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El Libro de La Claridad

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EL LIBRO DÉ LA CLARIDAD 1

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EDICIONES OBELISCO

Si este libro le ha interesado y desea que le m antengam os inform ados de nuestras publicaciones, escríbanos indicándonos qué tem as son de su interés (Astrología, Ciencias Ocultas, Artes Marciales, Naturis m o, Espiritualidad, Tradición, Trabaj o Social) y gustosam ente le com placerem os.

La Aventura Interior El libro de la Claridad Sefer ha-Bahir 1.a edición: j ulio de 1985 2.a edición: octubre de 1992 Traducción: Mario Satz

© by Mario Satz, 1985 (Prólogo, traducción y notas)

© by Ediciones Obelisco S.A., 1992 (Reservados todos los derechos

para la presente edición) Edita: Ediciones Obelisco, S.A. Consell de Cent, 591, 4.° - 00813 Barcelona

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Printed in Spain

Im preso en España en los talleres de Rom any á/Vatls S.A. de Capella-des (Barcelona) PREFACIO A LA 2.” EDICIÓN

Los pequeños grandes libros de la Hum anidad, entre los que se cuenta El Libro de la Claridad (Báhir), tienen un destino poderoso. Nada los detiene, y los com entarios que a su alrededor tej en los siglos, no hacen sino incre m entar su m isterio. Así ocurre con el Tao Te King de los chinos el Bhagavad Gita entre los hindúes, o el m is m ísim o Yetzirá entre los kabalistas. Lo pequeño no es solam ente herm oso, sino potente com o la energía del átom o o las cifras genéticas en nuestros crom osom as. La m odernidad de la Kábala, la coincidencia entre m u chas de sus ideas e instituciones y los teorem as de la física actual o de la psicología de las profundidades nos asom bran y adm iran. Precursor en ello, el Bahir, cuy a segunda edición castellana presentam os al lector, da tes tim onio fehaciente de esa sugestiva alianza entre lo m ás rem oto, lo m ás antiguo y lo que actualm ente sucede ante el m ovim iento silencioso de nuestros párpados.

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PROLOGO

Para los kabalistas de la España m edieval, este m idrash o apólogo que el lector tiene en sus m anos solía adoptar dos títulos diferentes. Se lo llam aba Midrash de Rabí Nehunia ben Hakaná siguiendo su frase inicial, o bien Séfer ha-Bahir, Libro de la Claridad, recordando el pasa j e de Job 37:21: « Vieron una clara luz» . Para Gottfarstein, cuy a versión francesa hem os cotej ado, el segundo nom bre parece ser m ás antiguo que el prim ero. Sin em bargo, Ñaj m ánides de Girona (siglo Xlll) lo denom ina por el nom bre de Rabí Nehunia. Eso prueba no sólo la variable oralidad de la transm isión sino tam bién lo intras-cedente del título frente a lo m edular de la exégesis, puesto que en definitiva un m idrash es eso: análisis ver bal, sim bólico, em ocional, espiritual de cualquier pasaj e de las Escrituras. Considerando que éstas poseen un m is terioso orden circular, al estudiar el Bahir nos dam os cuenta hasta qué punto cada versículo es eco de todos los restantes.* Basta el tendido de una sola línea para que fluy a por ella la alta tensión del lenguaj e bíblico. Estas conversaciones, diálogos entre discípulos y m aes tros, llegan hasta nosotros com o la taquigrafía de un tem ario m ás extenso. De ahí que lo que percibim os com o silencio, incongruencia o inclusive absurdo, nos haga pensar en gestos, sonrisas tácitas o j uicios m udos em itidos en Bagdad, Alej andría o Provenza; en pequeñas casas

* El pensam iento kabalístico se ve, en la actualidad, confirm ado por el hologram a o im agen m ultidim ensional.

de estudio, a altas horas de la noche. Los principales interlocutores cuy as voces resuenan de fragm ento en frag m ento, se llam an Rabí Am ora o Am orai y Rabí Rehum ai. Tam bién aparecen m encionados otros personaj es fam osos dentro del m undo talm údico com o Rabí Berej ía o Rabí Yoj anán. La utilización de nom bres apócrifos, la atribución de afiladas sentencias a viej os m aestros es un recurso tradicional no sólo en el ám bito hebreo: a Plinio o Lucrecio los siglos les fueron agregando libros con los que j am ás soñaron. El Libro de la Claridad, que con poética ingenuidad reflexiona sobre las form as de las letras, es, a su vez, tributario de la prim era gram ática esotérica de la Kábala: el Séfer Yetzirá o Libro de la Form ación, al que alude aquí y allá, dando con ello prueba de hom ogeneidad y coherencia tradicionales. Con frecuencia, los prefacios a los textos kabalísticos suelen estar encabezados por la palabra hakdam á, que significa « prólogo» , « lo que va delante de algo» . Eso, en cuanto el sentido literal, y a que la singular raíz kdm , de donde proceden tanto kedem , el « Oriente» , com o kadom , « adelantarse» , revela en un segundo nivel, la figura secre ta del Adám Kadm ón, el hom bre arquetípico equivalente a lo que el sufí conoce por al-Insám al-Kám ü u Hom bre Universal, el Hom bre-Luz. Esa criatura tiene en el Orien te su topografía espiritual, su centro de irradiación, preci sam ente porque —para nosotros— es allí donde nace el sol. Com oquiera que los m ás im portantes docum entos de la Kábala europea —el Bahir y el Zohar— son de naturaleza radiante, fosforescente casi, lo que hay que extraer de ellos es la m em oria ancestral de la ilum inación, la intrincada relación entre el verbo y el ray o creador. Probablem ente sea éste el único cam ino que perm ite des cifrar una página tan herm ética y sublim e com o la que inicia el Evangelio según San Juan, y la única senda que, adelantándose en el espacio y el tiem po gracias a la

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proy ección del estudiante sobre su cam po de acción, lo m antiene suj eto a lo que lo precede, a lo « previo» , kedam .

Arco tendido entre lo rem oto y lo futuro, el discípulo, m ediante el estudio, puede evocar en él lo que Paracelso denom inó lum en naturae, la « luz de la naturaleza» , con el fin de descifrar su propia vida al escrutar los viej os fragm entos que m anos apergam inadas y sensibles han transm itido de generación en generación. Nadie llega a la Kábala por casualidad: su circunstancia, la sincronía de sus noches y días con días y noches de otras épocas, deben de haberlo arroj ado antes contra el resplandor del m undo, que se alza entre el abism o y el éxtasis. Sólo allí, callado, desnudo, com ienza el proceso de redescubrim iento, la lectura estelar de la carta natal, el cálido presentim iento de una fam iliaridad allende los m ares y las fronteras. Es entonces cuando descubre la invisible com pañía de quienes, com o los inm ortales taoístas, habitan la flotante, inspiradora isla del sentido. Las piedras hablan, los seres se transform an, las secuencias se alteran. La sinestesia textual se transform a en sinestesia sensible. Las letras y los núm eros adquieren el irisado color de los diam antes silábicos: las facetas se y uxtaponen pero la transparencia se expone.

En m ás de un pasaj e el Bahir se explay a sobre el sentido oculto de las m itzvots o preceptos rituales. En otras de sus páginas, lo form al cede ante lo especulativo. Los sucesivos interrogantes parecen, por su m ism a insistencia, violar la estabilidad de las oraciones, pero es sabido que los hebreos responden a una pregunta con otra pregunta y que parte de ese m étodo didáctico, oblicuo, es em plea do tam bién por los m aestros Zen para ay udar, m ediante enigm áticos koanes, al esclarecim iento de sus discípulos. Por ej em plo, el budista « ¿cuál es el sonido de una m ano aplaudiendo?» equivaldría al pasaj e LXU del Bahir

en el que el « cam po» externo no es sino un reflej o del « corazón» . Así com o una m ano depende de la otra, así la m irada hacia afuera nace de lo que los sufíes denom i nan ay n-el-kalb, « el oj o del corazón» . Las cosas no son lo que aparentan, ni la lengua es la única fuente del lenguaj e. Ya lo dij o Jesús en Mateo 15:17: « Mas lo que sale de la boca del corazón sale» . Por lo m ism o, los versículos no expresan sólo lo que escriben: tienen su raíz oculta en la tradición oral o Tora she ve-alpé. Es preciso saber leer las consonantes con habilidad vocálica, habitar esos dim inutos palacios de m uescas y trazos con la actitud de un am able huésped, porque el hebreo con el que está escrito el Antiguo Testa m ento es, am én de alfabético, j eroglífico, ideográfico. Sus sintagm as no están verdaderam ente ligados o relacio nados entre sí m ás que cuando la interpretación y el estudio los ponen en m ovim iento. Las parábolas única m ente se constelan cuando la m irada atenta del discípulo capta su polisém ico m ensaj e.

Las diez sefirots o núm eros virtuales m encionados por vez prim era en el Séfer Yetzirá aparecen en el Bahir con el nom bre de las « diez palabras enunciadas por el relato del Génesis» . Según G. Scholem , habría una correspon dencia entre este denario y las em anaciones de los gnósti cos. Para Josef Gottfarstein al m argen de sus continuida des apenas si alteradas de un texto a otro texto, el estilo literario m ism o del Bahir dej a m ucho que desear, es desprolij o, torpe y por m om entos reiterativo. Creem os necesario insistir en que la m ay or parte de la literatura

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kabalística nace de las apuradas notas que los estudiantes tom an de las exposiciones de sus m aestros sin ánim o de editarlas, al m enos en un principio. Si lo esencial es invisible ¿cóm o esperar que lo que pueda revelarse m e diante el proceso verbal lo consigne, siquiera fonética m ente? Scholem , en su trabaj o sobre el Bahir,** estable-8

ce de m odo inequívoco el contexto de las ram ificaciones hagádicas que lo sostienen. Así vem os cóm o el cuento, el sím il o m ashal surge cuando los discípulos no entienden directam ente lo que se enuncia en tal o cual pasaj e. La Hagadá, anecdótica y hum ana, polo opuesto y com plem entario de la Halaj á, constituy e el aspecto m ás folklórico y narrativo del j udaísm o rabínico. Si la Ley strictu sensu especifica un cóm o, la Hagadá que narra su experiencia cita a quien la vivió o puede aún vivirla. Una sim ple oj eada a los exhaustivos pies de página de Scholem basta para darnos una idea de la naturaleza em ergente del Bahir: antes y después de su aparición, en la Provenza de la prim era parte del siglo XII —¡el siglo que ve el nacim iento del rom án, la fábula cortés y la noble caballe ría!—, decenas de estudiantes, de sabios inclusive, m edita ban en los m eandros de las estrechas ciudades m edievales decantando, voz a voz, un conocim iento que procedía de Egipto, Israel o Babilonia, y que iría a desem bocar de m odo torrencial en esa sum m a ¡cabalística que es el Zohar, hecho público un siglo después que el Bahir, aproxim adam ente hacia la segunda m itad del siglo XIII, en León.

La característica m ás relevante del Libro de la Claridad es su frecuente descontextualización de los pasaj es bíbli cos, rasgo de uso habitual en la Kábala pues la reversibi lidad del sentido es paralela a la reversibilidad m ism a de la Escritura. Job explica o corrobora los infortunios de Jesús, que no aún no ha nacido. Com o aclaró con inigual precisión Robert Graves secundado en ello por Rafael Patai:*** « Adán ve a todas las futuras generaciones de la hum anidad colgando de su cuerpo gigantesco; Isaac estudia la Ley Mosaica (revelada diez generaciones des-** G. Scholem : Los orígenes de la Kabbala, París, 1966. des-*** Graves y Patai: Los Mitos Hebreos, Buenos Aires, 1969.

pues) en la academ ia de Sem , quien vivió diez generacio nes antes que él. En realidad, en el protagonista del m ito hebreo no sólo influy en profundam ente los hechos, pala bras y pensam ientos de sus antepasados, y se da cuenta de su profundo efecto en el destino de sus descendientes, sino que influy en en él tanto el com portam iento de sus herederos com o el de sus ancestros» . ¿Burla de la diferen ciación inherente al tiem po histórico? ¿Negación de la cronología? ¿Manierism o literario? Para el Bahir, el he cho cosm ológico está en todas partes, en el trueno, en la voz del hom bre, en la sabiduría de Salom ón, en el nido de un páj aro. Ese enorm e, descom unal Adán Kadm ón de la Kábala es, por otra parte, lo que el estudiante pretende encontrar en el centro del sim bólico Pardés o Paraíso con sus cuatro niveles de interpretación. Más que la búsqueda de una paternidad protectora se trata del deseo de recuperar una gracia, una gracia que llam aríam os « adám ica» . Nom brarlo todo otra vez, ver el m undo en el m om ento en que abre por vez prim era sus flores o sim plem ente leer com o hay que leer. Lo que este singular libro nos enseña —adem ás de un m undo apasionado por el signifi cado de las palabras y las cosas— es que toda tradición religiosa que se quiera viva tiene por fuerza que ser

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dialógica. Revisada siglo tras siglo, la Kábala, que nace com o contrafigura de lo escrito, tendrá en el titubeo oral, en la frase suelta y aún torcida su clave de bóveda. Para Gottfarstein, la solución o soluciones a los m últiples enig m as que plantea el Bahir es ardua de hallar precisam ente porque en él « las ideas j uegan un papel m enor que el estado de alm a de sus autores» . ¿Significa eso que los personaj es del Bahir pueden leer lo que se les antoj e, que el fin últim o del « trabaj o del cam po» sólo consiste en com er los frutos que éste, caprichosam ente, produzca? Cuando Rabí Sim eón Bar Yoj ai diga en el Zohar que

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« las veintidós letras del alfabeto están im presas en cada alm a» , los kabalistas españoles habrán percibido y a que es inútil separar al pensador del pensam iento, su propio trabaj o del realizado por el grupo del Bahir, constatando de ese m odo que las ideas sólo sirven si el espíritu, a su contacto, se enciende. ¿Qué otro obj eto, tendrían, si no, los títulos lum inosos de los libros que los discípulos m a nipulan? La libertad estriba en buscar su sentido. El punto de partida del Bahir es la ubicuidad de los textos, su chisporroteo, su haz o espectro de sentidos. Tanto el m aestro com o sus oy entes saben que lo que estipula el Séfer Yetzirá en su capítulo segundo es cierto: « Los núm eros corresponden a los diez infinitos: cuando se los percibe se parecen al relám pago y en definitiva se dirigen al infinito» . Este « relám pago» o barak, que en Ezequiel 1:13 rodea el trono del Creador y en el Apoca lipsis 4:5 circula por las « siete lám paras de fuego» , es ni m ás ni m enos que el arco voltaico que conecta lo superior con lo inferior, la corona con el cetro del reino. Evocar lo, m edir sus fuerzas, dom inar su energía es posible siem pre y cuando el m ensaj e pueda encarnarse. Com prender no significa acabar una tarea sino estar dis puesto a com enzarla. Actualizar un texto no es sobrepa sarlo sino sopesarlo. Quizás a causa de ello, de ese espí ritu de delicadeza y adm irable respeto que anim a a los kabalistas, Scholem los ve tan « revolucionarios com o conservadores» . Los Baalei ha-Sod o « Maestros del Mis terio» , quienes escribieron o tal vez sim plem ente editaron el Libro de la Claridad (nunca lo sabrem os), crey entes en la m etem psicosis, no siem pre develaron los secretos descubiertos por tem or a la represión que desde la orto doxia vigilaba sus m ovim ientos. Al igual que los cristia nos gnósticos de los siglos IV y V, los kabalistas tienden a alegorizar dem asiado, a sim bolizar en exceso, detalle que las iglesias establecidas, fundadas sobre ritos obj eti-11

vos y lineales, contem plan con aprehensión. Por otra parte, la m etem psicosis o reencarnación, la guilgul nesha-m ot o com unicación con los m aestros de otras épocas y lugares que aparecen para ay udarnos en nuestra labor, es, sino inconstatable, dem asiado aleatoria y azarosa co m o para que el aspecto conservador de la religión la considere seriam ente.

Desde el com ienzo m ism o del libro, el autor o los autores del Bahir insinúan que a m ay or claridad m ás obnubila-m iento, com o si fuera preciso que la « noche oscura» o el punto negro de la pupila diera origen a la percepción de la luz. Esta idea es paralela a la de revelación en zig-zag que produce el relám pago citado en el Yetzirá. En efecto, cuanto m ás alta es la com prensión, m ás breve y huidiza, a la vez que instantánea, nos parece. Conscientes de que la esencia m ism a de las Escrituras es im ponderable, la tendencia gnóstica de los redactores del Libro de la

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Clari dad les hace exagerar quizás el polifónico sentido de los versículos, haciéndoles ver alusiones antropom órficas allí donde únicam ente prosperan las m etáforas. Pero y a se sabe que todo m ístico es un exagerado. Por lo m ism o, y tem erosos de la apostasía, m uchos rabinos contem porá neos al libro lo criticaron abiertam ente y advirtieron sus peligros. Rabí Meir ben Sim ón de Narbonne, ilustre tal m udista, que viviera alrededor de 1240, lo consideró he rético. Casi un siglo m ás tarde, en 1331, el kabalista Rabí Meir ben Salom ón Abu Sehoula, discípulo de Salo m ón ben Adret, escribió un com entario al Bahir, preám bulo que m ás tarde dio en llam arse Or ha-Ganuz, « Luz Oculta» . En la segunda década de nuestro siglo Gershom Scholem traduj o el Bahir al alem án. La prim era edición del texto en form a de libro apareció en Am sterdam en 1651, cuando Spinoza tenía poco m ás de veinte años. La últim a edición, que lleva un abultado aparato crítico, apareció en Jerusalén, en 1951. La presente versión esta-12

ba basada en la edición hebrea de la Otzar Bakal de Jerusalén, 1975, y en la versión bilingüe, francés-hebreo, que para Ediciones Verdier hiciera con adm irable m aes tría Josep Gottfarstein. Por últim o, he querido am pliar los com entarios con paralelos hallados en otras culturas y tradiciones con el propósito de m ostrar al lector el m ensaj e universal que entraña la Kábala. Las citas bíbli cas pertenecen a la versión castellana, de Casiodoro de Reina y Cipriano Valera, a excepción de aquellos pasaj es en los que he creído conveniente aj ustarm e m ás al origi nal hebreo. Los errores e inexactitudes son im perdona bles, lo sé, pero el estudio, los años y tal vez un poco de sabiduría m e perm itan alguna vez erradicarlos.

M.S. Barcelona, 1984 13

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I

Rabí Nahounia ben Hakana dij o: « Un versículo de Job 37:21 establece: “Pero ahora y a no se puede m irar la luz esplendente l de los cielos”, la que brilla en los shej akim ;2 y otro versículo, esta vez de los Salm os 18:12 dice: “Puso tinieblas por escondite”; y aún otro pasaj e m ás com enta, en Salm os 97-2: “Nubes y oscuridad alre dedor de El”. Lo cual parece una contradicción, hasta que un cuarto pasaj e lo aclara todo: “Pero las tinieblas no lo son delante de Ti, y la noche resplandece com o el día. Lo m ism o te son las tinieblas que la luz”. Salm o 139:12.

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II

Rabí Braj íah dij o: « ¿Qué significa el versículo del Géne sis 1:2: “Y la tierra estaba tohu-va-bohu?” ¿Qué quiere decir “estaba”? Pues que lo estaba en tanto que el tohu, el vacío prim ordial, la fundaba. ¿Y qué significa tohu? Algo que m aravilla y sorprende a los hom bres. ¿Y por qué bohu? Era tohu y se transform ó en bohu. ¿Y qué significa bohu? Algo real, y a que esa palabra 1 El pasaj e m encionado, que da título al Séfer Bahir, que aquí se

inicia, parte de la frase original or bahir,

2 Shej akim significa a la vez que « cielos» , « nubes» . Según la interpretación kabalística se trataría del tercer cielo.

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III

¿Por qué la Tora com ienza por la letra beth? Porque alude a la palabra braj a (bendición), que tam bién com ienza por esa letra. ¿Y cóm o sabem os nosotros que la Tora es llam ada « bendición» ? Por el pasaj e del Deuteronom io 33:23: « Lleno de la bendición dela

m ar y el sur sean su heredad.» 4 La m ar es la Tora, puesto que en Job 11:9 está escrito: « Es m ás vasta que la m ar» . ¿Y qué significa « lleno de la bendición de Significa que en todas partes en donde aparezca la beth se alude a un lenguaj e de bendición. No hay com ienzo que no im plique sabiduría,5 com o especifica el Salm o 111:10: « El com ienzo de la sabiduría es el

3 En efecto, el j uego kabalístico entre boy hudej a entrever que en el vacío prim ordial y a m ediaba el espíritu, hei Los profe tas Jerem ías e Isaías vuelven a la term inología del Génesis para dar idea de lo inform e creador.

4 El pasaj e del Deuteronom io se refiere a las bendiciones conferidas a Neftali,cuy o m ism o nom bre dej a sospechar una alusión a la boca de Dios, pique habla por la iodEl im perativo ten lí, « dam e» , surgido de Neftali, dej a libre la peo « boca» . Ser sabio, entonces, es dej ar hablar al « m ar interior» , el iam : que es m íEl y o que es tú.

Alusión indirecta al Proverbio 3:19:con sabiduría fundó la

tierra» . De m odo que el cam ino de la sabiduría es la búsqueda del principio a la vez que una interrogación sobre el origen de la tierra que nos sostiene. La Jokm áno está, sin em bargo, fuera del

hom bre, sino en su propio « cerebro» , m óaj del que sale la « fuerza» , cóaj a la vez que el « qué» operativo o m ah. La relación entre la sabiduría y el « tem or» o iratalude al « espej o» reí que se oculta en la m ateria representada por la tavTem or en el sentido de atención, de estado de alerta.

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tem or aY no hay sabiduría que no sea bendición, puesto que se dice: « Y Dios bendij o a Salom ón» , y tam bién, en el libro Rey es 5:26:dio sabiduría a

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Salom ón» . Lo cual es com parable a un rey que une su hij a a su hij o diciéndole: « Goza de ella a tu placer» .

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IV

¿Y qué indica esta braj a (bendición) en la expresión Barúj hu (Bendito sea El)? Es com o si uno dij era bérej hu.6 (El está o es el principio de la rodilla) tal com o está escrito en Isaías 45:23: « Delante de m í se arrodi llan» . El sitio en el que toda genuflexión se realiza. ¿A qué se parece esto? A todos aquellos que querrían ver al rey pero no saben dónde se halla su palacio y preguntan prim ero dónde encontrarlo y luego cóm o dar con él. Por eso se dice « delante de m í se arrodillan» , inclusive los seres celestes. « Y j urará toda lengua» , co m o prosigue Isaías.

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V

Rabí Rehum ai interpretó el versículo del Deuteronom io 33:23: « Y lleno de la bendición deque la m ar y el

sur sean tu heredad» , com o si se tratase de una bendi— 6 La denom inación de barúj hu reem plaza al Tetragram a

en casi todos los casos. La alusión a la « rodilla» o bérej im plica « articulación» . Puesto que la bendición señala una « transferencia de « fuerzas» así com o lo superior se inclina hacia lo inferior, así lo inferior asciende a lo superior. En la Antigüedad solía j urarse o bendecirse poniendo una o am bas m anos sobre los testículos, de donde deriva la voz « testigo» ; por extensión, y en el ám bito hebreo, la rodilla parece concentrar la fuerza del m ovim iento, la rótula de la vida.

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ción om nisciente, total, que ocupa todo el espacio para que de allí puedan beber todos aquellos que lo necesi ten. Plenitud que extrae su potencia del origen.7 Lo cual sem ej a a alguien que desea construir su palacio sobre rocas duras y las pica y talla hasta que surge de ellas una fuente de aguas vivas. Ante ese hecho se dice: « Puesto que m anan aguas vivas para m í, voy a plantar un j ardín para m i gozo y el de los dem ás.» Tal com o lo expresa el Proverbio 8:30: « Con él estaba y o ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiem po.» Por ello dice la Tora: « Durante dos m il años reposé en el seno del Santo, bendito sea, en sus delicias.» Cada día del Santo dura m il años, tal com o anota el Salm o 90:4: « Mil años son delante de tus oj os com o el día de ay er que pasó» .8 A partir de ese m om ento, en consecuencia, de tiem po en tiem po solam ente, puesto que se dice « en toda época (interm itentem ente)» . Luego se producirá otra vez un nuevo ciclo (leolam ), y así eternam ente, com o anota Isaías 48:9: « Por am or de m i nom bre diferiré m i ira (beneficiándote). ¿Qué significa « por am or» ? La respuesta se encuentra en el Salm o 145:1 « Salm o de alabanza de David: y o te exaltaré.» ¿Qué significa exaltar? Significa « bendecir tu nom bre eternam ente» .10

7 Hay un lazo secreto, a lo largo de este libro bíblico, entre la fundación del m undo y la sabiduría o j oj m á, proceso que se hará visible en los Salm os y en Proverbios.

8 Ecos de la concepción que la India tiene de la respiración de Brahm a, el Ser Suprem o. Cuando m enos respira el hom bre y m ás dilata su conciencia, m ás percibe los latidos del Eterno latiendo en él.

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9 Alusión a los ciclos cósm icos, repetitivos.

10 En hebreo le-olam vaedsignifica « ahora y siem pre» . El térm ino olam es espacial pero tam bién tem poral. Si el hom bre em pieza por bendecir el espacio (tem plos) condensa tiem po: si inicia 18

] VI

[ ¿Y por qué la bendición?11

Eso es com parable a un rey que habiendo plantado árboles en su j ardín y a pesar de que la lluvia ha sido generosa y el suelo está im pregnado de hum edad, se ve obligado a regarlos con agua de un m anantial, com o estipula el Salm o 111:10: « El com ienzo de la sabiduría es el tem or atodos los que la practiquen tendrán buen entendim iento» . Y si obj etaras que aún falta algo, te citaría el fin del m ism o versículo: « Su loor perm anece para siem pre» .

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VII

Rabí Am orai interpretó el versículo del Deuteronom io 33:23: « Y lleno de la bendición de Dios,que la

Mar y el Sur sean tu heredad» recordando a Moisés, quien dij o: si tú sigues Sus ley es heredarás este m undo

su labor por la bendición del tiem po (sus latidos) dilata el tem plo interior. El vocablo erom em j á« te exaltaré» , contiene la

doble m em de la m editación y la « luz» or « de ti» , m im j á 11 La palabra braj a« bendición» , está form ada por el radical

brk, que da brej á,« cisterna» , « fuente de agua» . La bendición

com o fons aeterna, su relación con el agua en una cultura desértica, surgida en m edio de la escasez, ha term inado por asim ilar los dos térm inos hom ologándolos a los cuatro ríos que surgen, j unto al Árbol de la Vida, del Paraíso. Im plícitam ente el libro de Ibn Gabirol, Makor Jaím , conocido en la Edad Media por Fons Vitae, se refiere a ello. Gabirol (siglo xi), poeta m uy versado en los m eandros esoté ricos de la Kábala, alude al « agua viva» de la sabiduría que puede recogerse por « espej o» —irat, « tem or» , contiene, tam bién, el reí, « espej o» —, doble de la luna, reina de las m areas. En el com en tario al fragm ento III del Bahir hicim os y a alusión al tem or y al espej o. Los chinos solían recogen rocío m ediante espej os, y a que ese aqua sutilis prolongaba, com o la sabiduría, la vida.

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y el m undo por venir.12 El m undo por venir es com para ble al m ar, pues com o dice Job 11:9: « Es m ás vasta que el m ar» . En cuando a este m undo, es com parable al Sur, y a que en Josué 15:19 se dice: « Puesto que m e has relegado al país del Neguev» , nom bre que el Targum 13 traduce por « país del Sur» .

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VIII

Nos preguntam os lo siguiente: ¿Por qué el Santo, bendi to sea, agregó la letra hei al nom bre de Abraham ? ¿Por qué esa letra y ninguna otra? Con el fin de que todos los m iem bros del hom bre u 12 El m undo futuro o m undo por venir, olam haba,

suele traducirse com únm ente por el « m ás allá» , pero lo correcto, desde el punto de vista m etafísico y respetando el hecho literal, sería traducir « el m undo que viene, que se aproxim a» . Estudiar, actuar las enseñanzas de la Tora prolonga este m undo dilatándolo hacia el m ás allá, am pliando sus fronteras.

13 El Targum es el nom bre genérico de las traducciones aram eas de la Biblia hebrea. La palabra Neguev,adem ás de aludir al sur del Israel histórico, contiene la raíz ngb, que indica « sequedad» . Por ello el m undo futuro aparece, potencialm ente, com o la instancia capaz de llevar fertilidad, a través del agua-de-Ia-sabiduría, vasta

com o el m ar, a un presente árdio y relegado. Leída m ediante aliteración, la raíz ngb da bgn,ba-gan, que puede traducirse com o « en

el j ardín» . Sitio fecundo por excelencia.

14 El Tratado Nedarim del Talm ud relaciona el núm ero obtenido por guem atria —cálculo utilizado en la Kábala que consiste en sum ar

los valores de cada letra— con el m ism o núm ero de preceptos positi vos de la Tora. En cuanto a la expresión el « día» , leiom al que se

com para la vida eterna o futura, o bien la vida espiritual, es probable que encierre dos claves: ti« para m í» , y lo,« para él» . La m em es la m ediación, nuevam ente, entre el tú hum ano y el Yo cósm ico. Recordem os que el Salm o 2:7 especifica: « Yo a ti te engendré hoy » , pero que la secuencia puede leerse, ata aní ha-iom ,

« hoy tú eres y o» , dando pie al encuentro de lo Eterno con el tiem po, de la im agen con la sem ej anza, para continuar la cosm ología bíblica.

(19)

20

m erecieran la vida del m undo por venir, la vida futura, que es com parable al « día» . Es com o si esa fuera la m anera en que la construcción aparece acabada, tal co m o dice el Génesis 9:6: « A im agen de Elohim , Elohim ha hecho al hom bre» , y Abraham , en guem atria, da la cifra doscientos cuarenta y ocho, núm ero que correspon de al de articulaciones del cuerpo hum ano.

(20)

IX

»

¿Qué significa la expresión Yerushá (heredad)?15 Debe ría decir únicam ente Rash.16 Lo cual alude al Santo, Bendito Sea, puesto que El m ism o, Rash Yah, es la herencia. Rash Yah significa: « ¡Posee al Eterno!» . Eso es com parable a un rey que tenía dos tesoros, uno de los cuales estaba reservado para el fin de los tiem pos. El rey le dice a su hij o: « Tom a todo lo que halles en los tesoros» . El hij o le responde: « Mi padre no querrá darm e, quizá, lo que ha dej ado de lado.» Pero el padre le dice: « Llévate todo.» Eso es lo que significa « tom a

15 Estas palabras explican el fin del versículo del Deuteronom io 33:23 citado al com ienzo del fragm ento VIL La reflexión sobre la herencia, y erusháalude tam bién al « cam inar rectam ente» , iasharhacia el « espíritu» de la hei. Por otra parte, el verbo iráhalude a lo que procede el cielo, a lo que « desciende» , ioréhcon la lluvia y el rocío.

Rash o rashaalude al « perm iso» , al « obsequio» . Rash Yah,

será entonces: hereda o recibe al Creador. La partícula Yah es la m itad del Tetragram a. La alusión al fin de los tiem pos tiene que ver con la idea y a clásica en la tradición hebrea a propósito de la cual cada siglo y generación reciben lo suy o, en un proceso de revelación constante. La m ism a palabra « revelación» , guilúi, tiene la « ola» , galde ese m ar que debe poseerse. Poseer el m ar, o la vida oceánica de la Tora, es una m anera de acceder a Dios en la term inología em pleada por el Bahir.

(21)

X

Rabí Bun dij o: « ¿Qué significa el versículo de Prover bios 8:23: “Meolam ”, fui fundada antes que la tierra» ? ¿A qué alude m eolam ? Esa palabra alude a lo que debe perm anecer oculto en el m undo, puesto que está escrito en Eclesiastés 3:11: « El ha puesto tam bién el olam en sus corazones» . En lugar de leer ha-olam debe leerse haelem (lo oculto).17 La Tora dice: « He precedido los orígenes del m undo» , tal com o especifica el citado pro verbio: « (y a que) fui establecida en el com ienzo» . De m odo que es doblem ente posible pensar que la tierra ha precedido a la Tora o que la Tora estaba « antes de la tierra» . Tal duda se desprende tam bién del pasaj e del Génesis 1:1: « Al principio creó Elohim los cielos y la tierra» .18 ¿Qué fue prim ero? El creó todo lo que era necesario al Todo. Por eso Elohim viene después de la creación prim era y antes de los « cielos y la tierra» .

17 La palabra hebrea olam significa, al m ism o tiem po: « m un do» , « eternidad» , « duración» y tam bién lo que se oculta de la percep ción hum ana. Por ello el ha-elem equivale a « lo oculto» , « lo secreto» .

Puesto que el « corazón» , leb, sintetiza las 32 vías de la sabiduría, súbitam ente el m undo oculto se revela en sus latidos. Else abre en m edio de lo « que purifica» , m uí,el « oj o» ,

18 La creación previa a los dioses (Elohim ), cielos y tierra, se refiere en m odo especial al verbo barátercera persona del singular (Dios), pero tam bién a los signos a/e/, bet y reish: lo « Infinito» , lo « dual» y el « com ienzo» de la m anifestación. La sabiduría precede a la Tora pero la Tora la canta y , así, la revela y celebra.

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XI

¿Y qué significa el versículo del Eclesiastés 7:14: « Dios ha hecho corresponder el uno al otro?» Creó el bohu y 19 lo em plazó en la Paz; creó el tohu y lo ubicó en el Mal. El bohu en la Paz tal com o se dice en Job 25:2: « El que establece la paz en las alturas» . Eso indica que Miguel está situado a la derecha del Santo, bendito sea: agua y granizo. Y Gabriel está a la izquierda: fuego. Y la preposición de la paz se sitúa entre am bos y establece el equilibrio. Eso es, pues, « la paz en las alturas» .

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XII

¿Y de dónde sabem os que tohu está del lado del Mal? Del versículo de Isaías 45:7: « El hace la paz y crea el Mal» .20

19 El bohuque puede ser entendido com o « desierto» , es tam bién el « vacío» , la « vacuidad» esencial. El tohualude a lo

« inform e» , y en una de sus sinonim ias da « laberinto» . Por lo tanto el m al es un laberinto inform e por el que debem os circular hasta retom ar el bohu que, com o vim os en el fragm ento II, contiene el espíritu de la heiinscrito en el vacuum prim ordial. La obtención de la paz es el hallazgo del cam ino m edio entre el agua y el fuego. 20 Isaías em plea la voz raa para « m al» :Pero el m al se convierte, por obra del discípulo, en er:« El-que-está-despierto» , el « vigilan te» , el « lúcido» . No hay dualidad en el Creador, com o no la hay en Krishna en el Gitá: « Soy el cam ino, el que sostiene, el Señor, el testigo, la m orada y el refugio, la disolución, la perm anencia, el tesoro y la sem illa que j am ás perece.» (IX, 18). La tierra en uno está desordenada y vacía, hasta que la luz del espíritu penetra en el laberinto y com ienza el viaj e de retorno. La adquisición de form a transparenta la voluntad de conform idad cósm ica. De lo am orfo a lo polim orfo el discípulo com prende que él es el todo, la partícula y la onda. Luz y som bra.

23

¿Cóm o es posible? El Mal proviene del tohu y la Paz del bohu. Creó el tohu y lo situó en el Mal, tal com o está escrito: « Hace la paz y crea el Mal» . Creó el bohu y lo ubicó en la Paz, tal com o está anotado en Job 25:2: « El que hace la paz en las alturas» .

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XIII

Rabí Bun interpretó el versículo de Isaías 45:7: « Form ó la luz y creó las tinieblas» en el sentido en que la luz está dotada de sustancia, puesto que la Escritura em plea la palabra y etzirá, « form ación» , m ientras que en relación a las tinieblas no se alude a la sustancia, y a que el vocablo em pleado es briah, « creación» , lo cual coincide con Am os 4:13: « El form a las m ontañas y crea el viento» . Eso puede explicarse así: la luz tiene existen cia propia (havaiah,alusión al Ser,y a que está escrito en Génesis 1:3: « Y Dios dij o que la luz fuera» .21 No hay m ás existencia que la invocada por ese acto que la Escritura establece por la expresión y etzirá. Las tinieblas no son un « acto» , sino únicam ente « separa ción» y « distinción» 22 que se define por briah. Es com o si se dij era de alguno que ha recobrado su salud (hibri) P

21 Sea, exista. Vaiom er Elohim ihi or,, Géne sis, 1:3.

22 La poca im portancia concedida a la som bra, a las tinieblas en relación a la creación estriba en que todo lo viviente es fotosintético en tanto que lo m uerto-la corteza de un árbol, un cadáver hum ano, la escoria del carbón-y a no contiene luz. La luz es absorbida por los aguj eros negros, pero éstos no em anan nada, no crean nada… Que sepam os.

23 La relación entre hibriy briah , el « sano» y la

« salud» o la « creación» , alude al segundo nivel del Árbol Sefirótico, 24

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XIV

¿Por qué la betestá cerrada por todas partes pero abierta por la izquierda?

Para enseñarte que ella es la Casa del Mundo. Eso indica que el Santo, bendito sea, es el Lugar del m undo pero el m undo no es su Lugar.24 De m anera que donde aparece la bet debem os leer bait,, « casa» , puesto que está escrito en Proverbios 24:3: « Con sabiduría se edificará la casa y con prudencia se afirm ará.»

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XV

¿Y a qué puede com pararse la bet? Podríam os com pa rarla al hom bre, form ado a su vez por la j okm ah o sabiduría, puesto que está cerrado por todos lados y abierto por adelante, en tanto la alefestá abierta por detrás. Lo cual nos enseña que la bet procede de la abertura de la alef. Si no fuera así, el hom bre no podría

llam ado precisam ente así. Mundo del aire y de la separación, de la diferenciación que, a oscuras, se realiza en los pulm ones. Así com o la respiración que se alim enta de « aire» , avir, procede de la « luz» , orasí proviene la som bra de la luz, directam ente. La luz consolida, la som bra disuelve. Cuando vulgarm ente se dice « dio a luz» , la llegada de un nuevo ser brota en y etzirá. El Salm o 27:1: explícita el tem a: « Dios es m i luz» ,

24 En el Targum de Jonathan ben Ouziel sobre el Éxodo 17:15 se habla de este m akom « lugar» . Tam bién en el capítulo segundo,

párrafo tercero del Séfer Yetzirá reaparece esta frase m isteriosa que Saadia no com enta de m odo especial. La alefsuscita la betque la m anifiesta pero no la circunscribe por com pleto. Para la referencia a la sabiduría com o elem ento fundador, hay que considerar la guem atria de la palabra que la nom bra, j okm ah(8 + 20 + 40 + 5 =

73 = 10 = 1 = X). Así podem os entender cóm o el universo entero se apoy a en la sabiduría, que por supuesto es infinita.

25

subsistir; del m ism o m odo, si la betno contuviera la energía de la alef el m undo no podría m antenerse.25

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XVI

Rabí Rehum ai dij o: La luz ha precedido al m undo —ro deado previam ente de nubes y neblina—, tal com o está escrito en el Génesis 1:3: « Y Dios dij o que sea la luz, y fue la luz.» 26 Entonces le preguntaron: Antes de que hubieras form a do a tu hij o Israel ¿le habías tej ido y a una corona? Y respondió: eso es com parable a un rey que estaba m oles to con su hij o, pero habiendo hallado una herm osa coro na, se regocij a con ello y dice: será para la cabeza de m i hij o, le sentará bien. Alguien se le acerca y le pregun ta si su hij o es digno de ello. Y El responde: ¡Cállate! Tam bién él ocupa un lugar en m i pensam iento, tal com o está escrito: « Ni Dios quita la vida sino que provee m edios para no alej ar de sí al descontento» , 2Sam uel 14:14.

25 El Bahir em plea la palabra zanab,, « cola» , « saliente» , « rabo» ,

para describir la diferencia entre la segunda y prim era letra alfabéti ca. Pero com o zansignifica « especie» , « género» , « tipo» , vem os

j unto a la casadel universo la vida repartida, dualizada, especializada. La creación es pues diferenciación. En el universo de la alef

, com o en el de la luz, las ondas viaj an desordenada y librem ente. Sin lím ites. El proceso de la « doble hélice» que algunos quieren ver en la, se hallaría así contenido dentro de la preposición que sustenta la

26 La luz siem pre está antes… y después; la referencia a la « corona» , que el Bahir denom ina ataráh, es en realidad un sím bolo de la tiara sacerdotal, iniciática. La idea de un Israel rebelde, que suby ace en todo este pasaj e relacionado con la luz, alude a un am or a pesar de las circunstancias y los olvidos. 5o/ lucet óm nibus, el sol brilla para todos, pecadores e idiotas.

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XVII

Rabí Am orai solía com entar la letra alefdel siguiente m odo.

¿Por qué está a la cabeza del abecedario? Porque ha precedido a todo, inclusive a la Tora.

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XVIII

¿Y por qué la betsigue inm ediatam ente después de la alef? Porque ocurre que está al com ienzo del Génesis. ¿Y por qué posee un pequeño rabillo, una saliente? Para indicar de dónde procede. Otros m aestros afirm an: esa saliente asegura al m undo su existencia.

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XIX

¿Y por qué la guím eles la tercera letra del alfabeto? Porque llegó en tercer lugar, y de ese m odo nos hace saber que « colm a de beneficios» . Rabí Akiba dice que la guím el es la tercera letra alfabética porque practica la caridad, el destete, ay uda a crecer a subsistir tal com o está escrito en el Génesis 21:8: « Y creció el niño, y fue destetado.» 28 Por eso señala los beneficios que recibe (Isaac de Abraham ) su depositario.

27 En hebreo, gom el j ésed significa « colm ado de benefi cios» . Al com enzar la expresión con la letra guím el, la Tradición

supone que toda la palabra se contagia de este poder auspicioso. Los m aestros insinúan que toda noción que se transm ite por una palabra determ inada, participa de la virtud m etafísica de la letra que inicia el vocablo.

28 En hebreo gom eletquiere decir « ser destetado» , concepto que tam bién com ienza con la letra guím el.

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XX

¿Y por qué la guím el tiene una cola hacia abaj o, Pues porque (la guím el) tiene hacia arriba un trazo que sem ej a un conducto, y así com o el tubo o conducto im pulsa hacia arriba y vacía su contenido por abaj o, la guím el capta por arriba y despej a su labor hacia abaj o.29

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XXI

Rabí Joj anán dij o: Los ángeles fueron creados al segun do día, tal com o está escrito en el Salm o 104:3: « Que establece sus aposentos sobre las aguas.» A lo que se agrega: « Hace a los vientos sus m ensaj eros, y a las llam as de fuego sus m inistros.» Salm o 104:4. Rabí Levi tas, hij o de Tiberio, solía decir: Todo el m undo lo adm i te, y tam bién lo cree Rabí Yoj anán: las aguas y a exis tían,30 pero m ediando el segundo día, se dij o: « establece sus aposentos sobre las aguas» . ¿Quién es el que hace de las nubes su carruaj e?» Salm o 104:3, y « ¿quién cam i na sobre las alas del viento?» . En tanto que los m ensaj e-29 La relación entre el tubo o conducto y el agua, estaba insinuada

y a por la idea contenida en la gal, « ola» que para el caso m ism o de la letra guím elestá « m ediatizada» por la m em letra de la

m editación, del agua. La tercera letra alfabética actúa com o revela ción, separación de un estado y acceso a otro.

30 Se refiere sin duda a la creación de lo viviente, que nace del soplo que se dej a sentir sobre las aguas preexistentes. Durante el segundo día genésico (1:8) se denom ina a los « cielos» sham aim

, que com o se sabe contienen “fuego”, eshy “agua”, “m aim ” Los « ángeles» o tnalaj im pertenecen al m undo

del aire y del fuego, están por encim a del agua. Pero los enviados o m ensaj eros, sholj im , parecen derivar su aparición el quinto

día de la raíz j am esh, , “cinco”. 28

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XXII

Todo el m undo sabe que los ángeles no fueron creados el prim er día. Para que no se diga que Miguel tiró hacia el lado sur en tanto Gabriel lo hacía hacia el lado norte y el Santo, bendito sea, perm anecía ordenándolo todo en el centro, sino que « Yo,, Yo solo hice el Todo, extendí los cielos y sopesé la tierra. ¿Quién sino Yo podía haberlo hecho?» Isaías 44:24. En el citado versícu lo se lee m i iti 32 o sea « quién pudo haber estado conm i go» . Sólo y o he plantado este árbol a fin de que el m undo pueda regocij arse. He desplegado el Todo y lo denom iné col , el Todo. Puesto que todo depende

31 El quinto día genésico es el de la fructificación y m ultiplicación. Así, los m ensaj eros, m ultiplican y hacen fructificar la palabra bíblica, el m ensaj e de la parábola o m ashal “7WQ contenida en su función de enviados.

32 El versículo puede leerse, tam bién, com o « Yo soy la verdad» ,

, puesto que la doble iodes una de Sus siglas. Pero en esa verdad está y a contenido todo el afabeto, alef y tavEs

decir, incluso el futuro nom bre de los ángeles. 33 El árbol m encionado es el Han o eüanque adem ás de un árbol a secas es, por ternura, un le-anío « Para Mí» . De tal m odo que ese árbol de « Infinito» , ainy de « vacío» , une el cielo a la tierra. Es el árbol coherente, ej e de los m undos, cuy o estelar follaj e se dilata y contrae sim ultánea, eternam ente. 34 La idea de que colsea el « todo» , conduce, inversam ente, al lej a,o “tú”. O sea « tú eres todo» . El equivalente sánscrito es el conocido tattvam asi, « eso eres tú o tú eres eso» . Esa fórm ula, que figura en los Upanishads, expresa la identidad entre el alm a indivi dual y el alm a universal, atm an y Brahm án. En esencia, y o y tú son polos de la m ism a corriente; partícula —col tam bién quiere decir

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« cada» — y onda de un idéntico y constante m ovim iento. 29

de él, procede de él y de él necesita para ser lo que es. El es el Todo que todos observan; el Todo que todos esperan y hacia el cual las alm as vuelan con alegría. Y Dios dij o, todavía: « Lo he hecho solo para que ningún ángel se vanaglorie diciendo que m e ha precedido. En el m om ento m ism o en que desplegaba la tierra planté y enraicé ese árbol, m ientras m e regocij aba con ellos (los ángeles) y en ellos, pues ¿quién podía haber estado entonces conm igo y a quién podía revelarle y o m is secretos?» 35

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XXIII

Rabí Rehum ai dij o: De ese propósito podem os inferir que el Santo, bendito sea, creó las necesidades 36 del m undo antes de haber creado los cielos. Y le respondieron: Sí. Eso es com parable a un rey que, queriendo plantar un árbol en su j ardín, revisa antes el terreno para saber si existe en él una fuente de agua, una m anantial que lo haga crecer. Com o no lo halla, se 35 Cada ángel o m aláj tiene, a su vez, participación en el

Todo de colque por supuesto estaba « con» , im el Creador, en el m om ento de la Creación. En este últim o pasaj e hay una alusión al Libro del Ángel Raziel, texto del siglo xin, que a su vez contiene estratos de Ja época talm údica (siglos v o vi). En ese curioso libro se dice que Adán recibió la Tradición de un ángel llam ado Raziel, es decir, “el que participa de los m isterios” razei o « secretos» de Dios, El

16 El vocablo que em plea el Bahir para « necesidad» es tzórej y com oquiera que tzursignifica « roca» y tzir« ej e» , se sobreen tiende que la base de toda creación es un punto de apoy o. Del Creador al Rey , y del arquetipo al tipo, se nos habla de lo que m ás tarde el Zohar, por boca de Sim eón Bar Yoj ai, denom inará « trabaj ar el cam po» , labrar la propia parcela para que crezca en ella el Árbol de la Vida.

30

dice: cavaré hasta hallar agua de m odo que el árbol pueda subsistir. Perfora hasta dar con la veta de agua viva; después, planta el árbol, que se eleva y da frutos y a que sus raíces están suficientem ente alim entadas.

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XXIV

Rabí Yannai dij o: « La tierra fue creada antes que los cielos, tal com o se especifica en el Génesis 2:4: “tierra y cielos”» . Los discípulos preguntaron: « ¿No dice, acaso, en el Génesis 1:1, “los cielos y la tierra”. El m aestro respondió: Eso es com parable a un rey que com pró una j oy a que estaba m uy lej os de ser perfecta, por lo cual se abstuvo de darle un nom bre. Se dij o a sí m ism o: voy a pulirla, lustrarla y m ontarla; luego le daré un nom bre. Eso aparece en el Salm o 102:26: « Desde el principio tú fundaste la tierra» ; lo que se continúa con: « Los cielos y la tierra son obra de tus m anos» . En el Salm o 104:2:, se dice: « Se cubre de luz com o vestidura, y extiende los cielos com o una cortina, y establece sus aposentos sobre las aguas» . Más adelante, en el Salm o 104:4: « Hace a los vientos sus m ensaj eros, y a las llam as de fuego sus m inistros» . Continuando luego con el versículo siguien te: « Fundó la tierra sobre sus cim ientos, j am ás será rem ovida» , (olam vaed). Es después de haber « fundado la tierra sobre sus bases» que la hubo fortificado para nunca fuera « rem ovida» . ¿Y cuál es su nom bre?

Su nom bre es vaed y su base se llam a olam . Eso es lo que significa esa expresión.37 37 Ed significa « eternam ente» . Si se le agrega una vav, el « hom bre» , com o dice el texto, entonces la duración del m undo dependerá de él, de la criatura. El enigm a es el hom bre. La m ención

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XXV

Rabí Berej íah dij o: « ¿Por qué está escrito en el Génesis 1:3, “y Elohim dij o: iehí or va-iehi or” y no “ve-haiáh or”, es decir que la luz sea (ahora) y la luz fue?» Eso es com parable a un rey que poseía una herm osa j oy a. Joy a a-la que dej a de lado hasta encontrar el lugar j usto dónde situarla. Eso es lo que explica la palabra va-ie/ii.38 La luz preexistía antes de su m anifestación.

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XXVI

Rabí Am oraí preguntó: « ¿Qué significa el versículo del Éxodo 15:3:es un m aestro de la guerra?» 39

de la palabra « base» ,iesod, confirm a la m isión del « j usto» , el tzadik que sostiene o es el fundam ento del m undo. Olam signi fica, adem ás de « universo» o « m undo» , « cosm os» , « gozo» . El hom bre es pues responsable del gozo de la tierra, de la felicidad del m undo. El es, por carácter transitivo, el que debe pulir la j oy a antes de poder nom brarla. Su trabaj o com pleta y ay uda al proceso de cosm ogénesis que aún no ha acabado. Otra acepción de la palabra j afetzconduce a « afecto» , « am or» , « anhelo» . O sea que la « j oy a» (j afetz) verdadera, es, ni m ás ni m enos, que el anhelo del am or que se cum ple en la sem ej anza: el hom bre crea cultura com o Dios natu raleza. Cuando m ás perfecta una m ás perfecta la otra.

38El citado fragm ento del Génesis 1:3 dice: . Del m ism o verbo, m isteriosam ente, se

desgaj a la « luz» y vaiom er desprende or. Paralelam ente, el m irestante es el « quién» , el Suj eto que, a través de la luz crea. El fam oso Rabí de Rizhy n dij o: « Es bien sabido que cada « y será» de las Escrituras se refiere a la alegría» . La luz, que nace del Ser y a El vuelve. El vehaiáh contiene pues el Tetragram a,, por eso era para el Rabí una señal de que en el futuro tam bién se sentiría acom pañado.

39 La frase reza:siendo ish,« m aestro» , « hom

bre angélico» , un anticipo del ish que luchará con Jacob hasta convertirlo en Israel. La teshubá, que algunos traducen por « arrepen tim iento» , se relaciona con el shabat. Cuando el hom bre « res— 32

Mar Rehum ai Bi’rabi le respondió: « No m e interrogues sobre cosas sim ples. Escúcham e antes, quiero instruirte. Eso es com parable a un rey que poseía tres viviendas, una m ás herm osa que la otra, de distinto nom bre. En tonces se dij o: ofreceré a m i hij o la casa que se llam a alef, aunque la que lleva el nom bre y od es tan bella com o la que se denom ina shin. Ante tanta belleza no pudo sino reunir a las tres en una sola casa.» Le preguntaron: « ¿Hasta cuándo vas a velar tus pala bras?» Y él respondió: « Hij o m ío, alef es el com ienzo; y od lo que está m ás cerca de él, y shin abraza al m undo entero.» ¿Por qué abraza shin el m undo entero? Porque figura en teshubá, la respuesta y el retorno al Uno.»

(39)

XXVII

Sus discípulos le preguntaron: ¿Qué significa la letra dalet,Y él respondió: eso es com prable a diez rey es reunidos en un solo sitio. Todos son ricos m enos uno de ellos que, aun posey endo m ucho, era pobre com para do con los nueve restantes.40

(40)

XXVIII

Y aún preguntaron: ¿qué significa la letra hei, Ofuscado, respondió: ¿No os he dicho que no debéis ponde» hace, es decir que m ira desde el reposo su propio

ser (I) y espíritu

40 La letra dalet es inicial de la palabra dalque significa « pobre» . Pero dal tam bién significa « escaso» , la tenue película que separa, en la « puerta» , delet la « religión» , datdel « vuelo» representado por la lam ed Abrir la puerta de lo religioso es ser capaz de penetrar su oscura m alla para acceder a la libertad de espíritu que propugna.

33

interrogarm e sobre lo últim o antes de haberm e pregun tado sobre lo prim ero? Le respondieron: ¡pero la hei viene después! El dij o: es conveniente escribir guím el antes que hei; pero si ponem os la guím el ante la dalet, es para no confundir guím el y dalet con hei; confusión que se produ ciría si agregáram os un trazo horizontal sobre la guím el. En cuanto a la letra dalet, por su trazo vertical se halla cerca de la hei.41

(41)

XXIX

¿Y qué significa la hei?

El les respondió: hay una hei inferior y una hei superior.42

(42)

XXX

Le preguntaron: ¿qué significa la letra vav “> ? Y él respondió: El universo fue sellado en seis direccio nes.43 Pero insistieron aún: ¿Acaso la vav no es una letra sola?

41 Estos j uegos con la Escritura son típicos de una escuela de Kába la que confiere valor sim bólico a cada uno de los trazos, a cada grafía. Suponer que, basándose en esta idea, Jesús, al decir en Mateo 5:18: « Ni una y od ni una tilde perecerá de la Ley o Tora

, revelaba un tipo peculiar de pensam iento, no es erróneo si se considera la frecuencia con que repite « está escrito» .

42 Las dos hei aludidas son las del Tetragram a. La inferior es la segunda porque coincide con la espiración, con la devolución del espíritu al Espíritu. Esto se relaciona con la teshubá, la respuesta, el retorno.

43 El valor num érico de la vav es seis. Em blem a del hom bre, signifi ca tam bién la prolongación de la iod. La vav es la criatura oscilante entre las dos hei. De su relación con el espacio nacen los seis días de la sem ana, siendo el séptim o el centro de un hipotético cubo. 34

Y él dij o: ¿No habéis leído que dice, en el Salm o 104:2: « El que se cubre de luz com o de vestidura?» 44

(43)

XXXI

Rabí Am orai preguntó: ¿Dónde estaba el Jardín del Edén? Y le respondieron: sobre la tierra.

(44)

XXXII

Rabí Ism ael le preguntó a Rabí Akiba: « ¿Por qué está escrito en el Génesis 1:1:» et ha-sham aim (los cielos) ve et haarets y (la tierra)?45 Si no se hubiese escrito la partícula etpodríam os pensar que sham aim y haretz son divinidades. Y él exclam ó: « ¡Por el tem plo! Tú no has hecho m ás que insinuar el tem a, sin llegar a exten derte dem asiado al respecto.» 46 Lo que m e has dicho es j usto, pero et incluy e el sol, la

44 Para el Zohar la vav i tiene una herm ana gem ela, y es una letra doble en el sentido en que invierte el pasado futurizándolo y vuelve pasado el futuro. La profecía bíblica se apoy a enteram ente sobre este peculiar rasgo de la vav. La frase citada dice:

, Oté or que shalm á» y contiene la voz shalm á que puede leerse com o ha-m ashal, “la parábola”. O

sea que el m ensaj e, la Escritura, es siem pre una parábola de la luz. 45 Tanto la palabra cielo com o la palabra tierra son precedidas en el libro del Génesis por la partícula et . Partícula de la que exegé-tas y kabalisexegé-tas han extraído m uchas enseñanzas. Especialm ente, aplicando la cuádruple llave del Pardés de lo sencillo a lo secreto.

46 En hebreo la expresión em pleada es lo birarta, que liberalm ente significa « no lo has aclarado del todo» . Es decir, no has llegado al fondo.

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luna, las estrellas y los planetas. En cuanto a la segunda partícula et, concretam ente la que precede a la expresión haaretz, ella figura con el fin de englobar a los árboles y a las plantas, así com o tam bién al Jardín del Edén.

(45)

XXXIII

Sus discípulos le preguntaron el significado del versículo de Lam entaciones 2:1: « Derribó del cielo a la tierra la herm osura de Israel» .47 ¿De verdad cay eron ellos?48 El respondió: Si acaso lo han leído no lo han repetido, y si lo han repetido no lo han hecho una tercera vez. Eso es com parable a un rey que hubiese ceñido corona y cubierto sus espaldas con un bello m anto. De pronto, un m al le sobreviene y arroj a delante de sí su corona y su m anto.

47 En hebreo tiferet es la sefira central en el Árbol Sefiróti co. Los seis sefirots inferiores se agrupan en torno a la sexta. Cada

sefira es considerada una suerte de clí,o « instrum ento» . Todas j untas suelen llam arse kelim . La caída del corazón, fuera del contexto

político del que habla el versículo, aparece com o una descom pensa ción del árbol hum ano, com o un choque entre el sol-tiferet- y la

tierra-m alkut.

48 G. Scholem no alcanza a entender la razón del plural de esta

frase en su versión alem ana del Bahir. “Ellos” son todas las constela ciones o, en sentido alusivo, los sefirots superiores, denom inados el

Gran Rostro: j okm ah y bináh por debaj o de kéter, y luego gueburá y j esed. El derribo al que alude el profeta Jerem ías es la destrucción del Tem plo, considerada una fatalidad cósm ica y a que el santuario era un axis m undi que m antenía en equilibrio los m undos superior, inferior y m edio. Más abaj o, la alusión a la no « repetición» , que en

hebreo es shanú, rem arca el aspecto de « cam bio» que tam bién com porta ese verbo. O sea: vieron la caída, ley eron su destino pero no

lo suficientem ente bien com o para cam biarlo. 36

(46)

XXXIV

Le interrogaron: ¿Por qué \aj ettiene form a de « puer ta» , pétaj y a pesar de ello su punto vocal se pro nuncia com o un patáj katán?49 El dij o: porque todas las direcciones están cerradas a excepción de la que da al norte, con el fin de que penetren por allí el bien o el m al. Insistieron: ¿Por qué el bien? ¿No está escrito acaso, en Ezequiel 1:4: « Y m iré y he aquí que venía del norte un viento tem pestuoso, y una gran nube con un fuego en volvente» ? Y sabem os que no hay fuego que no surj a de las profundidades divinas, tal com o está escrito en el Levítico 10:2: « Y salió fuego delante de, y los quem ó y m urieron.»

Replicó: Ese versículo no tiene, en realidad, dem asiada com plej idad; el segundo caso se produce cuando Israel cum plía la voluntad divina.50 En el prim er caso Israel la transgrede, por lo cual la 49 En hebreo pétaj significa « puerta» , « abertura» . El pequeño patáj

o patáj katán se refiere a la notación vocálica denom inada tam bién segolque suena e. La form a de la letra se refiere a la parte sólida de la puerta, y a que su vacío se representa generalm ente por la hei

50 Extrem adam ente com plej o, este pasaj e da lugar a varias interpretaciones. La prim era: Israel cum ple la voluntad en el Levítico 10:2

pero com o la función sacerdotal no se puede usurpar, Nadab y Abiú m ueren consum idos por las llam as. Israel está fuera de su lugar

habitual en Ezequiel 1:4, no obstante lo cual el profeta no es consum ido por esa visión. La cita de Miquéas corrobora la protección

dada a Israel en el exilio. Es curioso constatar que el « rem anente» es lishearit,palabra en la que sin hablarnos del pueblo en especial, lo incluy e: m ás allá de la taufinal, sigue Israel existiendo. El peligro procedente de la zona norte, tzafón

alude a los tem ibles poderes asirio babilónicos que destruy eron sucesivam ente el reino de Israel en la época post-salom ónica.

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piedad se alej a y form a una capa en torno a los seres, para seguir, de todos m odos, protegiéndolos. « ¿Qué Dios com o Tú, que perdona la m aldad y olvida el peca do del rem anente de su heredad?» , Miquéas 7:18.

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XXXV

Eso es com parable a un rey que deseara criticar y casti gar a sus servidores. Un funcionario 51 intercede y le pregunta por la razón de su cólera. El rey se la da. El funcionario com enta: Tus servidores nunca han com eti do esa iniquidad, puedo garantizarlo. Deberías llevar a cabo una encuesta sobre el tem a. Entretanto, la cólera del rey , incontenible, se refrena por causa de esa intercesión.

(49)

XXXVI

Los discípulos continuaron preguntándole: ¿Por qué la dalet, , se espesa y extiende hacia un costado, El les dij o: porque se vocaliza con un segol ·.· que se halla en el pata] katán, tal com o está escrito en Salm os 24:7: « Pitj é olam , las puertas del m undo.» 52 El Creador

51 El funcionario podría ser aquí Ezequiel, quien sueña la reconstruc ción del tem plo; el profeta cuy as visiones son restauradoras. Fuera de la tierra sueña con ella. Ve la gloria del Creador y no es destrui do. De cualquier m odo es inexplicable, desde el punto de vista de la pura lógica, por qué algunos resisten la visión del fuego y otros no. Aparentem ente, Nadab y Abiú estaban borrachos; Moisés explica a los hij os de Aarón, un poco m ás adelante del citado pasaj e, cóm o deben llevar a cabo el rito.

52 La palabra peta] que significa « puerta» es, al m ism o tiem po, la vocal « a» ; cuando se la llam a pata] katán se convierte en la vocal « e» , llam ada segol. En este fragm ento hay un j uego constante entre dos sinónim os: peta] y delet. Am bas palabras significan « puerta» , « abertura» hacia otra dim ensión.

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ha situado el pata] arriba en la parte superior de la dalet y el segol abaj o. Ese fue el m otivo por el cual la letra dalet se ha espesado.

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XXXVII

¿Y qué quiere decir pata)? • f Quiere decir: « El ha abierto» .53

¿Y qué es lo que ha abierto? La puerta del lado norte, la puerta por la que entran el bien y el m al. ¿Y de qué bien se trata?

Burlándose de los discípulos, replicó: « No os he dicho acaso que se trata de “una puerta pequeña”? Lo hem os olvidado, ¿puedes repetirlo? Eso es com parable a un rey que tenía un trono, a veces lo levantaba para sostenerlo en brazos y a veces lo alzaba por encim a de su cabeza. Le dij eron: ¿por qué? Respondió: Porque el trono era tan herm oso que daba pena sentarse sobre él. ¿Y dónde ponía su cabeza? El dij o: del lado de la m em abierta, tal com o está escrito en el Salm o 85:12: « La verdad germ inará sobre la tierra y la j usticia m irará desde los cielos.»

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XXXVIII

Rabí Am orai solía interpretar el versículo de los Salm os 87:2: prefiere las puertas de Sión a todas las

53 Pata] es tercera persona del singular, pasado, del verbo

liftóaj , « abrir» . La reflexión, un tanto absurda, sobre la m em , am plía la idea de la em et en el versículo citado: la m em dej a fluir la energía de la a/e/hacia la m ateria o tau. Así, la verdad, , com o com

pa-ñera de la j usticia, es el tem a de reflexión continua en la Kábala. 39

otras m oradas de Jacob» , diciendo que las puertas de Sión son las puertas del m undo, puesto que toda puerta es abertura, tal com o está escrito: « Ábrenos las puertas de la Misericordia» .54 El Santo, Bendito sea, se dij o: Am o las puertas de Sión cuando están abiertas. ¿Por qué? ¿Por qué a veces, están abiertas del lado del m al? Cuando Israel es bueno ante los oj os del Creador y se m uestra digno, esas puertas se abren hacia el bien, y el Santo, bendito sea, las prefiere entonces a todas las otras m oradas de Jacob, m oradas que representan la paz, tal com o está escrito en el Génesis 25:27: « Jacob era un hom bre perfecto, tam , que habitaba en tien das.» 55

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XXXIX

Eso es sem ej ante a dos hom bres uno de los cuales está dispuesto a hacer el m al y hace el bien, en tanto el otro quiere hacer el bien y hace el bien. ¿Cuál de los dos es

54 Se trataría, según algunos intérpretes, de las puertas del Santuario de Israel, de las Puertas de la Justicia que conducen a un Creador Justo. La palabra Sión está tom ada de tsiún, que indica « m ar ca» , « centro» , « ej e» . Que la j usticia tiene que ver con un fiel y éste con el centro de la balanza, constata la figura de axis, de polo espiritual que tenía el Monte Sión, a pocos pasos del Monte Moriáh, donde estaba localizado el Tem plo de Salom ón. Estar « abierta del lado del m al» señala que, en todo caso, el bien es una opción libre. La conversión de norte en sur, el giro de oeste a este. De la m uerte a la vida.

55 En hebreo, tam es « perfecto» y tam bién « pacífico» . Jacob/Is rael es arquetipo de todo el pueblo y , tam bién, de todo hom bre. De

nuevo nos encontram os con un desliz ligado a la perm utación kabalística: « tiendas» es en hebreo ohalim , que se escribe con los

m ism os caracteres de elohim El Creador prefiere, sin em bar go, su aspecto axial a su aspecto circunstancial. ¿Una adhesión al Tetragram a en lugar de a Elohim ?

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m ás m eritorio? El que está habituado a hacer el m al y hace el bien, aún puede hacer el m al. Eso es lo que significa:prefiere las puertas de Sión a todas las

m oradas de Jacob» , que a pesar de todo representan la paz, tal com o ha sido m encionado arriba.56

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XL *

Sus discípulos le preguntaron: ¿Qué significa el punto vocal j olem ,El respondió: Es el alm a, y su nom bre

quiere decir « soñador» ,; si le obedeces, curarás tu cuerpo en el m undo por venir.57 Pero si te opones a él, caerás enferm o y él tam bién.

56 Reiteración de lo axial por sobre lo circunstancial. En el fragm en to XXXVIII, la expresión haraah,« el m al» se puede leer com o contiendo la partícula er,que indica « despertar» . En ese caso el m al despierta el bien. Sobre esta paradoj a, en relación a la palabra « sem ej ante» , rease apoy a la parábola de Jesús a propósito de « am ar al enem igo» , en Mateo 5:44; eco, a su vez, del Levítico 19:18. En toda la literatura kabalística, y especialm ente en la de la escuela j asídica se describen, consustanciales com o el aire y el fuego, am bas tendencias en el hom bre: el ietzer ha-tob, y el ietzer ha-ra; la tenden cia hacia el bien y la tendencia hacia el m al. Hacer el bien ocasional m ente no dism inuy e la cuota de m al o de error acum ulado. En tal sentido no debe haber dualidad entre el pensam iento benéfico y la acción correspondiente. Otra interpretación paralela, conduciría a ver en la palabra shaaréi , « puertas» , otra vez la partícula er, « despertar» , escrita al revés que ra,« m al» .

57 La palabra haj lam áh indica « restauración» , « cura» . La relación del concepto de salud con el de sueño se realiza a través del radical j alom ,que leído de m anera aliterada da lej em .

« pan» . « No sólo de pan, ha-lej em ,vivirá el hom bre» , dice el Deuteronom io 8:3. Alim entarse de sueños es preservar la función de

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colum na que conlleva la vav,arco vivo entre el cielo y la tierra. Obedecer al soñador que llevam os dentro ¿qué puede significar sino que aquello que los alquim istas denom inaban som nia dea m issa, « los sueños son m ensaj es de Dios» , tiene asidero real tam bién en la Kábala?

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XLI

Se dice: Cada sueño está baj o el dom inio del j olem de igual m odo que toda perla blanca deriva de la expresión ve-aj lam áh (am atista) según insinúa el pasaj e de Éxodo 28.19.5*

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XLII

El les dij o: Venid, escuchad atentam ente el m inucioso exam en de uno de los puntos vocales de la Ley de Moisés.

Y com enzó por interpretar el j irik: El (j irik) detes ta a los m alos y los castiga; aparece j unto a los celos, el odio y la controversia, tal com o está escrito en el Salm o 37:12: « Y cruj e contra él sus dientes.» 59

58 Este m isterioso fragm ento, erróneo desde el punto de vista m ine ralógico, intenta extraer perlas de las am atistas. La palabra em pleada para perla, Margahtencierra tal vez otro sentido: raguil,

traducible por « hábil» , y tam que indica « perfección» . Inocencia. De m odo que, « extraer la perla del sueño» puede signifi car ser hábil en perfeccionar su m ensaj e, en descifrarlo. La am atista, por otra parte, aparece entre las doce piedras que llevaba el Sum o Sacerdote hebreo en recuerdo de las doce tribus. Figura en la « terce ra hilera» , j unto al j acinto y el ágata. El color de esa piedra preciosa es el violeta pálido y tradicionalm ente se le atribuy en poderes

sobre naturales, da suerte y estabilidad. El nom bre, de origen griego-acota W. Schum ann en su libro sobre piedras preciosas-quiere decir, proba blem ente, « no ebrio» . Hay am atistas, continúa el autor, que palide cen a la luz del día. Margalit puede interpretarse tam bién com o « j oy a» , j oy a a secas, en cuy o caso podríam os inferir que hay , en cada sueño hum ano, una j oy a oculta engarzada baj o cientos de im ágenes turbulentas.

59 « Cruj ir» se dice en hebreo j arek , de ahí que la vocal j irk sea vista en relación a ese verbo. Curiosam ente, su sonido agudo com plem enta fonéticam ente la penetración del com entario. 42

No leáis j irik sino raj ak ***, « separado» , « lej ano» . Es decir: separado, alej ado de todo defecto, para que el m ism o m al se alej e de uno de tal m odo que suscite la llegada del bien.

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XLIII

Jarak,. No debe leerse j arak « cruj ir» sino kiréaj , « desnudez» , « calvicie» : allí donde el j irik se adhie re, ese sitio se desnuda, se despoj a, tal com o está escri to en Éxodo 34:7: « Que perdona la iniquidad» .61

(58)

XLIV

¿Y en qué caso el j irik designa el acto de quem ar, de consum ir? Cuando adem ás es un fuego capaz de consu m ir otros fuegos, tal com o está escrito en 1 Rey es 18:38: « Entonces cay ó fuego dey consum ió el holocausto,

60 Com o la aliteración dej orek, « cruj ir» , da raj ak, « alej arse» , el m aestro alude aquí a la necesidad de apartarse de las discusiones, de los celos. Un punto (la inefable y od) puede salvar o destruir a un discípulo. El silencio es siem pre la ley de oro a seguir. Es im portante destacar tam bién hasta qué nivel la Ley , j oktiene su « principio» , reish en un punto, j irik. La palabra j orsignifica « hueco» , « vacío» . La kuf,aludiendo a la Kábala o Tradición, insinúa que hay que alej arse de la « m ezcla» , rakaj con los elem entos perniciosos, con lo negativo para proseguir el cam ino hacia esa paz interior que m entan los Salm os.

61 En hebreo inakéhim plica « perdón» a la vez que « lim pieza» ; aunque tam bién puede traducirse com o « volver inocente» . La alusión al pasaj e bíblico contiene una idea sobre la im posibilidad de ocultar lo im pío, la m aldad, a la vez que el lastre kárm ico que eso im plica. El punto, entonces, purifica, cuando el discípulo lo utiliza com o ej e de la centrifugación cósm ica.

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