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Es el más pequeño

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Academic year: 2019

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(1)

Poesía

en

Andalucía

Himno de Andalucía

La bandera blanca y verde vuelve, tras siglos de guerra, a decir paz y esperanza,

bajo el sol de nuestra tierra. ¡Andaluces, levantaos!

¡Pedid tierra y libertad! ¡Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad! Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos

hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos.

(2)

Cádiz, salada claridad... Granada,

agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada

Málaga, cantaora.

Almería dorada...

Plateado Jaén... Huelva: la orilla

de las Tres Carabelas

Y Sevilla.

ANDALUCIA

Manuel Machado

Es el más pequeño de todos, el último.

Pero no le digáis nada; dejadle que juegue.

Es más chico que los demás, y es un niño callado.

Al balón apenas si puede darle con su bota pequeña.

Juega un rato y luego pronto le olvidan.

Todos pasan gritando, sofocados, enormes,

y casi nunca le ven. Él golpea una vez,

y después de mucho rato otra vez,

y los otros se afanan, brincan, lucen, vocean.

Es el más pequeño

(3)

Toma y toma la llave de Roma,

porque en Roma hay una calle,

en la calle hay una casa,

en la casa hay una alcoba,

en la alcoba hay una cama,

en la cama hay una dama,

una dama enamorada,

que toma la llave,

que deja la cama,

que deja la alcoba,

que deja la casa,

que sale a la calle,

que toma una espada,

NOCTURNO

Rafael Alberti

que corre en la noche,

matando al que pasa,

que vuelve a su calle,

que vuelve a su casa,

que sube a su alcoba,

que se entra en su cama,

que esconde la llave,

que esconde la espada,

quedándose Roma

sin gente que pasa,

(4)

Aceitunero que estás

vareando los olivos,

¿me das tres aceitunitas

para que juegue mi niño?

Muy contento se las diera

si el dueño del olivar,

señora, lo permitiera.

El olivar

Rafael Alberti

Duerme la calma en el puerto

bajo su colcha de laca,

mientras la luna en el cielo

clava sus anclas doradas.

¡Corazón,

rema!

MEDIA NOCHE

(Málaga, 6 de enero)

(5)

No es lo que está roto, no,

el agua que el vaso tiene:

lo que está roto es el vaso

y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no

la luz que sujeta al día:

lo que está roto es el tiempo

y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no

la sangre que te levanta:

lo que está roto es tu cuerpo

y en el sueño te derramas.

CANCIÓN

No es lo que está roto, no,

la caja del pensamiento:

lo que está roto es la idea

que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,

ni el campo que Él ha creado:

lo que está roto es el hombre

que no ve a Dios en su campo.

(6)

Verdor nuevo los espinos

tienen ya por la colina,

toda de púrpura y nieve

en el aire estremecida.

Cuántos cielos florecidos

les has visto; aunque a la cita

ellos serán siempre fieles,

tú no lo serás un día.

Antes que la sombra caiga,

aprende cómo es la dicha

ante los espinos blancos

y rojos en flor. Ve. Mira.

LOS ESPINOS

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

(7)

Sombra hecha de luz,

que templando repele,

es fuego con nieve

el andaluz.

Enigma al trasluz,

pues va entre gente solo,

es amor con odio

el andaluz.

Oh hermano mío, tú.

Dios, que te crea,

será quién comprenda

al andaluz.

EL ANDALUZ

Luis Cernuda

Amanecía

en el naranjel.

Abejitas de oro

buscaban la miel.

¿Dónde estará

la miel?

Está en la flor azul,

Isabel.

En la flor,

del romero aquel.

(Sillita de oro

para el moro.

Sillita de oropel

para su mujer.)

Amanecía

en el naranjel.

Cancioncilla sevillana

(8)

Mamá.

Yo quiero ser de plata.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Yo quiero ser de agua.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí!

¡Ahora mismo!

CANCION TONTA

Federico García Lorca

Salen los niños alegres

de la escuela,

poniendo en el aire tibio

del abril canciones nuevas.

¡Qué alegría tiene el hondo

silencio de la calleja!

Un silencio hecho pedazos

por risas de plata nueva.

Canción primaveral

(9)

Mariposa del aire,

qué hermosa eres,

mariposa del aire

dorada y verde.

Luz del candil,

mariposa del aire,

¡quédate ahí, ahí, ahí!

No te quieres parar,

pararte no quieres.

Mariposa del aire

dorada y verde.

Luz de candil,

mariposa del aire,

¡quédate ahí, ahí, ahí!.

¡Quédate ahí!

Mariposa, ¿estás ahí?

Mariposa

Federico García Lorca

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verde ramas.

El barco sobre la mar

y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

ella sueña en su baranda,

verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

las cosas la están mirando

y ella no puede mirarlas...

Romance Sonámbulo

(10)

He venido por la senda

con un ramito de rosas

del campo. Tras la montaña

nacía la luna roja;

la suave brisa del río

daba frescura a la sombra;

un sapo triste cantaba

en su flauta melodiosa;

sobre la colina había

una estrella melancólica...

He venido por la senda

con un ramito de rosas.

HE VENIDO

POR LA SENDA

Juan Ramón Jiménez

El ojo que ves no es

ojo porque tú lo veas;

es ojo porque te ve.

(11)

Verde, lenta, la tortuga.

¡Ya se comió el perejil,

la hojita de la lechuga!

¡Al agua, que el baño está

rebosando!

¡Al agua

pato!

Y sí que nos gusta a mí

y al niño ver la tortuga

tontita y sola nadando.

Rafael Alberti

NANA DE LA TORTUGA

La niña que se va al mar

¡Qué blanca lleva la falda

la niña que se va al mar!

¡Ay niña, no te la manche

la tinta del calamar!

¡Qué blancas tus manos, niña,

que te vas sin suspirar!

¡Ay niña, no te las manche

la tinta del calamar!

¡Qué blanco tu corazón

y qué blanco tu mirar!

¡Ay niña, no te los manche

la tinta del calamar!

(12)

VERDE, LENTA, LA TORTUGA.

¡YA SE COMIÓ EL PEREJIL,

LA HOJITA DE LA LECHUGA!

¡AL AGUA, QUE EL BAÑO ESTÁ

REBOSANDO!

¡AL AGUA

PATO!

Y SÍ QUE NOS GUSTA A MÍ

Y AL NIÑO VER LA TORTUGA

TONTITA Y SOLA NADANDO.

Rafael Alberti

NANA DE LA TORTUGA

VEGA EN CALMA

Cielo gris.

suelo rojo...

De un olivo a otro

vuela el tordo.

(En la tarde hay un sapo

de ceniza y de oro.)

Suelo gris.

Cielo rojo...

Quedó la luna enredada

en el olivar.

¡Quedó la luna olvidada!

Emilio Prados

(13)

Un hombre sin cabeza

no puede usar sombrero.

Pero éste no es

su mayor problema:

no puede pensar,

no puede leer,

no puede cantar,

no puede comer.

No puede escuchar,

ni puede entender,

que para amar y besar

cabeza se ha de tener.

UN HOMBRE SIN CABEZA

Rafael Alberti

La plaza tiene una torre,

la torre tiene un balcón,

el balcón tiene una dama,

la dama una blanca flor.

Ha pasado un caballero

- ¡quién sabe por qué pasó! -,

y se ha llevado la plaza

con su torre y su balcón,

con su balcón y su dama,

su dama y su blanca flor.

(14)

EL MAR LA MAR

Rafael Alberti

El mar. La mar.

El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre,

a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste

del mar?

En sueños, la marejada

me tira del corazón.

Se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste

acá?

PREGÓN

¡Vendo nubes de colores:

las redondas, coloradas,

para endulzar los calores!

¡Vendo los cirros morados

y rosas, las alboradas,

los crepúsculos dorados!

¡El amarillo lucero,

cogido a la verde rama

del celeste duraznero!

¡Vendo la nieve, la llama

y el canto del pregonero!

(15)

Si mi voz muriera en tierra,

llevadla al nivel del mar

y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar

y nombradla capitana

de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada

con la insignia marinera:

sobre el corazón de un ancla

y sobre el ancla una estrella

y sobre la estrella el viento

y sobre el viento la vela !

Rafael Alberti

Se despertó una mañana.

Soy la yerba,

llena de agua.

Me llamo yerba. Si crezco,

puedo llamarme cabello.

Me llamo yerba. Si salto,

puedo ser rumor de árbol.

Si grito, puedo ser pájaro.

Si vuelo...

(Hubo temblores de yerba

aquella noche en el cielo.)

SE DESPERTÓ UNA MAÑANA

Rafael Alberti

(16)

Creemos el hombre nuevo cantando.

El hombre nuevo de España, cantando.

El hombre nuevo del mundo, cantando.

Canto esta noche de estrellas en que estoy solo, desterrado. Pero en la tierra no hay nadie que esté solo si está cantando.

Al árbol lo acompañan las hojas, y si está seco ya no es árbol. Al pájaro, el viento, las nubes, y si está mudo, ya no es pájaro. Al mar lo acompañan las olas y su canto alegre los barcos. Al fuego, la llama, las chispas

y hasta las sombras cuando es alto. Nada hay solitario en la tierra.

Creemos el hombre nuevo cantando.

Rafael Alberti

Perdido está el andaluz del otro lado del río. -Río, tú que lo conoces:

¿quién es y por qué se vino? Vería los olivares

cerca tal vez de otro río. -Río, tú que lo conoces:

¿qué hace siempre junto al río? Vería el odio, la guerra,

cerca tal vez de otro río. -Río, tú que lo conoces:

¿qué hace solo junto al río? Veo su rancho de adobe del otro lado del río. No veo los olivares del otro lado del río. Sólo caballos, caballos, caballos solos, perdidos. ¡Soledad de un andaluz del otro lado del río!

¿Qué hará solo ese andaluz del otro lado del río?

Rafael Alberti

Balada del andaluz perdido

(17)

... Y ya estarán los esteros

rezumando azul de mar.

¡Dejádme ser, salineros,

granito del salinar!

¡Qué bien, a la madrugada,

correr en las vagonetas,

llenas de nieve salada,

hacia las blancas casetas!

¡Dejo de ser marinero,

madre, por ser salinero!

Rafael Alberti

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

(18)

Pegasos, lindos pegasos,

caballitos de madera...

Yo conocí siendo niño,

la alegría de dar vueltas

sobre un corcel colorado,

en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento

chispeaban las candelas,

y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda

de cobre, lindos pegasos,

caballitos de madera!

Antonio Machado

Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel

se representa a Caín

fugitivo, y muerto Abel,

junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco

truena el maestro, un anciano

mal vestido, enjuto y seco,

que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil

va cantando la lección:

"mil veces ciento, cien mil;

mil veces mil, un millón".

Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de la lluvia en los cristales.

(19)

Es mediodía. Un parque.

Invierno. Blancas sendas;

simétricos montículos

y ramas esqueléticas.

Bajo el invernadero,

naranjos en maceta,

y en su tonel, pintado

de verde, la palmera.

Un viejecillo dice

para su capa vieja:

"¡El sol, esta hermosura

de sol...!" Los niños juegan.

El agua de la fuente

resbala, corre y sueña

lamiendo, casi muda,

la verdinosa piedra.

SOL DE INVIERNO

Antonio Machado

Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar;

pasar haciendo caminos,

caminos sobre la mar.

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante, no hay camino,

sino estelas en la mar.

PROVERBIOS Y CANTARES

(20)

Era un niño que soñaba

un caballo de cartón.

Abrió los ojos el niño

y el caballito no vio.

Con un caballito blanco

el niño volvió a soñar;

y por la crin lo cogía ...

¡Ahora no te escaparás!

Apenas lo hubo cogido,

el niño se despertó.

Tenía el puño cerrado.

¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio

pensando que no es verdad

un caballito soñado.

Y ya no volvió a soñar.

PARÁBOLAS

Pero el niño se hizo mozo

y el mozo tuvo un amor,

y a su amada le decía:

¿Tú eres de verdad o no?

Cuando el mozo se hizo viejo

pensaba: Todo es soñar,

el caballito soñado

y el caballo de verdad.

Y cuando vino la muerte,

el viejo a su corazón

preguntaba: ¿Tú eres sueño?

¡Quién sabe si despertó!

(21)

Por una mirada, un mundo;

por una sonrisa, un cielo;

Por una beso...; ¡yo no sé

qué te diera por un beso!.

POR UNA MIRADA...

Gustavo Adolfo Bécquer

QUÉ ES POESÍA...

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?

Poesía... eres tú.

(22)

(Ella se durmió en la orilla.

Tú, en la cumbre de una rama.)

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA

Se equivocó la paloma.

Se equivocaba.

Por ir al Norte, fue al Sur.

Creyó que el trigo era agua.

Se equivocaba.

Creyó que el mar era cielo;

que la noche, la mañana.

Se equivocaba.

Que las estrellas, rocío;

que la calor, la nevada.

Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;

que tu corazón, su casa.

Se equivocaba.

Rafael Alberti

EL ANDALUZ

Sombra hecha de luz,

que templando repele,

es fuego con nieve

el andaluz.

Enigma al trasluz,

pues va entre gente solo,

es amor con odio

el andaluz.

Oh hermano mío, tú.

Dios, que te crea,

será quién comprenda

al andaluz.

(23)

CANTO RIO CON TUS AGUAS

Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no lloran. Yo nunca seré de piedra. Lloraré cuando haga falta. Lloraré cuando haga falta. Lloraré cuando haga falta. Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no gritan. De piedra, los que no ríen. De piedra, los que no cantan. Yo nunca seré de piedra. Gritaré cuando haga falta. Reiré cuando haga falta. Cantaré cuando haga falta. Canto, río, con tus aguas: Espada, como tú, rio. Como tú también, espada. También, como tú, yo, espada. Espada, como tú, río,

blandiendo al son de tus aguas: De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no gritan. De piedra, los que no ríen. De piedra, los que no cantan.

Rafael Alberti

Por la tarde, ya al subir; por la noche, ya al bajar; yo quiero pisar la nieve azul del jacarandá.

¿ Es azul, tarde delante? ¿Es lila, noche detrás? Yo quiero pisar la nieve azul del jacarandá.

Si el pájaro serio canta que es azul su azulear; yo quiero pisar la nieve azul del jacarandá.

Si el mirlo liliburlero, que es lila su lilear; yo quiero pisar la nieve azul del jacarandá.

Ya nieve azul a la ida, nieve lila al retornar; yo quiero pisar la nieve azul del jacarandá.

Rafael Alberti

(24)

El río Guadalquivir

va entre naranjos y olivos. Los dos ríos de Granada bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor

que se fue y no vino!

El río Guadalquivir

tiene las barbas granates. Los dos ríos de Granada, uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor

que se fue por el aire!

Para los barcos de vela Sevilla tiene un camino; por el agua de Granada sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor

que se fue y no vino!

BALADILLA DE LOS TRES RIOS

Guadalquivir, alta torre y viento en los naranjales, Dauro y Genil, torrecillas muertas sobre los estanques.

¡Ay, amor

que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor

que se fue y no vino!

Llevo azahar, lleva olivas, Andalucía, a tus mares,

¡Ay, amor

que se fue por el aire!

(25)

El lagarto está llorando. La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer su anillo de desposados.

¡Ay, su anillito de plomo, ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente monta en su globo a los pájaros.

(26)

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.

QUÉ ES POESÍA...

Gustavo

Adolfo

Bécquer

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.

QUÉ ES POESÍA...

Gustavo

Adolfo

Bécquer

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.

QUÉ ES POESÍA...

Gustavo

Adolfo

Bécquer

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú.

QUÉ ES POESÍA...

(27)

Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; Por una beso...; ¡yo no sé qué te diera por un beso!.

POR UNA MIRADA...

Gustavo Adolfo Bécquer

Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; Por una beso...; ¡yo no sé qué te diera por un beso!.

POR UNA MIRADA...

Gustavo Adolfo Bécquer

Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; Por una beso...; ¡yo no sé qué te diera por un beso!.

POR UNA MIRADA...

Gustavo Adolfo Bécquer

Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; Por una beso...; ¡yo no sé qué te diera por un beso!.

POR UNA MIRADA...

(28)

PARÁBOLAS

Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía ... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado

PARÁBOLAS

Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía ... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado

PARÁBOLAS

Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía ... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado

PARÁBOLAS

Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía ... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!

(29)

Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera... Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas. ¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!

Antonio Machado

Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera... Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas. ¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!

Antonio Machado

Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera... Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas. ¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!

Antonio Machado

Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera... Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas. ¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!

(30)

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

(31)

Creemos el hombre nuevo cantando.

El hombre nuevo de España, cantando.

El hombre nuevo del mundo, cantando.

Canto esta noche de estrellas en que estoy solo, desterrado. Pero en la tierra no hay nadie que esté solo si está cantando. Al árbol lo acompañan las hojas, y si está seco ya no es árbol. Al pájaro, el viento, las nubes, y si está mudo, ya no es pájaro. Al mar lo acompañan las olas y su canto alegre los barcos. Al fuego, la llama, las chispas y hasta las sombras cuando es alto. Nada hay solitario en la tierra. Creemos el hombre nuevo cantando.

Rafael Alberti

CREEMOS EL HOMBRE NUEVO

Creemos el hombre nuevo cantando.

El hombre nuevo de España, cantando.

El hombre nuevo del mundo, cantando.

Canto esta noche de estrellas en que estoy solo, desterrado. Pero en la tierra no hay nadie que esté solo si está cantando. Al árbol lo acompañan las hojas, y si está seco ya no es árbol. Al pájaro, el viento, las nubes, y si está mudo, ya no es pájaro. Al mar lo acompañan las olas y su canto alegre los barcos. Al fuego, la llama, las chispas y hasta las sombras cuando es alto. Nada hay solitario en la tierra. Creemos el hombre nuevo cantando.

Rafael Alberti

CREEMOS EL HOMBRE NUEVO

Creemos el hombre nuevo cantando.

El hombre nuevo de España, cantando.

El hombre nuevo del mundo, cantando.

Canto esta noche de estrellas en que estoy solo, desterrado. Pero en la tierra no hay nadie que esté solo si está cantando. Al árbol lo acompañan las hojas, y si está seco ya no es árbol. Al pájaro, el viento, las nubes, y si está mudo, ya no es pájaro. Al mar lo acompañan las olas y su canto alegre los barcos. Al fuego, la llama, las chispas y hasta las sombras cuando es alto. Nada hay solitario en la tierra. Creemos el hombre nuevo cantando.

Rafael Alberti

CREEMOS EL HOMBRE NUEVO

Creemos el hombre nuevo cantando.

El hombre nuevo de España, cantando.

El hombre nuevo del mundo, cantando.

Canto esta noche de estrellas en que estoy solo, desterrado. Pero en la tierra no hay nadie que esté solo si está cantando. Al árbol lo acompañan las hojas, y si está seco ya no es árbol. Al pájaro, el viento, las nubes, y si está mudo, ya no es pájaro. Al mar lo acompañan las olas y su canto alegre los barcos. Al fuego, la llama, las chispas y hasta las sombras cuando es alto. Nada hay solitario en la tierra. Creemos el hombre nuevo cantando.

Rafael Alberti

(32)

PREGÓN

¡Vendo nubes de colores: las redondas, coloradas, para endulzar los calores!

¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas, los crepúsculos dorados!

¡El amarillo lucero, cogido a la verde rama del celeste duraznero!

¡Vendo la nieve, la llama y el canto del pregonero!

Rafael Alberti

PREGÓN

¡Vendo nubes de colores: las redondas, coloradas, para endulzar los calores!

¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas, los crepúsculos dorados!

¡El amarillo lucero, cogido a la verde rama del celeste duraznero!

¡Vendo la nieve, la llama y el canto del pregonero!

Rafael Alberti

PREGÓN

¡Vendo nubes de colores: las redondas, coloradas, para endulzar los calores!

¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas, los crepúsculos dorados!

¡El amarillo lucero, cogido a la verde rama del celeste duraznero!

¡Vendo la nieve, la llama y el canto del pregonero!

Rafael Alberti

PREGÓN

¡Vendo nubes de colores: las redondas, coloradas, para endulzar los calores!

¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas, los crepúsculos dorados!

¡El amarillo lucero, cogido a la verde rama del celeste duraznero!

¡Vendo la nieve, la llama y el canto del pregonero!

(33)

He venido por la senda con un ramito de rosas del campo. Tras la montaña

nacía la luna roja; la suave brisa del río daba frescura a la sombra;

un sapo triste cantaba en su flauta melodiosa; sobre la colina había una estrella melancólica...

He venido por la senda con un ramito de rosas.

HE VENIDO POR LA SENDA

Juan Ramón Jiménez

He venido por la senda con un ramito de rosas del campo. Tras la montaña

nacía la luna roja; la suave brisa del río daba frescura a la sombra;

un sapo triste cantaba en su flauta melodiosa; sobre la colina había una estrella melancólica...

He venido por la senda con un ramito de rosas.

HE VENIDO POR LA SENDA

Juan Ramón Jiménez

He venido por la senda con un ramito de rosas del campo. Tras la montaña

nacía la luna roja; la suave brisa del río daba frescura a la sombra;

un sapo triste cantaba en su flauta melodiosa; sobre la colina había una estrella melancólica...

He venido por la senda con un ramito de rosas.

HE VENIDO POR LA SENDA

Juan Ramón Jiménez

He venido por la senda con un ramito de rosas del campo. Tras la montaña

nacía la luna roja; la suave brisa del río daba frescura a la sombra;

un sapo triste cantaba en su flauta melodiosa; sobre la colina había una estrella melancólica...

He venido por la senda con un ramito de rosas.

HE VENIDO POR LA SENDA

(34)

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verde ramas.

El barco sobre la mar

y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

ella sueña en su baranda,

verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

las cosas la están mirando

y ella no puede mirarlas...

Romance

Son

á

mbulo

Federico García Lorca

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verde ramas.

El barco sobre la mar

y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

ella sueña en su baranda,

verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

las cosas la están mirando

y ella no puede mirarlas...

Romance

Son

á

mbulo

Federico García Lorca

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verde ramas.

El barco sobre la mar

y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

ella sueña en su baranda,

verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

las cosas la están mirando

y ella no puede mirarlas...

Romance

Son

á

mbulo

Federico García Lorca

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verde ramas.

El barco sobre la mar

y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

ella sueña en su baranda,

verde carne, pelo verde,

con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

las cosas la están mirando

y ella no puede mirarlas...

Romance

Son

á

mbulo

(35)

Mamá.

Yo quiero ser de plata.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Yo quiero ser de agua.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí!

¡Ahora mismo!

CANCION

TONTA

Federico García Lorca

Mamá.

Yo quiero ser de plata.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Yo quiero ser de agua.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí!

¡Ahora mismo!

CANCION

TONTA

Federico García Lorca

Mamá.

Yo quiero ser de plata.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Yo quiero ser de agua.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí!

¡Ahora mismo!

CANCION

TONTA

Federico García Lorca

Mamá.

Yo quiero ser de plata.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Yo quiero ser de agua.

Hijo,

tendrás mucho frío.

Mamá.

Bórdame en tu almohada.

¡Eso sí!

¡Ahora mismo!

CANCION

TONTA

(36)

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú. ¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú.

¿Y mi vida? Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú. ¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú.

¿Y mi vida? Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú. ¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú.

¿Y mi vida? Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

Luis Cernuda

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú. ¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú.

¿Y mi vida? Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

CONTIGO

(37)

Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará la miel?

Está en la flor azul, Isabel.

En la flor,

del romero aquel. (Sillita de oro para el moro. Sillita de oropel para su mujer.) Amanecía

en el naranjel.

Cancioncilla

sevillana

Federico García Lorca

Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará la miel?

Está en la flor azul, Isabel.

En la flor,

del romero aquel. (Sillita de oro para el moro. Sillita de oropel para su mujer.) Amanecía

en el naranjel.

Cancioncilla

sevillana

Federico García Lorca

Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará la miel?

Está en la flor azul, Isabel.

En la flor,

del romero aquel. (Sillita de oro para el moro. Sillita de oropel para su mujer.) Amanecía

en el naranjel.

Cancioncilla

sevillana

Federico García Lorca

Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará la miel?

Está en la flor azul, Isabel.

En la flor,

del romero aquel. (Sillita de oro para el moro. Sillita de oropel para su mujer.) Amanecía

en el naranjel.

Cancioncilla

sevillana

(38)

ANDALUCIA

Cádiz, salada claridad... Granada,

agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada

Málaga, cantaora.

Almería dorada...

Plateado Jaén... Huelva: la orilla

de las Tres Carabelas

Y Sevilla...

Manuel Machado

ANDALUCIA

Cádiz, salada claridad... Granada,

agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada

Málaga, cantaora.

Almería dorada...

Plateado Jaén... Huelva: la orilla

de las Tres Carabelas

Y Sevilla...

Manuel Machado

ANDALUCIA

Cádiz, salada claridad... Granada,

agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada

Málaga, cantaora.

Almería dorada...

Plateado Jaén... Huelva: la orilla

de las Tres Carabelas

Y Sevilla...

Manuel Machado

ANDALUCIA

Cádiz, salada claridad... Granada,

agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada

Málaga, cantaora.

Almería dorada...

Plateado Jaén... Huelva: la orilla

de las Tres Carabelas

Y Sevilla...

(39)

Verde, lenta, la tortuga.

¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga!

¡Al agua, que el baño está rebosando!

¡Al agua pato!

Y sí que nos gusta a mí y al niño ver la tortuga tontita y sola nadando.

Rafael Alberti

NANA DE LA

TORTUGA

Verde, lenta, la tortuga.

¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga!

¡Al agua, que el baño está rebosando!

¡Al agua pato!

Y sí que nos gusta a mí y al niño ver la tortuga tontita y sola nadando.

Rafael Alberti

NANA DE LA

TORTUGA

Verde, lenta, la tortuga.

¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga!

¡Al agua, que el baño está rebosando!

¡Al agua pato!

Y sí que nos gusta a mí y al niño ver la tortuga tontita y sola nadando.

Rafael Alberti

NANA DE LA

TORTUGA

Verde, lenta, la tortuga.

¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga!

¡Al agua, que el baño está rebosando!

¡Al agua pato!

Y sí que nos gusta a mí y al niño ver la tortuga tontita y sola nadando.

Rafael Alberti

(40)

Un hombre sin cabeza no puede usar sombrero. Pero éste no es

su mayor problema: no puede pensar, no puede leer, no puede cantar, no puede comer. No puede escuchar, ni puede entender,

que para amar y besar cabeza se ha de tener.

UN HOMBRE

SIN CABEZA

Rafael Alberti

Un hombre sin cabeza no puede usar sombrero. Pero éste no es

su mayor problema: no puede pensar, no puede leer, no puede cantar, no puede comer. No puede escuchar, ni puede entender,

que para amar y besar cabeza se ha de tener.

UN HOMBRE

SIN CABEZA

Rafael Alberti

Un hombre sin cabeza no puede usar sombrero. Pero éste no es

su mayor problema: no puede pensar, no puede leer, no puede cantar, no puede comer. No puede escuchar, ni puede entender,

que para amar y besar cabeza se ha de tener.

UN HOMBRE

SIN CABEZA

Rafael Alberti

Un hombre sin cabeza no puede usar sombrero. Pero éste no es

su mayor problema: no puede pensar, no puede leer, no puede cantar, no puede comer. No puede escuchar, ni puede entender,

que para amar y besar cabeza se ha de tener.

UN HOMBRE

SIN CABEZA

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