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Troya y Homero en la biblioteca de Miranda

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Academic year: 2021

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Correspondencia: Miguel Castillo Didier. E-mail: micastilgriego@gmail.com

Profesor Titular Universidad de Chile. Casilla 435-3 - Santiago - Chile

TROYA Y HOMERO

EN LA BIBLIOTECA DE MIRANDA

1

Miguel Castillo Didier Universidad de Chile, Chile

Resumen:Francisco de Miranda (1750-1816), héroe, Precursor y mártir de la independencia hispanoamericana, fue, además de un gran militar, un humanista. Conocedor del griego y del latín, reunió en su vida una riquísima biblioteca. Fu el único héroe de la independencia hispanoamericana que visitó Grecia. Los autores griegos representados en ella suben a 170. En este artículo se estudia la presencia homérica en esa biblioteca.

Palabras claves: Francisco de Miranda, biblioteca clásica, Homero

TROY AND HOMER

IN THE LIBRARY OF MIRANDA

Abstract:Francisco de Miranda (1750-1816), hero and martyr Precursor of American independence, was not only a great soldier, but a humanist. He knew Greek and Latin, met in his life a rich library, especially classical. He was the only hero of American independence who visited Greece. Greek authors represented in his library up to 170. In this paper we study Homeric presence in that library.

Key words: Francisco de Miranda, classic library, Homer

Recibido:9.10.12 – Aprobado:9.11.12

1 Este trabajo forma parte de una investigación muy vasta sobre la biblioteca griega y latina de Francisco de Miranda.

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B

uscando ruinas invisibles

En las costas desoladas de la antigua Tróade, en el Asia Menor, en la mañana del 21 de julio de 1786, desembarcaba solitario un viajero, después de haber conseguido hacer anclar especialmente el barco en que venía de Atenas y que lo conducía a Constantinopla, y haber obtenido del capitán que se le despachara en un bote hasta la playa.

Si alguien hubiera observado la escena y hubiera sabido quién era ese peregrino, de dónde venía y qué buscaba en esas soledades, habría quedado bastante sorprendido. Se trataba de un hombre de 36 años, que venía desde una desconocida y remota ciudad de extraño nombre, Caracas; de un exótico continente llamado América, y que andaba buscando ni más ni menos que las ruinas de una ciudad semi mitológica, desaparecida -de haber existido- unos tres mil años antes.

El peregrino era Francisco de Miranda, caraqueño. De su singular visita no tenemos otro testimonio que las anotaciones de su Diario. La escena que se desarrolló en las playas de la antigua Troya aquella mañana estival de 1786, la describen estas líneas:

“Temprano seguimos nuestro rumbo con viento flojo del O., pasando el canal de Ténedos, pegado a la costa de Troya, cuyas ruinas buscaba con mi anteojo por todas partes, más nada podía encontrar. Véese, sí, el monte Ida y más al fondo el Olimpo, que se levanta sobre todos los demás. A instancias mías me desembarcó el capitán con un marinero que conocía el terreno, pero no pudimos descubrir ninguna cosa que se asi milase a ruina antigua. El local sí que está exactamente según lo han descrito los poetas antiguos. Me volví luego a bordo”.2

2 F. de Miranda: Colombeia IV, pág. 402. Colombeia es el título original del Archivo del general Francisco de Miranda, título que se ha conservado en la reedición comenzada en 1978, por la Ediciones de la Presidencia de la República de Venezuela, y de la cual se han publicado 20 tomos. Puede vérselo íntegro en www.franciscodemiranda.org . Existe también la edición a cargo de V. Dávila, que se publicó en 24 tomos entre 1929 y 1950.

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En realidad, faltaba casi una centuria para que un visionario arqueólogo sacara a la luz las ruinas que buscaba aquel caraqueño. También en esto, Francisco de Miranda se adelantaba a su época. No se fiaba de lo que le permitía ver su anteojo desde el barco. Quiso, por esto, bajar a esa tierra empapada de leyenda y buscar por sí mismo algún rastro de “la sagrada ciudad de Ilión”, en torno a la cual lucharon los aqueos durante diez años; la ciudad alrededor de cuyos muros combatieron un Héctor y un Aquiles y cuya toma planeara un Odiseo.

Tras la imagen de Troya en los libros

Pero ese hijo de América que había peregrinado hasta las tierras clásicas de la Hélade, entonces esclavizada por los otomanos, cuando tal viaje estaba lleno de peligros y penalidades, y que había buscado por sí mismo alguna ruina de la antigua Ilión, no perdió su interés por la ciudad desaparecida; y buscó y adquirió historias y geografías de aquel legendario lugar.

Casi dos décadas después del paso de Miranda por la Tróade, apareció la obra Topografía de Troya de William Gell (1777-1836) y el Precursor la adquirió. En el catálogo de la subasta de su biblioteca, figura así: “Gell’s Topography of Troy Coloured Plates, 1804”.

La Historia de Troya de Richard Chandler (1738-1810) se publicó en 1802 y posiblemente Miranda la compró enseguida. El caraqueño conocía la obra de ese viajero y arqueólogo por dos libros suyos, muy anteriores: Travels in Asia Minor y Travels in Greece, editados en Oxford en 1875 y 1876, respectivamente. Los había terminado de leer en Constantinopla el 22 de septiembre de 1786.3 Más tarde, en

1788, Miranda conoció personalmente al estudioso inglés en Ralle, Suiza, y tuvo oportunidad de cambiar ideas con él.4 Catorce años después de este encuentro,

vio la luz la Historia de Troya, la cual figura registrada así en el catálogo de la subasta de los libros mirandinos, de 1828: “Chandler’s History of Troy, 1802”.

Ese mismo año apareció otra obra importante en la bibliografía en torno a Troya: Voyage de la Troade (1785-1787) de Le Chevalier. Miranda la adquirió, como lo muestra el Catálogo de Londres, que la registra en estos términos: “Chevalier, Voyage de la Troade) 3 vol. and Atlas in quarto. Par. 1802”. Dos años antes, se había publicado otra obra valiosa de este autor, sobre regiones próximas a Troya y de intensa colonización griega en la antigüedad. Era el Viaje de la

3 Ibídem, pp. 465-466.

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Propóntide y del Ponto Euxino) que pasó a figurar así en el Catálogo de Londres: “Chevalier, Voyage de la Propontide et du Pont-Euxin, 2 vol. in 1, Par. 1800”.

Anotemos que la época en que Le Chevalier estuvo en la Tróade coincide con la del viaje de Miranda. Y más tarde, ambos personajes, apasionados por el mundo homérico, se encontraron en Francia, en el torbellino de la Revolución. Sus charlas deben haber sido largas y tendidas. Como testimonio de esta amistad, guardó Miranda en su Colombeia tres grabados con las presuntas tumbas de Aquiles, Avax y Patroclo, en el reverso de cada una de las cuales se lee la siguiente nota manuscrita:

“Monuments de la Troade decouverts et donnés par M. Chevalier au Gral. Miranda. Paris 26 fructidor an 4éme Rep.», Monumentos de la Tróade descubiertos por M. Chevalier y regalados al General Miranda. La fecha corresponde a 1796, diez años después del paso del caraqueño por Troya.5

La bibliografía sobre Troya continuará acrecentándose durante el siglo XIX, con obras fundamentales, como la de J. Renell Observations of the Topography of the Plain of Troya) Londres, 1814, publicada cuando el Precursor estaba prisionero; o la de C. Maclaren Dissertation on the Topography of the Plain of Troy) que apareció en 1822, seis años después de la muerte de Miranda.

El interés por el escenario homérico se acrecentará y surgirán nuevas investigaciones y libros. Pero desde el año en que Miranda puso sus pies en la llanura troyana y la recorrió con ojos ansiosos por descubrir las huellas de Homero, pasarían 88 años hasta la fecha en que Heinrich Schliemann entregaría al mundo el resultado de sus excavaciones en el campo de acción de la Ilíada: Trojanische Alterthumer. Bericht über die Ausgrabungen in Troja, Leipzig 1874, Antigüedad Troyana. Informe sobre las excavaciones en Troya.

Homero en la biblioteca mirandina

Las dimensiones de la biblioteca de Miranda asombran. Ese es el término utilizado por Uslar Pietri al caracterizarla, al comentar los Catálogos de las subastas de Londres:

“Hojear esas páginas produce asombro. Lo que allí se enumera y que, obviamente, no era todo lo que Miranda llegó a poseer en libros, representa 5 Se trata de tres grabados de 30 por 20 centímetros: “Plan et coupe de tombeau d’Ajax”, “Coupe

du tombeau d’Achille”, “Tombeau de Patrocle”. Estos grabados figuran en el Archivo original, sección Revolución Francesa, vol. XVI, p. 147.

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una de las bibliotecas privadas más ricas y cultas de su tiempo. No había en América ningún personaje, ni tampoco otra institución sabia que poseyera entonces un conjunto de esa significación y amplitud. El hombre que desembarcó en Coro, que combatió en Valencia, que murió en un oscuro calabozo de reo de Estado, era sin duda el criollo más culto de su tiempo”6.

Sin duda que en el “fondo sazonado de humanidades” que, según Pi Sunyer7

era la base de la gran biblioteca mirandina, no podía faltar Homero.

Homero está presente en diversos escritos mirandinos. Con una expresión homérica alude más de una vez a las sorpresivas vueltas del destino. Así, en 1801, cuando se encuentra en Gran Bretaña después de haber sido proscrito en Francia, escribe a Boyssy d’Anglas: “Heme aquí por la más pura casualidad, y como dice Homero ǻȚȩȢ į` İIJİȜİȓİIJȠ ȕȠȣȜȒ, me encuentro todavía en Inglaterra”8. Cuando escribe a los Cabildos de Caracas y de Buenos Aires

en 1808, lamenta que Inglaterra no haya dado el auxilio antes prometido para la independencia hispanoamericana, a causa de los acontecimientos en Portugal, y expresa: “Pues el mismo cuerpo de tropa estaba preparado para esa Provincia, para auxiliar con mi intervención nuestra independencia y libertad civil, a instancias y esfuerzos míos, desde que llegué de la Isla de Trinidad a esta capital, en enero último: -digamos pues con Homero ǻȚȩȢȕȠȣȜȒ así la voluntad de Dios”9.

También en los Diarios encontramos referencias a Homero, que testimonian el amor y la admiración de Miranda por el Padre de la Poesía. Recordemos un pasaje escrito en Suiza el 27 de octubre de 1788, que se refiere a la visita que hace el viajero venezolano a la habitación del historiador Edward Gibbon, cerca de Lausana:

“Pedí que me enseñasen el cuarto del señor Gibbon, y me condujeron a un hermoso apartamento con su chimenea, y ornado de libros hasta el tope por todas partes, y con tres ventanas que comandan la más soberbia y magnífica vista sobre el lago y altos Alpes, que quiera imaginarse. La colección de libros será como de 5.000 volúmenes, escogidos entre los mejor que la literatura griega, 6 A. Uslar Pietri: “Los libros de Miranda”, en el volumen Los libros de Miranda, p. 58.

7 C. Pi Sunyer: Estudios mirandinos, en Patriotas americanos en Londres, p. 58.

8Archivo del General Miranda, edición Dávila, tomo XVI, p. 241. La carta es del 15.12, 1801. 9 Ibídem, tomo XXI, p. 170. Carta del 6.10.1808. Esta expresión figura en otros textos mirandinos,

como por ejemplo en su carta a Madame Georga Waddington, de 22.18.1809: Ibídem, tomo XXIII, 28.

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latina, inglesa, francesa e italiana han producido, encuadernados con gusto y elegancia... ¡Homero estaba sobre su mesa!10.

En el mismo Diario de Suiza, tan interesante por varios respectos, encontramos un pasaje en que la grandeza del escenario natural, de los imponentes Alpes, la asocia Miranda con el recuerdo de Homero. El poeta podría haber concebido tanta majestad. Junto al monte Adel, en la aldea de Nufenen, el viajero describe el paisaje con estas palabras:

“Vi en este valle como más de cien fuentes que brotan de la montaña de la derecha y justamente atraviesan el camino y contribuyen con sus pequeños caudales a formarlo, mientras que otras aguas que se desgajan de las más altas montañas, provenientes del deshielo de las nieves, contribuyen a engrosarlo en el verano. Y al pie o falda justamente del soberbio o descollado monte Adel, se desgaja una considerable catarata de 600 o 700, que produce uno de los más pintorescos efectos que he visto jamás. El tope erizado y bruto de la montaña que resulta por encima, forma el remate que el ingenio poético de un Homero podía haber concebido; y me estuve un rato considerando este sublime rasgo”11.

Cuando el viajero encuentra un ejemplar de Homero, no deja de anotarlo, como en Ginebra el 19 de noviembre de 1788, cuando lo halla donde un tornero: “Primero a casa del señor Vincent, el primer tornero ‘Guillocheur”, y en cuyo obrador encontramos a Homero y el ensayo sobre al aire del señor de La Metterie, cosa remarcable por cierto”12.

A pesar de las menguas que experimentó la biblioteca mirandina, su colección de ediciones originales y de versiones de los poemas homéricos, es muy importante. Y afortunadamente, tenemos todavía hoy la posibilidad de recorrer las páginas de algunas de ellas, de las más valiosas. Aquellas que integran la Biblioteca de Francisco de Miranda de la Biblioteca Nacional de Venezuela, serie de 128 volúmenes, los únicos conservados de seis mil o más que constituyeron la espléndida colección mirandina. Al origen de estos libros “salvados”, al legado testamentario de Miranda en favor de la Universidad de Caracas, a las peripecias que vivieron esos volúmenes, a su descubrimiento por Pedro Grases y a sus características y valor, nos referimos con alguna extensión en la primera parte 10 Colombeia, vol. VIII, p. 104.

11 Ibídem, vol. VII, pp. 413-414. 12 Ibídem, vol. VIII, p. 129.

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de nuestro trabajo Grecia y Francisco de Miranda, Precursor, héroe y mártir de la Independencia Hispanoamericana13. Allí establecimos que el Precursor llegó a

tener 172 autores griegos, sin considerar antologías.

A continuación, presentamos una descripción sintética de los “libros homéricos” de Miranda. Se trata de 11 ítemes.

Los tres primeros describen las ediciones grecolatinas y griegas conservadas. Por eso, se identifican a través del Catálogo de la Biblioteca Nacional de Venezuela (CBNV) y del Catálogo de Terzo Tariffi, autor de la catalogación que se hizo y publicó en 1950, tras el descubrimiento de los libros griegos de Miranda por Pedro Grases14.

El ítem 4) describe una edición trilingüe -greco-latina-italiana de la Batracomiomaquia.

Los ítemes 5 a 8 describen ediciones de traducciones de los poemas homéricos, entre las que destacan las afamadas versiones del poeta Alexander Pope.

Los dos últimos ítemes describen ediciones del Lexicon Homericum de Apolonio el Sofista, y el diccionario especializado denominado Clavis homerica.

A partir del ítem 4, los volúmenes se identifican según las menciones que hacen los Catálogos de Londres de 1828 y 1833 (CL-1828 y (CL-1833), a la luz de las noticias del Catálogo de Impresos del Museo Británico (CMB) y del Manuel du Libraire de J. Ch. Brunet (CBR).

1) CBNV 12 CT 25 Homeri Ilias, Graece et Latine. Annotationes in usum Serenissimi Principis Gulielmi Augusti, Ducis de Cumberland, etc. Regio Jessu scripsit atque edidit Samuel Clarke, S. T.P. Vol 1 Editio Undecima. Londini: Impensis J. F. et Revington [...] MDCCXC. [Londres, 1790. 2 vol. 80. Griego y latín.].

En el volumen II, se agrega la mención del trabajo del hijo del editor Samuel Clarke: “Vol. II Edidit, atque imperfecta supplevit Samel Clarke, Filius, S. R. S.” Es esta una -la undécima- de las diversas reediciones de la Ilíada, de la primera hecha por Knapton y Clarke en 1929. Refiriéndose a esta edición de la Ilíada y la correspondiente de la Odisea, expresa Tariffi: “Por l texto y por las notas, estas de los Clarke están todavía entre las mejores ediciones de Homero”15.

13 1ª. edición Centro de Estudios Griegos, Santiago 1995; 2ª Centro de Estudios Griegos, Santiago 2000; 3ª, edición, Monte Ávila Editores, Caracas 1997.

14 T. Tariffi: Los clásicos griegos de Francisco de Miranda, Caracas 1950. 15 Tariffi, op. cit., p. 20. Ver también J. Ch. Brunet, op.cit., tomo 3, col. 274.

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2) CBNV 12-A CT 25 Homeri Odyssea Graece et Latine.

Edidit, annotationesque ex notis nonnullis manuscriptis A Samuele Clarke, S. T. P. difuncto relictis, Partim collectas, adjecit Samuel Clarke, S. R. S. Editio Tertia. Vol. I Glasguae: in aedibus academicis, Excudebat Jacobus Mundell, Academiae Typographus. 1799. [Glasgo]. 2 vol. 8º Griego y latín.]

El volumen II posee idéntica presentación a la del l. Esta bella edición es la tercera de la hecha por Samue1 Clarke, hijo, en 1740, con parte de los comentarios y notas de su padre, quien había muerto en 1729.

3) CBNV 9 CT 26. ȅȝȘȡȠȣ ǿȜȚĮȢ țĮȚ ȅįȣııİȚĮ ǼıIJȚȞ ĮȜȘșȦȢ ȕĮıȚȜȚțȠȞ ʌȡĮȖȝĮ Ș ȅȝȒȡȠȣ ʌȠȓȘıȚȢ Ǽȟ İȡȖĮıIJȘȡȚȠȣ IJȣʌȠȖȡĮijȚțȠȣ ǹțĮįȘȝȚĮȢ IJȘȢ İȞ ȅȟȦȞȚȠȣ. [Ilíada y Odisea de Homero. Verdaderamente la poesía de Homero es una obra divina. Taller tipográfico de la Academia de Oxford. Año 1801.]. [Oxford, 1801. 4 vol. 8~ Texto solamente en griego.].

Es esta una espléndida edición griega del texto establecido por Samuel Clarke, padre (1675-1729) y Johann August Ernesti (1707-1781), cotejado con el códice oxfordiano. Desde la página 315 del volumen IV (segundo de la Odisea) se reproducen las Variae Lectiones e Codice Harleiano. Esta presentación de las variantes del Códice Harleyano posee numeración nueva: 1-88.

Es en esta edición de la Odisea donde Miranda subrayó los primeros versos, hecho en torno al cual reflexiona el profesor García Bacca, comparando los personajes Ulises-Miranda 15, paralelismo insinuado por el obispo de Amberes François de Nelis, en 179216. En la edición de la Odisea del CBNV

12-A, en su portada, Miranda subrayó el pensamiento de Aristóteles que figura a modo de epígrafe: “La Odisea es el mejor espejo de la vida humana”17.

4) CL II-642 “Omero La Batracomiomachia, Greca, Lat. et Ital. Ven. 1744”. CMB Homer -La Batracomiomachia di Omero, greca, latina, e italiana. (Ragionamento in torno a la Batracomiomachia. Homeri Batrachomyomachia in heroicum carmen versa a C. Aretino, et retractada a D. Mario di Nengis. La Batracomiomachia. “volgarizzata da A. Lavagnoli.) [Edited by A. Lavagnoli.] pp. 65. Venezia, 1744. 40.

16 En carta de despedida, el obispo le dice a Miranda:“Dondequiera que esté el General Miranda, el respeto y todos los sentimientos debidos a los grandes talentos, hallarán, de parte de su servidor, al hombre de letras, al filósofo lleno de amenidad y de los más vastos conocimientos, al gran militar; en fin, a aquél del cual Homero y después de él Horacio habrían dicho: qui morum hominum multorum vidit et urbes [quien conoció las ciudades y las costumbres de muchos hombres]. Acepte, mi General, todo el homenaje de mi respeto”. Domingo 30 de octubre de 1792. El Obispo de Amberes.

17 J. D. García Bacca: Los clásicos griegos de Miranda. Autobiografía, Universidad Central de Venezuela, Caracas 1969. Reedición: Colección Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos, Los Teques 2000.

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5) CL II-317 “Omero, Iliade et Odisea, da Salvini, 2 vol.

Pad. 1742” CMB. En este catálogo, aparece descrita una primera edición de 1723, Florencia. Esta ficha debe complementarse con la de la segunda edición, de 1742, Padua, que era la que poseía Miranda. Las fichas son las siguientes: Homer -Iliade (Odissea, Batracomiomachia, lnni) ... tradotta... in versi sciolti.

[By A. M. Salvini.] 2 vol Firenze, 1723. 8º

Miranda adquirió del librero Molini, en julio de 1792, esta edición de las versiones de Homero por el “célebre Salvini, accademico fiorentino”18.

6) CL 1-382 “Homère - Iliade, par Bitaubé, 12 vol. Didot 1787». CBR como lo muestra la ficha de este catálogo, esta «bonita edición» de Homero19 incluye

también la Odisea. Esta es la descripción del CBR:

Homer - L’Iliade el l’Odyssée, avec des remarques sur Homère, etc. par P. J. Bitaubé. Paris, de l’impr. de Didot l’ainé, 1787-1788, 12 vol. in 18.

En otro trabajo recordamos que la traducción de Bitaubé fue realizada, o al menos terminada, en 1786, el mismo año en que Miranda recorría Grecia; y que ese estudioso pasó vicisitudes paralelas a las del caraqueño en la época de la Revolución Francesa. Fue encarcelado durante el Terror y salvó la vida casi milagrosamente en medio de la orgía de sangre anterior al 9 del Termidor. 7) CL 1I-331 “Pope’s Homer.with Notes by Wakefield, 11 vol. 1796”. CMB

Como lo muestra la descripción de este catálogo, esta edición reproduce la famosa traducción de la Ilíada hecha por Pope en 1715-20; la Odisea, vertida por el mismo Pope en 1725-6 y otros dos traductores; y la Batracomiomachia traducida por Parnell. La ficha corresponde a la edición de 1750-52, y sus datos se complementan con los de la edición de 1796:

8) Homer - The Iliad of Homer. Translated by the Alexander Pope, Esq. (The Odyssey of Homer. Translated from the Greek [by Pope, W. Broome and E. Fenton J.]Homer’s Frogs and Mice. By Mr Archdeacon Parnell. Corrected by Mr Pope.) II vol. Printed by Henry Lintot: London, 1750-52. 12.

9) Homer - A new edition, with additional notes... by Gilbert Wakefield (A general view of the Epic Poem, and of the Iliad and Odyssey extracted from Bossu. Homer’s Battle of the Frogs. and Mice. By Mr Archdeacon Parnell. 18Archivo del General Miranda, vol.VI, p. 187. Carta de Molini a Miranda de 20.7.1792.

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Corrected by Mr Pope. II vol. Longman, etc.: London, 1796, 8º.

Como lo muestra el Catálogo de Kington, de 1781, ya ese año, en la isla de Jamaica, Miranda adquirió esta versión de Homero de Pope. Habiéndolo seguramente perdido, la compró más tarde nuevamente en la edición de 1796. 10) CL Il-262 “Homer’s Odyssey by Pope 1806”. CMB Homer -The Odyssey of Homer [Translated into English verse, by Pope, W. Broome, and E. Fenton: with notes by W. Broome.] (A general view of the Epic poem, and of the Iliad and Odyssey, extracted from Bossu. Postscript, by Mr Pope. Homer’s Battle of the Frogs. and Mice translated by T. Parnell, corrected by Mr Pope. 5 vol. Printed For Bernard Lintot: London, 1725-26. fol.

Es ésta la ficha de la primera edición de la célebre versión métrica de la Odisea hecha por Alexander Pope. No hemos encontrado la ficha de la edición de 1806.

A continuación, y como un complemento de las noticias bibliográficas presentadas anteriormente, entregamos la descripción de las ediciones de dos importantes obras auxiliares para los estudiosos de Hornero, el Léxico Homérico de Apolonio y la Clavis Homerica de Patrick.

11) CL II-105 “Apolloni Lexicon Homericum, edente Villoison, 2 vol. Par. 1773”. CBR Apol1onius Sophista. Lexicon [Graecum Iliadis et Odysseae. Primus e codo ms. Sangerman, in lucem vindicavit, repurgavit..., mustrav. et versionem lato adejecit Jo.-Bapt. Caspar d’Ansse de Villoison: accedunt praeter multa hucusque inedita, Philemonis grammatici fragmenta, tertii Iliados libri prosaica metaphrasis graeca... cum notulis et variantibus lectionibus. Lut.-Paris, 1773, 2 vol. in-4.

Primera edición del Léxico griego de la Ilíada y de la Odisea de Apolonio, con los eruditos comentarios y notas de Villoison20. Contiene, además, una

versión griega en prosa de la Rapsodia III de la Ilíada y fragmentos del Léxico de Filemón (s. V-VII D.C.) o Pseudofilemón (s. XVI)21.

12) CL 1-388 “Patrick, Clavis Homerica, 1758.

La descripción que de este diccionario especializado del griego homérico hace el CMB es insuficiente. En parte, se amplían las noticias en la descripción de 20 Villoison hizo la primera edición de esta obra, Lexeis Homerikaí, la única conservada, aunque no completa de Apolonio el Sofista, nacido en Alejandría, donde vivió en el siglo I d. C. y aprovechó los grandes trabajos homeristas de Aristarco y de Zenódoto.

21 Ver Karl Krumbacher: Geschichte der Byzantinischen Literatur, trad. al griego de G. Sotiriadis, vol. I, p. 579.

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la 3ª edición inglesa de 1829. Miranda poseía una edición latina de 1758. Patrick (Samuel) - See Homer (Dictionaries an Indexes) Clavis Homerica;

Han editionem... auxit... emendavit atque shrolis utiliorem reddidit S. Patrick, etc. 1784. 81;’ Homer - Clavis Homerica,’ or Lexicon of all the words which occur in the Iliad,’ translated... with corrections and additions. By J. Walker. Third edition [...] London, 1829, 12º

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Referencias

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