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Anexo 1. Límites de exposición profesional para agentes químicos en España Valores Límite Biológicos (VLB)

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145 Valor es Límite Biológicos (VLB ®)

10.VALORES LÍMITE BIOLÓGICOS (VLB®)

Son los valores de referencia para los Indicadores Biológicos asociados a la exposición global a los agentes químicos. Los VLB® son aplicables para exposiciones

profesionales de ocho horas diarias durante cinco días a la semana. La extensión de los VLB®a períodos

distin-tos al de referencia ha de hacerse considerando los dadistin-tos farmacocinéticos y farmacodinámicos del agente en particu-lar.

En general, los VLB® representan los niveles más

probables de los Indicadores Biológicos en trabajadores sanos sometidos a una exposición global a agentes quí-micos, equivalente, en términos de dosis absorbida, a una exposición exclusivamente por inhalación del orden del VLA-ED®. La excepción a esta regla la constituyen

algunos agentes para los que los VLA asignados prote-gen contra efectos no sistémicos. En estos casos, los VLB®pueden representar dosis absorbidas superiores a

las que se derivarían de una exposición por inhalación al VLA.

Las bases científicas para establecer los VLB®

pue-den derivarse de dos tipos de estudios: a) los que relacio-nan la intensidad de la exposición con el nivel de un parámetro biológico y b) los que relacionan el nivel de un parámetro biológico con efectos sobre la salud.

Los VLB® no están concebidos para usarse como

medida de los efectos adversos ni para el diagnóstico de las enfermedades profesionales.

El control biológico debe considerarse complementa-rio del control ambiental y, por tanto, ha de llevarse a cabo cuando ofrezca ventajas sobre el uso independiente de este último.

El control biológico puede usarse para completar la valoración ambiental, para comprobar la eficacia de los equipos de protección individual o para detectar una posible absorción dérmica y/o gastrointestinal.

Cuando la aportación por la vía dérmica puede resul-tar significativa para el contenido corporal total es acon-sejable la utilización del control biológico para poder cuantificar la cantidad global absorbida de contaminante (véase también el Apartado 5).

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146 Valor es Límite Biológicos (VLB ®) 10.1. Consideraciones generales

Los indicadores biológicos medidos en orina son habi-tualmente analizados en muestras puntuales tomadas en momentos determinados, ya que en el entorno laboral no es fácil ni seguro obtener muestras de orina correspon-dientes a períodos largos de tiempo (por ejemplo 24 horas), las cuales proporcionarían una información más exacta sobre la eliminación del xenobiótico. Sin embar-go, la medida cuantitativa de la exposición a partir de muestras puntuales puede verse afectada por la variabili-dad en la producción de orina, debido a factores como la ingestión de líquidos, la temperatura excesiva, la carga de trabajo, el consumo de medicamentos, etc. que pue-den producir efectos de concentración o dilución de la orina, y afectar así al resultado de los indicadores.

Por esta razón es necesario corregir estos resultados, refiriéndolos a la concentración de alguna sustancia con mecanismo de excreción renal similar al del compuesto de interés y cuya eliminación se mantenga razonable-mente constante a lo largo del tiempo.

En algunas ocasiones, los resultados de los indicado-res se refieren a la concentración de creatinina (sustancia que se elimina por filtración glomerular, como la mayo-ría de los contaminantes y sus metabolitos) medida en la misma muestra, expresándose los resultados en peso del indicador por unidad de peso de creatinina. Cuando éstos sean excretados por otro mecanismo, como la difusión tubular renal, no se realizará esta corrección, expresán-dose los resultados directamente en términos de concen-tración.

Se rechazarán las muestras de orina muy diluidas (densidad < 1,010 g/ml o creatinina < 0,3 g/l) y las muy concentradas (densidad > 1,030 g/ml o creatinina > 3,0 g/l), debiendo repetirse en estos casos la toma de muestra. En cuanto a los indicadores biológicos medidos en sangre, mientras no se indique lo contrario, se entenderá que la muestra debe ser tomada en sangre venosa.

10.2. Interpretación de los resultados de los indicadores biológicos (IB)

Cuando la medida, en un trabajador, de un determinado indicador biológico supere el VLB®correspondiente no

debe deducirse, sin mayor análisis, que ese trabajador

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147 Valor es Límite Biológicos (VLB ®) esté sometido a una exposición excesiva, ya que las dife-rencias individuales, biológicas o de conducta, tanto fuera como dentro del ámbito laboral, constituyen fuen-tes de inconsistencia entre los resultados del control ambiental y los del control biológico.

De todos modos, incluso en el caso de una superación de carácter puntual, debe ponerse en marcha una investi-gación con el objetivo de encontrar una explicación plau-sible para esa circunstancia y actuar en consecuencia o, en su defecto, descartar la existencia de factores causales vinculados al desempeño del puesto de trabajo. Entretan-to se alcanza una conclusión al respecEntretan-to y sin perjuicio de lo que establezcan disposiciones específicas, se debe-rían adoptar medidas para reducir la exposición del tra-bajador afectado.

Al margen de esta consideración individual de los resultados, el agrupamiento de los datos correspondien-tes a los trabajadores de un grupo homogéneo con res-pecto a la exposición permitirá obtener información sobre el grado de eficacia de las medidas de protección y prevención adoptadas.

Se ha incluido en la tabla 4, entre paréntesis, el año de incorporación o de actualización del valor límite bio-lógico, a partir de 2007.

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NTP 184: Mercurio. Control ambiental y biológico

Mercury. Environmental and biological control Mercure. Contrôle atmospherique et biologique

Vigencia Actualizada por NTP Observaciones

Válida Consultar RD 374/2001 y LEP INSHT

ANÁLISIS

Criterios legales Criterios técnicos

Derogados: Vigentes: Desfasados: Operativos:

Redactor:

Enrique Gadea Carrera Ldo. en Ciencias Químicas

CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO - BARCELONA

Introducción

El mercurio es un metal muy utilizado desde la antigüedad, siendo su toxicidad ampliamente conocida y estudiada. Sus efectos tóxicos afectan al sistema nervioso central y periférico, además de cierta actividad corrosiva en otros órganos.

El mercurio se halla presente además de en la minería e industria directamente relacionada con él, en una amplia gama de procesos. Entre éstos cabe citar, la producción de cloro (electrolisis cloroálcali), fabricación de aparatos de control (termómetros, barómetros, etc...), pinturas, lámparas, etc... En forma de compuestos orgánicos es también utilizado en la composición de pesticidas.

El mercurio inorgánico (vapores de mercurio elemental) constituye la fuente de riesgo más frecuente en ambientes laborales, mientras que la presencia de mercurio orgánico, en forma de compuestos de alquilmercurio (Metilmercurio), va adquiriendo día a día más importancia en contaminación ambiental, debido a su utilización en pesticidas.

Esta amplia presencia del mercurio, unida a sus especiales propiedades físicas y su elevada toxicidad hacen que la prevención laboral de riesgo por mercurio haya adquirido mucha relevancia.

Objetivo

En ausencia por el momento de una reglamentación específica para los trabajos con exposición a mercurio, en la presente Nota Técnica se indican algunos datos relativos a valores límites ambientales y biológicos, así como valores de normalidad en fluidos biológicos. Se exponen también algunas metodologías de toma de muestras y análisis al objeto de poder efectuar un control ambiental y biológico.

Valores límites ambientales

Hay varios países que han establecido concentraciones límites ambientales de mercurio para el ambiente laboral. En la tabla I se exponen algunos de los más comúnmente utilizados.

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Se observa que en la mayoría de los casos se hace una diferenciación entre mercurio, compuestos inorgánicos y compuestos orgánicos, particularizándose en algunos casos en compuestos concretos. Las concentraciones se refieren siempre a mercurio elemental.

Todos los valores indicados en la tabla son valores promedio de una jornada laboral (TWA: para 8 horas diarias y 40 semanales) de duración variable según los distintos países, excepto para la Unión Soviética en donde son valores techo, salvo que se indique lo contrario.

Otras adscripciones:

1. ACGIH: American Conference of Governmental Industrial Hygienists. 2. TLV/TWA: Threshold Limit Values/Time Weighted Average.

3. TLV/STEL: Threshold Limit Values/Short Term Exposure Limit 4. NIOSH: National Institute for Occupational Safety and Health.

5. OSHA: Ocupational Safety and Health Administration U.S. Department of Labor. 6. R.F.A.: República Federal de Alemania.

7. MAK: Maximale Arbeitsplatzkonzentrationen. 8. LLV: Level Limit Value.

9. GOST: URSS State Committee for Standards.

Valores límites biológicos

Pocos países y organismos internacionales han adoptado índices biológicos para evaluar el grado de exposición a mercurio. En la tabla II se exponen algunos de estos valores y los propuestos por algunos autores.

Tabla II: Valores límites biológicos

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(14).

El mercurio también puede cuantificarse en otros medios biológicos (pelo, saliva, uñas, etc.), presentando interés en estudios epidemiológicos retrospectivos los valores de mercurio en pelo.

En la tabla III se indican algunos valores de concentraciones normales de mercurio citados en la bibliografía. Tabla III: Valores normales

Otras adscripciones:

1. ACGIH: American Conference of Governmental Industrial Hygienists. 2. R.F.A.: República Federal de Alemania

3. BEI: Biological Exposures Indices

4. BAT-Werte: Biologische Arbeitsstofftoleranzwerte 5. OMS: Organización Mundial de la Salud

Control ambiental y biológico de mercurio. Metodologías de toma de muestras y análisis Control ambiental

Existen varios procedimientos para la determinación ambiental de mercurio, pudiéndose utilizar sistemas activos o pasivos. La utilización de uno u otro sistema dependerá del tipo de evaluación que se desea realizar, de las condiciones instrumentales y técnicas disponibles y de la forma en que se encuentre el contaminante. Si se desea medir una concentración puntual pueden utilizarse aparatos de lectura directa.

El caso más frecuente es la captación de mercurio en estado vapor, para lo cual se pueden utilizar tubos adsorbentes (hopcalita, bióxido de manganeso, carbón activo, etc.) o monitores pasivos (placas de oro, plata, etc.) que amalgaman el mercurio. Si se ha captado en tubos adsorbentes, lo más frecuente es determinar el mercurio mediante Espectrofotometría de Absorción Atómica y si se han utilizado monitores pasivos se acostumbran a medir variaciones de conductividad eléctrica. Si el mercurio se encuentra en forma de materia particulada (polvo) su captación se realizará en filtros y su análisis (5) por Espectrofotometría de Absorción Atómica. Para la determinación analítica también se pueden utilizar técnicas electroquímicas (Polarografía, Potenciometría de redisolución química). En la tabla IV se exponen las condiciones de toma de muestra y los parámetros analíticos para análisis de mercurio elemental, captado en tubos adsorbentes de hopcalita y analizado por Espectrofotometría de Absorción Atómica mediante el sistema de vapor frío. El método consiste en hacer pasar un volumen conocido de aire a través de un tubo adsorbente que contiene gránulos de hopcalita. Los gránulos son digeridos mediante una mezcla ácida, diluyéndose posteriormente las muestras. Se toman alícuotas de las disoluciones anteriores y se introducen en el sistema de generación y arrastre de mercurio donde el mercurio es reducido. El mercurio vapor generado es leído por Absorción Atómica a 253,7 nm.

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Control biológico

Como ya se indicó anteriormente los parámetros biológicos utilizados comúnmente son la concentración de mercurio en sangre y en orina.

En las tablas V y VI se describen brevemente las condiciones analíticas y de toma de muestra para la determinación de mercurio en sangre y orina mediante Espectrofotometría de Absorción Atómica utilizando el sistema de vapor frío, el cual ya se ha descrito anteriormente.

Tabla V: Condiciones de toma de muestras y análisis de mercurio en sangre mediante Espectrofotometría de Absorción Atómica. Sistema del vapor frío (Norma INSHT HA-212) (7)

(13)

Bibliografía

(1) NIOSH

Criteria for a Recommended Standard... Occupationa exposure to Inorganic Mercury, U.S. Departament of Health, Education and Welfare, Publ. (NIOSH) 73-11024. 1973

(2) NIOSH

Manual of Analytical Methods

2nd. ed. V. 1. Method P 8 CAM 165. U. S. Departament of Health, Education and WeItare, PubL (NIOSH) 1977 (3) BASELT, R.

Biological Monitoring Methods for Industrial Chemicals Biomedical Pub. Davis, California. 1980

(4) INSHT.

Captación de mercurio en hopcalita y determinación por Espectrofotometría de Absorción Atómica (Sistema del Vapor frío). INSHT. Norma HA-2117 B. 1980

(5) INSHT

Determinación ambiental de mercurio en polvos de semillas INSHT. Norma HA-2117 C. 1980

(6) INSHT

Determinación espectrofotométrica de mercurio en orina (Sistema del vapor frío) INSHT. Norma HA-214 1980

(7) INSHT

Revisión y actualización de la norma "HA-212. Mercurio en sangre" ITB/3007.80. 1980

(8) O.M.S.

Límites de exposición profesional a los metales pesados que se recomiendan por razones de salud Serie Informes Técnicos. 647, 110-125 1980

(9) ARCE, R., MAZARRASA, 0., MOYA, SILVA, J.V., y BREÑOSA, A.

Valores ambientales y biológicos en trabajadores expuestos a vapores de mercurio. Contribución al esclarecimiento de la relación aire/orina.

IV Simposium de Higiene Industrial. Fundación MAPFRE. Majadahonda (MADRID). Diciembre 1981 (10) LAUWERYS, R.

Toxicologie Industrielle et intoxacations professionelles Ed. Masson PARIS, 1982

(11) STONARD, M.D., et al.

(14)

(12) TSALEV, D.L.

Atomic Absortion Spectrometry in occupational and environmental Health Practice C.R.C. Press. Boca Ratón. FLORIDA 1983

(13) NIOSH

Manual of Analytical Methods

3nd. ed. V.I. Method U. S. Departament of Health and Human Services, Publ. (NIOSH). 1984 (14) GOTHE. C. et al.

Biological monitoring of exposure to metallic mercury Clinical Toxicology. 23. (4-6), 381-389. 1985.

(15) ACGIH.

Threshold Limit Values and Biological Exposure índices for 1986-1987 ACGIH. ISBN: 0-936712-69-4. 1986

(16) D.F.G.

Maximum Concentrations of the Work place and Biological Tolerance Values for Working Materials 1986 VCH Verlagsgesellschaft m BH, D-6940 Weinheim. Federal Republic of Germany 1986

(17) I.N.R.S.

Valeurs limites pour les concentrations des sustances dangereuses dans l'air des lieux de travail Cahiers de notes documentaires 125, 549-585. 1986

(18) MERIAN, E. Metalle in der Umwelt. Ed. Velag Chemie. 1987.

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NTP 229: Mercurio inorgánico y metálico: protocolo de vigilancia

médica

Mercure inorganique et metalique: surveillance médicale Inorganic and elemental mercury: medical surveillance

Vigencia Actualizada por NTP Observaciones

Válida Técnicamente sólo es válido el cuestionario

ANÁLISIS

Criterios legales Criterios técnicos

Derogados: Vigentes: Desfasados: Operativos:

Redactores:

Francisco Marqués Marqués Mª Dolores Solé Gómez Médicos del Trabajo

CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO

Introducción

El mercurio es un metal cuyo conocimiento data de la Antigüedad. Su utilización ya se recogía en los escritos de Aristóteles (384-322 A. C.), y tanto en la antigua Roma como en China, el cinabrio (HgS) fue muy utilizado como colorante natural y por sus supuestas propiedades "mágicas".

Pese a su manifiesta toxicidad, la utilización del mercurio no ha dejado de incrementarse, y cada vez son más amplias sus aplicaciones, por lo que la contaminación del medio ambiente también va en aumento.

Desde el punto de vista toxicológico es conveniente dividir los compuestos mercuriales en orgánicos e inorgánicos. Aquí se tratará únicamente del mercurio metálico e inorgánico, cuya característica esencial, desde el punto de vista toxicológico, es su capacidad para formar vapores a temperatura ambiente, por lo que la principal vía de entrada es la inhalatoria.

Objetivo

Los efectos clínicos y biológicos de la intoxicación aguda por mercurio son bien conocidos. Por el contrario, los efectos a largo plazo, principalmente en trabajadores expuestos a bajas concentraciones de mercurio en aire, no están definitivamente establecidos.

El interés actual de la intoxicación crónica por mercurio, no está ya dirigido a la triada clásica de eretismo, temblor y gingivitis, sino que desde hace unos años se presta más atención a los efectos preclínicos de la exposición a mercurio (afectación de las funciones sensoriales y cognitivas, lesiones renales incipientes, trastornos de la conducta, anomalías electroencefalográficas, etc.).

Dentro de esta línea, nos ha parecido oportuno presentar a los Médicos del Trabajo un protocolo de vigilancia epidemiológica que, a la vez que amplíe un anterior cuestionario (NTP 120/85), permita detectar las alteraciones de la salud, derivadas de la exposición a bajas concentraciones de vapores de mercurio, antes de que los síntomas clínicos se manifiesten claramente.

Este es el objetivo, por ejemplo, del Cuestionario sobre síntomas subjetivos, de la investigación de marcadores preclínicos como la determinación de proteinuria de bajo peso molecular (Beta-2-microglobulina, proteina transportadora del retinol) o de enzimas urinarias como la N-acetil-glucosaminidasa, que traducirían una afectación del túbulo renal.

Para los aspectos de control ambiental y biológico remitimos al lector a la NTP 184/1986.

(17)
(18)
(19)

Bibliografía

(1) BERLIN, M.

Mercury In: Friberg, L, Nordberg, G.F., Volk, V.B. (Eds)

Handbook on the Toxicology of Metals; vol. II, Second Edition Amsterdam, Elsevier 1986, pp. 387-445 (2) GÖTHE, CJ., LANGWORTH, S., CARLESSON, R., TUFVERSSON, B.

Biological monitoring of exposure to metallic mercury Clinical Toxicology, 1985; 23.381-389

(3) HOGSTEDT, C. ANDERSSON, K. and HANE, M.

(20)

Hemisphere Publishing Co, Washington DC. 1983 (4) LAUWERYS, R. BERNARD, A.

Early Detection of the Nephrotoxic effects of Industrial Chemicals: State of the Art and Future Prospects American J. Industrial Medicine 1987, 11:275-285

(5) PIIKIVI, L., TOLONEN, U.

EEG finding in chlor-alkali workers subjected to low long term exposure to mercury vapour Br. J. Ind. Med. 1989; 46:370-375

(6) ROELS, H., GENNART, J.P., LAUWERYS, R., BUCHET, J.P., MALCHAIRE, J., BERNARD, A.

Surveillance of Workers Exposed to Mercury Vapour: Validation of a Previously Proposed Biological Threshold Limit Value for Mercury Concentration in Urine

American Journal of Industrial Medicine 1985, 7.45- 71 (7) YOSHIDA, M.

Relation of mercury exposure to elemental mercury levels in the urine and blood Scandinavian Journal of Work, Environment and Health 1985; 11:23-37

(8) WORLD HEALTH ORGANIZATION STUDY GROUP

Recommended Health-Based Limits in Occupational Exposure to Heavy Metals Report of a WHO Study Group. Tech. Rep. Ser. Nº 647, WHO, Geneve 1980. 116 p.

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NTP 586: Control biológico: concepto, práctica e interpretación

Surveillance biologique. Concepte, mise en oeuvre et valoration Biological monitoring. Concept Implementation and Assessment.

Vigencia Actualizada por NTP Observaciones

Válida Sustituye a la NTP 146

ANÁLISIS

Criterios legales Criterios técnicos

Derogados: Vigentes: Desfasados: Operativos:

Redactores: Jordi Obiols Quinto

Licenciado en Ciencias Biológicas y Farmacia Xavier Guardino Solá

Doctor en Ciencias Químicas

CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO

En la presente Nota Técnica de Prevención se revisan y actualizan los conceptos relacionados con el control biológico de la exposición laboral a contaminantes químicos tratados en la NTP 146. El objetivo principal es exponer de manera clara e inequívoca sus

fundamentos, la metodología adecuada, su correcta práctica e interpretación conveniente por parte de los actuantes en la prevención de riesgos por exposición a agentes químicos: los higienistas y los médicos del trabajo.

Introducción

El término control biológico hace referencia a una técnica preventiva cuyo rasgo distintivo fundamental con respecto a otras técnicas preventivas de 'monitoraje', es el hecho de que para su realización práctica se precisan siempre muestras de algún medio biológico del trabajador expuesto.

En la presente nota técnica, el control biológico se circunscribe exclusivamente al ámbito de la prevención laboral, en el que cada vez está más extendido, aunque esta misma técnica es utilizada en otros ámbitos cuya finalidad última es la protección de la salud humana o del medio ambiente.

También debe advertirse que esta técnica no tiene relación alguna con el posible estudio y análisis de determinados tipos de muestras para la evaluación de riesgos por la presencia de "agentes biológicos" (contaminantes biológicos) en el lugar de trabajo, actividad con la que frecuentemente se la confunde, debido la mera similitud terminológica, aunque de contenidos totalmente dispares.

El objetivo de esta nota técnica es presentar una visión general sucinta de los aspectos básicos relativos al concepto (naturaleza y aplicación), implementación, e interpretación del control biológico, que le pueda servir al técnico (higienista o médico) no conocedor de esta técnica de prevención de riesgos por agentes químicos en el ambiente de trabajo, como elemento o guía de base en los pasos a seguir para el desarrollo de un programa de este tipo.

Control biológico y vigilancia de la salud

La expresión control biológico se encuentra expresamente recogida en el ordenamiento jurídico en las tres disposiciones que se comentan a continuación.

● R.D. 39/1997 de 17.1. (M. Trabajo y A. Soc., B.O.E. 31.1.1997). Reglamento de los servicios de prevención. Art. 37.3.c. En este

RD se hace mención del control biológico para incluirlo, junto con otras prácticas y estudios complementarios, en la historia clínico-laboral dentro de los "exámenes de salud" para la "vigilancia de la salud', según los factores de riesgo a los que esté expuesto el trabajador.

● R.D. 665/1997 de 12.5. (M. Presid., B.O.E. 24.5.1997). Protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la

exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. Anexo II. 2.3. En este RD simplemente se le cita como una medida más, en su caso, a incluir en el control médico de los trabajadores expuestos a cancerígenos.

● R.D. 374/2001 de 6.4. (M. Presid., BB.OO.E. 1.5, rect. 30.5 y 22.6.2001). Protección de la salud y seguridad de los trabajadores

(23)

("incluida en su caso") junto con la vigilancia de salud como obligatoria para trabajar con los agentes de su Anexo II, pero si bien se da una definición de este término, no se incluye la del propio control biológico.

La utilización del mismo término en las tres disposiciones citadas, con significados bien distintos, puede contribuir, sin duda, a una cierta confusión en cuanto al concepto, naturaleza, alcance y objetivos del control biológico; y más aún si, tal como se ha señalado, no tiene tampoco relación conceptual alguna con los agentes biológicos.

Por lo que se refiere a la vigilancia de la salud, está ampliamente citada en más de 30 disposiciones legales vigentes relacionadas con la prevención de la salud de los trabajadores. En la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales se indica que el empresario garantizará a los trabajadores a su servicio la vigilancia periódica de su estado de salud en función de los riesgos inherentes al trabajo (art. 22.1), se cita como una de las herramientas destinadas a garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores (art. 14.2) y como parte de la evaluación de riesgos (art. 16.3).

Por otro lado, cuando la vigilancia de salud sea adecuada, es decir, si:

a. puede relacionarse la exposición del trabajador a un agente químico con una enfermedad o un efecto adverso; b. existe la probabilidad de que se produzca en las condiciones de trabajo concretas, y

c. existen técnicas de escaso riesgo para su detección, el citado R.D. 374/2001 la establece como obligatoria, siempre que: 1. la evaluación de riesgos indique que hay un riesgo;

2. se supere un valor límite ambiental aplicable (obligatorios - Anexo I, actualmente sólo del plomo - o los valores límite ambientales publicados por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo o criterios alternativos);

3. lo disponga una reglamentación específica o sea imprescindible para evaluar los efectos de un agente químico sobre la salud;

4. no pueda garantizarse un control suficiente de la exposición del trabajador; y 5. el trabajador pueda presentar o desarrollar una especial sensibilidad.

Aunque el control biológico es citado en todas las reglamentaciones dentro del área de la vigilancia de la salud, en realidad es una técnica que está mucho más relacionada con la Higiene Industrial que con la Medicina del Trabajo, porque sus resultados informan sobre la exposición y/o el riesgo para la salud del trabajador por un agente extraño al organismo (o xenobiótico) como es propio de la higiene, y esta información, salvo en casos y situaciones muy concretos, no se puede interpretar intrínsecamente en términos de salud o enfermedad.

Por ello, el control biológico debe considerarse, en principio, como una extensión del control ambiental, basado en la determinación de los contaminantes presentes en el aire, a lo que es el propio medio biológico del trabajador; dicho de otro modo, en lugar de tomar muestras del aire que respira el trabajador se toman muestras de algún medio biológico del trabajador que resulte adecuado al fin propuesto.

Concepto Definiciones

La dinámica que establece el RD 374/2001 es: 1) evaluación de riesgos (todos), que cuando sean de tipo higiénico por inhalación incluirán la medición de la concentración de los agentes químicos en la zona de respiración del trabajador, y 2) la adopción de medidas específicas de prevención, y vigilancia de la salud cuando se superen los valores límite ambientales. Es en este marco donde, aparte los casos de obligatoriedad por una norma genérica o específica, tiene aplicación el control biológico, como un instrumento

potencialmente muy útil en la evaluación de la exposición y el riesgo para la salud del trabajador.

Desde la vertiente técnica, estos sistemas de control se basan en unas definiciones sobre las que se sustenta su contenido y en las que se asienta su valor como elemento de evaluación de la exposición y el riesgo higiénico. Las definiciones que se presentan a continuación son las que se establecieron en el "Seminario Internacional sobre la Valoración de Agentes Tóxicos en el Lugar de Trabajo. Funciones del Control Biológico y Ambiental" de Luxemburgo (1980) y que con ligerísimas variaciones se pueden considerar como actualmente vigentes, no sin antes hacer hincapié en que son de carácter puramente técnico.

Control (monitoring): es una actividad relacionada con la salud, continua o repetitiva, sistemática, conducente a la adopción, si procede, de medidas correctoras.

Control biológico (Biological Monitoring): es la medida y valoración de los agentes del lugar de trabajo, o de sus metabolitos, bien en tejidos, secreciones, productos de excreción, aire espirado o cualquier combinación de ellos, para evaluar la exposición y el riesgo para la salud comparado con una referencia adecuada.

Control biológico de efecto (Biological Effect Monitoring): es la medida y valoración de los efectos biológicos precoces cuya relación con las alteraciones de salud no ha sido aún establecida, realizadas en trabajadores para evaluar la exposición y el riesgo para la salud, comparado con una referencia adecuada. Introducido en 1986.

Control ambiental (Ambient or Environmental Monitoring): es la medida y valoración de los agentes en el lugar de trabajo y evalúa la exposición ambiental y el riesgo para la salud comparado con una referencia adecuada. En el mismo documento se da esta definición por la relación del control biológico, en cualquiera de sus variantes, con las propias concentraciones ambientales.

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Los más importantes son el indicador, la muestra biológica y la referencia adecuada.

Indicador

Es el propio agente químico del lugar de trabajo, o un derivado metabólico suyo, que se mide y valora, para efectuar el control biológico. Un metabolito es siempre un producto resultante de alguna transformación química del xenobiótico vinculada de alguna manera a los ciclos metabólicos del organismo y/o a su capacidad detoxificadora, siempre dependiente, directa o indirectamente, de los sistemas enzimáticos disponibles en el tejido u órgano donde tenga lugar. Tanto si lo que se determina es el propio contaminante, como si es un metabolito suyo, se habla de indicador de exposición; por el contrario cuando el parámetro a determinar es algún pequeño cambio específico no adverso o patológico en el organismo, se habla de indicador de efecto.

Muestra biológica

Siempre se emplea una muestra de este tipo para la medición del indicador de elección. Esta muestra puede ser un tejido, sangre, orina o cualquier otro producto de excreción, una secreción o el propio aire espirado. Dependiendo del contaminante (p. ej., el plomo), se puede determinar un indicador en cierto tipo de muestra biológica (Plomo en sangre, PbS), o el mismo indicador en distintos tipos de muestra biológica (plomo en sangre y en orina, PbS y PbO), y viceversa, se pueden determinar distintos indicadores en distintos tipos de muestra (PbS y ácido d-aminolevulínico, ALA, en orina) y distintos indicadores en un mismo tipo de muestra (en la exposición al benceno, la determinación del benceno y el ácido t,t'-mucónico en orina). En cualquier caso, es imprescindible que el tipo demuestra empleada sea el adecuado para el indicador que se va a determinar.

Referencia adecuada

Es el término de comparación que se utiliza para evaluar la exposición o el riesgo que implica el nivel de indicador hallado en un medio biológico adecuado y, por esa razón, genéricamente se denominan valores límite biológicos. En realidad, tales valores límite forman parte de los criterios de evaluación biológica y en ciertos casos puede haber diferencias apreciables entre los valores adoptados según los distintos criterios, porque éstos pueden diferir entre sí en las premisas adoptadas para la

consecución del objetivo final de su implementación, que es siempre la prevención de la salud tras muchos años de exposición laboral (crónica), aunque por diferentes caminos. Básicamente, hay dos tipos de criterios:

❍ Criterios de tipo higiénico: son los que toman como elemento básico los propios valores ambientales; por ejemplo, los

Biological Exposure Indices (BEI) de la American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH) de EE.UU. y los Valores Límite Biológicos (VLB) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). O bien criterios higiénicos; por ejemplo, los Benchmark Guidance Values (BGV) entre los Biological Monitoring Guidance Values (BMGV) del Health and Safety Executive (HSE) desde 1994.

❍ Criterios de salud: en el caso de los Health Guidance Value (HGV), entre los BMGV los límites han sido establecidos a

unos niveles tales para los que, desde un punto de vista científico no se dispone de indicio alguno de que la substancia vaya a producir daño a la salud (siempre según el estado de conocimientos científicos al respecto, en el momento de su establecimiento). Los BAT (Biologische Arbeitsplatztoleranzwerte, BAT-Werte) están definidos por la DFG (Deutsche Forschungsgemeinschaft) como la cantidad máxima de un compuesto químico, sus metabolitos, o cualquier desviación de la norma de los parámetros metabólicos inducida por esas substancias en personas expuestas. En ambos tipos de criterios de salud, el elemento diferencial con respecto de los criterios higiénicos es que si determinado límite en un medio biológico representativo concreto, establecido según unas determinadas premisas, no se supera se considera que no se producirán alteraciones en la salud del trabajador que está - repetida y largamente - expuesto a la sustancia en cuestión para la que ha sido establecido.

Excepcionalmente, cuando se trabaje con agentes que, aunque de importante peligrosidad (sospechada o reconocida), por su escaso uso (p. ej., ciertos precursores o intermediarios de síntesis de algunos colorantes y productos orgánicos) hace que no se disponga de valores límite biológicos de agencias oficiales, u organismos internacionales, aunque sí de un indicador de exposición, se podrá utilizar un valor interno de la empresa ("inhouse limits" en la terminología anglosajona), siempre que se corresponda con unos criterios que:

1. Tengan una base higiénica objetivable.

2. Sean defendibles (unas situaciones u operaciones definidas, unos valores ambientales y unas prácticas higiénicas, todo ello correcto en términos de riesgo).

3. Se disponga de una capacidad de respuesta analítica en el medio biológico de elección adecuada a tal fin (capaz de detectar anomalías en 2, según lo que se espera de 1).

Las relaciones entre exposición, presencia del contaminante en los medios biológicos, sus efectos sobre el organismo y las referidas técnicas de control se presentan en la figura 1. Los distintos tipos de control pretenden evitar los efectos adversos de los agentes tóxicos susceptibles de ser absorbidos. La vigilancia de la salud tiene por objeto detectar cualquier trastorno precoz por la exposición a tales agentes que han superado los mecanismos de homeostasis, produciéndose alteración de la salud.

FIGURA 1

Relaciones entre exposición ambiental y efectos adversos sobre la salud

EXPOSICIÓN A CONTAMINANTES Y TIPOS DE CONTROL EXPOSICIÓN CONTINUADA

Control ambiental Control biológico Vigilancia de la salud

EXPOSICIÓN

AMBIENTAL →DOSIS EXTERNA

DOSIS

INTERNA →PARÁMETROS BIOLÓGICOS

→ EFECTOS

(25)

SOBRE LA SALUD (Barreras

estructurales y

fisiológicas) (Homeostasis)

Toxicocinética y toxicodinamia

La toxicocinética del contaminante hace referencia al conjunto de procesos mediante los que el organismo actúa sobre el xenobiótico, que básicamente son: absorción, distribución, metabolismo y excreción.

● La absorción de un xenobiótico, es decir, su ingreso en el organismo (paso a la sangre), depende en su velocidad y magnitud

de la vía de contacto. En la vía inhalatoria, un mayor esfuerzo físico por parte de un individuo en un determinado ambiente representa una mayor carga de trabajo (lo que implica un incremento de la frecuencia respiratoria y volumen de aire inhalado, ritmo cardíaco, etc.) y, en definitiva, una mayor exposición interna.

● La distribución de cada sustancia (y también la de los metabolitos que como se verá se van formando) tiene lugar según el

riego sanguíneo de los distintos órganos, por lo que se habla de compartimentos para referirse a aquellos tejidos y órganos que tienen unas características similares al respecto.

● El metabolismo del xenobiótico tiene lugar a partir del momento en que ha ingresado en el organismo. Los variados procesos

de transformación de los xenobióticos están vinculados de alguna manera a los ciclos metabólicos del organismo y/o a su capacidad detoxificadora, siempre dependiente, directa o indirectamente, de los sistemas enzimáticos disponibles en el tejido u órgano donde tenga lugar. En este sentido, es a su paso por el hígado, aunque no exclusivamente en él, cuando tienen lugar la mayoría de estos procesos, lo que está en consonancia con su elevada irrigación. Esta transformación puede ser rápida, de modo que a los pocos minutos de empezar el proceso de absorción, sea detectable algún metabolito en un medio biológico determinado, o puede ser mucho más lenta, debiendo transcurrir un cierto número de horas antes de poder ser detectado, dependiendo de la reactividad química del agente y de la vía de transformación o detoxificación que siga este xenobiótico en el organismo (humano o animal de experimentación, por lo que pueden haber diferencias sustanciales) y lo normal es que tenga lugar en distintas fases.

● Finalmente, el último paso es la excreción, eliminación activa del propio xenobiótico o de sus metabolitos a través del riñón, o

por otras vías, como la fecal o la sudoración, y/o también por simple difusión y equilibrio a través del pulmón y, en mucho menor medida, el propio riñón.

El tiempo durante el que una sustancia o un metabolito se encuentra en el organismo, y por tanto en cada tejido y órgano, hasta su desaparición de los medios biológicos una vez ha cesado la exposición es característico de esa sustancia o del metabolito. No obstante, más que el tiempo total de permanencia en el organismo o en un tejido concreto, interesa la semivida, o vida media, es decir, el tiempo que tarda en reducirse a la mitad la concentración (respecto del momento en que es máxima o del final de la exposición) en el compartimento en cuestión (o el tejido/órgano concreto) objeto de interés, y si se trata de todo el cuerpo, el tiempo necesario para reducirse a la mitad la cantidad total existente en el organismo, y se pueden determinar experimentalmente, siempre con un margen de variabilidad fisiológica y experimental. Lo más habitual es que la eliminación de un xenobiótico no tenga lugar de manera uniforme, sino que transcurra por fases, cada una con su propia cinética, lo que implica, de hecho, que cada una de ellas tenga su propia semivida. Hay xenobióticos cuya eliminación tiene lugar en tres fases (como el cromo), con una fase rápida de unas horas, una fase lenta de unas semanas o meses, y con una tercera fase muy lenta, que puede durar años. Esa, juntamente con todo lo expuesto, es una de las razones por las que la toma de muestras debe hacerse en el momento adecuado, y hay diferentes momentos de muestreo, incluso para un mismo contaminante. La relación entre la semivida de un compuesto en el organismo, su significación en cuanto a la exposición del trabajador y la importancia frente a la toma de muestras pueden verse en la figura 2. Aunque en el control biológico se evalúa la exposición y/o el riesgo, la vida media del indicador empleado es el factor determinante del tipo de exposición sobre la que informa su medición y del momento en que debe realizarse la toma de muestra en el medio biológico de elección y el rigor exigido en ello.

La toxicodinamia estudia de los efectos de los agentes tóxicos sobre el organismo, en distintas condiciones de exposición y los mecanismos a través de los cuales llegan a producirse. El tejido, célula o estructura del organismo sobre el que actúa un agente tóxico es el llamado sitio elector. El primer efecto que se presenta en los individuos expuestos en unas determinadas condiciones recibe el nombre de efecto crítico en tales condiciones de exposición. En general, los valores límite biológicos se fijan, directa o indirectamente, de tal manera que no lleguen a producirse efectos adversos ni, aún menos, enfermedades en los trabajadores crónicamente expuestos a las sustancias en cuestión, tomando como base, entre otros elementos, el efecto crítico en trabajadores con exposiciones laborales bien establecidas y cuantificadas. En la figura 3 se esquematiza la relación entre xenobiótico y efectos en el organismo.

Figura 2

Tipo de exposición según la semivida del indicador y momento de muestreo

SEMIVIDA DEL INDICADOR

en el medio de muestreo REPRESENTATIVO DE LA EXPOSICIÓN MOMENTO DE MUESTREO t1/2 < 2 horas Reciente (últimas 2-3 horas) Muy crítico 2 < t1/2 < 5 horas Diaria (conjunto de la jornada laboral) Crítico

5 < t1/2 < 48 horas Semanal Final de semana de trabajo (no crítico)

t1/2 > 48 horas Mensual o mayor Discrecional (imprescindible un periodo previo de equilibrio de varios meses de exposición)

Figura 3

(26)

Consideraciones a estas definiciones

Todos estos procesos mencionados varían cualitativa y cuantitativamente para cada sustancia, de modo que cada xenobiótico tiene sus propias características toxicocinéticas. Esto significa que la concentración del indicador de exposición (la sustancia o el metabolito a determinar) en los distintos tejidos y órganos va variando con el tiempo de manera característica para cada sustancia. La traducción práctica de esta especificidad en el comportamiento del organismo frente a cada sustancia es que "el parámetro a determinar" (el indicador), "el dónde" (el tipo de muestra), y en "qué momento " (cuándo se ha de efectuar la toma) concretos han de ser los

adecuados para que la concentración del xenobiótico en cuestión sea representativa de la exposición de los trabajadores cuyo riesgo se pretende evaluar. Y ello por dos razones: la propia representatividad de la muestra en sí y la necesidad de la adecuación al criterio de evaluación adoptado, en cuyo establecimiento se ha tenido fundamentalmente en cuenta la toxicocinética de la sustancia (qué indicador, qué muestra y en qué momento) y, en cuanto a la magnitud del propio valor límite biológico, el término de referencia para la evaluación, su toxicodinamia. La cifra concreta o valor numérico del indicador se establece, directa o indirectamente, a partir de la toxicodinamia.

(27)

exposición o de ese riesgo, (generalmente por defecto), pudiendo llegar a la conclusión de que no existe riesgo donde sí realmente existe (lo que es gravísimo preventivamente en términos de costo en salud) o viceversa, afirmar la existencia de riesgo donde no lo hay, lo que puede ser grave en términos económicos, por los costos de soluciones higiénicas innecesarias.

4. Práctica

Aparte de los agentes químicos peligrosos en que es normativamente obligatoria, la práctica del control biológico en la exposición laboral está especialmente indicada en aquellos casos en que:

a. existan variaciones en las medidas ambientales lo suficientemente grandes como para tener dudas respecto a cómo quedan realmente integradas las variaciones de exposición en el organismo del trabajador (carga en el sitio efector) o, de una manera más general, cuando a fin de dar cumplimiento a la obligatoriedad del empresario de evaluar el riesgo por un agente químico en un puesto de trabajo resulte imprescindible llevar a cabo el control biológico de los trabajadores;

b. la absorción por vía dérmica pueda representar una fracción adicional cuantitativamente importante con respecto a la exposición por vía inhalatoria, y una consideración análoga es válida para la vía digestiva;

c. se deba comprobar la eficacia de un determinado tipo de EPI cuyo uso se ha adoptado en unas determinadas operaciones en las que mayoritariamente se centra la exposición;

d. haya sospechas fundadas sobre la existencias de otras fuentes de exposición distintas de las laborales y, en principio, no reconocidas y difícilmente identificables; y

e. se sospeche que, en un grupo de trabajadores, hay diferencias grandes en la carga de trabajo, a fin de identificar los que la tienen mayor, comparativamente con el resto del grupo.

En ningún caso, no obstante, el control biológico sustituye ni debe preceder al control ambiental, puesto que, frente a la posibilidad de riesgo por vía inhalatoria, ésta es la primera acción de control que se debe llevar acabo. Cuando por alguna de las razones aludidas el higienista objetivamente haya concluido que, en cierta empresa, debe llevarse a cabo un control biológico de unos trabajadores expuestos a unos determinados agentes químicos en unos determinados puestos, debe procederse a una cuidadosa planificación del programa, en la que se tendrán en cuenta las fases que se comentan en el apartado siguiente.

Es importante señalar aquí que, si bien se dispone de varios cientos de valores límite ambientales aplicables a la evaluación del riesgo por agentes químicos peligrosos, sólo se dispone de valores límite biológicos para el control biológico en la exposición a una

cuarentena de tales agentes. Éste es, por tanto, el principal factor limitante de la aplicación del control biológico en la Higiene Industrial, la escasa disponibilidad de parámetros que cumplan con los requerimientos científicos (de orden teórico) y técnicos (de orden práctico) necesarios para poder ser empleados como indicadores al efecto. Los principales aspectos prácticos del control biológico de tales agentes químicos están recogidos en la AIP Control biológico. Guía de valores límite biológicos, muestreo, análisis y evaluación.

Recogida de información

La información tendrá dos vertientes distintas. Una son las condiciones de trabajo (colectivamente consideradas) y de los propios trabajadores de manera individualizada y convenientemente dispuesta y ordenada. Otra se refiere a los requerimientos de tipo toxicocinético, que se encuentran en la documentación específica del propio agente, para el control biológico: indicador o indicadores que se pueden determinar, tipos de muestras biológicas requeridos de los trabajadores, y momento o momentos de la toma de muestra, teniendo presente que hay indicadores que requieren dos muestras obtenidas en momentos distintos con respecto al ciclo laboral y a la semana de trabajo.

La recogida de esta información se llevará a cabo con detenimiento y de manera genérica, en principio, si no se parte de un tipo concreto de criterio, o de manera más específica, de acuerdo con el tipo de criterio concreto a seguir en la evaluación de los trabajadores. Sin duda alguna, además, formarán un capítulo importante e imprescindible de la información, previa al paso siguiente, las exigencias técnicas desde el punto de vista analítico, desde un reconocido estándar de calidad del propio laboratorio, como puede ser la ISO 9001 o la correspondiente acreditación (UNE-EN 17025 o una norma específica), y la fiabilidad del método analítico que se vaya a emplear y los correspondientes controles de calidad, interno y, sobre todo externo, con prueba de una correcta respuesta analítica ("satisfactory performance"), hasta las condiciones materiales en que se va a realizar la toma, conservación y transporte de muestras.

Toma de decisiones

Hacen referencia a los trabajadores que se vayan a incluir, la distribución en subgrupos potencialmente de distintos niveles de exposición, o de un grupo control de trabajadores. Pero sobre todo, a los indicadores concretos que se vayan a utilizar cuando haya varios posibles y en qué tipo de muestra. En este sentido, se tendrá siempre un criterio "garantista", es decir, realizar sólo aquellas pruebas acerca de las cuales se tiene plena seguridad de que se pueden llevar a cabo con "garantías" y que todos los problemas con respecto, principalmente,

a la realización de la toma de muestras (que puede ser complicada), su conservación, transporte, lo que en general se llama logística, están plenamente resueltos. Es decir, estas decisiones se tomarán según las posibilidades reales de la empresa, para cada centro y lugar, y nunca se debe intentar hacer algo "a ver si sale bien" o "si hay suerte".

También debe valorarse el tipo de información que se va a dar a los trabajadores implicados, antes y después de la realización del control. Antes, para no crear situaciones de angustia ni de desconfianza, perfilando plenamente el motivo y el objetivo del control; de hecho, el "qué", "cómo", "con qué fin" y "qué cabe esperar del resultado". Después, haciendo hincapié en el significado del resultado o conclusión a que se haya llegado referente a la exposición o la existencia de riesgos para la salud, cuáles son y de qué magnitudes y, todo ello garantizando en todo momento la absoluta confidencialidad de los datos individuales.

(28)

Se hará siguiendo al pie de la letra lo programado, tomando nota de cualquier incidencia o imprevisto que se haya podido producir. La ejecución material de todo termina con la recepción de los resultados por la persona responsable.

Evaluación

Se realizará de la manera que se expone en el punto siguiente. Debe tenerse en cuenta que se debe llevar a cabo de manera individual, pero también como grupo: el del conjunto de los trabajadores con un determinado nivel atribuido de exposición.

Evaluación

La evaluación de los resultados requiere tomar como punto de partida la información general sobre el tipo de criterio de evaluación que se va a emplear a tal fin. Esta es una cuestión fundamental porque en el caso de los VLB (INSHT) y los BEI (ACGIH) los valores adoptados para los indicadores de exposición, representan, en general, el nivel más probable del indicador en el medio biológico correspondiente cuando el trabajador está expuesto, exclusivamente por inhalación, a un nivel equivalente al valor límite ambiental para exposición diaria (VLA-ED) del INSHT o al valor límite umbral promediado en el tiempo TLV-TWA (ACGIH) (también exposición diaria). Por esa razón, los valores adoptados con este tipo de criterio reciben, en general, la denominación de valores límite biológicos equivalentes. Esto no es aplicable a los indicadores de efecto, ya mencionados, que representan efectos no adversos (de ocurrencia a niveles más bajos que los adversos) ya que, en algunos casos, se pueden aceptar niveles superiores al valor límite ambiental.

Por todo ello, los valores VLB, como "los BEI, no indican una distinción definida entre las exposiciones de riesgo o no riesgo" (ACGIH) y, en consecuencia, la superación de un VLB en una medición realizada en un determinado momento no implica la conclusión, sin más, de que el trabajador en cuestión esté en una situación de sobreexposición, por la sencilla razón de que por definición, tal valor límite, en general, es "sólo" el valor más probable de encontrar, según lo señalado en el párrafo anterior. Estos valores deberían ser técnicamente interpretados, genéricamente, como niveles de acción individuales, de manera que en "el caso de una superación de carácter puntual deberá ponerse en marcha una investigación con el objetivo de encontrar una explicación plausible para esa circunstancia y actuar en consecuencia o, en su defecto, descartar la existencia de factores causales vinculados al desempeño del puesto de trabajo". Si hay una explicación plausible, es decir, se reconoce algún factor concreto, habrá que modificarlo de alguna manera, o bien descartar factores vinculados al trabajo. Tanto si se adopta alguna medida como si se trata de descartar tales factores vinculados al trabajo, habrá que repetir las medidas.

En los criterios adoptados por el HSE, los valores BGV, se basan en el percentil 90 de los datos validados recogidos en puestos de trabajo representativos con buenas prácticas higiénicas laborales; de significado bien distinto, por tanto, al de los BEI y VLB. Los BGV y BAT son valores que no deben ser superados, cuando se aplican como criterio para el control biológico, y concretamente estos últimos han de ser considerados estrictamente como valores techo biológicos.

Comentario final

El control biológico de los trabajadores expuestos a contaminantes químicos no es un sustituto del control ambiental. No se debe olvidar que la evaluación del riesgo por agentes tóxicos, se basa ante todo en la situación higiénica del lugar de trabajo; y en esta evaluación el control biológico es, por tanto, un complemento muy útil en los casos y situaciones que ya se han comentado. Precisamente por esta razón debe ser planificado e interpretado por un experto en este campo, teniendo siempre presente que, por definición, implica directamente a personas, aunque los resultados obtenidos no representen por sí mismos ninguna medida del estado de salud de los trabajadores e indirectamente se refieren a puestos de trabajo.

Cabe insistir, por último, en que las simplificaciones en un programa de control biológico, por razones de índole práctica o, sobre todo, por razones de carácter económico, para evitar costos, pueden inducir a resultados engañosos en una evaluación. No debe

confundirse una medición, mediante la cual se obtiene un resultado, con una evaluación de la exposición o del riesgo. Precisamente porque un valor límite biológico (VLB-INSHT) no representa una "frontera de riesgo", una sola medida ligeramente por debajo de tal valor límite no es garantía, en sí misma, de la inexistencia de riesgo significativo y, viceversa, una sola medida biológica por encima del límite, raramente permitirá alcanzar por sí sola una conclusión, excepción hecha de que supere claramente el límite superior de la variación estadísticamente esperable en unas condiciones higiénicas hipotéticamente correctas según los criterios ambientales.

Bibliografía

1. ACGIH. TLVs. Threshold Limit values and Biological Exposure Indices for 2001. American Conference of Governmental Industrial Hygienists, Cincinnati, Oh, USA, 2001.

2. INSHT. AIP Control biológico. Guía de valores límite biológicos, muestreo, análisis y evaluación. INSHT. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2002.

3. ALCOUFFE, J. Surveillance biologique de I'exposition professionelle a des substances chimiques. 2éme journée "Recherche" de

I'Institut Interuniversitaire de médecine du travail de Paris-Ile-de-France. CAMIP N°3: 343-350. (1995) 4. DFG (Deutsche Forschungsgemeinschaft). Bundesministerium für Arbeit und Sozialordnung. Biologische

Arbeitsplatztoranzwerte-BAT-Werte. TRGS 903. Bundesarbeistblatt, 6/1994. 53-56. (1994)

5. INSHT. Límites de exposición profesional para Agentes Químicos en España 2001-2002. INSHT. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2001. (Ver sucesivas actualizaciones en www.mtas.es/insht/practice/vlas.htm#vlb).

6. INTERNATIONAL SEMINAR ON THE ASSESSMENT OF TOXIC AGENTS AT THE WORKPLACE Roles of Ambient and Biological Monitoring. Luxembourg, 8-12, December, 1980. IntArch Occup Environ Health 50: 197-201.

7. OBIOLS, J. Control biológico de los trabajadores expuestos a contaminantes químicos. INSHT (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales), Madrid, 1998.

8. PILLIÉRE, F., ROUSSELIN, X. La suveillance biologique des expositions aux substances chimiques Trav Sec N2 506: 626-630. (1992)

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contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo. Art. 6.3 y Anexo II. a y b.

11. R.D. 665/1997 de 12.5. (M. Presid., B.O.E. 24.5.1997). Protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. Anexo II. 2.3.

12. Scobbie, A., Wilson, H. K. Is that chemical getting in your body? Safety & Health Practitioner 15:22-24. (1997)

(30)
(31)

Solicitud de consentimiento informado para la realización de un estudio 

diseñado para conocer valores poblacionales de mercurio en Asturias 

  La Consejería de Sanidad está realizando un estudio epidemiológico para disponer de estimaciones  fiables de la concentración de mercurio en sangre y orina en población sana de Asturias, basando  las determinaciones analíticas en una muestra de personas que donan sangre de forma altruista.    Procedimiento de recogida de la muestra de sangre: 

La  muestra  de  sangre  se  recogerá  en  el  momento  de  la  donación  altruista  por  el  personal  del  Centro Comunitario de Sangre y Tejidos, una vez que Vd. otorgue su consentimiento, requiriéndose  únicamente la obtención de 2 ml para su posterior análisis. No hay otros riegos añadidos a los de la  extracción. 

 

Procedimiento de recogida de la orina: 

Se  recoge  la  orina  de  una  micción  espontánea  (no  es  necesario  que  sea  a  primera  hora  de  la  mañana) en un recipiente de plástico estéril que se le entregará coincidiendo con la donación de  sangre. Son suficientes 5 ml para el análisis, por lo que no es necesario que llene el recipiente. Se  deben lavar previamente las manos con agua y jabón y tener cuidado de no tocar con ellas ni con la  ropa u otros objetos el interior del recipiente. Comience a orinar desechando la primera parte de la  micción,  interrumpa  la  micción,  vuelva  a  orinar  recogiendo  la  orina  directamente  en  el  envase  estéril  hasta  llenar  aproximadamente  3/4  partes  de  su  capacidad.  Se  cerrará  inmediatamente  después y se  entregará en el lugar donde ha realizado la extracción de sangre. Si va a tardar unas  horas en entregar el recipiente deberá conservarlo en la nevera hasta entonces. 

 

Tanto  la  muestra  de  sangre  como  la  de  orina  serán  enviadas  al  laboratorio  del  Hospital  Universitario  Central  de  Asturias,  donde  procederán  a  su  análisis.  Los  resultados  le  serán  comunicados por carta y así mismo serán remitidos a la Consejería de Sanidad para proceder a su  análisis epidemiológico de acuerdo con los objetivos del estudio.  

 

Además, se le  harán algunas preguntas sobre su situación laboral, lugar  donde  reside, frecuencia  con que come algunos alimentos y consumo de tabaco. Esta información es necesaria para conocer  las causas de las diferencias de concentración de mercurio en diferentes personas de la población.     Toda la información que se obtenga de este estudio será de utilidad pública, todos los datos serán  tratados de forma anónima y en ningún caso serán cedidos a terceros.      Nombre y apellidos:   D/Dña._______________________________________________DNI_____________________   

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Tipo de actividad de la empresa:  ⎯ Servicios  ⎯ Administración  ⎯ Estudiante  ⎯ industria química  ⎯ industria del metal  ⎯ construcción  ⎯ Transporte  ⎯ minería  ⎯ pesca  ⎯ agroganadería  ⎯ otra (especificar):    ¿Trabajó en alguna ocasión directa o indirectamente con mercurio?:  ⎯ SI  ⎯ NO  ⎯ NO SABE   

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Sustratos biológicos para determinación de mercurio en poblaciones 

 

Este  documento  presenta  un  resumen  de  las  principales  características  e  indicaciones  de  los  sustratos biológicos más habituales para determinar el nivel de mercurio en el medio laboral.  Está fundamentado en los siguientes informes: 

 

• SCOEL/SUM/84  (2007).  Recommendation  from  the  scientific  committee  on  occupational  exposure limits for elemental mercury and inorganic divalent mercury compounds. 

 

• INSTITUTO  NACIONAL  DE  SEGURIDAD  E  HIGIENE  EN  EL  TRABAJO.  NTP  184:  Mercurio.  Control ambiental y biológico. 

 

• INSTITUTO  NACIONAL  DE  SEGURIDAD  E  HIGIENE  EN  EL  TRABAJO.  Límites  de  exposición  profesional para agentes químicos en España 2013.    • EFSA (European Food and Safety Authoroty). Scientific opinion on the risk for public health  related to the presence of mercury and methylmercury in food. EFSA Panel on contaminats  in the food chaine (CONTAM). 2012.   

• Guidance  for  identifying  populations  at  riske  from  mercury  exposure.  United  Nations  Environment Programme, UNEP, 2008. 

 

RESUMEN 

 

En  el  medio  laboral,  tanto  en  España  como  a  nivel  internacional,  los  medios  biológicos  utilizados  para  determinar  las  concentracciones  de  mercurio  en  el  organismo  son  sangre  y  orina. 

 

La  orina  es  el  medio  biológico  preferido  para  monitorizar  las  exposiciones  laborales.  El  mercurio total en orina es un buen marcador de exposición a mercurio elemental e inorgánico,  incluso a niveles de exposición muy bajos, tanto en exposiciones recientes como pasadas. En  trabajadores expuestos crónicamente, los niveles de mercurio en orina reflejan el promedio de  exposición  a  mercurio  en  los  meses  previos.  Además,  a  concentracciones  medias‐altas,  el  mercurio  en  orina  presenta  muy  buena  correlación  con  el  mercurio  elemental  inhalado  y  es  considerada  la  mejor  medida  de  exposición  reciente  a  mercurio  inorgánico  o  a  vapores  de  mercurio elemental. 

 

La determinación de mercurio en sangre es un buen indicador de exposiciones recientes (días)  a metilmercurio y también a largo plazo en poblaciones que consumen regularmente pescado.  No  obstante,  en  poblaciones  no  consumidoras  de  pescado,  el  mercurio  en  sangre  se  puede  utilizar como indicador de mercurio inorgánico. En esta situación, existe una buena correlación  entre la concentracción de mercurio en aire y en sangre. 

 

(38)

    SCOEL/SUM/84 (2007)  Recommendation from the scientific committee on occupational exposure limits for  elemental mercury and inorganic divalent mercury compounds.   

Lo  monitorización  biológica  de  exposición  a  mercurio  mediante  medidas  de  orina  está  bien  establecida. Los niveles de mercurio en orina reflejan el promedio de exposición en los pocos  meses previos en trabajadores expuestos crónicamente. 

 

Las medidas de mercurio en sangre son utilizadas con menor frecuencia debido a su naturaleza  invasiva y a que refleja únicamente la exposición reciente (días). Su uso ha sido limitado a la  exposición  accidental  aguda.  Hay  un  gran  número  de  informes  que  permiten  el  cálculo  de  ratios entre niveles de mercurio en aire y en orina o en sangre.    La monitorización biológica de exposiciones a mercurio es superior a la monitorización aérea,  ya que está mejor relacionada con los efectos sobre la salud.    Tomando en cuenta todos los datos disponibles se concluye:   

⎯ Un  nivel  de  exposición  de  0,02  mg/m3  (20  µg/m3)  (TWA  de  8horas)  se  considera  que  cumple los criterios para un OEL basado en la salud.    ⎯ Los valores límite biológicos (VLB) en sangre se fijan en 10 µg/L, y en orina en 30 µg/g  creatinina.    ⎯ No son necesarios límites de exposición a corto plazo (STEL)    * El nivel de 30 µg/g creatinina propuesto está lejos de los percentiles 50 y 95 (0,4 y 2,2 µg/g  creatinina) de la población no expuesta laboralmente en Alemania y lejos del nivel medio en  orina (1,45 µg/g creatinina) de adultos alemanes asociado con más de 10 amalgamas dentales.        INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO  NTP 184: Mercurio. Control ambiental y biológico  Los valores límites biológicos hacen comúnmente referencia a la concentración de mercurio en  orina  y  en  sangre,  por  ser  éstos  los  parámetros  biológicos  más  utilizados  para  el  control  de  trabajadores expuestos. Se admite una buena correlación entre mercurio en orina y mercurio  ambiental aunque algunos autores indican que es mejor la existente entre mercurio en aire y  mercurio en sangre. 

 

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INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO 

Límites de exposición profesional para agentes químicos en España 2013 

 

Los  sustratos  biológicos  para  realizar  biomonitorización  en  el  medio  laboral  siempre  son  sangre y/o orina, nuca pelo. 

 

Conviene  recordar  que  los  valores  límite  biológicos  (VLB®)  son  aplicables  para  exposiciones  profesionales  de  ocho  horas  diarias  durante  cinco  días  a  la  semana.  En  general,  los  VLB®  representan  los  niveles  más  probables  de  los  Indicadores  Biológicos  en  trabajadores  sanos  sometidos  a  una  exposición  global  a  agentes  químicos,  equivalente,  en  términos  de  dosis  absorbida, a una exposición exclusivamente por inhalación del orden del VLA‐ED®. 

 

Los  VLB®  no  están  concebidos  para  usarse  como  medida  de  los  efectos  adversos  ni  para  el  diagnóstico  de  las  enfermedades  profesionales.  El  control  biológico  debe  considerarse  complementario  del  control  ambiental  y,  por  tanto,  ha  de  llevarse  a  cabo  cuando  ofrezca  ventajas  sobre  el  uso  independiente  de  este  último.  El  control  biológico  puede  usarse  para  completar  la  valoración  ambiental,  para  comprobar  la  eficacia  de  los  equipos  de  protección  individual o para detectar una posible absorción dérmica y/o gastrointestinal. 

 

Interpretación de los resultados de los indicadores biológicos (IB): 

Cuando  la  medida,  en  un  trabajador,  de  un  determinado  indicador  biológico  supere  el  VLB®  correspondiente  no  debe  deducirse,  sin  mayor  análisis,  que  ese  trabajador  esté  sometido  a  una  exposición  excesiva,  ya  que  las  diferencias  individuales,  biológicas  o  de  conducta,  tanto  fuera  como  dentro  del  ámbito  laboral,  constituyen  fuentes  de  inconsistencia  entre  los  resultados del control ambiental y los del control biológico. 

 

De todos modos, incluso en el caso de una superación de carácter puntual, debe ponerse en  marcha  una  investigación  con  el  objetivo  de  encontrar  una  explicación  plausible  para  esa  circunstancia  y  actuar  en  consecuencia  o,  en  su  defecto,  descartar  la  existencia  de  factores  causales vinculados al desempeño del puesto de trabajo. Entretanto se alcanza una conclusión  al respecto y sin perjuicio de lo que establezcan disposiciones específicas, se deberían adoptar  medidas para reducir la exposición del trabajador afectado. 

 

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EFSA (European Food and Safety Authoroty) 

Scientific  opinion  on  the  risk  for  public  health  related  to  the  presence  of  mercury  and  methylmercury in food.  EFSA Panel on contaminats in the food chaine (CONTAM)  EFSA Journal 2012;10(12):2985    Biomarcadores de exposición   

El  consumo  de  pescado  se  correlaciona  positivamente  con  el  mercurio  total  en  sangre,  eritrocitos  y  pelo,  y  por  lo  tanto  estos  parámetros  se  suelen  utilizar  como  un  “proxy”  de  la  exposición a metilmercurio. 

 

El  mercurio  en  sangre  total  se  correlaciona  muy  bien  con  el  metilmercurio  ingerido  y  generalmente refleja la exposición a corto plazo (proporciona una estimación de la exposición  de los últimos 2‐5 meses). Sin embargo, en poblaciones con patrones de consumo regulares y  frecuentes de pescado, el mercurio en sangre total puede reflejar una concentracción estable  y puede ser una fiel medida de la ingesta media a lo largo del tiempo.    No obstante, el mercurio en sangre total también comprende mercurio inorgánico proveniente  del mercurio elemental de las amalgamas dentales y de la demetilación del metilmercurio, así  como  de  otras  fuentes  de  exposición  a  mercurio  inorgánico.  Por  lo  tanto,  dependiendo  del  grado  de  exposición  a  mercurio  inorgánico,  el  mercurio  total  en  sangre  total  puede  dar  una  sobreestimación de la exposición a metilmercurio. 

 

El 90% del metilmercurio en la sangre se localiza en los eritrocitos, mientras que el mercurio  inorgánico de distribuye igualmente entre eritrocitos y plasma, por los que el mercurio total en  plasma  se  utiliza  en  ocasiones  como  biomarcador  de  mercurio  inorgánico.  En  la  población  general consumidora de pescado el mercurio total en plasma no es un biomarcador fiable de  mercurio inorgánico. 

 

El  mercurio  total  en  orina  puede  ser  un  marcador  adecuado  de  exposición  a  mercurio  elemental e inorgánico (también a niveles de exposición muy bajos). El mercurio inorgánico en  orina  no  se  asocia  fuertemente  con  el  consumo  de  pescado  pero  sí  con  las  amalgamas  dentales. 

 

El  mercurio  total  en  pelo  refleja  la  exposición  a  metilmercurio  en  todos  los  niveles  de  exposición  y  parece  proporcionar  la  mejor  medida  de  exposición  media  a  metilmercurio  a  lo  largo del tiempo. 

 

El metilmercurio en el pelo es muy estable a lo largo del tiempo, indicando que la demetilación  dentro del pelo es mínima. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tratamiento del pelo,  asi  como  la  variabilidad  individual  en  la  toxicocinética  del  consumo  de  mercurio  desde  la  sangre hasta el eje del pelo y su tasa de crecimiento, pueden afectar al contenido de mercurio  en  el  pelo.  Existen  grandes  variaciones  individuales,  especialmente  en  poblaciones  con  consumo  infrecuente  de  pescado,  existiendo  indicios  de  que  la  razón  mercurio  en  sangre  /  mecurio en pelo es baja. 

 

Referencias

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