Palabras del Lic Benito Coquet, Presidente del Comité Interamericano de Seguridad Social

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(2) Este documento forma parte de la producción editorial de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) Se permite su reproducción total o parcial, en copia digital o impresa; siempre y cuando se cite la fuente y se reconozca la autoría..

(3) SEGURIDAD SOCIAL AÑO XV. EPOCA III. NUM. 37-38. ENERO-ABRIL 1966 MEXICO, D. F.. PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LAS SECRETARÍA S GENERALES DE LA C.I.S.S. Y D E L A A. I. S. S. ORGANO DE DIFUSIÓN DEL CENTRO INTERAMERICANO DE ESTUDIOS DE SEGURIDAD SOCIAL.

(4) INDICE DR. IGNACIO MORONES PRIETO, Presidente del Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social.. Pág. 1. DECIMATERCERA REUNION DEL COMITE PERMANENTE INTERAMERICANO DE SEGURIDAD SOCIAL Palabras del Lie. Benito Coquet, Presidente del Comité Interamericano de Seguridad 7 Social Discurso del señor Presidente de la República de Costa Rica, don Francisco J. Orlich 10 Palabras de don Alejandro Flores Zorrilla, en representación del Director General 12 de la Oficina Internacional del Trabajo Discurso del señor Beryl Frank, representante del Secretario General de la Organi14 zación de los Estados Americanos Discurso del Dr. Humberto Flisfich, delegado de la Organización Panamericana de 18 Salud Discurso del Dr. Ricardo R. Moles, en representación de la Asociación Internacional 23 de la Seguridad Social Discurso del Lic. Alfonso Carro Zúñiga, Ministro del Trabajo y Bienestar Social y Presidente de la Junta Directiva de la Caja Costarricense del Seguro Social 25 Discurso del Dr. Ignacio Morones Prieto, Presidente del Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social 29 Discurso del Lic. Rodrigo Fournier, Gerente de la Caja Costarricense del Seguro Social. 31 Discurso del Dr. José Antonio Tijerino Medrano, Director del Instituto de Seguridad Social de Nicaragua en representación de los señores delegados 34 Discurso del Lic. Alfonso Carro Zúñiga, Ministro de Trabajo y Bienestar Social y Presidente de la Junta de la Caja Costarricense del Seguro Social 37 ACTAS Primera sesión. 19 de abril, 9.45 horas. 41. Segunda sesión. 21 de abril, 9.30 horas. 52. Tercera sesión. 22 de abril, 10.45 horas. 77. Relación de Delegados y Representantes a la XIII Reunión del Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social y Grupos de Trabajo de las Comisiones Re89 gionales Americanas de Seguridad Social CISS-AISS SEGUNDO CONGRESO IN iBRAMERICANO DE PREVENCION DE RIESGOS PROFESIONALES Y TERCERA REUNION DE LA COMISION REGIONAL AMERICANA DE PREVENCION DE RIESGOS PROFESIONALES Orden del Día del Congreso. 97. Organizaciones Internacionales y Países Asistentes. 98. Relaciones de Trabajos Presentados. 99.

(5) PALABRAS DEL LIC. BENITO COQUET, PRESIDENTE DEL COMITE INTERAMERICANO DE SEGURIDAD SOCIAL Honorable Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social: A partir de la IX Reunión del Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social, efectuada en la ciudad de México en marzo de 1960 hasta la fecha, el Comité, en sus sucesivas reuniones me confirió el alto privilegio y el inmerecido honor de presidir los destinos de la Organización. Durante estos años, y contando con la constante y eficaz cooperación de todos los miembros del Comité, de la Organización Internacional del Trabajo, de la Organización de los Estados Americanos y de la Asociación Internacional de Seguridad Social procuramos —me expreso tanto en nombre propio como en el de quienes por designación del Comité, tuvimos las responsabilidades ejecutivas— cumplir con las funciones señaladas en el Artículo 39 de los Estatutos de la Organización, así como con lo mandado en las resoluciones adoptadas por la Conferencia y el Comité. La XIII Reunión del Comité —que ahora inicia sus trabajos—, constituye una ocasión tanto para revisar los avances que se han logrado por nuestra Organización como para concretar las metas inmediatas que es preciso alcanzar, máxime si consideramos que esta Reunión es preparatoria de la VIII Conferencia Interamericana de Seguridad Social que habrá de celebrarse el próximo año en la ciudad de Panamá. En las dos últimas Asambleas, reunidas una en México y otra en la Asunción, se adoptaron declaraciones y resoluciones que concretan una doctrina de la seguridad social acorde con las necesidades y realidades de los pueblos de este Continente; la colaboración entre los Estados e instituciones miembros de la Organización ha sido cada vez más estrecha; las distintas Comisiones Regionales crearlas por la Asociación Internacional de Seguridad Social y por el Comité, funcionando bajo este doble auspicio, contribuyen con sus trabajos a orientar y coordinar la acción de nuestras instituciones; y la creación del Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social destinado a la capacitación y especialización del personal técnico y administrativo de las instituciones que, iniciadas sus actividades en marzo de 1963, puede enorgullecerse de los positivos resultados del trabajo que realiza. Tales son, expuestos muy someramente, algunos de los avances alcanzados en el campo de la seguridad social interamericana. En el camino recorrido hemos sido acompañados, brindándonos apoyo y colaboración, por la Organización Internacional del Trabajo, por la 7.

(6) Organización de los Estados Americanos y por la Asociación Internacional de Seguridad Social. La participación que han tenido en todas nuestras actividades ha sido inestimable y cumplo un deber al expresarles —creo interpretar los sentimientos del Comité— la gratitud que les debemos. Las metas que nuestro tiempo demanda alcanzar en el campo de la seguridad social, tanto en los ámbitos nacionales como en el internacional, reclaman un esfuerzo que no se interrumpa nunca, una colaboración cada día más fraterna y estrecha entre nuestras instituciones, y la consolidación y fortalecimiento de nuestra Organización. La etapa histórica que nos ha tocado vivir se caracteriza por la exigencia de justicia social, por la demanda urgente e inaplazable, de seguridad social de los pueblos de las más diversas regiones de la tierra. El acelerado crecimiento de la población, las hirientes desigualdades económicas y sociales, el progreso de la industrialización, los espectaculares avances técnicos y científicos; la necesidad de que todos los hombres disfruten, en lo individual y en lo colectivo, de los bienes materiales y culturales que les proporcionen el bienestar a que, como seres humanos, tienen derecho, constituyen, en suma, hechos y circunstancias que están provocando una nueva ordenación de la vida y de la convivencia, bajo el signo de la justicia social que, como señala Arnold J. Toynbee es "la única forma de poner en planos iguales al débil y al fuerte, reglamentando las vidas de ambos por igual". Y, la justicia social a que aspiran los sectores mayoritarios de la población sólo es posible alcanzarla por medio de una seguridad social integral. No en vano se ha afirmado que, sin seguridad social no hay justicia social. El desarrollo y extensión de los regímenes de seguridad social en nuestros países, en términos generales, han estado estrechamente vinculados a su progreso industrial, permaneciendo aún al margen de sus beneficios sectores muy importantes de la población, tanto urbana como rural. Tal parecería que la seguridad social es una consecuencia del progreso industrial, del desarrollo económico cuando, en realidad, no es posible alcanzar un desarrollo económico y social integrales si toda la población no participa de la protección y de los beneficios de la seguridad social. Los problemas que presenta la incorporación de la población campesina a los regímenes de seguridad social hace mucho que son preocupación fundamental de los estadistas y de las organizaciones e instituciones que, afanosamente, se entregan a la tarea de buscar las soluciones, basadas en el principio de solidaridad, para hacer posible que los sectores de población económicamente más débiles participen del progreso general de un país y de la protección de la seguridad social. Tenemos una doctrina acorde con nuestra idiosincracia y tradiciones. Formamos parte de los organismos internacionales que orientan y 8.

(7) estimulan la acción de nuestras instituciones. Conocemos las demandas de seguridad de la población de nuestros países. Es necesario dar, en consecuencia, los pasos para satisfacer los reclamos de la población del Continente en materia de seguridad social para hacer factible que los riesgos que ella debe cubrir satisfagan las más imperiosas necesidades humanas y para que nadie carezca de las garantías vitales que ella representa. Honorable Comité Permanente: Desde diciembre de 1964, y por término del mandato para el que fuí designado, concluyeron mis funciones en la seguridad social de México, que ahora han sido encomendadas a un relevante ciudadano, el Dr. Ignacio Morones Prieto, poseedor de un largo historial en el campo de las actividades sociales, que hoy dirige el Instituto Mexicano del Seguro Social y ostenta la titularidad de la representación de México en el seno de este Comité. Mis funciones al frente del mismo, prácticamente, concluyeron de acuerdo con el Reglamento del Comité al iniciar sus tareas el día de hoy. Permítanme, honorables miembros del Comité, expresarles mi imperecedero agradecimiento por el honor que me confirieron durante los últimos seis años. Permítanme, también, hacer público mi reconocimiento tanto al Lic. Rodrigo Fournier, recio dirigente y esforzado defensor de los principios de la seguridad social como al espléndido grupo que participa con él en las tareas de dirigir la seguridad social en Costa Rica, por su colaboración, cordial y amistosa, que ha hecho posible la Reunión del Comité en esta hermosa ciudad de San José y en las instalaciones del Seguro Social Costarricense. Con ustedes aprendí y con ustedes he compartido, en el seno de nuestra Organización, tanto la honrosa responsabilidad de servir a la seguridad social como el sentido del deber hacia nuestros pueblos. Combatida e incomprendida en ocasiones, la seguridad social se fue abriendo paso y seguirá despejando el camino para definir, aún mejor, sus alcances y significado y para enriquecer la eficacia social de sus prestaciones. Esta es la lección que aprendí a apreciar más en su compañía. Les agradezco a todos su confianza y su estímulo y, conmovido, reconozco lo mucho que debo, en lo personal, a la inspiración de esta Asamblea, en lo que, al fin, puede ser la conciencia social de un hombre. Con el testimonio de mi gratitud, por un honor que se hizo a mi patria en mi persona, y frente a las enormes tareas que aún tiene que realizar nuestra Organización, formulo mis más fervientes votos por el éxito constante de sus trabajos que señalan el rumbo a seguir para que los pueblos del Continente alcancen el bienestar y la seguridad social a que tienen derecho. 9.

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