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Academic year: 2021

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Relaciones de Equivalencia

Las últimas aportaciones del Análisis de Conducta a la Psicología.

Manuel García Silvente Email: manuel@conducta.org

¿Cómo adquieren los estímulos sus propiedades psicológicas en ausencia de entrenamiento directo?

El fenómeno de las relaciones de equivalencia se plantea en los últimos tiempos como la alternativa explicativa para el entendimiento desde un punto de vista conductual de constructos congnitivos tales como creencias, expectativas, categorías y esquemas (Dougher, 1998). También se plantea como explicación del mecanismo por el cual se adquieren ciertos trastornos del comportamiento (Friman, Hayes, & Wilson (1998) y como sustrato de la conducta simbólica (Hayes & Hayes, 1992).

Fue el profesor Murray Sidman, autor del clásico Tácticas de Investigación Científica (1960), quien acuñó el término. Fue el primero en describir el fenómeno en 1971. En su artículo, Sidman informaba del hallazgo del surgimiento de nuevas relaciones entre estímulos previamente no entrenados en el caso de un individuo con retraso en el desarrollo. Sidman le enseñó a identificar dibujos, a señalar el dibujo que se le indicaba, y a señalar la palabra dictada. A partir de aquí surgen la identificación de palabras tanto por su igualación con el dibujo correspondiente como mediante su lectura. También aparecen las relaciones inversas a las dos descritas.

Sin embargo, las bases metodológicas y teóricas de las relaciones de equivalencia las sientan el propio Sidman y Tailby en su artículo de 1982. En él describen el paradigma básico basado en el procedimiento de igualación a la muestra. Es a partir de aquí cuando se comienza a hablar de relaciones de equivalencia. El equipo de Sidman toma prestado este término de las equivalencias matemáticas. La reflexividad, simetría y la transitividad de las matemáticas se convierten en relaciones entre conductas en la adaptación de Sidman. Dicha adaptación no tiene vinculación alguna con las matemáticas sino que se fundamenta directamente en la investigación desarrollada a partir de los años 70 sobre control estimular y generalización de estímulos (ver Valero, 1990).

Básicamente, el paradigma es el siguiente: supongamos la estimulación A (compuesta por los estímulos A1, A2 y A3), la estimulación B (compuesta por B1, B2, B3) y la estimulación C (compuesta a su vez de C1, C2 y C3). Mediante un procedimiento de igualación a la muestra se entrenan diferentes relaciones entre ellos. Se entrenan explícitamente A1-B1 (y el resto hasta An- Bn), B1-C1 (y el resto hasta Bn-Cn). Como resultado de dicho entrenamiento emerge la relación An-Cn (es decir, A1-C1; A2-C2, A3-C3) y Cn-An.

Con un ejemplo resultará más fácil de comprender. Tenemos tres grupos de estímulus: grupo A serían los número impresos 1, 2 y 3; el grupo B, grupos de objetos (*, **, ***) y el grupo C, la pronunciación de las palabras "uno", "dos" y "tres". Comenzamos por enseñar al sujeto a igualar consigo mismo a cada uno de los estímulos (identidad). Después se pasa a la fase de transitividad en la que enseñamos a igualar "1" con "*", "2" con "**" y "3" con "***" pero también "*" con "1",

"**" con "2" y "***" con "3". Hacemos igual con los grupos B y C ("*" con "uno", "**" con "dos",

"tres" con "***"; y también, "uno" con "*", "dos" con "**" y "tres"con "***"). La equivalencia emerge cuando nos encontramos con que el sujeto es capaz de igualar sin que se le enseñe a hacerlo: "1" con "uno", "2" con "dos" y "3" con "tres"; pero también, "uno" con "1", "dos" con "2" y

"tres" con "3".

Sidman y Tailby (1982) establecen que para alcanzar la equivalencia deben cumplirse las condiciones:

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1. Reflexividad o identidad: habilidad para igualar estímuos idénticos sin entrenamiento directo. Se podría formular como 'Si A1, entonces A1' (Si An, entonces An).

2. Simetría: igualación de dos estímulos después de que sus papeles de muestra y comparación han sido revertidos de forma que se podría decir que "Si A1, controla la respuesta sobre B1 entonces B1 controla la respuesta sobre A1" ("Si An, controla la respuesta sobre Bn entonces Bn controla la respuesta sobre An").

3. Finalmente, debe demostrarse que se da la transitividad. Esta sería la habilidad para responder a dos estímulos que nunca han sido directamente relacionados el uno con el otro después de que cada uno haya sido relacionado con un tercero; o también, "Si A1 controla la respuesta sobre B1 y si B1 controla la respuesta sobre C1 entonces A1 controla la respuesta sobre C1") .

Otra condición que hasta ahora parece indispensable (aunque se sigue investigando) es que el fenómeno se obtiene experimentalmente mediante el paradigma de igualación a la muestra.

Aunque existen excepciones en las que, por ejemplo se utiliza lápiz y papel, suelen emplearse programas de ordenador para la aplicación de sílabas sin sentido o dibujos del tipo pictogramas chinos. Existen ciertas condiciones de entrenamiento que hacen su aparición más efectiva (Valero y Luciano, 1992):

a. La necesidad de la reversión de los estímulos de muestra y comparación para que aparezca la relación simétrica;

b. La necesidad de que existan las relaciones simétricas y reflexiva para que se de la equivalencia (relación transitiva).

A lo anterior habría que añadir que si se utilizan procedimientos de discriminación sin error y consecuencias diferenciales reforzamiento/Tiempo Fuera, la relación se establece de forma más adecuada.

La formación de relaciones de equivalencia entre estímulos parece tener también ciertas limitaciones. Se han encontrado dificultades para reproducir el fenómeno en niños pequeños y en personas con discapacidad sin cierta competencia verbal. Igual parece ocurrir al tratar de reproducirlo en animales. Todo ello apunta a la necesidad de poseer un cierto nivel verbal para que se establezcan la equivalencia funcional entre estímulos.

Líneas de investigación.-

Tras su descripción, durante los años ochenta se desarrollaron multitud de investigaciones. Si analizamos la publicación de artículos sobre este tópico en las revistas técnicas de Análisis de Conducta (Journal of the Experimental Analysis of Behavior, JEAB y Journal of Applied Behavior Analysis, JABA) de los años 80 y 90 comprobamos que el volumen más significativo de publicaciones aparece durante los años 90 (46 artículos). La aplicación práctica de los hallazgos encontrados no aparece hasta los años 90 (según publicaciones en JABA). El 90% de lo publicado en los veinte últimos años aparece en JEAB lo que podría significar que, al ser una revista dedicada a cuestiones conceptuales y experimentales, aún estamos en una fase de estudio y análisis del fenómeno.

El interés inicial de dichas investigaciones se centraba, además de la replicación del fenómeno, en estudiar sus límites y posibilidades. Se investigó la extensión del fenómeno en todos sus niveles (humanos y no humanos, sujetos humanos de diferentes edades, etc.). Interesaba conocer en qué consistía este nuevo fenómeno por lo que se realizan ensayos manipulando todo tipo de variables:

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tipo de estimulación (tactil, olorosa, visual,...), secuencia de entrenamiento necesaria para conseguir el fenómeno, pasos fundamentales y/o imprescindibles para que se dé dicho fenómeno.

Siguiendo a Valero y Luciano (1992) vamos a resumir toda la investigación en las siguientes líneas de estudio: a) Expansión del número de relaciones, b) la delimitación de variables del procedimiento de igualación a la muestra, c) Análisis de posibles respuestas intermedias, d) Análisis de componentes verbales, e) Aplicaciones educativas, y añadiremos nosotros, f) Aplicaciones clínicas. Nos vamos a detener especialmente en las dos últimas.

Aplicaciones educativas.-

Se plantea su uso en el aprendizaje de segundos idiomas (Valero y Luciano, 1996), de conceptos académicos (Luciano y Ferro, 1991), enseñanza de la lectura (de Rose, de Souza, Rosito y de Rose, 1992), desarrollo de habilidades pre-matemáticas (Gast, VanBiervliet & Spradlin, 1979), enseñanza de lenguaje de signos (VanBiervliet, 1977), adquisición de conceptos (Dixon y Spradlin, 1976).

Otros ámbitos de aplicación según Luciano (1992) serían con sujetos afásicos o con daños neurológicos, la educación de niños con retraso mental en la formación de múltiples conductas y el uso en la educación normal. Según esta misma autora, la utilización de este tipo de metodología de forma generalizada en la educación supondría que el rendimiento de los profesionales de la educación se vería multiplicado al tiempo que la motivación, tanto de los niños como de los responsables de su enseñanza se vería afectada de forma importante al maximizar el beneficio con un mínimo coste. Sin embargo, habría que considerar el hecho de que su aplicación debe ser cautelosa y ajustada a los nuevos hallazgos experimentales puesto que igual que se adquieren comportamientos adecuados también pueden adquirirse los desadaptativos (Luciano, 1995).

Aplicaciones clínicas.-

Explicaciones clínicas.- Se está planteando su poder explicativo para dar cuenta de fenómenos psicológicos como la adquisición de respuestas emocionales a estímulos inicialmente neutros y con los que no se ha tenido una experiencia previa. Augustson y Dougher (1997) plantean que 'cuando un estímulo entra a formar parte de una clase de equivalencias con otros que inducen miedo, estos también adquieren la propiedad de inducir miedo por lo que podrán evocar la conducta de evitación' (p. 188). Igual podría ocurrir con conductas verbales de tipo depresivo y obsesivo.

Aplicación terapéutica.- Finalmente, una aplicación práctica de enorme interés dentro de la Psicología, por su función de aliviar el sufrimiento humano, ha sido la de fundamentar nuevos tratamientos psicoterapéuticos. Son lo que podríamos denominar en palabras del profesor Marino Pérez, psicoterapias conductistas (Pérez, 1991). En concreto y, fundamentalmente dentro de la Terapia de la Aceptación y el Compromiso desarrollada por el grupo de trabajo de Steven Hayes de la Universidad de Nevada quienes se basan para ello en la formulación de la Teoría del Marco Relacional (Hayes y Hayes, 1992). Esta teoría es la formulación estructurada de los hallazgos de las investigaciones sobre relaciones de equivalencia. En esta terapia verbal se utilizan metáforas y/o ejercicios experienciales que implican la manipulación de relaciones de equivalencia. De hecho con dicha terapia se pretende, entre otras cuestiones, derivar nuevas relaciones verbales que lleven al sujeto a comprometerse con el cambio necesario en su vida.

Las explicaciones del fenómeno.-

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Clayton y Hayes (1999) hablan de la existencia de tres planteamientos teóricos diferentes explicativos del fenómeno de las relaciones de equivalencia. La equivalencia como algo dado evolutivamente (Sidman, 1992), Este autor plantea que la equivalencia de estímulos es un nuevo principio de conducta del mismo modo que lo son el reforzamiento, la generalización, la discriminación, por ejemplo. Ello significa que no es derivable de otros procesos conductuales.

La equivalencia como una forma de responder relacional arbitrariamente aplicable (S. Hayes, 1991).

El grupo de Hayes explica el fenómeno como el resultado de una exposición prolongada a las contingencias de reforzamiento que operan dentro de la comunidad verbal (Clayton & Hayes, 1999).

Dugdale y Lowe (1990), plantean que la equivalencia de estímulos está mediada por la relación de nombrar. Esta se produciría en cualquiera de las dos siguientes formas: dos o más estímulos se hacen equivalentes al darles el mismo nombre o bien, mediante la inclusión de estos nombres en una regla verbal que los una.

El análisis de la equivalencia como condicionamiento respondiente (L. Hayes, 1992). Esta perspectiva basada en un planteamiento interconductista, propone que la equivalencia estimular se produce por la sustitución funcional de los estímulos. Las funciones inherentes al estímulo procedentes de un objeto, pueden llegar a ser inherentes a otros objetos mediante la proximidad espacio-temporal de los objetos.

La equivalencia de estímulos como un caso especial de la equivalencia funcional (Markham y Dougher, 1993). Estos autores plantean que la equivalencia de estímulos podría ser un caso especial de la equivalencia funcional. Para ellos la clave está en la sustituibilidad o intercambiabilidad de los elementos que conforman un compuesto.

La situación de España en este contexto.-

En este camino, la psicología española no se queda atrás; en diferentes universidades españolas existen grupos de investigación que tienen las relaciones de equivalencia como uno de sus tópicos de investigación centrales. Las universidades de Almería (con el equipo de la profesora M. Carmen Luciano), Oviedo y Sevilla son un ejemplo de lo que decimos. El trabajo que se está haciendo en dichas universidades es un trabajo pionero. Sin ir más lejos, es el profesor Luis Valero de la Universidad de Málaga quien publica la primera tesis en castellano sobre relaciones de equivalencia.

Gracias al esfuerzo de estos grupos de investigación España está al nivel del resto de países de su entorno europeo en cuanto al estudio y aplicación de las relaciones de equivalencia.

Las relaciones de equivalencia parecen tener un potencial que aún queda por descubrir y explotar al máximo, sobre todo en cuanto a su poder explicativo de fenómenos que hasta ahora tienen una explicación puramente mentalista. Sin duda será uno de los tópicos de investigación y aplicados clave para el siglo XXI.

Referencias

Gast, D.; VanBiervliet, A. & Spradlin, J.E. (1979). Teaching number word equivalence: A study of transfer. American Journal of Mental Deficiency, 83, 524-

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Clayton, M.C. & Hayes, L.J. (1999). Conceptual differences in the Analysis of Estimulus Equivalence. Psychological Record, 49, 145-153.

de Rose, J.T; de Souza, D.G.; Rosito, A.L. & de Rose, T.M.S. (1992). Stimulus equivalence and generalization in reading after matching to sample by exclusión.

En S. Hayes & L. Hayes (eds.). Understanding Verbal Relations. Reno, NV: Context Press.

Dixon, M. & Sparadlin, J.E. (1976). Establishing stimulus equivalence among retarded adolescents. Journal of Experimental Child Psychology, 21, 144-164.

Dugdale, N. & Lowe, C.F. (1990). Naming and stimulus equivalence. En D.E.

Blackman & LeJeune (eds.). Behaviour Analysis in theory and practice:

Contributions and controversies.Hillsdale: NJ: Lawrence Erlbaum Assocites.

Friman, P. C., Hayes, S. C., & Wilson, K. G. (1998). Why behavior analysts should study emotion: The example of anxiety. Journal of Applied Behavior Analysis, 31, 137-156.

Gast, D.; VanBiervliet, A. & Spradlin, J.E. (1979). Teaching number word equivalences: A study of transfer. American Journal of Mental Deficiency, 83, 524- 527.

Hayes, S.C. (1991). A relation control theory of stimulus equivalence. En L.J. Hayes

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Luciano, M.C y Ferro, R. (1991). Formación de Reglas y formación de equivalencia en un estudio aplicado. Estudio preliminar. Universidad de Granada. Manuscrito no publicado.

Luciano, M.C. (1992). Algunos significados aplicados de los tópicos de investigación básica conocidos como relaciones de equivalencia, decir y hacer, y sensibilidad e insensibilidad a las contingencias. Análisis y Modificación de Conducta, 18, 805- 859.

Luciano, M.C. (1995). Aportaciones Funcionales en Educación. Granada: Némesis.

Markham, M.A. & Dougher, M.J. (1993). Compound stimuli in emergent stimulus relacions: Extending the scope of stimulus equivalence. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 60, 529-542.

Pérez, M. (1991). Las nuevas psicoterapias conductistas. Madrid: Biblioteca Nueva.

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Tesis doctoral en microfichas. Universidad de Granada.

Valero, L. y Luciano, M.C. (1992). Relaciones de equivalencia: Una síntesis teórica y los datos empíricos a nivel básico y aplicado. Psicothema, 4, 413-428.

Valero, L. y Luciano, M.C. (1996). Lectura de palabras sencillas en dos idiomas:

una aplicación de las relaciones de equivalencia. IberPsicología, 1, 1-6.

VanBiervliet, A. (1977). Establishing words and objects as functionally equivalent through manual sign training. American Journal of Mental Deficiency, 82, 178-186.

Articulo inicialmente publicado en octubre del año 2000 en recol.es Reproducido con autorizacion de Recol Networks, S.L.

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