“FAMILIA Y ESCUELA:
TRABAJO CONJUNTO PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA NIÑA Y EL NIÑO EN EDAD ESCOLAR”.
Presentado por: Mayra Tenorio Herrera
México siendo parte de uno de los continentes más violentos del mundo, es un país con un vasto índice de violencia y crimen organizado, con más de 24 mil personas desaparecidas registradas en 2014 (SEGOB, 2015) y más de 20,000 muertes por homicidio registradas en el mismo año (INEGI, 2014); además de desapariciones y homicidios, existe una gran cantidad de violencia, asaltos y robos en todas las ciudades. México es un gran ejemplo de corrupción y manipulación, no sólo por parte del crimen organizado, el gobierno y muchas instituciones públicas y privadas han violado derechos, abusado, humillado y denigrado a las personas; gran parte de la sociedad se encuentra en crisis, en una falta enorme de ética y valores, de conocimientos, de habilidades y actitudes que guíen a los individuos a la toma de decisiones encaminadas a la realización de acciones justas.
La edad escolar que va de los 6 a los 11 años, es una etapa decisiva para el desarrollo humano, debido a la amplia cantidad de situaciones y circunstancias a las que las niñas y niños se enfrentan; es aquí donde “adquieren experiencias esenciales para desarrollar su capacidad como seres humanos” (Unicef, 2005, p. 2), en esta etapa aprenden a relacionarse con personas externas a su familia, y comienzan a establecer relaciones con sus compañeros y maestros, quienes serán parte y estarán involucrados en su proceso de desarrollo. Es allí en donde intensifican su desarrollo intelectual y capacidades físicas, y van formando una identidad y autoestima (Unicef, 2005).
Las niñas y los niños en etapa escolar, pasan por un proceso de desarrollo y formación bastante complejo y complicado; muchos de ellos llegan a tener problemas en su formación. La formación que reciban la niña y el niño contribuirá para que en un futuro tengamos ciudadanas y ciudadanos proactivos o individuos pasivos, de allí la importancia de que tengan una formación donde se les permita desarrollarse de manera integral, lo que les llevará a tener una vida sana en donde puedan poner en práctica sus habilidades y
conocimientos, mismos que plasmarán en la sociedad y los proyectarán de forma positiva para la misma.
Considerar el desarrollo integral en la época en que vivimos es un aspecto a pensar y reflexionar, debido a que nos encontramos constantemente en cambios, cambios que se deben tomar en cuenta y contemplar en el desarrollo de las personas, pero también es importante no olvidar algunos aspectos que a lo largo de los años nos han acompañado y que son tan necesarios para no perder esa humanidad, para que a pesar de los nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos, no olvidemos esa parte humana, eso que nos hace actuar pensando en nosotros mismos y en los demás.
A fines de esta investigación, se considerará como desarrollo integral desde el trabajo de Martínez, Miguélez, M. (2009) a aquél que comprende las dimensiones cognitiva, artístico-cultural, físico-sexual, ambiental, profesional-vocacional, ético-moral.
El poder encaminar la educación al desarrollo integral podría traer grandes beneficios a la sociedad. Tener a ciudadanas y ciudadanos formados con una educación integral, permitirá un avance en valores morales y económicos, y permitirá la presencia de seres humanos capaces de realizar acciones justas a beneficio de las sociedades o sin perjuicio a éstas. Pero es importante no dejar esta educación únicamente en manos de las instituciones educativas, cosa que algunas personas creen, llegando a pensar que la educación está sólo en manos de las escuelas, que es a ellas a quienes corresponde educar, y muchas de las familias y parte de la sociedad ignoran el hecho de que es deber tanto de las escuelas, familias y de toda la comunidad, garantizar educación a las niñas y niños, así como procurar un ambiente adecuado para su desarrollo.
La familia y la escuela son los pilares más importantes para un individuo en desarrollo. La educación que cada uno de estos agentes educativos le brinda está acompañada de aprendizajes y saberes que tomará para actuar y tomar decisiones. Es importante que estos participen de forma conjunta, a manera que orienten y guíen al niño con la práctica de los valores, conocimientos y herramientas para que sean capaces de actuar de forma justa, a fin de garantizar una reducción en los problemas cotidianos, como lo son los más frecuentes en América latina: asesinatos, fraudes, violaciones, robos e infinidades de problemas sociales que atentan y perjudican el bienestar de las personas, volviendo a las sociedades
vulnerables, llenas de miedos e inseguridades, mismos que impiden que ésta crezca y desarrolle sus potencialidades. La mayoría de los problemas antes mencionados, llegan cuando el individuo crece y se desarrolla en un ambiente carente de valores morales y/o de discrepancias entre los agentes que en ellos influyen, colocando a las y los menores en situaciones confusas que afectan su desarrollo y su forma de actuar o reaccionar ante estimulantes.
La familia y la escuela son las instituciones sociales más importantes para el niño y su desarrollo, pues es en ellas donde el infante recibe por primera vez una educación, tanto en valores morales, habilidades cognitivas, emocionales y sociales; pues son los primeros lugares donde tiene contacto con otras personas que le permiten aprender a relacionarse. En la educación obtenida en casa, el niño adquiere una serie de actitudes, comportamientos y conocimientos que pone en práctica dentro y fuera de ella, pero a la hora de ingresar a la educación escolarizada, esa primera educación adquirida puede ser contradictoria o antagónica con la educación que le dan en la escuela, pues es ahí donde construye nuevos y diversos conocimientos, desarrollando un carácter y una personalidad con base en las experiencias y vivencias obtenidas con sus compañeros y maestros; en ello recae la importancia del desarrollo del niño, pues de ese desarrollo en el cual participa la escuela y la familia, se obtendrá como resultado a ciudadanos, miembros de una sociedad; por ello, es importante que la familia y la escuela trabajen conjuntamente de manera que estos puedan llegar a acuerdos en donde relacionen y fortalezcan los conocimientos y valores practicados en cada una de las instituciones, sirviendo como guías para lograr el desarrollo de un ciudadano productivo y honesto.
Es fundamental, que la familia y escuela puedan colaborar en la búsqueda y solución de los problemas que dañen o retrasen el desarrollo del niño, y que puedan participar en el fomento y la práctica de los valores en sus distintas actividades, sea en sus trabajos escolares, en el juego o en sus relaciones sociales, y hacer desde este momento, conciencia a los familiares y a las autoridades educativas de su deber en la educación de los niños, con una serie de reuniones con las familias y las autoridades educativas donde se mencione sus derechos y obligaciones, así como los beneficios que traerá consigo la participación conjunta y colaborativa de estos agentes, tomando en cuenta las opiniones de los niños, para de allí partir desde las problemáticas principales de dicha escuela.
Para resaltar la notable importancia de la participación de los padres en el desarrollo de la niña y el niño escolar, no sólo en aspectos de su vida como el juego, del aseo, los aprendizajes experienciales, etc., sino también en su vida escolar, Bronfenbrenner (1987) propone una teoría ecológica para comprender y explicar la importancia del ambiente y las interacciones con otras personas, que tienen para el desarrollo humano. La teoría ecológica del desarrollo humano es “el estudio científico de la progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, en desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que vive la persona en desarrollo, en cuanto este proceso se ve afectado por las relaciones que se establecen entre estos entornos” (Bronfenbrenner, 1987, p. 40, Definición 1) propone elementos significativos referentes al entorno de las niñas y los niños, su relación con el medio que los rodea y el impacto que este tiene sobre ellos.
Las teorías de autores como Bronfenbrenner con su teoría ecológica del desarrollo humano, que señala la importancia del ambiente en el desarrollo de las personas, la influencia que aquél tiene en su comportamiento, y el impacto y la necesidad de que los adultos más cercanos o influyentes en las y los menores, les proporcionen seguridad, cariño y atención, mencionados en su teoría a manera de sistemas el microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema. La familia y la escuela son agentes indispensables en la pirámide de las motivaciones propuesta por A. Maslow, señalando su impacto en la vida de las niñas y los niños en edad escolar, y la importancia de que éstos tengan una comunicación adecuada y puedan trabajar de manera conjunta a fin de brindarles una orientación y facilitarles un pleno desarrollo en distintas dimensiones de la vida cotidiana.
Maslow señala en su teoría, que le individuo debe satisfacer una serie de necesidades en su vida, y que al cubrir estas necesidades de fisiológicas, seguridad, amor y pertenencia, el menor podrá tener una mayor posibilidad de llegar a los dos últimos niveles, la estima y autorrealización, siendo una persona íntegra y un ciudadano justo y sano. A través de esta jerarquía de motivaciones humanas, se da la justificación a la necesidad de la participación de la familia y escuela en el desarrollo del niño, pues al ser todavía una persona dependiente y con una gran influencia de la familia y la escuela, la participación de éstas influye en gran medida en la satisfacción de sus necesidades, misma que le ayudará a formar un carácter y una actitud adecuada para la sociedad.
La participación de ambos agentes es vital para el desarrollo de las y los menores en edad escolar, entender cómo es que influye la relación de ambos agentes en el desarrollo integral de las y los menores es necesaria para la comprensión y acción de las sociedades en el proceso educativo de las niñas y niños, a fin de obtener un desarrollo en el que los individuos crezcan y convivan de manera pacífica y justa.
Referencias y bibliografía
Bronfenbrenner, U. (1987). La ecología del desarrollo humano. Cambridge, Harvard University Press. (Trad. Cast.: La ecología del desarrollo humano. Barcelona, Ediciones Paidós)
Congreso de los Estados Unidos Mexicanos (1993). Ley General de Educación. Disponible en
https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/558c2c24-0b12-4676-ad90-8ab78086b184/ley_general_educacion.pdf
INEGI. (2014). Principales causas de mortalidad por residencia habitual, grupos de edad y sexo del fallecido. Dirección General de Estadísticas Sociodemográficas. Disponible en www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/registros/vitales/mortalidad/tabulados/ConsuCltaMort alidad.asp, consultado el 17 de septiembre del 2016
Martínez, Miguélez, M. (2009). Dimensiones básicas de un Desarrollo Humano Integral. Polis, Revista de la Universidad Bolivariana. Redalyc. Vol. 8, núm. 23, pp. 119-138 Universidad de Los Lagos Santiago, Chile. Disponible en www.redalyc.org/articulo.oa?id=30511379006
Secretaría de Gobernación. (2015). Informe Anual 2014. RNPED. Disponible en www.senado.gob.mx/comisiones/derechos_humanos/docs/Informe_Anual_2014_RNPED.pdf, consultado el 17 de septiembre del 2016
Quintero, J. (s/f). Teoría de las necesidades de Maslow. Disponible en docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxkb2N1ZnVlbnRlc2R lc2FodW1hbm98Z3g6N2YzMDVhZWQxOTQyYzg4
Unicef (2005). La Edad Escolar. Unicef México. México. Disponible en www.unicef.org/mexico/spanish/mx_resources_vigia_II.pdf