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Análisis de los impactos de desastres en el hábitat construido a mediano y largo plazo Propuesta de esquema de análisis

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Academic year: 2020

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(1): Análisis de los impactos de desastres en el hábitat construido a mediano y largo plazo. Propuesta de esquema de análisis. : Alberto Granela Pérez : Dr. Arq. Andrés Olivera Ranero.

(2) Este documento es Propiedad Patrimonial de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, y se encuentra depositado en los fondos de la Biblioteca Universitaria “Chiqui Gómez Lubian” subordinada a la Dirección de Información Científico Técnica de la mencionada casa de altos estudios. Se autoriza su utilización bajo la licencia siguiente: Atribución- No Comercial- Compartir Igual. Para cualquier información contacte con: Dirección de Información Científico Técnica. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Carretera a Camajuaní. Km 5½. Santa Clara. Villa Clara. Cuba. CP. 54 830 Teléfonos.: +53 01 42281503-1419.

(3) Dedicatoria Para todas aquellas personas que trabajan para reducir los factores de vulnerabilidad y para todas las personas que sufren los impactos de los desastres..

(4) Agradecimientos A mi tutor por su constancia y comprensión, a mi familia por el apoyo incondicional durante tantos años, a Amy por su amor, fuerza y seguridad en todo momento, y para todos los que de una forma u otra me han ayudado y formado a la persona que soy hoy..

(5) Resumen Los desastres de origen natural prosiguen su ocurrencia y recurrencia a nivel mundial, favorecidos por los efectos del cambio climático, acumulando anualmente cuantiosas pérdidas, daños y afectaciones de diferente índole. En Cuba, gracias a su sistema de defensa civil y una gestión de riesgos liderada por el Estado, con una amplia participación popular, ha reducido las víctimas humanas y el impacto económico y material; pero son elevados los daños al hábitat construido. Existen diversos métodos para la determinación del impacto inmediato de los desastres, los que permiten organizar rápidamente la asistencia y la reconstrucción; pero no se disponen de enfoques para estudiar adecuadamente los impactos a mediano y largo plazo, incluso en asentamientos que fueron reconstruidos después del desastre. El presente trabajo propone un esquema de análisis de los impactos del desastre en el hábitat construido, en el mediano y largo plazo, basado en indicadores básicos y lo comprueba en un caso de estudio, donde se sufrieron las consecuencias del huracán, hace más de 15 años. Palabras claves: Hábitat construido, impactos de desastres naturales..

(6) Abstract Natural disasters continue its appearing and recurrence in the world, helped by climate change effects, gathering abundant and various losses and damages. Cuba had reduced human victims and economic and material impacts, thanks to its civil defense system, and the risk management leading by the State with popular participation, but are growing the damages to built habitat. There are many procedures to determine the immediate impact of disasters, in order to organize the fast assistance and reconstruction. However, approaches to study properly the impacts in the middle and long term is not available, including in settlements rebuilt after disaster. The present thesis proposes un analysis scheme of disaster impacts in built habitat, at the middle and long term, based in basic indicators and are confirmed in the case of study where was impacted by a hurricane, more of 15 years ago. Key words: Built habitat, natural disasters impacts..

(7) ÍNDICE Introducción ....................................................................................................................... 1 Capítulo I: Marco conceptual y metodológico para el estudio de los impactos de desastres de origen natural en el hábitat construido. ........................................................ 7 1.1. Principales conceptos relacionados con el impacto de desastres en la sociedad. . 7 1.2. Actualidad y tendencias del impacto de los desastres de origen natural en el hábitat construido. ........................................................................................................ 12 1.3. Necesidad y contenido de los estudios de impacto de desastres de origen natural en el hábitat construido. ............................................................................................... 18 1.4. Análisis de ejemplos nacionales e internacionales sobre estudios de impacto de desastres en el hábitat construido. .............................................................................. 19 1.5. Factores caracterizadores de la determinación de impactos del desastre en el hábitat construido. ........................................................................................................ 24 1.6. Conclusiones parciales del capítulo .................................................................... 25 Capítulo II. Esquema de análisis de los impactos del desastre en el hábitat construido a mediano y largo plazo. .................................................................................................... 27 2.1. Caracterización de los impactos del desastre a mediano y largo plazo. ............... 27 2.2. Indicadores de impacto a mediano y largo plazo. ................................................. 29 2.3. Esquema de análisis de los impactos a mediano y largo plazo en el hábitat construido. ................................................................................................................... 31 2.4 Consulta al Panel de Especialistas ........................................................................ 32 2.5 Conclusiones parciales del capítulo ....................................................................... 39 Capítulo III. Aplicación del esquema de análisis al Caso de Estudio ............................... 41 3.1. Ratificación del sistema de indicadores para determinación de impactos a mediano y largo plazo del desastre en el hábitat construido. ..................................................... 41 3.2. Implementación del Esquema de Análisis de impactos a mediano y largo plazo del desastre en el hábitat construido ................................................................................. 47 3.3. Aplicación en Caso de Estudio ............................................................................ 49 3.4 Conclusiones parciales del capítulo ....................................................................... 61 Conclusiones ................................................................................................................... 63 Recomendaciones ........................................................................................................... 65 Bibliografía....................................................................................................................... 66 Anexos ............................................................................................................................ 70.

(8) Introducción El hombre, desde el comienzo de los tiempos, se ha visto afectado por desastres naturales; ha visto, sufrido y perdido, tanto bienes como sus seres queridos, por lo que siempre ha necesitado comprender cuales son las causas y el porqué de estos sucesos. En la actualidad se ha podido ver un incremento de los desastres naturales en el planeta, motivado por diferentes causas naturales y según la vulnerabilidad que tienen las sociedades y la comunidad hacia éstos. Se ha demostrado que en los últimos años el número de muertes, heridos o damnificados producto de estos acontecimientos ha ido en aumento, al igual que su recurrencia y los perjuicios que ocasionan. Los desastres son cada vez más frecuentes y peligrosos, y la aglomeración de personas en ciudades con el pasar de los años, ciudades cada vez más grandes en su tamaño vertical y horizontal, hace que se afecte, de forma global, a mayor número de personas. En esto influye mucho que dichas ciudades tienden a concentrar sus recursos, materiales, infraestructura, servicios y su economía. Este factor de concentración aumenta de forma dramática el riesgo y la amenaza de que sea mayor la proporción de daños, tanto humano como material. La situación anterior se vincula a la vulnerabilidad de las comunidades afectadas. Una sociedad vulnerable indica que es más propensa o que contiene mayor riesgo de sufrir daños. Si no poseen medios de mitigación, conocimientos reales del acontecer mundial o local del riesgo que se corre, si no se posee un respaldo y ayuda por parte de las instituciones o por el gobierno para cada caso, así como debilidades en la integración social y la ayuda mutua, educación, accesos a servicios y recursos, es difícil no decir que esta acumulación de fragilidades, dificulta y limita la forma y la efectividad con que estas comunidades se enfrentan a las amenazas naturales. La vulnerabilidad está determinada por la sociedad y sus carencias para enfrentar cualquier acontecimiento que ponga en peligro sus modos de vida. Los desastres provocados por el cambio climático son disímiles y no se conoce con certeza lo que faltan por conocer. Las inundaciones por lluvias o por el ascenso de los niveles del mar, las sequías por el alza de las temperaturas y las olas de calor, el deshielo de los. 1.

(9) glaciares, el aumento de las temperaturas oceánicas, y la mayor recurrencia e intensidad de fenómenos hidrometeorológicos más destructivos, son algunos de los más frecuentes. El calentamiento global incrementa la aparición de tormentas tropicales y huracanes, así como su poder destructivo, afectando a mayor número de países en sus recorridos. Cuba no escapa de esta realidad, siendo una isla del Caribe en una de las zonas más activas del planeta en la formación de estos eventos climatológicos, volviéndose imprescindible el estudio de cómo afecta al medio construido y a las personas, a los daños que se ocasionan y su mitigación. Lo anterior demuestra que los impactos por los desastres van en aumento, gracias a todas las condiciones de vulnerabilidad y riesgo que se presentan, a la fuerte incidencia del cambio climático, a las concentraciones de personas, bienes y recursos. Los impactos directos de un desastre nos dejan con muertes, heridos, damnificados, personas necesitadas de ayuda inmediata, con recursos que se pierden, la economía que se ve dañada por varias esferas, el transporte o los servicios. Es importante buscar maneras de evitar estos males, o bien pueden ser maneras de adaptarse al problema real, se debe comenzar a influenciar en los factores del riesgo para poder evitar desgracias innecesarias e insostenibles. Pero también existen los impactos a mediano y largo plazo, los cuales son no menos importantes, que persisten aun cuando se resolvieron los problemas inmediatos de vivienda, servicios, trabajo, viales, electricidad, agua. Estos problemas se arrastran con el tiempo, y nos cuenta cómo esas comunidades se adaptan a sus nuevas condiciones de vida, si están preparados para ese desafío. Es importante que esto sea estudiado a un nivel científico, porque si bien el Estado, en su buen haber, resuelve muchos de los daños, los impactos indirectos modifican la conciencia, el modo de vida y las perspectivas sociales. El presente trabajo de diploma pretende contribuir a una mejor comprensión de los impactos a mediano y largo plazo en el hábitat construido, y sus consecuencias en el modo y calidad de vida de las personas implicadas en procesos post-desastre, aportando conocimientos y un esquema metodológico para identificar y analizar dichas consecuencias. 2.

(10) Problema de investigación ¿Cómo pueden estudiarse los impactos a mediano y largo plazo que provoca el desastre sobre el hábitat construido, sobre la base de efectos que influyan en los modos de vida de los ciudadanos y la comunidad? Objetivo general Proponer un esquema metodológico para la determinación de los impactos a mediano y largo plazo provocados por el desastre en el hábitat construido. Objetivos específicos 1. Elaborar el marco conceptual para el estudio de los desastres y la determinación de sus impactos sobre el hábitat construido. 2. Definir un esquema metodológico que permita determinar los impactos a mediano y largo plazo causados por el desastre en el hábitat construido. 3. Aplicar la metodología de estudio de los impactos a mediano y largo plazo en un caso específico de hábitat afectado por el desastre. Hipótesis del trabajo Es posible elaborar un esquema metodológico para determinar los impactos a mediano y largo plazo que causa el desastre sobre el hábitat construido, basado en la definición e interrelación de variables de indagación sobre casos de estudio determinados y su influencia relativa en los efectos sobre los modos de vida y adaptación de los ciudadanos y la comunidad. Método de trabajo Etapa 1. Marco conceptual: Se elabora el fundamento teórico y conceptual de la determinación de los impactos del desastre, a partir inicialmente de la precisión de términos y definiciones, la relación entre los principales conceptos y la problemática. Se aplicarán métodos de análisis bibliográficos y se profundizará en el estado del arte en los aspectos claves del tema. Se concluirá con la determinación de las regularidades en cuanto a la determinación de impactos en el hábitat construido.. 3.

(11) Etapa 2. Propuesta de esquema de análisis de impactos a mediano y largo plazo: A partir del marco conceptual elaborado, se determinarán las variables de estudio para la determinación de los impactos del desastre en el hábitat construido, a mediano y largo plazo; así como las relaciones entre sí. Se aplicarán métodos de análisis y síntesis y de deducción e inducción, a partir de información especializada y otras fuentes de conocimiento. Se concluirá con un esquema metodológico, susceptible de ser aplicado en casos concretos, para estudiar los impactos a mediano y largo plazo. Etapa 3. Validación del esquema propuesto en caso de estudio: Constituye la fase aplicativa y de verificación de las propuestas realizadas. Consistirá en la determinación de un caso de estudio específico (reparto Michelle, Quemado de Güines, Villa Clara), lugar donde residen los ciudadanos que en el 2001 resultaron damnificados por el huracán Michelle, con el propósito de aplicar el esquema de análisis propuesto. En esta etapa se aplicarán métodos de observación, inferencia de resultados y de validación de propuestas metodológicas, susceptibles de replicarse o generalizarse en otros contextos, con la debida adecuación. En la Figura 1 se presenta el esquema metodológico aplicado. Aportes del trabajo De tipo teórico: Profundización del estudio y propuestas conceptuales del impacto del desastre a mediano y largo plazo en el hábitat construido, que complementa un análisis de la sostenibilidad de la recuperación post-desastre y permite fundamentar ulteriores estudios de la adaptación a las amenazas y efectos negativos. De tipo metodológico: Propuesta de un esquema metodológico que permite determinar los impactos del desastre, en una perspectiva de mediano y largo plazo, sobre el hábitat construido. De tipo práctico: Validación del esquema metodológico en un caso práctico, lo cual permite su adecuación a otros contextos con diversos fines. Estructura del trabajo de diploma El documento del trabajo de diploma contiene primeramente una Introducción, donde se exponen los fundamentos metodológicos de la investigación, a partir de la definición del 4.

(12) problema a investigar, sus objetivos y una hipótesis de actuación que guía el desarrollo de las etapas y tareas del trabajo. En la parte especial del trabajo se incluyen tres capítulos principales: Capítulo 1. Marco conceptual de la ocurrencia e impacto del desastre: A partir de una conceptualización de los principales términos y conceptos sobre el desastre y sus impactos, se realiza un estudio de ejemplos y prácticas, tanto nacionales como internacionales, estableciendo regularidades sobre la determinación de impactos directos e indirectos. Capítulo 2. Esquema de análisis de impactos del desastre en el hábitat construido: Se establece un esquema metodológico para la determinación de los impactos a mediano y largo plazo del hábitat construido, a partir de la definición de las principales variables que intervienen y su interrelación. Capítulo 3. Aplicación del esquema de análisis al Caso de Estudio: Se expone el desarrollo y conclusiones de la aplicación del esquema metodológico en un caso de estudio del hábitat en la provincia de Villa Clara, obteniendo resultados de la validación práctica. Finalmente, se desarrollan las Conclusiones y Recomendaciones, donde se exponen las conclusiones generales del trabajo, centradas en los aspectos esenciales demostrados y propuestos. También se presentan recomendaciones finales, necesarias para continuar la investigación y para extender la aplicación realizada. Al final se relaciona la bibliografía utilizada, consistente en una relación ordenada de las diferentes fuentes de información empleadas y consultadas en el trabajo, mediante el sistema Harvard-APA. Figura 1. Esquema metodológico de la investigación. Fuente: Elaboración por el autor.. 5.

(13) 6.

(14) Capítulo I: Marco conceptual y metodológico para el estudio de los impactos de desastres de origen natural en el hábitat construido. 1.1. Principales conceptos relacionados con el impacto de desastres en la sociedad. Durante siglos, diferentes culturas en su visión del universo han desarrollado fascinación por los fenómenos que afectan o inciden directamente en las personas. Es fácil comprender que la palabra desastre tuviese su origen en la antigua Grecia, donde las raíces etimológicas del término son “des” y “aster”, que significan negación y astro respectivamente, donde la negación de los astros a la buena fortuna provoca, por consiguiente, el inicio de calamidades y fatalidades correlacionadas. Con las religiones esto pasó a ser atribuido al castigo divino, a la ira de Dios, al castigo de determinada comunidad por el comportamiento de su gente y el respectivo enojo divino. (Ulloa, 2011) A pesar de los avances científicos y tecnológicos alcanzados hasta la actualidad, todavía se hace limitada la capacidad de determinar o pronosticar con exactitud cuándo y dónde se manifestarán los desastres y con cual intensidad afectarán. (Ulloa, 2011) No es de extrañar que los desastres se consideren como fenómenos inevitables, favorecidos por la creencia de que no hay nada que hacer, de que son causas sobrenaturales o divinas, de que no pueden ser intervenidos y cuando suceden no queda más remedio que resignarse. En ciertas etapas del desarrollo de la humanidad, los desastres tuvieron la connotación como “actos de Dios”, encontrándose en legislaciones con la categoría de “fuerza mayor y caso fortuito”. No se debe desconocer que algunos políticos hacen alusión a esta forma de verlos ya que ocultan errores en el funcionamiento de mitigación de estos, separan la culpa del gobierno y de las instituciones encargadas, dejando todo en el campo de lo inevitable. (Cardona 2003) Existen varias definiciones de desastres, la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile (ONEMI), basándose en la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastre (UNDRO), define al desastre como un 7.

(15) “evento identificable en el tiempo y el espacio, en el cual una comunidad ve afectado su funcionamiento normal, con pérdidas de vidas y daños de magnitud en sus propiedades y servicios, que impiden el cumplimiento de las actividades esenciales y normales de la sociedad”. Otras definiciones resumidas por Wijkman y Timberlake (1985; citado en Maskrey, 1993) incluyen el hecho de producirse víctimas humanas y de las pérdidas materiales. Otros significados incluyen el carácter imprevisto de dichos fenómenos, la impreparación de los gobiernos para enfrentarlos y los traumatismos sociales o políticos que pueden ocasionar, entendiéndolos también como desgracias grandes, sucesos infelices y lamentables. Una definición adecuada para el desastre, debe incluir la interrupción en el funcionamiento de una comunidad o sociedad y sus consecuencias en la magnitud de los destrozos, pérdidas e impactos materiales, económicos y ambientales, que exceden la capacidad de la comunidad o la sociedad afectada para hacer frente a la situación, mediante el uso de sus propios recursos. Por su comienzo, el desastre puede ser un evento de origen natural, tecnológico o provocado por el hombre, provocando alteraciones en la vida de las personas, los bienes, los servicios y el medio ambiente. De hecho, es la ocurrencia de fenómenos peligrosos que como consecuencia de la vulnerabilidad de los elementos expuestos causa efectos adversos sobre los mismos. (Suárez y Sánchez, 2012) Éstos no constituyen hechos súbitos y aislados de la vida normal de las comunidades. Es necesario entenderlos en el contexto del territorio y de los procesos de desarrollo afectados, de los ecosistemas y de las personas sobre los cuales interviene. (Ulloa, 2011) Los desastres de origen natural más frecuentes, se deben a los terremotos, las erupciones volcánicas, los huracanes, tsunamis, el deterioro de cuencas hidrográficas; entendiéndose que son producto netamente de la naturaleza. Por otra parte, los de origen antrópico o provocados por el hombre, se concentran en las guerras, procesos de contaminación, eventos tecnológicos, incendios y otras causas o errores humanos; aunque no falta la interpretación que interrelaciona ambos orígenes, combinándose los factores naturales y humanos.. 8.

(16) De acuerdo a lo anterior, lo que no puede obviarse es que un desastre tiene un impacto desfavorable, que puede estar determinado por términos como volumen, tiempo y espacio donde se perciba. Algunos significan pérdida de vidas humanas, otros efectos negativos para millones de personas. Algunos son momentáneos, otros lentos y otros que pueden durar muchos años. Algunos se localizan en pocos kilómetros cuadrados, mientras que otros pueden abarcar varios países. En consecuencia, no solo se puede ver como desastre cuando afecta a la población, también tiene efectos ecológicos, económicos y sociales. Algunas poblaciones están habituadas a determinados sucesos que bien pueden llamarse desastres, y estos llegan a ser partes de su vida, acostumbrándose y adaptándose; mientras a deferencia están las localidades donde estos sucesos, por intensidad o frecuencia, son considerados como hechos fortuitos y catastróficos. (Augusta, 1996) El impacto de estos fenómenos es muy variado. Y está fuertemente caracterizado por la cantidad de personas que puedan ser afectadas. Puede que algunos estén marcados por los efectos sobre una población, mientras otros son lo suficiente amplios para cubrir varias poblaciones. Un accidente aéreo o una erupción volcánica son considerados como pequeños y discretos, mientras una sequía, hambruna, epidemias o huracanes afectan grandes superficies, incluso de orden continental, traspasando fronteras políticas. Como conclusión, el concepto de impacto o desastre a la población es relativo a la manera como se le califica, dimensión temporal, espacial o de volumen, y también a la valoración social que la comunidad le asigna. Todo lo que se ha expuesto hasta este punto, tiene como un factor clave a la vulnerabilidad, la cual se considera como un proceso, mediante el cual se determina el nivel de exposición y la predisposición a la pérdida de un elemento o grupo de elementos susceptible a los efectos dañinos de una amenaza específica, contribuyendo al conocimiento del riesgo. Determina las características y las circunstancias de una comunidad. (Coca, 2009) Wilches-Chaux (1989; citado en Cardona 2003) propuso el concepto de vulnerabilidad global para integrar los diferentes aspectos que caracterizan la vulnerabilidad desde varias perspectivas. Dichas dimensiones se describen a continuación brevemente:. 9.

(17) Se tiene la dimensión física, donde se expresa las características de la ubicación en áreas propensas a deficiencias en la resistencia de los materiales o elementos expuestos, como por ejemplo viviendas cerca de la cota de inundación de un río, casas en laderas propensas a deslizamientos. Está también la dimensión económica, donde la pobreza aumenta la vulnerabilidad, a niveles locales o personales significa insuficiencia de ingresos, desempleo, dificultad de acceso a recursos y servicios, pasando lo mismo a nivel nacional, países con dependencia económica, restricciones internacionales, políticas monetarias impuestas. Mientras más integrada se encuentre una comunidad, mejor podrá prepararse y recuperarse de un desastre, por lo que la dimensión social se relaciona según cómo funcionan las personas como grupos organizados, la ayuda entre ellos. Pero la falta de conocimiento sobre las causas, efectos y razones por la cuales se presentan los desastres, el desconocimiento de la historia, y de la preparación individual o colectiva en caso de desastres aumentan la vulnerabilidad, la dimensión educativa define que la comunidad debe estar informada. La dimensión ideológica está relacionada con las creencias de las personas sobre el devenir del mundo, las actitudes pasivas, fatalistas y creencias religiosas que limitan la capacidad de actuar en ciertas circunstancias, la pérdida de motivación, o simplemente la negación de los hechos debilitan la respuesta de acción. Como dimensión institucional está la dificultad de las instituciones para responder al riesgo, a un suceso, o sabiendo el riesgo no desempeña acciones eficientes para reducirlo o mitigarlo. La dimensión cultural nos habla de cómo los individuos se ven a sí mismos dentro de la sociedad, estereotipos que no se cuestionan y se consolidan, ayudados en muchos casos por los medios de comunicación, con informaciones imprecisas sobre la sociedad, el medio ambiente y los desastres. En la dimensión ambiental se aprecia como el hombre dependiendo del modelo de desarrollo realiza una explotación inadecuada de los recursos naturales, deteriorando el ecosistema y aumentando la vulnerabilidad por la incapacidad de compensar los efectos directos e indirectos de los daños al medio ambiente. Esta forma de percibir la vulnerabilidad global como un conjunto de factores individuales facilita su entendimiento, demuestra que tiene una circunstancia dinámica y cambiante, permite comprender como es un proceso acumulativo de fragilidades, deficiencias o 10.

(18) limitaciones como factores que inciden en la existencia de dicha vulnerabilidad de mayor o menor medida. Un posible ejemplo de vulnerabilidad global es el de deslizamientos de laderas sobre localidades, como consecuencia la mayoría de las veces los asentamientos de grupos humanos económicamente son carentes de emprender costosas obras de ingeniería para la contención o estabilización de estas (vulnerabilidad económica), pero a la par las instituciones no realizan ningún esfuerzo por mitigar las causas o los posibles problemas que este riesgo puede presentar (vulnerabilidad institucional), y por ningún medio de comunicación se transmite de forma adecuada, o de ninguna forma las consecuencias reales que esta localidad pudiese presentar, provocando mayor desinformación, carencia de percepción del peligro, o simplemente desconocimiento de formas de evacuación segura o métodos de acción dado el caso (vulnerabilidad cultural-educativa). De forma general se puede decir que la amenaza está relacionada con el peligro o amenaza, cuyo significado radica en la posible ocurrencia de un fenómeno físico de origen natural, o provocado por el hombre en determinado lugar en un periodo tiempo. Y la vulnerabilidad no solamente está relacionada con la exposición del contexto material o susceptibilidad física de los elementos expuestos a ser afectados, sino también a las fragilidades sociales y la falta de resiliencia de la comunidad, es decir, la capacidad de responder o absorber el impacto. Ambas definiciones (amenazas y vulnerabilidades), son factores internos del riesgo, que no es más que la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas. (Suárez y Sánchez, 2012) Es de destacar que vulnerabilidad y amenaza son mutuamente condicionantes una de la otra como componentes del riesgo, pero son estudiadas de forma conceptual de manera independientes por efectos metodológicos. Cuando se interviene en cualquiera de las dos o en ambas se está modificando el riesgo en sí. Pero debido a que la amenaza, en determinados casos, no puede ser alterada o intervenida, no queda más remedio que restructurar las condiciones de vulnerabilidad de determinado elemento. Entonces, puede afirmarse que la vulnerabilidad es la predisposición o susceptibilidad física, económica, política o social que tiene una comunidad de ser afectada o de sufrir daños en caso que un fenómeno desestabilizador se manifieste. La diferencia de vulnerabilidad del contexto 11.

(19) social y material expuesto ante un fenómeno peligroso determina el carácter selectivo de la severidad de los efectos de dicho fenómeno. (Cardona, 2003: 64) Existen diferentes tipos de riesgos que pueden estar ligados o no a desastres naturales, como son el riesgo laboral, los riesgos geológicos; el riesgo financiero, el riesgo biológico. Los desastres han comenzado a ser vistos por la comunidad internacional no solo desde la perspectiva humanitaria o social, sino fundamentalmente desde el punto de vista económico, ya que este factor es determinante en todos los ámbitos provocados por el desastre y su posterior reconstrucción. En los países en desarrollo las pérdidas asociadas a desastres se le son adjudicados la neutralización del crecimiento económico y la minimización de los avances de desarrollo. Aunque esto no está demostrado de forma real lo anteriormente planteado, resulta evidente que el gasto provocados por estos incidentes, gastos que los gobiernos se ven obligados a realizar para la rehabilitación y reconstrucción, representa siempre un sacrificio para los países pobres, donde la escasez de recursos es permanente y los gastos adicionales no programados no son deseables. (Argüello, 2004) El problema del impacto ocasionado por un desastre se presenta en toda la literatura como algo irresoluble o inconmensurable, por lo que se menciona como un elemento dado. En la metodología de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el impacto se relaciona más con los llamados efectos indirectos. Estos impactos se entienden como la consecuencia de la desarticulación de las estructuras sociales y económicas debido a las pérdidas físicas en las unidades de base y los canales de intermediación, esta desarticulación es el resultado de la obstrucción de los flujos de distribución y de la interrupción y retardos en los procesos productivos, esto no es el resultado directo del impacto de un suceso, pero son efectos colaterales.. 1.2. Actualidad y tendencias del impacto de los desastres de origen natural en el hábitat construido. El impacto de los desastres es la variación significativa de la calidad ambiental, construida y social. Es una expresión que implica un juicio de valor dado por los afectados o por los evaluadores y es la consecuencia o producto final de los efectos del desastre, expresados 12.

(20) en términos cualitativos y cuantitativos. Los impactos pueden ser positivos y negativos, aunque su connotación aceptada está en el carácter indeseable de los mismos. (Ruiz, n.d.) El impacto, además de incluir el factor económico, también considera otros tipos de variables que no siempre pueden ser medidas en términos monetarios o porque debido a su naturaleza se hace difícil su medición. Entre ellas se puede mencionar la desarticulación económica local, la pérdida del patrimonio familiar o individual de sectores marginales (viviendas que son de construcción precaria, herramientas de trabajo, animales, enseres domésticos, ropa, etc.), la destrucción de formas de subsistencia de auto-consumo (la agricultura de subsistencia, etc.), la migración causada por un desastre, además de otros factores que pueden darse en casos específicos como puede ser la destrucción parcial o total de sitios y edificios históricos, obras de arte, patrimonio científico y otros. (Cardona, 2003) Finalmente, la necesidad de establecer el impacto no solo de los grandes sucesos, sino también de aquellos cuya magnitud, oscila entre el nivel medio y pequeño de daños, con periodos de recurrencia mucho más cortos y donde el patrimonio de las poblaciones que lo sufren. La consideración de este tipo de sucesos también se vuelve una parte sustancial en la determinación de los niveles de impactos de los desastres mayores, debido a que normalmente la ocurrencia de un suceso de magnitud es antecedida por una serie de pequeños y medianos desastres que comúnmente son ignorados. (Osorio, 2013) Es importante aclarar que existe una diferencia entre la ocurrencia de un desastre dado y el impacto que puede traer consigo. La ocurrencia de un desastre es sin más ni menos que cuando se produce el hecho catastrófico, cuando se produce el incidente que afecta a determinado sitio, localidad o país. Mientras que el impacto es aquello que produce ese desastre en la sociedad, en la cultura, en la economía, tiene que ver con quién vive el desastre, como le desarticula la cotidianidad o afecta y altera su forma de vida. La ocurrencia es como su nombre indica la mayor o menor aparición de fenómenos provocadores de desastres. En la actualidad hay muchos factores de ocurrencia que han variado con el tiempo en el contexto global, entiéndase como el cambio climático. El calentamiento global produce un efecto en la ocurrencia de eventos hidrometeorológicos, con el calentamiento de las aguas de los océanos los huracanes se forman cada vez más 13.

(21) rápido y con más frecuencia que hace 50 años, porque dichos fenómenos necesitan de temperaturas críticas en las aguas y estas van en aumento. Sin embargo, los terremotos a nivel mundial se mantienen constantes, no han cambiado mucho en el tiempo, la ocurrencia no ha variado, lo que sí ha variado mucho es sin lugar a dudas el impacto que producen. Las ciudades cada vez son más grandes y populosas, con edificios más altos y mayor número de estos, y el mismo terremoto que afectó determinado lugar entre 3 o 4 décadas en el pasado, en la actualidad, el impacto que este produzca será mucho mayor, y este impacto irá en aumento con el tiempo. Pero como se ha estado viendo con anterioridad, el desastre en sí puede afectar de formas muy diferentes a una localidad u otra, todo va dependiendo del nivel de vulnerabilidad de dichas localidades, y por consiguiente impactos variables. Esto también está fuertemente ligado con que cada comunidad, ciudad, región o país mide la magnitud del impacto de formas divergentes según el contexto, tanto físico como social. Por tanto, el coste, el tamaño, y aún más el impacto de determinado fenómeno peligroso es relativo y depende siempre de quién vive el hecho, de sus valoraciones, y de sus posibilidades. Es la afectación humana el principal impacto provocado por un desastre, la vida de los seres humanos para el hombre es lo primero y lo principal. Pero este no es el único impacto, los desastres traen consigo destrucción, perdidas de dinero por impacto directo, y por el dinero se tiene que gastar para reconstruirlo, esto provoca atrasos en el desarrollo de localidades y países, la afectación de materiales, en el sector alimenticio, en la funcionalidad y movilidad de las actividades diarias y la ayuda, todo con un peso económico intrínseco, pero los daños ambientales también es un impacto a determinar. Como parámetro de medición de los efectos e impactos que puede ocasionar un desastre, en cuanto a estadística e indicadores, se toma como referencia la metodología de la CEPAL, la cual proporciona una estimación del impacto económico con el propósito de apoyar los procesos de reconstrucción y reducción de los riesgos. La CEPAL ha sido pionera en la evaluación de desastres y en el desarrollo de una metodología para tal fin. Esta evaluación incluye tanto la estimación de los efectos del. 14.

(22) desastre sobre acervos (daños) como sobre flujos (pérdidas y costos adicionales), a esto se le suma también los impactos económicos, sociales y ambientales. Esta entidad ha participado en más de 90 estimaciones de estos efectos, desde diciembre de 1972 cuando se produjo el terremoto en Nicaragua. En estas evaluaciones realizadas en más de 28 países de la región se han registrado aproximadamente 310 000 fallecimientos y 30 millones de personas afectadas con un coste de 213 000 millones de dólares a precios de 2000. (Ortíz et al., 2013: 14) De acuerdo con los datos disponibles en la clasificación en la Base de Datos Internacional sobre Desastres (EM-DAT), la mayoría de los desastres ocurridos en el mundo entre 1970 y 2011 fueron de origen meteorológico e hidrológico (7650), por lo general provocados por inundaciones (3719) y por huracanes y tormentas (2977). Los terremotos y las erupciones volcánicas fueron responsables de 1087 desastres. (Véase el gráfico 1.1). Gráfico 1.1 Distribución de los desastres ocurridos en el mundo según el tipo de evento que lo originó. Fuente Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de Centro para la Investigación de la Epidemiología de los Desastres (CRED)/Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero (OFDA), Base de Datos Internacional sobre Desastres (EM-DAT).. América Latina y el Caribe es una región muy expuesta a fenómenos meteorológicos e hidrológicos, pero, a la vez, todas las zonas del continente están expuestas a fenómenos. 15.

(23) geofísicos (sismos y erupciones volcánicas), responsables de cerca de 367 desastres en esta región entre 1970 y 2011.. Gráfico 1.2 Distribución de los desastres ocurridos en el mundo según la región afectada. Fuente Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de Centro para la Investigación de la Epidemiología de los Desastres (CRED)/Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero (OFDA), Base de Datos Internacional sobre Desastres (EM-DAT).. El mayor impacto económico sobre el sector productivo tuvo lugar en Centroamérica por los eventos del fenómeno ENOS (El Niño Oscilación Sur), conocido comúnmente como El Niño, con un 85,6%, seguido por el mismo fenómeno en América del Sur, con un 68%. En el Caribe, el perfil de afectación indica que los huracanes y tormentas han repercutido principalmente en las actividades productivas –agropecuarias y de pesca, de la industria, el comercio y los servicios, incluido el turismo—, y han ocasionado daños cercanos al 45,4%. Les sigue el sector social, con un 30,2%. (Ortíz et al., 2013: 26) En los últimos años, el incremento de la frecuencia y los impactos de los peligros de desastres están incidiendo en las condiciones de riesgos de desastres y obstaculizando el desarrollo sostenible. Entre éstos peligros se encuentran los de origen natural, fundamentalmente los hidrometeorológicos y los que se originan como consecuencia del cambio climático, ambos con efectos devastadores para la sociedad y el medio ambiente. 16.

(24) El cambio climático no se puede ver como un sistema de procesos aislados a los desastres que ocurren en el planeta, pero tampoco constituye la única causa. En la actualidad se puede ver de forma dramática como la subida del nivel del mar se hace cada vez más evidente, esto es provocado indisolublemente por el calentamiento global, el alza de las temperaturas de los mares, el deshielo de los glaciares y los cambios de las circulaciones oceánicas. (Uribe, 2015) El período comprendido de 1983-2012 ha sido el más cálido de los últimos 1400 años, los niveles de hielo y nieve han menguado en casi todo el mundo, el ritmo de elevación del mar entre 1901-2010 ha sido superior a la media de milenios anteriores y la temperatura de los océanos ha amentado en 0,11⁰C por decenio, las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso en la atmósfera han aumentado a niveles sin precedentes, afectando suelos, aire y océanos. (Payueta, 2017) Los desastres naturales relacionados con el cambio climático son varios, sin contar los que están por venir. Las inundaciones como resultado de lluvias torrenciales o por la subida del nivel del agua de los océanos. Olas de frío y calor que van unidas al aumento generalizado de las temperaturas diarias extremas. Ciclones y huracanes más devastadores gracias a que los niveles del mar son más altos, los océanos más cálidos y las lluvias más fuertes. Las sequías en algunas regiones del mundo serán más intensas y prolongadas, las tormentas han sufrido una tendencia significativa estadísticamente al nivel de precipitaciones intensas en algunas regiones. Mientras que los incendios forestales debido a la sequía y aridez de la superficie, será cada vez mayor. Las inundaciones son la ocupación por parte del agua de zonas que habitualmente están libres de ésta, bien por desbordamiento de ríos por lluvias torrenciales o por el deshielo, causando grandes daños a los bienes o seres vivos que pudieran estar expuestos a las mismas. Diferentes factores climáticos y eventos hidrometeorológicos pueden provocar inundaciones, pero el hombre con el incremento de su vulnerabilidad, las inundaciones son uno de los peligros que más daños están causando a la humanidad a nivel mundial. (PENUD, 2014) Por tanto, los incremento de la actual frecuencia y fuerza destructora de los eventos hidrometeorológicos. extremos,. ligados. al. cambio. climático. y. sus. principales 17.

(25) manifestaciones destructivas, son las penetraciones del mar, las intensas lluvias, los fuertes vientos y las posibilidades de desastres tecnológicos y sanitarios (Jones, 2015).. 1.3. Necesidad y contenido de los estudios de impacto de desastres de origen natural en el hábitat construido. Dejando sentado que los desastres son consecuencia de fenómenos naturales desencadenantes de procesos que provocan daños físicos y pérdidas de vidas humanas y de capital, al tiempo que alteran la vida de comunidades y personas, y la actividad económica de los territorios afectados, debe admitirse que la recuperación después de dichos eventos requiere de la acción de los gobiernos y, en muchos países, de recursos externos sin los cuales ésta sería improbable. Para formular y estimar los requerimientos financieros de la estrategia de recuperación y reconstrucción, es indispensable contar con información cuantitativa acerca de los efectos e impactos del desastre y estimaciones del costo económico que estos representan. La descripción global del impacto y la cuantificación y valoración de los daños, las pérdidas y los costos adicionales que ocasionan los desastres permiten saber cuáles son los recursos indispensables para restablecer la funcionalidad de las actividades económicas y sociales y realizar las inversiones necesarias para fortalecer la resistencia de las infraestructuras físicas, económicas y sociales ante la amenaza de nuevos eventos, con el propósito de reducir la vulnerabilidad a largo plazo. En consecuencia, se requiere de una adecuada coordinación para la formulación de políticas y para su respectiva ejecución, entre el nivel nacional, provincial y municipal, y entre los sectores comprometidos en el manejo de aspectos ambientales. Para determinar la magnitud de los desastres y sus consecuencias se deben tomar medidas, acciones coherentes y un propósito claro. Entre estos propósitos se encuentran aspectos tales como: la realización de mapas de amenaza y determinación de zonas de máximo riesgo; instrumentación y vigilancia de fenómenos naturales; fortalecimiento institucional y financiero; dotación de centros de reservas y elaboración de planes de emergencia; educación y capacitación; incorporación de la prevención en los planes municipales y regionales de desarrollo; análisis de 18.

(26) vulnerabilidad y reubicación de vivienda en alto riesgo, recuperación post-desastre y recuperación de cuencas hidrográficas degradadas. Estos aspectos se vienen promoviendo a nivel local, provincial y nacional mediante la concertación interinstitucional de entidades gubernamentales y no gubernamentales (ONG) y el propio Estado, en su nivel central. (Maskrey, 1993: 73) Es importante conocer cuáles son los elementos principales a tener en cuenta en la determinación y estudio de los impactos de los desastres en el hábitat construido. Como se explicaba con anterioridad las vidas humanas y sus afectaciones directas es lo primero, luego las pérdidas económicas y materiales, las cuales guardan una estrecha relación entre sí, los impactos ambientales son también muy importantes a determinar y en ocasiones los más complejos de resolver.. 1.4. Análisis de ejemplos nacionales e internacionales sobre estudios de impacto de desastres en el hábitat construido. Sin lugar a dudas, los eventos hidrometeorológicos son los que afectan más fuerte y con más intensidad el territorio nacional cubano. Éstos traen consigo grandes devastaciones, tanto para la economía del país como para el fondo habitacional. El Sistema de Medidas de la Defensa Civil ha demostrado durante casi 40 años, su eficacia y fortaleza en la preparación y enfrentamiento de fenómenos hidrometeorológicos, haciendo casi nulas las pérdidas de vidas humanas y reduciendo los daños materiales, aunque en el caso del territorio y las construcciones, alcanzan aún una magnitud considerable. A continuación, se citan y analizan algunos ejemplos de desastres y las formas de determinación de los impactos aplicadas en dichos casos. En el año 2008, azotó la zona del Caribe y al sur de América del Norte el huracán Gustav, con una categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, el cual afectó a Cuba en los días finales del mes de agosto, con mayor impacto los días 30 y 31 de ese mes. Gracias a la acción de la Defensa Civil no se lamentaron pérdidas humanas en el país, aunque el ciclón dejó un saldo de 138 muertos entre los países de Haití, República Dominicana, Jamaica y los Estados Unidos. (UNICEF, sin fecha). 19.

(27) En su penetración en territorio cubano y según datos de informes oficiales, el 60% del territorio de la provincia de Pinar del Río fue severamente dañado y el 40% restante sufrió daños de menor envergadura, así como efectos de la penetración del mar en la ciudad de la Habana. Los derrumbes totales y parciales en viviendas ascendieron a 100 000 casas, se interrumpió el acceso al agua potable, así como el saneamiento. Esto trajo también como consecuencias efectos a corto y mediano plazo en la alimentación de la población de manera severa. A los pocos días del huracán Gustav, el huracán Ike recorre gran parte del país, entrando por Punta Lucrecia, en la provincia de Holguín, con categoría 3 y retirándose del territorio cubano por el Oeste de la isla, en la provincia de Pinar del Río, cerca del mismo rumbo tomado por Gustav. Ambos meteoros dejaron a su paso 320 000 viviendas dañadas, cuyo 10% fueron destruidas totalmente, debiendo evacuarse preventivamente 2.6 millones de personas y millón y medio de habitantes sufrieron graves problemas en sus viviendas. (Naciones Unidas, 2008) La determinación de los impactos en estos casos, se inició a menos de 24 horas de la afectación de los ciclones, primeramente, a través de reportes solicitados a los Consejos de Defensa territoriales que se crearon en las zonas afectadas y posteriormente se implementaron equipos de personal técnico, en todas las provincias, para visitar directamente las viviendas y edificaciones afectadas y levantar los daños, calculando también las necesidades para la rehabilitación inmediata. En el caso del huracán Sandy, que pasó por el Oriente del país a finales de octubre del 2012, afectó más de 150 comunidades de las provincias Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo, incluyendo sus capitales. Más de 300 000 personas fueron evacuadas y 11 fallecieron. Las pérdidas económicas totales ascendieron a casi 7 000 millones de pesos convertibles (CUC), la mayor parte en viviendas, agricultura e infraestructura, ya que 194 797 viviendas sufrieron daños de consideración y 32 521 se desplomaron totalmente. (Ferrario, 2013) El huracán Matthew con categoría 5 impactó del 4 al 5 de octubre de 2016 cerca de 1.5 millones de personas que habitan en las provincias de Guantánamo y Holguín en el territorio cubano. Ninguna persona murió en Cuba a causa del huracán. (OCHA, 2016) 20.

(28) Como elemento nuevo, en el caso de la determinación de los impactos del desastre, se aumentó el espectro de instituciones que participaron en el levantamiento de daños y se enmarcó el período de inmediatez de esta tarea a las primeras 72 horas, debiendo posteriormente extenderse a una semana. En este caso, se convocó a miembros de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) y a personal de las escuelas técnicas y universidades. El caso más crítico fue el de la ciudad de Santiago de Cuba, por lo extenso de su fondo habitacional y lo complejo de los daños provocados. En el caso específico de Cuba, cuando se avecina un huracán o se determina cualquier desastre que afecte la integridad de la nación, se declara una situación excepcional que pueden ser la movilización general y el estado de emergencia (Asamblea Nacional del Poder Popular, 1994). Cuando se determina una situación excepcional el Consejo de Defensa Nacional es el máximo órgano de poder estatal y político en el país, precedido por el Presidente del Consejo de Estado, el Vicepresidente, y cinco miembros designados por el Consejo de Estado a propuesta del Presidente. Los Consejos de Defensa Provinciales, Municipales y de Zonas de Defensa, de conformidad con el artículo 119 de la Constitución de la República, se constituyen y preparan desde tiempo de paz para la dirección de los territorios, y son los máximos órganos de poder estatal y político a su nivel, asumiendo todas las atribuciones de sus territorios en situaciones excepcionales. Los presidentes y demás miembros son designados respectivamente por el Consejo de Defensa del nivel superior. Durante el estado de alarma, en conformidad con el artículo 67 de la Constitución, ante la inminencia de desastres naturales, catástrofes, o situación que ponga en peligro la seguridad de las personas, se puede disponer de la movilización de la población en todo el territorio afectado durante su vigencia. Todos los recursos y actividades del país, independientemente de su naturaleza, podrán ser puestos por el Gobierno de Cuba en función de satisfacer las necesidades de la defensa nacional durante las situaciones excepcionales. A partir de la etapa de planificación, todas las instituciones y organismos, así como de la comunidad, se participará en conjunto bajo la dirección de la Defensa Civil, en el proceso de toma de decisiones que incluye tres etapas.. 21.

(29) Al principio de toda emergencia se debe evaluar la situación, esto está determinado por las condiciones de amenaza, pero siempre se debe tratar de eliminar ciertas incertidumbres tales como cuáles son las áreas que serán afectadas, el número de personas que requieren ayuda, donde se encuentran las personas, en qué condiciones están, cuáles son sus necesidades. Entonces es cuando se debe elegir e identificar las alternativas de intervención, ya que según una predicción general de lo que pudiese ocurrir se puede hacer uso de los recursos disponibles según las necesidades, según el tiempo del que se dispone y de afrontar determinados problemas en aras de salvaguardar materiales, alimentos, recursos y vidas humanas. Esto permite a la vez que los planes de ejecución y desarrollo de las respuestas sean eficientes, ya que en las primeras etapas del desastre estos datos otorgan la información necesaria para establecer los objetivos de ayuda en momentos de emergencia, viéndose prioridades de las personas afectadas y para decidir la correcta utilización de los recursos existentes. Para la recopilación de datos para la evaluación del desastre, tiene que ser de forma continua, pues datos incorrectos o atrasados pueden llevar a conclusiones erróneas y a la pérdida de tiempo y recursos. Esto está comprendido por la información de daños planeada con anterioridad por las autoridades civiles y militares, en el plan para la preparación del desastre, y también por la inspección visual y entrevistas realizada por expertos, vuelos aéreos, muestreos de las áreas dañadas, centralizando esta información al puesto de mando de la DC para las pertinentes decisiones. La evaluación inicial se efectúa en el momento inmediato que las condiciones permitan su desarrollo, de forma que se permita un conocimiento amplio del impacto del desastre, la afectación a la salud, líneas vitales como son el agua, la energía, comunicación, transporte, gas, vivienda y edificios públicos, estimando de esta forma la ayuda prioritaria y detectando puntos críticos para la rehabilitación y reconstrucción. Después se llegará al diagnóstico final donde se reunirá toda la información a través de una visión global y una profundización sectorial, constituye un verdadero estudio del caso siendo muy importante para la capacitación y la planificación. (Navarro, 2007: 145) En las zonas y consejos de defensa lo primero que se realiza es el levantamiento de daños, que no es más que la medición de impacto directo, el cálculo de las consecuencias directas 22.

(30) materiales que son la fuente para calcular los estragos económicos provocados por el desastre, y lo más importante el cálculo de los afectados o pérdidas de vidas humanas. En el caso de Cuba y de muchos países, el cálculo va no solo a los decesos sino también a los damnificados, esas personas que no tienen vivienda porque la perdieron y que se encuentra bajo el amparo del estado o de vecinos y familiares que acogieron a los que no tenían seguridad. Este levantamiento de daños es realizado tanto por las empresas, como por el Estado, donde se va casa por casa con un sistema de información y reporte, esta recopilación de datos ve hacia el próximo nivel y mediante tablas de equivalencia o indicadores se calcula cuanto es por ejemplo un metro cuadrado de losa de hormigón, y se va conformando en el tiempo la estimación del monto de dinero equivalente al daño provocado, impacto directo. Los ejemplos internacionales confirman la tendencia a la medición de los impactos, sobre todo en el plano cuantitativo y en las etapas inmediatas a la ocurrencia del desastre: El huracán Katrina llegó a alcanzar categoría 5 y penetró al sudeste de Luisiana, Estados Unidos de América, el 29 de agosto del 2005, con vientos sostenidos de hasta 280 km/h y una presión de 902 milibares (676,4 mm de Hg). Afectó las regiones de Misisipi, Alabama y Luisiana de forma extrema, causando sus mayores daños en la ciudad de Nueva Orleans, sobrepasando las 1800 víctimas mortales. Las pérdidas totales se cuantificaron por encima de los 150 000 millones de dólares americanos (USD), catalogándose como el huracán más mortífero y costoso de la historia de ese país. (IDEA, sin fecha) Los impactos del huracán Katrina se evaluaron en una fase temprana, con el procedimiento clásico del levantamiento de daños directos, los reportes de agencias federales y privadas, sobre todo para cuantificar el monto de las afectaciones materiales y la estimación de las pérdidas económicas. Las agencias de seguro también constituyeron un actor clave en la determinación de impactos, pero centradas también en las etapas post-desastre a corto plazo y con propósitos ajustados a su función de compensación a los beneficiarios, naturales y jurídicos.. 23.

(31) Otros ejemplos internacionales de gran visibilidad en la última década, confirman la preponderancia de los enfoques inmediatistas y de respuesta rápida de los procedimientos de determinación de impactos. Así sucedió posteriormente al fatídico terremoto de Haití del 12 de enero del 2010, donde perdieron la vida más de 300 mil personas, o con el sismo de Chile que (López y Santana, 2011), al mes siguiente, azotó la zona central y costera al océano Pacífico, con 8.8 grados de la escala Richter, aunque con una sensible reducción de víctimas mortales respecto al de Haití, pues la cifra oficial nacional fue de 516 personas fallecidas y 23 desaparecidos. En estos casos, así como en el reciente terremoto que se produjo en México el 19 de septiembre del 2017 (EiTB, 2018), la estimación del impacto se centró en sus consecuencias directas e inmediatas. El análisis de ejemplos de la práctica institucional cubana, así como de casos de referencia en el ámbito internacional, confirman la preponderancia de procedimientos comúnmente aceptados para la determinación de los impactos inmediatos del desastre en la sociedad y las comunidades, orientado a cuantificar las afectaciones humanas, los daños materiales y levantar datos e informaciones para la estimación de las pérdidas económicas de primera mano. Esta determinación se ejecuta en la fase de emergencia o rehabilitación inmediata posterior a la ocurrencia del desastre. Sus resultados sirven para implementar las etapas de asistencia humanitaria, acciones de respuesta y recuperación rápida, así como para evaluar las necesidades de la reconstrucción en momentos ulteriores.. 1.5. Factores caracterizadores de la determinación de impactos del desastre en el hábitat construido. Del análisis, profundización y discusión de los planteamientos teóricos, metodológicos y los ejemplos prácticos en el presente capítulo, pueden identificarse determinadas regularidades que devienen en los factores caracterizadores de la determinación de los impactos del desastre en el hábitat construido, los cuales pasan a desarrollarse a continuación:. 24.

(32) a) La determinación primaria de los impactos del desastre se realiza en las etapas inmediatas a su ocurrencia, dirigidas y monitoreadas por agencias, instituciones y organismos que se ocupan de la emergencia producida por sus efectos. b) Los objetivos de la determinación de impactos en la etapa de emergencia y rehabilitación post-desastre, es la de cuantificar, estimar y evaluar de primera mano, las consecuencias directas, tanto humanas, materiales y económicas; sirviendo de base a la toma de medidas para la respuesta a los principales problemas. c) Los métodos, procedimientos y personal que permiten la evaluación de impactos inmediatos, responden a funciones de levantamiento y registro directo de daños y afectaciones, para formar una base de información que fluye a los diferentes actores que intervienen en la rehabilitación emergente de las consecuencias del desastre. d) La toma de decisiones basada en los impactos primarios determinados en la fase inmediata al desastre, puede dar lugar a acciones que tienen implicaciones a mediano y largo plazo, tales como la relocalización o desplazamiento de poblaciones, viviendas, construcciones e infraestructuras, o la utilización de materiales, tecnologías y diseños que dan solución a situaciones críticas resultantes del desastre; pero que tienen un efecto diferente en una perspectiva temporal más prolongada. e) No existen normativas o enfoques que se dirijan al estudio de los impactos a mediano y largo plazo de los efectos del desastre en el hábitat construido, debido a lo cual es difícil extraer lecciones de las decisiones que se adoptan en las etapas inmediatas; pero que tienen consecuencias para la sostenibilidad en el tiempo y que pueden reflejarse en otro tipo de efectos en la calidad de vida o el funcionamiento urbano y territorial; pero que no encuentran vías para ser asociadas con acciones emprendidas con anterioridad.. 1.6. Conclusiones parciales del capítulo . La determinación de los impactos del desastre es una actividad consustancial con las acciones de mitigación y reducción de sus efectos y consecuencias en la sociedad y las comunidades, está bien regulada en el marco legal e institucional de 25.

(33) las naciones y posee determinadas instituciones, agencias y organismos del sistema estatal, que se encargan de su dirección, control y desarrollo. . Los impactos del desastre en la sociedad, la economía y el medio natural y construido, pueden distinguirse en dos etapas de la línea del tiempo posterior a la ocurrencia del desastre: una de ellas, inmediata y dirigida a los efectos directos y otra a mediano y largo plazo, donde afloran o se mantienen consecuencias que persisten en el tiempo.. . Los impactos directos se determinan mediante observación, levantamiento, registro y la formación de bases de datos e informaciones que permiten acometer las acciones inmediatas para restañar los daños y pérdidas causados por las variables destructivas (sismos, fuertes vientos, penetraciones del mar, deslizamientos, inundaciones, etc.). . Los impactos indirectos pueden manifestarse de diferente manera, abarcando dimensiones complejas, de tipo social, económico, ambiental e incluso político y cultural y deben determinarse por otros métodos combinados, tanto cuantitativos como cualitativos y formas de interpretar los efectos indeseables que surgen en el mediano y largo plazo.. . Deben elaborarse métodos y enfoques propios para determinar y evaluar los impactos en el tiempo y lograr vías para aprender de los mismos para perfeccionar todas las etapas del post-desastre, hasta llegar a la normalidad sostenible.. 26.

(34) Capítulo II. Esquema de análisis de los impactos del desastre en el hábitat construido a mediano y largo plazo. 2.1. Caracterización de los impactos del desastre a mediano y largo plazo. Fijar el entorno temporal de los impactos en el mediano y largo plazo presupone visualizar sus características de forma diferente a lo concebido usualmente como las consecuencias directas del desastre. Se traslada el foco de atención desde la emergencia y la respuesta inmediata hacia un término, en la línea del tiempo, más alejado de la ocurrencia del fenómeno desencadenante del desastre. Poner la atención en los efectos negativos de un desastre en un horizonte temporal de más de cinco años, significa un cambio en la caracterización de sus impactos. Si los impactos directos se definen en relación con las pérdidas, daños, destrucción y desestabilización o desarticulación del funcionamiento normal de las comunidades, e incluso de un país; no tiene igual apreciación cuando se trata de determinar los impactos que persistan varios años, e incluso décadas después. Se supone que una vez vencida la fase de emergencia y respuesta o rehabilitación del desastre, la comunidad y la sociedad haya logrado alcanzar etapas de reconstrucción postdesastre con mayor estabilidad, se restituyan condiciones de normalidad y se recuperen condiciones del hábitat construido. Sin embargo, lograr la estabilidad y restañar las consecuencias negativas inmediatas del desastre no siempre significa que no se manifiesten problemas en el mediano o largo plazo que limitan la calidad de vida, o el funcionamiento y desarrollo del hábitat. Algunas decisiones adoptadas para erradicar los impactos directos del desastre pueden comprometer el futuro del hábitat construido, en lo territorial, lo urbano o en el plano de las viviendas de la población afectada, que si bien recibió los beneficios de la asistencia y la reconstrucción, puede haber sufrido determinadas desventajas, en relación con sus aspiraciones y necesidades. (Olivera y González, 2010). 27.

(35) Los decisores ponen la prioridad en erradicar las condiciones de riesgo y vulnerabilidad directa que llevaron al desastre y adoptan medidas que tienen consecuencias al cabo de los años, como pueden ser las de reasentamiento de poblaciones, la introducción de tecnologías de construcción poco apropiadas a los contextos locales donde se aplican o diseños urbanos y de las viviendas no totalmente adecuados a las necesidades de los residentes. (Olivera y González, 2012) Determinar esos impactos requiere de enfoques diferentes a los que se aplican en la evaluación de los impactos directos, eminentemente de levantamiento, registros y estadística de daños y pérdidas. Los impactos del desastre a mediano y largo plazo pueden manifestarse a diferentes escalas, entendiéndolas como: . Territorial – consecuencias en el territorio, que pueden mantenerse, a incluso generarse, riesgos de desastres no resueltos, o que se manifiesten limitaciones y problemáticas para los asentamientos y comunidades relativas a su adaptación al contexto territorial, sobre todo cuando ha habido acciones de relocalización.. . Urbana – cambios en la morfología de las ciudades y asentamientos, en el equipamiento urbano y la infraestructura, el funcionamiento del hábitat y la dotación de servicios básicos, la movilidad y otros elementos que pueden verse afectados en el mediano y largo plazo por las consecuencias del desastre.. . Vivienda – daños no resueltos, causados por el desastre, reconstrucciones no sostenibles, afectaciones en la calidad de vida y de uso de las viviendas por los habitantes.. Estos impactos requieren de formas de determinación diferentes, combinando la observación directa y el análisis in situ de las consecuencias del desastre en la vida y uso de los territorios y espacios; aplicando métodos cualitativos y otros esquemas de análisis y evaluación de tales efectos.. 28.

(36) 2.2. Indicadores de impacto a mediano y largo plazo. Las escalas territorial, urbana y de la vivienda, pueden ser caracterizadas a través de indicadores observables y determinables, cuantitativa o cualitativamente. Este proceso de convertir las variables en indicadores es lo que se conoce como la operacionalización. Un Esquema de Análisis adecuado para la determinación de los impactos a mediano y largo plazo que deja el desastre sobre el hábitat construido, requiere de partida definir el conjunto de indicadores claves que permitan operacionalizar el estudio de sus manifestaciones en un caso dado. Los indicadores de partida pueden relacionarse a continuación: En la escala territorial (tabla A): . Menor movilidad a centros urbanos: resultado de haber relocalizado población afectada por desastre en nuevos territorios más distantes a los centros urbanos y de servicios reconocidos, o con servicios de movilidad en desventaja respecto a sus necesidades u otras limitantes que lastran la comunicación y articulación del hábitat con focos territoriales de empleo, servicios y otras disponibilidades.. . Mayor vulnerabilidad territorial: cuando en las zonas de asentamiento del hábitat afectado por el desastre surgen nuevos riesgos o vulnerabilidades, o cuando, producto de su reasentamiento del lugar original, ocupa zonas que mantienen condiciones de riesgo no resueltas.. En la escala urbana (tabla B): . Menor disponibilidad de servicios comunales: puede vincularse la menor dotación de servicios comunales básicos (recolección de residuos sólidos, gestionamiento del espacio público, equipamiento urbano y otros) con las consecuencias del desastre.. . Reducción de facilidades de movilidad: los ciudadanos tiene menor movilidad pedestre o peatonal, la red viaria es menor, los recorridos son mayores, respecto a los flujos urbanos necesarios de recorrer (empleo, servicios de educación y salud, otros) o surgen barreras adicionales a las intenciones de movilidad de la comunidad. 29.

(37) . Mayor distancia a los servicios básicos: cuando se dificulta, por la distancia, acceder a escuelas de educación primaria y media, a los servicios primarios de salud, los comercios y mercados de productos básicos, a la comunicación y otros, ya sea porque los itinerarios se ven variados como consecuencia de los desastres o se adoptaron soluciones no integrales de relocalización de la comunidad.. . Mayor distancia a zonas céntricas urbanas: es una especificación del indicador anterior; pero responde a la vida urbana centralizada que persiste en las ciudades y asentamientos, donde diversos servicios institucionales, económicos y toda índole, se ofertan en los centros, los que también son objeto de otras acciones que atraen a la población urbana. Como resultado del desastre, pueden manifestarse impactos en las dificultades de acceso a estas zonas céntricas.. . Menos infraestructura urbana: dado por la limitación, inhabilitación o no construcción oportuna de la infraestructura de urbanización de primera necesidad, como consecuencias del desastre: abasto de agua, saneamiento, electricidad, comunicación y otros.. En la escala de la vivienda (tabla C): . Materiales más vulnerables: las viviendas rehabilitadas o reconstruidas después del desastre, reciben materiales y técnicas más vulnerables que las que tenían, o al menos mantienen rasgos de vulnerabilidad o nuevos riesgos, que las hacen menos seguras ante desastres recurrentes.. . Materiales menos durables: las viviendas rehabilitadas o reconstruidas reciben materiales con un menor tiempo de vida útil, o que requieren de acciones de mantenimiento sistemático más frecuentes.. . Techos menos seguros: las viviendas rehabilitadas o reconstruidas después del desastre no logran techos seguros ante los riesgos, sea por su diseño arquitectónico y estructural, por sus materiales o por las técnicas de construcción y colocación de los mismos. Dada la importancia de la seguridad de techos ante los huracanes, este indicador se caracteriza aisladamente.. 30.

Figure

Gráfico 1.1 Distribución de los desastres ocurridos en el mundo según el tipo de evento que lo originó
Gráfico 1.2 Distribución de los desastres ocurridos en el mundo según la región afectada
Gráfico 1.3. Esquema de Análisis de los impactos del desastre  a mediano y largo plazo en el hábitat construido
Tabla 1.1: Determinación del Coeficiente de Competencia (Kc) de los integrantes del Panel de Especialistas  según el método Mesa.Zatsiorky modificado
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