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Democracias en decadencia: Guatemala y Honduras. Análisis comparado.

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Academic year: 2021

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Democracias en decadencia: Guatemala y

Honduras.

Análisis comparado.

Maureen Acuña Ávila.

Daniel Arredondo Carro.

Tomás Pozo Contreras.

Resumen

Visto desde el ámbito de la Calidad de la Democracia, buscamos reconocer por qué estos países de Centro América se encuentran catalogados como estados proliferantes a ser estados frágiles, siguiendo esta hipótesis revisaremos en primera parte una lectura detallada de documentos relacionados al tema, en la cual se nos dará una primera visión de lo que ocurre en estos países de la región, de la cual compararemos con índices que medirán la calidad de la democracia entendida como poliarquía, utilizando como variables la representatividad y participación, de modo que estas dos variables nos refute nuestra hipótesis, al establecer comparaciones entre índices a través de regresiones de las cuales obtendremos diversos resultados que avalaran nuestra investigación.

Palabras Claves: Calidad de la Democracia; Representatividad; Participación; Estados frágiles.

Abstract

Seen from the scope of the Quality of Democracy, we seek to recognize why these Central American countries are classified as proliferating states to be fragile states, following this hypothesis we will review in the first part a detailed reading of documents related to the subject, in which we will be given a first vision of what happens in these countries of the region, from which we will compare with indices that will measure the quality of democracy understood as polyarchy, using as variables the representativeness and participation so that these two variables refute our hypothesis, by establishing comparisons between indexes through regressions from which we will obtain various results that support our research.

Key Words: Quality of Democracy; Representativeness; Participation; Fragile States

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En el presente trabajo se realizará una comparación respecto a la calidad de la democracia entre Guatemala y Honduras. El tema fue elegido porque ambos países poseen muchas similitudes en cuanto a las deficiencias de sus sistemas democráticos, por lo que es interesante conocer más de las características que tienen en común. A pesar de ser muy estudiados en el ámbito de calidad, es justo mencionar que los estudios sobre ello siempre se han orientado a un contexto más general a nivel latinoamericano. Es por esto que queremos darle un enfoque más minucioso a la influencia que tiene tanto la participación como la representatividad en la calidad de la democracia específicamente en esos países. Esto nos ayudará a comprender por qué estos poseen una posición tan baja en el ranking de democracia latinoamericana.

Hemos definido nuestra pregunta de investigación de la siguiente manera: "En los últimos 10 años,

¿la participación ciudadana y la representación política han sido factores incidentes para que ambos países presenten tan bajos niveles de calidad democrática? Esta incógnita permitirá ampliar

nuestra investigación hacia una reflexión profunda sobre lo que implica ser una democracia completa y en lo que falla al ser una incompleta.

Además nos proporcionará la información necesaria para poder corroborar o rechazar nuestra hipótesis que se definió de la siguiente manera: “la influencia que han tenido, en la última década, los índices de participación y representación, han impedido que Guatemala y Honduras puedan aumentar su calidad democrática y puedan salir de la denominación de estados fallidos”. Dicho esto, podemos decir que nuestro trabajo de investigación estará orientado hacia el reconocimiento de la influencia de dos importantes factores en la democracia de los dos países. La investigación será estructurada de tal manera que su lectura sea lo más cómoda posible, para que quien lo lea pueda comprender fácilmente el tema y la investigación en sí. En primer lugar definiremos los conceptos a utilizar para hacer más fácil la comprensión del escrito, además de dar una breve introducción a los dos actores principales a comparar. Luego se detallará el estado del arte que existe acerca del tema de nuestra investigación, con el fin de complementar a la misma. Posteriormente, explicaremos detalladamente por qué tomamos estos casos y también daremos a conocer la información básica de los dos actores principales de dicha comparación. Proporcionaremos, también, una mínima reseña de dos entrevistas a expertos en la historia de los países que consideramos importantes para complementar el trabajo. En cuarto lugar, tomaremos las variables elegidas, que serán explicadas y contempladas en lo que refiere al uso de ellas para la comparación de los países. Así también se explicará el método de investigación a utilizar, pues es importante dejar en claro la ruta que seguiremos. De esta manera se dará paso al inicio de la comparación detallada para finalmente concluir con el rechazo o aceptación de la hipótesis presentada en un principio.

Marco teórico

Comenzaremos entonces por definir los principales conceptos a usar durante la investigación, con el fin de facilitar la lectura. En primer lugar mencionaremos la democracia, “como aquel sistema

político que deja las decisiones importantes en manos de su pueblo por medio de elecciones competitivas y periódicas, que garantice libertades y derechos políticos” (O`Donell, 2009). Luego

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para organizar a todo el sistema político, incluidos los ciudadanos. Estado lo reconocemos como una “forma de organización política que se puede desglosar como entidad territorial, sistema legal

que vela por la asignación de derechos y libertades de sus ciudadanos y como encargado de la burocracia internacional” (O`Donell, 2009). De éste concepto desprende Estado fallido o frágil,

que se refiere a un Estado incapaz de proveer los bienes políticos fundamentales asociados a la estabilidad de un país como lo son la seguridad física, las instituciones políticas legítimas, la correcta administración de la economía y el bienestar social (Berrios, 2016).

Para este trabajo es necesario definir calidad democrática, puesto que se trata del tema principal de nuestro análisis. Este concepto se refiere a la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de la comunidad de manera óptima y eficaz. Según Morlino es “aquella que desarrolla

satisfactoriamente procedimientos destinados a favorecer la libertad y la igualdad civil y política, y cuyas políticas públicas satisfacen las demandas de sus ciudadanos” (Moreira, 2015). Estaremos

hablando constantemente de la participación, principalmente de la ciudadanía, pues es una parte fundamental para el desarrollo de una buena democracia o al contrario puede ser la parte que falla en una democracia llevándola a no serlo. Participación se puede definir como el “derecho de

las personas a nivel individual o grupal, a influir en su espacio público, siendo un componente importante en el fortalecimiento de la democracia y en la gobernanza” (Lope, 2011).

La representatividad, al ser uno de los índices fundamentales de cualquier democracia debe ser la manera de reproducir los deseos de los ciudadanos por medio de representantes que los mismos eligieron de forma democrática, si no hay una representación valida tampoco existe un control político del poder por lo que tampoco existiría una libertad civil, siendo esta el derecho de poder hacer todo aquello permitido por la ley. Es así como los derechos políticos también llegan a ocupar un rol importante puesto que son la facultad que tienen los ciudadanos de exigir protección a su libertad individual frente al poder que llega a ejercer el Estado.

Por otro lado, es necesario dejar en claro cuáles serán los dos actores principales dentro de nuestra comparación. El primero de ellos es Guatemala, Estado soberano ubicado en Centroamérica y que tiene una enorme herencia Maya, su presidente actual es Jimmy Morales quien ganó las elecciones de 2015, posee un gobierno presidencialista que ha sido fuertemente golpeado por escándalos de corrupción y deficiencia política por parte de Estado hacia los ciudadanos. Está dividida en 8 regiones y 22 departamentos. Estuvo bajo gobiernos militares desde 1970 hasta 1986, cuando volvió a la democracia bajo el mando de Vinicio Cerezo. Hasta enero del año 2016 su población era de 15.773.517 millones de habitantes.

El segundo actor relevante que será comparado con el anterior es Honduras, geográficamente también se encuentra en Centroamérica. Es un Estado unitario que se autodefine libre, soberano e independiente, también posee un sistema presidencialista y su actual mandatario es Juan Orlando Hernández que fue electo en 2013 comenzando su mandato un año después. Respecto a su organización territorial, este se divide en 18 departamentos, mientras que su población según la medición de 2014 es de 8.725.000 millones de habitantes aproximadamente.

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Existe una amplia literatura sobre la calidad de la democracia, donde destacan diferentes intelectuales como Altman, Morlino y Pérez-Liñán. Pero en específico, sobre calidad democrática en Guatemala y Honduras solo existen apreciaciones o categorizaciones sin incidir más allá. No existe un trabajo comparado de estos países por si solos sino que se generaliza a toda América Latina. La literatura sobre estos países se comienza a desarrollar instaurada ya la democracia, muchos de los manuscritos señalan el período desde 2006 en adelante como un caso de estudio, donde las coyunturas políticas, económicas y sociales ayudan a este tipo de estudios sobre calidad democrática.

En el texto de Mikel Barreda “La calidad de la democracia en América Latina: medición y claves explicativas” se dan diversos estándares de cómo medir la calidad democrática. El autor lo separa por grupos, aunque hace la observación de que no existe ningún consenso general con respecto al patrón de análisis. El primer grupo es denominado “democracia como poliarquía”1, mientras

tanto el segundo está involucrado en el ámbito normativo vinculado a la teoría política y por último la democracia vista como algo más que poliarquía. De acuerdo a las distintas variables el autor señala a la participación en primer lugar desde el punto de vista de Dahl que “se refiere al

derecho y no al nivel de participación y que esto último no debería formar parte de una definición de democracia (…) otros señalan que el nivel de participación es una expresión de salud democrática” (Barreda, 2011). Posteriormente nos habla de la operacionalización de los datos,

donde categoriza a Guatemala en un grupo con bajo nivel de calidad, y a Honduras en un grupo de nivel medio, aunque indica que es más cercano a un bajo nivel democrático.

Otro escrito que habla sobre nuestro tema es “Calidad de la democracia y sus factores determinantes: un análisis comparado de 60 países” pertenece a Alex Tusell en este texto el número de casos es sumamente diferente al anterior ya que también toma a países de otros continentes. Al igual que Barreda menciona distintos grupos para categorizar, uno es el que posee control político y el que no tiene control político. El índice señala a Honduras dentro de Latino América en el grupo de baja calidad democrática y se diferencia de los países anglosajones y europeos occidentales. Luego a través de la elaboración de un instrumento de medición propio, llega a la categorización de los países separándolos en periodos de tiempo, entre ellos se encuentra Honduras que si bien no se ajusta a nuestro determinado periodo de tiempo, es importante mencionar que se le indica con -1,6.

En el índice de desarrollo democrático en América Latina, se incorpora a Guatemala y se indica que posee debilidades en derechos políticos y libertades civiles, ocupando el último lugar del ranking regional. Presenta el descenso más significativo en la dimensión económica y en los indicadores de participación de la mujer presenta un fuerte retroceso. Por otro lado, Honduras en 2013 retrocedió casi un 40% en relación a años anteriores, a diferencia de Guatemala, la participación electoral aumentó en casi doce puntos con respecto a 2009, esto se debe a que los votantes se sintieron llamados a participar de las elecciones por la aparición y candidatura de nuevos partidos políticos.

Manuel Alcántara Sáez en su trabajo “Luces y sombras de la calidad democrática en América Latina” identifica métodos de medición de variables que miden la calidad democracia, en primera

1 En esta subcategorización se observan variables como participación, representatividad, gobernabilidad y

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parte identifica a “Freedom House” donde establece en una escala de 1 a 7, a Honduras con un 3 y a Guatemala con un 3,5 identificándolos como semi-libres. Además toma el índice de desarrollo democrático en América Latina de 2007 respecto a diferentes atributos de la misma democracia y categoriza a Guatemala como 3,502 y Honduras en 4,890 siendo definidos como, baja y media baja calidad democrática respectivamente. Y también utiliza el índice del EIU (Economist Intelligence Unit´s) de 2006 el cual, según factores que debe tener una democracia, clasifica a Honduras con un 6,25 y Guatemala 6,07 identificándolos como regímenes híbridos.

Finalmente, la Revista Latinoamericana de Política Comparada, inicia con una explicación de Leonardo Morlino sobre calidad de la democracia, diciendo que esta se constituye como un régimen legitimado y con instituciones confiables que satisface a sus ciudadanos. Dentro de esta revista hay una sección que se especializa en Guatemala, denominada “Guatemala: una democracia sin partidos” donde denomina al sistema de partidos del país como “multipartidista,

moderadamente polarizado y fluido” (Melendez, 2015). El autor comenta que Guatemala es el país

de América Latina con el promedio más bajo de calidad de la democracia, según la medición propuesta por Leonardo, la cual se basa en una operacionalización de conceptos entre los que se encuentran el Estado de Derecho, Accountability Electoral, Accountability inter-institucional, participación, competencia, responsiveness, libertad y equidad, obteniendo como resultados que la participación en dicho territorio se caracteriza por tener bajos niveles de participación política entre otros factores significativos en una democracia.

Marco metodológico

Para continuar daremos detalladamente las razones de porqué elegimos a ambos casos, en primera instancia la principal razón fue que ambos países suelen tener bajos índices de democracia en la totalidad de los estudios ya realizados. En segundo lugar, debido que a pesar de haber muchos estudios de calidad democrática, son casi todos estandarizados a nivel latinoamericano y no se centran en estos países específicamente, ya que solo se les enmarca en una posición u categoría. Otra razón por la cual estos países nos parecieron interesantes de analizar fue que ambos poseen similares deficiencias en sus sistemas políticos denominados democráticos, por lo que se nos haría fácil llevar a cabo su comparación.

En particular, los casos fueron tomados porque al ser similares en sus aspectos democráticos permiten que la comparación sea mucho más interesante, pues las brechas no son tan amplias, es decir, nuestra justificación debe estar basada en porque esa diferencia es mínima. Ambos países han sido denominados por Fund For Peace (FFP) como estados semi-fallidos en su Índice de Estados Frágiles (FSI) de 2016 (Peace, 2016). Se nos hace mucho más intrigante realizar la investigación sobre ellos, puesto que han sido clasificados como Estados con advertencia máxima y elevada de llegar a ser países de estados fallidos (Guatemala y Honduras respectivamente). Guatemala se encuentra en el lugar 61 del ranking siendo el primer país latinoamericano con dicho peligro, incluso antecediendo a Venezuela y Colombia, mientras que Honduras está solo un poco más abajo en el lugar 68.

Así queda demostrando que ambos países, como consecuencia de la mala administración de sus gobiernos, han obtenido un lugar poco privilegiado en el índice antes mencionado. Esto nos permite llevar nuestra investigación a un punto más elevado ya que se relacionarán los índices de participación y representación con calidad democrática, obteniendo así los resultados que nos

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llevarán a entender porque los dos actores tienen tanta dificultad para salir de ese posicionamiento de estados fallidos.

Como mencionamos, nos enfocaremos en los niveles de participación y representación entre ambos países para así identificar su influencia en la calidad de la democracia, pero para poder realizar nuestra investigación de forma óptima y segura debemos delimitar el periodo de tiempo con el que vamos a trabajar, este será de los últimos 10 años. Específicamente, tomamos esta última década por razones bastante claras, en primer lugar por que abordan los dos últimos periodos de elecciones de ambos países, que nos permitirá medir participación electoral y representatividad de dos gobiernos distintos. En segundo lugar, tomamos este periodo porque en los últimos 10 años se han realizado la mayoría de los estudios acerca del caso de calidad democrática permitiéndonos obtener un apoyo formal y profesional en nuestro trabajo. Por otro lado, esta cantidad de años nos fomentarán una comparación más específica entre los dos países al centrarnos solo en los cambios ocurridos en dicha etapa.

Otra razón para la elección de caso es la abstención electoral de los países en cuestión, puesto que a pesar de que en Latinoamérica la baja participación se da constantemente, es un tanto sorprendente que en dos países en los que la democracia falla significativamente la ciudadanía no sea capaz de actuar en pro a un cambio. Esto se produce debido a que hay una gran precariedad en la cultura política y social de dichos territorios, puesto que la mayoría opta por resignarse a un sistema político sin representatividad, alta corrupción y líderes políticos nefastos. Lo extraño de esto se da en que, para nosotros, sería razonable que mientras más descontento exista más participación debería haber. Provocando grandes dificultades para el desarrollo positivo de la democracia.

Las elecciones de 2009 en Honduras (presidencial, parlamentaria y municipal) estuvieron marcadas por la crisis interna que se dio por la expulsión del presidente electo Manuel Zelaya en junio del mismo año. La población en edad para votar oscilaba entre los 4.811.211 habitantes pero solo participaron de las elecciones un total de 2.300.056 personas, es decir la participación fue de solo un 48,88%. El proceso electoral fue en función de los intereses y prioridades de la coalición golpista, siendo las elecciones una forma de democratizar el golpe de estado contra Zelaya e instituir un nuevo gobierno. Siguiendo esta línea es evidente que el resultado de esas elecciones incide en la calidad de la representación parlamentaria, en la política local y por sobre todo en el futuro democrático del país.

En cambio en las elecciones de 2013 ya había pasado la tensión de las elecciones pasadas y de los 5.355.112 habitantes inscritos, 3.275.346 fueron a votar, lo que quiere decir que la participación aumentó en un 11,3%. A diferencia del proceso anterior, en 2013, existió una gran cantidad de observadores nacionales e internacionales que se ocuparon de velar por la transparencia del proceso2. Aunque se mantuvo en el gobierno el Partido Nacional este tuvo un gran respaldo

ciudadano, además del apoyo recibido por el Partido Liberal liderado por la esposa del Presidente expulsado Manuel Zelaya y por el partido anti-corrupción creado en el transcurso de ambas elecciones.

2 Entre ellos Lo Organización de Estados Americanos (OEA) y el Sistema Integrado de Escrutinio y Divulgación

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Por otro lado, en 2007 Guatemala celebró las elecciones generales (presidente, vicepresidente, diputados y corporaciones municipales). En las presidenciales ningún candidato alcanzó el 50% de los votos y se realizó segunda vuelta electoral. La participación alcanzó un 60,20% en primera vuelta y en la segunda disminuyó a un 48,30%, saliendo electo Álvaro Colom del Partido de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

En las elecciones generales de 2011 la participación fue histórica, llegando a alcanzar un 69.38% en primera vuelta pero bajando a 60.83% en segunda. El electo presidente fue Otto Pérez de Molina del Partido Patriota, quien en las elecciones anteriores había alcanzado un cómodo segundo lugar.

Las últimas elecciones generales de 2015 estuvieron marcadas por la salida del presidente Pérez y por las manifestaciones sociales, sumado a los casos de corrupción descubiertos por la “Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala”. El llamado “caso de la línea”3 que involucró a

alcaldes, diputados y ex presidentes del Banco de Guatemala obligó a la renuncia de la vicepresidenta Baldetti y, como decíamos antes, la del Presidente Pérez. Para contrarrestar futuros problemas de la misma envergadura se incluyeron normas, relacionadas al control y fiscalización del financiamiento de los partidos políticos durante las campañas electorales, pues había que luchar en contra de sucesos como el transfuguismo, y/o la manipulación de recibos de dinero por parte de entidades cuestionadas por posibles lavados de dinero u otros activos. En primera vuelta la participación fue de 71.33% a diferencia de la segunda en la cual fue solo de 56,32%. En primera instancia llegaron los candidatos del Partido Líder y UNE. Ambos partidos tenían diputados y alcaldes investigados por casos de corrupción, por su parte el Partido Patriota oficialista solo alcanzó un 4% de los votos como consecuencia de los casos de corrupción en los que se vieron envueltos. La baja participación en segunda vuelta se explica debido a que los partidos nuevos que no tenían influencia en los casos de corrupción no pudieron alcanzar gran porcentaje de votos, es por eso que la población no encontró una opción viable entre los dos candidatos que llegaban a segunda vuelta. Así llegó Jimmy Morales a la presidencia guatemalteca.

Para efectos de nuestro trabajo de investigación, nos basaremos en la obra de Corbetta y Pérez-Liñán para seleccionar las variables a estudiar. En nuestro caso tomaremos a la “calidad de la

democracia” como variable dependiente, la cual se operacionalizará utilizando como indicador el

Índice de Estado Fallido pero modificándolo para obtener un valor con carácter positivo (mientras más alto el valor, mejor es la democracia) y así poder realizar una comparación junto a otros indicadores positivos.

Las variables independientes a trabajar serán “Participación ciudadana” y “Representación”. La variable “Participación ciudadana” la operacionalizaremos en distintos indicadores basándonos en el trabajo de Hevia y Vergara-Lope (2011) desglosando este concepto en 3 dimensiones: 1) Participación electoral; 2) Participación asociativa, y; 3) Participación opinativa. Cada una de estas dimensiones será representada por sus indicadores correspondientes.

3 El “caso de la línea” es una red de contrabando a gran escala que se da en Guatemala que incluye a

grandes autoridades del país. Donde la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) a cargo de la Vicepresidenta eran los que deberían evitar el contrabando pero no lo hicieron, esto provocó una ola de manifestaciones que terminó con las renuncias del Presidente y Vicepresidenta. Esto sumado a otros casos de narcotráfico y de licitaciones falsas.

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El indicador de participación electoral será la proporción de votos totales emitidos entre la población electoral en las elecciones generales correspondientes al periodo en análisis. En el caso de Guatemala, consideraremos las elecciones efectuadas los años 2007, 2011 y 2015. Y en el caso de Honduras, las elecciones a considerar serán las del año 2005, 2009 y 2013.

En nuestro caso de investigación y debido a las dificultades que significa conseguir datos de participación ciudadana en estos países para los años entre 2006 y 2016, es que hemos decidido considerar a las participaciones “asociativa” y “opinativa” solo como una dimensión. Para lo cual se consideraran los promedios de los indicadores de ambas dimensiones en los respectivos años, y así podremos evitar los errores de cálculo debido a la falta de datos concretos en varios de los años considerados.

Para la dimensión de participación “asociativa-opinativa” consideraremos como indicadores los datos obtenidos en “Latinobarómetro” en las respuestas que entregaron los encuestados a las preguntas: “¿Estaría dispuesto a firmar peticiones de la ciudadanía hacia el gobierno?” (He realizado, podría realizar o nunca lo haría); “¿ha asistido o asistiría a marchas autorizadas?” (He realizado, podría realizar o nunca lo haría); “¿Cuánto cree usted que se encuentra garantizada la libertad de expresión?” (Muy garantizada, algo garantizada, poco garantizada o nada garantizada). En el caso de la variable “Representación” debemos comprender el concepto en términos de Sartori, ya que para él la representación política se basa en la elección de representantes en elecciones periódicas y libres. Lo cual supone la existencia de “confianza” desde el representado hacia el representante y de “responsabilidad” desde el representante hacia el representado. Es por esto que tres de nuestros indicadores de representación son: 1) Confianza hacia el Congreso; 2) Confianza hacia los Partidos Políticos, y; 3) Confianza hacia el Gobierno. Los datos de estos indicadores serán obtenidos de la encuesta “Latinobarómetro”. En cuanto al indicador

“Responsabilidad” no lo consideraremos debido a que estamos midiendo la calidad de la

democracia en términos procedimentales o como “Poliarquía”.

Otro indicador que denota la calidad de la representación en el sistema político de ambos países es el nivel de “proporcionalidad electoral” existente en el parlamento. Esto significa estudiar la relación existente entre los votos obtenidos por cada partido político y los escaños conseguidos. Este indicador nos entregará información respecto a la cantidad o proporción de escaños mal repartidos y por ende la calidad de la representación ejercida por el congreso en estos países. Para el cálculo de este indicador se obtendrán datos del Tribunal Supremo Electoral4 correspondiente a

las elecciones legislativas ocurridas en los años 2005, 2009 y 2013 para el caso de Honduras, y de los años 2007, 2011 y 2015 para el caso de Guatemala.

El método a utilizar por el cual compararemos la calidad de la democracia en ambos países, consistirá en un método comparado con una dimensión longitudinal sincrónica para lograr crear una serie de tiempo en la cual observaremos como la variable “Calidad de la democracia” se comporta respecto de las variables “Participación ciudadana” y “Representación”. La serie de tiempo estará organizada en 4 intervalos de 3 años cada uno, desde el 2006 hasta el 2016, esto se realizará de esta manera con el objetivo de simplificar la comparación, haciéndola más clara y comprensible.

4 http://siede.tse.hn/escrutinio/index.php

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Los indicadores a utilizar en este trabajo han sido obtenidos de diversas fuentes, sin embargo todos han sido llevados a una escala de 0 a 100 de carácter positivo (mientras más alto el valor, más alta es la calidad de la dimensión) para lograr así realizar de manera satisfactoria un análisis de correlación (r) de Pearson.

El indicador de participación electoral es directamente la proporción de votantes del universo de votantes en ambos países. El indicador de la dimensión “asociativa-opinativa” es un promedio de los indicadores de ambas dimensiones. Estos indicadores han sido obtenidos basándonos en la fórmula del barómetro del CIS5.

Este tipo de indicador funciona cuando necesitamos cuantificar en un solo dato las respuestas obtenidas en preguntas de selección múltiple graduadas en donde las alternativas de respuesta se encuentran ordenadas en un patrón que va de lo positivo (o la respuesta más positiva posible) a lo negativo (o la respuesta más negativa).

La fórmula para obtener este tipo de índice está dada por:

Donde P es la proporción que respondió tal alternativa y X es la puntuación (que va de 0 a 100) otorgada a tal alternativa.

Por ejemplo, si queremos calcular un Índice de una pregunta con 5 categorías de respuesta graduadas de la más positiva a la más negativa, la formula nos quedaría así:

Este tipo de Índice será utilizado en todos los indicadores de donde se desprenden preguntas de selección múltiple graduadas. En este caso, serán los indicadores de “Confianza en Partidos”,

“Confianza en el Congreso”, “Confianza en el Gobierno”, “Participación asociativa” y “Participación opinativa”.

Para el caso de nuestro indicador de “proporcionalidad electoral” nos basaremos en el trabajo de Jorge Urdanoz Ganuza6, donde el autor se refiere al “Índice de desproporcionalidad absoluta”

5 http://www.cis.es/cis/opencms/ES/11_barometros/metodologia.html

6Urdánoz Ganuza, J. (2006). Medicion de la desproporcionalidad electoral: una critica a los minimos

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como la proporción de escaños mal repartidos en el congreso en relación a la cantidad de votos obtenidos por el partido. Este índice creado por Loosemore y Hanby funciona de la siguiente manera:

Primero se debe realizar la suma de las diferencias obtenidas entre la cantidad de escaños reales obtenidos menos la cantidad de escaños “naturales” que deberían corresponder en relaciona la cantidad de votos obtenidos. La suma correspondiente se debe dividir en 2 y este resultado multiplicado por 100 corresponde al porcentaje de escaños mal repartidos en el parlamento. Este índice por sí solo no nos sirve para efectos de esta investigación debido a que entrega un valor de carácter negativo (des-proporcionalidad) por lo cual no se puede comparar directamente con los otros indicadores antes de transformarlo a un valor de carácter positivo (nuestro índice de proporcionalidad). Para esto debemos restarle 100 al índice de desproporcionalidad absoluta y luego multiplicarlo por (-1).

Nuestra variable dependiente será operacionalizada a partir de los datos obtenidos en el Índice de Estado Fallido (FSI). Este Índice también se debe transformar para otorgarle un valor positivo ya que el FSI mide el nivel de Estado fallido, por ende mientras más alto su valor más fallido es el Estado (carácter negativo). Es por esto que debemos restarle 100 al FSI y luego multiplicarlo por (-1) para obtener datos de carácter positivo.

Para poder reunir aún más información sobre nuestros dos actores, se realizó una pequeña recopilación de prensa. En primer lugar nos centramos en Guatemala, que por la prensa suele ser visto como uno de los países con más dificultades en América Latina. Se habla del índice de desarrollo Humano (IDH) que explica cómo cada organización lleva a cabo distintas evaluaciones con enfoques particulares en las diversas variables. Como lo son el mismo desarrollo humano, la economía, violencia progreso o la democracia. Este último es el indicador que revisaremos ya que tiene relación con cómo se evalúa al sistema político del país. La medición de transparencia posiciona a Guatemala en uno de los últimos puestos ya que está 115 de 175 en el índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional. El tema de corrupción, no es algo nuevo en nuestro continente donde tiene altos niveles de poder centralizado y falta de políticas que castiguen a los acusados. En el Índice de Paz Global (GPI) de 2014, Guatemala está posicionada en el lugar 115 de un total de 162 países, los parámetros de dicha medición incluyen variables internas como niveles de violencia y criminalidad, pero también externas como gasto militar y guerras. Guatemala se encuentra en el tercer grupo definido por la IDH, este es el de “Desarrollo Medio” pero con gran riesgo de caer en el último grupo, ya que si no se acelera el desarrollo humano de Guatemala se mantendrán los tropiezos en estas materias como lo son la inequidad, que genera tanta violencia y una de las tasas tributarias más bajas. Necesitando cada vez más a un Estado fuerte y presente, pero además a una ciudadanía que busque ejercer sus derechos y por último una economía fuerte, pues en 2015 las tres fueron débiles.7

Otra nota de prensa interesante respecto a Guatemala, nos habla de la crisis política vivida por el país en 2015, eso es visto por medio de trabajos realizados por el PNUD acerca de la democracia en América Latina, donde el ex canciller Dante Caputo establece que existen diversas

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interrogantes que afectan a la crisis política institucional en Guatemala. Señalando que la democracia guatemalteca ha resultado ser un sistema poroso a la criminalidad, el hambre, la corrupción y la impunidad. En 2015 hubo un malestar contra el sistema político central, incrementando las movilizaciones sociales, y haciendo eco en el mismo sistema llegando al desahucio por parte del congreso hacia Otto Pérez de Molina, terminando con la renuncia de este mismo, reafirmando que la democracia puede encausar a la protesta. La controversial protesta desarmó al gobierno democrático, donde las movilizaciones masivas, intensas y prolongadas pudieron alterar a un sistema completo sin alterar a la línea de la constitución. Siendo algo nunca antes visto en la historia de la República Guatemalteca.8

Por otro lado, Honduras también ha sido duramente criticada por la prensa, pero en específico en relación al gran abstencionismo en las elecciones. En las elecciones presidenciales de 2009 hubo una abrumadora abstención llegando a una cifra histórica de 65% y 70 % del electorado. Estas cifras registraron el mayor abstencionismo en la historia de Honduras, esto se explica debido a que hace unos meses atrás hubo un golpe de Estado donde existieron nuevos partidos políticos contrarios al golpe de Estado, como el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y estos tratan que en estas elecciones el golpe de Estado no se legitime. Uno de los hechos más llamativos fue que las fuerzas represivas fueron a sacar a miles de hondureños de sus casas para obligarlos a votar. Para los dirigentes del FNRP la abstención es un castigo “en esta forma el pueblo hondureño ha castigado a los candidatos golpistas y a la dictadura, quienes ahora están en el aprieto de cómo mostrar ante la opinión pública internacional un volumen de votantes que no existió.” El frente que cuenta con el apoyo de Zelaya (presidente actual sacado de sus funciones por los golpistas) además cuenta con países como Venezuela, Nicaragua, Brasil, Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay, El Salvador y Uruguay que han ratificado que no van a reconocer el resultado de las elecciones debido a que Zelaya no está en el poder.9

En otro medio se habla del mismo tema, mencionando que más de la mitad de los electores hondureños no votaron en los polémicos comicios generales del 29 de noviembre en Honduras. Según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) solo 2.300.056 de los 4.611.211 hondureños habilitados votaron en las elecciones y según el censo electoral daría una participación de 49%. Zelaya al ser depuesto le pidió al pueblo hondureño que se abstuvieran de votar, ya que consideraba a estos comicios ilegítimos por ser realizados bajo el Gobierno de facto encabezado por Micheletti. En la elecciones el candidato por el Partido Nacional obtuvo el 56% se los sufragios, además de elegir a nuevos 128 diputados y 20 legisladores del parlamento centroamericano. Porfirio Lobos tiene previsto asumir como presidente electo el 27 de enero, justo cuando debería terminar el gobierno de Zelaya, Lobos ha pedido a Micheletti su renuncia para que así el gobierno

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http://elperiodico.com.gt/2015/12/10/opinion/tres-hipotesis-sobre-el-2015-1-la-crisis-politica-ocurrio-en-democracia/

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y la comunidad internacional sigan entregando la ayuda financiera a Honduras, congelada tras el golpe.10

Luego de la recolección de los datos obtenidos gracias a la operacionalización de nuestras variables y la creación de nuestros índices de carácter positivo procederemos al análisis y comparación de los casos a investigar.

Siguiendo la tabla 1 podemos apreciar como el indicador de Calidad de la democracia en Guatemala se ha mantenido en niveles bajos durante el periodo analizado al contrario de los indicadores de proporcionalidad que se han mantenido altos en los últimos 10 años. Realizando un análisis visual a primera vista podemos apreciar como los indicadores de peor calidad (tonos rojos) son los indicadores de Confianza en general, los cuales (salvo el indicador de Confianza en el Gobierno) se han mantenido en niveles críticos.

Tabla 1

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro

En el caso de Guatemala, la variable Participación se relaciona directamente con la variable Calidad en el sentido de que el cálculo del coeficiente de correlación (r) de Pearson entrega un valor de 0.81 con un 66% de confianza. Esto denota una correlación fuerte y directa lo cual podemos interpretar diciendo que mientras aumenta la calidad de la participación en Guatemala, también aumentan los niveles de calidad de la democracia. Además podemos observar como la Participación electoral ha ido en alza en los últimos años al contrario de la Participación 10 http://www.emol.com/noticias/internacional/2009/12/23/390624/tribunal-supremo-de-elecciones-de-honduras-abstencion-en-comicios-supero-el-50.html Guatemala 2006-2008 2009-2011 2012-2014 2015-2016 Calidad de la democracia 17,9 19,367 18,867 18,2 Participación 45,6566667 57,5622833 57,275 54,93425 Representatividad 44,5266667 43,7940833 46,92 47,3525 P. Electoral 59,48 63,3066667 69,38 71,33 P. Asociativa-Opinativa 31,8333333 51,8179 45,17 38,5385 Confianza en Congreso 31,0133333 29,2116667 28,86 28,57 Confianza en Partidos 27,8033333 25,66 23,23 26,23 Confianza en Gobierno 34,8 31,3546667 37,72 36,78 Proporcionalidad 84,49 88,95 97,87 97,83

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Opinativa la cual a pesar de que ha aumentado levemente no logra consolidar un alza que sea significante.

La Representatividad en el caso de Guatemala influye bastante menos que la Participación en el Índice de Calidad de la democracia. Al calcular el coeficiente de correlación obtenemos un valor de -0,28, lo cual indica una débil e inversa correlación. A pesar de lo anterior no podemos suponer que si bajan los niveles de Representatividad aumentaran los niveles de Calidad, esto debido al bajísimo nivel de confianza que entrega el coeficiente de correlación respecto a ambas variables (solo un 7%).

A simple vista se puede observar como los niveles de confianza se han mantenido muy bajos en el periodo analizado, salvo la confianza en el Gobierno la cual ha aumentado muy levemente en el último tiempo. Todo esto al contrario de la proporcionalidad que se ha mantenido alta y en alza, a pesar de que aún se mantiene un 2,17% de escaños mal repartidos en el parlamento. (3 escaños aproximadamente)

Gráfico 1

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro

En el Gráfico 1 podemos apreciar claramente la evolución de las variables analizadas. A pesar del gran avance de Guatemala respecto a la Participación ciudadana entre el periodo 2006 – 2011, el Índice de calidad de la democracia no logra crecer significativamente en el mismo periodo, debido en parte a que la Representatividad declina levemente. Entre el periodo 2009 – 2016 podemos observar como un leve declive de la Participación arrastra también a un leve declive de la Calidad, a pesar del pequeño aumento en los niveles de Representatividad.

Siguiendo la Tabla 2, se puede apreciar como al igual que Guatemala, Honduras presenta niveles críticos en Calidad de la democracia los cuales se han mantenido a lo largo del tiempo mostrando un leve declive. 0 10 20 30 40 50 60 70 2006-2008 2009-2011 2012-2014 2015-2016

Guatemala

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Tabla 2 Honduras 2006-2008 2009-2011 2012-2014 2015-2016 Calidad de la democracia 24,533 21,5 21,76 21 Participación 38,0891667 49,215 49,62 48,1475 Representación 49,9558333 49,3716667 42,2758333 45,0325 P. Electoral 42,81 49,88 57,4 61,16 P. Asociativa-Opinativa 33,3683333 48,55 41,84 35,135 Confianza en Congreso 40,4866667 37,84 21,95 25,18 Confianza en Partidos 28,63 26,71 23,95 23,78 Confianza Gobierno 39,3066667 36,2666667 24,38 31,27 Proporcionalidad 91,4 96,67 98,8233333 99,9

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro

A primera vista podemos apreciar que el indicador más crítico a lo largo del periodo analizado corresponde a la Confianza en Partidos Políticos, y desde el año 2012 se suman los indicadores de Confianza en el Congreso y Confianza en el Gobierno.

El indicador de Participación electoral ha mostrado un alza sostenida a lo largo del periodo llegando a niveles del 61.16% en el periodo 2015 – 2016. Sin embargo, a pesar de que el indicador de Participación Asociativa-Opinativa mostro una gran alza entre el periodo 2006 – 2011 llegando a marcar 48.55 puntos (el más alto conseguido hasta la fecha), en el periodo 2011 – 2016 muestra una fuerte caída llegando a marcar 35.135 puntos en el último periodo.

Nuestro indicador de Proporcionalidad electoral muestra niveles bastantes altos y un alza constante, al punto de que desde el año 2006 al 2016 el número de escaños mal repartidos se redujo de 11 a 0,1 aproximadamente de un total de 128 escaños a repartir.

Siguiendo el análisis de correlación (r) de Pearson entre las variables Participación y Calidad de la democracia, vemos que existe una correlación fuerte en inversa entre ambas variables, ya que al obtener un valor de -0.95 con un 90% de confianza nos indica que en el periodo analizado, a pesar del alza en los niveles de Participación (sobre todo en el periodo 2006 – 2011), el Índice de calidad de democracia no logra subir sus niveles e incluso sufre una fuerte caída de 3.033 puntos en el periodo 2006 – 2011.

Al aplicar el análisis de correlación entre las variables Representatividad y Calidad de la democracia, obtenemos un valor de 0.55 con un 30% de confianza lo cual significa que entre ambas variables existe una correlación media y directa. Lo cual se puede interpretar que no necesariamente cuando los indicadores de Representatividad sufran un alza, los niveles de Calidad

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de la democracia también deban ver un alza del mismo tipo, ya que solo tenemos un 30% de probabilidad de que esto ocurra.

Gráfico 2

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro

En el Grafico 2 podemos observar claramente lo mencionado anteriormente. Si observamos la línea de Calidad de la democracia entre el periodo 2006 – 2011 vemos como esta desciende levemente a pesar de la gran alza que vio el indicador de Participación y de mantenerse el nivel de Representatividad. Y luego de que en el periodo 2009 – 2014 la Representatividad sufra una fuerte caída de 7,0958 puntos, el nivel de Calidad de la democracia se mantuvo relativamente estable debido en parte a la estabilidad mostrada por los niveles de Participación.

A continuación procederemos a realizar la comparación de las variables seleccionadas entre ambos países de acuerdo a los periodos de tiempo comprendidos en el análisis.

Tabla 3

Años Variables Honduras Guatemala

20 06 2 00 8 Participación 38,0891 45,656 Representatividad 49,9558 44,52 Calidad de la democracia 24,53 17,9 2009 2011 Participación 49,215 57,562 Representatividad 49,371 43,794 Calidad de la democracia 21,5 19,367 2012 2014 Participación 49,62 57,275 Representatividad 42,2758 46,92 0 10 20 30 40 50 60 2006-2008 2009-2011 2012-2014 2015-2016

Honduras

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Calidad de la democracia 21,76 18,867 20 15 2 01 6 Participación 48,1475 54,9342 Representatividad 45,0325 47,3525 Calidad de la democracia 21 18,2

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro.

Como podemos observar en la Tabla 3, en el periodo 2006 – 2008 existe una notoria diferencia en la variable de Calidad de la democracia, ya que podemos observar como Honduras se encuentra sobre Guatemala superándolo por 6.63 puntos. Lo cual se corresponde con que Honduras supera a Guatemala también en la variable Representatividad superándolo por 5.4398 puntos. Aunque también notamos la tendencia contraria respecto a la variable Participación donde es Guatemala el que supera a Honduras por 7.5669 puntos.

Si avanzamos al periodo 2009 – 2011 podemos apreciar que continúa dándose la tendencia de que Honduras supera a Guatemala en Calidad de la democracia, sin embargo esta vez el margen se ve reducido a 2.133 puntos de diferencia. En cuanto a la variable Participación vemos como Guatemala se mantiene por sobre Honduras por 8.347 puntos a pesar de que ambos aumentaron sus niveles (Honduras en 11.1259 puntos y Guatemala en 11.906 puntos). Y centrándonos en la variable Representatividad podemos observar como Honduras supera nuevamente a Guatemala, sin embargo también observamos que el margen de diferencia en esta variable se reduce considerablemente, ya que Honduras vio reducida su puntuación en 0.5848 puntos, y Guatemala aumento su puntuación respecto al periodo pasado en 0.72 puntos, provocando una diferencia de 5.577 puntos.

Observando el periodo 2012 – 2014 apreciamos que nuevamente Honduras supera a Guatemala en Calidad de la democracia, esta vez aumentando el margen a 2.893 puntos. En la variable Participación vemos como Guatemala continúa superando a Honduras, esta vez por 7.655 puntos, a pesar de que Guatemala redujo levemente su puntuación respecto al periodo anterior en 0.287 puntos, ya que Honduras aumento su puntuación solo en 0.405 puntos. Centrándonos en la variable Representatividad vemos como esta vez es Guatemala el que supera a Honduras en 4.6442 puntos, ya que comparando estas puntuaciones con el periodo anterior, apreciamos que Honduras vio fuertemente reducida su puntuación en 7.0952 puntos mientras que Guatemala aumento su puntuación en 3.126 puntos.

En el último periodo 2015 – 2016 observamos como Honduras continua superando a Guatemala en Calidad de la democracia, esta vez por 2.8 puntos. En cuanto a Participación apreciamos que Guatemala supera nuevamente a Honduras, esta vez reduciendo la diferencia a 6.7867 puntos, aunque ambos vieron reducidas sus puntuaciones respectos al periodo anterior, Honduras vio reducida su puntuación 1.4725 puntos y Guatemala redujo su puntuación en 2.3408 puntos. Analizando la variable Representatividad vemos como Guatemala continua superando a Honduras en 2.32 puntos, a pesar de que Honduras aumento su puntuación en 2.7567 respecto al periodo anterior y Guatemala la aumento solo en 0.4325 puntos.

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Podemos concluir de este trabajo comparativo diversos aspectos. En relación a experiencias anteriores donde la nula existencia de un estado del arte especifico nos deja como una primera aproximación a este tipo de casos específicos. La entrega de información por parte de expertos en el tema como lo es el doctor y master en Historia Edison Ortiz y el Doctor en Historia Contemporánea y Magister en Ciencia Política Esteban Valenzuela Van Treek ambos docentes de la carrera de Ciencia Política de la Alberto Hurtado nos contribuyeron a seguir una línea sobre las diversas cuestiones en ambos países, como los son la corrupción, violencia, poca participación política, entre otros. Donde la capacidad del Estado es carente y posee un sistema político y económico débil. En todo el entorno que rodea a ambos países en la última década, ambos han vivido diferentes problemáticas que van desde destituciones del presidente a golpes de estado. Para finalizar concluimos que a pesar de que la Participación ciudadana y la Representatividad son factores fundamentales para el buen funcionamiento de la democracia, luego de realizada nuestra investigación aprendimos estas variables no influyen de la misma manera en todos los países. A pesar de que Honduras y Guatemala poseen muchos problemas en común (como la violencia, la corrupción, Estados muy pequeños, etc.), las calidades en sus democracias se ven afectadas de distintas manera.

En Honduras, la Participación ciudadana a pesar de haber sufrido un alza entre los años 2006 y 2011, no logro aumentar los niveles de calidad de democracia. Esto se puede comprender considerando el golpe de Estado ocurrido el año 2009 que depuso al presidente electo Manuel Zelaya. Ya que luego de la toma del poder por parte del Ejército de Honduras, los índices de Representatividad sufrieron una fuerte caída.

Los valores bajos en confianza a partidos políticos en honduras se puede entender debido a que este país la mayor parte de su historia ha tenido solo 2 grandes partidos políticos con tendencias de derecha (partido liberal de centro derecha y el partido nacional de derecha) generando un sistema bipartidista con tendencia a la derecha. Esto cambio recién con la creación de la DC en 1968, el PINU en 1970 y luego de restablecer la democracia, la aparición de la UD, LIBRE, PAC, APH, y FAPER. La poca confianza a los partidos también se entiende debido al alto nivel de transfuguismo presente en los miembros del congreso, sumado a que los partidos nuevos no viven lo suficiente como para crear una tradición en torno al partido y lograr adeptos.

Los niveles de participación y representación no son explicativos suficientes a la crisis que está viviendo Honduras, por lo que se deben considerar otros factores como los índices de violencia, corrupción y la deficiente economía.

En Guatemala, la participación si afecta positivamente a la calidad de la democracia, a pesar de mantenerse bajos, se demostró que si aumenta la participación es muy probable que aumente la calidad de la democracia, al contrario de lo que ocurre en honduras.

En general y luego de la comparación de ambos países observamos que a pesar de que Guatemala supera a Honduras en muchos de nuestros indicadores, aun no logra superarlo en calidad de la democracia, lo cual demuestra la importancia de otros factores (como puede ser la defensa de derechos y libertades civiles, la capacidad de gobernar, etc.)

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En conclusión creemos que no basta mejorar en cierto índices institucionales o procedimentales para mejorar la calidad de la democracia, en países como Honduras y Guatemala donde existe una alta población indígena que no se siente cómoda con sistemas democráticos, la tarea es llamar a la ciudadanía a que se vincule y se una en torno a una sola nación (ya sea hondureña o guatemalteca) y busque nuevas formas de organización para así lograr conquistar el poder político que se encuentra tomado por empresarios e intereses privados. Los ciudadanos deben empoderarse, comprometerse con su país y los empresarios deben dejar que sean los ciudadanos los que gobiernen. En principal medida los problemas como la violencia, corrupción son entendibles desde el ámbito de la ciudadanía donde el descontento es enorme las instituciones no tienen legitimidad, y las que las tienen como lo son los municipios altiplánicos indígenas no quieren meterse o tomar un mayor protagonismo que no sean sus tierras. Es decir que ya no basta con entender a la democracia como algo procedimental ya que la calidad democrática debe ser evaluadas desde sus procedimientos y las instituciones que manejen, además de como su cultura política afecten a los diversos sucesos que transcurren en la sociedad.

En este trabajo nos damos cuenta que la calidad democrática es un problema latente en el continente, ahora bien como lo vimos en estos dos casos ambos países tienen problemas estructurales y coyunturales, que en cierta forma afectan a lo que acontece en el país, además como señalaron los entrevistados, la latente centralización de estado, provoca que los estados sean más latentes a sufrir estas crisis democráticas.

Como hemos visualizado en este trabajo la calidad de la democracia depende de múltiples factores, que afectan tanto a la institucionalidad como a la ciudadanía perteneciente a los lugares en que ocurren los hechos como los mencionados en el presente. Esta problemática no solo se da en Centro América, puesto que en Sudamérica hay sucesos similares que se dan en una menor escala, tales como la crisis gubernamental y democrática ocurrida en Venezuela, los sucesos de corrupción en Colombia y en nuestro propio país, donde sumado a la alta abstención electoral, se suman múltiples formalizaciones de políticos pertenecientes a diversos políticos.

A grandes rasgos, la decadente institucionalidad de los países Latinoamericanos refleja que aún no se logra consolidar un sistema democrático abarcable para todos los países de la región, esto puesto que considerando las variadas similitudes que tienen ambos países sería difícil encontrar un sistema que se acomode a todas las necesidades y actuales administraciones de este lado del mundo. Como se ha mencionado, a pesar de promover la democracia aún no existe un sistema democrático que funcione adecuadamente en todos los países, ya que como queda demostrado, el sistema democrático tal y como debiese ser e todos sus estándares básicos no ha podido y es difícil que pueda llegar a ser abarcable en todos los países del sur.

La calidad de la democracia es un tema de importancia para los estudios del ámbito socio-político, puesto que es el régimen político más utilizado en el mundo. A lo que vamos es que quisiéramos motivar a seguir su estudio, sobre todo en países con estándares bajos en su calidad democrática, ya que puede ser de real innovación lo que de ello se pueda concluir. También se puede ahondar en ello incluyendo otras variables de importancia que en este trabajo no fueron asignadas y que pudiesen, de una u otra forma aportar en su estudio y desarrollo. En fin, sabemos de sobre manera, que los indicadores afectan en diferentes grados a los dos países, esto debido a que sus situaciones ondean en líneas paralelas, pero que al fin y al cabo logran dar un perfil general de lo que está sucediendo en países de esta región en particular.

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Debido a los últimos acontecimientos ocurridos en Honduras donde la crisis institucional que atraviesa, y que de alguna u otra forma tiene repercusiones en el ámbito social y económico, deja en claro que mucho de lo establecido a lo largo de nuestra investigación no está lejos de la realidad actual.

El institucionalismo hondureño es débil y ha quedado demostrado por problemas democráticos basados en denuncias de fraude en los conteos de votos, además de los serios enfrentamientos entre el gobierno y la oposición, donde por mas de una semana el clima de incertidumbre permanece en el país, donde incluso diversos agentes internacionales que fiscalizaban la elección comentaron que el proceso electoral estaba lejos de terminar. Un sistema que se está derrumbando por su constante debilitamiento es incluso puesto en duda por el eje internacional, ya que el mismo observador electoral internacional, Joaquín Mayor, ha dejado en claro que el proceso electoral no está ajeno de dudas ni menos de fraude.

Sumado a lo anterior, el pueblo hondureño vive una constante represión por parte de las fuerzas policiales y militares, generando una tensión entre ellos mismos. El Gobierno y las personas también están tensionados entre sí, esto debido a que, por un lado el Gobierno establece un toque de queda, y por otro el pueblo manifiesta su descontento llegando incluso a perder vidas ciudadanas, donde ya van más de 7 muertos por la brutal represión militar y policial. Cabe destacar que un sector de las fuerzas de seguridad decidió declararse en huelga pues consideran injustas las maneras en que se está llevando a cabo dicha represión, por lo que de una u otra forma se han alineado con el resto del pueblo para luchar en contra de la corrupción del Estado. Ya que tanto para ellos y el pueblo la situación ocurrida el domingo 26 de Noviembre de este año, fue dudosa por lo bajo, ya que de un momento a otro el sistema de conteo de voto se cae, y al volver el sistema el candidato perdedor antes de la falla del sistema, pasa a ganar por más de cinco puntos porcentuales. De estos cortes se señalan que se perdieron más de 25.000 actas delos votantes.

Los analistas internacionales no han querido estar afuera de lo ocurrido en Honduras, muchos han señalado que estos acontecimiento provienen desde el golpe de Estado, incluso algunos acusan a intervención Estadounidense, debido a la posición geopolítica de Honduras, pero la mayor convergencia se centra a que la derecha hondureña no ha querido dejar el poder y se niega a la transparencia de votos, a la institucionalidad y por ende a la democracia. Como señala el analista internacional Vicente Prieto “hay un sector que se niega a dejar el poder, y es evidente que está

haciendo todo lo posible; pero el pueblo no se quedara de brazos cruzados y esto puede salirse de control” (Prieto, 2017).

Es difícil hablar de un país que vive procesos con tantas dificultades, pero creemos óptimo seguir ahondando en la baja institucionalidad que tiene, ya que un Estado con problemas de esta índole claramente está llegando a ser un estado fallido y dejando la etiqueta de semi-fallido. Es por eso que lo que depara a Honduras es incierto, ya que no se sabe que puede llegar a suceder y cuáles serán los pasos a seguir por el gobierno de turno y la oposición. Por mientras esperamos que los acontecimientos de violencia sucedidos en el país dejen de producirse, y de una u otra forma ver a mandatarios latinoamericanos que cuestionen lo acontecido en Honduras, para que la presión internacional pueda llevar la vía democrática y no de la violencia a Honduras.

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Anexos

Con el fin de sostener nuestra investigación y agregar confiabilidad a ella, decidimos realizar dos entrevistas a expertos del tema, que para nuestra suerte se especializan en la historia de los países latinoamericanos en especial de los actores a analizar.

En la entrevista realizada al Doctor en Historia Contemporánea, profesor y ex director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Alberto Hurtado, Esteban Valenzuela Van Treek, quien además realizó estudios de los pueblos mayas en Guatemala. Para el académico en ambos casos el Estado tiene que ser el garante de bienes públicos y programas sustentables, y tanto en Honduras como en Guatemala hay estados semi-fallidos, donde el grupo oligárquico es el principal promotor de la corrupción, además de los llamados filo narcos y las grandes empresas. Estos países cuentan con una recaudación menor al 15% del PIB, esta poca carga fiscal conlleva a que hay una gran corrupción, donde las empresas tienen influencia en los partidos políticos, municipios, gobierno, etc. Predominando el transfuguismo, ya que los partidos políticos se turnan en el gobierno, mientras que parlamentarios y alcaldes se cambian al oficialista, provocando la existencia de un sistema político y económico débil. Siendo la participación electoral de los municipios indígenas en el sector andino uno de los pocos que no poseen corrupción. Entonces para el doctor el Estado falla tanto que los índices y mejoras económicas se producen por las organizaciones y cooperaciones extranjeras, aunque dicha responsabilidad debería estar en manos del Gobierno. Nuestro segundo entrevistado fue el profesor con master y doctorado en Historia, Edison Ortiz, actual docente de la carrera de ciencia política y relaciones internacionales, experto en Guatemala, relata que ese país posee un gobierno unitario donde los municipios asumen gran responsabilidad en la gestión del territorio ya que el Estado en sí, es demasiado pequeño. Los municipios se levantan en torno a un caudillo local que puede ser líder de movimientos sociales y que los partidos lo institucionalizan como municipio para seguir liderando, o sea los partidos cooptan líderes locales y los incluyen como candidatos en los municipios para que la gente vote por ellos. Aparte existe una tradición de violencia ya que Guatemala proviene de un sistema de latifundios y vasallaje, en el cual las guerrillas quiebran el sistema y generan una respuesta más violenta por parte de las autoridades. Entonces, puesto que los estados son muy pequeños las redes privadas suelen ser más grandes que las públicas por ello los empresarios se hacen ricos haciendo el trabajo que debería hacer el Estado.

Con el fin de seguir complementando nuestra investigación continuaremos plasmando algunas tablas que permitirán entender mejor la relación de las variables.1112

11 Extraídos de la “Revista Latinoamericana de Política Comparada”

http://www.hss.de/fileadmin/americalatina/Ecuador/downloads/Revista10.pdf

12 Extraídos de “Informe para IDEA internacional”

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Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro.

60.20% 48.30% 69.38% 60.83% 71.33% 56.32% 39.80% 51.70% 30.62% 39.71% 28.67% 43.68% 0.00% 20.00% 40.00% 60.00% 80.00% 100.00% 120.00%

1a vuelta balotaje 1a vuelta balotaje 1a vuelta balotaje

2007 2011 2015

Participacion electoral Guatemala

Votantes Abstencion 42.81% 49.88% 61.16% 57.19% 50.12% 38.34% 0.00% 10.00% 20.00% 30.00% 40.00% 50.00% 60.00% 70.00% 2005 2009 2013

Participacion electoral Honduras

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(23)
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Honduras

2006-2008 2009-2011 2012-2014 2015-2016

calidad

24,533 21,5 21,76 21

Participación

38,0891667 49,215 49,62 48,1475

Representación

49,9558333 49,3716667 42,2758333 45,0325

electoral

42,81 49,88 57,4 61,16

asoc-opin

33,3683333 48,55 41,84 35,135

confianza congreso

40,4866667 37,84 21,95 25,18

confianza partidos

28,63 26,71 23,95 23,78

confianza gobierno

39,3066667 36,2666667 24,38 31,27

proporcionalidad

91,4 96,67 98,8233333 99,9

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro.

Guatemala

2006-2008 2009-2011 2012-2014 2015-2016

calidad

17,9 19,367 18,867 18,2

Participación

45,6566667 57,5622833 57,275 54,93425

Representación

44,5266667 43,7940833 46,92 47,3525

electoral

59,48 63,3066667 69,38 71,33

asoc-opin

31,8333333 51,8179 45,17 38,5385

confianza congreso

31,0133333 29,2116667 28,86 28,57

confianza partidos

27,8033333 25,66 23,23 26,23

confianza gobierno

34,8 31,3546667 37,72 36,78

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proporcionalidad

84,49 88,95 97,87 97,83 Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Latinobarómetro.

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