La Regla de Oro (parte 1)
“Ni muy muy, ni tan tan”
I. Introducción
a. Regresamos al sermón del monte y entramos en la recta final del mismo b. En esta serie vamos a entrar a ver una regla que es no solo muy famosa
sino también compartida por casi todas las religiones… “la regla de oro” i. La diferencia entre la manera en que la creemos como cristianos y la
manera en que muchos la creen es fundamental
ii. Esta diferencia es lo que nos libra de hacer cosas que intenciones escondidas
iii. No hacemos a otros como queremos que nos hagan a nosotros para que lo hagan a nosotros
iv. Lo hacemos porque allí se resumen la ley y los profetas v. Mas de esto en dos semanas
c. Debemos recordar que el sermón del monte es uno solo y aunque lo hemos partido en diferentes series estas si tienen relación la una con la otra
i. Entonces, ¿cómo amarramos esto al “flow” del sermón del monte? ii. Hay cosas que atentan contra el carácter del cristiano
1. El vivir mi vida de tal manera que mi espiritualidad sea solamente pública y teátrica (Mat. 6:1-‐18)
2. Vivir ambiciosamente y no generosamente (Mat. Mat. 6:13-‐ 24)
3. Vivir dejando el reino como ultima prioridad (Mat. 6:25-‐34) 4. Vivir juzgándolo todo (Mat. 7:1—5)
5. Vivir sin discernimiento de nada (Mat. 7:6)
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo
dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja
del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” Mat. 7:1-‐6
II. “No juzguéis…” (Mat. 7:1a)
a. Es importante para comenzar hacer notar que es lo que el texto NO dice i. No llama a los hijos de Dios a ser ingenuos, sin discernimiento ni
ii. La Biblia menciona en muchas ocasiones el rol que los cristianos jugamos en traer luz a lugares de tinieblas
1. Jesús muchas veces llamó hipócritas a los fariseos (Luc 12:1 “En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.”)
2. No manda a que nos guardemos de los falsos profetas (Mat 7:15 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”) 3. Pablo entrego a Satanás a alguien por su pecado (1Co 5:5 “el
tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”) iii. El problema es que nuestro llamado a discernir rápidamente se
convierte en justificación para criticar
iv. Hablaremos más sobre esto en la segunda parte del mensaje b. ¿A qué nos llama?
i. No seamos juiciosos
ii. No tengamos un espíritu crítico
iii. No tengamos una actitud condenatoria c. Aprendamos a ver lo bueno, no solo lo malo en otros
i. Lo malo es fácil de identificar
ii. Recordemos que estamos rodeados de personas con defectos, siendo nosotros los primeros
iii. Jesús vino por personas “no perfectas”… tengamos paciencia y misericordia (Mat 9:13 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”) d. Tengamos cuidado con el chisme
i. “No nos gusta pero nos entretiene” (Mat 12:36 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.”)
ii. No vale decir que en familia no es chisme iii. No vale creer que solo nos estamos informando
iv. No vale esconder el chisme en forma de petición de oración v. Si no tenemos nada bueno que decir, no digamos nada
e. No juzguemos por apariencias (Jn 7:24 “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.”)
i. Aseguremos que a la hora de emitir juicio u opinión lo hacemos informados y no solo por apariencias o por rumores
ii. Muchas veces juzgamos a las personas por 1. Como se visten
a. Tachamos de informal a alguien por que vino en shorts
b. Decimos que una chava es “fácil” porque se puso una falda más corta de lo que nos hubiera gustado (pero no dejamos de verla)
2. Donde estuvieron
a. Creemos que porque alguien está comiendo un ceviche seguro esta “echándose los tragos”
b. Vemos a alguien pasar en carro por la zona viva un viernes en la noche y asumimos que se fue de parranda
3. Con quienes están
a. Tenemos dichos para justificarlo “dime con quién andas y te diré quien eres”
b. Recordemos que Jesús estaba rodeado de
prostitutas, cobradores de impuestos y pecadores 4. Cuando dinero tienen o no tienen
a. Si tienen dinero y no sabemos como decimos que seguro son narcos
b. Si no tienen dinero decimos que seguro hicieron algo malo para terminar así
iii. Antes de juzgar veamos el fruto (Mat 7:20 “Así que, por sus frutos los conoceréis.”
iv. El Testimonio
1. Hemos usado la excusa de guardar el testimonio como algo para manipular la vida de otros
2. Aunque sí tenemos un llamado a guardar nuestro testimonio recordemos que si tengo que escoger entre mi reputación o la eternidad de alguien gana la eternidad de alguien
3. Seamos sabios también para que en nuestra rebeldía no abandonemos la sabiduría y la prudencia
v. Aun si estamos informados bien y nos consta debemos ser sabios 1. Si no lo conocemos y no ganamos nada de eso… HAGAMOS
2. Si lo conocemos amémoslo lo suficiente para ir con él a preguntar o confrontar antes de chismear y démosle el beneficio de la duda
3. Si no nos escucha recordemos que Jesús dejó un proceso para hacerlo bien (Mat. 18:15-‐22)
a. Repréndele estando solos b. Trae testigos
c. Dilo a la iglesia
4. Si lo vamos a hacer que sea para traer reconciliación con Dios y otros en esta persona (San 5:20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
f. En lugar de juzgar, ayudemos (Rom 15:1 “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.”)
g. Cuando juzgamos o acusamos estamos identificándonos con el diablo (Apo 12:10 “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”)
III. Al juzgar abrimos la puerta en nuestra contra (Mat. 7:1b-‐2)
a. Cuando juzgamos no solo abrimos la puerta a ser juzgados por otros sino también por Dios
b. Mucho de lo que hemos aprendido sobre la siembra y la cosecha no habla de dinero sino de juicio (Luc 6:38 “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”)
c. Cuando juzgamos nos condenamos a nosotros mismos
i. Muchas veces juzgamos en las áreas donde secretamente luchamos ii. Al hacer esto nos estamos condenando a nosotros mismos
iii. Si nuestro pecado se llega a conocer el juicio con el que nos van a juzgar va a ser mayor
iv. Pro 6:2 “Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.”
v. Rom 2:1 “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.”
vi. Muchas veces atraemos eso a nuestras propias vidas (Ejemplo de Pedro… por hablador fue tentado en lo mismo que juzgó o se jactó)
IV. Comencemos por nosotros mismos (Mat. 7:3-‐5)
a. Esta ilustración tiende a perder poder debido a su familiaridad
b. Esto ocurre tan frecuentemente que la ilustración no suena tan exagerada c. El mejor ejemplo de esto es el Rey David (2Sam. 12:1-‐7)
i. Se roba la esposa de otro hombre y lo mata ii. El profeta le cuenta una parábola
iii. David se enfurece y juzga que ese hombre debía morir iv. Ese hombre era él mismo
d. El juicio a otros y nuestros propios dones nos ciegan a nuestras faltas (Apo 3:17 “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”)
e. Mientras más reflexiono en este pasaje más me doy cuenta de lo mucho que estoy auto-‐condenado
V. El peligro de no juzgar nada (Mat. 7:6)
a. Existe un riesgo cuando nos damos cuenta de que no debemos juzgar a otros… no juzgar nada
i. Nos podemos volver tolerantes
ii. Nos negamos a hacer distinción entre el bien y el mal, la verdad y la mentira
iii. Podemos llegar a tratar a todos igual sin distinguir el fruto o la falta de él en las personas
b. Los perros y los cerdos
i. No está hablando de perros de casa como los que conocemos, son perros semi-‐salvajes
ii. El cerdo palestino no solo era una abominación a los judíos sino también era probablemente derivado del cerdo salvaje europeo, capaz de algo de violencia
iii. Jesús está hablando de gente que han demostrado ser
persistentemente viciosos, irresponsables, desagradecidos, etc. c. Al advertirnos de no ser demasiado juiciosos, Jesús también nos advierte en
contra de no ser ingenuos o sin discernimiento
d. Antes de ver de fondo el tema recordemos que hay 5 versículos destinados en contra de ser juiciosos y solo 1 en contra de no serlo
i. Esta proporción nos muestra donde está el mayor peligro ii. Tratemos de evitar juzgar 5 veces más de lo que juzgamos e. Como cristianos debemos ejercer discernimiento y criterio en nuestras
i. No le vamos a dar un trabajo que demanda responsabilidad a cualquiera
ii. No le vamos a abrir la puerta de nuestra casa a cualquiera, a pesar del llamado a ser hospedadores
iii. No invertimos nuestro dinero en cualquier lugar iv. No dejamos que cualquiera cuente la ofrenda
v. No dejamos que cualquiera tome el micrófono y comience a enseñar
vi. No damos generosidad a cualquiera, Dios podría estar tratando con ellos
vii. No le contamos nuestros sueños a alguien que solo se burlará viii. No le damos a nuestra hija a cualquiera
ix. Ni siquiera insistimos en predicar el evangelio a cualquiera 1. Lo más precioso que tenemos es el evangelio… es nuestra
verdadera perla
2. Jesús nos indica que hay lugares donde debemos sacudirnos el polvo de los pies (Mat 10:14 “Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.”)
3. Hay muchas situaciones donde los cristianos somos llamados a insistir en nuestra siembra y testimonio de la verdad
VI. Conclusiones
a. No juzguemos
i. No es correcto y rara vez nuestro juicio es justo
ii. No nos gustaría que nos juzguen y el juzgarlo todo nos lleva a ser juzgados
b. Hay un riesgo también en no juzgar nada i. Nos podemos meter en problemas
ii. El no juzgar nada nos lleva a ser mediocres c. Pidamos perdón por nuestra actitud juiciosa
d. Llamado a ministrar a los que crecieron en iglesias o ambientes muy juiciosos