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Responde sólo a una opción de las dos propuestas OPCIÓN A

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Academic year: 2021

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EXAMEN COMPLETO

La prueba de Hª del Arte se divide en tres partes. Cada una de ella consta de dos cuestiones (a y b), basadas en un tema o una imagen. La duración del ejercicio es de 90 minutos, por lo que el tiempo de desarrollo de cada una de las partes se puede ajustar a 30 minutos. La valoración total de la prueba es de 10 puntos, de los cuales 3,5 corresponden a la primera parte, 3,25 a la segunda y 3,25 puntos máximo a la tercera. Se tendrá en cuenta la presentación, ortografía y calidad de la redacción en el conjunto de la misma.

Responde sólo a una opción de las dos propuestas OPCIÓN A

PARTE PRIMERA (3 ptos.): Arte Prehistórico, Antiguo y Medieval

Tema: La arquitectura romana de la Antigüedad clásica. Explica sus características generales y su tipología, las obras de ingeniería, los monumentos públicos y el templo. (2,5 ptos.)

Pregunta breve: Define el arte mudéjar (0,5 ptos.).

PARTE SEGUNDA (3,5 ptos.): Arte del Renacimiento y del Barroco

Tema: Características generales de la escultura barroca en el marco de la sociedad y la cultura de la época. La obra de Bernini y la imaginería española, estilos, técnicas y temáticas (2,5 ptos.).

Pregunta breve: Cita a tres de los maestros de la pintura italiana del Renacimiento (1 pto.).

PARTE TERCERA (3,5 ptos.): Del Neoclasicismo al Arte Actual

Tema: A partir de la imagen de la lámina A comenta el arte de las vanguardias históricas de la pintura de la primera mitad del siglo XX, sus escuelas y maestros más significativos (2,5 ptos.). Lámina A: Violín y paleta, Georges Braque, 1913, óleo sobre lienzo.

Pregunta breve: Define el Posimpresionismo (1 pto.).

OPCIÓN B

PARTE PRIMERA (3 ptos.): Arte Prehistórico, Antiguo y Medieval

Tema: A partir de la imagen de la lámina B analiza la arquitectura románica, sus características y elementos principales, y explica qué significa el Camino de Santiago para la penetración del arte medieval románico en España (2,5 ptos.).

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Pregunta breve: Comenta de forma escueta una de las siguientes aportaciones esenciales de la escultura romana de la Antigüedad clásica, el relieve o el retrato (0,5 ptos.).

PARTE SEGUNDA (3,5 ptos.): Arte del Renacimiento y del Barroco

Tema: Comenta la pintura del Renacimiento italiano del Quattrocento y del Cinquecento, sus características y aportaciones más significativas técnicas y temáticas, y cita alguno de sus autores principales (2,5 ptos.).

Pregunta breve: Cita a los dos principales arquitectos del Barroco italiano (1 pto.).

PARTE TERCERA (3,5 ptos.): Del Neoclasicismo al Arte Actual

Tema: Analiza la escultura de finales del siglo XVIII y siglo XIX. La escultura neoclásica en el contexto de su época, con especial referencia a Canova. Las tendencias del siglo XIX y la obra y figura de Rodin (2,5 ptos.).

Pregunta breve: Define dos de las dos tendencias del arte actual de la segunda mitad del siglo XX (1 pto.).

Lámina Opción A:

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Respuesta: Opción B

PRIMERA PARTE

Tema: La arquitectura románica

El arte románico, que surgió a partir de la mitad del siglo XI, puede ser considerado el primer estilo internacional que se desarrolló en Europa. Con claras influencias prerrománicas y bizantinas, se trata de un arte fuertemente vinculado a las peregrinaciones que caracterizaron los siglos medievales. Por ello, resulta imposible desligar el Románico del auge que adquirieron las rutas de peregrinación hacia Roma, Tierra Santa y Santiago de Compostela.

El Camino de Santiago se convirtió en la ruta de peregrinación más importante. Pero no se trató exclusivamente de un fenómeno religioso; el Camino llegó a ser también un potente vehículo de intercambio de mercancías, personas y culturas.

Entre los peregrinos, que viajaban solos o en comitiva, había pobres y ricos, atraídos unas veces por el espíritu religioso y otras por el afán aventurero. La necesidad de proteger a estas personas y de cubrir sus necesidades mientras hacían el Camino, condujo a la creación de distintos tipos de edificios a lo largo de las principales rutas que llevaban a Santiago. Así, surgieron los primeros hospitales para atender y alojar a los caminantes, se desarrollaron las antiguas ciudades y se crearon otras nuevas, que pronto se transformaron en importantes núcleos mercantiles y de población.

Este auge económico coincidió también con la consolidación de los reinos cristianos de la Europa occidental y con el afianzamiento del sistema feudal, que organizaba la sociedad en tres grupos, cada uno de ellos con sus funciones bien diferenciadas: los que luchaban, los que rezaban y los que trabajaban.

En el desarrollo de la arquitectura románica desempeñó un papel fundamental la orden benedictina del monasterio de Cluny, en Francia, que intervino de manera muy activa en la organización de las peregrinaciones.

La arquitectura románica presenta unas características similares en toda Europa, aunque cada región adopta después sus propias particularidades. Los muros de las iglesias se construyen de piedra, a base de sillares en los que a veces se han conservado las marcas de los canteros que trabajaron en la construcción del edificio. No llevan cimientos sino que se levantan directamente sobre la tierra o sobre la roca. Se trata de muros gruesos, que muchas veces se refuerzan con contrafuertes exteriores, y en los que se perfora un escaso número de vanos de reducidas dimensiones, como si de respiraderos se tratase.

Las puertas y ventanas son abocinadas y en ellas se colocan arquivoltas apoyadas sobre columnas. Todo ello proporciona a las construcciones un aspecto exterior macizo y poco esbelto.

Se emplean el arco de medio punto y la bóveda de cañón. Esta última se consigue a partir de la prolongación de un arco semicircular. La bóveda suele dividirse en tramos mediante arcos fajones que descansan sobre pilares compuestos, coincidiendo éstos con los contrafuertes exteriores. Este sistema permite repartir los empujes de la bóveda para evitar el derrumbe del edificio. A menudo se utiliza también la bóveda de arista, sobre todo en las naves laterales de los templos, y la bóveda de horno para los ábsides. En el crucero suelen levantarse cúpulas, apoyadas unas veces sobre trompas y otras sobre pechinas.

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algunos ejemplos de planta centralizada. El ábside o cabecera se rodea con frecuencia de pequeñas capillas abovedadas o absidiolos.

En los templos de peregrinación y en las catedrales es frecuente encontrar la girola, que es un deambulatorio que da la vuelta por detrás del altar y cuya función era facilitar la circulación de los peregrinos que llegaban al templo para venerar las reliquias de los santos.

En algunos casos, las iglesias de peregrinación disponen también de una tribuna situada por encima de las naves laterales, comunicada con la nave central a través de huecos que forman el triforio. Este tipo de templos suele disponer de claustros realizados con arcos de medio punto sobre columnas generalmente pareadas.

En el exterior de las iglesias románicas es frecuente levantar un campanario, que, a veces, se encuentra aislado del templo.

Pregunta breve: El retrato romano

El origen del retrato romano se encuentra en las mascarillas de difuntos, hechas a base de yeso o cera, cuya fidelidad en los rasgos se transmitió después a los retratos. Con el paso del

tiempo, estas mascarillas comenzaron a realizarse en mármol o en bronce para que resultaran más duraderas. A partir de ese momento, empezaron también a encargarse retratos no solo de difuntos sino también de personas vivas.

Los retratos romanos se caracterizan por un sentido realista e individualizado del personaje, por la fidelidad no sólo de los rasgos físicos del retratado sino también de los tocados y de la

indumentaria, lo que le convierte en una excelente fuente histórica de información.

PARTE SEGUNDA:

Tema: La pintura del Renacimiento en Italia

Los pintores italianos del siglo XV se interesaron por el estudio de la perspectiva y

representaron fundamentalmente la naturaleza de manera idealizada. Dentro del pensamiento humanista que les envolvía, trataron temas religiosos destinados principalmente a los frescos de las iglesias y alegóricos para los frescos de los palacios, siempre con armoniosas

composiciones. La figura humana, tanto desnuda como vestida, en reposo o en movimiento, adquiere gran importancia para estos artistas.

En la primera mitad del Quattrocento, las formas adquieren mayor monumentalidad y con frecuencia se recurre al uso del oro, como se hacía en la pintura gótica. En la segunda mitad del siglo, las formas pierden monumentalidad y ganan dinamismo.

Entre los grandes maestros del Quattrocento destaca Masaccio (1401-1428), que representa el nuevo estilo renacentista y logra representar en su obra la sensación de espacio y de

atmósfera. Consigue estas perspectivas con la ayuda de arquitecturas. Pinta figuras solemnes y rotundas, inundadas de una luz que procura a la obra efectos dramáticos. Entre sus obras más significativas se encuentran los frescos que pintó para la capilla Brancacci en la iglesia del Carmen de Florencia, con escenas de la vida de San Pedro.

En esta centuria trabajó también Piero della Francesca (1416-1492), cuya obra maestra son los frescos de San Francisco de Arezzo. Este artista se caracterizó por la exclente incorporación de las figuras en escenarios naturales o arquitectónicos y por el empleo de la luz como un

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En Florencia trabajó uno de los grandes maestros de la pintura renacentista del siglo XV, Sandro Botticelli (1445-1510). Fue un magnífico dibujante y cultivó un estilo refinado, cargado de una exquisita sensibilidad. Realizó composiciones de carácter mitológico, como La

primavera o El nacimiento de Venus, y composiciones religiosas, como La Piedad o La Madonna del Magnificat.

La plenitud del Renacimiento italiano se alcanzó en el Cinquecento, cuando el centro artístico de gravedad se trasladó desde Florencia hasta Roma. En esta ciudad coincidieron tres grandes maestros de la pintura que marcaron la cima del Renacimiento: Leonardo, Rafael y Miguel Ángel.

Leonardo da Vinci (1452-1519) representa el tránsito del siglo XV al XVI. Fue un hombre misterioso y polifacético, que aunó filosofía, ciencia y arte. Escribió numerosos manuscritos con observaciones acerca de muy diversos temas. Aunque trabajó también como escultor,

Leonardo fue principalmente un ingeniero y un excelente pintor.

Como pintor, su gran aporte fue la creación del sfumato, una técnica que difumina los contornos para ofrecer una sensación de atmósfera. Leonardo consigue con ella imbuir su pintura en un ambiente nebuloso, en el que los personajes parecen enigmáticos y los paisajes misteriosos. Leonardo no fue un artista prolífico. Trabajo en Florencia, en Milán para Ludovico Sforza y, en los últimos años de su vida, en Francia, al servicio de Francisco I. Sus obras más significativas son La Santa Cena, realizada entre 1495 y 1497 para el refectorio de Santa María de las Gracias de Milán; el Retrato de Mona Lisa, conocido como La Gioconda, en el que la expresión del rostro y las manos transmite una enigmática y plácida serenidad; y Santa Ana, la Virgen y el

Niño, una composición triangular en la que se entrelazan con dulzura los tres personajes.

Rafael Sanzio (1483-1520) es el artista del Cinquecento que mejor encarna el equilibrio y el clasicismo renacentista. En sus primeros pasos, recibió la influencia de la pintura de Piero della Francesca y de Perugino. Sus primeras obras tienen una composición ordenada y simétrica, organizada en planos paralelos, y sus personajes respiran una suave delicadeza.

Más adelante, conoció en Florencia a Leonardo y adoptó de éste las composiciones

triangulares y equilibradas. En sus retratos femeninos y en sus Madonnas puede apreciarse la aplicación de la técnica del sfumato creada por da Vinci.

Posteriormente, Rafael se trasladó a Roma y entró en contacto con Miguel Ángel, de quien tomó la monumentalidad y vigor de las formas. En esta ciudad trabajó a las órdenes del papa Julio II, para quien pintó los frescos de la estancia de la Signatura: La disputa del Sacramento y

La escuela de Atenas. Esta última obra ilustra la verdad racional. Rafael representó en ella el

“templo de la sabiduría” y a los sabios de la Antigüedad, encabezados por Aristóteles y Platón. A la muerte de Julio II, continuó la decoración de las estancias vaticanas por encargo de León X. En estos años pintó El incendio de Borgo y La expulsión de Heliodoro.

Entre las obras más destacadas de Rafael, además de las ya citadas, sobresale los

Desposorios de la Virgen, perteneciente a su primera etapa y cuya composición se organiza

claramente en planos paralelos. En los últimos años realizó también cartones para la serie de tapices de los Hechos de los Apóstoles y la Transfiguración, en los que se dejan ya adivinar ciertos rasgos del Manierismo.

Miguel Ángel (1475-1564) fue un artista del Renacimiento en todas sus dimensiones, ya que trabajó brillantemente como arquitecto, escultor y pintor, aunque él se consideraba

especialmente un escultor. Quizá por ello, en su faceta como pintor, concedió una gran importancia al volumen y al dibujo de las formas anatómicas. Su deseo era crear cuerpos y formas vigorosos, con frecuencia en actitudes complicadas y retorcidas. De esta forma, el color y el paisaje quedan relegados a un lugar secundario en la obra de Buonarrotti.

Miguel Ángel trabajó en Roma para el papa Julio II. Allí creó su obra maestra: la bóveda y los lunetos de la capilla Sixtina del Vaticano, realizada entre 1508 y 1512. Dividió el espacio,

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ciclo narrativo, desde la Creación hasta Moisés, con diversas escenas del Génesis y monumentales profetas y sibilas.

Unos años más tarde se le encargó decorar el muro central de la capilla, donde pintó el gran

Juicio Final, de profundo dramatismo, que anticipa ya la pintura manierista de la segunda mitad

del siglo. Se trata de una obra en la que aparecen representadas alrededor de trescientas figuras de voluminosos cuerpos y retorcidos escorzos. Constituye sin duda un elogio al desnudo (a pesar de que posteriormente uno de sus discípulos recibió el encargo de cubrir los cuerpos desnudos, probablemente como consecuencia del desarrollo del Concilio de Trento). La escena, carente de profundidad, se localiza en el aire. En el centro se sitúa el Cristo Juez, representado a través de una figura joven, bella y vigorosa. Sobre él, los ángeles portan los símbolos de la Pasión; en el plano inferior, los ángeles llaman a vivos y muertos con trompetas, los difuntas resucitan, los justos se elevan y los pecadores caen en el infierno.

La influencia de Miguel Ángel es palpable en los artistas manieristas de la segunda mitad del siglo XVI.

Pregunta breve: Dos arquitectos del Barroco italiano

Bernini es uno de los grandes artistas del Barroco italiano. Empleó muchos elementos de la arquitectura clásica y respetó, en general, las proporciones matemáticas de los órdenes. No obstante, introdujo rasgos personales que concedieron a las formas clásicas una fuerza y unos contrastes que singularizaron todas las obras de este artista. A él se deben muchas de las construcciones que hoy en día constituyen la Roma monumental. Comenzó su carrera con la realización en 1623 del Baldaquino de San Pedro, que es un altar de bronce que se sostiene sobre columnas salomónicas. En 1629, a la muerte de Maderno, se encargó de concluir las obras del Vaticano.

En las iglesias que construyó se decantó generalmente por la planta central, de cruz griega, circular u oval. Empleó frecuentemente pórticos con columnas y frontones de inspiración clásica, pero adosados, de forma original, a muros curvos.

Una de sus grandes obra es la Columnata elíptica de la plaza de San Pedro del Vaticano, que, dados los distintos puntos de vista desde los que puede contemplarse, provoca la sensación de un auténtico bosque de columnas. La elipse parece querer acoger con sus brazos a los peregrinos que se acercan a San Pedro.

Bernini realizó también obras civiles, como el Palacio Barberini, que sobresale por su fachada de arquerías superpuestas, o el Palacio Chighi-Odeschalchi, de colosales pilastras. Intervino igualmente en diversas obras urbanísticas, entre las que podemos nombrar la

Fuente de los Cuatro Ríos, en la plaza Navona de Roma.

Francesco Borromini fue, en cierto modo, el gran rival de Bernini, aunque recibió encargos más modestos y menos espectaculares que éste. Su arquitectura sobresale por la fantasía de las formas y por el recurso a los elementos simbólicos. Borromini concibió la arquitectura casi como una escultura. Rompió todas las reglas establecidas y fue un arquitecto

extraordinariamente creativo.

Introdujo en sus construcciones novedosos elementos que provocaron curvas y formas alabeadas en las cornisas y los entablamentos. Se inspiró en ocasiones en las formas del Gótico y recurrió a imaginativas bóvedas de aspecto nervado.

Entre sus obras más significativas, cabe destacarse la iglesia de San Carlos de las Cuatro

Fuentes, concebida con planta oval y una exquisita fachada alabeada; la iglesia de San Ivo de la Sabiduría, cuya planta adquiere la forma de una estrella y cuyo alzado culmina en una

cúpula decorada en espiral; el Oratorio de los Filipenses; la iglesia de fachada cóncava de

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PARTE TERCERA

Tema: Escultura de fines del siglo XVIII y XIX. Canova y Rodin.

A finales del siglo XVIII, la escultura neoclásica buscó en la Antigüedad clásica el modelo de perfección y belleza que había que imitar. Coincidiendo con los descubrimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano, el mundo grecolatino sirvió como modelo de inspiración a muchos de los artistas de este periodo, que realizaron obras de carácter academiscista.

El italiano Antonio Canova es la mejor representación de la escultura neoclásica. Fue autor de obras de diverso carácter, desde esculturas funerarias, como los monumentos de Clemente XIV, hasta temas mitológicos, como Las tres gracias, o retratos, como los que realizó de Napoleón y su hermana Paulina. Aunque con libertad, este artista se inspiró en la tradición renacentista de su país y así empleó actitudes y composiciones renacentistas. Su obra está marcada en general por el equilibrio y la serenidad.

A finales del siglo XIX, y coincidiendo con el desarrollo de la pintura impresionista, trabaja en Francia Auguste Rodin, que pone de manifiesto la valoración y la importancia del fragmento y lo inacabado también en la escultura. Con esta intención, Rodin representa cuerpos apasionados y trágicos, que nos envuelven en un clima de dramático escalofrío. Cada cuerpo obedece a la pasión por la que es animado. Las figuras se mueven agitadamente, con un poderoso vigor y una enorme fuerza expresiva. El expresionismo se acentúa con el contraste entre las

superficies pulidas de los cuerpos y la rugosidad inacabada en otras partes de su obra. Las figuras se nos aparecen inacabadas, acentuando así la expresividad tortuosa y dramática que su autor pretende. Se aprecia, además, en la sensualidad de los cuerpos desnudos un cierto simbolismo.

Entre sus obras más conocidas se encuentran El pensador, El beso, Las sombras...

Pregunta breve: Dos tendencias del arte de la segunda mitad del siglo XX.

El Pop Art convirtió objetos vulgares y cotidianos, así como personajes famosos en

reconocidos iconos de toda una época y consiguió desligar el arte del concepto de belleza y buen gusto al que tradicionalmente había ido unido. Los artistas del Pop Art quieren crear un arte fácil y asequible, un arte que se amolde a la sociedad de masas. Los artistas se inspiran en las posibilidades que ofrecen los cómics, los carteles publicitarios y la fotografía.

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