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Por comer sano entendemos una alimentación

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P

or comer sano entendemos una alimenta- ción variada que incluya la presencia ade- cuada de todos los alimentos para conse- guir un óptimo estado de salud.

Cuando el deseo de una dieta saludable implica consumir solamente alimentos de tipo ecológi- co, excluyendo alimentos básicos por temor o superstición, estamos ante una preocupación patológica.

Esta obsesión patológica por consumir solamen- te comida sana se conoce como “ortorexia”. Se trata de un trastorno de la conducta alimenta- ria considerado como TCANE (Trastornos de la Conducta Alimentaria no Especifi cados).

Las personas afectas de ortorexia sólo consu- men alimentos libres de conservantes, pesti- cidas, herbicidas, componentes transgénicos, etc. Suelen suprimir la carne, la grasa y otros grupos de alimentos que no son sustituidos correctamente por otros con similares caracte- rísticas nutricionales. Muchas veces solo comen fruta o alimentos crudos. Para estas personas los productos con conservantes suelen consi- derarse peligrosos, los alimentos producidos in- dustrialmente como artifi ciales y los producidos biológicamente como los únicos saludables. La búsqueda de una comida sana se convierte en todo lo contrario, se pierde la salud y se corre el riesgo de perder la vida por desnutrición.

¿Por qué puede llegar a ser malo comer sano?

ORTOREXIA

La obsesión por la comida “sana”

Por la Dra. Agnès Peris Baldrich

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Director Editorial:

Alfonso Perote Alejandre

Consejo Editorial:

Jorge Martínez Fernández Belén Castro Rodríguez

Colaboración y Asesoramiento:

Dra. Agnès Peris Baldrich Médico Nutricionista del Instituto

Trastornos Alimentarios (ITA)

Cuaderno de Recursos:

info@cuadernoderecursos.es Tel: 91 703 04 97

Producción:

WOLTERS KLUWER ESPAÑA, S.A.

Diseño:

Víctor Tavera Depósito Legal: M-16853-2011

Avalado por:

webmasterinstituto@institutotomaspascual.es Tel.: 91 703 04 97 www.institutotomaspascual.es

¿Cuándo comenzó a detectarse la ortorexia?

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a ortorexia fue estudiada por el médico norteamericano Steve Bratman, tras experi- mentar por él mismo que seguir una dieta rigurosamente ecológica podía ser nocivo. En 1996 ya utili- zó el término ortorexia, que pro- viene del griego (ortho, justo, rec- to, y orexia, apetencia) y significa

“apetito justo o correcto”.

En el año 2000 publicó el libro Health Food Junkies donde dio a conocer el término. Según Bratman las víctimas de esta enfermedad es- peran todo tipo de benefi cios físi- cos, psíquicos y espirituales tras co- mer de esta determinada manera, y se llegan a castigar cuando trans- greden como si fuera un pecado.

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l inicio de esta obsesión suele producirse después de inten- tar superar una enfermedad, perder peso o mejorar la salud en general. Con el paso del tiempo la elección de los productos de consu- mo, su cantidad y su frecuencia se convierten progresivamente en el centro de los pensamientos de es- tas personas. No es infrecuente que ante la vulneración de algunos de los preceptos dietéticos autoimpuestos, estos pacientes se autocastiguen con dietas todavía más estrictas y hasta con el ayuno. A continuación, esta rígida adhesión a la alimentación sana se manifiesta en la evitación de citas que impliquen comidas en restarurantes u otros lugares en los que no se tiene un control total so- bre el menú, la composición de los alimentos o su procedencia. Este último aspecto es generador de un importante deterioro social que no hace sino empeorar el trastorno.

¿Cómo comienza el trastorno?

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el problema, las personas afectadas de orto- rexia evitan también el contacto con su núcleo cercano. Se justifi can alabando los benefi cios del estricto control alimentario y despreciando a aquellos que no siguen sus mismos hábitos.

de forma oficial en los manuales terapéuticos de trastornos mentales, los pocos estudios en torno a ella parecen confirmar que tras la ob- sesión por una dieta estrictamente sana existe con frecuencia un trastorno psicológico.

Para el paciente de ortorexia cada pequeña transgresión alimenticia se acompaña de sentimientos de culpabilidad y frustración cada vez más fuertes Existen algunos criterios diagnósticos esta-

blecidos por el mismo Bratman:

Dedicar más de tres horas al día a pensar en su dieta sana.

Preocuparse más por la calidad de los ali- mentos por el placer de consumirlos.

Disminución de su calidad de vida conforme aumenta la pseudocalidad de su alimentación.

Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.

Planifi cación excesiva de lo que se comerá al día siguiente.

Aislamiento social provocado por el tipo de alimentación. No pueden llegar a comer fue- ra de casa porque implicaría romper con sus convicciones.

También se consideran síntomas algunas con- ductas relacionadas con la preparación:

Verduras cortadas de determinada mane- ra, control exhaustivo de los minutos de cocción, etc.

Los utensilios utilizados: sólo de cerámi- ca, sólo de madera, etc.

Algunos rituales como el número de ve- ces que debe masticarse un alimento.

La obsesión es tal que llegan a pagar cantidades desorbitadas por un tipo de alimento o hacer lo que sea por conse- guirlo (incluso seguir el ganado desde su origen para controlar todo el proceso).

Los afectados a veces prefieren no co- mer antes que comer algo considerado inadecuado.

¿Cómo se identifi ca la ortorexia?

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as diferencias de la ortorexia con res- pecto a otros TCA radican en que mien- tras que en la anorexia y la bulimia el problema se encuentra en la “cantidad” de comida, en la ortorexia el problema gira en torno a la “calidad” de la comida.

La persona que sufre ortorexia no está preocu- pada por el peso ni tiene una percepción erró- nea de su aspecto físico, sino que está preocu- pada por mantener una dieta sana y se siente culpable cuando no la cumple.

Aunque ante una persona aparentemente con ortorexia siempre hemos de descartar que no nos encontremos ante una anorexia nerviosa. Detrás de mantener una dieta ri- gurosamente sana, que no es más que una dieta restrictiva, puede existir un miedo a engordar.

La ortorexia se parece a otros TCA en bus- car la perfección y en el sentimiento de culpabilidad que se tiene cuando por algún motivo no se puede conseguir.

¿En qué se diferencia la ortorexia de la anorexia o la bulimia?

¿Quieres saber más sobre otros Trastornos de Conducta Alimentaria?

¿Cómo reconocerlos?

¿Cómo prevenirlos?

¿Cómo actuar desde la escuela?

Consulta el suplemento nº 1 de Cuaderno de Recursos

Descárgalo aquí:

www.cuadernoderecursos.es Las personas que sufren

ortorexia acaban por centrarse casi exclusivamente en lo que comen; la comida es el centro de sus pensamientos y de su vida

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Características de personalidad asociadas a la ortorexia

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as personas afectadas por ortorexia acostumbran a tener un alto nivel de perfeccionismo y autoexigencia, tanto con ellas mismas como con los demás. Son personas con una fuerte necesidad de control sobre sus vidas. Tienen tendencia a la obsesividad que en algunos casos se manifi esta por una excesiva preocupación por el orden y por el mantenimiento de un estricto sistema moral. La hipocondría y la percepción de vulnerabilidad física explican por qué muchos de estos individuos temen ser contaminados por la industria alimentaria.

Epidemiología

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l hecho de ser una manifestación clínica muy reciente hace que no se dispongan de datos epidemiológicos en España. En Estados Unidos, la prevalencia se sitúa entre el 0,5% y el 1% según estudios. Un estudio realizado en Italia sobre 404 individuos elevó la tasa de prevalencia hasta el 6,9%.

A expensas de estudios epidemiológicos más sistemáticos se estima que la prevalencia puede aumentar en los próximos años. A diferencia del resto de Trastornos de la Conducta Alimen- taria afecta más a hombres que a mujeres.

Consecuencias de la ortorexia

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as consecuencias físicas son secundarias al estado de desnutrición que provoca seguir este tipo de dieta: anemia, hipovitaminosis o hipervitaminosis, osteoporosis, hipotensión, caren- cias de oligoelementos, bajo peso, estreñimiento, amenorrea, etc.

Las consecuencias psicológicas son secundarias, principalmente el aislamiento social y el estado de angustia permanente, pero pueden agravarse por la desnutrición: depresión, ansiedad e hipocondrias.

La peor consecuencia es la muerte por inanición.

Factores predisponentes

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eneralmente quien sufre de ortorexia suele ser una persona muy estricta, controladora y exi- gente con ella misma y con los demás, y con baja autoestima. También son más susceptibles las personas con comportamientos obsesivo-compulsivos y las predispuestas genéticamente.

Parece afectar más a personas con poder adquisitivo medio-alto ya que este tipo de comida suele ser cara, y suele ser menos frecuente en los países subdesarrollados al no existir tanta preocupación por el tipo de ingredientes de los alimentos.

Hay grupos de población más vulnerables. Las mujeres, los adolescentes y algunos tipos de depor- tistas (atletas, culturistas, etc.) están más pendientes del valor nutritivo de los alimentos y pueden resultar afectados en mayor medida.

También se ha observado que pacientes que habían sufrido anorexia nerviosa pasan a sufrir ortorexia al recuperarse.

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Tratamiento interdisciplinar

Como en otros Trastornos de Conducta Alimentaria el diagnóstico precoz es un elemento fundamental para la recuperación del paciente. Cuanto antes se diagnostica, mejor es el pronóstico de la enfermedad

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l tratamiento suele ser largo, dependien- do de la intrusividad de los síntomas y del tiempo de evolución de los mismos.

El tratamiento debe ser realizado por un equipo interdisciplinar igual que el resto de TCA. Se deben tratar las complicaciones orgánicas, recuperar el estado nutricional, normalizar la alimentación y abordar los pro- blemas psicológicos. La recuperación psico- lógica suele ser más difícil que la física ya que hay que eliminar todas las conductas que ha ido adaptando el ortoréxico y que abarca a nivel personal, social y familiar.

Como en los Trastornos de la Conducta Alimen- taria, el carácter ideológico de algunas de sus

conductas nos obligan a abordar el problema de la conciencia como primer paso para la recupe- ración. En la ortorexia un factor determinante de la recuperación supone que la persona afectada deje de adjetivar su estricta adhesión a las dietas sanas como una virtud, para pasar a considerarla como una obsesión debilitadora a la que ha de- jado de poder escapar.

A partir de ese momento, se debe animar al paciente a ir introduciendo progresivamente alimentos prohibidos para su ortodoxia alimen- taria. En este punto, suelen ocurrir momentos críticos en el proceso terapéutico:

El organismo de la persona afectada frecuen- temente se ha adaptado a la dieta restrictiva.

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se produce una pequeña ruptura de esta adaptación, lo que cursa con algunos sín- tomas físicos que pueden reforzar las an- tiguas creencias sobre los beneficios de la comida sana.

Es importante que la aparición de estos sín- tomas, mayoritariamente leves, sea antici- pada por el clínico como parte del proceso de restauración del equilibrio.

Junto con este proceso de normalización ali- mentaria, es importante que se analicen los factores asociados a la obsesión por la dieta sana. El paciente debe saber identifi car qué pa- pel ha estado jugando esta obsesión en su vida, de qué forma ha intentado resolver algunos

esta solución ensayada se ha convertido en un problema en sí mismo. Una forma de escape, una vía para adquirir la rectitud moral de la que el paciente cree carecer, o un método que proporcione cierta sensación de control sobre la vida son algunas de las realidades que subya- cen al fenómeno ortoréxico. A la identifi cación de estos factores se sucede la incorporación de estrategias de afrontamiento más efi caces que reduzcan el malestar experimentado.

Por último, es importante no descuidar la fase de prevención de recaídas. Un adecuado entrenamiento en la detección de las señales que preceden la reinstaruración del trastorno reducirá las posibilidades de que se reactive la sintomatología.

Evaluación

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dietético y nutricional, el primer objetivo del tratamiento es cubrir los requerimientos nutricionales mínimos de la persona

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s muy importante el papel preventivo desde casa y el colegio. Enseñar desde niños unos hábitos de vida saludables, ser críticos con determinada información y estudios difundi- dos por los medios de comunicación, y fomentar una buena autoestima.

Actualmente la oferta alimentaria es muy amplia y existe un bombardeo de infor- mación sobre propiedades milagrosas en relación con algunos alimentos que suele ser engañosa.

Tampoco hay que confundir la preocupación por la vida sana con la obsesión. Una persona puede tomar productos ecológicos, ser vegetariana o macrobiótica y no sufrir la enfermedad.

La escuela y la familia son decisivas a la hora de favorecer la creación de una conciencia crítica que proteja a niños y niñas de los mensajes contradictorios o interesados de los medios de comunicación

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Actividades

Adultos

Alimentación

Alimentos Alumnado

Anorexia Aprendizaje

Aula

Bulimia Cocina

Comida

Cuerpo

Deporte Deporte

Dieta

Mediterránea

Ejercicio

Escuela

España Experiencias

Prácticas

Familia Hijas Hijos

Hiperactividad

Hábitos

Hábitos

alimentarios Hábitos saludables Infantil

Instituto Tomás Pascual Sanz

Madrid Materiales

Vive sano

Niñas

Niños

Nutrición

Nutrición

y salud

Obesidad PDF

Recetas Recursos para docentes y familias

Salud

Saludable

Sobrepeso TDAH

Trastorno

de Défi cit de Atención TRASTORNOS CONDUCTA ALIMENTARIA (TCA)

Verduras

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Todos estos temas en www.cuadernoderecursos.es

1. ¿Pasa más de tres horas al día pensando en la dieta sana?

2. ¿Se preocupa más de la calidad de los alimentos que del placer de comerlos?

3. ¿Le ha ocurrido que con- forme aumenta la calidad de su comida disminuye la calidad de su vida?

5. ¿Planifi ca hoy lo que va a comer mañana?

6. ¿Le aísla socialmente su manera de comer?

7. ¿Gasta mucho dinero en productos alimenticios sanos?

4. ¿Se siente culpable cuando se salta algunas de sus convicciones dietéticas?

9. ¿Aumenta su autoestima cuando come saludable?

10. ¿Infravalora a los que no comen saludablemente?

11. ¿Evita comer alimentos con los que antes disfrutaba?

8. ¿Se ha vuelto más estricto(a) consigo mismo(a)?

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Referencias

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