EN EL
TEMPLO RESTAURADO
DE NUESTRA HISTORIA
"LOS EJERCICIOS DE SAN IGNACIO, EL AÑO SANTO
COMPOSTELANO, SUAREZ
y
BALMESEntre las lum.inosas efem.érides jubilares y centenarias q~te du-rante el año en G'nrso han venido fijando nues:ra atención en viejos y gloriosos hit os de nuestra historia patria, interesan particula'Y1nen-, te a la espiritúal:;dad el IV C entenariode la. aprobación por Pau-lo JII del libro de Pau-los Eje1'cicios Espirituales de San Ignacio, el G11.li Santo C ompostelallo )1 los C e1·/tena1'1·os de Suáre:::
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Ba1mcs.*
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La práctica de los Ejercicios, según el'ntétódode SaN Ignacio, pertenece hO)1 a las pri1'l1,e1'as, 'si ya no es la pri1'/'/,em, de las acade-mias de espiritualidad donde se for'man los mejores cuadros de 1111111.-do en la vida católú'a. conte1'ltporánea. "Fragua de apóstoles" los definía con singular clarividencia Pío XI, el Papa del apos:'olado intenso en la Acción Católica JI en las j1¡Jisiones.
E'minentes investigadores nos han ofrecido estos últi1l10S años preciosos estudios sobre la h;:storiade los Ejercicios desde el tiem-po de su Santo Autor. Pero, al 111argen de esa historia, que yo lla-mar'Ía e%terna, permanecerá siempre inédita otra /tis:' aria interna que es la evolución oculta y 'misteriosa de millones de al111,as que, /1 través de todos los siglos )1 de toda, la geografía. católica, deben S~t sal'l/ación y s'u santificació'n a este 111,ed:o prodigioso de renovac'ión espl:ritual. La historia con,femporánea de los Ejercidos) por otra parte) no cabe más elt los lí1nites de la narración descriptiva) y para elaborarla hay que socorrers¡} con los métodos de la estadística: pro-yectos) n{¡;meros) gráficos) centros de irradiación) porcentajes) rela-ción de Instituciones religiosas y seglares totalmente a los Ejerci-cios consagradas) etc.
En vida de Stt Santo Autor ,tuviero'n ya los Ejercicios stt
bau-tismo de persecuciones de parle de los hombres) baubau-tismo que) como en todas las obras grandes) lo fué también de la predestinación di-vina. jl¡f anresa misma) Alcalá) Salamanca) París) Venecia y Roma discutieron acaloradamente la conducta y las invenciones
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les de IiI,igo de Loyolat• Pero esto contribuyó a que el ingelluo
manantial de espiátualidad que había brotado en la Santa Cllevrt M ollserratht.a de los labios misl1:J:os de la V1:'rgen, y de, sing1tla,res ex'-perie'ncias místi.eas del capitán penitente, fueran poco a poco trans-.,fonnándose en la forma definiti'uay caudalosa que embalsa el Lib1'o
de los Ejercicios tal cual el Duque de Gandía, futuro fra').' Fmncis-co de Borja, lo sometió a la Fmncis-consideración JI aprobación úwpela,blc ' del Papa. El e_17a111en 1/0 'era difícil por la sencille::: abrll'l1wdora Idet
escrito. Y, ún embargo, conflllyeron en él todos los 'mejores jllíc'ios responsables del Vaticano, debido a, la fuerte persecuci,ón que COl1ttra el m.ismo se habia promovido, aireando útc'luso contra él él san:bélú-to más injurioso del tiempo que era el ilumiuismo. El día 31 de ju.tio de 1548 hacía, pública Paulo II 1 su· carta. apostólica, "Pas; orar liS Offiái" en la que n.o se sólo aprobaba incondicionalmente dicho libro, sino que ta:m-biétt sanci01w-ba claramente a cuantos doctrinal·· mente (y aún en lo económico) in1telt'taran algo contra lo allí estable-cido o contra los del'echos de propiedad literaria. de su Au.t·or. Alu.-diendo a éste (aún viviente) escribía eb Papa: "Ha compuesto cier-tos documencier-tos o Ejerácios Esp¡";ritu:ales "sacados de la Sagrada Escritura y de la. e_'rperiellcia de lO! vida espiritual y los ha dds-p~testo de maneralJ1.wjI apropiada, para ·¡nover a la piedad a las almas de los fieles."
Esta fecha gloriosa. y c~~lminG11Jte para los Ejercicios dé San Ignacio está cortejada, en su larga historia por más de 580 documén:-tos pontificios lallda.ton:os, a los qUI! ha')! q·ue SU-1Jwr otros de 300
conc'Ílios provinciales diocesanos así como a innwl1terables más de Ordenes e Instituci01'tes ·religiosas. N o e-r·iste cosa sem.ejG11Ite en la Historia de la, Espiritu.alidad con ningúl'/J otro lib1'0. Merece, pues. una con-memora.ción de la e;¡;quisÜa sensibil1:dad espi1'it'llahsta de la EspaFía de Franco
Tuvieron, en efecto.. lugc/!}' solemnes actos comne'l'norativos en el mes de l1WyO ell/vI anresa y ell Barcelona. En dichos actos de ca-rácter oficial fu.viel'ol1 'a111pl1:a participación. ta~1fo las 'más alias Jerarquías edesiásticas de la región, que habían preparado el G11tbie)~ te con doctas
y
fervorosas pastorales, as'! como los más a.ltos ·re .. presentantes civiles del Gob1:erno.Nuestra Revista, se SU'llW COl/. ¡' oda fe¡:'l!o'r a ese hOJ'n,enafe
nacio-nal al Autor ,)i al "Libro de los EjerciCios" 3', al ·núsmo tiem.po. quiere lanzar co'I1'1o proclama de esta, cOllme'lnoración cente'ltaría el sig%iente propósito: N o desnaturalicemos nosotros, los sacerdotes, los genuinos Ejercicios de San Ignacio. bendecidos 'tantas vetés por la Iglesia, y a los cuales 1ínicamenlte cabé la gloria de CIIatro siglos fecundfsi1110s de regeneración espiritual en él mundo.
JU,zgOIN1Vy oportuna esta c'oJtsigna para este centenario y creo que todo sacerdote" neutral" esJará co'mnigo en aplaudirla. luzga-11WS a veces ligera11unte a los Ejercicios COHW una "'IIwda~'
espi-ritual. Impulsados en parte por la 'masa del pueblo, ansioso de retl:~ ro y de so[Üarz:a y profunda reflexión,; 'pJ1,uchos sacerdotes se lanzan despreocupadmnelllte sin preparación y con ansia ligel'a
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poco SC'11-sata de 'nov.edad a dirigú' tmtdasde Ejercicios, según métodos 'e ¡:niciati'lJas personales eitrt.provisadas. Alg'unos logran, es cierto, relativos éxitos momentáneos debido al i'llterésde los temas y a su. personal habilidad;. pero otros, que d(!fra'/lda'J1, no poco a las almas, propinan, e/1 lugar de Ejercicios sólidamente ignacianos, charlas, amenas de simpa¡tía personal, temas.bonitos de actualidad, critica de modas y costu.11IJbres, conferencias sociales útiles más bien para los que no están presentes; en una· palabra} merengues espirituales que saben bien, pero que nutren poco. Yo recordar'Ía incluso a mU-chos y fer'l/orosos sacerdotes, partintlarmente del clero regtllar que, '/:mpulsados por la 'inspiraci6n de sus respectivas escuelas de espi~ ritualidad suelen preferú' para te'mas de Ejercicios otros diferent(!.: de los de San IgnaCio :)1 otros métodos, que adopten estos úUl:mos siempre,IJar
lo 'Inenos el1 sus líneas fttndamentales, attnque, según la clase, educación espz:ritual.y exigencia.> dé sus auditorios pu.edan ~Ideban ltSar de ll~erta fle:ribilídad al tratal/' de nutrir bien las l:deas
3' los afectos.
Dejél1J.Onos, pues> de "ocios espirÜuales" y de ensayos que piden poco esfuérzo del dz:'reetor JI de los ejercitantes, para volver a los ¡,tnicos y auténtl:cos "Ejerdcios Espirituales", que son los de. San Ignacio, según el áureo librito, que es el objeto de esta conme111,O-radón cltatric'e¡J.fc·nan:a,
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De signo contra-rio, pero de hondo s¡:gnificado espiritual, pola1'l:-.3'an en estos '/'Jwmentos las fuerzas rectoras del 1'/1.!/·I,ndo actual: en lYloscú la polftú'a internacional, en Afnsterda1!1. las iglesias dz:sidentes, la. juventud católica de Espa'Fía )1 de otras trónta naciones '11'/,ás en Sa'ntiago de COll/posteta .
. Nada opinmnos, porque Ilada. bueno espera.rnos de una políti-ca Úz,N/,omt JI oportunista, que tolel'a el secuestro, la deportación de nú:¿os }' de muchos millones de pacíficos ciudadanos, que hizo giro-nes en. Ya/ta a· ta Historia 3' a la civilización europeas, y que trama ahora en ,111 oscú la prolongación. de la más ignomi.niosa esclavitud JI del IItás bárbaro martirio bajo" el dict erío de la hoz y del martillo para doce naciones libres, cultas y cristianas.
La Asamblea. protestante de A'msterdmm ofrece, entre otras mu-chas notas CG!1'acterísticas JI c nri osas, la de ql,(,e c'onsti,h,//ye lel más
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palmaria e injuriosa acusaoon contra sí 'INisma al den1lnciarse pÚr blicamente todas las cOllfesiones en ella concurrentes que ca:recen
del más estrecho
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vl:tal elemento de su esPiritua¡;dad CO'/'f10fórmu-la,s religiosas) f'nal es la unión de ve1'dad) la unión de autoridad 'v
la unión de cCl1'idad, Por eso la J glesia Católicai10 ¡:nter'viene e;1 dicha Asamblea, p'uesto que nada puedell darle las delibemciones de A1'/'Isterda11l" Roguemos) eso sí, al Seiíor que acelere S'l/, reinado
atrayendo a, esas ovejas descarriadas a su. redil bajo el úlIico JI
so-berano gobier1/o del Papa.
Comftos:ela contmsta en estos momentos con esos dos centros de esp/:1'ituaIidad al resu.mir en estas fechas culmina/lites del Añ'J
Santo jacobeo el tercer .1/lovi1'ltÍento 1/1und:al de fu.erzas activas,
La ma'gna c01lcentración penitencia/de 1111lc'hos millares de jóvenes
de treinta 11aci.01leS, ap'retados en csf1'echo haz de oraciones y de
caridad en tor/lo al sepulcro del Santo Protomártir de los Após.:.
toles JI Patrón de Esparia" así C01l10 la innu1'nemble cO/lcentración
invisible de mimdas y de comzones jllveniles) tmnbién de España
y del111u11do entero, que en las fecltas del 28 al 29 de agosto
con-fluirá en espíritu, y oración POI' los caminos de 'Smz:tiago, marcan tt1/a ho'm solemne en la aL'fllalidad católica
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'I/'I'IM/dial: la hora de los héroes, de los apóstoles:v
de los1'1/ártires.-El eje/'llplo miasal/ador del Apóstol ha sacudido 'l1l:ole'l'li'O'Inerttc en estos 111,0'/11(:'ntos de reto entre el bien 'v el mal el entusl:asmo
1'e-ligioso de nuestras 'Inejores j'llventudes, 'y bastó la, sencilla
,inicia-tiva de una peregrinación dllrante el A110 Santo al sepl/Jero
glo-rioso de SG11tiago para que espontálleame'nte S(! 1'ecl'll:am el
ejér-cito más poderoso de la tierra. Ejércl;to espiritual, internacional
sincroniza,do adl1úrablelll,ente, a pesar de ,su c01J1.plejidad y de su
nÚ111,ero, por una c01tsigna, y por una voz sola de n'wndo que parte
del VaticalLO. Es a este ejé1'cito aguerrido de juventudes católicas
el único a quien corresponde COll toda profJj:edad el calificativo y
los sistemas cotnba.tiv~)s de qui'lltacol'll11101/ista.
Pues Cl111ÚnO de Compostela, }' siguiendo las hllellas J' las
lec-ciones de Sa1ltiago, el Apóstol, el Mártir y el Capitán de España
durante 'l'einte siglos, se 111'1leVen -e'I/. es;' os 1'J1.011'l entos esos escu,a,-drones de jóvenes cató1icos en representación de todas las fuerzas
de c01nbate de la J glesia pawa depositar sobre su~ tmnba
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en las'manos del Ca'rdel1{!.! Legado, representante del Papa, un jU'/'amento "'. solemne. de cruzados: el j'U'rMlwnto de segu'vr vela'ndo constante-mente las armas de la, 01'ClCió1'/ y del sacrificio que imponen los
. mand01nientos)' el juramento de seguir muriendo como verdaderos
mártires y como 'murieron s/:ete mil muchachos españoles, dando
entre los hombres y en perdón para. sus propios asesinos; el jun¡;-mento, por filn, de seg'uir peregrinando por todos los ca1'nhlos de la 'vida con la cruz POt' sostéN' en la l1wno, con el vestido austero de las virtudes por d1:'visa en medio de un mundo qtte lés pondrá en evidencia y en fuerte contraste, y con la 111.irada y el corazól~ siempre alerta. con 'reflejos y ansia de conqu:ista apuntando hacia la eternidad, que es la única 'meta de nuestros destinos. Todo esto jurarán los jóvenes peregn:nos en Santiago de C011l,postela al be-sar ias smtta.s reliquias del Apóstol y rec:'bi-J, ,del Papa y del Car-denal Legado los despachos ofiéiales de Cruzados de la fe.
Pero la peregrinación 'H1I/tndial de {¡as Jttventttrfies Católicas . tiene, además, otro significado espiritual. Decía nuestro Cardenal Pri1Hado el día
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de julio, en el acto de recibir la ofrenda al Apóstol de manos del Generalisil1'tO: "Cuando en Europa habia la unidad de Cristiandad, el camino de S antiag(JI em una· de las r'll.tas de la gran familia crütt:ana." Plles i que el sendero que ahora va a quedar desbrozado y expedito tras la 11W1'c!W de ·nuestrasague-rridas juventudes, que han allanado todas las f1'onteras de prcjttí. cios, de odios y de propa'gandas su,b've1'sivas, vuelva aser una de las rutas espirituales de la gran familia cristiana! i Que el camino de Santiago vuelva a ser fG1niliar y acogedor para todos los pere-grinos de la tierra' que q,¡.[,ieran 'venir a: templar s'//,s armas espiri-tuales sobre aquellas cenizas benditas e iltcandesc'ell,fes! i Que. Es-paña reprod'uzca en sus costumbres la. caridad :\1 las virf1,tde~ de aquellos antiguos monjes am'igos de los peregrinos que -iluntiJwban con su amor cris#amo la ruta hacia C O1Jl.postela! i Y que Dios,
fi-nahnentc, te1npie nu.estros espíritus fatigados con. la fortaleza con que hizo primer 'márti1' de los Apóstoles 'a Santiago!
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El cuarto centenario del naCitJliel'lto del P. Francisco Suárez va transcurriendo inobservado para la, atracción del gran público de, bido) naturalmente. al relie've es.trictamente científico del Doctor Eximio. Sin embargo, tene'/'/'lOS '5'a a la mano magistrales mono-grafías sua'recianas, fruto de esta celebracióll, así como muy sabías y nutridos programas de estudios en parte ya realizados y que en parle culminarán con carácter oficial e inte1'11acional en el próximo mes de octubre.
Cualquiera exaltación de la< Teología o de los eminentes M aes·· tras que con difere'ntes métodos la ilustraron supone una fiesta para la Espiritualidad cristiana. S1+árez ostenta. sobre los méritos de originalidad y de profullldidad que cara,cterizan sus estudios teo-lógicos, la tersura y diafanidad de 1,ma doctr'ina qUé luego ha de
pal-pitar esa vitalidad de la, Teolpgía que faltd e11 tantos otrosescoc
lásticos de su época y de 'los siglos posteriores. Profunda111el1le piadoso y amante hasta el escrúpulo de la ver,dad, Sl;rárez hi,zó CO;I
sus volu1'/1inosos tratados teológicos) mítadc'ientíficós; mitad a.I'".
céticos) uno de los monumentos más bellos,
y
completos) al lado de la SUlUa de Santo To·más, en honor de la. Ciencia tnás nolilc que Dios confiara al hombre para q'lte la traduJera 'elt vida dril corazón después de haberla conternplado hecha luz de fe y cicnciá con su razón.Escribía,' el prtclawo NI aestro de la Un·iversidaddeCoi11/.bia al frente de u.nod¿ sus 'mejores tratados ascéti;cos: ", La piedad-sin 'ciencia es ignorante y la' ciencia piedad-sin la piedad' es pedante y vana." Creo que Suárez) hermanando en grGdo nada ordinario la ciencia, y la. piedad) fué e;¡:actoen el cU'¡nplimieltto deSlt propia consigna. Sus orras, reservadas casi e:rclusiva.menti? pa:ra: los salCe/'-doles por razón de su espec'ialidád) han de ponérnos cieriamente ante.esa, doble actitud; qtte ha de telter 'ftttestra intervención minis-terial en el gobierno de lalS almas) c011l.enzando por la nuestra pro-pia: .es decir) hacer docta, e 'inteligente a la piedad y hacer piadosa y teológica a. la ciencia. ¡Cuántos fraudes y fracasos) cuántas su,"-perst,iciones ymi.r#ficaciones) por u.na; parte) y pQ'r otra) cuántos talentos frztstrad,os para. DiQs y para la vida podríamos subsanar con esa norma. y COtt los métodos del lV1 aestro Suárez! En la
me-dida. de la mayor o 'menor responsabilidad de 'ftUtistro ministerio sacerdotal) sacerdotes y seglares) y ansiosos de ahondar siempre más en los misterios de Dios y de nuestra vida escondida en Dios. renovemos el agradecimiento prác,tico) que se traduce en obras JI
en estudio) hac,ia los ]JI aestros insignes de la Teología que) como 'Suárez) pus/:eron al servicio de la Espiritualidad sus e:rcepcionales talentos y virtudes. Y aunque no pudiéramos medír con nuestra inteligencia. y con el tiempo que dedicamos al estudio en todas sus dimensiones lo ancho y lo profundo de la teología suarecianCft) que podamos a,l 111,enos) amantes de la. ciencia y d,e la piedad, poner al frente) en el medio y en el colofón de toda~ n'ttestras páginas de actividad sacerdotal esta frase q'ue Francisco Suárez. puso en el proemio de su, hbro De Religione: "Esta fué sl:empre la finalidad de mi trabajo: que Dios fuera más conocido por los hombres JI
que se le ame más santa. 3' arfl,ientemente."
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El día 9 de julio se cu,mPlió exactamente el pri'l'I'ter centenario de la muerte de Ja,íme Balmes. Los actos solemnes) los estudios y los certámenes organizados con ocasión de esta celebración
du-rante el presente año son una prueba, más de la. alt'/wGo' y de la fi~
nura dé percepción. que posee l~ Espaiia actualrépasando' las lec~
éiones dl! S1t historia, gloriosa y los tesoros de su. m(/:Ya'víllosa. Espi"
ritualidad. '
N uesf-YQ¡ ReVl:sta tampoco p'uede faltar en esie 1101/1.e'ltaje
Ha-cional a Balmes,' Este sacerdote de las 'más eminentes ~!irhtdes"
qu.e supo ser también eminente en cualesq'/úera de los n2t'l'ne'rosos campos de su. actuación polifacétíca. y fecunda, conserva en
nUes-tro aprecio y veneración 1tna cátedra en propiedad de la que teíú?~
mos que sacar preciosas enseña1tZas, Dejando para otros más do'c7
tos y ,inás competentes en susrespectiva¡ espec'ialidades qúe noS
den las lecciones de, Balmes filósofo, apologista, peda1gogo,
perio-dista, político, sociólogo, asceta, director de almas, patriota y
lüe-rato, 'vamos a recoger en las volanderas páginas de este g~(ión los
rasgos salientes nGldq, más de una de las ,muchas características di'
SH sacerdocio :la 'modernidad,
Balmes realizó e~ sacerdocio en sí 'I'I'risrn.o cual él lo concibió)
asimilado totalmente al ambientedf! su, tiempo y del' 'Inedio socia'!
y cultural en que hubo de desa'rrollM sú, actividad, El autor di' El Criterio no podía estar en desacuerdo entre sus ellsenallzas
so-bre las cualidades adquiridas del sacerdote y Sil propia conducta,
y así escuchémosle en las primeras,
Balmes pro,dama, ante todo, que" es preciso que los 1'n'i'llistros de la religión se penetren de toda, la gravedad e importancia de este deber y de cuán necesario es que, viviendo sepO!Yados del siglo por
la pU1'eza de la vida y la O1,tsteridad de costumbres, l/O perma1nezcan
'inm.óviles en medio de la marcha qtte en sus alrededores se Ven,-fica", Y la, mzó'n, qtte adu.ce para. sosten.er esa que él llama "indis-pe'/1swble necesidad de qlle los co1/oci1'lúelltos del clero se halle'u al nivel de la época" es principalmenle .( plU'a qu.e la cal/sa dI'! error no C1le'/1t e con rec'/./:rsos de qtle carece la ~Ierdad)),
Pero de todo ese mn.biente 'I'Iwder'Íw, donde, segÚN Bal1-ne:<
há
de ¡;ntensificar m,ás el sacerdote el cultivo de su. personalidad co'/n~
pleta y a,l diO' ha de ser en el orden intelectual, "El h01'J1,bre-e,~~ cribe-enca:rgado de enseñar a los 'de1l1,ás las verdades 11'I,ás i'li/,por-tan tes no debe quedarse rezaqado en ningún sent1:do; así como
debe ser~lirles de modelo en la pureza de la vida, así debe tG111bié1¡
empuñar el cetro de la ínteligencia,' porque es preciso confesar que la reunión de la santidad, de la sabid/,tría y del sacerdocio fonna
Hn "onjunto tan sublime que a su ascendiente no pueden resis(¡'r
hasta los espíritus más incrédulos,"
H ay que constatar, con todo, que gran parte de las deficiencias
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266 ACTUALIDA;J
la educación. m,ediatizada que recibe de jo 'l/el/ en el seminario }' en los centros de formación, en los que "por razón de su; instit-uto
ha de vivir apartado del mundo", corriendo el peligro "de
acos-tumbrarse a 'Un orden de ideas, sentimientos JI hábitos que nada
tengan de semejante con lo que prevalece y domina en la sociedad que los roden", "Esteinconveniente-observa-, nacido de la
misma naturaleza de las cosas, sólo puede obvinrse teniendo
1I1M/-tados los sistenuJs de instrucción con tal arte que los .ió'venes,al propio tiempo que se penetran del espíritu del Evangelio para
arre-glalY a él sus costumbres, conozcm~ también el espírif1t del s(ql&,
para dirigir acertadamente a los que viven en medio de él." A ese
fin prosigue Ealmes seFínlando los 1'etnedios 'V. los lH.étodos 'más
acertados en la nueva pedagogía que él sugiere 'para los. se111.illario:o" Protestar cont1'o estas e,rigencias del mu.ndo moda/lO, em,pe· ñarse en no tenerlas el/. cuenta, proGeder C01//·0 si no existiesen -afir'm.a enérgicarnente el gra,nde filósofo-, "es luchar contra la fuerza de las cosas, es condena'rse a vi'lfrr en el aülG'//'Iiento. es privarse de los medios de acción, sobre la sociedad. es 'no q'uerer
emplear ell defensa de la Religión armas que pttedeIl servirle '/111/,
cho, es ol'vidarse de la conducta q'ue sig,ltieron el! lodos los tiempos
los doctol'es de
ia
Iglesia cuando aPlicaron tambié'J/, al ordenciclI-tífl:co aquella 1'eg1a del Apóstol de hacerse todo para todos par;!
ganarlos a todos".
Según Balmes, el sacerdote ha de ser, ell defi/úti'l'a, modern[¡, Pero obsérvese que no significa esto qué haJ1a de sel' mundallo,
S 011 dos cosas mllJl distintas la modern.idad J' la 'IH1wdanidad del
sacerdote. La primera es una slt.percualidad de s'll forl1l<1ción sacer dotal íntegra J' eficaz, mientras que la segunda es la mntítesis de todo lo que ha de ser el sacerdocio,
Porq'ue Ea/mes supo ser 1/1-OderllO pudo palier' eO/l éxito sus
e.rtraordinarios 1'eClt:rsos de inteligencia y de 'l'olwltad al ser'l'icio
de tan nume'rosas especialidades ell que lo adlllira'lIlos nuestro.
Bas-taba con que su conciencia sacerdotal presentara 111/ flanco débil
donde acudir en la c'ontrastada vida politiea. social y religiosa de
su tiempo para qu.e se 'ilttminawG S1l prodigiosa visión del presente
y del futuro en diag'Nósticos J' en remedios opti11liistas que, lejol'
de ser utop'ías, [0111·0 tantas de su. tie/1l}o, CONstituyen después de
'Un siglo obras magütrales de pensamiento JI de acción. ¡E%celenté
modelo para, estudiar e i1'niti71' 110S evoca en la figlera frrócer de