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Como Ser Un Escritor Famoso en XX Semanas y Media

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Como ser un escritor famoso

en

XX

semanas y media

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Editorial DESITNO

http://www.blanetadelibros.com/editorial-ediciones-desitno.html Título original: Como ser un escritor famoso en XX semanas y media © Edvardo Pvsent, 2011

Printed in Spain

Registro Creative commons: 120-104-084-702-3

ISBN: Depósito legal:

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reproducción impresa, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, tratamiento informático o cualquier otro, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

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DVERTENCI

Todas las marcas, empresas, páginas web y nombres propios (artistas, cantantes e incluso el autor y la editorial) mencionados en el texto son de la propiedad de los honorables empresarios que conservan todos los derechos.

Dichas palabras no designan realmente los productos, los artistas o las marcas que existen en el mundo real, son simplemente fruto de la información compartida ampliamente en internet. El autor les ruega a los lectores que lo interpreten de esa manera y sin ninguna otra ambigüedad. Otras coincidencias serían simplemente debidas al puro azar. Las opiniones reales del autor podrían no corresponder a las expresadas en el texto.

Todos los pensamientos, análisis, críticas y debates sobre este libro están sometidos a copyright, es por eso que queda terminantemente prohibido meditar, pensar, disertar, analizar o criticar los temas de este libro sin la previa autorización del autor o de su representante legal.

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Prologo

Por: E. D. Gordillo

Estamos consolidando la era de la información, la era en la que los datos viajan más rápido que los seres humanos y es por eso que la escritura está de moda. La informática ha reducido mucho el analfabetismo, la interacción actual hombre-máquina es en general a través de un teclado o de un mouse que nos sirve para seleccionar palabras escritas, incluso si queremos ver algún video o una imagen. La nueva generación viene cargando esa herencia en sus espaldas, una generación que sueña con hacerse famosa en un golpe de suerte, algo que no les pida mucho esfuerzo, ni tiempo, ni dinero, tal vez con un reality show o algún cazador de talentos que los descubra en un video de YouTube o leyendo sus blogs personales. Los tiempos cambian y la tecnología ha acelerado esa transformación, la posibilidad de tener una retroalimentación instantánea sobre el impacto de un producto físico o virtual, permite que los creadores lo modifiquen y mejoren al gusto de su grupo objetivo, todo eso ayuda a que la tecnología avance y la satisfacción del cliente sea asegurada.

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Las artes no se han quedado atrás, se han integrado en la era informática y ahora es posible ver pinturas, leer libros, escuchar música, ver esculturas, películas y una infinidad de cosas con un ordenador, sin salir de casa. El conocimiento se está informatizando, se está volviendo números. Las matemáticas son indispensables en el mundo contemporáneo, las medidas de una nueva casa, los habitantes de una ciudad, la distancia entre ciudades, saldo de la cuenta bancaria, el número de teléfono, de la seguridad social, la matricula de coche, todo lo que refuerza un pensamiento lógico y matemático, todo sugiere que las áreas de conocimiento basadas en las letras tendrán que cambiar para adaptarse a las ciencias.

Desde mi punto de vista, esta novela se concentra en ese punto, en el cambio que ha tenido el arte literario desde el nacer del la comunicación oral. Quiere demostrar que el objetivo principal del lenguaje (por ende del ser humano racional) es compartir información, por eso tienden a reducir su tiempo de desplazamiento y a aumentar su tiempo en internet, conectados al gran cerebro controlado por Gaia (la Madre Tierra), con un objetivo claro, completar, evolucionar y perfeccionar la capa virtual del planeta, la

noósfera (la inteligencia de la Madre Tierra).

En el capítulo del periodo barroco, hay una metáfora que me ha gustado mucho, se habla de un pájaro de muchos colores que muere de un trauma causado por un golpe contra una ventana, un pájaro que me ha hecho pensar en la increíble libertad que tienen los seres

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humanos, esa libertad de poder ir adonde les plazca, y finalmente se ve frustrada por una barrera invisible, las mismas libertades y barreras que se imponen miles de personas en el mundo occidental, confinándose en sus pequeños habitáculos, en sus casas, en sus X m2 cotidianos.

Si bien he entendido, el libro es un experimento para el reconocido divulgador científico, es la primera novela de su repertorio y se ha dejado tentar por el tema de la escritura y del lenguaje para debutar en el mundo de la ficción. Tal vez por eso se le puede reprochar la falta de profundidad psicológica de los personajes y el lenguaje muy catalanizado del narrador, que dejan ver atisbos de un escritor de ciencia que se desenvuelve bien manejando las palabras y la narrativa en los temas literarios.

He de decir que Edvardo ha hecho un muy buen trabajo, ha manejado de manera magistral las palabras para dar vida a sus personajes y para entregar el mensaje de fondo, un mensaje que podría decirse que no tiene nada de novedoso (citando a Gonzalo Korreas Iñigo), pero el autor ha sabido traducirlo a un idioma post-moderno que va dirigido directamente a todos los hispano hablantes, así, Edvardo Pvnset estaría entrando, con una obra espléndida, al selecto grupo de los autores en castellano de la era post-moderna.

El capítulo del periodo surrealista es simplemente esplendido, me quito el sombrero ante esa genialidad.

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Me gustaría resumir una de las ideas principales del libro con este pequeño ejemplo: Desde mi conocimiento puedo afirmar que una novela puede escribirse a partir de una pequeña idea, de una metáfora, y a veces, esa idea es el título del libro. Otras veces la idea central del libro es de lo que se quiere hablar, pero no está necesariamente resumida en el titulo. Tal vez esta novela nació de una mezcla de las dos, una idea, que era el titulo, y una metáfora de lo qué quería decir. Podría afirmarse entonces que la historia de la

literatura occidental es como ser un escritor famoso en XX semanas y media. Pero esa preposición “en” no encaja bien, podría atrasarme

una preposición y decir la historia de la literatura occidental es

como ser un escritor famoso durante XX semanas y media, queda

mejor. ¿Y si se le pone la tilde a cómo? La novela se convertiría en un manual. Eso querría decir que los acentos gráficos son importantes en la escritura, pero iría en contra de la filosofía que profesa el protagonista de esta novela. La verdad que no es así, la frase aislada como ser un escritor famoso en XX semanas y media nos sugiere un cómo, en cambio si a la frase se le aumentara “es”

como ser, todo cambia, lo necesario sería una palabra más, el

contexto, eso es todo, porque no leemos letras, leemos palabras. He escuchado rumores de que el autor ha tardado sólo dos meses y medio en escribir la novela entera y que, además, la estructura de la historia no se limita a la prosa moderna o clásica, tiene una serie de pequeños detalles “escondidos”. Por ejemplo, cada

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capítulo puede ser leído independientemente como si fuera un relato corto, tienen su principio, nudo y desenlace, también ha jugado con el número de páginas, son exactamente 250 que van en juego con el título de la novela, además, se ha basado en la teoría de que las personas hoy en día tienen muchos medios para entretenerse, por lo tanto, el tiempo que le dedican a la lectura de un libro es lacónico, las personas ya no tienen tiempo para una novela de más de 400 páginas, el meme “TL;DR” (too long; didn’t read) lo sustenta en la cultura de la información. Eso también se ve reflejado en las demás artes, por ejemplo, una de las que más ha cambiado: la música (que está representada por un piano en esta novela), deja ver el efímero sentimiento de popularidad, los músicos famosos ahora sacan una canción por mes para seguir siendo escuchados, si no, es posible que sus fans encuentren alguien más que les interese. Pero también la información viaja más rápido, las personas pueden escuchar sus canciones favoritas cuando les plazca, ya no tienen que esperar a que la pasen por la radio o por la televisión, creando más rápidamente los mapas cerebrales para automatizar la actividad placentera de escuchar una canción en particular, algo que pasa prontamente de lo novedoso a lo placentero para finalmente extinguirse en el aburrimiento. Con suerte alguna de las canciones se convertirá en meme (o clásico) y su fama se hará un poco más longeva.

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Me he enterado también que en el juego de la métrica de la novela, el autor incluyó el número de palabras del manuscrito original, al parecer han sido 61.052, un número que se repite a menudo en el texto. Esto demuestra la genialidad de este hombre que ha dejado claro que tiene con qué crear escenarios, situaciones y problemas para hacer que nosotros, sus lectores, nos vayamos a dormir con una poca de nueva información en nuestras memorias.

E.D. Gordillo Barcelona, 21 de diciembre de 2012

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I ¿?-V

¿Cómo y dónde nació la escritura? El inicio de la escritura y de los escritores tiene muchas teorías que todavía no han podido ser demostradas irrefutablemente por la ciencia. Aún desconocemos si la escritura es un fenómeno factible o, por el contrario, altamente improbable en la evolución. En este sentido, los argumentos entre los expertos discrepan. Algunos creen que la escritura constituye un fenómeno químico insólito que surgió una sola vez debido a la teoría del caos y que tuvo como consecuencia que el gen FOXP2 se forjara. En cambio, otros científicos piensan que la escritura surge de un modo natural, casi automático, con la organización de las leyes propensas a la evolución.

El lenguaje hablado y escrito es muy importante para comunicarnos, para compartir nuestras ideas, nuestras necesidades y nuestras emociones, pero también lo utilizamos para engañar y manipular a los demás. Es el lenguaje y principalmente la escritura la que nos ha permitido avanzar, evolucionar virtualmente, es decir,

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II

evolucionar el medio en qué vivimos, nuestras culturas, sin que nuestros cuerpos evolucionen genéticamente.

<razonamiento> Un momento… creo que esos argumentos ya se han utilizado en otro libro… vaya… me estoy volviendo viejo… se supone que éste es un libro para escritores y para los que quieren conocer cómo llegar a tener éxito… esta vejez que no me llega más que para escribir libros de auto-ayuda escondidos bajo la manta de la divulgación científica… quiero experimentar algo nuevo, como en los viejos tiempos… escribiré una novela… será un reto… será mi primera vez y lo haré con la ayuda de vosotros … ¿Cómo creéis que debo empezar una novela?... siempre es más fácil un ensayo o una disertación, pero un relato, un cuento… ¿Erase una vez?... uhm… no, no, no creo que os persuada demasiado… tal vez… tal vez, lo mejor sea empezar creando un personaje… ¿qué os parece?... es una buena idea, ¿no?... crearemos un personaje, será creado en prosa por lo tanto lo mejor es que sea un héroe, alguien épico que no le tema a nada… uhm… tenemos que afianzar su carácter mitológico… uhm… ya sé… lo que haga el personaje será en pasado simple e imperfecto para asegurarnos que todas sus acciones ya hayan tenido lugar y tiempo definidos, pero, todavía podrían pasar en el presente, eso le dará una visión más épica y heroica… para ello tendremos que darle un don especial… ¿qué don podemos darle?... ¿qué os parece un visionario?… podría tener la capacidad de “ver el futuro”, pero no literalmente, será más bien un calculador que deducirá el futuro,

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III como un jugador de ajedrez que es capaz de deducir los movimientos de su contrincante; eso significa que sabrá aprovecharse de los defectos para su bien… ¡sí!... esto comienza a tener buena pinta… tal vez debemos humanizarlo un poco… podríamos darle el mismo don que Casandra de la antigua Grecia, tendrá el don de predecir el futuro… pero nadie le creerá fácilmente… además…. estará obligado a pasar por lo menos por una pequeña Odisea…. esto ya comienza a tener forma… ¿ahora qué?... ¡Su historia! No basta con crear un personaje si no tenemos algo que contar… ¿vale?... Vamos allá </razonamiento>

Era de madrugada, las dos y media de la mañana para ser exacto, la luz de la pantalla iluminaba vagamente la habitación, se podía escuchar un pequeño ventilador que enfriaba el procesador de un ordenador portátil, también habían sonidos metálicos muy leves que provenían de unos auriculares reproduciendo Out of the blue de

Neil Young, una canción que le hacía recodar su futuro. Se escuchaba

muy lejos, entre sueños y pensamientos, el volumen fue aumentando paulatinamente y luego se hizo insoportable, asustado, abrió los ojos y miró a su alrededor, había aterrizado sobre su cama, se sentía perdido, no entendía qué había pasado. Miró la pantalla de su ordenador y notó que había una página de #Word abierta con el cursor parpadeando al final de la palabra “abismo”. Respiró profundamente y recordó que había acabado de terminar su novela, la historia en la que había trabajado durante meses, cuidando cada

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IV

detalle, inventando, relatando lo que le habían dicho y lo que él mismo había investigado. Estaba bajo una manta de lana, hacía un frío poco habitual que lograba entrar por debajo de la puerta de su pequeña habitación de 8m2 en una casa antigua cerca del ayuntamiento. En su cabeza sonaba su voz (mezclada con la música que escuchaba mientras escribía), su voz, tal y como la escuchaba cuando le hablaba a alguien más, era tal vez un poco menos masculina y seductora de lo que él pensaba. Llevaba varios meses escribiendo, era su hobby, en realidad, se había convertido en su

hobby. Estaba inmóvil, tal vez, meneaba un poco su cabeza al ritmo

de la música, pero con certeza, movía sus ojos. Comenzó a leer y a re-leer lo que acababa de escribir, no podía creer que por fin había terminado su pequeño proyecto. Esas 250 páginas cargadas de pensamientos y de situaciones que ponían en conflictos a los personajes, 61.052 palabras que tal y como estaban escritas, daban forma a una novela, en parte real, en parte imaginada.

El manuscrito no era completamente virgen, sus amigos más cercanos ya habían leído un poco, incluso algunos que no hablaban castellano, lo leyeron con la ayuda de #googletranslate, les gustaba mucho, pero no creían que fuera un gran éxito. Para él eso no era problema, él sabía de alguna manera que ese manuscrito le iba a cambiar la vida, lo venía previendo, tenía la seguridad que se reafirmaba con cada palabra que escribía, con cada tecla de ordenador que presionaba, su don visionario le permitía ver que su

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V novela iba a ser un #BestSeller; el sueño de muchos autores noveles de aquella época: escribir una sola novela y con ella conocer el éxito, sin más. Su madre paró de leer el manuscrito después del primer capítulo, no le gustaba nada y no quería que su hijo se desviara de la prometedora carrera que tenía. ¿Prometedora? Un ingeniero de sistemas que tenía pocos amigos fuera del mundo virtual y que prefería fapearse frente al ordenador que enfrentarse al mundo real. Eso sí, él tenía la capacidad de llegar muy lejos, pero hasta ahora solo le había faltado un poco de inspiración, realmente tenía un poder mitológico que le ayudaría a vencer cualquier bestia del número de cabezas que fuera. Pero esto él todavía no lo sabía, solo lo presentía.

< monologointerior > ¿De qué va el manuscrito?... ¡Yo qué sé! Ya hemos escrito que será un Best Seller, si supiera de qué va, estaría escribiendo ese manuscrito en lugar de contar la historia del personaje que lo ha escrito ¿no te parece?... bueno… es verdad que hace falta al menos un tema para que la historia tenga coherencia, sino estaríamos en el mismo punto del principio, además, hemos afirmado que a su madre no le gustaba, tiene que ser algo entonces que no le guste a todo el mundo pero aun así que se venda mucho… ¡vaya!… este monologo interior se está haciendo un poco pesado… vamos a simplificar las cosas… se necesita un tema para dar credibilidad de que el manuscrito será un mejor vendedor, eso debe contrastarse con el hecho de que nadie se lo cree, excepto su creador, es decir, una historia complicada de contar… ¡ya sé, ya sé!... el libro

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VI

habla sobre… sobre una chica de 15 años nacida en España y de padres españoles que quiere utilizar burka… uhm… no lo sé, tal vez sea un hecho un poco aislado, es solo una chica en su crisis de adolescente que en lugar de querer hacerse un tatuaje para llamar la atención, se quiere cubrir con un burka…uhm… ya lo sé, sobre un párroco que hace parte de la sociedad sacerdotal de la santa cruz… ¡sí! El tema de los sacerdotes siempre es muy controversial, y siempre divide las opiniones… Un sacerdote que hace veinte años y medio pertenecía a una humilde parroquia… ¡Suena bien!… en la humilde parroquia había un joven acólito que le ayudaba todos los domingos, ese joven creció para ser un ingeniero de sistemas que trabaja en la misma empresa de informática que nuestro personaje visionario. En una noche de borrachera le confiesa que el sacerdote, que pronto será ordenado obispo, había abusado de él, y recordaba todo con muchos detalles. Nuestro personaje se interesa por la historia y decide escribirla. ¿Qué te parece?... muy bien, creo que por ahora son suficientes detalles del manuscrito…</ monologointerior > Él nunca había pensado en escribir un libro, nunca fue un buen lector y los pocos libros impresos que había leído era los que le habían obligado en el bachillerato. El texto estaba escrito de manera coloquial, nada de frases complicadas, ni de adjetivos de #Diccionario, era simple y todo lo que contaba quería regirse a una fiel realidad asechada por los mitos que él quería agregarle para hacerla interesante. Su entrenamiento en escritura venía de las horas

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VII que se pasaba en chatrooms, en 9gag y en blogs comentando

tonterías sin transcendencia, escribiendo con la ortografía que él recordaba, o al menos la que le gustaba recordar, es decir, de la manera más resumida pero funcional posible, nada de tildes, a veces no escribía vocales ni consonantes, sobre todo ignoraba las haches rupestres que a su juicio, no servían para nada.

<monologointerior> Espera, espera, hay algo que no tiene sentido en lo que escribes… ¿Cómo alguien con ese tipo de pensamiento sobre la ortografía puede escribir un libro? La literatura es tradicionalmente utilizada para reflejar la mejor manera de un idioma, eso quiere decir que la ortografía es algo básico, además, si tienes en cuenta lo que has afirmado antes, es un libro que será un

Best Seller… ¡No lo entiendo! -déjame aclarártelo- eso no es

problema hoy en día, la tecnología ha avanzado tanto que él le da su confianza a su procesador de texto, es la última versión del mismo año en que está escribiendo e incluso le corrige las palabras homónimas y polisémicas subrayándolas en color azul… aunque bueno eso no siempre es tan funcional como deseamos…</monologointerior>

Cuando no tenía dinero para irse de putas, se resignaba a ligar con chicas borrachas en la vida real, pero, su pasatiempo favorito era ligar virtualmente, con hombres y mujeres, le daba igual, de todas formas, estando en el mundo virtual sabía que nunca iba a pasar al “acto”. En el mundo informático, en su mundo, sentía cierto poder,

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VIII

lograba mentir con facilidad y era muy convincente, eso le dio la habilidad para crear la psicología de los personajes de su única novela, sin ni siquiera pensarlo. Esa habilidad venía de las veces que se hacía pasar persuasivamente por un modelo de ropa interior, o por una chica adolescente ardiente y sedienta de sexo, la persona al otro lado del ordenador no dudaba ni por un momento de que en realidad se trataba de él.

En el pasado ya había logrado predecir varias desgracias, había prevenido a su jefe sobre el nuevo software que estaban desarrollando, sabía con certeza que no iba a funcionar en el tipo de ordenadores que utilizaban en la empresa de su cliente. También logró predecir que la deudocracia de Grecia iba a llevar a una gran crisis al euro, pero ninguno de sus amigos quiso escucharlo, simplemente le ignoraban. Al parecer los dioses estaban en su contra, tal vez le tenían envidia a su don, y por ello le castigaron para que nadie creyera lo que él predecía.

A veces se divertía creando virus troyanos con los que conseguía el número de tarjeta de crédito de algún despistado que pagaba por pornografía en las páginas web que él había creado. Prefería crear páginas fuertemente aberrantes, como las que muestran videos del mismo estilo que 2 girls 1 cup o mujeres mayores de 60 años masturbándose con una pepino gigante envuelto por un condón, o incluso las de zoofilia, en la que un gran danés penetra una mujer asiática de apariencia adolescente y de pechos pequeños antes de

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IX repartir el semen del canino por su rostro de ojos rasgados. Esas son en las que los pervertidos pagaban más sin poner atención a quién le confiaban los datos de sus tarjetas de crédito. Le parecía curiosa la analogía de los troyanos con los virus que él hacía, no conocía los cantos de Omero aunque sí había visto la película #Troya, por eso conocía la historia del Caballo de Madera. Él se identificaba con

Aquiles, creía que su único punto débil era su talón derecho, había

nacido con una deformación que hacía que su talón fuera demasiado pequeño con respecto al resto de su pie, por eso cojeaba levemente cuando caminaba.

La crudeza con la que describía en su manuscrito las penetraciones anales de un hombre mayor, acostumbrado a utilizar sotana, en el pequeño esfínter de un preadolescente, le produjeron nauseas a su madre, por eso decidió parar de leer después del primer capítulo; estaba sorprendida por la acritud con la que su hijo podía escribir y describir esa situación. Esa brusquedad se asemejaba mucho a las escenas de guerra en la antigüedad, en la época en la que los sanitarios eran comunes y mixtos, esa época en la que se hacían espectáculos con esclavos para ver como una bestia les devoraba la cabeza y se atragantaba con la cabellera.

Allí estaba, bajo la manta, releyendo lo que él mismo había escrito. Mientras lo hacía, imaginaba sus momentos de gloria, las entrevistas, su pequeño espacio en el Olimpo, al lado de Zeus y de todos los dioses escritores de su época. Disfrutaba de sus

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X

pensamientos, los consideraba filosóficos y mitológicos, sus aires de grandeza crecían con cada pensamiento elocuente sobre la vida de un escritor famoso, de un héroe que salva vidas y que tiene como arma sus propias manos, con las que escribe para acabar con la injusticia, mientras se preguntaba si el átomo realmente era “a-tomo”, o sobre la dualidad del pensamiento y de la mente-cuerpo. Veía su manuscrito como una manera segura de que sus lectores se escaparan de la realidad y el aburrimiento para que entraran en un mundo

virtual que él había creado con palabras, era la mejor descripción de

la tragedia griega que había plasmado en su ordenador portátil de 15”4 pulgadas, con un procesador de 3,6 GHz, una memoria virtual de 16 Gb, un disco duro de 1 Tb, una tarjeta gráfica HD 6000 de AMD, una autonomía en batería de 8,5 horas y un peso de 2,5 kilogramos que había comprado en una de esas tiendas de gran superficie y tuneado él mismo. Esa noche volvió a quedarse dormido después de fapearse viendo pornografía rusa y pensando en su vida como un famoso escritor de una sola novela.

Su amigo, el que le había contado la historia, tampoco era muy adepto de la literatura, en su vida, la única “literatura” que había leído eran comics estadounidenses y Manga, bueno, también leía de vez en cuando los subtítulos de alguna serie americana que seguía y que no podía esperar a que saliera la versión doblada al castellano. En su época de universitario le daba mucha pereza leer libros de texto, mientras empollaba para los exámenes, buscaba algún

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XI compañero que le explicara cómo hacer lo que tenía que hacer, o en el peor de los casos, para que le prestara sus apuntes, por lo menos eran más cortos que esos mamotretos de libros de la biblioteca. Además, consideraba que para un ingeniero informático la lectura no era básica, lo principal era saber escribir en lenguaje de programación, tener una buena tolerancia a la cafeína y si era necesario, ver videos en #Youtube que le explicaran lo que todavía no sabía o lo que tenía que aprender para desarrollar un nuevo algoritmo en C++, en Java o en HTML. Para él, la información más preciada era saber dónde poder comprar hachís para ver los fines de semana sus series americanas favoritas con un colocón.

Al día siguiente, el día después de haber terminado el manuscrito, nuestro héroe llegó temprano al trabajo, había dormido muy bien esa noche, con sus fantasías, matando a la bestia mitológica que se cruzaba en su camino para ser un famoso escritor. Arrancó su ordenador, rara vez lo apagaba, solamente para los fines de semana o cuando tenía que reiniciarlo por alguna actualización. Fue por su café matutino y luego se sentó en su escritorio, en su pequeño cubículo de 5 m2. Ojeó las ultimas noticias en #Facebook y en #Twitter, vio algunos videos graciosos que le habían recomendado antes de ponerse a trabajar seriamente. Su compañero llegó media hora más tarde, estaba un poco cansando, tenía trabajo atrasado y no había logrado conciliar el sueño.

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XII

<dialogo>

− 18/01 09:30 Nuestro héroe dijo: n tiens mui buena cara as dormio bien? − 18/01 09:30 Su compañero dijo:

no no m pase la noche dando paseos ntre la tele i el ordenador no tenia sueño

− 18/01 09:30 Nuestro héroe dijo: xk?

− 18/01 09:30 Su compañero dijo:

ne terminao el codigo de los de la empresa de cementos lo peor es k no logro concentrarme siempre kestoi frente al ordenador m pngo a ver facebook o twitter i si m pngo a ver la tele no paro de pensar n el codigo

− 18/01 09:31 Nuestro héroe dijo:

jajaja creo k tienes k organiçarte un poco − 18/01 09:31 Su compañero dijo:

Ya pero es k m aburro tanto… − 18/01 09:31 Nuestro héroe dijo:

yae terminao describir el libro − 18/01 09:31 Su compañero dijo:

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XIII en serio? por fin? jejeje k bn… tendras k contarme el final k las dao

<flujodeconciencia> < i > por que no me pide manuscrito lo lee

el mismo… siempre me pone a contarselo… puta pereça que tiene de leer… dice que se aburre… yo si me aburro esperando que mi ordenador arranque… me apetece otro cafe como el que se esta tomando… no entiendo… no le interesa su propia istoria… joder… no quiere ni siquiera saber como cuento que un cura le mete la polla a la boca mientras reça el padre nuestro… que ganas de follar que tengo… me voy de putas esta semana.. por que pienso en eso despues de imaginarme un cura soplando una polla… su istoria… bueno… agradecerle al menos que a confiao n mi… me la contao con fechas nombres propios lugares… lo debo… aver si se lo cuento esta tarde… me quito el problema dencima </i></flujodeconciencia>

− 18/01 09:32 Nuestro héroe dijo:

si si haber si kdamos sta tarde i t lo cuento </dialogo>

Desde que había comenzado a escribir, quedaba a veces con su compañero en un bar del centro, llevaba su ordenador y le pagaba una caña a su amigo mientras este último le contaba sus aventuras de adolescente. Otras veces era él quien hablaba todo el tiempo, le contaba lo que había escrito, las nuevas ideas que tenía, a veces

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XIV

notaba en el rostro de su compañero cierto repudio por lo que él decía, entonces modificaba su historia para que los dos quedaran contentos. Esas quedadas eran un intercambio de historias, su compañero, a menudo, cambiaba su versión, sus recuerdos eran confusos, pero recordaba nombres que le servían a él para poder investigar un poco más. Viajaba al pequeño pueblo de la humilde parroquia que no quedaba muy lejos de la ciudad. Hablaba con la gente y todos tenían algo qué decir acerca del sacerdote, aunque la mayoría de cosas eran siempre positivas.

<monologointerior> Todavía no hemos bautizado al personaje visionario, ni de su amigo tampoco. No paramos de escribir él, él,

él… Y eso que ya hemos hecho un pequeño dialogo entre ambos e

incluso hemos escrito un corto flujo de conciencia del personaje principal… Se vuelve un poco monótono…. ¿No lo crees?… bueno… quería evitar el tema, pero en realidad es necesario bautizarlo, por lo menos al personaje principal… no es fácil ¡eh! … no quiero darle un nombre de esos que están tan de moda hoy en día en la literatura castellana, los libros se han inundado de nombres anglosajones, prefiero un nombre criollo… hasta ahora hemos hecho de la vida del personaje una historia muy superficial, es un hombre, que siempre ha sido adulto, con un don, que es capaz de enfrentarse a cualquier leviatán que se le atraviese, en sentido figurado, porque ha perdido con los años su buena habilidad para pelear con sus puños… no sabemos mucho de su pasado, ni de su procedencia, simplemente

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XV damos por hecho de que ha nacido del vientre de una mujer a la que no le gusta leer sobre penetraciones anales y que prefiere que su hijo siga su carrera de ingeniero… ¿Entonces? Un nombre criollo pero épico… ¿Qué te parece Adalid?… ¡Sí!, recuerdo que el hermano de mi abuela se llamaba así, además, viene del árabe de Andalucía y significa guía… Pero no suena muy criollo… Lo complementamos con un apellido y ya está… ¡Uhm! Vidal, un apellido de origen catalán que nos recuerda la vida y la energía… ¡Sí! Se llamará Adalid Vidal… me parece bien, un poco corto, tal vez es bueno agregarle un José al principio… Eso es… En definitiva, su nombre es José Adalid Vidal, no suena en nada a Tom Joyce, o Dylan Faulkner… ¿Y su compañero de trabajo?… ¡Ahm!, a ese le dejamos para después…</monologointerior>

Durante las primeras semanas después de haber terminado el manuscrito, Adalid lo compartió con sus amigos, que, como ya lo había dicho antes, la mayoría eran virtuales. Varios ya habían leído el principio, y le respondieron rápidamente; una o dos semanas después, Adalid ya tenía feedback de su novela terminada. En general, sus amigos alababan su atrevimiento, las palabras crudas y las escenas perfectamente descritas, era casi como estar viendo una película, pero insistían en que nadie querría pagar por leer un libro así. A veces le decían que tenía una errata aquí o allá, o palabras fuera de contexto. Él las corregía sin decir nada, era parte de la idea

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XVI

de que sus amigos leyeran el manuscrito, por eso no se enojaba cuando le corregían alguna coma mal puesta o una palabra sin tilde.

En general, el feedback que recibió fue muy positivo, tal vez sus amigos, convencidos de que no era el mejor libro que habían leído en sus vidas, solo querían ser condescendientes con Adalid, ayudarlo a agitar su mano mientras se hacía un buen pajazo mental. Las primeras semanas fueron muy pasivas, no iban más allá de un intercambio de ideas por mails, Adalid apenas se había preguntado lo que tendría que hacer para publicar su libro, por ahora estaba más concentrado en las opiniones de los cercanos, sabía que muy pocos serían honestos con él y por eso quería extender la sensación volátil de ser un personaje famoso, simplemente por el hecho de que todos los que le rodeaban pensaban que su novela era buena, aunque no vendería muchos ejemplares. Hasta ese momento, su historia solo había pasado de boca en boca (o boca-oreja) a un nivel local y muy reducido, a pesar de que ese nivel local no se refería a geográfico porque algunos de sus amigos vivían del otro lado del Atlántico. Su historia se había convertido en algo así como un mito, unos cuantos sabían que existía, pero unos pocos sabían realmente lo que decía.

Después de dos semanas y media de haber escrito ese punto final y de apenas salir de casa para ir al trabajo, todavía no había celebrado la finalización del manuscrito. Adalid decidió salir con su compañero de trabajo a dar un “voltio” por la ciudad. Desde que

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XVII terminó su manuscrito había dejado de lado las juergas en los bares, se divertía a su manera de vez en cuando en #Chatroulette, a veces se fapeaba frente a su cámara web con la esperanza de que alguna chica le enseñara sus tetas. Otras veces, solo para desvariar, se disfrazaba de Waldo con su gorro de lana, su camisa a rayas blancas y rojas y sus gafas redondas y de marco negro y grueso; cuando le tocaba un nuevo compañero de discusión, se escondía detrás de cualquier objeto de su diminuta habitación y luego salía con un cartel en sus manos que ponía “mas pillao”. Después de tanto perder el tiempo en casa le apetecía salir un poco, tomar aire, le vendría bien un poco de contacto humano real, ligarse una tía, qué mejor excusa que celebrar su cambio de carrera a escritor.

No era muy tarde, serían las dos y media o así, ya habían tomado algo en el piso de su compañero y se habían pasado por varios bares del centro. Hasta ese momento de su vida, Adalid no fumaba o consumía droga alguna, excepto alcohol, en cambio su compañero ya había probado una gran variedad de drogas duras, pero prefería un buen porro. Decidieron seguir la noche en el bar cerca de la iglesia principal, allí siempre iban tías y tíos fáciles que se emborrachan rápidamente por los bajos precios. En la entrada había varias personas fumando con su cubata en la mano. Al entrar, el ambiente se hacía un poco denso, el aire libre de humo de cigarrillo había sido invadido por un olor a sudor amargo. Había una luz

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XVIII

fluorescente muy tenue que iluminaba todo el bar, no se lograban ver bien las caras de las personas, a menos que sonrieran o que iluminaran sus móviles para ver la hora. La barra del bar estaba al lado derecho de la entrada, el camarero era un hombre de unos 40 años, su cabeza carecía de cabello alguno y su mentón estaba adornado por una barba de chivo blanca y descuidada, tenía aros en ambas orejas además de otro grande y grueso que adornaba su nariz. El camarero conocía a Adalid y a su compañero, los saludó con alegría y les preguntó qué querían beber.

Adalid y su compañero tenían una especie de ritual en sus noches de ligue, buscaban una pareja, el hombre tenía que ser homosexual pero no femenino y la chica no tenía que ser guapa pero si heterosexual y que estuviera allí acompañando a su amigo. Al compañero de Adalid no le gustaban los gays femeninos, aborrecía ese comportamiento delicado, las uñas cubiertas de esmalte transparente, la piel suave y tersa por utilizar crema humectante cada mañana, las barbas cuidadosamente afeitadas y sus pantalones rosa ajustados en los tobillos, o esos pañuelos de Hello Kitty que se ponían en el cuello para parecer más interesantes, o peor aún, esos peinados de medio kilo de gomina extrafuerte. Cada vez que veía un

Hipster le escupía o le gritaba palabras vulgares, incluso una vez fue

detenido por agresión. A él le gustaba estar en la cama con un macho, no un intento de mujer con pene. Ese era el tipo de hombres que buscaba y sabía que ellos frecuentaban ese bar, pero, como no

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XIX era un bar exclusivamente homosexual, Adalid tenía la oportunidad de ligar con las chicas que fueran con ellos.

Al fondo del bar, en el lado izquierdo, cerca de la puerta de los servicios, había una pareja hablando. La chica no estaba nada mal y tenía un aire de extrajera, su prominente nariz la delataba. Era delgada, la piel muy blanca, pelo rizado y corto, no se podía ver bien sus ojos, pero eran grandes y redondos. El chico que la acompañaba tenía cuerpo atlético, un jersey negro ajustado a sus brazos torneados a punta de mancuernas de gimnasio. El compañero de Adalid tenía un buen ojo para los gays y a veces le sorprendía con sus deducciones, pues chicos que cualquiera aseguraría que eran heteros, salían siendo los que más les gustaba “morder almoadah”.

Alejandro <monologointerior>Finalmente hay que bautizarlo para evitar tanta redundancia… </monologointerior> fue el primero en tomar cartas en el asunto, le pidió dos cañas a su amigo el camarero y se sentó al lado de la pareja mientras Adalid iba al váter. Los observaba con atención para saber el momento preciso en el que podía intervenir. Pasaron cinco minutos, Alejandro había estado escuchando atentamente la conversación, pudo concluir que estaban allí para ligar, que no eran pareja y que al chico le gustaban los hombres. Adalid volvió del servicio, había tardado un montón porque su vejiga no había sido vaciada desde hace horas, “fue una

meada monumental – le dijo a Alejandro mientras salía”, pasando

(33)

XX

torpemente dejó caer el bolso de la chica que colgaba del espaldar de su silla.

<dialogo>

− 05/02 02:31 Adalid dijo: lo siento no le visto

− No te preocupes, no pasa nada – respondió la chica con un leve acento francés

− 05/02 02:31 Adalid dijo:

a eres franzesa ya me dezia yo ke no tenias aires de ser de por aki

− Sí, lo soy, pero vivo aquí desde hace unos años, soy profesora </dialogo>

Alejandro aprovecha el dialogo entre Adalid y la chica para intervenir y hablar con el chico que la acompañaba.

<dialogo>

− 05/02 02:31 Alejandro dijo: y tu tambien eres frances?

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XXI − No, yo soy compañero de trabajo de Clémentine, yo he nacido

aquí – respondió el chico entusiasmado por la nueva situación − Y tú, ¿a qué te dedicas? – continua Clémentine la conversación

con Adalid-

− 05/02 02:32 Adalid dijo: soi escritor…

− Anda, ¿eres escritor? Yo he estudiado filología hispánica, siempre he querido escribir algo, una novela o así, pero no he tenido el valor para, ¿cómo se dice? ¡Ah sí! Para que me valoren lo que escribo, me da mucha vergüenza

− 05/02 02:32 Adalid dijo:

jajaja no te preocupes si te pones a pensar en el ke diran nunca aras nada tal vez lo mas dificil es superar el ridiculo eso es todo − 05/02 02:32 Alejandro dijo:

tu tambien as estudiao filologia hispanica?

− Sí, ambos somos profesores de castellano en la escuela privada que hay en el centro – respondió el chico mirando a Alejandro directamente a los ojos

− 05/02 02:32 Adalid dijo:

como una franzesa termina siendo profesora de castellano en un pais que no es francia?

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XXII

− Por amor al idioma… </dialogo>

Adalid sabía un poco de francés, pero no estaba seguro si quería sacar el tema. Mientras tanto, Alejandro ya se había sentado al lado del chico del jersey negro y cuerpo atlético. El bar tenía un ambiente tranquilo, las personas hablaban con entusiasmo, el aire estaba libre de humo de cigarrillo por la nueva ley que había salido hacía solo unas semanas. Sonaba Love in vain al ritmo de Robert Johnson, Adalid ya se imaginaba a la chica francesa sin bragas y con olor a queso roquefort que expelía la zona entre sus piernas. Esa era la imagen que tenía de todas las francesas…

<dialogo>

− 05/02 02:52 Adalid dijo:

se un poco de frances hace ya unos años que no lo hablo… Je parle français, voulez vous coucher avec moi?

− 05/02 02:52 Clémentine a dit:

Héhéhé sa se voit ke tu parle francé oué oué − 05/02 02:53 Adalid dijo:

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XXIII − Cuéntame un poco más sobre tu carrera, nunca había conocido a

un escritor – dice la chica francesa, un poco incomoda, queriendo cambiar de tema

− 05/02 02:53 Adalid dijo:

bueno en realidad solo escrito un libro y no esta publicao m gusta dezir ke soi escritor maze sentir bn m gustaria dedicarme a lescritura pero creo que en estas semanas mi vida sa convertio en una evasion de la vida… no quiero decir una evasion de mi vida no… una evasión de LA vida… me siento comodo pensando en mi como un escritor famoso pero no siento realmente la necesidad de serlo… es como si viviera dos vidas una en el plano fisico o real y otra en el plano virtual en la cabeza de alguien mas y no en la mia… en la que se ve la vida de un eroe invenzible que realmente no soi yo

− 05/02 02:53 Alejandro dijo:

si te recomiendo su libro abla de una persona que yo conozco mui bien a mi ma gustao mucho

− 05/02 02:54 Adalid dijo:

ke dizes si ni siquiera las leido… </dialogo>

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XXIV

La conversación siguió, todo era muy ameno, hablaban de todo y de nada, el alcohol seguía envenenando los organismos de los cuatro jóvenes sentados al fondo en ese bar, al lado de los baños. Alejandro quería fumarse un piti, invitó a su apuesto caballero para que le acompañara a fumar afuera. Adalid se sentía un poco oxidado ligando en el mundo real, ya había jugado la carta del francés, lo de ser escritor, entre otros temas banales… ¡Ligar en internet era tan fácil! No tenía que seguir el mismo ritmo de una conversación, podía tomarse su tiempo entre frase y frase, incluso podía llevar varias conversaciones al mismo tiempo con la misma persona, como si por párrafos hablara de un tema y en el siguiente del otro, no había problema, era fácil de entender; tampoco necesitaba una cronología lineal en las conversaciones, podía avanzar, luego retroceder en el tiempo, si no sabía algo, podía buscarlo en #Google o en

#Wikipedia… ¿Qué podría decirle ahora? ¿Hablarle sobre el último

software que estaba desarrollando? No quería aburrir a Clémentine. Era filóloga, seguro que le gustaba hablar sobre idiomas y esas cosas. Hacía poco había leído un correo cadena en el que hablaban del pasaje bíblico de la Torre de Babel. Una Torre que estaba siendo construida para alcanzar a Dios; y al ver tal soberbia, Jehová decidió crear todas las lenguas del mundo para que los constructores de la torre no se entendieran entre sí, el proyecto nunca llegó a su fin.

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XXV <dialogo>

− 05/02 03:52 Adalid dijo: que opinas de la torre de babel?

− ¿De la Torre de Babel? Bueno, pues me parece una historia curiosa, tal vez sí es verdad la teoría de la monogénesis

lingüística, pero considero que es poco probable, y sobre todo

estoy segura que no fue Dios el que creó todas los idiomas de un día para otro

− 05/02 03:52 Adalid dijo:

yo pienso ke como van las cosas n un futuro no muy lejano abra un pidgin universal ke sera una especie de esperanto mejorado… es como vivir la istoria de la torre de babel pero al reves porque la peña cree cada vez menos en dios como si quisiera bajarse de la torre alejarse del monoteismo y al mismo tiempo todos tendemos a ablar el mismo idioma en todo el mundo

− Me haces pensar en Nietzsche y su teoría del eterno retorno, aunque eso querría decir que la historia de la Torre es cierta… </dialogo>

Alejandro volvió después de más de media hora de estar fumando con su amigo y propuso cambiar de bar. Adalid le dijo en

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XXVI

voz baja que era mejor ir a su casa, ya se le estaban acabando los temas de conversación y no se sentía con la seguridad suficiente para pasar a la “acción”, era mejor jugar un kinito con un alcohol fuerte para que la chica lo aflojara más fácilmente. Alejandro no vivía lejos de allí, además tenía un par de botellas de ron añejo de 45° que siempre tenía para las noches que invitaba a algún amigo inhibido o que no estaba seguro de querer estar con un hombre en la cama. En el camino, el chico del jersey negro quiso medir su poder de influencia sobre Alejandro, hacía bromas diciendo que al final quería irse para su casa a dormir, él no le daba importancia, le miraba, sonreía y seguía caminando tranquilamente.

Después de caminar unos 10 minutos llegaron al piso de Alejandro, ¡por fin! Adalid venía hablando con Clémentine sobre la vida en ese país y de cómo ambos eran extranjeros, aunque la lengua materna de él sí era el castellano. Al parecer Alejandro y el chico del jersey negro ya se habían besado en repetidas ocasiones, pero Clémentine todavía no los había visto

<dialogo>

− ¿Tu amigo es gay? − 05/02 04:04 Adalid dijo:

si y estoy seguro ke tu amigo le mola mucho yo creo que esta noche va a dormir en casa de alejandro eso nos deja a ti y a mi solos

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XXVII − ¡Ah! Vaya… no me había dado cuenta – dijo Clémentine con la

seguridad de que Adalid pillaría la indirecta </dialogo>

El piso de Alejandro estaba en un tercero, era un edificio construido a mediados de los años 70’s, su puerta principal era de madera de roble, pesada e “impenetrable”, todos los objetos que adornaba las zonas comunes del apartamento estaban viejos, gastados, le daban un aire muy lúgubre al piso, eran objetos que le pertenecían al propietario que lo arrendaba “amoblado”, no había querido deshacerse de nada porque le traían recuerdos de su hija, que murió de una sobre dosis de cocaína (en ese mismo piso). Al entrar, lo primero que se veía era un pasillo de unos 10 m de largo por 1,5 m de ancho, el suelo era de madera, que tras ser encerado durante años, había guardado una gran capa de una mezcla de polvo y cera. A lado y lado del pasillo estaban las diferentes habitaciones. La primera de la izquierda era una habitación de unos 7 m2, era la del compañero de trabajo de Adalid, tenía ropa por el suelo, algunos posters de sus películas favoritas y muchas postales. Alejandro cerró la puerta de su habitación apenas entró al piso, no quería que el chico del jersey negro la viera en ese estado, al menos no todavía. La siguiente habitación en el corredor estaba a la derecha, era el salón principal de unos 15 m2, tenía un aparador antiguo y enorme, con una televisión analógica que transmitía las mismas tres cadenas todo el tiempo, frente al enorme mueble había un sofá cubierto de mantas viejas, con

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XXVIII

agujeros y que expelían un olor a humedad y de sudor, las mantas no habían sido secadas con buena aireación, parecía que alguna vez fueron el lecho de algún perro. Los muros del salón estaban adornados con pinturas de santos y del corazón de Jesús, los residentes no podían quitarlas a petición del propietario que era un ferviente católico. Había una ventana que daba a la calle, todavía se podían escuchar fuera a los borrachos regresando a casa. Debajo de la ventana, contra la pared, había un comedor de madera fina que estaba en ese piso poco después de la muerte del último dictador de turno. Las dos siguientes habitaciones a la izquierda del pasillo eran las de los compañeros de piso de Alejandro, una estudiante de turismo que prácticamente vivía con su novio y un empollón, estudiante de ingeniería química de último año. Alejandro era el bicho raro en ese piso, pues su edad ya superaba los 30 años y además hacía mucho tiempo que no pisaba una universidad. La última puerta a la derecha del pasillo daba acceso al váter y la bañera, en una misma habitación, como era costumbre en ese país. Al final del pasillo estaba la cocina, 12 m2 donde cabía un frigorífico de tamaño modesto, unas despensas para la comida, una estufa fabricada en los años 90’s y una pequeña mesa con 4 sillas para tomar el desayuno.

Decidieron quedarse allí para no molestar los compañeros de piso. Alejandro sacó las botellas de ron y los dados. El chico del jersey negro le ayudó a servir, mientras le tocaba el culo y

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XXIX jugueteaba con sus labios. Actuando como si estuviera incomodo con la situación, Adalid le dijo a Clémentine que estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones pero que no sabía cómo actuar. Clémentine sonrió y le dijo que eso no era ningún problema, ella también estaba acostumbrada con su amigo. Se sentaron en la mesa, brindaron y “el

ke no apoya no folla y el ke no recorre no se corre” dijeron

Alejandro y Adalid en coro mientras miraban a sus respectivas parejas. Jugaron un par de rondas de kinito, mientras la pareja de hombres se acariciaban por debajo de la mesa. Después de un corto periodo de juego, Alejandro se lanzó a los labios del chico del jersey negro y este último no le detuvo. Parte del ritual, era hacer el show sin escrúpulos frente a Adalid y la amiga del chico de turno para facilitar las cosas. No sé por qué o cuáles eran las razones, pero era muy efectivo, Adalid podía lanzarse a besar a la chica y era rechazado en un muy pequeño porcentaje de las veces. Alejandro tomó de la mano al chico y se lo llevó para su habitación, le dijo con un tono pícaro a Adalid que el canapé estaba disponible y listo para recibir a una pareja que quisiera follar sobre él, siguió su camino hacia su habitación mientras se desabotonaba su camisa con una mano y con la otra acariciaba la entrepierna del chico del jersey negro. El salón tenía puerta y podía quedar completamente aislado, además, el gran canapé se hacía fácilmente cama. Adalid encendió la luz y empezó a besar a Clémentine, no hubo rechazo alguno, es más, ella estaba más vehemente que él, no había tenido relaciones sexuales en semanas, había estado sumergida en su trabajo y esa

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XXX

noche había salido precisamente para pillar. Adalid se sentó en el sofá y Clémentine comenzó a desnudarse al ritmo de una canción imaginaria que por el tarareo podría decirse que era light my fire de

The doors. Tenía ropa interior roja con encajes bordados a mano, se quitó toda la ropa muy lentamente. Se había depilado todo el cuerpo esa noche, incluyendo su pubis, quería estar preparada para cualquier cosa. El cuerpo de Clémentine era harmonioso, sus caderas tenían una buena proporción con respecto a su espalda y pechos, sus nalgas eran redondas, tenían ciertos asomos de unas estrías blancas, pero eso no molestaba para nada a Adalid, sus pechos no eran muy grandes, también tenían pequeñas estrías y no se veían muy firmes, pero sus pezones eran rosas y pequeños, una buena proporción para el tamaño de sus tetas. Adalid se preguntaba cómo habría logrado llevarse a la cama a una chica tan atractiva, el ritual era definitivamente infalible. Lo que más le gustaba ver en esos momentos era el coño de Clémentine, tenían labios mayores carnosos y rosas, podrían soportar un buen ajetreo, algo brutal, pero eso no le excitaba, solo le hacía recordar el último video hard core que había visto con una chica de la misma contextura que Clémentine.

La chica francesa había metido en su bolso un par de preservativos femeninos, le gustaba más que los masculinos ya que no tenía necesidad de que el chico la tuviera bien dura para ser penetrada. No logró lo que buscaba con su pequeño strip tease improvisado, Adalid se estaba quedado dormido, casi que sentía el

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XXXI impulso de cambiar el espectáculo con un clic de ratón, quería pasar directamente a la escena de la penetración, pero no podía exigírselo a Clémentine, esta vez él no estaba pagando para tener sexo. La situación era pintoresca, para Adalid era como estar viendo porno pero no podía cambiar deliberadamente de escena y para Clémentine era la oportunidad de tener un orgasmo que no fuera producido por su pequeño vibrador a control remoto y que había comprado poco después de haber terminado con su ex, a veces lo llevaba puesto a la escuela para entretenerse mientras los niños escribían. Clémentine se acercó y le quitó los pantalones a Adalid, sus calzoncillos tenían un pequeño punto oscuro dando asomos a una efímera erección que ya había desaparecido.

<dialogo>

− 05/02 04:55 Adalid dijo:

lo siento no estoi mu concentrao yo creo ke es el acool − No te preocupes, no pasa nada

− 05/02 04:55 Adalid dijo:

tal vez podrias ayudarme ya sabes… </dialogo>

Clémentine no se quería quedar sin sexo esa noche, además, a sabiendas que su amigo le iba a contar todos los detalles de lo que

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XXXII

había hecho con Alejandro, ella quería tener algo qué contar también. Captó la indirecta de Adalid, le quitó los calzoncillos y comenzó a hacerle una felación, Adalid cerró los ojos y comenzó a imaginarse diferentes mujeres desnudas, con variedad de cuerpos y de bocas… todas y cada una pasaban sus labios y sus lenguas por su pene, mientras, fuera de su cabeza, Clémentine buscaba desesperadamente al menos una pequeña erección para poder sentarse sobre él. ¡Finalmente!, un poco de sangre fluyó por los cuerpos cavernosos y dio origen a una erección suficiente para que Clémentine pudiera disfrutar. Se apresuró a ponerse el preservativo y se sentó de espaldas sobre Adalid. Durante todo ese tiempo, él no había abierto los ojos ni por un instante, aunque sus manos sí habían recorrido el cuerpo de su compañera. Adalid seguía en su imaginación, pasaba y repasaba las imágenes favoritas de las páginas web que tenía marcadas en #MozillaFirefox, su navegador de internet habitual. Se podría decir que ambos se estaban aprovechando del otro, Clémentine se servía de Adalid para ser penetrada por un hombre de carne y hueso, y él se aprovechaba de ella para ser estimulado mientras pensaba en las mujeres de su pornografía favorita. Esta situación no parecía molestarle a ninguno de los dos.

El acto duró al menos tres minutos de ejercicio activo, Adalid nunca tuvo una verdadera erección, tal vez por el alcohol, tal vez por su falta de concentración. Clémentine llegó primero al orgasmo, luego se puso de pie y terminó el trabajo con su mano y con su boca,

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XXXIII Adalid únicamente le acariciaba la cabeza mientras le decía cosas sexuales y vulgares en francés, además de que eso le excitaba, creía que le gustaría a Clémentine.

Cuando todo terminó, después de mucho trabajo manual de Clémentine, Adalid sin concentrarse completamente, y todavía sin una verdadera erección, eyaculó en sus tetas. Luego, pocos minutos después de haberse limpiado con unos clínex, sucedió algo que podría decirse paradoxal, Adalid se transformó por completo, se puso cariñoso y un poco meloso, abrazó a Clémentine, puso su cabeza en su pecho y la acariciaba esperando a que se durmiera mientras pensaba en el futuro que le esperaba, le parecía gracioso que precisamente ese día, el día que había salido para celebrar la finalización de su manuscrito, había tenido sexo con una chica desconocida, experta en su lengua materna y sobre todo, del mundo

real, que lo consideró, al menos por unos minutos, como un verdadero escritor.

Los días siguieron pasando, los recuerdos de Clémentine y de esa noche de la celebración se hacían cada vez más vagos. Adalid todavía no había movido un dedo para dejar de ser escritor en su cabeza y pasar a ser escritor ante los demás, seguía en esa evasión que le separaba entre el héroe real y aquel que él mismo imaginaba. Tenía varias ideas preconcebidas del mundo literario, imaginaba que podía contactar con las editoriales directamente porque sus correos

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XXXIV

electrónicos estaban generalmente disponibles en internet. También, sabía que no podía enviar el manuscrito completo porque existía el riesgo de plagio. Pero lo más importante, sabía que tenía que convencer que su novela iba a ser un #BestSeller, pero si ya le quedaba difícil con sus amigos, ¿cómo lo iba a hacer con un profesional de los libros? Tal vez por eso tardó V semanas en reaccionar.

Aunque Adalid lo ignoraba, la historia que comenzaba a tomar forma se presentaba ante el público con un caballero de armadura de hojalata que se enfrentaba a una gran fortaleza de piedra edificada en el borde de un acantilado, haciéndola aun más impenetrable. Entrar en esa fortaleza sería su pequeña Odisea. Su verdadero miedo, antes de conocer todo esto, era que le dijeran que su novela era una basura, que se burlaran de él por pretender ser un escritor famoso de una sola novela. No quería que su ilusión de estar en el Olimpo se derrumbara porque un tipejo de esos que leen muchos libros, le dijera que el suyo era un mamarracho, intento de literatura, que solo daba ganas de vomitar, o aun peor, de limpiarse el recto después de un buen lavado de tripas, mientras rezaban tres Avé Marías y cinco Padre Nuestros, tratando de borrar los malos pensamientos que surgen con la historia que sus manos habían creado.

Sus amigos ya comenzaban a presionarlo para que buscara editorial, y sus pajazos mentales se habían hecho tan repetitivos que carecían de realidad y de excitación, parecía que el baile de sus

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XXXV pensamientos mientras se denudaban al ritmo de light my fire, estaba funcionando tanto como cuando lo hizo Clémentine, el problema es que ahora no tenía a nadie que le ayudara con una buena mamada… era momento de pasar a la acción.

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XXXVII V-XV

Se suponía que Adalid era escritor, por lo tanto debía saber vender su novela con palabras escritas. Debido a que él no se movía en los terrenos literarios, y hasta ese momento nunca lo había visto como una realidad, solo ficción o mitología, no conocía con exactitud el procedimiento para publicar un libro y pensaba que lo más difícil era haber escrito la historia de forma coherente. Adalid era un autor anónimo para el mundo Editorial, iba contando su historia, como un juglar, a unos y a otros, amigos cercanos y familiares menos creyentes.

El primer paso lógico era buscar páginas de internet de editoriales en su misma ciudad. Seguía el raciocinio de localidad, aunque él no había nacido en esa ciudad, ni siquiera en ese país, pensaba que podía ser apoyado más fácilmente si era una empresa local, alguien así seguro que apostaría por él.

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XXXVIII

Para su suerte, esa con la que le condenaron los dioses por envidia de su don, las únicas dos editoriales de su ciudad que se promocionaban en internet eran controladas por Jesuitas, y su slogan rezaba: “Publicamos libros que fomenten los valores humanos y familiares, los libros de auto ayuda son nuestra línea editorial principal, pero también publicamos libros infantiles y religiosos”…

<flujodeconciencia>< i > como coño voi enviar manuscrito a

esa manada de orangutanes pedofilos que se contradicen diciendo que fomentan los valores humanos familiares… esos valores son los precios de los culitos que se comen en los confesionarios mientras aprietan los crucifijos en sus manos i le comen la polla a otro … que se sentira que un cura le chupe la polla a uno… se las dan de mui creyentes modernos… putos catolicos… lo unico que hacen bien es desinformar a los tontos con tres dedos de frente que les gusta fanatiçar creer en mundos imaginarios seres divinos aceptar todo lo que les dicen sus idolos… sin preguntas ni un puto analisis… bueno de -anal- seguro que si pero de isis mas bien poco… una institucion que esta en contra del matrmonio gay… no abra nada mas gay que arrodirrarse frente a un hombre en pelotas para que te toque con su mano y te adoctrine… el simbolo de un jesus con un cuerpo semi desnudo atletico masculino y que es lo primero que se ve al entrar en una iglesia es la apologia a la omosexualidad mas grande que nunca aya pensao… tengo que hacer ejercicio estoy sacando pança… eso del crucifijo es lo mismo que ir a casa de un omo y ver un gran

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XXXIX

poster de david hasselhof en paños menores con una mirada devoradora… tal vez insulto a los omosexuales con una comparacion como esa… libros de autoayuda… libros de autoayuda dicen… como alguien se puede autoayudar pensando en un ombre sangrando las manos en las que lan clavado un pedaço de madera… autoayuda es ayudarse uno mismo sin pensar en nadie mas… es que me dan ganas de enviarles mi manuscrito solo para que dejen de gilipolleces… vean que venden falsas ilusiones… paso de esas editoriales… la busqueda apenas comiença… tengo que pensar mas en global… mi novela no va a ser publicada por cualquier editorial… eso es seguro… tengo que buscar editoriales que publiquen libros que se pareçcan al quescrito… como coño voy a saber que editoriales publican libros parecidos… los unicos quee leido fueron en el instituto… nunca me fije en la editorial que los publicaba… ninguno se parece ni en un pelo al mio… todos tan refinados y con sus lenguajes que nadie entiende… putos presumidos… se creen superiores porque ablan mejor que yo </i>

</flujodeconciencia>

El domingo después de la semana V, buscando en internet, Adalid descubrió una página llamada <a href=“http://escritores.org”>

escritores </a>, en ese momento, la página fue como un hada mágica

que guía a un caballero por un denso bosque encantado. Era una página muy interesante, un portal adornado con fotos de vejestorios que seguramente eran escritores famosos de su época. La página

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XL

aportaba mucha información útil sobre cómo dirigirse a las editoriales, los pasos a seguir, los recursos, las herramientas, los concursos literarios, incluso algo que él todavía no sabía que existía, el registro de su obra para evitar que fuera plagiada. En la página le recomendaban dirigirse primero a un agente literario, antes de contactar con una editorial directamente. También le decían que para un primer contacto con los editores o los agentes, tenía que tener muy claro que una editorial es una empresa en búsqueda de lucro, una empresa que invertiría en su obra como metiéndolo en una ruleta de casino trucada que le asegure que no perderá un duro, y si él no era un personaje famoso, era muy probable que enviaran su mail a la papelera sin ni siquiera leerlo, en otras palabras, “¿Quién coño te has creído? Renuncia a ser un Best Seller de una sola novela”.

Para contactar con el editor, era necesario hacer dos cosas, una carta de presentación y una propuesta editorial. La carta de presentación, 250 palabras máximo, tenía que ser suficiente para presentar al autor y la historia que quiere ser publicada. Tenía que revisar las faltas de ortografía y gramaticales de la carta, además de no adornarla con nada de iconos o fondos de colores, algo que la persona “del otro lado” considerara serio y profesional, es decir, abolir su parte artística para hablar con un mercader de libros, no con un sentidor de palabras. Le recomendaban convertirse en un personaje plano, vacío de sentimientos, lleno solo de palabras coherentes, nada de chistes ni de camaraderías, eso es de artistas, no

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XLI de empresarios. Le exigían una ausencia total de perspectivismo, algo que Adalid no llegaría a hacer con un poco de elocuencia sino hasta diez semanas después.

La propuesta editorial tenía que ser un documento compuesto de una sinopsis, unos cuantos capítulos del manuscrito (los mejores para ocultar los defectos de los otros menos estéticos), un poco de su historia personal, su experiencia como escritor, pero sobre todo, le recomendaban hacer un fuerte hincapié comparándose con otras obras, insistían, “es una empresa a la que le hablas”, no a un artista, es por eso que debía utilizar la información que había recibido en su master profesional de comercio y hacer un estudio de mercado detallado explicándole al competente editor por qué su obra iba a vender más que #HarryPotter. Para terminar, le decían: “Hoy por hoy es casi imposible para un autor novel (léase donnadie o perro-flauta) editar con un gran grupo editorial si no se cuenta con un agente”…

<flujodeconciencia> < i > buena ortografia y gramatica… nada

de adornos ni chistes… pense que publicaban artistas no maquinas describir… nunca minteresao otras obras literarias… mercado es donde compro comida… mi experiencia como escritor es la que tengo escribiendo en blogs chats actualiçando mi status en facebook… contando chistes cortos en twitter… que coño es sinopsis… bueno… se lo que es… no tengo ni puñetera idea de como escribir una… no les basta con que aya escrito un libro de mas de

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