EXPOSICIÓN DE PENSIONADOS DEL CURSO DE PINTURA DE PAISAJE
EXPOSICIÓN DE PENSIONADOS DEL
CURSO DE PINTURA DE PAISAJE
Edita: Real Academia de Historia y Arte de San Quirce Presentación: Francisco Lorenzo Tardón
Fotografía catálogo: Javier Herrero Valle y Diego Conte Bragado Fotografías curso: Alumnos y colaboradores
Maquetación: Diego Conte Bragado ISBN: 978-84-941589-3-3
Depósito Legal: SG-267/2014 Imprime: Taller Imagen - Segovia
PENSIONADOS
Cristina Alegre Gallén, Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València. Cárles Belda Román, Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández. Virginia Bersabé Ruiz, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.
Pablo Follana Pardo, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia
José Antonio Gómez Ramírez, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga. Pedro López González, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada. Jan Monclús Regidor, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. María Alsira Monforte Baz, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Carlos Miguel Narbaiza Dorado, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel,
Universidad de Zaragoza.
Ekaitz Obeso Victorio, Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Rocío Ocaña Núñez, Centro de Estudios Superiores Felipe II,
Universidad Complutense de Madrid.
Guillermo Masedo, Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Ventura Alejandro Pérez Suárez, Facultad de Bellas Artes de Pontevedra,
Universidad de Vigo.
Manuel Rivero García, Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia. Jesús Utiel Escribano, Facultad de Bellas Artes de Cuenca, Universidad de
Castilla-La Mancha.
Director: Francisco Lorenzo Tardón
Coordinador: Juan Antonio del Barrio Álvarez Producción: Fernando Herranz Solís
En septiembre de 1948, un pequeño grupo de jóvenes pintores, alumnos pen-sionados por las Escuelas Superiores de Bellas Artes de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla exponían, en el Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos de Segovia, los cua-dros que habían pintado durante el verano en El Paular y en Segovia. Los temas eran de la sierra de Guadarrama y paisajes urbanos, callejas y rincones de nuestra ciudad. Al año siguiente, otros jóvenes vinieron de nuevo aquí después de haber pasado un tiempo pintando en El Paular.
A partir de entonces no volvieron allí, eligieron Segovia como lugar de residencia para los cursos de paisaje. Alguien me contó hace mucho tiempo, no recuerdo quién, que la idea de que vinieran a pintar a nuestra ciudad fue del Marqués de Lozoya, porque en aquel tiempo, en la pintura, se había producido un cambio: a los pintores ya no les interesaba tanto el paisaje de montañas y jardines que se había pintado en el siglo XIX y principios del XX; les atraían más, como tema pictórico, las tierras policromas de Castilla, con su parcelación geométrica irregular y, también, los sobrios pueblos castellanos. El Marqués pensó que aquí, en Segovia, podrían pintar ese nuevo paisaje, llano o abrupto y, además, el paisaje urbano de una ciudad que había atraído ya a muchos pintores; y también podrían, si quisieran, pintar jardines: ten-drían muy cerca los de La Granja y, aquí mismo, las arboledas y alamedas del cinturón verde que envuelve la ciudad.
Este año es, pues, el año 67 de esta Era particular. Los que éramos chicos en aquellos años, y que nos gustaba dibujar, sin pensar aún que podríamos ser pintores en el futuro, nos pasábamos horas viendo pintar a aquellos artistas casi a la puerta de nuestra casa o en las plazuelas y rincones del casco histórico. Entonces podían instalar su caballete portátil y po-nerse a pintar en cualquier callejuela, porque no había apenas coches circulando, y tampoco aparcados que les impidieran ver parte del motivo que querían plasmar en su lienzo. Luego, cuando exponían en la Biblioteca pública las obras que habían pintado, como el edificio está en el centro de la Calle Real, todo Segovia veía sus cuadros y, para los aficionados a la pin-tura, niños, jóvenes, adultos o viejos, era una oportunidad de ver y estar al corriente de otras maneras de pintar, pues en aquellos tiempos no había los medios de información que hay ahora, la gente no tenía libros en casa, ni a su alcance, y menos de pintura. Asimismo, viajar era un lujo que la mayoría no se podía permitir.
Hoy, la situación es muy diferente: hay más información, casi todo el mundo ha ido a algún museo de arte moderno, otros tendrán libros de pintores famosos en casa, se viaja mu-cho... No obstante, la exposición de pintores pensionados en Segovia siempre tiene interés. Antes venían alumnos de cuatro escuelas de las cuatro ciudades que he citado más arriba; este año han venido de quince ciudades, cuyas facultades o escuelas de arte tienen distintos planes de estudios. Todos ellos han tenido la oportunidad de ver mucha pintura y muy diferente, de variadas tendencias, en su tierra o viajando, en libros y, sobre todo, en Internet. Hoy, el mundo del arte es más abierto. La concepción del paisaje, como podrán ver ustedes, los es-pectadores en esta exposición, es muy diferente, los temas que han interesado a los pintores y pintoras que han venido este año son muy diversos.
Segovia es una ciudad de magníficos monumentos: el acueducto, las iglesias, palacios, murallas... pero, me atrevo a decir que, en su conjunto, todos estos monumentos con el ca-serío, su situación y su entorno componen una ciudad más pictórica que arquitectónica; ha interesado más, en el pasado, a pintores que a arquitectos, y sigue interesando todavía a estos jóvenes pintores pensionados que descubren temas en cualquier sitio. Ya no les atraen tanto las grandes panorámicas o los monumentos más apreciados que han sido reproducidos milla-res de veces en las postales. Se ha dicho muchas veces que el tema es un pretexto para hacer pintura; en consecuencia, nuevos temas pueden sugerir o inspirar nueva pintura.
Ahora, vean la exposición despaciosamente, con una mirada abierta y disfruten. La pin-tura, para disfrutarla y apreciarla, hay que contemplarla, el primer golpe de vista puede ser en-gañoso. Es como la música, no solo hay que oírla, hay que escucharla. Puede impactar y después desilusionar, y al contrario, puede no gustar al principio y con el tiempo emocionarnos.
Francisco Lorenzo Tardón Director artístico del curso
Cristina Alegre Gallén
Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València Sin título. Óleo sobre tabla. 61 x 46 cms.
Cárles Belda Román
Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández
Virginia Bersabé Ruiz
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.
Pablo Follana Pardo
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia
José Antonio Gómez Ramírez
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga Sin título V. Técnica mixta sobre lienzo. 130 x 97 cms.
Pedro López González
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada
Jan Monclús Regidor
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona Sin título. Óleo sobre lienzo. 50 x 50 cms.
María Alsira Monforte Baz
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca
Carlos Miguel Narbaiza Dorado
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, Universidad de Zaragoza
Ekaitz Obeso Victorio
Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco
Rocío Ocaña Núñez
Centro de Estudios Superiores Felipe II, Universidad Complutense de Madrid
Guillermo Masedo
Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid Sin título nº 1. Acrílico sobre tabla. 40 x 40 cms.
Ventura Alejandro Pérez Suárez
Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, Universidad de Vigo
Manuel Rivero García
Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia
Jesús Utiel Escribano
Facultad de Bellas Artes de Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha