problemas de salud y desarrollo personal en su vida futura, lo
que perjudica el desarrollo y la formación del capital humano que en el
futuro debe garantizar la continuidad de nuestro país como nación
(CENAN, 2011)
En los últimos años, a nivel país se han producido mejoras
relacionadas con la desnutrición crónica en menores de cinco años, sin
embargo, la desigualdad existente, hace que aún se reporten
prevalencias muy altas, a otros niveles. Por otro lado, el exceso de peso,
comienza a presentar un incremento sostenido, incluso en edades muy
tempranas, con sus repercusiones en la edad adulta, lo cual está
relacionado a enfermedades no transmisibles. Todo problema nutricional
se desarrolla, como sabemos, en un contexto social, económico, cultural
y demográfico variados (MINSA, 2011).
La nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo. En
personas de todas las edades, una mejor nutrición permite reforzar el
sistema inmunitario, contraer menos enfermedades y gozar de una salud
más robusta. Los niños sanos aprenden mejor, la gente sana es más
fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo
2
Al igual que la malnutrición tiene un alto impacto en la sociedad,
especialmente la desnutrición infantil con repercusiones no sólo físicas
sino también cognitivas, que alcanzan al individuo en todas sus etapas
de vida. En ese sentido, en los últimos años, a nivel país se han
producido mejoras relacionadas con la desnutrición crónica en menores
de cinco años, sin embargo, la desigualdad existente, hace que aún se
reporten prevalencias muy altas, a otros niveles. Por lo que la
sobrevivencia hasta los cinco años, depende directamente de sus
prácticas de alimentación. Por lo tanto, para mejorar la nutrición, la salud
y el desarrollo de los niños entre 0 y 23 meses de edad es crucial
mejorar sus prácticas de alimentación (MINSA, 2013).
Según el Informe: Estado Nutricional en niños y gestantes de los
establecimientos de salud del Ministerio de Salud. Informe Gerencial
Nacional. Periodo 1er Semestre 2014 la proporción de niños de 0 a 5
meses de edad con desnutrición crónica hasta el primer semestre del
2014 fue de 9,1 por ciento y en los niños de seis a once meses de edad,
fue de 11,2 por ciento. La proporción de desnutrición global en niños
menores de 5 años es de 3,6 por ciento y la proporción de desnutrición
aguda fue de 1,8por ciento (MINSA, 2015).
En la Región La Libertad, la desnutrición crónica en niños
menores de cinco años, que acceden a los establecimientos de salud de
la región, muestra un discreto descenso en el año 2013, con casi un niño
desnutrido crónico de cada cinco niños. La desnutrición global mostró un
3
padecieron. La desnutrición aguda se mantiene estacionaria en todo el
periodo, y estuvo presente en uno de cada cincuenta niños. El
sobrepeso y la obesidad, en los menores de cinco años que acuden al
EESS de la región, muestran un leve incremento en el último año. El
exceso de peso (sobrepeso y obesidad) afectó a casi uno cada nueve
niños en la región (MINSA, 2015).
Por los datos estadísticos mencionados, se puede inferir que la
malnutrición infantil constituye uno de los grandes problemas que aqueja
a la humanidad, es un mal que implica la salud, y la calidad de vida de
millones de niñas y niños en todo el mundo, a quienes limita su potencial
de desarrollo físico e intelectual.
El desarrollo temprano de la niña o niño con tamaño pequeño está
estrechamente vinculado con la nutrición y la salud infantil, por ello, es
importante contar con información tanto de la prevalencia de la lactancia
materna, así como del inicio de la alimentación complementaria. Las
organizaciones internacionales y nacionales recomiendan que la leche
materna sea el alimento exclusivo durante los primeros seis meses de
edad y proveer alimentos complementarios seguros y apropiados desde
los seis meses, manteniendo la lactancia materna hasta los dos años o
más (INEI, 2016).
El conocimiento es un estado claro de la conciencia misma y del
entorno en la obtención de información, se centra en cuestiones
inmediatas sobre hechos y la información almacenada a través de la
4
modo; es una aprobación de la posesión de múltiples datos
interrelacionados que por sí solo poseen menor valor cualitativo que
significa en definitiva la posesión consiente de un modelo de la realidad
(Caytán y Col, 2011).
El conocimiento materno, es la noción y experiencia, lograda y
acumulada por la madre sobre alimentación, que alcanza en el
transcurso de vida mediante una buena recolección de datos e
información, que ayudará a mantener la salud de sus hijos y prevenir
enfermedades (OMS/OPS, 2011). Al respecto, Caytán y Col. (2011)
sostiene que es un conjunto de informaciones, reglas, interpretaciones y
conexiones puesto dentro de un contexto de una experiencia, el cual se
caracteriza como un conocimiento racional, sistemático, exacto y
verificable que la madre posee. El nivel de conocimiento de las madres
es la suma de hechos y principios que se adquieren y retienen a lo largo
de la vida como resultado de las experiencias y aprendizajes de la
madre, también el aprendizaje se caracteriza por ser un proceso activo
que se inicia con el nacimiento y continua hasta la muerte originando
cambios en el proceso del pensamiento, acciones y actividades de quien
aprende.
El conocimiento de las madres proviene de varias fuentes.
Reciben información sobre nutrición infantil tanto en los establecimientos
de salud como de sus familiares, amigos y medio de comunicación. Es
así que las madres no solo se guían por la información proveniente de
5
que está bien respecto al crecimiento de sus niños (Alcázar y Col, 2010).
Conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el
aprendizaje de las madres sobre alimentación, siendo capaces de
convertir los datos e información en acciones efectivas que mejores la
calidad del cuidado del niño (Alvarado, 2010).
El conocimiento nutricional de la madre y el entorno en el que el
niño se alimenta son claves para que mantenga un buen estado de salud
durante su crecimiento y evitar futuros problemas nutricionales (López,
2013). Por lo tanto para poder brindar el cuidado necesario, las familias
requieren recursos esenciales y prácticas adecuadas que dependen, en
gran parte, del nivel educativo, la autonomía sobre el uso de los
recursos, el conocimiento y la información, el tiempo disponible, y la
salud física y emocional de la madre, entre otros. También influyen los
consejos de la familia que manejan un conjunto de creencias, muchas
veces, erróneas, profundamente arraigadas en nuestra cultura (López,
2013). El conocimiento de las necesidades nutricionales constituyen la
base teórica indispensable para determinar la alimentación ideal de un
individuo en cualquier periodo de la vida (Hernández, 2001).
Se resalta la importancia del conocimiento materno en la
alimentación del lactante, para construir los hábitos saludables que son
comportamientos o conductas que resultan de prácticas repetidas
inducidas por ideas, creencias, valores que se aprenden, y que se
manifiestan en maneras de actuar y de comportarse; y que cuando se
6
El lactante es el niño que se encuentra en la primera fase de su
vida extrauterina. Periodo que va desde el nacimiento, hasta
aproximadamente los 12 meses, momento que adopta la posición
erecta. Algunos autores lo extienden hasta los 24 meses. En esta etapa
de la vida el niño se alimenta, básicamente, de leche materna, o de otros
tipos de leche, además de muy distintos alimentos complementarios
(OPS y OMS, 2011).
Es bien conocido que el período entre el nacimiento y los dos
años de edad configura una ventana de tiempo crítica para la promoción
del crecimiento, la salud y el desarrollo óptimos. La lactancia materna y
la alimentación complementaria adecuada resultan dos herramientas
privilegiadas para asegurar al niño los mejores resultados posibles y
transitar con éxito este período tan vulnerable de la vida, de manera de
contribuir al mejor desempeño en las etapas siguientes (UNICEF, 2012).
El ministerio de salud considera la lactancia materna como una
práctica saludable fundamental en la nutrición infantil. Con la finalidad de
contribuir al desarrollo integral de los niños y niñas, el comité
multisectorial de promoción y protección de la lactancia materna,
destaca la importancia de la lactancia materna exclusiva dentro de la
primera hora de vida hasta los 6 meses. Asimismo, para favorecer el
crecimiento y desarrollo de los niños y niñas, es imprescindible que, en
adelante, a la leche materna acompañe la alimentación complementaria
7
A partir de los seis meses los niños necesitan otros alimentos
además de la leche materna para cubrir sus necesidades nutricionales.
El momento oportuno para introducir la alimentación complementaria es
a los seis meses de edad, cuando se deben cubrir los requerimientos
nutricionales y se ha alcanzado un adecuado desarrollo de las funciones
digestivas, renal y la maduración neurológica. En relación con la
nutrición, porque los niños pueden mantener un aumento de peso
normal, y tener al mismo tiempo un déficit en vitaminas y minerales, sin
manifestación clínica. Por ello se hace necesaria la introducción de otros
alimentos que aporten aquellos nutrientes que la lactancia suministra en
poca cantidad. Como componente madurativo, porque desde los cuatro
meses de edad el niño adquiere capacidades necesarias para asimilar
una dieta más variada (MINSA, 2012).
Se denomina alimentación complementaria a la incorporación de
otros alimentos y bebidas que completan los nutrientes provistos por la
leche materna. La alimentación complementaria adecuada favorece el
crecimiento normal y evita el retraso en el desarrollo de los lactantes de
6 a 24 meses. El menor crecimiento de los niños y los déficits de
micronutrientes alcanzan su nivel más alto en esta etapa. Por lo tanto el
objetivo de la alimentación complementaria es cubrir las necesidades
nutricionales y de calorías que tiene el niño, ya que este es más activo y
de más edad y la leche materna no es suficiente para aportar dichas
8
Durante el período de los 6 a los 11 meses los lactantes son
particularmente vulnerables porque están aprendiendo a comer y
requieren alimentos blandos, con frecuencia y con paciencia. Es
necesario prestar mucha atención para asegurarse de que estos
alimentos complementen en forma adecuada la leche materna (UNICEF,
2012).
La alimentación en lactantes de 6 a 9 meses se debe iniciar la
complementándola con cereales, verduras o frutas, teniendo en cuenta
introducir las verduras antes de las frutas, para asegurar la aceptación
de las primeras. Ofrezca el nuevo alimento en pequeñas porciones,
empezando por cucharaditas, esta no debe ser metálica, para evitar
lesionar al bebé. Coloque una pequeña cantidad del alimento semisólido
en la punta de la cuchara, inclinándola un poco hacia el bebé y luego
hacia atrás, poniendo el alimento en la mitad de la lengua del niño. Al
principio no importa tanto la cantidad que coma, sino el hecho de que
está aprendiendo a comer (MINSA, 2012).
A los 9 meses comience a brindarle la yema del huevo, sólo al
final del primer año se puede ofrecer el huevo completo, esto debido a la
presencia de riesgo de reacciones alérgicas que tiene la clara de huevo
en algunos niños, pues ésta contiene ovo albúmina (proteína con todos
los aminoácidos esenciales), proteína que tiene gran capacidad de
provocar alergias. Tenga en cuenta ofrecer siempre el huevo cocido,
9
Para la alimentación en lactantes de 9 a 11 meses recuerde que
la exploración y el juego van de la mano con la introducción de los
alimentos. Brinde alimentos como trozos de pan, fruta y queso. Evite
licuar alimentos sólidos, para estimular la masticación y el desarrollo
mandibular (MINSA, 2012).
Durante el primer año de vida, el lactante tiene una rápida
velocidad de crecimiento, llegando a triplicar su peso y aumentar en un
50% su talla de nacimiento. Asimismo, la composición y funciones del
organismo experimentan cambios espectaculares como producto del
desarrollo. Esta rápida velocidad en el crecimiento y desarrollo requieren
de por si necesidades nutricionales únicas, aunadas a las necesidades
ya elevadas para su mantenimiento. El requerimiento de energía por
kilogramo de peso por ejemplo, es 3 a 4 veces más que la que necesita
un adulto (MINSA, 2012).
La alimentación del niño de un año debe ser variada, incluyendo
diariamente los diferentes grupos de alimentos: cereales, frutas,
verduras, leche y productos lácteos, tubérculos y plátanos, carnes,
grasas y azúcares.A esta edad, el niño consume la misma alimentación
de la familia, por lo que se debe tener cuidado con el exceso de sal y
azúcar. Si es necesario, la familia es la que debe hacer las
modificaciones necesarias a sus hábitos .Se recomienda que el niño
consuma de 5 a 6 comidas por día, ofreciendo entre las comidas
10
natural con galletas, trozos de queso, ensalada de frutas, entre otros
(MINSA, 2012).
Por otro lado la introducción tardía de la alimentación
complementaria, se correlaciona con un impacto negativo a diferentes
niveles: Deficiencias nutricionales especificas (relacionadas con
micronutrientes, tales como hierro, vitamina A, entre otros).Crecimiento
lento, especialmente con alteración de la longitud, desnutrición,
Trastornos alimentarios: vómitos, rechazo a los sólidos, alteraciones en
la deglución, atoramiento por sólidos, que a largo plazo pueden derivar
en trastornos como bulimia y anorexia o alteraciones que no se
identifican con ninguno de estos extremos , trastornos del lenguaje
(MINSA,2012).
La adecuada alimentación durante la infancia es fundamental para
el desarrollo del potencial genético completo del niño. El período entre el
nacimiento y los dos años de vida se convierten en crítico para la
promoción del crecimiento, el desarrollo y la salud. Las consecuencias
inmediatas de la desnutrición durante estos años formativos incluyen en
una morbimortalidad aumentada y un desarrollo mental retardado
(MINSA, 2012).
En cuanto a nutrición, es la ingesta de alimentos en relación con
las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición (una dieta
suficiente equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un
11
El estado nutricional enfoca aspectos relacionados con el
crecimiento y desarrollo del niño, el cual se caracteriza por una
secuencia ordenada de eventos cronológicos, de numerosos detalles en
su expresión física y cognoscitiva, y por la gran variabilidad de
resultados en cuanto a la capacidad física y funcional del individuo.
Asimismo, por la interacción de múltiples factores biopsicosociales y
nutricionales que condicionan el crecimiento y el desarrollo y determinan
la óptima realización del potencial genético de cada ser humano
(MINSA, 2011).
La norma técnica de crecimiento y desarrollo del niño menor de
cinco años, MINSA (2011), ha clasificado el estado nutricional en base a
la comparación de los indicadores: P/E, T/E y P/T con los valores de los
Patrones de Referencia vigentes. Los indicadores antropométricos son:
el Peso / Talla que es el peso que corresponde a un niño para la talla
que tiene en el momento de la medición, el déficit de peso indica un
adelgazamiento, mide la desnutrición aguda; Talla / Edad, este índice
mide la desnutrición crónica y finalmente el Peso / Edad, que es un
indicador primario que corresponde a la relación entre el peso real de un
niño y su peso teórico normal expresado en porcentaje; se utiliza para
medir la desnutrición global. Utilizando el indicador de peso para la edad
podemos saber si el niño tiene o ha tenido adelgazamiento y/o retardo
en crecimiento.
El estado nutricional que presenta el niño está relacionada con los
12
alimentación tengan, lo cual se vincula con los hábitos y costumbres que
tiene sobre la administración de los alimentos como la frecuencia, la
consistencia, la cantidad y la inclusión oportuna de los alimentos según
la edad. Si los niños reciben una alimentación adecuada, se logra cubrir
sus requerimientos calóricoproteicos, evitar alteraciones nutricionales
por defecto o por exceso y trastornos en su crecimiento desarrollo
(Zavaleta, 2013).
En la niñez, la desnutrición, aún en sus formas moderadas, puede
incrementar la probabilidad de morir por un número variado de
enfermedades y puede estar asociada con cera de la mitad de toda la
mortalidad infantil. Igualmente, se tienen evidencias suficientes de que la
desnutrición fetal y en las etapas tempranas de la vida del niño, conlleva
a daños permanentes en el crecimiento del cerebro, que son
irrecuperables aun después de una realimentación prolongada. Las
consecuencias de la desnutrición temprana en los niños persisten en los
años de la escuela y en la vida adulta, disminuyendo la productividad y
la calidad de vida (MINSA, 2011).
La desnutrición es la condición patológica derivada de la
subutilización de los nutrientes esenciales en las células del cuerpo. El
déficit de micronutrientes, en especial hierro, zinc, yodo y vitamina “A”,
se traducen en un deterioro cognitivo que deriva en un menor
aprendizaje; afectando así, el rendimiento escolar. Este también se ve
13
a las limitaciones en la capacidad de aprendizaje vinculadas a un menor
desarrollo cognitivo (UNICEF, 2012).
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más
graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando
progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre
todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo
alarmante. Se calcula que en 2010 hay 42 millones de niños con
sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en
países en desarrollo (OMS, 2012).
Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos
en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más
tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las
enfermedades cardiovasculares. Alguna vez considerados problemas
de países con ingresos altos, la obesidad y el sobrepeso están en
aumento en los países con ingresos bajos y medios, especialmente en
las áreas urbanas. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades
conexas son en gran medida prevenibles (OMS, 2012).
Los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas
refiere que la obesidad es una enfermedad descrita por la Organización
Mundial de la salud como el “Síndrome del Nuevo Mundo” o la “Epidemia
del siglo XXI”, por tales motivos enfatiza la problemática nutricional y sus
soluciones; así como la importancia de integrar intervenciones a favor de
la nutrición del niño pequeño en la Atención Primaria de salud en los
14
Debido a ello y otros problemas prevalentes de la población
mundial, se desarrolló la Estrategia Sanitaria "Alimentación y Nutrición
Saludable", la cual es una de las 10 estrategias del Ministerio de Salud
que integra intervenciones y acciones priorizadas dirigidas a la reducción
de la morbi-mortalidad materna e infantil y a la reducción de las
deficiencias nutricionales. Su objetivo general mejorar el estado
nutricional de la población peruana a través de acciones integradas de
salud y nutrición, priorizadas los grupos vulnerables y en pobreza
extrema y exclusión (MINSA, 2011).
Existen reportes de investigación que relacionan las mismas
variables del presente estudio. A continuación se presentan los reportes
de algunos de ellos.
Segura y Vásquez (2016) en su investigación “Conocimiento
materno sobre alimentación complementaria en la nutrición del lactante”
realizada en Trujillo; con el objetivo de identificar la relación entre el nivel
de conocimiento materno y el estado nutricional de lactantes, el
resultado fue que no existe relación significativa.
Campos y Guerra (2013), en Huamachuco, en el estudio sobre
“Conocimientos en madres primíparas sobre alimentación
complementaria y estado nutricional del lactantes en el Puesto de Salud
Puente Piedra”; donde buscaron establecer la relaciónentre el nivel de
conocimiento materno y el estado nutricional de los lactantes,
15
La investigación realizada por Calle, Morocho y Otavalo (2013)
“Conocimiento materno sobre alimentación, nutrición y su relación con el
estado nutricional de niños (as) menores de dos años que acuden al
subcentro de salud de San Pedro del Cebollar durante Mayo – Julio
2013”; realizada en Cuenca Ecuador, dio como resultados que el 56 por
ciento de niños tienen bajo peso y el uno por ciento, sobrepeso; están
relacionados con el déficit de conocimientos maternos sobre nutrición,
alimentación y con el deterioro de la condición socioeconómica familiar.
El 43 por ciento de niños tienen peso normal, estado nutricional que está
ligado al conocimiento materno así como una condición socioeconómica
de mejor calidad.
Zamora (2012) en su estudio titulado “Nivel de conocimiento sobre
alimentación infantil y prácticas alimentarias de madres de familia con
niños de 1- 2 años de edad” realizada en San Pedro de Lloc, encontró
que el nivel de conocimiento sobre alimentación infantil es deficiente en
el mayor porcentaje de madres (63,3%) y que el 51 por ciento de las
mismas realizan prácticas alimentarias inadecuadas, además existe
relación estadística altamente significativa entre el nivel de conocimiento
sobre alimentación infantil y las prácticas alimentarias.
En el estudio realizado por Cárdenas (2010), denominado
“Relación entre el nivel de conocimientos en madres sobre alimentación
complementaria y estado nutricional de niños de 6 a 24 meses” realizado
16
sobre alimentación complementaria alto; el 45 por cierto, nivel medio; y
el 15 por cierto nivel bajo.
Así mismo, los resultados de un estudio realizado en Huancayo
por Unsihuay (2009), acerca del “Conocimiento materno sobre
alimentación complementaria y estado nutricional en el lactante menor
en la Comunidad Santa Isabel”, se llegó a la conclusión que el 19,0 por
cierto de madres tienen un nivel alto de conocimiento sobre alimentación
complementaria; el 43,2 por ciento, un nivel bajo; y el 37,8 por ciento, un
nivel bajo.
El inicio de la alimentación complementaria después de los cuatro
meses, la calidad del primer alimento introducido, y la diversidad de la
dieta complementaria predicen mejor estado nutricional (p< 0.05). La
falta de conocimiento básico nutricional y algunas creencias erradas
llevan a que al menos 50 por ciento de las madres tengan prácticas de
alimentación inadecuadas. Se sugiere concentrar nuevas intervenciones
en las creencias que limitan las buenas prácticas.
En la investigación realizada por Alvarado y colaboradores llevada
a cabo en Caracas, titulada “Creencias maternas, prácticas de
alimentación y estado nutricional en niños Afro-Colombianos” Se
muestra una prevalencia de desnutrición aguda; 2,6 por ciento, y una
prevalencia de 9,8 por ciento de desnutrición crónica. El inicio de la
alimentación complementaria después de los 4 meses, la calidad del
primer alimento introducido, y la diversidad de la dieta complementaria
17
básico nutricional y algunas creencias erradas llevan a que al menos 50
por ciento de las madres tengan prácticas de alimentación inadecuadas.
Se sugiere concentrar nuevas intervenciones en las creencias que
limitan las buenas prácticas.
Los resultados de los estudios de investigación establecen que el
nivel de conocimiento sobre alimentación complementaria es un factor
determinante para que exista una mala nutrición en los lactantes. Es por
ello que se considera necesario y de gran importancia la orientación e
información confiable, brindada a la familia por el personal sanitario
mediante las acciones de promoción y prevención de salud y de esta
manera, contrarrestar la malnutrición existente en nuestro país.
Según la OMS (2006), cuando la leche materna deja de ser
suficiente para atender las necesidades nutricionales del lactante hay
que añadir alimentos complementarios a su dieta. La transición de la
lactancia exclusivamente materna a la alimentación complementaria
abarca generalmente el periodo que va de los 6 - 18 a 24 meses de
edad, y es una fase de gran vulnerabilidad, cuando para muchos niños
empieza la malnutrición, y de las que más contribuye a la alta
prevalencia de la malnutrición en los menores de 5 años de todo el
mundo.
La alimentación complementaria debe introducirse en el momento
adecuado, lo cual significa que todos los niños deben empezar a recibir
otros alimentos, además de la leche materna, a partir de los 6 meses a
18
suficiente, lo cual significa que los alimentos deben tener una
consistencia y variedad adecuadas, y administrarse en cantidades
apropiadas y con una frecuencia adecuada, que permita cubrir las
necesidades nutricionales del niño en crecimiento, sin abandonar la
lactancia materna (OMS, 2006).
De acuerdo a lo expuesto, inferimos que una adecuada
alimentación y nutrición durante los primeros años de vida resulta
fundamental para el óptimo crecimiento y desarrollo del niño.
Especialmente entre las edades de 6 a 24 meses es importante dado el
rápido crecimiento de los niños, que condiciona elevados requerimientos
nutricionales, y que muchas veces esta sumado a una capacidad de
ingesta limitada en volumen, o un aporte en exceso de alimentos esta
etapa presenta en sí misma una alta vulnerabilidad nutricional.
Por lo que en estas edades necesitan el aporte de otros
micronutrientes que la leche materna no les otorga en la cantidad
necesaria según los requerimientos nutricionales los cuales deben estar
presentes en la alimentación complementaria.
Por lo tanto, es necesario establecer cuanto y que saben las
madres sobre alimentación complementaria para ayudar a dar solución a
los problemas que están presentes durante este proceso de introducción
de nuevos alimentos porque de no ser tratados oportunamente
generaran otros problemas en el estado de salud del niño (OPS y OMS,
19
Teniendo en cuenta la investigación se considera trascendental
que el personal de enfermería que labora en el Primer Nivel de Atención
debe intervenir oportunamente en las madres de los niños que están en
la etapa de la alimentación complementaria porque se evidencia un
panorama de riesgo en el que es necesario mejorar la consejería a la
madre a fin de fomentar una adecuada nutrición en este grupo
poblacional vulnerable mediante la implementación de estrategias
preventivo – promocionales sobre alimentación complementaria
Asimismo, podemos decir que las costumbres en cuanto a la
incorporación de la alimentación complementaria no es la adecuada en
el caserío de Chuquizongo, ya que diversas razones conllevan a que las
madres inicien la alimentación complementaria antes de los 6 meses.
A partir de uno de los núcleos investigativos interfacultades PIC
N° 09 de la Universidad Nacional de Trujillo y su proyecto investigativo
“Promoción del Desarrollo Humano Sostenible desde la Revaloración de
los Sistemas de Producción en el Valle de Coina y Chuquizongo, distrito
de Usquil, provincia de Otuzco” se desarrolla el Componente Salud y
Nutrición, al cual pertenece esta investigación y tiene como objetivo
explicar la dinámica sanitaria a partir del conocimiento y práctica
nutricional, el acceso a alimentos sanos y nutritivos propios de la zona
que mejoren la nutrición del niño.
Finalmente, el presente proyecto busca investigar el conocimiento
materno sobre alimentación complementaria relacionado con el estado
20
Chuquizongo, la cual permitirá obtener información para priorizar
estrategias de atención en enfermería para el lactante y su madre, y de
esta manera contribuir en la construcción de las adecuadas prácticas
alimentarias.
Además va a permitirnos la elaboración de intervenciones de
enfermería más ajustadas y eficaces en el cuidado de los lactantes en
cuanto a su nutrición. Por otro lado la enfermera como profesional del
equipo de Salud, basada en sus conocimientos, habilidades y destrezas
adquiridas cumple con su objetivo de Promoción de la Salud.
PROBLEMA
¿Cuál es la relación entre el nivel de conocimiento de las madres sobre
alimentación complementaria en el estado nutricional de niños menores
21 OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Establecer la relación que existe entre el nivel conocimiento
materno sobre alimentación complementaria y el estado
nutricional de niños menores de 2 años en el Caserío de
Chuquizongo
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Identificar el nivel de conocimiento sobre alimentación
complementaria de las madres.
- Determinar el estado nutricional de los niños menores de 2 años
según T/E.
- Determinar el estado nutricional de los niños menores de 2 años
22
II. MATERIAL Y MÉTODO
2.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN
El presente estudio es de tipo cuantitativo, método descriptivo
correlacional (Hernández y col., 2003), con el objetivo de establecer la
relación que existe entre el nivel conocimiento materno sobre
alimentación complementaria y el estado nutricional de niños menores
de 2 años que asisten al Puesto de Salud del Caserío de Chuquizongo
2.2. POBLACIÓN DE ESTUDIO.
2.2.1 UNIVERSO
La población de estudio estuvo constituida por 141 lactantes de 6
a 24 meses del Caserío de Chuquizongo. (FUENTE: Informe PIC
Nº 09 - UNT, 2015)
2.2.2 MUESTRA
Constituida por 110 lactantes de 6 a 24 meses y sus madres.
Para determinar el tamaño de la muestra se hizo uso de la
fórmula estadística que brinda el muestreo aleatorio simple
(ANEXO 1)
2.3. CRITERIOS DE INCLUSIÓN
Las madres que accedan a participar de la investigación y los lactantes
menores de dos años de ambos sexos que reciben alimentación
23 2.4. UNIDAD DE ANÁLISIS
La unidad de análisis fueron las madres y los lactantes menores de 2
años, que cumplieron con los criterios de inclusión.
2.5. INSTRUMENTOS
Para la recolección de datos de la presente investigación se utilizaron
dos instrumentos:
2.5.1. HOJA DE REGISTRO:
Instrumento elaborado por las autoras, considera la siguiente estructura
(ANEXO 2):
- Nombre de la Madre
- Datos del Lactante: Nombre, Fecha de nacimiento, Edad, Sexo,
Peso, Talla, Estado nutricional.
Calificación:
Se usaron los valores estándares de acuerdo a las tablas de
valoración nutricional antropométrica para niñas y niños menores
de 5 años del Ministerio de Salud (ANEXO 3).
2.5.2. ENCUESTA NIVEL DE CONOCIMIENTO SOBRE
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
Instrumento elaborado por las autoras teniendo en cuenta los
Lineamientos de Nutrición de la Niña o Niño Menor de 2 años
24
La encuesta cuenta con 20 preguntas de respuestas múltiples,
con una única respuesta correcta, la cual vale 1 punto; y las
incorrectas 0 puntos (ANEXO 04).
Calificación:
La encuesta se clasificó de acuerdo a la siguiente escala:
- Alto: 15 – 20
- Regular: 8 – 14
- Deficiente: 0 – 7
2.6. CONTROL DE CALIDAD DE LOS DATOS
2.6.1 VALIDEZ
Para la validez se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson,
se hizo el análisis de ítems, cuyos resultados fueron mayores a
0.21, considerando válido el instrumento (ANEXO 5).
2.6.2 CONFIABILIDAD
El instrumento de recolección de datos “Nivel de conocimiento
materno sobre alimentación complementaria” fue sometido a una
prueba de confiabilidad (ANEXO 6) para la cual se utilizó el alfa
de Crombach obteniéndose los siguientes resultados.
Título de instrumento Valor de alfa de
Crombach
Nº de casos
Nº de ítems “Nivel de conocimiento materno sobre
25 2.7. PROCEDIMIENTO
- Se realizó un plan de trabajo y se entregó al Director del Proyecto de
Investigación Científica N° 9: “Promoción del Desarrollo Humano
Sostenible desde la Revaloración de los Sistemas de Producción en
los Valles de Coina y Chuquizongo” (PIC N° 09 2013 - UNT) para la
autorización de salida de campo y subvención para los respectivos
gastos.
- Se coordinó con el personal a cargo del Puesto de Salud de
Chuquizongo para solicitar el permiso y podamos tener la
información necesaria del estado de nutricional de los lactantes
menores de 2 años.
- Se coordinó con la enfermera responsable de niño para solicitar el
padrón de niños y niñas pertenecientes al grupo de investigación.
- Se solicitó el permiso y autorización voluntaria de las madres
seleccionadas para contar con su participación en la presente
investigación (ANEXO 7).
- Se coordinó con las madres el llenado de la encuesta, de acuerdo a
su disponibilidad de tiempo, explicando el propósito del trabajo de
investigación a realizar.
- Se aplicó las encuestas, en su mayoría, a través de la visita
domiciliaria y algunas en el establecimiento de salud en un tiempo
de 20 minutos.
26
- Se presentó un informe detallado de las actividades realizadas el cual
de entregará al Director de PIC N° 09 2013 – UNT.
2.8. PROCESAMIENTO DE LOS DATOS
La información recolectada a través del instrumento utilizado fue
ingresada y procesada en el programa estadístico SPSS por Windows
versión 22. Los resultados obtenidos se mostraron en tablas simples y
de doble entrada, de forma numérica y porcentual. Así mismo, para el
análisis estadístico se utilizó la prueba Chi cuadrado, teniendo en cuenta
que la relación es significativa, si la probabilidad de equivocarse es
menor a 5% (p < 0,05)
2.9. DEFINICIÓN DE VARIABLES
2.9.1 VARIABLE INDEPENDIENTE: Conocimiento materno
a) Definición nominal o conceptual:
Es la noción y experiencia, lograda y acumulada por la madre
sobre alimentación que va alcanzando en el transcurso de su vida
mediante una buena recolección de datos o una correcta
información, que le ayudará a mantener la salud de sus hijos,
prevenir y evitar las complicaciones (OPS y OMS, 2011).
b) Definición operacional:
Es la información de la madre al momento de la aplicación de la
27 - Alto: 15 – 20
- Regular: 8 – 14
- Deficiente: 0 – 7
2.9.2 VARIABLE DEPENDIENTE: Estado nutricional
a) Definición nominal o conceptual:
Es la condición en la que se encuentra el organismo de acuerdo a
los nutrientes que se consumen, resultando un estado nutricional
adecuado o inadecuado y puede ser medido a través de la talla y
el peso (MINSA, 2013).
b) Definición operacional:
PESO PARA LA TALLA
Peso Clasificación
< al peso correspondiente a -3 DE Desnutrido severo al peso correspondiente a -3 DE Desnutrido
Esta entre los valores de peso de -2
DE y 2 DE Normal
≤ al peso correspondiente a 3 DE Sobrepeso
> al peso correspondiente a 3 DE Obesidad
PESO PARA LA EDAD
Peso Clasificación
< al peso correspondiente a -2 DE Desnutrido
Esta entre los valores de peso de -2
DE y 2 DE Normal
28
TALLA PARA LA EDAD
Talla Clasificación
< a la talla correspondiente a -3 DE Talla baja severa a la talla correspondiente a -2 DE Talla baja
Esta entre los valores de talla de -2
DE y 2 DE Normal
> a la talla correspondiente a 2 DE Talla alta
2.10. CONSIDERACIONES ÉTICAS Y DE RIGOR
En el presente estudio se tomó como base a los tres principios
fundamentales de la ética: autonomía, beneficencia y justicia, que tiene
como finalidad proteger los derechos de la persona y a la vez asegurar
la calidad y la objetividad de la investigación (Canales y col., 2008).
Principio de Autonomía:
Todo ser humano es autónomo, por lo cual se hará conocer a las
madres participantes sobre la naturaleza del estudio facilitando
así la toma de decisión y/o libertad de participar o no en la
investigación, para lo cual se les solicitará el consentimiento
informado a través del documento que detalló todos los
pormenores del estudio (Canales y col., 2008) (Anexo 06).
Principio de Beneficencia y No Maleficencia:
Se lograrán los máximos beneficios y redujo al mínimo el daño y
la equivocación; además de evitar cualquier incomodidad durante
el estudio, garantizando del mismo modo la privacidad,
29
la misma sólo la manejarán las investigadoras (Canales y col.,
2008).
Principio de Justicia:
Se tratará a cada persona participante de acuerdo con lo que es
moralmente correcto y apropiado, se consideró igualdad de
30
III. RESULTADOS
Tabla 1: Nivel de conocimiento materno sobre alimentación complementaria.
Caserío de Chuquizongo, 2016.
NIVEL DE
CONOCIMIENTO
Nº %
BUENO 51 46,4
REGULAR
DEFICIENTE
51
9
46,4
7,2
TOTAL 110 100,0
31
Tabla 2: Peso para la Edad en niños de 6 a 24 meses. Caserío de
Chuquizongo, 2016.
P/E Nº %
NORMAL 106 96.4
DESNUTRIDO 4 3.6
TOTAL 110 100,0
32
Tabla 3: Talla para la Edad en niños de 6 a 24 meses. Caserío de
Chuquizongo, 2016.
T/E Nº %
NORMAL 89 80.9
BAJA 21 19.1
TOTAL 110 100,0
33
Tabla 4: Peso para la edad de niños de 6 a 24 meses y nivel de conocimiento
materno sobre alimentación complementaria. Caserío de Chuquizongo,
2016.
P/E
NIVEL DE CONOCIMIENTO
TOTAL
BUENO REGULAR DEFICIENTE
Nº % Nº % Nº % Nº %
NORMAL 51 46,4 50 45,5 5 4,5 106 96,4
DESNUTRIDO 0 0,0 1 0,9 3 2,7 4 3,6
TOTAL 51 46,4 51 46,4 8 7,2 110 100,0
Fuente: Cuestionario: Conocimiento materno sobre alimentación complementaria y Diagnostico nutricional según tablas de valoración nutricional
34
Tabla 5: Talla para la edad de niños de 6 a 24 meses y nivel de conocimiento
materno sobre alimentación complementaria. Caserío de
Chuquizongo, 2016.
CONOCIMIENTO
Total
BUENO REGULAR DEFICIENTE
T/E Nº % Nº % Nº % Nº %
TALLA BAJA 5 4,5 9 8,2 7 6,3 21 19,1
NORMAL 46 41,9 42 38,2 1 0,9 89 80,9
TOTAL 51 46,4 51 46,4 8 7,2 110 100,0
Fuente: Cuestionario: Conocimiento materno sobre alimentación complementaria y Diagnostico nutricional según tablas de valoración nutricional
35
IV. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
Una adecuada alimentación durante los primeros años de vida es
fundamental para asegurar el crecimiento y desarrollo del niño y
mantener la salud durante la etapa adulta. Es recomendable que a partir
del sexto mes de vida se inicie un proceso de incorporación paulatino de
alimentos con consistencia apropiada para la edad de los niños, con el
propósito de responder a mayores requerimientos nutricionales de los
niños y prevenir la desnutrición (MINSA, 2013). El conocimiento de la
madre sobre alimentación complementaria ayuda a mantener la salud de
sus hijos y prevenir enfermedades; éste depende de factores, como, el
grado de instrucción, experiencias previas en el cuidado de niños y
conocimientos que se adquieren de los profesionales de la salud, entre
otros (OMS/OPS, 2011).
La tabla 1, sobre el nivel de conocimiento materno en
alimentación complementaria, muestra que el 46,4 por ciento de madres
tienen un nivel de conocimiento adecuado sobre alimentación
complementaria; de igual manera el 46,4 por ciento de madres que
tienen un conocimiento regular sobre alimentación complementaria;
mientras que el 7,2 por ciento, tiene un nivel de conocimiento deficiente.
Estos resultados son similares a los encontrados en el estudio “Relación
entre el nivel de conocimientos en madres sobre alimentación
complementaria y estado nutricional de niños de 6 a 24 meses”,
realizado por Cárdenas en Lima (2010), quien reporta un 40,0 por ciento
de madres tiene conocimiento alto; el 45,0 por ciento, nivel medio; y el
36
Sin embargo, difieren del estudio “Conocimiento materno sobre
alimentación complementaria y estado nutricional en el lactante menor
en la Comunidad Santa Isabel”, realizado en Huancayo por Unsihuay
(2009), en la que llegó a la conclusión que el 19,0 por ciento de madres
tienen un nivel alto de conocimiento sobre alimentación complementaria;
el 43,2 por ciento, un nivel bajo; y el 37,8 por ciento, un nivel bajo.
El conocimiento es un conjunto de información que la persona
adquiere como resultado de la experiencia, la sumatoria de saberes que
se poseen sobre un aspecto de la realidad que se obtiene a través de un
proceso de aprendizaje que ayudará a cambiar las opiniones. Todo
conocimiento es objetivo y subjetivo a la vez; objetivo, porque
corresponde a la realidad; subjetivo, porque está impregnado de
elementos pensantes implícitos en el acto cognoscitivo. El conocimiento
vincula procedimientos mentales con actividades prácticas (Bunge,
2011).
En relación a ello, existen factores que permiten saber si las
personas tienen la capacidad de entender lo relacionado con el cuidado
de la salud, está demostrado que el alto nivel de conocimiento en
diferentes temas de salud como la alimentación del niño está asociado
con el grado de instrucción de la persona pues refieren una mayor
comprensión sobre el tema, mientras que las personas con un nivel bajo de instrucción tienen más dificultades para aprenderlo (Hidalgo, 2012)
37
De otro lado, la madre es la principal proveedora de asistencia
sanitaria en la familia y quien debe tener el suficiente conocimiento para
enfrentar con responsabilidad los cuidados que el niño requiere. Por
tanto, la madre al tener alto conocimiento sobre alimentación, brinda
mejores cuidados al niño que favorecen su óptimo crecimiento y
desarrollo a nivel cognitivo, emocional y social (Menenghello, 2010).
Ante lo expuesto, el Ministerio de la Mujer y el Desarrollo Social
(2011) afirma que en la región de la costa las madres tienen un mayor
de nivel de conocimientos en relación a las madres de la sierra. Esto
probablemente esté relacionado con la cultura, la desigualdad de género
y la falta de acceso a la educación y servicios de salud en algunas
regiones de la sierra del Perú. Si bien es cierto se ha implementado
estrategias de solución, pero los resultados no son totalmente
satisfactorios, ya que sigue siendo aún un problema.
Concluimos que la mayoría de las madres tienen un nivel de
conocimiento adecuado y regular sobre alimentación complementaria a
pesar del grado de instrucción que tengan, lo cual es probablemente
debido a sus constantes asistencias a los controles periódicos de sus
niños, en donde la enfermera responsable les realiza el control de
crecimiento y desarrollo y a la vez las educa sobre la adecuada
alimentación que debe recibir el niño o niña según su etapa de vida.
En la tabla 2, sobre el estado nutricional de niños de 6 a 24
meses, según el indicador Peso para la Edad (P/E), se observa que el
38
que el 3,6 por ciento, están desnutridos; resultados que están
relacionados con lo expuesto por Sandoval (2011), quien menciona que
el indicador peso-edad permite evaluar el crecimiento lineal del lactante
siendo influido por factores como la nutrición, factores genéticos,
hormonales, ambientales socioeconómicos y culturales lo cual se ve
reflejado en una peso normal para la edad. Refleja la masa corporal
alcanzada en relación con la edad cronológica. Es un índice compuesto,
influenciado por la estatura y el peso relativo (OMS, 2012).
El indicador nutricional Peso para la edad, refleja la masa corporal
alcanzada en relación con la edad cronológica. Es un índicecompuesto,
influenciado por la estatura y el peso relativo. (UNICEF, 2012)
El peso para la edad refleja el peso corporal en relación a la edad
del niño en un día determinado. Este indicador se usa para evaluar si un
niño presenta bajo peso y bajo peso severo; pero no se usa para
clasificar a un niño con sobrepeso u obesidad. Debido a que el peso es
relativamente fácil de medir, comúnmente se usa este indicador, pero no
es confiable en los casos en los que la edad del niño no puede
determinarse con exactitud. Es importante señalar también que un niño
puede estar desnutrido debido a que tiene longitud/talla pequeña (talla
baja) o está muy delgado o tiene ambos problemas (OMS, 2008).
La Sociedad Española de Pediatría (2011) menciona que el
indicador peso-edad permite evaluar el crecimiento lineal del lactante
39
hormonales, ambientales socioeconómicos y culturales lo cual se ve
reflejado en un peso normal para la edad.
López (2011) refiere que los factores genéticos tiene un papel
muy importante en el crecimiento de un individuo, pues después del
nacimiento sigue con la misma carga genética que traía desde el
momento de la concepción, sin embargo se pueden presentar algunas
alteraciones de los cromosomas o de los genes y producir enfermedades
que provocan alteraciones en el crecimiento del niño.
De los resultados obtenidos concluimos que la mayoría de los
niños evaluados presentan un peso para la edad normal, probablemente
debido a que hoy en día la accesibilidad a los servicios de salud, permite
que la madre adquiera conocimiento sobre la alimentación a través de
programas educativos y/o consejerías, dando como resultado que tomen
en cuenta que la calidad de los alimentos es indispensable para el
crecimiento y desarrollo de los niños y no la cantidad.
El estado nutricional según peso para la edad es un indicador
primario que corresponde a la relación entre el peso real del niño y su
peso teórico normal expresado en porcentaje. Este indicador se utiliza
para medir la desnutrición global.
En la tabla 3, sobre el estado nutricional de niños de 6 a 24
meses, según el indicador Talla para la Edad (T/E), el 80,9 por ciento de
los niños tiene talla normal; mientras que el 19,1 por ciento, talla baja.
Resultados que están relacionados con lo dicho por la OMS, la cual
40
edad del niño en una visita determinada. Este indicador permite
identificar niños con retardo en el crecimiento (talla baja) debido un
prolongado aporte insuficiente de nutrientes o enfermedades
recurrentes. También puede identificarse a los niños que son altos para
su edad, sin embargo la talla alta en raras ocasiones es un problema, a
menos que este aumento sea excesivo y pueda estar reflejando
desordenes endocrinos no comunes (OMS, 2010).
Los resultados del presente estudio, son similares a los
encontrados por Campos y Guerra (2013) en Huamachuco, en el estudio
sobre “Conocimientos en madres primíparas sobre alimentación
complementaria y estado nutricional del lactante” donde el 61,0 por
ciento de los lactantes tienen talla normal y el 39,0 por ciento, talla baja.
Por otro lado los resultados contrastan a lo reportado por Castillo
y Goicochea (2010), en el estudio “Nivel de información materna sobre
alimentación complementaria y su relación con el estado nutricional de
lactantes en el Hospital Leoncio Prado, Huamachuco” quienes
encontraron que el indicador talla para la edad muestra que el 53,8 por
ciento de lactantes tienen talla para la edad normal; el 41,0 por ciento,
talla baja; y el 5,1 por ciento, talla alta.
El indicador talla – edad permite evaluar el crecimiento lineal del
lactante, siendo influido por factores genéticos, hormonales,
ambientales, socioeconómicos y culturales los cuales se ven reflejados
en una talla normal para la edad. Sin embargo los factores genéticos
41
después del nacimiento el individuo sigue con la misma carga genética
que traía desde el momento de la concepción (López, 2011).
El indicador talla para la edad refleja el crecimiento lineal del niño,
alcanzado en relación con la edad cronológica y sus déficits. Se
relaciona con alteraciones del estado nutricional y la salud a largo plazo
(UNICEF, 2012).
La nutrición también influye en el crecimiento, debido a que una
adecuada nutrición durante la infancia y niñez temprana es esencial para
asegurar que los niños alcancen todo su potencial en relación al
crecimiento, salud y desarrollo. Las deficiencias nutricionales tempranas
también han sido vinculadas con problemas que comprometen el
crecimiento y la salud a largo plazo. La desnutrición durante los primeros
dos años de vida es causa de desnutrición crónica, la cual provocará
que el adulto no alcance su potencial para el crecimiento en talla y que
sea varios centímetros más bajo (OMS, 2012).
Durante toda la vida, la alimentación juega un papel esencial en el
desarrollo del niño, pero aún más en momentos de crecimiento
acelerado. Durante el primer año, la lactancia materna, la introducción
de alimentos nuevos y la transición a la comida de los mayores deben
controlarse para evitar problemas de nutrición (Pereyra, 2008).
La adecuada alimentación durante la infancia es fundamental para
el desarrollo del potencial genético completo del niño. El período entre el
nacimiento y los dos años de vida se convierten en crítico para la
42
inmediatas de la desnutrición durante estos años formativos incluyen en
una morbimortalidad aumentada y un desarrollo mental retardado
(MINSA, 2012).
Es así que concluimos que la talla final que alcance el niño
dependerá mucho de una alimentación equilibrada, la que le permitirá
desarrollar al máximo su potencial genético. Mientras no concurran
factores externos que lo impidan, el niño crecerá lo que le permita su
potencial genético.
La tabla 4 sobre la relación entre peso para la edad (P/E) de
niños de 6 a 24 meses y nivel de conocimiento materno sobre
alimentación complementaria, muestra que del grupo de madres con un
nivel alto de conocimiento; el 46,4 por ciento tiene peso normal; mientras
ninguno presenta desnutrición. En el grupo de madres con conocimiento
regular; el 45,5 por ciento tienen niños con peso normal; y el 0,9 por
ciento, desnutridos. Mientras que del grupo de madres con
conocimientos deficientes sobre alimentación complementaria; el 4,5 por
ciento de niños tiene peso normal; y el 2.7 por ciento, desnutridos.
Al relacionar las variables sobre nivel de conocimiento materno
en alimentación complementaria y estado nutricional del lactante menor
de 2 años, según Peso para la Edad (P/E), se encuentra que existe
relación altamente significativa entre ambas variables, lo cual es
evidenciado al aplicar la prueba estadística de Chi cuadrado, dado el
43
Los resultados del presente estudio, son similares a los
encontrados por Campos y Guerra (2013) en Huamachuco, en el estudio
sobre “Conocimientos en madres primíparas sobre alimentación
complementaria y estado nutricional del lactantes en el Puesto de Salud
Puente Piedra”; donde se encontró que existe una relación significativa
entre el nivel de conocimiento materno y el estado nutricional según
peso – edad de lactantes.
Sin embargo difieren a los expuesto por Segura y Vásquez (2016)
en su investigación “Conocimiento materno sobre alimentación
complementaria en la nutrición del lactante”, donde muestra que no
existe una relación significativa entre el nivel de conocimiento materno y
el estado nutricional de lactantes, según el indicador peso – edad.
De igual manera observamos que no existen niños con sobrepeso
u obesidad; resultados que están relacionados con lo expuesto por
Krause (2009), quien resalta la importancia del conocimiento materno
en la alimentación del lactante, para construir los hábitos saludables que
son comportamientos o conductas que resultan de prácticas repetidas
inducidas por ideas, creencias, valores que se aprenden, y que se
manifiestan en maneras de actuar y de comportarse; y que cuando se
integran a la vida diaria constituyen un estilo de vida.
Es por esto que resaltamos la importancia del conocimiento
materno en la alimentación del lactante, para construir los hábitos
saludables que resultan de prácticas repetidas inducidas por ideas,