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La Musicoterapia en El Tratamiento Educativo de La Diversidad

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Academic year: 2021

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La Musicoterapia

en el tratamiento educativo

de la diversidad

Samuel Gento Palacios (Coordinador)

Pilar Lago Castro

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Samuel Gento Palacios

(Coordinador)

PILAR LAGO CASTRO

Revisión: Raúl González Fernández

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

La Musicoterapia en el

tratamiento educativo

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Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos.

© Universidad Nacional de Educación a Distancia Madrid 2012

Librería UNED: c/ Bravo Murillo, 38 - 28015 Madrid Tels.: 91 398 75 60 / 73 73

e-mail: libreria@adm.uned.es

© Samuel Gento Palacios (coord.) Pilar Lago Castro

ISBN: 978-84-362-6209-4

Primera edición: enero de 2012

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ÍNDICE

OBJETIVOS GENERALES... 6

BREVE PRESENTACIÓN... 7

1. Presentación del módulo... 7

2. Descripción del módulo ... 8

Unidad Didáctica 1. IMPORTANCIA Y PRESENCIA DE LA MÚSICA... 10

Resumen de la Unidad 1 ... 11

Desarrollo de la Unidad 1 ... 11

1. Aproximación al concepto de música... 11

2. Importancia y presencia de la música ... 19

3. Elementos básicos de la música: el ritmo, la melodía y la armonía ... 22

3.1. El ritmo ... 22

3.2. La melodía ... 23

3.3. La armonía ... 24

4. La música a través de: el ritmo y el movimiento, la voz: su cuidado e hi-giene, la improvisación, técnicas elementales de instrumentación, etc. ... 25

4.1. El ritmo y el movimiento ... 27

4.2. La voz: su cuidado e higiene... 28

4.3. Trastornos vocales más comunes. Clasificación... 31

4.4. La improvisación... 34

4.5. Técnicas elementales de instrumentación ... 36

4.6. Las audiciones musicales... 37

Autoevaluación de la Unidad 1... 39

Clave de autoevaluación de la Unidad 1 ... 41

Actividades prácticas de la Unidad 1 ... 42

Referencias para ampliar contenidos de la Unidad 1 ... 43

Glosario de términos de la Unidad 1... 43

Unidad Didáctica 2. MÚSICA YTERAPIA: MUSICOTERAPIA... 54

Resumen de la Unidad 2 ... 55

Desarrollo de la Unidad 2 ... 55

1. Aproximación al concepto de musicoterapia ... 55

2. Cualidades específicas de la música y la musicoterapia como fenómeno multidimensional ... 58

3. Apuntes para la historia y desarrollo de la musicoterapia ... 61

(5)

Autoevaluación de la Unidad 2... 67

Clave de autoevaluación de la Unidad 2 ... 69

Actividades prácticas de la Unidad 2 ... 70

Referencias para ampliar contenidos de la Unidad 2 ... 71

Glosario de términos de la Unidad 2... 71

Unidad Didáctica 3. ESCUELAS Y MODELOS EN MUSICOTERAPIA... 74

Resumen de la Unidad 3 ... 75

Desarrollo de la Unidad 3 ... 75

1. Autores y métodos ... 75

1.1. Autores y métodos ... 75

1.2. Escuelas y modelos en musicoterapia ... 76

2. Técnicas de intervención ... 79

3. Áreas y ámbitos de intervención ... 82

4. Casos clínicos: algunas ejemplificaciones ... 83

Autoevaluación de la Unidad 3... 93

Clave de autoevaluación de la Unidad 3 ... 95

Actividades prácticas de la Unidad 3 ... 96

Referencias para ampliar contenidos de la Unidad 3 ... 97

Glosario de términos de la Unidad 3... 97

Unidad Didáctica 4. EL MÉTODO: METODOLOGÍA DE TRABAJO EN MUSICOTERAPIA... 99

Resumen de la Unidad 4 ... 100

Desarrollo de la Unidad 4 ... 100

1. El equipo interdisciplinar. Modelos y funciones... 100

2. Las sesiones de musicoterapia: previas y posteriores a su desarrollo ... 103

3. La programación de las sesiones ... 104

4. Los espacios. La sala de musicoterapia ... 111

5. Los materiales y los recursos para trabajar en musicotertapia: diseño y elaboración... 112

5.1. Algunas propuestas de protocolos y listas de tareas ... 135

5.2. Instrumentos musicales ... 135

5.3. Otros recursos ... 136

Autoevaluación de la Unidad 4... 138

Clave de Autoevaluación de la Unidad 4... 140

Actividades prácticas de la Unidad 4 ... 141

Referencias para ampliar contenidos de la Unidad 4 ... 142

Glosario de términos de la Unidad 4... 142

Unidad Didáctica 5. LA FORMACIÓN Y EL DESARROLLO DE LA PROFESIÓN EN MUSICOTE -RAPIA... 145

Resumen de la Unidad 5 ... 146

Desarrollo de la Unidad 5 ... 146

1. La formación en musicoterapia fuera y dentro de España ... 146

1.1. Plan de estudios... 147

1.2. Programa y contenidos del curso ... 151

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1.4. Universidades privadas ... 154

1.5. Instituciones privadas ... 154

2. La figura/perfil del musicoterapeuta. Código ético ... 156

2.1. Código ético ... 157

2.2. Código ético de la «AMERICAN MUSIC THERAPY ASSOCCIATION» 157 3. Las salidas profesionales ... 159

4. Las asociaciones de musicoterapia en España ... 160

5. La investigación en España en el campo de la musicoterapia ... 163

Autoevaluación de la Unidad 5... 169

Clave de autoevaluación de la Unidad 5 ... 170

Actividades prácticas de la Unidad 5 ... 171

Referencias para ampliar contenidos de la Unidad 5 ... 172

Glosario de términos de la Unidad 5... 172

REFERENCIAS DE INFORMACIÓN DEL MÓDULO23O ... 173

1. Referencias bibliográficas sobre el módulo... 173

2. Bibliografía recomendada y comentada ... 177

3. Discografía y otros materiales ... 184

4. DVD/películas ... 185

5. Vídeos... 185

6. Soporte sonoro/CD ... 185

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OBJETIVOS GENERALES

Los deseos previos de cualquier profesor que se precie de serlo, fundamentalmente se centran en ofrecer a sus alumnos todos aquellos contenidos científicos que puedan en-riquecer sus ideas y conocimientos dentro de la materia que les ocupa, y el deseo de ani-mar a los alumnos a que siempre estén alerta en la búsqueda constante de ampliar sus saberes. Además, el de ofrecer la ayuda necesaria para que el desarrollo de estos aprendi-zajes se realice con orden, y de forma que se les permita abrir las puertas hacia el futuro de una nueva actividad profesional. Teniendo en cuenta estas premisas, los objetivos ge-nerales de este Módulo y por Unidades Didácticas son los siguientes:

• Objetivo General del Módulo: Conocer la existencia de la musicoterapia como modelo de terapia no farmacológica en el campo de la Educación Especial en ge-neral, y en el de las personas con necesidades especiales en particular, a través de los autores, corrientes y modelos más utilizados en estas últimas décadas.

• Unidad Didáctica 1: Sería del todo imposible entender lo que es la musicoterapia y su utilización como modelo terapéutico en la sociedad del bienestar que entre todos queremos conseguir, sin conocer mínimamente las razones que justifican su presencia. Así, la primera Unidad Didáctica de este Módulo, pretende dar a cono-cer muy brevemente el origen y presencia de la música en nuestras vidas a través de sus diferentes manifestaciones, además de presentar los elementos básicos de su configuración y expansión.

• Unidad Didáctica 2: Ya centrados en el tema principal del Módulo, nuestro se-gundo objetivo se centra en recibir una información lo suficientemente clara y concreta como para saber algo más acerca de lo que conocemos como musicote-rapia, su utilización a través del tiempo y de la historia en aquellos pueblos y civi-lizaciones que la han venido manejando de manera constante, por considerarla muy necesaria en el tratamiento de diferentes enfermedades, ya que sus cualida-des multidimensionales siempre han estado presentes. Además, en esta segunda Unidad Didáctica nos adentramos en algunos de los temas fundamentales de la música y su relación directa en la vida del hombre. Por ejemplo, conocer la exis-tencia de la identidad sonora (ISO) de cada uno de nosotros.

• Unidad Didáctica 3: Como toda ciencia que se precie de serlo, la musicoterapia y su utilización en el campo de la salud y el bienestar del hombre, ha evolucionado y creado unas líneas o corrientes de intervención científica muy diferentes. Pre-sentar en estas páginas algunos de los autores que las hicieron posibles y conocer sus tendencias y peculiaridades convertidas hoy en Modelos científicos específi-cos, son objetivos prioritarios de esta segunda Unidad Didáctica. Las existencia de técnicas de intervención en diferentes ámbitos del campo de la salud, y algunos de los ejemplos en los que la utilización práctica de la musicoterapia ha sido factor in-dispensable del trabajo clínico, completan los contenidos de esta tercera Unidad Di-dáctica desde la que se pretende ilustrar el tema principal de este Módulo. • Unidad Didáctica 4: Tener clara la función de lo que significa trabajar con un

modelo de terapia con unas características como las que aquí se contemplan, de-finir el perfil profesional del musicoterapéuta y conocer las funciones que debe

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reunir un equipo de profesionales integrados en una determinada institución, di-ferenciar y concretar las funciones de un equipo multidisciplinar, conocer algu-nos de los recursos y materiales necesarios para el desarrollo óptimo de la profesión, ofrecer ejemplos y listados del material básico necesario para el des-arrollo del trabajo, y aprender a elaborar las herramientas necesarias para su buen funcionamiento, son entre otros muchos, algunos de los objetivos prioritarios de esta cuarta Unidad Didáctica.

• Unidad Didáctica 5: Aunque parezca una ciencia joven, la musicoterapia forma parte de muchos de los estudios universitarios realizados en diferentes partes del mundo desde hace mucho tiempo. Por esta razón, entre otras, nos ha parecido oportuno presentar aquí su existencia como modelo de figura de un nuevo perfil profesional, para conocer primero, y valorar después, la necesidad de su aparición y desarrollo en las muy variadas instituciones de nuestro país en los que ya se ha hecho presente, además de aportar algunos de los planes y programas de estudios existentes en los curricula de instituciones educativas estatales y privadas de fuera y dentro de España, en los que estos estudios se vienen desarrollando desde hace mucho años. Finalmente, y dentro de esta misma Unidad Didáctica, hemos querido ofrecer a nuestro lector-alumno, una información práctica de la situación real en la que se encuentra en nuestro país un tema tan importante y necesario como la investigación en el campo de la musicoterapia, y la función y cuidado expreso de la formación y ética profesional del musicoterapéuta, velada en todo momento desde las diferentes Asociaciones existentes.

BREVE PRESENTACIÓN DEL MÓDULO

1. Presentación del módulo

«En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios. Y el Verbo estaba en Dios. Todas las cosas han sido hechas por El, y sin El nada ha sido hecho de cuanto existe».

Es una realidad cada vez más innegable el reconocer que el sonido primero, y lo que hoy definimos como música, tiene presencia firme desde el mismo momento del inicio del mundo. No existe un hecho más unido a la vida y el acontecer del hombre que el acto so-noro o el producto más sofisticado y elaborado que hoy conocemos como música. A tra-vés de ella se nos ha ido mostrando el desarrollo de los pueblos y sus diferentes civilizaciones, lo que nos ha permitido conocer sus avances y cambios continuos.

La música se hace presencia constante en los sonidos de la naturaleza desde antes de nuestra llegada a este mundo, en los ritos que cortejan la alegría del nacimiento de un nuevo ser, o la despedida de aquellos otros que nos dejan; también en los sonidos de las fanfarrias anunciadoras de guerras y grandes acontecimientos sociales, sin olvidar su uso terapéutico a través de los siglos y diferentes culturas, en definitiva, en los cantos y melodías propias de lo que hoy conocemos como ciclos vitales de la persona. Su presencia en la vida del hom-bre es tan patente, que la historia de cualquiera de nosotros podría narrarse o conocerse a través de los sonidos y canciones aparecidas a lo largo de toda nuestra existencia.

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Teniendo en cuenta esta realidad innegable, en este Módulo vamos a referirnos a la música desde su acepción curativa y/o terapéutica, ya que como hemos dicho anterior-mente, se ha venido utilizando como una de las terapias no farmacológicas más impor-tantes y antiguas de la humanidad, como lo demuestra su existencia y uso en el campo de la salud al remontarse muchos siglos atrás. Podríamos asegurar sin temor a equivocarnos, porque así nos lo demuestra la historia y los numerosos documentos e investigaciones exis-tentes, que han sido muchos los pueblos y culturas diferentes los que han utilizado a la mú-sica o partes fundamentales de ella como efecto curativo y/o relajante.

Además, y aunque sea de manera breve, nos parece oportuno que el lector de este ma-terial tenga la oportunidad de conocer de forma muy general algunas de las cuestiones que han tenido y tienen que ver con la evolución de la musicoterapia fuera y dentro de nuestras fronteras. También de los diferentes modelos de musicoterapia existentes en la ac-tualidad, y de muchos de los autores que la han hecho posible, sobre todo, en estas últimas décadas.

En este apartado dedicado a la presentación general del Módulo no queremos olvi-darnos el citar, la enorme importancia desarrollada a lo largo de estos últimos años en un tema tan necesario como el de la investigación en el campo de la musicoterapia, y por tanto, la necesidad de contar con una buena formación académica, que nos permita ejer-cer esta nueva profesión de la manera más digna, y sobre todo, éticamente rigurosa.

2. Descripción del módulo

Con toda seguridad, el lector que se acerque al estudio de este módulo podrá seguir de manera ordenada el mismo esquema que en el resto de los leídos con anterioridad, pero dadas las características de su contenido, quizá tenga que hacer un esfuerzo añadido para entender mejor lo que en él se dice y, previo a esto, conocer las razones que justifican la aparición de la música y la musicoterapia como tema de primer orden en el trabajo de te-rapia de apoyo no farmacológica, modelo indispensable e innovador en el campo de la Educación Especial en general, y en el de algunas capacidades diferentes en particular, o como señala el título de este mismo módulo, el de la utilización de la musicoterapia para personas con necesidades especiales diversas. Así que sin más dilación, presentamos los contenidos que hemos considerado más importantes en este material, siendo perfecta-mente conscientes de que la limitación de páginas a la que hemos tenido que someternos nos ha obligado a cuidar de manera expresa la extensión y los temas elegidos en él, ha-ciendo un esfuerzo añadido en ofrecer en estas líneas la síntesis de los contenidos más re-levantes sobre el tema que nos ocupa, y que presentamos a continuación:

Unidad Didáctica 1: Importancia y presencia de la música. 1. Aproximación al concepto de música.

2. Importancia y presencia de la música.

3. Elementos básicos de la música: Ritmo, melodía y armonía.

4. La música a través de: el movimiento y el ritmo, la voz: su cuidado e higiene, la im-provisación, técnicas elementales de instrumentación, las audiciones musicales, etc.

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Unidad Didáctica 2: Música y terapia: musicoterapia. 1. Aproximación al concepto de musicoterapia.

2. Cualidades específicas de la música y la musicoterapia como fenómeno multidi-mensional.

3. Apuntes para la historia y desarrollo de la musicoterapia. 4. La identidad sonora de las personas: ISO.

Unidad Didáctica 3: Escuelas y modelos en musicoterapia.

1. Autores y métodos: Escuelas y modelos existentes en musicoterapia. 2. Técnicas de intervención.

3. Áreas y ámbitos de intervención.

4. Casos clínicos: algunas ejemplificaciones.

Unidad Didáctica 4: Metodología de trabajo en musicoterapia: El método. 1. El equipo interdisciplinar. Modelos y funciones.

2. Las sesiones: Previas y posteriores en el trabajo de musicoterapia. 3. La programación de las sesiones.

4. Los espacios: La sala de musicoterapia.

5. Los materiales y los recursos para trabajar en musicoterapia: Diseño y elabora-ción.

Unidad Didáctica 5: La formación en musicoterapia y el desarrollo de la profesión. 1. La formación en musicoterapia fuera y dentro de España.

2. La figura/perfil del musicoterapéuta. Código ético. 3. Las salidas profesionales.

4. Las asociaciones de musicoterapia en España.

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Resumen de la Unidad Desarrollo de la Unidad

1. Aproximación al concepto de música 2. Importancia y presencia de la música

3. Elementos básicos de la música: El ritmo, la melodía y la armonía

4. La música a través de: El ritmo y el movimiento, la voz: su cuidado e hi-giene, la improvisación, técnicas elementales de instrumentación, etc.

Autoevaluación

Clave de autoevaluación Actividades prácticas

Referencias para ampliar contenidos Glosario de términos

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RESUMEN DE LA UNIDAD 1

DESARROLLO DE LA UNIDAD 1

1. Aproximación al concepto de música

Desde el comienzo de la creación el sonido acompañado del inseparable silencio, han formado parte de toda la construcción del mundo, ya que siempre se ha sabido valorar su importancia y existencia a lo largo y ancho de civilizaciones, culturas y estéticas muy di-versas. Esta trascendental cuestión ha permitido que razas y pueblos de todos los tiempos hayan empleado ambos elementos con enorme creatividad y eficacia, y así hoy podamos co-nocer los extraordinarios resultados conseguidos a través de aquel primer estímulo que de-finimos como ruido o sonido, y hoy mucho más elaborado, forme parte importante de nuestras vidas convertido en algo de enorme valor, nos referimos a la música. Este hecho aparentemente sin importancia, es capaz de provocar tanto pasiones y emoción, como paz y descanso en todos aquellos que la utilizan y se acercan a ella con un determinado propó-sito o por el simple hecho de sentirse acompañados. Así, hoy se nos permite presentar este fenómeno de masas al que conocemos como MÚSICA, con letras mayúsculas.

Ya ha cumplido más de un siglo la clasificación que de la música hizo el insigne pro-fesor de Armonía del Conservatorio de Paris Albert Lavignac (1905)1. El señalaba que: «La

Nada de lo que aparece en estas páginas tendría sentido en un Módulo dedicado a la musicoterapia y su aplicación en personas con necesidades especiales, sin comprender pre-viamente algunas cuestiones básicas de la ciencia que sustenta su presencia y desarrollo a lo largo de la historia, y los principales pilares epistemológicos y conceptuales en los que se concretiza buena parte de su desarrollo práctico, ya que sus principales herramientas ema-nan de una ciencia tan antigua y presente en el mundo como la música.

Sabemos perfectamente que este no es el lugar ni quizá el momento más adecuado para presentar todo un compendio de Teoría de la Música, por esta razón entre otras, nos li-braremos de caer en esta tentación, pero no cabe duda, de que algo tendremos que decir acerca de la ciencia en la que se fundamenta el desarrollo de un modelo terapéutico como el que presentamos en estas páginas. Así que lo primero que haremos será hacer una pequeña aproximación a la conceptualización de lo que entendemos por música, mostrando los prin-cipales elementos que la configuran. Además, aportaremos las voces de expertos científicos, sus opiniones y valoraciones acerca de su importancia y protagonismo en determinadas ca-pacidades especiales a lo largo de todos los tiempos, sin olvidarnos de presentar y conocer algo más acerca de los principales elementos que permiten hablar de la música como cien-cia, arte y cultura de todos los tiempos.

Finalmente, esta primera Unidad Didáctica ofrecerá algunos de los conceptos musi-cales más utilizados y necesarios para entender primero, y trabajar después, en el campo de la musicoterapia.

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música era un arte, una ciencia y una lengua», y como tales las definía dentro de cada cla-sificación.

En el caso de la música como arte decía que: «La música es un producto del espí-ritu humano, que tiende de continuo a poetizar e idear los materiales que le ofrece la na-turaleza. Como ciencia, señalaba, que tiene de fría y positiva todo lo que el arte tiene de exuberante. Viene a ser, con sus cifras y sus fórmulas exactas, como un freno saludable o un balancín encargado de mantener el equilibrio. Como lengua, es una esencia divina, porque el canto es tan natural al hombre como la palabra o el simple grito; y aún es muy verosímil que el grito y la vociferación de los primeros seres humanos precedieran a la pa-labra articulada».

Del estudio inteligente de todas estas consideraciones y de otras de contundencia muy similar, se puede llegar a interpretar la enorme importancia y necesidad que el hom-bre ha tenido y tiene de la música en muchos momentos de su vida. Pero vayamos un poco más allá, y analicemos brevemente algunas de las observaciones del insigne maestro.

Al referirse a la música en el arte, Lavignac señalaba que, en países con culturas tan milenarias como la China, la India o en Grecia, la música era considerada como un valor humano de primer orden. Su estudio y educación a lo largo de toda la vida ocupaba un lugar muy importante en el desarrollo y conocimiento de sus pueblos, y de alguna manera, era signo evidente de una sociedad más culta o preparada, que aquellas otras en las que este estudio no se valorara al nivel que merecía.

Como en cualquier otra materia de estudio, los historiadores y expertos en musico-logía siguen el orden cronológico de la historia del mundo y de la música, para así expli-carnos mejor la evolución de cada uno de los tiempos que la configuran.

Lógicamente, en cada uno de estos momentos históricos aparecen cambios y tras-formaciones importantes, que permitieron que la cultura de pueblos y civilizaciones pu-diesen evolucionar trasformando el mundo tal y como hoy lo conocemos. En el caso concreto de la música, y a través de la historia, el orden cronológico queda establecido por edades, y dentro de cada una de ellas, aparecen los diferentes periodos históricos por los que ésta va evolucionando, quedando establecidos tal y como queda reflejado en el si-guiente cuadro:

• EDAD ANTIGUA • GRECIA. • ROMA.

• EDAD MEDIA • OSCURANTISMO. • EL CRISTIANISMO.

• EL CANTO GREGORIANO: MÚSICAVOCAL/MONOFÓNICA. ARTE DE LA ARTS ANTIQUA.

• LOS S. XII al XV: POLIFONÍA. PARTE DE LA ARTS NOVA. • EDAD MODERNA • RENACIMIENTO: S. XV y XVI. Nacimiento de la ópera.

• BARROCO: Finales del S. XVI hasta mediados del S. XVIII.

• ROCOCÓ: Etapa de transición entre el Barroco y el Clasicismo. Tam-bién conocidos como ESTILO GALANTE y/o PRECLASICISMO. • CLASICISMO: Periodo que abarca desde la mitad del S. XVIII hasta

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Aunque sería precioso contar aquí con un espacio lo suficientemente capaz de per-mitirnos conocer más ampliamente lo sucedido en cada uno de estos momentos de la his-toria del mundo en general y de la música en particular, este Módulo solo pretende aportar un orden a la cronología de los hechos históricos que han permitido el avance y desarro-llo de estilos y estéticas muy diferentes (sacado de Lago Castro, P. (2004): Ópera abierta: El arte de escuchar música)2.

El pasado y el presente de la música a lo largo de la historia, nos ha permitido dis-frutar de obras tan maravillosas como el Canto Gregoriano y los trovadores y juglares de la Edad Media. También de los cambios e innovaciones musicales ocurridas en momentos de la historia del mundo y el desarrollo de las civilizaciones.

Todos y cada uno de los cambios sucedidos en el arte y la cultura han tenido como protagonista indiscutible a la música; esto nos ha permitido conocer y avanzar de manera muy destacada en todos y cada uno de los diferentes momentos de la historia. Algunos de ellos, y por no alejarnos demasiado de nuestros intereses en este documento, podrían ser: • La época del Renacimiento, momento destacado y fundamental en el que el mundo se convulsiona y busca respuestas a través del conocimiento y la creación musical. En este periodo, se nos ha permitido conocer y sentir el deleite de obras magistrales que han hecho posible la universalización de nombres españoles como los de Tomás Luís de Vitoria, Juan de la Enzina, y tantos otros, que hoy son refe-rencia obligada en la cultura musical del mundo.

• La época del Barroco en música, sus autores e intérpretes, serán otro de los pe-riodos importantes a destacar por sus muchos y fructíferos resultados dentro del arte y la cultura musical. Bach, Vivaldi, Haendel, etc., son algunos de los nombres que han pasado a la historia como protagonistas destacados de la Música con ma-yúsculas, pero no los únicos. El siglo XVII y XVIII con el nacimiento y expansión de la Ópera, el Ballet, y tantas otras formas musicales de concebir el pensamiento creativo de los artistas de la época, abren un maravilloso proceso de creación y desarrollo artístico musical, que nos ha permitido acercarnos de manera progre-siva a nuevos periodos y maneras de entender los hechos y cambios estéticos de cada momento.

• El Clasicismo en la música con nombres como Mozart, Haydn, y el extraordina-rio Beethoven, que supe entender como pocos la transición y los primeros albores del Romanticismo, nos han hecho crecer culturalmente de manera

extraordina-• EDAD CONTEMPORANEA • Todo este amplio periodo fundamentalmente se centra en dos etapas: S. XIX y XX. Cada una de ellas se ordena de la manera siguiente: – En el S. XIX aparece el ROMANTICISMO y los NACIONALISMOS.

Ya a finales de éste siglo aparece el IMPRESIONISMO, que abarca hasta las primeras décadas del S. XX.

– En el S. XX se consolida el IMPRESIONISMO y surgen EXPRE-SIONISMO, NEOCLASICISMO y las VANGUARDIAS.

• Ahora tendríamos que añadir al recién nacido S. XXI. Periodo difícil de definir, ya que nos encontramos en un momento de «vacío» muy importante. Algunos de los expertos lo denominan: POSTVAN-GUARDISMO y otros POSTMODERNISMO.

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ria, preparándonos hacia nuevos terrenos estéticos. Todos y cada uno de los mo-mentos artístico-musicales vividos han tenido su razón de ser, y nos han acercado al futuro de la música que ya ha tomado carta de naturaleza en el mundo de hoy. • Conocer los avances de la música es acercarse al camino de cambios de pensa-miento de nuevas fórmulas de estructurar y entender la vida sonora y el proceder ante el mundo, etc. Así, y entendiendo que damos un gran salto en el proceso de la historia, nos podríamos adentrar brevemente en lo que se conoce como nuevas Vanguardias, y encontrarnos las obras de compositores como los italianos Luigi Nono, Luciano Berio, Menotti; los españoles Luís de Pablo, Cristobal Halffter, Tomás Marco, el «americanizado» Leonardo Balada; el checoslovaco Martinú; el británico Michael Tippett, y tantos otros, que siempre han requerido por parte del público un interés y formación específica que lamentablemente la sociedad espa-ñola no ha tenido nunca muy en cuenta, y aunque parezca terrible de pronunciarse a estas alturas del mundo, tampoco la actual posee una formación lo suficiente-mente sólida como para entender o al menos aceptar algunos de los importantes cambios que vienen sucediéndose en la música desde hace ya muchas décadas. Pero debemos ser optimistas y abrir nuevos caminos de comunicación, que al menos nos permitan acercarnos a éstos y un sin fin más de grandes autores jóve-nes de enorme prestigio, que a través de sus obras nos abren las puertas a un mundo sonoro lleno de grandes acontecimientos y sorprendentes acústicas. Como no podía ser de otro modo, hemos de compartir con el lector el significado de la música en el mundo de los adolescentes y los jóvenes de hoy, ya que para ellos hablar de música en este momento, es señalar sus datos de identidad. A través de ella y por medio de ella, se definen y clasifican dentro de unas determinadas tribus urbanas. Formar parte de grupos musicales, cantar en un coro universitario, tocar la guitarra por el gusto de sen-tir la cercanía de una compañera fiel; también formar parte del panorama musical pro-gramado por los jóvenes de hoy, etc.

Si analizamos brevemente estos comportamientos, destacando lo mucho de positi-vos que hay en ellos, podríamos rescatar aspectos tan importantes del desarrollo humano, como la necesidad de sociabilizarse y compartir con otros el gusto estético y artístico de un determinado estilo musical o momento sonoro. La misión de los padres y educadores será orientar a sus hijos o alumnos en los múltiples estilos musicales existentes, con el fin de que estos gustos y estéticas puedan ser controlados por él mismo, y no por las multi-nacionales al uso.

Si alguien piensa en la música rock, heavy metal, rap, hip-hop o estilos similares, como la principal causa de las manifestaciones agresivas o violentas de nuestros ciudada-nos más jóvenes, deberían conocer las investigaciones que confirman que las actitudes agresivas tienen su origen en procesos educativos anteriores a la formación de los gustos musicales de nuestros adolescentes.

Por otra parte, las calles con los coches y sus claxon, bares y restaurantes que nos in-vitan a comer de forma ansiosa a través de una determinada música, los grandes almace-nes que ralentizan la mal llamada música ambiental, que nos obliga a parar y mirar sus escaparates incitándonos a comprar objetos innecesarios, las miles de salas de conciertos de todo tipo, y la multiplicidad de ofertas culturales que en ellos se hace, nos presenta a la música como auténtica protagonista de la sociedad de nuestros días.

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Todo rezuma sonido, unas veces más agradable que otras. Por ejemplo, no podemos olvidar los miles de lugares de recreo y ocio que no disponen de una buena insonorización, y permanentemente nos regalan sonidos estridentes o de muy mal gusto. Todos estos lu-gares están clamando la respuesta comprometida de las autoridades pertinentes, y las me-didas necesarias que eviten un problema sonoro tan importante para la sociedad de hoy como la contaminación acústica. En cualquier caso, la presencia de la música es una rea-lidad innegable dentro de la sociedad que nos ha tocado vivir, y dependerá de todos el que la hagamos más grata.

Tampoco podemos olvidar, que éste es un lenguaje de comunicación y expresión de primer orden. Diferentes expertos del mundo de la educación y campos afines como la psi-cología, la medicina, y la sociología entre otras, han demostrado en muchas de sus inves-tigaciones, que el niño escucha y siente la vibración del sonido desde antes de nacer. Lo cierto es que, a través de la voz cálida y suave de la madre al poco de nacer, el niño atiende expectante las pequeñas improvisaciones melódicas que le canta su madre de forma amo-rosa, se siente muy gratificado al escuchar las diferentes canciones de cuna con las que ella intenta dormirle, etc.

Un maravilloso ejemplo de refuerzo de nuestras humildes pero firmes palabras lo en-contramos en el eminente médico-neurólogo Sacks (2006)3cuando nos señala que: «El

ce-rebro sintoniza especialmente con la música, incluso en personas de las llamadas poco musicales. Crecemos en un entorno en el que hay música por todas partes, ya sea música popular o sofisticada, jazz, música clásica, etc. Todos hemos crecido en un entorno mu-sical, y el cerebro es muy sensible a la música. La música está presente en todas las cul-turas, y es importante en todas ellas: porque es importante para las personas. Yo me volvería loco si no tuviera mi piano, si no pudiese tener música. La música, además, tiene un gran poder organizativo, y esto se aprecia a menudo en las canciones infantiles de los niños».

Fue Alfred Tomatis (1991)4quien manifestaba que: «El alimento vocal de la madre

a su hijo es tan importante como su leche para el desarrollo del niño». Sin duda alguna, son éstos los primeros contactos y manifestaciones de cariño que la madre y el hijo pue-den compartir a través de esta manera de comunicación y expresión tan sencilla como es el acto de natural de susurrarle o cantarle una pequeña melodía o canción de cuna mien-tras lo amamanta amorosamente. Ambos comparten momentos fundamentales para el desarrollo integral del niño. Él no sabe, no entiende lo que la madre le dice o canta, pero siente el modo, el tono afectivo con el que ésta lo hace.

En otro momento el mismo autor señala que: «la música debe ser estudiada en rela-ción directa con el sistema nervioso, porque indiscutiblemente sale de un sistema nervioso hacia otro sistema nervioso, donde el primero actúa como emisor y el segundo se com-porta como receptor. En este sentido el instrumento que mejor dominó Mozart, como nin-gún otro compositor, fue el cuerpo humano».

Seguramente, algo parecido debió suceder a niveles de comunicación sonora en las cavernas de nuestros antepasados los hombres de la edad de piedra, que como se nos des-cribe en una de las últimas escenas de la preciosa historia novelada «Al otro lado de la

nie-3 Sacks, O. (2006): «El poder de la música y el misterio de la bacteria mutante». En Punset, E. El alma está en el

cere-bro. Madrid. Aguilar.

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bla», del catedrático de Paleontología Arsuaga (2005)5, las manifestaciones rítmicas y

so-noras ya formaban parte importante en las celebraciones y ritos de tribus y culturas muy antiguas. Así podemos leer en sus preciosas páginas, que: «Viento del Norte, despacio, mi-rándole a los ojos, y luego todos los demás hombres, empezaron a golpear sus lanzas con-tra el suelo, rompiendo rítmicamente el silencio. Las mujeres, ya liberadas, seguían el compás chocando las palmas, mientras hacían tremolar un canto agudo vibrando la len-gua, y las paredes respondían con su voz cavernosa a las manos, las maderas y las bocas». Las leyes del evolucionismo y la aparición y desarrollo del lenguaje verbal, han lo-grado cosas tan maravillosas como escuchar la voz de María Callas o palabras tan magis-trales como las creadas por poetas como García Lorca y tantos otros. En todo caso, el sonido grato de nuestra voz tiene una importancia enorme en el establecimiento de una buena relación interpersonal. No sería la primera vez que escuchásemos afirmar, que mu-chas personas llegan a establecer una mala relación entre ellas por la voz y tono desagra-dable con el que se comunican.

Políticos, periodistas-comunicadores del campo de la televisión, actores e intérpretes, etc., estudian y cuidan muy pormenorizadamente los matices de su voz en el momento de resaltar alguno de sus mensajes o pasajes vocales. Utilizar la voz de forma inadecuada puede llevar al fracaso la venta de su pensamiento político, o la poca credibilidad de una noticia de impacto. Igualmente, y como ya se ha demostrado en el campo de la musicoterapia, la voz como primero y más importante instrumento musical, será herramienta de enorme im-portancia en el trabajo musicoterapéutico e indispensable en nuestra labor clínica.

En este mismo sentido se manifiesta Di Marco (1969)6al comentar que: «La música

se halla estrechamente vinculada a las funciones del lenguaje; expresa ideas, reconforta, alegra y favorece el impulso de la vida interior. Está considerada unánimemente como un factor cultural indispensable. Por otra parte, el rendimiento muscular en una actividad cualquiera aumenta en alto grado la percepción de los sonidos».

Tomatis (1991)7, autor ya mencionado en anteriores líneas de este mismo Módulo,

sella con su peculiar estilo que: «La música debe ser estudiada en relación directa con el sistema nervioso, porque indiscutiblemente sale de un sistema nervioso hacia otro sistema nervioso, donde el primero actúa como emisor y el segundo se comporta como receptor. En este sentido el instrumento que mejor dominó Mozart, como ningún otro compositor, fue el cuerpo humano».

Aunque a lo largo de estas páginas hablaremos más extensamente de las cualidades terapéuticas de la música, hemos de señalar en estas líneas, que la música se presenta como una de las mejores actividades de gimnasia cerebral en un proceso de envejeci-miento, por ejemplo, en la pérdida mayor de las funciones asociadas con el hemisferio de-recho frente al izquierdo. En estos casos, la utilización de la música como herramienta terapéutica, ya se ha demostrado que es uno de los elementos más completos para la esti-mulación cognitiva y en la rehabilitación de deterioros más complejos.

Como necesidad creadora, en la actualidad conocemos extraordinarios compositores y creadores que siguen deleitándonos con nuevas formas de concebir la música. Hoy es

im-5 Arsuaga, J. L (2005): Al otro lado de la niebla. Madrid. Santillana Ediciones. 6 Di Marco, C. (1969): Ritmo y música y deficientes auditivos. Buenos Aires. Eudeba.

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posible componer como ayer, y está bien que los compositores actuales nos acerquen a una nueva manera de concebir una obra musical. Salas de Conciertos y Teatros del mundo estrenan constantemente el resultado del esfuerzo creador de miles de compositores jóve-nes y maduros. Sin olvidarnos de esta realidad que nos permite concebir estéticas sonoras muy distintas, también nos gustaría comentar un aspecto menos positivo del hecho crea-dor en el mundo de la música.

Aparentemente crear y componer podría parecer lo mismo, pero en la actualidad ser compositor no siempre va unido a la idea de ser creador. Ya hemos comentado anterior-mente que esta necesidad y proceso creador puede surgir en la vida cotidiana, pero la pér-dida del acto creador como deseo irrefrenable de expresar una profunda emoción, en el caso de la creación musical sería un drama de difícil solución. En la actualidad, y no es malo saberlo, la música creada por un compositor puede surgir de un talonario de cheques, mediante el encargo de un proyecto destinado a una conmemoración, un aniversario, una obra o proyecto literario, como apoyo sonoro en una película, etc. En cualquier caso, ésta es una nueva forma de concebir la creación musical que también nos ha permitido y nos permitirá conocer en el futuro preciosos resultados.

Algún ejemplo de lo que decimos lo hemos podido comprobar a través de la música de muchas de las mejores películas de nuestro cine actual, miles de espectáculos musica-les y teatramusica-les, etc., Todos ellos son una muestra patente de su enorme fuerza expresiva. En algunos casos, el uso de las más sofisticadas herramientas electrónicas del momento, han logrado hacernos creer a través de sus potentes resultados sonoros, que una orquesta de cien profesores estaba interpretado un pequeño pasaje musical en un momento determi-nado, cuando en realidad lo que producía ese importante efecto eran unas pequeñas ma-quinitas manejadas desde un estudio, y por una sola persona. Toda esta nueva realidad sonora nos obliga a permanecer como «sombras vigilantes» en el devenir de la música como esfuerzo y resultado de creación viva.

Es importante destacar que, la música también ha alcanzado en España cotas de in-terés social, cultural, interpretativo, creativo, educativo, y terapéutico de cierta relevancia en estas últimas décadas, pero ¿dónde radica la verdadera importancia de la música? Para responder a estas cuestiones de enorme relevancia en el tema que nos ocupa, hemos con-siderado oportuno que sean las voces prestigiadas de algunos de los más importantes in-vestigadores del tema los que nos den algunas de las razones que la convierten en una ciencia de trascendencia fundamental en la formación integral del hombre.

Son muchos los trabajos de investigación y autores de prestigio internacional los que señalan la enorme importancia y trascendencia de un conocimiento musical desde edades muy tempranas, ya que ésta formación permite un desarrollo más global en el niño. Algu-nos de estos autores añaden que, buena parte de sus conocimientos posteriores pueden haberse estructurado desde antes de su nacimiento, puesto que la inteligencia puede ser una cuestión de entrenamiento y comienza en el útero materno. Hoy la literatura cientí-fica y diferentes estudios e investigaciones sobre la música e importancia en la educación de nuestros niños, nos ofrecen noticias tan apasionantes como la que presentamos a con-tinuación: «Si una embarazada escucha música clásica durante la gestación, su hijo será más inteligente» Ribeiro (2003)8. No vamos a caer en la trampa de hacer una valoración

científica de esta afirmación, solo queremos aconsejar la lectura de la obra en la que el

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autor justifica de manera razonada estas declaraciones y otras muy similares, y que apa-rece como referencia bibliográfica de este documento.

Despins (1989)9en una de sus más importantes obras, nos abre nuevos campos de

análisis e intervención afirmando que: «En la docencia, cualquier estrategia debe permi-tir desarrollar una especie de sinapsización emotivo-emocional para suscitar en la mecá-nica cerebral un equilibrio dinámico entre los dos hemisferios cerebrales, y llevar a cabo el principio de concordancia funcional hemisférica auténtica. La música, desde este enfo-que, siempre será el mejor medio para desarrollar y acrecentar en forma adecuada este fe-nómeno cerebral. Por ejemplo, al mismo tiempo que un niño se dedica a ejecutar una obra musical (hemisferio izquierdo), la interpretación que hace de ella depende de la regulación del hemisferio derecho. Del mismo modo, en la práctica del canto, la articulación de las pa-labras y su acomodamiento en relaciones lógicas constituyen, en su origen, un trabajo tem-poro-espacial y serial (hemisferio izquierdo). Simultáneamente, respecto de este proceso, la entonación melódica y su riqueza emocional obedecen más al dominio (hemisferio de-recho). Si bien la enseñanza debe de procurar por todos los medios posibles el desarrollo normal de la concordancia funcional».

Fridman (1997)10, otro de nuestros conocidos autores señala que: «La música es un

medio armónico. Sin embargo, a pesar de ser una expresión tan natural y hasta se podría decir que innata, no se practica, y se coarta la actividad de quienes fomentan la relación de los padres con la música. La madre durante el embarazo está en el grado más alto de su sensibilidad. Tiene la posibilidad de a través de la música conocer un mundo interno que no conocía, y que expresado mediante pequeñas creaciones, comunica su amor al bebé mediante un mundo de sensaciones a través de sonidos y ritmos. Es así como a través de ella, los padres dejan una impronta en su futuro hijo antes de nacer».

El insigne pedagogo musical y compositor Schafer (1969)11nos dice que: «Después

de todo, la música no es más que una colección de sonidos emocionantes concebidos y producidos por sucesivas generaciones de hombres con buenos oídos. El importante mundo de sonidos que hoy nos rodean, ya ha sido investigado e incorporado a la música producida por los compositores actuales. Ahora es misión del educador musical, el estu-diar y comprender teóricamente lo que está ocurriendo en todas las partes a lo largo de los confines del paisaje sonoro mundial. La educación musical tendría que ser el espacio pri-vilegiado para experimentar la satisfacción de la creación musical».

Compagnon (1971)12nos alerta señalando que: «Es incomprensible pensar en un

ser completo, integral y globalizador, y no entender que para ello será fundamental cono-cer el lenguaje de la música a través del ritmo, el movimiento, la melodía, etc. El primer lenguaje emocional, junto con el grito, es el movimiento». La educación rítmica y musical es para el autor un medio para convertir el cuerpo en dócil instrumento de interpretación del ritmo y la emoción musical, y se esfuerza para que el niño luche contra la tendencia natural a la mecanización, mediante el desarrollo de su personalidad y la facultad creadora por la cual ella se afirma.

9 Despins, J.P. (1989): La música y el cerebro. Barcelona. Gedisa.

10 Fridman, R. (1997): La música para el niño por nacer. Salamanca. Amarú.

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Ortiz y Maestú (2005)13no han dudado en manifestar que: «La música es un

pro-ceso de comunicación que trasciende al propio uso de las palabras, ya que ésta ha sido la fiel compañera del hombre a través de toda la historia, de todas las culturas y del propio desarrollo humano, dado que el primer tipo de comunicación humana que aprendemos es de tipo melódico, tonal, musical y no verbal. En este sentido, si hacemos realidad la hipó-tesis que dice que las primeras funciones que se aprenden son las últimas que se pierden, la música sería sin lugar a dudas una de las últimas capacidades que el ser humano pierde, por no decir la última».

Pocas horas antes de poner punto final a este Módulo, el extraordinario pensador y filósofo Eugenio Trías (2007)14era investido Doctor Honoris Causa por la Universidad

Autónoma de Madrid, y el tema de su investidura, una vez más en sus múltiples discursos, era hablar de una de sus más auténticas pasiones, la música. A punto casi de terminar este epígrafe dedicado a su significado, quisiéramos destacar algunas de las más importantes frases de su discurso. Por ejemplo aquella en el que señala que: «La música tiene una na-turaleza dual, jánica. Pertenece al terreno de las emociones, pero muestra también una congenialidad con las artes del número, como nos hicieron ver los pitagóricos. Pero aquel camino de la más antigua filosofía griega fue abandonado, en buena parte por culpa de Aristóteles, y a pesar de Platón». Pocas líneas después, añade que: «La música quizás pueda acompañar y poner en ruta al pensamiento filosófico, ya agotados los caminos de un logos aristotélico cifrado y centrado en la sustancia y el sujeto». Solo un apunte final a estas ex-traordinarias palabras, y son el sincero lamento de comprobar que, lamentablemente las autoridades educativas de nuestro país no escuchan o leen a pensadores de esta categoría, ya que de hacerlo, en lugar de añadir muchas más horas de matemáticas, restándoselas, por ejemplo a la música, se podría llegar a conseguir algunos éxitos educativos de hacer justo lo contrario, es decir, aprender a través de la música, no solo matemáticas, sino otras muchas ciencias afines y de total necesidad para conocer y entender mejor la cultura de un pueblo como el nuestro, y las del resto del mundo.

Son muchas las opiniones que no aparecerán en estas páginas y que dejamos abier-tas con la intención de que el lector amplíe este apartado todo lo que sea necesario, pero antes de acabar, hemos considerado oportuno añadir unas líneas más. En este caso, se trata de compartir nuestro compromiso personal con la música, fundamentalmente des-arrollada en el campo de la educación y la musicoterapia a lo largo de nuestra trayectoria profesional e investigadora. La valoración e importancia que siempre le hemos otorgado a la música en general, y al desarrollo de su educación desde edades muy tempranas, ade-más de su utilización en el campo de la salud en particular, pueden ayudar a entender mejor nuestra manera de trabajar en ambos campos después de más de treinta y siete años de experiencia.

2. Importancia y presencia de la música

Para cada uno de nosotros la universalidad de la música, su presencia en nuestras vidas, su utilidad y uso a lo largo de ella, su protagonismo cada vez más constante en la

so-13 Ortiz, T. y Maestú, F. (2005): Cerebro y música. Madrid. UNED.

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ciedad de hoy, etc., tiene un significado muy diferente, y como estamos viendo a través de estas páginas, esto tiene mucho que ver con lo que en musicoterapia conocemos como nuestro pasado o identidad sonora personal (ISO), también con nuestro entorno social, cultural, económico. Veamos algunas de éstas cuestiones.

Los muchos estudios e investigaciones realizadas en el campo de la música como fe-nómeno social y cultural, y otras muchas más centradas en la importancia de la educación musical desde edades muy tempranas, nos advierten de manera muy especial de la impor-tancia y consecuencias de haber tenido o no a lo largo de nuestra vida un buen encuentro con la música, sobre todo, en nuestros primeros años de infancia. Además, algunos de estos trabajos nos señalan, que el haber contado con una formación previa o el no haberla tenido a lo largo de nuestra vida académica, y en muchos casos, universitaria, evidentemente han mermado enormemente las posibilidades de disfrutar de su presencia y belleza.

Por otra parte, no podemos dejar de mencionar aquí que, el haber tenido un am-biente familiar propicio, una escuela o unos educadores interesados y preparados ade-cuadamente para el desarrollo de la enseñanza-aprendizaje de esta materia, etc., nos hubiese hecho, primero más felices, y posteriormente, más cultos. Todos estos elementos han tenido y tienen una importancia muy destacada en nuestra sociedad de hoy. Una so-ciedad a la que se le llena la boca hablando del bienestar social y cultural al que todos te-nemos derecho, pero que en muchos momentos no ha sabido, y quizá no aprenda nunca a valorar la importancia de educar a sus ciudadanos en algo tan elemental, pero al mismo tiempo tan necesario como es aprender a hacer desde niño una escucha musical atenta y consciente de todo lo que siempre ha sonado a nuestro alrededor.

El compositor norteamericano John Cage (1912-1992) decía que: «Todo lo que so-naba era música». ¿Estaríamos todos de acuerdo con este comentario histórico del insigne compositor? Gustos, estilos, estéticas, modas y mezclas culturales tienen hoy mucho que decir y expresar en relación al tema que nos ocupa. La música militar de antaño, la can-ción protesta de los años 70, la música relajante utilizada hoy como bálsamo y «reclamo» de lugares de descanso, sonidos y melodías diversas de etnias no occidentales, se entre-mezcla y perviven en compañía de estilos tan variados y diferentes como la música des-criptiva, ambiental, popular (étnica), flamenca, el jazz, etc.

La eminente física y fisióloga Deutsch (2006)15en una extraordinaria conversación

narrada por el comunicador científico Eduardo Punset en uno de sus últimos libros se-ñala que: «La percepción musical depende del habla adquirida en la niñez», y explica que: «La música es una prolongación del lenguaje o, por lo menos, nace de las limitaciones de la capacidad de hablar. Siendo el lenguaje una capacidad digital del cerebro, tarde o tem-prano los homínidos recurrieron a la música y al arte para expresar matices que difícil-mente cabían en la lógica digital de ceros y unos».

La fusión de estilos y procedencias tan diferentes como las que escuchamos hoy en infinidad de centros escolares, calles y lugares de ocio, nos permiten observar un amplí-simo abanico de posibilidades sonoras, que difícilmente hubiésemos sospechado no hace más de tres o cuatro décadas, pero nos preocupa pensar que, nuestros gustos y estéticas sonoras pueden caer en manos tan desaprensivas como las de muchas de las

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uni-nales que invaden el mercado sin posibilidad de que nuestras autoridades educativas sepan muy bien qué hacer con este fenómeno paralelo.

En todo caso, confiemos una vez más en la inteligencia natural del hombre en saber distinguir lo bueno de lo vulgar y mediocre, y así pueda librarse del pecado de comprar mú-sica siguiendo las pautas de una moda infernal. Abramos un camino de esperanza desta-cando algunos de los originales intentos de fusión artística y estilística nacida de muy diferentes corrientes, estilos y movimientos del momento. Más que como realidad de fu-turo, que de hecho ya lo es, queremos referirnos a este tipo de iniciativas por lo que supo-nen de hecho innovador y de nuevas búsqueda de estéticas sonoras. En este sentido, queremos mencionar algunos de los originales intentos de fusión entre formas musicales llamadas clásicas, como por ejemplo la ópera, y otros tipos de música, como la música rock, el flamenco, cualquiera de las múltiples músicas no occidentales existentes en el pa-norama actual.

La conocida pedagoga musical argentina Hemsy de Gainza (2002)16en uno de sus

últimos libros nos indica que: «La música es un objeto intermediario privilegiado para la comunicación humana. Los sentimientos y las vivencias positivas inducidos por la expe-riencia musical son normalmente transferidos a la música o al instrumento, o sea, al ob-jeto que produce la sensación benéfica, y también a la persona que ofrece la música: la madre o maestra en primer lugar».

Para terminar este epígrafe, nos gustaría comprometernos con el tema y manifestar la enorme importancia que damos a la música, ya que para nosotros es mucho más que una definición, mucho más que una materia para ser estudiada, mucho más que un medio de expresión y comunicación. Realmente consideramos que la música lo es todo. Desde un punto de vista educativo, la música estimula todas las facultades del ser humano: abs-tracción, razonamiento lógico y matemático, imaginación, memoria, orden, compromiso personal mediante la creatividad, etc.

Este sentido total e integral con los que la música cuenta, son elementos fundamen-tales para el desarrollo completo del hombre, y el medio perfecto de abrirnos al conoci-miento y la ciencia, ya que a través de la música se ponen en funcionaconoci-miento todos los medios expresivos con los que cuenta. Le capacita para sentir, conocer, valorar, interpre-tar y apreciar el hecho sonoro, sus raíces populares, la historia que ha configurado todos los cambios y estilos aparecidos a lo largo de ella, etc. Además, los fenómenos físicos y acústicos que la generan, y todo un sin fin de variables, que hacen de la música algo im-prescindible para crecer social y culturalmente más completo.

Estas cualidades no podían ser ajenas a su utilización en el campo de la salud, y así hemos podido comprobar en nuestra experiencia clínica, como un enfermo de Alzheimer era capaz de disfrutar del recuerdo momentáneo de diferentes pasajes de su vida, o co-municarse con su esposa únicamente mientras bailaba con ella. Solo en estos breves pero intensos momentos, era capaz de hablarle mientras bailaban juntos Lago (1998)17.

16 Hemsy de Gainza, V. (2002): Música: Amor y conflicto. Buenos Aires. Argentina.

17 Lago, P. (1998) : Análisis del modelo de formación permanente del profesorado de Educación Musical: valoración

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3. Elementos básicos de la música: el ritmo, la melodía y la armonía

Como sabemos, la música se desarrolla a través de tres elementos indispensables: el Ritmo, la Melodía y la Armonía. Pero de verdad, ¿qué son o cómo intervienen en el des-arrollo de la música cada uno de ellos? Responder a estas cuestiones no será fácil, pero lo consideramos del todo necesario para poder comprender su desarrollo y utilización en el campo de la musicoterapia, tema fundamental de nuestro Módulo.

3.1. El ritmo

El ritmo es el orden más o menos simétrico en el que se presentan las diferentes du-raciones de las figuras musicales; es la combinación equilibrada de los tiempos fuertes y débiles. El ritmo es el diseño que los distintos sonidos «colorean», y al que se deben las más profundas y vivas emociones producidas por la música, al acentuar de determinada ma-nera las duraciones de las figuras que lo forman. Del ritmo emana la necesidad natural, vital y cultural del movimiento que nos invade y nos permite expresarnos, del baile, de la expresión de los cuerpos a través de la danza, de los instrumentos que acompañan nues-tros cantos y manifestaciones artísticas, etc.

Pero todos sabemos que, tras estas definiciones, el ritmo es mucho más que lo ex-presado en ellas, ya que a través de él podemos sentir que estamos vivos al controlar nues-tro propio ritmo/pulso cardiaco. Es algo que todos poseemos, algo tan profundo y personal, que nos acompañará a lo largo de toda nuestra existencia. Aprender a sentir, a interiorizar nuestro ritmo interno como fuente de vida, será objetivo constante de nuestra presencia en el mundo.

Partiendo del propio ritmo, y del conocimiento que éste aporta, debemos entender la diferencia que existe entre el ritmo y la rítmica, como ciencia que estudia las formas y combinaciones del primero, y la métrica que ofrece una respuesta exacta e intelectuali-zada a la medición de la música.

En musicoterapia es muy importante ocuparse en conocer el ritmo interno/indivi-dualizado de las personas con las que trabajemos. Todos tenemos nuestro propio ritmo, nuestro propio tempo, y en un trabajo en el que se busca el cambio y la mejora física, psí-quica y sensorial de nuestros pacientes, será fundamental que el experto conozca de ante-mano las características y peculiaridades de las personas con las que desarrolla su trabajo.

En musicoterapia el ritmo se aborda desde maneras muy básicas. La primera de ellas, a través de los valores individualizados de las figuras musicales elementales mas ele-mentales, como son: Las negras, blancas, corcheas, etc., y desde el conjunto de pequeñas estructuras de valores musicales a los que llamamos esquemas rítmicos. El objetivo de ambos elementos, no persigue el aprender a analizar los valores o su dificultad estructu-ral, sino realizar de manera sencilla y casi espontánea, pequeñas improvisaciones y fór-mulas expresivas que diferentes partes del cuerpo puedan realizar sin necesidad de intelectualizar su contenido.

La importante y necesaria aparición de las paradas o periodos de inmovilidad, nos puede ayudar a «descubrir y presentar» de manera sencilla el valor del silencio, elemento

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fundamental del trabajo en musicoterapia. Existen caminos muy diferentes para llegar al conocimiento de nuestro propio ritmo interno y el de todas las cosas que nos rodean, ya que todo lo que está a nuestro alrededor tiene ritmo y sonido, pero en nuestro trabajo se-guimos el proceso siguiente:

• Descubrir el ritmo interno de cada una de las personas con las que trabajemos. • Realizar diferentes propuestas de ritmos libres.

• Proponer pequeñas fórmulas de esquemas rítmicos (cortos y sencillos). • Combinar el ritmo y la palabra.

• Añadir propuestas rítmicas con instrumentos naturales (corporales: palmas de las manos, chasquidos de los dedos, piernas, pies, etc.). Posteriormente, con instru-mentos de pequeña percusión (panderos, claves, crótalos, etc.).

• Crear pequeños juegos rítmicos con determinadas reglas, etc.

3.2. La melodía

La melodía es la unión sucesiva de sonidos que satisfacen al oído. De esta manera tan concreta y simple se describía a la melodía desde algunos de los manuales de música más comunes y utilizados por los estudiosos de la materia hace ya muchos años. No cabe la menor duda, de que hoy estas simples palabras no definirían ni por asomo las cualidades y procesos por los que la melodía ha ido pasando a lo largo de la historia.

Valls Gorina (1980)18al referirse a los sonidos organizados que aparecen en la vida

cotidiana señala que: «Vivimos inmersos en un universo invisible de vibraciones y rodea-dos de una constante nebulosa sonora. Desde la impertinente bocina de un vehículo, al manso rumor de la lluvia, pasando por el reiterado anuncio de la comunicación telefónica o por las emisiones radiofónicas, debemos convenir que nuestro vivir responde sin tregua ni reposo a una infinita serie de estímulos de orden sonoro, cada uno de los cuales tiene un significado y un contenido inmediatamente diferenciado».

Tanto es así, que hoy muchos de los elementos mencionados por Valls Gorina en estas líneas como sonidos cotidianos, aunque molestos o comunes, forman parte funda-mental de cientos de obras sinfónicas del actual panorama artístico del repertorio habitual de nuestros teatros. Hecho que nos parece lógico de comprender si tenemos en cuenta que la música es parte fundamental de la vida, por lo tanto, ésta debe acercarse lo más posible al entorno de nuestra cultura actual. Otra cosa será pensar, si como ya hemos visto ante-riormente, nuestra sociedad está o no capacitada para «entender» este tipo de mensajes o estéticas sonoras.

En todo caso, y por centrarnos más de lleno en el tema de nuestro trabajo musico-terapéutico, hemos de comentar, que la melodía es uno de los elementos más importantes en la vida del hombre, ya que desde las primeras experiencias sonoras de un niño apare-cen pequeñas propuestas convertidas en forma de melodías o reducidas cancioncillas.

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Muy tempranamente, y por imitación de la madre o de algún adulto cercano al niño, éste intenta reproducir algunos de los sonidos expresados de manera más frecuente en el ambiente familiar, social y cultural en el que se desenvuelve, a través de pequeños balbuceos, sonidos guturales sin sentido, que progresivamente van tomando forma hasta convertirse en mensajes o estructuras melódicas. De esta manera tan elemental, se inician algunas de las improvisaciones más importantes en el desarrollo melódico de los más pequeños.

La primera interválica utilizada en estas fases iniciales de improvisación, se acerca mucho a la voz hablada con la que nos dirigimos a los más pequeños, esa manera «casi» re-citada con la que les manifestamos nuestro cariño y afecto más profundo, y a la que deno-minamos Intervalo de 3ª menor (SOL-M). Hemos de comentar, que la utilización de este primer intervalo como estímulo o vínculo de comunicación melódica con los más pequeños, ha sido tema debatido durante muchos años en diferentes investigaciones y foros de ex-pertos, que a día de hoy sigue teniendo sus defensores y detractores, pero nuestra expe-riencia de trabajo a lo largo de muchos años, nos ha demostrado su eficacia y punto perfecto de partida hacia técnicas melódico-expresivas de mayor complejidad, lo que nos reafirma en su utilización habitual dentro de nuestro trabajo en el campo de la musicoterapia.

Para desarrollar adecuadamente todo el proceso que conlleva este tipo de aprendi-zaje, es fundamental conocer el proceso básico que nos faculta ha hacerlo adecuadamente. Así entendemos que hay que desarrollar las facultades de:

• Oír: como sinónimo de percibir.

• Escuchar: como deseo de entender lo que se escucha.

• Comprender: como resultado final de «querer hacer nuestro» lo que hemos escu-chado.

Hablar sobre la melodía y la enorme implicación que ésta tiene sobre el hombre y su aparición a lo largo de toda la vida, significa abrir una espiral sin límites, por esta razón, hemos de ir poniendo término al tema señalando que, la melodía nos invita al canto indi-vidual y/o colectivo y nos permite recordar nuestros orígenes culturales y sociales. También a recuperar la memoria individual o colectiva a través de los instrumentos musicales de técnicas más o menos sofisticadas, de grupos de notas que colocados de una determinada manera dan forma y pensamiento sonoro a una idea, a unas raíces, y a una tradición cul-tural, etc.

3.3. La armonía

La armonía es una ciencia que enseña a encontrar y combinar los acordes a través de un conjunto de leyes que rigen la formación y el encadenamiento de los sonidos, y que además, nos ofrece la estructura, el orden y el equilibrio de la obra bien hecha, etc. Al bus-car en cualquiera de los diccionarios de música al que nos acerquemos por curiosidad la voz de Armonía, nos podemos encontrar definiciones tan importantes, y al mismo tiempo sencillas como aquella que nos señala que: «La armonía procede de una palabra griega que significa reunión, acomodamiento. En el lenguaje musical es la sucesión de acordes, de sonidos que se perciben como si fueran un solo compuesto» (Rubertis, 1954)19.

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Aunque no será necesario que el experto en musicoterapia tenga grandes conoci-mientos de armonía, lo cierto es que, deberá conocer algunas de las leyes que le permitan cambiar, adaptar o modificar en determinados momentos, materiales sonoros que se ajus-ten a sus necesidades. Por esta razón, entre otras, nos parece necesario señalar que, hay dos tipos de estudios de armonía, la llamada armonía clásica, y la que utilizan actualmente nuestros compositores actuales, ausente de leyes rígidas que sustenten su utilización.

En la primera de ellas, es decir en la clásica, hoy está en decadencia desde el punto de vista compositivo, pero no podemos olvidar que nuestro trabajo musicoterapéutico se desarrolla en ambientes o personas con enormes problemas de desajustes y insegurida-des, muy necesitados de «orden y seguridad», lo que nos obliga a utilizar elementos rít-micos, sonoros y armónicos que nos permitan conseguir resultados idóneos.

Conceptos como: acorde, modo, tono son herramientas habituales sobre las que el musicoterapéuta desarrolla su trabajo. Los elementos armónicos van perfectamente uni-dos a los rítmicos y melódicos, de tal forma, que es difícil seccionar las cualidades sono-ras más relacionadas con la melodía, sin acercarnos directamente a las cualidades físicas del sonido a través de la altura, para conocer algo más acerca de si los sonidos son: gra-ves, agudos, ascendentes, descendentes, los diferentes tipos de escalas con los que será más importante comenzar nuestro trabajo, etc. En cuanto al timbre, otra de las cualida-des básicas del sonido, nos estaríamos refiriendo al color, al resultado sonoro de determi-nados instrumentos. Finalmente, la última de las cualidades básicas del sonido es la referida a la intensidad, y ésta nos hablaría acerca del volumen, de la fuerza o debilidad del sonido, etc. En algunas ocasiones, y dentro de la especificidad del trabajo en musico-terapia, es necesario mencionar la textura, término mucho menos utilizado o frecuente en el campo de la música, pero que en musicoterapia nos ofrece datos de enorme interés para trabajar con nuestros pacientes. Por ejemplo, nos indica la estructura, el orden y disposi-ción con la que cuenta el fragmento u obra musical seleccionada, tanto para escuchar, como para interpretar, etc. Los modos nos explican la manera de ser, el carácter de una de-terminada escala musical, y los tipos de acordes, son aquellos grupos de sonidos super-puestos que han de ser ejecutados simultáneamente. Conocer y saber manejar algunas de sus cualidades, será de enorme importancia para el musicoterapéuta en el momento de realizar algún trabajo de improvisación o adaptación de melodías y canciones. Estas entre otras, son algunas de las razones que nos obligan a exigir en la formación en musicotera-pia unos niveles aceptables de conocimientos musicales, ya que sin ellos sería imposible realizar el trabajo de manera correcta.

4. La música a través de: el ritmo y el movimiento, la voz: su cuidado e

higiene, la improvisación, técnicas elementales de instrumentación, etc.

En este apartado presentamos algunos de los bloque de contenidos musicales más útiles para nuestro trabajo en musicoterapia, diferenciando en todo momento lo que sig-nifica enseñar música en sí misma, por el gusto o el arte de saber más sobre ella o utili-zarla como medio o herramienta de cambio, de mejora o de terapia, advirtiendo, que las cualidades de la música son tantas y tan extraordinarias en ambas situaciones, que en mu-chos casos resulta muy difícil señalar la delgada línea que separa una u otra acción. Fun-damentalmente, serán los objetivos o propósitos específicos los que diferencien de

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manera explícita un tipo de trabajo u otro, y sobre todos ellos, lo que en musicoterapia hemos definido como ACTO TERAPÉUTICO. Así, y para su mejor comprensión, a conti-nuación presentamos el siguiente cuadro sinóptico.

EN EDUCACIÓN MUSICAL PRETENDEMOS EN MUSICOTERAPIA INTENTAMOS

• Enseñar música en general, un instrumento en particular, etc.

• Utilizar la música como herramienta de trabajo, ya que ésta es uno de los mejores medios existen-tes para expresar nuestras emociones y comuni-carnos con los demás.

• Conocer teorías y conceptos musicales que nos permitan establecer un contacto con la música más directo y entender sus grafismos y signifi-cado.

• Prevenir, restablecer, mejorar, modificar, promo-ver, rehabilitar en lo posible, el bienestar de las personas con diferentes necesidades especiales versas y/o con aquellas personas a las que nos di-rigimos en nuestro trabajo de musicoterapia, no

tienen que aprender música. Afinar o desafinar

una canción o sencilla melodía, tener problemas de ritmo en las sesiones de musicoterapia, y otras dificultades semejantes, nunca serán un problema para ellos, ni serán corregidos por su dificultad, solo será un dato más a tener en cuenta por el mu-sicoterapeuta, ya que será la respuesta directa de que algo no va bien en su estado general.

• Desarrollar nuestras capacidades o potencialida-des musicales más o menos innatas, a través del estudio de: La educación vocal individual y gru-pal, el lenguaje musical y su grafismo, el movi-miento y la danza elemental, las técnicas de instrumentación, y de improvisación, etc.

• No tienen que saber tocar un determinado

ins-trumento musical, aunque saber hacerlo podría

favorecer sus dificultades de expresión y comuni-cación verbal, en el caso de que las tuviesen. A tra-vés del instrumento utilizado, sea este su propia voz o cualquier otro instrumento aprendido en algún momento de su vida, nos puede dar mucha información de lo que siente o sufre, y podernos comunicar a través de él en los momentos en los que la comunicación verbal se haga difícil o impo-sible. Además de ayudarle a resolver diferentes pro-blemas de carácter emocional o interpersonal, de conducta, etc.

• Conocer el desarrollo de la Música a través del tiempo y su Historia: Autores, épocas estilos y for-mas musicales.

• No tienen que conocer la Historia de la Música y sus grandes cambios estilísticos, ni los miles de nombres, fechas y obras que invaden la memoria del estudiante de música convencional, etc. • Conseguir una buena y cuidada técnica

instru-mental y/o vocal. Contar con una agilidad y vir-tuosismo interpretativo a través de la voz u otro instrumento musical, será parte importante de los estudios superiores de música.

• En oposición a la tabla de la izquierda, en musi-coterapia no se persigue ninguno de los objetivos presentados en ella, ya que nuestros propósitos se centran en parámetros de salud, de cambio y res-tablecimiento de partes de nuestro cuerpo o nues-tra vida personal, dañada por diferentes causas. • En muchos casos, y por la formación específica de

los estudios musicales realizados, lo que preten-demos es hacer música desde: La interpretación y la creación o la composición.

• En el caso de la musicoterapia, nuestros propósi-tos se centran en vivenciar, recordar, evocar sen-saciones y emociones a través de elementos muy primarios y arcaicos, sin evitar o impedir que cada una de las personas que intervengan lo hagan desde la posibilidad de expresarse con libertad y de forma espontánea.

Referencias

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