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Amanecer : Historias de colombianos que dejaron atrás el conflicto armado 2

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Academic year: 2020

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(1)AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. 1. Dora Espinosa Vega Luz Angie García Miranda Jhon Navarro Cassiani.

(2) Fotografía Portada Dora Espinosa Vega Diagramación y Diseño rivagallon@gmail.com Animación y Dibujos: Jaime Alberto Gómez Videografía Alejandro López Deyner Ariza Dora Espinosa Vega Universidad de Cartagena Facultad de Ciencias Sociales y Educación Programa de Comunicación Social 2017 ®.

(3) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Dora Espinosa Vega Luz Angie García Miranda Jhon Navarro Cassiani.

(4) INDICE. Capítulo I. . EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA Actores Históricos del Conflicto Armado (infografía) Rojo Patria (Stop Motion). Capítulo II. . VOCES DE LAS VÍCTIMAS Perdonar no es olvidar (Dora Espinosa Vega) La huella permanece, pero sin odio (Luz Angie García) El árbol de tamarindo (Jhon Navarro Cassiani) Galería cortesía de Rafael Posso. Capítulo III. . EXCOMBATIENTES DE VÍCTIMA A VICTIMARIO El relato de un hombre que vivió la guerra desde diferentes ángulos (Jhon Navarro Cassiani). . MIENTRAS LA LLUVIA CAE (Luz Angie García). . TIERRA GRATA, Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (Dora Espinosa Vega). VIDEOTECA.

(5) INTRO. DUCCION. Durante cinco décadas, en Colombia se ha vivido un conflicto interno que ha dejado 8.227.523 víctimas. Esto, sin contar que el presupuesto nacional destinado a la guerra era alto; con lo que todos los colombianos fueron afectados. Esto se refleja en la realidad en los altos niveles de pobreza, desempleo, familias sin vivienda, el crimen, entre otras problemáticas sociales. Sin embargo, la mayoría de ciudadanos padeció el conflicto a través de sus pantallas de televisores, sentados en la comodidad de un sofá en la sala de su casa o bien en la alcoba. Es por ello que alrededor del conflicto se han entretejido imaginarios y construcciones mentales, alimentados por los medios de comunicación. Este libro, es el testimonio vivo de quienes sufrieron el conflicto armado en carne propia. Es la voz de las víctimas, desmovilizados de las AUC y excombatientes de las FARC. Con sus relatos se busca obtener una mirada directa acerca de lo que significó para ellos la guerra y cómo la han ido superando, cuáles son sus expectativas y por qué es necesaria la paz y la reconciliación en Colombia..

(6) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Capítulo 1. EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA. 6.

(7) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. ACTORES. DEL CONFLICTO ARMADO. COBRO DE IMPUESTOS PESCAS MILAGROSAS. 1964 1964 1967 1970. Plan Lasso Acuerdo Colombia - USA. Surge el EPL. Revolución Cubana + Tecnología de la Liberación ELN. Surge las FARC. Ataque del ejercito a Marquetalia. Surge el M-19. 19 de Abril: Fraude Electoral Se demovilizan en 1990. LAME, P.R.T. 80’s QUINTÍN Auge del Narcotrafico. 90’s. M.A.S., CONVIVIR A.U.C.. 8’227.623 DE VÍCTIMAS. SECUESTROS EXTORSIONES. 7.

(8) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. ROJO PATRIA. Producción: Guión literario: Director artístico: Edición:. Dora Espinosa Vega, Jhon Navarro y Luz Angie García Dora Espinosa Vega Jaime Alberto Gómez Alejandro López. 8.

(9) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Capítulo 2. VOCES DE LAS VÍCTIMAS. 9.

(10) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. perdonar no es olvidar. Por: Dora Espinosa Vega. Hace quince años atrás no podía ni hablar” afirma Celia Puentes Paredes desde su casa en el barrio el Pozón de Cartagena. Narra con tranquilidad los hechos que presenció desde su infancia y que marcaron su vida de una manera definitiva. Celia nació en Don Gabriel, corregimiento de Ovejas, Sucre; a los cuatro años su padre falleció y quedó a cargo de sus abuelos y un tío que hizo las veces de padre para ella. Sus primeros años escolares los pasó allí entre Don Gabriel y Chengue; pero el bachillerato lo estudió en Cartagena y cada vez que llegaban las vacaciones se iba a su lugar de origen con sus abuelos y demás familiares. Esta zona de Ovejas tenía presencia del frente 37 de las Farc por muchos años, recuerda Celia. “Cuando tenía diez años me di cuenta que había presencia de grupos armados, llegaban varios hombres con volantes “La computadora” y pasaban cartillas por las casas y decían que eran del P.R.T.”. afirma Celia, “era una Para la época de navidad la guerrilla mona, un mazo de picar cesaba sus actividades y daba hasta el 6 de enero para que los visitantes repiedra con los que les tornaran a sus lugares de origen. Pero destrozaban las cabezas a en 2001 Celia y sus hermanas se quedaron un poco más de tiempo. Llegó los hombres que estaban el 17 de enero y ellas se encontraban en Chengue. en la lista, 27 en total”.. 10.

(11) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Chengue. Audio por Celia La computadora La madrugada en que ocurrió la masacre de Chengue, Celia, su familia y todos los vecinos que conocía tuvieron que abrirse paso por las trochas hasta llegar a pueblos cercanos, para resguardarse. Algunos llegaron a Chalán y Don Gabriel otros hasta Ovejas y San Onofre. El 17 de enero de 2001, el Frente Canal del Dique de las Autodefensas, comandado por Uber Banquez alias Juancho Dique llegó a Chengue en horas de la madrugada. De casa en casa fueron tocando las puertas y llamando a los hombres para que se reunieran en la plaza. Allí los llamaban por su nombre y les decían “pase a la computadora para verificar”. “La computadora” afirma Celia, “era una mona, un mazo de picar piedra con los que les destrozaban las cabezas a los hombres que estaban en la lista, 27 en total”. Hombres que eran esposos, padres, hijos, hermanos, tíos, primos, vecinos, de los habitantes de Chengue. Desolación Luego de la masacre, alias Juancho Dique dio la orden de quemar las casas; así que todas las personas tuvieron que salir del pueblo en un éxodo masivo a otros lugares. “Cuando regresamos a reconocer los cuerpos, las casas estaban incendiadas; las gallinas, los perros, los cerdos, todos los animales caminaban como perdidos, estaban regados en el pueblo como si no tuvieran dueños, como cuando algo pasa”. Luego, Chengue quedó desolado, nadie vivió allí por muchos años. Celia Describe esta experiencia como la más horrible que haya presenciado. Años después su tío, quien hizo las veces de padre para ella murió por un suicidio. Después de sobrevivir a Chengue su tío se dedicó a la tierra, a cultivar y a la cría de gallinas. Pero en repetidas ocasiones, la guerrilla se llevaba sus cultivos y sus gallinas; muchas veces le regaban las cargas que llevaba para la venta y tomaban lo que querían y dejaban. 11.

(12) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. el resto. Este constante acoso de la guerrilla, le generó paranoia al tío de Celia, la cual se fue convirtiendo en esquizofrenia y por último desencadenó el suicidio. La tierra y los cultivos, las gallinas, se perdieron en el abandono pues nadie reclamó nada. El silencio “Por muchos años no podía pronunciar palabra acerca de lo que viví allí, sentía mucho odio, con la guerrilla por la muerte de mi tío y con las autodefensas por la masacre, en la que murieron primos y otros parientes lejanos”. Tras la muerte de su tío, Celia tuvo que ir a buscar a sus abuelos y traerlos a Cartagena. Pero no pudieron vivir juntos porque no tenían casa ni recursos económicos. Les tocó distribuirse en distintas casas de familiares que los acogieron. La tierra quedó abandonada, descuidada y en el olvido. Poco a poco la familia se hizo a la vida en Cartagena. Celia se dedicó a la costura, con eso sostiene a su familia. Cuando llegó el proceso de reincorporación de los Ex paramilitares a la vida civil; Celia dice que sintió mucha ira por todos los beneficios que tuvieron después de haber asesinado, robado, masacrado y desplazado a muchas personas. Todo eso se acumulaba y crecía como una bomba dentro de ella que en cualquier momento explotaría, mas no se atrevía a pronunciar palabra todo se lo guardaba para sí misma. Fueron años de silencio y dolor interno. Su trato seco es quizás el resultado del peso que cargó durante todos esos años. Un día la llamaron para reconciliarse con las personas que le produjeron tanto dolor. El encuentro “Cuando empezó la restitución de tierras yo no acudí porque sentía que nada de lo. 12.

(13) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. que pudiera obtener me devolvería la ...y mientras las paz ni a los familiares que tengo desaparecidos ni a mis muertos”. Así que escuchaba la ira, el odio cuando se produjo el encuentro, Celia y el dolor fueron saliendo afirma que lo que sintió fue soberbia, no podía soportar que los que perpede su vida y se abrió paso traron tantos crímenes tuvieran todas a la paz. las garantías. “Pero cuando llegué allí empecé a escuchar sus historias y me di cuenta que ellos eran más víctimas que yo porque a mí nunca nadie me obligó a asesinar”. En este momento Celia afirma que pudo comprender a sus victimarios y se produjo un cambio en ella. Celia se dedicó a escuchar las historias de los desmovilizados de las autodefensas y mientras las escuchaba la ira, el odio y el dolor fueron saliendo de su vida y se abrió paso a la paz. Mientras escuchaba, también les servía el café, ofrecía alimentos y llegó al punto de irlos a invitar de manera personal a las reuniones que hacían para reconciliarse. “Allí entendí la palabra reconciliación y también entendí el odio”. La reconciliación En 2006 en un acto simbólico entre víctimas y jóvenes que pertenecieron a las autodefensas en la Plaza de la Aduana; los desmovilizados de las autodefensas pidieron perdón y manifestaron el anhelo de cambiar de ser personas distintas. En ese momento se produjeron abrazos y besos entre los participantes en los que se prometieron no volver a repetir. Desde su mecedora en la terraza de su casa Celia dice “Recuerdo a Carlos, a Jaider, y Yhean Frank. Donde nos encontramos nos saludamos con abrazos y besos porque ya nos. 13.

(14) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. reconciliamos”. Esta mujer afirma que aunque no olvida puede recordar sin dolor y el perdón crece cada día en ella, el perdón que viene a ser el principal ingrediente para la reconciliación y esta a su vez genera paz. Ya no trata a sus victimarios como “paracos” sino que los ve como semejantes, como personas que ya no hacen parte de la guerra sino como seres humanos. Para Celia la paz se construye y es un proceso largo pero que hay que estar dispuestos a perdonar. “Los recuerdos van a estar allí porque no se pueden borrar, puedo perdonar, pero no lo voy a olvidar y la paz sí es posible”.. RECONCILIACION Audio por Celia. 14.

(15) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. La huella permanece, pero sin odio Por: Luz Angie García. La mañana del 20 de noviembre de 2003 había comenzado fuera de lo común. El joven Luis Enrique asistió a la escuela como de costumbre, pero aquel día la institución celebraba su aniversario de apertura. Los profesores avisaron que la jornada académica sería más corta. Así que un día de clases que debía terminar al mediodía, concluyó a las nueve de la mañana. Entusiasmado por la ausencia de clases, Luis Enrique cruzó las puertas del colegio como si de una prisión se tratara. Salió hacía su casa lo más pronto que pudo, pues quería aprovechar para jugar desde temprano. Cuando llegó bajo el umbral de la entrada, encontró a su mamá hablando por teléfono. “No sabía qué tipo de llamada era, pero vi como las lágrimas salían de los ojos de mi madre, ella no podía hablar”. Afirma Luis. Él no entendía que era lo que estaba pasando. Una vecina, armada de decisión, lo tomó de la mano y lo guío a un lugar menos concurrido. “Luis tu papá ya no está, tu papá fue asesinado, no sabemos que pasó, pero quiero que estés tranquilo”, le dijo sin mucho reparo. Para toda la familia y vecinos la muerte del padre de Luis fue ines“No sabía qué tipo de perada. Ya que nunca había recibido llamada era, pero vi como amenaza alguna. Para ese entonces Luis tenía catorce las lágrimas salían de los años. No hubo tiempo para pregunojos de mi madre, ella no tas. En cuestión de minutos el pueblo entero se había congregado en aquepodía hablar”... lla pequeña casa. En menos de media. 15.

(16) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. EXPECTATIVA. Audio por Luis Enrique. “Ese disparo atravesó el corazón de mi padre y el de toda mi familia”.... hora había cerca de doscientas personas acercándose a su hogar.. Un disparo al corazón Un vecino fue el único testigo de lo que sucedió al padre de Luis. Según el relato del hombre que vio lo que pasó, el papá se negaba de algo. Discutía algo con los guerrilleros y cuando dio la espalda para regresar, le dispararon. “Ese disparo atravesó el corazón de mi padre y el de toda mi familia”. Afirma Luis Enrique. El padre de Luis Enrique era transportador de aguacate en los Montes de María. Transportaba el producto desde el Carmen de Bolívar por toda esa zona. Durante un largo tiempo hubo silencio en la familia. “yo no podía hablar, mi madre no hablaba, era como estar soñando”. Por días Luis Enrique sentía que flotaba en el aire, como si viviera un sueño, una realidad onírica. No había asimilado que su padre ya no estaría. El día del funeral, el único medio de expresión que pudo utilizar fue una pancarta. Allí escribió un mensaje para su padre. El peso de la afirmación caló hondo en él. Lloró, y nada más. Todo el camino hacia el cementerio cargó aquel trozo de cartulina y al final un tío lo ayudó a arrojar la pancarta en aquél espacio sin tierra donde yacía el féretro de su padre. El conflicto armado arrancó la vida de un padre. Sin embargo sus enseñanzas las guardó muy dentro de sí. Por esta razón, Luis Enrique decidió estudiar para salir adelante. Hoy día recuerda con claridad los concejos de su padre, “estudia hijo que aunque me toque vender mi carro quiero que seas un universitario”. Conocer la verdad Para que haya perdón, hay que saber la verdad. Luis Enrique dice que el primer paso para. 16.

(17) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. el perdón es conocer la verdad. Con su corazón sano y sin ningún reparo dice que si algún día se encuentra con los asesinos de su padre los saludaría y estrecharía su mano porque ya el odio no hace parte de su vida. “La venganza no tiene límites, nunca te vas a saciar con la venganza” (La venganza 2). Afirma Luis. Si una persona se deja llevar por el odio y causa daño a su agresor, éste buscará vengarse también y así sucesivamente. Por esta razón es mejor perdonar y dejar atrás el odio. La mayor reparación para las víctimas es saber la verdad. Cuándo una persona sabe qué pasó, hay un peso que se cae de los hombros. Para Luis las cárceles no tienen ninguna utilidad, para acabar con las problemáticas sociales y el crimen. “Si con meter a la cárcel a un homicida le fueran a devolver a uno a sus muertos, la reparación sería justa”, afirma Luis Enrique y recalca que el mejor camino para la reparación, reconciliación, perdón y construcción de paz es la educación y la justicia social. Sueños cumplidos El sueño del padre de Luis Enrique es que sus hijos fueran profesionales. Siempre recalcó la importancia de ir a la universidad como una forma de superación personal, social y económica. Así, a pesar de las dificultades Luis Enrique cumplió el sueño de su padre. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Tecnológica de Bolívar. Pero el sueño no quedó allí. Luis Enrique se dedica a la docencia y desde ese rol quiere infundir en la juventud que la paz se construye sin venganza, perdonando, reconciliando. Trata de inculcarles a sus estudiantes el significado de la palabra perdón y misericordia, junto a su testimonio de vida, para contribuir con las siguientes generaciones a construir un país con nuevas oportunidades. Es consiente que el país así como pide paz también existen personas que piden castigo para todos los actores de la guerra, pero para esto también tiene una gran frase: “soy un ser humano que decidió perdonar a los asesinos de mi padre”.. 17.

(18) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. eldeárbol Tamarindo. Por: Jhon Manuel Navarro Cassiani. Eran las 9:30 de la mañana a nuestra llegada a San Juan Nepomuceno – Bolívar. Las personas circulan despreocupados, sonríen; los niños corren en la plaza, juegan; los ancianos, sentados en las bancas conversando a la sombra de un arbusto para mitigar la alta temperatura, aunque el día está nublado y las calles enlodadas evidencian que ha llovido. A nuestro encuentro acude Rafael Posso un hombre de 49 años. Sonríe con amabilidad, tiene la mirada serena y el brillo aquel en los ojos de quienes no han perdido la esperanza. A veces deja entrever algo de nostalgia en sus palabras, pero su voz no se quiebra. Rafael Posso, sanjuanero de nacimiento relata cómo su tío Joaquín Posso Ortega de 60 años y sus primos Alfredo Luis y José Joaquín Posso García, de 29 y 33 años, fueron asesinados junto a otros amigos en la masacre perpetrada por las AUC, en la vereda Las Brisas, la mañana del sábado 11 de marzo del año 2000. San Juan es un municipio de los Montes de María, afectado por el conflicto armado. En este pueblo de Bolívar, había presencia de grupos como las Farc y el Bloque Héroes de las Autodefensas. Comandado por Edwar Cobo Téllez, alias “Diego Vecino” y Rodrigo Antonio Mercado Pelufo, alias “Cadena” con apoyo de Úber Enrique Bánquez Martínez, alias “Juancho Dique”. Cerca al municipio de San Juan, hay una vereda llamada Las Brisas, en donde ocurrieron los hechos narrados por Rafael Posso. Las Brisas “Las Brisas era nuestro paraíso. Había fincas, ganado, y cultivos. Todo era porvenir y progreso. Todos los que teníamos la oportunidad de adquirir algunas cosas, lo hacíamos con miras al campo, y no para salir de él” cuenta Rafael, mientras en su mirada se refleja. 18.

(19) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. la nostalgia de aquellos tiempos pasados y a su vez añorados. Pero, “Nosotros siempre fuimos aquel edén placentero se transforajenos a la violencia que mó en un infierno para todos sus habitantes. La violencia irrumpió estaba viviendo el país, en aquel paraíso y con ella se fue porque pensamos que nunca la calma, el progreso y la vida. “Nosotros siempre fuimos ajenos nos iba a tocar... a la violencia que estaba viviendo el país, porque pensamos que nunca nos iba a tocar. Pero, el sábado 11 de marzo del año 2000, llegaron a la finca un grupo de paramilitares, a eso de las cinco y media de la mañana provenientes de Mampuján, con un miembro de la comunidad, el Señor Castellanos, a quien más adelante también asesinarían. Ellos decían que iban a hacer con Las Brisas como hicieron con el Salado”. Afirma Rafael. Según Rafael, el día de la masacre un joven que había trabajado en la Finca de Joaquín Posso, proveniente de Mampuján, llegó a las Brisas por un camino alterno, avisando a todos que se fueran del lugar porque los “mocha cabezas” irían a matarlos. Los primos de Rafael, de inmediato empacaron las cosas para salir del lugar, pero el padre, Joaquín Posso dijo: “el que nada debe, nada teme, así que yo no me voy, si quieren vayan ustedes” por eso se quedaron en el lugar, el padre por terco y los hijos por no dejarlo solo. El árbol de Tamarindo Unas horas después del aviso del joven, llegaron los hombres de las Autodefensas y cumplieron con su amenaza. A los hombres que encontraron en las Brisas, los llevaron. 19.

(20) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. amarrados hasta un árbol de Tamarin“Todas las personas do que crecía en una planicie que hacía las veces de cancha de futbol, plaza y que mataron eran lugar de reuniones de esparcimiento y diversión. líderes de la zona y Allí los obligaron a asistir a una retenían influencias en su unión, en la cual los hombres de las autodefensas declararon a las Brisas comunidad” como un campamento guerrillero. “En el palo de tamarindo mi tío dice: si me van a matar, mátenme aquí y mientras aun hablaba degollaron a José, el hijo mayor, con un machete. La cortada casi hace un giro de 360 grados; a mi primo Alfredo, le cortaron el cartílago de la oreja y de manera posterior le dan una puñalada debajo de la barba. Al ver la escena Joaquín, comienza a dar patadas y tirar cabezazos; entonces, le dan un machetazo en el talón, uno en el tabique nasal, uno en el pecho y por último lo decapitan”. Relata Rafael y añade: “A ellos los degolló un paramilitar que le apodaban “el Gallo”, para él era un orgullo cuando una cortada se encontraba con la otra, es decir, cuando hacia un círculo, en el cuello de sus víctimas; con Alfredo lo logró, con mi tío le faltó un centímetro”. Para hacer catarsis del dolor, Rafael Posso hizo un dibujo del árbol de tamarindo. Mientras relata la historia, afirma que este árbol fue testigo de todas las muertes perpetradas en las Brisas. Entre las víctimas se hallaba José del Rosario Mercado García, a quién guindaron en las ramas del árbol, para luego cortarles las piernas y, al final degollarlo. Junto al árbol de tamarindo asesinaron a 12 hombres ese día. Lo presenció toda la comunidad. “Todas las personas que mataron eran líderes de la zona y tenían influencias en su comunidad”. Manifiesta Posso.. 20.

(21) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. A partir de lo ocurrido, el árbol de tamarindo dejó de dar frutos y su tronco se envejeció. No se secó, seguía en pie cómo, como si fuera una metáfora viviente de lo ocurrido en las Brisas.. “si ustedes van, lo hacen bajo su propio riesgo, nosotros no los acompañamos”. Perro come perro Para las autodefensas, no bastaba con la tortura física; también recurrieron a la psicológica. Según Rafael, en las Brisas había un muchacho, Wilfrido Mercado Tapia, a quien amarraron y torturaron. Al morir obligaron a la compañera sentimental del joven que observara como un perro se comía su cadáver, empezando por el rostro; mientras le decían “mira como un perro se come a otro perro”. La mujer observó todo, tenía tres meses de embarazo y un niño de brazos. Las personas que continuaron con vida tuvieron que salir de inmediato de las Brisas. Dejaron atrás la tierra, el ganado y los cultivos, dejaron atrás su vida, la única que tenían, la única que conocían. El edén se volvió un infierno, no sólo por lo ocurrido, sino porque al final lo quemaron todo, el fuego consumió los bienes. Al enterarse de lo ocurrido, Rafael Posso solicitó ayuda a las autoridades para ir en busca de los cuerpos. Sin embargo la respuesta del comandante de la policía fue: “si ustedes van, lo hacen bajo su propio riesgo, nosotros no los acompañamos”. En ese instante, sintió el abandono y la falta de apoyo institucional. Para Rafael era apremiante ir en búsqueda de su tío Joaquín, ya que este era también su suegro y sus primos sus cuñados. Al final los cuerpos los buscaron entre él y el esposo de su cuñada, la hermana de su esposa. “Ese día sacamos 5 cuerpos, los otros siete los sacaron sus familiares al. 21.

(22) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. siguiente día y añade que los cuerpos fueron incinerados junto a las fincas”. Afirma Posso. La lucha interior Tras la muerte de su tío – suegro, Rafael Posso sintió crecer en él, odio y resentimiento. Más tarde se enteró que un residente de Mampuján señaló a los habitantes de las Brisas como guerrilleros. Lo hizo por envidia o por miedo y por quinientos mil pesos. Así estas personas terminaron convirtiéndose en objetivos militares de las Autodefensas. Por dentro, Posso sentía crecer el rencor. Expresa que en ocasiones no podía conciliar el sueño y planificaba en su mente la venganza. Era un ardor que no se calmaba, un fuego que lo consumía de a poco. Un día, su hijo José Alfredo le preguntó: ¿papi quién mató a mis tíos y a mi abuelo? Cuando Rafael contestó, su hijo pequeño le dijo: “yo quisiera tener en frente a esas personas para matarlos”. Las palabras de su hijo le llevaron a reflexionar acerca de qué estaba enseñando a su familia. Se dio cuenta que la venganza no era el camino, entonces hizo una oración y sintió la voz de Dios que le hablaba del perdón. Las Artes una forma de canalizar el dolor Para Posso, el dolor logró aliviarse a través de las artes. Comenzó a dibujar escenas de lo ocurrido en las brisas. “El dibujo a mano y las canciones sirvieron para hacer duelo por las pérdidas. Hice una canción el mismo día en que traíamos los muertos y prometí cantarla y la canté en el cementerio. Llorábamos mucho. De igual forma hice con los dibujos. Me propuse escuchar las historias de las otras personas afectadas del pueblo, para también retratar las escenas de cómo murieron sus familiares”. “En este dibujo que muestra a este árbol cortado, representa a los caídos de Las Bri-. 22.

(23) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. “Nosotros preferimos conocer la verdad que cincuenta años de cárcel para los victimarios””. sas. Pero cuando cae y se desintegra, se convierte en abono, parte de las semillas quedaron aquí y otras se fueron. El retoño de los arboles es sinónimo del tejido social, tejido tan fuerte y tan arraigado, que se regenera. Las aves, simbolizan el retorno del pueblo, después de diez años; y el sol es la luz de Dios, que nos. alumbra a todos”. Comenta Rafael. La verdad, principio para perdonar La familia Posso García, considera que para perdonar es necesaria la verdad. Para Rafael, la reparación significa conocer la verdad de los hechos, más allá de cualquier indemnización económica. “Nosotros preferimos conocer la verdad que cincuenta años de cárcel para los victimarios”. “la verdad que es dura, duele, y mata la esperanza de volver a ver a ese ser querido, sin embargo, cuando tú conoces la verdad descansas y no te condenas”. Dice Rafael. Saber qué sucedió, dónde está un cuerpo, si es que existe, es el inicio de la reparación, con ella llega el perdón. Cuando se presentaron para la reparación con la ley de Justicia y Paz, a la esposa de Rafael le dieron una cantidad de dinero con el cual terminaron de construir la vivienda. Sin embargo, para Rafael, eso no fue reparación. Vivir en una casa que fue construida con el pago por el dolor, sólo trae recuerdos tristes. Pero sintió por primera vez que su dolor empezó a ser reparado el día que supieron la verdad. En la verdad inicia la reparación.. 23.

(24) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Reconciliación y Perdón Cuando decidió escuchar la voz de Dios, Rafael Posso comenzó un proceso de sanidad interior, entonces decidió perdonar. Con ayuda de la oración, los dibujos que realiza de las escenas de las brisas, y el encuentro con la verdad, este hombre comenzó su proceso de reconciliación. Para el la reconciliación no va sólo en perdonar, tiene que haber una reconstrucción de la confianza, del tejido social. La reconciliación no es exclusiva entre víctimas y victimarios, sino de toda la sociedad que ha sido desintegrada por el conflicto. La reconciliación tiene varias etapas: la primera es conocer la verdad, luego la reparación y por último la reconstrucción del tejido social y ésta última puede tardar mucho tiempo. Por ello es necesario la vinculación y compromiso de todos los actores que necesitan reconciliarse. En palabras de Rafael Posso, toda la sociedad colombiana necesita reconciliarse. Por ello trabaja ayudando a otros que han sido víctimas, pero también con toda la ciudadanía. Desde 2009 trabaja en un proyecto de re“Para el la conciliación en Montes de María. Este reconciliación no proceso inició bajo “Justicia y Paz” con la desmovilización de las Autodefenva sólo en perdonar, sas. En un principio su objetivo era visitiene que haber una bilizar a las víctimas de las Brisas, para reconstrucción de la la reparación y el esclarecimiento de la verdad. Ya que sólo se hablaba de confianza, del tejido Mampuján, mas no de las Brisas. Sin social. embargo tras las firmas de los acuer-. 24.

(25) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. dos con las Farc: Rafael espera poder “Recuerdo que El llevar su programa de reconciliación a todas las víctimas del país. Gordo me dijo: el Finalmente sería en la ciudad de Barranquilla, el lugar donde se daría el perdón de Las Brisas primer acercamiento entre víctimas y para mí vale mucho, victimarios. Rafael, asegura que cuando vio a El Gordo, alias 120, comandante porque nosotros le de las AUC, en la zona del Guamo y de hicimos mucho daño... Zambrano y al Manito de Trinche, del Carmen de Bolívar, entre otros líderes de las AUC; su corazón para ese entonces, estaba libre del rencor. “Recuerdo que El Gordo me dijo: el perdón de Las Brisas para mí vale mucho, porque nosotros le hicimos mucho daño. Yo me paré para darle la mano y no pude, porque le di un abrazo. A los dos se nos salieron las lágrimas, y le dije -sabes qué, te perdono y, detrás de mí perdón vienen muchos, porque si tú eres capaz de perdonar, nosotros también, porque tú serás nuestro espejo en este proceso-. Es día, yo volví a nacer, volví a comer y a dormir, y volví a ser la aquella persona con valores y principios que me habían enseñado. Muchas veces uno se equivocado y piensa que si yo te perdono, tú eres el beneficiado, siendo todo lo contrario”. Dice Rafael. Situaciones similares vivió con otros desmovilizados. También estuvo presente en otras reconciliaciones de las víctimas de Las Brisas con los paramilitares. Rafael tiene muchas historias que narrar, historias de dolor, de muerte, de destrucción pero con final en la reconciliación. Rafael Posso es un hombre con esperanza. No le da miedo hablar del pasado, al fin y al. 25.

(26) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. cabo ese capítulo está cerrado para él. Tiene puesta una camiseta blanca con un SÍ estampado y coloreado de amarillo, azul y rojo. Una visión del proceso de Paz Rafael Posso es un convencido del proceso de paz con las Farc. Sin embargo dice que este proceso no debe ser exclusivo entre las partes que firmaron el acuerdo, sino que debe ser la voluntad conjunta de todos los colombianos. Para este hombre, el proceso de paz es volver a la humanidad que la guerra había quitado a las personas. También lo define como la gloria para las personas que viven en zonas de conflicto. “No es lo mismo hablar del proceso de paz desde Los Montes de María mi contexto, que desde una ciudad como Cartagena o Bogotá. Cuando hay un cese de fuego bilateral, en estas ciudades no sucede nada, pero para las personas que estamos dentro de las zonas del conflicto un día de cese de fuego, es estar en la gloria”. En palabras de Posso. Pero este proceso también debe estar acompañado de oportunidades de trabajo, mejor educación, salud, vivienda y acompañamiento del estado. Porque sin Justicia Social es difícil que haya paz.. 26.

(27) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. RAÍCES. Cortesía de Rafael Posso. “En este dibujo que muestra a este árbol cortado, representa a los caídos de Las Brisas. Pero cuando cae y se desintegra, se convierte en abono, parte de las semillas quedaron aquí y otras se fueron. El retoño de los arboles es sinónimo del tejido social, tejido tan fuerte y tan arraigado, que se regenera. Las aves, simbolizan el retorno del pueblo, después de diez años; y el sol es la luz de Dios, que nos alumbra a todos”. 27.

(28) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Raíces. 28.

(29) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Paraiso. 29.

(30) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. En hamaca. 30.

(31) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Sentencia. 31.

(32) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Esperanza. 32.

(33) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Impotencia lista y terror. 33.

(34) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Señales de humo. 34.

(35) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Bestias humanas Indolencia. 35.

(36) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. 36. Tortura en el Tamarindo.

(37) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Desplazamiento. 37.

(38) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. 38. Dolor Familia Posso.

(39) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Camilla - Carga. 39.

(40) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. 40. Transporte fúnebre.

(41) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Ocaso de un rey. 41.

(42) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Joaquín Fernando Posso Ortega. 42. Jorge Eliecer Tovar Pérez.

(43) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Alexis José Rojas Cantillo. Pedro Adolfo Castellano Cuten. 43.

(44) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. José Joaquín Posso García. Alfredo Luis Posso García. 44.

(45) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. José del Rosario Mercado García. Gabriel Antonio Mercado García. 45.

(46) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Rafael Enrique Mercado García. 46. Wilfrido Mercado Tapia.

(47) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Manuel Guillermo Yépez Mercado. Dalmiro Rafael Barrios Lobelo. 47.

(48) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Capítulo 3. EXCOMBATIENTES. 48.

(49) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. DE VÍCTIMA a victimario. Por: Jhon Manuel Navarro Cassiani. El relato de un hombre que vivió la guerra desde diferentes ángulos Sentado frente a una cámara de vídeo, en la pequeña sala de su modesta vivienda, situada en un sector de la ciudad de Cartagena donde sólo llegan migajas de las políticas públicas del gobierno local; lugar al que han llegado desplazados y personas que huyen de la violencia que impera en otras zonas del país. Yhean Frank Velásquez Jaramillo, antioqueño de nacimiento, buscando vengar la muerte de su hermano, ingresó a las filas del Bloque Minero de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Según el testimonio de Yhean Frank, su hermano, Armando de Jesús Velásquez Jaramillo fue asesinado por guerrilleros de las Farc; los cuales operaban en las zonas urbanas de Medellín. Él, recuerda aquel triste día que la violencia le quitó la oportunidad de disfrutar de la compañía de sus parientes y a su vez, le lanzó a un abismo del cual apenas comienza a salir. Yhean Frank, relata la tarde de los acontecimientos. Luego de una jornada laboral Yhean Frank y su hermano Armando se dirigían hacia el barrio Pesebre de Medellín, lugar de residencia de Armando. En el camino fueron interceptados por hombres armados. Yhean Frank relata que su hermano corrió para intentar salvar su vida, pero mientras huía resbaló y al caer fue asesinado con arma de fuego. Aun los hechos no son muy claros para Yhean Frank, no sabe por qué le quitaron la vida a su hermano y a él lo dejaron ir. Sin embargo, Desde entonces, las persecuciones serian el pan de cada día, manifiesta Yhean Frank. Afirma que por seguridad debía cambiar de ubicación constantemente.. 49.

(50) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. En las Autodefensas En ese entonces este hombre tenía 26 años de edad y la salida que encontró fue ingresar a las Autodefensas; ya que él pensaba que así estaría a salvo del grupo guerrillero. Al principio el entrenamiento fue duro. Los ponían a arrastrarse en lodo, debajo de unos alambres de púas, mientras disparaban ráfagas con ametralladoras. El sólo levantar la cabeza implicaba la muerte instantánea. Dentro de un bloque de autodefensas había múltiples funciones. Algunos habitaban en los municipios, eran “los urbanos”; estos hacían “barridas”, las cuales consistían en encontrar guerrilleros y ajusticiarlos. Así, si algún vecino le tenía rabia, envidia o “Así, la juventud de le gustaba la esposa de otro, sólo tenía Yhean Frank trascurrió que decirle a los de la urbana que su vecino era guerrillero y listo. Casi nunen tiempos violentos, ca se investigaba si lo que decían era tiempos que fueron o no verdad. No siempre eran guerrilleros. dejando cicatrices y Así las autodefensas fueron generando miedo en la población civil y su sola huellas”... presencia causaba pánico y terror en las comunidades. “No me enorgullezco de aquello, yo pensaba que con eso sanaría mi dolor, pero no fue así, hoy me arrepiento de haberle causado daño a mucha gente, porque ellas no tenían la culpa de lo que me pasó a mí”. Afirma Yhean Frank. Años de juventud Yhean Frank creció en Medellín en pleno auge del narcotráfico. Creció con muchas ca-. 50.

(51) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. rencias en una sociedad donde imperaba la ley de la selva, la supervivencia del más fuerte. Así vivió la guerra de los carteles y veía como grupos armados combatían por el dominio de un territorio. De niño, mis amigos de juego y yo Para ese momento, ya subíamos a la parte más alta de donle habían propuesto de vivíamos a observar los grupos de policías y que regresara y ante su Al ser consultado si se siente una víctima más de la violencia que durante negativa le ha tocado décadas ha vivido al país, no dudó en vivir escondiéndose.... tomar esa postura, pues considera que un persona como él, que creció con muchas carencia y un entorno hostil; semejante a la selva, en la que sobrevive el más fuerte; es muy difícil no ser influenciado por lo que sucede a tu alrededor. Con una sonrisa asomada en su rostro, Yhean Frank expresa, que él y sus compañeros de juego de la comunidad en la que residía, se divertían al ver incursionar, grupos alzados en armas por las calles de su comunidad. “Como nosotros vivíamos en una parte alta, nos ubicábamos en las lomas, cuando los veíamos venir esperábamos que se acercaran y luego salíamos corriendo y gritando allá vienen los cara de trapos. Le decíamos así, porque ellos usaban una capucha. Muchas veces quedamos en medio de fuego cruzado”. Alzando sus cejas y acompañando el movimiento de otro gesto, añade “eso sí nos asustaba”. Así, la juventud de Yhean Frank trascurrió en tiempos violentos, tiempos que fueron dejando cicatrices y huellas. Él no conocía otra forma de vivir, la violencia era el pan de cada día y estaba vista como algo normal por la comunidad. Por ello, el camino que encontró para acabar con el dolor por la pérdida de su hermano fue la venganza.. 51.

(52) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. El camino de regreso Cuando se ha militado en las autodefensas el camino de regreso es difícil, porque no solucionó el dolor con la venganza, pero sí la situación económica. Estando es esos grupos, Yhean Frank afirma que pagaban bien. Pagaban un salario mínimo, pero cubrían todos los gastos de alimentación, estadía, además daban bonificaciones. Así cuando salían de permiso podían llevar mínimo 3 millones de pesos a sus casas. Decidió salir de las AUC luego de una mina antipersona le explotara y mutilara una pierna. En ese instante comprendió que el haber sobrevivido era una señal para retirarse. No obstante, desde entonces ha sufrido persecución por aquellos que alguna Así, la juventud de vez fueran sus compañeros. Yhean Frank trascurrió Se acogió a la ley de “Justicia y Paz”; durante el gobierno de Álvaro Uribe en tiempos violentos, Vélez. Pero manifiesta, que luego del tiempos que fueron proceso, muchos que se habían desmovilizado retomaron el camino de las dejando cicatrices y armas. Para ese momento, ya le habían propuesto que regresara y ante su nehuellas”... gativa le ha tocado vivir escondiéndose. Ejemplo para los hijos Yhean Frank afirma que él creció en la violencia, pero que ese no es el camino que espera para sus hijos. Él quiere que sus hijos le vean como un ejemplo, por eso trata a su esposa con respeto y amor. A sus hijos los trata con dulzura, no les golpea, ni les grita, les hace ver. 52.

(53) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. sus errores por medio del diálogo. Afirma que la venganza se convierte Pagaban un salario en un círculo vicioso, que cada vez aumínimo, pero cubrían menta las víctimas. No desea que sus hijos crezcan con rencor y odio o sentodos los gastos de timientos de venganza. Por esta razón, alimentación, estadía, no volvería a hacer parte de un grupo armado, ni la violencia sería otra vez la además daban solución para sus problemas. bonificaciones. El ex paramilitar de 41 años, hoy lleva las marcas de la guerra en una de su cuerpo, pero más profundas son las del alma. Conoce el dolor de las víctimas porque él también lo fue; pero también conoce el lado de ser victimario y declara que se siente indigno de mirar a los ojos a las personas que han sufrido por parte de las AUC. “sinceramente a mí me daría vergüenza pedirle perdón a las víctimas, de parármeles al frente y mostrarles mi cara y saber que fui yo, una de las personas que quizás le causó daño a un familiar o a un pariente de ellos. Pero, con la cabeza agachada les pediría perdón”. Afirma Yhean Frank. Construyendo la paz Pediría perdón si tuviera la oportunidad, afirma Yhean Frank. Pero la paz va más allá del perdón. Para este hombre la paz se construye desde las acciones cotidianas, incluso desde la vida familiar. “Yo le digo a mi esposa: mami, cuando nosotros tengamos un problema, no lo arreglemos discutiendo, ni peleando; porque si nosotros no arreglamos los problemas hablando, mucho menos peleando”. En palabras de Yhean Frank.. 53.

(54) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. En la actualidad Yhean Frank vive en una pequeña casa construida de tablas, piso de tierra y tejas de zinc; en una zona marginal de Cartagena. Tiene tres hijos con su compañera sentimental. Se gana la vida de forma humilde y honrada trabajando en una empresa de reciclaje. Afirma: “Hemos vivido tiempos de malas pulgas, pero, esto tiene que acabar”. Así, también está dispuesto a conocer la verdad sobre su hermano, sin buscar venganza. Sino entendiendo que la guerra en Colombia ha dejado un rastro de muerte que sólo se puede acabar, pasando la página y empezando de nuevo. 54.

(55) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Mientras la lluvia cae.... Por: Luz Angie García. A través de la ventana, Jaider ve caer la lluvia, acostado desde su cama. Es el segundo día de reinserción a la vida civil después de haber estado en las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC a lo largo de once años. Lleva varios días sin dormir bien, “en la lluvia, cualquiera puede colarse a matar” – piensa- mientras su mirada viaja de la puerta a la ventana. Ha pasado los últimos años pensando de esa manera. Era conocido por estar pendiente del mínimo movimiento de los hombres a su alrededor. Quizás por esta razón era que su comandante, alias “Cuchillo” Romero lo apreciaba. Rellenar papeles, preguntarse si realmente podría estudiar algo y vestir de civil; no era a lo que estaba acostumbrado. La cama le provoca molestias. Prefiere los cambuches, ya que éstos le facilitaban el despertar ante cualquier sonido. Da vueltas tratando de conciliar el sueño. Aunque en el lugar donde habita le aseguran que no hay nada de qué preocuparse, él conoce la verdad de primera mano, “en este país nadie está realmente a salvo” - piensa de manera recurrente. Comienza a recordar su infancia en El Banco Magdalena, donde creció, sudó y despertaba a limpiar yuca, plátano, ñame, jalonear ganado o bolear machete. En ese entonces no lo consideró, pero con el tiempo se volvieron, los mejores recuerdos de su vida. Hijo negado Es difícil destacar entre 12 hermanos, aunque para su padre esto no era un problema; ya que siempre lo tenía en cuenta para cuanto castigo y maltrato pudiera propinarle. Jaider recuerda las sombrías miradas que su padre ponía sobre él, parecía juzgarlo y terminaba castigándolo a punta de juete por el simple hecho de no reconocerlo como hijo suyo. “Todo hijo negado se parece a su padre”, piensa Jaider y continúa, “de ironías está hecha la vida, porque fue el hijo negado quien lo acompañó el día que lo asesinaron”.. 55.

(56) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Da un salto en la cama, recuerda el arrepentido semblante de su progeni“de ironías está hecha tor y un susurro entre labios que pedía perdón. Se pregunta si fue real o fue la vida, porque fue el sólo lo que quiso escuchar. Los recuerhijo negado quien lo dos son difusos. Entonces, las sensaciones se vuelven vívidas. Gruesas láacompañó el día que lo grimas recorren sus mejillas tal como asesinaron”. aquella vez que caían perdiéndose entre la tierra de la pradera. Sólo algo permanecía fijo, el sonido de dos disparos y un rostro deformado que difícilmente podría considerarse humano. Una cara que no le hacía justicia a ese último acto de redención. Venganza y odio. Motivos suficientes para mover a un joven de 12 años a aceptar llenar las filas de las Autodefensas Unidas de Colombia. Después del asesinato de su padre, su tía lo llevaría junto con sus hermanos a Puerto Santander, en Venezuela. Sin embargo, azares del destino lo juntarían con un “urbano”, un gatillero de los que cuida el pueblo. Recuerda los días que había pasado con él, y los derroches que hacían. En las Autodefensas Este hombre le insistía en que se uniera a las AUC. Tras un par de negativas, finalmente accedió. Ese mismo día estaba con otros 12 muchachos, subiendo lomas y visualizando a la distancia decenas de jóvenes entrenando. Una escuela para entrenar menores, que conformarían nuevas piezas para la organización. Su primer entrenamiento. Un día que es incapaz de olvidar, no fue el primero en el que vio morir a alguien, pero si en el que conoció la tortura y el miedo. Gritos de una persona siendo descuartizada a punta de machete quedaron grabados en él y el temor de ser par-. 56.

(57) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. tícipe de eso. Fue tanto lo que tembló, que los ficharon para descuartizar a un guerrillero. “Es él o yo” decía su mente, mientras sostenía el machete y lo rodeaban otros paramilitares. “¿Ah, tiene miedo?” Decía una voz. Vio como le cortaron un talón a aquél guerrillero amarrado, y le tiraron la sangre en la cara. No había opción, el impulso de vivir era mayor que el de no matar. Cedió. Años después, notarían en él la capacidad de aparentar el no saber nada, pero estar pendiente de todo. Perfecto para infiltrarse en otros grupos. Como un espía, pero no de películas. Subir puestos y ganar confianza no le era difícil, sólo debía aparentar que Da un salto en la cama, sacrificaba todo por el bienestar del corecuerda el arrepentido mandante. Con firmeza y astucia, tarde se darían cuenta que era un enemigo semblante de su infiltrado. No por nada era el preferiprogenitor y un susurro do de alias “Cuchillo”. Un hombre para temer, no sólo por su inteligencia, sino entre labios que pedía por su ambición. Le confiaba la vida a perdón. Jaider, y éste nunca lo defraudó. Pero no todo fue aprecio y dicha durante su vida en las AUC. Su éxito provocó rencillas entre quienes le envidiaban o no lo apreciaban por algún motivo. Su compañera sentimental fue asesinada por uno de sus compañeros y lo mismo estuvo a punto de sucederle a su segunda pareja. Ella fue usada como carnada para atraer a Jaider hacia una trampa. “así como ya mataste a una, mata a la otra. Un día te voy a agarrar y te voy a matar” recuerda haberle dicho por teléfono a su acérrimo enemigo. Finalizó la llamada profiriendo más de una amenaza.. 57.

(58) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Reinserción El periodo paramilitar de Jaider, terminó bajos las órdenes de alias “Macaco”. La presión del ejército, y le necesidad de mejorar la reputación del presidente al mando, lo obligó a reinsertarse a la vida civil. De vuelta a la realidad, Jaider sigue en la cama, mientras la lluvia cae. Abandonados el fusil y el uniforme. Por fin sus ojos empiezan a cerrarse. ¿Acaso recordar era lo único que podía hacerlo dormir, o lo era imaginar volver nuevamente a lo que añoraba? Huele a campo. Amanece un nuevo día y con él, nuevas esperanzas y la promesa firme de no volver atrás. Jaider se va a Cartagena buscando ganarse la vida de manera honrada. Aunque los tiempos son difíciles mantiene su promesa de no volver a las armas. Prefiere trabajar en construcciones. Va de un lado a otro, buscando empleo y la manera de seguir produciendo para sostenerse y ayudar a su hijo. 58.

(59) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. TIERRA GRATA. Por: Dora Espinosa Vega. Son las 5:30 a.m. en Tierra Grata. Aun está oscuro, pero hace media hora comenzó la actividad diaria de las personas que habitan este Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación en el Cesar. El olor del café llama a los 179 excombatientes para que se reúnan en el comedor a compartir una taza caliente de esta bebida. Cada quien toma un pocillo, sirve, pone azúcar al gusto y al finalizar, coloca la taza limpia en el lugar donde la encontró. Al terminar cada quien se dirige al inicio de sus labores diarias. Tierra Grata es una vereda ubicada en La Paz – Cesar, en cercanías a la Serranía del Perijá. Allí habitan los excombatientes del bloque Martín Caballero de las Farc. Bloque liderado por nueve personas que dirigen el plan de reincorporación, entre ellos están: Fredy Escobar (Yimi Ríos), Adriana Arias (Erika) y Alminda Mindiola (Kely). Cada mañana a las 6:00 a.m. luego del café estos nueve líderes, que en el pasado fueron comandantes, se reúnen a discutir sobre distintos temas que tienen que ver con la educación, la salud, la implementación de los acuerdos y los diferentes programas para la paz. Allí socializan todo y hacen planes que incluyen la opinión y voluntad de todos los allí reunidos. El sol empieza a asomarse detrás de la Serranía del Perijá. Fredy, asegura que ellos mantienen la costumbre de levantarse y acostarse como lo hacían cuando combatían. Aunque las actividades cambiaron, los horarios continúan. A las 6:30 a.m. se reúnen a desayunar. Cada quien toma platos, pocillos, cucharas y hace una fila para recibir los alimentos. Hay mesas en las que caben aproximadamente seis puestos. Todos hacen las filas, no hay distinciones entre los líderes y los demás. Tres mujeres encargadas de la cocina, aparecen con ollas grandes, pareciera que no va a alcanzar porque son demasiados. Comparten los alimentos entre ellos, procura que alcance para todos, nadie busca tener más que otro. Cada quien se conforma con lo que le dan. Además de. 59.

(60) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. los excombatientes, viven allí familiares y otras personas que no son de las Farc, para ellos también hay. El desayuno transcurre entre bromas y risas. Un aire de camaradería y confianza hay entre ellos, como si fueran familia. A las 7:00 a.m. ya han terminado, llega uno que otro distraído a ver si aún queda algo en las ollas. Todos se dirigen a sus labores. Validando los estudios ...explica que algunos Muchos de los excombatientes de las Farc son campesinos. La mayoría perteexcombatientes están necían a comunidades de difícil acceso validando sus estudios para la educación, por lo que no habían alcanzado ni el quinto de primabásicos y secundarios ria. Fredy escobar, explica que algunos excombatientes están validando sus porque quieren llegar a estudios básicos y secundarios porque la universidad... quieren llegar a la universidad. Las clases las toman en un salón. Es un lugar abierto, ventilado y con mucha luz. No obstante, carece de infraestructura necesaria para convertirse en un aula. No cuenta con tableros ni marcadores, ni escritorio, no hay sillas donde sentarse. Pero la voluntad de estudiar se mantiene frente a las dificultades. Esta validación, va acompañada de proyectos productivos. El Sena, se encarga de enviar docentes para los proyectos productivos. La ejecución de estos proyectos depende de recursos que el Estado Colombiano acordó con las Farc. Sin embargo, los recursos no llegan. A pesar de ello, los excombatientes están desarrollando por iniciativa propia proyectos como la elaboración de un fertilizante orgánico, la cría de. 60.

(61) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. aves como gallinas y pavos, el cultivo de yuca y el más grande es la construcción de un hotel para el turismo ecológico. Las manos de hombres y mujeres que hace unos pocos años atrás, empuñaban armas, hoy día, trabajan por construir proyectos de desarrollo y sostenibilidad para sus comunidades. En sus ojos se puede ver un brillo de esperanza. Almuerzo para todos Cerca del mediodía, una hora casi que sagrada en Tierra grata, la reunión es una vez más en el comedor. En una de esas mesas, sentado junto a una niña con la que jugaba, se encontraba Lisandro Antonio (Willian Villamil), un joven de 19 años de edad. Venezolano de nacimiento, es integrante de las Farc hace cuatro años. Él asegura que fue seducido por ese trato que comparte la comunidad fariana y sus ideales. Se enlistó de manera voluntaria y sin recibir remuneración alguna. Al dejar las armas, este joven pudo regresar a su tierra, pero se quedó viviendo en Tierra Grata; porque su anhelo es trabajar por construir un mejor futuro para Colombia. Además tiene el anhelo de este estudiar medicina en Cuba. Así el comedor el lugar cosmopolita de esta vereda reúne a jóvenes como Lisandro, también a mujeres como Adriana Arias. Ella es una de las comandantes, ingresó a la edad de 15 años. Es de Valledupar y lleva 25 años en la lucha. Adriana (Erika) afirma haber ingresado de manera voluntaria. Para ese entonces veía las desigualdades y las malas condiciones que tenían los estudiantes de bachillerato en esta ciudad. Así que decidieron protestar. Pero las cosas resultaron en el arresto y el abuso de autoridad en contra de los estudiantes. Ante esta situación, Adriana se llenó de indignación y decidió formar parte de las Farc como una forma de oposición ante el abandono del Estado.. 61.

(62) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. En los 25 años de lucha en las Farc, ...Ingresó a las Farc Adriana se desarrolló como enfermera y médico de guerra. Nunca ha pisado porque por sus ideales, una universidad, pero le tocó aprender el oficio de hacer cirugías, sanar herilos cuales mantiene das, curar enfermos. Esta labor la reaa pesar de la lucha lizó en compañía de Alminda Mindiola (Kelly) una mujer kankuama. Al igual armada. que Adriana el combate la enseñó a curar. Con la firma de los acuerdos y la creación de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporacion, Adriana y Kelly esperan poder terminar sus estudios. También son líderes que luchan por la reivindicación de la mujer en la sociedad. “Un guerrillero es una persona que aprende a ser feliz con lo que lleva en el morral”, Afirma Fredy Escobar (Yimi Ríos). Este hombre lleva 25 años en las Farc. Tiene pregrado en Trabajado Social con maestría en Ciencias Políticas. Fue docente en una universidad de Medellín. Ingresó a las Farc porque por sus ideales, los cuales mantiene a pesar de la lucha armada. Su trato es gentil, habla despacio, no se le escucha gritar, siempre sonríe. Es uno de los comandantes que lidera los distintos proyectos de Tierra Grata. No obstante, desayuna, almuerza y cena en el mismo comedor que los demás y habita en una vivienda semejante a las otras. Las viviendas Las viviendas en Tierra Grata son prefabricadas. Todas son blancas por dentro y por fuera. 62.

(63) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. y techos rojos de zinc. En cada bloque de casas hay murales hechos por los jóvenes de las Farc. Todos hablan de las ideologías y personajes emblemáticos de este movimiento. Lisandro por ejemplo, es un joven que hace pancartas con las que se realiza la pedagogía en las comunidades. Además de los dormitorios, cada bloque de casas tiene baños y lavaderos de uso común. En las mañanas se puede observar a todos y todas lavando sus ropas. El agua para las labores diarias es surtida por un acueducto interno. Este es llenado de tanto en tanto por un carro tanque enviado desde La Paz. De igual manera el fluido eléctrico es surtido por una planta que funciona con gasolina. Cualquier parecido con la realidad… Una cosa es firmar los acuerdos y otra es implementarlos. Según Fredy, hasta ahora el gobierno nacional no ha cumplido con su parte. Los recursos de los proyectos productivos han salido de ellos mismos. Además, la atención en la salud es precaria. Han encontrado que el sistema de salud no satisface las necesidades de ellos. Al igual que cualquier colombiano, les ha tocado sufrir las esperas interminables, la negación de medicamentos y el tratamiento necesario para restablecer su salud. Sumado a ello, la infraestructura para la educación y los planes pedagógicos tampoco cumplen los requerimientos mínimos para su realización. Esto genera inconformidades en los excombatientes, que en el proceso de reintegrarse, han encontrado la mima realidad que sufren los colombianos en temas de acceso a la educación y salud. Construcción de paz Por ello, Fredy, Lisandro, Adriana y Alminda afirman que la lucha sigue. Ahora no será a. 63.

(64) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. través de las armas, sino de la política. Para las personas de las Farc, la paz se construye con justicia social. Para ello es necesario que en Colombia los procesos democráticos sean transparentes. La paz se construye cuando hay educación, salud, acceso a los servicios públicos, vivienda digna. Donde los gobiernos no sean clientelistas y corruptos, sino transparentes. Que velen por el bienestar social. Que hayan vías y exigen que se dé una reforma agraria que empiece dando 3 millones de hectáreas de tierras para los campesinos.. Proyecto productivo. 64.

(65) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. VIDE. TECA 65.

(66) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Voces ciudadanas. ¿Qué es la paz y cómo se construye? Se preguntó a la ciudadanía ¿Qué es la paz y cómo se construye? y aquí están sus respuestas. 66.

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(68) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Celia Puentes Paredes. Reconciliación. Reconciliación. No son enemigos, son seres humanos. Que los jóvenes escuchen.... Reconciliación. Perdonar, pero no olvidar.... 68.

(69) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Rafael Posso. Reconciliación. Reconciliación. Reconciliación. Reconciliación. Relatando la Masacre 1. Relatando la Masacre 2. Recociliación 1. Recociliación 2. 69.

(70) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Fredy Escobar. Reconciliación. Reconciliación. En busca de la reconciliación. Miembro del Partido FARC. Reconciliación. Pobres parapolíticos. Fredy Escobar. 70.

(71) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Yean Frank Velásquez. Reconciliación Frase Yean Frank. 71.

(72) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Adriana Arias. Reconciliación. Reconciliación. Paz a partir de la educación. ¿Qué es la paz y qué se necesita?. Reconciliación. Perdonar para ser perdonados. 72.

(73) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Jaider Jiménez. Reconciliación. Reconciliación. Reconciliación. Reconciliación. Mi proyección. Soy víctima y victimario. Quisiera que me perdonen. Uno debe arrepentirse. 73.

(74) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Alminda Mindiola. Reconciliación. Quiero ser una doctora. Reconciliación. Siempre habrá quien reclame.... 74.

(75) AMANECER. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Historias de colombianos que han dejado atrás el Conflicto armado. Dora Espinosa Vega Luz Angie García Miranda Jhon Navarro Cassiani. 75.

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