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Estudio radiológico del intestino delgado

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Academic year: 2021

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En el presente artículo se describen las distintas técnicas radiológi-cas utilizadas en el estudio del intestino delgado, definiendo los requi-sitos técnicos que debe reunir el tránsito convencional para que se con-sidere una exploración eficaz (estudio individualizado de cada asa in-testinal mediante compresión y fluoroscopia), evaluando los distintos tipos de enteroclisis, especialmente la bifásica, modalidad más utiliza-da, sus ventajas y desventajas respecto al tránsito convencional, y valo-rando el papel de las modernas técnicas de formación de imagen, to-modensitometría y resonancia magnética en su utilización conjunta con las técnicas tradicionales.

En conjunto la guía práctica para el estudio del intestino delgado implica una indicación precisa del estudio radiológico, un examen me-ticuloso y detallado y una cuidadosa interpretación de las imágenes ob-tenidas.

Aunque las modernas técnicas de enteroclisis mediante tomografía axial computarizada y resonancia magnética no superan al tránsito o a la enteroclisis convencionales en la demostración del detalle mucoso intestinal, se muestran como modalidades de gran utilidad al solventar el problema de la superposición de las asas intestinales, aportando in-formación sobre las características de la pared y de la posible patología extraluminal.

Palabras clave: intestino delgado, tránsito convencional, enteroclisis, tomografía axial computarizada y resonancia magnética.

Diagnostic imaging of the small bowel

This article describes the different imaging techniques used in the study of the small bowel. We define the technical requirements that conventional small bowel follow through studies must fulfill to be con-sidered an efficacious examination (individualized study of each bowel loop by compression and fluoroscopy); we evaluate the different types of enteroclysis, giving special attention to the biphasic type, which is the most commonly employed; we discuss the advantages and disad-vantages of biphasic enteroclysis with respect to conventional small bowel follow through studies; and finally we evaluate the role of mo-dern techniques of image acquisition, tomodensitometry and magnetic resonance imaging used together with traditional techniques.

Small bowel studies require accurate indications for radiologic study, thorough and meticulous examination, and careful interpretation of the images obtained.

Although the modern techniques of magnetic resonance and compu-ted tomography enteroclysis are no better than conventional small bo-wel follow through or enteroclysis at demonstrating the details of the intestinal mucosa, they are of great use in solving the problem of the superimposition of intestinal loops and provide information about the intestinal wall and possible extraluminal pathology.

Key words: small bowel, conventional small bowel follow through, en-teroclysis, computed tomography and magnetic resonance.

INTRODUCCIÓN

El intestino delgado es el tramo más difícil de evaluar me-diante técnicas radiológicas de todo el tubo digestivo. Esto se debe, en gran parte, a su longitud, ya que no sólo representa el 75% del total del tracto gastrointestinal, sino que está provisto a su vez de pliegues (válvulas conniventes y microvellosidades) que la amplían hasta constituir el 90% de la superficie de absor-ción de todo el tubo digestivo (fig. 1).

Otro problema adicional es la superposición de las asas intes-tinales, de modo que si se desea obtener un estudio individuali-zado de las mismas es preciso recurrir, en el caso de los estudios baritados, a la realización de maniobras selectivas de compre-sión o a técnicas de doble contraste, que nos permitan ver las asas unas a través de otras.

Su evaluación se ve de igual manera dificultada por la baja prevalencia de enfermedades orgánicas en esta porción del tubo digestivo, en contraposición a lo que sucede en estómago o co-lon, así como por lo anodino de la clínica y la sutileza de los po-sibles hallazgos radiológicos.

De todas las técnicas de formación de imagen útiles en el in-testino delgado, nos centraremos en los estudios baritados y su evolución normal hacia nuevos procedimientos y, en menor me-dida, en la enteroclisis mediante tomografía axial computariza-da (TAC) y resonancia magnética (RM).

ESTUDIOS BARITADOS

Para lograr una adecuada relación coste-efectividad se requie-re una gran prequie-recisión en la requie-realización de los estudios baritados, cuyos objetivos primordiales son la demostración precoz de las pequeñas anomalías estructurales o la obtención de una eviden-cia fiable de normalidad que permita orientar la valoración clí-nica del paciente en otro sentido1,2.

Los criterios de normalidad considerados son los siguientes: — Columna de bario continua.

— Asas contiguas, sin separación entre ellas. — Asas móviles y deformables con la compresión.

Estudio radiológico del intestino delgado

Luis H. Ros Mendoza, Elena Abril y Ramón Galbe

Departamento de Radiología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

Correspondencia:

LUIS H. ROS MENDOZA. Departamento de Radiología. Hospital Universita-rio Miguel Servet. Paseo Isabel la Católica. 50009 Zaragoza. España. lhros@wa-nadoo.es

Recibido:25-VIII-05

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— Diámetro de la luz no superior a 3 cm.

— Pliegues lisos que cruzan la luz con intervalos cortos y re-gulares, siendo más espaciados y planos en el íleon.

— Peristaltismo variable.

Preparación

Es una parte importante en el desarrollo de este tipo de estu-dios, especialmente en el caso de la enteroclisis, impidiendo que la presencia de restos fecales a nivel del colon derecho justifi-que una progresión más lenta de la columna de bario en íleon y la necesidad de una mayor cantidad de medio de contraste.

Con este propósito, es fundamental seguir una dieta baja en residuos y llevar a cabo una correcta hidratación los días ante-riores a la realización de la prueba, pudiendo incluso ser precisa la administración de laxantes en la jornada previa (éstos no son imprescindibles en el caso del tránsito convencional ni si la afectación se relaciona con un cuadro diarreico, supuesto en el cual sí es importante mantenerse en ayunas el día del examen).

Material de contraste

Se utilizan suspensiones de bario moderadamente densas pero con adecuada estabilidad y viscosidad, de forma que posibiliten un revestimiento óptimo de la mucosa. Los contrastes hidroso-lubles únicamente se emplean en caso de sospecha de perfora-ción.

A veces se debe recurrir a técnicas de doble contraste, en las cuales, además del bario, se emplea la metilcelulosa. Ésta lo empuja sin mezclarse con él, lo que posibilita una distensión de las asas intestinales, limitada en el tiempo pero de duración sufi-ciente para demostrar el patrón mucoso.

El aire, muy utilizado por la escuela japonesa, es considerado en nuestro entorno un medio poco eficaz, al incitar el peristaltis-mo sin producir desplazamiento de la columna de bario.

Técnicas de realización

Las técnicas de realización se diferencian según el bario sea administrado por vía oral o mediante sonda nasogástrica, ya sea en duodeno descendente o en la unión duodeno-yeyunal.

Métodos orales de exploración

1. Serie específica de intestino delgado.Es un estudio especí-fico del intestino delgado que no está precedido por ningún exa-men del tracto digestivo superior. En su realización se emplean grandes volúmenes de bario (500 ml de suspensión peso-volu-men alrededor del 42%), obteniendo así prácticapeso-volu-mente una co-lumna continua de contraste desde la zona antropilórica hasta el íleon.

Es frecuente la utilización de un agente acelerador del tránsi-to —algunos autránsi-tores optan por la metránsi-toclopramida— por vía oral, 10 ó 15 minutos antes de la papilla, o por vía endovenosa, inmediatamente antes de la administración del contraste.

Posteriormente se obtienen controles periódicos cada 12 ó 15 minutos, en función de la velocidad de tránsito. Se concluye con el estudio seriado del íleon terminal, en el cual se han de llevar a cabo maniobras minuciosas de compresión y fluoroscopia para lograr una revisión individualizada de las asas intestinales. En condiciones normales, el examen se completa en unos 45 minu-tos (fig. 2).

Existen situaciones especiales que precisan de modificaciones en el desarrollo habitual, anteriormente descrito, de la prueba. Éste es, por ejemplo, el caso de los pacientes que presentan una gastrostomía o una gastroenterostomía donde, debido a la au-sencia de la acción reguladora pilórica, será necesaria la realiza-ción de controles más frecuentes, o de aquéllos en los que se sospecha la existencia de un divertículo de Meckel o bolsas cie-gas, en los que se requerirán placas retardadas cuando el con-traste esté ya en marco cólico.

Es importante apuntar que no basta con la administración de un par de vasos de preparado de bario y la realización de tan só-lo 2 ó 3 placas totales para definir de manera satisfactoria las áreas patológicas o las que precisan de un estudio más selectivo, pues esta metodología conlleva una alta tasa de falsos negativos. De hecho, el tránsito es una exploración un tanto denostada en la escuela americana, donde se opta sistemáticamente por la en-teroclisis, considerando únicamente el estudio convencional por vía oral como una técnica con resultados aptos, aunque algo in-feriores a los alcanzados por ésta, cuando se llevan a cabo ma-niobras selectivas de compresión y fluoroscopia con el fin de posibilitar el estudio individualizado de las asas intestinales3.

La desventaja de este método de examen por vía oral radica en que no permite la valoración de la elasticidad, de la distensi-bilidad del tramo evaluado.

2. Estudio sucesivo del tracto digestivo superior e intestino delgado. Comienza con el estudio de la porción superior del tracto gastrointestinal, tras lo cual se procede a la realización del examen del intestino delgado, incluyendo las maniobras ya referidas de compresión y fluoroscopia.

Ros Mendoza LH et al. Estudio radiológico del intestino delgado

Fig. 1.—Correlación microscópica de una válvula connivente y de las microvellosidades intestinales, mediante las cuales se aumenta de

mo-do significativo la superficie de absorción del intestino delgamo-do.

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En ambos procedimientos es posible la obtención de imáge-nes de doble contraste, mediante la administración al paciente de un agente productor de gas.

Suele aportar un rendimiento algo inferior al procedimiento descrito en el apartado anterior, ya que la valoración de la por-ción superior del tracto digestivo, en caso de realizarse con do-ble contraste, utiliza bario de una densidad superior a la consi-derada como idónea para el estudio del intestino delgado, por lo que suelen ser necesarias exploraciones adicionales.

3. Neumocolon peroral. Es una técnica muy útil para el estu-dio del íleon distal, sobre todo en los casos de enfermedad infla-matoria intestinal, en los que se obtienen resultados muy supe-riores a la enteroclisis.

Cuando el bario es administrado por vía oral y está en la mi-tad del colon ascendente se introduce aire en el recto a través de una sonda. A continuación se procede a la realización de manio-bras gravitacionales para lograr su desplazamiento al colon de-recho, donde se obtienen imágenes sin y con compresión de la zona ileocecal (algunos autores preconizan la utilización de un agente productor de hipomotilidad, como el glucagón).

Métodos de examen mediante intubación

La enteroclisis consiste en la introducción directa de contras-te en el incontras-testino. Esto da lugar, dependiendo del ritmo de infu-sión, a una situación de hipotonía tal que, sin llegar a abolir la actividad peristáltica, conlleva un cierto grado de distensión de las asas intestinales. De esta manera se consigue, en la fase

de doble contraste, la valoración del patrón mucoso con gran detalle y la definición precisa de la elasticidad de las asas intes-tinales4,5.

Es una exploración funcional, dinámica, que requiere un cier-to grado de entrenamiencier-to por parte del personal implicado, en cuyo caso tiene una menor duración que el tránsito convencio-nal.

El tipo de catéter más utilizado en la actualidad es la sonda de enteroclisis de Maglinte o, de forma global, aquéllas derivadas de la sonda original de Bilbao-Dotter.

El catéter debe cumplir una serie de requisitos:

— Longitud suficiente para que el paciente pueda moverse y girar sin ningún problema.

— Grosor mínimo posible, de modo que las maniobras de in-tubación sean menos agresivas (aproximadamente 13 F).

— Mecanismo antirreflujo, que impida el paso retrógrado del contraste hacia el estómago en aquellas situaciones en que el débito utilizado sea superior al adecuado.

Se emplea un agente acelerador del tránsito intestinal. Algunos autores realizan la exploración bajo el concepto de sedación consciente, que consiste en administrar al paciente una cierta cantidad de diacepam con el propósito de evitarle en lo posible cualquier tipo de molestia. Existen además una serie de maniobras de intubación específicas que consiguen minimi-zar las molestias del paciente explorado, si bien éstas precisan de un cierto grado de preparación por parte del personal sani-tario.

Fig. 2.—Imagen correspondiente a un tránsito intestinal convencional. La superposición de las asas y las escasas posibilidades de valorar su capa-cidad de distensión (A) constituyen desventajas importantes frente a la enteroclisis, por lo que se requiere un estudio individualizado de cada asa mediante compresión y fluoroscopia. En la compresión del íleon terminal (B) se definen pequeñas espiculaciones del borde cóncavo mesentérico,

compatibles con enfermedad inflamatoria intestinal (flecha).

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El método idóneo de infusión lo constituye la bomba de in-yección eléctrica, que permite definir con exactitud el ritmo de infusión y débito deseados y mantenerlos de manera constante durante toda la exploración, evitando asimismo la irradiación.

Otras posibles vías de administración son mediante acción de la gravedad y la bomba de inyección manual.

1. Método. Antes de la realización de la prueba es fundamen-tal llevar a cabo una adecuada limpieza del colon derecho. Entre las diversas posibilidades en cuanto al material a utilizar, suele optarse por el set de Maglinte.

La sonda se va introduciendo, preferiblemente a través de un ori-ficio nasal, primero con el paciente de pie y luego en decúbito supi-no, hasta alcanzar el yeyuno proximal, facilitando la maniobra me-diante la compresión manual de la curvatura mayor. A continua-ción se comienza la administracontinua-ción de bario y, una vez que éste se sitúa al nivel deseado, se procede a la obtención de las imágenes.

Existen distintas formas de llevar a cabo el examen del intes-tino delgado mediante enteroclisis:

a) Enteroclisis de contraste simple o enema de intestino

del-gado. Aunque fue la modalidad inicialmente utilizada, en la ac-tualidad ha quedado en desuso frente a la técnica bifásica.

b) Enteroclisis de doble contraste con metilcelulosa o aire

(escuela japonesa). En este caso, tras introducir el bario por la sonda y alcanzado el yeyuno proximal, se incorpora la metilce-lulosa. Con el bario ya en el colon, se procede a la extracción de la sonda y se obtienen placas con compresión, de modo que la metilcelulosa empuja la columna de bario, tapizando suavemen-te las paredes de las asas insuavemen-testinales.

c) Enteroclisis bifásica. Engloba una primera fase de contras-te simple y una segunda de doble contrascontras-te. Si el diagnóstico queda claro con la primera fase no se lleva a cabo la segunda.

La enteroclisis bifásica implica la utilización de una cantidad de bario algo menor que la de doble contraste con metilcelulosa y de suspensiones en general menos densas (500 ml de bario de una suspensión peso-volumen al 50%, seguido de hasta un má-ximo de 2 litros de metilcelulosa al 0,5%).

En la fase de contraste simple, cuando el bario progresa, se realizan las maniobras de compresión y fluoroscopia, y en la de doble contraste, una vez lograda la distensión, es cuando obte-nemos las placas totales en decúbito prono, decúbito supino y ambas oblicuas.

A veces, para desproyectar las asas ileales en el fondo de la pelvis se presiona con un balón en esa zona y se coloca la mesa en una posición de Trendelenburg.

2. Semiología en el curso de la enteroclisis. Es muy detallada, por lo que se puede definir el número de pliegues mucosos por unidad de longitud, espesor y altura y la distribución de los mis-mos, las características de los contornos de la luz intestinal y su diámetro y la anchura de la pared; de esta manera, permite ave-riguar las alteraciones de la superficie mucosa y la morfología de los pliegues (fig. 3).

Por lo tanto, los criterios de normalidad establecidos en el transcurso de la enteroclisis son mucho más precisos que los ob-tenidos en el desarrollo del tránsito por vía oral.

3. Desventajas de la enteroclisis.

— Requiere intubación nasogástrica, siendo una exploración invasiva.

— Aunque puede realizarse sin ningún tipo de sedación, es habitual el concepto de la sedación consciente, cuya realización implica que el paciente ambulante no esté en condiciones de marcharse a casa de inmediato o, al menos, deba ir acompañado por otra persona que sea capaz de conducir.

— Precisa la participación constante del radiólogo.

— No detecta manifestaciones extraintestinales de la patolo-gía estudiada, inconveniente también presente en el tránsito por vía oral.

Por ello, si se carece de práctica, puede recurrirse al estudio convencional meticuloso con compresión y fluoroscopia.

Indicaciones del estudio radiológico del intestino delgado

Son cada vez más limitadas y restringidas, debido a que las técnicas hoy disponibles para el estudio de este tramo del tubo digestivo por el especialista han evolucionado mucho.

Por ejemplo, la colonoscopia no se termina ya en la válvula ileocecal, pues, en la mayoría de los casos y en manos de un en-doscopista experto, puede evaluar íleon terminal (ileoscopia), lo cual resulta de gran interés en el diagnóstico de la enfermedad de Crohn.

De igual manera, la cápsula enteroscópica ha solventado una gran parte de las indicaciones del tránsito baritado. Así, se ob-tienen en la actualidad buenos resultados en el estudio de la ma-labsorción, los tumores y, sobre todo, las hemorragias de etiolo-gía incierta, que suelen depender de malformaciones arteriove-nosas no visualizables en el estudio convencional. Sin embargo, tiene sus limitaciones, pues no sólo no permite localizar de for-ma precisa la patología ni dirigir la tofor-ma de la biopsia, sino que además resulta cara y está condicionada por la existencia de es-tenosis que impidan su progresión.

Es importante tener en consideración que el examen radioló-gico, preferiblemente, se ha de llevar a cabo en período sinto-mático, debido a la naturaleza intermitente de la patología del intestino delgado.

Las indicaciones deben estar recomendadas por la sospecha clínica y no por completar el protocolo, siendo el rendimiento mucho mayor en estas circunstancias. Además de una indica-ción adecuada, es fundamental una exploraindica-ción detallada y me-ticulosa y una cuidadosa revisión de las imágenes obtenidas.

EVOLUCIÓN NORMAL DEL ESTUDIO BARITADO HACIA LAS TÉCNICAS MÁS MODERNAS DE FORMACIÓN DE IMAGEN

TAC-enteroclisis

Consiste en la extensión de la enteroclisis convencional a los métodos tomodensitométricos de estudio del intestino. Esta téc-nica aporta las ventajas del estudio intraluminal y de la disten-sión, lo que permite detectar tanto las complicaciones murales como las extraintestinales (fig. 4).

No suele tratarse de un examen radiológico de primera inten-ción, ya que, en la mayoría de las ocasiones, está precedido por un tránsito convencional o una TAC con medio de contraste por vía oral.

Ros Mendoza LH et al. Estudio radiológico del intestino delgado

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La técnica es muy similar a la enteroclisis convencional, pues el catéter y las maniobras de intubación, la preparación del paciente, la premedicación y el concepto de sedación del paciente son los mismos, si bien el contraste enteral utilizado es diferente6,7.

En algunos casos se usa contraste endovenoso yodado, lo que requiere la obtención de un consentimiento informado.

Los contrastes endoluminares pueden ser de dos tipos: — Contraste neutro (metilcelulosa): suele administrarse aso-ciado a un contraste yodado endovenoso. Permite estimar el ori-gen de una hemorragia incierta o valorar la actividad inflamato-ria en el transcurso de una enfermedad de Crohn.

— Contraste positivo: se utilizan soluciones de bario muy di-luidas (al 1%) o contraste hidrosoluble (soluciones también diluidas al 4-15%). No suele ser necesaria la administración de contraste yodado endovenoso, ya que lo que se pretende es eva-luar la causa de una obstrucción o definir un trayecto fistuloso.

Enteroclisis mediante RM

Es una técnica que surge con un gran potencial en el estudio del intestino delgado, al no implicar el uso de radiaciones ioni-zantes. En un futuro no muy lejano podría constituirse como una técnica de considerable utilidad en la valoración de este segmento del tubo digestivo (fig. 5)8,9.

Fig. 3.—Enteroclisis bifásica, fase de doble contraste tras la administración de metilcelulosa (A), que muestra nítidamente el detalle mucoso, permi-tiendo definir la elasticidad de las asas intestinales. La semiología obtenida mediante esta técnica es superior a la proporcionada por el tránsito

con-vencional (B).

A B

Fig. 4.—TAC-enteroclisis utilizando medio de contraste neutro. Con las modernas técnicas de imagen axial transversa se obvia el problema de la superposición de las asas intestinales, presente en las exploracio-nes radiológicas convencionales. Aunque el detalle mucoso proporcio-nado por la TAC-enteroclisis es menor que el de la enteroclisis conven-cional, aporta información sobre las características de la pared intesti-nal y sobre la posible patología extralumiintesti-nal, permitiendo también

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Al igual que en el caso de la TAC, se puede optar por la utili-zación de contraste endovenoso.

RESUMEN COMPARATIVO DE LA ENTEROCLISIS CONVENCIONAL, LA TAC-ENTEROCLISIS Y LA ENTEROCLISIS MEDIANTE RM

— La ausencia de irradiación es una ventaja de la RM frente a la alta dosis administrada en los estudios convencionales o mediante TAC.

— La imposibilidad de evaluar más allá de la pared intestinal y la superposición de asas son inconvenientes de la enteroclisis convencional.

— El carácter funcional está presente tanto en la enteroclisis convencional como en la obtenida mediante RM.

— La administración del medio de contraste requiere obligato-riamente un catéter en la técnica tradicional, mientras que con TAC o RM puede darse también por vía oral, logrando una explo-ración más o menos idónea si se emplea una cantidad adecuada.

— El medio de contraste óptimo en los estudios convenciona-les es el bario y la metilcelulosa; en la TAC y la RM actualmen-te exisactualmen-ten diversas posibilidades, si bien éstas se restringirán en un futuro próximo. Así, el agua podría llegar a representar un importante papel, pues es un medio de contraste económico y sin ningún tipo de intolerancia; en el caso de la RM sería posi-ble optar por agua y metilcelulosa, agua y un agente hiperosmo-lar (manitol o sorbitol) —para evitar la rápida absorción— o contrastes tipo polietilenglicol.

Ros Mendoza LH et al. Estudio radiológico del intestino delgado

Fig. 5.—Enteroclisis mediante RM. Enfermedad inflamatoria intestinal. Plano coronal, utilizando medio de contraste bifásico (A, B), en el que se pone de manifiesto la afectación del íleon terminal. La resonancia se muestra como una técnica muy prometedora en el estudio del intestino

delga-do, con vistas a minimizar la exposición de estos pacientes a las radiaciones ionizantes.

A B

TABLA 1

CUADRO RESUMEN DE LAS VENTAJAS/DESVENTAJAS DE LAS DISTINTAS TÉCNICAS RADIOLÓGICAS UTILIZADAS EN

EL ESTUDIO DEL INTESTINO DELGADO (ENTEROCLISIS CONVENCIONAL, TAC-ENTEROCLISIS, RM-ENTEROCLISIS)

Convencional TAC RM

Dosis de radiación Alta Alta No

Superposición Problema No No

Más allá de la pared Problema Sí Sí

Estudio funcional Sí No (Sí)

Contraste Catéter Catéter? Catéter?

Contraste óptimo Bario, metilcelulosa ? ?

TAC: tomografía axial computarizada; RM: resonancia magnética. TAC: tomografía axial computarizada; RM: resonancia magnética.

TABLA 2

CUADRO COMPARATIVO DE LAS VENTAJAS/DESVENTAJAS DE LA ENTEROCLISIS MEDIANTE TAC Y RM.

TAC RM

Precisión diagnóstica No diferencias

Aspecto dinámico – ++

Radiación Alta No

Exigencias técnicas ++ +++

Contraste: agua y metilcelulosa Aspectos comunes

Repleción dinámica a través de la sonda Aspectos comunes

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— No existen diferencias apreciables en cuanto a precisión diagnóstica entre los resultados obtenidos mediante TAC y RM; sin embargo, se requieren mayores exigencias técnicas en el ca-so de la segunda.

— No obstante y a día de hoy, el examen baritado sigue siendo, en algunas circunstancias y siempre y cuando se realice con una técnica correcta, un método primario en la evaluación del intesti-no delgado, pues otras modalidades de imagen más modernas (TAC o RM) no mejoran su rendimiento en la demostración del detalle mucoso. El concepto de exploración útil desde el punto de vista del coste-efectividad implica demostrar de manera precoz anomalías sutiles o establecer una evidencia de normalidad que permita la orientación clínica adecuada del paciente (tablas 1 y 2).

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Declaración de conflicto de intereses.

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