E L VA L O R D E L O T I P I C O P O P U L A R
E N LA FORMACION DEL MAESTRO
Mueltu .,; p.
ha
hablado del problema creado por la actual falta de unaclase directora
q ue, a. la manerade
la antigua nobleza, dirija ala
sociedad de modo est
abley
sea cantera humana para esos cargos públicos llamadosde confian;:,a
·en que se exigen, mús q ue conor imir:>ntos especiales, virtudes propiamente humanas. Pero este problema r·eviste especial gravedady
urgencia en nuestros medios rurale'S.No vamos a ponderar
-porque
tocios lo habremos obser vado alguna vez- .el angustioso efectoele
desolación que producen. hoy tantos el e nuestros pueblos. Ciudades, villasy lugares
de
antigúa
¡1ujanza
espiritual
y material abriganhoy
·en:ti·e l as ruinasele viejos
palacios, conventos o abadías una poblac iónindolente
y sinpersonalidad que
ni recuerdo guarda de su pretéritoesplendor.
Ninguna vid a c ultural se conserva gene ralmente entre sus moradores n i preocupa ción alguna quesea
aj ena a sus necesidades económicas o °físicas. Pueblosy
comarcas .conocemos todos, d e nobl€ej€-. cutoria,
que
e n
todosu
pasado fueron celosísimos conservadores
y defensoresde
stt personalidady
privilegios, eritre cuyos
habitantes nose
encuentraya
ni uno que conozca tales cuestiones oque
seinterese por
ellas.personali-636 H .\ F .\ E L li .\ .\1 l ; H . \
dad · propias
,
y, soli:·�· todo, clv hac erleco1bcicu �12
y amante de ellas.J�sto liene
u na
consel' l ten-�· i a a Cu0m.'t:;
grnv-.' < ¡ l l e' l lat:J qu�; l a actual,·ida
t' J t 1w cslrns p1 1 t>l ilo,:; -� é·a t · o 1 1 1 0 f u t',.2- no puedit con s i d t•i·ar,;e ·esiabl2, ::;ino, antes l;i 2 n , nrnn ; A;J�ctamente
precJ.ri a. Sl! 1 rn ta e.leuna
inc.lefini1Jle
s,•ns<H· 1 ón ambiental por la que sus habi t an les
se sientt•n
l'n n h n ad u:i <lun
lugar y modo el e Yivire::encialrnrntc <luros
y fal tos <i :\ali
ciente, d<:> donde sólo pod rá sacal'lo"
l a
Prn igTación a lasgrandes capitales . E,;la sensació
n
-co11t ien? otrn aspedo por el c ualnuestros J10mlJres
del c ampo se sienté'n, en cierto modo, estafados por l a "Oc i ed ad , ún il'OS 1 ra 1Jaj acl ul'e::; de lamisma
qnet ienen
que alimen la l' c o n s ¡ ; 0 s f t t:crzo auna
inmensa
población parasitar i a que , , :=;la
q lle l'L'éll mentedis
fruta{]e
lav id a
y s2 benefi ci
a de plan'res l ! t l l' a Olios- están Yedados. Fundado
o n o , la nwrnr l i fusióil
<.kesle
j u il'.io
.enlos
med i os
rnrnles ele
lll1 pa�semir.entcment.e
agt·ícola,
cuyos ·�ampe� i n os
l'onsti l l i ian
hace 1 m sigto lasc·ui!tl'o
qnin tas padt•s l�C: la po!J� a•·i1j11 lnlul, 1'1·•p1·esl'nla, sin d ud a alguna,
ui:
intPrno p rn l ll e m a,;o,'.ial de
p t· i n l l!l'lt rn agnilu d .P ro blema
d ign1i
d1o>luci a
cd2ntión
¡:arn l llla genern�·ión que se llama a sí misma «generació1i soc ial u , ¡;:� ro qttoJ viveen
un
estado
de e:-encial s ubversión en elque,
porcjam
plo, se h a Uegad oa
l'onoccr comúnmente con e]nombre
de «hai
ga
s" los wchrs qne pors u
l ujo
cl cnolan unaposi<:ión
relevante e n ln.so·� iecl acl . Hoy,
en ·Cfedo, preocupan los pro blemas
sociales: pero desd
eun
pun
to de vi
sta que pnc!ría-. mos llamar ·cuar, tüat ivo, presid ido por lo
s
prinópios mate-·
EL \°.\LOH l ll·'. LO T l l' ICO l 'Ol'CL\H . . . 637
.-\::;í,
por
ejemplo, d u rante la
E-d adMedia,
aqu:.') ! ! aépoca
qu
e
a utor ta1;· pocosospec:hoso
como
Spann
llama« edad
maravillosa en
que
no
exis
tí
a
p roblemasocial
alguno,,
(
1 ) ,
las
condiciones econónücas
yd e trabé�jo
eran
general 111L nte
d u rn::; , a s í eomo
la
v i ci a , deuna .grnn
austerid ad ,
y lasdes
i
gual
d
a
d\:!s ele fo
rtu
na,ac usadísimas;
pero .
e
xistía
unaam
b
i
e
nt
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lcon
:
o
r
mid
ady
a
m
oral
propio nwdio, ala
vez
quese veía
en
elpoderoso a
lg
o m;'ts que la rn ernprepond·31'an
cia
económica.
Pormucho
que
S6q
u
iGral:w::ear
en
lapro
bl em:í.tica s
o
cial
de
la
Edad Yfe< l ia , es eYicleme q u� s i ,eri
ge
n
e
r
al, no
a fi onn·on los
prn!Jll'mas a 1' 1superficie
llistór.i
ca
al o
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an to
s � iglos,cos
;:on¡u2
n o
los lrnbo.N0 vam
o
sa :.mtrar en los remed ios profundos
y másBfi
cac:t'::i
d e l agml ís i mo problemaSO{' ial p
la
nt
ead oa n u.estra
sociedad rural, porq
ur n o C'Sc1rnsl
ién q ue aquí nos
co
mpe
ta.
Bástenos
señalarc¡11e
l anaturaleza
p rnfund ade
la
cue�
tión
es
religiosa,
y que lo
s 1w,,J ios parn
su
encauzanüentosocioló3·ico halJ1·:a1;
ele ser,
ami j 1 1 il'.io,
detipo
políLico
oj urídico-soC'ial, tales como
una efüaz
p
ol
í
tic aa
g
ral
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a
y,
sobre
tocio, la
creaci ó
Í1
d epafrimnuios fainiliares
trnnsmisi
bles heredilal'iamcnte,
as ; ·�o
mo
una
cie r la au�onmn[amu
n i cipal que h agacompat ible
el
gobit-rno g·.,.neral conla
peT-•
sonali<lad e
iniciati va.de
los
pueblos.
C o mo d ic
eM:ingui-jón , cc l'a eslalJilidacl
::-lelas
ex ist·2n ci.as .r n· a el arraigoque
e1igendra
no
b
les
y du
lcessentimiento:;
y s a n ascosl.umbres.
Estas
.cristalizan-en
sal udables. i n s t i tu c 10nes, l as cua les asu
vez,conservan
yafianzan las bwmus cosiumbres. ,,
Quiero,
en .;::amhio,
t
ra
ta
r aq u iele
nn f
a
rt
or rlereforma
s
o
cia
lq ue, cuando
men
os,sería
un auxiliar
valio
s
ísi
m
o enla l
u
cha con tra
la d espoblación
yabandono
del campo. Me refieroa la
labo
r d e fonnación soé ial quepuede
real'izar en nuestro
spueblos
el maestro. E n
un
folleto
638 R A F _\ E L G A �l E; R A
te
aparecido(2) ,
el pedagogo español García Hoz sugierela
utilidad de una enseñan;:,a social en la escuela primaria,y
expone un posible plan para el desarrollo de la misma. No se Lrata de la implantación entre las ensefianzns de una Sociologia o de unas determinadas teorías sociales, sino dela
introducción en las tareas escolares de unos temas c ori versables · sobre el medio social ambiente �l pueblo o la comarca- y sus problemas vivos y actuantes.Es preciso que el alumno, que pronto ha da enfrentarse con las cuestiones sociales de carácter general y de -�arác
ter local, esté en ,condiciones de formar sobre ellos un juri cio ponderado por haberlo estudiado antes, aunque sea d e u n modo elemental, sobre datos reales, en discusiones esco lares presid idas por el criterio ori{!1Üauor del maestro . Ello contribuiría,
sin
duda, a librarles, ya hombres, de l a ex tremosa arbi Lrari€dad de las opiniones revoluc10narias, y a que aprendiesen, con el conocimiento de los problemas ge nerales y aj en os, .a valorar l as venta] as ex1::;tentes en el propio
med io . .Pero, sobre todo, es indispensable que desde l a mis111a es.cuela apÍ'e'nda e l niño a con¿
cer y a amar l a per sonalidad histórica, institucional, lingüísti.ca, artística . . . d e su propia comunidad social. Porque sin conocimiento n i amor d e l o propio n o puede haber en una sociedad cultura .¡ndígena, ni trabajo alegre y vocacional, ni estab.ilid ad so cial, ni a duras penas coexis!.encia y cooperación .Cada pueblo y cada comarca de España posee_n una per sonalidad y cultura tradicionales -un tipismo- acusadisi mos, que van desapareciendo general y ripidaruenle .
La
ar quitectura de cada zona -aparte d e l estilo general de la /época
predominante en ella- po::ee característica::; propias fácilmente observables,- lo mismo que las artes decorativasy,
en general, los productos de artesanía. Otro taritoocu
rre
con el lé:>..ico, que, aun d entro de una mi sma lengua o dialecto, posee --o poseía- acentos y mulhtud de palabras(2) GARcfA Hoz, V . : T.111 7Jroqrama r/P ensrii a n ::a sorirl/ P /1 la
EL Y.-V,üR DE LO TIPICO POPUL.-\R . . . 639
y
tixpresiones
·propias; con las instiLuciones políticas y so ciales -a menudo dotadas de fueros y pr.ivilegios propio::;-; con las costumbte:;,con
el Lraj e, con la topommia, etc . ,etc.
Pueblos y zuiw.s t:ono
z
co dondeer,
menos
de cincuenta años s e ha perdido totalmente ellenguaj e
-modalidad del vas cuence- . y el traje tipico, instituciones ambasde
uso mile nario y origen c.k�sconocido.Señalaba yo .eri un artículo reciente
( 3 )
.cómo la prime ra utilidad actual dela Soc.iología
sed
dotar al presente históricod�
una
autoconc iencia t.emporal que lo ponga �11 condi<:iories de afrontar los futuros cambios, y aun de di rigirlos hastadonde sea
posible(
4 ) . Pern,
para que esta finalidad práctica se realice, es preciso quela
Sociolog
í
a no se r-eduzca a los límites de una especulación -cientfrfica,ni
siquiera a los de una i mposición estatalde
sus métodos, sino que se vierta -en una aplicación popular y práctica, se mej ante a la sugerida en este .Programa escolar de ense ñanza social .No
vamos a reseñar aquí el temario completo propuesto vara un curso por .el .Sr. García Hoz, porque será sobrada menteconocido de
r1uestros lectores, sino sólo a recordarlos
títulos general�:$ en que
se
agmpan los demás . Son éstos:i .
C antidad
ytendencia
( aumento o d isminución ) dela pobla-ción.
2. Tipo y situación de l a localidad . 3. Historia.
!*· Trabajo y tipo de vida. 5. V.ivienda.
13) EL 11rolilenui de Ta estructura gnoseológica de ra S ociol ooía.
En «Revi.sta Interna.cional <1-e Sociología». Núms. ·15 y 16.
(4) •La pr1rnera utilidad <le la Sociologiia será dot.ar n.l 1presente históri<:o de una autoconciencia teij1poral que lo ponga en c on·dicio
n es ·de aofromtar los ¡futuros ce.mlbios, y iaen de dirigirlos llas-ta donde el1o sea posib1e .. . Así se originará en los espíritus Jn. conciencia >de su inclusión en un grupo concreto e J1istórico y los el eivará por encima de lo que haya d,e .auté.nticarnent.e relativo en su posi1ción . . . »
640 n A F .\ E L (j .\ .\[ n n .-\
6 . Gobierno, higien1� y servicios soc iales. 7. Diversiones y c 1 1 1l u ra .
8. Vida religiosa.
No
es preciso destacar la acertad a eleCl:ión y posteri ntdesglosamiento d e temas c uando la idea i n i c.ial del Progr�� ma viene al paso ele una de las mú.s urgentes necesid ades de nuestra ec onom:a social, y, por tanto, �e aned i t a por sí. misma.
Quiero
S'llam 2n te señalair un factm· Jl l'l'\·i o �- d e todo 'pu r i to
nec�sario, a mi j uicio, para que tal enseñanz a soc ial pue da llega r a ser una real i d ad generaly
verclad ern.mente e fi c
aze n
nuestras escuelasy
no sólo una aislada experier.ciade concurso o de laboratorio. Me refiero a la i ntrod ucción
en la .formac ión d el maestro , en su ment al i d a d , cl el valm
de lo típico pop ulat', de su aprecio y conocimiento, q ue
lrn
dicionalmente ha estado ausente· de su.3 med ios y ol'únones de enseñanza.Si sobre algu n a clasG profesio1;al ha pesado la mentali dad cienti ficista y progresista ele las dos cent urias pasad as
ha sido, precisamente, sobre e l maestro. 'I'oda una épo\:'.a
racionalista, antitrndidonal y anlih istór i ca ha gravitado so0
bre
la formac ión -de los d oc:en tes primarios, sin que les hayttsido posible, ·en l a g-enerulida
?
d e l os casos, sobreponerse a tales influer:.cias a lo lttrgo d e su vida ya <rue sus condicio nes profesionales no suelori· set· las más a ptas para que se desarrolle posteriormente <:n ellos el ·espíritu crítico hacialos mismos supuestos y m itos en que se basó su formación.
Y
así acontece hoy que- el m aestr'b vive aún -por lo gene ral- sobre la i ntangibilidad de los ideales culturales del decimonono.
Esta irnmtalidad -un tanto an
a
crónica ya- .exige que, para e l progreso de la cultura, se opere en el orden social-paral
el
am
e nte a
la u nificación política y j urídica- u nt.í-J�L \'.\LOl l I H: LO Tll'ICO l'OPCL.-\H . . . 6-J.l
pko local, t rad icional o costurnl..Jrista -considerado como
atrasado- ceda ante las n uevas formus que se consideran
ra c·1onales Y. prngresivas.
Tal concepción, tomada en s us fund amenic;s y llcvaúa
a
sus úllima:s cons.::cuencias -rar a vez expL
citos para los formados €11 su arnhieEte cultu ral- con sidera -con Au gus\o Cowte- qup toda ·:.: reenc ia, i ntluso las religiosas, y tod a concepción fi l osóti cu han sicl o meros t·stadios preparadorc:: s de la n t1eva crn d0fi n itiva y real - l a era
científica
i ¡ u e se hu f u nu ame n lud o ; y que sus obras -'prác licas, símbo los, rc;spetos, i nstituciones-- son hoy supervivencias extemporáneas ele una real i d act muel"!a, o, rnús bien, telarañas
tend i d as por el tiempo y la tradición .en la yer:lana lumi nos a ele la n ueva estructurac ión racional.
S L·
ha d i clio. mrn:hns veces r¡ue la an tigua aristocracia dela sangre o d:d prestigi o f am iliar debe ser sustituída , en la
épnc-a adual , por una élite i ntelect ual c uyo representante en
los pueblos ll ah1<a ele se1·, naturalmente, el maestro. Per sonalment e, n o l o neo n i posi ble E i tlehi cl o , porq u e el sen timiento ele re:::pelo personal n o puede se r prnvocaclo por la
sol a ·:' u l t u rn , s i n o por las virtu d es propiamente humanas o
mornk�s . Si se t1·a1a ele respeto h acia un individuo, por una
v.icJa virtuosa: �' si hacia un a clase, por el cultivo n orma
tiYo {]{:� las m ismas v i rt ud es , en especial l
a
s nüs propiamente
�ot i a l e s : espíritu elevado, valor, gen e rosidad y benefi cenf'ia ( .) ) . Sea ele esto lo q ue fuere, es lo cierto que, emr·íl'icame n t e , l us pnehlos q u e se har,· q uedado modernam 2 1 1 !0 sin fami li as l'l'doras -p01· l a em igración d e éstas
a
las l"ittcladt'�
o por la cl i \"i sión d e p atri m o n i os-, sin poderrl'dt�1· ::2 han q L 1edaclo o han caído éstos en manos muy
d i s t i n t as, e i- :Tiamente, 'le las d e l maestrn� Para esto, ade
mús el e las
ra t1sas
teóricas que lhe apun tad o , existen, como se cl ed u ce , otra más próxi ma y no menos n atura l : esa mis ma formal'ir;n cienliftcis
ta y an t i localista, la mer.os a642 H. :\ F _\. E L G . .\ :\l D R _.\
pósito para identi ficarse con el pueblo y ser alma de su
p€rsonalidad viva y ambiente peculiar.
Más
aún : l a casi desaparidón en pocos años de nuestra civilización l'ural,ha contado generalmente ·-triste
�s
confesarlo- con elaplauso y aun la colaborac ión del
maestro,
que -honraday
sinceTamerit
e, sinduda-
ve: a en ello el auténfico pro greso y redención del pueblo.En estas condiciones, fuerza ES qne nos preguntemos:
con la actual formación del Magisterio a ese respecto, ¿se
ría posible hoy la implantación en l a escuela, con
carácter
general, <le un prog:rama de «autoconciencia popular» de
tipo sooial o histórico?
C
1·
eem
os no pe.car de pesimistas alsugerir una respuesta negaliva.
H oy -felizmente para una cultura propiamer,t.3 huma na- puede afi rmarse c¡ue el siglo racionalista, uni foi·mist.a,
!)€dante, ha pasado. De nu.evo vud ve a
estimarse
el valorde lo típico como c ontenido obj etivo de sentid o, dotado,
además, de la grac ia de la espontaneidad . Y no sólo con
el interés científico del historiador rii con l a afición al folk
lore de m useo, sino como modefo v ivo o fuente inspira
dora para la creaci ón en todo los
ó
r
denes ele la cultura.Así acontece en arquitedura con los estilos históricos clá sicos y en decoración , con los motivos de ·carácter popu
lar; e incluso en polí
t
ica. y administración públic a pare�eque se quiere volver a la inclepende r.cia y autonomía pe
culiarista anterior al centralismo uniformisla.
EL YALOR DE LO TIPlCO POPULAR. .. 643
el Universo es una estructura auloexplicativa, neccsar
h
ensu
desenvolvimiento y ·racional 01 su estru·�tura,penr.trable
exihaustivamente por la c iencia, n.J pufJo mantener::;e .La c ienc i a positiva, en primer lugar, h a puesto de ma n.• fl.esto, como es sabido, una misteriosa indetermin a c ión �·n el ser,o de los fenómenos nai.uraies, que a. nada son más extraños que 1 la determinac ión necesaria, así com0 l a lini'
tnd y
concrec ión existencial 'del mundo mawrial ( bwíacie
l a r10� n tivi dad � . La filoso.:ía, por su parte, en las11clllales
y di vu lgaclas
col'l'ien tes
vital is tas, l:;i clernosbaclo la «esen c i al t21Til)J01'al idad » del ser humano y la •'. nas·2q uibilictad d e l a vida espi ritual para los procedimientosy
medios científicos. Los aconk�cimientos históricos, por fi n , amás
.:le
liTI sjglo yaéc la
ccera progresiyay defini tiva»
i l (:'.Coaite
y
de
aquellas estructmaciones constitucionales de las nacio nes que habrían ele llevarlas por cauce·s de racionalidad, han hablado de rctror.·�Sos espirituales y de l uchas inma nentes, sin espe ranza inmed iata d e una armonía estable.re-644 H .·\ F .\ E L ( ; .-\ :\! I; H \
giones
o d e
É:pol' n s .Tal('s
rn : i cl (1 rl.:>sno s21·ún
ya,
d<-'sdeesta c
on
c
epción,ar-rn
s
t r
e
,
deu n rnsacl o pl'eparntorio
y yasu
pe
r
a
d
oy
sin va !Oi' , � j 1 ; 0poi· el
cont rari o,formas
devida,
oond€nsac ion·:::s
simples yespni:túnea:o
d etrad i·:: i on2s
hisló-1·icas vivas
y .concretas .Pero
l o
q n eha ornrricl o
en el mrn 1\l ode
la
filusofía
y delas
concepciones cient íficas n o
hapodido llegar t o d avía,
como e srnmprensil )\e, al
pu eblo. NuGst
rnpol..>la'.'.ión n::·al ,
abandonada el esus
d i re·:: t oresna t. u rnles
-y dl·todos
losque suc-esivamente
han
podidoelevm·se
de posi c ión _:_,vive
las últimas
ydestructoras con sec u enc i as
d el.espíritu raci o
nalista y
revoh1ci01iario.
Yasí, se
cJ ;1 adnal
nwnteel e aso
paradój ico
eleque los intelect uales son ,
porlo g-e11e ral , más
amantes d elo
qnepodemos ll amar, en
sen tidoamplio, ti
pismolo-::·al, que los mismos
hombres dela ti°l:'l'l'a, au nque
éstos Ct!n l ii;úen s i e ndo, en
s user,
q 1 1 :: 1 10 2 11·sus ideas.
prod uctos y cread ores ele un
t i pismo J"egional . El i ntelec
tual,
el artista, el lllri sta en general , Jrn:.=can
hoy <:".nlos ptrn
blose.osas
c1ueeansan l a
sorpresa delos n a l u rnll:'s, porque,
aunque las mús
pl'óx i mas a suv i rl a, no
su1 1·con�·:.: i '.'JTles
,-1.2 suvalor
y,si
J.nson,
a.prcnd i,�nma llll ral'lo rnn despreci o . ·
Pues
hien,
('] c nra yel
rn aeslropareee
q u ehan d e
serprecisamenle
los encargados ele
abl'ir
1111evdmen t.c lo::; ojos
del pueblo
a laestimación
ele ernsval orPs
queronst itl!ycn
en
rea
li
da
d sn propia vida
ell islol'ia,
y lian deenc0Etra1',
por
tanto,
unfuerte eco
ens us corazon es.
Y
aun m:'ts es
espc'Cial m e n l e el maestro poi'
snd oce n c i a p ropiamt·nb C11l
tural.
El d elJc
serel
Yepresent.n nteen l os pueblos, no tanto
de
las 1wevas l e ncl enrias
c ul tnralesque rnvalor izan estos
elementos,
cwni lo rle
l
os
intereses permantiües de
la c u l
tura
y {]e la sociccl aclinte1·esacl os
en supermanenri ct
y vi vificación.
Sin emüargo -fuerza
·Csconfesarl o-, escasa
o n ulaha
sido
sui n fluencia
en estesentido.
Elrurn -poi' razón las
rnoral2s-r....r.. \'_-\LOR DE Lu T l l'lCO i ' O l'uL.\IL . 645
11a sido generalmente mús co1¡scrvaclo1· d el tipismo '" mi:;
apegado a l os pe<:uliares modos de vida que el m ae0l r,J.
Háb i t os sociales, bai les populares, 1engw1 propia,
prrí.�lieas
relig10sas locales,
j
urgos, han suli clo ·cncor:trar €n el rnn u n m á s decicliclo y r::mstante apoyo . No Dbstante, brnrn:-1. ·parte d e los tesoros artísticos d e nueslras i glesias han
sido
m ::¡lvenclid os o cambiados llOr objetos modernos ele fo.L ricn,
ele escaso o nuio valor ( 6 ) . El maestro, for
m
ado el e mucho tiempo a est a partE: en los iclc-ales escicnticistas qlle han dominado a la e n señanza, hasido
representante enel
pm'J>lo d e
In.
C u l lma rn abs trac to, y la cultnra indígena o histórira
ha solid o e n contrar en é l ,cnmo
cl ij i mos,m:'ts
que 1 1 11 d E''.enc:or, un enemigo. En todos rmes lros pueblos han ido d esaparecie n d o nno a u no bajo l a piqueta o baj o el('emento
la casitotalida�l
UC' Jo::: el 0 m e n tos art.íst.icos o �.ípiros de su anli!j·wt arq u i tectu rn., arruinándose sns antiguos
mon umentos,
y ahand onúnclose sus rostnmlwes, si n que est.:t11 viora -a lo.3 ojo� de l os naturales y del m aestro·- - ofra
sign i flcac ión que ce l a m arch a del progreso n .
C'onozco un puehlo pequeño c uyo
único
alrnctivo o . no tori·eclad Nauna si
tu ación privilegiacl a rn u�' en arm
onía rDn su ·constru cción . E nel
fondo d e un valle, entredos
ir.mensns
montañ a s c¡no ci erran co
n su mol e torlo el hori zonte, se apiñan sus casas a los dos l ados d e l río, 1 \a:;;t.1-r ánd m·.e en c.ada gn1poun
ant
ig
uot
em
pl
o: la parroc¡u1:tde nn lad o , y una ermit a de otro. En el centro, entre
:-:.mbos, un
viejo
pne.nto romúriico cubierl.o ele yedra completaba u n o d e los r i n conrs más ))ellos que pod ía admirar
el t uris
t
a en la · región . Ni las iglesias n i el puerrte 1.eníah u n desta-cad o valor monumental o ·artístico, pero el conj u nto poseía un encan
t
o especial y d ifíci lmente superable.Hace unos años, el viejo puente fué d erribad o y sustitufido
l(i) En los ú l t i m os a!lo� sp h,1 i n t rodnc i c l o en los eslndios cJp Jos �em i narios la asign:-i tur<i l l e .·\ rte. ;.,· se 111rn1 cu rs.:Hlo \'<Hias órdenes parn la consrrv a r i ó n d-rl p a t r imonio 11 :slór;co y artíst ico lle 1<1S 1gJes!�1s p a rr o q u i a l es.
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p or una espec.ie de artesa geomélt'ica de cemento armado . Ninguna necesidad estricta h0aLía de . ello, y, en último -caso, nada se opoilía a h aber construído e l nuevo puente d eh·ás d el anLiguo, con lo que se hub iera salvado la principal
· perspectiva .. Hoy nada
tiene
que ad mirar -el pueblo, quesólo conoce ya la. indignac ión. de quienes lo visitaron con
anterioridad.
No
pretendo que tales cesas sean ficilmente evitables, pern maravilla que c1�i men tan señalado -e· irre parable se hubiera podido perpetrar si n la protesta de l a persona oftcialme11te c ulta :-elmaestro--
a n t e l as autori dades provinciales encargadas dedefender
el patrimonio ar t.2stico.Casos análogos, y otros
de
d1ferente n aturaleza,pero·
idén tico fondo, podrírm re; atarse indefinidamente . A nadie ha d ej adode
parecer una 1infantilización un 1.anto ridícula la m oderna designación . a los padres con los nombres d e «papá» y « mamá » , unidos a l trato. de tú . Sin embargo, en ambientes de algún refinamiento, en que la costumbrelos
ha impuesto sin violencia, ha llegado a . semos familiary
aun grato. Pero si tales expresiones -mami, papá, abue lito- se ponen en boca de un rudo mocetón de campo, el ridículo sube a extremos inefabl·es. Pues bien , en muühas zorras rmal es de España podemos ahora tener el humo-, rístico placer de oír tan adecuadas expresiones. Y algunos pueblos conozco en que, desde hace medio siglo, los maes tros están -empeñados en la ingrnta tarea de i ntroducir e n el lenguaj e d e sus habitantes esos elegantes refinamientos. Otro d e sus ideales educativos es desterrar del vocabu lario infan �il l as expresiones «tíon y « tía,, para designar--- - . - - -- - ----
---'EL V.-\.LOH DE LO TI PICO POPULAR. .. 647
Nada de todo esto . es
culpa
del maestro mismo --q:ue, por el contrario, ve en tales desigriios una aplicación de su celo pro:esional-, sino de la formación del mismo.P.or
ello, no creo arn:e·sgado avenlurar que, para que el maes
tro
medio pueda desarrollar el utilísimoplan
propuesto por el señ<ir García Hoz, o pueda, simplemente, cumplir un cometidoque
es necesari o hace tantos años, es preoisoim
primir un nuevo ru mbo a su formación, o, -c uando menos, matizarla en un sentido completamen te abandoriado hasta .ahora. Es preciso que el maestro no se idenlifiq
ue· con « l a Cultura en gen eral » y considere a l pueblo en que ej-ercesu
labor como una especie de misión centroafricana
que·
hay que civilizar, sino que proc!fde identificarse, en cierto modo, con l a misma -cultura tradicional delpueblo
en sus aspec tos más nobles, quizá ·olvidados y sólo por él v.ivificables. Todo lo cual no es posible mientras, por prejuicios arrai gad'.simos, permanezca ciego a los valores que más nece sitande
sututela. Que
ce los hombres pegados al terruño -diceMinguijón>--,
aunque no sepan leer, poseen ur.a cultu:rn
que es como una -condensación del buen sentido ela bor.ada por los tiempos, cultura que es muy superior a la semi.cultura que destruye el instinto sin sustituirle una conciencian ( 7 ) .No
se
tratada 'propiamenb dela
introducción en elplan
de enseñanzas del Magisterio de una r. ueva asignat ura, aun que quizá pudiera pensarse en la util idad de una que po d ría t l l ular�e «A rl·e popular y Folk-lorn n . No convi1ene in currir en el sofismade
l os que ·Creen que, por ejemplo, la educación relrigiosa se cumple con cursar la asignatura«Re
ligión n .Precisarfase,
m1ís bien , un espíritu general en los d ocentes, una riueva tabla ambiental de valores, que haría surgir espontánea e insensiblemente unamentalidad apro
piadaa
los fi nes que hemos destacado .Cabr1a. pues, esperar mucho
de
una i·eordenaciónbien
R A. F _ \ E L G .-\ .\I L; H _-\
orien tada ele las E&cuelas del Magisterio. Que. el maestro n1ral pueda cumplir -espor:tánc
a
y
habilualm'2nle
esos fines es algo del todo nec:esario, en pr.i mer lugar, dcscl·c un punto de vista
axiológico
;histórico-nacional: que el patrio tismo no es unametafísica
vacua construída soúre unos n ombres o conceptos abstra
cto
s, sino el amor conscientey
co
nst
ant
e h:Hcia loque
--típicamente nuestro- nos es más próximoy
debe sernosmás.
querido. Y nadie puede ve1'. con iridiferencia l amuerte
o
destrucción ele cua
nto consti tuye el auténtico patrimon io de nues tra trad ición culturaí.Es no menos necesario desde un punto de vista sociológi co, puesto que un país de economía fund amentalmente agrí cola no puede admitir un con tinuo éxodo
a
lns ciudades sin verlo como tm fenómeno d e descqrnposición interior.Es, por ú ltimo, necesario desde un pu