Declaración de postura

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I

A

(VIH

SIDA)

ANTECEDENTES

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) provoca una enfermedad incurable que se puede tratar con medicamentos y otras terapias, como mejorar el estilo y las condiciones de vida (por ejemplo, acceso a agua limpia y nutrición adecuada). Finalmente, en la mayoría de las personas afectadas, el virus provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), que es una enfermedad terminal, aunque algunas personas infectadas por VIH pueden tardar 15 años o más en desarrollar el SIDA. En algunos países, ser portador del VIH se considera un síndrome crónico y no necesariamente una pena de muerte.

Aún así, el SIDA sigue siendo una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo. El VIH se puede transmitir a través de las relaciones sexuales, al compartir medicamentos de administración intravenosa o con aguja, o a través de fluidos corporales como la sangre, el semen y otros fluidos. La vía de transmisión predominante del VIH en todo el mundo son las prácticas sexuales no seguras, con el 80-90% de las infecciones. Algunas estimaciones indican que, desde el comienzo de la epidemia en 1980, el SIDA se ha cobrado casi 30 millones de vidas, aunque las estadísticas difieren dependiendo de la organización y el país. La enfermedad afecta cada vez más a las mujeres, que ahora representan la mitad de los adultos portadores del VIH en todo el mundo. Las mujeres son físicamente más susceptibles a la infección del VIH que los hombres. Durante las relaciones sexuales existe el doble de probabilidades de transmisión de hombre a mujer que de mujer a hombre. Si no se pone ningún medio, se estima que el 15-30% de las madres con infección por VIH transmite los anticuerpos del VIH o el virus a sus bebés durante el embarazo y el parto, y el 10-20 % en la lactancia.

DECLARACIÓN DE OPINIÓN

En opinión de la ICM, las matronas, que son fundamentalmente mujeres, en su capacidad como profesionales y miembros de la comunidad, deben desempeñar la

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PS2008_006 función de educadoras y profesionales de la salud para evitar la propagación del VIH y ofrecer atención y tratamiento a medida que esté disponible. Como son profesionales clave de la salud, ocupan una posición privilegiada para contribuir de manera positiva a la prevención de la propagación del VIH en los entornos en los que viven y trabajan.

La Confederación cree firmemente que, con independencia de que una mujer sea portadora del VIH, debe tener a su alcance cuidados obstétrico-ginecológicos asequibles no discriminatorios durante el embarazo, parto y puerperio y que esta atención se debe hacer extensiva al bebé en el período postnatal inmediato.

La ICM cree que todas las mujeres tienen derecho a recibir información completa sobre la prevención y los cuidados asociados al VIH y SIDA, así como sobre la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo, incluyendo la medicación con fármacos antirretrovirales, terapias alternativas e investigaciones relacionadas.

La ICM cree también que las matronas, al mantener sus conocimientos y aptitudes al día, pueden colaborar con sus comunidades para reducir al mínimo la propagación del VIH de las formas siguientes:

Informar a las comunidades sobre cómo se adquiere y se propaga el virus, incluidos los riesgos de transmisión de una madre portadora al hijo, concretamente en el parto y durante el período de lactancia, permitiéndoles así tomar decisiones y medidas responsables sobre sus hábitos diarios.

Proporcionar asesoramiento en materia de nutrición, higiene general y bienestar. Ofrecer servicios y equipamiento sanitarios.

Son competentes para trabajar con personal médico, otros profesionales sanitarios y las comunidades con el fin de cuidar de los individuos infectados a medida que haya más medios disponibles;

En función de sus conocimientos y experiencia, pueden trabajar con los investigadores médicos en su búsqueda de información sobre VIH y SIDA.

Asimismo, la Confederación cree que, dado su elevado riesgo de contraer el VIH por contacto con fluidos, especialmente en el momento del parto, las matronas deben disponer de todas las medidas de protección disponibles y asequibles.

POSTURA

Se apremia a las matronas a aceptar su responsabilidad en el campo del VIH y SIDA:

A. De forma personal:

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PS2008_006 manteniendo al día sus conocimientos en el campo del VIH y SIDA, incluidos los avances

relacionados con la lactancia;

siguiendo las precauciones universales al manipular fluidos corporales y siempre que se manipule sangre infectada o potencialmente infectada o productos manchados con sangre (lavarse las manos escrupulosamente antes y después del contacto directo, llevar guantes y, en el parto, llevar gafas o mascarilla y zapatos, llevar tapadas todas las heridas abiertas y utilizar las soluciones aprobadas para limpiar el equipo no desechable contaminado);

garantizando que se aplican los procedimientos correctos para manipular los artículos o ropa sucios destinados a lavado o destrucción.

B. Con la comunidad:

informando sobre la forma de propagación del virus a grupos de todas las edades de la comunidad, poniendo especial énfasis en la formación en la escuela;

animando a adoptar una actitud responsable en las relaciones sexuales, tanto heterosexuales como homosexuales;

desalentando la práctica de la mutilación genital femenina en los países donde prevalece; trabajando con las familias a favor del bienestar de los bebés huérfanos;

manteniendo la confidencialidad y evitando el mancilla miento de las mujeres siempre que sea posible.

C. Con las mujeres en edad fértil:

garantizando que las mujeres tengan acceso a cuidados no discriminatorios que cubran todas sus necesidades;

proporcionando información sobre planificación familiar;

ofreciendo asesoramiento y realizando las pruebas del VIH, o recomendándolas, según el protocolo local;

proporcionando información sobre el VIH y SIDA, incluidos los avances relacionados con la lactancia, de una manera comprensible;

obteniendo equipo estéril para proteger a las mujeres de la transmisión a través de la sangre durante el parto;

trabajando en colaboración con el personal médico y las mujeres para acordar el método de nacimiento óptimo para reducir al mínimo la transmisión de madre a hijo;

evitando la ruptura prematura de membranas, la monitorización fetal mediante electrodo en el cuero cabelludo del bebé y la episiotomía durante el parto siempre que sea posible;

trabajando en colaboración con las mujeres para determinar la forma óptima de alimentar al recién nacido con el fin de evitar la transmisión vertical y ofreciendo apoyo para aplicar el

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PS2008_006 método de alimentación elegido por la madre;

ofreciendo consejos que afecten a las mujeres y a sus parejas.

D. Colaborando con los departamentos relevantes de las autoridades locales y gobiernos para garantizar lo siguiente:

que se desarrollan y aplican directrices y protocolos escritos específicos que traten las pruebas prenatales, las precauciones generales, el comportamiento en un parto normal y las responsabilidades profesionales y legales de las matronas;

que se proporcionan y están accesibles la formación y el asesoramiento adecuados para las matronas;

que existen programas de registro y monitorización, y que son operativos;

que existe asesoramiento y trato apropiado hacia las matronas portadoras de VIH.

DECLARACIÓN GUÍA PARA LAS ASOCIACIONES MIEMBRO:

Se anima a que las asociaciones miembro investiguen, aconsejen sobre fuentes donde obtener datos y obtengan o divulguen entre sus miembros información sobre VIH y SIDA. Se insta a las asociaciones miembro a desarrollar directrices por escrito que traten asuntos como las prácticas obstétrico-ginecológicas normales, la postura de una matrona que da positivo en la prueba del VIH y el método óptimo para la alimentación de los bebés, trabajando en colaboración con las autoridades locales y gobiernos para garantizar que se cumplen la política y las directrices nacionales como forma de prevenir la propagación del VIH.

DOCUMENTOS RELACIONADOS

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Aprobado en la reunión del Consejo de Glasgow, 2008 Será revisado en 2014