• No se han encontrado resultados

Función narrativa del episodio de Raquel e Vidas del Poema de Mio Cid

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "Función narrativa del episodio de Raquel e Vidas del Poema de Mio Cid"

Copied!
25
0
0

Texto completo

(1)

NOTAS

FUNCION NARRATIVA DEL EPISODIO DE

RAQUEL E VIDAS DEL POEMA DE MIO CID

El episodio en su contexto. Justificación funcional de su inserción en el plano de la historia

n su camino al destierro, el Cid debe pasar por la ciudad de Burgos. Al entrar encuentra una ciudad que, para su sorpresa, no es aquella que lo solía bien recibir. La gente del pueblo,

aunque quisiese, no se anima ni siquiera a enfrentarlo: la

noche anterior ha entrado a Burgos una misiva del rey, ordenando y

amenazando que nadie diese posada ni aprovisione al Cid. El

Campeador, impotente debe acampar en la glera, en las afueras de Burgos. El burgalés Martín Antolínez se dirige al real del Cid y lo abastece de conducho a la vez que le comunica el deseo de desterrarse con él.

A la réplica del Cid, ya entramos en el episodio que nos ocupa: “el Campeador adquiere dinero mediante una astucia”.

Ya en los primeros versos, el mismo texto del episodio nos da

las claves de su inserción. De alguna manera se autojustifica

funcionalmente en el plano de la historia:

(2)

15g Incipít, XIX (1999)

v. 81 Espeso e el oro e toda la plata,

v. 82 Bien lo vedes que yo no trayo auer,

v. 83 E huebos me serie para toda mi campana,"

Por un lado, el episodio está destinado a informarnos:

nosotros sabemos que el Cid ha sido desterrado por el rey a causa de malos intrigadores (v. 9: Esto me an buelto myos enemigos malos); quienes lo acusan de haberse quedado con las parias que fue a cobrar por encargo del rey Alfonso VI al rey moro de Sevilla (vv.l09«-l 12 y 125- l 26). Entonces, que el Cid diga ahora que no trae nada, ni oro ni plata, significa que el rey ha sido mal informado, y su vasallo es inocente.

Por otro lado, se están sentando las condiciones de posibilidad de la fazienda cidiana: el dinero le es necesario, de una y otra parte van allegándose hombres que acrecientan su campaña. El medio para poder afrontar la escasez de dinero (y por consiguiente las posteriores guerras) será el gran engaño a Raquel e Vidas que ejecutará Martin Antolínez.

Cumplida la celada exitosamente, el Cid ya aprovísionado, monta a caballo y se despide de la catedral de Burgos prometiendo mil misas al altar de la Virgen; se despide de Ximena y sus hijas para luego partir al destierro.

En lo que respecta al Poema, este episodio sólo encontrará un eco en el resto de la historia (tirada 83; v. 1431-1438): cuando Minaya Albar Fáñez es encargado por segunda vez de llevar un presente al rey don Alfonso, mientras compra en Burgos unos vestidos para Ximena y sus dueñas, cáenle a los pies Raquel e Vidas suplicantes. Minaya sólo promete a los prestamistas que oportunamente serán bien pagados por el

' De aquí en adelante todas las citas textuales se basan en la edición

(3)

Notas 153

Cid. Pero más allá de esta repercusión del episodio, el asunto

concemiente a Raquel e Vidas no vuelve a ser mencionado en el resto del Poema: la reparación del daño a los prestamistas queda inconclusa.

Ensayaremos más adelante, junto a otras consideraciones, una justificación para la falta de reivindicación del Cid dentro del Poema. Hemos incluido el tratamiento de esta cuestión, a pesar de no ser el objetivo principal de este trabajo, considerando que nuevas luces sobre el tema se desprenden del tratamiento del episodio que a continuación ofrecemos: una descripción de los distintos recursos y artificios que intervienen en la factura del Poema; con la correspondiente explicación de su funcionalidad expresiva en el plano del relato.

Disposición temática. Distribución de las asonancias: su función expresiva. Encadenamiento.

El episodio está desarrollado en seis tiradas, desde la 6 hasta la 1 1 (según la numeración del texto crítico), con la siguiente distribución de asonantes: 6 (á-a); 7 (á-o); 8 (á-a); 9 (á-o); 10 (á-a); 1 l (á-o); 33 versos corresponden a la asonancia á-a y 104 versos a la asonancia á-o.

La tirada 7 se presenta como clave en el armado del episodio y en la distribución de sus temas.

A) La tirada 7 y su relación con la 6 Encadenamiento:

La tirada 7 está enmarcada por dos versos encadenados con la tirada anterior.

[6]

(4)

154 Incipit, xrx (1999)

v. 87 Cubiertas de guadalmeci e bien en claueadas

[7]

v. 88 Los guadamecis uermeios e los clauos bien dorados.

[ ... ..]

v. 95 Yo mas non puedo e amydos lo fago

Ordenación de motivos y galas estructurales del autor: L.

Latiradaó es un discurso directo del Cid dirigido aMartínAntolínez, donde se expresan los motivos: a) necesidad de dinero; b) a su pesar, el Cid debe acudir a una astucia; c) construirá dos arcas llenas de arena.

En la tirada 7 se agrupan estos motivos dispuestos inversamente, lo que constituye a ambas tiradas como series paralelas semánticamente: el motivo c) se repite casi literalmente (v. 88); b) es reiterado en boca del Cid, que explica a Martín Antolínez la manera en que deberá realizar el engaño (vs.89-93); y a) es parafraseado inversamente en el verso 95. Disposición temática y quiebre del discurso del Cid:

En la organización del relato, la tirada 6 ha sido destinada a la presentación de la situación de escasez del Cid y qué medidas tomará para solucionarla. Al pasar a la tirada 7, el discurso se ciñe a las órdenes específicas de lo que Martín Antolínez deberá decirles a Raquel e Vidas. Es esta especificidad del discurso lo que motiva el cambio de asonancia, con la intención de dar unidad y aislar el fragmento discursivo. Aunque, como veremos más adelante, ésta no es la única explicación.

B) Tirada 7 y su relación con 8 y 9 Distribución temática.

(5)

No tas 155

deberá realizar el engaño (vs. 90-93). Tanto l) como 2) serán

desarrollados narrativamente en las tiradas 8 y 9 respectivamente.

Desde aquí ya podemos apreciar cómo la tirada 7 estructura la dispositio del episodio, tanto hacia atrás, relacionándose con la tirada 6, como hacia adelante, con sus desarrollos en las tiradas 8 y 9.

C) La tirada 8: Martín Antolínez se dirige a Burgos en busca de Raquel e Vidas

v. 96 Martin Antolinez non lo de tardaua,

v. 98 Passo por Burgos, al Castiello en traua,

v. 99 Por Rachel e Vidas apriessa demandaua.

Macroestructuralmente es un desarrollo del verso 89: “Por Rachel e Vidas uayades me priuado ”, cuyos dos hemistiquios se diseminan en forma iterativa. De manera que se constituyen en las fórmulas-temas de la corta pero concisa tirada 8; pasando las barreras de la tirada para construir una cadena semántica que, como veremos, alcanzará al resto del episodio conformando fórmulas sub-temáticas. La ostensible relación del verso 89 de la tirada 7 con la tirada 8, confirma el encadenamiento entre ambas.

D) Tirada 9

Esta tirada ha sido destinada al desarrollo de los momentos más comprometidos del engaño.

Encadenamiento con la tirada anterior:

Se produce a través del primer hemistiquio del verso 99 y el primero del verso 100.

v. 99 Por Rachele Vidas apriessa demandaua,

(6)

155 Incipít, XIX (1999)

v. 100 Rachel e Vzdas en vno estauan amos,

Dispositio de la tirada:

Podríamos desgajar la tirada en tres cuadros, donde se declara su annado estratégico: l) vs. 100-121, se exponen las condiciones del pacto; 2) vs. 122-147, Martín Antolínez discute detalles con Raquel e Vidas hasta que, finalmente, están todos conformes; 3) vs. 152-173, la consumación del trato en la tienda del Cid. Entre el cuadro dos y el tres hay un pequeño fragmento (vs. 148-151) que narra/el viaje de Martín Antolínez y Raquel e Vidas, desde Burgos hasta la tienda del Cid.

Este armado de la tirada está destinado a preparar y destacar el cuadro tercero, verdadero núcleo del episodio y que más adelante lo

trataremos como Escena burlesca en el espectáculo juglaresco.

También quedará para después el análisis de las líneas isotópicas que se dibujan en la geografía textual, a través de fórmulas temáticas, que en su mayor número parten del cuadro uno y de alguna forma confluyen y son apoyatura del cuadro tres.

E) Tirada 9 y su relación con la tirada 7 Distribución de motivos.

Trece de los veintidós versos del primer cuadro de la tirada 9 (exposición de las condiciones del pacto) son desarrollos en forma de tópicos, de cuatro versos de la tirada 7. El v. 90 de la tirada 7 se desarrolla temáticamente en los vs. lO9 a l 14 de la tirada 9:

v. 90 Quando en Burgos me vedaron compra e el rey me a ayrado, . l 09 El Campeador por las parias fue entrado,

. l lO Grandes aueres priso e mucho sobeianos, . l l l Retouo dellos quanto que fue algo;

l l 2 Por en vino a aquesta por que fite acusado. . l l 3 Tiene dos arcas lennas de oro esmerada. . l 14 Ya lo vedes que el rey le a ayrado

< <

(7)

Notas 167

El v. 91 se desarrolla en los vs. 115 a 117:

v. 91 Non puedo traer el auer, ca mucho es pesado, v. l 15 Dexado ha heredades e casas e palacios.

v. 1 16 A quelas non las puede leuar, sinon, ser yen ventadas; v. l 17 El Campeador dexar las ha en uuesrra mano, El v. 92 se desarrolla en el v. 118:

v. 92 En peñar gelo he por lo que fitere guisado;

v. 1 18 E prestalde de auer lo. que sea guisado. El v. 93 se desarrolla en los vs. 104 a 107:

v. 93 De noche lo lieuen, que non lo vean christianos. v. l 04 En paridad fablar querria con amos.

v. 105 Non lo de tardan, todos tres se apartaron. v. 106 Rachel e Vidas, amos me dat las manos,

v. 107 Que non me descubrades a moros nin a christianos; La distribución estructural de estos motivos en las tiradas 7 y 9 es muy similar: 7 (a, b, c, d); 9 (d, a, b, c).

La tirada 9 es la más extensa (74 versos); el asonante es á-o, el cual abarca la mayor cantidad de versos en el episodio (104 versos) y que podríamos llamar asonancía leit-motif del mismo. No es casual la aparición de esta asonante, normalmente asignado en el marco del Poema a los trozos narrativo-dialogados con series extensas de versos. Otrajustificación para la partición del discurso del Cid:

(8)

153 I ncípit, XIX (1.999)

relativas a cómo se realizará el engaño; y que este engaño se desarrollará en la tirada 9, con Ia ya mencionada repetición de motivos provenientes de la tirada 7. A esta última tirada, que como vemos funciona como preludio de la secuencia narrativa más importante del episodio, el juglar le ha asignado, dentro de la organización que ha hecho del relato, el mismo asonante que a la tirada 9: asonante á-o, que es el leit-motif del episodio, ya que es el preferido para narrar los tópicos más intencionados

relativos al engaño.

Estas marcas de organización interna del relato tienen

repercusiones tanto para el juglar como para el auditorio. Es para el juglar una más de sus técnicas mnemónicas y, para el auditorio una suerte de eco que permite afianzar conceptos que de otra forma se perderían en la exposición lineal, sin digresiones, de la oralidad.

Hasta aquí, la organización del episodio y el armado del relato giran en tomo a la tirada 7. En adelante, la clave estructural pasa a lo que habíamos llamado cuadro tercero de la tirada 9.

F) Escena burlesca en el espectáculo juglaresco

El término “escena” no es azaroso. Este cuadro está

ampliamente actualizado, en el sentido de que se afianza y acentúa la relación entre el juglar y su auditorio.

El primer hemistiquio del primer verso del cuadro (v. 152) está

anclando la visualidad teatral: el juglar le dice a su público “m írenlos, ahi están.”

v. 152 A feuos los a la tienda del Campeador contado; Y se insiste en el segundo hemistiquio del v. l70. v. l7O Al cargar de las archas veriedes gozo tanto:

En otras palabras, podríamos considerar el cuadro como un

(9)

Notas 169

En relación con esta complicidad, el cuadro está signado por un tono burlesco e irónico; el juglar ha dejado marcas, a la manera de guiños, cuya representación estaría acompañada de toda una serie de ademanes y recursos pragmáticos que darían fuerza burlesca a estos recursos.

Uno de los más importantes guiños irónicos es la repetición del motivo “Raquel e Vidas al Cid besáronle la mano.” Este motivo se repite dos veces en el cuadro, destacando lo ridículo de esta postura de los prestamistas. Están inclinándose ante su burlador. Esta actitud de reverencia hacia el Cid acompaña reiteradamente a Raquel e Vidas.

La primera figura de los mercaderes, que singularmente abre la tirada 9, los presenta como encorvados ante sus aueres.

v. 100 Rachel e Vidas en vno estauan amos,

v. 101 En cuenta de sus aueres, delos que auien ganados

En su única reaparición en la historia, caen ante los pies de Minaya:

v. l43l Afeuos Rachel e Vidas alos pies le caen;

Aquí nuevamente está la teatralización, y se los presenta mendicantes, como alimañas rastreras del dinero. Raquel e Vidas son vasallos del dinero. En suma, es esto lo que está ridiculizado.

Dentro del cuadro que analizamos, otra marca de hilaridad está puesta en la introducción al discurso directo que el Cid dirige a los prestamistas en su tienda.

v. 154 Sonrrisos myo Cid, estaualosfablando Es un discurso claramente irónico.

(10)

17g Incipit, xzx (1999)

modalidad expresiva de estas fórmulas, el juglar estaría poniendo en juego un conjunto de significados pragmáticos que anclarían su

significación irónica y los constituirían en guiños al auditorio. G) Relación con la tirada lO

Encadenamíento: p

En la tirada 10 el tono burlesco se prolonga, encadenándose con la tirada anterior mediante la fórmula que lleva más eficazmente lo burlesco.

v. 174 Rachel a myo Cid Ia mano] ba besar

Un nuevo guiño:

Raquel pide al Cid (vs. 178-179) “una piel vermeia morisca e ondrada, / C ia’, beso uuestra mano en don que la yo aya El Cid acepta, diciendo que si no se la trajera, que la descuente de las arcas (v. 191): ¡Qué picardía! Las arcas están llenas de arena.

Siguiendo verso por verso la tirada lO, lo que va desde el v. 182 al v. 187, es un desarrollo del v. 168 de la tirada 9, repitiéndose

el artificio de mencionar motivos y luego desarrollarlos

narrativamente. ‘

v. 168 Yo yrecon uuso, que adugamos los marcos . l 82 En medio del palacio tendieron vn almosalla . 1 83 Sobrella vna sauana de rancal e muy blanca . l 84 A tod el primer calpe CCC marcos de plata echaron . 185 Notolos don Martino, sin peso los tomaua . 186 Los otros .C. C. C. en oro gelopagauan

. 187 Cinco escuderos tiene don Martino, atodos los cargaua

<<<<<<

(11)

Notas 171

haberles servido en el negocio a Raquel e Vidasz; en verdad, por haberlos estafado.

H) La tirada l 1 y su relación con la 10

Al cortarse la tirada 10, el desarrollo de lo relativo al premio pedido por Martín Antolínez se realiza en la tirada ll. Lo que según la lógica del armado intemo del relato parece coherente, pues este colmo que corona el burlesco engaño, cuaja perfectamente en el asonante leit­ motif del episodio, que le da su fin.

Esto deja lugar a la pregunta de por qué los versos 188, 189 y 190 de la tirada 10 que funcionan como introductores de este colmo,

no fueron incluidos en la tirada ll, dándole así mayor unidad al

segmento. La respuesta parece estar dada por el constante

encadenamiento conceptual que se hace entre las tiradas. El desgaje

del pedido hecho por Martín Antolínez, de la respuesta de los

prestamistas, permite establecer el encadenamiento entre la anteúltima y la última tirada. El primer hemistiquio del verso l 90 se encadena con el segundo del verso 192, y el segundo del verso 190, con el primero del verso 195.

v. 190 Yo, que esto uos gane, bien merecia calcas.

[11] [ ... ..]

2 N. Salvador Miguel (“Consideraciones sobre el episodio de Rachel y

Vidas en el Cantar de Mio Cid”, RF E, LIX, [1979], 199-202) demuestra que la petición de calzas que hace Martín Antolínez a manera de recompensa “no corresponde a ningún antojo o capricho, sino a una costumbre típica de la Edad

Media, en que era usual entregar unas zapatas en señal de venta o como

(12)

172 Incípit,XlX(1999)

v. l92 Demos le buen don, ca el no ’lo ha buscado.

[ ... ..]

v. 195 De que fagades calcas e rica piel e buen manto.

l) Fin del episodio. Unidad

El episodio culmina con el agradecimiento de Martin Antolínez a Raquel e Vidas, la partida de Burgos y su llegada a la tienda del Cid. El recibimiento del Cid es paralelo semánticamente a la exclamación que abre el episodio:

[6]

v. 79 Martin A ntolinez, sodes ardida lanca! v. 80 Si yo biuo, doblar uos he la soldada,

[11]

v. 204 ¿ Venides, Martin Antolínez, el mio fiel vassalo! v. 205 Aun ve_a el dia que de mi ayades algo!

Esta es una nueva gala del autor que enmarca y delimita

perfectamente la unidad del episodio. Para el juglar, por otro

lado, debe actuar como un recurso efectivo para la organización

del episodio, en relación al resto de la historia. Estos versos

finales, tan parecidos a los que inician el episodio retrotraen la

memoria del juglar al hilo del relato: después de solucionar lo

relativo a la necesidad de dinero, el destierro del Cid continúa

vigente.

(13)

Notas 173

v. 206 Vengo, Campeador, con todo buen recabdo: v. 207 Vos .vj cientos e yo xxx he ganados. v. 208 Mandad coger la tienda e vayamos priuado,

Es sorprendente cómo, aunando las dos exclamaciones paralelas del

Cid a Martín Antolínez, prácticamente se puede prescindir del episodio de

Raquel e Vidas: éste se abre y se cierra con Martín Antolínez frente al Cid, en las afueras de Burgos3. Esto refiierza la funcionalidad que antes anotáramos

al introducir el episodio; a lo que podríamos agregar su funcionalidad recreativa, en el sentido de introducir un tema gracioso en el inicio de la

historia, a manera de gancho para atrapar la atención del auditorio.

Fórmulas: organización de la sintaxis narrativa

Más allá de las fórmulas estereotipadas, como: “el que en buen ora cinxo espada”, “ el Campeador complido”, “el burgalés complido.” O de aquellas fórmulas fijas que repiten literalmente un hemistiquio, sin una funcionalidad semántica específica. Más allá de estas fórmulas, queremos centramos en aquellas que son dinámicas, vitales en la organización de la sintaxis narrativa, y propias de cada secuencia de relato.

En este sentido, ya hemos visto entre tiradas, el encadenamiento conceptual por paralelismo.‘ Es ahora el tumo del encadenamiento

3 Estas consideraciones que resaltan la unidad del episodio quedan

reforzadas, puestas en relación con el trabajo de Gerardo H. Pages (“Las arcas

del Cid”, Estudios Hispánicos, tomo l, Buenos Aires [l959], 28-36), quien

remonta los orígenes del tema del engaño mediante las arcas a Heródoto, y hace un reconido tradicional de la conseja hasta su inclusión, “aderezada según las necesidades de aquel momento histórico”, en el Poema que hoy conocemos.

4 Concepto tomado de Germán Orduna, “Marcas de oralidad en la sintaxis

narrativa del Poema de Mio Cid en New Frontiers in Hispanic ana’ Luso­ Brazilian Scholarships. Como sefue el maestro (Hom. a Derek Lomax),

(14)

174 Incípit, XIX (1.999)

múltiple5: una estructura formulístico-temática, que entreteje en el relato intrincadas redes semánticas portadoras de los tópicos fundamentales.

Veamos algunos casos en que la repetición acumulativa y progresiva actúa a la manera de eco de los conceptos centrales del episodio o de aquellos tópicos que acompañan el desarrollo del relato. “Martín Antolínez no pierde tiempo en la ejecución del encargo del Cid” v. 89 Por Rachel e Vidas uayades me priuado

v. 96 Martin Antolínez non lo de tar[da]ua v. 99 Por Rachel e Vidas apriessa demandaua, v. 137 Ya vedes que entra la noch, el Cid es presurado, v. 148 Martin Antolínez caualgopriuado

v. 166 Dixo Martin Antolínez: cargen las archas priuado. v. 169 Ca amouer a myo Cid ante que cante el gallo. v. 208 Mandad coger la tienda e vayamos priuado, v. 2] 2 Mucho es huebos, ca cerca viene el plazo.

Este último verso clausura el sentido de la cadena: la rapidez es necesaria pues se acerca el plazo dado por el rey don Alfonso.

Por otro lado, como ya anotamos, éste es un episodio que detiene el hilo de la historia, retarda las hazañas del Cid. Pero también

habíamos mencionado su importante función en el plano de la

(15)

Notas 175

argumentacón de la historia. En este doble carácter, la rapidez con que se realiza la celada matiza y se hace cargo de esta cuasi-digresión.

El último verso del episodio, en este sentido, actualiza para la memoria del auditorio el hilo de la historia: el episodio está enmarcado en el relato del destierro del Cid.

“El asunto debe ser secreto”

v. 93 De noche lo líeuen, que non lo vean christianos. v. 104 En paridad flablar querria con amos.

v. 107 Que non me descubrades a moros nin a christianos; v. 145 Que non lo sepan moros nin christianos.

v. 150 Non viene ala pueent, ca por el agua a passado, v. 151 Que gelo non ventassen de Burgos omne nado.

Rapidez, secreto, oscuridad: casi delincuentes profesionales. Tanto la cadena anterior como ésta, ambientan la escena.

“El Cid ha sido presa de la cólera del rey.”

v. 90 Quando en Burgos me vedaron compra e el rey me a ayrado v. l 14 Ya lo vedes que el rey le a ayrado.

v. 156 Ya me exco de tierra, ca del rey so ayrado.

(16)

1;; Incipit, xrx (1999)

algo habrá robado. Este pensamiento lo expresan Raquel e Vidas en los versos 124-126.

v. 124 Bien lo sabemos que el algo gaño

v. 125 Quando atierra de moros en tro, que grant auer saco v. 126 Non duerme sin sospecha qui auer trae monedado

“Martín Antolínez recuerda lo que se le ha encomendado”. “Se destaca la prudencia de Martín Antolínez”.

v. 102 Lego Martin Antolínez a guisa de membrado v. 131 Respuso Martin Antolínez a guisa de membrado

Se recalca para la tirada 9, que Martín Antolínez no es el autor, sino el ejecutor del engaño.

“El Cid pide lo que sea justo.”

v. 92 En peñar gelo he por Io que fuere guisado; v. l 18 E prestalde de auer lo que sea guisado. v. 132 Myo Cid querra Io que ssea aguisado

Esta cadena está formada a la manera de eco de la voz del Cid.

“Raquel e Vidas por siempre serán ricos”

(17)

Notas 177

A esta fórmula podríamos considerarla como una de las leit­ motifdel episodio: que Raquel e Vidas crean o no en la verdad del enunciado, hace al éxito o fracaso del engaño. Este es el mejor ejemplo de fórmula dinámica: primero es dicha por Martín Antolínez (el ejecutor del engaño), luego por el Cid (el autor), y finalmente por el juglar, expresando el sentimiento de Raquel e Vidas (los destinatarios que aceptan la verdad del enunciado y, por lo tanto, se cumple el engaño).

Esta última variante cierra la tirada 9, destinada al desarrollo del engaño. Cumplida la celada se cierra una secuencia narrativa, según la organización del relato que ha hecho el autor, y se pasa a otra asonancia. “Poner las arcas a salvo”

v. l l9 Prended las archas e meted las en uuestro salu0;

<. 127 Estas archas prendamos las amas,

. 128 En logar las metamos que non sean ventadas.

<

v. 133 Pedir vos a poco por dexar so auer en salu0. v. 144 Por aduzir las archas e meter las en uuestro salu0,

v. 167 Leualdas, Rachel e Vidas, poned las en uuestro salu0; Esta cadena tiene un gran tono irónico: las arcas por las que están tan preocupados en ponerlas a salvo, sólo contienen arena.

(18)

17,,» Incipít, XIX (1999)

v. 171 Non las podien poner en somo mager eran esforcados. v. 172 Gradan se Rachel e Vidas con aueres monedados, v. 173 Ca mientra que visquiessen refechos eran amos. v. 174 Rachel a myo Cid Ia mano! ba besar

v. 179 Cid, beso uuestra mano en don que la yo aya!

Esta cadena está desarrollada en lo que habíamos tratado como Escena burlesca... Sobra lo irónico, lo sarcástico, se ridiculiza la codicia y el vasallaje de los prestamistas al dinero.

Volviendo a la dispositio de la tirada 9, la habíamos dividido en tres cuadros: a) exposición de las condiciones del pacto, b) discusión de detalles, c) consumación del trato en la tienda del Cid.

La gran mayoría de las fórmulas que analizamos, se mencionan aunque sea una vez en a); luego son repetidas en b) para discutirlas; y alcanzan algunas al cuadro c). Si tenemos presente que las fónnulas de a) son eco de la voz del Cid, veremos que el annado del episodio presenta una gran economía formulística

Las fórmulas no son de repetición literal, pero todas tienen como denominador común el tópico que transportan.

Función expresiva de la estructura fónico-rítmica del verso

Relevada la figura tonal de cada hemistiquio constituyente de los versos del episodio, hemos llegado a corroborar las dos grandes categorías de versos propuestas por G. Orduna 6:

(19)

No tas 179

Aquellos versos de función meramente narrativa,

compuestos por dos hemistiquios de igual valor

musical con progresión rítmica, que culmina en la

última vocal acentuada. Estos hemistiquios de

período rítmico ascendente, con un único acento principal, generalmente tienen una apoyatura en un acento de menor intensidad.

Categoría que corresponde a los versos de discurso

en estilo directo. Cada hemistiquio tiene dos

acentos principales, separados por un tiempo

intertónico breve. El tiempo intertónico es

especialmente breve en el primer hemistiquio; el

segundo, generalmente está compuesto por dos

tiempos intertónicos separados por un acento de

menor intensidad.

La mayor o menor brevedad del espacio intertónico en el primer hemistiquio, determina una gran variedad rítmica con función en el plano expresivo.

Período breve en el primer hemistiquio como modalidad enfática: corresponde a los momentos más intencionados del discurso. Ejemplo: en el comienzo del episodio, el Cid se dirige a Martín Antolínez en un tono exclamativo, y luego, en tono enfático declara su situación de escasez (vs. 79-82).

v. 79

v. 80

Martin Antolínez, sodes ardida lanca!

/ / / \ /

l2 l2l

Si yo biuo, doblar uos he la soldada

_\/ / x x

(20)

¡m IncípíLXDC (1999)

v. 81 Espeso e el oro e toda la plata,

_¿_¿__/_ __/__ -2­

l l l 2

v. 82 Bien lo vedes que yo no trayo auer

/ _ / / \ /

l l l 2

Están construidos de la misma forma los versos 84, 92, 93, 95, 104, 106, lll, 114, 124, 132, 133, 135,138, 145, 157, 207, 212, entre otros.

Marcador de cambio en el destinatario del discurso:

Este caso se presenta en dos momentos similares del episodio. En ambas circunstancias se trata de un discurso pronunciado por Raquel e Vidas que, en un primer momento, dialogan entre sí, y luego, se dirigen (en el mismo discurso y sin verso introductor) a Martín Antolínez.

El señalamiento se produce de dos maneras:

Proliferación de acentos fuertes: es el caso del verso

129, donde la parte precedente del discurso

corresponde al tono íntimo entre Raquel e Vidas; en la parte subsiguiente el tono se eleva, sale de la intimidad y se dirige a Martín Antolinez: '

v. 122 Rachel e Vidas seyen se conseiando

[ ... ..]

(21)

Notas 131

v. 128 En logar las metamos que non sean ventadas.

__;___/__ _ r ______/_

l 2 l 2

v. 129 Mas dezid nos del Cid, de que sera pagado,

r _¿__¿ __/__;__/__

l l 2 l l

v. 130 O que ganancia nos dara por todo aqueste año?

__/_;___¿ __/__\__ ¿_

l l 2 3 l 2 l

2. Período breve en el primer hemistiquio: este caso está relacionado con el tono enfático, pero aquí específicamente se pone mayor fuerza rítmica a la parte del discurso dirigido a Martín Antolínez. El contexto es el mismo que el del caso anterior, el discurso se dirige a Martín Antolínez a partir del verso 193.

v. 191 Entre Raquel e Vidas/ aparte yxieron amos:

__ _ x _ _/_ _¿__\____/__

l l 2 l

v. 192 Demos le buen don, ca el no’ lo ha buscado

_’¿__._’_ __’___‘:¿_

l 2 3 l 2 l

v. 193 Martin Antolinez, un Burgales contado,

__¿___/_ _/_ _ _\ _¿_

l 2 l 2 l

v. 194 Vos lo merecedes, daruos queremos buen dado,

/ / / \ /

(22)

13g Incípit, xrx (1999)

v. 195 De que fagades calcas e rica piel e buen manto.

l l \ / /

l I l 2

c) Ya habíamos notado en el cuadro que analizamos como escena burlesca en el espectáculojuglaresco, ciertos versos que se constituían como apóstrofes, donde el juglar afianzaba la relación con su auditorio creando cierta complicidad. Ahora veamos cómo la estructura fónico-rítmica refuerza este ‘apóstrofe’, construyendo a estos aparentes versos narrativos con la estructura de los versos de discurso directo: discurso directo al auditorio.

Cabe destacar que el denominador común léxico de estos versos es la alusión al sentido de la vista: el juglar crea la ilusión de que los personajes están ahí, ante el público. Mencionamos esto, pues sólo los hemistiquios con esta actualización adoptan la estructura fónico-rítmica anotada.

v. 152. Una vez acordado el trato entre Martín Antolínez y Raquel e Vidas, se dirigen a la tienda del Cid. El juglar describe el viaje y la llegada ante el Cid:

Afeuos los ala tienda del Campeador contado;

1:¿¡—.í_— t Tía- ¿a

/ \ / \ /

l 12 l

v. 170. El juglar describe el gozo de Raquel e Vidas al cargar

las arcas: _

Al cargar delas archas veriedes gozo tanto:

/ x / / /

(23)

Notas 1a;

v. 1431, tirada 83. Minaya ha hecho compras en Burgos para Ximena y sus dueñas, cuando está presto a partir:

Afeuos Rachel e Vidas a los pies le caen

l l 2 l

l \ / \ /

Anexo en conclusión: la reparación del agravio

Realizado el precedente análisis estamos en condiciones de

ofrecer ciertas consideraciones sobre la forma en que se ha tratado el asunto de Raquel e Vidas más allá de los límites del episodio. Ya hemos observado

lo que ocurre dentro del Poema, donde los prestamistas sólo obtienen una promesa de pago cuando en Burgos acosan a Minaya Albar Fáñez.

No ocurre lo mismo en las Crónicas y Romancero7. En la Primera

Crónica General, en el marco de la segunda ofrenda al rey don Alfonso, el Cid envía por su mujer y sus hijas, y encarga a sus vasallos Martín Antolínez y Minaya Albar Fáñez paguen su deuda a los mercaderes. Se

evidencia en la lectura del texto una exaltación del bien y la mesura del Cid

a consecuencia de su gesto reivindicatorio. Es indudable que el fragmento responde a un deseo de subsanar la falta en la que, desde la perspectiva de la versión cronística que conocemos, incurre el Poema.

El romance enaltece aún más la reivindicación del héroe. Ya no

son sus vasallos quienes se encargan de saldar la deuda, sino el Cid mismo, quien en sus últimas horas de vida recuerda el engaño pretérito y dicta a su

albacea el pago a los prestamistas, a quienes recuerda como uno. Volviendo al Poema, Gerardo H. Pagés de la mano de Ramón

Menéndez Pidal ha adjudicado la falta de reivindicación del héroe a la “fi-ágil

7 Para un tratamiento exhaustivo sobre la reivindicación del Cid en las

(24)

154 1napit,x1x(1999)

memoria del juglar...que, deseoso de contar una conseja que le había llamado la atención, no tuvo la suficiente memoria para poner luego las cosas en su debido sitio” (p. 43). Si bien es cierto que el juglar ha incurrido en algunos olvidos, no debemos ignorar la naturaleza oral del Poema y exigirle al autor la exactitud de una memoria escrita incongruente con la suya.

No obstante, esto no significa que el juglar no haya tenido un método para recordar aquello que es funcional en el plano de la historia que narra. Ha quedado ampliamente demostrado, en el transcurso de este trabajo, el prolijo y minucioso armado del Poema ejemplificado en este episodio particular; además del conjunto de técnicas mnemónicas y recursos expresivos tendientes a destacar y resaltar los motivos que el juglar considera significativos en el plano del relato.

Con esto queremos decir que puede ser que el juglar haya cometido algunos errores u olvidos en lo que respecta a detalles del relato, pero de ninguna manera olvidaría elementos significativos en la

hilación de la historia: si el juglar hubiese juzgado necesaria la

reparación del engaño, jamás podría haberla olvidado.

Por otro lado, y según lo que anteriormente hemos observado del tratamiento particular del episodio dentro del Poema, creemos que la falta de reparación del Cid no sólo no ha sido un olvido, y por lo tanto el juglar la ha considerado innecesaria, sino también creemos que su presencia sería incoherente.

Nadie duda en atribuirle al episodio un tono burlesco, aunque los críticos propongan diversos fundamentos por los cuales se explica el

tratamiento irónico. Nicasio Salvador Miguel lo adjudica al “antisemitismo

de raíz socioeconómica que en la audiencia anida” (art.cit., p. 207); como

así también explica el tratamiento irónico como resultado de la burla de que eran objeto los judíos por su aversión a la guerras.

En cambio, Gerardo H.Pagés aligera el peso del antisemitismo

(25)

Notas 155

como fundamento, alegando que el juglar de Medinaceli:

Templando su instrumento, cantaría en los amplios portales o en las calles pinas, rodeado de gentes humildes, y al llegar al episodio de las arcas, una sonrisa habría de asomar en los labios de todos. Alguien, haciendo guiños, señalaría la casa de

un rico prestamista, a quien debía de suponer, con imaginación

infantil, encerrado en una pocilga, dejando deslizar entre sus afilados dedos el contenido de sus huchas repletas. Aquello

gustaba al pueblo, y aquello quedó en el Cantar. No busquemos

razones oscuras para explicarlo. (pp. 37-3 8)

Nosotros adscribimos a esta segunda interpretación, no sólo porque recientemente la crítica ha puesto en duda el semitismo de Raquel e Vidas, sino también porque ancla el fundamento en una táctica en la que se revela la sensibilidad del juglar ante la expectativa de su público.

Si aceptamos, sea cual fuere el sostén, que el tratamiento irónico de los prestamistas corresponde a una táctica del juglar respondiendo a la expectativa del público; por qué, unos cuantos versos más adelante, quebrar esta línea y traicionar a su auditorio.

Ya hemos analizado en este trabajo los diversos recursos con los que el juglar recalca la figura burlesca de los mercaderes. Esto configura una línea de tratamiento a la cual el juglar debe ser fiel: no hay lugar para la restitución. Diferente es la situación en las Crónicas y Romancero, donde el tratamiento de lo relativo al engaño se lleva a cabo sin ensañaise en la figura grotesca e irónica de los prestamistas. Esto da lugar a una compensación futura.

La principal diferencia entre el Poema y las Crónicas y

Romancero es el tratamiento que, del episodio, hacen los diferentes textos. Los últimos narran sólo el engaño, por lo tanto, posibilitan una reparación del daño económico; aquél, se ensaña en la figura cómica de los personajes por lo que, si es posible una reivindicación económica, no hay de ninguna manera lugar para la reparación del daño moral.

Referencias

Documento similar

Las manifestaciones musicales y su organización institucional a lo largo de los siglos XVI al XVIII son aspectos poco conocidos de la cultura alicantina. Analizar el alcance y

En estos últimos años, he tenido el privilegio, durante varias prolongadas visitas al extranjero, de hacer investigaciones sobre el teatro, y muchas veces he tenido la ocasión

que hasta que llegue el tiempo en que su regia planta ; | pise el hispano suelo... que hasta que el

Para ello, trabajaremos con una colección de cartas redactadas desde allí, impresa en Évora en 1598 y otros documentos jesuitas: el Sumario de las cosas de Japón (1583),

E Clamades andaua sienpre sobre el caua- 11o de madera, y en poco tienpo fue tan lexos, que el no sabia en donde estaña; pero el tomo muy gran esfuergo en si, y pensó yendo assi

Sanz (Universidad Carlos III-IUNE): &#34;El papel de las fuentes de datos en los ranking nacionales de universidades&#34;.. Reuniones científicas 75 Los días 12 y 13 de noviembre

(Banco de España) Mancebo, Pascual (U. de Alicante) Marco, Mariluz (U. de València) Marhuenda, Francisco (U. de Alicante) Marhuenda, Joaquín (U. de Alicante) Marquerie,

Dada la endogeneidad de la respuesta de la política monetaria a la evolución prevista para la economía, esta evolución de las cotizaciones bancarias ante sorpresas monetarias puede